Politics > World">
Grado 15 Mason Libre o Consejero de Oriente Rev
Grado 15 Mason Libre o Consejero de Oriente Rev
Grado 15 Mason Libre o Consejero de Oriente Rev
Supremo Consejo
de
Orden Masónica Mexicana
1
GRADO DECIMOQUINTO
CÁMARA ROJA
Es la del Consejo del Palacio de Ciro, rey de Persia en Babilonia, y se
prepara con todo el esplendor posible.
En el trono real, tantos alfanjes como candidatos, y banda y
mandiles lujosos, pero no masónicos.
Los dignatarios de ella, como los de las antiguas cortes de Oriente, son
el monarca y sus siete oficiales, a saber:
2
CÁMARA AZUL
PRELIMINARES DE LA APERTURA
CÁMARA DE ORIENTE O ROJA
Colocados los dos Guardas con sus picas en la parte interior de la
puerta, el Primer General da un golpe con el pomo de su espada y
dice:
Pr.·. Gen.·.—Oficiales y Consejeros: el Gran Ciro, nuestro Poderoso
Soberano, nos ha reunido para fundar su CONSEJO. ¡Preparémonos a
recibirle y oír lo que va a decirnos y proponernos!
Todos se levantan y se colocan en dos filas para recibirle, con los dos
Generales a su cabeza.
3
llega, da un golpe con el pomo de la cimitarra, y haciendo el saludo con ella
dice:
Pod.·. Sob.·.—Salud a mis Oficiales y Consejeros.
Los presentes, dirigidos por los Generales, contestan el saludo con la mano
derecha o la espada, y toman asiento en cuanto lo hace el poderoso Soberano.
Los Guardas vuelven a su sitio, dejando la puerta entreabierta.
Pod.·. Sob.·.—Primer General, ¿cuál es vuestro deber antes de abrir el
Consejo?
Pr.·. Gen.·.—Proveer a su seguridad, Poderoso Soberano.
Pod.·. Sob.·.—Pues si es así. Primero y Segundo Generales,
inspeccionad los puestos.
Los Generales examinan la puerta, ven si los centinelas ocupan sus puestos,
avisan al Guarda exterior, vuelven a sus tronos y dice el
Seg.·. Gen.·.—El Consejo está libre de espionaje, Poderoso Soberano.
Pod.·. Sob.·.—¿Basta eso?
Pr.·. Gen.·.—Debemos también cerciorarnos de que todos los
presentes son Consejeros.
Pod.·. Sob.·.–– Aseguraos, Generales
APERTURA DE LA CÁMARA
Todos lo ejecutan
Pod.·. Sob.·.— AL.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·. bajo los auspicios de
los Soberanos Grandes Inspectores Generales grado décimo quinto del
Rito Antiguo Aceptado Escocés, reunidos en Supremo Consejo para
este grado decimo quinto y en virtud de las facultades que me han
delegado el consejo de Masones Libres...o Consejeros de Oriente
No..........., declaro abiertos los trabajos de este consejo. A mi,
Oficiales y Consejeros.
Signo y batería, diciendo el Poderoso Soberano al concluir y por una sola vez;
Pod.·. Sob.·.—Honor y gloria a los Representantes del Pueblo.
5
Todos.— Honor y gloria al Gran Monarca, que reconoce sus derechos.
Todos lo ejecutan.
6
seamos justos no esperemos a que la cólera de Dios se descargue
sobre nuestras cabezas. Un sueño espantoso me desconsoló la noche
pasada. De repente vi un león rugiendo pronto a lanzarse sobre mí
para devorarme. Huía espantado, cuando una brillante luz que salía de
los limbos de un triángulo resplandeciente, deslumbró mis ojos. Vi a
mis predecesores Nabucodonosor y Baltazar cargados de cadenas, y oí
una voz agradable que decía: LIBERTAD AL CAUTIVO O SERAS
INDIGNO DE REINAR, Y TU CORONA PASARA A MANOS
EXTRAÑAS.
¿Será este sueño delirio fantástico, simple efecto del Torcedor de mi
Conciencia, que me pinta a mis antecesores como criminales por
haber prolongado más allá de lo justo el castigo de un pueblo
extraviado; o la voz del cielo que me avisa el que me aguarda si los
imito? Vos, Gran Ministro de Palacio, Daniel, que estáis dotado del
don sublime de explicar los sueños, que interpretasteis justamente el
del primer Rey que conquistó a Judea y leísteis el letrero fatídico que
anunciaba al segundo en medio de la orgía el fin de sus reinados, ¿qué
decís del mío?
