WB - La Dialéctica en Suspenso PDF
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Wa!ler
L~dialrctíca en susp..:n;;o [texw tmprcsoJ
Benjamín: Pablo Oyarzún Roble;. !traJucwn
LO~! Edicione~. 2009.
!6X p 14x21.5 cm.· íl <>leceic)n Sm::!ulat Plural)
!SGN 978-9:>6--00-00fil.tJ
Edicíún
LOM Ediciones
Primera edición, !996
Segunda edición, 2009
I.S.B.N. · 978-956-00-0069-9
T d:".Ice
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l\, 11
.\ ¡JJ<illera de introducciún
F;,ctJCídad
Nc.·Licia preliminar 85
'·'"-·'""-"'-V·' sobre teoría del conocimiento y
87
teolúgicupoliticu>
141
Cuatro señas sobre
Eduard el
experiencia, h·istoria y facticidad
!Primer
El apelativo no viene de Benjamín, que limitó,¡ tJtular sus , mas cincurlsp•ect.)mente, con el
t•nunciado Sobre el concepto de historia, qtlt' respetamos dlJllÍ. Por lo demás, de íondo
qtw invitan desechar ese apelativo porque no corresponde al -,tatuó de la
reflexiones. que, antes que epítomes de: un salwr cit•rh), tornas de pn;.~eión
li1 lucha, no integran un cuerpo que pudiere llamado, sin fractura, una "filosofía dt· la hístoriu-,
Algt• trataré de insinuar propó;.ito dt~ esto en la lilllma de estas
i\1 hablar de ese m o\ imiento no me refiero exclusiv~~m~'mc a el aunque transform<l su indole;
ric1adts estilísticas o retúricas de Benjamín, ni siquiera L, cc~n<Klbl,e.
que inevitablemente lleva
de sus Trato de dludir a lo que podríamos llamar su favor de la instalación conocimiento en
a la de método que dd~nc ia inscripción ahsoiuló1l11cntc sin
original, de este autor. Es una caracterísüca esencial dd pcnsarnicmo de 13-:n- del conocinliento el concepto ben¡amíniano del
jamin proponerse tareas cuya calidad de irrealizables s:::r e:-:t::d"kcíd<l a método pue-;to que la \'OJuntad de conocer, sin
priori. Con esto queda definida ÜliDcchatamente su dd cual n<) r;;oJ< 1 d método, sino el conocer mismo no :.;er
método en filosofía. :Mientras que éste ha sido tradicionalmente conccbJdu en Et, nr de la insustituible singulandad de lo conocido---·, dicho concepto,
corno el saber acerca de los y procesos en vinud Je los CL:alt:s pues, la arbitraria unilateralidad de la estableciendo
puede decidirse la posibilidad de resolución de los el dnculu indisociable, aunque infinitamente frágil hecho de tiempo),
--\' es, por Jo tanto, el fundamcntt l formal de la unidad eh: lo:, de vcrcbd La fundarncntal de este vinculo asi tambii~n
IJ'.-'c'.''n~.,J del conocimiento en una esfera \ILlcLHll--. e~ tos
su:•m11cac1o de una tti dndicaciún d:..~ los fueros de la materia
cotwicción profunda alojada en esta actitud hacia el mérudu ataúe c-:scncL-d- reclamar t')ara si la verdad. e·st,')" ,
yue dchnc
meme a la idea de verdad que éste implica. La concepción tradicional del al conocer como una de rescate, la que a la redención
método consiste en la proyección y aseguración de la vcrdaJ de ios conocí· como una Calegoria, la rnás a]ra, del conocer. EJ verdadero conucimienro
mientos que hace accesibles. Esta idea, desde el punto de vist;.< el e< mocimiento redentor.
es unilateral, en ]a misma n1edida en que es, literalmente, arl.Jilt:aria: b:c~ce
depender la \-erdad del albedrío pro~·ectivo del método. De este no
Experiencia
aferra la verdad, sino más bien la representación que se hace de de ll) 17 la indicación de Gershom
se propone en sustitución de lo conocible. La idea dommante dci mctodu redacta eJ ensay< J Jolm~ de J!nlirlem. J Se trata
propia de una filosofía asimismo dominante se limita a preconcebir la \'erdad cumu lu marca expresamente el título, de un texto que bu~ca definir ]a~~
; la ~edida de su representadón, es decir, de su intenciún, de su ,·o] untad de tareas fundamentales que debe asumir la reflexión filosófica contemporá-
verdad, olvidando precisamente aquello que una vez -y otra, y otra-- ha nea para proyectarse históricamente a partir de la apropiación critica de
despertado esa intención: un azar, un peligro, un presentimiento, una obs- su esencial. La cla\·e del programa estribn en el propúsito de
tinada aspereza de Jo real. En ese olvido prevalece, flagrante, la injusticia. unit1car la exl.~~C11CJia oe
1
1a 1egmmacton
·· ·/ d· el conocimiento con la
Pero en la patencia de la injustícia se eclipsa la propia \"en.iad. Quizá demanda del concepto de la experiencia. De otro !nodo pudría
decirse que el gn:n-e asunto de esta obliteración es el que vibn: sin falta en decirse: L \ inculación de la más estricta con
la convicción profunda que anima al pensamiento de \ yue va se el ron/mido intensivamente nlás rico en determinaciones. En la medida en
expresa tempranamente en su debate contra la determinación intencional que la de pureza ha encontrado en Platón y en Kant ~us ~dtísimas
del conocimiento, un debate que permanece a todo lo de su obra: la mstancias ---\· sobre todo en el últüno 4- , el problema crucial se concentra
Ycrdad requiere la "muerte de la intención". 2 Por cierto, e~ta especie peculiar
pp. 157-171.
. . ei eje tcúricu del "Program¿1". Platón lo menciüna(h• cpí-~temoníticu" al
2 Cf. ,¡ "Prólogo epistemocritíco" al Ungen del drama l>arroco alt'lllilll ( ;__¡r~¡n LitiS d,•¡¡f,chcn n,.,:.;<'n 1U d 11111111 /1{/l lO< o alemú11 En ésk gr.;vita tambit'n un tercer nombre ino,oslapble: Leibniz· ,,¡
1h1Ucrspiels, 1925, en: Walter Bt>njarnin, Gcsanwicltc Scl!riftcn IG. 5.), 1-1, 216; cf., en c:Jstdlano, Ori¿;en . gr .111 flklsol_. del racion.;hsmu aporta el esquema íundamental para la cun 1prensiú1; dt:· ].¡ ''idea" ~o~
Traducción de José Muñoz Millanes. Madrid: Taurus, 1991 ): "Ln jamás ertra en una relación, tennJ m~nc~doJogJca, gue seguirá ejerciendo una influencia fascinante en el Benjamín de las "te-
v especialmente no en ninguna relación intencionaL El objeto del conocimiento, corno uno que está . aprupos!lo de su nocién de la "imagen dialéctica". En cada caso, se trata de un;¡ forma legal del
dPterminado en intenci6n conceptuaL no es la verdad. La verdad es un ser liore dP intt>neión con· r~mo~nrue¡~lu yue no,. ~onstituye por extrapolación de lo que consta empiricanwnte, lo cual ja;nás
formado de ideas. Por el comportamiento conmensurable con ella nll es un mentar en el con~)cer, P ld~l<~ :Jcr~ dJta¡ d la verd,id en su ser, smo, cas1 a la m versa, una forma que conforma, que configur¡¡ Jo
sino un absorberse v desaparecer en ella. La verdad es la muerte de la intención". Y, como prueba de empmLo. No lOmo un mentar que encontrase su determinación por medio de la t>rnpiria, sino como
!a permanencia de esta idea, v. infra, en los Fra:.;mento~ de teoría del conoCIIIIÍ('Ille y teoría del prosrcso, el el poder '-JUL prnm:•amentc acuña];¡ esencia de esta empirla. subsiste (/¡,•slcht) lt'rdad" (C. S., J-1,
fragmento l'\ 3, 1.
8 9
en la cuestión de la
es la eslix::cllJCJcia,d
a la filosofía del ""'~'""''ntP
como el dechado de la Pvn"',.",,..,r,é\
pn 1fundidad?
más alto"
cariedad de
que
tiene en la física newroniana su modelo más acuñado. El correctivo que (.j1Jt: dicha nnente<...llt:lCJoE
premedita Benjamín consiste en referir el conocimiento al 0o que puede constituirse el ''-·''"-'c'•'il\..
va Hamann había intentado en en concebir la para h determinación de tales caracteres?
esencia lingüística del conocimienro. I:sro implica, a su yez, rescatar también <~rientaciúnprebminar indispensable parece ofrecerla a<..¡uí L1
al lo que efectivamente intenta fundamentales <..:¡uc el f-11<
de 1916, y 1
modelada por el mecanicismo se l. El primer rasgo ha sido establecido sistemáticamente pul J\rist<'ltt:le;-;.
de la palabra a valor de cambio en el contexto de la "comunicación": me- inscrita como mon1enro en el devenir 1 del
canicismo y mercantilismo son dos aspectos cie la misma constelaci<)n.(' El de sus caractedsticas cst ructurales.
concepto de experiencia retlaborado de este modo encuentra su dominio Se trata de un rasgo hasta cieno punto puesto \.jU<: l< dos
y su esquerna más deYadn en ia religiún, en la medida en que ésta se componentes <..¡ue lo dd1nen parecen no a~'enírse de buena~,~~,...,,....,..,......"
da -según ensetl.an esos mismos ensayos- la relación más pura con la néticarnente la se debe a la rff.wlthtiúlr.ut
esencia dd "Y con esto se deja aprehender la exigencia a la filo- ele la memoria: de JmHbo.r recuerdos nace Nlhl expe:nc::ncia
sofía venidera, por fin, en los siguientes términos: sobre la base del sistema su estructura de conocimiento, la e~~ el sabt:r de lu
kantiano, crear un concepto de conocimiento que corresponda al concepto mi:'!l tón kt~!b 'békaJton Desde el punto de
7
de una experiencia de la cual el conocimiento sea doctrina". A propósito de lo gue agui se define es la cantidad cognitiva de lo Pero no
la cuestión de la experiencia, queda prefigurada, pttes, con estos términos, hemos de perder de vista la temporalidad inherente a noct<'m, qut, en
por primera vez la relación peculiar de filosofía y teología que ocupará las virtud de la repetibilidad
reflexiones de Sobre el de biJtoria.f>
p. 216). La diferencia que aquí se msmúa entrt> emp1ría y experiencia es esencial parad "Programa",
\'al<>r de re.n¡·)r1fT>t•"ntn
como se pocira colq:nr de lo que sigue. J<: sus sen·ir de criterio para b decisHm a
e G. ll-1, p. 160.
" ÜIJCr SpraclJc iilwrluwpt 1md iiller die Spmch· des Mcnscl11'n, ll-1, pp. 140-157, y Die Aufl!ai1C d~·~
presenta en el presente. En esta cabe dee1r
Ühersetzcrs. IV-1, pp. 9-21, red¡¡ctado este último como prólogo¡¡ la traducción de los Tt1blea!IX lja se resuelve en la forrna t:sencial <..¡ue b ··"'···",,.,,~,..,, . ,,
parisiens, pertenecientes a las Fleur:; du mal, dt> Charles Baudelaire. A propósito del tt>ma rozado ¡¡quí,
me permito remitir mi "Sobn' el conct'pto benjaminiano de traducción" (publicado original- asllme como cc•rHXJIJTiltltlt<1, y la cual denominar ];: forma el<:
mente en: Seminarios de 6: 67-10'1, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1993; recogido la familiaridad.
en De lenguaje, hísf¡•ria y poder. Die~ ensayos <;¡</nc _filosofía colllcmporánca. Segunda edición ampliada.
Santiago Teoría, 2006, pp 153-196).
7
G ll~J, p 16H.
" La cuestión dl: la historia estaba ciertamente en el horizonte de este "programa" temprantl. En una
carta que envía Scholem el22 de octubre de 1917, y cuya se<:uela es, prensamente, ese texto, señala
ljUt' comparecer el temil del devenir histórico del com>cimiento que la doctrina lleva a su re!:>oluciún"
Benjamín: "]unto a algunas cosas adventicias e interesantes creo reconocer ahora [que]la última razón
(W. Benjamín, Bricfe. von. Ger!:>hom Scholem und Theodor W. Adomo, Frankfurl/M:
que me ha remitido a este tema [estriba! en que siempre la última metafísica dt~ una intuición
Suhrk,m>p, 1966, pp. 149~ 152). mismo menciona el propósito dt' dís<~rtacion sobrt' "Kant
filosófica quiere ser realmente habrá manera más clara en confron-
)' la h1storia", que no llegó realizarse.
tacion con historia; en otras palabras, es enl¡¡ filosofía de la historia donde tendrá qm' emerger del
'J Arístotele~. :\!Jet., A. 1, 9R1
modo más claro el parentesco específico de una filosofía con la doctrina verdadera; pue;;; aquí tendrá
11
lO
_'7 dccir.::;c que h car:u·tc"tÍSt1ra se put-s -hdelidíld a la estructura esencütl de
dd análisis modo de ser Je lo singular. Si su ser esencialn1erm: Podtiuno'; llamar 1::~ car;:¡~~terísrica en que esta estru~~um
en su presentación -en su ocurrencia, su entone~~ '""!·"""""'·que dcfirH: la cualidad dd expericnci.n mismo,
constitutivamente contingente. Aun cuando lo que se. elemental de la plena presencia:
a partir de una regularidad evocable de ente supone
lu ésta no la autocertificación
pronústico de su no exceptuada
de Jo singular marca una eficacia (k ruptunl dd presente
resrimonial.idad: tai seda un posible
que Jo yuche inadministrable por 1o consabido. Estt: el instame de na-
detc·rminant<'S del concepro heredado de
cimiento del que quiere hacer justicia al senódo enfánco de
s1 nn han sido descritos, en suma,
L<Ulll..lll''-, en el momenro de ruptura, en
<-1ue h;tce tudu:-; ell( 1s la domina
que el conocimiento
y un sentido de identidad. Con
su materia. l ,a ""'''~,,.,,.",.,,, En términos
me p<lrecc, la pnmicia de concepto t¡uc dt·
nnc'lvu.,, se trata de la cual!daci coguiuva de lo e:'•l''· • · ,._ ... :.~~,
tanto una versión empirista como una trascendental. Desde un cierto punto
de \·ista L]Ue no es del caso discutir ahora, me inclinaría <l decir que ha sid· •
esta última (es en Kant, y p:articularmente en la CtiJúa rk la
la pregünta por el acceso fiel a la
dond;: la idea alcanzó su máxima agudeza y que, en cnnsccJlenci:l,
<j,>•h.n·t''-,>~F'i>•> -como el acontecer de Jo a su >-.~<<v>.'"«
carácter temporal de la experiencia enseña alli su punta más incisi\Tt: donde
darse. Pero la solucic)n de consistente en
se reo mocer el factor de la repeóción, se muestra t•na di fcrenci:-1 que
exnenencw YJVJda, no parece ser
nP puede ser suprinlida, y en ,·irtud de ella el presente b se
insistencia la potencia dislocadura
prueba más corno la irrupción de un futuro aún no conocido que como la
)',en su núcleo, lo indeleble de la muerte: la signatura de
confirmación de un presente que se prolonga desde el Con
temporalidad que ésta inscribe en el ser. Si la experiencia ha
la circunscripciún kantiana de esta de esta rup!ura, no insiste en su
de suministrar las significaciones densas que la doctrina tiene que construir
potencia más bruscamente dislocadura y extrar1ante, sino en su fuerza para
es preciso admitir que es la diferencia de la muerte la que
ampliar o para abrir el espacio de lo familiar, la casa del sentido.
instinn" ln que acaece en el ;tmbito de la idealidad. Sobre ella y su eficacia
3. La tercera característica ha sido elaborada sobre todo por Hegel, dice Ltn pasa¡c decbivu del
y concierne al de h experiencia: al Se trata aquí del muchas 'eccs citado:
~econocimiento yue Hegel dedica, a despecho de roda critica
en todo lo que ella tiene, desde un comienzo, de imempestivo,
al "gran principio" del empirismo, y que consiste en sostener lo '-1ue
1
Ldlido, se acuña en un rosrro, no, en un:1 c:tlavcra. Y si bien es
es Yerdadcro tiene que ser en la realidad y existir en L1 '' L:·,te
verdad que a ést,l le falra toda libcnad "simbólica" dt la expresión, toda
principio objct1Yo, el cual la filosofía solo conoce lo que efecti•:amente armonía ct!sica de b figura, todo lo humano, !sin no solo la
es, y no lo que !T1eramente debe ser, tiene un lado de acuercio al
n;H•Jr:dLí::l de b exi"tcncia humana sin más, sino la hiswricidad biográfica
cual "e] hombre debe ,·er por si debe saberse as! mismo presente en
de un individuo se expresa como en ésta, su figura natural más
aquello que ha de permitir que en su saber". 11 El ,·igor del en;pm~>mfJ decaída. es el núcleo de la consideración de la exposición
de la historia como historia sufiieme del mundo; ésta
'"C. w. F. HegeL Fnzuklo¡u;dtc dcr ¡>hilosoplw;chen i\-'1Ssr115cl1ilftcn, LB,~ 31' (Hamburg: :elix ~eineL 1969,
iUI.I\Jdlld,
p. 65). Cf., acerca de lo que enuncio en este tercer punto, mi artículo "Un aptmlt' sobre e' co:l.:('P'-'' solo en las estaci~ncs de su c<ifda, A mayor significación,
expe;'Íenci¡¡ en J¡¡ Enciclo¡1edm de Hegel" {rn: f\tTISifl de 1-iumamdadc::,, (2004]: pp.
ll 1/lid.
12 u
mayor caducidad morral, ptHquc
funda la
naturaleza desde
~~''''<rt'l.nr·cl desde siempre.
la diferencia
en que consiste ese tiempo, es la instauraciún de la historia com() desndlt:iltlt ser tíeslg.nact<)
-por lo menos virtual- de la significancia en el seno del devenir térmirHJ enmlteado ocasionalmente por el Benjamín maduro: el ser
marcado por su destino cadente. Pensar la historia en su Yerdad supone, alteridad radical como aquello ha de.terminado irre~
pues, asumir que la muerte es la n< ldriza de esa en cuanto gue rubrica al capital de mi saber presente,
el carácter de lo oc que, en virtud de su débil ser, es de
lo acaecido -no lo que redondamente , sino lo e¡ue "fue", lo sido-. un marco cateJ[on:.u.
Pero, por eso mismo, pensar la n~rdad histúrica de esro Hr'"''''""".-, maduro
sido, mantener desde el saber de su .. ,.,LIUIL1'"'"'u. de vuelco alucinatorio yue no va
a la significación, CU\ a cifra -como se arguye en esa obra y en Jos escritos centro místico de lo religioso, sino de la experiencia puramente fronteriza
sobre el lenguaje a que aludí rnás atrás- es el nombre. del despertar. Sobre sobre la temporalidad in(p.tietante (JUC la vincula
b función enlinentemente histórica del vale la pen:~ citar dos
+•··c•rr•-nr>·nt-r•c de L-t:l Obra de /oJ
como el instante de 1a -aquello (1ue, sin ser
tema de experiencia, es, sin su condición irrevocable, la condición El copernicano de la visión histórica es éste: se consideró tlue el punto
de su temporahdad--, t¡ue rornpe de antemano su articulacíún \ io "sido" se vio al pn::sente empeñado en d conocimiemo,
convierte lo que: habría sidt l el can1po continuo de desphegue del por Ahora debe invcrrirse esta relación. y volverse
encrucijada del inevitable. Instala la esencia de la en lamm1 lo sido inversión J-.c,,,,,,"''' dialéctica, ocurrencia invasora de la
nencia del peligro J.J Probablemente sea el atisbo de este vínculo lo conciencia despertada. La polícic<l ohriene el primado por sobre la historia.
que Hevaba al joven Benjamín <l la religiosa c< ll11<) para~ hechos st convicnt·n en algo que acaba de salirnos al paso, csrabkcerlos
digma de profundidad: no consistiría esta últírna en la confiada acentuacic)n d asunro del recuerdo. Y de hecho el despenar es el caso ejemplar dd
de la identidad del cognoscente, sino en la dislocación aguda del en recuerdo: d caso etl que nos cae en suertt acordarnos de lo nds
virtud del acceso de lo Otro, h1 conycrsión cid cieno de sí,. asentad< l
otro, sabedor de la caducidad, no quiere decir , "abigarrado", sino, corno acabo
reflcxilmes bení<umnianas sobre la experiencia que evocamos aquí tendrían indispensablemente quP
por eso mismo, pero fervorosamente tenaz en el cuidad<) de la ser complementadas con lo que dice en ~:•1 ensayo Erfa/mmg ur1d Armut ("l:xpt:rienciH y pobreza"),
escrito en 1q:¡3 (cf. G. ll-1, 213-219).
G. S., 1-1, p. 343 "· Pw?f' ilquí nn piensa la la trascendencia de una divinidad ultramun~
14 El vínculo etimológico entre Erfahnmg v Gefahr, sustentado en la significación defalnrn, "ir dt' YÍaJe'',
dana, sino, más bien. lo que habría que llamar la inminencia: vórtice de la temporalidad de la
da también entre "experiencia" y "pelígru" (pcnculwn) cxpcricnCJil.
