Maples Arce Manuel Las Semillas Del Tiempo Obra Poetica 1919 1980 PDF
Maples Arce Manuel Las Semillas Del Tiempo Obra Poetica 1919 1980 PDF
Maples Arce Manuel Las Semillas Del Tiempo Obra Poetica 1919 1980 PDF
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Las sem~llas del tiempo
Obra poética 1919-1980
Estudio preliminar
por
RuBÉN BoNIFAZ NuÑo
letras mexicanas
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FONDO DE CULTURA ECONóMICA
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ISBN 968-16-0802-X
Jmpreso en México·
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reVolucióh empezada en 1910 se-consolidaba en :gobierno; y los modernismo, y el del esfuerzo c!:msciente por crear una nueva
generales, cambiados los campos de batalla por las oficinas, se manera de arte, más acorde con los imperios del espíritu y t;l
preocupaban por edificar cimientos de nuevas ciudades sobre las tiempo. , . , .
cenizas de las ciudades antigua~, Manuel Maples Are~ pudo ad- Inició el escándalo con algo que el consideró a,_nalogo al grtto
vertir que tales preocupaciones renovadoras no se extendían a de independencia del cura Hi<falgo; una _llamada a la libertad,
los ámbitos del arte, en especial a los de la poesía, donde las paralela eQ su seljtido a la_ de 1810, para despertar a q11ienes
cosas permanecíªn como si nunca ·hubieran de ser alteradas-. dormían en su comodidad de tradiciones paralíticas. Y su· acción
Los escritores posmodernistas persistían- en su inercia de col- fue rápida y trastornante. Nació entonces Actual, publicación de
mar sus gastados moldes de vanas palabras, con asuntos 'tan gasta- la IJ.Ueva doctrina que con .sus tres apariciones habría de rela-
dos como. -éstas; como si lo que sus predecesores habían hecho cionar la literatura mexicana con la de Europa y el resto de
fuera la sola realidad~, hablaban sólo de eso .mismo, r~pitiéndolc;> América, y de reunir en torno de ~aples Arce al gtl!po de artis-
hasta empantanar-se en te_diosas fórmulas sin. vida. En, medio de tas de genio inconforme y decidido talento al cual me referí an-
ese cansancio, Manuel Maples .Ar~e quiso hacer que la revoltJ- tes, y que con él ibah a formar el núcleo del movimiento Estri-
ción removiera también el estado -de la cultura. Y_ consciente de dentista. Con ese Actual, in~tentaba hacer valer una fuerza que
que nada ocurriría si se continuaba nutriendo la poesía con es- se opusiera radicalmente a las quietudes conservadoras de la
tímulos literarios referidos sólo al espado- interno y a la moda, colectividad anquilosaqa, y acabar con la deca_dente poesía con
decidió abrir los ojos sobre su propia individuali!;l_ad sumergida que se complacía ésta. Según crónicas de la época, el escándalo
en ·el mundo tan variable, tan agit}tdo a la sazón, e integrar col}. cu~plió su función, y las revisfas y los diarios dirigieron_ sQs
sus mismos estímulos y con los de las cosas cirqmstantes, una furias hacia quien osaba tales cosas.
visión más cabal, completa y verdªdera. Por otra parte, Maples Arce se ejercitaba .en trabajos más
Buscó entonces, ·para hacer poesía, aparte de lo meramente esencialmente profundos. Su espíritu incesant~ se aplicaba a la
subjetivo, humano indudablemente pero irremediablemente in- espe<;ulación sobre los problemas de la poesía, por fijar sus fina-
completo, aquello que el hombre creaba fuera de sí, -que po~ía lidades y sus modos y sus métodos y sus s_istemas. Explora,ba,
en el mundo. como producto de su espíritu y sus m)liJ.OS, y que dentro y en torno de sí, la manera del advenimiento de algo no
integraba, necesariamente, el ámbito donde él se movía. Ese ám~ expresado anJes, lo qqe sería el verdadero gri_to de independen-
hito como- una -óptima ciudad, inmediata e indispensable. Y se cia para la poesía mexicana: "Imágenes enigmáticas que no
empeñó en llevar al interior de &!IS poemas la ciudad d~ la revo- pudieran formularse _racionalmente." "Cada verso deberia ence.-
lución, originando .¡isí, .desde ellos, ·la revolución literaria. rrar una imagen para pasar a otra, enlazada virtual o explícita-
Así, entre el concierto de notas apagadas e insignificantes del mente .._. Desapar_ecían las relaciones visuales para transformarse
arte de aquellos días, hizo sonar notas ·que; por _diferentes y des- en algo prodigioso." Nec«;:sidªd de "ahondªr las posibilidªdes <.le
usadas, parecieron allí agrias, afiladas, rechinantes,· d,_esªpacibles; la, imagen, prescindiendo de los elementos lógicos que mantenían
notas estridente_s d_é cuya cualidad tomó el nombre de donde es su sentido explicativo". .
cop.qcido el- movimiento· artístico del cual es fundaqo:r: y al cual De esta suerte, frutos de la reflexión y la voluntad, va dando
se _unieron _ilustres músicos, pintores, novelistas, poetas: el Estri- cuerpo y alma a los. principios que fundamentan s,u creación
dentismo.
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poética. Afán de originalidad, por d~sprecio de lo g~neralmente
Para ?lcanzar el fin -propuesto, dos caminos eligió su acción admitido; importancia de la existencia. del hombre como indivi-
juvenil: el del esc~ndalo, destinado a ·d~spertar, a los problemas duo único; inmersióiJ. qel !Jwn"Qr_e en la realidad, retl!otá e in-
vivos de la literatura, conciencias y gus_tos narcotizados pqr lªs mediata; significación del tr~bajo colectivo; y algo nuevo· ·tam-
delicuescencias ·burguesas a que había conducido la fatiga del bién: la gp 0siciórí al dolor,, llamada a sep4ltar tanta repetida
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tristeza literaria; y asimismo el orgullo esencial de ser hombre, "Yo soy un puntp !Jlueyt9 en medio de la hora, 1 equidistante
de afrontar virilmente la condición humana en la encrucijada al grito náufrago de una estrella. 1 Un parque de mªnuprio se
ineludible del espacio y el tiempo. engarrota en la somb:ra, 1 y la luna sin cuerda 1 me oprime en
Sóbre esos cimientos se asienta la obra poética de Maples las vidrieras." '
Arce; de esas raíces crecen sus cuatro libros, que de allí toman Desde el exte~:,ior, se encuentra en estos vers9s la repetición
·su efectiva unidad. Un solo espíritu se manifiesta en ellos, y ert de grupos de siete silabé!§, Jigados aquí· ppr rimas asonantes en
su orden sucesivo va creciendo y perfeccionándose. o-a y e-a, que vienen a hacer el ritmo,, ya de suyo con esas carac-
Tan coherentes son, tan unitarios en su sentido total, que la terísticas, todaviª más insistente y grave. Mírese ahora lo signi-
lectura de uno solo de los poemas que componen cada uno de ficado con tales recursos; .pero qo se olvide que Maples Arce
ellos, basta para que, de modo natural, se revelen las cualidades trató de crear imágenes no racionales, y que por esa causa todo
fundamentales de su-conjunto. intento de análisis conceptual corre el riesgo de ser múltiple y
a la vez in~<;>mpleto. ·
"Yo soy un punto m11erto, en medio de la· hora."
ANDAMIOS INTERIORES Un punto. Esa dimensión que carece q.é dimensión. Esa exis-
tencia -que apenas se c;listingue de la nada y ,que, con todo, es el
En 1922; Maples Arce publica este libro, donde intenta poner embrión espacial de laJorm'l_ d~ to<;la e;xistencia. Y e! ,punto está
por obra los principios mediante los cuales iba a revolucionar la situado e~ el centro -otro punt?- del ·démpo inabarcable.
literatura mexicana. Es urt libro breve, de apenas trescientos Porque la hora que lo co~tiene es la expresión de la ei:ernidaá"
versos. Pero en él, a pesar de que permanecen algunos acentos temporal. La hora, aquí~ es en este sentido tan eterna como 1~.
de la literatura anterior, en español y en otros idiomas, hay una totalidad sin límites o la diezmillonésima p.d't~ de 'un segundo.
voluntad de estilo propio, un impulso por modificar la tradición Pero el punto! al parecér inmóvil -m11erto.-, se mueve en.
llevándola hacia fines y por caminos hasta entonces no admitidos realidad con' velocidad de caída vertiginosa, como un sistema de
por los escritores de nuestro país. átomos o un o sistema de galaxias; se mándene, así, a la misma
Apartándose de la polimetría -modernista, Andamios interiores distancia de una estrella que naufraga. Llevada por terribles
tiene, como base musical-de su composición, el ritmo arcaico y gravitaciones se desplaza la estrella, al parecer inmóvil. Y el pun-
monótono del alejandrino -del mester de clerecía. No el alejan- to humano que la contempía sigue ~sá caida con el mismo im-
drino descoyuntado -Y móvil que produjo Datío con riqueza sin pulso, conservá~dose sin tregua ·equidistante a ella, sin ser c'apaz
paralelo, sino el compuesto regularmente de dos grupos hepta- de huirle o de alcanzarla. ·
sílabos repetidos -en invariable sucesión; de tal modo pudo de- Y considérese el valor expresivo de la sinestesia: la luz de la
mostrar que los esquemas rítmicos, como formas vadas, ·'son estrella se contagia del grito aterrorizado del hombre que se sien-
'capaces de recibir contenidos individuales que los singularizan te caer sin término, llevado por el naufragio sin fondo del cuerpo
haciéndolos siempre originales de nuevo. celeste: "al grito náufrago de una estrella".
La primera parte de este libro es "Ex libris". Y después; la concienCia ·de la conciencia ·del hombre que, sa-
Empieza el poeta por exponer su situación en ámbitos uni- biéndose 'parte fatal del universo en movimiento,· sabe que está·
versales. La situación• del hombre en el espacio y el tiempo cós- en su poder oca~ionar un 111QVill!ientó análogo. Y otra vez, pero
micos que, en última instancia, hallan correspondencia, como ahora dentro de límites creados por él mismo, se r~vel.a l.a ~qje
en la imagen de un espejo vivo, en el tiempo y el espació de la ción del hombre a las fuerzas incontrastables: "Un parque de
interioridad humana. Es el principio guaroado por las tablas manubrio se engarrota en la sombra."
de esmeralda del Trismegisto: "como es arriba es abajo". La noche .celeste se. ha concentrado en un jardín oscuro y ad-
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quiere la docilidad• de ser movida por lá. mano deJ hombre, que tranvía eléctrico cuya luz es como· la sangre que lo mueve y
la hace girar como si buscara el día. Pero el manubrio que la lo dirige.
impulsa' se detiene, paralizado, porque el hombre ha· percibido y el hombre, el punto central del tiempo, se !llira ahora, en
una luz que quiere hacer durar: en el cielo de la noche, el cre- esta hora, en su universo, -en su ciudad, en su cuarto de venta-
ciente lunar, como un arco- tendido sin necesidad de nervio qt,te nas de vidrio, en su corazón vigilante. Y piensa: "El insomnio,
lo tienda, há. encontraqo su contraparte en el interior humano lo mismo que una enredadera, 1 se abraza a los andamios sino·
donde también hay un arco que, al dispararse, proyecta al_hom- ples del telégrafo, 1 y mientras q~e los rui~os descerrajan las
bre como una flecha hacia los cristales de la ventana por donde puertas, 1 Ia- noche ha enflaquecido- lamiendo su recuerdo."
se asoma a mirar: "Y la luna sin cuerda 1 me oprime en las vi- Es el amante desvelado. Buscan sus- pensamientos un medio
drieras." suficiente para• alcanzar a la mujer. Y ése queda simbolizado por
Sigue a esta estrofa, como pausa de réposo, un dístico- que la telegrafía, con sus postes con travesaños como andamios para·
significa lo que el hombt:e mira por su ventana: "Margaritas de construir la comunicación, como ál'Qoles -verdes -sinopfes- cu-
oro 1 deshojadas al viento." Y ia imagen de las margaritas de oro yos brotes de horas son palabras nacidas del ánimo del insomne.
lleva de inmediato a recordar las margaritas-estrellas del noc- Y el silencio de ésfe cóbta voz y trata de resquebrar las puertas
túrno jardín visto por Amado Nervo, y las florecillas doradas de la casa donde ella duerme, mientras la -noche qué la recuerda
de Víctor Hugo que alumbraban, como el bordado de un ves- se va adelgazando cada vez más en la proximidad del alba.
Y luego otra sinestesia: "El silencio amarillo suena· sobre mis
tido de primavera, la tumba de la muchacha muerta durante el
ojos". Un silencio que suena como 'bajar de 'hojas otoñales en-
último invierno. Y la estrella y la flor se emparientan, y se crea
cima del tejado d~ los párpados. Y en seguida, tras esos ojos
en los versos de Maples Arce ~m nuevo ser, incorruptible y só-
cerrados, la imagen de·la mujer. Un ser transparente -atra veí
lido como el metal que lo constituye, y frágil a la vez, de modo
Víctor Huga-; translúcido cóino un -prisma cristalino que de la
que se dispersa en medio del viento de la noche. Y el viento, en
luz blanca construye el abanico 'multicolor del universo entero.
esa acción, se hace uno con la mano del amante que quiere saber
Todo, en esa 'exclá.inación: ·:¡ Pr.ismal, diáfana mía, para sentirlo
si es amado. El hombre y el mundo, así, se han 1,1nido en su todo!" .~
sentido. El recuerdo de esa mujer se hace concreto: manos y palabr'as'
Ahora, en el ,punto de su unión, aparece la creación humana, y abrazos de llorosas despedidas; :una estación de trenes, con su
la ciudad. Ciudad moderna y sorpresiva, inmediatamente habita- elemento de modernidad, para hacer vivir• evidentemente la sen-
ble y armada contra las amenazas de la oscuridad; poderosa a sación de la ausencia y la distancia: "Yo departí· sus manos, 1
hacer comprensible el· tiempo que la contiene, porque lo. divide pero en aquella hora 1 gris de las e'staciones'; 1 sus -palabras
en- año; qu~ a~·su vez son meses y semanas y días distinguidos, mojadas -se iÍÍé echaron al cuello, 1 y· una locomotora 1 sedienta•
entre sí en .almanaques de fu~cion~::s solemnes; de solemnidades de ·kilómetros la -arrancó de mis brazos." ·
marcadas por acontecimientos cotidianos, cgmo el paso de un. Dos expresiones, una por su complejidad y la ·otra· por su te-
tranvía_ por la penumbra de una calle llovida -y L asfaltad,;:t: "La curso a un objeto real para explicar un sentimiento íñtimo, sorr
ciudad insurrecta dé anu:p.cios· luminosos 1 flota en los almana:: de señ'alarse: '·'Sus palabras mojádas se -me echaron al- •Cuello" y
ques, 1 y allá. de tarde en ·tarde, 1 por la calle plavchada se de- "una locomotora. . . la arrancó de mis brazos". '
sangra un eléCtrico." En la primera, las palabras mojadas, con esa coñcisión, pre-'
Y .se hace• perceptible la ciudad moderna, la luz que en• los sentan la imagen. de la mujer llorosa que -habla, que se hace
anuncios claros se rebela contra la noche, su tiempo distribuido palabras de despedida para abrazar violentamente a aquel que
por la voluntad del hombre, la máquina comunicante y viva, el ha de ser abandonado; en la segunda, la acción real de la par-
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lida de la locomotora sirve pata dar re(\lid,a~ objetiva al pade- Y el poema se cierra con una, ref!e!~Qn so_bre la vida moderna,
cimiento tenaz de la ausencia. con sus luchas, st.ls uniones, su necesidad 4~ organiz::~,c,ión social,
Pero eso ya pasó. Ida la presencia de la amada, no queda de predo}llinante sobre los des~os ip.djvjduales_; vi~a· que se dilata
sus pal~bras más q~e la mc;moria de un sonido que hiela, en .tan- desde el centro del hombre,_ ese pll;nto ~n m.edio de la hora, equi-
to que la electricidad con su luz y su energía es no más qu,e Ul),a distante a,l naufrag~o de las estrellas en el silencio, que, come;>
demencia .im~til entre la n,oche que llueve; s<;>lg en su cuarto en una piedra que cae ~n la superficie líqu,ida, ~ngendra en• sí mis-
que las ventanas se han vuelto espejos para la memoria, mira mo la IJ).::tgnitq9 .si.h término de lo .existente: "El amor ·y la
reflejarse en ellos el );w_tel vecino, r~~1,1ep;la JllÚsic_a_s q.bandonªdas vida 1 son hoy sindicalistas; 1 y todo se dilata en círculos con-
y ebrias, qjos. cansados por las horas ·del vino de fiesta, y perchas céntrico_s."
cuyo esqueleto no alcanza. a calentarse con los a.brigos c()lgªgQs: De esta manera, v::tliép.,dose de una· serie de elem~_ntos apa-
en ellas: rentemente descoyuntados, construye una .coherente y completa
"El cielo es un obstáculo para. el hotel inverso 1 refractado- en. imagen d~l mul).qo,_-:¡ cumple así -eso gue. los clá~icos lograron
las lunas sombrías de. lqs espejos; 1 los vio.lip.es se suben como la acaso sin proponérselo, y. los conte_w.poráneo_s pretende_n tan afa-
cha~paña, 1 y mientras las ojeras sondean la madrugada 1 el nosamel}te.
invierno huesoso tirita en los percheros."