Gr.·. M.·. de P.·.—Poderoso Soberano: ese don no es efecto de
una sabiduría natural que deba envanecerme, pues no valgo más que
cualquiera otro, sino del favor del G.·. A.·. D.·. U.·. U.·. a quien a
veces agrada derramar sobre los débiles humanos un rayo de su luz
divina: ésta es la que me ilustra para comprender los decretos que nos
da en las visiones.
Vuestro sueño es exacto: la voz que oísteis es la voz de Dios, la
que os anunció al mundo la que os condujo a la victoria, la que os
hace dominar en todo Oriente. Esta os ordena libertar a los cautivos, a
los que hace diez semanas de años gimen en la esclavitud, y
devolverles sus bienes, reponerlos en su antiguo estado y reedificar su
Templo con
Todo su esplendor, porque estaba destinado a él, y el monumento que
se levantó a su gloria no respondía de la locura de los que le
profanaban con su fanática ignorancia. Las cadenas de que estaban
cargados vuestros predecesores, os indican que si ellos fueron los
instrumentos de que el Gran Arquitecto se sirvió para corregir al
culpable, sufren por su parte las penas de sus propios excesos, porque
el castigo no debe pasar de lo que merezca la falta, y nunca propagarse
a los descendientes. En fin, el león pronto a devoraros presagia vuestra
7
condenación si persistís en prestar oídos sordos a la voz del Padre
Universal del linaje humano.
Pod.·. Sob.·. — El ha hablado. ¿No creéis que debe ser obedecido,
Oficiales y Consejeros?
Todos. — Sí, Poderoso Soberano.
Este da un golpe, se levanta con todo el Consejo y dice:
Pod.·. Sob.·. — Que el cautiverio concluya y que todo hombre sea
libre en mis estados.
Baja la punta de su cimitarra y la levanta con viveza en señal de libertad, como
al hacer un saludo. Los dos Generales y los Consejeros presentan las puntas de
sus espadas y las bajan a tierra en señal de adhesión a la voluntad del
Poderoso Soberano, y luego las levantan con viveza de igual modo.
El Gran Maestro de Ceremonias saluda, sale, pone al graduado una cadena que
enlaza el cuello y las manos, dejando libres sus movimientos, y cuyos eslabones
triangulares partirán de los dos ángulos de otro mayor pasado por el cuello. En
seguida lo cubre con un velo de color ceniza y lo conduce a la puerta,
encargándole que de grandes suspiros. Si hay varios aspirantes, se colocan
detrás.
8
Seg.·. Gen.·.—¡Guardas, cumplid vuestro deber!
Uno de los guardas abre y pregunta:
Guarda,—¿Qué buscáis aquí?
El Gran Maestro de Ceremonias responde por el aspirante.
Zorobabel.—Hablar a vuestro Poderoso Soberano sí es posible.
Guarda.—¿ Quién sois ?
Zorob.—El primero entre mis iguales. Perfecto y Sublime Masón, y
cautivo por desgracia.
Guarda.—¡Vuestro nombre!
Zorob.—Zorobabel, de la estirpe de David y descendiente de Hiram y
de los Grandes Masones.
9
de rango y cautivo por desgracia, que pide echarse a vuestros pies para
que le concedáis su libertad y la de sus compatriotas, así como el
permiso de reconstruir el Templo del G.·. A.·. D.·. U.·..
Pod.·. Sob.·.—¡Si tan justos motivos lo conducen, dadle entrada y
descubridle el rostro!
Pr.·. Gen.·.—¡Segundo General, el Poderoso Soberano permite entrar
al cautivo con la cara descubierta!
Seg.·. Gen.·.—¡Guarda del Consejo, descubrid el rostro al cautivo y
dadle paso!
10
Pod.·. Sob.·. — ¿Podréis privaros a vos y a vuestra nación de tantos
tesoros sin conmoveros? ¿Insistís en rehusar vuestra libertad y la de
los vuestros y esos caudales que os permitirán reconstruir el Templo?
Zorob. — Sí, Poderoso Soberano.