14 15
lo más banal, lo que llH.:ntc de la alteridad-- com ergen,
experimento del cambio de bs wmblr:s tn b bcnjaminiano
Bloch reconoce corno la o:;cur!t.iad del imcante vívido,
lo que el Nombre .
un sabc1 -aún-ilO··consci.:.:n re
cuya promociÓn
l, 2J de las "tesis", refiere la hiMoria dd mutl.ecu
un amómata simulado, con el cual ib~1 éste de ciudad
Hay una experiencia tot~dmen~e única de la ciia[é'ctic.:. quisiera probar sus dotes en el d<:'
coactiva, drástica, que rcfma rvcb ''consumacit·•í" (" "'"''"'''ri'·' mitad del XV ill. La elata no e~ indife·
venir y demuestra todo ;;p~'rulti..: c:1r1w inw;cj;\n diaiécricl de la modernidad
eminentemente compuc~ta puma
Para el esquematismo dialéu;<:(, que csi<Í
·chinos, a menudo, han de •...,,.,,.iilnt,, de von
una expresión altamente gráfica. El nuevo método dialécrico de la hisw- consiste la mat¡uinaria, sino en la mimesis. Como autómata, el muüecu
mundu de ul!'1U úaude. Claro <-¡u e se ha requerido de una ingeniería de par.1
la vigilia, al cuaJ, en v~:rdad, se refiere todo sud1o ;:¡j qne denomin:nnns manteniendo a en su escondite, al enano
algo sido. ¡Exp-::rimemar lo sici,) en f(úJtrdo onírico! ha necesitado instalar también un dispositivo de marioneta p;:ril
-Por lo tanto: recuerdo y despertar están de b m;J.r:;:rJ se-cretamente al tieso monigote. La técnica no e5.d ausente, aunque
más estrecha. El pues, el di;¡léctico. copertliCtlW de servicio de la ilusión. Como simulacro de un el
remembranza turco de es la mimesis anticipadora de una uiiirura récnica
[K 1, t<Hhd;1 pero cuya imposibilidad -para rr1ayor asombro--- es
encubierta y compensada mediante un juego de ilusiún: un truco. Visto
de la historia de la técnica, este dispositivo está en
No cesará Benjamin de laborar en hl idea de esta intensidad exnencnc;aJ.
resistiéndose a la amcna;;:a de z>bnubílación qut- acecha desde ~u lado peculiar. El muñeco se instala en la frontera entre dos modos
cle concebir y de organizar la tékbm y tmielwn/.
eufórico, y su filo crírico. ~:n esn· senrido la
por así decir, secularizada y casi ilurninista de la inten~;Jcbd qqe entrai1a·~)a lo a rnaner:1 de que esa frontera es la modernidad misma, 1t' corno
religioso para él, su la el nK•delo del fugaz en que la técnica aún no se cte·st:,!Jel!,a como puta OD1Tarzon.
s1nn )(hwí<~- como t'Jf.let/'tm'.flo.
despertar, inducido, sin lugar a dudas, p•.'r
el CUal tiene también Una Cl!)'1..li>Ho-•e>rlnn una analogía: la traslaci6n de la idea de este aparato
los casos se trata de una cristalización d~:: Propone así un Hacerlo en ciert<J medida,
azoramiento. Esta cristalizaoón, su proceso filosofía en la perspecdva de una acción y de un uso, de un ub- ~
y sus visos marcan la índole lingi.:IÍstica la ,,",....""·"~','·r'" la filosofía como l nflexión ésta de la filosofia gue
de palabras, <.JUC convergen en lucidez de la l(lría ponerse en linea, hasta cierto punto, con la entre
las cuales se concentra el efecto y transformar yue plantea J\1arx: el carácter
c:itúa en el contexto de la transformación. Con todo, ese carácter
Das vassuQ,~rHvver·¡c K !Trm.11nstadí und Trilu•nh,nts, Zukunfts12i:mw, c.nthrnudi<J~:i~.cher :...:íhílisrnu;,, sabe, Benjamín ha sidP p] pens<~dm dP la frontera, mserita fisiognómicamentc en
Jungj onírica y onírica, esp.xios de futuro, nihilism<: é1:1t:·up:1lógico, su <'ildeble mtelt>ctual, biográfic<~mentt> en su muerte, teóricam::mte en su concepción de la
Y.1, p. 491 y s.
mouiéll\Jdad.
16 17
inscribe
preguntar:
el texto necesariarnente en su rcnsi{m
punto de vista de la ll."''l''u"" tnvcrsiún pone las condiciones de una lectura. No
esta suerte vienen '"·n•·••.,..,.. .,.,,"~'n :;;obre la invencible rnate-
trat::.tse de una 1 1
h " ' " '"'"' "'
18 9
que asistimos a detet m.inad<l inversión l;<:'l \ ínculo la historü:
Benjamín? Desde luego, :::s d materialismo hist:ónco d qut
debe dejarse ver; en la ocura 1:1 escena entt·ra. Pcrn no no
se· trata de una de la historia, sino deun<l del t1n de la de
historia. Con rd1er. J únicamente lo c¡ue circula romo
cxniJctl·;.¡ de dicho mudula lPs mj:::rna; el fin
que se intenta medir la relación de nuestro presente con L< hi~:toria misma. 1~l ¡rmmimimtu
Ese tono ha desplazado al tuno dominante que era la marca distintiva del historia es, por eso, se ofrece en un
discurso moderno: el m no crítico, que tuvo, por uno ck· en \•irt;Jd del cual el fin hace ext::itícamente presente en el presente
"ma1-erialismo histórico". EJ nuevo tono --el tono post, 110
~usceptible de re\'dación experiencia) podrá ~er inscrito en el··" ........,=~ al í1n, o sea, como paso en la consecución
de la administracJÓn. Desde luego, es una teología que no a Dios_ entonces, se pretende tener de él un conocimiento, en
como no SGt bajo la dl· ese bmde estéril, impávido y siempre
presente como tendencia continua en cada uno de
al que llama "tln"--, pero que en la de la histnri:~1 cnmo otrns t::tntos pasos en la realización de la
doble inmanente de la Providencia: de hecho, L1 es el n1 ~t'O f] f'm así co:1eibe no es, por supuesto, Lt supresión de
definitorio del conocimiento que es propio de la administración. u
C\ lllSUíT1aci(,n de la tarea que en
Con todo, lo dicho .,. 0 ·"'""·····~ en el rcxtü de Benjamín se trata de pensar, en un cierto sentido,
L/l que importa es la peculiaridad de este pensamiento,
miento de la historia es la vez, un del im de
la historia. Es que pensar la historia es proyectar su inrdigibllidad. La intell- una tnisma hnc;¡ ~ . un d Dlut;,_,
g1bilidad de algCJ estriba en l]Ul:' esto pueda ser contenido por ei ,.._, . ,~,,,,,~.""·~~·"' Entre tanto, la cuestiún del fin aparece alli bajo el nombre
como o tema. Dicho ''estar conrenído" supone, como condici{m "felicicbd". Lsta nombra tanto el fin de la historia indi,·idual (la
de Íntehgibilidad, una de.: límites: los de que se- iL1ta de historia "universal" C:iertatTlc>nte, h1 felicidad es la
pensar, o en el los del pensamiento por respecto nocié·n Je •m de un vivido, un fin que invita a ser
que se El límite de la historia su f1n. Pensar )\ ectar La medida de tal i:wir::~ción la dan nuestras expectativas, nuestra
su inteligibilidad, proponerse su sentido, es pensar simultúneamc~ntc. -de el cuerpo de una imagen de experiencia, o, dicho
manera expresa o tácita-- su limite, es decir, el fin de la hisroria. por
20 21
esperanza esperanza futun>: ella
hacerse Jmag<::m~::; incluso en peligro de su total (lU.~'-·"~''"'·"'"'"'"'
~·"j'·""·o•·,,·j"' fundamental concierne al futuro. En una rnnr·r-·¡·,rlnn
allí,
historia LJUC eYalúa su posibilidad por la de la
la la
de la e1
desesperación, en cuyo bcrde mantenerse-, alli donde
la esperanza no se cumple, ~¡ue mantenerse lo que espera. decir: sobre un presente dado. Ya se
Y es justamente esta anllclp,lcon la que, como rasgo fundamental de la a tener este cierre. Pero el planteamiento de Bcniam111 no
esperanza, tiene el carácter de construn' t:ll torno al privilegio del futuro, sino del
a ésta como una promesa de pn~st·nc:la,
limita a sustituir lo que
sino c:.1ue lo prornete dándonos
de presencia. Como ck sin embargo, no obedece
imagen: una tal podría ser también -y como si la afirmación del en la apertura de
en que la imagen misma se borra. requiriese de la comprensión. dife1·endada del
Pero si la esperanza su en respecto cobrase importancia el último. Por
Benjamin entiende que solo una cterta posibilidad parece poder determina en Benjamin todo el
suminü;trarla, que esa prenda de determinada por e] pretérito. n 1 Ja ~~-...~ .......,..,.. del tiempo. El futuro, concebido como diferenci;1
Con ello, establece d proyecto que las "tesis" tienen por como hiato que se abre en no de
misión discutir y circunscribir sobre una Podemos aproxi- ,·irtualidades que estarían implicadas en dicho sino del
marnos al sentido de esta fundamental diciendo que no se trata en cuanto pendiente. l.a diferencia del 1<1 cual
meramente de encaminar una explicación del concepto de historia mediante brotar el futuro es la fisura <-JUe el pasado pendiente inscribe en el presente.
el reconocimiento más o menos banal de una eficacia de lo pretérito sobre Que el permanece pendiente, esto es lo decisivo
lo presente, sino de una determinación de la presencialidad del presente
por el pasado. Esta determinaci('m abre en el presente una diferencia que .rnuu Jtricto es el pasado trunco, que no --que no
El
lo constituye, y de este modo hiende el presente mismo. realizarse en su presente. Pero prec1samc::n1ce lo trunco del
Ciertamente, la apenas aparece en el texto de las es el índice de su tensión hacia la redención. estriba en una "d(:bil
''tesis", y difícilmente se concebir sentido sin encararla con la fuerza mesiánica"
"envidia", (1ue está rt:ferida de un modo distinto al desposeimiento: no como <muncía ya en esta apelacir'm el hermené'uticn esencial a
uno (1ue se mantiene tenso hacia un instante de posible y deseada plenitud, la teoría de Benp1mín? Este tenía una clara conciencia de
e¡ ue
smo como pnvacwn en que el deseo solo encuentra motivos de En una carta de abril de 1940 para tem<J de la auto
tristeza por la patente imposibilidad de recuperar aquello que lo hubiese enviada Grctcl J~dorno con cl anunclu dd
contentado. Más aun: pudría sostenerse que la erwídia no solo concierne a
algo que nos hubiese Vl\'Ír o poseer, sino que es un tardio despertar
La guerra y la constelación que ella trajo consigo, me llevó a redactar
del propio deseo. Una preterición, no solo del del sino de éste
pensamienros, de los cu;:¡Jes puedo decir que los
mismo, definiría a la emTidia: de ahí su tristeza. Distintamente, la dimensión
por veinte años, aun más, que los manruve a resguardo de mí. [ ... J No
2
" CL la tesis VL
22 23
sé lnsta punro Lt lecmr;l va a sorprenderte Ihblar de una "déb1l irnrita de suvu a considerar la n,, lCí'-m de una
confundirte. En wdo caso quisiera remitke e"''"'-·'"'"" . Podernos suponer a ¿Qué las
reflexión: elia es que debería hacer reconocibk: b conexióll Lo trae
pero cardinal de estas con.síderaciones con mis amcrior.~s revestir formas muy '"''''"n.. ·,,,,
medida en que clb se expresa rowndamente sobrt' el método c.k ~sros de relac1ón
últimos. En lo resrame, la:, rdkxiones, toda vez que les es d pero también una sclecti\·idad que
ter del experimemo, sirven no solo metódicamente :.1 h en gue fuerza del presente
una secuela del "Bauddaire''. Jvie permiren SUJXHlCr que d reconocerse. La "fuerza fuerte" el presente al
recuerdo (y dd olvido), qut aparece en ellas en un dislliltü, habd como un hn de luz que solo destaca los perfiles que corresponden a ]os
de ocup:urne todavía por tiempo. No nccesno ckcinc que nada dicho presente. En la medida en que trae a el
lll<ÍS de mí que la idea de una publicación de c:-.tas notas una "fuerza es una fuerza presente, \'
lublar eh: una en la 1~m11:l que tienes ante ti). ck par el presente de la fuerza
puertas al malentendido r!Husiástico.·'' ''fuerza fuerte"
Precisamente el mesianÍSiJhl que proponen las tesis seria el asidero de el "es", que refiere a "dmninio". el sello
ese enrusi~1smo. Mantenerlo a raya seguramente derende de la fuerte" lo marca el dorninio, su régimen es el ''e::,".
comprensión del concepto de "débil fuerza mesiániCa''. la "fuerza débil" aquella que acepta el en cuanro
tenderlo? 22 discernir descifrar esa curiosa simultánea debilidad y fueD:a estriba en esta acoge lo
fervor que ser su seiJo? ¿No está construido acaso, dt modo, Jo recibe (y conforn)e a esta receptividad es "débil"), .
como el aparato rllosótlcn de que habla la tesis [? Las cursivas ·-con las su inversión en presente (y en esa medida
por lo dem~ls, lu sido muy econúrnico Benjamin- nos inducen a Resistir esa inversión es resistir a la "fuerza fuerte'', aquella
pensar en una secreta, oculr:1 chwe de la fuerza cLwe que se dümina . el presente. Pero no solo es fuerte purc¡ue
llama "debilldad", así como el enano teológico e-; la causa recóndita de "fuerza fuerte", no lo es solo de manera (o)posióonal, sino que
lo que el mui1eco "materialislílu histórico" obra Pero pensar una lo e:; todo porque afirma d sentido de la el pasado
fuerza que, sin dejar de ser fuerza, es débil? Precisamente en el carácre:r con", T 1n ineon aue podríamos llamar evocativo está aquí a la obra,
indisociabJe de debilidad y que viene a darle sentido a esta última, en la medida en que entendamos que la evocacJÓn no el actu puramente
parece estribar el sentido dtl concepto benjarniniano. de algo ya fenecido, sino la escucha de una vocación
Desde la condición para entender este concepto, LJUC e~; indiscer- qut: lbrm1 desde lo pretérito ("el eco de Yoces Si la "fuerza fuer-
niblemente dual, consiste en atender a que la fuen:a en cuestión concierne P~'lJ~urone, como tal la borradura de lo como pasado,
al pasado. Pero esto no basta. Una fuerza puede relacionarse con el pasa- la "fuer:ra ch~hiJ" no borra decir, no disimula ni encubre) la borradura
do de muchos modos. Es el modo de esta relaciún lo que Para C]Ué' un sobre lo y \·irtud dr lo cual éste fue remitido
distinguir el que com·iene a la "débil fuerza" lo rnás _indicado parece ser al reino utnhrátil de lo sido, borradura que no cesa de reproducirse: no la t
contrastarla con el tipo de fucrz;¡ al cual implícitamente se opone borra, sinn que la resalta.
señalaba antes: el propiamente tal el trunco,
21
G 5., 1-J, PP. 12:.:!:' 1226 S. <¡ue no realizarse en su presente. El que mandene
Brecht anota en su Diano de tra/Jajo, el propósito de su lectura de la~ "tesis'·, en agosto de 194]: "---en
breve, el peque!lo trabajo es daru y desembrollad m, y uno piensa con espanto cuán pequel'l·l éS El nú-
--en virrud de la continuidad de u11a tradición dominante- es
mero de los que están preparados siquiera para malentender algo ron1t1 e::;tn" m.
Brecht, Ar!lt'itsjournal, el m< )d<) en que el presente ensei1orea de la historia en la figura de tal
Erster Band 193H bis 1942. Henmsgcgeben von Werner Hecht, Frankfut/M: Suhrkamp, 197:\, p. 294,
continuidad. El proyecto 6Josófico más de Benjamin en estas tesis
cit. por Ticdemann y Schweppenhauscr en C. S., J.J, p. 1228).
24 25
introducciún la disconti-
mí "'~ltTllenro
absolutamente del
hist,)rícu. LjUe
como taL la Yinlencia de una d"om.inación que busca m!sm;;
fuerte"? es eJ blanco presente. Por eso, la coincidencia en cuesttún supone la
de la crítíca que desde díscunrinmdad? lnt·,,,.,""'r·,-¡nn de
fundamento un
primer término era en el cual se reconocían elemento de un conflicto
esas fuerzas. Las tesis desarrollan una crítica del progreso. "'nP,,r...,.,,.,.,..." de toda la hJstoria.
Lo (]Ue su rendición anticipada ante la "fuerza
fuerte"~ por la historia
dla una continuidad una cacle-
siendo la continuidad ser
la de h1 dominación. Por eso, la crítica un distinto de una vu'L'-''v'.:,"'
26 27
la determinadót: de ese
misrno. Ella mi:>ma es un oc)tlrJW~ta conrrz v1ento
irresistiblcrnente al fururo el sentido salvífico de todo
de su inclemencia. Las "tests" han sido escrir~1s ante todü
de las
Estt:~ mismo afecw opmTHsrno del futuro. En contra de
ofrecer una nueva conc·~·r( i/m en el dominio de del pret:érüo. Pretender que su condición trunca,
el va de unas tesis furH\unent~th:·~ por la dicha o la venidera es, a fin de cuentas,
mucho menos cimentar un11 "ciencia histó•·iGl' . de las fuerzas que cancelan la de tal adveni-
historia, como renunciar a la \'ez a la posibibdad misma de pensar lo histórico.
recuerdo. La no solo compromete a lus pn lllU!l-
metodización \' que Lt sncialdcnH
pregunta nu sm nüs supuesfo~ remotos. que anima pronunU<l-
es, una pregunta que como
rnienros --v son de cuya tonadita encantadora, o no, se allana
campo conflictivo cuya impronta indeleble es la insrancía dd sufrimiento
fin de cuentas, el corazón del revolucionario--- tiene
Condicionadas por esa pregunta, las reflexhmcs ccmcniJas las
una La noción de progreso. es el mkleo de una li1osofia
son, en su pleno de ];.¡ hi:;wria que se presenta corno la forma secularizada de una -~'·'·'".h"'Á
critica: a la concepción ",..""""'~~"·r·o que de b hiswria. por la monumental
se destaca en ellas de Hipona, la historia se consurna por dlu
ideológica de estas r·nnrr>nrtl\t11·~c:
determinada \ st <..()nsunú en b
cia a cegarnos sobre l<) c1uc decisivamente
LJUC suprime la historia resolviéndola en su sentido
concierne. Ambas sostienen -una por d de la historia sea Dios. El concepto de progrcsu es,
teóricas que entrampan ;ll marxismo en el de l< l histórico y
pues, la yersi6n seculari:zada de la sal\'ación, versión que presupone como
en la problemática relaci<'m de éste con la acciún revoíucionaria: en lo que
de la historia a la humanidad, e inscribe el teios de la historia en ella
atañe al progresismo, es1ts m1bas se han hech<) perceptibles a
concepto de progreso cimenta, pues, una concepción teleoló--
partir de la lntern;lciunal. El punto de ¡¡, historia. La clave epistemológica de esta concepción cons1ste en
estriba en que ambas visiones provienen de ur1a rnisrna deslizat ) el acontecer histórico particular un principio apriorístico del
la idea de continuidad, el concepto de un que discierne lo conocible 0o universal, lo de lo
Pero en el escenario total donde se libra la b:1ta!Ja por el prescindjbJe 0o particular y accidental): el telo.r inmanente se
historia", Benjarnin tiene la \'lSta no solo ~;inn ne~~ adversarios: concil;e como la realización plena de este principio, ya sea que se la suponga
del progresismo y el histnrictsmo, tambit'·n e! f~~:cismo. \. es un hecho actualmente susceptible de ser cumplida o solo se considere posible una
absolutamente decisin) que no se encontrar al tercero en el mismo índehnida aproximación a ella.
nivel de los otros dos. 1\fe refiero ést::ls. hi-::tnricismo es el adversario teórico de la intención
1. El progresisnH > es, pur d:xir la el concepto de la lústoria sobre la eficacia diferida
subrepticiamente infiltrado en las propia<.; Ofrece el paradigma de un trato conservador con
ese tipo de concepto de la historia que el designio de Benjamín va dirigido a e\·idcnciar que
"compañeros de ruta", y que los mantiene trato no es genuino, es decir, que no rescata el pasado corno pasado,
desesperación, aun en medio de la derrota más u'-··'U''"''···'' SlllO por una parte, intenta revivido desde un interés dominante del
28 29
presente, y por otra, acumula lo~ de la hermenéutica". La instalación del "''·...,"'"' ...,~..,.r~,~ ..
y vacío, hacíéndolos caplt:alJtza [)!,es, la posíbiJjdad-de una pérdida que no solo
categoría fundamental la evaluación del proceso histórico, cc~n<lCJICH_l, sino también al que conoce, determinando
la decadencia. Precisamente esta noción señala el punto en llue el histo- en éste un momento de ausencia que no ser reducido.
