Metamorfosis de La Ciencia..sobre Ilya Prigogine Articulo
Metamorfosis de La Ciencia..sobre Ilya Prigogine Articulo
Metamorfosis de La Ciencia..sobre Ilya Prigogine Articulo
Introducción
El propósito de este trabajo es hacer una lectura de la obra de Prigogine y Stengers "La
nueva alianza", centrando la atención en algunos pasajes de la historia de la ciencia
que muestran la metamorfosis que ésta ha sufrido, y pensándolos en función del
proceso de constitución del objeto de la ciencia. A su vez, desde la filosofía, hemos
tomado algunos pensadores que, como Descartes y Kant, han marcado hitos
fundamentales respecto a la aparición del sujeto y la relación de conocimiento. De este
modo, siguiendo la propuesta de los autores, intentamos un diálogo entre ciencia y
filosofía, diálogo que abre un espacio teórico en donde el quehacer científico aparece
como un hecho histórico, que se da en el marco de las relaciones del hombre con la
naturaleza, y del ámbito del pensamiento que allí se genera, produciendo un
enriquecedor proceso de realimentación que conduce a nuevas transformaciones.
El nacimiento
Descartes centró su metafísica en el sujeto pensante y junto con otros pensadores,
algunos anteriores como Galileo y otros posteriores como Newton, demarcó el objeto
del conocimiento.
Galileo fue unos de los más claros exponentes de un nuevo espíritu precursor de la
modernidad, que iría construyendo a lo largo de los siglos XV al XVIII el objeto de la
ciencia.
Historiadores como A. Koyre y filósofos de la ciencia como P. Feyerabend han
planteado una imagen muy distinta de Galileo, de aquel empirista que solo " cree lo que
ve", tan caro a los divulgadores. Algunos elementos esenciales de este "otro" Galileo
son: la prioridad que le da a la teoría, a los principios y a las demostraciones
matemáticas y su concepción de la experiencia en un sentido mucho más general que
el de la experimentación de laboratorio, incluyendo los experimentos mentales, las
idealizaciones y la coherencia dentro de un sistema teórico más global: única forma de
justificar el movimiento de la tierra que va contra toda experiencia sensorial o de
laboratorio. Galileo, nos dice Feyerabend, ni rechazó la experiencia ni confió en ella con
exclusión de todo lo demás, sino que la transformó de modo que los objetos de
pensamiento se hicieron perceptibles. Esta transformación requirió de la utilización a
fondo de la matemática como herramienta de interpretación de lo que Dios había escrito
en la naturaleza; por eso su construcción de la experiencia es más sofisticada que la
aristotélica y más alejada del sentido común, pues elimina las cualidades reduciendo la
naturaleza a términos puramente cuantitativos que son los únicos manejables por la
matemática.
En palabras de Galileo:
" La filosofía está escrita es ese grandioso libro que está continuamente abierto ante
nuestros ojos (lo llamo universo). Pero no se puede descifrar si antes no se comprende
el lenguaje y se conocen los caracteres en que está escrito. Está escrito en lenguaje
matemático, siendo los caracteres triángulos, círculos y figuras geométricas. Sin estos
medios es humanamente imposible comprender una palabra; sin ellos, deambulamos
vanamente por un oscuro laberinto."
Il Saggiatore, Galileo Galilei
Descartes, por su parte, luego de centrar la certeza en el sujeto racional guiado por el
método, necesita explicar la existencia del mundo material. Descartes reconoce
únicamente aquello que es " claro y distinto " como realmente existente. Y ¿qué cosa es
más clara que las formas geométricas y las relaciones matemáticas? El mundo
material, entonces, es materia extensa capaz de moverse siguiendo las leyes de la
naturaleza. Se constituye así el objeto galileano-cartesiano-newtoniano (Res extensa)
de cuyas cualidades las únicas interesantes para la modernidad son aquellas que
pueden ser cuantificadas: tamaño, masa, movimiento.(nota.1)
Apogeo
En los siglos XV al XVII - siglos de los grandes viajes alrededor del mundo-, los filósofos
naturales necesitaban explicar y predecir el movimiento, al que habían reducido todo el
cambio. Finalmente, en el siglo XVII Newton y Leibnitz inventan el cálculo diferencial e
integral: la herramienta matemática y conceptual que permitiría describir el movimiento.
El cálculo define el universo de lo posible que, con los años, se convirtió de lo posible
en la teoría a lo posible en el mundo. En el S. XVIII la dinámica newtoniana se había
vuelto todopoderosa. Sus leyes de la naturaleza permitirán a los científicos predecirlo
todo; al menos en principio, podría conocerse tanto el pasado como el futuro del
universo. Una supermente (nota.2), si pudiera ser alimentada con la información sobre
la posición y velocidad de todas las partículas del universo en un determinado instante
del tiempo (condiciones iniciales) y conociendo las leyes del movimiento newtonianas
podría predecir (o retrodecir ) cualquier situación pasada o futura del universo: desde el
asesinato de Julio Cesar hasta el alunizaje del Apolo. El tiempo era sólo un ilusión de
los sentidos, pasado y futuro son equivalentes, las leyes son reversibles : determinismo
absoluto.