Pod.·. Sob.·. — Unís a vuestra terquedad una audacia inconcebible!
¡No más consideraciones! ¡Veremos si vuestro cuerpo resiste los
tormentos como vuestra alma los reclamos de la Razón! ¡Guardas,
hacedle devorar por el fuego!
Así que los Dignatarios están en ella, los guardas dejan sus picas, y
armados de alfanjes se colocan en el puente. Entonces el Gran Maestro de
Ceremonias conduce al candidato con otros miembros a la subida del puente, y
al pasar los asaltan y simulan un combate en que Zorobabel queda victorioso,
mas pierde el mandil y la banda; cuando llegan a la puerta del Consejo del
Sanhedrín, el Gran Maestro de Ceremonias le hace tocar como Perfecto y
Sublime Masón. Ninguno contesta, mas el Guarda del Pórtico dice:
13
Gr.·. M.·. Cer.·.—Un liberto que desea ver a sus hermanos, pues trae
la libertad a los restos infelices escapados del cautiverio.
G.·. del P.·.—Venerable Maestro Segundo Gran Vigilante, es un
liberto que quiere ver a sus hermanos y dice que les trae la Libertad.
Seg.·. Gr.·. V.·.—Venerable Maestro Primer Gran Vigilante, es un
liberto que quiere ver a sus hermanos y dice que les trae la Libertad!
Pr.·. Gr.·. Vig.·. –– Muy Ilustrado Maestro, es un liberto que quiere
ver a sus hermanos y dice que les trae la Libertad!
M.·. Il.·. M.·.—Hermanos míos: creo fundada la noticia, pues han
corrido las diez semanas de años que debía durar el cautiverio. Sin
duda llegó el día de la reedificación; no desatendamos tan precioso
augurio.
Venerable Maestro Primer Gran Vigilante, preguntadle su nombre,
país, edad, y pedidle pruebas de lo que dice
Este se levanta y desde la puerta pregunta, respondiendo siempre el Gran
Maestro de Ceremonias por el graduando.
¿Cuál es vuestro nombre, hermano mío?
Zorob.–– Zorobabel, hijo de Salathiel (dispersión confusiones)
Pr.·. Gr.·. Vig.·.—¿Vuestro país?
Zorob.·.—Está más allá del Starbuzanairio al Occidente de Asiría.
Pr.·. Gr.·. Vig.·.—¿Qué edad tenéis?
Zorob.·.—Cumplí las diez semanas de años de cautiverio.
Pr.·. Gr.·. Vig.·.—¿Y qué me traéis?
Zorob.'.—La Libertad y el permiso de reconstruir el Templo.
Pr.·. Gr.·. Vig.·.—¿Qué pruebas nos dais?
Zorob.·.—Todas nuestras riquezas, las donaciones de Ciro y este
alfanje para sostener nuestra Libertad y nuestros derechos.
El Primer Gran Vigilante se dirige al centro y dice entre los Valles.
Pr.·. Gr.·. Vig.·.—Muy Ilustrado Maestro. Es Zorobabel del país más
allá del río Starbuzanaí, que ha cumplido las diez semanas de años y
nos trae la noticia de nuestra libertad y el permiso de reconstruir el
Templo, y por prueba todas las riquezas de nuestros antepasados los
dones de Ciro y el alfanje con que debemos sostener nuestros de-
rechos.
M.·. Il.·. M.·. — Hermanos míos: cesó el cautiverio, acabó nuestro
sueño doloroso. Ese hermano es el príncipe de la casa de Judá que
debe levantar nuestro Templo. Que sea admitido entre nosotros y le
14
reconoceremos por Jefe de nuestros trabajos si su pericia iguala a su
nobleza. Recibamos a Zorobabel en el Gran Sanhedrin de Jerusalem.
Da un golpe en el trono.
M.·. Il.·. M.·. — ¡En pie y al orden, Venerables Maestros!
Todos se levantan y ponen al orden: Zorobabel entra con los hermanos que le
acompañan, y quedase en el centro con el Gran Maestro de Ceremonias y los
otros candidatos.
Gr.·. M.·. de C.·. — ¡Honor y gloria a los Jefes de Jerusalem!
M.·. II.·. M.·. — Gran Maestro de Ceremonias, referidnos cómo
habéis obtenido nuestra libertad.
