Promueve El Razonamiento
Promueve El Razonamiento
Promueve El Razonamiento
Rafael tiene a su cargo el aula de tercer grado y hoy ha preparado con mucho
esmero una sesión de aprendizaje sobre las partes de la planta ya que es muy
probable que la directora vaya a observar su desempeño en el aula.
Menos mal que llegó muy bien preparado, porque ni bien terminaron de
entrar los niños en el aula, entró la directora y se sentó en la parte posterior.
Los niños tan colaboradores y obedientes como siempre, en cuanto él les hizo
la señal acostumbrada de sentarse y guardar silencio, ellos obedecieron en el
acto.
Una vez que todos los niños se sentaron y estaban atentos a lo que Rafael
fuera a decirles él les preguntó si se habían dado cuenta de algo nuevo que ese
día había traído. Varios niños levantaron inmediatamente la mano y él le pidió
a Carmencita que dijera qué de nuevo había descubierto. Carmencita dijo que
lo nuevo era la plantita que estaba encima del pupitre. Luego de felicitar a la
niña por ser tan observadora les dijo que la había traído porque ese día quería
que estudiaran las partes de la …….. Lo dijo leyendo en voz alta y lentamente el
título que había escrito en la pizarra, dejando de leer la última palabra para
que sean los niños los que dijeran “planta”.
Les dijo que miraran atentamente la plantita que había traído y que le dijeran
qué partes veían en ella. Casi todos los niños levantaron las manos y él fue
pidiéndoles, uno por uno, que dijeran las partes que veían y las iba anotando
en la pizarra: “flores”, “frutos”, “hojas”, “tallo”, “ramas”. Y luego les preguntó:
“¿Y cómo se llama la parte de la planta que está dentro de la tierra y que no
vemos?”. Y todos a coro contestaron: “Raíz”. Y Rafael también anotó esa
palabra en la pizarra.
En un papelógrafo Rafael había dibujado una planta, lo tomó de encima del
escritorio, lo desdobló y lo pegó en la pizarra. Llamó a Juan a la pizarra y le
pidió que trazara una línea desde cualquiera de las partes de la planta
1
dibujada, hacia la palabra que decía su nombre. Y Juan trazó una línea del
fruto a la palabra “frutos”. Luego el profesor llamó a María y le pidió que
hiciera lo mismo con otra parte de la planta y ella lo hizo con la raíz. Todos los
niños estaban muy concentrados y a la expectativa de ser el próximo a ser
llamado a la pizarra, pero de pronto ya se habían trazado todas las líneas que
conectaban palabras con partes de la planta dibujada.
Cuando ya se habían identificado todas las partes, Rafael pidió que le fueran
diciendo qué función cumplía cada una de esas partes e iba escribiendo junto
al nombre de cada parte, las funciones que los niños decían siempre y cuando
dijeran lo correcto. Cuando ya nadie pedía intervenir, Rafael fue explicando
una por una las funciones que ningún niño había mencionado y la iba
escribiendo junto al nombre de esa parte.
Al terminar les pidió que sacaran su cuaderno de CTA y que hicieran un dibujo
de una planta y anotaran los nombres de las partes y sus funciones y que
colorearan su dibujo de la manera más creativa posible. Mientras dibujaban y
escribían con mucho entusiasmo, Rafael se acercó a la directora y le preguntó
qué le había parecido la sesión. La directora le mostró la Rúbrica #3:
“Promueve el razonamiento, la creatividad y/o el pensamiento crítico” y le dijo
en voz muy bajita: “Rafael todo lo que he visto corresponde solo al Nivel I de
esta rúbrica”. Rafael leyó lo que decía el Nivel I: “El docente propone
actividades o establece interacciones que estimulan únicamente el aprendizaje
reproductivo; es decir, están enfocadas en hacer que los estudiantes aprendan
de forma reproductiva o memorística datos o definiciones, o que practiquen
ejercicios (como problemas tipo o aplicación de algoritmos), técnicas o
procedimientos rutinarios, o que copien información del libro de texto, la
pizarra u otros recursos presentes en el aula. Si el docente plantea preguntas,
estas son, por lo general, retoricas (se realizan sin esperar una respuesta del
estudiante) o solo buscan que el estudiante afirme o niegue algo, ofrezca un
dato puntual o evoque información ya brindada, sin estimular el
razonamiento, la creatividad y/o el pensamiento crítico.”