Cabria· ot>serva:r eQ esta estrofa que, por fin, se. rompe el rit- VRBE ·.
mo de los heptasílabos repetidos, y que ello ocurre precisamente
en un verso dop.de se tr¡lta de e_xpresar el-trastorno !fe la I?orra- El Súper-poema· bolchév_ique en 5 cantos, segundq libro, de
chera, cosa que se consigue por medio del empleo de una ruptu- poesía de Manuel Maples Arce, aparece en 1924. Se ·trata, como
ra rítmica sorpres!va: ''Los violines ,se 1suben cm;n,o la c.l!•n!J.pa- lo ind~ca el. subtítulo, .de un solo poemq., y. tiene qna extensión
ña"-¡verso en que, .además, la violenta metonimia de violines por aproximada· de 200 v¡;rsos.
música, .acentúa la efectividad ·de la imagen. En aquel- año-:no 1se hablaba· todq.vía_ dé la camarilla revisio-
A continuación, el abªndonado recapi-tula en su fatiga. El caer nista de Moscú~ ni .se· c.ondenaba a Trotsky a la muerte ni Stalin
de sus soledades lo lleva a recordar la caída inicial de aquella se condenaba a la_vergüenza, ni se usaba ~quí el pensamiento
~strella que gritaba en su· naufr'!gio a través de espacios densos de Lenin par_a j'!.!~.tificar la estupidez .. La revo;Iuci_óii rusa estaba
y silenciosos. Y -la estrella náufraga .se sobrepone a su memoria y presente, y ;con sus grand,e,s llamas desp_ertaba la conciencia fra-
se iguala con ella: "Mis nervi_os se derraman. 1 La estrella del ternal de los .hombres hacia .la necesid,ad· d_e· la justicia 'y la
recu~rd(). 1 naufwga en ~1 agua 1 del silencio." acción. r
Y viene otra, vez el ansia de compañía· que estimula las poten- Est_a situación, se. ·refleja de diferentes maneras en el poema de·
cias recoilstructoras del alw<\ que i~agina; y la no!;he !fe las des- Maples Arce, alumb_radq por las lumbres rojas de.aquella: estrella.
pedidas se contagia de las noches de amor: "Tú y yo l coincidí-. Para conseguir su poema, ~l. arti_sta reúne aquí· dos géneros de
mos 1 en la noche terrible, 1 meditación· temáJJca 1 <;leshoja,da ex~eriencia: 1ª !;Q~ectiva,_ fruto de sus· circunstandas históricas y
en jardines." s?o~les, y Ja individual y subjetiva, producto de sus propios sen-
. Con esto vuelve a aparecer el parque ·de manubrio, y la des-. tlmie~tos que, al lado de aquéllas, v~qdráh a parecer siempre
pojada margarita J).OCturn·a .se convierte en el pensamientc;>·mismo dolondos y al borde del fracaso, _insignificantes y. sin trascenden-
de los amantes. cia gen~ral.
El r.ecqe:rdo YIJ!!lve, ya sin prden., a m_ezclªdªs y caóticas I!J.a- Ahora bien: c;omo ·fondo de la experiencia colectiva y la indi-
terias evidentes: vidua], Maples Arce elegirá ~l panorama dinámico de la ciudad
"Locomotoras, gritos, 1 arsenales, telégrafos." moderna. Y en· ~u- poema la ciudad no ,será: ya solamente la de
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Mexico, sino una gran ciudad portuaria, un inmenso puerto cimiento contemporáneo: "Los- pulmones de Rusia 1 soplan ha•
oceánico abierto a todas las esperanzas y a todos los peligros. El cia nosotros 1 el viento de la revolución social."
viajero y fijo receptáculo de las batallas y las victorias humanas: Obsérvese, en primer lugar, la personificación de Rusia, y lue-
Su poema, pues, comienza con una invocación a la ciudad nue- go, la manera como ésta es definida por su parte que respira y
va, a la cliál habrá d·e adecuar emociones y palabras. Escrito en agita el aire mundial. Son los pulmones del gran país los que
versos breves de medida irreguiar, busca a conciencia que las soplan, los que impulsan la revolución hacia todas partes; y la
palabras y las imágenes en que se ·coridénsa expresen sü materia revolución se metaforiza, sosteniendo la imagen inicial, en el
sorprendente y robusta, múltiple y ruidosa y en tensión. Asf se viento terrible empujado desde el fondo por los inmensos pul-
inicia, pues, su primer canto, manifestando su intención: "He mones.
aqu1 mi poema 1 brutal 1 y multáni:me 1 a ia nueva ciudad." En. contraposición .con la imagen portentosa, aparecen, sucios
No es, así, una ciudacf apacible el objeto del canto. Es la ciu- y minimizadqs, los artistas ·iJllpotentes: "Los asalta•braguetas lite-
dad contemporánea, múltitúdinaria de aliñas combatientes, que rarios f nada comprenderán 1 de esta ,nuev~ belleza 1 sudorosa
en su agresivo desenfreno trasminarán el poem:a que la' celebra. del siglo." ,
Esa ciudad en donde culminan juntamente los resultados de las Otra vez encontramos los dos planos verbales, el nuevo y el
teorías de la ciencia y de la sociedad. Con el esfuerzo de sus ma- tradicionalmente poéti~.o .. Junto a la palabra asalta-braguetas,
quinarias, con el escándalo asombroso de sus impulsos de vuelo: la palabra b:ll~za. Y véase cómo esta .últi:ma se matiza y adquie:
"Oh ciudad toda tensa 1 de cables y de esfuerzos, 1 sonora toda 1 re valores d1stmtos ~ntre dos objetivos: nueva --Otra vez esta
de motores y de alas. 1 Explosión simultánea 1 de las nuevas palabra- y sudorosa. Y cómo el empleo de este adjetiyo se hace
teorías." aún más efectivo por su situación en ei encabalgamiento de dos
Un poto a la manera· de Walt Whitman, avanza el poema, versos: "Esta nueva belleza 1 sudorosa." Y luego, el ámbito tem-
grandilocuente y brusco; la doble aparición de las palabras nue- poral, presente y extenso; ef instante se engrandece y adquiere
va y ciudad, señala el asunto primordial; palabras consider-adas la magnitud "del siglo".
extrapoéticas como brutal, cables, motores, explosión, marcan el Como frutos de un árbol celeste, los astros del romanticismo,
tono estridep.tista, que se equilibra y enriquece al cómbinárse ya i_nútiles y _putrefactos, se desprendieron haciá lo más bajq de
con otras palabras, ésas sí 'tradicionalmente emplea'das en .poesía; la tierra; y lueden y corro~pen con quienes todavía los cantan;
como esfuerzos y alas, que con sus significados espirituales y as~ los que no han comprendido la nueva belleza sudorosa del tra-
cendentes crean un ambiente optimista y triunfal. bajo y el combate: "Y las lunas 1 maduras 1 que cáyeron, 1 son
Pero esas realizaciones verbales no bastan al poeta, que se esta podredumbre 1 que nos llega 1 de las atarjeas intelectuales."
siente todavía por encima de su tem~, áurtqüe éste pudiera Y hay que notar el adjetivo "maduras" atribuido a lunas, que
superar las realizaciones del propio autor del Canto a mí mismo a_l _punto hace que éstas se conciban como frutos arbóreos, y jus-
o del pintor que ~ondensó un mundo nuevo. Pués hablando de tifiquen del todo el empleo del verbo caer. Vuelve el tema ini-
esa misma ciudad tensa y sonora, reflexiona que está: "un poco cial del ,canto: "He áquí mi poema", luego, la invocación, direc-
más allá ¡ En el plano espacial 1 de Whi:tman y de Turner 1 y ta: "¡Oh ciudad fuerte 1 y múltiple, f hecha toda de hierro y
un poco más ac¡l 1 de Maples Arte". acero!"
Y piensa en. la ciudad alumbrada por el advenimiento de la Múltiple la ciudad, como es multánime el poema que la cele-
revolución social, y en la incompetencia de los poetas contempo- bra. Y la tensión, lós cables; los esfuerzos, el sonido de las alas
ráneos suyos para comprender su "irrupción violenta e ilumina- Y lo~ motot~s, se concentran en los metales industriales capaces y
dora. Y una imagen ingente y plástica, como la de un dios flexibles: hierro y acero. Y' la ciudad está junto a un océano po-
gigantesco, le sirve para expresar su sensaCión del gran acoht'e'- deroso, y. es lugar del trabajo humano:• "Los muelles. Las dárse:.
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nas. 1Las grúas", sigue Maple's Arce,·eludie~do en su descripci?V na: "Bajo las pe7sianas ingenuas de-la hora / pasan los batallo-.
todo vínculo de carácter explicativo, y haciendo asi su descnp- nes rojos.''
Y así se renueva. la visión de Rusia y su victoria iniciada. Y
ción rápida y éfectiva. . , . .
"Y la fiebre sexuál 1 d~ las fá,bm;¡¡.s , p:r;Qstgue, propome~do otra vez el contraste fortalece el paso del poema: "El .romanti~
una i~agen sugerente de las chimeneas fálicas y el hervor Yital cismo caníbal· <f.e la música yankee 1 ha. ido haciendo sus nidos
y creador qel trabajo ·.cólectivo. . . en los mástiles."
Ahora d vasto panoráma ciudadano se va r~due1endo a _los Así, mientras las calles dtadinas ·se alumbran con el sol de lá
ojos del poeta, y 1a ciudad .de todos se varhaciendo paulatma- revolución, las cosas viejas, el romanticisrqo devorador de la dig-
mente su ciudad, la que él habita, donde él ama y goza. y pa- nidad humana, ·se refugian en la muestra artística y ruin del país
dece;· un panorama dé luz. batalladora,. junto' al paso del ue~po capitalista, y ocupan :clandestinamente al.turas viajeras. Y la idea
que ya no es un' ~iglo general, sin~ un_a_s:~~e d_e dí~s co~C::t~~:, de los mástiles convoca la de los navíos; y la de· éstos, la de los
"Vroe: 1 Eséoltas de· tranvías ¡ que -recorren las calles subversis- puertos donde llegan a fondear.
tas. 1 Los eséaparates asaltan las aceras, f y el sol, saque~ las Ahora sabemos por qué la ciudad invocada y cantada por
Maples Arce es un puerto de océano. Porque un puerto, por- su
avenidas:·· . . . .. ., :. propia esencia, es una ciudad que no puede pertenecer a una
Es un ·paisaje de calles recorridas :por ímpetus r~vo~ucxo_nanos,
sola nación, sino que es patria d.e todas: "¡Oh ciudad internaCio-
de gente que se transporta mecánicamente, I~uentra~ la lu,z
nal! 1 ¿Hacia. qué rem<;>to meridiano 1 cortó aquel trasatlánti-
creada por el hombre toma por asalto lo que ue_ne mas pr?xi-
co? 1 Yo siento que se aleja todo." Es el puerto, como punto de
Illo mientras la' luz cósmica se apodera de los cammos recorridos
.
'
por el hombre mismo. . . .
partida de· un viaje salvador, cuyo 'término está en todas partes.
Y como hacia el niar envía la ciudad .sus barcos renovadores,
y eso ocurre en el tiempo cuyo tJ:anscurso marcan medi~s de
envía sus. trenes salvadores .hacia tierra adentro, ·hacia ciudades
rápida comunicac.ión, momentos q'ue aséienden .ye~ticalment~: lejanas que ocupan el.horizonte: "Yo siento que se aleja todo. 1
"Al margen de los días 1 tarifados de postes 'telefómcos / desfi- Los crepúsculos ajados ¡ flotan entre la mampostería del pano-
lan paisajes momentáneos 1 ~or sistemas de t~bos ascenso~es." rama. 1 Trenes espectrales que van J hacia allá f lejos, jadeantes
Orden de ascensos como Sistemas planetariOS, yendo Siempr~ de civilizaciones." ·
haci~ arriba. y luego, la ciudad, reducida ya a la que rodea. al Como una tela vieja y gastada, la lumbr~ del atardecer se
poeta, se co~d.ensa aúq más, y se hace. su ciudad int:~i~.r.,_ pobla: gasta aún más en las. "cimas de concreto ·de las ciUdades distantes.
da y defipjda algup.a ve-,. J_>Or la J11UJer q~e ama:~ Sub.Itamen¡ Y en esa media claridad, como espectros de máquinas, jadean
,te, J ¡oh el fogonazo f verde de sus ojos!" . . los trenes llevando el peso de la comunicación civilizadora.
