Dialogos Con La Antropología Latinoamericana
Dialogos Con La Antropología Latinoamericana
Dialogos Con La Antropología Latinoamericana
Latinoamericana
163p
Este libro ha sido evaluado por académicos de reconocida trayectoria en las temáticas
respectivas.
L. Nicolás Guigou
Antonio Motta
Eduardo Restrepo
Agradecimientos 161
Asistentes 163
PRESENTACIÓN
a ser ocupada por el/la representante del país que tiene a su cargo la
realización de los Congresos ALA, encuentro que lleva ya cinco ediciones
cada tres años 3, con alguna excepción de periodicidad contemplando
fechas de otros congresos regionales.
En el año 2017, nuevamente se disocia la presidencia de ALA con el
lugar donde se realizará el Congreso, permaneciendo en la presidencia
(por reelección en Asamblea General del 9 de junio realizada en la
ciudad de Bogotá, Colombia), el Dr. Eduardo Restrepo, acordándose
que será la vicepresidencia quien tendrá a su cargo la organización del
próximo VI ALA en Uruguay en el año 2020. En dicha multitudinaria
asamblea quedaron delineados los Estatutos formales de ALA, aprobados
por unanimidad de presentes, que suscribieron el acta en calidad de
fundadores, acordándose que la sede administrativa de la asociación
estaría en Montevideo, Uruguay y designándose la primera comisión
directiva que funcionará hasta el año 2020, cuando se elegirán nuevos
representantes en el marco del VI Congreso ALA. La primera reunión
de la Comisión Directiva se realizó en forma virtual y presencial, en el
marco de la XII Reunión de Antropología del Mercosur (XII RAM) en la
ciudad de Misiones, Posadas, Argentina, en diciembre del año 2017. La
segunda reunión se efectúa en su sede administrativa en Montevideo,
el 11 de mayo del corriente año 2018, ratificándose legal y notarialmente
la personería jurídica de ALA.
En este contexto de singular importancia, la Asociación Uruguaya de
Antropología Social y Cultural (AUAS) en coordinación con la Asociación
Latinoamericana de Antropología (ALA), en el marco de los Cursos de
Educación Permanente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación de la Universidad de la República, llevaron a cabo el ciclo de
charlas, mesa redonda y conversatorio que hoy publicamos, a sabiendas
del significado que representa el encuentro latinoamericano para
nuestra disciplina, reflejado, por otra parte, en la respuesta de quienes
concurrieron . En los tres días en que transcurrieron estos diálogos, un
rico intercambio permitió fortalecer nuestra visión geopolítica e instalarla
como un proyecto de peso en la articulación de saberes antropológicos
comprometidos. Convocamos la voz de siete antropologías locales de
Bella Pérez Castro (2005-2008); Rolando Quesada (Costa Rica); Margarita Bolaños (Costa
Rica); Luis Campos (Chile 2009-2012); Ma. Cristina del Pilar Oehmichen (2012-2015);
Eduardo Restrepo (2015-2020)
3 I ALA 2005 en Rosario, Argentina; II ALA 2008 en Costa Rica; III ALA 2012 en Santiago de
12
NICOLAS GUIGOU
Pasajes I
C uando hace años atrás escribí La Nación laica: religión civil y mito-
praxis en el Uruguay (Guigou, 2003), no me encontraba en el Uruguay.
Eso me permitió cierta lejanía de mi cultura original, cierta distancia
afectiva necesaria para comprender un país (que era y es el mío) 2 y por
otra parte, salir de los marcos de violencia institucional que caracterizan
los ámbitos académicos vernáculos. En un sentido profundo, salir de
Uruguay siempre fue para mí un alivio. El ‘uruguayazo’, como muchos
habitantes de estas tierras lo denominan, implica que todo aquel que
se fue y vuelve, debe ser de alguna forma castigado y redirigido.
En el trabajo citado, escribí que el constructo cultural denominado
Uruguay –sus mitologías- se consolidaron aunando igualdad con
homogeneidad. La negación del Otro, es, y continúa siendo, principalmente
de corte institucional. Nuestras instituciones continúan siendo racistas,
machistas, eurocéntricas. Y, obviamente, cultivando un espíritu de
medianía claramente mesocrático. Nuestro andar institucional,
suavemente ondulado como nuestra geográfica, está plagado de
violencias institucionales varias, que hacen lo posible para mantenerse
y promover ese preclaro y distintivo espíritu mesocrático.
14
2 Y que quiero mucho.
NICOLAS GUIGOU
Pasajes IV
21
Referencias bibliográficas
22
GONZALO DÍAZ CROVETTO
“Lo que importa para nuestros propósitos aquí es que el capital global
realizó estos reclamos y que los Estados nacionales respondieron a
través de la producción de nuevas formas de legalidad. La nueva
geografía de la centralidad debió ser producida tanto en términos de
las prácticas de los actores corporativos como en términos del trabajo
del Estado en producir nuevos regímenes legales. Las representaciones
que caracterizan al Estado nacional como simplemente perdiendo
importancia fallan ante esta relevante dimensión, y reducen lo que
está sucediendo a una función de la dualidad global-nacional- en
donde cuando uno gana, el otro pierde. (2007:25)”
4 A pesar de que hoy en día se ha dejado de llamar ISI para llamarse WoS (Web of Sciencie),
esta nomenclatura sigue operando como categoría referencial entre quienes publican y
quienes solicitan para validar las publicaciones. Ante ello, opte en este texto por dejar el
uso cotidiano de la categoría.
5 Aquí me refiero a las formas como grupos de pares, en este caso antropólogos, inseridos o no
en grupos o comités de ciencia nacional, evalúan las revistas, y con ello, sus publicaciones, a
partir de criterios propios. Así, algunas revistas pueden ser muy bien evaluadas por sus pares,
pero no estar indexadas necesariamente en índices como ISI o SCOPUS.