ndsmo separa del con sJn la
esta pérdida es lo que d hísturícismo no quiere admitir como
... r .. n·,,,,,n,
misma matriz. A diferencia del universalismo teleológico Jc la teoría del
la condíCJc'm de su conocimiento. Y este mismo este misrno gesto
progreso, el historicismo quiere conocer las indh,idualidades históricas
y autoprotectivo, es lo que hace de en términos de política
(pueblos, nacionalidades, personalidades, etc.)
cono•cJJ:niento, el concepto conservador de la historia. De al¡uí resul-
anr1<>r1Sttca ~1ue tienda borrar en el deve-
,,.,..""1",.;,, consecuencias para su situación Si su •¡.
nir histórico, precisamente, verdad de lo particular. Para el histr:ricismo,
__ ,,.,...,"'r" frente al progresismo es justif1car la indiYidualidad histórica que
cada es "inmediata a Dios'',\' decir -como ar¡~um<:nltat)a
tiende l( > hace de la ·
Ranke- (]UC su lo que resulte de smo en
olvida lo <.¡ue libro sobre
ella misn1a. Con esto, a pesar de su al del progreso,
penoso, fallido l<..1ue la contiene desde~ un
el historicismo lleva la inmancntización aun más Contra el in te relicto
Con esto queda en evidencia que el historicismo no
aristotélico, se propone como "ciencia de lo individual", en la medida en
de una historia universal, sino que "culmina" en Solo que tiene <..¡ue
que pretende poseer la chwe de acceso a la individualidad
estructurarla a partir de la relatividad de las múltiples historias
histórica en el concepto de vida en el método de la El
De ahi que "su proceder es aditivo: suministra la masa de los hechos para
conocimiento histórico se concibe, entonces, como un proceso de compe-
llenar y vacío". En su contra es insistir
netración con el pasado, que hace abstracción de la distancia temporal que
que vuelve como irremisible.
separa a aquel del presente de su conocimiento. Su ideal epistemológico
es conocer la individualidad histórica de lo <..1ue ella se conoció, y así La diferencia entre una y otra concepciún no por lo tamo,
"revivida", es decir, jusóficarla. desiderat:um de la l'llstoria universal, sino en el modo como ésta se concibe
se 1\'lientras el teleologismo del progreso lo hace constnlCtlY<Hnen-
Este método empático es lo que Dilthey formalizará filosóficamente
te -v esto quiere decir: deductivamente, a partir de un principio a priori
en el concepto vivencia] del comprender (Verstehen), que establecería la
peculiaridad y la originariedad de las ciencias del espíritu '~H-G. Gadamer, Wahrileit und Methodc, Tübingen: Mohr (Siebeck), !9692, p.
frente a las ciencias de la naturaleza. Tanto en el historicismo como en Por cierto, no puede decirse que Gadamer haga valer el momento de esta pérdida en toda su en-
siendo el reconocimiento y la pertenencia, agudizad(), sin duda, como
Dilthey, el comprender articula un círculo de familiaridad, construye un vergadura. modelo
reanudación creadora de acreditado finalmente a partir de un 'valor cmgmano de
lazo de identidad para el cognoscente lo conocido, que tiende a suprimir familiaridad. l.a "extrañeza" aquí solo en relación proceder distancí<~dor v objetivan te
todo momento de extrañeza. sm tendría <..¡ue hacerse sentir acuñado en el pnradigma de la ciencia natural, y no la piensil como una diferencia inlwn'nte
temporahdad histórica.
tan pronto como el cognoscente se reconozca posibilitado y condicionado. el pasa¡e ya citado del Urspnmg des deulschm Tm!u.Tspiel~, J. 1, p. 343. Conviene recordar que
-junto con su conocimiento- por la diferencia tempórea que se abisma Hegel sentaba la necesidad de hacerse de esta mirada, de esta relación de "duelo'' cn·rwcr) COl\
lo acaecido, para fijar el punto de partida la filosofía de la histona Lo que esta mirada tletw "ante
entre él y lo conocido. En este sentido oportuno referir el correctivo los ojos la concreta imagen del mal ... en su rm1xima existencia en la historia universal. Cuandn
ontológico-hermenéutico introducido en este concepto, inspiración consideramos la masa de las particularidades acontecidas, nos aparece como una mesa de
~acnf¡cw sobre la cual son inmolados los individuos v pueblos enteros; vernos hundirse lo más noble
heideggeriana, por Gadamer. Dice que "la posiciún entre extrañeza y más bello. Ninguna ganancia efectiva parece haber resultado va lo sumu parecen quedar tuda vía
(Fremdheit) y familiaridad que lo transmitido tiene para ésta o aquella obra pt~recedera, que llt'va en la frente el sello de la pronto será desaloJada
por otra W. F. Hegel, Vorlesungen iiher dll' l, D~e
nosotros es el «entre» entre la objetividad separada, histo- Vemunft in der hg. v. )oham1es Hoffmeister, Hamburg: Meiner, , adición del semestre
pert(~n(~n~cla a una tradición. En este «entre» está de invierno 1826/27, p. 261). Por cierto, en Hegel semejante "duelo" levantado por la forma sobe-
ranamente fuert¡¡· de COJL.'iuelo que ofrece la razón.
Cf. Tesis XV!l.
1(J
11
lbid
30 31
del despliegue histórico-, e1 historicismo procede por adinon - Y esto f:ctctícidad como el limes de lo históric( • '' Elh1
'u1tender
decir: inductinlmentc, 1b artir de la pluralidad de indiYich.t,thdades
con exacrirnd atroz, punto en que la historia se convierte en mito
históricas atesorables en el conocimiento empádco Así
cumu la verdad de la teoría del progreso la de la facticidad,
de la historicist:1 es el positivismo. Para ambas b \·erdad de
éxtasis horrendo de
hisroria no es en m1sma sino intemporal, rmsma Dc~sde com·ers1ón pertenece a1
la localice en b eternidad del pretérito, como hace el de todo domini, >,que busca su legitimación acendrándose. Pero
en la eternidad del futt.1ro, como hace el progresismo. Pero justamente esto C<>n ....pl t~~~~.·c·¡·c.·m<>
.. , ·' .>t'J\'J.etle"
d. . 1 • ll
· · po<tna
que qU1za amarse ·la eturma ¡1ruta de
,
significa que ninguno de Jos dos posee un concepto crítico del presente. la dnminaciún. y en eJla retrata la verdad no deseada de e
Por eso, en última \ a despecho de la diversidad de intencio-
que los va no como concepctones, como pautas de
nes, conspiran en prnmm·er un~1 visión de la historia desde el supuesto de
rematadamente de carg~;
32 33
F.n lo que on:ce<je_ rnt~n<:tone.
son los dos dilemas en ,~]sta de
Nota sobre la traducción
estatuto de toda "filosotla de
conocimiento de lo otro,
del mal\' del dolor; el historicismo afana por dar satisfacciún aJ primero Todos los textos originales en alemán han sido tomados de: \X.ahcr
el progresismo suet1a con haber resuelto el Pero C'cJammelte von Rolf Tiedemann und
por reducir la naturaleza quebradiza de lo Hermann Scbweppenhauser. J 4 Biind~.
Frankfurt am l\tain:
embelesado del ITH>rY\E>t'llnCn 1991. En adelante se refiere a esta edición !rt
del volumen correspondiente con un número romano que
tomo de la edición de base \' uno que indh·idualiza
Benjamín se la sección de dicho tomo reproducida formato de bolsillo de la
asaltar por un nr>nc·ll~lt>t"lh esos d< lS dilemas que. ell<) se
desde de pensar
históricamente n1~ís allá de b historia. otros libro son nuestras. Además de los que
emplean los editores para precisar los manuscritos (Y. los "/\puntes sobre
PAmo 0YARZllN R. el concepto de historia" los "Fragmentos sobre teori~l del conocimiento
Caracas, febrero de 1993 y y teoría del Jos corchetes 11 contienen nuestnls
noviembre de 1995 para auxiliar la legibilidad. Las notas del traductor
texto, para facilitar la lectura. Hemos incluido en éstas
reset1a~ ele autores, teniendo por criterio la citación re.iterada \ el \al<
referencia para el de H"'"''"""""'"
4
34 35
Sobre e1 concepto de historia
Noticia preliminar
37
d citado Por Sobre el concepto
de historia
I
<~quc:uu·;:, conceptos de historia yue, en hubo un autómata construido de tal manera que
mismos, son para nosotros los más v los más familiares lnponenteJ replicaba con un;1 que le
G. S., I-\ p. la Un muñeco en atuendo turco, con
En todo caso, Tiedemann y estiman C)U<= los prelimina- sentado ante el tablero c1ue descansaba sobre una mesa "'"'"'"·""'~~
res de las ''tesis" tendrían c1ue haber sido iniciados a más tardar en 1 con I\lediantt: un sistema de Lt ilusión de <-]Ue
ocasión del citado ensav<) sobre r··uchs hecho, se puede comprobar (]Ue en1 por tí )dos lados transparente. En dentro de ella había un
ciertos del ensayo fueron transcritos directamente a 1as y (]Ue del
su redacci<)n debería situarse entn: fines de 939 y comienzos de 1<)40. 1.•:1 texto del
apareóó por primera vez la 1942 en el \nlumen multicopiado este ap<l rM<) l;1 f11( lS< lfta.
A fa memon'a de J)en¡amzn, Instituto de Investigación Social, Los Ángeles, histórico". Puede competir sin más con cualquiera, si toma 8
Estados Unidos. su st'rvicin a la que, como se hoy v fea v nn debe
de n l r ' \ l T11f'V1
II
nota del ánimo human1
onnt<•n'>nC' en el
envidia de todo presente respecto de su futuro."' Esta reflexiún nos lleva a
inferir que la de felicidad que cultiYamos está ter1ida de parte a parte
por el tiempo al que nos ha remitido de una vez y para siempre el curso
de nuestr;¡ vida. U na felicidad que pudiera despertar envidia en nosotros
la sólo en el aire que hemos respirado, en de hombres con
hubiésemos podido conversar, de las n·''"", ..... c
L':n otras palabras, en la representaciún
'El ingenio referido el supuPsto autómato aJedrecistn inventndo por el barón von Kempekn pasada
In mitad del XVlll, y provocó toda clost> de lucubrocione,; sobn• su índole. Tiempo después, fue
ildquirido por <·l que hizo innumerobles exhibiciones con el mui1eco en Estados Unidos. A
nlgunos de t'f:tas asísti<'l Poe, que intentó una explicación rncional del enig!Tla en su ens¡;¡yo "Eljugndor de
AJedrez de M;w)zp)" (cf. E. A. Pot', Ensayos y críticas, tr. de Julio Cortázar, Madrid: Ali¡;¡nza Editorial, 1973,
pp. 18ó-2B). En el Pnsayo se menciona como cómplice del Pngat1o a un tal Schlumberger, asistentt' de
Mae!zel. ''dt• estnh1ra median¡;¡ y sumamente encorvado", que j¡;¡más eri1 visto durante l¡;¡s exhibiciones.
1
Herm11m1 Ltltze ( 1817-1881), filósofo y médico alemán de intereses enciclopédicos y autor de una vasta
obril, e¡erció una influencia sobre pensadores materialistas, aunque él mismo mantuvo
afines al religioso y a la teología liberaL
Hermann Lotze, Mikmkosmos. Ideen Naturgeschichtc und Gcsclúcllte dcr Mcnschhetl. Versuch cincr
Este "segundo ensayo", después de Eín Lyriker im Zeítaltcr des Kapitalismus (Ch. B. Antllmpologt<' (Mirrocosmos. sobre la histona natural y la historia de la humanidad. [nsalfO de Antropo
logía). V. m, Leipzig, 1864.
Un lírico en la del capitalismo) no
38 39
No estas últimm; e·stán presenres en la
inahenablememe ia de rcdenciún. 4 Con la ,....• ,r. ...~"''n'
otro modo que como la lmeraj representación de un botín
la historia hace asunto suyo ocurre de modo.
suene al vencedor. Están vivas en esta lucha como confianza,
un secrero por cual es remitido a la .. P.Ii?•nr·"
un hálito del aire que envo]yj¡) a los pnec..:;de:nt,.:s:' y su eficacia remontándose a lo
l ina \' otra \'ez pondrán en cuestíún cada victoria que
nninHdon:·s. Tal cmno las flores \'uelven su corola hacia el
mujeres que cortejamos no tienen hermanas que
Si es entonces existe un secreto acuerd</ entre de secreta especie, 6endef volverst: lu
VlJl.H.uu
y la nuestra. Entonces hemos sido esperado<; en l:,¡ tierra. Llltunces nos h: a despuntar en el cielo de la historia. De
sido dada, tal como a cada que nos utB débil fnerz; la de todas las transformaciones, 6ene que estar enterado
mesiánica, sobre la cual el pasado reclama derechu. \Jo es fkil atender el histúriu 1.
esta reclamación. El materialista histórico Jo sabe.
40 41
conc1erne del rnomento. Con ello se le ha dicho lo suficiente al m:Heríalista
improviso al obtenjdo victoria hasta el de
lo mismo al de ia U<'~,lJ\,J\IH tnunfa] que lleva a los dominadores de sobre los 1 "",.,,..,,-~,",
ambos es uno v el mismo: prc~,tarse como herramienta de la das e dominamt que en el El como ha sido arrastrad<;
En cada ha de hacerse el intento de de nuevo tradición a:en el Se lo como el patrimonio culturaL En el materiahsta
conformismo que a pumo de avasallarla. Pues el Mcsias no viene hahn1 de contar con un observador distanciado. Pues todo lo que
como redentor; viene como vencedor Anticristo. Sólo tiene el don con la vista como patrimonio cultural tiene por doquier una
encender en el de la ,.,.. •.,n,_.,,,~."' la que nn pensar <;Ín espanto. No sólo debe su existencia
traspasado por salvo (1ue lo han creado, sino también al vasallaje anónimo de
enemigo cuando no ha cesado de w-:ocer. No existe un documento de la cultura (1ue no lo sea
la de la barbarie. Y como en sf mismo no está libre de n'lrh·,,,.,,,
lo cual
Considenld
dt: este vaLle, que resuerttl
13
Texto francés: "El conocimiento del pasado más bien al acto por el cual le presenta¡
hombre, en el momento de un subitáneü, un recuerdo que lo salva",
Un·¡xr,oschc;,rop(~ra, de Bertolt de Kurt Weill, inspirada en Thc Beggar·~ O?rera de -_--~~~,--~-----------·~--
1
mantuvo como el éxito teatta ', U tem<1 del "esti1do de excepción" (Ausrwlunezustand) tiene sus espaldas l<1 gran concepción de
l.arl Schrmtt t•n Po!rtlschc Tlu:ologw. Vwr Ka¡ntel zur Le/n-e vo11 der Souveramtíit l]922), Schnutt ha de
Numa [)pnis fuste! dt' uno de Jos grandes historiadores franceses de haber conoodo muy probabiPmente el ensayo de Benjamín Zur Kntik dcr Gewalt ("Para la crítíca de la
siglo XIX, Sus aportes en y en el positivismo, volcaron funda, vtolencia"), y ciertamente entre ambos textos hay tensos y ricos vínculos. De la relación entre ambos
mentalmente en la historia y medieval y dieron su mayor fruto en La Cité untlque (La ciudai pensadores da te~.timonio. entre varios otros una carta de Benjamín del 9 de diciembre de
untigua, 1864), un clásico de )a resultados han sido ciertamente superados por 1m 1930 en la que anuncia Schmitt el pronto envío su Origm del dramtl barrocn alenuírr, reconoce su
investigaciones posteriores. deuda con el ¡urista propósito de la presentación de la teoría de la soberanía del siglo XVIJ que tiene
16 EI término alemán es Einfühlung, pieza fundamental de la metodología historicist<L lugar en esa obra, y celebra que los modos de pesquisa aplicados allí mismo a la filosofía del arte sean
"Pocas gentes adivinarán cuán triste se ha requt~rido parn resucitar a Cartagt1' confmnados por aquellos que Schmitt ha aplicado a la teoría del Estado,
42 43
estos p11líticos en el progreso, su en :-:.u "base
IX
su seT\'il inserción en un aparato incomrulable
p,.ontt:l de la misma cosa. Procuran dar una noción <k lo cara
gusttJsllmerue t!(JlwrÍtl lltrds habitual una
¡ntes si me de tJÚ;ir
Jerit: esc:Hli.
XI
un cuadro de Klee ljUe llama En él está represer desde el comienzo hizo su en la
tado un que parece comn si estuviese punto de de ~ ...,. .. ,,~,.,,,.,"" no súlo está adherido a su táctica política, sino también
mira at:ónitamente. Sus o¡P<; están desmesuradamente ·se·nt:ac:Jo•ru:s económicas. E'ita es una de las causas de
las alas tendidas. El de la historÍ<i ha tener ;tlcman;1
el rostro vuelto hana el ) En lo que tle.:;arrollu
cadena de acontcctmíenros, d \C una sola t}Ue mcesaJnt<:nletlt para ella como del to'rrcntc con el cu11l creía c:.::star
apila ruina sobre ruina y se bs arroja a sus pies. Bien quisiera ctetTHJr:;Lrsll'lU"''"'"· De allí no había más que un paso a ]a ilusión de que el trabajo
despertar los muerros y volver a lo desrro:1ado. Pero una tempesta hallaba en la corriente del progreso técnico, representaba !por
sopla desde el Paraíso, que s~: ha enredado en sus alas y es tan fuerte qt: sí una acción política. La moral proteStante del trab;ljo celebraba
el va no puede Esta lo arrastra irre<>istib!emen.t en los 'bren.\S secularizada, su resurrecciun. El
bacía el futuro, al CJUe vuclv~· cúmul< >de ruinas JJe\'a huel1as de esta confusión. Ddinc al
ante él hasta el cielo. Esta lo c1ue llamamos progreso. y de toda cultura''. Barruntando cosas
repuso que el hombre que no posee otra propiedad más que su
X "!forzosamente] tiene que ser el esclavo de otros hombres
Los temas que la conventual asignaba a los frailes tenian por misió
apartarlos del mundo sus af:;nes. Las reflexiones que seguimos aquí ha ¡¡,,¡cé(, otrecc vanante: "[En tanto que) los polít1cos que
surgido de una determinación sitnilar. En un instante en , los adversarios del fascismo yacen por tierra y confirman la derrota traicionando
¡ J. h l , l . .· . 1 . .· . . • . : . . . la quL' ha;,ta hace poco estas reflexiones se dirigen a los hijos del siglo que han sido
en os cua es a )lan e epo::uauo su esperanza los adversanos del fasClSm( abrumados J'm ías promesas que prodigaban estos hombres de buena voluntad. En cuanto a noso;ros,
yacen en el SUelo y refuerzan SU derrota C()f) la traiciún de SU pn )pi a caus: partlmLlS d(• .. C0!1VÍCCÍÓI1 )OS VÍCÍOS profundos de la política de izquierdaS(' mantiPnCn. Y de eSlOS
ltales reflexiones¡ se pn.lJ)011Cn liberar al infante . ¡, l ¡ . 1, . d . . denmh.lcHT!os ante. trPs: la conf¡;mza nega <>n t>l progrpso, la cnnhanla c:Pga <'n 1;; fu.,rzB,
. l11U11l U ( e ,ls re ( en la ¡ustH·¡,, \ ,,,n lii prontJtud de las rpacciones que se forman en el seno de las masils; una confianza
en que éstos lo habían La consideración parte del hecho de qu .. . , preciso extirpar seriam<'nte los hábitos más canos a nuestros espín tu(,. Sólo
este pn·cw conn·btra un de Insto na que no se preste a ninguna complicidad con las ideas
de aquel!P:- qw.:, incluso en esta no han apn'ndido nada". La alusión contemda en la vehemente
t'r<H>JlnPrllo de un pot~ma de Cetshom Scholl'rn (llamado aquí por su Se¡lundu nombre de pila) co frase sobr~·. hl, !míciCm de los ~Jolíticos d:. izqu~,(·rda no va ~í,rigida solamente contra la socialdemocracia,
una carta d~· 1921 (cf. \·V. B, p. 269) . .C~ItiU lmprenden stg~1entes tesrs , smo tamb1en, y muy particularmente, contra la política
""Benjamín se reÍlere a u11 dibujo acuareladu de Paul Klee que Pi rnismo había adquindo en Münchem e~t¡:¡:¡mst;1 -' lk,h~J~te Popular. S'cholern menc:~ma que Benjamín escribió lns "tesis' ~)llfa pod~r ha~erse
1921 del cual no se separó íamas Le había inspirado ellihtlo de un;1 n•vísta exclusiva car¡,o de. slw, k qt.c Ie produJO d pacto Von ["tbentropp-Molotov, y que se las levo a su armgo Soma
lo tuvo ocupado entre 1920 y 1921. que quedó en E>stado de prnvecltl, il causil d•· la<. M,nrgew;tcrn, . (:on~tenzns dP :940, como respuesta a Pse pacto (cf. S. Unseld, hg., lur Aktualliift Walter
ú-:::cmómít:a - i\l · ,.. . . . . Rtnpmn.m, .A u,_; I,ll¡,,g des RO. (,eburtstag von Walter BenJa1mn Frankturt/M· Sulllkmnp 1<172 p 129
"" e1. emama.'-omonmtrapuntoaestalmagcn,ct . . , ' · ' · ., " '
Eil!lmltm;trt.t!le(G¡I/edesé'r!!tuio úrlicol. en "Recuerdos de viaje": · tambtC'n . . . el part1cu1Rr, . Vll-2, p. 770 y ss.).
