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TCAE Tema02

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Tema 2

Atención y cuidados del paciente


en relación con las necesidades de
eliminación. Vías de eliminación.
Diuresis y procedimientos
relacionados. Defecación y
procedimientos relacionados.
Enemas: tipos y administración.
Sondajes del aparato urinario,
digestivo y rectal.
Registro de actividades.
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Guion-resumen

1. Introducción 4. Defecación. Procedimientos


relacionados
2. Vías de eliminación
4.1. Anatomía y fisiología del aparato
2.1. Vía urinaria digestivo
2.2. Vía digestiva 4.2. Características
2.3. Vía respiratoria 4.3. Alteraciones
2.4. Vía percutánea 4.4. Ostomías
3. Diuresis. Procedimientos relacionados 5. Enemas. Tipos de enemas.
3.1. Anatomía y fisiología del aparato Administración de enemas.
urinario Conocimiento y actividades de
colaboración para la realización de
3.2. Función urinaria normal
los sondajes, del aparato urinario,
3.3. Cuidados digestivo y rectal
3.4. Diálisis 5.1. Valoración
3.5. Urostomías 5.2. Actividades

6. Registro de actividades

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

1. Introducción
Para que el organismo humano conserve un funcionamiento eficaz debe eliminar los
desechos. Hay cuatro medios principales para eliminarlos: por las vías urinarias (orina),
por el tubo digestivo (heces), por la piel (sudor) y por los pulmones (aire espirado). Cada
mecanismo tiene su función específica en la eliminación de los desechos del cuerpo que
resultan del procesamiento de los nutrientes y su utilización subsiguiente de las células.
La eliminación es tan importante en el ser humano que, de no ser así, no podríamos
desprendernos de estos productos (sustancias nocivas e inútiles), pudiendo dar lugar a
multitud de problemas.
Los productos eliminados deben ser observados cuidadosamente, pues nos aportan
datos del individuo su estado de salud, enfermedad, así como la efectividad del tratamien-
to, informando a la mayor brevedad posible si aparecen signos anormales a la enfermera
responsable.
Las gráficas de los pacientes disponen de unos apartados donde se deben reflejar los
datos observados.

2. Vías de eliminación
Nuestro organismo pierde agua y sales además de otros elementos formes por dis-
tintas vías que pasamos a estudiar a continuación.

2.1. Vía urinaria


Es la más importante para la regulación del equilibrio hídrico. Asimismo, es la prin-
cipal reguladora del equilibrio ácido-base, junto con los pulmones.

2.2. Vía digestiva


Por medio de las heces se pierde agua y los residuos de la digestión de los alimentos.
El intestino grueso, que es la parte final del sistema digestivo, se compone de las
siguientes partes: ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente, colon
sigmoide, recto y ano.

2.3. Vía respiratoria


Por esta vía se elimina principalmente CO2, producido por el metabolismo celular
cuando se consume oxígeno por las células para obtener energía.

• Función respiratoria
1. Movimiento del aire hacia el interior y el exterior de los pulmones
(ventilación).

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

2. Difusión de oxígeno y CO2 entre los alvéolos y los capilares.


3. Transporte de O2 y CO2 a través de la sangre hacia las células.

2.4. Vía percutánea


Por la piel salen al exterior, mezcladas con el sudor, ciertas sustancias tóxicas y tam-
bién agua en cantidades que pueden ser importantes.

El sudor, fuera de las cantidades normales, debe registrarse ya que puede ser una
fuente importante de pérdidas hídricas.
Es importante mencionar que por esta vía se eliminan también fármacos.

3. Diuresis. Procedimientos relacionados


3.1. Anatomía y fisiología del aparato urinario
La eliminación urinaria depende del buen funcionamiento de los órganos del aparato
urinario: riñones, uréteres, vejiga y uretra (figura 1). La célula fundamental es la nefrona
que está formada por:
— Corpúsculo renal: formado por el glomérulo y la cápsula de Bowman. El glo-
mérulo es un ovillo de capilares que recibe sangre de una arteriola aferente y la
conduce por otra eferente, mientras que la cápsula de Bowman recoge la orina
filtrada del glomérulo.
— Túbulos renales: son el contorneado proximal, asa de Henle, contorneado distal
y colector. El túbulo contorneado proximal es el primero que parte del corpús-
culo renal. Le sigue la asa de Henle que tiene forma de "U" y dos partes dife-
renciadas: la rama descendente que llega a la médula renal y la rama ascendente
que sigue hacia el túbulo distal que conecta con el colector donde se agrupan
las terminaciones de los túbulos distales.
— Riñones: normalmente son dos situados a ambos lados de la columna ver-
tebral, entre las regiones dorsal y lumbar. Por delante, el peritoneo los separa
de la cavidad abdominal. Están recubiertos por tejido adiposo que les sirve de
protección. Tienen un tamaño similar al puño de un adulto. Son órganos com-
plejos cuyas funciones principales son: eliminar los productos de desecho del
metabolismo y controlar la concentración de los diferentes componentes de los
líquidos corporales mediante un sistema de filtración.

Tienen dos partes principales: la externa y lisa llamada corteza renal y la interna
y estriada denominada médula renal formada por las pirámides de Malphigi,
en cuyo vértice está la papila renal. Las pirámides se unen en los
cálices renales formando la pelvis renal que desemboca al uréter.
En cuanto a los vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios, estos
tienen su acceso al riñón a través del hilio. La sangre llega al riñón

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

a través de la arteria renal, ramificación de la arteria abdominal. La arteria renal,


a su vez, se ramifica en arteriolas que desembocan en vénulas a través de los
capilares. Estas vénulas conducen la sangre hacia la vena renal que sale por el
hilio en paralelo a la arteria y se dirige hacia la vena cava inferior.

— Uréteres: son dos tubos musculares, largos y estrechos, cuya misión es la de


transportar la orina de los riñones a la vejiga. Miden unos 25 cm respectivamen-
te y se unen a la vejiga por su parte posterior. Están formados por tres capas:
mucosa, muscular y fibrosa.

— Vejiga: es un órgano muscular situado detrás de la sínfisis púbica, por delante


del recto en el hombre y del útero en la mujer. La función de la vejiga consiste
en almacenar la orina hasta que llegue el momento de su eliminación. Está
formado por dos partes: cuerpo (interior) y suelo (donde están los tres orificios
llamados trígono vesical que comunican a ambos uréteres y uretra).
Generalmente contiene de 300-400 ml de orina (pero su capacidad potencial es
mucho mayor). Cuando contiene este volumen, se envían impulsos sensoriales
a la médula espinal y de ahí a los centros superiores del cerebro, sintiendo en
ese momento el impulso de orinar. Si no existen factores inhibidores, se contrae
el músculo de la pared y se relaja el esfínter interno permitiendo que la orina
fluya hacia la uretra.
— Uretra: se extiende desde la vejiga hasta el meato urinario (orificio externo). Es
la vía de salida de la orina.
La uretra femenina es un conducto rectilíneo con una longitud aproximada de 4
cm que desemboca en la hendidura vulvar, por delante del orificio vaginal. Son
más frecuentes las infecciones urinarias en las mujeres por su pequeño tamaño
de uretra.
La uretra masculina es más larga, mide de 15 a 20 cm. Atraviesa la próstata,
identificándose tres segmentos: uretra prostática, membranosa y cavernosa.
En la prostática desembocan la próstata y los dos conductos deferentes, en la
membranosa hay un engrosamiento de fibras musculares esqueléticas y en la
cavernosa se da la comunicación con el meato urinario.
Ambas tienen dos esfínteres musculares, el interno situado en la base de la vejiga
que está bajo control involuntario y el externo que es de control voluntario. Una
vez relajado el esfínter interno, y si el momento y lugar es el adecuado, la parte
consciente del cerebro relaja el músculo del esfínter externo vaciando la vejiga en
un proceso llamado micción.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Corteza Tubulo colector

Médula
Nefrona
Riñón
Artería renal

Pelvis renal
Vena renal

Uréter
Vejiga interna Papila renal
Uretra Uréter

Figura 1: Aparato Urinario

3.2. Función urinaria normal


La orina normal es un líquido amarillento traslúcido con olor característico suave,
procedente de los riñones, que a través de los uréteres llega a la vejiga y, posteriormente,
a la uretra para ser expulsada al exterior por el meato urinario. Es el resultado final del
filtrado sanguíneo, reabsorción tubular y secreción.