Gr.·. M.·. de C.·. — El día del septuagésimo aniversario de la
destrucción del Templo, Ciro permitió a Zorobabel que entrara en el
Consejo, y conmovido en nuestras miserias, le concedió nuestra
libertad y el permiso y los medios de reconstruirlo, devolviéndole
todas nuestras riquezas. Le nombró además miembro de su Consejo, le
condecoró como Sátrapa de Persia y Virrey de Judea, y le armó de esa
cimitarra para que defendiera su libertad y la de sus hermanos y nos
enseñase a sufrir antes que perderla.
Vino escoltado por su orden hasta los confines de la Siria, mas
apenas llegó al puente que la separa de la Judea, le asaltaron al pasar
el río. Salvó los 42,370 hebreos que le acompañan con sus bagajes, y
ahuyentó a los enemigos, perdiendo en el combate las nobles insignias
de que le condecoró el Poderoso Soberano.
M.·. Il.·. M.·. — ¡Sentaos, hermanos!
15
los cuerpos lo reconozcan y distingan sus oficiales respectivos. Sé
que veréis como yo, en lo ocurrido, la mano de la Providencia. Ese
puente que atraviesa el río es el de la Libertad del Pueblo, como lo
indican las letras L. D. P. Sabed que el que no combate por ella no será
nunca digno de adquirirla.
Para conservarla seguiremos los consejos del gran Ciro,
proclamando la LIBERTAD dE LA PERSONA y el derecho de cada
uno a defenderla; y al levantar el nuevo Templo reemplazaremos las
ideas de Poder y Autoridad por las de Trabajo, Igualdad y Valor;
concepciones que fecundan el Progreso mientras que las otras
precipitan en la esclavitud haciéndose pasar de conquistados a
conquistadores.
Que el mecanismo de los poderes políticos deje el puesto a la
organización de las fuerzas productoras y que de hoy más Israel se
ocupa en desarrollar los principios de la riqueza que germinan en
nuestro territorio, en convencernos de que no hay fuerza sin unión y
sin respeto a la voluntad de la mayoría, pues siempre la opinión
particular ha de ceder ante la general, porque el bien publico, de que
ésta cuida, es inseparable de las personas; y en hacerlos a todos
sesudos para el Consejo y audaces para la ejecución, ilustrando la
Conciencia y desenvolviendo el poder físico que asegura las garantías
de los ciudadanos. Para eso habéis conservado vuestro alfanje, y os
felicito por haber perdido los otros dijes al pisar nuestros umbrales
arruinados. Que cada uno sea un ardiente adalid el día del combate, y
en la paz Juicioso legislador, trabajando para sí propio y para los
demás y en vano el infierno de la ambición lanzará de sus antros
usurpadores atrevidos. Sus ejércitos desaparecerán en nuestra
presencia como los bandidos de la noche a los albores de la mañana.
Ahora decidnos, Gran Maestro de Ceremonias, ¿cómo movió Dios a
Ciro a libertarnos?
Gr.·. M.·. de Cer.·.—Por el sentimiento innato de su Conciencia, que
le revelaba la iniquidad de esclavizar a sus semejantes, lo que aquel
gran rey expresó en la parábola de un sueño milagroso.
M.·. Il.·. M.·.—Hermanos míos: hemos arrastrado las cadenas de la
esclavitud durante setenta años, y lo hemos merecido, porque
olvidamos las sabias leyes de Salomón, y los Ignorantes, los
Hipócritas y los Ambiciosos echaron del Sanhedrin a los que
proclamaban la Libertad Religiosa y los Deberes del Pueblo. Las
16
tribus se destruyeron entre sí, y solo las de Judá y Benjamín
sobrevivieron al cataclismo, para verse a su vez presas del más
desastroso fanatismo; la esclavitud fue a condición que impusieron a
los vencidos idolatras que no inmolaban! Fuimos también criminales,
y el G.·. A.·. D.·. U.·. nos ha medido con la misma vara con que
medíamos a los demás hombres. Le ofendimos destruyendo su obra y
le insultamos envileciéndola.
INTERROGATORIO
M.·. Il.·. M.·.—¿Por qué os entregó al gran Ciro un alfanje al
libertaros, hermano... ?
