Introduccion Español - NA 27
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NOVUM
·TESTAMENTUM
GRAECE
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EDITIO XXV¡B
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INTRODUCCION EN CASTELLANO
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DEUTSCHE BIBELSTIFTUNG
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STUTTGART
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INTRODUCCION
, - 1. LA EpICION y SU TEXTO
Cuando Eberhard Nestle publicó en 1898 la primera edición
del Novum Testamentum graece, llevó a cabo una obra tal, que
probablemente ni él ni la Sociedad Bíblica de Württemberg,
que hizo posible la edición, percibieron de inmediato con
claridad sus dimensiones. A pesar de que el Textus receptus
todavla tenia entonces sus defensores, ya la ciencia del siglo
XIX habla demostrado definitivament;: que ésta era la peor
forma del texto del Nuevo Testamento. En el campo cientlfico
predominaban las ediciones de Tischendoñ (desde 1841;
. edición final, editio octava critica maior, de 1869/72), Tregelles
(1857/72) y Westcott/Hort (1881). Sin embargo,generalmente
en las universidades, en el uso eclesiástico y en la enseñanza
media de muchos paises las más usadas todavla eran ediciones
del Textus receptus tales como la difundida hasta 1904 por la
Sociedad Blblica Británica. Sólo la aparición del Nestlc puso
término al predominio que todavía tenía el Textus receptus en
esta área.
Al hacer su edición del Novum Testamentum graece, Eber-
. hard Nestle tuvo en mente consideraciones prácticas. Queda
hacer accesible al público en general el texto logrado por la
ciencia del siglo XIX. Para esto tomó como base las ediciones
.... de Tischendorf, Westcott/Hort y Weymouth (1886; sustituida
a partir de 1901 por.la de Bernhard Weiss, 1894/1900) y com-
parando los textos de las tres ediciones sacó de ellas el texto
de la mayoría: cuando las tres ediciones no estaban de acuerdo,
adoptó el texto en que dos coincidieran y la lección de la tercera
edición la remitía al aparato critico; si cada una de las tres
tenia una lección diferente, Nestle escogia una lección inter-
© 1979 Deutsche Bibelstiftun¡
media. Este principio en realidad no era nuevo: ya en 1873
Printed ' in Gennany
había aparecido el Cambridge Greek Testament for Schools
ISBN ' 3438 0643H and CoUeges que fijaba el texto a partir de las ediciones de
Tischendorf y Tregelles. Pero, en caso de duda, en esta edición
era el Tcxtus receptus el que decidía (si era necesario, también
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'" INTRODUCCION
I INTRODUCCION 5
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• Souter la ed. 1910, 2 a ed. 1947; VOlels: la ed. 1922. 4 a ed. t9SS;
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Un ejemplo especialmente impresionante lo oCrece Le 24, donde bajo
Merk 1- ed. 1933, 9 a Cd. 1964; Bover 1· ed. 1943, s- ed. 1968. ellnllujo de estas tcorias se hablan sacado del texto vrs. extraordinaria-
mente bien apoYlldos y se hablan remitido al aparato critico.
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6 INTRODUCCION
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8 INTRODUCCION INTRODUCCION 9
se impone cada vez mis la convicci,ó n de que ni el Codex Bezae en este caso. con base en los datos suministrados en el aparato
, Cantabrigiensis ni la Vetus Syra provienen directamente del crítico. decidir por si mismo (aunque puede presuponer que
siglo I1~ aslcomo se ha abandonado la idea de un «texto neu- los editores consideraron como probable IU pertenencia; para
tral». Ni el Codex Vaticanus ni el CodexSi~a¡ticus (pero ni , la organización del aparato critico las palabras incluidas entre
siquiera el 'j)71'. 200 aftos m~ antiguo) nos pueden dar una corchetes se presuponen siempre como parte 'del texto, indicado
pauta que se pudiera seguir regularmente en la fiJación del con Ixl delante de los testigos que lo apoyan). Por el contrario,
texto: la ~poca de Westcott/Hort y de Tischendorf pasó defini- el doble corchete [ J,indica que las palabras aJl( incluidas 'cierta- [ J
tivamente. rn~nte no pertenecen al texto original. Sólo por razón de su
Acerca de la presentación externa del texto hay poco que indudable antigüedad (en algunos casos se puede hablar incluso
decir, que el lector no pueda entender de inmediato con facili- de que pertenecen a la tradición más antigua). de su carácter
dad. Indudablemente. el tipo de letra no es tan claro como el tradicional y de su importancia han sido conservadas en su
del Greek New Testament; perolas opciones estaban en este lugar habitual y no remitidas al aparato crItico.
caso limitadas por el deseo de tener caractereS griegas que
pudieran ser empléado tambi~n para ediciones ,bilingües. A
pesar de todo, se logró obtener una impresión claramente n. EL APARATO CRITICO
legible. en la que los signos d: critica textual. con frecuencia
numerosos, no impiden la lectura seguida. El colocar dentro 1. Organización y siglas
del texto la numeración de los vv. ha sido en beneficio del El punto fuerte y el punto d~bil de! aparato crítico de la
lector que usa el texto consultando con frecuencia el aparato edición de Nestle estaban en el sistema de signos relativos a la
critico; en esto. como en la organización del aparato critico. se crítica textual empleados aquí. El punto débil era que no pocas
logró una claridad mucho mayor que en las ediciones anteriores. veces. especialmente entre los lectores de habla inglesa, se con-
En la división en pirrafos se ha ido mucho más lejos que sideraba demasiado complicado. Su punto fuerte indiscutible
antes, y esto no sólo para facilitar más· la lectura. Con esto se era que con su ayuda se pod{a acomodar claramente en un
quiere tambi~n hacer más clara al lector la estructura de los reducido espacio una gran cantidad de informaciones. Esto no
escritos, llegando en lo! Evangelios hasta las unidades primiti- se hubiera podido lograr con el sistema ordinario, que implica
vas, y asi facilitar su comprensión. Tambi~n se ha aumentado la repeticióñ "d.e1 texto completo en el aparato. y consiguiente-
considerablemente. a veces quizás demasiado, la disposición mente hubiera requerido mucho más espacio. fuera de que la
en esticos. en comparación con las ediciones anteriores. Sin claridad habrfa sufrido dai\os irreparables. Con el actual siste-
embargo. eSto puede revisarse en cualquier momento. Lo ma uno puede. ya alIcer el texto. darse cuenta de lo que en-
mismo vale para la puntuación, que trata de acomodarse a las cuentra en el aparato critico: omisión o adición de una o más
normas del griego, a diferencia del antiguo Nestle, que 'seguIa palabras, inversiones. etc .• 10 cual es de gran ayuda no sólo
demasiado las normas de puntuación del alemán, y del Greek para el especialista. El principiante sólo necesita un poco de
New Testament, del 'que se puede decir otro tanto respecto de ejercicio para aprender a manejar los signos de critica textual
las normas del ingl~. "
(que por otra parte coinciden, con una sola excepción, con los
Es de esperar que sea bien recibido el que la"S citas del del antiguo Nestle). Le basta aprender de memoria el significado
Antiguo Testamento no aparezcan. como anteriormente (y en de los siguiC'ntes signos:
el Greek New Testament), en negrita sino en cursiva. Tambi¿n O la palabra siguiente es omitida en 'una parte de la tradi- O
as( se destacan suficientemente Y no dominan demasiado la ción.
página, como puede suceder flicilmente en el otro caso cuando r la palabra si~iente es sustituida por otra (u otras) en r
ocurren con frecuencia. Las citas han sido determinadas en una parte de la tradición.
forma totalmente nueva; ya se sabe qu~ problemas trae esto T en C'Ste lugar una parte de la tradición afiade algo (gene- T
consigo. ralmente una palabra).
[] Los corchetes (J en el texto desempetlan ahora la función [J, las palabras comprendidas entre estos dos signos son c,
usual en edicioJlcs criticas: indican que es dudoso si las palabras omitidas en una parte de la tradición (omisión mayor).
alll incluidas pertenecen o no al texto original. El lector debe ( '\ las palabras comprendidas entre estos dos signos son ( '\
1
10 INTRODUCCION
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12 INTRODUCCION ¡, INTRODUCCION 13
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I
Todo esto constituye un avance decisivo. Sin embargo, hay I
Baste esto en breve como introducción general; ulteriores
rol algo que ai'iadir acerca de la Introducción de /a sigla ro? = texto indicaciones se darán en la sección S. Al final de esta edición,
de lá'ínayorfa. En la práctica esta ro? equivale ala jtdel antiguo en el Apéndice IV, p. 776 ss., se encuentra una lista sumaria de
Nestle, pues -los manuscritos del texto bizántino constitúyen todas las siglas y abreviaturas04 • De aquí en adelante, para no
siempre la mayoria. _Pero no se pueden identificar sin más. hacer demasiado prolija esta introducción, se procederá esen-
Porque lDl incluye todos los «testigos constantes» (en la medida cialmente en fomia esquemática, aftadiendo solamente sucintas
en que no son citados cada vez; cf. sobre esto p. 14ss.) que anotaciones complementarias.