«E:spe~raJnz¡¡, de Andre"n Pisano • . .
P<}sada y desv·>J 1·da ~17'J J . b .
• "
· f
• , n ' " OS razos 1laCia un rtt O,
t K.
, d
Marx,
' .
/\,mdglossen
,.
::.um
,
Progrt.unm der Deutsclzcn
· ·
Arl>l'iter¡mrtei. Mit eíner
·
ausführliclwn Einleitung
in<lJica¡nz,able. Está, sín embargc, dotada de Nada verdadero" {G.S., JV-J, p. u,, secns Anhangen hrs~. von __K_ar: Korsch,, Le¡pztg, 1922 _(Glosa~ ma:,gma/cs al ~~rograma del Partido
Hecuérdese también Beniamin ~í' brutizó sí misnv1 un 1 •xt t 't · ~f· . ., .. . cont C.ldaswmo l ntrwa/ Progmma de Goflw) I.~l refendo programa fue aprobado en el
1
t, ll ilU O )lOgra lCO PSCl'ltO (' j, ( · t ¡ 87" ¡ f ·
,mgrt>so (,e .•ot.•la e el ~,,a . und;;rse el Partido Social.ísta Obrero Alf.'mán surgido de ia unión de los
• • ,.- e . • , ,
versiones el12 y S d , d.
e ,, 1 cr,enqueresuenan 1ll 1Cru:l1ell1 dos
,!l/liltl td .· 1 . ' ' -
tmgelus y Sankl Anders Otrc") (G. S., Vl, pp. 520-523). par 1 os soe~a ístas ("eisennclúanos" y "lassalleanos") que existían hasta la fechil en Alemania.
44 45
t}Ut se han convertido... en la confusié. XII
sigLie difundiéndose poco la necesit.-zmos no corno
es el nombre del mesías del nuevo ... En eL malcriado del saber:
trabajo ... estriba l11 riqueza que ahora reali.L:ar lo <¡ue hasta ahora :r;
24
pudo ningún salvador." Este concepto qtJe el marxismo vulgar se hace<
lo que sea el trabajo, no se detiene en la pregunta de cómo han<
contar los obreros con el producto del mientras no puedan dispon
del conocimiento histórico es la misma clase oprimida que
de él. Sólo quiere percibir los progresos de la dominaóón de Ja natmalez El
aparece como la última !clase] esclavizada, como la clase
y no los retrocesos de la sociedad. )'a exhibe los rasgos tecnocráticos qtlucha.
lleva su fin la obra de la bberación en nombre de las
más tarde enseñará el fascismo.
tuvo
de la naturaleza <}Ue se aparta
ctr•rnr... t··r· chocant<: para l;:¡
en las socialistas de ""'"'~r""'
ele! siglo XIX: su actividaci subn'rsíva !(' valió sumar, en periodos distintos, un total de :ió at'ios de
23 Ibíd. prisión. Elabm\l una teoría insurrecciona! vertebrada en torno a la organización
24 J. Dietzgen, Síimtliche Schrijim. ed por Eugen Wiesbaden 191 1. Dietzgen (lflZS-S8) clandestiw1, quv tuvu no poca influenci<l en la organización de los políticos de orientación
filósofo obrero autodidacta que adhirió al marxismo de Sl;~ cuarenta ill'ios; e¡erció, junte lkn¡amin dedicó a Blanqui una fuer!~' atención, y en particular a su obra t le~
. M hr' 'd bl . fl . d. , . d Astres. Hl!pot hl"'<' n¡;tronomtquc escrita en prisión en twmpos de la Comuna y publicada en París en 1872
l~ranz e lng, una cons¡ era e lll · uencla propagan !Sta en 1il epoca pnstenor a 1a errota 1 (cf., en c~stcllanu, La ctemidad a través de los astros. Traducción ..v nota l)feliminar de Lisa Block de Behar.
la Connma de París. r
La profunda frustración de Ben¡amin por lo que él estimaba como el colapso fundamental de México: Siglo XX l, 2000). Blanqui desanolla una concepción del universo cifrada en la idea del eterno
· d , · d (f ll · . ) f . t. f . . ll . . . retorno, que lien¡amin caracteriza, a la vez, de fantasmagórica, alucinatoria resignoda, subrovando
tlca e ¡zqUier a uese e a sooa 11sta o comumsta rene asosmo, 1o evo a una d :1 f l'd d d d , :i d é . . ' ·r f ' ¡
pensomiento utópico d<:> Charles FourÍ('f pnmósito d<:>l cual mantuvo un intercambio el su gr~n 1u o ez acerca e e 1as ata 1 a es e 1a mo ermc a t cm ca Y 5 1gm _~ea ¡vamente, a
' . ., sl verswn francesn del ensavo etqntal del stglo XIX concluve con una extensa mencwn de d1cha obra,
el forlTil'ldo en mt~graba P¡erre Klossow cuyo descubrimiento debía "influir decisivamente" el trabajo sobre Bauddaire, según una dedoración
de La obra la época v L]lle de1o testnnomo sobre e: . . . .
d ' d , d W Ben¡mnm o Horkhe1mer del 6 de enero de 1938 (eL G. J-3, 1152 v ss.).
relación en su ortículo "Entre Marx et e mavo e ot. por Bern 1!1 t d f á "N 1 , único imagen
Walter BenJamm. Una autobiografía, Barcelona: 1990, p, 216). Í-ll convoluto W de La Obra del . rancesa agrega os roses m s:. ues :a
Pasajes está dedicado a Fourier. que va a de¡ar la de una vencida, Sera su legado para los
26 J, Dietz en (11, cit. v. J , 175: "Desde Adam Srnith ha sido reconocido . orla ciencia económlí El manuscrito M agn•ga, "La Revolución Ruso supo de esto, La «ninguna gloria para
g ' ¡; ' 'P P . aJ¡ el vencedor, mnguna ptedad para el venetdo» es conmoved oro, porque ontes expresa una sohdandad
nacional que, en la naturaleza que está gratuitamente presente, sólo el tmba¡o genero los capit con los herman¡;s muertos que con los herederos".
conjuntamente con los intereses".
47
46
Xlll misma como una Roma redi\-i\'a. Citab<! a In Roma
atuendo. mqda tiene el barrunto ele lo
?ateJtrtl catiSt.l no Je hace cada ditl mds
más mtuto} la de lo ;mtaí1o. I-:Ib es el
salto ck Súlu que tlene en una arena en l1 cual
mtllli.'ifJ.•mtnll la cla<;e dominante. El rnismu salt(J el líbre c1elo de Ja historia
'"'''"·'Lll'--'·'· como d cual concibió !\iarx la.revolución.
48 49
XVI
El materialista histórico no puede renunciar al
te que no sino en el cual
detenimiento. ''l Pues este concepto dd1ne pr,ecl:samc~nlte
cual escribe historia por cuenta El historicismo
"eterna" del pasado, el materíaljsra una expe:rH;n(:Ja el entero curso l:;:J fruto nutricio de
es únka. Deja que los demás se con la puta lo históricamente concebido tiene en interior el semil.la
el burdel del historicismo. Permanece dueño de sus fuerzas: hombre
para hacer saltar el amtinuum de la historia. 40
XVII 41
con
diferencia la materialista o m más
nitidez que de cuak1uier otra. Aquélla carece de armazón teórica. Su proceder
es aditivo: suministra la masa de los hechos para llenar el t1empo homogéneo
y \·acío. Por su parte, en el fundamento de la materialista
un principio constructivo. Al pensar no sólo le pertenece el movimiento
de los pensamientos, sino también su Cuando el pensar
detiene súbitamente en una constelación saturada de entonces le
propina a esta misma un por el cua.l cristaliza él como mónada. El
materialista histórico aborda un objeto hístc)r:ico única y solamente cuando
éste se le presenta como mónada. En esta estructura reconoce el signo de
una interrupción mesiánica del acontecer dicho de otra suerte, de una
chance revolucionaría en la lucha por el oprimido. La aprehende
" ... d1c Zclf cmstcht tmd :::um StillsttVld gckomme11 1sl" Para
nificar "ser responsable por alg11", hemos optado por l<1 '''En el ensavo sobre st' lt·e en In · d ::1 , , ,
, ., . , ,. . .' · , . ' m1ta. e el parral u del pnnwr capítulo:
Sobre Stillstand, que aquí traducimos por "detenuniento", l~a h~stona,] , convH~rte Id mat:nilhsta hish'wico] en objeto un;1 construcci<ln cuvo lu 'ar nu
de historia". lo wnstJtuvt. d tiempo vacuo, smo la epoca determinada. In \ida detc'rmínada, obra dt:term~ Ki 1 1
sexto párrafo del Pnsayo sobre Eduord Fuchs .. se hístori<:ismo pn·...,enta lo imogen eterna Flace saltar le~ epoGl fuera de la "contmuidad historie"" cosificada, v il!iÍ también la vida fuera c;e ;,1
del pasado; el materialismo histórico, una específie<~ lrwciligcj experiencia con él, que es única. La e~x~ca, a!il ~a' obra de In .obra de 1toda J una vida. Pero el resultado de esta construcción que en ¡11 obra
sustitución del momento épico por el constructivo se muestra como condición de estn experiencia. En esta~~ la' u] conservada Y supmmda la obril de 1tod<'~l una vida, en lil ubra de una vida la énoca \.1
en la epoca el curso de lo lustori "(G ll , '
ésta liberan las enormes fuerz¡¡s yacen catJtlvas en una del historicismo. Poner 40 a la tesis XV , ' , d '· o¡;. u 1., . 2'p. 468). V. d pasaw que precede éste en la notcl
en obra \¡¡ experiencio con la historio, qut' es originaria para cndn presente: ésa es la tarea
del materialismo histórico. orienta a una conciencia del presente que hace saltar el contirwum de la '"Texto francé"·
. "· "los
~ ·
· • · j e l ar
frut ty·s nu tnuo;,t · bo J del cnnocínüento son, pues, aquellos que llevan l'ncerrildo
historia." (G. np. czt., p. 468). en su pulpa, romo una senulla preoosa pero de gusto, el tiempo histórku"
En el manuscrito M este sitio una tesis compuesta texto la tesis Vll, y de la el ens11vn sobre Eduard 1" · · '
. . : , .. . <.e, qumto pilrrafo del primer Cilpítulo: "Mientras mqor
tesis A del Apéndice, se meditiln las l~dses dt! Engels, mas claro se cadil exptlsícíón dialéctica de la historia
"Interrupción" nos ha p11recidn el término má" para traducir Stil/steliuus, que designa, en pagando el. prec10 ~e la renuncia a una sosegada contemplilción que carilcterística dd hístnricismo
este contexto, una bmscil puesta en La versión "bloquage". Sobre la expresión en ~~;tenahsta hJstonco tiene qut: abandonar el elemento la historia. Ésta se convíerh:.' para
"Dw/cktik im Stíl/stand", v. la nota 16 a los" Apuntes sobre el de historiil". . ¡eto de und construcCión cuyo lugar no lo constituye tiempo vacuo, sino la éptxa deterrninFida
1
D El texto altemativo de la versión francesa el siguiente: "!::i1Jt1<Jn$~ilT1nos súbitamente bloqueado el a VIda determmadil, la obra dl:'terminada. Hace saltar la fuem de la "continuidad ¡11·stc')r'·cn .
COSIÍJcada · ,. t b ·, ¡ ·d · ·· 1 ''"
, l d , ilsJ am Jen. n Vl il fuera de lil época, así lil de la obra de !toda) la vida. Pero el n:•-
de choque en reversa; un silcudimiento que le valdrá a la imagen, a la constelación que h11 de sufrirlo, ;u~a de esta construcc1ón es que en la obra enter11 está [a lil \'ez] conservada v suprimida la obra de
0
el organizarse de imprm·iso, el constituirse en mónadil en su interior". te a) la VJda, en la obra de Unil vida la época y m la época el curso de la hísto;ia". V. la continua~ión
en 1a notil 39 a la tesis XVIII.
50
51
xvm47 [Apénd1ce]
"1 ,os míseros cincuenta mil años del bomo
"'/>,,....,,...,...,.,.,,.,,.,.., con !Ji historí:1 de la
orgánica sobre la así como dos segundos al termino de un día
\'CÍnticuatro horas. Toda la historia de la humanidad
llenada un del último segundo de la última hora''. El contenta nexo cau:;al
ahora, que, como modeh del !tiempo] mesiánico, resume en mnn1entos Pero es histórico meramente por
abreYiatura la historia de toda la humanidad, coincide n2·uros.at pósrumamenre, en virrud de acaecímientos
aquella t¡ut: hace~ la historia de Ja humanidad en el umn:.~·so. de él por rnilenios. El hisroriadot que torna
más que la sucesión de acaecirnientos
rusano. h1 consteLicH nl \jUt'
B
De seguro que lo~ adivinos que buscaban sonsacade a1 lo que
escondía seno nu lo experimentaban ni como m corno
esto la hacerse una ide;t de cómo
el en la remembranza: 4 ~< vale decir, del mi<;n-:tn
que a los judíos les estaba Yedado el iururo. En
la Thora y la oración los jnstruyen en la remembran~;L Esta Jes
desencantaba el futuro, al que sucumben aquellos que buscan información
en los adi,·inos. Pero no por ello el futuro se les volda un tiempo horno-
----------------·---------------------
Unn versión dactilogratiadA (Handcxcmplar) descubiertil por el filósofo italiano Ciorgio
y los Pues en él cada era la puerta
en la Biblioteca Nacion¡¡J de que los y designan, Pn los por donde entra!" el IV!esias.
Suplemento:; (G. Vll-2. p. ss.), con la sigli1 ildicíonal, in!ercali1da
entre la anterior \'
"XVlll
En la represPntaci(ln de In sncit'dad sin clases, Mnrx hn secularizado li1 represent¡¡ci<'m del tiempo
mesiánico Y bueno que hA\'11 sido La desgr¡¡cir~ empieza cuando la socíaldemocmcíc. este
representación a "ideal". U ideal fm· definido en la doctrina neokantíana como una "t/ll'ea ínfinitn"
est<l doctrina fut' la filnsofía de escuel¡¡ del --de Schmidt v Stc;dln 11 Natorp y
Vorlílnder-·. Una vez defínidil lil sin clases como tarea infínita, se trnnsformó el ti¡:mpo vacíO'
y homogéneo, por ¡¡sí denr, en un vestíbulc, el cuill se podía esperM con má!> o menos !>erenidad el
arribo de la situación revolucionaríil. Fn ff'alidad, n.:l hay un instant~' que no triliga consigo SI< chmce J:'i!¡:.;cdcnkm: sin en sentilil1 propio, un térrnintl técni< u, se tnHil
revnlucíonaria -sólo que ésta tiene que ser definida como una lcllancel t:•specífíca, n saber, cmnn chance palabra cuidadosamente por Ben¡am.in para de;:,ígnm t:l t'scncial
de w1a solución ent!'ramente nueva, prescrita por m1il tare¡¡ enteramente mtev¡¡-. P¡:¡ra el pensailllT de . , del recuerdo, cuya teorí..; esbozan estas rdlt•xioJws. Sit•nd•l lu qm· intpurt¡; l'Ó> la
revolucionario, la dwnrc reYolucionaria peculiar de cada ínstilnte histórico resultil de una situacié•tl relacmn qu<' se establece f!ntre el pensamit>nto y la memoria (es decir, la determin¡¡ción del pensamiento
política dada. Pero no resulta menos para él en virtud del poder que este irt.stante tiene romo cla·re mismo J;:¡ lo sido), que en alemán favorecida fuerteriwnte la comunidad eli-
(Schliissrlgcwalt) pilrn abrir un recinto del completamente determinndo y clausurado hasta de los vocablos (denkm, gedellkl'tl, emgcrlenk SWJ, Sobre la. base
entonces. El ingreso en este con la acción políticc~; y es a tr;:;v(>s dP él que de quizá versión más aíustada sería "pensar renu'nwra11tc". En este caso, v en
éstil, por ¡¡rüquiladora que se da a conocer como mesiánicn". (Cf., más ildelante, en los" Apuntes Otros ulteriores, hemos optndo por "remembranza", debido a que ese otro giro podrín resultar un ~;oc o
sobre el concepto de historiA", el texto enGtbl:'?ado Ct1n XVIlil), extravagank. ¡wro sugt,rimus que, en cada oportunidad, lo dicho se tenga a la vista.
52 53
[Aplintes sobre el concepto de historia]
contienen notas ) versiones
realizados por Benjamin a
Jos \'ariantes de elaboración de
\' Schweppenhi:iuser los reproducen a título de en G.
PP· 1228-1252. El orden en que aparecen aqui es el mismo que establecieron
estos editores, que llaman la atención sobre la inevitab.le arbitrariedad que
Jo todo de los cinco grupos, el contiene lo~
1-''"<'lf''uJ<uu adjuntó la última -pero aún no definitiva-
intención de incorporar
EJ grupo parece
tesis". El grupo po1
notas que títulos temáticos. El grupo 4, cuyos
apuntes carecen de tirulos, es el menos orgánico El grupo
fin, las variantes más acuúadas de la
sts", la usanza de la edición <U'-·H>•U.H<A,
indican los textos;, tachados por Benjamín. los
<> corresponden a rectificaciones o indicaciones
sobre el texto hechas por los editores alemanes. Los corchetes 11 contienen
'",.,,..,,1\ 1 '-"''{\r){~" nuestras para auxil.iar la legibilidad. Las cifras al pie de cada
apunte señalan el número de manuscrito (Ms) en el Benjamín. En
fin, hemos conservado la~ pecuüaridades del original.
l.
Podría asociarse la interrupci6n mesiánica del acontecer la definición
del "estilu clásico" en Focillon: "Breve minute de des
formes, il se comme un bonheur
fleau de la balance n'oscille plus <..]Ue faiblement. Ce t]Ue j'attends, ce n'est
pas de la voir bientót de nouveau pencher, encore moins le moment de la
fixité dans le miracle de cette immobilité le trem-
blemenr imperceptible, yui m'indÍlJUe qu'elle \'it". 1 J-]cnrÍ l~oci]Jon:
París 1934 p 18.
1
"Breve minuto d<· plena posesión de las formas, se presenta ... como una dicha
lakme, '\>easiun", "momento de crisis". con acentuación errónea en el origma!J
la balanza no oscila sino débilmente. Lo que no verla balancearse nuevamente, menos aun
el momentn dt• la fijeza absoluta, pero, en el esta inmo\'ilidad vacilante, el temblor ligero<
imperceptible, que me indica que vive".
55
Focillon sobre la obra de arte: l'im:tant ou elle nait. elle la nc laissent
de ruprure. Une extJresslon un moun:ment de la
ce n'est pas intenenir
momem" Henri Focillon: París 1934 r (14
Dimier (p contra d concepto del progreso del humano: l de hallar para el decursu de los
"D¡ms la nature ph)·sique, l'évoiuóon n'est pas indét1nic; elle a un terme. b h1stDri;1 no es el único mndo, ni menos aun el n1ás
Le gland dedent chéne et rien davantage ... L'espece, lmn de survivre a de con la ciencia naturaL La representación
l'individu, commence par mourir a\'CC luí ... ainsi n'etam sujet d'aucune de que scn;1 del historiador "presemificar" lo pretérito es culpable dd
continuité, elle ne peut étre cc1ui d'aucun développemcnt, encnre moins mismo escamoteo y es, no obstante, mucho menos Hcil de penetraL
d'un développement dont l'indl\'ÍJu ne forme aucune idée ... Non seulement 109Rr)
tout fondement, mais toute apparence manque, en prenant des exemples
a
dans la nature physique, la cbimcrc d'évolution portée dans J'hisroíre des
esprits... Comtc ... Cest done gratis qu'on donne l'éyolution pour
une loi révélée par l'hiswire; elle esr meme pas ébauchée. Cctte lente
formation de la morale et de la dont on nous pa~·e ... ne ressort ·• "En lnni"ltunllez;c; la l'Volución no indefinida; tiene un término. Li:i bellota devie1w encina v
ningun<• otr<~ cos;¡ rn;ís ... La espPcie, lejos de sohre\·ivir al indidduo, comienza por morir con •'l ... así, n~J
cl'aucun témoignage ... Ríen n'est done si semblable sous des
tef'iendo su¡ett 1 ninguna continuidad, no puede St'!" la continuidad de ningún desarmllo, menos
que l'humanité de tous les temps. T,C m eme génie créateur la aun In de nn dt•,.;arrollo en,,¡ cunl el individuo no cnnstituva ide<1 al¡nma ... Cuandu se toman t'j(:rnplos
a
memc impuissance ... n'en recueillir que les hons fruits On ne pcut done la natur<1 l<'la la qUJmr·ra de la evolución, trasladada a la hístüria dt' llls espíritt.::. .. <por:,.,
nn sulu le ralta todo lundanH.'llto, sino tflmbién toda ilpariPncia. E,, entonct's, gratuiti:imente
l,'l Pvnlución pm una ley revcladi1 por la historiil; dla ni ~;iquieril estií esbozada.