El cálculo y las leyes definían el Universo Normal; todo lo demás era tan solo error,
aberración, patología, elementos despreciables que debían ser erradicados (nota.3) , o
al menos disminuidos, olvidados: no hay lugar para los fuera de la Ley. La
conceptualización del universo newtoniano depende fundamentalmente de lo que nos
permite hacer el cálculo, y de lo que no nos permite. El esqueleto conceptual de la
ciencia moderna puede resumirse en 4 principios y 1 supuesto básico subyacente:
1) Principio de simplicidad
2) Principio de universalidad
3) Principio de prioridad de las cualidades primarias
4) Principio de razón suficiente
La legalización de la legalidad
Kant se dispone a fundar un nuevo modo de filosofar en donde la atención este dirigida
hacia los fundamentos de la racionalidad del hombre. La Crítica de la Razón Pura, fue
concebida por el autor y sus contemporáneos más jóvenes como una revolución del
pensamiento, ya que pone fin a un modo de filosofar que organiza los conocimientos
humanos desde la perspectiva de un ente sobrenatural (Dios), cuya existencia y modo
de ser son problemáticos, y se resuelve a buscar los principios que fundan y ordenan el
saber dentro del horizonte de nuestra propia vida. Propone a su vez una nueva teoría
en donde conocer no es reflejar los objetos, sino que es ante todo trazar el horizonte de
aparición de los objetos, es decir, construir el ámbito de la objetividad.
En la Introducción a la Crítica nos dice que "no hay duda alguna que nuestro
conocimiento comienza con la experiencia", pero la experiencia no puede por sí sola
otorgar necesidad y universalidad a las proposiciones que componen la ciencia. El
conocimiento se llevará a cabo gracias a la multiplicidad de los datos sensibles y las
formas que aporta el sujeto como condiciones de posibilidad de la experiencia. El
análisis debe distinguir entre las condiciones de posibilidad de la sensibilidad, las
formas puras de la intuición, y los conceptos puros - categorías del entendimiento.
En rigor, conocer es sintetizar, ligar lo múltiple en la unidad del concepto. Más aún, si el
mundo real empírico, la naturaleza, es una totalidad unitaria, y no una serie de hechos
inconexos, lo es por obra de la unidad de la conciencia que los piensa. No se trata aquí
del sujeto empírico, individual, sino del sujeto en general, el sujeto trascendental: la
constitución universal de todo sujeto humano, que es lo que permite que podamos tener
un conocimiento común, válido para todos: objetivo, universal y necesario.
La metamorfosis de la ciencia
Hacia la complejidad
Prigogine y sus colaboradores ya no desean conciliar con el newtonismo, sino que los
preocupa otra paradoja: los sentidos opuestos de la flecha del tiempo en física - hacia el
desorden, el equilibrio, la homogeneidad, la desestructuración - y la flecha de la
evolución biológica - hacia la complejidad, la aparición de novedad, la organización -.
En este sentido la Termodinámica No Lineal de Procesos Irreversibles (TNLPI) debe
diferenciarse claramente del programa newtoniano, en la TNLPI la diferencia no es sólo
fuente de error, sino de creación; el caos no es sólo desorden sin fuente de novedad. El
programa de investigación prigogineano tiene como eje el tiempo ( no el tiempo
absoluto que fluye independiente de las cosas, sino el tiempo de los procesos
irreversibles de este mundo ) y la emergencia de lo nuevo, la evolución hacia la
complejidad y no hacia la muerte térmica. En este marco la matemática lineal o
linealizable, deja de ser eficaz, es imprescindible construir una nueva herramienta para
responder a nuevos interrogantes: la matemática no lineal, la topología, la matemática
fractal son algunas de las respuestas que se desarrollaron en este siglo para poder
afrontar el desafío de ensanchar el universo, limitando el rango de aplicación de
nuestras teorías, reconociendo y valorando la diferencia.
Sin embargo, en la actualidad se vislumbra que no hay ninguna razón para mantener
esta situación y muchas para modificarla. Las ciencias - en particular la física -están
delineando un nueva configuración de la ciencia donde sujeto-objeto y la relación entre
ambos se presentan en forma claramente distinta a la de la modernidad. El sujeto
adopta la doble posición de espectador y actor y establece vínculos acordes con los
nuevos objetos científicos (p.e. estructuras disipativas). Debemos destacar que los
postulados de simplicidad, objetividad, universalidad, causalidad y determinismo han
sido profundamente cuestionados desde la propia práctica científica.
Por su parte en la filosofía contemporánea existe una tendencia que se interesa por las
condiciones de aparición de las experiencias posibles y abre la pregunta por las
prácticas discursivas que constituyen al hombre actual. Esta línea de pensamiento
sostiene - en clave nietzschiana - que vivimos en una época en donde " Dios ha muerto
": ya no hay un fundamento último que sustente y jerarquice todo lo que hay. Desde que
"el mundo verdadero se convirtió en fábula" y el mundo aparente se desapareció - con
él -; la realidad no puede ser entendida como un dato objetivo que está por debajo o
más allá de las discursividades. El sujeto se disuelve como entidad metafísica y
aparece constituido por las múltiples relaciones de saber poder que forman la sociedad
contemporánea: el sujeto-sujetado.
En la actualidad se abre un nuevo espacio teórico que rompe con la drástica separación
kantiana entre los campos de la filosofía y de la ciencia y abre un diálogo entre ellas,
así como un espacio inter y transdiciplinario, donde sea posible pensar la ciencia como
práctica humana y cultural abierta en un mundo abierto productivo e inventivo.