3.2.1. Características
A) Cantidad
La cantidad diaria normal de orina emitida oscila entre 700 cc y 2.000/2.500 cc.
Normalmente se elimina mucha más orina durante el día que por la noche. Existe un
aumento fisiológico de la emisión de orina después de comidas y bebidas copiosas así
como después de la exposición al frío. Paralelamente hay un descenso de la producción
de orina cuando se ingiere poca cantidad de alimento o bebida y en la exposición al calor,
sobre todo si existe sudoración.

B) Color y transparencia
La orina normal tiene color ambarino de distintas tonalidades. Por lo general cuando
está recién emitida es transparente salvo que lleve distintas sustancias en disolución.

C) Densidad
La densidad de la orina se determina mediante densímetros denomi-
nados urinómetros y normalmente está entre 1.001 y 1.025 según el estado
de hidratación y el momento del día. Pueden, en ocasiones, considerarse
normales cifras de hasta 1.035.

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

La densidad urinaria desciende con el enfriamiento, por lo que para analizarla


debemos esperar a que la orina, si previamente se guardó en nevera, esté a temperatura
ambiente.
La densidad de la orina normal depende de la cantidad de urea y de cloruros que
contenga.
Los exámenes seriados de la densidad urinaria son uno de los métodos fundamen-
tales para conocer la evolución de la función renal. En una persona normal la densidad
debe ser como mínimo 1.020, siempre que no se haya bebido nada 9 horas antes.

D) Sedimento
Una vez eliminada, la orina, es clara y transparente, pero al tiempo de estar en reposo
aparece un sedimento en forma de nube de aspecto lanoso que generalmente se deposita
en el fondo del recipiente.
Los componentes normales del sedimento son:
— Los fosfatos.
— Los uratos.
— El ácido úrico.

3.2.2. Alteraciones
A) Alteraciones cuantitativas
• Poliuria
Es la emisión de más de 2.500 cc de orina al día. No debe confundirse con polaquiu-
ria, que es el aumento del número de micciones.

Salvo que sea consecuencia de la ingesta excesiva de agua (potomanía), la eliminación


de cantidades elevadas de orina se deriva de un trastorno de la concentración urinaria.

• Oliguria y anuria

Se denomina oliguria cuando la cantidad de orina emitida en 24 horas es inferior a


500 cc y de anuria cuando la cantidad no llega a 100 c.c.

• Nicturia

Es el aumento de la eliminación de orina durante la noche. Lo normal es que la


secreción urinaria sea inferior durante la noche que por el día y la nicturia
altera ese ritmo. Se observa en situaciones que cursan con poliuria y en
pacientes con edemas.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

B) Alteraciones cualitativas

Se suelen referir a alteraciones del color, a la presencia de componentes anormales o


a la reducción del margen de variación de la densidad:

• Alteraciones del color

La orina normalmente abundante es clara y la escasa es oscura.


— Es clara en la insuficiencia renal crónica.
— Es roja o parda en las hematurias.
— Es negra en los melanomas.
— Es parda por la bilirrubina.
— Es rojiza por las porfirinas.
— Muchos medicamentos también modifican el color.

• Presencia de componentes anormales


— Proteinuria:

La orina normal contiene una pequeña cantidad de proteínas, que no es detec-


tada en los procedimientos habituales. Se considera anormal cuando los proce-
dimientos habituales demuestran su presencia.

— Hematuria:

Es la presencia de sangre o simplemente hematíes en la orina. Es macroscópica


cuando se puede ver a simple vista y microscópica cuando la detectamos con el
estudio microscópico.

— Leucocituria:

Es normal la presencia de hasta 3-4 leucocitos por campo en el sedimento uri-


nario. Cuando están dispuestos en grumos se denomina piuria.

— Glucosuria:

Es la presencia de glucosa en la orina.

— Cilindruria:

Los cilindros son moldes de los túbulos que se forman al precipitar proteínas.
Pueden ser:

• Cilindros hialinos (degeneración de cartílagos, proteínas, etc.).

• Cilindros hemáticos y leucocitarios.

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

• Cilindros epiteliales y granulosos.

• Cilindros grasos.

• Cilindros anchos.

• Cilindros pigmentarios.

— Bacteriuria:

Se acepta que la orina es patológica cuando la muestra contiene más de


100.000 bacterias por cc.

• Reducción de margen de variación de densidad:

Se trata de la capacidad de concentrar o de diluir la orina. Por lo que:

— Es una orina hipostenúrica si disminuye su margen de variación de densidad


según la cantidad de agua de que disponga el organismo en ese momento.

— Es una orina isostenúrica si no existe dicho margen, se mantiene constantemente


con la misma densidad.

C) Trastornos miccionales

— Disuria: micción dolorosa o dificultad para orinar.

— Polaquiuria: hay un aumento de la frecuencia de las micciones, pero no se


altera el volumen de orina eliminado.

— Tenesmo vesical: consiste en un deseo de orinar que no desapare-


ce tras la micción; esta sensación mantenida obliga al enfermo a ori-
nar frecuentemente, eliminando solo unas pocas gotas de orina cada
vez.

— Nicturia: es la necesidad de orinar durante la noche. En condiciones normales,


una persona durante las horas de sueño no siente esta necesidad.

— Retención urinaria: es la imposibilidad de orinar, no pudiendo el enfermo


vaciar su vejiga. Puede ser de dos tipos:

• Retención aguda o completa: el enfermo experimenta un gran deseo de


orinar que no puede satisfacer, y esto le provoca angustia y agitación. Esto
impone la evacuación por sondaje vesical o punción suprapúbica de la
vejiga, según la causa de la retención.

• Retención crónica o incompleta: se instaura de forma pro-


gresiva al persistir un residuo en la vejiga después de cada
micción. Este va aumentando hasta el momento en que el
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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

enfermo no alcanza a vaciar más que el sobrelleno vesical, es por tanto,


una micción por rebosamiento. Debe también ponérsele una sonda vesical
y tratar la causa.

— Incontinencia urinaria: el enfermo no es capaz de controlar sus micciones por


la incapacidad temporal o permanente de controlar el flujo de orina desde la
vejiga. Se pueden diferenciar los siguientes tipos de incontinencia urinaria:

• Total: es diurna y nocturna. Suele deberse a afecciones neurológicas. La


vejiga no responde a los estímulos nerviosos por tanto, o bien es incapaz
de vaciarse de forma voluntaria o involuntaria o bien se llena, rebosa y la
orina escapa por los esfínteres.

• De esfuerzo: aparece con mayor frecuencia en la mujer. Se debe a un mal


funcionamiento del esfínter externo de la vejiga que se hace insuficiente.
Aparece al haber una presión intrabdominal como al correr, toser, etc.

• Enuresis nocturna: consiste en la emisión involuntaria de orina durante


el sueño después de la edad de tres años, ya que a partir de esta edad se
considera que el niño es capaz de controlar sus esfínteres. Puede deberse a
motivos de origen psíquico o a causas de origen orgánico (epilepsia).