(Jt ld moral de lil razún, con la cual se llO!:> obsequia, no surg~: de ningún testimonio ...
"En el instante en que nflet•, es fenórn<?no de ruptura Un¡:¡ expresión corrienll' !llJS Jt, hace s<c•ntü viva·
Nada, pup~, tan semejante bajo figuras diversas corno la humanidad rlt' todos los tit:mP''"· El mismo
mente: 'h¡:¡rer época', eso no intervenir pa:;,ivamcnh" en la cronología, e" violentar el momento".
genw creadur o¡.wrando, la misma impotencia ... para no recoger más que los buenns frutos. Ls irnpt lSible,
la curiosidfld por el hecho la impulsa la indagación al historiador; la cunosidild por el
pues, n<• las cuando ... lGs profesionales del pensamiento ntl cesan de dc'scubrir, en este
hecho la que atrae y encanta su Lns testimonios ... hacen que nn se pueda dudar la cosa, limitado .. y precario, 1"' movimit>nto de la 'nuón univer&"ll'."
es su encadenamiento natural Jo que con!;uma. a su propósito, In persua<;i/m ... El resultado que t>l t~n~ino alemán, relahvamentP asiduo en estos apuntes, es Vergcgemulirtigw¡g: se lo suelfc' emplear
hecho permanece entere, int11cto ... Todo su ;:rte se resume en no tooulo en absoluto, en observar lo que a propoo.¡¡,¡ del recuerdo. Lil insistencia de Benjamín en la idea del presente (Gcgt>nwart) nos ha llevad()
J=ustel de Coulilnges ha denominado tfln bien 'la del historiadvr , .. modo (ciertamente cacoíóníco) que escogemos.
56
57
{XVII a
frerHJ
En la representación de la sociedad sin en ese tren.
la representaciún del mesiánic( >. Y es bueno que
desgracia cuando la socialden1ocracia
"ideal". El ideal fue definido en
finita".'{ esta doctrina fue la filosofía de escuela la tres
-de Schmidt y Stadler a {\;atorp y \'orlander-. toda la armazón teórica de la obra como tentativa de soldar
sin clases como tarea infinita, se transformó el tiempo vacío y homogéneo, s.í estos tres conceptos. Se trata de la lucha de clases dd
por así decir, en un vestíbulo, en el cual se esperar con más o menos curso del desarrollo histórico
serenidad el arribo de la situación re,-olucionaria. En realidad, no un Marx, la estructura del pensan11ento uJnoam<::n ta 1
• Empleam('k"' esta paráfrasio;; para traducir el término Scfllüs:;;el'>!t'wa.lt. barkeit "L· son, respecth·amente, Kunstwcrk iiiJ Zeitaltcr ~euwr tecltm~t!wn 1\cpmdu::.ter-
7
En el original, Unterlm:c/nmg. Más adelante, en el términoabbrec/wn. AmbO$ , a obril de arte en la de su reproductibihdad técnica" 1936· l-?
pp. 47!-508, pp 709-T'\9) v CÍII. ,, M t . 1, B i l ". . •. , . -, pp.
pertenecen al campo de sentido de Stil/stclhmg. ( 19~9· G . . '
.• , , s, r 2, pp. óOS-653).
l?;t o /V( hl au, e tllre, Sobre algunos motlvos en Baudelalrt•''
58
5CJ
2
60 61
N u e vas Tesis K 3
"Organizar el el Nota preliininar
acción polí6ca eL. En h1 rernembranza hacemos una PvnF•r.,~nrt•> gue nos proh1be conceb1r
no se puede, en modo alguno, medir Este Du1scaóo manera fundamentalmente de lo
espacio de la imagen ... , el mundo de la actualidad omnilareral
la
nos es lícito tratar de escribirla en términos tei:J1<Jg1C<JS. 8, 1
(Surrealismo 11 )
j\fj se relaciona con la como el papel secante
La redención es el lime.r del progreso. la tinta ..Está cornpletamente empapado en ella. Pero si dependiera del papel
{El mundo mesiánico es un mundo de actualidad multilateral e integral. secante, nada de lo escrit< l. a,
Sólo y primeramente en él una hjsroría universaL Pero no en cuanto un buen concepto del presente, de acuerdo al cual éste represen-
escrita, sino como la que
de una
toda solemnidad. No conoce cantos festÍnJs. de h1sturia que r n l..nlr'Vl·t•f>t'f"
ha hecho saltar los griJletes de la escrirura.
del fundamentalmente políti'co y así lo define
la idea mesiánica de la historia universaL en "Narrador": las especies
es el sentido esotérico de la sentencia, de que elbistoriador es un
de la prosa artística como el espectro de las ¡espe1C1es1 históricas. 12)}
vuelto hacia atrás. J,e yuelve las espaldas su propio tiempo; su mirada de
{La multiplicidad de las "historias" vidente enciende en las cimas de los acontecimientos anteriores que se
no es idéntica, con la multiplicidad de historia universal, en Esta mirada de vidente es ac1uella a la cual el
sentido de hoy, da expresión tiempo los contt:m,pc,rane<
a la esperanza de la humana del modo t¡ue lo hace el nombre de "al día"
ac1uella lengua universaL) l
(Ms 490)
PEsto y lo~ siguil'ntes indicaciones entre paréntesis refi(•ren al Cnnvnluto N de la Obra de los pasa¡cs. V.
en estE' volumen, más adelante, p. 73 y
14
Turgnt (1727·17Rl) fue el mayor economista francés del siglo XVIIJ. Su obra fundamental Reflexio-
nes sobre la 1ormacián y Distribución de la Riqueza (1766 ), que precedió en una década a La Hzqueia de
forma con la Más aun, hay que Naczoncs de Adam Smith.
ir más allá y plantearse la pregunta de si la histor:iograt:ía no representa acaso el punto de indiferencia "Cado época sueña la siguiente". )ules Michelet, "Avenir! Avenir'", en: Europe, tomo 19, N" 73,15 de
creativa entre todas las formas de la épica. Entonces, la historia sería a las formas épicas Jo que enero de 1929, pp. 6, 10.
es la luz blanca a los colores del espectro" (C. p. 451; W. B., Narrador, op. cit., p. 77).
63
62
forma en la conciencÜl ;mírica no surge nada nue\"O. Pero sus {Probletna de la tradiciór1l}
nifestaciones no se encuentran solamente en el arte. Para
decisivo gue la fantasía por d< K]UÍer sus fronteras. l
La en suspensoHi
f1 mdamenral: "La tradiciún como el di.ramtimmm de Jo sido en
la historia como el rontinmmt de los acontecimiento..;".-- "Puede
""'UJIL"'''-' de la tradición sea ilusk'm. Pero entonces precisamente la
ilusiún de constancia instituye en ella la continuidad".)
fundamental: "La historia de los oprimidos es un di.rmntimmm"
adudíarse la tradición los
nmtnmmm la historia es de los
que la del continuum todo al
ret)rc~scnt::;tcion del discontinuum es el basamento de la genuina tradición".
1
l
conciencia de la discontinuidad histórica es lo pt'culiar de las
clases n:'\ ulucionarias en el instante de su acción.· No obstante, subsiste, por
otra P'1ne, conexión más estrecha entre la acción revolucionaria de una
clase r concepto gue esta clase tiene (no sólo de la historia venidera, sino
también.\ de la historia sjda Esto es s/)lo en apariencia um• contradicciún:
la Re1 oluciún Francesa se remontó por sobre el abismo de dos milenios
hasta romana.}
Problema de la tradición II
En ninguna correspondencia histórica convino a la
concienua de la nueva situación. No tuvo lugar ningún recuerdo. (Se lo trató
de en obras como la Jlúlmia de iaJ Guerra.r Ctltl/T>eJ'ZJ7¡'/J
otras cosas similares. Pero no tuYicron éxito.)
nadíciún de los oprimidos, en la cual la ciase trabajadora aparece
com<J la última clase como la clase vengadora y como la clase
liberadora. conciencia renunció la socialdemocracia desde
un la clase trabajadora el papel de sah·adora de
64 65
una de no
generaciones venideras. Con ello cercenó el tendón de su fuerza. La en el
desaprendió en esta escuela lo mismo d odio CJUe Ja capacidad de sacrifici<Jt¡ tiene la nlás minirna noción de cuámo
Pues ambos se nutren más de verdadera de los predecesores instante ~lado, de traer
avasallados c1ue de la ideal los descendientes liberados. En los
in1cios de la Revolución Rusa
"ninguna para para el vencido" es tan
conmovedora, poryue expresa antes una solidaridad con los hermanos La ilnagen dialéctica
muertos que con los hermanos "Amo la generación de
Jos siglos venideros", escribe el no es esto, al
mismo tiempo, una confesión de la debilidad de la burguesía
alemana?}
(Ms
67
66
Críticas .A
Critica del progreso -~sobre la "'"'"·"''-'''"C{ llan,<l eterna una de existencia histórka Es b
humanidad redimida de la llama que etKen<.licla el día del
Crítica de la historia de la cultura de la historia de
que encuentra su alimento en todo lo que sucedú:J
Critica de la histori~l universal
Crítica de la -cdtica histórica- óm -~ ir11 roducóon-
Critica de la apreciación
Crítica de la historia en compartimentos {J Revoluciún a la Roma antigua}
Crítica de la teoría del progreso infinito entre la terca fe en el progreso y la confianza en la b~1se de
<lcumulaciún cuantitativa tiene yue
Crítica de la teoría del progreso automático
locomotora hist( >tÍa ¡( \
no conoce cantos festivos. Su es la idea de la prosa tpJe es contra la idea de la historia universal. La representacic'm de que la
entendida por todos los hombres, tal como el idioma de los pájaros por historia del humano de la de los pueblos es hoy, cuando
los niños domingueros. Poema de Ll<·~tolt flrecht
fiP<~les de la (!pem tres centa¡¡os, d<' Brecht, que Benjamín utiliza cornu epígrafe de la tesis
(Ms 441)
VII.
68 69
Ganas de luchar de ia
la esencia de los es t:structura
por sus actuales relaciones un de la mera pereza IT''>'OJluc:tonana con el pensamiento de la redención.
pensamiento. idea de una historia universal corre la misma suerte
idea de una lengua universal. Mientras esta última tuvo un fundamento, ya 1a conexión más estrecha entre b acción histórica de una clase
fuese teológko como en la Edad como, i1nalmente, con el co¡¡cepto que _ de
tiene no sólo . la historia
en Leibniz, la historia universal de pensar. Por el ]a listo sólo en apanenCia e~ una
e)e:rclcla desde el pasado, de que la conciencia de discontinuidad histórica lo"prop~o de
sólo puede ser una suerte de posición fortificada en el instante de su acción. Pues aqlll no faltan
del historidsmo ha de avistarse en la representación de que la historia es .~~·,,,, . . ,,.,,," históricas: R01T1a para la Revolución Francesa. En el
algo que se deja narrar. En una indefectiblemente m<:n<::Jonaoa conexión est:á destruida: la conciencia de la
se hará estallar el momento el curso de la construcción. Tiene que
admitirse la bquidaóún del título de
autor, en El El reconoció que f\1ientras la re.JJrc:sent:acJon
edificada en la y tensa arma:dm de
todo al suelo terrestre, la representación del dúcontinuum es basamento
plano teorético del trabajo el dominio del que M.arx pone en
de tradición. que evidenciar la del sentimiento del
la base de su obra, están mejclr destacados los intereses de la humanidad
que en las obras del historícismo, monumentales circunstanciadas y, en el nuevo comienzo con la tr::1dición.}
fondo, cómodas. Es más dificil honrar la memoria de Jos anónimos que la
de los célebres, <nueva los sin exceptuar la de los
poetas y pensadores. -El tercer bastión del historicismo es el más fuerte {El demento destructin> u crítico en la _ valida en el hacer
y el más difícil de asaltar. Se presenta en la con el vencedor". Los saltar la )ntinuidad histórica. La genuma no su
dominadores de cada momento son Jos herederos de todos los LJUe alguna ijvianamente. No Jo coge, lo hace saltar del curso histórico. Este ~~emento
vez han vencido en la historia. La con el vencedor beneficia siempre ....~~ .. r .. ••rl-1\''(1 en la ha de concebirse como una reacCion a una
al dominador del momento. El materialista histórico tiene este estado de constelaci<'m de peligros, que amenaza tanto al transmisor como a! rec~ptor ~e
cosas a la vista. Se da cuenta también de que este estado de cosas está bien la tradidún. Esta constelación de peligros le hace frente a la h1stonogra.f~a;
fundado. Quien quiera que haya obtenido hasta ]a victoria en las mil ' de ánimo. En esta constelacton
ante ella tiene que mostrar esta su
batallas que cruzan la historia tiene su parte en los triunfos que se llevan l 1 1 d ialéctica. Es idéntica aJ
de cruza la manera (e nwo a
los que hoy dominan sobre los <]UC son dominados. El materialista el hacer saltar el amtimom;. 1O, 1
histórico no reYÍsta al inventario dd botín <JUe los primeros ponen
a exhibición ante los últimos sino muy críticamente. /\ este inventario se Tan fuerte como el destructivo es, en la genuina el
le denomina cultura. Cuanto abarca de bienes culturales el materialista impulso de salvación.¿ Pero de qué puede ser rescata~io No ta,nto
histórico con la mirada tiene, sin una que no puede del v del desprecio en que ha s111o de un determuudo
contemplar sin espanto. N< 1 debe su existencia al esfuerzo de los modo de su transmisión. El modo en que lo honra como "herencia"
grandes genios que lo han sino también al vasallaje anónimo más funesto de lo que podría ser su desaparición. 9,
de sus contemporáneos. Nunca un documento de la cultura, sin que \la corriente de la historia le importa mucho la constitución
1
sea a la vez un ldocumentoJ de la barbarie. El materialista histórico guarda de una continuidad. vaJor a aquellos elementos de lo sido que ya
distancia ante ello. Tiene que cepillar la historia a contrapelo- aunque han ingresado en su eficacia póstuma. Contrarios a ellos los sitios en que la
tenga que ayudarse con las tenazas.}
(Ms 44 7 y Ms 1094)
71
70
la histuna; el 1\lesías no compatTCL' al tina] un
tradición se interrumpe por tanto, sus punt<1S y
a detenerse a quien quiere pasar por sobre eHas.
dd
No es así que lo su luz sobre lo presente o lo preseni cumo sucesor de lns oprm11dos; cxrinCJÓn de est2
' . . 'f
so l )te 1o pret~~lto, stno ,q~Je imagen en le ctJal comparecen,en los JT'!arxistas)
una constelac1on el pretento con el presente. Mú:nt:ras <JUC la relación
antaño con el ahora es una ¡re:l~H:lOn puramente temporal, la
,._,J.lJLUHU:l/
73
72
sujeto de la historia: humanidad} {La llarna eterna es una Ella cita
lo sido -la que fue una en cuantu le
{El contimmm el de los oprimidos¡
{Hacer saltar presente fuera histórico: tarea
existe·ncia de la sociedad sin clases no
del historiador}
de la lucha por ella. No el concepto del presente, el
(!\is 481)
"'""'.u:~~'"·"'·"'' para el ""·"'"'' . . ''~"''·'", necesariamente definido
por esros dos órdenes temporales. Sin una de la sociedad sin
{Interpretación del 1\0!m.r: 2- las alas v las velas. El viento, que de manera, s(">lu ha\ del un falseamienro
sopla desde el Paraíso, está en ellas. hisrúrico. En esa medida, t< ¡Jo C( lllcepto del presente del
concepto del Día de.! Juicio.
La sociedad sin clases como tope.
de un
\\'itiko \' Salambo en si
''inme(iiatas el
amtimmm temporal, de la marcial. Pero .le agrega
exposióón histórica.
de los demás. Esta sentencia de da. en todo caso,
Flaubert ha poseído quizás la desconfianza más honda hacia todas las el canon para el concepto del presente que eJ historiador hace SU\ o.
representaciones de la historia que estaban en en diecinueve. instante lo es del juicio sobre c1enos instantes que lo ,,,.,(0,.,",;,,~ .. ,
Como teórico de la historia, era, seguramente, más que nada un nihilista. Extr(lctos del
{El hacer saltar el rrmtimam; lo simbu}jzan las revoluciones al comenzar
un nue\'O recuento de los m1os. Cronnvdl l
{Necesidad de una teoría de la historia desde cual pueda ser enfocado sobre la mirada del vidente de ha de ser incor-
el fascismo} a los basamentos de los
{El pensamiento del sacrificio no puede abrirse paso sin el de la {1. a mirada del vidente se enciende ante el que se ace-
redención. Tentativa de mm·er a los obreros al sacrificio. Pero no se fue leradamente. Quiere decir esto <.Jue el vidente está vuelto hacia el futuro:
capaz de darle al indiYiduo la de que él era insustituible. avizora su en el pardo vespertino del pretérito que se le escurre hacía
- En el periodo los "'" 1 "~""''''""'"'c 'u'"''"''J'" la noche de los Esta relacú'm \'Ísionaria con el futuro ,,,,.,.,.,"'"""'r
grandes logros con lo contrario: ninguna por del historiador determinado
piedad para el vencido.] por la situación social actuaL}
482)
Ge~dHclihklillenwg, término que tiem• su origen ~·n t:'llíbro Johann Affi'11tlwur/¡r/¡ Nuupt'n
{Categorías las cuales que desarrollar concepto del tiempo gehcurlich,· Ge~c/m:litkltttcnmg traducnón lihre lihertinH- de la obro Cargontua 11
histórico} dt" han¡;oi;; Rahelais.
'"CL el referido ensayo Eduard Fuchs, der Smmnlt:r 1111d dcr Hbtoriker. "Eduard l·uchs, el colecumusta y
{El concepto del tiempo histórico está en'"'. .""''"'"~ la representación el historiador" (G S., ll-2, 465-505).
'" Carl Gustav Jochrnann escritor alemán, autor de unn obra gue fue
de un contimmm temporal.} mente en su tiempo por razones políticas, en la que cuenta como pieza
ellengua¡e, 1828), que critica el predominio deltengw~¡e ·pot't!CD Cí)fllO c;msa aet
dt" Alemania, en con Prancia Inglaterra.
Cm·/ Gusta¡¡ /oclmuuw, "Los retrocesos de la 1 de C
Ben¡amin.
27
Cf. la nota lY a Sobre el concepto de l11stona.
74 75
Critica r ..,..,,,t"'~"''' se le opone en nombre de la norrna ""'''"J"'-"· de una
t
''rescate" del pretérito~ J
76 77
espera en su
sitio, la cual se aviene con la eternidad. <fah:a el comíenz< )> de hecho.
440) estado de hecho hondamente fundadn obten1do la
victoria hasta día de en las mil batallas de las (]Ue rebosa la
toma :;u parte en triunfo gue se llevan los dominadores de sobre
de::· los oprimidos. El inventario del botín, <.]Ue ponen en exhibición
"La verdad no ha de ''"'"'""''"·c.-n,.c· sentencia, <.Jue pnwiene de ame los no será considerado por el materialista histórico de
Gottfried Keller, "'"-"J.:.ua de la historia del his- otro modo <.1ue críticamente. A este inventario se le llama cultura. Todo lo
materialismo histórico. que materialista histórico con la \·ista como
que amenaza desaparecer con lo <.1ue ha hasta él como arre
cada presente <.¡ue no <.]UC trae
el historiador al ) con una \)oGl <.]UC tal vez
habla ya, en e.l instante en que se ,¡] vado. rescate que es cumplido un docunH:rll () de
por el historiador a propósito de lo sido sólo ser puesto en obra como de la barbarie. Donde el l11stuncismu
algo que se pierde irremisiblemente en el instante que sigue. el materialista 1H'll'"~'l.l\..u
448)
35
Tesis V. Cf. la nota 9 a esta notil E'n Sol>re el wHcepto ,le hi,;turia~
Tesis VII y Apéndice, tesis A. "Tesis VIL
39
3
; En el manuscrito, esta p11labra está tachada y reemplazada por otra, ilegible. Tesis Xl.
78 79
1J4:'
<Palra el comicr11o> {medida con d.ia!éctica materialista no renunCJar a este cor1cepto de un
primeramente, es su sentido. Ilustran que el tpe sino en el cual el tiemp() es tú lirme, ba
de saquear la naturaleza la rm1s bien, dnentmiento. Pues este concepto def1ne prensamenrc t'Jf' Í)resente en
Al concepto depranu1o del escribe historia cada caso. Este presente es, pur exrrai1o L{Ut
tación de la nan1raleza pertenece como su naturaleza pw::da sonar, Esta no pues, nada venidero.
que, como se expresa Dietzgen, "existe grtl.tuitamente".J S/)lo tndÍGJ dobló la campana. Y d es el qut:
cuánto se tiene que ser profeta para decir eso. St encuentra este
1072)
del presente acuüado con en
de podamos habernos informado sobre un estado de cosas
tntnst(¡¡·!Tl~Hlo ésre mucha:-:. \'cces.
nn lo lJUC sucedid< Y por
no>mo(!enen y stno Donde el r-.rpt·r,,.H·n
pre\'er
está cargado de este marenal m~lteri:dista pone la bistoriadur es un
mecha al "continuttm de la historia". A propósito de este procedimiento, tiene en el medium de fatalidades pa:saclas. Con eso, se
la idea de hacer saltar de él a la (Y así hace saltar urúl ·vida humana ba tt.:rrninado para él el de la ·~,...··.-r"''"'~
de la época y una obra de la obra de la \·ida). El resultado de este proceder
consiste en que la obra entera está ¡a la conservad~1 v supómida en la
obra, m la obra entera la en la el curso entero de la historia.