Luego de leer, se quedó mudo y frío, sin entender por qué la directora decía
que eso era lo que él había hecho. Especialmente cuando él había preparado y
conducido la clase con mucho esmero.
……………………………..
2
Vale la pena explorar lo que significan estos términos para entender qué debió haber
hecho Rafael si su intención hubiera sido promover estas habilidades en los niños de
su aula.
Las proposiciones son afirmaciones, o negaciones, acerca de algo, que podrían ser
verdaderas o falsas según se contraste lo que dicen con la realidad de aquello sobre lo
cual afirman algo, p.e. “Las flores son una parte fundamental de las plantas” o “Las
flores no son de carne.”
Cuando tomamos una afirmación y preguntamos “¿Por qué se afirma eso?” estamos
pidiendo se nos expliciten las premisas que dieron lugar a esa conclusión. Y cuando
después de afirmar algo decimos “por eso….” estamos anticipando que lo que vendrá
es una conclusión que se extrae de la afirmación o premisa anterior.
Si bien las proposiciones son verdaderas o falsas, los razonamientos son válidos o no,
no verdaderos o falsos. La validez de un razonamiento depende fundamentalmente de
la conexión existente entre la conclusión y las premisas desde las que se derivan.
Cuando estas conexiones son solo aparentes, pero no necesarias, estamos ante
razonamientos no válidos o falacias.
Sin necesidad de aprender qué es una proposición, qué una premisa, qué una
conclusión, qué un razonamiento válido y qué uno falaz, es indispensable que los niños
desde muy pequeños aprendan a construir razonamientos lógicos y aprendan a
examinar la validez de los mismos.
En “El valor de educar”, Fernando Savater, luego de plantear que “Hay que razonar con
los niñ os” cita a John Locke afirmando: “Quizá pueda asombrar que recomiende
razonar con los niños y sin embargo no puedo dejar de pensar que es la verdadera
manera en que hay que comportarse con ellos. Entienden las razones desde que saben
3
hablar y, si no me equivoco, gustan de ser tratados como criaturas razonables desde
mucho antes de lo que suele imaginarse.”
Paul y Elder (2003) sostienen que “El pensamiento crítico es ese modo de pensar –
sobre cualquier tema, contenido o problema – en el cual el pensante mejora la calidad
de su pensamiento al apoderarse de las estructuras inherentes del acto de pensar y al
someterlas a estándares intelectuales.”
Esto les lleva, a dichos autores, a afirmar que el pensamiento crítico es auto-dirigido,
auto-disciplinado, auto- regulado y auto-corregido. Ya que pensar críticamente supone
someterse “a rigurosos estándares de excelencia y dominio consciente de su uso.
Implica comunicación efectiva y habilidades de solución de problemas y un
compromiso de superar el egocentrismo y socio centrismo natural del ser humano.”
Desde allí señalan que un pensador crítico ejercitado tiene las siguientes
características que debieran desarrollarse en nuestros estudiantes:
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“… es fundamental como instrumento de investigación. Como tal, constituye
una fuerza liberadora en la educación y un recurso poderoso en la vida
personal y cívica de cada uno.”
"El pensador crítico ideal es una persona que es habitualmente inquisitiva; bien
informada; que confía en la razón; de mente abierta; flexible; justa cuando se
trata de evaluar; honesta cuando confronta sus sesgos personales; prudente al
emitir juicios; dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse; clara con
respecto a los problemas o las situaciones que requieren la emisión de un
juicio; ordenada cuando se enfrenta a situaciones complejas; diligente en la
búsqueda de información relevante; razonable en la selección de criterios;
enfocado en preguntar, indagar, investigar; persistente en la búsqueda de
resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo
permitan.”
“Educar buenos pensadores críticos significa trabajar en pos de este ideal. Es
una combinación entre desarrollar habilidades de pensamiento crítico y nutrir
aquellas disposiciones que consistentemente producen introspecciones útiles y
que son la base de una sociedad racional y democrática”.