• De urgencia: suele darse en pacientes mayores de 75 años, sobre todo en


el sexo masculino. Hay una pérdida involuntaria de orina ante la necesidad
urgente de orinar.

• Funcional: se produce en pacientes cuyo aparato urinario es funcional,


pero que debido a trastornos físicos (movilidad reducida), cognitivos
(demencia), arquitecturales (barreras arquitectónicas en pacientes con
movilidad reducida) o al uso de determinados medicamentos no son capa-
ces de llegar al baño.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LA ORINA

— Turbidez: en condiciones normales es transparente y clara. Con el reposo se enturbia.


— Color: entre amarillo pálido y ámbar oscuro.
— Olor: característico y no desagradable. Con el reposo el olor es amoniacal.
— Densidad: entre 1010 y 1020.
— Reacción o pH: es ácida. Sus límites normales están entre 4,8 y 7,5.

3.3. Cuidados
3.3.1. Valoración
Al valorar la eliminación urinaria del paciente es necesario conocer:
— Patrón usual de micción.

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

— Estado mental del paciente: si tiene confusión, ansiedad, el nivel de conciencia.


— Problemas de movilidad del paciente: pueden provocar incontinencia funcional.

— Problemas de coordinación manual que dificulten el abrocharse la ropa, etc.

— Alteración del sueño, por tenerse que levantar por la noche a orinar.

En la historia de enfermería aparecerá el patrón de eliminación normal, frecuencia,


aspecto de la orina y cualquier cambio reciente, así como problemas previos y los factores
que influyen en el patrón de eliminación.

• Observaciones objetivas

Hay que observar el color, olor y aspecto, recordando que:

— El color de la orina normal y recién recogida es transparente (se vuelve turbia


debido a la existencia de pus o por una concentración elevada de proteínas).

— El olor característico es suave pero que en contacto con el aire se altera produ-
ciéndose un olor fuerte a amoniaco. Puede alterarse por:

• La presencia de acetona que le confiere un olor dulce o afrutado.

• La acción bacteriana en las infecciones de orina dando un olor desagradable.

• Ingerir ciertos alimentos, como el ajo y los espárragos, dan un olor


característico.

• Tomar ciertos medicamentos, como los antibióticos, las vitaminas o el


mentol también cambian el olor de ésta.

Es necesario anotar cuidadosamente la ingestión y eliminación de líquidos del


paciente, controlando el volumen y la frecuencia de eliminación. De esta manera se
puede identificar una retención urinaria (si orina de 30 a 50 ml cada una o dos horas se
puede pensar en una retención).

3.3.2. Actividades
A) Acompañar al servicio

Descripción: es la acción de ayudar a un paciente a ir al servicio.

Objetivo: ayuda al paciente en el proceso de ir al servicio con el objetivo de realizar


necesidades relacionadas con la higiene o la eliminación fecal/urinaria.

Recursos humanos: técnico en cuidados auxiliares de enfermería o


celador.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Observaciones:

— Observar la existencia de contraindicación médica.

— Identificar grados de dificultad en la capacidad de movilidad.

— Evaluar la amplitud de los movimientos mientras el paciente se halla en la


cama, luego cuando se siente en la cama y posteriormente cuando se levante,
a partir de aquí determinaremos qué ayuda necesita para la deambulación.

— Comunicar al enfermero los resultados del procedimiento y cualquier incidencia.

Registros:

— El técnico en cuidados auxiliares de enfermería registrará cualquier incidencia


en la hoja de observaciones de enfermería.

B) Facilitar botella orinal

Descripción: es la acción de colocar o suministrar una botella orinal a un paciente.

Objetivo: auxilio del paciente en el proceso de eliminación de orina.

Recursos humanos: técnico en cuidados auxiliares de enfermería.

Preparación del paciente:

— Proteja la intimidad del paciente.

— Coloque el empapador debajo del paciente, entre la cintura y las rodillas.

Ejecución:

— En el caso de que el paciente no pueda ayudar en la colocación del orinal,


hágalo por él.

— Ponga el orinal en su posición, con exposición mínima.

— Informe al paciente de que el orinal está en su sitio.

— Ayúdelo sosteniendo el orinal si es necesario.

— Conserve al paciente cubierto y evite la exposición.

— Si ha dejado solo al paciente, ponga el botón de llamada a su alcance y acuda


con prontitud.

— Si la persona está débil o confusa, permanezca cerca en caso de


que necesite ayuda.

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

— Permita al paciente limpiarse por sí mismo, ofreciéndole agua, jabón y toalla


para el aseo de las manos.

— En caso de que él no lo pueda realizar, es necesario el aseo de la zona.

— Nos aseguraremos de que el paciente quede en posición cómoda y correcta.

Observaciones:

— Indicación médica de reposo en cama.

— Valórese el grado de movilidad del paciente.

— Evaluar el estado de la piel.

— Observar las características de la orina y comunicar al enfermero cualquier


incidencia.

Registros: registrar el procedimiento e incidencias ocurridas durante la realización


del mismo.

C) Facilitar la cuña

Descripción: es la acción de colocar o suministrar una cuña a un paciente.

Objetivo: ayuda al paciente en el proceso de eliminación, tanto urinaria como rectal.

Recursos humanos: técnico en cuidados auxiliares de enfermería.

Preparación del paciente:

— Proteja la intimidad del paciente.

— Coloque el empapador debajo del paciente, entre la cintura y las rodillas.

Ejecución:

— Si el paciente ayuda en la colocación de la cuña, pídale que se coloque en


decúbito supino con las rodillas flexionadas y apoyando ambos talones sobre la
cama, que levante las caderas y colabore en la colocación apropiada. Se puede
colocar almohadillado en la zona lumbosacra para mayor comodidad.

— Si el paciente está débil y necesita cierta ayuda, ayúdelo a quitarse el pijama o


bata, explíquele la posición anterior, colabore con él y procure que descienda
con suavidad sobre la cuña.

— Si el paciente no puede colaborar, haga girar al paciente en decúbi-


to lateral, ponga la cuña contra las nalgas y sosténgala en su sitio a
medida que la persona se da la vuelta, quedando sobre ésta.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Ponga el botón de llamada al alcance del paciente y acuda con prontitud.


— Si la persona está débil o confusa, permanezca cerca acentuando la vigilancia.
— Permita al paciente limpiarse por sí mismo, ofreciéndole agua, jabón y toalla
para el aseo de las manos.
— En caso de que él no lo pueda realizar, es necesario el aseo de la zona perianal/
genital (en la mujer siempre limpiar el periné de delante hacia atrás).
— Nos aseguraremos que el paciente quede en posición cómoda y correcta.
Observaciones:
— Indicación médica de reposo en cama.
— Valórese el grado de movilidad del paciente.
— Evaluar el estado de la piel de las nalgas y la zona perianal.
— Observar las características de la deposición u orina y comunicar al enfermero
cualquier incidencia.
Registros: registrar el procedimiento y cualquier incidencia ocurrida durante la rea-
lización del mismo.

D) Control de la diuresis

Descripción:

Controlar la cantidad de orina eliminada en un tiempo determinado.

Observar las características de la misma.

Objetivo:

— Realizar balance hídrico.

— Detectar alteraciones en la eliminación de orina.

Recursos humanos: Técnico en cuidados auxiliares de enfermería.

Técnica de ejecución:

— Informe al paciente de que no miccione en el W.C.

— Recoja la orina y viértala en el bote graduado.

— Realice la medición.

— Deseche el contenido.

— Recoja, limpie y ordene el material utilizado.

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

Observaciones:

— Prescripción facultativa.

— Asegúrese de que todo el personal de enfermería y paciente estén informados.

Registros: registre la cantidad y las características de la orina.