XV44
La que está en la base de e5re método es el de una dialéctica
en estado de detenimiento. t~:l fruto nutrido de lo históricamente concebido hístoricismo con en el concepto de una hist(lria uni-
De ella se diferencia la historiografía materialista ,,v,,·~--oo·'o"J<J1!1:can1<:n1:e
tiene en su intedor el tiempo como sernilla prec1osa pero
con más nitidez que de cuak]uier otra. Aquélla no tiene arm~tzón teórica. Su
insípida
es aditivo: suministra la masa de los hechos para llenar el tiempo
(Ms
hn.-.-..,,,,,"""_'n=-- y \'<Kio. Por el contrario, en el fundamento de la historiografia
80 81
sobre teoría del conocimiento
{EJ historicismo con en el concepto de una historia
universal. De ella diferencia la m;nerialista metodológi- y teoría del progreso>
camente quizá con mas nitidez
armazón teórica. Su intéressants que Les hammes ': 3
para llenar el dempo vacío. Por su parte, en el fundamento lntroductíon de Louís
de la historiografía materialista constructivo real. Y éste p 103 (Cuy de la Ponneraye: Histoire de !A mira!
es el monadológico. El materialista aborda lo pretérito única y
solamente cuando éste se le presenta como mónada. En esta estructura des Beumsstseim besteht nur darín, d.ass man die W~lt ...
reconoce el signo de una interrupción mesiánica del acontecer; dicho de rzus dan Ti'aume über sich selbst
lucha por oprimí- KARl MARX: Der historischr MateritJ.Lismus Die
(! (Marx
del decurso
.i.t.>h·~·.-.......... c"~" vida de la
IN 1, 8] 6
Alude al ct'k!bre texto dt' Ltlllis Aragon (líl97-1982), Le pavsa11 de Parí~, París, 1926.
• 1'11 Fr1mcía. Siegfned Giedion (1888-1968), discípulo de Heinrich Wülfflin, que fue un
1mportante historiadür de la arquitectura, a utm de Espacio, timtpo y m·quítertura (1941) y de La mecaní-
La referencia es a El origen del drama barroco alcmtÍu (1925).
acuín toma l'i nwtuio: una contribuu6u a la historia atlóllima (1948).
88 89
estética fundamental de la construcción de de la Lo anterior dicho de otro modo: la indestructibíl.idad de la más alta
delgada red de hierro gue permanece tensada en el fluyen en todas las cosas. Contra los pronósticos de la decadencia. Y por
las cosas, los barcos, el mar, las casas, el el puerto. Pierden su figura cierto: ¿acaso n< una ofensa Goethe f11mar el Fm1.rto y no separa acaso
>
delimitada: giran, entre\'erándose, en al descender, se entremezclan un a1 poema del Fausto de la película del Fawa·o? Así ¿Pero no
simultáneamente". Siegfried Gicdion: út Fttmkreith Lpz Berlin :p todo un mundo entre una buena una rnala filmación del
7 Así también el historiador tiene gue sú]o un estrecho, pero parre trata de los contrastes, sino sól< J de
sólido andamio -filosófico-·, para arrastrar los aspectos más actuales Jos dialécrio JS, t~uc a menudo se parecen a los cambios de matiz. Desde
del pretérito en su red. Tal corno las vistas ele las ciudades que ellos, empero, la vida siempre de nuevo.
ofrecen las nuevas construcciones de hierro t<amhién> Giedion 4]
il<ustraciones> 61 tiempo abrían exclusivamente a los
trabajadores y los también el f11úsofo c¡ue ganar aquí
/\ h;u·car
los pritTH:~ros un libre de
la del
si así Jebe solirano.
rnedi<'
[N 1 a, 1J 1 a, s¡
Análogamente, pero de manera más nítida de lo c¡ue el libro sobre el
fvlarx expone la conexión causal entre economía trat;l
barrocd' ilumina el siglo XVll a través del presente, tiene t}Ue ocurrir aCJUÍ
de la conexi('Jn No ha de el .. ,.. ,_,...... v. CC( HlÓmJC( >
con el XIX.
de h1 stno la de la economía en su cultura. En otros
[N 1 a, 21 trata del intento por apn.:hcnder un proceso económico como
un archí-fen<'m1eno ilustrativo del cual proceden rodas las
Pegueí1a propuesta metódica para la dialéctica }Üstórico-culrural. Es muy manifestaciones vitales ele los (y, en esa medida, del XIX)Y 1
90 91
en que ésta pero del e< mcept() de y del concept1) de
también el ma.rxismo comparte el carácter de .-.v,nn·'· 11
no son sino dos aspectos de una \ la misn1a cosa.
materiales simultáneos con
¡N 1 a, 71
que dehería ser \'!Sto
Método dr este hterario. '/o no tengo nada LlUe deór. necesariamente que sobornarse con su ilustra-
que mostrar. No voy hurtar nada valioso ni me de formulaciones cnmprensi<\n marxista de la historia? o: ¿por via es
ingenJosas. Pero los andrajos, Jos desechos: ésos no los voy a inventa1·iar, una ilustratividad acrecentada con la ejecuciún del rnétodo marxista?
hacerles del único modu usándolos acoger el del en
!N 1 a, 81 de las nüs
[N 2, 4]
92 93
Sólo el observador falto de negar que Al estudiar la c< mcept·o de verdad que hace Simmel 11'
correspondencias entre el mundo de la técnica moderna y el mundo arcaico me hizo mu\' claro C]Ue mi concepto del origen en el libro sobre el drama
de los símbolos. Por de pronto, lo nuevo técnico actúa sólo como tal. Pero ya es una estricta ele este concepto fundamental
en el recuerdo infantil más próximo cambia sus rasgos. Toda niilez cumple desde el dominio de la naturaleza al de la historia. Origen el
para la humanidad insustituible. Toda \'Íncula, en su concepto dd archi~fenúmenc/'llevado del contexto pagano de la
por los fenómenos en su curiosidad por toda clase de inventos de la historia. Pues bien: el de los
macJuÍnarias, los técnicos con 1(\s mundos simbúlicos.
en el dominio de la naturaleza c¡ue de
vinculación. Pero ésta n<) se ~"·~,.,~....."
\ lo en los hechos cconóml
hábito. En el recuerdo, la ninez y el sueno. •Despertar•
cos. Pero estos hechos, mirados desde el punto de vista de la causalidad, o
[N 2 a, 1J sea, como causas, no serían archi-fenómenos; sólo llegan a serlo en cuanto
que, su desarrollo s'u MLO•<'~n~'cnlnH"'Y\1Pn1
El momento protohistórico 12 en lo no ocultado más, como salir de ellos mismos la serie de las formas históricas concretas de
antai1o --y esto también ts, al rnisrno stcuda y condición de la los de:SD!lc!:!'a desde misma toda la del
técnica-, por la tradición de la y Ja familia. El estremecimiento
prehistórico oscila ya en la atmósfera del mundo circundante de nuestros 41
padres, porque ya no estamos ligados a éste por medio de la tradición. Los
mundos perceptuales u se descomponen más rápidamente, lo mítico en
";\ étudier cet si proche et si lointain, je me compare un
ellos aparece más rápida, más crudamente, más rápido tiene que erigirse un
opérant par anesthésie je travaille en des régions insensibles, mortes,
mundo perceptual de otra índole y serie contrapuesto ése. Así es como
et le vit et peut encore .1R Paul Morand: l 900
se ve, bajo el punto de vista ele la el acelerado tempo
de la técnica. •Despertar•
Paris 1931 r
[N 2 a, 51
lN 2 a, 2]
94 95
tiempo determinado; dice sobre todo que vienen en lHta LjlH: vu cómo este ) ---·<.k rnanera
determinada. )' este advenir ''a la legibilidaJ" tl!1 dcter mmado punto ia t1siún dd iHmno--libera las enormes fucr%as lk la hiswria
crítico del movimiento en su interior. Cada presente determinar] 0 de h1 historia cl:ísica. La hisroria
por las imágenes que son sincrú1üca~ u m él: cada ttlH 1ra el ahora de. \'erdad había sido", fue narcúticu
una determinada cognosóbilidad. En la verdad
a reventar. reventar no es otr::t cosa que In
coincide, entonces, con el nacimiento del "'"""'"'""
tiempo de la verdad.) No es así que lo
o lo presente sobre lo pasado, sino que es imagen "La 'erdad no se nos , se dice en un sitio del de
comparece con el a la manera del rel:ampa¡Q'O. fonnulado el concepto ck verdad con el cual se
En otras palabras: !1al imagen es la dialéctica en suspenso. Pues mientr<isla
relación del presente con d es una puramente la de ío s1do
con el ahora es dialéctica: no de naturaleza •-r.-.'"'""'"·'
las imágenes dialécticas son decir: no arcaica~.
La imagen leída, vale decir, la imagen en el ahora de la cognuscibilidad, lleva Jei diecinueve": no tendría
en el grado más alto el sello del momento crítico, que esü en e) ha entiende de manera tal <-¡ue ¡se de reencontrar formas
fundamento de todo leer. tóricas en t'l haber del Jiecinue\"e. El concepto de una
del sólo tendría sentido alli donde el diecinueve fuese
IN 3,
expuesto como tórma por lo ranro, en una
forma cual toda Ja reagrupase de nut\'< l modo en
Lo yue corresponde el decidkio apartarse del concepto de 1a "verdad tenido "'"''~nrln en ese
intemporal". Pero la verdad no es -romo afirma el marxísrno-- ~olamente
una funciún temporal del conocimiento, sino que esní a un núcleo
de tiempo, que está escondido en lo conocido y en el cognoscente a la vez.
Esto es tan verdadero, que en todo caso lo eterno es antes un pliegue en el la síntesJs a p~lrtir de la tesis de la conciencia del
el vestido que una idea. v de la conciencia de la Entonces, el momcntcl del despertar
idéntiu; r'on el "ahora del conocín!Ícnto" en que las cosas ponen su
IN 3, 2] semblante \'l~rdaden> -surrealista-. en Prousr es impormnrl' el poner
la vida en el sitio de m:ís alro de ruptura dialéctica de la
Registrar la historia del de Jos conforme a su desarrollo. del del que está
Su componente propiamente problemático: no renunciar para nada <1 dar
prueba imaginalmente de la exposición materialista de la historia como [una
que es de] más alto sentido c¡ue h heredada.
IN 3, 3]
sur ce mécanisme de la contradicrion dans la biographie
c'est que h suite de sa ne peut les faits qui
Formulación de Ernst Bloch a propósito del de los pasaje:': différcme de celle de sa isolémcnL Ccst qu 'il
"La historia muestra su marca de Scotland-Yard.<"> Fue en d contexto laquclJe il tienne, qui tiennc Yraiment ... en face de faits
Empleamos este neologismo para el adjet1vo hildlirh; en N t!Hducimos lnldhaft por histt)rill, XVL
"imaginalmente"' localizado f>n el qitio que señala B~'njamin
2
°Cf. Sobre el r:rmrepto de historia, XVII. el rOí'(l'/'fP de historw, V
96 97
primordiaux et n·e~ une no trarar de otra
travailleurs, qu'il a la guerre qui menace et le fascisme del diecmw:ve.
est de la digníte d'un homme de soumettre ces a
et non pas de faire entrer ces f:üts-lá. par un tour de passe-passe dans ses
concepcions, si qu 'elles soiem". "D' Alfred de Vigny
dt: l< 1s elem<:nt< oníricos en
Avdeenko" U, 20 AniJ 1935 p Pero bien puede ser que
es el canun de la dialéctica. Ella e~ ni<Klelu para el De:n~;aclor
\'O, contradiciendo a mi pasado, establezca una continuidad con el lPasadoJ
para el bistonador
~ie otro, que, a su corno comunista, contradice este [pasado¡. En este
caso: con el de que en el mismo artículo de su 4, 4J
Patú: "Et comme la est manqué, ce qui
esr monsrre, ce pas aboutir...
comme eux, )C f\()7
a, 41 les cunditions
soeu1al<.~s<-JUi amenerent furent, par
les facteurs de ... l'art grec l¡ue ces -en:m:sano:::s accepterent comme
En la imagen dialéctica está lo sido de una determinada época, pero
modele. Car totalité de l'art grec n'a
siempre a la. vez lo "desde siempre sido" Sin súlo se le aparece
les renaissances ... om leur propre histoíre ... Seule une analyse hJ~;tort(liUe
como en cada determinada: esto
indiquer la notion abstraite d'une 'norme' ... de
es, a aquélla en <.]lH: la 1rejconoce preci-
a pris naissance .. Celle-ci ne fut crée que par la Rena.issance, c'est-<1-dire par
samente esta oníriGl como ral. Es en instante que el historiador
le ensuite para le dassicisme ... commen<¡:a
se hace cargo de la de
les enchaínements Marx n'a pas pn )~
IN 4, 1J sur CL:rte voie dans la pleine mesure des possibilités du matérialisme
histori<.¡ue''. I\lax Raphael: Proudhon .\Jmx PúctJJO París p 1
Lo del libro de la naturaleza apunta a l]LH.: leer l< > real como un
¡N t1, s¡
texto. Así tiene que ser con la reahdad del diecinueve. Abrimos
el libro de Jo acontecido.
]Al técnicas de
[N 4, 2J las formas <.¡ue su progreso
"~r"~''"''··· ..""'·' de su contenido sociaL ahi la an¡uüectura de
Tal como Proust empieza la historia de su vida con el despertar, así tiene ¡N 4, úl
yue empezar toda de la historia con el y en verdad
98 99
"ll rn:onrm, ce concerne... par
'·+'''"'fJ'-''-··• que, .. CCft~Ün\.'S importanteS de rart ne SOnt
f'YY,t'i·•<:Octr>nc
La teoría n1arx1sta
a, 2J J el nombre
de sus escritores dice:
Proposición de una estratificación ele la superestructura en A Asturaro: JI se donnant parfois au détail, avec la saintt
matniczlúmo Jton'm !t1 1\",,,,., 7 n;l Durcr, ou le poli excessif de Jcan-Jacques; t]UÍ ne cache pas assez
Stutrgart XXlll, 1 p 62 por Erwin "L·:conomía, familia y parentesco. {dJt 11 !l~JU ~ }-.._'\ í..,... t • !!
Derecho. Guerra. Políticn. i\lnraL Arte. Ciencia." trop ks hlamer; c'esr le luxe de cene la
[N 4 a, .1] les le fruirs et les elle e< 1urbe et tord les rameaux. Ces défauts
trn\'ailleurs se tmuvent soun~nr dans mes lines, quí 'ont pas leur:-:
J ;\lichd:t: Paris 1846 XXX\
Curiosa manifestaciún sobre "fuerzas sociales": "Una vez
concebidas en su en las nl:mns de los productores asociados pue- 11
den ser transforrnadas de dominadoras demoníacas en dúciles siervas".
Engels: Die de.1 z:o¡¡ rkr ;:::ur 1882 Cana de \X'iesengrund 5 de 1935: "La tentati\'a de reconcihar su
momento del 'sueí1o' -como lo subjeti\'o en la dialéctica- con la
4 a, 4J
cm11., l"'"" • n•ndelo rne ha Jle,·ado a formulaciones ... :
en tanto que en las cosas muere su Yalor de us( ), la~; alien.1~.b-- ahueca--
:\farx, en ell ¡go a la del . "'La m,·esngacton das ) acarrean corno cifras, De ellas se apodera ]a
tiene que apropiarse del material en analízar sus diversas formas de "'""!f··•n·'"'.li' en la rnedida en c¡ue deposita en ellas intenciones de deseo r de
desarrollo e indagar su vinculaci<in interna. Súlo de haber llevado a miedo. Pur ¡el hecho del que bs cosas fenecidas se instituyan en "l'"'~·'-"'~..o
se presentan como no \ eternas.
h1<Jrx qne citt1 Ben¡amín corresp<lndt• ];. lntnduccínn /¡ 1 cnmomía política,
dt• 1857/58. (e f. Marx 1L11gl'i~ WakmiS,<(tliiC, \' 1:\, Berlín, ]C)(,.I, r MO V dirPCtil del original La palabm me gu:-ta, l¡¡
<Jlemán, el pas<~je del siguiente modo: p. ej .. lil epopeya, se partidario fL'rvil'nte dellch'·ilnn dlenmcril!Ktl hnll"''t"""'"nt.•r
reconoce, incluso, qm·.. sJgnHlfilt:\ p()•;ibh~;.; 0 n un estadio n••c::ucw•"· publicada en volúmene~ entre lH-47 j
no dt.>SRrrollRdo del desrtrmllo del arte. Si GlS<l en la relación dt: las díversRs ps¡h.:'Cies artísticas peqtwt1a de elocm'nCJa, pubhtilda
dentro del dominio mismo del arte, tesulta ya meno~. >·orprendente que el mso en ia n>IRción del infinítanwnte, y demasiado, entregándose a \'€Cl'S detalle úll1 l¡¡ sant:1 rnajadcría de
dominio entero del artP con desillrollo general J¡¡ scKiPdad". Alberto Durcm, el pulim.iento excesivo de jean-)acque!i, no esconde lo snficiente t:í ''rte; en
El de exdamilci(ln que íntertillR Ben¡ilrnin se debe su propio error en l<l tra!>cripd6n. En este> detallP minucioso comprumetcn c>l conjunto. No que reprocharlos demasi<~do; es el
la lrilse corre.:tR, reproducid a ilrribil, anotil: " ... pueden ser transformada8 en mm10s de Jos lujo de Sln-ia; todo de una h1:; frutos y flores, cun·a v illerce J¡¡;, rnmas.
nnvlt:.rtt•roc ilSOciildos V los dominildnre!' demnníRcos en dnciles sierva!'" gr¡¡n tr,,h,.í.~rt,)r se encuentran a menudo en rnis libros, que no tienen las cualidades
El deSt1rro/Jo dtl so, ialismo de~de la utopía a lo Ot'IICif1. import¡¡ 1"
lOO 101
von ,.,
Las tmágenes dü1lécticas son constelaciones entre unas cosas alienadas
y una significación que entra deteniéndose instante de (1 lp
indiferencia de muerte ' 1\líent.ras cosas son despertadas
para lo más nueYo en la la muerte transforma significac1ones ) ll
en las más . H;.1 de tenerse en a propósito de estas
reAexiones, que en el siglo diecinueve la cantidad de cosas "ahuecadas" La humanidad tiene que reconciliada de su
crece a una velocidad antes no conoóda, debido d progreso técnico forma de la reconciliación es la serenidad. ''El régimen alemán la
pone fuera de curso a cada momento nuevos de uso. nadería ckl ,máen expuesta la mirada de1 mundo, ... ya no más que
5, 2J ~"·'""'P"~''',t·,- de un orden mundial, cm os verdaderos héroes hao muerto.
cuand<>
"El críticr) arranc;1r teórica y
que sido heridos de
práctica r desarrollar, a realidad existente
en el Prometeo encadenado de Esquilo, tuYicron c1ue morir
la reahdad verdadera corno deber y finalidad de . Karl Marx: De;·
ct'nnicamente en los de I .uciano. ¿Por esl'a marcha de
bi.rtorircbe 1\tateriaii.mm.r Die hg von Landshut und ~!ayer Leipzig
]a Para l]Ue la humanidad se de su
(1 l p 225 an Ruge Kreuzenach 1 El arrancar
Karl !\1arx: Der biJtmúrbe ;\'Jatetiaii.rllUIJ Die rrtlb.rcb11/ft'1t"'
de que habla J\farx
desarrollo. Puede ser en remotamente pretéritas, cuyo und (1 1 p 26H
deber\' cuya finalidad no ha de exponerse, El surre,llismo es la muerte del último
teniendo
en cuenta el estadio de desarrollo ""h ...... ,.,,,.., y corno 21
preformación de la finalidad de la historia.
[N .\ 3] 1\ 1a rx (:' 1m7>..· tmd iiber 1:Úterbarh. Aus dem 'NachlaB
cbi,.r 1 Frankfurt a/I\1 192H> p 301 ): "No hay una historia de la política,
del derecho, de la etc., del arte, de la religión, etc."
Engels dice
gels~Archi,·'' hg Yon Riazanm· 5 a, 3J
que tampoco el derecho tiene una historia
que \·ale para estos Yale ante Fn "1 Familia" se chce del materialisn1u de Bacon: "L1 materia con·
Pensar las formas de existencia de la sociedad sin la imagen templa risud'iameme, en un resplandor al hombre entero".
de la humanidad cultural sería un contrasentido.
4]
[N 5, 4]
regrene de n'avoir pu traiter que d'une
"Nuestra diYisa tiene ... c1ue ser: l2 reforma de la conciencia no a través de la vie "'""'"""'' usagcs de
de dogmas, sino a mn-és del análisis de la conciencia oscura para droit ont toujours formé
misma, ya sea que se presente en términos o Entonces
se patentizará que el mundo tiene desde hace mucho el sueño de un cosa
de la cual tiene que poseer sólo la conciencia para a ella lmisma] Elmatenulzsmo /¡¡stórico. Escritos tempranos, ed. por etc.
