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Devocionales 07 Dias Jonas 2 Caleb Fernandez

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Devocionales

07DIAS

DEVOCIONALES - 07 DIAS / Caleb Fernandez Pérez


2019

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DEVOCIONALES - 07 DIAS por Caleb Fernandez Pérez se encuentra
bajo licencia Creative Commons BY-NC-ND 3.0

Todos los derechos reservados, no obstante, queda permitida la reproduc-


ción, difusión, o exposición total o parcial de la obra al público, en cual-
quier tipo de soporte, sin que sea necesario el consentimiento previo del
autor siempre que sean citados: autor y contenido de origen.
i
DIA01 Jonás 1:3

“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de


Jehová a Tarsis... y pagando su pasaje, entró en
una nave para irse... lejos de la presencia de Je-
hová”
Cuando Jonás huye de Dios, está huyendo de su
forma de ver a Dios. El profeta está aferrándose
a la forma en que él mismo configuró su propio
relato. Claramente está huyendo de la voz de su
conciencia, cerrando los oídos a la orden de
Dios, intentando huir de la presencia del Señor.

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Sus motivaciones se enfrentaron contra la ma-
jestad de Dios. Y sus supuestas razones se inter-
pusieron al camino de la obediencia. Lo que pasó
aquí es que el profeta intento huir de sí mismo,
construyendo un relato, rechazando la verdad,
porque en lo íntimo sabía que de Dios era imposi-
ble huir.
Podemos cambiar de lugar, pero ni las monta-
ñas, ni el mar, ni el desierto, ni las alturas, ni las
mayores profundidades, podría ayudar a Jonás a
escapar. Dios estaría donde él fuera, en Palesti-
na, en Jope, en Tarsis, en Groenlandia o en la An-
tártida.
El salmista dice “¿A dónde me iré de tu Espíri-
tu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere
a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi
estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas
del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun
allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.”
(Salmos 139:7-10). No hay un lugar en esta tierra

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y fuera de ella donde podamos escapar de nues-
tras verdades, y aún cuando nosotros tengamos
un relato que queramos vivir; cuando Dios tiene
un plan para nosotros, no podremos esconder-
nos de Él.

Preguntas de reflexión:
¿En que áreas de nuestra vida estamos inten-
tando huir de nosotros mismos y del plan de
Dios para nosotros?
¿Qué razones se están interponiendo al cami-
no de la obediencia?

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DIA02 Jonás 1:3

“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de


Jehová a Tarsis... y pagando su pasaje, entró en
una nave para irse... lejos de la presencia de Je-
hová”
El libro nos muestra que el profeta dejó de ser
guiado por sus convicciones doctrinarias — de lo
que su padre Amitai le había enseñado — para
ser dirigido por sus sentimientos nacionalistas.
Recordemos que Jonás no aceptaba que la cruel
Nínive pueda obtener la misericordia de Dios,
después de tanto daño que había hecho a Israel,

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y aún mas, que existiera la posibilidad de que pu-
dieran invadir y destruir Israel. Sin embargo, es-
ta era una suposición infundada, porque así deja-
ba de confiar en las promesas de Dios que nunca
abandonaría a Su pueblo.
Podemos ser muy ortodoxos en lo que cre-
emos, pero cuando tenemos una idolatría en el
corazón, somos capaces de desconocer nuestras
más fundamentales convicciones.
La huida de Jonás raya en lo absurdo. El pro-
feta sabía que Dios lo conocía todo y estaba en to-
do lugar, por eso intentar esquivarse o esconder-
se de Dios yendo hacia el fin del mundo, era sim-
plemente una idea absurda. Y frente a lo absurdo
solo pueden haber tres soluciones: el suicidio, la
religión o la simple aceptación del absurdo. Jo-
nás se entregó al menos a dos de estas solucio-
nes: la religión y el suicidio.
Pero, nuestro Dios no iba a permitir que Jo-
nás continuará con su relato. Entonces, intervie-
ne con su amor extravagante, se mete en su histo-
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ria, y en el transcurso de esta semana vamos a
ver que en medio de esta tormenta, en el corazón
de esta tormenta, hay un amor tierno y poderoso
que va en busca de su hijo como muchas veces
nos ha pasado o nos pasará a nosotros también.

Preguntas de reflexión:
¿Alguna situación en la que nos encontramos
nos ha llevado a desconocer nuestras más fun-
damentales convicciones?
2. ¿Qué otra opción surge en la historia para
salvar a Jonás de lo absurdo?

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DIA03 Jonás 1:3

“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de


Jehová a Tarsis... y pagando su pasaje, entró en
una nave para irse... lejos de la presencia de Je-
hová”
No podemos avanzar al versículo 4, sin antes no-
tar un detalle del versículo 3. El texto nos dice
que Jonás se levantó para “huir de la presencia
de Jehová”. Esta expresión es una expresión pro-
pia de los hombres de Dios en el Antiguo Testa-
mento. De hecho, debe ser interpretada de acuer-
do con las palabras de Elías: “Entonces Elías ...