6 Por ejemplo, para el caso colombiano nótese el trabajo de Gómez-Morales (2017) y Lux & Pérez
26 (2017)
GONZALO DÍAZ CROVETTO
“At its simplest, `audit culture` is the process by which the principles
and techniques of accountancy and financial management are applied
to governance of people and organisations - and, more importantly,
the social and cultural consequences of that translation (2015:24).”
chileno, ejercen su poder con mayor ímpetu. Es bajo este prisma que
las escalas publimétricas de revistas indexadas se constituyen, como
una de las principales bases de la generación de prestigio, y con ello,
de diferencia, entre colectivos (universidades) y personas (académicos
e investigadores). Insisto, cuestión que no sólo afecta a la antropología,
sino a todas las disciplinas y áreas de investigación. Es perverso, porque
homogeniza al “medir” a partir de escalas cada vez más “neutras”,
entre disciplinas, prácticas y saberes que se encuentran radicalmente
diferenciados - casi, ontológicamente, el casi porque no me interesa
el rumbo que pueda tomar la discusión por ahora. Sin duda también
oprime desde nuevas formas coloniales, de gobernar por números
(Shore & Wright 2015), “pensados” desde afuera del lugar dónde son
medidos, pero impuestos unilateralmente.
No tengo duda que se trata de cosmopolíticas transnacionales
neoliberales, que como tales, suelen imponerse hegemónicamente en
contextos dónde prevalezcan ministerios de ciencia y de tecnología,
como de educación, que cuenten con políticas internas de desarrollo
débiles y mercados fuertes, extremadamente sensibles a acuerdos
transnacionales. Tratase entonces de un sistema mundo universitario
regido globalmente en torno a directrices auditoriables. Hay grados
e intensidades distintas, pero es una tendencia global. Sin duda Chile
es un caso particular, dónde se han exacerbado las formas de medir,
cuantificar y organizar la “productividad académica” a partir de escalas
y modelos, usualmente, “extra académicos”. Estas “escalas” y “formas
de medir” se han hecho evidentes en distintos procesos que atañen al
sistema universitario. Ejemplo de ello está relacionado con las formas
que rigen y supervisan el control de la calidad programas de graduación
ofertadas en el contexto nacional, dónde distintas “agencias privadas”9
se ofrecen para medir la calidad de programas, prestando servicios
remunerados para evaluar a otros pares y proyectos educativos - que
pueden tornarse, siempre, al menos en este sistema, en competidores
en otros ámbitos, pues muchos de estos “pares” también hacen parte
de centros universitarios que también deben ser acreditados. El Estado,
mediante un consejo adhoc “administra” y zanja algunos quehaceres
y lineamientos para que esta práctica se haga siempre en buena fe.
10 Ver por ejemplo la nota editorial de Mónica Espinosa Arango en el Volumen 23 de la Revista
Antipoda (2015).
11 Enel diario La Tercera (Chile) Natalia Opazo publicó un reportaje titulado “La tiranía 31
DIÁLOGOS 2018
corporativos” que controlan las bases de datos indexables ver el trabajo de: Kreimer (2011)
y Gilbert-Galessi (2015).
13 https://www.thomsonreuters.cl/PortalLN/HomeTR/Home.asp
32
GONZALO DÍAZ CROVETTO
14 Véase en este link, las informaciones con los criterios de evaluación curricular para el área
de Antropología y Arqueología para los años 2008 - 2018. Accesado en Enero 2018:http://
34 www.conicyt.cl/fondecyt/grupos-de-estudios/antropologia-y-arqueologia/#tab-02
GONZALO DÍAZ CROVETTO
contar muy poco 15. Pero sabemos que esta experiencia si vale en tantas
y diversas formas que hacen parte y dan sentido a lo que entendemos
y podemos configurar al papel y rol que un/a académico/a puede
aportar para su universidad, disciplina o sociedad. Aquí aparecen otros
cuestionamientos.
¿En qué momento, otros grandes valores vinculados a la práctica y al
pensamiento antropológico, parafraseando categorías propuestas por
Roberto Cardoso de Oliveira en dos compilaciones (2000, 2003), quedan
plasmado en las nuevas formas de clasificación que torna a las escalas de
indexación específicas como sagradas, mientras torna profanas al resto
no indexado? ¿Quiénes son las nuevas y nuevos maestras y maestros de
nuestra disciplina?, ¿y para qué hablar de los maestros y maestras fuera
de la academia, que se han ganado su nombre por haber emprendido
un camino de formación y reorientación desde la práctica, en estudios,
consultorías o propuestas de intervención aplicada? ¿O los y las que han
publicado obras consagradas (pero sin referato), célebres monografías
o bien elocuentes laudos o peritajes antropológicos? ¿Por qué, cada
vez más, los libros ahora tienen que tener referatos? ¿Qué lógicas de
sospecha se articulan? Sin duda, la transformación es radical y voraz,
debo advertirles que las categorías ya están operando con toda su fuerza
entre nosotros, sobre todo en el caso del sistema universitario chileno.
No pocas veces escuché, observé y reparé como, ante la fuerza de toda
categoría clasificatoria, que ordena las formas de la vida social, existe un
reconocimiento cuantitativo ideal en torno al número de isis o scopus
que fulano o fulana tiene, pero cada vez menos se sabe o comenta,
en torno a lo que dicen, proponen o piensan sus obras. Radical, ¿no?
Naturalmente, un currículum más indexado garante más posibilidades
donde las lógicas auditoriales imperan con mayor ahínco, garantiza
acceso a plazas de trabajos, promociones laborales y sobre todo, la
postulación a fondos públicos de investigación. Esto sin duda, conlleva
alteraciones del sentido del trabajo académico. En relación la fuerza
de la transformación proveniente desde estas “nuevas racionalidades”
nótese la siguiente referencia de Chris Shore y Susan Wright:
“(...) Our analysis underlines the fact that audit technologies being
introduced into higher education and elsewhere are not simply innocu-
Sin duda, este aviso es muy similar a cualquier otro que se pueda
acceder en buscador de internet al buscar por “concurso académico ciencias
sociales chile”. La gran mayoría arrojará condiciones muy similares en
relación al “item” publicaciones. La puerta de acceso sin pudor alguno está
16 Que a su vez, según el factor de impacto, se divide en 4 grupos (Q1, Q2, Q3 y Q4).
17 Creo absolutamente innecesario hacer referencia explícita de la universidad y del link dónde se
encuentra este anuncio, naturalmente es una información pública; una búsqueda rápida por
38 concursos “académicos universidades chilenas” va arrojar resultados bastante similares.