:Nuevamente la descripción hecha al margen de, los pr~edt:. De !nuevo bajo la luz de la téc'nica de los .encabalgamientos,
mientas xaciqnales del idioma. Y otra vez el encabalgamiento vale la pena leer los últimos versos de esta estancia: "Trenes
forzando la potencia imaginativa: La exclamació?: "~h el fogo- espectraks que van", dice·el primero de ellos, como si encerrara
nazo", expresión aislada, con sentido de e;xplostón vtole~ta, se. un concepto completo. Pero el siguiente verso disipa esta idea:
remansa a. continuación en la figura femenina: la explostón es los trenes van "hacia allá"; como ·si fuera un allá definido. Pero
verde; es la mirada rápida y ·.deslumbradora de u~o~ ojos _rec.o~ esto tampoco es verdad. Los trenes "van hacia. allá llejos", apun~
dados: y ei tiempo ya no es siglo ni días; el sentumen.to IP:~WI ta sin falla el segundo encabalgamiento. Y la idea de lejanía se
dual lo ha reducido a una hora, desde ,la. cual es posible mirar, acentúa con. el jadear fatigado por la longitud del viaje de los
como desde una ventana; una ·ventana bajo la cual desfila el trenes civilizadores.
progreso ~revoJq~ionari<>, opjeto y. producto de la ciudad moder- Un .nuevo.giro, y si"n ·transición .aparente, el poema' se vuelve
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o
de pronto, otra vez, a la multitud revolucionaria que desfila: Y llega por última vez, la tercera, la mención aJ propio poema,
son "los batallones rojos", las "escoltas de tranvías", la revolu- que ahora, p.or medie;> de una triple oposición; se define como
ción social soplada por "los pulmones de Rusia". imágenes múltiples de amanecida: banderas, gritos de victoria,
La· multitud de los desheredados ha dejado sus lugares habi- aplausos, mañanas que se encierran p~ra siempre, in~_architables
tuales donde era víctima de opresión y miseria, y se ,ha lanzado ya, dentro de los ojos libres que las miran: "He aquí mi poe-
a las calles enlodadas por la injusticia, y camina por ellas crean• ma: 1 Gallardetes 4e hurras al viento, 1 cabelleras incendiadas 1
do con sus pasos los acordes de un himno guerrero: "La multi- y mañanas c:;autivas en lqs ojos.:'
tud desencajada 1 chapotea musicalmente en las calles." En seguida de ~s.e canto d~ voces y de llamas, de estandartes
Resalta ahora el• concepto .de música. como. fuerza· libertaria y triunfales y amanecer~s humanizados, llega la postrera invoca-
civil que se insinuó al principio del poema al decir que la ciu- ción de la. ciudad, ahora _ya vencedora; ya. toda de música, de
dad es "sonora toda", y se enuncia con precisión en estos versos. ritmos que son los del esfuerzo, los de los moto:r,:es, los de las
Los pasos de la multitud en rebelión hacen la música que des~ alas; ri~mos que se desplieg:;m. como una. bandera roja. sobre. la
truirá la rabia rapaz de la burguesía, y creará los ..cimientos de humamdad pred~st}nada: "¡Oh ciudad 1 musical 1 hecha toda
la ciudad futura, libre comor un grito ·que es un- canto, :que es de ritmos mecánicos!"
una bandera de guerra: "Y ahora, los. burgueses ladrones1 se . Esa ciudad .mc;>der~a~. pu~tQ de pai'tida, e~ puerto profético y
echará_n a temblar J por los caudales 1 que ro\>aron (!1 pueblo, ¡. hbre que envza su muszca libertadora hacia todos los puntos del
pero alguien ocultó bajo sus sueños 1 el pentagrama .espiritual orbe. Y el poeta, como si viera de súbito que su entusiasmo lo ha
del explos_ivo." !~evado demas_iado a_njba en su entrega profétiqt, se recoge al
Tras el prosaísmo absoluto de los tres primeros versos, donde fmal -maravzlla del anticlímax-, se rec;:oge al final ~.n sí mis-
no hay sino expresión llana de un deseo o de un anuncio; don- mo, Y reflexiona en la re<!lidacl del mundo y en la función que,
de no hay ninguna trasposición del lenguaje; después de los tres dentro del mundo, le, coz:r~ponde a él como poeta. y piensa en
versos puramente enunciativos, vienen dos concentradamente el futuro humano, en la índole trágica de la cqndición humana
poéticos, en su tema y en su expresión. En primer lugar, ese ~ ~n el poder de la poesía como ins¡:rumento de dignidad; ei
sujeto indefinido de la. acción, ese "alguien", que puede ser un~co. qu~ para él ~s posible concebir y emplear en su cqm.bate;
todos los que sueñan y luchan por la justicia; luego, la acción el umco mde~tructzble contra la humillación con qqe el hombre
mis!lla: "ocultó bajo sus sueños". Y la idea del sueño como deseo se ve de contuwo amenazado por los poderes exteriores. y con-
se funde con la del sueño como· dormir; y, ligada con este segun~ cluye así: "Mañana, quizás, 1 só}Q la lumbre vzya: de mis. ver,
do significado; la expresión "bajo sus sueños" trae de inmediato ·á sos 1 alumbrará los horizomes humillados."
la conciencia la expresión léxica "bajo l:r almohada"; expresión
que a la vez atrae de nuevo la del su.eño como visión y la del
ocultamiento de algo precioso en lugar secreto y defendido por POEMAS ~NTERDICTOS
la cabeza misma de quien sobre él se apoya. Y lo que aquel
alguien guarda bajo el sueño-visión-almohada, es sw arma infa- En la obra de .~odo poeta existe ~na sede de palabra,.,, signifi-
lible y libertadora, que en. ese secreto crece y se prepara: "el cant_es qe conceptos o de contenidos emocionales, que .pueqen
pentagrama espiritual del explosivo". servir de c1ave para descifrar l;r visión que él tiene del mundo.
Reaparece de esta:manera el concepto de la música. como arma; Estas palabras son como un mjrador desde el cual el espíritu
el pentagrama es fruto del espíritu que se enfrentará a las po~ del lector _tiende la vista sobre el espectáculo de su propio mun-
tencias burguesas de la rapiña, y la música misma en él notada do conce~zdo por otros ojos, .revelado en aspectos para él hasta
será el origen. de la explosión. que destruirá aquellas potencias. entonces Ignorados. Porque I.a lectura de un poeta es, para quien
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o - ~:p- .... - ------- -~-----
la hace, un instrumento iluminador de sí mismo, que amplia y por completo süs recursos, el poeta construye deslumbrantes ar-
énriq:Uece sus capacidades comprensivas de sí mismo y de las quitecturas verbales; situado eñ eF centro de su propia indivi-
cosas que lo circundan. dualidad conquistada y consciente, mira todas las cosas a:- través
Si se buscan esas pálabras en la obra 'de Manuel Maples Are~, de sí mismo, sin ningU:ha contaminación externa. Y las mismas
esas palabras que ap<ti"ecen como señales definitivas a lo largo dé palabras reveladoras que aparecen en sus libros anteriores, se
todos sus poemas, se encontrará un grupo de ellas que, aparente- condensan en éste y descubren plenamente süs ya esbozados con-
mente, designan realidades objetivas; ._vastas visiones abierta~- a tenidos de significación profúiída.
la distancia, como horizonte, panorama, continente, Atlántico; Hallamos aquí también ios panoramas extensos, los horizon-
visiones más reducidas, como tiudad, puerto, y, complemento dé tes como límite siempre inalcanzable; los otoños que contagian
éstas, otras aún más concretas como calles o ventanas o balcones jardines y árboles y hojas y pájaros; los puertos, los océanos, los
o jardines o parques o plazas o avenidas; junto a esas_ palabras balcones, las calles, -la deshojadura del mundo entre la cual e_l
que designan realidades espaciales hay otras que expresan ideas poeta, despierto •sin remedio, hace trabajar su memoria. Y el re-
de tiempo: día, otoño, crepusculo, hora, tarde, noche; hay al cuerdo llega y· se va con el tiempo, háciéndose de modo· itre-•
r
lado de las palabras designadoras de espacio de 'tiempo, otras misible doblemente pasado, y por lo mismo, doblemente inal-
que de alguna manera mezclan, relaCionándolas, ambas catego" canzable.
tías, que éón ello comienzan a cobrar un sentido de realidad Si; las cosas presentes no son para él más que motivo de adiós,
subjetiva. y lo mismo le ocurre con las cosas pretérÍtas que la memoria
Entre éstas, por ejemplo, están viaje, barcos, telégrafo, trenes, vuelve a traer a su· ahora fatalmente efimero. Huye irrepara-
trasatlánticos, teléfono, navegación, flores deshojadas, muerte,· ble el tiempo mientras él, cáutivo del amor, siente que el amor
hojas secas, caída de hojas, despedidas, adioses, espejos, trampo- mismo se le escapa, se le escapa ya ·para siempre.
lines; ya dentro del dominio de la súbjétividad, una nueva serie El adiós y el recuerdo constituyen, así, la médula er{torno a:
de palabras significa un conjunto de estados· arumicos entre •los la cual este libro va creciendo. Y el adiós y el ·recuerdo encuen•
cuales sobresalen el insomnio, el recuerdo, el sueño. tran en el viaje el símbolo que los ·representa. Como asomádó'
Mezcladas a los conjuntos líasta aquí ditJ:10s, se presentan a 'u11a ventana en movimiento sin reposo, el poeta mira las- cosas
voées designadoras de objetos o estados de alma que se van asO" precipitarse en sentido inverso al de su camino. y de esta suerte
ciando según el caso a lo que ellos van significando: música, el espacio se puebla de condiciones temporales ·y pasa también;·
gritos, pájaros, pañuelos, luna, muchedumbres, canciones, moto" es pretérito como la hora en que se vio su desapariCión.
res, aplausos, pentagramas, píarios, subversiones, despeñaderos.'· y la vida, así, es un doble ir dejando atrás instantes y pers-
Estas palabras, con los conceptos y emociones que tra:o.sporta¡:l, pectivas. Y al admitirlo así el poeta, trata de alegrarse, con todo,
aparecen, repito, a lo largo de toda la obra de Maples Arce. aunque· al final háya de verse desolado por una angustia que
Surgen en Andamios interiores, se enriquecen en Vrbe, y se alum- se le vinó dentro y' que no fue poderoso a vencer.
bran en Poemas interdictos y Memorial de la sangre. Er óÍtimo poema de la primera parte del libro Poemas inter-
Así comenzamos a verlo: tin_ vasto panorama espacial corre dictos, se llama "80 H. P.". Así como el primero, "Canción desde
hacia su propia ruina por los caminos voraces del tiem'po. Y pata' un aeroplano", describe la experiencia del viaje por el aire, con
el espíritu del poeta vigilante -insomne- y memorioso, todo ·se sii dis~anciamiento natural de la tierra y quienes la habitan, éste
condensa en una visión de adiós desesperado a sí mismo 'y ~ todas trata de iá sensación de UÍl viaje'por caminos terrestres, impul-
las tosas. sado; por el' mbtór d.e un automóvil cuyo poder da nombre al
El tercer libro de poew.a:s de ManUel Maples Arce és Poemas poema.
interdictos y fue publicado en Xalapá en 1927'. DoiJlinadós ya Aparece la sensaCión de lo que va dejlmdo'afrás en el tiempo
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o - 'ip
y en el espacio; 1¡¡: angustia de no poder retener nad;:¡.. Y otr~ vez nerales. 1 Para la amiga in~erferente 1 entregada a .las vueltas
se percibe el gozo sorpresivo del momento, opacado en su misma del peligro."
raíz por la certeza final del abandono y de la muerte, qpe se ¿Con qué parte del poeta interferirá la presencia de esa amiga
miran como un «;!jé:rcito inevitable y adverso. que no teme el riesgo de los giros 4el automóvil velocísimo?
E~ paisaje cuya descripción inicia el poema, tiene ya factores El poema mismo parece responder a la posible pregunta. Su si-
de movimiento y decadencia que se irán desarrollando más guiente estanciar sintetiza la visión de la realidad inmediata en
tarde en sentidos particulares. Se preser,ttan en él puros elemen- aquel momento: la compañía femenina, condensada en una son-
tos característicos de la poesía de MapÍes Arce, todos definito- risa en equilibrio sobre el movimiento y el peligro del viaje, y
rios de su concepción peculi;:tr del mundo: la decadencia de las una cabellera· pálida removida por el encuentro del aire, y el
cosas, simbolizada por el otoño; el balcón, cgmo mirador de lo paisaje huyente que se esparce como una caricia fugitiva dentro
que en el npJndo ocurxe; la música, como imagen de libertad; e~. de los ojos· que lo miran: "he aquí su sonrisa equilibrista, 1 sus
jardín, como ambiente dt:: libre sqledad; la arquitectura de las cabellos boreales, / y sobre todo, el qmpo, 1 desparramado de
construcciones urbanas; constitutiva de la ciudad como correlato. caricias'!.
objetivo de la subjetividaQ, del poeta, como motivo predilecto Están pl,anteados ya los elementos 'temáticos del poema; el
de poesía. y además, el sentido social que opone la triunfadora poeta y la mujer que lo acompaña, dentró de un automóvi~, han
aparición prqleta:ria· del jardín al asentimiento antirrevoluciona- dejado atrás la ciudad, como algo en proceso de destrucdqn, de
rio de las casas que lo circundan. allí las menciones de tintes crepusculares, y viajan velozmente
Y, por últjmo y envolviéndolo todo, la sensación terrib~e de en el campo que los recibe como la libertad.
lo que se va sin reparación posiqle, lo que de continuo se pierde Ahora es ya la plenitud del viaje, en la cúal se irán mezclan-
para siempre. do y ;¡lternando los estímulos de la mujer y del camino al aire
Principia: "Pasal} l¡¡s avenidas del otoño J bajo los balcones descubierto. Y, como otro Cristóbal Colón, el poeta descubrirá
rparchitos de la música, 1 y el jardín e~ conto un destello rojo 1 un mundo desconocido para .todos, que esos estím4los irán reve-
entre el aplauso qurgués de las arquitecturas." lando sola!llente a él, afortunado como nadie:
Así, nos deja ver una imagen de viaje en la cual el que se "Países del quitasol 1 nuevo 1 mundo 1 latino f de sus ojos."
muev~ np es el viajero sino el camino por dopde transita. In~ Allí está la idea, nace allí para él la sensación del descubri-
móvil el balcón decadep.te, es mirador para percibir la decaden- miento. En los ojqs de ella, todo UQ. mundo desconocido, ~ro
cia inmensa del tiempo en camino. Y el otofío viste de rojo al lleno de antiguas tradicic:;mes y culturas propi<;:,ias. Y todo ese
jardín y de ese modo lo identifica con la revolución de los po- mundo es sólo para él, porque, la presentación tipográfiq del
bres entre la riqueza situada en torno suyo.