E) Obtención de muestras de orina

Es muy importante recoger bien la muestra y enviarla lo más rápidamente posible al


laboratorio. El retraso en el envío hace que a veces no se encuentren microorganismos
patógenos que sí están presentes en la muestra, ya que las bacterias pueden morir en este
tiempo de espera por falta de nutrientes, por acción enzimática, por no soportar bajas
temperaturas, etc.

También puede ocurrir que gérmenes saprofitos aparezcan en la muestra por una
incorrecta toma, multiplicándose antes de realizar el cultivo y dando unos resultados falsos.

Las más elementales normas de higiene hacen obligatoria la adecuada protección del
personal que ha de manejar y transportar las muestras frente al riesgo de infección que
éstas representan (no se pueden enviar muestras que no vayan adecuadamente protegi-
das, o que estén derramadas, o que el contenedor esté manchado).
Deben llevar señalado el nombre del paciente y el número de cama, acompañadas
del volante de petición correctamente cumplimentado y de forma legible (ver tema 21).

F) Sondaje vesical
Es la técnica mediante la cual se introduce una sonda a través de la uretra y que
alcanza la vejiga urinaria. Se utiliza para favorecer la eliminación de la orina o bien para
un estudio diagnóstico.
Para el sondaje vesical hay que tener en cuenta dos principios muy importantes:
a) Tener una técnica muy aséptica ya que es muy frecuente la infección de vías
urinarias por la mala técnica por parte del personal sanitario.
b) No emplear la fuerza.

• Material
— Agua y jabón.
— Antiséptico.
— Agua destilada.
— Jeringa de 10cc.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Gasas.

— Esparadrapo de papel.

— Guantes estériles y no estériles.

— Lubricante urológico.

— Bolsa recolectora de orina.

— Catéter vesical.

— Compresas estériles.

— Pinzas.

• Técnica

— Informar al paciente de la técnica que se le va a realizar.

— Colocar al paciente en posición supina con las rodillas separadas y flexionadas y


las caderas en abducción (hacia fuera).

— Lavarse las manos y colocarse los guantes no estériles.

— Limpiar los genitales del paciente de forma escrupulosa y secarlos con una
compresa estéril.

— Ofrecerle los guantes estériles al enfermero.

— Darle la sonda apropiada al enfermero de forma aséptica, guardando la esterili-


dad. Facilitarle el lubricante y las gasas estériles y conectar de manera escrupu-
losa el extremo de la sonda a la bolsa.

— El enfermero con una mano separa los labios mayores y menores de la vagina
para exponer el meato urinario en la mujer o bien mantiene el pene y lo trac-
ciona hacia atrás para exponer el glande, y con la otra mano introduce la sonda
con mucho cuidado hasta que salga la orina.

— El auxiliar de enfermería facilitará la jeringa cargada de agua destilada al enfer-


mero para que llene el globo y fije la sonda.

— Si hay un globo vesical se pinza la sonda para evitar el vaciado rápido de la veji-
ga, ya que se puede producir una hemorragia.

— Para retirar la sonda se deshincha el globo de la sonda y para ello hay que
retirar el agua que anteriormente introducimos y se tracciona
suavemente.

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

• Principios para el mantenimiento de la sonda vesical

Las causas más frecuentes de infección urinaria son:

— Diuresis baja.

— Pobres medidas de higiene.

— Erosiones en el tracto uretral.

— Flujo retrógrado de la orina.

Para reducir el riesgo de infecciones del tracto urinario hay que educar al paciente, a
la familia y al personal sanitario, y para ello será necesario:

— Limpiar con agua y jabón el meato urinario y la zona proximal al menos una
vez al día.

— Cambiar la bolsa colectora en función de la diuresis pero nunca esperar a que


rebose (habitualmente 2/3). Evitar las desconexiones innecesarias de la bolsa.

— Evitar posibles pinzamientos involuntarios de la sonda.

— Mantener la permeabilidad de la sonda mediante lavados con suero fisiológico.

— Evitar reflujos de la orina, para ello no colocar la bolsa por encima de la vejiga.

— La periodicidad del cambio de la sonda está en función del tipo de sonda utili-
zada. La de látex, 20 días aprox., y la de silicona, 60 días aprox.

3.4. Diálisis
Es un método de depuración de la sangre cuyo objetivo es eliminar los líquidos y
productos de desecho innecesarios para el organismo, cuando los riñones no pueden
hacerlo. Permite regular el equilibrio hidroelectrolítico y ácido-base a través de tres pro-
cesos: difusión, ósmosis y ultrafiltración.

• Tipos de diálisis:

— Hemodiálisis: consiste en la extracción de la sangre del paciente, a partir de


un acceso apropiado, y su bombeo hacia el dializador (riñón artificial), donde
se eliminan los desechos tóxicos. Esta sangre ya depurada reingresa en la circu-
lación sanguínea del paciente. Durante el proceso se añade un anticoagulante
(heparina) a la sangre extraída para facilitar su circulación por el dializador.

Normalmente las personas se someten a hemodiálisis unas tres veces a la sema-


na. Cada sesión tiene una duración media de tres a cinco horas.

— Diálisis peritoneal: es un procedimiento intracorpóreo que permi-


te depurar líquidos y electrolitos a través de la membrana peritoneal.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

El peritoneo es una membrana natural semipermeable a líquidos y solutos y,


basándose en este hecho fisiológico, la diálisis peritoneal consigue eliminar sus-
tancias tóxicas y agua del organismo. Para ello se inserta un catéter en la cavidad
peritoneal y a través de este se infunde una solución dializante, que es mante-
nida en el peritoneo un tiempo predeterminado durante el cual se produce el
intercambio de sustancias. Posteriormente son eliminadas al exterior a través del
mismo catéter.

El principal inconveniente es el riesgo de sufrir peritonitis. La dieta del paciente


dializado debe ser baja en sodio, potasio, proteínas y agua.

3.5. Urostomías
La urostomía es la intervención quirúrgica en la que el aparato urinario se abre al
exterior en forma de estoma. Si se realiza el estoma en el uréter, se denominará urete-
rostomía, mientras que si se realiza en la pelvis renal, recibirá el nombre de nefrostomía.

Los cuidados de enfermería son similares al de otros tipos de estomas.

4. Defecación. Procedimientos relacionados


4.1. Anatomía y fisiología del aparato digestivo
Los órganos del aparato digestivo trabajan en conjunto con un fin común: preparar
el alimento ingerido para su absorción a través de la mucosa intestinal hacia el aparato
circulatorio y el sistema linfático, a fin de que se distribuya por todo el organismo y sirva
como nutriente a todas las células. Para que este proceso pueda realizarse es necesario
modificar la composición física y química del alimento mediante el mecanismo de la
digestión.

Los órganos principales del aparato digestivo conforman un tubo que se extiende
a lo largo de las cavidades ventrales del cuerpo. Está abierto en ambos extremos (boca-
ano) y se denomina tubo digestivo o tubo gastrointestinal. Se compone de boca, faringe,
esófago, estómago, intestino, recto y ano, además de otros órganos accesorios situados
en el tracto digestivo o que desembocan en él, tales como las glándulas salivares, dientes,
hígado, vesícula biliar, páncreas y aparato cecal (ver figura 1 del tema 23). El tubo diges-
tivo tiene cuatro capas de tejido de interior a exterior: mucosa, submucosa, muscular y
serosa.

Es esencial para la salud la eliminación de los productos de desecho de la digestión


del organismo. Estos productos excretados se conocen como heces.

El intestino grueso se extiende desde la válvula ileocecal (situada entre el intestino


delgado y el grueso) hasta el ano. En un adulto mide aproximadamente 125-
150 cm. diferenciándose en ciego, colon descendente, colon sigmoideo,
recto y ano.