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dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya
presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en
estos años, sino por mi palabra.”. (1 Reyes 17:1).
La presencia de Dios era una marca de su voca-
ción, de su oficio como profeta, del respaldo de
Dios en su misión.
Cuando un profeta habla de huir de la presen-
cia de Dios, está renunciando a su vocación.
Cuando Jonás se dispone a huir de la presencia
del Señor, él estaba voluntariamente renuncian-
do a su cargo profético y a su posición profética.
Recordemos que Jonás tipificaba al judío que
nunca entendería como sería posible que Dios
pudiera amar a los asirios. Ellos eran Israel, el
pueblo de Dios, el pueblo elegido, y los judíos es-
perarían que su Dios destruyera a sus enemigos.
Entonces, no era una simple renuncia. Le estaba
diciendo a Dios que no estaba de acuerdo con su
criterio. Jonás estaba dispuesto a renunciar a su
vocación antes de ver a Ninive perdonada. Esta-
ba dispuesto a dejar de ser profeta con tal de ver
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a sus enemigos destruidos. Por eso, vio en el ca-
rácter misericordioso de Dios el mayor obstáculo
para el cumplimiento de su misión profética. Jo-
nás huyó porque se negó a aceptar que el carác-
ter y la voluntad de Dios era la mejor opción pa-
ra su vida.

Preguntas para reflexión:


¿Existe alguna circunstancia o persona que
nos ha llevado a renunciar a nuestra misión co-
mo cristianos de mostrar amor, perdón y miseri-
cordia?
¿Qué es necesario para que estemos dispues-
tos a buscar en el carácter misericordioso de
Dios la solución a nuestras circunstancias?

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DIA04 Jonás 1:3

“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de


Jehová a Tarsis... y pagando su pasaje, entró en
una nave para irse... lejos de la presencia de Je-
hová”
Jonás estaba renunciando a una forma y a una ló-
gica de hacer misión. El método de Dios usado
hasta ese momento, era lo opuesto a la orden que
le había dado a Jonás. En todo el Antiguo Testa-
mento, Dios jamás había enviado a ningún profe-
ta específicamente a profetizar a los gentiles. Sin
embargo, Dios nunca mostró un abandono total
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de su misericordia a otros pueblos. De hecho,
siempre existió para ellos una invitación abierta a
reconocerlo como el único Dios.
La invitación era hecha de la siguiente mane-
ra: “vengan y vamos juntos a la casa del Señor pa-
ra adorarlo”. En otras palabras, el pueblo de
Dios — y en este caso Jonás — entendía que el
mundo tenía que venir a Israel y no Israel al
mundo. El método de Dios no encajaba en la teo-
logía de Jonás. Dios estaba enviando a su pueblo
al mundo en vez de traer el mundo a su pueblo,
una vez más Dios iba en contraposición a la teolo-
gía del profeta, a la forma en la que él entendía
su misión.
Dios es un Dios misionero, y nos está invitan-
do a unirnos a su misión, a sentirnos enviados al
mundo para anunciar las buenas nuevas para la
humanidad. Esta es la lógica de la misión de
Dios, y debería ser el método que la iglesia use

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hoy, el mundo no tiene que venir a la Iglesia, si-
no la iglesia debe ir al mundo.
De esta manera, el versículo más famoso de la
Biblia toma un significado más profundo: “Por-
que de tal manera amó Dios al mundo, que ha da-
do a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
(Juan 3:16).

Preguntas de reflexión:
¿Qué cosas, a nivel personal, nos impiden sa-
lir de nuestro metro cuadrado para anunciar
las buenas nuevas de Jesús?
¿De qué manera nuestra iglesia puede ser
más eficaz en su rol misionero hacia el mundo?

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DIA05 Jonás 1:4

«Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el


mar,»
Hay una tormenta adosada para cada acto de de-
sobediencia a Dios. Esto no quiere decir que ca-
da cosa difícil que entra en nuestras vidas es el
castigo por algún pecado en particular que haya-
mos cometido. Todo el libro de Job contradice la
creencia común de que a las personas buenas les
irá bien, y que si nuestra vida va mal, entonces
debe ser nuestra culpa. La Biblia no dice que ca-

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da dificultad es el resultado del pecado, pero sí
enseña que cada pecado nos traerá dificultades.
No podemos tratar a nuestros cuerpos con in-
diferencia y aun así esperar tener buena salud.
No podemos tratar a las personas con indiferen-
cia y esperar mantener su amistad. No todos po-
demos poner nuestros propios intereses egoístas
por encima del bien común y pretender seguir te-
niendo una sociedad que funcione. Si violamos
el diseño y el propósito de las cosas, si pecamos
contra nuestros cuerpos, nuestras relaciones o la
sociedad, tarde o temprano se nos devolverá el
golpe. Hay consecuencias si violamos las leyes de
Dios, estamos violando nuestro propio diseño,
ya que Dios nos hizo para conocerlo, servirlo y
amarlo.
Jonás estaba desobedeciendo a Dios y lo sa-
bía, pero, estaba en una caída vertiginosa y no se
daba cuenta. El pecado en Jonás endureció su
conciencia, lo encerró en la prisión de su propia

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actitud defensiva y racionalizaciones, y lo comen-
zó a consumir lentamente desde su interior.