El mismo autor enumera una serie de disposiciones necesarias para el desarrollo del
pensamiento crítico:
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Para hacerlo, Rafael y cualquier profesor que quiera promover estas habilidades de
pensamiento, tendría que preguntar más y afirmar menos. Lozano y Herrera (2013)
plantean la siguiente recomendación:
Ravela, Picaroni y Loureiro (2017) plantean, siguiendo a Ference Marton y Roger Säljö,
la existencia de dos modos de aprender: el aprendizaje superficial y el aprendizaje en
profundidad- El primero estaría vinculado a la memorización y repetición y a
actividades de bajo requerimiento cognitivo, mientras que el segundo a la
comprensión y la reflexión y a actividades de alto requerimiento cognitivo.
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Finalmente (entre las páginas 71 y 72) presentan 5 maneras en que los estudiantes
conciben el aprendizaje y elaboran un esquema que clasifica dichas formas en dos
conjuntos
Creatividad
Ingenuamente se ha asociado la creatividad exclusivamente con las artes plásticas,
musicales o literarias, no viendo el valor fundamental de ésta en la vida cotidiana y en
el desarrollo de las ciencias. ¿Qué sería del desarrollo científico y tecnológico de la
humanidad si los científicos y los ingenieros no fueran creativos?
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Este autor señala que la actitud creativa está formada por los siguientes componentes:
curiosidad, inconformismos, motivación (enfrentar los problemas como desafíos a
superar), profundidad (no contentarse con las perspectivas superficiales),
perseverancia y autoestima.
Mientras que considera que las aptitudes o habilidades creativas, por su parte son:
Sensibilidad perceptiva (“Es la capacidad de captar a través de los sentidos el mundo
que nos rodea y las distintas situaciones particulares, pero percibiendo detalles y
matices que no todo el mundo ve.”), detección y delimitación del problema, análisis de
los problemas, intuición, reconocimiento de pautas, perspicacia (“una forma de
intuición que proporciona una comprensión profunda de una situación”),
razonamiento lógico, flexibilidad mental (“saber cambiar de enfoque”) y fluidez mental
(“capacidad para producir en poco tiempo ideas y soluciones alternativas”).
Finalmente, luego de hacer una revisión de lo que diversos autores plantean respecto
a los procesos creativos y de solución de problemas, Guilera plantea las siguientes
etapas del proceso creativo:
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RAZONAMIENTO, PENSAMIENTO CRÍTICO Y CREATIVIDAD EN EL NUEVO
CNEB 2017
Más aún si tenemos en cuenta que en el mismo CNEB2017 se afirma que ser
competente “… supone comprender la situación que se debe afrontar y evaluar las
posibilidades que se tiene para resolverla […] identificar los conocimientos y
habilidades que uno posee […] analizar las combinaciones más pertinentes a la
situación y al propósito, para luego tomar decisiones y ejecutar o poner en acción la
combinación seleccionada.” (Pág.37)
Es obvia la relación que existe entre ello y lo que Guilera señalaba como etapas del
pensamiento creativo.
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LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Las personas creativas encuentran en el entorno cultural que les rodea estímulos de
todo tipo para el desarrollo de pensamientos originales y enriquecen el inventario de
soluciones creativas que han ayudado a dar más calidad de vida a la sociedad. Un
bagaje más rico de soluciones ingeniosas en todos los ámbitos contribuye, por
osmosis, a que el sistema educativo sea más efectivo en la transmisión de la
imaginación y la inventiva, con lo cual se desarrollará con mayor potencia la
creatividad de los alumnos, cerrándose así el triángulo virtuoso de crecimiento del país
en creatividad e innovación.
Un país que pretende progresar está obligado, en consecuencia, a velar por la inclusión
del cultivo de la creatividad en todos los niveles educativos. No basta con educar las
aptitudes de los que escogen carreras de Bellas Artes o Diseño. No basta con
abordarlas cuando el alumno entra en la universidad. Si intervenimos tarde, hemos
dejado escapar todo un potencial que quizá ya no podamos recuperar.