1
pot::w.a así lo. revela, es una visión que sólo él puede. disfrutar:
Luego de esa descripción general, un solo verso ep. ql]e re- "-espectáculo 1.exclusiva-", dice.
aparecen concentrados los elemeptos urbanos y los del tiempo Todo esto se manifi~sta en un instante mismo,. como vuelve a
que se va, sirve de transición al comienzo de l.<J. descripción del revelarlo la tipografía del poema. Y se manifiesta ~IJ. la identifi-
viaje que da motivo aJ poema: "Esquinas flameadas de pQ- cación del motor del automóvil y el corazón del hombre; en ·el
nientes." ruido de la máquina· y la angu,stia. del corazón, al.}.g4stia de sole-
Es, pues, 1a ciudad en la tarde, con sus pasaje~iJ.S (;!squin<\S dad y de ansiedad y de amor; de este modo, por una p;;trte,
consumiéndose en la luz del crepúsculo, recorrida por el vehículo leemos: "En el motor 1 hay la misma canción." Y frente a esto, y
en marcha. Y el vehículo es pequeño, y vive y pro~ege qm su como su equivalente, "(El corazón apretado como un pufío)". Y
materia casi ani¡:nada a la mujer acompañada del hombre que lo es de observarse que la distribución tipográfica resulta aquí efi-
tripula: "El automóvi~ sucinto 1 tiene a veces 1 'ternuq~ 1 mi- ciente recurso poético, al presentar simultáneamente realidages
26 '?.7
• ,'p
píos de una sabia comprensión de ·las cosas que, virilme~te, ~~n las ciudades donde·'se· quiere fijar, le soh "nostalgia y estruendo";
asumidas con la serenidad espiritual lograda por e1 e1eroc10 el recuerdo de la gloria humana, consolidada eñ ""los esplendores
pleno de la conciencia. · · del orden'' de las estatuas y las ofrendas fúnebres, es insuficiente
Agobiado ·por ese irse yendo incesante de todas las cosas: por a conservar la realidad verdadera; la memoria se vuelve un río
esa inmovilidad suya de viajero vertiginoso que presenoa la de sueños de los cuales no es posible despert!lr, y que acompaña
décadénciá del mundo, el poeta intenta radicarse y enraizado a las cosas en su desaparición, y la libertad, "el gran día", "la
todo en un suelo firme, dentro y fuéra de si mismo. música en la piedra", es 'tan endeble y pasajera "como un soplq
Procura que las cosas se afirmen en una- pretendida duració~ entre ras frondas".
inmóvil, y su esfuerzo· no -da los :frutos buscados. Porque al arrai- Las eternas mujeres recibén en su seno las hojas mu('!rtas
gar su sueño sólo lo arraiga éíi una terrible movilidad: " ... un de "los altos otc>ñós"; él trabajo 'humano irradia uná "muerte de
sueño arraig~do f en la •luz vegetal, que se extiende en la tarde". acero"; las ciudades son incapaces de saciar su "sed amarga", su
Si se coloca en el tiempo, éste es sólo tina corriente de rumores: anhelo de fijeza, y todo es un viento que arrebata lo -presente
"yo soy el pensamiento de -Uil ausente j a orillas de un estío con sus presagios inevitables. Y el poeta allí, a la mitad del
rumoroso de ·árboles". Su memoria, que persigue lo inmortal deJ cambio y el acabamiento, piensa en una suer"te de resurrección
amor, se establece en un pedestal necesariamente transitorio, en en un futuro imposible, donde poder despertar del recuerdo a
camino hacia una noche cercana: "¡un grito que se eleva sobre la sombra de las inmortales· coberturas de· un "árbol milenatió"
el pedestal de la tarde!" . y aspira a un olVido de donde, tin día, pueda renacer, tr~~sfigu:
Y él, sin movimiento, és 'el punto donde convergen un mstan- rado en el contenido de una voz milagrosa.
te, para alejarse luego divergentes, rios, pasiones, fechas· v?láti- La armonía también se disipa en el tiempo. Como davada,
les. y aspira a encontrar firmeza en lo pasajero, en esas_ m1~m~s la luz se fundamenta en un acervo-de ruinas. Igual qué esa luz, el
pr('!selJ.cias que· llevan en sí la certidumbre -de la ausencia: M1s poeta advierte en un 'instante la definitiva fuina •de las cosas. Y
rÍos, mis cartaratas, mis rumores de bosques, f tódo lo que me piensa en la vida que allí existió antes que sutumb'iéran;· en la
soíióriia y me áfirma." Espera regresar con eflas, sacar de ellas cólera, el amor, laS zozobras, el odio, que ahora son sólo ·corrom-
la evidencia de lo que existe libre del tiempo; pero al final lb pida paz, miseria, ltiránicas ·presencias, Ciego, fotdo y mudo, "sirt
único evidénté es el silenció; un silenCio sólido eri el cual todo mirada y sin eco:·. el cuerpo de lo que fue, únicamertte origina
viene a ser confundido: "Un abismo de letras, un cuerpo de si- ahora el espanto febril que sé levanta como polvo de olvido.
lencio." Y le queda el amor. Pero el objeto del amor ·es támbién ru-
En medio de golpes y choques aniquilantes, trata de erguir mores, luz, canto de pájaros que se desvanece, puerto de despe-
el inmenso día de la libertad, ·"el gran día que comienza"; didas: flor "girando hacia la ausencia", fulgor ex'pirante, espec-
pero la libertad es uii otoño que echa a volar pájaros como hojas tro, éxtasis que -termi'na.
secas: "la libertad despide sus pájaros de octubre". Es una es- Contra Cl tiempo, duda sin tregua, -está la éái"icia. que pru~ba
tación combatida por constantes derrumbes, asediada "de estra- la certidumbre de la presencia. Pero bajo la caricia éstán esos
gos y de angustias". Los vientres preñados sufren en sus frutos la cabellos que escapan como "de ·brisa", como sonido de "silbato
amenaza de hachas asesinas; contradice la quietud de los cielos lejano"; está lá transitoriedad que se une con el tiempo. Y la
el angustiado fluir de la existencia; "palidez, sueños, / ceniza, carne se revela como ausenCia, eco 'de ausencia sólo, inútil "már-
·adiós, bosque, mirada, ¡ mar, viento", todo lo efímero, forma los mol contra el viento".
elementos donde querría fundar la eternidad. En la tarde, la amada es convocada por un viento de velocidad
Y otra vez amenazan al fugitivo el silencio, la soledad a donde mecánica, "una brisa de hélices"; "expresos sinfónicos"· arrastran
todo se dirige, la noche donde el recuerdo mismo es deshecho; su sonrisa; sus señas son trasmitidas por raudos impresos; hacia
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o p
Hoy suenan sus palabras más heladas que nunca. Esas rosas eléctricas de los cafés con música
¡Y la locura de Edison a manos de la lluvia! que estilizan sus noches con, "poses" operísticas,
languidecen de muerte, como las semifusas,
El cielo es un obstáculo para el Q.ptel inverso en tanto que en la orquesta se encienden anilinas
refractado en las lunas sombrías de los espejos; y bosteza la ~ífilis entre "tubos de estufa".
los violines se suben como la champaña,
y mientras las ojeras sondean la madrugada, Equivocando un salto de trampolín, las joyas
el invierno huesoso tirita en los percheros. se confund~n estrellas de catálogos "Osram.
Y olvidado en) el.honibro de algun~ Margarita;
Mis nervios se derraman. deshojada por todos los poetas franceses,
La estrella del recuerdo me galvaniza ·una de estas pálidas "ísticas"
naufraga en el agua que desvelan de .balde sus ojeras dramáticas,
del silencio. y un recuerdo de otoño de hospital se me entibia.
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• p:
Y simultaneizada bajo la sombra eclíptica A veces, con la tarde luida de los bordes,
de aquel sombrero unánime, un fracaso de alas se barre en el jardín.
Y mientras que la vida esquina a los relojes,
se ladea una sonrisa,
mientras que la, blancura err éxtasis de..frasco se pierden por la: acera los pasos de la noche.
se envuelve en una· llama d'Orsay de. gasolina.
Amarillismo
Me debrayo en un claro gris.
de anuncio cinemático.
Mis ojos deletrean la ciudad algebraica
Y detrás de la lluvia que peinó los jardines entre las subversiones de los escaparates;
hay un hervor galante de encajes ·auditivos; detrás de los tranv~as se explican las fachadas
a aquel violín morado le operan la laringe y las alas del viento se rompen en los cables.
y una estrella· reciente -se desangra en .suspiros.
Siento íntegra: toda la instalación estética
Un incendio de aplausos consume las lunetas lateral a las ca~les alambradas de ruido,
de la clínica, y luego -¡oh anónima. de ·siempre!- que quiebran sobre el piano sus manos antisépticas,
desvistiendo sus· laxas indolencias modernas, y luego se recogen en un libro mullido;
reincide -flor de lucro- tras los impertinentes.
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o ..
se muere haciendo gárgaras
A través del insomnio centrado en las ventanas
de plata
trepidan los andamjos de una virginidad,
electrizada,
y al final de un acceso paroxista de· lágrimas,
subido a los ·peldaños de una escala
llamas de podredumbre suben del bulevar.
cromática,
barnizo sus dolencias con vocablos azules·- '
Y equivocadamente, mi corazón payaso,
y anclada en un letargo de cosas ¡pa.nol'ámicas,
se engolfa entre nocturnos encantos de a 2 pesos:
su vida se evapora lo mismo que un perfume.)
amor, mi vida, etc., y algún coche rel\mático
sueña con un voltaico que le asesina e] sueño.
-~i tristeza de antes es la misma de, hoy.
-Tú siempre· con tus cosas.
Sombra laboratorio. Las cosas bajo sobre.
_,:¡Oh po~~a, perdón!
Ventilador eléctrico, champagne + F. T
Marinetti = a (En el jardín morado
Nocturno futurista
se rompe el equilibrio fragante .de· una flor·.)
1912.
Y 200 estrellas de vicio• a flor de noche
-Sol, blancura, etc., y nada de hojas se<;;a¡¡.
escupen pendejadas y besos de papel. -La vida es sólo un grito que se me cuelga al cuello
]o mismo que un adiós.
Hablemos de otra cosa,
te lo ruego.
VOCES AMARILLAS-
(Su voz
tiene dobleces románticos de felpa
que estuvo· mucho tiempo guardada en naftalina,
Y nada de hojas secas ... y duerme .en sus cansancios ingrávidos de enferma,
la elegancia de todas las cosas· amarillas.)
(La mañana romántica, como un ruido espumoso, (Y mientras la mañana, atónita de. espejos,
se derrama en la calle de este barrjo )ntoloro estálla en el alféizar de la hora vulgár,
por donde a veces pasan repartiendo programas, el dolor se derrama, lo mismo que un tintero,
y es una clara música que se oye con lo_~ ojos sobre la partitura de. su alma. musical.)
]a palidez enferma de la súper-amada.)
(En el jardín hay cinco centavos de silencio) (Y seguimos del brazo. nuestro obscuro diptongo,
por los parque~ af~micos,
-Quiero un poco de sol azucarado. lacrimean tes de oro ... ) ·
-Tú pides imposibles.
-Mira mis manos mustias,
-¡Me quisiera morir!
mis dedos casi yettos ..• -¡No digas esas cosas
(Mientras medito un lento ·éotnpás de 3· X 4) que me hacen tanto mal!
-¡Si la vida es tan triste!
-¡Oh virgen supertónica! -Pero no pienses eso.
-Soy sólo una quimera, -¡Si la vida es tan triste!
se dijo murmurando. -Me duele el corazón cuando tú estás así.
tf en esta tarde lírica Doblaremos la hoja.
85-74, señorita ... (Y sobre el mismo· tema
la primavera pasa en motocicleta, su voz, casi ojerosa:) '
y al oro moribundo, historiada de cintas, -¡Me quisiera morir!
lo mismo que un refajo se seca mi tristeza.) ¡Me quisiera morir!
43
42
o ,..
(Y en el clorofonnado cansaq~io de la sombra, de unos cuantos renglones desgarrados de adioses:
nuestras 2 vidas juntas, por el 'parque sin rosas, ¡oh su carne amarilla!
se pierden en la noche romántica de otoño ¡mis dedos retroactivos!
ambulando en silencio la teoría de un diptongo.) (en el· piano automático
se va haciendo de noche.)
Despué~ de los vulgares asombros del periódico Tardes alcanforadas eh vidrieras de enfermo
en que sólo se oye el humo de las pipas, tras los adioses últimos de las locomotoras, '
florecen a intervalos las actitudés lívidas· • Y en las palpitaciones cardíacas del pañuelo
retropróximamente de los paraguas cónicos. hay un desgarramiento de frases espasmódicas.
49
F
!
Un pájaro de acero
Mañana, quizás,
ha emprorado su norte hacia una estrella.
sólo la lumbre viva de mis versos El puerto:
alumbrará los horizontes humillados. lejanías incendiadas,
50
51
o
IV
111
Entre los matorrales del silencio
la obscuridad lame la. sangre del crepúsculo.
La tarde, acribillada de ventanas, Las estrellas caídas,
flota sobre los hilos del teléfono, son pájaros ~uertos
y entre los atravesaños en el agua sin sueño ·f
inversos de la hora del espejo.
se cuelgan los adioses de las máquinas:
Y las artillerúts
Su juventud maravillosa sonoras del Atlántico
estalló una mañana se apagan;m,
entre mis dedos, al fin,
y en el agua vacía en la distancia.
de los espejos,
,naufragaron los rostros olvidados. Sobre la arboladura del otoño,
sopla un viento nocturno:
¡Oh la pobre ciudad sindicalista es el viento de Rusia,
andamiada de las grandes tragedias,
de hurras y de gritos! y el jardín,
amarillo,
Los obreros se va a pique en la sombra.
son rojos Súbito, su recuerdo,
y ·ªmarillos. chisporrotea en los interiores apagados.
J.
Hay un florecimiento de -pistolas Sus palabras de oro
déspués del trampoJín' !le: los discursos,· criban <::n mi memoria.
~-
52
j
53
o
¿De quién son esas voces Entre los hilos de -su nombre
que sobrenadan en la sombra? se quedaron las plumas de los pájaros.
' [¡
1
o
Canción
florecida
56 57
o
1 1
o
'
¿En dónde estará el nido
de esta canción mecánica?
Las antenas insomnes del recuerdo Prim.avera
recogen los mensajes ]
inalámbricos
de algún adiós deshilachado. El jardín alusivo se envaguece de esper~s
y el corazón despierta· a las últimas cosas.
Mujeres naufragadas
que equivocaron las direcciones Un soplo de radiolas
trasatlánticas; avienta hacia nosotros
y las voces sus rumores de vidrio.
de·auxilio
como flores Los poetas comentan la renuncia del día:
60 61
..
j
o
Las calles vagabundas regresan del ·exilio. y el jardín es como un destello rojo
entre el aplauso burgués de las arquitecturas.
Una tenue esperanza me llevó a sus caricias;
su imagen repentina me estremece en lo hondo; Esqujnas flameadas de ponientes.
anida su blancura· en la tarde latente,
y mientras que desciñe su busto de suspiros El automóvil sucin,to
los árboles alumbran nuestro secreto cósmico. tiene a veces
ternuras
La ausencia es el perfume que me deja ·en el pecho. minerales.
La pierdo en la espesura,
de la vida moderna, Para la amiga interferente
y nuevamente vuelvo, entregada a las vueltas del peligro;
al campo de deportes con sus lunas auténticas.
he aquí su sonrisa equilibrista,
Apuesto a su sonrisa en el juego de pókar, sus cabellos boreales,
lecturas de la música anegadas de lágrimas. y sobre todo, el campo,
desparramado de caricias.
Cuando pongo en sus manos
el cheque de mi adiós, Países del quitasol
los expresos sonámbulos
despiden nuestras sombras, -espectáculo nuevo
y el mareo de los puertos dentro del corazón. exclusivo~
mundo
lati11o
(Solfea la primavera de sus ojos.
sus lecciones.)
En el m~tor { (El corazón apretado
De pronto el desenlace obscuro de la célula. hay la mtsma canción. como un puño)
Transaré con los pájaros su recuerdo sangrante. A veces pasan ráfagas, paisajes estrujados,
y por momentos
el camino es ·angosto como un sueño.