2-18
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

La mayoría de los productos de desecho se excretan en las 48 horas siguientes a la


ingestión. Los productos de desecho que salen del estómago y luego pasan por la válvula
ileocecal se denominan quimo. Diariamente llegan al colon unos 1500 ml de quimo de
los que se absorbe prácticamente todo excepto unos 100 ml. que son excretados.

El quimo es transportado por el colon gracias a sus movimientos peristálticos, que


impulsan el contenido intestinal hacia delante. Cuando las ondas peristálticas desplazan
las heces hasta el colon sigmoideo y recto, se estimulan los receptores nerviosos del recto,
produciéndose la relajación del esfínter anal interno. La relajación del esfínter anal externo
suele ser voluntaria; si no se atiende el reflejo de defecación o se inhibe voluntariamente
contrayendo el esfínter anal externo, la necesidad de defecar desaparece en unas horas.

4.2. Características
4.2.1. Características macroscópicas
Se debe realizar su estudio, a poder ser en heces recién emitidas.

A) Cantidad

Nos sirve para afirmar si la defecación es copiosa o escasa. Será de 100-200 grs/día
si se toma poca fibra y de 300-400 grs/día cuando se ingieren alimentos ricos en ella.

B) Forma y consistencia

En condiciones normales son de consistencia suave, sólida y cilíndrica (pastosa-dura).


En el estreñimiento suelen ser masas secas y duras como píldoras (heces caprinas). En
la diarrea son más fluidas de lo normal y pueden llegar a ser acuosas.
La consistencia depende del tiempo de permanencia de las heces en el colon. Cuan-
do aumenta la motilidad intestinal y el tránsito es rápido, sólo hay tiempo de eliminar
una pequeña cantidad de agua, por lo que la consistencia será menor.
Cuando hay retraso en el tránsito se produce un mayor aprovechamiento del agua
por lo que el residuo fecal será de mayor consistencia.

C) Color

La coloración normal es marrón, aunque depende de la alimentación, pues se harán


más oscuras tras la ingesta de carne, tinta de los calamares, etc., así como tras la ingesta
de algunos medicamentos.

En condiciones anormales pueden adquirir la siguiente coloración:

— Blancas o acólicas: se observan en las ictericias obstructivas por la


falta de bilirrubina que llegue al intestino.

2-19
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Hiperpigmentadas o pleiocrómicas: al contrario, en ictericias hemolíticas al


haber más bilirrubina en el intestino.

— Amarillo-verdosas: cuando está acelerado el tránsito por el intestino delgado.

— Amarillas: en el síndrome de mala absorción, por la grasa.

— Negras: indican hemorragia digestiva alta, ya que la sangre tiene tiempo de ser
digerida y transformada para darle ese color.

— Rojas: indican hemorragia digestiva baja, ya que la sangre no tiene tiempo de


ser transformada y cambiar de color.

— En el recién nacido las heces son negruzcas y pegajosas y se denominan


meconiales. En la primera semana de vida son pardo amarillentas. Durante la
lactancia natural son sueltas y amarillo-claro.

D) Olor

El olor normal, desagradable, está acentuado cuando aumenta la putrefacción. Puede


ser ácido cuando aumenta la fermentación y rancio en los síndromes de mala absorción.

E) Presencia de componentes anormales

La presencia de fragmentos de alimentos indica alteración de la digestión.

En pacientes con lesiones inflamatorias y ulcerativas del colon, las heces contienen
moco, sangre y pus.

También pueden aparecer parásitos y cálculos biliares.

4.2.2. Características microscópicas


El estudio al microscopio de las heces en preparaciones frescas o teñidas permite
demostrar restos alimenticios y de fibras musculares, creatorrea (granos de almidón),
amilorrea (gotas de grasa) o esteatorrea (cristales de ácidos grasos).

También pueden aparecer leucocitos, parásitos o huevos, etc.

4.2.3. Estudio químico


Es interesante el estudio de sangre oculta, albúmina soluble, etc.

4.2.4. Estudio bacteriológico


Para el estudio de la etiología de las inflamaciones por agentes vivos.

2-20
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

4.3. Alteraciones
4.3.1. Estreñimiento
Es el retraso de la evacuación intestinal. Las heces son más secas y duras al estar más
tiempo en el interior del colon.

A) Causas más frecuentes

— Fallo del reflejo condicionado (cambio de horario, fisura anal, dolor -hemorroi-
des-, alteraciones psicológicas).

— Aumento del tono del músculo circular interno (emociones, lesión o enferme-
dad del SNC, fármacos: morfina, codeína…).

— Trastornos del reflejo peristáltico (falta de líquidos, alimentos pobres en fibra,


uso excesivo de laxantes, enfermedades...).

— Trastornos mecánicos (debilidad muscular abdominal, obstrucción


gastrointestinal).

B) Actividades

— Ingesta de líquidos: 3-4 litros al día.

— Dieta rica en fibra y salvado.

— Aumentar la actividad física (paseo 30’/8 h).

— Intentar defecar todos los días a la misma hora.

— No estar más de 10 minutos en el WC si no se defeca.

— Masajes abdominales.

— Enemas/supositorios de glicerina.

— Laxantes orales.

— Defecar siempre que se precise.

— Bebidas calientes.

4.3.2. Diarrea
La diarrea es el trastorno intestinal que se caracteriza por la emisión de
heces poco consistentes, generalmente con deposiciones frecuentes.

2-21
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

A) Causas

— Irritación del SNC (estrés).


— Irritación del conducto gastrointestinal: inflamación de la mucosa intestinal
(enemas), cambio de la flora bacteriana (viajes), alteración mecánica (dieta muy
rica en fibra), condimentos, alergia alimentaria.

— Defectos anatómicos.

B) Actividades

— Averiguar las causas.

— Dieta astringente pobre en residuos. Se elimina o reduce el consumo de verdu-


ras, hortalizas, frutas (excepto el plátano) y leche.

— Evitar las situaciones de estrés.

— Ingesta de líquidos adecuada, de acuerdo a las pérdidas.

— Lavado de la región perianal tras cada deposición.


— Crema hidratante después del lavado.

4.3.3. Incontinencia
Es la incapacidad para controlar la emisión de heces y gases debido a un deterioro
del esfínter anal, en la mayoría de los casos, por tumores y traumatismos.

Problemas producto de la incontinencia: aislamiento social, deterioro de la autoima-


gen, escoriaciones de la piel.

• Actividades: educación del control intestinal

— Determinar la hora del día más adecuada (mejor después de una comida
principal).

— Bebidas calientes para estimular el peristaltismo.

— Supositorio de glicerina media hora antes de la prefijada para defecar.

— Sentarse en el WC inclinado hacia delante y presionando el abdomen con las


manos.

— Intimidad.
— Estar sentado de 10-20 minutos.

2-22
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

— Dieta rica en salvado.

— Ejercicio.

4.3.4. Flatulencia
Es el exceso de gases en los intestinos y estómago, debido a la descomposición bac-
teriana de los alimentos y a la ingestión de aire en la deglución.

A) Causas

— Estreñimiento.

— Medicamentos (codeína, barbitúricos...).

— Ansiedad.

— Alimentación.
— Posquirúrgica (tercer día): anestesia, cambios de dieta, reducción de la actividad.

B) Actividades

— Sonda rectal (22-30 adulto; 16-24 niños).


— Enema carminativo.
— Dieta adecuada.
— Actividad física.
— Calor local.
— Infusiones carminativas (por ejemplo: anís).
— Medicamentos.
— Masticación lenta y abundante.

4.3.5. Fecaloma
Heces endurecidas en los pliegues del recto. Retención prolongada y acumulación
de heces.

A) Cómo reconocer un fecaloma

— Filtración de líquido al exterior, alrededor de masa fecaloide.


— Tenesmo rectal.

2-23
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Dolor rectal.
— Anorexia.
— Abdomen distendido.
— A veces: náuseas y vómitos.