«
coinciden con ella, precisamente porque siguen a la auténtica
mayorla. Así pueS, se debe tener como regla que todos los
«testigos constantes». quc no son :citados expresamente entre 2. Les testigos griegos
los testigos a favor o en contra de uñaleccióri, e~tán incluidos Aquí no se podrá hablar sino de los manuscritos griegos
en esta ro?; pueden deducirse segÚramente por vía de exclusión. • que, por razón de s'ti -importancia, son citados para cada
Una anotación tan completa de todos los manuscritos impor- variante, es decir, de los llamados «testigos constantes». El «testigos
tantes no se había· tenido nunca hasta ahora en una edición crecido número (fe los manuscritos que no !on citados de modo constan-
manual. Y puede darse por sentado que esto se -ha hecho en completo, sine sólo . en los pasajes en que ofrecen lecciones
todos los pasajes del Nuevo Testamento que pueden ser rele- especialmente interesante.. o cuando se trata de vrs. o perí-
vantes (en realidad en muchos -más), como por ejemplo en copas de particular importaricia para la _historia del texto o
todos los pasajes en que las ediciones criticas del Nuevo Tes- para la exégesis, puede verse en la lista de los manuscritos grie-
tamento hechas en los últimos 100 ai'ios han constituido textos gos en el Ap~ndicc 1, p. 684ss..Todos han sido consultados en
diferentes. Junto a los papiros y los mayúsculos se han citado fotografia o microfilm (cuando a causa del estado del manus-
ahora por primera vez tambi!n los minúsculos en número crito la lección es dudosa o cuando no era posible de verificarla,
considerable y de modo completo. Esto vale no sólo para los se indica esto por una 7). Se hubiera podido alargar esta lista, 1
conocidos: 33, 69, 1739,!IJIl. etc., sino también para muchos pues también se ha consultado un número muy grande de
otros hasta ahora completamente desconocidos. Al estudiar el manuscritos que tienen el texto puro de la mayoría y que
texto de todos los minúsculos, se vio que algunos tenlan un simplemente aparecen con su número de orden en la enumera-
valor igual, incluso superior, al de muchos mayúsculos; la ción de minúsculos que tienen el texto ro?, después de la lista.
critica textual del Nuevo Testamento tendrá que acostumbrarse La lista de manuscritos indica en forma detallada el contenido
a aducirlos constantemente. En el siglo XIX nos encontrába- de los «testigos constantes» (cf. p. 684ss.). Pues estas indicaciones
mos en la ~poca de Jos mayúsculos y a mediados del siglo XX exactas del contenido son necesarias al lector para poder veri-
en la !poca de los papiros; !ste fue el avance más importante ficar si un, <<testigo constante» debe ser tenido en cuenta por
sobre el siglo XIX. Ahora estamos entrando en la época de los una varjant~ que se quiere estudiar, o si, por tener una laguna,
minúsculos; sólo su utilización en el trabajo de la critica textual queda excluido desde principio (cf. v. gr. los numerosos mayús-
nos permitirá conocer de lleno la historia del texto del Nuevo culos fragmentarios; pero también e (04) y H (OIS». Sólo
Testamento y formamos un juicio ~guro - sobre su forma -~
consultando continuamente esta lista de manuscritos se puede,
original. A este propósito se debe tener en cuenta que la selec- en el caso de los <<testigos constantes», sacar conclusiones e
ción de los minúsculos que se citan como «testigos constantes» silentio. .
corresponde al estado en que estaban Jos conocimientos al , Para mAs In(ormaciones le remite al libro en preparación de K. y
comenzar las colaciones para esta edición: para los Evangelios 13. Aland. Der Texl des 1f1'fechlschen Neuen Testaments. que en (orma
en una etapa -anterior que para los Hechos de los Apóstoles y paralela al de E. WUrthwein, Der Texl des Alten TetlamenU (Stuttprt
las cartas paulinas. Las ulteriores colaciones de los minúsculos '1973), o(rceo a los estudiantes una detallada introducx:lón al uso de las
realizadas continuamente desde entonces en el Instituto de in- ediciones del Nuevo Testamento griego, lo mismo que a la tcorla y a la
vestigación sobre el texto del Nuevo Testamento (como parte práctica de la critica textual del Nuevo Testamento. En preparación
Igualmente, y paralela a la anterior, es la obra de K. Aland. Ober/fele-
de la preparación de la editio malor critica) entre tanto han rUffll "ffd Texl des Neuen TestamenU. Efn Handbuclr der modernefl neu-
proporcionado resultados complementarios. En futuras edicio- testamefftllclren Textkrftfk, destinada a estudiantes avanzados o especia-
nes se tendrá debida cuenta de eUos. llstas.
6 omo, 36 (XIO, t04 (-1087),189 (XIO, 326 (XIO, 424 (XI), 4S3 (XIV), para 2TI'1Ioteo: cp-
K (01), A (02), C (04), D (06), F (010), G (aI2), H (OIS), 1(016), '1' (044).
1704 (IS4I), 1884 (XVI), 1891 (X), 2464 (X). -
048
Acerca del carácter de los manuscritos de Hechos hay peco
a
que decir, pues lo dicho propósito de los Evangelios vale para Tito: '})"(I), 'P u
K (01), A (02), C (04), D (06), F (010), G (012), H (015),1 (016), 'P (044),
sustancialmente tambi~n -en este caso. Simplemente hay que ,
048, 088, 0240
llamar la atención sobre la especial importancia de 'P 74, a pesar
de ser del siglo VII, . para Fllemón: cpu
K (01), A (02), C (04), D (06), F (OiO), G (012), I (016), '1' (044), 048
En las cartas paulinas para Hebreos: 'PII(I), 'P"(I), cpu, 'P 4 '(1), 'P 7t
se citan como <<testigos constantes» para cada variante, en la K (01), A (02), B (03), C (04), D (06), H (OIS), I (016), 'P (044), 048,
medida en que tienen el respectivo pasaje: todos los papiros 0121 b, 0122, 0227,0228, 02S2.
pertinentes, lo mismo que los m~yúsculos que se enumeran Además, en las cartas paulinas, se añaden como <<testigos
para cada carta (a continuación se dan juntes para cada carta constantes» que sólo son citados expresamente cuando no
los datos sobre unos y otros, con el fin de no distanciar datos coinciden con rol (y por consiguiente su testimonio puede ser
que se refieren al mismo escrito, teniendo en cuenta que se deducido de este signo), los siguientes:
trata de 14 cartas, pues para los manuscritos, Hebreos per- K (018), L (020), P (015), 33 (lX), 51 (1044), 104 (1087), 36S (XUn, 630
tenece al Corpus Paulinum): (XIV), 117S (XI), 1241 (XII), IS06 (1320), 1739 (Xl, 1881 (XIV), 2464
para Romanos: '})1O, 'P u , <»17(1', 'P", cp4'(I), 'P 4'(I" 'P u (X), 2495 (XIV/XV).
K (01), A (02), B (03), C (04), D (06), F (OtO), G (012), '1' (044), 048, Por razón de la calidad de su texto o por continuidad con su
0172, 0209, 0219, 0220, 0221 utiliu.ción en otras partes del N. T., pero sin por eso conver-
para I Corintios: 'P u • 'P 14, cpl'(I), 'Pu , 'P 4'(I), 'P'I, 'P" tirse en «testigos constantes», sobre esto se citan con frecuencia
K (00, A (02), B (03), C (04), D (06), F (010), G (012), H (015),1 (016), los siguientes:
'P (044), 048,088, 0121a, 018S, 0199, 0201, 0222, 0243, 0270
6 (XIII), 323 (XO, 326 (XI!), 424 (XO, 614 (XIII), 629 (XIV), 94S (Xn.
para 2Corlnt/os: 'Pu , cp4'(1)
K (01), A (02), B (03), C (04), D (06), F (010), O (012), H (015),1 (016), Hay que observar que en las cartas paulinas el texto del
'P (044), 048, 081, 098, 0121 a, 0186, 0209,0223,0224, 022.5, 0243 Codex Vaticanus (B) tiene carácter diferente y que por esto ya
para Gálatas: '))4'(1), '))11 no tiene igual autoridad que en los Evangelios. Además se debe
K (01), A (02), B (03), C (04), D (06), F (OIQ). G (012), H (OIS), 1(016), tener especialmente en cuenta que las letras con que se designan
'P (044), 062, 0122, 0174, 0176, 0154, 0261 \ ~ los mayúsculos de O en adelante (con la excepción de 'i') ya
para Eles/os: '))4'(1), '))"(1) ne se refieren a los mismos manuscritos que en los Evangelios.