Tiene que implantarse una educació n basada en talleres prácticos, que combine el
pensamiento creador originado en el aula con su aplicació n en el mundo real. Desde la
más tierna infancia los alumnos pueden y deben aprender a pensar con originalidad, a
saber, que hay mucho por inventar, que todo lo que nos rodea es susceptible de ser
mejorado, que no tenemos que mostrar- nos pasivos y conformistas frente a las
molestias cotidianas de los objetos, herramientas y servicios que nos rodean y, mucho
menos aú n, con los viejos y terribles males endémicos de pobreza, enfermedades e
injusticia que sufre una parte tremendamente enorme del planeta.
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interactivos de resolución de problemas enfocados a casos reales de la profesión. Es
una enseñanza basada en casos prácticos. A día de hoy son muy escasos los estudios
de grado que contemplan este enfoque en los países de habla hispana y escasa es
también la preparación que tienen muchos docentes para enseñarla.
Una anécdota que circula por Internet -probablemente inventada y de autor anónimo-
nos servirá para poner de relieve hasta qué punto es necesaria una educació n en
creatividad. Especialmente sirve para este segmento, desgraciadamente creciente, de
jóvenes que ni estudian, ni trabajan, pero opinan (están en su derecho) sobre lo que
ven.
La anécdota dice asi ́: Un presumido joven que se encuentra en un autobús lleno hasta
los topes se toma la molestia de explicarle a un señ or mayor sentado a su lado, por
qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación. Usted creció en
un mundo diferente, realmente bastante primitivo -dice en voz lo su conscientemente
alta para que lo escuchen alrededor-. Los jóvenes de hoy hemos crecido con televisión,
Internet, aviones jet, viajes al espacio, el hombre caminando en la luna. Nuestras
sondas espaciales han visitado Marte... Tenemos naves con energía nuclear y coches
eléctricos y de hidrogeno. Ordenadores que procesan datos casi a la velocidad de la
luz... y más.
Después de un breve silencio el señor mayor le responde: -Tienes razón, hijo. Nosotros
no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes... ¡así́ que las inventamos! Ahora,
arrogante jovencito, dime ¿qué estás haciendo tú para la próxima generación?
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Lectura complementaria 2. REGUANT ÁLVAREZ, Mercedes ( ). El desarrollo de las
metacompetencias Pensamiento crítico reflexivo y Autonomía de aprendizaje, a través
del e-Diario en el prácticum de formación del profesorado. Tesis Doctoral. Universidad
de Barcelona.
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/42482/8/01.MRA_1de4.pdf
13
permitan incorporar lo interesante y útil. No cabe duda que en este proceso, el
incorporar experiencias y dar el valor que merecen el estímulo del pensamiento crítico
reflexivo a nuestro sistema educativo juega un papel fundamental.
En este sentido apunta Scriven (1985) que el entrenamiento en pensamiento crítico,
debería ser visto como tarea básica de la educación, debería involucrar eventos
altamente controversiales de considerable importancia personal, social o intelectual
que no estén señalados seriamente en el curriculum regular. Lo que implica una
revisión profunda de lo que hacemos en las aulas, pues
El aprendizaje debería estar orientado, no tanto a repetir o reproducir saberes
parciales previamente establecidos y sin ponerlos en duda, sino a una cultura
de la comprensión, del análisis crítico, de la reflexión de lo que hacemos y
creemos, a estar dispuestos a aprender permanentemente y a disfrutar de
ello. (Río Cabrera, 2004, p.5)
Esto conduce a preguntarnos por las formas como podemos estimular este tipo de
pensamiento desde la educación y para ello empezaremos por hacer una precisión que
nos parece de suma importancia en este momento (…)
Producto de la revisión [de las ideas de varios autores], ofrecemos la definición del
pensamiento crítico reflexivo como: un proceso metacognitivo de elaboración de
juicios y acción que tiende al automejoramiento, lo que implica: uno, contemplar
perspectivas diferentes a la propia; dos, sensibilidad hacia el contexto; y tres acción
continua y permanente.