B) Causas
— Malos hábitos de defecación.
— Estreñimiento.
— Medicación: bario, codeína...
— Ancianos:
• Poca ingesta líquidos.
• Dieta pobre en fibra.
• Inactividad.
• Debilidad muscular abdominal.

C) Actividades
— Extracción digital.
— Enemas y supositorios (enema oleoso).
— Ingesta de 3 litros de líquidos/24 h.
— Caminar 30 minutos/8 h.
— Tomar frutas y verduras 4 veces /día.

D) Extracción del fecaloma

Se llevará a cabo cuando haya fallado el enema de limpieza de 1-1’5 litros.


— Objetivos
• Extraer la acumulación anormal de materia fecal que forman una masa
endurecida en el tramo inferior del intestino, restaurando el tránsito normal.
• Aliviar el malestar que provoca el impacto fecal.
• Restablecer el equilibrio normal de líquidos y electrolitos.
• Prevenir hemorragias rectales.
2-24
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

— Material
• Guantes no estériles.
• Lubricante hidrosoluble.
• Cuña.
• Material de aseo.
— Precauciones
• Observar reacciones del paciente, durante todo el proceso, con el fin de
valorar la tolerancia al procedimiento.
• Si la tolerancia es mala, realizar extracción parcial y esperar unas horas antes
de reanudar el proceso.

• Después de realizar la extracción vigilar la posible aparición de hemorragia


rectal.

— Acciones

• Lavarse las manos, reunir el material y explicar al enfermo lo que se le va


a hacer.

• Colocar al enfermo en decúbito lateral izquierdo con la pierna izquierda


extendida y la derecha flexionada. Si no tolera esta postura, colocarlo en
decúbito supino con las piernas flexionadas.

• Colocar la cuña.

• Ponerse los guantes.

• Vaciar dos cánulas de lubricante en la ampolla rectal y esperar diez minutos.

• Lubricar el índice, e introducirlo en el esfínter anal. Para aliviar las moles-


tias, se le pedirá al enfermo que respire profundamente. Si se encuentra
alguna obstrucción, interrumpir la maniobra.

• Extraer el fecaloma con movimientos rotatorios del dedo. Si es muy grande,


fragmentarlo en trozos más pequeños.

• Pedir al enfermo que colabore, haciendo fuerza para que el fecaloma des-
cienda hasta la ampolla rectal.

• Estimular el peristaltismo, con movimientos circulares suaves, con el dedo,


en el esfínter anal.

• Poner enema de limpieza.

2-25
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Una vez finalizado el procedimiento, lavar el área con jabón, aclarando y


secando bien la piel.
• Anotar el procedimiento en la historia de enfermería, anotando las carac-
terísticas de las heces extraídas.

4.4. Ostomías
La ostomía digestiva es el procedimiento o intervención quirúrgica mediante el que
se abre un orificio artificial, con el fin de derivar las heces del tubo intestinal hacia la
abertura artificial en el abdomen (estoma).
La característica principal de estos estomas es la ausencia de esfínteres que controlen
la evacuación, por lo que precisan de dispositivos que recojan el contenido fecal. Pueden
ser temporales o permanentes.
Tipos de ostomías más frecuentes:
— Colostomía ascendente: se realiza sobre el colon ascendente, el paciente elimina
heces acuosas o semisólidas de forma casi continua.
— Colostomía transversa: sobre el colon transverso. Las heces con frecuencia son
semisólidas.
— Colostomía descendente o sigmoidea: sobre el colon descendente o sigmoí-
deo. Heces formadas y con cierta consistencia.
— Ileostomía: se practica sobre el íleon.
Cuidados de la piel periostomal:
La emisión de heces por el estoma puede ocasionar irritación en la piel de su alrede-
dor, por lo que precisará de una buena higiene lavando con agua y jabón sin friccionar,
aclarar posteriormente y secar. Es aconsejable que no utilice cremas porque disminuyen
la adherencia del dispositivo.

Tipos de dispositivos de drenaje de ostomías:


— Pueden ser de una sola pieza o de dos piezas, cerradas o abiertas.
— Existen bolsas pequeñas para determinadas ocasiones (reunión social), otras
forradas de tela (para evitar alergias a los plásticos) pero todas deben tener las
siguientes características:
• Proteger la piel.
• Contener las heces con seguridad.
• Ser discreta y a prueba de olores.
• El orificio del dispositivo no debe ser mayor de 2 o 3 mm.
que el estoma.

2-26
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

Cambio del dispositivo:

Despegar el adhesivo de arriba abajo, protegiendo la piel periostomal y aseando la


piel que rodea al estoma.

Colocación de un nuevo dispositivo aplicando el borde inferior del orificio de la bolsa


al estoma y completando su adhesión. Las bolsas suelen tener un filtro de carbón activo
para disminuir el mal olor.

• Irrigación de la colostomía
La irrigación con abundante agua provoca la evacuación de las heces con un horario
regular y a conveniencia del paciente, permitiéndole estar durante unas horas limpio.
Debe haber prescripción médica. Lo realiza el personal de enfermería con ayuda del téc-
nico en cuidados auxiliares de enfermería.
Procedimiento:

— Llenar la bolsa del irrigador con 500 a 1000 ml de agua a temperatura corporal,
purgar el sistema elevando la bolsa de irrigación a la altura del hombro.

— Adaptar la manga de irrigación (bolsa especial) al estoma, el otro extremo se


puede pinzar o introducirse en el inodoro.

— Lubricar el cono e introducirlo suavemente.

— Dejar pasar agua durante 10 o 15 minutos y esperar unos 45 minutos hasta que
se elimina toda la cantidad de agua y heces. Terminada la evacuación se coloca
una bolsa cerrada.

5. Enemas. Tipos de enemas. Administración de enemas.


Conocimiento y actividades de colaboración para la
realización de los sondajes, del aparato urinario, digestivo
y rectal
5.1. Valoración
— Es necesario conocer el estado general de la persona, así como su edad, medi-
cación que toma, estilo de vida (dieta que toma, ejercicio que realiza, etc.),
hábitos intestinales habituales y los patrones normales de defecación.
— Es importante observar las características de las heces, consistencia, olor, color y
la presencia de substancias extrañas. Hay que conocer que determinados fárma-
cos como el hierro confieren un color negro a las heces.

2-27
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

5.2. Actividades
5.2.2. Obtención de muestras de heces
El estudio bacteriológico rutinario de las heces va encaminado especialmente a la
detección de shigella, salmonella, campilobacter y yersinia. También permite detectar dia-
rreas estafilocócicas, candidiasis intestinal, infecciones por otros vibrios y disbiotismos
intestinales.

Siempre que sea posible, se tomarán las muestras antes de administrar cualquier
tratamiento antibiótico o antisépticos intestinales.

A) Recogida de la muestra

— Tomar una pequeña porción de las heces recién emitidas eligiendo, si hay, las
partes mucosas, hemorrágicas o purulentas, introduciéndolas en un contenedor
estéril de boca ancha, cierre hermético y a rosca.
— Si por cualquier motivo hay que tomar la muestra con escobillón, éste ha de
ser introducido en la ampolla rectal a través del ano. No es válido efectuar un
simple frotado de la región anal.
— Una vez obtenida la muestra debe ser enviada rápidamente al laboratorio, ya
que si se retrasa su envío, se pueden obtener resultados falsos negativos (espe-
cialmente en shigelosis y algunas salmonelosis).

B) Procedimiento

— Informar al paciente de la técnica.