K (01), A (02), B (03), C (04), D (06), F (010), O (012), 1(016), 'P (044), Por ejemplo, en las cartas -paulinas O (= Codex Claromon-
048, 082, 0230 tanus) es otra cosa muy distinta de O -en los Evangelios y
para FlII~nsn: CPI'(I), 'P 4 '(1), cpu Hechos (= Codex Bezae Cantabrigiensis). (por los detalles
K (01), A (02), B (03), C (04), D (06), F (010), G (012), 1 (016), '1' (044),
véase la lista de manuscritos en el Ap~ndice 1)
048
para Colosenses: 'P 4 '(1), cpu En las carlas católicas
K (On, A (02), B (03), e (04), D (06), F (010), O (012), H (OIS), 1 (016), se citan como <<testigos constantes» para cada variante, en la
'P (044), 048, 0198, 0208 medida en que tienen el respectivo pasaje: todos los papiros
para I Tesa/Off/censes: cplO(I), 9)4'(1), 'P U, 9)"(1) pertinentes, lo mismo que los mayúsculos citados para cada
K (01), A (02), B (03), C (04), D (06), P (010), G (012), H (01 S), 1 (016), carta (reunidos de nuevo, por razones de claridad, bajo cada
'1' (044), 048,0183, 0208, 0226
carta), a saber:
1",
• • • • • _# -- - - -.,o ...... -........ ---·- ··.·.........·,. . . ________ .... -.._ -r- --- ···· - · . ·· . -_ ... . .. . . .
111
INTRODUCCION
INTRODueeION 19
ptUa Santiago: I))IO(/), 1))13(1), 1))14, 1))74 , ,
K (O 1), A (02), B (03), e (04), P (025), '1' (044), 048, o166, 0173, 0246 Esta selección de los <<testigos constantes» refleja la trans-
'para J Pdro: 1))71(1), 1))74, 1))11 misión del Apocalipsis. El testigo más antiguo es '})47, al que
K (01), A (02), B (03), e (04), P (025), '1' (044), 04~,093, 0206, 0247 sigue en antigüedad X (01); pero A y e - que en otros casos
para 2 Pedro: 1))71(1), 1))74 son de segunda categorfa - tienen en este caso un texto en todo
K (01), A (02), H (03), e (04), P (025), '1' (0«), 048, 0156, 0209, 0247 superior al de aquéllos. Incluso ID? se encuentra aquí dividida
para J Juan : I))I(!}, 1))1., en IDl" (el crecido número de los manuscritos que siguen el IDl"
K (01), A (02), B (03), e (O4), P (025), '1' (0441, 048, 0245 comentario de Andrés de Cesarea al Apocalipsis) y !])llC (los IDlIC
para 2Juan: 1))74 manuscritos, igualmente numerosos, de la Koiné propiamente
K (00, A (02), B (03), P (025),'1'. (044), 048, 0232 dicha). P (025) va con ID?A y 046 con ID?lC. Los dos grupos
para JJuan: 1))74 reunidos,son los que forman IDl. Junto a A (02) yaC (04) se
K (01), A (02), B (03), e (04), P (025), 'K (044),048,0251 añaden como importante apoyo los minúsculos 2053, 2062 Y
para Judcu : 1))72(1), '})H, 1))71(1) 2344; este grupo tien~- un valor textual . indudablemente supe-
K (01), A (02), B (03), e (O4), P (025), '1' (044),0251, rior a la combinación de '»47 y X. En pocas palabras: en el
Además en las cartas católicas se añaden como «testigos Apocalipsis mucho (de hecho -casi todo) es diferente a los otros
constantes» que sólo son citados expresamente cuando de apar- casos s. Desafortunadamente no fue posible citar siempre las
tan de IDl (y por consiguiente su testimonio puede ser deducido lecciones de los minúsculos 2344 (a causa del mal estado de
de este signo), los siguientes: conservación, el manuscrito con frecuencia es -ilegible o su
K (018), L (020), 33 (IX), 81 (1044), 323 (XI), 614 (XIII), 630 (XIV), texto es dudoso) y 2377; por consiguiente, d~l hecho de que
1241 (XIO, 1739 (X), 2495 (XIV/XV), no sean citados ni en la variante ni entre los que apoyan el texto
no siempre se pueden sacar conclusiones.
Además (por las razones varias veces mencionadas y dentro
de los mismos limites) se citan especialmente:
69 (XV), 322 (XV), 623 (1037), 945 (XI), 1243 (XI), 1505 (1084), 1846
(XI), 1852 (XIIl), 1881 (XIV), 2298 (XI), 2464 (X).
3. Las antiguas versiones
Recordemos una vez más que en las cartas católicas, lo A este propósito son necesarias dos observaciones: 1. Con
mismo que en los demás grupos de escritos del- Nuevo Testa- frecuencia se atribuye exagerado valor a las versiones antiguas,
mento, el número de testigos citados en pasajes de especial tales como las hechas al latin, al sirfaco, al copto, al armeniú,
interés para -la historia del texto o para la exégesis es más al georgiano o a cualquier otra lengua. 2. Con frecuencia se
grande que en otros casos. Quizás no esté de más observar que aducen injustificadamente esas versiones.
en el/os casos, por ejemplo, respectivo al «comma Johanneum» l. Cuando sólo con ayuda de las versiones era posible
(1 Jn 5,7-8) la documentación es prácticamente completa. remontarse más allá del Ifmite del siglo IV constituido por B
En el Apocalips/s~ y K para la tradición manuscrita griega, las traducciones al
siriaco y al latin, que procedian o pareclan proceder de una
la historia del texto y la critica textual son completamente t época más antigua, eran de la mayor importancia. Pero en
distintas de los demás escritos del Nuevo Testamento. Corres- nuestros días, por razones filológicas, se va abriendo paso cada
pondientemente se presenta también distinta la lista de los vez más la convicción de que la llamada Vetus Syra (represen-
«testigos constantes» citados para cada variante: no solamente tada por los códices siro-sinaltico y siro-curetoniano) no pro-
pertenecen (como en otros casos) a esta categoría todos los cede del siglo 11 sino con toda probabilh:1ad del siglo IV (sola-
papiros disponibles, sino también todos los mayúsculos (mien- mente esta suposición concuerda con los datos de la historia
tras que en otros casos se hace una selección de ellos). En de la Iglesia; el texto liirfaco más antiguo es el del Diatessaron).
concreto se trata de los siguientes manuscritO:l: Los comienzos de la Vetus Latina (Itala) se remontan real-
'P''(I), 1))'4, 'P 4J, 1))47(1}, ' 'P"
mente al siglo lI. Pero si se postula una traducción primitiva,
X (01), A (02), e (04), P (025), 046, 051, 052, 0163, 0169, 0207, 0229 de la cual se haya derivado toda la tradición posterior, su
1006 (XI), 1611 (XII), 1841 (IX/X), 18.54 (XI), 2030 (XII), 2050 (1107),
2053 (XIII), 2062 (XIII), 2329 (X), 2344 (XI), 2351 (X/XI), 23n (XIV), I er. a este propósito J. Schmid, SludJen zur GeschJehle des 8rJechJ-
sehen Apokalypse-Textes (3 vols., MUnchen 1955/56)•
20 1 NTRODUCCIO N INTRODUCCION 21
reconstrucción' lleva sólo al arquetipo griego utilizado para Los datos para Act, R, J/2K, G, / T J,/-fin, 2T, TI, Phm, H
esa traducción (todo lo demás seda evolución interna a la y Ap se basan en la colación de los manuscritos que aparecen
. verdón), siendo as! que de este mismo periodo . tenemos en los descritos en detalle en la lista de manuscritos, p. 712ss.
papiros varios textos griegos. . - Los manuscritos de la Vetus Latina son citados, como es cos-
2. Al colaCionar las versiones es necesario tener siempre en tumbre, con letras latinas minúsculas (solamente para mayor a b c etc.