Jl¡¡d
Para la crítica de la filosofía del derecho dr Hcí(cl.
15
Mm:x 11 Engels sdwc F111crbacli. Ed. 21 prutir de los documentos pósturnos del legado Marx-Engel.s. Marx y Engds solm: Fcw:r/Jach. Ed. a partir de los documentos póstumos del legado Marx-Engels.
103
102
l'int:éret princtpal de la des indh,idus". Charles tmp insister sur le fait que, pour un marérí:lli~·.te éclairé
Scignobos: ]~JiJtoirt p XI le déterminisme t~conomique n'est pas l''outil absolurnem
devenir la clef de tt lUS le
s s¡
dt1 JitrdaliJIIH París (1
104 105
)' CalYino "superan'' la religión católica cuando l"supera'j a
Fiebre y a Kant, Rnusseau, indirectamente con su Joáal, al consti-
tucíonalista l\lonteS'-JUÍeu, se trata dt: un suceso (JUe permanece al interior
de la teología, de la de la ciencia representa una
etapa en la historia de esos dominios del l'-¡ue] no sale para
nada del dominio [respectin>J. Y desde '-JUe la ilusión burguesa de
eternidad y la condiciún de última instancía de 1a capitalista,
incluso la superación de los mercantilistas por los fisiócratas y Adam Smi-
tb se ve como un mero triunfo del no como el reflejo en el Rimbaud.
pensamiento de hechos econúmicns sino como la correcta
por fin de condiciones y] por doquier
Band und
Ha de explorarse el dnculo entre tradiciún y técnica multiplicativa. "Las Contrastar historia con la obsen ación de
tradiciones.,. se relacionan con comunicaciones como, entre que traduce Edmund en "Diarios íntimos" 23 de mayo
sus multiplicaciones por medio de la con las impresas, tal corno de 1 "Líre dans !'avenir est mats vo1r tltn'PuJ·puf dans le
llo hacenJ los dupUcados sucesi,-os con las simultáneas de un libro". est difficle encore: je dis c'esH't-dire
!Carl Gustav Jochmann:J l'eber die 1828 p 259/60 (Los
retrocesos de la .n
tal un drama rnA!-> que una historia, v In patétírn le u11<1 condición tan im-
!N 6 a, 3) periosa como la autenticidad".
Citado también en Edwm1 f¡¡c/15 ... (G. S., II-.:2, p. 468).
Cf. nuestra nota 30 a los "Apuntes sobre el concepto de historia",
106 107
tout ce licu dan~ l'intervalle". L<l de del mediante presente.
mirada no es tan difíciL corno más hie11 de
s¡
múltiplemente un
Para el historiador rnaterialista importante diferenCÜH de }::¡ manera
más estricta entre la construcción de un est-ado de cosas y :kluello 4!
c1ue habitualmente se llama su "reconstrucci('m". La "reconstrucCión" en la
empatía es de un solo estrmo. L1 "construcción" supone b "destrucción". p( mer al presente
'6] situación crítica.
[N 7 a, lJ a, 8j
El materialismo histúric( J no ni una exposición de la Sohre cuesti<'m dt· ],1 incondusi('m de la historia, cart<1 de llorkhcimer
historia ni una continua. En la medida en que la superesrructur:1 rerro-actúa 16 de de 1 . "La afirmaciún de l-<1 inconclusión es idealista, sj
sobre la estructura, resuha que una historia homogénea, por ejemplo, la de conclusiún no está incorporada en ella. La injusdcia pasada ha ocurrido
la economía, no existe más e¡uc llfl<l de b literatura o de la ciencia jurídica. cerrada. Los muertos han sido matados efectivamente ... Sí toma la
En la medida en que, por otra parte, las diversas épocas del son inconc!usión en serio, que creer en el Juicio Final... Quizá
flfectadas en grados completamente diYersos por c1 presente del historiador ;'!LILJ;'!lC!L<l, en relación con la inconclusión, una diferencia entre 1<, positivo y lo
(a menudo el pasado más reciente no ~¡fectHdo por el pn:sente "no le ·-r··~·''"'"" de tal manera que sólo l::t injust1cía, el rerror, los dolores del pasado
hace justicia"), una continuidad de la historia irrealizable. I las las obras se rclaci< man de
otra manera con el tiempo, pues su carácter positivo es ampliamente negado
¡N 7 a, 2]
por la caducidad. Esto vale por lo pronto en la existencia indiddual, en
no la dicha la que es sellada por la muerte, sino la desdicha''. El
"Leer en el porvenir es difícil, pero mírflr ¡nmml('llle t'll t>l pflsildo es más difícil todavíil· digo puramente,
----iec!ura retardadil y herídfl de re~i~tencias de un lector difícil y refinado"
e~ decír, sin mezclar en eStil mirada retro~pt!Ctivil tndP lo que hil tenido lugilr en el ínt<>rvalo"
109
108
consideración de que de los ele1nentos que, corno se reconocer
la historia no es únicamente una ciencia, menor, una a la luz del día por el alcanza
de la remembranza. Lo que la ciencia ha modificado la particularmente enfática.
remembranza. La remembranza convertir lo inconcluso dicha) en Es el de un nihíllsmo específicamente que también aparece en las
concluido, y lo concluido inconcluso. Esto es que ha tenido un en Céline. Este
teología; pero en la remembranza hacemos una que nos prolube nihilismo ha del shock que proporciona el interior del cuerpo a
concebir la historia de modo fundamentalmente así como tampoco que tiene que tratar con él. El m.isrno Jung retrotrae e.l acrecentado interés en
nos es licito buscar escribirla en conceptos inmediatamente ] 1 1 anírnico al y escribe: "El arte ha antlc:mado
~ ..... ~..... v. tal como el arte aprehende intuitivamente por
¡N 8,1 cambios venideros" Zünch
- El pn lblema anímico del hombre
La función nítidamente de de
arcaJcas para luz en el cns<ml "Sobre las
relaciones de la analítica con 1:1 obra de arte literaria": "El proceso
creador... consiste en una vivificación inconsciente del arc¡ueópo y en una ...
configuración del mismo que llega hasta la obra acabada. La configuración
de la imagen primordial es, en cierta una traducción a la lengua Lr1 tradiúon. recueiile.
del presente ... En esto reside la social del arte: ... hace emerger dan.r
aquellas figuras que más le hadan falta a] de la Desde la Satt:m París 1886 p
insatisfacción del presente se retrotrae la añoranza del hasta gue
ba alcanzado aquel arquetipo en el inconsdente c¡ue apropiado para
compensar la ... unilateralidad del espíriru de la i\quélla coge esta julien Benda cita en "(rn dam /e sti:de'' la sentencia de l·ustel de
imagen y, al aproximarla ... a la conciencia, modifica también su figura hasta Co~langes: "Si vous Y<mlez revine une épo<iue, oubliez que vous savez ce
que puede ser aprehendida por el hombre del presente en conformidad con qui s 'est apres elle". Esta es la ttu{grta cbarta secreta de exposición de
su facultad de captación". CG Jung: der Zürkh la historia de la escuela historicista, y este de 13enda tiene escasa
Leipzig u Stuttgart 1932 p 71. Así acaba la teoría esotérica del arte haciendo fuerza demostrativa: ''I ;ustel n'a dit que ces mceurs fussent tmnnes
"accesibles" los arquetipos al "espíritu de la pour le n)le d'une ép<>Clue dans l 'histoire",
[N 8, 2]
110 11 ]
la "imagen del mundo de la ciencia natural'' de la "'-l..:UIH..ld mitad del sigio. exoenenc.w dialéctica es dispersar la apariencia
ul~tm~a<:ton de la historia en ~~'·>·•·'·"'"'""'.
de repetición, historia.
IN 8, <t4J absolurameme libre de esta apanencJ;¡
9, 2J
dialéctico tener el viento de la historia en el velamen. Las
los conceptos. Pero no basta con disponer de las velas. El arte
Acerca del concepto del "salvamento":sl el viento del absoluto en el
lo decisi\ u.
velamen del concepto. (El principio del viento es lo cíclico) La pmicíón
del velamen es lo relativo. 9, R]
tN 9, 3J
El concepto del progreso ha de ser fundado en la idea de la catástrofe.
¿De qué son salvados los fenómenos? No \ n;) t<l.nto del c¡ue así", lcsoj es la catástrofe. Esta no es lo que en cada
desprestigio \' el en que han sino rnás bien la mnmento está por sino lo <.¡ue en cada momento está dado.
tal como la exhibe muy a menudo un modu dctermmado de su rransrnhión, Stdndl>erg ---¿en llacia ncwtcl.lm?-: el infierno no es que tengamos
su "dignificación en cuanto que herencia".-- Son salvados po:· la exhibición delant~· --sino
En roda obra de arte verdadera el sitio en que ésta sopla frío, a agué]
Que el objeto de !::1 historia sea hecha ~altt~r del continuo del curso
que se sitúa en como el viento de una alborada venidera. Se sigue de ahí
histórico por su estructura monadológica. Esta sólo se pone •
que el arte, al cual se lo veía a menudo como refractario toda relación con
de manifiesto en el ()Ue ha sido hecho saltar. Y esto lo hace en la
el progreso, puede servir a su determinación El progreso no está
dt' la confrontacíún histórica, que constituye el
domiciliado en la continuidad del curso en sus interferencias:
interior por d<:cir los histórico, en la cual
allí donde verdaderamente nuevo sentir por vez primera con
entran todas las fuerzas v los intereses históricos en remozada medida.
la sobria frescura del alba.
En virtud de esta estruct-ura monadológica del objeto histórico entuen-
¡N 9 a, 7] tra éste representada en su interior la propia pre-historia y post-historia
5
" Cf. Apéndice 11. (¡\sí, por ejemplo, la pre-historia de Baudelaire, tal como se presenta
l 14 115
en el pensar pertenece lo mismo el m< >vimienu J que la dctencJÓn <k p(:·nsa-
mícntos. Allí donde el pensar llega al derenitniento en una constelación pletórica
IN 10, la dialéctica. Elht es la cesura en
LLI<ti'-J>LU\-1 d. Ha en
"'~""'"'"""··"< dialécticas es la mav<Jr.
Ha\' que poner en ]a base de la discusí\')n con la "apre-
mism<> construido en J¡:¡ ""'"'n•L'"' 1''n mnteri~1li•,;;ta de
ciación" convencional la polemica conm1 la Fustel
dialéctica. Es idéntico con el el
de Coulanges).
IN 10,41
11, 11
El momento destructivo o critico en la hisroríografía materialista entra en
vigencia al ser hecha sa.ltar la continuidad con la cual se consdtuye por
hísl!lrÍil decir darle a 1< )S Jos anos su f1sonomía.
primera vez el histórico. De hecho. en el curso continuo de la historia
no se puede visualizar en absoluto un de la historia. )', desde siempre, 1, 21
la historiografía ha sencillarnente extraído <~n de curso continuo.
Pero eso sucediú sin principio, como recurso de urgencia; y lo primero para El acontecer que n Jdea al historiador v en el cual toma parte estar~~
ella siempre era también volver a deposírar el en el contimtum que recreó la de su exposición como un texto escrito con tinta simpática. La
para sí en la empatía. J .a historiografía materialista escoge sus objetos s.in mano historia que le presenta nl lector constituye, por así dcór, las citas en este
débiL No los aferra, sino que los hace salrar del curso. Sus precauciones son texto, sólo son estas citas las que están allí de un modo legible para cada
de más largo alcance, sus acontecimientos más esenciales. cuaL I::scribir bjstoria signihca, pues, citar historia. Pero en el concepro del
¡N 10 a, 11 citar que el histórico respectivo sea arrancado a su
57
Cf. Sol:rre el concepto de historia, XVII. hístoria, XVII.
Sobre el romepto de historia, VI.
116 117
proceder en la el sano entendimiento
la presencia de
espíritu y la dialéctka. (Sobre la mónada N 1O
IN 11,41 d'erreurs ... je crois
Pn,·P·Inr...-..~.., que la nature a données h1
El presente determina en el dd dónde
sortir ::tvant elles de la terre, fletrir successtvement a
apartan su pre- y
su post~historia, para aprehender su meo]Jo. la mussancc cfautres ce gu 'enfin cene::
couronne de tleurs et de
¡N 11, 5]
Il ~44
[N 11 a, 1] 1
'' "¡Qué espectáculo presenta la sucesión de opiniones de los hombres! Busco en ella el progreso del
espíritu humano,\ no veo casi ninguna otra cot>fl qut' la historia de sus errores.¿ Por qm' su marcha, t01n
S\''gura de:">dt· los primeros pnSP!' en el estudio l01s maternálicas, tan vacilantt' en todo lo demás,
tan suwta lenta progresión de opiniones y errores.. esR" primerai>
"Que! spectade présente Ja succession des des hommes! hojas, esRs envolturas que la naturaleza ha dado al tallo nacientt' de las plantas, sahr antes que ellas
cherche les progres de !'esprit humain, et je vois presc1ue autre chose que dt? la tierra, marchilarse sucesivamente al nacer otras envolturas, hasta que al fin aparece el talle y
corona de flores de fnltns, imagen dt' la vPrdad tardía".
"En los primero:-; tiempos .. , er¡¡ preciso volver, por medio de J¡¡ perfección, ¡¡J punto al cu11l los pri-
que pnmerannenlte han sido esclarecidas nn son 1ilquellas en que ellas [las ciencias)
han hecho más progreso". meros hombres habían sído conducidos pnr un instinto ciego; ¿y quién no sabe qu<' es el supremo
esfuerzo de la razón?"
118
119
CEton:J ll Paris 1844 di.rcoun mr it.r
una renuncw
IN 12, 1]
fundamentalrneme alterado del
"Il esr des parties dans les arts de qui ont pu se perfectionner avcc al menos en sus hueUas. !la sJdo '" ................ _.
le temps, témoin la qui dépend de l'optique. I\lais couJeur fer r< >Carri 1.•. lJUC muestren hermanados montaüa y
}ocaJe, }'imitation de la nature, meme des SOnt de abismo río r puente están los
tous les temps".M Turgot: O~twre.r 1I P:1ris 1844 du .rerrmcl dirrozo:r sur de n mcentración de es re toda su
l'hi.rtoin: r 658. testirnonian que h1 naturakzcl n1)
IN 12, 2]
120 121
Lotze como crítico del concepto la afirmación, entre l( ~s hombres lJUe han vivújo con nosotros.
gustosamente creída, de un progreso de la humanidad en linea recta, una a la de la felicidad --esto es lo gtle nos enseúa lx·ch< l
reflexión más cautelosa se ha ... \'Ísto hace mucho, a descubrir notable-· oscila h1 de la redención. felicidad fun·
que la historia a,·;:mza sinuosamente en líneas dada en el desconsuelo y r"\t'oPr1'<l'lt"'l"\t'>r\1CfA
a otros; en sido nuestros. Dicho de orro un músculo glle
reconocimiento de l]Ue la 1mt)res1on tiene fuerza suficiente para contraer rudo el histórico. de
radamente sublime !erhebenderJ, suerte aun. la del tiempo histórico reposa enteramente
Una consideración desprejuiciada habrá de asombrarse siempre, ante todo, en la de la redención. frase está en Lorze: }\tikroko.rmo.r JJ I
de cuántos bienes de la cultura cuánta beHeza de la vida ... han
sucumbido para no volver nunca Hermann Lorze: Aiikroko.rmos III
864 p
122
\'io en el desarroUo intelectual de la socit.:d~HJ el único contenido dr:
Herrnann l ,mze: ~\lik:ml:o.rmo.r !11
la historia ... ¡La elevación ... de la hisr( 1ri:1 de b cultura a ünicn
de investigación histórica:'· Ernst Bernheirn: Alittelcllterfitbr·
in ihrem Polilik tmd
14, 1J
de vista de que "basta )'il progreso, n1and~ L sobre !a am-
de una incult-ma que, tomada en su conjunto, permanece siempre
"La carégorie logique du temps ne domíne pas le verbc aurant
c.ada más la cultura de una m.inoría", sale al pasn
pourrair le croire '. Si qut cela l'expression de !'avenir ne
Lot:ze con la pregunta:'' bajo tales supuestos, puede hablarse de una
semble pas se situer sur le méme de hurnain que cclles du passé
humanidad?" Lotze: i\likrok;OJJJ/(}J lll 18(>4 r
et du présent. ' ... Le futm n'a somTnt pas proprc, ou s'il en
celle du
124
125
Para comparar con
calendar.Íil
"Tenons d'abord pour certain
cause, a une
14 a, 6J
seros de iVIurillo, los
Una fórmula que acur1.a Baudelaire para la Afitttlal!e¡~r;'{, Mi.inchen 1 ~)2H p 44H.
hay en la embóaguez del bashish fenÓtTleno muy
conciencia histórica revolucionaria; él habla
absorbido por los efectos del hashish: "Si
me semhlait toutefois ou méme
qu'elle n'anút pas éd. Le
Dantec, Paris 1911)
IN 1 11 7\1.ainte pagc de ~vlarh,aux Rousseau enfcnne un
m\·stérieux, c¡ue les premiers lecteurs ne pouvaient pleinement déchiffrcr''.
\'en el mediodía de la Anché Le 1 "Le
historia. Se aprontan a or,eo:ara.rle un almuerzo El historiador Crenoble 193() p Xll.
es e] heraldo que conYida los finados
1J
IN 15, 2J
126
127
m::wques d'une ,,,.,,r, ..,,,,n¡-,-, pour celni .\1arx caracterizR " .. e,{.,-,..,_,,,,_,",_,.,,,,..,
qui s'en sen a rendre ses pe:n::::et:s reproducdón del fenómeno como
les et qui m1o su "elemento (:.ir. 1'-orsch:"~
franc. lis annoncent que p l::~:src elemento
ou du sentÚTH:nt exprimf.,
"'L""''-1;::\, c¡ue ks
des idées devenue;.; \'ulgaires
dit en paraít
"'""''"''"''-" de la naturalez~¡ en _Marx: "Si en 'la na turakza física
den n'est aussi clair, parmi les rnots, que ccux qu'on nornme t-e,,,-,,,¡,_, .. .,
la concibe la naturalez<t
clarté est tellemem un des caracteres de la ·vérité que souven: on la prenda
La naturalez;¡ física no irrum
pour eBe". Nada más sutil que el de ser claro para por lo menos
n mH; un
parecer verídico. El de escribir sencilhlmcnte, lJUC :-:t ,>
no pn :,¡,¡}u
frecuentemente por rencor, dadn la :lllloridad.
hombre naturaleza. al rnismo entre lwn1hrv ' hum
JJoubert: Q~NlTeJ París ] 883 ll p 293 du XCIX
para hacerse comprender también por Jos filósofos: en lugar de
15 a, 3) ... r-.r,,.,'.,
0 '7" pura, culoc:-:~chl olmo supuesto de actividad humana (1a
aparece por doquier, como 'materi;l' en
Una estilistica de la cual ,-aliese la pena se daría para pudiese cienc1a social estricta de _;\1arx, la mediada y transformada por
desarrollar la dialéctica de los precepros de Así recomienda Jouben actividad humana social por ramo, modificable y transformable en el
~ ' pero ach'iertc
1
el uso de los mot.r fururu- en cuanto material lli!ltni:l nallllilltl
"Es a trAvés de las pAlAbras farrúliares que el estilo muerde v penetra en el lector. Fs ¡¡ través de ellas
que los grandes pensamientos tienen curso y SE' los presume de buena ley, como el on> y la plata marcada~, ljmitflción de la ..---.-'"'t-.rlnn materialista de la historia en Korsch: "Con
por un sello conocido. confi<mn quien se sirve de ellas para expresar sus pensamientos más material transforn1a ram-
sensibles; puef' en tal de la común recnnnn· un hombre que conoce vida y las
ellas. Además, p¡¡Jabras constituyen el estilo franc tl. Anuncian mediaciones c¡ue existe entre la base mc1terial y su
que el autor St' ha nutrido hace tiempo del pensamiento o del sentimi~>nto expresado, que se ha juridica \ las formas S<Jcialcs ele conCJcncia l¡uc
í!pn~pii'ldo d<' ellos y los ha tornado habituales, de manera t<~l que las expresiones más comunes le bastan
para expresar ideas que se han ntelto vulgares en él en virtud de una larga concepci6n. fin. lo que los asenos de h teoría m:w:riitlisra de
dice parece más verdadero; pues no hay palabras más claros que las que denominil familiares, v
la claridad es a tal punto uno de los caracteres de la \·erdad, que a rnt>nudo se la toma por ella".
upalabras familiares". Karl Korsch (18Ró· 1961), filósnío y pnlítíco marxista alemán, tiene como la principal de sus obras
u lengua particular". ftlosolia (1923). lngresndo al Partid<) Comunista en 1920 despw>s de L)tras militancias
"no expresa más que cosas rebttivas a nuestras costumbres presentes"_ anteriores, fu~:; re~istído v finalmente ¡¡ causll de su interés por r~·vitalizar t~'óricamente el
"Todas las palilbras hermosas son susceptible~ de más de una ~ignifícación. Cwmdo una pnlabr¡¡ marxismo y por posidUl~es políticas que consideradas ultra-izquierdistas.