80 H.P.
Entre sus dedos
se deshoja
Pasan las avenidas del otoño la rosa
bajo los balcones marchitos de la música, de los vientos.
62 63
o
J
;~
64 . 65
.
o
al bautizo de sangre
donde todo es confusión,
Partida
y los hombres borrachos
juegan a los naipes
y a los sacrificios humanos;
Yo soy una estación sentimental
trenes sonoros y marciales
y los adioses pitan como trenes.
donde hicimos cantando la Revolución.
Es inútil llorar.
Nunca como ahora me he sentido tan cerca de.Ja muerte.
En los contornos del crepúsculo;
Pasamos la velada junto a la lumbre intacta del xecuerdo,
ventanas encendidas · -
pero llegan los otros de improviso
hacia los rumbos
apagando el concepto de las •cosas, nuevos.
las imágenes tiernas al borde del horóscopo.
Palpita
Allá lejos, todavía
mujeres preñadas
la alondra
se han quedado rogando
·vesperal:
por nosotros
a los Cristos de Piedra. de su páñuelo.
Después de la matanza
otra vez el viento
Ruta
espanta
la hojarasca de los sueños.
A bordo del expreso
Sacudo el alba de mis versos
volamos sobre la irrealidad del continente.
.sobre los corazones enemigos,
y el tacto helado de los siglos La tarde apagada 'en los espejos,
me acaricia en la frente, y los adioses sangran en mi mente.
mientras que la angustia del silencio
corre por las entrañas de los nombres querido"s. El corazón nostálgico presiente
a lo largo de este viaje,
literaturas vagabundas
68'
69
1 o
11.
Paroxismo
''ti
! 1
o
Y los aviones,
pájaros de estos climas estéticos, Memorial de la sangre
no escribirán su nombre
en el agua del cielo. 1947
A Blanche
Memorial de la sangre
Mis ríos, mis cataratas, mis rumores, de bosques, V oicj le temps des assassins.
todo lo que me sonoriza y me afirma,
un día, invisible, RIMBAUD
06 77
y despedazan las risas de los niños, De pronto, m·arca un paso de acero tu evidencia,
mientras la sombra golpeada de los árboles la voz reminiscente de ~irena,
cae inerte al fondo de las fosas. la mirada de fuego de las fábulas,
transformada de ira en la matanza,
Yo siento la agonía de los suplicios luchas contra la bestia africana que aúlla ensangrentada
y los llantos agrietan mi memoria. tras un bosque colérico de armas.
¡Oh España negra de sangre y de sollozos!
Un viento de barrotes duramente esculpido
Voy a la multitud en que el día me transforma; sopla contra los pechos ampliados de fronteras.
tú estás aquí tras,pasada de hierro, Tu instinto inextinguible no quiere que sucumbas.
pero no veo tu tostro. Se oye un clamor potente de horizontes vengativos,
Sólo el grito palpable de tus venas. y te levantas, en el gran día que comienza,
Estás toda cubierta de heridas, palpitante, deslumbrada del mundo,
surcada de arrugas corrosivas, cort un esca]ofrío de cementerios.
la primavera de tu cuerpo se mezcla a los metales
y un furor de potencias te amenaza con su aliento enemigo.
Este día en que un orden de mármol se derrumb~, Se oyen lamentos de dolor en úh huerto.
los hombres a quienes la jorna<;la illlprime El ojo de la fuerza nos asedia
su martirio de hierro, entre las zarzas devastadas.
vienen desde la soledad nocturna de la hulla, Cae un cuerpo pesado entre las hojas.
de los obscuros fondos dd castigo, Ya el óxido de la guerra se extiende eQ. l<ts. praderas
de las callejuelas de la desgracia y del crimen,, y el yodo del otoño mancqa IQs ca$lávetes.
de las praderas antiguas de la noche,
errantes, borrosos por las deportaciones, Con un solo pensamiento; en este día de violencia,
sin edad y sin rostro, salimos al encuentro de la injuria,
por un tiempo cargado de huelgas a estrangular la garganta de los días obscuros
punzados por la miseria y por los clavos. en las prisiones donde se pudre el olvido.
84 85
1
\
extranjero, en un puebl<;> de otras razas sonoras las sirenas,
que flage~a la muerte. y recitan mi vida, mi fábula, mi ausencia!
\'\.
Hoy todavía la paz que te circunda alteras
y remueves la: tierra de zozobras mortales, 1 Duerme, duerme, aparente de rosas,
\
como
\
un ca'l'd
1 o· no
.
, d e tannas
..
'
un cráter se presiente tras barrotes de odio que yo sienta correr bajo tu pulso
y la memoria acaba su agonía, la 'verdadera vida.
aquí, donde cesa de respirar el silencio. El sol, los 'árboles, el cielo;
Oh! días corrompidos de miseria y de lodo, claridades primeras de tu mente,
que excavó de horror la tiranía; firmamento de márgenes y .mármoles las fuentes.
contra el alma conspiran augurios de tristeza. El estío fecunda: tu presencia
Sólo cumbres fatales oculta entre jardines y mágicos crepusculos
de la antigua belleza mientras se enfría el amarillo. de las
.
viñas '
me retienen. y me arranco •del pecho <fespoblado· de pájaros
arroyos tumultuosos"de .rumores obscuros.
De su abrupto recuerdo el fuego crepitante,
la culpable cabellera ondea Tú reflejas los deseos, los sueños
al pie de la violencia,. contagiosos. E.Q. tus ojos eternos nada ~~.fi.lpia:
las bestias fabulosas husmean en su garganta de nieve . tu evidencia carnal es igual ~ pli no.stalgia:
el olor sofocante que invade sus c;aminos cuando pasó ya la tempestad, la metralla, ,el espasmo.
y el esplendor amortiguado de su sexo duerm"e
entre los pliegues profundos de la muerte. Mi dolor se concentra en tll ¡¡_z;ul.abismo ,
y tu misma sospec;.h!l; <te acero es mi t9rmento,
Oh, Mar Mediterráneo que arrullaste las épocas d"e oro, ¿Quién volverá a verte deslumbrada de siglos?
mar de viajes ardientes ·y cadencia eterna, Oh! cuerpo incorpóreo sil} Jrt~rftda y sin eco,
espuma entre columnas, discípulas del tiempo, soplo espantoso que propagas las fiebres inmortales
tu razón de diamante purifica mis sueños! y levantas del J>?lvo la multitud del olviqo! .
¿Dónde las voces sec.ul<J.;res ¿Por qué impetuosos cauces de misterio eterno
que el dolor soterra? serpea la sangre y rompe sus terribles nudos?
Un soplo repentino Me esclaviza la fuerza de ese obscuro anhelar.
la flor de vuestro esfuerzo aterra
y las horas no lucen ya su brillo·divin.o. Se extingue lentamente
la memoria de un día antiguo y fuert~
La luz bate sus alas en las logias de estío que borra al duro afán mortales huellas.
y a los esquivos senos se retira. En su rostro se ha helado la verdad de la muerte;
La tierra, el aire, el mar bravío ninguna nube cruza por su pálida frel}te,
insinúan una virtud gentil. la v.oz yerta y silente
Es una v~d la sangre en que se mira la semblanza alta de estrellas.
mi sueño florecido. Un deseo vago suspira
por las cimas de abril. ¡Oh signos argentados! ¡oh mágicos tributos!
un tardo rayo alumbra la artera
Gira el tiempo en su pura geometría gracia que os evoca, espíritu que. elevas
y en el ayer perfecto nos reposa: los gloriosos frutos
El mar trémulamente sobre el poder tranquilo de las glebas.
como un romance antiguo entre el pinar se oía.
Siento aúfi la mordente maravilla Como en áspera cumbre
y yo apoyado en la viril mejilla la altiva primavera
buscando por la sombra ardiente brota y esplende
el carro de la Osa. de su triste veste
una fúnebre llama mi dolor enciende.
Los años más hermosos pasan en vana espera
¡Oh frágiles criaturas! ¡Oh padres de cenj~al
desdeñando en soledad señera
Un abrazo glacial en ;pol:vo os ~terniza
los vientos del favor;
y ante el sueño desierto que duerme la creación
en eL pecho socaba su n~stalgia la onda
la viva soledad de vuestra ausencia siento
mientras el mar marmóreo corre entre la fronda
mientras un viento
con el mismo furor.
incierto
como ·de mar y huerto,
De dudas y deseos entretejida turba mi expectación.
contemplé en los ~esnudos
ramajes del inyiel)lo Mis obscuros ausentes,
la claridad de vvestra vida dormid ·en vuestra orilla,
declinar. al pie de los baluartes que escande el oleaje.
~o 9!
o
94 95
mientras la brisa oyente multiplica su nombre
hasta el fondo ortofónico
r
¡
1
Su miraga difunde el azul de las fábulas
y palpita en sus labios un rumor de riberas.
de la multitud. Viene la geometría perenne de las olas
a mezclar su compás a nuestro abrazo
mientras el mar mueve sus máquinas
bajo la claridad' de frías devastaciones.
Renacimiento
Tú sonríes desde el óorde de ·un éxtasis desnudó
y despiertan de pronto 'los jÓbilos. a~c~nos,
Su desnudez marina resuena entre los árboles pero la ~qrma sólo responde por el tacto.
como .}a .claridad pulida de la tarde; Una caiiciá flota 'despiendida deí' mundo:
.. ' ;. J , • "
las columnas lendidas, las rosas de su cuerpo
• 1
desgarradas, a orilla de la espuma.
¡Oh, gloria estrangulada por el tiempo!
~ ·•· Transfiguraci'ó~
Desintegra el otoño su conciencia amarilla
mientras sangra la voz de las insurrecciones; Busco en la soledad pens¡1da para pianos
viene un soplo de mármol a estremecer su carne la memoria de fuentes que dicta su presencia;
y surge de la memoria de ias ruinas, el verano sofoca los frutos de sus senos
las entrañas crispadas de injusticias, y un éxtasis de estrellas colma nuestro silencio.
i belleza. que. consume,. eternidad ·petrificada!
Abismado en sus ojos de infinita nostal&"ia
imploro su respuesta blanca y vaga de estatua;
las palabras expiran sacudidas de vuelos
Verano
y mis manos expertas descifran sus cabellos.
La mañana •es un grito salpicado de pianos Cediendo a mis caricias una rosa sangrante
que abre las v"entanas al ardor del verano; su seducción mortal, al fin, se hace visible;
la brisa hace volar su ropa de campiñas transparece en la carne un sueño de jardines
en las playas de luz por donde van sus pasos. y despierta en mis brazos cambiada por la tarde.
..
M·ensaje
"l •
. ·•·· • J
L
Poemas no cote·ccionados
.Para. Mireya -:¡ 1\-lanuel
;'l 1919-1980
;•
Sombra, cielo, misterio tremante entre ramaJeS,
";.~_JJ • ..
jardín que juni'o enciende con luz flava y ~rdiente.
tOh belleza inefable que a -~í llega~ s~nne1_1.te J ~
sobre olas de ausencia y polvosos muajesl
i '.. '
' - ~ PERSONAS Y RETRATOS:
. ,)l.; .'
Cuando en la soledad, ·el. tiempo detenido,,
• . . j l -'•
en secretó'me "en'tiegue su' mas bello- presente,
la piedad y el furor se habrán ya confundido, .... , ·, . .
Esas cursis romant1cas ...
mas brillará el deseo de tu fuerza impaciente.
Ven entonces con•1manos de. n~car,y de olvido:
apaga tú esa fiebre y serena esa frente. Esas .cursis romántiCas de 'los 'ojos rasgados
que hemos visto en ~los' baiies ~ilenciosas llegar,
·.··, :)._ ,.~ cori la mano en los senos levemente ondulados,
1 ' . !.,1 J • ••• semi-espejan saludM'íÍiixtilíneos de :fiac.'
' ¿ r t Jo,}
A veces en la punta de un saludo mundano,
nos· alargan la pulcr:a laxi_tud .de una mano,
. 1q·-:;_-.-1 r ;.;
meniqudes<;'<!m~nte, ~otpo haciendq un favor, •
~
,. :~ ' .... • ·~ 1
...t 4 - - _1 •
r99
¡Oh los ~ágicos gozos!
Viviente .hermosura,
alianzas con la verdura
Como danza ·gozosa por h orilla sobre el prado ~e n~estros retozos.
que sigue un vivo imaginar divino
la ciñe er viento peregrino. . ¡Osado aquel
Mi mensaje la alcanza en la mejilla. que intente copiarte
-paradigma del arte-
¿Qué pretende de .mí lá maravilla; por buril o pincel!
el mármol blanco que del Ponto vino
y en un ciego tumulto de contino Trémulo palpitar,
a su pasión de espumas me arrodilla? locura o· razón
. :, • ' 1 ~ l. J
de no pdder sujetar
Ondea su flagrante cabellera, la insüuicia de la ocasión.
ensortijado hechizo de la primavera, Yo tengo la quemadura
eg. el misterio de la tarde pura,. de su visitación,
y el mar ·
la ternura
y mt; rwdo a sus. grac,i;¡.s in.wortales
viendo correr las márgenes navales d'e:su despertar . '.
de 5!onde nace, y mue:e s~ henl!OSlp:;a. 1 ;
' ' "f"' 1
1 •
' ,.
A un retrato
·A 'ldolina Ro~agnoili
't ~ r. J ) __! ~ ~ 1.~ r~ .. ~ ! De tarde eír el' azul aparecida,
Escuchh en el ·mendó ·de soled~a~·coirriado tL 'eh gala de otro tiempo, los cabellos castaños
el recurso de un triiid que interpone la tarde,- con colores de Rubens el pincél de la vida
bajo la fresca sombra del azul cobarde. ha pintado la rosa de sus mágicos años.
¡Oh delícia imperante· En sus ojos serenos como en los claros lagos
del musical gorjeo! avistamos las lindes de los países vagos;
Comparado reprimido en sus 'mimos hay un vuelo de encajes
al andante y en su alma el encanto de los hondos celajes.
de su voz, el discurso encumbrado
es un fútil gangueo. Cuando el tiempo destruya su ·belleza imperante
A?k
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100 101
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.
.- l"l¡ ... "•r __ _1 '. I.,. _
Mucho lo he recordado en los tiempos postreros: Antes ·de que· empezara mit viaje por el pmndo, ,
en un tren, a la o.rill~. del ~ar, ~n los senderos . - ~. -
_......._ - , ~- ' '
mi: hermandad con Millán era ya ftuto cierto. · · '
de un parque, en -el silencio de un sala vacía. De su balcÓn veíamos reÍil.écerse los barcos ..
sobre el-sedeño azúl de' l~"mar incesante.
Sueño que un día elevemos.nuestra·c;opa t;spumante i . • •
Leíamos a Shakespeare y a Goethe los dos juntos
y que apun,te. ~:o, sus ojps aqueLfulgor chisp~an~e con el alm:a en 'un puñó, pues buscábamos ambos
de cuando goberna'f?.a "Ji a. 1a vez combatí¡i!'. .. l los niveles más .altos que se asigna el espíritu.
Un dulce deporte co:il'sumía ·nuestros sueños: r 1
• Heriberto Jara.
seguir a las ·muchachás por las cailes"·del p'Üetto:
. • ¡ -1 • . l ~
( . •r t .. ~, ...