cuenta con mucho cuidado que la estructura de la lengua de claridad, han sido citados junto a ellos. en la lista de manus-
las versiones es distinta de la del griego. Por consiguiente, sólo critos, Apéndice 1, p. 712ss.,los números de la enumer~ción de
pueden aducirsc como testigos en el aparato critico cuando Beuron). Si todos ellos o la mayorla coinciden en el testimonio
ofrecen realmente un testimonio,~eguro sobre el texto griego de una lección, se usa la sigla it (= Itala); los manuscritos que it
subyacente a la versión. Para compio.bar tales casos y al mismo difieren son citados regularmente con las otras variantes. Si
tiempo eliminar simples variantes inten:üls a · la versión se los testigos de la Vetus Latina coinciden con la Vulgata (vg) vg
requiere una prolongada familiaridad cori las versiones y un y toda la tradición latina ofrece un testimonio unánime, se usa
grado de especialización tales que no se encuentran de ordina~ la sigla latt. Si se puede suponeé que una parte de ellos ha tenido lau
rio en los exegetas del Nuevo Testamento. Todas las referencias el mismo texto griego d.: base, pero por ciertas libertades de
que tiene el aparato sobre lecciones variantes de ¡as versiones la traducción esto no se puede prcbar con absoluta certeza, se
se basan en totalmente nuevas colaciones; cuando faltaban o usa la sigla lat(t). Si sólo una parte de la Vetus Látina coincide lat(t)
no eran suficientes ¡as ediciones especiales, se estudiaron los con la Vulgata, se usa la sigla lat (también en este caso el testi- lat
microfilms de los respectivos manuscritos. Todos ellos fueron monio divergente, en la medida de lo posible, se indica en las
examinados una y otra vez desde los puntos de vista menciona- otras variantes). Una enumeración detallada del considerable
dos, de modo que aun el no especialista ahora puede usarlos número de toestigos pertinentes en tales casos recargaría en
con confianza para formarse su propio juicio. Si en otras obras, exceso el aparato; las siglas colectivas lo hacen mucho más
para apoyo de algunas variantes, se hacen referencias a la tra- claro, sin que con eso se simplifique excesivamente la infor-
dición de las versiones y esas referencias no se encuentran en mación.
esta edición, se puede dar por sentado que su omisión no sólo Para las diversas ediciones de la ·Vulgata, en la medida en
es justificada sino necesaria. que los datos sobre su texto son necesarios o informativos, se
usan las siguientes siglas: v~ para la edición sixtina, Roma vg'
Versiones lallnas
1590; yg<'l para la edición clementina, Roma 1592 (v~ no es vg cl
Las fuentes usadas para estas versiones son las siguientes: citada separadamente cuando su texto coincide con Vg<'l).
en los Evangtllos: Igualmente se citan las ediciones modernas de J. Wordsworthf vg ....
Itala. Das Neue Testament in altlateinisc:her Oberlleferung. Naeh den H. J. WhitefH. F. D. Sparks, Oxford 1889-1954, lo mismo que
Handsc:hriften hrsg. von A. lU1icher, durc:hgesehen und zum Druck be- la «Vulgata de Stuttgart» editada por R. Weber en colaboración vg· t
sorat von W. Matzkowt und K. Aland (vol. 1 MatthAus-Evangelium con B. Fischer, J. Gribomont, H. F. D. Sparks y W. Thiele,
11972. vol. 11 Marc:us-Evangelium 11970, vol. 111 Lucas-Evangelium 21975, en especial cuando el texto de las ediciones de la Vulgata
11976, vol. IV 10hannes-Evan¡e1ium 1963); - no es idéntico. Cuando es necesario citar importantes ma-
en las carlas paulinas: nuscritos de la Vulgata, se
usa la sigla vgllU , para un solo vg m •
para B-Kol vol. 24/1-2 de la Vetus Latina, ed. por H. J. Frede. 1962- manuscrito, y vg-, para varios manuscritos. vg m..
1971; para 1Th-I T 3,1 vol. 25 de la Vetus Latina, ed. por H. J. Frede. El testimonio de la versión latina aparece en el aparato
1975-1978; critico inmediatamente ~cspués de los testigos griegos.
en las cartas católicas: Verslonu s[rlacas
vol. 26/1 de la Vetus Latina, ed. por W. T1Ucle 1956-1969. Después de las versiones latinas se cita el testimonio de las
• a. B. Fisc:hcr, «Du Neuc Testament in latcinisc:hcr Spra.:hc". en versiones sirlacas. Para la Verus Syra se han usado las siguientes
K. Aland, ed., Die tú/en Obusetrungetl des Neuen Testamentl. die Xir- ediciones:
clre,..,ó/n-rllalt! 11M LektloNUe (ANTF S, SerUn 1972). La obra tiene The Old Syriac Gospels or Evangelion da-mepharresM; bein¡ the text
importancia rundamental para todos los campos mencionados en el ol the Sinai or Syro-Antiochene Palimpsest, ed. by Agnes Smith Lewis.
t(tulo. Londres 1910.
Para las cartas católicas menores (2P, 2-3J, Jd) y para el significa que la lección asi señalada se encuentra en toda la
tradición sirfaca, pero solamente s}p presenta una subvariante
sypll Apocalipsis, escritos que faltan en la Peshitta, se ha usado:
que no altera el contenido sustancial. Otro tanto vale para las
Remnants or the Later Syriac Versioru or the Bible, Part 1: New Testa-
mento the rour minor catholic epistles in the original Philoxenian version
sr
siglas sy(·), sy(l.a), a.p): es decir, el testimonio de la versión Sy(" sy(·,CI !
sirfaca es sustancialmente unánime, pero . los testigos citados
ed. by John Gwynn, Londres/Oxford 1909; .
entre paréntesis presentan dife.rencias accidentales, que no
The Apocalypse or Sto Joba In a Syriac version hilherto unknown ed. by
JOM Gwynn, Dublln/Londres 1897.
vale la pena consignar. Para no sacar falsas conclusiones, es
necesario- distinguir cuidadosamente estas referencias: en pri-
sy" La edición de la versión Harclense hecha por Joseph mer lugar de las indicadas más atrás, en las que el exponente no
White: "
Sacrorum Evangeliorum versio Syriaca Philoxenillna cum interpretatione
. .'
está entre paréntesis (syP, sr', ete., indican que sólo la Peshitta,
el cód. siro-curetoniano, etc., tienen la respectiva lección), y
et annotationibus (Oxrord 1778) y Actuum Apostolorum et Epistolarum
tam Catholicarum quam Paulinarum versio Syriaca Philoxcniana cum
luego de aquellas en las que la sigla entera está entre paréntesis,
interpretatione et annotationibus (Oxrord 1799-1803) ," como (syp), (sya), (sy-.o), etc. En este último caso se indica que (syp) etc.
tennina en H 11,27. Para el resto de Hebreos por esto se ha los testigos entre paréntesis (¡ y sólo ellos!) tienen un texto que
utilizado: apoya la lección indicada, aunque con ligeras variantes. Así
pues, los paréntesis redondos tienen en las versiones sirfacas el
The Harklean Venion or (he Epistlc to the Hebrews Chap, XI.28-
XIII.2S ed. por Robert L. Bcnsly, Cambridge 1889. mismo significado que en' otros casos; sólo hay que tener pre-
sente qué es lo que afectan.
Es caracterlstico de la situaci6n el que, para el texto del
Apocalipsis, se deba recurrir al vol V de la PolIglota de B. Versiones coptas
Walton, Londres 1657, edición que data de hace más de 300 Después de las referencias a las versiones sirfacas (las cuales
años, en tanto que la edición de White tiene apenas (!) cerca vienen siempre después de las referencias a las versiones lati-
de 200 años. Ya el hecho de que la edición de White esté hecha
. . ---
• - . . ... - ••• • • - • • _ _ _ o • _ _ • •
~ - , -;-.-
/'
"
INTRODUCCION 2.S
24 INTRODUCCION
para el ajmfmico:
nas), es decir, en tercer lugar, se encuentran en el aparato BruchstOckc des ersten OenlcnsbricCes nach dcm achmimischcn Papyrus
dcr Strassbu.¡er Universit1t.s- und Landesbibliothek mit biblischen
critico las referencias a las versiones coptas.
Los diversos dialectos son indicados de la siguiente manera: Tcxtcn dcrsclbeo BandschriCt, ed. por Fr. ROsch, Estrasburgo 1910 (J,
lc, siglo IV);
= ajmlmico . . .