GONZALO DÍAZ CROVETTO
18 Al respecto nótese la siguiente nota del Ministerio de Educación (Accesada Enero 2017):http://
39
www.mecesup.cl/index2.php?id_portal=59&id_seccion=4418&id_contenido=21829
DIÁLOGOS 2018
19 Cuestión que queda manifiesta en las “instrucciones para los autores” de algunas revistas
indexadas, dónde se recomienda, solicita o limita cada vez más la extensión de los textos.
Al final de cuentas, artículos necesitan evaluadores, quienes a su vez, están abrumados
40 “produciendo textos”.
GONZALO DÍAZ CROVETTO
20 Versión
textual de una conferencia y versión borrador del trabajo accesado en Diciembre
2017 desde Academia.edu https://www.academia.edu/30248280/GIRO_GLOBAL_A_LA_
DERECHA_Y_LA_RELEVANCIA_DE_LA_ANTROPOLOG%C3%8DA._Mirando_al_pasado_
presente_y_futuro_de_la_disciplina 45
DIÁLOGOS 2018
no pueden sólo ser contestadas con otras cosmopolíticas, sin que de que
alguna u otra forma, se conteste también al proceso que ha permitido -
y que hemos permitido de forma paradojal – que estas cosmopolíticas
del sistema mundo universitario contemporáneo regulen, controlen y,
en muchos casos, distorsionen las condiciones objetivas y subjetivas
del trabajo en la universidad. Sin duda, parece ser que lo más difícil es
reconocer que la transformación ha sido y sigue siendo radical, tanto en
torno a la forma en que se le está dando un tipo de sentido y control a la
producción de conocimiento, como también, de una construcción global
de la experiencia del trabajo universitario. Como proponen Shore and
Wright (2000:85), una tarea compleja pendiente, es poder “auditoriar” el
propio sistema de auditoría y sus formas de coerción que operan en las
distintas dimensiones de la vida social, para reflejar los daños y costes
humanos que está generando.
Ahora bien, hay responsabilidades compartidas, sobre todo si
reconocemos que el sistema mundo universitario, en diferentes puntos
nodales, se rige a partir de espacios y posiciones concretas que suelen
estar vinculados en estructuras nacionales de ciencia y tecnología (i.e.
investigación), como de educación (i.e. política universitaria y formación).
En muchos casos puede haber poca posibilidad de maniobra, pero sin
duda, estos puntos nodales pueden tornarse puntos de revisión, debate
y contestación sobre si todo si están vinculados con consejos de área (i.e.
representantes de las disciplinas). Son estos espacios que interconectan
y pueden interceder en las formas y contenidos de los criterios que dan
valor a las “cosas” y “las palabras”. Las personas, nosotr/s, podemos
ser críticas con los contenidos y redefinirlos, pues en las universidades,
ministerios y sobre todo, consejos de ciencia, no funcionan solo porque
son parte de un sistema interligado, sino porque suelen ser validados
por comités, asesores e integrantes, más allá de los propios funcionarios
de estas instituciones. Predicado, que para una antropología aplicada no
tendría nada de novedoso, sino, en la medida que ésta suele concebir,
como parte de muchos de los propósitos de sus acciones, la capacidad
de intervenir frente a las disonancias que suele haber entre instituciones,
grupos humanos y políticas a partir de propuestas que rescatan una
aproximación más simétrica entre modelos y prácticas, o sea, más próxima
de lo que la gente sí hace y de la forma que la gente lo hace. Sin duda
a l/s que estamos fuera de esos lugares, nos cabe también reconocer,
discutir y proponer formas alternativas y desde lugares distintos.
46 De igual modo, cabe reconocer que una cosa es centrar y reconocer
GONZALO DÍAZ CROVETTO
Comentarios finales.
“(...) Hacer antropología desde el sur pasa por asumir que en la per-
iferia hay muchas otras periferias que no necesariamente deben ser
incorporadas o domesticadas, sino potenciadas en sus disrupciones
de las lógicas del privilegio y la desigualdad. En ese sentido, hacer
antropología desde el sur es un proyecto intelectual y político articu-
lado a las antropologías disidentes (Restrepo, 2016:56).”
“La historia revela que las políticas que favorecen al “mercado” han
implicado siempre más gente en despachos para administrar cosas,
pero también que hay un incremento en la amplitud e intensidad
de las relaciones sociales que acaban siendo reguladas, en última
instancia, por la amenaza de la violencia. (...) La burocratización de
la vida cotidiana implica la imposición de normas y regulaciones
impersonales que, a su vez, sólo pueden funcionar si están respaldas
por la amenaza de la fuerza (:).”
not be run quite like business, that their multifaceted cultural roles
demand some particular care, and that different disciplines may
work according to different logics (2010:8).”
Referencias bibliográficas
54
RICARDO FAGOAGA
pueblo. El método se resumía en cinco puntos (AHMNA, Vol. 13, exp. 3):
Referencias bibliográficas
61
ANNEL MEJÍAS GUIZA
1 Facultad de Odontología, Universidad de Los Andes (ULA), Red de Antropologías del Sur.
Mérida, Venezuela 63
DIÁLOGOS 2018
FOTO 1.
FOTO 2. FOTO 3.
FOTO 4.
FOTO 5.
En esa época (finales del S. XIX y principios del XX), hubo varios
proyectos editoriales, como la revista De Re Indica, de la Sociedad
de Americanistas “Estudios Libres”, que fue fundada en 1918 y de la
cual sólo salieron cuatro números. Asimismo, se crearon sociedades
científicas, como el Centro Histórico Larense (en 1942), ubicado en
Barquisimeto, estado Lara, donde se hizo en julio del 2018 el XXV Foro
Estudiantil Latinoamericano de Antropología y Arqueología (FELAA);
también tenemos la Sociedad de Ciencias Naturales de la Fundación La
Salle (creada en 1940), que a su vez fundó en 1961 el Instituto Caribe de
Antropología y Sociología con su Revista Antropológica (del año 1956), que
hasta el 2014 existía con 122 números (dicha publicación fue fundada
por el alemán Johannes Wilbert, especialista en los warao y quien a su
vez creó el departamento de antropología de esta Fundación La Salle,
que posteriormente se convertiría en el Instituto ya nombrado). También
recordamos la sección venezolana de la Sociedad Interamericana de
Antropología y Geografía, creada en 1945, que alojó a todos estos
pioneros ya nombrados.