— Si el paciente puede colaborar indíquele que realice la higiene genital y la reco-
gida de la muestra en el cuarto de baño.
— En los pacientes que no colaboran se les coloca en la posición adecuada, sedes-
tación o decúbito supino, sobre la cuña si se mantienen en ella.
— Se les pondrá un pañal limpio (lactantes), que se irá cambiando cada hora para
evitar la contaminación de la muestra por orina.
— Una vez realizada la deposición, póngase los guantes, cubra la cuña y retírela,
evitando la contaminación y los malos olores.
— Si las deposiciones son líquidas o irritantes, inspeccionar la zona anal en busca
de microlesiones o irritaciones.
— Utilice dos depresores linguales para recoger la deposición y transferirla al reci-
piente (una muestra como una castaña).
— Tape el frasco.
— Identificar el recipiente con la etiqueta del paciente y el tipo de muestra.

2-28
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

Estudios más usuales:

— Coprocultivo (ver tema 21).

— Meconio y heces de recién nacidos. La muestra se tomará habitualmente con


escobillón. Cuando sea necesaria mayor cantidad de heces, se pondrá un pañal
limpio y se tomarán de él las heces.

— Investigación de parásitos en heces:

a) Tomar una muestra de las heces, procurando que durante las 24 horas
previas el paciente no tome medicamentos que contengan sales de bario o
carbón y que la ingestión de hidratos de carbono esté restringida.

b) Si las heces son líquidas la muestra debe ser enviada inmediatamente al


laboratorio, impidiendo que se enfríen.

c) Si las heces son pastosas o duras no es tan urgente su envío pero han de
mantenerse a temperatura ambiente, no en nevera.

d) Las heces se recogen en contenedores de plástico del tipo de los usados


para los cultivos de orina. En ocasiones será necesario tomar tres muestras
con intervalos de cinco días entre cada una.

e) Si se sospecha teniasis se debe contactar directamente con el personal de


laboratorio.

f) Para estudio de oxiuros:

1) La muestra se tomará con cinta adhesiva transparente, de un ancho


aproximado de 1 cm. Presionando por la parte adhesiva la región
perianal varias veces sin sobrepasar el esfínter anal.

2) Esta toma debe hacerse cuando el enfermo se despierta por la mañana


y siempre antes de que se lave o defeque.

— Sangre oculta en heces:

Existen diversas pruebas para averiguar si existe sangre oculta en las heces, el
laboratorio nos determinará la cantidad de heces y el envase en el que debemos
enviarla. Será necesario asegurarnos que el paciente no tiene hemorroides que
sangren.

• Debe utilizar una cuña limpia, evitando la contaminación con orina y


teniendo especial cuidado en las mujeres con la menstruación.

• Utilizar uno o dos depresores para transferir la muestra al


envase, utilizando guantes para evitar contaminarse ni conta-
minar la muestra.
2-29
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

5.2.2. Sondaje rectal


Está indicado en la eliminación de gases intestinales, facilitar la evacuación de heces
o en la administración de enemas. La sonda rectal es un tubo de amplio diámetro, de
material semirígido o rígido, con la parte distal roma para no dañar el ano y el recto en
su introducción. Hay dos tipos de sondas:
a) Simples.

b) Sondas con balón hinchable, para los enemas de retención.

A) Material

— Gasas.
— Lubricante.
— Guantes desechables.
— Esparadrapo.
— Cuña.
— Sonda rectal.

B) Técnica
— Colocar al paciente en decúbito lateral izquierdo con ambas piernas flexionadas
o en posición Sims, tras explicarle el procedimiento.
— Lavarnos las manos.
— Colocarnos los guantes.
— Proteger la intimidad del paciente mediante un biombo, sábana, etc.
— Lubricar la sonda.
— Separar los glúteos e introducir la sonda unos 7-10 cm en el recto sin forzar y
con movimientos de rotación, a ser posible mientras el paciente inspira.
— Una vez terminado el procedimiento, retirar la sonda y ayudar al paciente a
incorporarse.
— Anotar las incidencias.

5.2.3. Extracción de fecalomas


Descripción: es el conjunto de acciones realizadas para evacuar los
fecalomas y facilitar la defecación.

2-30
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

Objetivo: se pretenden deshacer las impactaciones fecales, a nivel de la ampolla


rectal, con el fin de facilitar la defecación del paciente.

Recursos humanos:

— Enfermero/a.

— Técnico auxiliar en cuidados de enfermería.

Recursos materiales:

— Guantes.
— Bata.
— Bandeja.
— Lubricante hidrosoluble.
— Gasas.
— Bolsa de plástico para desechos.
— Cuña.
— Papel higiénico o celulosa.
— Empapador.
Técnica de ejecución:

— Coloque el empapador debajo del paciente entre la cintura y las rodillas.

— Coloque al paciente en decúbito lateral izquierdo con las piernas flexionadas.


— No destape innecesariamente al paciente.
— Mantenga, dentro de lo posible, la intimidad del paciente.
— Advierta al paciente que se relaje y respire profundamente.
— Introduzca el dedo índice en el recto unos 5-10 cm, previamente lubricado,
suavemente.
— Una vez terminada la extracción de los fecalomas deséchelos en la bolsa de
plástico.
— Limpie y seque al paciente.
Observaciones:

— Prescripción facultativa.

— Evite traumatismos del ano y de la mucosa rectal.


— Detenga el procedimiento si hay dolor.

2-31
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Registros: registrará la realización del procedimiento y las incidencias ocurridas


durante el mismo.

5.2.4. Preparación y realización de un enema de limpieza a un encamado


Un enema es la introducción de una disolución en el recto o en la parte inferior del
colon. El contenido es extraído o drenado por medios naturales o artificiales mediante
estímulo del peristaltismo intestinal.

Objetivo:

— Evacuar los intestinos.

— Administrar medicamentos.

— Administrar líquidos.

Clasificación según su finalidad:

— Enemas de limpieza.

— Enemas de retención.

A) Enemas de limpieza

Son evacuadores. Se pretende favorecer el peristaltismo intestinal provocando una


evacuación rápida de las heces. Se suelen utilizar con mayor frecuencia en:

— Pacientes con estreñimiento.

— Después de la extracción de un fecaloma.

— Antes de un parto o de una intervención quirúrgica.

— Antes de un enema medicamentoso o baritado.

— Antes de una rectoscopia.

Recursos materiales:

— Sonda rectal.

— Solución de limpieza: agua templada y jabón neutro (aproximadamente 5


ml. de jabón por 1.000 ml. de agua) o solución salina (dos cucharadas de sal
común en 1.000 ml. de agua). El volumen total varía de 150 hasta 1.500 ml.
o preparado comercial.

— Sistema irrigador (recipiente y tubo con llave y cánula).

— Guantes.

2-32
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

— Cuña.

— Hule o entremetida.

— Material de aseo.

— Pie de gotero o soporte del irrigador.

— Lubricante hidrosoluble.

— Termómetro de agua.

Protocolo de actuación:

— Lavarse las manos y ponerse los guantes.

— Explicar al paciente lo que se va a hacer, solicitar su colaboración.

— Si el paciente está encamado, proteger la cama con un hule y colocarle en


decúbito lateral izquierdo con la pierna derecha flexionada (posición de Sims),
para favorecer la eliminación. Si se puede levantar, ponerlo de pie con el tronco
ligeramente flexionado.

— Tener dispuesta la solución, correctamente preparada y a la temperatura adecua-


da (unos 36°C) y el irrigador colocado en el soporte a unos 40-50 cm.

— Lubricar la cánula del sistema (enema comercial) o la sonda rectal.

— Extraer el aire del tubo antes de introducirlo en el recto hasta que fluya líquido
sobre el paciente, abriendo la llave de paso.

— Introducir la cánula por el ano con suavidad, dirigiéndola primero en dirección


al ombligo y después horizontalmente. Para ello, separar los glúteos del paciente
con una mano y se introduce el tubo con la otra, mientras se pide al paciente
que inspire profundamente y espire con lentitud.