'1! ' ' ·_.r-Lr-r··...
.
'"!'" • ,..
' • • • .'"f" • ·niña: de mi expecfaéión;:.-1. · ~ ~ ·' · La Decadencia famosa de Oswaid Spengler, ·~;r
Í02 i'o3
o
del que amaba lo fáustico; y nos hall<!~Os s~los f1:~nte a l_as estrellas.
o las Cartas Biológicas qu~ e~CJ;iqip ygn Uxwell Parecía salir d<:_! .una antigua balada.
celebrando una dama, Este lgn!lc_iQ·q~e canto cqn palaqras .moradas
tersas como el cuerpo de una mujer, no anq!lVO ~n redondeles entre amarillos ternos.
libros henchidos de enc!lnto y pc;q~miento y azules monosabios com9 el de Gardª Lqrca,
que eran una fiesta del al~a y lQf ~eptidos. citando toros bravos y esqu!vando el embite
Entonces aprendí qu~ el_ es.tremecimiento con· el garbq _y_ Ja gracia q u~ ~s, glqr:ia ~e tendidos,
es la mejor parte de las vidas humanas. pero :os aseguro que valía un .as d~ orp~.
Como otros ahora quieren -cambiarlq..ro.qg, Él miraba. tan §Qlo ~1 ci.n.cho P.~i Zodíaco
ahondábamos nosott;as .en el ser· y. lo ~terno. y la constelación Q.e Cánce:r,.·Lc~r~C$1, de Tauro,
.En un jardín de enhiestas. aratJcarias vigila'Qa las ~~lul~.s y su orden simétrico,
entumidos por los vientos del Cofre y sajal>a en la 5=ame l;last~ los entr~sijos.
'·'
glosábamos los folios ·últimos· del• oto~o. A su perfil rendía las-lánguidas I)lujeres,
Cuando en Veracruz yo, una vez, goberqaba y a una· de P!i.s 1p.rimas la tenía fa~cinada.
le encomendé un asunto.·que tenía sus bemoles: Posiblem~nte f!lguna haJ?ría ·perdido el pvl~o,.
un g~neral siniestro, de estirados bigotes, pero nunca ab'!lsó de sus viriles fueros.
ahorcaba campesinos sin formación de causa, He aquí ,a mi héroe en ,Nue-ya, York~ b<;ta~o
desolando los campos con sanguinaria saña. por john D. Rockeffeler para seguir1su• lucha
Abnegado acept6 con un' ges'to cumplid~. contra el pulpo de seda engrafiado en )_a· car!J.e ..!
Lo enfrentó el bufón trágico jactándose de hombre; Está enamprado de una joven rubÍ<!',
tranquilo respon_dióle, que t~~bién )él lo. era. que _escribe una: columq~ en .el World Telegraph.
Bregaron !argamente con _un enCOJ1~;yiyo . 1 . Una,.foto. b.or.rosa recuerd~ nuestra imagen
-razones diamantinas contra
• •' 1
bravatas
.... .
necias-.
.. •
igual que si e~tuviéqmos alAondo de: un estanq.ue
Pero Millá1:,1 más. firme. a~incaba sus .rejgne~ . de hojas apagadas por la estación cobriza.
...Vuelv~ a su ac<?m~t\~a 1 al fin. lo desfachiza Desde Radio City admiramos a Manhattan; la líquida,
y le arranca la máscag c;le sefj.pr de la muerte. ceñida por el Hudson, East River y las
Tal fue mi camarada de aquel tiempo difunto. l lejaQ.~flS -espumosas de Long Island.
!
Hay cosas que se ignoran y no dice,Ja historia Al c.aer -de !a tarde fuimos a pasearnos
pero que la. poesía ha de poner en claro. ;;t River Si~e Drive, del braz<;>. ' .
Tenía Millán el habla 7de la gente norteña Un Qt<?ño bermejo vení<r de Massacbusetts,
y un aire triste y distraído. dond~; vivió Dos Passos, qu~ ~e tradujo Vrbe,
Compartía con Schweitzer, de _la música eJ gusto: y era ~1 má._s _grande de la generación perdida.
sus manos imantadas r.ec;orríap el ~«;cJado ' Un enjambre de acero zumba ent~e las astilla§,
donde pasaba en éxtasis horas _desafectadas, de un cielo picoteado por :estrellas fur~ivas,
cuando cuerpos y b~t;n.es no son ya repartibles fosforece la risa carmín de la. mu~hac.ha
104 105
y ·los tres nos sentimos vivamente felices. J .,
Estrofas' para un amigo' •- ,
Rodeado por el éxito, el_amor -y los votós, ··' _·:.
preside ·la! mundial avanzada de un sueño.~· í ~ · (En el 80 anivers"áfio, de
Millán· va por el mundo, siempre preocupado:· · ~ 'Gepnán List Arzubide)
Vive modestamente. Su juventud medita, ' ·;
pues el dÓlar io agobia "- · -/ ·
y s'u anguStia eS'muy hónda frent~ ai mal-deplorable LA ·P~~ DORAITA
·' l
Regrésame ·su sombra~· aufique -esté' más~ 'osctiró. l J __ ,_
t ~ ' .. 1 .. ~ CONFRÓN'rACIONES
q'll:e el mismísimo Fausto ¡él tan claro! · 'J,
y permite'·qlie venga - · .- ·: 1 _;~.
1 •
-·· 1
y me dig-o· a: m{ mismo, ante· tu- apagamiento: Porque una vez a Frari.cfort llevaste- una band~ra·
tú ya ·no ·tienes penas, ni" • •
yo tengo sosiego~=- . ' . -l que un joven guerrillew capturó al -invasor. •
Duerme, querido amigo,- el sueño del olvido.- ' r ¿Pretendes que el a pi;. uso se oiga en la tierra entera-
La vida es ciÓ qüe húye, y su furor, lá naaa. - ' y que todos te adíniren: por tu inmenso valor?
io6
¿Por qué anda~ contando que yo soy 1\b~ral? Entre copas de vino se pusieron contentos,
Yo con Adam Smith no tengo ningún trato y cuando se dispersaron en la soledad
y apena~ si en la escuela conocí su retrato. del pueblo, cü"menzó .Uña lárga: amistad.
En serio te lo digQ, pues mis maestros son: Tan sólo por poner en Flandes una pica,
Don Quijote, Hamlet, Dante y el Mago Simón. escribiste de Brujas, con el otro Germán:
¡hoy salimos de "brujas"! Sin una perra chicar
En las brumas del yo,1ser·yo es esencial. salieron los dos juntos con rumbo hacia Paname. _
Mi crítica comienza a partir de mí mismo, Planeabas tú casarte con una viuda rica,
y no es importante que esté cerca el abismo .. pero no era el camihO··que va a. la Moza Rica,
Asumo lo fatal. A lo lejos sombreaban los pantanos de Dam:rpe. ·
¡Ya resuenan los cascos de los temidos potros!
Miro dentro de mí. Me apartó de los otros. Mucqas veces contaste que por- los bulevare~
¡Que los perros se pongan a ladrar! te encontraste una rubiª, de iQ.verosímil chic,,
La caravana pasa sin siquiera: voltear. • que tenía la fragancia: de los nuevos cantares.
(Tú llevabas al cuello tu mascada batic.).
-¿De qué país viene este hombre ana,rf!.njad9? (Sic)
,ENCUENTROS preguntó. Y te dijo: :Tú serás mi. "beguin"-, ,
'.
Haz mejor el balance de tus bienes. y males. . \ , .
que Cueto te tradujo mu_y bien .como "pel!)ta",
porque tú de francés no parlal;>as qi jota,.
En un pueblo perdido te, e.!J:cgntraste .a. Cueto. L _ Y por aquella loca d~ ltan sandia locura
Andaban por la sierra, de maestros rurales, que a ti te volvió loco con .J~ l9ca ,aventura,
henchidos de proyectos. Llegaron a caballo. caíste en la quimera .de· <;:reert~ Do~ J't,J.a~.
El escultor dinámico de la inquietud _constañte, •. 1
C1,1ando te pasó el su.sto te er~uiste ~?gallado, contando tus hazaña~ <;qn g~sticulaciones, ~ T'. -
como si estuvieras ,are11gapdo de un estrado: por cafés y oficinas, ;por.]:)Itres. y p;;tnt~Q!J~~L~ , · ••
"En aquella refriega gi(:~pal}o Je~~~tó ¿Sigues enamoradQ. d.ela,,Maja, De,sn!lila?.!_ J i. J r. • ,
la bandera del pueblg-qu~, un_soba.rq~ ti,ró, Entre el tiempo y su cuerpo ¿no hay un pliegue de duda?
y en cuanto a mi~ h~J;!d.as, ~-e. s_uro ~9n sal.iya." ¿Estás con tu or~gü_Io plantado c;p. urm._$_squi!la~· • ·
¡Oh hombre emP.av.es.ego-.que. t~ c;ifíe.s· de oli~a! y la Internaciog?Lg_'!n~trrrea~ eJl S9rflip~?_J;. ¡ ~:1p :..
1 ...
HQ In
¿Queda algo que palpite en" tu vida azotaaa·, · ·• Pero tú no por eso vas a fruncir el ceño,
una flor, una risa, una 1ª-rga inhada?' pues sabes que si,· es 'no, dónde la vida es sueño.
¿Gallardo todavía piéiisas alfombr:ar·la vida
con los pétalos nuevos de-la dnición ·perd-ida? ~ • Los pesos que tú ves flotando en los1mercados
¿Cuántos jueces sostienen de verdad la· jústieia? como peces de plata. que parecen volar,
¿Hay quien se rebele' contra •la im"pudicia? son turbios espejismos de remotos pasados,
Trata, como en la Biblia, de· encontrar ~ "Iliezi Justos1' una ópera ñoña que nadie ha de cántar.
y pregunta a los que pare~can más adustos, ·~ ·
si habrá nombres de calles para Bassols y Jara, Los emblemas. de gloria, blasones y colores
héroes de romancero, sin falta y sin tara. que ondulan contra 'el cielo y tomas por banderas,
Queda la de Esperanza,' son tan sólo tendidos de pobres lavanderas
que en otra lontananza que lavan en un charco su .ropa y sus amores.
fue amante de un Regente. .. n '
¿Oíste algo igual de la. "perduta gente?'? . ro~ r ·
La lujosa chatarra por la calle estrq,gada,
No pronuncio su nombíe' 1porque está ya muerto,·r y los barcos de vidrio qu~ no saben flotar,
y no tier:te defensa, ni abrigo, hi puerto. ' · ' son infames lud:ib:tiQs de .una mascarada
Pero en verdad te digo· que era un gran pilló que no limpian los siglos ni las agl)as del mar.
y tan sólo merece mCdespredo am.arilfo. ·
Sin embargo, no es esto, lo que a mí me espanta, Las flores y l?s :fi:y~os de nuestra cornucopia
sino la indiferencia col) que el pueblo aguanta. que contemplan tus ojos como sueños de miel,
1 • ¡ ¿qué son sino quimeras .q.e n.uestra triste inopia,
los terrones del tiempo, del milagro la hiel?
E& VÁLS"bEL PEYOTE
Si hasta el fin de la :t;~;ocpe te llega u~a sonrisa
Si vas por el desierto hay UÍl pueblo en cucÜÜas, )h y la patria te dice que quiere hacerte honor,
no preguntes qué hace: viendo está maravillas. : · ~ ·· es la voz del fantasma vago de Mapa Lisa
En bermejos crepúsculos:·y Itvido de· tedio- que se ácerca de puntas, y en tu alma desliza
pasa su vida entera dé ,¿spera 'sin remedio. 1 un arsénico dulce, un engaño en su flor.
• 1 f . ....
Si Xochi pili te ofrenda mi raino de flores,. Ese vals que escuchaste transportado de gloria
no es la primavera de los suaves alcores: ·'. ¿es la vida que gira y girar es ·vivir? · ·
son tan sólo los cardos de -ásperos desier_tos A las vueltas del tiempo, rep~san,do tu historia
enyueltos en el polvo· 'de _los recursos muértos·. te responden las olas que girar ~s- m~rir. '
- J
Si alguien por el' camin-o 'te grita ¡AdeÍánfé!-' •. - ¡Ay, amigo ·del alma, que crees ser el maligno!
es porque falSá ruta ·hace· en ·el mismo instimte. ¡Que las ascuas son rosas que acarician tus pies!
ii2 113
¡Inocente del mito que te asombras del signo,
que pierdes el horóscopo y ves lo que no es!
.
ALARMA
Allá lejos, muy lejos hay un pueblo perdido Yo me voy al espíritu, a Dios,·
entre cactus y breñas y un nevado volcán. o con Hamlet quizás a la. vieja, ribera
Una inmensa corr~ente de podre lo ha tendido,
sin regreso, o a mi infa:q.cia marinera.
la náusea, el olvido y las piedras por pan. Ser-ahí es lo importante; no estar tumbado.
¿La vida es la muerte? o ¿La muerte es la vida?
Tú, como los huicl:wles, espera las auroras, ¿Es un sueño acaso? ¿El capricho del Hado?
y mira cómo pasa la danza de las horas., Quién sabe, quién sabe, hay aún que esperar.
ll4
ll5
Quisiera marcharme, pero antes ·desalterarme,
La poesía es' lo que vive más que .una ~sepultura¡ ·
y a borbotones bebetme el mar.
Es la pura excepción. Un soplo• de. altura. . .,
A~iós.
La flor invulnerable a la espada temida.
El Óltimo Yedu'éto qué nos deja la vida.
ARS PoÉT{CA
Es angustia, horizonte, anhelo del confín.
con una virtud· rara que te saca la espina, el albedrío marino de la brisa
y para todos brilla: ser amigo sin fin. alborozado corre en tus portales.
Los sones de campanas por la altura· Volveré a tus riberas, claro río,
van volando a morir entre las eras, a retemplar mi espíritu en tu brío,
donde se alzan las cúpulas señeras antes de' a.ndar la Óltima jornada.
que aposc;!ntan la luz de tu hermosura. ,
. . Al ocaso arderán las viejas fraguas
Pasa el tiempo, co~ él té,lmbién''la vida, del sol, mientras tus aguas
el alma queda en soledad transida corren hacia la mar y hacia la nada.
y es tan sólo rescoldo el sentimiento;
Oigo el ~ulso latir ... Tras los trances del mar y _sus murales
avanzas de l;¡..s áreas sepulcrales,
y despacioso pasas por mi puerta
Oigo el pulso latir de tus riberas
que la vida y la muerte- me enseñaron; cantando tus baladas de marino, .,
forastero, crecí junto a tus eras, · mientras que yo contemplo mi destino
y tus aguas al mundo me llevaron. y los despojos de mi vida muerta.
122 123
¿Por qué en su afán la .carne floreCida
Como Leopardi muo ... junta al goce la.pena de la vida? .
Como el pájaro oculto entre las brumas
Coll}Q_ Leopardi miro el infinito, que lanza al ~ire su dolido grito,
de la antigua colina de mi infancia; envío mi mensaje al inJinito,
el lejano cristal en la <Hstancia .sobre el sueño .del mar y las espumas.
corriendo va a la mar de ronco grito.
