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¿Se Podrá Conservar Las Lenguas Nativas en El Perú?

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¿Se podrá conservar las lenguas nativas en el Perú?

Durante los últimos años las lenguas indígenas se han visto desplazadas incluso más
que antes, de las 47 lenguas indígenas, sólo dos de ellas son habladas por un número
considerable de personas, siendo estas el Quechua con 3,32 millones de hablantes y
el Aimara con 440 mil hablantes aproximadamente.

Por Qué las lenguas nativas están en peligro de extinguirse?, hay muchos factores
para esto, pero entre los que más destacan se encuentra el hecho de que no mucha
gente no está interesada en estas lenguas por lo que no la practican, porque se da
esto?, es por el hecho de que el estudiar una lengua que está a punto de extinguirse
no da un beneficio laboral, por lo que no es de conveniencia, pero en ese caso porque
debemos preservarlas, será por el hecho de que son más parte de nuestra cultura y
una parte importante que caracteriza al Perú?, pues si, siendo estas lenguas nativas
parte importante del Perú, debemos protegerlas como es el caso de las reliquias, que
se conservan sin tener ningún valor, pero por otro lado, no todo es alegría, ya que ya
se ha elaborado diversos proyectos para conservar las lenguas, si hubo progreso,
pero no lo suficiente, hay que ser conscientes de que estas lenguas van a
desaparecer algún día, y no es nada novedoso, ya se dio esto en otras ocasiones,
por ahora solo falta esperar a que llegue ese día.
“Lima tiene más quechuahablantes que cualquier lugar del país [hay 72 mil en San
Juan de Lurigancho]. Muchos de los que vinieron a Lima nacieron en lugares donde
se hablaba quechua, ¿pero quién lo usa en Lima?”, cuestiona Richard Webb,
economista y director del Instituto del Perú de la U. San Martín de Porres. Concuerdo
con el argumento que dicta Richard, muchos quechuahablantes que vinieron a Lima
no emplean su idioma de origen, por miedo a ser discriminados además de que la
sociedad lo toma como poco atractivo. En esta especie de darwinismo lingüístico,
mejor suerte correrían aquellas lenguas con más hablantes. Después de todo, el
quechua y el aimara gozan de un gran número de usuarios en el país. El panorama
es más sombrío aún para idiomas como el jaqaru(Lima) o el iquitu (Loreto), que tienen
menos de 600 hablantes, en su mayoría adultos mayores.
“No creo que lleguemos al punto del idioma mochica [que desapareció en el siglo XX].
Estamos trabajando para la supervivencia de nuestra lengua”, dice Yolanda Payano,
lingüista y traductora de jaqaru, una lengua que solo se habla en el distrito de Tupe,
en Yauyos. Para evitar la desaparición de las 47 lenguas nativas del Perú, el Estado
ha implementado varias estrategias en los últimos años. La más reciente es la Política
Nacional de Lenguas Originarias, Tradición Oral e Interculturalidad que fue
promulgada por el Ministerio de Cultura el 10 de agosto último.

Agustín Panizo, jefe de la Dirección de Lenguas Indígenas del sector Cultura, resume
la política en tres ejes: garantizar la transmisión de idiomas nativos, trabajar en su
valoración positiva y preservar su conocimiento mediante la pedagogía y el estudio
lingüístico.
Respecto al primer punto, el Ministerio de Cultura propone, por ejemplo, crear
espacios en las comunidades nativas donde los adultos mayores puedan compartir
su idioma con los niños. Luego, se trabajarán campañas para erradicar la
discriminación y que se reconozca a las lenguas nativas como una potencialidad y no
como un símbolo de atraso. Finalmente, se harán materiales didácticos y se
fomentará el estudio académico de estos idiomas en las universidades.

Panizo admite que las metas de la política de lenguas son ambiciosas e involucran a
casi todo el Estado. No obstante, varias entidades han mostrado logros en los últimos
años: el Poder Judicial, por ejemplo, da capacitaciones en temas de acceso a la
justicia a quechuahablantes de Huancavelica. Y Reniec implementó hace tres años
un registro civil bilingüe que ya opera en cinco idiomas nativos: aimara, awajún,
jaqaru, wampis y shipibo-konibo.

Por su parte, la Academia de la Magistratura acaba de iniciar un ciclo de


capacitaciones en quechua a ochenta funcionarios del Poder Judicial y del Ministerio
Público de Ayacucho. Según informó esta entidad, el objetivo es que los operadores
de justicia conozcan la terminología jurídica quechua y compongan resoluciones
orales y escritas en ese idioma. Pronto, se realizarán nuevas capacitaciones -en
quechua y aimara- en Puno, Apurímac, Huancavelica y Cusco.

Además, el Ministerio de Educación –otro de los organismos involucrados en la


preservación de lenguas nativas– tiene desde el 2012 un sistema de Educación
Intercultural Bilingüe (EIB). Según informó el sector a El Comercio, en 24 mil escuelas
pública del país se imparten clases en lenguas nativas a niños. De ellas, 2.900 están
en ambientes urbanos.

Lograr un estado multilingüe, asegura Agustín Panizo, no solo implica garantizar los
derechos lingüísticos de los pueblos originarios, sino ser más eficientes en la
prestación de servicios públicos a los más pobres. No obstante, el funcionario recalca
que la última palabra siempre la tendrán los hablantes. Ellos decidirán si conservan
sus idiomas o los destierran de su memoria.

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