La Psicologia El Ministerio Cristiano PDF
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KL MINISTERIO
CRISTIANO
Una introducción
Jam es E. Giles
ACERCA DE LA OBRA
En un estilo claro, matizado con abundantes
ilustraciones, el doctor James E. Giles introduce al
lector, y en especial al aspirante al ministerio
cristiano, al mundo de las ideas y conceptos de siete
de los más destacados psicólogos de nuestra época.
Su propósito al hacerlo es el siguiente: “Creo que
estos conceptos psicológicos pueden darnos una
nueva dimensión en nuestra tarea de entender a las
personas con quienes trabajamos.”
Sin aceptar totalmente ninguna de las psicolo
gías presentadas, el autor recomienda, por el contra
rio, el uso de un método ecléctico, es decir, utilizar
las ideas o interpretaciones de valor para el problema
de cada persona en su situación particular.
OBRAS AFINES
El Cuidado Pastoral en la Iglesia, C. W. Brister
El Dios de Toda Consolación, H. W. Smith
El Cristiano Frente a los Problemas Mentales,
Harold I. Haas
El Secreto del Exito Pastoral, Brooks P. Faulkner
El Pastor, H. Harvey
H aña la Felicidad: Cómo Vivir una Vida Victoriosa
y Practicar la Terapia Espiritual,
C. R. Solomon
Psicología y Religión, J. W. Drakeford
Y EL
MINISTERIO CRISTIANO:
UNA INTRODUCCION
Por
James E. Giles
CONTENIDO
Prefacio .................................................................................................. $
Introducción...................... ................................................................... 7
Capítulo 1
El Poder del Inconsciente: F r e u d ...................................... 18
Capítulo 2
El Complejo de Inferioridad: A d le r ................................. 35
Capítulo 3
Los Tipos de Personalidad: J u n g ..................................... 43
Capítulo 4
El Significado del Yo: E rik so n ................................................5$
Capítulo 5
Conductismo: W atson y S k in n e r........................................ 67
Capítulo 6
La Im portancia de las Relaciones
Interpersonales: S u lliv a n ........................................................ 76
Capítulo 7
La T erap ia Centralizada en el
Paciente: R ogers........................................................................ 83
Capítulo 8
U na Síntesis............................................................................... 96
B ibliografía...................................................................................... 111
PREFACIO
James E. Giles
Cali, Colombia
I N T R O D U C C IO N
LA PSICOLOGIA^
FUENTE DE AYUDA PARA EL PASTOft
necesita de las ideas de los hombres. Otros rechazan las ideas de los
psiquiatras porque muchos de éstos son ateos, agnósticos, o escépti
cos en el sentido religioso. Pero estos mismos ministros no rechazan
la vacuna antivariólica, o contra la poliomelitis, o la transfusión de
sangre en casos de necesidad p ara la buena salud física, aunque no
estén seguros que estos descubrimientos hayan sido hechos por
creyentes. No rechazan la teoría de relatividad de Alberto Einstein,
aunque Einstein, según dicen, era ateo. H a b ría tanta lógica en el
rechazo de estas manifestaciones de progreso en el campo de la
medicina y la ciencia como la hay en rechazar las ideas positivas
que nos ofrecen algunos estudiosos de la vida psíquica del hom bre
y de su comportam iento.
Cuando el autor era un joven estudiante p ara el ministerio y
estaba en su segundo año de estudios universitarios, vino una noche
el pastor de la iglesia a la U nión de Jóvenes p a ra darnos una plá
tica. El pastor dijo que todo estudiante p ara el ministerio necesi
taba especializarse en la psicología durante sus estudios universi
tarios. Ese consejo me sonó un poco extraño, ya que hasta ese
momento todos me habían dicho que necesitaban especializarse en
la interpretación de la Biblia. Pero el punto que el pastor quería
señalar era válido. El quería hacer hincapié en la im portancia que
tiene p ara un ministro un conocimiento básico de la psicología v el
comportamiento hum ano. Si tiene esta base, el ministro con sabi
duría e inspiración divina puede sum inistrar el mensaje espiritual
para cada persona, de acuerdo a su necesidad.
Algunos ministros estudian psicología porque están envueltos
en un proceso personal por conocerse a sí mismos. Quieren enten
der mejor las fuerzas que operan dentro de su ser. Quieren dom i
nar las fuerzas de los instintos y el poder del inconsciente que a
veces casi se apoderan de su persona. Están tratando de curarse a sí
mismos de las cosas que hasta ahora no han podido comprender.
