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Danto

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DESPUÉS DEL FIN DEL ARTE: EL ARTE CONTEMPORÁNEO Y EL LINDE DE

LA HISTORIA (Athur Danto)

SINDY OROZCO SEPÚLVEDA.

Es sabido por los conocedores en materia de arte, como la modernidad ha representado un


período ambivalente en lo que a la esfera artística respecta. Por un lado, en sus inicios se
concebía el arte como una de las dimensiones más sublimes del estpirítu del hombre, pues
las obras de éste poseían una belleza y magnificencia superior a la de la naturaleza misma.
En este momento, lo bello era categoría imperante a la hora de realizar una obra de arte, la
cual debía representar pureza y agrado para aquel que la observaba. El público se
maravillaba ante la genialidad del artista y su capacidad de desplegar la sublimidad en una
pintura o en una escultura como formas tradicionales de hacer arte visual en aquel entonces.
Charles Batteaux en 1764 fue el primero en hablar de arte, enunciando como narrativa
maestra la imitación de la belleza. No obstante, hubo un momento- que podría llamarse
crítico- en cuanto al arte respecta. El llamado giro vanguardista del cual Marcel Duchamp
fue uno de los representantes más relevantes. Las Vanguardias encabezadas por Duchamp
ponen en suspenso el papel del artista, del espectador e incluso del arte mismo como forma
de manifestación estética. Duchamp con su obra “la fuente” de 1917, en la que muestra al
público un urinal, rompe deliberadamente con la continuidad histórica del arte, e irrumpe
en la narrativa maestra que hasta el momento caracterizaba la modernidad, a saber, la
imitación de la belleza.

El artista en cuestión viola la concepción de arte tradicional, tanto a nivel filosófico como
artístico, atribuyéndole otro sentido a la experiencia artística donde ésta deja de ser estética
para volverse aestetica, pues lo que pretende Duchamp es quitarle a la belleza la rubrica de
concepto definitorio del arte moderno. Con la fuente se inaugura una nueva forma de ver el
arte, donde se atenta directamente contra la figuración y la originalidad propia de la obra,
ya que, en este caso, el artista lo que lleva a la galería es un objeto de la vida cotidiana y no
un producto de su capacidad manual . Marcel Duchamp con sus ready made (lo ya hecho)
toma la realidad y la transforma en ficción, dándole un papel activo al espectador, donde
este debe reflexionar ampliamente sobre el sentido que el artista le está imprimiendo a la
obra. Las obras de arte en el giro vanguardista son motivo de pensamiento.

Todo lo anterior se hace necesario a la hora de analizar el libro de Arthur Danto “Después
del fin del arte: el arte contemporáneo y el linde de la historia”, ya que, para éste filósofo y
crítico de arte las vanguardias, representadas por Duchamp y su famosa fuente introducen
la pregunta ontólogica ¿Qué es el arte?, además el cambio introducido por Duchamp,
donde se vulnera la belleza, es al decir de èste, una forma dramática de ignorar las grandes
narrativas que definieron primero el arte tradicional.

Capítulo 1. Introducción: Moderno, posmoderno y contemporáneo

En este capítulo , Danto – como indica el título- diferencia este grupo de conceptos, además
de mostrar las características del tránsito artístico moderno al contemporáneo (No como un
tránsito continuo, sino, como una ruptura que inserta un nuevo paradigma en la forma de
concebir el arte. En este capítulo el autor empieza a desarrollar la tesis de todo el libro, para
ello calrifica y diferencia conceptos que en materia de arte se confunden entre si. el filosofo
y crítico de arte, apela en su libro a la idea de un fin del arte, en la medida que se atenta
contra la continuidad de la narrativa imperante hasta el momento. No obstante, la idea del
fin del arte no significa que las prácticas artísticas mueren, simplemente el primado de la
narrativa cumbre y de la historia que ésta enmarcaba culmina. El fin al que apela Danto, se
refiere a un cambio paradigmático, el fin de una historia y una narrativa, no significaba esto
que el arte en si había muerto o terminado, la opinión de Danto no es que no habría más
arte, sino que a partir de la nueva era artística de lo que se trataba era de no fortalecer una
narrativa en especifica . “Lo que había llegado al final era esa narrativa, pero no el tema de
la narrativa”(Danto. 27).