~· 1
Yo, conduzco a mi pueblo, pétegrino,
entre votivas piedrás y adivino
Esperaré paciente en la ribera •
cerca el mar de la sal y la alborada.
que a mí llegue el tiempo prometido:
siento ya qué se acerca a mi latido ' '
la amarga broca de la edad· postréra. ·
,r,
1 ¡Oh tiempo! i.Üh río ...
Contemplando en tus aguas de esmeralda
mi nostalgia_y:.tu eterna primavéra, . ·
¡Oh tiempo! ¡Oh río de la existencial
una vez más-Ia;··parda semente.ra~ -"' ·"'
Voy en la entraña de tu ser fluido,
dará su fruto eSüarlata y gualda·;
125
124'
marcho por el caudal de tu experiencia ¿Los dones de una virgen. que desgarra su velo?
que atrás dejó mi último latidoi ¿El canto y el amor en :p.uestro cora~ón?
¿Qué es lo ~que· ha pasado? ¿Qúé fue de nuestro ayer? TrabaJo en una estancia que mira hacia el pasado:
Yo amo vuestro trato y vuestro parécer, en silen~¡o~ t;n,edito y ,escribo
't
.mi pensat,,.,
~;.,-ji_¿
';,_
. . ::!.>
,.r ~'"' '•,~_Jf!)1·
...
Los Cantares de Elskámp,· de Verha~ren, Las Horas, la tarde s<:_ "d~spide en. un trance mora~o. . _, ~-
su jardín y su tumba, del Escalda, las proras Una sílaBa-a veces me apar,ta~dé un·.~sf!r. <.... ·• ·:,_·:
~ ~~-- ·-· l.. ;-, u .. ll
y la Eva divina de Carlos Van Lerberghe,
pero amo sobre todo, más que todas las cosas, No tengo yo taller, pues mi quehacer es leve:
el primor de las rosas en ronda las palabras me vienen a buscar.
que me dio una mujer. Ni ostento joya ilusa, ni tengo premio aleve.
Yo me gano -~a glori_!l ~o~ mi propio cant¡t_!., _
' l . /1
En cerrada claus~r~ estoy libre .del mundo,: • í· .~
El poeta y el ciégo· ¡oh la, 111~ g~é sJ~.:vefe~.~e he escapad~ ~;~ab~nd~,, .,
\
que ni el mismo sofista me pudiera alcanzar!
" "~ t:'~I1· ~. · • • -; J. " .~ . ' f_~: -~
r ... ~ .~ 1 v (
•
Una tarde que en ,Londres paseaba' ociosamente· · ' Las hojas ..de m,i cant? ~e junta~ una.~. illnat,' ,(,!:'! 'w"l:i:!l
adosado a una esquina hallé un ci~gó c·antor; y en la n_o?~~· '!?!uñid.as, Al~}~s. qc;ja_la -1~~~! :...·•~•;•¡ {
parecía una escultura por su mirar ausente. que acar¡~q_!l.S<?nando~l.~ gmt,ap;:a_. del mar... :"'"' !:. c;:r~:q
Mi socorro eri süs manos le puse con fervor.
r •
¡Cuánto me gustaría que 'los viejos juglares El otoño ha acampado su cortejo dora<;lo
cantaran las estrofas dé mi -viviente afán, y difunde vibrantes leyendas de metales,
por calles trajinantes de mancillados lares!· mientras yo sueño que unos ojos suavemente imantados
de soledad, alivian mis vigilias mortales.
Y que siempre se canten en las tardes de duelo,
polvorosas. de gente, como· en Portobelo; Pasa el viento· accionando su~discursó amarillo.
entn; harapos y ·huesos que al camposailto van .. El agua confidente· adara sus escalas
y el sol, que •luce apenas ·con apagado brillo;
ensaya sus esgrimas en las doñrtidas salas.
128 12!)
e
Otoño, encantarpiento de la leve piqtura, Yo respiré la Arabia ·de los· tibios jazmines
me miro en ti y recorro tu triste agrimensura q~~ brota suavemente de su cuerpo fragante
buscando en el retiro de la tarde velada, teJido con el gozo de la hora radiante
Y las rosas carnales a las diosas afines.
del vino de tus viñas la ardiente certidumbre,
pero hallo sólo el imperio de la herrumbre, El viento terminó con visiones y halagos,
y en lugar del prodigio la carne desahuciada. acumuló el otoño sus bárbaros estragos;
fue su paso un momento de breve claridad·.
III
Teoría
Cuando miro a travé$ de los viejos jardines
de las vagas marinas el azul deslumbrante, Sobre una sola tecla
se enciende su recuerdo de gracia palpitante el agua 'insistía
al fondo de una fiesta de mágicos confi_nes. sin argumentos.
130 131
AIRE DE •AUSEN CIA y a los :biseles de la .luz poniente '
vuela la metafísica del 'día.. ,·. • L'
. t
~
' r 1' .f
hecho por .tres o cuatro,
..
r ~ ~
recibe las caricias ae1 amor. familiar¡ ,
1 -
.• r
1 ·l ~ ' 1 ,.. ' , . ·~ ,, ~ ~-
gente de mi pasado,
en las bellas criaturas y susr tiernos amotes · 1 1
oyendo en ~is umbrales los latidos Clel mar.· ' 1
sombras de telr?n': mi,
.,
Cristina y Se~eriano
.. cogidos de 1a mano,
¡. 1
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.. '
: •.. ·.tj
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1 .• l
'T"
134 135
.
te vas a condenar.-.
'
Olvíde..nse mis señas·
~Están tus días_ :cqntados y grítenle q las peñas
gritóme el emf?oscado los que ver}drán atrás.
con hond(). resr?na,r. El eco es el segundo
Mas hícele yo'1trente, y no don Segismundo,
y le solté estrideñte: que desde el otro mundo.
-Me haées los minídadps." responda al trasbarrás ..
-De mí te has de acordar.
Natura es un enigma , .
que pone como estigma
Algunas' sombras rafas
su sexo al tulipán,
detrás de las mamparas•
desde su verde entrañq,
están a lo que están.
la vida es miel de caña,
La trova co~ s~ lazd
azúcar de arrayán.
las ata en :breve plazo: . . ·
¿Caerán o ~no caerán?" ' ' • \ Modele Dios su barro' ,;
. i ' t •~ "t.
¡Si mudan las estrellas, · i.." . de donde yo me agarro
cuánto más las doncellas! ' igual que hierro d imán~-,
Que no me queme el fuego .
1
El tiempo_ chinchurreta de su divino Ego, ' • •
y el vicio con careta y séame leve el jue..go ···
(_ ' '1' ... "'· ~
de vienen y se van.
1
142 143
;' 1 . . y dije: es mi destino, • ' · • r . HAMLET O EL OSCURO
es ella a quien seguiré.
"J. .•
Personajes·
1 _f~
que estuviera ·asombrado
es el pasaje agotado· por lo. sobrenatural. •· '
sobre la eternª cuestión:" 1 ¿Qué. harías .tú•si un-finadó ,• I
T o be or not to .be . : ._ te salta qe un matorral?
HAMLET: Déjalo p~ra después PoETA: Yo exclamaría ¡Qué padre! -
porque está en el tercer acto.
HAMLET: Es· una finta vulgar
PoETA: Pero estuvo de.. antewano
indigna de ti, rapaz~
en el segupdo.
Si amas reahnente·al arte
HAMLET: l]n tracto
tendrás' que repóttarte
lo arrancó de su lugar. 1
y c~ñirte a :lo veraz!
PoETA: Derecho v(!.mos al pu~to:
Tienes•que "ser", no ''ha'hlat",
¿Seguirás tras el difunto? como esa gente qüe vuela
HAMLET: Espectro -qu.err¡\s decir .. d~ un romance de vihuela
PoETA: Es lo mismo· que~morii:. '' tras -el aplauso banal.
Estuviste conturb¡:¡.do PoETA: ¿Y si fui ya no seré?.
cuando hablabas con' el en_te ,.¿Y si vivo morir~?
y no querías avanzar 1 •
¿Y ·si muero acabaré?: ' -
más allá. del terrado. HAMLET: Lo que pa'só, ya~pásó.: 1 ~' •
HAMLET: Tú leíste· ma.l mi .drama; Es fuerte forzosidad. ·
Nada de eso es..ciertq, POETA:
.,.,,
¡Un pleóriasnio te a,garré
Estás en: grJln. _(Jesconciertq y el que agarrÓ.:.
con tus .cuentos <;le pilmama. HAMLET:
PoETA: Siempre· tú tan arrogante. ' Tu tendéhcia es trastoóír' ·
No dudo que seas valie~te, ., y te gusta ei calairifnir.
lo probaste en· álta mar PoETA: Tu quoque. ¡Av<; y abur! ·'
·~
en incr~íble. disl<J.t~,
cuando saltó el disparate
(Quiere .irse, y HdmTet l'e- sujeta
., cuello)
por 'el
,-
y dio banda,zo.s tu autor. HAMLET: Agu(!.rda. Vas ;i ·eñtenaer·' .. )
Pero te encogiste f.r~Qte· que para 'la eternidad• '
al fantasma peregrino ~,
no importa la actualidad,
tan parecido. a tu padre. .' ¡ el fin es ser o no·ser:
HAMLET: Por el ~gntrario, fui adre- POETA: ¿Eres Hamlet o su sqmbra:?
demente .eñtr.e..mj gente HAMLET: Del infinitó· eres dueño ·i
para abririi_le camino. y me evocas: ¿Q11e te asoñlbh?
Sin -embargo, e% p.atural
149
148
PoETA: Pasar del sueño ~a la sombra
~\
l. \ tú te pierdes y· me pierdes
l
para volver luego al sueño. y no queda apelación.
HAMLET: Es lo mismo sueño y sombra, PoETA: No volveré a transgredir
Tu vida es una sonata la ley de nuestro vivir
en las manos de una joven aunque sea -contractúá.l;
que recorre su ,teclado de clialquiér manera mata.
instigada por Bee¡:hoven .. HAMLET: Lo que el tiempo te sopló
Sueño Y"spmbra, ·sombra y sueño, ei viento se lo llevó,
que la enciende y desbarata y la vida te amargó,
en Sl,l fuga de fogata, pero todo queda igual.
para abajo y para arriba, PoETA: Tu crueldad con Íos galanos
y como· una catarata Rosencrantz y Guildenstern
a la tnuer.te te derriba. te mancha. Erais real-
PoETA: Quiero que poQgas tu empeño mente amigos, pues no en vano
en resolver la cuestión, ellos creían ·servirte,
que esto a mí me quita el sueño, ya que ignoraban la urdimbre
pues el que había no nombra. inventada por el rey.
y agrava más mi· aflicción .. Obedecerle era ley.
Si tarda la ·previsión, Los trataste a Ío gitano.
cuando termine la espera HAMLET: Pero tú ignoras el timbre
estaremos ya al ras, del pbder y la realeza;
y lo que venga de fuera yo mando por mi cabeza
o lo que. quede en cantera . y no por lo que otros ven.
será el paree y no. la paz. . ·• PoETA: No creo que estuvo bien
HAMLET: Sí que es. gran~e .tu ambición. el pliego en substitución
El engaño de tu sueño al que envió el soberano:
es tu propia. perdición. tuviste la ide<!, villano, "
PoETA: Quisiera yo recordar de escribir en el papel,
en este mismo lugar: ! .1
mátalos hasta inconfesos.
Dar o no dar es la •cuestión. · ¿Qué dices. de ·estos excesos? •
HAMLET: Ésa es la cuestación. Cuando estaba ·humillado el. ~
M e sacarás canas verdes, asesino y a tu alcance,
jamás vi. tal sinrazón. con el alma ya serena
Tú ni ·~tas ni desatas, de lq ÍJ1mJindicia _lustrado;·
y si :de la cuestión tratas,: no cumpliste su condena,
151
'1
~
sin poner ningún refreno. defendiendo tu manía
Te alejabas de la gente cuando a Polonia, sin vida,
para fingirte demente dejaste de una estocada,
y volver a tu devaneo, y expusiste. su barriga
soez, duro, inclemente. digna de mejor intriga.
HAMLET: Prefiero abrir el pichel También los sepultureros
y no tragarme la hiel hicieron sus chistes torvos,
que me envenene el aliento. y todos ponían estorbos
¿Querías que me befaran que estropeaban el mandató,
y a las barbas me soplaran?: · que adrede el destino loco
PoETA: Recuerdo- bien el fragmento con un pretexto barato
cuando estás frente a ti mismo guardaba· en su desbarato.
y haces sonar tu lirismo Sólo Horado era sensato
'
autoritativamente pues era parco al hablar,
con un arremetimiento por lo que se supo poco,
rayano en el paroxismo. Y ante la duda es mejor
absolver que condenar.
HAMLET: El rey se tenía en güin'dia,
El acero y la ficción,
cuidaba su retaguardia,
estaba a la defensiva, la añagaza, el expediente,
he aquí tu señalamiento
despachaba mensajeros
y tu determinación.
y ponía sellos arteros.
HAMLET: N o sa"b es 1o que es la ética,
PoETA: Ofelia decía malicias,
y ya me .imagino el aire y yo sí mi" qbligación
de príncipe y de poeta.
que pondría< cuando al socáire'
"Mi señor", te repetía POETA: Entonces, anacoreta
de deliciosa manera prefiero ser y no Borgia.
lo qut; ella se sab_ía, HAMLET: Tú sales de alguna logia
con la misma insensatez, 1 liberal, chambón, inculto,
que en la reunión de muj~r~~ hablas por aprpximación,
las chicas todas a una ' sólo al ta,nteo y al bulto. .
sin temor a cosa alguna j Por mi sangre eliza.bética -
1~4 155
ya que sqy tJ! ªdmirador,.
(eso dijo Ap-ollinaite)
pero deseo recordarte
Cri&to es el gran triunfador
que eres un egocentrista.
refuontando la investidura·
En tu hqndª con!fición,, ;
mejor -que un aviador.
eres un gran egoísta, ·
Que el diablo a mí no· me· triz;;i
un auténtico anarquista.
ni en miércoles de cenjza._ '·
HAMLET: Y tú un ~oberb!o embrollón.'
HMv!LET: Querrás decir que te tizna.
Prefiero que tú nie d~gas,
pero díme!d·en cantigas;· .;, PoETA: Ése aún no está en brizna~
las flo.r~s -que;! te enseñaron· pues yo nad en- V eracruz
en el famoso plantel. 1 1. donde la- churre no es biina
-:1•-. • 1 y el calor es nuestra cruz.
(Cant(J,r en, tono cfe:.f?t;Llada) Sólo tenía siete eneros
,-f r ~ •
y andaba de talabarte:
PoETA: Que los que la tierra ,araron 1 señas de mí puede _darte
no siempre la cosecharon,. Ía gente de mi letrero.
y que los enanos Yo conquisté mi renombre
que en ella. brin~arol) apostrofando al más- hombre
nunca, nunca la amaron .. de Íos lobos- esteparios,
Que jurat es perjurial ,., y con mi fuerza tirana
y vivir exist~:nsial. , .. . . 1 maté pulgas a desgana
Que la ~ctual g_ev-eración, y me uní a los futurarios.
que crió la televisión A mí nadie me la pega
- . ,., . ,..
se olvidó de Altisidora, y ninguno a mí me enarca.
de Helena y -d~ Mona. I;isa, . , I '1.
