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Etxeberria

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La Ciudadanía Contemporánea inmersa en la

Interculturalidad

El análisis de los textos seleccionados entre ellos los relacionados a la interculturalidad


(entendiendo esta como un englobante de la cultura y de nuestras diferencias) del autor
Xabier Etxeberria, y Fidel Tubino Arias por otra parte, pretenden relacionar la diversidad
cultural a la sociedad civil y al desarrollo.
El primer autor logra dar a la ciudadanía un rol catalizador para lograr potenciar la
interculturalidad, se desarrolla una amplia reflexión en torno a las culturas particulares, al
desempeño y rol de la ciudadanía y a la relación que estas deben estrechar. Por otra parte
Fidel Tubino considera que la ciudadanía no es nada más que lo que el estado considera y
reconoce a los sujetos arraigados en una cultura, en una situación social y economía
concreta por lo que se requiere repensar el concepto y propone alejarla del eurocentrismo
que en algún momento la origino. Este ultimo autor realiza una critica hacia el desarrollo,
explícitamente vincula a la globalización y sus intentos de homogeneización imposibles,
modernización fracasada y al mal ejercicio de la ciudadanía, por lo cual la lógica del
progreso debería a su parecer ser replanteada, movimientos tales como la ilustración se ven
sobrepasados en la actualidad dejando de lado sus intereses iniciales. La noción de Tubino
en torno a los procesos de modernización se asemeja a otros autores que sugieren que la
observación y las ramas de concomimientos deben ser dialécticas.

Luego de un extenso estudio conceptual del termino ciudadanía a través de la historia


europea, los cambios políticos y el desarrollo del estado y las democracias se desprende la
idea de que esta debe apegarse a la realidad, es decir, debe tener cierta lógica con sus
principios, alude a ello Etxeberria que esta ciudadanía tiene que ser coherente con la
universalidad a pesar de su practica reducida a contextos independientes, en aquellos
ambientes esta no debiese tornarse particularista por ningún motivo pues se discrimina a
quien no se protege, a pesar de no ser este ultimo el objetivo. Contrario a lo anterior Tubino
propone a la ciudadanía moderna como una identidad abstracta e incoherente, a pesar de no
considerarla de aquella manera ,debido a que los ciudadanos de las culturas occidentales
están continuamente forzados a elegir entre sus raíces y su ser ciudadano, la ciudadanía
presupone entonces un desarraigo, compatibiliza con individuos desvinculados es para
entes abstractos es sobre aquella base de indiferenciación que surgen los derechos
fundamentales entendidos como derechos personales de cada cual1.

A raíz del particularismo y la discriminación surge una noción sobre la tolerancia y la


expresión de esta, volviendo al concepto esta según Etxeberria no debe ser comprendida
solo como la indiferencia que creíamos significaba, por el contrario se debe entender como
abierta a la interpelación. En la crítica de Tubino se aprecia que es una contradicción
proclamar o cargar a la tolerancia como principio de convivencia entre quienes son
diferentes y a la vez postular al modelo democrático como única formula de convivencia
civilizada.

Entre los aportes de la ciudadanía que menciona Etxeberria (comprendida ya esta como
una coherente y universalista no solo en teoría) presupone que nadie debe sufrir algún tipo
de discriminación y nadie que este involucrado en un grupo cultural debe ser asfixiado por
su autonomía o por el entorno cultural.

Entre las conclusiones de Etxeberria comienza un desarrollo de lo que podría llamarse


“Los tipos de ciudadanía” explicando en aquel apartado lo que para el corresponde a una
ciudadanía social la cual viene a completar a la ciudadanía liberal, a cubrir sus
deficiencias a pesar de ser la ciudadanía social un tanto eficaz de igual manera le surgen
problemas por lo que la mayor complejizaión del concepto y de la realidad aparece recién
con las ciudadanías multiculturales no esta ultima como alternativa a las anteriores sino
como asunción de las mencionadas anteriormente esta pretende refinar la relación entre los
derechos individuales y colectivos.
Con el recorrido hecho por Etxeberria se puede indicar el modo de ciudadanía que acoge y
potencia a la interculturalidad, esta es denominada completa ya que abarca diferentes
dimensiones y es capaz de generar dialogo y desarrollo intercultural mientras otras
corrientes de multiculturalismo proponen otros conceptos tales como las ciudadanías

1
Fidel Tubino, ciudadanías complejas y diversidad cultural ( pág. 169)
diferenciadas las cuales expresan una multiciplicidad de ciudadanías culturalmente
diferenciadas.

Para concluir se aprecia que ambos autores concuerdan en que la interculturalidad no


queda supeditada a un mero concepto, es mas bien una forma de vida, es un dialogo cultural
constante, es una relación.

El conocimiento y valoración de las diferentes culturas nos permite reconocernos mediante


nuestras diferencias con los otros es esta una interculturalidad completa aquella que se
reproduce de forma autónoma, una consolidada corriente que busca nuevos limites que
apela a la participación y comprensión de diferencias, similitudes y consensos emanados de
los iguales, de la ciudadanía sea esta definida y practicada de cualquier modo pues
estrictamente las planteadas por los autores son de carácter excluyente al menos a mi
parecer, consideran el desarrollo de una para el surgimiento de otra, las falencias de una
conforman las virtudes de la mejor etc. Por lo que resulta complejo definir cual se relaciona
estrechamente con la ciudadanía contemporánea la cual aun mantiene actitudes y
expresiones arcaicas a pasar del progreso y desarrollo global, conceptualmente y en la
práctica se encaja tal vez no a la definición más correcta.

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