Babas
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Son aquellas especies que se consumen pero que no están dentro del manejo
zootécnico, estas especies pueden ser: chiguire, galápago, babo, pato, avestruz,
entre otras
CLASIFICACION TAXONOMICA.
Reino Animalia
Rama Bilateria Cuerpo con simetría bilateral con respecto al plano sagital.
Filo Chordata
Cordados
Subfilo Vertebrata
Vertebrados
Superclase Gnathostomata
Clase Reptilia
Orden Crocodilia
Cocodrilos, Caimanes y Gaviales
La eclosión tiene lugar a los 90días y las hembras realizan cuidados de los
pequeños hasta que sean lo suficientemente grandes para poder defenderse por sí
mismos. Los caimanes hembra tienen una vida reproductiva activa entre los 5 y 10
años de edad (una vez que hayan alcanzado 0,9-1,2m). Los machos alcanzan la
madurez sexual a un tamaño mayor pero, al crecer más rápidamente, son capaces
de criar a la misma edad. El ranking social influye sobre la edad de madurez sexual;
aquellos que comen más, crecerán más rápidamente y alcanzarán el tamaño antes
que otros.
Dos meses más tarde, los pequeños babos salen del cascarón ayudados por la
madre o cortándolo desde su interior con un pequeño "diente" desechable que
poseen en la punta del hocico. Su carne y su piel constituyen un recurso económico
que confiere valor a la fauna llanera.
Los animales deben ser alimentados a una misma hora, a los fines de no
ocasionarles molestias. La cantidad y frecuencia de suministro dependerá de la
talla de los animales y de los estilos particulares que se ajusten mejor a los
requerimientos del productor. El alimento estará constituido fundamentalmente
por proteínas de origen animal, complementadas con minerales y vitaminas,
manteniendo una relación de calcio-fósforo dé 1,5:1. Los suplementos utilizados en
la cría industrial de aves llenan estas condiciones. Las proporciones recomendadas
de suplemento están
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Biodiversidad
A nivel mundial, el orden de los Crocodylia está representado por 3 familias: Crocodylidae,
Alligatoridae y Gavialidae, las cuales incluyen un total de 23 especies. Once de ellas (todas
pertenecientes a las dos primeras familias mencionadas) están presentes en el continente
americano, principalmente en Suramérica, en donde habitan siete especies.
También es muy buscada por cazadores furtivos y oportunistas en general, que no dudan en
dispararle a cuanto animal se mueva en el monte para aprovechar su piel o consumir su carne.
A primera vista, la baba y el cocodrilo del Orinoco –para quienes no están familiarizados con
ambas especies– son bastante parecidos. Un detalle que nos ayuda a identificarlos en la
distancia, sin necesidad de acercarnos mucho, es que las escamas dorsales en el cocodrilo del
Orinoco están profusamente carenadas y sobresalen a manera de espinas, mientras que en la
baba se presentan más lisas.
Cocodrilo del Orinoco en el Caño Matiyure, Venezuela. Nótense que las
escamas dorsales son muy carenadas
Las escamas dorsales en la baba o caimán de anteojos no son tan
carenadas como en el Cocodrilo del Orinoco, y por ello lucen más lisas
Cocodrilo del
Orinoco
Si estamos un poco más cerca veremos entonces que el cocodrilo del Orinoco posee un hocico
bastante más largo y estrecho en comparación con el de la baba o caimán de anteojos, algo
corto y grueso. Además, cuando el cocodrilo del Orinoco cierra la boca se mantiene visible el
cuarto diente de la mandíbula inferior.
En cambio, cuando la baba tiene cerrada la boca únicamente quedan visibles los dientes de la
mandíbula superior, como podemos observar en las fotos de más abajo.
Baba o Caimán de
Anteojos
En la foto de la derecha, la flecha señala otro rasgo que nos ayuda a distinguir ambas especies.
Las babas presentan un característico borde transversal que se extiende entre las órbitas
oculares, siendo esa la razón del apelativo “caimán de anteojos”.
Por lo demás, los cocodrilos del Orinoco son mucho más grandes que las babas, pudiendo
alcanzar hasta seis metros de longitud; aunque los que usualmente se ven asoleándose en los
ríos de los estados Apure, Cojedes y Guárico (río Manapire) no sobrepasan los cuatro metros.