HAMLET: Rimas a contra y talega
y encanallada de. amor, , y acaso sólo es trasiega.
toma por alta' s~ñ~;a · ,. POETA: Igual que l.:ope qe Vega
a la rubia Súperiot.:1, • • .l
y Calderón de la Barca.
Dijeron que subiría
la vida ton amargor,
- ... ~
1?8 159
o
~l
POETA: El tiempo no vale nada.
PoETA: ¡Qué hermosa revelación
HAMLET: Hay patos en la laguna.
de Jo que estaba ·ocultado,
POETA: Yo nado ~Qn la .quimera.
apenas tornasolado HAMLET: Tú nadas con la ·fr:Utera.
vuélvese brillante sol!
POETA: Yo sufro con la frutera.
HAMLET: ¿Qué te. importa< ·lo· encubierto? HAMLET: Y tú sufres con la quimera.
Tú piensa sólo en lo cierto, POETA: Bailemos con la s~rrana.
lo precipuo es .la cuestión. HAMLET: Corramos por la pradera.
Cuando te grite la parca POETA: La vida está en el mañana.
ya tu tiempo se acabó, HAMLET: Pero el mañana no es nada;
procura estar en la barca POETA: Dale espaldas a la nada.
y que tu "yo" sea tu. "yo". HAMLET: Trinquemos con . Santillana
.
¿A favor de quién estás?
pero ya no digas nada.
PoETA: Miremos a .Un9 por unO".
POETA: La nada es desnarigada,.
HAMLET: ¿Te simpatiza. Unamuno,
Sartre, Marcel, Kierkegaard? la desnarigada es nada.
i
1
:1\
11
con los p~los en la maño él llevaba siempre lú'nidt
dueño eres de la cuestion. y yo la cáfuisá ~íüica; J:
HAMLET: Si dudo, amígo Manuel, él era poeta tomista
es a causa dCl t±aslumbre; y yo avanguardista.
lo que hoy es tapado' fiel HAMLET: No quiero tirarte eJ guante:
mañana será deslumbre pero fuiste del gobierno, r,
y querrán morir por él. te subiste ál carrusel.
~ ·1
En este mundo bribón PoETA: Pero no estuve con él
el juego-de la mentira ni él con rol sacramento.
está en nuestro corazón. En el establecimieqto
Cuando ia alondra suspira las almas son de cemento
y te arrúlla su canción, y las glorias de papel.
la verdad es qué ya expira HAMLET: Eso suena a desahogo.
y acabó nuestra· ilusi~n. PoETA: Siempre fui a la verdad
PoETA: Hamlet, Hamlet, diárr amarga fiel, y jamás me arrogo
suena en mí tu reflexión. el gesto del demagogo
Yo creía la ·vida larga·, o cosa que nó es verai.
. . l
de una eterna duración, l
~66 167
POETA: ¡Qué lío!
\l que la re.ina, por error,
HAMLET: para caer en la hu esa en medio de la disp..ita
abrumado de tristeza. be~ió ante el usurpador.
POETA: Pero no resultó mal,
lt PoETA: ¿Mas tus gritos infernales?
' ¿Tu querella irracional salió ganando el autor.
en medio del barrizal? HAMLET: La fuerza del desatino
Acababan de enterrar provocada por el cetro
a Ofelia. Tú la ofuscaste, nos enredó en el destino
la dejaste mál herida y en sus redes nos togió.
y causaste su suicidio Sólo dije: Vade retro,
(deberías ir a presidio), y en un goipe de costado
pero antes, de una embestida, mi espada lo congeló.
a su padre le sangraste. POETA: Palabras,. declamaciones '
Dijiste, es. una r<1,t~, hay muchas contradicciones
no era cierto, fue :un;;:t erratá, en tu. manera de aCtuar.
y hasta lo puedo jurar. HAMLET: Ya te expliqué que lo oculto
HAMLET: Me saltaba en la retina. me inql)ce a desvariar,
Estab;;:t tras la. cprtina. a veces lo de más bulto
PoETA:
HAMLET: Ya no importa, un b9tarate, es difícil de feriar.
que tenía qu_e despachar. POETA: Te cargas mucho a lo oscuro,
Escrito a nátivitate 1!
toma un poco .de bromuro
estaba ya. y deja de cavilar.
PoETA: -Tate, tate ... HAMLET: ¿Me quieres tú provocar?,
Todo es ven·eno y acero. POETA: No. Ambos somos hlientes.
en tu determinación. HAMLET: Llevarías la de perder.
HAMLET: Lo más terrible del drama:, POETA: Estaríamos a la par.
por la ca~sa de un botóri, 1 Me he batido hasta los dientes
i
fue la muerte a la derrama:. ·
1
al lado de Lagarder.
1 HAMLET:
PoETA: Explícate, barbinzón. 1 ¿Por casualidad también
11 de farra con Sandokán
HAMLET: Tenía veneno el flor~te
de Laertes, que entró en la trama, no te fuiste alguna vez?
pero hubo el truequ~ fatal.
r
.j Vestirías de caftán
' '
Yo pincliélo a él, el éuaf 1 fumarías en narguilé
me esgrafió a mí, igual. estarías con la odalisca
En la copa había cicuta más hermosa del harén
168 Í69
PoETA: El pasado es el prese:qte T >
queriendc;> sacarle pizca, y el presente es el futuro._,
y te arrojaste a \os pies HAMLET: El tie!llpo. :P9 está enfren~e,
de la hija d~l sultán, tampoco detrás del muro.
que te daría un tente en pie. Está, sí, precisamente
¿La reina de Saba no te en el pt.Il).to d~l momento,
hizo un t~l~guiño no es cosa de .conjuro
o cualq~ier otro escarceo mas de ~iempo simplemente.,
que resaltara su aliño
POETA: Desinteresadamente
como aquel dulce meneo
Einstein tocaba ·el violín
con que destrozaba. a Antqnio,
en urr tiempo diferente.
y no era· sino _el demonio ,
Su maestro le decía:
disfrazado de mujer?
muchacho, cuenta hasta tres
PoETA: Me adi~inas el tupé.
o qué ¿no sabes contar?
Lees mejor que en el café.
Pero él entraba a destiempo
HAMLET: Sospecho que son patrañas. y se quedaba. atrás,.
Estás mostrando tus mañas.
en .un tiempo sin compás,
PoETA: No:Hamlet, te Io aseguro
de aquel tiempo sinfín
que no son cosas de ayer, 1' en qt.Ie se medía el tiempo -'
el tiempo está ya maduro. 1
con la cuerda de un violín "' ~.'
HAMLET: Hay algo que huele mal y la vida valía más.
en este reino letal:
HAMLET: ¡Ah! qué diablo de muchacho,
una peste de salmuera.
cree que era menos gacho
Las jaibas de la albufera.
PoETA: ,. el tiempo de aquel violín,
HAMLET: Todo está en putrefacción. cuando Einstein, enclavijado1
Ya no se ve el cielo. sonando desafinado,
El aire .tan alabado perdía las horas sin fin.
por el pincel de, Velasc~ Pero todo es relativo. 1
ahora está hecho un asco. Yo no hablo de, lo vulgar, -
PoETA:
No te salgas del presente. ~.
sino de lo sustantivo,
PoETA:
No abandones la cuestión. hablo de la eternidad.
HAMLET: Todo está. contaminado, HAMLET: ¿Crees que el espacio es ~urvo:?
desborda ya la cloaca PoETA: Quizá yo no soy tan furbo
y corre la masa eJ11pírica,
(quiero decir tan taimado)
se diría que es la lírica. como E~nstein pretendí~
Hacen oras y alharaca.
171
170
dialéctico, iropariguaJ,
ser él, porque si salía es sólo u~o, :rio dos; -
por el costado de oriénte Y si víaja hay para-dos,
volvería por el ponienté. ,pues es país de excep~ión,
Pero ¿quién lo contaría? Y aunq~e no tiene Dios,
¿Quién lo vio alguna vez? sí tiene su calavera
Yo prefiero ir de frente '
su Tonantzin agorera
como el judío portugués, . crismada de Concepción.
que a fuerzá de caminar, Que este pueblo de rebozo
es decir, durar, durar, anda en busca déi mejor;
ya nunca regresó, pues si~te tiene ya en retozo
al fin se encontró con Dios, Y. es ca paz de echarse al pozo
y así siguieron los dos s1 a! traste da con su gozo
en la misma. progresión. el emboscado mayor.
El tiempo con que yo cuento Baraja y deja cortar.
no se parece al de ayer. HAMLET: Hablamos distinto idioma.
Si acaso queda un re'flejo Yo digo las cosas cienas
• - 1
de aquel tiempo en el espejo aunque parezcan oscuras;
quedaría ·algo por ver. tú las cosas alertas "' '
HAMLET: ¿Y qué cosas hay que ver?' como si fueran locuras.
PoETA: Que er pobre duerme en petate PoETA: Hablo lo mejor qve Roma,
y se acuesta con su mujér, me enseñó d~ .su. vivencia
. - -' ~·
los días son- de metate·r • '.
a veces un poco vago, "
y las noches de querer. pues me el}canta el simbolismo
'
HAMLET: ¿Y" si aumenta la ral~a? me gusta" la_ ambivalencia, '
PoETA: No es cosa que 'importe a él, aire y donaire de FranGia. '
eso es tan ~Ólo cuestión U na expresión sin Jtalago,
de la ley de población. un _p_oema sin fragancia
Listo a perder la zalea me cae como sinapismo. •..
quieré morir al' arranco, HAMLET: Sin embargo, hay algo acjago ~ J'"
en el pr~mer atrabanco en tu lengu_aje extraplan.o; ~ '
y de mane? liviana, presiento éomo un engaí!o.~ - ~
porqúe es hombre de través: En algunos intersti(:ig~
"Si me 'han de· matar mafiana: • .se ven· ya los estropicios;
que me fuaten de una ve~." ;de la, verdad, y los vicios.
Que México, existencial,
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aparecen sin empaño;
ha{que·reír, hay'que éomer; ·
POETA: Debes tenerme confianza.t hay que emprender, hay que· elegir,
Sellemos la Nueva AlianZa.
hay qúe tomar, hay que escupir,
con la sangre de ·un cristiano, hay que variar.
o, mejor, dam~ la mano. HAMLET: Eso será en la otra esfera
HAMLET: ¿Es firme tu vocación? . l de la comparsa embuster~.
PoETA: Soy hombre determinad.o. No sabes 'adónde va8.
HAMLET: ¿En las tinieblas cómo .eres? . Presenta tus posiCiones.
PoETA: Yo soy el que vive y muere. PoETA: No seas tan absoluto.
HAMLET: Está fuera de cuestión. HAMLET: Sólo hay poluto e inipolüto.
En ti quisiera creer, PoETA: Y entonces lo insoluto
pero no es firme tq tráza, ¿quién lo va a agarrotar?
hay algó que no me pasa. HAMLET: Esperemos el positivo.
Tu repique es de doblez POETA~ No siembres ya más cizaña
en toda la encoraa<}ura,
y es extraña tu frescura, '. Y deja crecer la caña.
La patria es lo relativo
que me hace comparecer. Y ya no queda canuto.
Eres como fos políticos, Menester es cultivar.
que esperan los tiempos pít'icos HAMLET: No sé lo que tó pretendes
para salir al encuentro. ' · ni a qué es lo que tiendes.
A ellos y a ti les digo _ '• En esa dubitación
que ya el gusanó enemigo· está nuestra ,perdición.
les está royendo de:vtrd.
PoETA: ¿No somos acaso el mismo?
PoEtA: Pero, H:amlet, sé indulgente, •
HAMLET: Di mejor un similismo.
no te eniades del relente.' '
Me Ueva.~s al abismo
Crees qüe todo el inundo girá
• ·• * l si no ahincas la cuestión.
en tomo a lo que nos t1ra. De ti seguro no es.toy: . ..
a
Mira un· poto lo medulaF, ..
son raros tus procederes.
al trauma, 3! ;lo trausente~
Solamente el absoluto
HAMLET: ¿Qué me quieres s1,1gerir? . - \'",.
podrá decirme quién eres
PoETA: Que- nó todo es s:oñaF,. · · .. Y quién yo creo que. soy.
que·. no todo .es morir,. Escoge: ser o no -ser.
que no es· todo acabár~ ·- POETA: ¿Por qué estás ahu,izotado?
Hay que mediar, hay que· transar,
HAMI.ET: Me atacas al aguafuerte.-
hay que entender, h,ay..que adquirir,
Y entintas mucho el•iodillo
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ÍNDICE
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Estudio preliminar g.
ANDAMIOS INTERIORES
Poemas radiográficos
1922
Prisma 35
Flores aritméticas
Esas rosas eléctricas ... 37
Todo en un plano oblicuo ... 38
A veces, con la tarde ... 39
V oces amarillas
Y nada de hojas secas .. . 40
En la dolencia estática .. . 42
:J.>or las horas de cuento .. . 43
Perfumes apagados
Al margen de la lluvia .. . 44
Tras los adioses últimos .. . 45
1 1 Como una gotera. . . . 46.
¡
' l1
VRBE
Súper-poema bolchevique en 5 cantos
1924
l. He aquí mi poema. . . . 48
U. Esta nueva profundidad del panorama ... 51
IH. La tarde, acribillada de ventanas .. . 52
IV. Entre los matorrales del silencio .. . 53
V.. Las hordas salvajes de la noche. . . . 54
185
' ....
POEMAS INTERDICTOS Transfiguración 97
1927 Mensaje 98
Poema~ inter(iictos
. POEMAS NO COLECCIONADOS
Canción desde un aeroplano . 5'/
T.S.H. 1919-1980
60
Primavera 61
80 R.P. . Personas y retratos
62
Puerto 64 Esas cursis románticas ... 99
Revolución 66 A Gloria Campobello . lOO
A Idolina Romagnolli lOO
Poemas de la lejanía A un retrato 101
A un amigo 102
Partida . 69· 102
Ruta. 69 María Isabel
'
j
Elegía a Ignacio Millán 103
Paroxismo 70 1 '
107
Estrofas para un amigo
Evocación 72
Saudade . 73
La plaza dorada . 107
Confrontaciones 107
. Encuentros . -J98
MEMORIAL DE LA SANGRE 110
• La máscara .
1947 1
• El país de la U 'Iil
Interrogaciones ni
M'emorial de la sangre 75 El vals del peyote 112
España, 1936 .77 Alarma ' 115"
Este día de pasión ... 79 Bifurcación 115
Cántico de -liberación 81 Ars Poética 116
Fundación del. olvido 84 Destellos . 117
Elegía mediterránea . 87 Autorretrato con paisaje 118
Elegía paterna . 89
Trt;s ciudades
La memoria y el viento 118
A Veracruz .
Metamorfosis 92 A Guadalajara . 119
Plenitud . .' 93 A Puebla 120
Cita . 93
Venus prospecto 94 El poeta y el río
·Oceánida 94 Evocando el tiempo .. . 120
Verbo ~. 95' Cuando en pensarme .. . 121
Renacimiento . , • 96 122
Contigo van ...
Verano 96 Oigo el pulso latir ... 122
11 '
186 187
De la ausencia devuelto ... 123
'Como Leopardi miro. . . . 124
Esperaré paciente. . . . 124
Preludio en la montaña ... 125
¡Oh tiempo! ¡Oh río! ... •' 125
188