RC para el slIbafmlmico:
ael = subajmlmico The Gospel oC Sto loba according to the earliest Coptic manwcript, ed.
bo = boháirico por H. Thompson, Londres 1924 (J, sia:lo IV);
mae egipcio medio para el egipcio medio:
mf egipcio medio - fayúmico
protoboháirico . Códice Scheide, Scheide Library, Princeton, New Jersey (Mt, siglo
pbo IV/V7); G 68, Gluicr Collection, Pierpont Morgan Library, Nueva
SI!. = sahldico York (Act, siglo V);
Estas siglas, sin aditamento, se refieren al conjunto de la
tradición en el respectivo di3lecto. Si todas las versiones coptas para el egipcio medio'¡ayúmico:
co disponibles para unpasaje están de acuerdo. se usa la sigía co. The Gospel oC lohn in Fayumic Coptic (p. Mich. lev. 3521), ed. por
Naturalmente no pocas veces es necesario indicar la lección de E. Hussc1man, Ann Arbor 1962 (1. siglo l"IV7);
algunos manuscritos importantes en particular. Para indicar para el protoboháirico:
sama bo m• esto se usan las siglas sama o bo-. si se trata de un manuscrito, Papyrus Bodmer 111, Évangile de lean et Genhe I-IV, 2 cn bohairique,
sa m.. bo ...••
y sa..... y bo ..••• si se trata de varios manuscritos que apoyan ed. por R. Kasser, CSCO 177, Lovaina 1958 (1, siglo IV/V).
la lección señalada (teniendo en cuenta que en sahldico se Estos dialectos no se encuentran en Homer. Pero también
toman como testigos aparte los correctores y en boháirico los para el sahldico, además de Homer, se han consultado los
correctores y las glosas marginales boháiricas). Si cinco o más siguientes textos:
Pt
bo pt testigos boháiricos apoyan una lección. se usa la sigla bo Papyrus Bodmer XIX. Évangile dc Matthieu XIV,28-XXVlII,20; Épitre
(pt = partim: en parte). Si la sigla. bo aparece en favor de una aux Romains 1,1-11,3 en sahidique, ed. por R. Kasser, Ginebra 1962
variante y las siglas bo o bo ..•• en favor de otra, quiere decir lD
• (para Mt, siglo IVfV); Das Markusevangelium saidisch, Text dcr Hand-
que uno o más manuscritos boháiricos se apartan del resto de schriCt PPalau rubo Inv. Nr. 182 mit den Varianten der HandschriCt
M 569, ed. por H. Quecke, Barcelona 1972 (Me, siglo V); Das Lukas-
los manuscritos, procedimiento semejante al usado para la evangclium saidisch. Tcxt dcr Han.dschrift PPalau Rib. Inv. Nr. 181 mit
anotación de los testimonios latinos. den Variantcn dcr Handschrift M 569, ed. por H. Quecke, Barcelona
Para las referencias a la tradición copta se siguen usando 1977 (L, siglo V); Tbe Coptic Ven ion oC thc Acts ol the Apostles and
las ediciones de Homer que son fundamentales ahora como the Pauline Epistles, ed. por H. Thompson, Cambridge 1932, Chester
antes: Beatty Codex A/B (Act Y Pablo; A de aprox. 600, B del siglo VII).
The Coptic Version oC the New Testament In tbe Northern Dialect. Las tres versiones anteriormente mencionadas poseen para el
othcrwisc called Memphitie and Bohairie, Oxlord, 4 vols., 1898-·1905; estudio del. texto original- dentro de los lImites señalados -, lo
The CoptÍc Version oC the New Testament in tbe Soutbem Dialect, mismo que para la historia del mismo. un valor de primer orden.
otbcrwisc called Sahidie and Thebaic, 7 vols., Oxlord 1911-1924.
Otras yersiones
Los manuscritos que según Homer forman una familia, en los
lugares designados por ~l con una sigla colectiva, son con- Después viene el tC$timonio de otras versiones tales como
siderados en el aparato como un testigo. Unicamente en el las versiones al armenio. georgiano. gótico. etiópico. paleoesla-
caso de que sus testimonios no concuerden, son tratados y vo eclesiástico. que. en comparación con las anteriores, sólo
citados separadamente. Sólo que las ediciones de Homer (am- tienen importancia secundaria, y las versiones al árabe, nu-
bas deberlan ser hechas de nuevo) no son base suficiente para biense. etc.. sólo de tercer orden. Por esa razón sólo raras
las referencias a las versiones coptas en el aparato. Por esta veces son citadas. Para usarlas las siguientes ediciones son
razón además se han citado varios manuscritos importantes particularmentd importantes:
y/o antiguos, consultados ya sea en las ediciones criticas, en para el armenio:
parte sólo desde hace poco disponibles, ya (en el caso del y ovhannes Uhrapean, Astuaca!un~' matean hin ew nor ktaJcaranac'
egipcio medio) en microfilm. Se trata en concreto de las siguien- IV. Venecia 1805, anticuada.
tes ediciones o manuscritos:
• • • , .•• _ __ ._ • __ • • _ _ _ __ __ • - _. ' '' ~ '' ' __ . " , _~ . , . , •. , ••• _ - - _ . _._. _ • • - 0"'_ . . . . 0"0 • • _ •• _ •• -"
26 INTRODUCClON
INTRODUCCION 27
• r
Fr. Macler, L'Évangile arménien. Édition phototypique du manuscrit
nO 229 de la Biblioth~que d'Etchmiadzin. Parls 1920. 4. Los Padres de ia Iglesia
para el georgiano: Además de los manuscritos, tienen especial importancia, con
'it: P. Blake, The Old Georgian Venion. 01 the Gospel oC Matthew. frecuencia no debidamente reconocida, las citas del Nuevo
Patrologia orientalis 24 (Parfs 1933) 1~168: Id., TIle Old Georgian Testamento que se encuentran en los Padres de la Iglesia. tanto
Version oC the GosPcI 01 Mark. Patr. oro 20 (pub 1929) 435-574; M. griegos como de otras lenguas, y esto no sólo en los casos -
Briue, TIle Old Gcorgian Venion oC the Gospel oC Luke. Patr. oro 27
(Paris 1955) 276-448; R. P. Blako-M. Brierc, TIle Old Georgian Version
desafortunadamente muy raros - en que ellos se refieren expre-
oC the Go~pel 01 John. Patr. oro 26 (Parfs 1950) 454-599. G. Garitte. samente al texto de determinados pasajes o perícopas enteras
L'ancienne version géorgiennc des Actu des Ap6tres d'apr~s deux ofrecido por los manuscritos de su tiempo. Ellos nos permiten,
manuscrits du SinaI (Diblioth~ue duMuséon 38). Lovaina 1955. en los casos en que es posible fijar con exactitud el texto que '
K'. Lort'k'ip'anidze, Kat'olikc epistolet'a k'art'uli versiebi X-XIV sau- usaron, la localización geográfica y cronológica de determina-
kunet'a helnacerebis mihedvit'. TitUs .1956. das lecciones, cosa que por lo general no se puede deducir de
K'. Dzocenidzc-K. Daniela, Pavles epistolet'a k'art'uli versiebi. Til~is los manuscritos del texto. Los que ofrecen mayor riqueza de
1974. . material en este sentido, como es natural, son los comentarios
l. Imnillvili, lovanes gamoc'badeba da misi t'argmaneba. Dzveli k'art'uli de los Padres a los escritos del Nuevo Testamento o su dis-
versia. Tiftis 1961. cusión de determinados pasajes. Sin embargo, aquf comienzan
para el gótico: ya los problemas. En los comentarios se 'suele anteponer el
Die gotische Bibel, ed. por W. Streitberg, Heidelberg 1908; 2" ed. corro lema o texto que se comenta; pero los copistas posteriores
1919; S" ed. reviso por E. A. Ebbinghaus 1965, '1976 (el texto gricó o <!ebe acostumbran reproducirlo según los manuscritos comunes en su
usarse con cautela). propia época y no de acuerdo con el modelo. De esta manera
para el etiópico: el lema resulta inservible, al menos para conocer la forma del
texto usado por el respectivo Padre, y ' solamente a partir del
Petrus Aethiops, Testamentum Novum cwn'epistola Pauli ad Hebraeos,
comentario que viene después es posible reconstruirla por
Roma 1548.