Este propósito está bien hasta cierto punto. Desde los días de
Aristóteles los hombres han luchado por conocerse a sí mismos.
U na comprensión de nosotros mismos, de nuestras necesidades psi
cológicas que form an la motivación de mucho de nuestro com por
10 Psicología y el M inisterio Cristiano
religiosa, ya que los dos grupos tienen que ver con la parte nq
v m aterial del hombre. Pero no tratarem os de dividir al hom bre eri
tres partes, diciendo que el médico trata el cuerpo, el psiquiatra el
espíritu, y el ministro el alma. El hom bre es una unidad, y si esta
~ mal en una esfera, probablemente sentirá el efecto en las dem ái
x - esferas de su personalidad. 1
En la antigüedad, el religioso era la persona con más autori-J
dad sobre el hom bre en su sanidad tanto como en su enferm edad!
Pero con el tiempo la ciencia médica tomó la responsabilidad del
solucionar los problem as relacionados con el cuerpo físico. Porl
mucho tiempo se creyó que la enfermedad m ental se debía al
demonios que estaban en posesión del cuerpo de la persona. Eli
religioso tenía la responsabilidad de corregir este mal, y todavía el]
exorcismo es una creencia y práctica en algunos grupos religiosos.I
En los años más recientes hemos visto que los especialistas en el]
campo de la salud m ental han tenido una acogida creciente en lal
responsabilidad de tra ta r a las personas con problem as]
emocionales y/o espirituales. H ab ía un tiempo en que personas conl
problemas personales o familiares acujdían prim ero al m inistro o]
sacerdote p a ra pedir ayuda. En años más recientes están dejando al
un lado esta práctica p ara acudir directam ente a los psiquiatras oj
una organización que ofrezca este servicio a la comunidad. Traba-1
jadores sociales están preparados para escuchar a las personas y]
ofrecerles ayuda en algunos problemas. I
La psicoterapia y la religión ofrecen ayuda en campos muy]
similares. El predicador hablará de los problemas de pecado, la
culpabilidad, el tem or de Dios, el perdón, y la salvación. El psi-
coterapeuta utilizará los términos técnicos de ansiedad, histeria,
depresión, aceptación e integración. M uchos psiquiatras buscan la
m anera de establecer una relación de confianza con sus pacientes y
tal relación no es diferente a la que tiene el pastor con su feligrés.
H asta muchos psiquiatras reconocen que el pastor tiene una rela
ción autom ática con la persona que busca ayuda, y no tiene que
pasar las horas en las consultas que el psiquiatra tiene que hacer
p ara poder establecer una relación de confianza. El ministro,
debido a su relación de confianza con los feligreses, puede hacer
Introducción IS
INTRODUCCIO
Tengo una capacidad grande de olvidarme de las cosas q
no quiero hacer. Si tengo una responsabilidad que no me gusta
muy fácil planear otras cosas, sin recordar la cita que tenía. P
eso, tengo que m antener un libro de las citas que hago e invitaci
nes que acepto p ara no aceptar otros compromisos que estarían
conflicto con las cosas que ya estoy comprometido a hacer. Algún
personas desarrollan un dolor de cabeza cuando les toca hacer al
desagradable. O tros desarrollan otras clases de enfermedades,
cuales son una form a de rebelión en contra de lo que uno tiene q
hacer.
E sios “ olvidos”.,, dolores, y. enfermedad es __.son__la. ob r a
inconsciente en cada u no de nosotros. Es evidencia de una fuer
que opera adentro y ejerce su poder en nuestro comportam iento
tal forma que protesta por las cosas que tenemos que hacer
querer hacerlas.
Estos casos ilustran el poder del inconsciente en cada person
Sigmundo Freud es la persona que hizo una contribución disti
tiva a la hum anidad por medio de sus estudios del inconsciente y
poder sobre el hombre.