hermosa presentil un sentido más bello que el del autor, es preciso ndoptarlo''_
128 129
la sociedad sobre nexos tales como o el de economía para cada dominio [v. a]
y conceptos de dme.r tienen ... para .,.,, .. ~.., ..,,"''"'n científica más exacta de las conexiones aquí nres~t:ntatias
las diversas épocas, una diversa y son válidos en la forma de- todavía una tarea del cuyo punto esencial no
terminada en que fueron enunciados por Marx para la sociedad burguesa en la formulación sino que tiene que estar en la y com·
actual, y, en sentido sólo para Sólo la sociedad burguesa continua de los nrmc:lDJios unnlJ!C11:anr.1e1Jte conteniclos en la
actual, en la cual las esferas de están formalmente separa- Sobre todo no ha de aferrarse uno temerosamente a los c¡ue
das una de otra por completo, y los obreros son, en cuanto ciudadanos del menudo tienen sólo un sent]do con los cuaJes ha descrito f\1ar:x
Estado, libres y tienen iguales posee la demostración científica las conexiones particulares que existen aquí, como una relación de 'base' y
de su persistente falta de libertad real en la esfera económica el carácter de etc. .. r;:n todos estos casos los
un descubrimiento teorético". KorschiLI p 21
16 1j
130
131
sobre la materia'. La ciencia materialista de la sociedad ... no requiere ... de concepto de la hiswri~1 umversa! es mesiánico. La hi:;toria
ninguna fundamentaciún filosófica de esa Éste, el más importante ao;r:H::JOn de cosa de oscuranti~;tas.
progreso ... de Marx, ha sido desconocí del en la secuela, por... mar-
xistas 'ortodoxos' ... Con ello han incorporado ... su propio atraso filosófico
en la teoria de que cPnsciememcntc desde la filosofía
hacia la ciencia. En forma casi grote~ca este destino histórico de
la ortodoxia marxiana. de modo tal que, en su defensa contra los ataques
revisionistas, arriba en todos los puntos capüajes a la posición del adversa-
cuando el representante de dirección ... , Plekhanov, cae al
fin, en su búsqueda ele la 'filosofía' que al en exponer Saintc'~Beuve
~d marxismo como 'un ) por Feuerbach de su .,,..,·r~r..... n,,.,
132 133
confie aune commission spécialemente choísie 1,o en la de la ''cultura"
déntre les ínventions nouvelles seront ..,..,,'"'""""' seront gardés
11;;~•'-ILIC!,,u.;;;-,
de la manera más insistente en el efecto qut~ la enorme
París 1938 p 7
tHJt¡[().HJ¡uutt'
zín de de cuatro en el héroe
rar:meUt:llt ce que Léonard pasea por ella. "L'inconnu
de de r~ ••,,.-,,rF><"
de Vincí attendait de l'hornme chercher de
la neige a la cime des monts et revenjr raJson
de la ville
chacune un monde ... La vue de tant d'existences nationales ou
tout vibrants de chaleur, l'été"'.
indivíduelle~, attestés par ces gages humains qui leur acbeva
IN 18 a, 2] les sens du jeune bomme... Cet océan de ""-~uJ•'-·1·
des ruines luí composaiem un
Puede ser que la continuidad de la ,.,.,,,,,."'"·n sasiss~1it toutes les
ces la constancia
continuidad en ella. ments sur cene natun: ¡Ha.:">'Ll'-1!1-1'-
débris de il ét<rít malade
fN19,1]
humaines, assassiné par le luxe et les arts ... Semblable en
chimíe moderne qui résume la création par un l'áme ne compose-t-ellc
Proust, con ocasión de una cita una carta de Balzac a ]\1. de Forgues), pas de terribles par la rapide conceritra:tion ses nu
<.]Ue probablemente extrajo de Montesquíou, de este úl<t>imo. de ses idées? d'hommes ne périssent-ils pas sous le foudroiement
(El pasaje contendría una errata de escritura o de imprenta discorde al de acide moral soudainement . dans leur
sentido.) "11 y a <.1ue la "supprimée rk Flammarion Paris p 21
de mes épreuves... Mon livre sera sans doute trop peu lu pour <.Ju'il a1t
risqué de défraichir votre citation. i\ussi l'ai retin~e moins pour vous
19. 31
que pour la phrase elle-méme. Je pense, en qu 'il existe pour toutes
les belles phrases un droit imprescriptible qui les rend ínaliénables a tout tesis de Focillon, que saltan a la vista. La teoría materialista del
ae<.¡uéreur, autre que celuí qu'elles attendaíent par une destínadon quí est arte ciertamente, iuteresada en la dispersión de esta vistosidad. "J .'état de
de leur destinée".')t de J Lettres a Roben la vie des formes ne se confond pas de plein droit avec l'état de la vie sociale.
de MonteS<.]uiou París 1930 p Le tcmps qui porte l'ceuvre d'art ne la défirut pas dans son princípe ni dans
la de furme"~ 4 (p "L'action combinée de la monarchie
IN 19,2]
1.35
134
de et des gens de villes dans 1e des ca- error esenciaL tlenri Focillon:
thédrales gothiques montre influence décisive peut exercer k concours
des forces sociales. Mais cette acrion si est résoudre un
probleme de statique, acombiner un rapporr de valeurs. Le ma<;:on banda
deux nervures de pierrc croisées angle dro1t snus le docher nnrd de ~"''""''"lA ... en \'{m~ de se définir... <m la présente
l'auteur du chn~m de Saint-Denis furent des cakulateurs travaillant sur des 'évolution', terme étant pris dans son acccption la plus
solides, et non des hisroriens interpretes du temps. P!J L'étude la plus artentive vague. i\lors que cette notíon étair contrólée ... ~tvec soín par
du milieu le plus homogene, le faisceau de circonstances le plus étrn1tement nu·~J·qu.._.~. J'archéologie la recueillai ... comme un procédé de
serré ne nous donnent pas le dessin des tours de Laon"95 ( p Habría montrér ailleurs ce gu'elle ¡J'évoludon] avair de dangereux
que adherirse esta reflexión para evidenciar, primero, la cliferencia entre la son parcours unilinéaíre,
teoría del medio v la teoría de las fuerzas b diferencia par rin
entre una "reconstrucciún" y una •n,..,,........ ,.• ,.,""'n
FociUon: 1 de.r París 1
IN 19 a, 11
"La acciún combinada de la monarquía capeta. del episcopado y de los habitantes de las víllas en el
desarrollo de las catedrales góticas muestra qué influencia dPcisiva puedt> e¡ercN el concurso de las
fuerzas sociales. Pero esta acción tan poderosa es inadecuada para resolver un problema de estática.
para combinar una relación de valores. l:.l albañil qtw tensú dus nervaduras de piedra cruzadas er•
campanario norte de Bayeux ... , el autor del coro de Saint-Denis ftu:~ron calcul<~dores
trabaj.an<io en sólido1:., y no historiadores intérpretes de la época.(!~] El estudio más atmtc: del medio
más homogéneo, E'l ha:~ de circunstancias más estrechamente apretadas no nos dan el diseño de la~
torres de Laon".
"Ella era para nosotros como el observatorio c\p donde la vista y estudio podrían abarcar en la
misma perspectiva el mayor m1mero de objetos y la mayor diversidad. Es que t>lla susceptible dP
muchas acepciones, la puede considerar como una fuerza vh·íenle, o bien como una mecánica, "¡¡dividad de un estilu en vías de definirse.. corno una 'evolución',
incluso como un puro adorno. No era para nosotros ni el automatismo del 'oficio' ni... las recetas de término t>n su acepción más general tanto que esta noción era contro-
una 'cocina', sino toda una poesía de acción y... el medio de las metamorfosis. Siempre nos ha parecido por ciencias biológicas, la arqueología tomaba ... como un procedimiento de
que ... la observación de fenómenos de orden técnico no sólo nos garantiza una cierta objetivídad con- mostrado en otro lugar lo que t'lla lla evolución) tenía de peligrosa por su carácter
trolable, sino que incluso nos lleva al corazón de los problemas, pouié11dmwslos en los mismos ténuírws y los casos dudosos .... del expediente de
bajo el mísmo ángulo que par11 el artista." incapacidad para hacer sitio a la energía revolucionaria de los inventores".
136 137
Apéndice 1
<Fragmento teológico-político>
Noticia preliminar
su
testimonio- por Benjamín. Parecido tiempo de redacdón señala también
Sch< que ccmsidera el texto característico en c¡ue Benjamín
trabó una estrecha relación con el "mundo del . El titulo una
propuesta del mismo sobre cuya por Benjamín no
existe
139
<Fragmento teológico-político>
141
totalidad temporal; el ritmo de la naturaleza '"Yl'""''~lntr·')
mesiánica es la naturaleza en virtud de su eterna
!a pues Apéndice II
caducidad.
Afanarse en pos de ésta, incluso en ""''"''"'"''·' yueson
naturaleza, es la tarea de la politica mundial llamarse
Eduard Fuchs, el coleccionista y el historiador
nihilismo. (Primer Capítulo)
Noticia preliminar
que dt"diu')
encargo que le hiciera I\1ax Horkheimer para la
de Socia~ del célebre instituto de Frankfurt. El ensaro
fue redactado entre enero febrero de 1937, publicado ese mismo
en la mencionada revista pp. en separata.
1
fuchs (1870~1440), abogado, publicista y coleccionista, se unió tempranamente al proscrito Partido
Socialista Obrero Alemán, precursor del Partido Socialdemócrata de Alemania. Formó un notable acervo
de caricaturas y de eróticos, y el fntto más célebre de sus en estos campos
fue la 1-hstorin de la moral sexunl desde la Edad Media hasta el presente Slttengcscluclrte
Gcgcnwart), publicada en 3 volúmenes entre 1909 1912.
142 143
Eduard Fuchs,
coleccionista y el historiador
(Prhner capítulo)
7hmnado inicialmente Pn filologí<1 dáó;¡ca, hanz Mchring (1846-1919) fue historiadnr, pt>ríodista
político, se afilió las posiciones revolucionarias súlu en su etapa madura, haciéndose militante
Partido SocialdPmócrata Alemán en HN1. Autor de DH' Lessm,~;-Lcgemle (L11 leyenda de Lessing, 1892),
además dP diversos trabajos de historiografía, escribió una biografía de Marx (l<arl Marx. Geschichtc
1\:¡rl Marx thstnria de su mda, 1918). (Nota del traductor.)
'Kart Kautsky, Mehring. En: Die Ncuc Zezt. XXll. Stuttgart 1904, I p. 103 a 104.
145
erótico y del cuadro de costumbres. Pc:·ro más otro hecho, (JUe su concepto obras para
complementaóo: Fuchs se hizo coleccionista. Esto cotTlO pionero de la se ocupa de ellas como dialéctico n•c.,.,. ..,"" su híst:oriíl anterior y su historia
visión materialista del arte. Y lo que hizo materialista un coJeccionista
posterior -una historia en \'Írrud de la cual ran1hién su historia
fue la sensibilidad más o menos clara para una situación histúrica en Llue se anterior se hace reconocible en cambio constante.
,·io colocado. Era la situación del hist<)rico. función sobrevive sus
Se expresa en una carta que Friednch em·iú Mehring en la Jas intenciones de cómo por
misma época en que Fuchs obtenía su victoria de publicista en una componente del efecto que la obra de arte tiene en nosotros, cómo
oficina de redacción socialista. La carta data del14 de juhcl de 1893 y entre este último descansa no sólo en el encuentro con ella, sino con la historia
otras cosas puntualiza: "Es esta de una hJstoria autúnoma de las que le ha permitido llegar hasta nuestros días. Goethe denot<·> esto,
constituciones políticas, de los sistemas de las representaciones menudo, al manifestarle al canciller von l\1 LiUer, conversando
en cada dominio l-.'">t"f-lrni•H'
JU\-V.IV<:_,"Ah' que nada obnubila a la
mayor parte de la gente. Cuando
católica oficial, cuando llegel '"'""""'"'""'"' (jUt'
rectamente con su Contra! al constitucionalista M.ont:esquieu, se trata la historia (¡ue dene el derecho
de un suceso que permanece al interior de la de la filosofía, de la de provocación a todos Jos ,,....,,u~.,,.,,.,".,f,,.•," la actitud serena,
ciencia politica, [que] representa una en la historia de esos dominios contemplativa frente al cp,nscH:nt:e de la constelací<""lll
del pensamiento y lgueJ no sale para nada del dominio ¡respecti\~o]. Y desde rra,gm.ent:o del
que llegó la ilusión burguesa de la eternidad la condición de última instancia
de la producción capitallsta, incluso la de los mercantilistas por
los fisiócratas Adam Smith se Ye como un mero triunfo del pensamiento,
no como el refiejo en el pensamiento de hechos económicos transforma-
dos, sino como la correcta visión, por fin de condiciones efectivas
lsiempre yJ por doquier existentes''. 4 .Mientras mejor se meditan las frases de
Engels se vuelve contra dos cosas: primero, contra la costumbre de cada exposición dialéctica de la historia se gana el precio de la
presentar en la historia del espíritu un nuevo como "desarrollo" de renuncia a una comemplaciún que es característica del histori-
uno anterior, un nue\ro estilo como de uno más antiguo; y cismo. El materialista histórico tiene que abandonar el elemento de
al mismo tiempo se \'ueh·e, evidentemente de manera contra la la historia. se convierte para él en
usanza de presentar estas nuevas formaciones de su efecto sobre no lu el tiempo vacuo, sino la la vida
los hombres y su proceso de producción tanto espiritual como económico. determinada, la obra determinada. Hace saltar la
Con esto se ha desarticulado la ciencia del como historia de las nuidad histúrica'' así también la vida fuera de la así la
constituciones o de las ciencias de la obra !determinada¡ de la obra de ¡rodal una Yida. Pero el resultado de
fuerza explosÍYa de pensamiento, que construcción es que m la obra está la const.:Tvada \' suprimida la *
medio , cala más hondo. Pone en cuestión el cierre de los dominios obra de ltodal una en la obra de Yida la , m la
de sus formaciones. en lo que arañe al arte, el suvo propio y de las el curso de la historia. 6
• Citado por Gustav Milyer, Friedrich Engels. Bwgraphíc. Bd. II: Friedrich Engels und der Aufstieg
" Es la construcción dialéctica la que realza lu nos concierne originariamente en la <'xpenencia
Berlin, p. 450/451.
histórica contra los hallazgos ... de lo fáctico Tatsiichhrhcn]. "Lo originario jamás da conocer
en las constancias manifiestas lo fáchco !des Faktlschcllj, y su rítmica únicamente está ab1erta
una inteligencia doble. Ésta ... atañe a su historiil ilnterior v su historia pusterior" (Waller Ben¡nmin,
Urspnmg des dcutschcn Traw?rsp¡e/!,. Berlín 1928, p. 32.)
146
14'7
eterna del el rnateria-
CJilt su austero contenido hist<'>rÍc· l sea a!canzadu
lismo histórico, una única. conocimiento dü1léctico. s('llo la primera de la:-: verdades a c¡uc
La sustitución del mon1enw por eJ constructivo se muestra como lJ obra del coleccionist::t Eduard Fuchs. Sus coleccíoncs son la
condición de esta expem::nc:la. En ésta st liberan las enormes fuerzas que las de la teoría
yacen cautiYas en el "érase una \'ez" del historicismo. Poner en obra la ex-
penencm con la historia, que es para cada presente:
ésa la tarea del materialismo histórico. Se orienta a una conciencia del
presente que hace saltar el contimtttm de la historia.
El materialismo histórico entiende el cnmprender histórico c< Jtn() una
,.,... , .. r_"""J de lo comprendido, cuyas nuJsact<)fH::s
el presente. Esta
148
Índice analítico
La indica t¡uc la referencia en1 n<>ta
de
Acedía: 42.
104,124.
11 11\ 115.
143. t
1/erdcJd, l ida.
7
Fascismo: l 1,
Fenomenología: 95-96.
Filosofía: F. materialista 1
Fin: tt Hút01ia.
Fuerza(s): 12,
1
H s. económi-
101' 1
t: también Estado
1).
Liberación:
Lucha: 1U7; L. contra el fascismo dt: clases 40-41, 130.
67, 71,
J\íaterialismo: 103 dialéctico 107 J\1 histórico 18, 19,
Histórico: curso h. 60, 71, 116; (/), 108,114,117,1 1
Historicismo: 29-32, 34, 41, 78, politico 62.
81, 82, 147-148.
Materialistíl: 1 21' 41'
invesdgación(es)
Hi.rtorúz,
Mecanicismo: 1U. 4
Mesías: 7, 41.
141; accíon m.
62, 6/; lo M. 18n, 141; rnesianismo 1: .también
iHtmdo,
Método 8-9, 24, 93,107,11 1\l. dialéctico 16, 11 ~.
Metodología: 42 .
.Mito: 33n, ()0, 93.
Vllti,JJU:l:éJii. 89 •
Modernidad: 7, 1
Mónada: 33n.
Monadológica/ o: teoria m. 9; estructura m. 1 l
Moral: 45, 57n, 62n, 143.
:Muerte: 13, 14, 1 103, 1 M. de la inrcnción 8. 96.
Muerta/ o(s):
f'.lundo 13, 1ú, 135,
1 M. mesiánico Ms. Ms. sirnból.icos 91,
concepción, imagen de M. 112, 1
Naturaleza: 10, 13-14, 29, 30, 80, 98, 57, 6U. 66-67, 69,
100, 118, 119n, 120n, 121, 1 136n; N. mesiánica 142; 83, 90, 93, 94, 114, 127; t; también Imagen,
tJ. también Ciencia.
Nihilismo: 16n, 111, 111 n, 142. Producción: P. capüalista P. material 130, 1 medio de P. 63;
Nm·edad: 94. proceso de P. 104, 1
Profano: 141 .
Objeto(s):8n, 18, 21, 51n, 71,80, 66, 81.
81, 92,102,107,112,114,116, 11 118,124,137, 147; (}de la historia 66, 81,
115,116, 117; O. histórico 50, 71,114,116,11 , 118.
Obra: ~1, 5ln, 80, 81, 147; /lrlt.
Obrero(s): 45, 46, 74, 130. 99' 1 15' 11 7' •
Odio: 47, 66, 71. 132; P. de la
OlYido: 8, 24, 32, 113n. "'""" '"'"'"'"' del género humano 56; concepto, idea, pensamiento,
Onírica: 1: Cm:ttUJUUJ, rer,reserltac:.:Jon, teoría del P. 26, 29, 48, 92, 114,118,119,120,
Oprimidos:·43, 61, 79. ideología del P.
Oración: 53. Proletariado: 59, 68, 71, 129.
Prcísa: 61, 68.
Providencia: 20. 100, 1
Reconciliación: 103.
Recuerdo: 11, 15~ 16, progrcS(l
1 R. involuntario
Redención: 9,
Sacrificio: 66.
Salto: 49, 112; S. dialéctico 49, 49n,
Secularización, secularizada/ o: 16, 112.
Sbock: 15, 45, 50, 111.
Sido, lo: 71, 7 5, 78, 88,
Signo(s): 50, 82, 89. Tradicí<.m: 1
Singular, singularidad: 9, 11, 12, 1 T. de lus oprimidos
Síntesis: 97, 114, 129. Tristeza: 22, 12(¡.
Socialdemocracia: 29, 45, 45n, 47,
Socialdemócrata(s) 80 Partido: t eona
· s., con- 141
cepción s. 48, 80.
Socialista: Partido S. Obrero Alemán
Sociedad: 46, 100n, 104n, 124, 130, 1 131, 132; Verdad: 8, 8n, 9,
(representación de S. sin clases 97, 119n, 120n, 121n, 1
Suefio(~: 16,87n,89,91n,9~97,98, 101, Victoria: 41, 146.
Sujeto 12, 14, 31, 61; S. del conocimiento 27-28, 47; S. de Vida: 17, 2 7 , 51, 51 n, HO, 81, 91,91n,93,97, 101,
la historia, S. histórico 29, 42, S. trascendental 72. 10(J,114, 1 125, 126, 128, 132n, 1 1 post- V. 148.
Vidente: rnirada de V.
\\}Juntad: 8, 9, 19,
11 113n. Índice de nombres
1:16.
1On, 107, 1 11
l'
< 1
1 i
123.
Gotrfóed: 1
Ernst: 124.
Blangui, Louis ~l7, 107, 111.
Bloch, Ernst: 16, 96,141, 141n.
Jean-Rkhard: 124.
69n.
Danaides: 61
Dante Alighieri: 41 n, l 06. 31 n,
Danzel, Theodor \Xc:: 141).
Dietzgen, Eugen: 4ón.
Dietzgen, Joseph: 4(m,
Dilthey, \X/ílheim:
Dimier, Louis: 5CL
Du Camp, Máxime: 1(J7
Dulaure, Jacques-Antoine: 107. Hofinannsthal, H.ugo von: 67.
Duval, Jeanne: Holderlin, Friedrich: 122n.
Max: 11
Eluard, Paul: 61.
Engels, Friedrich: 49n, 51 n, 100, 1OOn, 1 1UG, 11 Huizinga, 127.
116,131,1 1 1 147 Humboldt, \\'ilhelm von: 11