Evangelia sacra Aethiopice, ed. T. Pell Platt, Londres 182(,; medio de un complicado proceso (por esto a veces en el aparato
Novum Testamentum Domini nostri et Salvatoris Jesu CMisti Aethio- se añaden al nombre del Padre las siglas 00" = comentario, coa
O lxl = texto del lema antepuesto). Por otra parte, con mucha ul
pice, ed. T. Pell Platt, Londres 1830;
Die lthiopische Obersetzung der Johannes-Apokalypse, ed. y trad. por frecuencia es dificil decidir si un escritor cristiano antiguo cita
J. Hormano, CSCO 281, Lovaina 1967. de memoria un texto del Nuevo Testamento, que él sin duda
para el paleoeslavo eclesiástico: tenia presente en su totalidad, o si consultó para ello el manus-
crito que usaba regularmente. Y aun en este Caso pudo haber
J. Vajs, Evangeliwn sv. Matowe. Text rckonstruovanY. Praga 1935;
Evangelium sv. MarkL Text rekonstruovanY. Praga 1935; Evangelium
acomodado el texto a las necesidades particulares del tema o
sv. Luküe. Text rekonstruovanY. Praga 1936: Evangelium SV. Jana. haber modificado el estilo.
Tut rckonstruovanY. Praga 1936. . Es verdad que gracias a la Biblia patrlstica, en vía de publi-
V. 'agié, Quattuor evangeliorum codex glagoliticus olim Zographensis cación, estamos ahora en una situación mucho mejor que en
nune Petropolitanus. BerUn 1879: tiempos anteriores, pues en ella se recogen de modo tan
Id.. Quattuor evangeliorum venionis palacoslovcnicae codex Marianus completo como nunca antes las citas y alusiones bíblicas (vol.
glagoliticus. Berlln 1883; 1, Parls 1975, hasta Tertuliano y Clemente de Alejandria; vol.
J. Vajs-J. Kurz, Evangeliarium Assemaru_ Codex vaticanus 3. slavicus 11, París 1977, hasta Lactancia, exceptuando a Orígenes y
glagofiticus I-II. Praga 1929-1955. Eusebio). Sin embargo, un examen critico muestra que muchas
V. S~pkin, Savvina knigL San Petersburgo 1903. de estas «citas» (especialmente las de épocas más antiguas)
Ae. Kalufniaeki, Actus epistolacquc apostolorum po.lacoslovenicc ad ofrecen poco material para la critica textual. Las citas de los
lidem codicis Christinopolitanl. Viena 1896. Padres y escritores cristianos antiguos que se encuentran en el
G. A. ll'inskij, Slep~nskij apostol XII veka. Moscú 1912. aparato han sido seleccionadas cuidadosamente, y en la misma
Arch. Amfi1ochij, Apokalipsis XIV veka Rwnjanccvskago muzeja. forma se ha hecho la selección de los autores mismos. Fácil-
Moscú 1886. mente se hubiera podido aumentar su número; pero, ¿qué
32 INTRODUCCION INTRODUCCION 33
p. 778 S. Sin embargo, será útil aprender desde el principio al- proporcionar una verdadera utilidad, aparte el hecho de que
gunasque ocurren con mayor frecuencia, tales como: tal selección de citas inevitablemente tenfa que ser parcial o
oc/á. = addit, addunt: añade, añaden, sujetiva.
(1m. = omittit, omittunt: omite, omiten:. " Asf pues, el sistema de referencias del margen exterior ha
Estas abreviaturas se usan cUlUldo no se pueden utilizar los sido preparado en forma totalmente nueva con miras a con-
a. signos + y -. También son importantes a . ... ante (delante de) ciliar el máximo posible de información (en realidad mucho
p. y p• .... post (después de), que se usan (de ordinario añadiendo más que en el antiguo Nestle) con el máximo de claridad. En
pon. " pon. = ponit, ponunt: coloca, colocan) para indicar lo más general esto se ha logrado; sin embargo. en algunas ocasiones
breve y exactamente posible la: inversión de una palabra (seña- el texto (por ejemplo, al comienzo de R) pedía una cantidad
.s: lada en el texto con .s:). ImportáQte es igualmente el exponente de referencias difícil de incluir. Con todo, aun en este caso se
... Id ...14 = ut videtur (al parecer). Especialmente en los papiros con mantuvo la norma: cada referencia se encuentra a la misma
frecuencia no se puede decidir con certeza qué texto tienen en altura de la Hnea a que pertenece, O por lo menos paralela a
determinados pasajes; por eso al citarlos en el aparato se toma ese vr. Si el material no alcanza a caber, se señala el comienzo
la precaución de añadir ....4 (lo que en realidad significa: con de la serie de referencias al siguiente vr. con l. Este signo se
probabilidad rayana en certeza). Si por otra parte hay dudas utiliza también cuando en la misma Hnea han quedado partes
? sobre la exactitud de un testimonio, se añade cna 7 (en leccio- de dos \TS., para evitar confusiones. Dentro del mismo vr. se
nes = no pudo ser comprobada en el microfilm; en los testigos separan por un punto elevado • "las referencias a di:;tintos
que se refieren a las lecciones de las versiones = no se puede temas.
decidir con certeza si es pertinente en este lugar). En los casos "Es importante distinguir los diversos tipos de letra. Las
en que la referencia a primera vista parece un contrasentido, se referencias a peajes paralelos van en letra más grande, y en
(1) subraya por medio de (l). Para indicar el origen de una lección cursiva los vrs. a los que son paralelos. Por ejemplo, en Mt 1,2
~x ~rr•• '"x /taco se añade ocasionalmente I!X I!rr(ore) = por error; ex itac(ismo) se lee en el margen: 2-17: L 3,23-38; con esto se hace referencia 2-17: L
~x I«t. == por itacismo; I!X Il!ct(ionariis) = proviene de la costumbre a que Lc 3,23-38 es, en conjunto, paralelo a Mt 1,2-17. Esto
de los leccionarios de modificar el texto al comienzo de un aparece en forma continua en los Evangelios; por ejemplo, en
~x lat? pasaje litúrgico, para hacerlo más fácilmente inteligible; ex Mt 7,1: 1-5: L 6,37-42; en Mt 8,2: 2-4: Mc 1,40-45 L 5,12-16;
Ir. t. lat? = ¿por influencia dellatln? La sigla h. t. significa: homoio- en Mt 9,1: 1-8: Mc 2,1-12 L 5,17-26. Pero no sólo se hace
tcleuton, "es decir, que una lección resulta de que el copista, " referencia de esta manera "a los pasajes paralelos; también se
cuando habla cerca dos frases iguales, saltó inadvertidamente encuentran con frecuencia otras referencias sumarias semejan-
de la primera a la segunda - causa de muchas variantes. tes; cf. V. gr. en Mt 1.3: J-6a: Rth 4,12.18-22; en Mt 1,4: Rth 4,1:
4-6a: 1 Chr 2,10-12.15; en Mt 1,6: 6b-ll: I Chr 3.5 etc.
Las referencias a otros textos del mismo escrito del Nuevo
111. .,REFERENCIAS EN LOS MARGENES Testamento van indicadas sólo con capítulo y vr. (o, si se trata
EXTERIOR E INTERIOR del mismo capltulo, sólo con el vr.). Así, por ejemplo, en Mt
1,161a referencia 27,17 remite a Mt 27,17; en Mt 1,20 la referen-
El sistema dI! citas blb/lcas y referencias a otros pasajes que cia marginal 2,13.19 remite a Mt 2,13.19. Los vrs. que pertene-
habla en el antiguo Nestle en el margen I!xterior tenfa un valor cen al mismo capítulo van separados por un punto bajo, como
informativo extraordinario; además de las citas y alusiones al lo muestra el ejemplo inmediatamente anterior; las citas que
Antiguo Testamento, se indicaban alH los pasajes paralelos pertenecen a diversos capltulos se separan con ;. Si, por ejemplo,
y también otros textos relacionados temática o verbalmente, en Mt 1,1 se encuentra la siguiente referencia: 18 Gn 5,1; 22,18,
con una riqueza tal, que el aparato marginal equivaUa para se ha de observar con atención que en primer lugar se remite
el que sabia usarlo inteligentemente a un breve comentario. a Mt 1,18 (un 'Vr~" del mismo capitulo) y que la referencia que
Sin embargo. en el trascurso de los afio s Erwin Nestle lo habla sigue al punto y coma remite a Gn 22.18. En algunos casos se
ampliado tanto que se sacrificó lá claridad. A esto contribuyó coloca el punto y coma antes de un punto elevado; cf. en Mt 1,2
en especial el haber incluido entre paréntesis <<pasajes antitéti- la referencia a Gn 25,26; • 29,35. También 29,35 es una cita de
co~ (que contenlan un enunciado contrario al del texto) sin G n (por eso está separado de 10 anterior por ;), pero se refiere