18
JURAMENTO
Yo ....................... creyendo que lo que promete un hombre que un
hombre de su Razón y de sus cinco sentidos, sin que ninguna fuerza,
poder, temor ni violencia humana le obligue a ello, debe ser un eterno
compromiso del que no puede separarse a Menos de convertirse en un
ser sin Honor ni Conciencia, voluntariamente me obligo a no revelar a
ningún profano ni hermano inferior en grado les secretos de los
Masones Libres o Consejeros de Oriente, decimoquinto grado del Rito
Antiguo Aceptado Escocés, a menos que para ello se me faculte. Juro
impedir solo o en unión de mis hermanos por cuantos medios me sea,
posible que ninguna persona abuse de su autoridad para envilecernos
reducirnos a vasallaje o esclavizarnos. Juro trabajar en el fomento de
la Riqueza y por el bien común y no permitir se inquiete al hombre en
su persona y bienes, ni se les despoje de sus haberes en todo o en parte
sino en los casos y con las formas que la ley demanda; y quiero se me
tenga por un vil si falto a lo que ofrezco bajo palabra de honor y de
Masón! que el G.·. A.·. D.·. U.·. me ayude!
¡Así sea!
M.·. Il.·. M.·.— AL.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·. bajo los auspicios
de los Soberanos Grandes Inspectores Generales grado décimo quinto
del Rito Antiguo Aceptado Escocés, reunidos en Supremo Consejo y
en virtud de las facultades que me han delegado el consejo de
Masones Libres...o Consejeros de Oriente os creo nombro y cons-
tituyo MASÓN LIBRE o CONSEJERO DE ORIENTE, y miembro
activo de nuestro SANHEDRIM, a vos.. .
¡Sentaos hermanos!
19
Hermanos míos: la destrucción del antiguo Templo y nuestra
expatriación han causado desgracias tan rigurosas, que hemos temido
que el cautiverio y las desdichas contribuyeran a corromper a los
Masones y a relajar los vínculos de nuestra unión: y así, esperando el
instante prometido, retirados a lugares secretos, libres del yugo de los
tiranos, los más puros nos disponíamos como buenos artistas para el
trabajo, fortaleciendo el cuerpo con el ejercicio material y
desarrollando con el estudio la inteligencia. Cada uno de nosotros pule
su palanca, desbasta su piedra y perfecciona sus medios. Dirigid una
mirada en derredor, ¿y qué veis? ¡Peregrinos!
Para levantar el edificio desde la base, sólo nos ha alentado el afecto a
nuestros hermanos, y nos ha sostenido la confianza en la perfección
del hombre.
¡Cuánto tenemos que hacer para cumplir nuestra misión! ¡Ved a
qué extremos estamos reducidos, y la desolación que reina en la obra
más grande de los Masones! ¡Los muros arruinados, el altar abatido,
los territorios devastados, y el temor y la desconfianza entre los
obreros! Pero, en fin, llegó el tiempo de la acción, y el lauro será tanto
más glorioso cuánto más difícil la empresa.
Zorobabel tan grande empresa os estaba reservada, la obligación
que acabáis de contraer nos asegura el resultado; necesitamos de un
.jefe que nos defienda v guíe en los trabajos La cimitarra que poseéis,
y que supisteis conservar en los combates, nos garantiza lo primero.
Venid a tomad la azada y a recibir las instrucciones que nos aseguren
lo segundo, pues tenemos a la vez que producir y conservar lo que
poseemos o consigamos con el sudor de nuestra frente.
22
M.·. Il.·. M.·.—Para que cumpláis tan sagrada obligación, anunciad,
Venerables Maestros Primero y Segundo Grandes Vigilantes, que es
mi intención cerrar los trabajos del SANHEDRIN
Se anuncia; da seis golpes, por uno y cinco, que repiten los Grandes Vigilantes
y dice:
Todos lo ejecutan.
M.·. Il.·. M.·.— AL.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·. Bajo los auspicios
de los Soberanos Grandes Inspectores Generales grado décimo quinto
del Rito Antiguo Aceptado Escocés, reunidos en Supremo Consejo y
en virtud de las facultades que me han delegado el consejo de
Masones Libres...o Consejeros de Oriente declaro cerrados los tra-
bajos. ¡A mí hermanos!
M.·. Il.·. M.·.—Id en paz, hermanos; pero antes jurad guardar silencio
acerca de lo ocurrido en la sesión. ¿Lo juráis?
Y se retiran en silencio.
FIN
23
24