FOTO 6.
Entrada a la Fundación
La Salle de Ciencias
Naturales.
Foto: Wikimedia
Commons.
FOTO 7.
Portada de la Revista
Antropológica,
N° 121-122.
67
DIÁLOGOS 2018
2 Michaelle Ascencio (Puerto Príncipe, 1943-Caracas, 2014) nació en Haití en 1943 y migró
hacia Venezuela durante su infancia. Cursó estudios en etnología, tanto en pre y postgrado,
entre Haití y Francia. Dio clases en las escuelas de antropología, historia y letras, en la
Universidad Central de Venezuela. Entre sus libros podemos nombrar: Los dioses olvidados
de Haití (2005), Las diosas del Caribe (2007), su novela Amargo y dulzón (2010), De que vuelan,
vuelan (2012), entre otros.
3 Yara Altez, antropóloga caraqueña, trabaja con poblaciones afrodescendientes en la costa
esclavitud, la guerra federal y la figura de Ezequiel Zamora, y sus análisis sobre la historia
socioeconómica del país. Podemos nombrar algunos de sus libros: Liberación de los
esclavos (1951), La estructura económica de la Venezuela colonial (1978), El problema de la
tierra y esclavos en la historia de Venezuela (1982), Historia económica y social de Venezuela:
Una estructura para su estudio (1979/1987), La aristocracia del dinero en la Venezuela actual
(1945/1985). 69
DIÁLOGOS 2018
FOTO 9.
FOTO 8.
FOTO 10.
Ubicación de las
escuelas de antropología
académica en Venezuela.
Fuente: mapa de
elaboración propia. 71
DIÁLOGOS 2018
7 Sus autores son: Jacqueline Clarac de Briceño (de Venezuela), Esteban Krotz (México),
Esteban Mosonyi (Venezuela), Nelly García Gavidia (Venezuela) y Eduardo Restrepo
72 (Colombia).
ANNEL MEJÍAS GUIZA
Portada del libro del Portada del libro del Portada del libro de
Primer Congreso Segundo Congreso conferencias centrales
Nacional de Nacional de Antropología. del Primer Congreso
Antropología. Internacional de
Antropologías del Sur.
habla, tanto en sus libros como en sus clases, sobre la construcción de los
modelos a posteriori y no de modelos a priori en antropología. También
ella nos enfatiza en distinguir la antropología del norte de las antropologías
del sur, no en el ánimo de separar o des-universalizar la antropología,
sino para tratar de caracterizarnos (1998). Estas afirmaciones, con las
cuales yo comulgo, evidencian la importancia del trabajo de campo en
una trascendental simbiosis venezolana entre el enfoque boasiano con la
perspectiva de la etnología francesa, simbiosis que la veremos reflejada
en las investigaciones realizadas por los egresados de los postgrados
en la Universidad de Los Andes y relativamente en la Universidad del
Zulia (más de la tendencia de Marcel Mauss).
Volviendo al tema preliminar: ¿Cuándo inicia la etapa académica
de la antropología venezolana?, quiero referir que en la Escuela de
Antropología de la UCV se visualizan varios momentos, que evidencian
el perfil de sus egresados, según Clarac de Briceño:
(A) Hay un primer momento con trabajo de campo intensivo, como
ya dije, que perduró desde su fundación hasta 1968, en la cual hubo en
este período docentes muy importantes, especialmente extranjeros. Acá
podemos mencionar a Miguel Acosta Saignes, quien creó la Comisión
Indigenista en 1943 y realizó sus estudios doctorales en la Escuela Nacional
de Etnología e Historia (ENAH) de México, con una influencia marxista
del materialismo-histórico (en la teoría) y difusionista (en el método)
(Clarac de Briceño, 1993), también con un enfoque sociológico e histórico,
yo llamaría este enfoque antropología histórica o socioantropología.
Acosta Saignes, entre otros temas, abordó la investigación sobre el
caudillismo y el parentesco en la familia criolla venezolana (aún hoy
día no tenemos estudios amplios y sistemáticos de las estructuras
familiares venezolanas, a excepción de los trabajos de Clarac de Briceño
y Rafael López Sanz, y el estudio de las familias de los barrios, hecho
por el sociólogo, el cura Alejandro Moreno).
Esa tendencia hacia la antropología histórica es muy importante y
la podemos ver reflejada en las obras de Emanuele Amodio, Horacio
Biord-Castillo, Brito Figueroa, Hortensia Caballero (desde la perspectiva
indígena, más como etnohistorias en la construcción de identidades
originarias), entre otros. Resalto acá que Miguel Acosta Saignes, el primer
antropólogo venezolano egresado de una universidad latinoamericana,
fue relegado en la escuela de antropología de la UCV, dedicándose a dar
clases en la escuela de historia, aunque su obra ha sido muy valorada
74 (Clarac de Briceño, 2010).
ANNEL MEJÍAS GUIZA
FOTO 14.
FOTO 15.
FOTO 17
FOTO 16
FOTO 18.
Antropolingüista
Esteban Mosonyi.
Foto: Red de
Antropologías
del Sur.
9 Nicho Lingüístico: la idea es “sustituir el preescolar convencional de corte criollo que venía y
aún viene funcionado en las comunidades indígenas del país, cuyo modelo es enterrar la cultura
originaria y castellanizar con modelos exclusivamente criollos u occidentales las sociedades
indígenas, copiando en estas sociedades modelos foráneos de educación, especialmente urbanos,
pasando por alto o desconociendo todas las valoraciones etnoculturales y lingüísticas que hacen
a estos pueblos culturalmente diversos. Es decir, modelos educativos etnocidas”, hasta el 2008 se
revelaba que: “los maestros solo dedican la última hora de la tarde a la educación propia, es decir,
el sistema educativo oficial criollo prevalece sobre el indígena y la transmisión de sus lenguas y
conocimientos locales” (González Ñáñez, 2009:1,4). Así, los nichos lingüísticos serían: “una suerte
de institución intermedia entre una familia extendida y un preescolar de naturaleza familística.
Su dinámica se acerca lo más posible a la transmisión de la lengua materna por la normal vía
generacional, es decir, de la madre y otros familiares a los hijos, de la generación anciana e
intermedia a la generación de relevo, a los infantes que se van socializando en la comunidad.