Un dato interesante para poder identificarlos de noche es que el reflejo de los ojos del cocodrilo
del Orinoco cuando se hace incidir una luz sobre ellos es azul-verdoso, mientras que en la baba
es rojo-anaranjado.
Como todo crocodilio, las babas son animales ectodermos, es decir, necesitan el calor del sol
para regular su temperatura corporal y mantener el metabolismo en niveles adecuados. Es por
eso que usualmente las vemos fuera del agua durante varias horas al día, completamente
inmóviles, asoleándose. Pero son capaces de reaccionar de manera explosiva si se sienten
amenazadas y correr al agua con increíble rapidez.
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Los cocodrilos y caimanes de Venezuela
Cesar Barrios-Amorós
Esta escena ha podido ocurrir en cualquier país tropical del mundo, donde
pululan los depredadores más infames, y a la vez más fascinantes, del
planeta. Es, empero, en África y Australia donde se da el mayor número de
casos de ataques de grandes cocodrilos a humanos. Será porque en el resto
del mundo ya casi han sido exterminados. Sin embargo, hasta hace tan sólo
50 años, en Venezuela también eran comunes casos como el que describo.
En la época en que abundaban estos animales, era frecuente que hicieran
presa especialmente a mujeres que iban a la orilla del río a lavar ropa. El
Padre Gumilla narra, en el siglo XVII, que “en los raudales furiosos y
remolinos en los que ocurren naufragios de embarcaciones, junto a los
sitios en que los pobladores concurren a lavarse o tomar agua, hay
caimanes (=cocodrilos) cebados en la carne humana”. Humboldt también
recoge casos similares en 1800, “nos decían los indios que en San
Fernando [de Apure] apenas se pasa el año sin que dos o tres personas
adultas, mujeres sobre todo que van a recoger agua al río, sean devoradas
por estos lagartos carniceros”. Y todos sabemos lo que le pasó a Mercedes
a la orilla del río. El tío Simón demasiadas veces nos lo cantó. El
protagonista de estos sucesos es el cocodrilo del Orinoco, con quien
volveremos más adelante.
Son reptiles que datan desde hace más de 200 millones de años, y por
tanto seres que se arrastran, están armados de dientes enormes, sus ojos
son pequeños e inexpresivos, de pupila vertical, que no dejan saber lo que
piensan; pueden estar completamente quietos por horas, y un leve
movimiento de una gacela, un venado o un chigüire a dos metros los hace
explotar de actividad, desarrollando una velocidad tan prodigiosa que
sorprende a cualquier incauto que se acerque demasiado.
Pocos saben, sin embargo, que Venezuela es uno de los cuatro países del
mundo (junto a Brasil, Perú y Ecuador) que cuenta con mayor número de
especies de cocodrílidos (orden Crocodylia), cinco especies (sólo otro país,
Colombia, cuenta con más: seis). En todo el mundo existen 23 especies. En
Venezuela existen tres especies de caimanes (familia Alligatoridae): la
primera es la baba o caimán de anteojos (Caiman crocodylus) que posee
dos formas o subespecies (C.c. crocodylus al este de los Andes,
y C.c.fuscus, la babilla, en la Hoya del Lago de Maracaibo). Existen además
dos especies más pequeñas y de hábitos más discretos, el babo
morichalero, (Paleosuchus palpebrosus) y el babo negro (Paleosuchus
trigonatus). Y por supuesto, los dos cocodrilos, el Llanero o del Orinoco
(Crocodylus intermedius), y el de la Costa o Americano (Crocodylus acutus).
Un escenario muy diferente encontraríamos en el período miocénico (hace
entre 8 y 26 millones de años), cuando en el noroeste de Venezuela
cohabitaron 14 especies de cocodrílidos, ¡algunos de hasta 11m de
longitud!
¿COCODRILO O CAIMÁN?
Antes de adentrarnos en explicaciones concretas para cada especie, hay
que aclarar dos cuestiones que emergen repetitivamente siempre que se
habla sobre tales animales. Una es sobre la terminología empleada para
referirse a los mismos; y la otra, muy ligada, es ¿cómo se distingue un
cocodrilo de un caimán?