Freud nació eñ Freidburg, M oravia, el 6 de mayo de 185
18
p] Poder del Inconsciente: Freud 19
EL CONSCIENTE Y EL INCONSCIENTE
En este capítulo queremos echar un vistazo a las ideas de Sig-
mundo Freud. A Freud le estamos endeudados porque nos ha
informado e ilum inado acerca de una dimensión de la personali
dad que ejerce u n a influencia m arcada sobre nuestro compor
tamiento. Varias ideas han sido sugeridas p ara explicar lo
inconsciente. Algunos hablan de un tém pano grande de hielo flo
tante, en que seis partes de siete, están por debajo de la superficie y
por eso no se ven. La séptima parte es la parte consciente de la
mente hum ana, pero está sujeta a la influencia o el poder de la
parte más grande y pesada que está sumergida en el agua. Freud
ilustró la verdad hablando de dos o tres cuartos consecutivos en
una casa. En la pieza más pequeña del frente está la parte
consciente. Detrás hay otra pieza que podríamos llam ar lo pre-
consciente, que abarca las cosas que hemos sabido, pero tem poral
mente hemos olvidado. Con un poco de concentración podemos
volver a recordarlas y así traerlas al campo dc lo conscientc._En el
cuarto más grande y más retirado-hay i nnumerahks_experiencias
que vienen desde la niñez y que son im posibles de recordar. Pero
están allí en form a de impulsos, impresiones, las cosas que hemos
heredado .de los. antepasados, y los recuerdos reprim idos.
Freud consideraba que en el inconsciente operaban los deseos,
dejos apetitos. T am bién el inconsciente es activo e impulsivo. “ De
preferencia no describe lo inconsciente en función de trayectos
nerviosos o en gramas, ni como sistemas de hábito, ni como frag
mentos desprendidos y despersonalizados de la personalidad,. ..
^ífloxomo un agente activo, apetente, impulsivo, mu y semejante a.
las personas que el sentido com ún reconoce y comprende. Lo
inconsciente —tal como lo ve Freud— es, de un extremo al otro,
-¿iüám ico; la estru ctu ra psíquica total, sea consciente o
20 Psicología y el M inisterio Cristiai
medio ambiente, y el Yo representa lo que la persona hace o renglón de su presupuesto p a ra no quedar m al en este punto. Así
xstas influencias. _ 'yp constantemente está luchando p ara reconciliar los im pulsos
T al vez podemos ilustrar este proceso por medio del h am t vienen del Ello y el estado de tranquilidad con el mundo
que
o deseo de comer. Cuando una persona ha pasado varias horas 5 exterior. Las influencias del m undo exterior hacen m ucha presión
haber comido, su cuerpo entra en un estado de desequilibrio, y sobre todos nosotros para hacernos sentir a l nivel de los demás en
crea dentro de él el impulso de buscar algo p ara comer. Si está vi cuanto a la posición social, las comodidades económicas, los
jando, comienza a buscar el restaurante más apropiado de acuer artículos de lujo, etcétera.
con el dinero que uno tiene p ara pagar y la atracción del lug O tra form a en que el Super Yo ejerce su influencia puede
donde se sirven buenas comidas. Al entrar al restaurante pue verse en lo que uno pide p a ra comer. Si uno es de una familia
m irar el m enú, y decidir qué va a pedir. Su decisión se basa en donde se le ha enseñado que la carne de cierto anim al no se come,
gustos personales de acuerdo con el apetito, su condición física, y entonces luchará dentro de sí p a ra decidirse a comer o no comer
precio. Puede tener el deseo de pedir el plato más costoso, c cierta carne. Si sus enseñanzas religiosas son tales que la persona
restaurante (el Ello), pero frena este impulso si no tiene diñe ha sido enseñada que no debe comer carne de cerdo, entonces va a
suficiente, p ara pagarlo, o si necesita ese dinero p ara otras coj sentir hasta repugnancia si tratan de obligarle a comer carne de
fnás aprem iantes (S u p e r Yo)._La p resión del m undo exterior taj cerdo. La persona puede probar tal carne comiendo algunos boca
eóme el deseo personal le lleva a una decisión sabia (el Yo). dos, y después tener que trasbocar tal carne. La razón es que su
En el mismo sentido la persona que no tiene dinero y no tie Super Yo ha sido desarrollado hasta tal punto que no perm ite
nada qué comer pasará un tiem po p ara decirle cómo satisfacer e¡ ceder a la presión p ara comer. Lo mismo puede pasar con relación
impulso o necesidad básica. Puede considerar la posibilidad a los gustos estéticos que hemos adquirido pero que no tienen nada
robar. Si pasa por una panadería donde hay panes recién horne que ver con prohibiciones religiosas. Por ejemplo, algunas perso
dos expuestos de tal m anera que fácilmente puede agarrar uno nas no pueden comer conejos, carne de caballo, hígado, riñones,
correr, posiblemente lo haga. Pero si corre peligro de ser apresa etcétera, debido a las enseñanzas que han recibido de fuentes de
a causa' de tal acción, probablem ente no va a robar el pan. Ot; autoridad, sean de los padres, líderes religiosos, maestros de
alternativa sería la de andar pidiendo a otros dinero p ara compr colegio, o de cualquier otra fuente.