Danto elabora una reflexión del cambio de paradima artístico, a partir de una perspectiva
hegeliana, afirmando que el arte vanguardista introduce una conciencia del arte, pues tal
movimiento busca nuevas miradas del mundo, revolucionando la óptica que se le da a las
obras. Para el crítico de arte, las vanguardias se dieron a la tarea de finalizar la historia que
las precede. El giro vanguardista es una manifestación del arte moderno, encara el ideal de
la modernidad de representar el espíritu de la época. a partir de la idea del fin del arte, el
autor enuncia como nace un tipo de autoconciencia, en la medida que el arte es su propio
tema, en el sentido que se piensa la producción artista en sí y por si, no con fines ulteriores
a la reflexión sobre si misma. Lo moderno entonces está integrado por una serie de
manifestaciones estéticas y aestéticas que en principio legitimaban una narrativa, pero al
final daban el paso a una conciencia nueva a la hora de juzgar una obra. Por otro parte, lo
contemporáneo según Belting “manifiesta una conciencia de la historia del arte, pero no la
lleva mucho más lejos”(27). En la libertad y la carencia de reglas se aloja este tipo de arte,
en la medida que no echa mano de narrativas estrictas y tradicionales, sino, que aunque se
apropia de alguna manera del pasado no se crea con ninguna legitimación narrativa pues el
pruralismo y la proliferación de manifiestos dan paso a una era de prácticas artísticas sin
límites. el cambio histórico que se da tras el abandono de la figuración y la belleza, no
representa propiamente el fin de la historia del arte, sino, el comiento de una sin lìmites. A
lo anterior es lícito denominar posthistórico, cualidad propia del arte contemporáneo y por
su puesto de la contemporaneidad como la época del pruralismo que elimina los criterios de
lo clásico. Lo posthistòrico, y el arte bajo esta rubrica no tiene lindes. Trastoca los límites
de la historia misma y de la que se creía ser la esencia de esta en lo que al arte atañe.

En resumidas cuentas, lo moderno, lo contemporáneo son categorías que si bien representan


un antes y un después, no se agotan meramente en una concepción temporal. Lo moderno,
lo contemporáneo designan tanto la conciencia como la autoconciencia que se tiene del
arte. En estos tres términos reposan estilos, manifiestos, narrativas y formas artísticas
plenamente deliberadas de los artistas. Por su parte, los posthistórico representa un carácter
propio del arte contemporáneo, en la medida que se apropia del pasado a pesar de que lo no
trascienda y no avance más que él.

Capítulo 2. Tres décadas después del fin del arte

En el segundo capítulo de la obra de Arthur Danto titulado “Tres décadas después del fin
del arte” el autor analiza como se ha desarrollado el arte después del linde de la historia,
como éste se ha legitimado a partir de la filosofía, al no inscribirse en una narrativa
correcta, en un manifiesto licito o en un estilo tradicional. Al inicio del capítulo Danto
siguiendo con su idea del cierre histórico del arte retoma la idea del carácter posthistórico
que va a permear las prácticas artísticas de lo contemporáneo, enunciando las
características que tiene el arte 30 años después de la ruptura con la mimesis y la
figuración. En principio es menester aclarar que el fin del arte en ningún momento ha sido
vinculado por el autor como una crisis del mercado del arte, como un descenso de la
compra y la venta de las obras o algo por el estilo. El fin del arte es un recurso estilístico
que el autor utiliza en su reflexión para abogar a la idea de un cambio paradigmático en
cuanto al arte corresponde. El fin del arte ha corresponde más a un juicio histórico que
crítico.

Las nuevas formas artísticas que surgían, las producciones abstractas propias del cubismo
francés y del constructivismo ruso por enunciar algunos, al carecer de la narrativa que
legitimaba la obra, debía recurrir a otro recurso que valorara la labor del artista, lo que
significó la interdependencia entre la historia del arte y la filosofía del arte, donde ambas se
nutren mutuamente para salvaguardar la esencia misma del arte y justificar formas artísticas
aesteticas pero llenas de sentido y concepto. La coyuntura artística contemporánea, le da a
la filosofía del arte la posibilidad de formularse preguntas filosóficas correspondientes a la
naturaleza del arte, de tal suerte, en el carácter posthistórico del arte contemporáneo, radica
no sólo el ser del arte mismo, sino también de la filosofía del arte, en tanto objetivación y
estudio de la trasegar histórico artístico. Esta idea la concordancia entre la filosofía del arte
y la historia del arte, le viene a Danto de su afinidad con la filosofía del arte desarrollada
por Hegel, donde el filosofo alemán indica como el arte nutre a la especulación filosófica.
A lo anterior se vinculan las nuevas formas de producir arte, en la medida que abogan por
un entendimiento filosófico de si mismo y promueven en la riqueza de la elboración
artística la producción del pensamiento filosófico.