-- ~-_':"T ___ _
34 INTRODUCCION ¿, .. ............,¡.Jtt.J _ _ ... _ .. .
a otra idea del vr. (por eso se separa de lo anterior por·). Las citas del Antiguo Testamento remiten (en cuanto a texto ••
cr Cuando se antepone cf (= confer: compárese) a una referencia, y numeración) a la Biblia Hebraica; si se afiad e expresamente
es obvio que se trata sólo de una alusión, lo mismo que si se ~, esto indica que el autor en el pasaje respectivo supone el o
? pospone? se trata de una referencia dudosa . . texto de los Setenta. ~ seguida de una sigla entre paréntesis
Con el fin de ofrecer un máximo de informacionen el sistema indica que se trata no de toda la tradición de los Setenta sino
marginal de referencias, éstas se han condensado lo más posible. de la lec<::ión de los respectivos manuscritos. Así, por ejemplo,
Con este mismo objeto se abreviaron al máximo los títulos de ~ (A) significa que el texto corresponde a la lección del Codex
los libros biblicos. Se utilizan las siguientes abreviaturas: Alexandrinus. Si una cita no se refiere a la versión de los Setenta
sino a las de Aguila, Símaco o Teodoción, se indica esto por Aqu. Syr
I. Para el Antiguo Testamento: medio de Aqu, Symm, Theod. LaS citas literales se destacan Theod
Gn (Genesis), Ex· (Exodus),·.LV (Leviticus), Nu (Numeri), Dt (Deu- por el uso de la letra cursiva (cf. v. gr. Mch 5,1.3 en Mt 2,6 etc.). Mch 5,1 .
teronomium; Genesis-De.uterQnomium: 1--5. Mose), Jos (losua), Las alusiones aparecen en tipo normal. No hace falta subrayar
Jdc (Judicum, Jueces}, Rth (Ru.t h),1 Sin, 2Sm (1./2. Samuel; en los
Setenta: 1./2. Reg(nor)um, Reyes), 1 Rg, 2 Rg (I./2. Reg(nor)um,
que a veces es dificil distinguir los dos tipos de letra, sobre
Reyes; en los Setenta: 3./4. Reg(nor)um, Reyes), J Chr. 2Chr (1./2. todo cuando las citas se multiplican, como, por ejemplo, en
Crónicas; en los Setenta: I.j2. Paralipomenon), Esr (Esra, Esdras), Hebreos o en el discurso dé Esteban en Act 7.
Neh (Nehemia; en los Setenta: Esdrae 11,I-JO - Esra, Esdrae Se debe observar además que, cuando se quiere incluir en una
II,11~23 - Nehemia), Esth (Esther), Jou (Hiob); I"s (psalmi), Prv cita el siguiente o los siguientes ves., además del señalado con
(Proverbia), Eccl (Ecclesiastes), Ct (Canticum, Cantar de Jos Can- el número, se posponen las letras s( = sequens: y siguiente) o ss sss
tares), Is (Isaias, Jesaja), Jr (1eremia), Thr (1ñreni, Lamentaciones (sequentes: y siguientes); por ejemplo en Mt 1,3: Gn 38,29s =
de Jeremlas), Ez (E!cchie!, Hesekiel), Dn (Daniel), Hos (Hosea,
Osee), Joel, Am (Amos), Ob (Obadja, Abdias), Jon (Jona), Mcli
Gn 38,29-30. Cuando (en los Evangelios) se añade una p a una p
(Micha, Michaeas), Nah (Nahum), Hab (Habacuc), Zph (Zcphanja, referencia, se remite no solamente al pasaje citado sino también
Sophonias), Hgg (Haggai, Aggaeus), Zch (Zacharja. Zacharias), a los paralelos sinópticos (indicados en el lugar citado). El signo
MI (Maleachi, Malachias). l en una referencia indica que alU se encuentran -más citas de
pasajes relacionados. Asi, por ejemplo, en Mt4,1 se lee H 4,15!
II. Para los Apócrifos y Pseudoepigrafos: Esto quiere decir que en Hebreos 4,15 se encuentra la serie com-
3 Esr. 4 Esr (3./4. Esra, Esdra.s; en los Setenta: Esdrae 1 - 3. Esra). pleta de referencias. Obviamente no era posible repetir en cada
I-4Mee (1.-4. Macabeos), Tob (Tobit, Tobias), Jdth (Judith), Sus caso todas las referencias. Se entiende que el signo 1, a ser pa-
(Susanna), Bel (Bel et Draco),' Bar (Baruch), EpistJer (Epistula
sible, remite a la cita central. También aqui lo más importante
Jeremiae), Sir (lesus Sirach, Siracides - Ecclesiasticus), Sap (S a-
pientia), es adquirir la práctica mediante el mismo uso. Quien alguna
jub (Uber Jubilaeorum), MartIs (Martyrium Isaiae), PsSal (Psalmi
vez haya consultado todas las referencias indicadas para un vr.,
Salomonis), Hen (Henoch), Ass Mosis (Assumptio Mosis), Bar Ap no sólo verá en seguida cómo funciona el sistema de referen-
(Apocalypsis Baruch), (Jos Testamentos de los 12 Patriarcas:) cias marginales sino también la riqueza contenida en él.
TestRub (de Ruben), TestLev (de Levi), TestSeb (de Sebulon, Za- Los números citados en el margen interior han sido limitados
bulon), TestOan (de Dan), TestNaph (de Naphthali), TestJos (de y corresponden unicamente a los Kephalaia, es decir a !anu- 12J4
Joseph), TestBenj (de Benjamín), VitAd (Vita Adae et Evae). meración de los capitulos que se encuentran en los manuscritos
De Pseudoeplgrafos no conservados se cita: (dados con números en cursiva) y (en los Evangelios) a los
ApcEliae (scc Orig) - Apocalypsis Eliae (según Origenes). números de las secciones y de los cánones de Eusebio (la carta
de Eusebio a Carpiano en que explica el sistema y las tablas
111. Para el Nuevo Testa-mento:
mismas se .encuentran en la p. 73· ss. reproducidas de Nestle2 s
Mt (Matthaeus), Mc (Marcus), L (Lucas), J (Johannes), Act (Actus en forma corregida'). El ingenioso sistema ideado por Eusebio
Apostolorum), (las cartas paulinas:) R (Romunos), 1 K, 2K (1/2
Corintios), G (Gálatas), E (Efesios), Ph (Filipenses), Kol (Colo-
conserva aún hoy día su inteRs; puede servir perfectamente de
senses), I Th, 2Th (1/2 Tesalonicenses), 1T, 2T (1/2 Timotheus), 1 En el aparato critico de la carta a Carpiano o en las tablas de los
Tt (Titus), Phm (Philemon), H(Hebreos); (las cartas católicas:) cánones se encuentran las variantes de las anti¡uas ediciones de E(ras-
Jc (Jaco bus), 1 P, 2P (1/2 Petrus), U, 2J, 3J (1-3 Johannes), Id mo)I"", Stephanus (~). M(iII), Ma(thaei). L(loyd) 1828 y 1836, Sa(ive-
(Jud:ls); Ap (Apocalypsis). ner), Ln (Lachmann), ~ischcndorf), W(ordsworth-Wbite) y vS(odcn).
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INTRODUCCION 37
36 INTRODUCCION
zados sólo en un grupo de escritos o de manera distinta como
sinopsis provisional de los evangelios. Así, por ejemplo, en «testigos constantes», se encuentran los datos respectivos en
:z
1
lIt X etc. i:
Mt1 ..1 se encuentra Ih; en 1,17 en" I,18~, etc. Esto significa la lista de contenidos, señalados por un [*] cerca del número [Ol
que el paralelo do la sección Mt 1,lss se encuentraen'la tabla del manuscrito. Se entenderá sin dificultad que los datos re-
111. En esta tabla, junto al número 1 para Mateo se encuentra el " fererites a los testigos no constantes sean aenerales (e = Evange- ea p r
número 14 para LucaS (= L 3,23-38) Y la numeración 1.3.5 para lios;"a -= apostolos, e. d. Hechos y cartas católicas; p = cartas
i
Juan (= J 1,1-5.9-10.14). Los .números remiten a la tabla X paulinas; r = revelatio, Apocalipsis).·
donde se encontrará que Mt 1,17 no tiene paralelos en los otros El A p é n d ice 11 contiene la recopilación sumaria de las vari-
Evangelios (la tabla X ofrecoen forma separada para caca antu de las modernas ediciones (p. 717ss.) y merece una explica-
Evangelio los p~jes que son exclusivos de cada uno). En ción más detallada. Desde el principio apareció claro que era ne-
Mt 1,18 ~ remite a la tabla V, donde se enCuentra que la sec- cesario excluir del aparato critico las referencias que tenIa el
antiguo Nestle a las lecciones de Tischendorf, Westcott/Hort,
ción 3 de Mateo tiene su paralelo en la sección 2 de Lucas Weiss y von Soden. Las decisiones acerca del texto original del
" (- L 1,35) etc. Dividiendo los Evangelios en pequeftas uni- Nuevo Testamento sólo pueden basafse en el testimonio de la
dades de sentido 'organizó Eusebio todo el material: la tabla tradición manuscrita. Y sin embargo, el conocer las decisiones
I reúne el material común a los cuatro Evangelios; las tablas
de f.os diversos editores del texto en los cien años transcurridos
II-IV el material común a tres; las tablas v-ix el materia!
