Importancia Del Renacimiento
Importancia Del Renacimiento
Importancia Del Renacimiento
Pese a que, si somos fieles a la historia, ni la Edad Media fue un periodo tan
oscuro como se ha pintado, ni el Renacimiento uno tan luminoso, lo cierto es que
sí se destacó como un periodo en el cual el ser humano tuvo la voluntad de volver
al camino de la ciencia y la lógica inaugurado por los filósofos griegos y que había
dominado en las élites culturales del Imperio Romano, hasta la llegada de un
cristianismo que, en muchos casos, se presentó como fanático y dogmático.
Contexto histórico
En el arte esto impacta de manera central, pues la figura humana vuelve a tener
un papel protagónico en la pintura y la escultura.
6. Optimismo
Hay una especial valorización de la vida terrenal frente a la eterna, por lo que el
hombre renacentista quiere gozar del aquí y ahora, sentimiento plasmado en la
célebre frase carpe diem (aprovecha el día). El mundo pasa a ser un lugar para
ser vivido con intensidad.
8. Crecimiento de la burguesía
Desde esta sección del portal Arteguias podra acceder a información y artículos
relacionados con la arquitectura, escultura y pintura española del siglo XVI.
En lo concerniente a la pintura renacentista del siglo XVI hay que tratar a Juan de
Juanes, Alonso y Pedro Berruguete, Sánchez Coello, Juan Pantoja de la Cruz,
Luis de Morales "El Divino" pero muy especialmente el sublime y espiritual genio
del manierismo "El Greco".
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Michel de Montaigne
Jorge Luis Borges escribió sobre él: «Shakespeare es el menos inglés de los
poetas de Inglaterra. Comparado con Robert Frost (de New England), con William
Wordsworth, con Samuel Johnson, con Chaucer y con los desconocidos que
escribieron, o cantaron, las elegías, es casi un extranjero. Inglaterra es la patria
del understatement, de la reticencia bien educada; la hipérbole, el exceso y el
esplendor son típicos de Shakespeare».5
Shakespeare fue poeta y dramaturgo venerado ya en su tiempo, pero su
reputación no alcanzó las altísimas cotas actuales hasta el siglo XIX. Los
románticos, particularmente, aclamaron su genio, y los victorianos adoraban a
Shakespeare con una devoción que George Bernard Shaw denominó
«bardolatría».6