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diferentes a la crítico y su mejoramiento. individuo conseguir los cuales uno evalúa
propia, así como dependencia del sus fines individuales apropiadamente el propio
para dialogar con contexto y de los o los del grupo. En pensamiento. Respetar la
otros en el intereses del sentido fuerte busca buena forma del
proceso de pensador. conocimientos y argumento. Argumentar
pensar acuerdos bien, y capacidad para
críticamente. reconocidos como contemplar perspectivas
Pensar sobre el válidos diferentes a la propia, así
propio intersubjetivamente como dialogar con otros en
pensamiento y que no se para en el proceso de pensar
mientras que se su labor de críticamente.
está pensando, cuestionamiento y
con el fin de auto
hacer mejor el cuestionamiento.
pensamiento.
Cambers, Proceso Los pensadores Metacognición Distinguen dos Características de los
Carter sofisticado que críticos están componentes, pensadores críticos:
incluye conscientes del 1. La necesidad de 1. Tratan de identificar los
Wells, habilidades, contexto desarrollar supuestos que subyacen
Bagwell, disposiciones y habilidades las ideas, las creencias, los
Padget y metacognición. cognitivas tales como valores y las acciones.
Thomson el análisis, 2. Están conscientes del
2000 evaluación, contexto.
inferencia y 3. Poseen la capacidad de
autorregulación y imaginar y explorar
2. La motivación de alternativas a maneras
los estudiantes para existentes de pensar y de
desarrollar una vivir.
disposición crítica 4. Usualmente son
que implica estar escépticos a afirmaciones
abierto a enfoques de verdades universales o
múltiples. explicaciones últimas y
definitivas.
Giancarlo Es un fenómeno Personas que varían Análisis, inferencia,
y Facione humano en su forma de interpretación, evaluación,
intencional y afrontar las explicación y
2001 persuasivo. Que preguntas, los autorregulación.
distingue a asuntos y los
quienes lo poseen problemas.
por sus destrezas
cognitivas y por
cómo ven la vida.
Santiuste Es una categoría y Contexto: exige Es pensamiento Autoevalúe y Las estrategias: son el
2001 no concepto. responder de reflexivo, un optimice a sí mismo conjunto de
manera razonada pensamiento que en el proceso. procedimientos de los
y coherente con se piensa a sí Vínculo afectivo que cuales dispone el sujeto
la situación. mismo, es decir, mueve su curiosidad para operar sobre los
metacognitivo. e invita al desarrollo conocimientos que posee y
de una actitud aquellos nuevos.
positiva frente al Las motivaciones: hacen
conocer. referencia al vínculo que
establece el sujeto con el
conocimiento.
Ennis Decidir razonable Preocupación por Preocupación por Orientado a la toma Está orientado a una acción
2002 y reflexivamente la justicia: la solidez: buscar de decisiones en la determinada, el producto
acerca de qué Claridad en lo que explicaciones, dimensión de creer de ejercerlo tiene un
creer o hacer. se dice y como se asumir una como constructor propósito.
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dice. No desviarse posición, estar cognitivo y hacer Necesidad de considerar
de la propia bien informado, como factual. Los perspectivas diferentes y
argumentación. tomar en cuenta pensadores críticos variantes, así como las
Buscar razones y otros puntos de se preocupan porque consecuencias de las
hacer evidente las vista además del sus creencias sean decisiones que se
propias. Tomar en propio. verdaderas y sus pretende tomar. Requiere
cuenta la decisiones de disposición y
situación total, justificadas. habilidades. La disposición
considerando las se refleja en la
diversas variables, preocupación por: solidez y
factores y justicia (descrita en
componentes. contexto y pensamiento) y
las habilidades son 5:
Clarificación básica y
avanzada, Fundamentos
para la toma de decisiones,
Inferencia, Suposición e
integración y habilidades
críticas auxiliares.