pan. Esto se ve con frecuencia. Personas que tienen necesidad pe .Así hemos visto qu.e^eL deseo. dg.£jac,er.que se expresa en ja
que no quieren acudir al robo como solución piensan que pued< búsqueda de comida para s u p lirla necesidad biológica de supervi
andar pidiendo p ara suplir esta necesidad. La fuerza del Super 1 vencia tiene, que.pasar por los controles del Yo y el Super Yo, para
determ inará cómo soluciona el problem a de su hambre. después tom ar la decisión de la m anera en que se suple, tanto como
La influencia del m undo exterior puede verse en la misn el cuándo y el cómo de suplir estas necesidades. Lo mismo puede
ilustración hipotética. Cuando la persona va a ordenar del me acontecer en todas las demás expresiones de impulsos, deseos, y
del restaurante, está afectado por los compañeros presentes. Si es; Necesidades.
entre personas pudientes, tal vez va a pedir algo costoso y que El acto en sí puede ser afectado por ún sin fin de influencias
realidad exige sacrificio de cosas más aprem iantes p a ra él y que vienen de adentro de la persona tanto como del m undo
familia, pero lo h ará p a ra no sentirse apenado, p a ra no revelar exterior. La_meta de la persona es tratar de m antener una arm onía
estado económico verdadero, o p a ra no aparentar ser tacaño eture los deseos o impulsos que salen del Ello y tienen que pasar
pobre. El Yo de la persona le dice que hay que sacrificar en ot P°r los controles del Super Yo, p a ra pasar a través del Yo en un
24 Psicología y el M inisterio Cristia
EL D E S A R R O L L O D E L O S IN S T IN T O S
Los que estudian el com portam iento de los animales y de 1
seres hum anos han tratado de identificar las varias fuerzas q
operan en su funcionamiento. Algunos dicen que el hom bre tiei
pocas necesidades vitales —comida, sexo, agua. Otros amplificí
estas necesidades en las físicas y las emocionales. T hom as4 da ut
lista de necesidades emocionales, que ab arcan : seguridad, ame
reconocimiento de valor, y experiencia contribu]
a este campo de información con su organización de las necesidad
en una jerarquía. Comienza con las necesidades fisiológicas, p asa
El poder del Inconsciente: Freud 25
E L T R A T A M IE N T O DE LO S T R A ST O R N O S
EMOCIONALES
Asociación libre.— Al llegar un paciente al consultorio d
Freud, él solía escuchar los síntomas que tenía y que causaban U
jr) Poder del Inconsciente: Freud 31
CONCLUSION
Después de haber presentado algunas de las ideas básicas de
Freud, nos preguntamos ¿qué valor tiene todo esto p ara el minis
tro? Podemos contestar diciendo que en verdad algunos han recha
zado varias de las ideas más extremas de Freud. Ciertam ente no
aceptamos sus conceptos en cuanto a la neurosis como la base de la
religión, las artes, la m oralidad, y la civilización. El vio en la reli
gión la expresión de los temores del hom bre y de las ilusiones que
el hom bre desarrolla a causa de su ansiedad por los problem as que
no puede solucionar.
¿Q ué hay de valor en las enseña nzas de Freud? Es evidente
que Freud ha hecho una gran contribución a la hum anidad con su
enfasis sobre el poder del inconsciente. Seguram ente muchas per
sonas han tenido experiencias en los primeros años de vida que han
dejado sus huellas indelebles allí y que form an la base de muchos
34 Psicología y el M inisterio Cristia
EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD
ADLEJL
EL “ ESTILO DE VIDA”
Al conversar con sus pacientes A dler descubría su “estilo de
vida” , el cual form aba la base de su m otivación p ara vivir.3 En su
propia experiencia él llegó a ser médico para com batir las enfer
medades que le habían frustrado su propia niñez norm al. Lo que
le hizo falta llegó a ser algo sum am ente im portante para él, y el no
poder jugar con los demás muchachos dejó huellas m uy marcadas
en su vida. P ara Adler la persona que padece de al^una e n fe rr^
dad en la niñez decide invertir su vida en “justificar” lo que le pasó
y trata de ..neutralizar los, efectos de la. enfermedad . o..de la
experiencia negativa.
Adler ilustra esta verdad refiriéndose a un niño que sufre
desde su nacimiento molestias gastrointestinales —a causa, por
ejemplo, de una “ m inusvalía” congénita del aparato digestivo— y
que, sin embargo, no recibe la alimentación adecuada —lo que
quizá no pueda lograrse nunca perfectamente— fácilmente sentirá
38 Psicología y el M inisterio Cristiaj
Si las personas no viven así, puede ser por una debilidad, yaj
sea física o emocional, la que impide el funcionamiento normal.]