Preguntas de reflexión:
¿Hemos logrado identificar nuestras tormen-
tas frente a nuestra desobediencia?
¿Hay cambios que debemos realizar en rela-
ción a nuestros cuerpos y relaciones interperso-
nales para ejecutar el diseño para lo cual Dios
nos creó?

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DIA06 Jonás 1:4

«Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el


mar,»
Aún cuando Jonás pensaba que tenía libre albe-
drío para decidir, no es posible negarse a la sobe-
ranía de Dios. Cuando el Señor tiene un plan pa-
ra nuestra vida, ciertamente nos perseguirá. Y lo
primero que hará es permitir que nuestras deci-
siones, tengas consecuencias. Aquí los resulta-
dos de la desobediencia de Jonás fueron inmedia-
tos y dramáticos: una poderosa tormenta dirigi-

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da directamente hacia él. Jonás corrió, pero Dios
no lo dejó ir.
El Señor “hizo levantar un gran viento en el
mar” y la frase “hizo levantar” en el original se
usa para lanzar un arma como una lanza (1 Sa-
muel 18:11). En esto vemos al amor impetuoso y
celoso de Dios en busca de su hijo, que usa una
tormenta como un arma para defenderlo del des-
tino trágico que llegaría tarde o temprano en su
huida. Es por eso, que esta historia nos presenta
el desafío de continuar orando por aquellos fami-
liares y amigos que están huyendo de Dios. Ore-
mos para que el amor impetuoso y celoso de
Dios en busca de sus hijos los persiga y los alcan-
ce.
Cuando este tipo de amor aparece, no corres-
ponde a algo natural. El amor de Dios no se fabri-
ca. De hecho, la brusquedad y la furia de esta tor-
menta en particular era algo que incluso los mari-

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neros paganos disciernen como de origen sobre-
natural.
Cada acto de desobediencia tiene adosado
una tormenta, y aunque cada tormenta no nece-
sariamente es un castigo de Dios, cuando esta-
mos alejados de Él o lejos de su voluntad, el
amor extravagante de Dios nos perseguirá y nos
alcanzará.

Preguntas de reflexión:
En medio de nuestras tormentas, ¿hemos lo-
grado ver el amor impetuoso y celoso de Dios
en busca de nosotros?
¿Tenemos a alguien en mente que está huyen-
do de Dios y que necesita de Su amor extrava-
gante y poderoso?

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DIA07 Jonás 1:4

«y hubo en el mar una tempestad tan grande


que se pensó que se partiría la nave.»
El libro nos que dice que llegó una “gran” tem-
pestad al lugar donde navegaba Jonás. Es intere-
sante notar que es la misma palabra que descri-
be a Nínive en el versículo 2: «Levántate y ve a
Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra
ella». Si Jonás se niega a ir a una gran ciudad, en-
tonces irá a una “gran” tormenta.

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Jonás, por la misericordia del Señor, comien-
za un viaje para comprender la maravillosa gra-
cia de Dios de una manera nueva y sorprenden-
te. Cuando las tormentas llegan a nuestras vidas,
los cristianos tenemos la promesa de que Dios
las usará para nuestro bien (Romanos 8:28). Ca-
da dificultad puede ayudar a reducir el poder del
pecado en nuestros corazones y pueden desper-
tarnos a verdades que de otra manera nunca ve-
ríamos.
Por más difícil que sea discernir los propósi-
tos amorosos y sabios de Dios detrás de muchas
de nuestras dificultades, tengamos por seguro
que sería aún más difícil imaginar que Dios no
tenga el control sobre ellas o que nuestros sufri-
mientos sean aleatorios y sin sentido.
Jonás no podía ver que en lo más profundo
del terror de la tormenta estaba actuando la mi-
sericordia de Dios. Pero, el amor de Dios ya lo ha-

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bía alcanzado. La tempestad había llegado a la
nave.
Los que vieron morir a Jesús no vieron más
que pérdida y tragedia. Sin embargo, en el cora-
zón de esa oscuridad, la divina misericordia esta-
ba trabajando poderosamente, produciendo per-
dón para nosotros. La salvación de Dios vino al
mundo a través del sufrimiento, Hay misericor-
dia en lo profundo de nuestros fracasos. Hay
amor en el corazón de nuestras tormentas.

Preguntas de reflexión:
¿Nos ha sido difícil ver lo que Dios está ha-
ciendo y hemos sido seducidos por la idea de
que Dios nos ha dejado solos y a la deriva?
¿Qué papel ha cumplido Jesús en la historia
para salvarnos a través de nuestra debilidad,
sufrimiento y fracaso?

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Devocionales
07DIAS

© 2019 www.valparaisoipch.cl
Caleb Fernández Pérez, Pastor de la 1ra Igle-
sia Presbiteriana de Valparaíso y profesor del Se-
minario Teológico Presbiteriano.
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