— Administrar la solución, regulando su entrada mediante la pinza o llave incor-


porada al propio sistema. El flujo se regula subiendo o bajando el recipiente. Si
el enfermo siente molestias o dolor cólico, cerrar la entrada de la solución hasta
que cesen, pidiéndole que respire con tranquilidad para después continuar con
el proceso con lentitud.

— Cuando se haya administrado toda la solución, cerrar el sistema para evitar que
entre aire y retirar suavemente la cánula.

— Pedir al paciente que se esfuerce por retener la solución al menos durante 5-10
minutos.

— Poner la cuña y ofrecer papel higiénico.

2-33
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Después de la evacuación, recoger el material utilizado, asear al paciente y dejar-


le instalado cómodamente.
— Lavarse las manos.
— Comunicar las observaciones a la enfermera y anotar en la historia de
enfermería.

B) Enemas de retención
Son aquellos en la que la solución introducida no debe evacuarse (al menos durante
unos 30 minutos); se utilizan para la administración de medicamentos, aceites de reten-
ción, productos radiopacos, etc. Tanto la técnica como las precauciones son las mismas
que en los enemas de limpieza.
Algunos de los empleados actualmente:
— Enema de retención de aceite: eficaz para lubricar la mucosa intestinal y
reblandecer las heces. En adultos suelen administrarse de 150 a 200 ml. de
aceite de oliva templado a temperatura corporal. También ayuda a eliminar las
sales de bario administradas para la realización de una radiografía de contraste.
— Enema de medicación: que debe ser absorbido por la mucosa intestinal y que
puede tener un efecto local o sistémico. Así, podría aplicarse un enema de neo-
micina previo a cirugía del colon, antihelmíntico, antiséptico, estimulante, etc.

— Enema de flujo de vuelta o lavativa de Harris: se utiliza para irrigar la parte


inferior del colon y el recto, facilitando la expulsión de gases retenidos y alivian-
do la flatulencia y la distensión abdominal. Consiste en la introducción de agua
templada (200 ml.), subiendo el recipiente 30 cm. por encima del paciente y
bajándolo posteriormente unos 20 cm. por debajo del recto, operación que
debe repetirse varias veces durante 15-20 minutos, hasta que el paciente se
sienta aliviado o hasta que cesen las burbujas de gas.

— Enema opaco: su finalidad es diagnóstica, pues permite, mediante la intro-


ducción de un enema baritado (el bario es radioopaco), visualizar el intestino
grueso para su estudio radiológico. Suele ser un preparado comercial al que sólo
hay que añadir agua y templarlo a temperatura corporal.

— Enema alimenticio: se trata de la administración rectal de sustancias nutritivas


para que sean absorbidas por la mucosa rectal. Con anterioridad se administra
un enema de limpieza.

5.2.5. Sondaje nasogástrico


Consiste en la introducción de una sonda desde el exterior hasta el apa-
rato digestivo y las vías de introducción son la nariz o la boca (nasogástrica
y orogástrica, respectivamente).

2-34
Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

A) Fines

— Realizar aspiración de contenido gástrico.


— Realizar lavados gástricos.
— Administrar alimentación/medicación.

B) Material

— Sonda nasogástrica u orogástrica.


— Lubricante.
— Esparadrapo.
— Batea.
— Jeringa.
— Guantes desechables.
— Toalla.
— Vaso con agua.
— Fonendoscopio.

C) Tipos de sondas

— Levin.

— Salen.

— Foucher.

— Entron.

— Plummer.

— Muller-abbot.
— Cantor.
— Sengstaken-blaquemore.
— Linton.

D) Técnica para la colocación de la sonda

— Explicar al paciente la técnica.


— El auxiliar de enfermería preparará el material necesario.

2-35
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Colocamos al paciente semisentado, ya que así facilitamos la realización de la


técnica.
— Si el paciente tiene prótesis dentales hay que retirarlas.
— Ofrecerle al enfermero unos guantes no estériles y colocárnoslos nosotros
también.
— Le damos al enfermero la sonda adecuada.
— El enfermero mide la longitud que hay desde el lóbulo de la oreja hasta el
apéndice xifoides (orogástrica) o punta de la nariz –lóbulo de la oreja– apén-
dice xifoides (nasogástrica).
— Facilitaremos el lubricante y gasas al enfermero.
— El enfermero introducirá con cuidado la sonda por uno de los orificios de la
nariz o boca e irá diciendo al paciente que realice el gesto de la deglución para
facilitar la introducción de la sonda.
— Una vez que se introduce la cantidad de sonda adecuada, facilitamos el fonen-
doscopio y la jeringa de 50 cc al enfermero, que introducirá aire para compro-
bar que la sonda está en su sitio. Si queremos asegurarnos podemos enviar al
paciente a rayos para verificar con una radiografía la correcta colocación de la
SNG.
— Se fija la sonda a la nariz con esparadrapo sin hacer daño al paciente.
— Retirar el material utilizado.

E) Cuidados generales

— Mantener la sonda siempre permeable.


— Realizar la higiene estricta de la nariz y la boca periódicamente.
— Movilizar la zona de presión de la sonda en la nariz para evitar daños.

F) Extracción de la sonda

— Colocar al paciente ligeramente incorporado.

— Explicarle lo que se le va a hacer.

— Retirar la sonda con suavidad pero con cierta rapidez para evitar que el paciente
vomite.

— Tirar la sonda.

— Limpiar las fosas nasales y la boca.

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Atención y cuidados del paciente en relación con las necesidades de eliminación

G) Aspiración gástrica

Se utiliza para tomar muestras para análisis, descompresión del estómago, casos de
obstrucción intestinal, vómitos repetitivos, en el postoperatorio de algunas intervenciones.
El vaciado se puede realizar de dos formas principalmente:
1. Por gravedad, utilizando una bolsa colectora.
2. Por aspiración mediante vacío.
Entre los cuidados más importantes a tener en cuenta están:
— No poner una presión negativa demasiado fuerte.
— Asegurarse de que la sonda está funcionando perfectamente y que no hay
acodaderas.
— Vigilar el volumen, color y consistencia del contenido que sale por la sonda y
anotarlo en el registro de enfermería.
— Vaciar el recipiente en el que se está depositando el contenido gástrico.

H) Lavado gástrico

Se utiliza para extraer sustancias tóxicas, limpiar el estómago de contenido o res-


tos hemáticos y facilitar la hemostasia. Es muy importante guardar en un recipiente, y
mandar al laboratorio para su posterior análisis, el contenido antes de iniciar el lavado
gástrico que se realiza con suero fisiológico o agua.

6. Registro de actividades
Como hemos repetido en temas anteriores, todas las actividades deben quedar
registradas (“lo que no está registrado no está hecho”). Dependiendo de la unidad en
la que se trabaje, este registro se llevará a cabo a mano, en la gráfica del paciente, o a
través del programa informático que se esté utilizando.

Debe quedar muy claro, de manera uniforme para todo el equipo de trabajo, el volu-
men o cantidad eliminados, la vía de eliminación, en cuánto tiempo (balance por turno,
en 24 horas, etc.), las características del material eliminado (orina, heces, jugo gástrico,
etc.), las muestras que se han obtenido, y cualquier incidencia que haya ocurrido con
los drenajes, los estomas, etc. (si los hubiese). También el número de enemas adminis-
trado (en total o por turno), y los vómitos (dependiendo de la unidad, en número o en
centímetros cúbicos). Hay que tener en cuenta que en un trabajo en equipo la buena
información, es decir, la información estructurada, completa, sencilla, es necesaria para
el buen funcionamiento del mismo. Todo el equipo debe tener muy claro
qué entiende, por ejemplo, por drenajes A y B, para evitar confusiones que
acarreen consecuencias al paciente.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

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