Ahora bien, cuando la mayor parte de las madres y otras personas de edad adulta intermedia
dominan poco o nada el idioma originario, a causa de la generalización exclusiva del idioma
dominante –en nuestro caso el castellano–, por razones de lógica elemental hay que recurrir a las
ancianas y ancianos” (Mosonyi, 2018, en proceso de publicación). 77
DIÁLOGOS 2018
que ella no soportó la vida sin su comunidad. Este relato se lee en las
memorias de Good, publicadas en 1991, y fue difundido en un documental
de National Geographic. Luego de 19 años, su hijo mayor David Good
fue a buscar a su madre y la encontró (Kremer, 2013).
No es de extrañar que, con lo que hemos narrado, surja en el país
desde la década de 1970 la práctica del indigenismo en la comunidad
antropológica, en dos vertientes: una más vinculada a las investigaciones
antropológicas en esa meta de estudiar al “otro” en el “indio” (Clarac
de Briceño, 1993:46), así lo vemos en la obra de antropólogos sociales
que trabajan en el IVIC y la UCV; y otra vertiente más vinculada al
activismo para generar respuestas políticas, que han sido lideradas por
antropólogos formados en la academia venezolana y de otras ciencias
sociales. Uno de los pioneros de esta última vertiente es Esteban
Mosonyi. Acá nombramos y distinguimos el componente de crítica al
indigenismo, que es distinto al movimiento indígena, pero daría para
desarrollar un siguiente trabajo (López, 2015).
El letargo de la antropología ucevista y el renacer de la antropología
en el occidente del país
(B) Luego de 1968, la Escuela de Antropología de la UCV ha tenido un
segundo momento, según Clarac de Briceño (1993): la supresión total
del trabajo de campo por influencia de los científicos sociales del cono
sur, quienes llegaron exiliados a Caracas. De este movimiento tomó la
batuta el argentino Sonntag en la Escuela de Antropología, iniciándose
un “proceso permanente de «reflexión teórico metodológica»”, porque,
decían, “es imposible salir al campo «sin dominar primero la metodología»
y [así] se diagnostica que «no se domina la metodología» en Venezuela”
(p. 41). De esta forma, el trabajo de campo se consideró como “paseos” y
“perdió toda referencia legítima en la circulación del saber antropológico”
y “la «exigencia metodológica» se volvió radical y contemplativa de sí
misma: se transformó en «metodología por la metodología y para la
metodología»”, egresando la UCV en adelante a metodólogos (Clarac
de Briceño, 1993:41). Según Clarac de Briceño, hasta la fecha no se ha
superado totalmente esta “trampa teórico-metodológica” de hacer
teoría sin praxis, volviéndose “una escuela de antropología agonizante”,
afirma citando a Rafael López Sanz (Clarac de Briceño, 1994:34).
Los últimos estudios en antropología social y cultural ucevista se
enfocan, según Clarac de Briceño, en la medicina popular y el estudio de
los barrios de Caracas, y se ha visto su presencia en las declaraciones,
por ejemplo, contra el Arco Minero. Yo agregaría que hay estudios 81
DIÁLOGOS 2018
Referencias bibliográficas
86
ANTONIO MOTTA
5 Rodrigues, R. N. L’Animisme Fétichiste des Nègres de Bahia, Bahia, Reis & Comp., 1999.
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7
92 Bastide, R. Les Religions Africaines au Brésil. Paris, Presses Universitaires de France, 1960, p. 87.
ANTONIO MOTTA
13 Freyre, G. Casa-Grande & Senzala. Rio de Janeiro, Maia & Schmidt, 1933. 95
DIÁLOGOS 2018
14 Freyre, G. Aventura e Rotina: sugestões de uma viagem à procura das constantes portuguesas
de caráter e ação. 3ed. Rio de Janeiro: Topbooks; UniverCidade, 2001.
15 Una parte de los trabajos presentados al Congreso Afro-brasileño de 1934 fueron reunidos
en dos volúmenes titulados Estudos Afro-Brasileiros. El primero publicado por la editora Ariel,
Rio de Janeiro, 1935; o segundo publicado en 1937 por la editora Civilização Brasileira. Una
nueva edición fue organizada en 1988, en la serie Cem anos da abolição, por la Fundação
Joaquim Nabuco, Recife.
16 Ramos, A. O Negro Brasileiro: etnografia religiosa e psicanálise. Rio de Janeiro, Civilização
Brasileira, 1934.
17 Carneiro, E. Religiões Negras. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira, 1936; Negros Bantus. Rio
20 Costa Pinto, L. A. “Sobre as Relações de Raças ”, Sociologia, Vol. 12, N. 1. 1950, pp. 3-21. Costa
Pinto, L. A. O Negro no Rio de Janeiro: Relações de Raças numa sociedade em mudança. São
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ANTONIO MOTTA
Motta, A. Facchini, R. “Quem tem medo dos antropólogo(a)s? Práticas científicas em novos
cenários políticos”. Revista de Antropologia, V. 61, n. 1, USP, 2018, pp. 9-32. 99
DIÁLOGOS 2018
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107
EDUARDO RESTREPO
Introducción
112 Esta manera de entender la disciplina por fuera del espectro boasiano
EDUARDO RESTREPO
2 Ver, por ejemplo, Carl Langebaek (2005) para una historización de la relación entre
arqueología e historia y su particular configuración para Colombia en el modelo de las
“cuatro ramas”.
3 A propósito de esta relación, Roberto Pineda, escribía: “La etnología para Rivet era una
verdadera Ciencia del hombre, que abarcaba su dimensión biológica y cultural. Para él,
como para Franz Boas, estaba comprendida por la Antropología Física, la Arqueología, la
Lingüística y el estudio de los grupos sociales contemporáneos” (2005:13). 113
DIÁLOGOS 2018
4
116 Para un análisis de la geopolítica del conocimiento en la arqueología, ver Piazzini (2015).
EDUARDO RESTREPO
No son pocas las veces que uno escucha de voz de algunos arqueólogos
el enunciado de que la arqueología es antropología o no es nada.5 Lo
que se pretende argumentar con ello es que para un arqueólogo las
teorías y problemáticas antropológicas son fundamentales. Sin ellas,
reconocen algunos, la arqueología correría el riesgo de no ser más que
pura y simple “tiestología”, es decir, un rescate, registro y clasificación de
restos cerámicos, óseos o líticos. Aunque no son pocos los arqueólogos
que en su labor parecen reposar cómodamente en algo cercano a esa
“tiestología” (Gnecco 2017), la gran mayoría está de acuerdo en que
para los arqueólogos es pertinente conocer los debates y teorías sobre
lo social y lo cultural de los antropólogos.