Fuente: Elaboración propia a partir de (Ennis, 2002; Guzmán & Sánchez Escobedo, 2006; Lipman, 1991; J Mateo &
Martínez 2006; Rodríguez Moreno, 2006; V. Santiuste Bermeji, García, Ayala, & Briquette, 1996; V. Santiuste
Bermejo, García, G., Ayala, C. & Briquette, C., 1996)
(……)
En concordancia con este mismo autor [Chavez 2003], hay una posición que media
entre ambas y que a nuestro parecer es acertada, y es que el PCR (pensamiento crítico
y reflexivo) puede y debe enseñarse – aprenderse en forma contextualizada desde las
distintas asignaturas, pero con la definición curricular explícita para su logro; o dicho
de otro modo, el maestro, el profesor, debe incluir entre sus objetivos curriculares el
desarrollo del PCR y detallar las estrategias que seguirán para conseguirlo. Durante la
clase deben incluirse actividades de metacognición, deben generarse dinámicas en las
que se estimule a los estudiantes a reflexionar sobre sus propios procesos de
conocimiento, ayudarles a reconstruir sus propios procesos, tomar conciencia de cómo
llegaron a un determinado resultado y a sistematizar los recursos de pensamiento
disponible y utilizados.
Algunas de las estrategias que hemos encontrado en esta dirección son: La simulación
y juegos de roles, estudio de casos, lectura crítica, aprendizaje basado en problemas;
especial mención merecen el uso de preguntas durante las clases, entre las cuales
hemos encontrado varias clasificaciones. Las que nos parecen más apropiadas, son
aquellas que tienden a clasificar a las preguntas de acuerdo con el nivel de complejidad
en la respuesta esperada, por ejemplo: preguntas destinadas a recordar, traducir,
interpretar y establecer relaciones, aplicar o transferir, analizar, sintetizar, evaluar.
Como puede observarse en todas estas sugerencias, el acento está puesto en el rol
activo del estudiante, ya que no se puede transmitir directamente a otro lo que se
sabe, pero si se puede y se deben crear las condiciones para que los estudiantes
aprendan por sí mismos.
Sin embargo vale decir en este momento, que el aprendizaje del PCR no solo debe ser
acompañado por actividades diseñadas para ellos, sino que otro elemento básico es el
proceder del maestro tanto en el desarrollo de las actividades, como su influencia
personal durante las mismas. El como modelo de referencia debe estar convencido de
su importancia, su postura frente a la información, el tipo de evaluaciones, el margen
para la disidencia y su respuesta frente a ella son básicas para crear las condiciones o
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no del desarrollo del PCR; igualmente la dinámica que se favorece dentro del grupo es
de máxima importancia, pues el aprendizaje se construye en colaboración, en la
necesidad de argumentar nuestro propio pensamiento, descubrimos fallos y nuevos
argumentos, provocar en la clase un diálogo permanente sobre lo que aprendemos,
con un maestro que frente al error hace nuevas preguntas permitiendo que estas se
solventen a través del conocimiento de los “iguales”, es un clima ideal para fortalecer
el PCR; por último el tema del contenido también tiene una importancia crucial, pues
se requiere la elección de nuevos conocimientos que se vinculen de una manera clara
y estable con los que ya poseen los estudiantes, a fin de que se asocie con los
conceptos preexistentes en la estructura cognitiva, dando paso a la comprensión y
generación de nuevos sentidos (Rojas Soto, 2002), como se ha visto, el PCR tiene un
alto componente de “querer hacer”, de disposición, y para ellos la sugerencia básica es
focalizar los contenidos interesantes, la inclusión de temas vivos que estimulen al
estudiante a buscar información, analizarla, incorporarla, evaluarla.
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Lectura complementaria 3. RAVELA, Pedro; PICARONI, Beatriz y LOUREIRO, Graciela
(2017). ¿Cómo mejorar la evaluación en el aula? Lima: Grupo Magro Editores y FORGE
(Grade). pp 69 a 72
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original y clara, que va más allá de lo obvio, de la descripción superficial o de la
reiteración más o menos literal de lo leído. Una buena explicación involucra ideas y
“lecturas “personales del fenómeno explicado.
b. La capacidad de utilizar el conocimiento en diversidad de contextos, especialmente
en contextos nuevos y demandantes, con el fin de resolver problemas y situaciones
de un modo innovador, creativo y flexible.