desde Tischendoñ no deja de ser útil como punto de control -
común a dos, y la tabla X recoge en cuatro secciones separadas
y quizás para corrección -: d~ las decisiones tomadas por los
el material exclusivo de cada uno. Como los números de los
editores del «texto estándar». Con este fin se han incluido en
kephalaia y de las secciones se encuentran (ordinariamente) en
los manuscritos del Nuevo Testamento, el consignarlos en esta este Apéndice no sólo las ediciones citadas por los dos Nestlcs,
edición es al mismo tiempo una ayuda para quien trabaja con sino además todas aquellas cuya opinión ha ejercido significa-
los manuscritos. (Dicho sea de paso: no se debe a error el que ción real o mayor influjo en la ciencia neotestamentaria. En
el kephalaion 1 do Mt comience apenas en 2,1; es un procedi- total son siete, las cuales son citadas en este Apéndice con las
miento normal en los manuscritos no numerar la primera sec- siguientes siglas:
ción.) Cuando'el comienzo de una de las antiguas divisiones no T = Tischendoñ, Editio octava critica maior, 1869/72 T
coincide con la actual división en vrs., debe situarse en el signo H :=o Westcott/Hort, 1881 H
de puntuación más importante; si puede haber duda, se en- S = von Soden, 1913 S
V = Yogels, 1922 (41955)
- cuentra un * en el texto.
M = Merk, 1933 (91964) ",.
V
M
B = Bover, 1943 (51968) B
IV. APENDICES N = Nestle25 (1963). N
Para citar las decisiones de Westcott/Hort hubo que repro-
Pocas observaciones son necesarias a este propósito. El dudr no sólo las lecciones adoptadas en el texto sino que fue
A p 6 n d ice I contiene la ILrta de los manuscritos grie¡;os y latinos preciso incluir tambi6n (bajo la sigla h) las «lecciones margi- h
utilizados para esta edición (p. 684ss.) y tiene el fin de aligerar esta nales» que ellos setialan como de igual valor que el texto (pero
introducción. Sólo hace falta anotar lo siguiente: los «testigos no las que ellos Consideran de valor inferior). Cuando West-
- constantes» que son citados siempre, están señalados con un *
antepuesto; si sólo son citados cuando se apartan de !.In, tienen
cott/Hort tienen un texto diferente del de la presente edición y
al mismo tiempo una lección marginal de igual valor, se usa la
(- ) un (*); por consiguiente: *B, pero (*)K. En esta lista se ha sigla (H). De esta manera se ofrece todo lo que en los últimos (H)
señalado cuidadosamente el contenido de cada manuscrito 100 años ha sido considerado con seriedad como texto real o
(con base en el estudio do los manuscritos mismos, pues datos
posible. El sistema para citar estas ediciones es relativamente
completos y seguros sobre esto no se encuentran en otras
.sencillo, como lo muestran los siguientes ejemplos. Dado que
partes), bien sea de modo negativo, indicando las lagunas en el
texto de manuscritos por lo demás completos, bien sea de I
para cada variante se indican en el aparato de esta edición los
modo positivo, indicando lo que de hecho contienen, v. gr. en l . Para otras abreviaturas d . K. Aland, Kurzgefassu LIste der Viechl-
el caso de fragmentos. Para los manuscritos que han sido utili- " schen Handsc/¡rl/len des Neuen Testaments, 1963, pp. 23-26.
INTRODUCCION 39 -
38 INTRODUCCIQN
seguido la numeración de capitulos y vrs. de la Biblia Hebraica. -
testigos que la apoyan (exceptuando las diferencias ortográfi- Las citas tomadas de los Setenta (según la edición de Rahlfs)
cas, el cambio de tlltOV y tlltaV y cosas semejantes), bastaba también han sido convertidas aqu( al sistema hebreo (excluidos
. repetir el respectivo signo critico. Así, por ejemplo, '!n Mt 1,6 los textos que son transmitidos sólo en griego, p. ej. en Daniel).
· TV el signo TV significa que Vogels tiene en
el texto las palabras Si una referencia en el aparato marginal es dada con ~, Aqu,
o pacnM:\)~, que en nuestr.a edición se encuentran en él aparato Theod o Symm, se aconseja consultar ante todo la sinopsis de
"bis V B bajo el signo T.EnMt 1,7/8 el signo'" bis V .B significa que Vogels las diferencias de numeración que es puesta aquf delante de
y Bover leen dos veces Aaa. Aun en el caso en que se incluyen ; . los libros del Antiguo Testamento en cuestión. Esta sinopsis
varias variantes. bajo un solo signo, no es dificil reconocer cuál \ señala en conjunto - como se anota al margen - las diferencias
es la lección de las ediciones que difieren; para esto al signo de numeración entre el texto hebraico y el texto griego (to-
critico se ha añadido una magnitud de referencia. AsI, por I mando Rahlfs por base), ayuda sin duda oportuna al inv~stiga
rbls S V M B utlJ}l ejemplo, en Mt- I ,S los signos r b/sS V M B ul un significan que 1; dor del Nuevo Testamento. Qué se deba considerar cita y qué
von Soden, Vogels, Merk y Bover lecnBooC, como lo hace I alusión, es asunto discutido; algunos quizás preferirian ver en
(T M N ut K un. En Mt 4,2 los signos (T M N ul K significan que Tischen- í tipo normal referencias quc ' en esta edición aparecen en letra
dorf, Merk y Nestle 2S leen Jeal .'ttaatpáJeovta VÚKta~ como li cursiva, o viceversa. Lci que sr parece ináiscutible es que este
10 hace K. Las ~iglas entre corchetes indican que la5 respectivas .
Apéndice supera ampliamente a otros similares. Vienen des-
ediciones tienen el texto entre corchetes. As(, por ejemplo, en pués las alusiones y citas de autores griegos no cristianos, que se
O[H NJ Mt 1,25 los signos o [H NJ quieren decir que Westcott/Hort y encuentran en el Nuevo Testamento, lo mismo que las referen-
Nestle2 s tienen [oú] en el texto. Con frecuencia los textos de cias a obras desconocidas (señaladas con unde7 = ¿de dónde?) . . unde?
las ediciones comparadas no concuerdan entre sí; pero el ¡ El Apéndice IV (p. 776 ss.) contiene la lista sumaria de
sistema adoptado permite indicar fácilmente también estos \ signos, siglas y abreviaturas y explica en forma sintética lo que ya
OT S; [H NJ casos. As{, por ejemplo, en Mt J,24 los signos OT S; [H NJI se ha presentado en esta introducción, lo mismo que otras abre-
ut tx t ul Ixl significan que Tischendorf y von Soden omiten 6 antes viaturas que no han sido explíCadas aquí en forma detallada.
de 'ICIlalÍcp, mientras que Wcstcou/Hort y Nestle2s tienen [6] Más informaciones se encuentran en la anteriormente citada
'ICIlcrlÍ<p. (p. 13 nota 4) obra de K. y B. Aland.
Como este Apéndice está destinado más a los especialistas Siguen luego las tablas de Eusebio y su carta a Carpiano, en
(los cuales reconocerán fácilmente que los signos criticos en la que explica su organización. Sobre ellas ya se ha dicho lo
muchos casos sirven sólo para indicar diferencias de posición) necesario en la p. 73·.
que a los principiantes, creo que estas observaciones son sufi-
cientes. La importancia de este Apéndice' es, en mi opinión,
muy grande: hace que una edición manual del «texto estándar»
- aunque con un aparato crítico que utiliza y presenta tanto
material que desborda ampliamente los Hmites de este tipo de
ediciones - se convierta en una. edición que no sólo presenta l "
sintéticamente los resultados del trabajo de la critica textual . ~
en los últimos lOO' años sino que permite al lector formarse su
propio juicio (precisamente porque ' ofrceé un aparato critico i
para cada caso en que las siete ediciones consultadas se apartan i r
I
casos de citas literales del Nuevo Testamento aparecen en letra
cursiva y las alusiones en tip<? normal y quc también aqu( se ha
«. , ~.-..-~