Más aún, podríamos incluso señalar que ante la bonanza de la
arqueología de rescate, de salvamento o por contrato, la perspectiva
crítica de la antropología sería indispensable para problematizar muchas
de las prácticas que se adelantan por parte de no pocos arqueólogos
apuntalados en el marco jurídico vigente (Gnecco 2017). En suma, estoy
totalmente de acuerdo con la relevancia de la antropología para los
arqueólogos, que la arqueología es antropología o no es nada. Considero,
además, que algunos de los problemas que uno puede identificar hoy en
la práctica arqueológica demandan mucha más formación antropológica
de la que se suele evidenciar en el grueso de sus prácticas.
Ahora bien, nunca se escucha el enunciado inverso de que la
antropología es arqueología o no es nada. Ni siquiera los defensores
más acérrimos de la pertinencia del maridaje entre arqueología y
antropología argumentarían que la absoluta necesidad de apelar a la
arqueología para resolver el grueso de los problemas que los antropólogos
se plantean. Sin duda en ciertas preguntas una perspectiva arqueológica
6 Lo que encajaría en lo que Gnecco (2017) refiere como “etnografías de la arqueología”. 119
DIÁLOGOS 2018
Relevancia pedagógica
Relevancia profesional
Conclusiones
escenarios9 que han ido perfilando a la arqueología cada vez más como
una disciplina en sus propios términos.
Al historizar y provincializar el modelo de las “cuatro ramas”, mi
propósito ha sido apuntalar en el plano de la imaginación antropológica
y arqueológica una emergencia que se viene materializando, lenta y
tímidamente. No me anima una especie de chauvinismo disciplinario
de defensa de puridades y micro feudos. Al contrario, considero que
la transdisciplinarización es vital para el auténtico florecimiento de
cualquier formación disciplinar.
Hay que transdisciplinarizar la antropología, incluyendo por puesto lo
mejor de la arqueología en aquellos casos en los que devenga relevante.
Por su parte, sin duda, hay que transdisciplinarizar la arqueología, lo
cual implicará una apropiación pertinente y situada de problemáticas,
conceptualizaciones y autores de la antropología, entre otros de la
teoría social. Pero para propiciar estas apuestas transdisciplinarias, hay
que ir más allá del espectro boasiano de las “cuatro ramas” que con,
más de medio siglo como el dominante sentido común disciplinario,
no ha obturado antes que habilitado articulaciones sustanciales en la
formación y la práctica profesional entre arqueólogos y antropólogos.
Referencias bibliográficas
130
MESA REDONDA
MESA REDONDA :
LAS CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES EN EL CONTEXTO
LATINOAMERICANO CONTEMPORÁNEO. ACTUALES CONDICIONES DE
PRODUCCIÓN ACADÉMICA-CIENTÍFICA
los aportes que la antropología puede hacer para pensar las prácticas
educativas sociales. En este momento la Carrera de Educación Social se
encuentra modificando, cambiando, pensando los planes de estudio,
insisto en que puede ser un aporte pensarlo desde la antropología.
Damos la palabra a Lydia de Souza, vicepresidente de la AUAS y de la ALA.
pueden haber fronteras para lo que está dado puede ser interpelado
tanto por ustedes mismos como por esa praxis concreta, pero también
con las personas que le dan sentido a la profesión que han escogido
realizar. Porque pueden aparecer categorías para discutir formas de
asimetría, formas de subordinación jerárquica y hay una obvia diferencia
de poder, que terminan marcando las posibilidades que los sujetos
con los que ustedes están conviviendo y trabajando puedan existir en
categorías como sistema en sí.
La forma de todo esto es cómo hacerlas visibles, y es lo que voy a
presentar mañana, tiene que ver con nuestro contexto de pensar la
universidad de forma distinta, pero primero que nada cómo hacer visible
las formas de estructuración real que están operando para decir que hay
un modelo que está marcando la forma en como se puede expresar lo
que es la universidad, el paso por la universidad y el conocimiento que
dentro de ella se está validando a partir de formas globales que provienen
de lógicas e intereses de corporaciones transnacionales que rigen y dan
forma a “métricas”, que por medir, ya dicen la verdad sobre la diferencia,
incluso, marcando tanto políticas e instituciones públicas (ministerios
de ciencia y tecnología o de educación), como las universidades. Lo he
pensado como la idea de un sistema-mundo universitario, que está
generando formas de control desde una geopolítica del conocimiento;
son formas coloniales, que son centralizadas por agencias que están
operando. Esto no lo inventaron en Chile, ya está, es real globalmente.
Hay un sistema mundial que está ordenando categorías de valores, eso
pasa a un nivel macro. Mi pregunta es, en específico, para ustedes los
educadores sociales, y para todos: ¿Cómo se construyen categorías con
quienes se trabaja a diario?
tienes tu doctorado, tus dos libros, tus artículos, ¿pero eso cómo me
lo vas a traducir para que yo tenga agua potable o para acabar con un
problema de delincuencia juvenil en una colonia? ¿Eso lo puede resolver
la antropología o la sociología, tal vez?
Para terminar, me gustaría hablar de la precarización del mercado
laboral en México y tiene que ver el arbitraje y certificación en nuestra
profesión. En el caso de México, hemos encontrado que en la última
década los peritajes antropológicos los están llevando a cabo economistas,
abogados, pero la gran pregunta: ¿Y tú que tienes que ver con esto?
¿Dónde está la ética y las buenas prácticas que se pueden traducir en
que van a ser un agente imparcial para dar un veredicto? La ley permite
que los peritajes los lleven profesionales con cédula profesional, pero en
la gran mayoría no son antropólogos. ¿Dónde están los antropólogos?
Diría que el 70% de los egresados en antropología no están llevando
esta práctica o desconocen la forma de llevarla a cabo en el ámbito
profesional o docente.