En las décadas posteriores al fin del arte, se vive un momento de pluralismo total, donde
tras el recurso filosófico incluido en la explicación del arte, surgen múltiples estilos y
manifiestos. En 1963, en una entrevista el artista --- Warhol expresa que es inadecuado
hablar de estilos correctos, pues todos tienen su mèrito y ninguno es mejor que el otro. Con
tinúa diciendo Warhol “esto no significa que lo bueno y lo malo en materia de arte no tiene
que ver con el estilo correcto o el caer bajo el manifiesto correcto”, (58) la cuestión radica
para entonces en apropiarse de un concepto, echar mano de la ayuda de la filosofía del arte
y crear reflexión. En resumidas cuentas, Danto tiene como objetivo mostrar con la reflexión
sobre las décadas posteriores al fin del arte, mostrar la conexión que se da entre el arte y la
filosofía, además de caracterizar al arte contemporáneo como una manifestación entrópica,
donde no hay reglas que determinen que es arte y que no lo es. La lectura actual del arte,
implica aceptar la filosofía que lo legitima donde ésta descubre la esencia del arte, pero a su
vez éste saca a flote la verdad filosófica que lo instiga.

Capítulo 3. Narrativas Maestras y principios críticos

en este capítulo, Arthur Danto describe narrativas maestras que imperaban en las formas de
entender el arte y producirlo. Son estas narrativas estructuras históricas que objetivan el
arte, en la medida que le ponen reglas y límites. Han existido narrativas històricas
tempranas que marcaban el sendero por el cual las prácticas artísticas debían dirigirse
representando un sistema cerrado de posibilidades que coaccionaba la práctica del artista y
la reflexión del público. por ejemplo, en europa en 1890 no era visto como arte las
máscaras africanas, a lo sumo se consideraba artesanía carente de los criterios artísticos
occidentales. una de las narrativas maestras descritas por danto en el capítulo en cuestión es
la defendida por Vasari, el cual se apegaba a la idea progresica del arte como una
conquista de las artes visuales, especialmente de la pintura, donde la representación y la
figuración encarnaban la manera más apropiada de hacer arte en el sentido que éste
duplicaba los objetos del mundo visual del hombre, afectándolo e irrumpiendo en su retina.
Por otro lado, en contraposición a Vasari, Fry se encarga de elaborar una nueva narrativa,
que si bien se asemejaba a la de vasari en la concepción de la representación, expresaba la
necesidad de una obra de arte que no imitara en absoluto. La narrativa de Fry, tratò de
conectar los vestigios de la mimesis con el modernismo naciente a raíz de las vanguardias,
de esta manera es que indica que en la abstracción se da el abandono de la réplica obligada
de lo natural y se crea un lenguaje abstracto de la forma.
El cambio de narrativa expresa como el arte llega a un momento en el que no se ajusta a la
historia que lo precede y lo ha formado, por tanto, el fin del linde y el replanteamiento de la
narrativa vasariana. De lo anterior se desprenden varios asunto. por un lado el problema de
analizar la historia como un fenómeno temporal continuo. Por otro, surge la característica
de libertad en primera instancia del arte modernista, y mucho más libre será el arte
contemporáneo y el arte pop (se verà en el capítulo 7) y en último lugar, se da un
argumento en favor de la tesis del fin del arte planteada por Danto, donde es licito afirmar,
que en el momento en que las narrativas entran en detrimento y suspenso deja de existir una
esctructura que defina los estilos artísticos. En conclusión, el capítulo 3 expresa la carencia
filosófica de un imperativo estilisco del arte naciente, aquel que se daba con el giro
vangiardista y que iba a postergarse en la época contemporánea a través de múltiples y
diversas manifestaciones. La descripción de las narrativa maestra de vasari muestra como
se hace un cambio de paradigma donde el arte deja de estar encerrado en las posibilidades
de su tiempo, para trastocar los límites y ser cualquier cosa e incluso ser todo lo que quiera
al mismo tiempo. Como decía Roger Fry “ los artistas ya no tenían mayor interés en imitar
la realidad, sino en dar expresión objetiva a los sentimiento que la realidad provocaba”. De
lo que se trataba de crear forma más que de imitarla, de no replicar la vida, sino de buscar
un sentido de ésta. A todo esto se veía abocado el arte después de la ruptura tajante con la
mimesis.

