Deficiencias Sensoriales
Deficiencias Sensoriales
Deficiencias Sensoriales
¿Has sentido alguna vez pitidos o zumbidos en los oídos después de haber estado
en una fiesta, concierto o evento ruidoso? A esta afección se le
denomina tinnitus (o acúfenos) y suele durar hasta que los oídos vuelven a
adaptarse, poco a poco, a los niveles sonoros considerados normales.
Experimentar tinnitus o tener que gritar para que te oigan son signos de que estás
en un entorno demasiado ruidoso.
Es normal ir a conciertos o poner el estéreo a todo volumen de vez en cuando.
Pero, con el tiempo, una exposición excesiva a los ruidos fuertes puede dar lugar a
una afección denominada pérdida auditiva inducida por el ruido (PAIR). Entre los
adolescentes, uno de los grandes culpables del ruido son los reproductores de
música. Los videojuegos, los televisores, el tráfico y algunas máquinas y aparatos
eléctricos también pueden crear un entorno excesivamente ruidoso para cualquier
persona. De hecho, muchos expertos creen que estamos perdiendo la audición a
edades más tempranas que hace tan solo treinta años.
Además de la pérdida auditiva inducida por el ruido, hay otros tipos de deficiencias
auditivas que pueden afectar a los adolescentes. Sin embargo, a diferencia de la
pérdida auditiva causada por el ruido, esos tipos de sordera no pueden prevenirse.
Cómo oímos
La audición comienza cuando las ondas sonoras que viajan por el aire llegan al
oído externo o pabellón auricular (también, oreja), que es la parte del oído que
podemos ver. Después, las ondas sonoras viajan desde el pabellón auricular, a
través del conducto auditivo, hasta llegar al oído medio, que incluye
el tímpano (una fina capa de tejido) y tres diminutos huesos
denominados huesecillos. Cuando el tímpano vibra, los huesecillos amplifican
dichas vibraciones y las transmiten al oído interno.
El oído interno está formado por una cámara en forma de caracol denominada
cóclea, que está llena de líquido y recubierta de miles de diminutas células ciliadas.
Cuando las vibraciones recorren dicho fluido, las diminutas células ciliadas las
convierten en impulsos eléctricos nerviosos y los envían al nervio auditivo, que
conecta el oído interno con el cerebro. Cuando esos impulsos nerviosos llegan al
cerebro, son interpretados como sonidos.
Puede parecer que el proceso es largo, pero ocurre casi al instante. Suena la
campana de la escuela y sabes que tienes que ir a la siguiente clase. Suena el
teléfono y, automáticamente, contestas. Oyes una pregunta y la respondes
inmediatamente. Pero, en realidad, cuando oyes un sonido, las diversas
estructuras del oído tienen que funcionar conjuntamente para asegurarse de que
la información llegue a tu cerebro.
Algunas de las causas de dicho daño pueden ser: introducir demasiado un objeto,
como un bastoncillo de algodón, en el oído, una explosión repentina o ruido
estridente, un cambio brusco de presión atmosférica, un traumatismo craneal o
constantes infecciones de oído.
La sordera puede ser difícil de diagnosticar en bebés y niños pequeños porque aún
no han desarrollado habilidades de comunicación. A menudo, se somete a los
bebés a una revisión médica antes de abandonar el hospital para comprobar si
presentan pérdida auditiva. A veces, puede que los padres noten que el bebé no
reacciona a ruidos fuertes o al sonido de voces.
crees que la gente habla entre dientes o no habla claro, o si solo oyes partes de
la conversación cuando los demás están hablando.
tus amigos y familiares te dicen que parece que no oyes muy bien.
tienes que pedir información sobre una clase o reunión a la que has asistido.
¿Cómo se trata?
Los audífonos pueden ser de varios tipos, se ajustan en el interior o detrás del oído
y hacen que los sonidos se oigan más altos y más claros. Los ajusta un audiólogo
de modo que el sonido que le llega se intensifique lo suficiente como para permitir
que la persona lo oiga con claridad. A veces, la sordera es tan grave que ni el
audífono más potente puede amplificar el sonido lo suficiente. En tales casos,
puede que se recomiende la realización de un implante coclear.
Puede que algunos pacientes con sordera y sus familiares decidan que no quieren
recuperar la audición. Ocurre, sobre todo, con niños de padres con deficiencias
auditivas que quieren que sus hijos sean capaces de desenvolverse en la
comunidad sorda. El lenguaje utilizado por la comunidad sorda es el lenguaje
estadounidense de signos (ASL, por sus siglas en inglés). El ASL es un sistema de
gestos que utilizan muchos sordos y personas con deficiencias auditivas para
comunicarse.
¿Puedo prevenir la deficiencia auditiva?
llevar tapones para los oídos si vas a un concierto u otro evento ruidoso (a
pesar de todo, oirás la música). Es buena idea llevar orejeras especiales si vas a
utilizar un cortacésped o un aspirador de hojas o de nieve. (El algodón en el
oído no proporciona la protección suficiente).
Para las personas que pierden la audición tras aprender a hablar y oír, la
adaptación puede ser difícil porque oír ha sido un aspecto esencial de su
comunicación y sus relaciones. La buena noticia es que las nuevas tecnologías
están haciendo posible que haya más adolescentes sordos que estudien y
participen en actividades con compañeros que sí pueden oír. Algunas de esas
tecnologías son: los audífonos programables, que los adolescentes pueden ajustar
según el entorno; los sistemas FM, que incluyen un micrófono/transmisor para el
maestro y un receptor para el estudiante; los implantes cocleares; los videos
subtitulados en tiempo real; y el software de reconocimiento de voz, que puede
ser de ayuda para tomar apuntes.