Lía Ferrero (LF): Hola, buenas noches a todas y todos, muchas gracias
por la invitación a la ALA y AUAS. En la reunión que tuvimos antes de venir
a este encuentro discutíamos sobre el contenido de este conversatorio
y pensando en el nombre de la mesa redonda no quiero dejar de
mencionar algunas cuestiones estructurales que están sucediendo en
Argentina, que para cualquiera que lea un medio de comunicación no
es una novedad. En Argentina, la ciencia, la tecnología y la universidad
están atravesando una situación crítica. Argentina venía de una década
de crecimiento en cuanto a educación, ciencia y tecnología y eso se ha
visto abruptamente interrumpido a partir de las políticas neoliberales del
gobierno actual. La situación es crítica para la ciencia y la universidad en
general, pero la situación es más crítica todavía para las ciencias sociales
y humanas. ¿A qué me refiero? Las principales ciencias damnificadas a
partir de los recortes y/o reasignaciones presupuestarias son las ciencias
sociales y humanas. Antropología entre ellas no contará este año con
ingresos a la carrera de investigador de CONICET, que es el principal
organismo que absorbe a investigadores formados en el sistema público.
Aparentemente para el Estado Argentino no vale la pena invertir en
Antropología. En Argentina, a diferencia de Chile, toda la formación,
desde el jardín de infantes hasta el doctorado o el postdoctorado, se
puede hacer en el sistema público, o sea, son recursos que el mismo
Estado forma para luego expulsar, y cuando digo expulsar me refiero 141
DIÁLOGOS 2018
Latina, imagínense una afirmación de ese tipo para una persona que le
duele el país, que ha vivido en Venezuela, que ha podido tener movilidad
social gracias a la educación pública, en mi caso vengo de un pueblo
muy pobre y pude estudiar, ser docente universitaria y estar en la clase
media, llamémosla desclasada.
AMG:Sí, algo así. Como les digo, en Venezuela, más allá de lo que
está ocurriendo actualmente, se ha dado un fenómeno interesante de
empoderar al poder popular, se ha creado una estructura político-social
que permite que eso se haga a través de los consejos comunales, las
comunas, y hay una propuesta de conformar un Estado comunal, que
no ha terminado como de concretarse, lo que ha revelado unas fuerzas
de la gente organizada en la calle y es una fuerza sobre todo de mujeres,
que son madres solteras. El papel de la mujer en ese movimiento social
de base es muy importante.
¿Qué les quiero comunicar con todo esto, porque la idea es que ustedes
puedan participar? Hay una pregunta que ha guiado las intervenciones:
¿Para qué yo estudio antropología, licenciatura en educación social?,
¿para qué quiero ser investigador o investigadora social? Si yo me quiero
graduar, publicar papers, ser docente e ir a congresos, está bien, es
legítima esa postura, pero que no lo hagamos inconscientemente sin
saber qué hay detrás de todo eso. Hay una noción que me encantó del
Grupo de Estudio en Antropología Crítica (GEAC), que es el extractivismo
cognitivo. Este se aplica cuando las relaciones genuinas que establecemos
con las comunidades que estudiamos, que a veces son nuestras familias,
vecinos, compadres, comadres, esa relación genuina de trabajar con
esta persona de carne y hueso que yo siento, que conozco, que toco, se
convierte en un valor de cambio en el mundo académico, y el sistema
educativo y universitario nos guía para que esa relación con el otro, con
la otra, con el nosotros y nosotras, se cambie en el mundo académico
por papers, libros, en fin, todos los productos de ese sistema. Incluso, yo
hablaría de aplicar el extractivismo cognitivo en nuestra vida, entonces
es una pregunta filosófica de qué estamos haciendo y que guía nuestro
hacer: para qué investigamos, para qué queremos atender a un grupo
de personas, por ejemplo, en una cárcel. De repente, los atiendo y listo,
o queremos otra cosa: ayudarlos a empoderarse, pensando en que el
146 pueblo puede ejercer el poder, ser un sujeto político.
MESA REDONDA
LF:A partir de lo que dijo Annel, que habló de las mujeres en Venezuela
y de lo que planteó Gonzalo sobre que en Chile están protestando
por el lugar de la mujer, pensaba en esto de la organización popular
basada en las mujeres, en Argentina tenemos a las Madres y Abuelas
de Plaza de Mayo, Madres del dolor, siempre mujeres. Yo soy del norte
de Argentina, de un pueblo muy chico que es muy complejo en este
momento, porque es un lugar de paso para la droga que va hacia
Bolivia, Argentina y Paraguay, y algo de esa droga queda en el pueblo,
¿quiénes son los que consumen? Los jóvenes indígenas más pobres y
quienes se organizan ahí para sacar a los chicos de esa situación son
las mujeres, no los hombres. Sin embargo, las últimas en hablar en esta
mesa fuimos las mujeres. Quería retomar este punto: las mujeres como
sujetos políticos y la teoría que nos reconoce como tales.
uno o dos, no te dicen más. Pero si uno les pregunta por antropólogos
franceses o estadounidenses, empiezan a nombrar un número mucho
más grande. Uno de los puntos fundamentales, y es uno de los retos que
está instalado desde hace tiempo: es poder transformar las condiciones
de visibilidad y de conversabilidad de antropologías latinoamericanas
en múltiples direcciones. Nosotros somos grandes responsables de
poder escuchar, entender, conocer y ver lo que colegas de otros lados
de América Latina están haciendo. Y eso no es con la pretensión de que
no vamos a hablar con antropologías estadounidenses o europeas, hay
que hablar con ellas y hablar fuertemente, pero posibilitando que voces
de otros lados, chilenas, argentinas, centroamericanas, caribeñas, en
francés, en portugués, en creole, puedan emerger y nos interpelen de
muchas maneras.