c. La capacidad de adoptar múltiples perspectivas sobre la realidad. Alguien
comprende en la medida en que tiene conciencia de que existen diversos puntos
de vista sobre cada realidad y que no hay un saber o verdad única y acabada. Esto
implica ser consciente de que el saber es siempre parcial y debe ser argumentado y
sustentado más que enunciado o citado. Como consecuencia, la persona puede
hacer y aceptar críticas, asume que todas las perspectivas son parciales y que
puede haber distintos puntos de vista válidos sobre la realidad.
d. La capacidad de empatía. La comprensión implica ponerse en el lugar del otro y ver
la realidad desde su perspectiva. Implica una salida del egocentrismo y conciencia
de que los demás experimentan y perciben la realidad de un modo diferente al
propio. La persona tiene la capacidad de colocarse en la perspectiva de los demás y
captar, al menos en parte, lo que otros sienten y piensan.
e. El autoconocimiento. Alguien comprende en la medida en que es consciente de sus
propias limitaciones y puede darse cuenta de lo que sabe y lo que no. Como
consecuencia, puede reconocer sus propios prejuicios. Por oposición, alguien que
no comprende no tiene conciencia de sus propias limitaciones y prejuicios ni del rol
que estos juegan en las propias opiniones.
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Aprender es abstraer el significado, concepción que implica que el estudiante
se da cuenta de que hay un significado por detrás de las palabras y textos que
estudia y que estudiar implica desentrañar esos significados;
Aprender es un proceso interpretativo dirigido a comprender la realidad,
concepción que implica que para estos estudiantes el conocimiento adquiere
sentido en la medida en que les permite “entender” lo que ocurre en el mundo
o lo que les ocurre a ellos mismos (si bien difícilmente el estudiante sea
plenamente consciente como expresarlo en estos términos).
Un estudio posterior de Van Rossum y Schenk (1984) indagó la relación entre estas
cinco concepciones de aprendizaje y los enfoques superficial o profundo que los
estudiantes adoptan ante las tareas de evaluación. El estudio encontró una clara
relación entre las dos primeras concepciones y el aprendizaje superficial, por un
lado, y entre las dos últimas concepciones y el aprendizaje profundo por otro. La
concepción del aprendizaje como adquisición de datos y métodos para uso
posterior quedó en una situación intermedia y fue compartida por ambos “tipos de
aprendices”.
Estas concepciones del aprendizaje, que originalmente fueron estudiadas como
“características” de los estudiantes, no son rasgos individuales innatos, que vengan
con la persona, sino que son, en buena medida, resultado de las experiencias
promovidas por el sistema educativo y por la cultura. El hecho de que un
estudiante adopte uno u otro enfoque está determinado por sus experiencias
escolares y por los mensajes que recibe de sus docentes y familiares. Por ejemplo,
la práctica de “tomar la lección”, que requiere estudiar de memoria, suele ser
promovida a veces desde el ámbito escolar y, muchas otras, desde el hogar, como
resultado de las experiencias escolares que en su momento tuvieron los padres.
Muchas madres genuinamente preocupadas por apoyar a sus hijos destinan gran
cantidad de tiempo a intentar “ayudarles” tomándoles la lección.
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REFERENCIAS
Elder, L. & Paul, R. (2003) La mini-gui ́a para el Pensamiento cri ́tico Conceptos y
herramientas. Fundación para el Pensamiento Cri ́tico. USA.
Facione, P. (2007) Pensamiento Cri ́tico: ¿Qué es y por qué es importante?
Guilera, Ll. (2011) ANATOMI ́A DE LA CREATIVIDAD. Universidad Ramón Llul, Barcelona.
Lozano, A. & Herrara, J.A. (2013) Diseño de programas educativos basados en
competencias. TEC de Monterrey. México
Penagos, J. C. y Aluni, R. (2000). Creatividad, una aproximación. Revista.
Reguant, M. (2011) El desarrollo de las metacompetencias Pensamiento Cri ́tico
Reflexivo y Autonomi ́a de Aprendizaje, a través del uso del e-Diario en el
Prácticum de Formación del Profesorado. Universidad de Barcelona.
Robinson, K. & Aronica, L. (2015) Escuelas creativas: La revolución que está
transformando la educación. Grijalbo.
Savater, F. (1997) El valor de educar. Editorial Ariel. Barcelona.
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