Muchos adolescentes sordos leen los labios y utilizan el ASL y, en algunos casos,
quizás haya un intérprete en clase que traduzca el lenguaje oral. Es posible que
algunos adolescentes asistan a otra escuela o a clases especiales ofertadas en una
escuela pública. Y para las personas con deficiencias auditivas que quieren ir a la
facultad, muchas universidades de los Estados Unidos satisfarán sus necesidades.
Hay una universidad, la Gallaudet University, en Washington, DC, que está
totalmente especializada en estudiantes con deficiencias auditivas.
En casa, suelen ser útiles los dispositivos, como por ejemplo los televisores con
subtítulos, las luces que se encienden de forma intermitente cuando suena el
timbre de la puerta o el teléfono, y los teléfonos con pantallas de lectura digital
(denominados dispositivos de telecomunicaciones para sordos o TDDs, por sus
siglas en inglés). Los familiares y amigos de personas que usan el ASL o leen los
labios pueden ser de ayuda si aprenden a usar el lenguaje de signos o, si la
persona lee los labios, hablan despacio y cara a cara.
ENFERMEDADES:
VÉRTIGO
¿QUÉ ES?
El vértigo consiste en una ilusión de movimiento o de giro del entorno o de uno
mismo, siendo la sensación de precipitación en el vacío lo más común. Se
acompaña normalmente de náuseas, pérdida del equilibrio (mareo) y sensación de
desmayo inminente. El vértigo se relaciona casi siempre con una alteración del
sistema vestibular, que se halla dentro del oído interno y coordina el
mantenimiento del equilibrio así como de nuestra postura, y puede ser
momentáneo o durar horas o incluso días. Este trastorno puede afectar a
cualquiera, aunque en niños se presenta en forma de crisis espontáneas y
pasajeras y en ancianos puede evolucionar hacia una inestabilidad crónica.
CAUSAS
El cuerpo logra un adecuado sentido del equilibrio gracias a la interrelación del
sistema vestibular, cuyo centro neurológico se aloja en el tronco del encéfalo, la
vista y la sensibilidad profunda muscular, ósea y articular. La causa del vértigo
puede ser consecuencia de alteraciones en el oído, en la conexión nerviosa del
oído al cerebro o en el propio cerebro. Las más frecuentes son:
TIPOS DE VÉRTIGO
Una forma habitual de clasificar los vértigos es la que se basa en la localización de
la enfermedad que los causa, distinguiéndose así entre vértigos periféricos y
centrales. El primer tipo es el más frecuente y deviene de la afectación del
laberinto (oído interno) y nervio vestibular (encargado de transportar la
información sobre el equilibrio desde el oído interno al cerebro). El vértigo
periférico se asocia a una pérdida de audición y presión en los oídos. El central,
por su parte, se produce debido a la alteración de los mecanismos neurológicos del
propio sistema vestibular y puede ir acompañado de visión doble, inestabilidad y
dolor de cabeza intenso.
DIAGNÓSTICOS
El primer paso es determinar la naturaleza del problema y su causa. Para ello, se le
hace rellenar al paciente un cuestionario que tiene por objeto conocer los detalles
del cuadro clínico que éste padece, lo síntomas que acompañaron al mareo, su
duración, posibles desencadenantes o qué produjo alivio. Luego se procede a la
exploración otorrinolaringológica, que abarca oído, fosas nasales, nasofaringe,
cavidad oral y laringe.
TRATAMIENTOS
El tratamiento del vértigo depende de la causa subyacente que lo produce. Existen
diversos fármacos que se indican según las características del paciente, entre ellos
diuréticos (puesto que al eliminar agua se reduce la cantidad existente en el oído
interno y con ello la sensación de vértigo), la betahistina (un fármaco que reduce
la excitabilidad de las neuronas vestibulares) u otros como los antagonistas del
calcio y los protectores celulares frente a agentes tóxicos locales. En general, estos
fármacos producen somnolencia, especialmente en personas de la tercera edad.
Cualquiera de estas prescripciones deberá acompañarse de una dieta baja en sal,
una combinación que resulta eficaz en el 70 por ciento de los casos.
2. La pérdida de audición
sensorineural comprende el 90% de los casos
y es el tipo de pérdida auditiva para cuyo
tratamiento se suele recomendar el uso de
aparatos auditivos.* La pérdida de audición
sensorineural ocurre cuando una lesión o
traumatismo afecta a las terminaciones
nerviosas del oído interno o a los nervios que
van al cerebro. La lesión puede originarse,
entre otros, por la exposición prolongada a
ruidos, el proceso de envejecimiento y el uso
de ciertas medicinas. El daño no sólo reduce
el nivel de percepción auditiva general, sino
que también puede afectar a la comprensión
de la palabra y a la capacidad de audición a
ciertas frecuencias, de forma selectiva,
además de presentar otros síntomas
específicos en cada individuo.
El ruido es un factor más importante que la edad
El ruido puede ser más nocivo de lo que piensa, y el riesgo es generalizado. Cada
día miles de norteamericanos se exponen a niveles de ruido que provocarán una
pérdida auditiva a largo plazo de forma prácticamente inevitable.**
Las pérdidas auditivas pueden ocurrir a cualquier edad y por diferentes razones, y
cada uno de quienes las sufren tiene su propia historia, pero por lo general existen
tres tipos de pérdida auditiva: pérdida de transmisión, neurosensorial y mixta (que
es una combinación de las dos anteriores).