Considero, además, que hay muchas antropologías en Américas
Latinas, entre las cuales hay no sólo por las diferencias sino también
por sus contradicciones: hay antropologías latinoamericanas de derecha
y hegemónicas, y eso hay que pensarlo también… cuando hablo de
derechas no hablo de tendencia político partidista, sino de inclinación
al establecimiento neoliberal o ciertas maneras de ver el mundo. No
obstante estas diferencias y contradicciones, también se pueden trazar
algunas características compartidas. Como lo han argumentado Cardoso
de Oliveira, Myriam Jimeno y Esteban Krotz, nosotros, a diferencia
de otros antropólogos de otras partes, nos estamos pensando en el
marco de nuestros Estados-nación. Aunque parte importante de las
antropologías latinoamericanas han estudiado a otros, son los otros
de nuestra nación, no son los otros de por allá en Indonesia, África.
En palabras de Jimeno es ver la antropología desde una posición de
ciudadanía, es una cuestión que tiene que ver con nuestro presente,
nuestro pasado y nuestro futuro, y estamos pensando problemas que
nos invitan y nos convocan, obviamente de forma diferencial.
Otra idea que me gustaría subrayar. Hay que des-subaltenizar y des-
otrerizar la labor antropológica. La antropología no empieza ni acaba
con los indios, ni empieza ni acaba con los negros, ni empieza ni acaba
con los pobres. Uno de los retos más fuertes, y no quiero decir con esto
que no se ha hecho sino que falta todavía hacer mucho más aún, es
hacer antropología o ciencias sociales más hacia los lados y hacia arriba.
Toca etnografiar el poder de múltiples maneras, toca desnaturalizar
los privilegios, incluyéndonos a nosotros, porque somos parte de los
148 privilegios, a veces como agentes de los entramados que mantienen
MESA REDONDA
ER: Una idea que está muy clara aquí: Gonzalo hablaba sistema-mundo
académico, incluso podemos decir de la antropología. Pero si ustedes
150 nos escuchan no sólo hay acentos de castellano distintos sino también
MESA REDONDA
Participación 4: ¿Cuáles son los motivos para que haya menos estudios
y trabajos sobre las clases altas y si eso aporta a ciertos conocimientos?
LF: Dos cosas muy cortitas: ¿Por qué la antropología no trabaja con
los privilegiados? En realidad es que no se trabaja, sino que se trabaja
menos. En Argentina hay colegas que trabajan con las Fuerzas Armadas,
las clases medias, las clases privilegiadas, no creo que tenga que ver con
una cuestión metodológica o de dificultad de acceso, no creo que sea
más fácil acceder a una barra brava que a un barrio privado. Me parece
que hay cierta fascinación con los sujetos subalternos y que tiene que
ver con algo de lo que decía Eduardo: pensar otros sujetos nos implicaría
pensarnos a nosotros como colectivo antropológico, entonces quizás
el sujeto subalterno se nos aparece más como un otro predefinido que
como un otro construido. Hay una antropóloga argentina que investigó
por qué la elite argentina manda a sus hijos a estudiar en ciertos colegios
secundarios. No creo que eso sea más difícil que trabajar con una red
delictiva de un barrio de emergencia, por ejemplo.
Lo otro: yo sí creo que la antropología provee herramientas -como
todos sabemos la identidad es algo variable- sabemos que se construye,
la antropología provee herramientas para que determinados colectivos
puedan empoderarse, eso sí creo. Los procesos de reemergencia étnica
que se han dado en Argentina por ejemplo, la antropología provee
herramientas para justificar esos procesos de reemergencias para que
no sean leídos como una cuestión utilitaria por parte de determinados
colectivos que, a partir de una ley que otorga territorios comunales,
152 quiere tener un pedazo de tierra. No es lo mismo que un antropólogo
MESA REDONDA
diga: ‘ustedes son tal cosa’ -ahí ya hay alguien que está haciendo una
mala praxis- que tener herramientas para poder acompañar un proceso
de identificación.
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SOBRE LOS AUTORES
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AGRADECIMIENTOS
Agradecimientos :
Queremos realizar un agradecimiento especial a todas aquellas
personas que con su presencia, trabajo y gestiones permitieron que
este encuentro se realice de la mejor manera posible. Agradecemos
las gestiones realizadas por la directora del Instituto de Formación
en Educación Social Beatriz Liberman frente al Consejo de Formación
en Educación, así como el préstamo de las instalaciones del Instituto
para la realización de la Mesa Redonda. A Gregorio Tabakian y Javier
Taks por su apoyo en las gestiones con Educación Permanente y la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. A Fernanda
Olivar y Aurora Defago, compañeras incansables y siempre presentes
de la Asociación Uruguaya de Antropología Social y Cultural que
colaboraron en las tareas de organización de los distintos eventos. A
todos los asistentes que con su presencia, preguntas e intervenciones
lo hicieron posible.
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ASISTENTES
Asistentes :
Ana Cristina García, Gustavo Laborde, Magdalena Curbelo, Yoseline
González Cabrera, Magdalena Gutierrez, Susana María Passaglia,
Gerardo Ribero, Tahia Olivero, Santiago Alzugaray, Lucía Abbadie,
Victoria Roquero, Walter Díaz Marrero, María Adriana Sosa, Fernanda
Olivar, Aurora Defago, Doris Muñiz Varela, Beatriz García, Karla Ferreira,
Luis Enrique Durante, Paola Dodero, Nancy Magali Vaca Aramayo,
Mabel Moreno, Eliana Ferro, Gonzalo Gómez Caraballo, Mary Elena
Presa Costa, Camila Rodríguez, Inti Clavijo, Lucía Copelotti, Cecilia
Guerrero, Alba Lima, Leticia Folgar, Alejandra Epíscopo Segovia, Magalí
Díaz, Antonella Nogueira, Sonia Gau Angelo, Magdalena Milsev, Mónica
Silva Susluaga, María Emilia Firpo, María Virginia Finozzi, Laura Sofía
Gómez Rincón, Viviana Cuberos, Valeria da Silva, Eliana Lotti, Candela
Silva, Carlos Santos, Lidia Cabrera, Pablo Camacho Spositto, Emilia
Calisto, Gerardo Mañana, Antia Arguiñarena, Paolo Godoy, Núria
Crivillés, Karina Giménez, Sofía Díaz, Alejandra Guzman,Virginia Rial,
Carlos Santos, Lorena Martínez Messina, Maraíza Machado, Nicolás
Arbón, Rafael Katzenstein, Antonella Nogueira, Gregorio Tabakián,
Camilo Ríos Bolioli, Pilar Uriarte, Javier Taks, Álvaro Di Giorgi.
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