Familia Kinética
Familia Kinética
Familia Kinética
Resumen
• El presente trabajo se propone analizar los criterios de interpretación utilizados en la técnica
proyectiva gráfica Famita Kinética Actual (FKA) y brindar, principalmente, un modelo de
análisis (Cohen Imach, 2000) a través de un caso clínico. Este instrumento es uno de los más
utilizados en la práctica de la Evaluación y Diagnóstico Psicológico con niños y
adolescentes en nuestro país, y tiene como objetivo primordial obtener material sobre las
relaciones vinculares reales y fantaseadas del sujeto con su grupo familiar, así como también
proveer datos sobre la dinámica y estructura de su personalidad (Verthelyi, 1985).
Palabras clave: Familia kinética, fka, maltrato infantil, relaciones vinculares, personalidad
niños, relaciones padres hijos.
La técnica de la Familia Kinética es una prueba proyectiva gráfica que, junto al Dibujo de la Figura
Humana (DFH), el test de la Casa, el Árbol y la Persona (HTP, por sus siglas en inglés), y Persona
bajo la lluvia, constituye una de las más utilizadas dentro del campo de la evaluación psicológica
con niños y adolescentes.
Tiene sus antecedentes en el test de la familia creado por Porot (1952) y está fundado en la técnica
del dibujo libre. En 1961, Louis Corman (1961) publica en París, junto con sus colaboradores, el
«Test del Dibujo de la Familia» con el objetivo de explorar la adaptación del niño al medio familiar,
considerando al dibujo como un medio libre de expresión a través del cual el niño crea y expresa su
visión del mundo que lo rodea, informándonos acerca de su personalidad.
Corman (1961) introdujo algunas modificaciones importantes a las instrucciones impartidas por
Porot (1952), quien le dice al niño «dibuja tu familia», mientras que Corman (1961), en cambio,
indica «dibuja una familia, una familia que tu imagines». Maurice Porot (1952) considera que
decirle al niño que dibuje su familia, permite conocerla tal como él la representa, lo cual es más
importante que saber cómo es en la realidad; mientras que Louis Corman (1961) considera que la
proyección se da con mayor facilidad si la consigna es mas amplia («dibuja una familia que tú
imagines»), lo que permite, según este autor, que las tendencias inconscientes se expresen con
mayor facilidad.
Posteriormente, en 1972, Burns y Kaufman publican Los Dibujos Kinéticos de la Familia cómo
técnica psicodiagnóstica. Una de las diferencias con el clásico Test de la Familia es la inclusión del
pedido de acción, de la kinesia, que permite apreciar con mayor claridad los conflictos del niño con
su grupo familiar, fantasías de relación interpersonal y el afecto concomitante.
Finalmente, la técnica Familia Kinética, en sus dos versiones (Actual o Prospectiva), fue
desarrollado por Renata Frank de Verthelyi en Interacción y Proyecto Familiar (Verthelyi, 1985); la
autora retoma los aportes de Burns y Kaufman (1972) en cuanto a la inclusión de la kinesia en la
consigna del Test de la Familia pero introduce una serie de modificaciones en relación a la
consigna, los criterios de interpretación y campos de aplicación, administrándolo a niños,
adolescentes y adultos. Esta última versión es la que se administra en la actualidad.
Su relevancia radica en que apunta, no sólo a detectar aspectos de la dinámica y estructura de la
personalidad (mirada intrapsíquica) como todas las técnicas proyectivas gráficas, sino también, a
brindar información valiosa acerca de la problemática del sujeto, desde una perspectiva más amplia
que incluye su particular vivencia del grupo familiar (Verthelyi, 1985). Así, la técnica se propone
como objetivos, en primer lugar, analizar las relaciones vinculares fantaseadas del sujeto con su
grupo familiar y, en segundo término, ofrecer material significativo referido a características de
personalidad (dinámica y estructura).
La técnica de la Familia Kinética Actual, tal como fue señalado, se enmarca dentro de las
denominadas técnicas proyectivas y, dentro de ellas, corresponde a las expresivas (Fernández
Ballesteros, 1990) o gráficas. Si bien no es el objetivo del trabajo abordar esta temática, es preciso
definir el término técnicas proyectivas.
Las pruebas proyectivas constituyen un particular procedimiento de recolección de información
dentro del proceso de evaluación psicológica a partir de un material ambiguo y poco estructurado
con consignas precisas, aunque amplias y generales, que permiten al sujeto casi ilimitada una
amplitud en su respuesta (Sendín, 2000).
Según Anzieu (1961), no se trata de hallar la respuesta correcta, se trata de ofrecer al sujeto la
posibilidad de crear algo partiendo de elementos tan simples que no son más que un pretexto; lo
producido sólo podría reflejar la imagen de la persona que la crea y permite leer, según reglas de
desciframiento apropiadas al tipo de material y de actividad propuesta, ciertos rasgos de su carácter
y ciertos sistemas de organización de su conducta y emociones.
Siguiendo con esta línea, Lindzey (1961) define a las técnicas proyectivas como «aquellos
instrumentos considerados especialmente sensibles para revelar aspectos inconscientes del sujeto,
los cuales permiten provocar una amplia variedad de respuestas subjetivas; son altamente
multidimensionales y evocadores de datos inusualmente ricos con un mínimo de conocimiento por
parte del sujeto del objetivo del test» (pág. 45). No obstante, también han demostrado brindar
información sobre aspectos cognitivos que puedan servir para el diagnóstico y la evaluación del
niño o el adolescente (Fernández Ballesteros, 1990).