Capítulo 4. El Modernismo y la crítica del arte puro: la visión histórica de Clement


Greenberg
Capitulo 5. De la Estètica a la crítica de arte.

El capítulo cinco, en consonancia con el capítulo anterior ahonda en la crítica de Clement


Greenger apoyaba en la estètica Kantiana. Tras una distinción inicial entre las distinciones
estéticas y prácticas donde se describe la idea tradicional de la inutilidad del arte en
términos prácticos, Danto tantea el terreno para elaborar una critica a la forma en que
Greenberg sustenta sus refutaciones del arte. Es de conocimiento amplio, tanto para los que
se desemvuelven en los círculos académicos filosóficos y artísticos, que Kant uno de los
primeros y principales filósofos en elaboarar una obra con consideraciones estéticas,
explica que los valores estèticos son incompatibles con el reino de la utilidad, pues el arte
hace parte de una esfera espiritual que lo caracteriza como una finalidad sin fin, es decir, el
arte es perse apreciable y mèritorio, no necesita de un factor externo para ser valorado más
que el mismo.

La crítica de Danto hecha a greenberg radica en su insistencia en criticar las formas


nacientes de arte bajo los parámetros de la estètica kantiana. Danto identifica la ineficacia
de la estètica para tratar con el arte después de 1960, ya que, el arte para aquel entonces, y
siguiendo con la tesis del libro (el fin del arte) parecía despreciar e incluso atentar contra la
calidad estètica. ¿Cómo es posible que se crítique un arte aestètico bajo los parámetros de la
estética? Esta inconsistencia fue rastreada por Danto en la visión greenbergiana, la cual se
apoya en lo que el escritor del libro en cuestión denomina dos dogmas procedente del
proyecto kantiano. El primer dogma aduce que el juicio crítico en el arte, no se fundamente
en una explicación lógica ni se apoya en un discurso. La calidad estética no se prueba ni se
investiga, simplemente se abala por la experiencia. El segundo dogma acude a la idea
kantiana del sensus comunis, es decir, de un juicio avalado por una colectividad que se
congregue por mor de un consenso de gusto. Según este principio, la calidad artística se da
en una especia de universalidad subjetiva que implica que un conjunto de personas
compartan el mismo sentimiento de gusto por algo bello. Parece ser que greenberg pasó
de largo el hecho de que el arte ya no se regía por imperativos estéticos y que la virtud
estètica era una categoría insuficiente ala hora de definir el arte contemporáneo.

En el capítulo 3 se enunció la narrativa maestra de vasari, la cual era formalista, progresista


y tradicional. Algo parecido sucede con la concepción de greenberg y es explicito en la
formulación de los dogmas bajo los que se rige. En primer lugar, el paradigma
contemporáneo expresa como el artista pasa de ser un mero creador para convertirse en un
investigador. Las obras de arte abogan por un recurso filosófico que las legitime y les de
sentido, pues ya no se trata de imitar, sino de crear reflexión. En otro sentido, greenberg
pasa de largo ante la nueva condición del arte y el artista, en la cual éste no puede dar
exclusivamente lo que el público va a aplaudir. Si bien es claro que en los círculos artísticos
se estipula que cosa es arte y cual no, no existe una narrativa maestra que fomente un juicio
crítico de gusto común. El arte contemporáneo se crea sin ninguna legitimación narrativa.
en resumidas cuentas, este capítulo tiene por objeto rechazar la forma en que clement
greenber hace crítica de arte, pues para Athur Danto “es una mala pràctica crìtica rechazar
por ser artísticamente malas aquellas obras que carecen de mèritos estéticos en los términos
de Greenberg” en este orden de ideas, muestra Danto la incompatibilidad entre la éstetica y
la crítica de arte contemporánea .

Sexto capítulo. La pintura y el linde de la historia: el final de lo puro.

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