Por lo general, el material estímulo es ambiguo, lo que permite la expresión del mundo interno del
sujeto. Debido a esto, no hay respuestas correctas o incorrectas, y su interpretación responde a
criterios de análisis determinados por clínicos e investigadores.
Bell (1971), por su parte, propone que el término proyección deriva de la raíz latina que significa
hacia adelante, siendo ésta la acción implícita en la base de la técnica proyectiva: el sujeto expresa
su mundo interno lanzándolo hacia fuera, externaliza contenidos inconscientes. Por lo tanto, la
técnica proyectiva sería un catalizador a través del cual se pone de manifiesto el propio mundo
interno.
Para graficar esta idea, Rappaport (1977) señala que la proyección es como una película; donde la
hoja de papel sería la pantalla, el proyector son las técnicas proyectivas y lo proyectado (el film, la
película) es representado por la personalidad del sujeto, asimismo, cada escena vista en la pantalla
sería cada respuesta del sujeto.
Administración de la técnica
Dentro del proceso de evaluación psicológica a niños y adolescentes, la técnica Familia Kinética se
administra, en general, luego de haber aplicado la de Dibujo Libre, el DFH y HTP o el dibujo de las
dos personas, ya que, suele generar mayores niveles de ansiedad que las restantes.
Tiene diferentes modos de administración, según la edad y etapa evolutiva del paciente. Cuando se
aplica a niños se utiliza la consigna de la versión FKA, a partir de los 5 años, aunque es posible
realizarlo desde los 4 años, cuando el grafismo del sujeto es capaz de discriminar distintos
personajes. Si bien es un instrumento diagnóstico que se utiliza también con adultos, en el presente
trabajo sólo se hace referencia a su aplicación a población infantil y adolescente y a la versión de
FKA.
En cuanto al material de prueba, la FKA requiere para su aplicación una hoja de papel A4, lápiz
negro y goma de borrar (aunque no dispuesta en el escritorio, frente al niño, sino guardada para
cuando el respondiente la solicite).
La consigna de FK tiene dos partes:
1. Parte gráfica
En la parte gráfica de la consigna se le dice al niño «dibuja a tu familia haciendo algo; la puedes
hacer como quieras, pero recuerda que te pido que estén haciendo algo«. En caso de ser necesario
se le menciona que «no haga figuras esquemáticas, tipo fosforito».
A toda pregunta del niño sobre cómo hacer las figuras se le debe contestar «cómo quieras«. Los
interrogantes más comunes entre los niños se refieren a la forma de realizar la tarea -¿Los hago a
todos juntos o cada por uno por separado?-; a la acción que pueden realizar -¿Los puedo hacer
jugando todos en el parque?-; y a quiénes incluir en el gráfico -No sé si dibujarlo a mi papá, porque
el ya no vive en mi casa-.
Cuando se observa dificultad en comprender la consigna, puede pedírsele primero que explique
quiénes conforman su familia y luego alentarlo a dibijarla. La única pregunta que se responde
afirmativamente es cuando el sujeto señala si él también debe incluirse. Una vez concluido el
dibujo, si el psicólogo evaluador advierte que el sujeto no se ha dibujado, interroga si «¿están
todos?», con el objeto de que el niño registre la omisión y la corrija. Si no lo registra de modo
manifiesto, se le debe señalar «faltas tú«.
2. Parte verbal
Una vez concluida la primera etapa se debe continuar con la parte verbal de la consigna. En ésta se
solicita al niño/adolescente que «coloque ahora quién es cada figura (parentesco y nombre de pila)
y qué están haciendo» (Verthelyi, 1985). Es importante que, una vez finalizada la ejecución, quede
clara la identidad de cada personaje, en qué orden los graficó y qué está haciendo cada uno. Si se
trata de niños menores de 6 años, por lo general, es el entrevistador quien coloca en la hoja estos
datos. Muchas veces, además, solo se identifica a la figura con un número y en otra hoja el
psicólogo registra los nombres y la acción que el sujeto le asigna, para no ensuciar el dibujo del
niño.
Criterios de análisis e interpretación
Una vez administrada la prueba se siguen los criterios que Verthelyi (1985) propuso hace ya
algunos años para la fase de interpretación revisados, a su vez, por el equipo de investigación de
Contini (Contini, Figueroa, Cohen Imach & Alves, 1997; Contini, Figueroa, Mejail & Coronel,
1997) a partir de un estudio llevado a cabo con niños y adolescentes de Tucumán, Argentina.
La regla fundamental para interpretar las técnicas proyectivas, según Wolff (1962), es que cada
elemento adquiere significación sólo en relación con el total. Con el objeto de realizar una correcta
interpretación del material que ofrece la técnica, es imprescindible tener en cuenta que las diferentes
variables evaluadas están fuertemente interrelacionadas entre sí, por lo que se hace necesaria la
continua articulación de la información que se recoge, así como también la interpretación de cada
indicador dentro del contexto de todos los demás. Esto permitirá, a través de la búsqueda de
evidencias múltiples -es decir, de recurrencias y convergencias- proponer interpretaciones
dinámicas ricas en contenidos y bien fundamentadas (Verthelyi, 1985).
A continuación se detallan brevemente los criterios de interpretación utilizados (véase Corman,
1967, Hammer, 2005, Verthelyi, 1985; Wolff, 1962):
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Recomendar a un Amigo un caso de maltrato infantil. Revista PsicologiaCientifica.com, 13(10).
Disponible en: http://www.psicologiacientifica.com/familia-kinetica-actual-maltrato-infantil