A veces los pacientes se escudan detrás de su debilidad paral
no ser como los demás. Viven diciendo que si no fuera por su enfer-i
medad podrían producir tanto como los demás o aún que serían |
superiores a todos. Su ejiferme^^^ JJega a ser una m uleta que les;
concede favores especiales o excepciones a las reglas con que los
demás tienen que vivir. Freud enseñaba que la represión creaba el
traum a que producía dificultades en la persona, pero AdLejiin&istía
en que cada persona hace de sus problemas exactamente lo que
g l Complejo de Inferioridad: Adler 39
n e c e sita para que sirva a sus finalidades. El dijo que somos dueños
de nuestros actos y que damos sentido a la vida por medio de nues
tra propia voluntad.
EL TRATAMIENTO
El tratam iento p a ra Adler consiste en conversaciones con el
paciente p ara ayudarle a reconocer cómo utiliza su enfermedad
para controlar a las personas y el medio. Poco a poco el paciente se
da cuenta que acostum bra a reaccionar en form a neurótica a su
enfermedad, y por consecuencia la persona se anim a a dejar esa
inmadurez y a encararse con la vida en una form a más realista.
Pero Adler fue consciente que el paciente a veces se enferm aba más
durante la terapia, porque no quería sacrificar su técnica de
controlar a los demás. Esto es resistencia. El paciente busca
m aneras de desacreditar al terapeuta, pero al fin deja su m uleta
para reconocer que es lo mejor p a ra él.
Adler analizaba.a las personas y llegQ,a n.ota.r.ci.erfas.carac:
terísticas especiales d e b id q a jo rd e n e n q u e nacieron jen su iarnilia^.
El niño d c .u a hom bre fuer.te.p.uede ser. débil y falto de ambición
porque cree que no vale la pena competir con su padre. El niño de
padres m uy pobres puede desarrollar la actitud del “ pordiosero” y
esperar q ue todos los demás le den lo que necesita p ara vivir. El
niño m im ado quiere ser el centro de atención durante toda su vida.
El niño no querido trata de aislarse p a ra no llam ar la atención de
nadie. El m ayor tiende a. querer conservar el poder y_ el puesto que
ya tiene ganado.
1 Alfred Adler, La Ciencia de Vivir, trad. por A ndrés M a ría M ateo (M éxico: Edi
torial D iana, 1957), p. víii.
2 Ibid., p. 149.
3 Alfred Adler, E l Sentido de la Vida, trad. por Oliver Brachfeld (México: Editora
Latino Am ericana, sin fecha), p. 20.
4 Ibid., p. 21.
5 Adler, La Ciencia de Vivir, p. 57.
6 Ibid., p. 126.
7 Ibid,, pp. 126, 127.
8 Ibid., pp. 127, 128.
9 Cita de Adler en libro: Leslie W eatherhead, Psycbology, Religión and H ealing
(New York: Abingdon Press, 1951), p. 273.
C A P IT U L O 3
43
44 Psicología y el Ministerio Cristiaiu
i IN T R O V E R T ID O O E X T R O V E R T ID O ?
Jung dijo.-
Cuando consideramos el curso de la vida hum ana, el destino de
uno se determina más por los enfoques de su interés, pero en otro es
determinado más por su propio ser interno. El pr¡merq es el extro
vertido; .el. segundo es..el introvertido.4
46 Psicología y el Ministerio Cristiai
LA INTEGRACION DE LA PERSONALIDAD
^Jung explica que hay cuatro etapas en la psicoterapia.^
Prim ero, vient la catarsis, en que hay una confesión completa de
todo lo que uno tiene reprim ido adentro. La confesión abarca lo
que está en el inconsciente tanto como lo que está en el consciente.
Uno vuelve a vivir los terrores del pasado, pero es como la pus que
sale de una herida infecciosa. Cuando sale, la herida comienza a
sanar. Pero ésta no es la etapa final. La curación no está lograda
todavía. La segunda etapa se llam a la elucidación, en la que se
busca el origen de la neurosis. El terapista ayuda a la persona a
entender los recursos más tem pranos, sus sueños, y el hecho de que
la transferencia es el cum plim iento del deseo y de las fantasías de la
niñez. La persona piensa que el camino hacia la felicidad está des
pejado, pero no lo encuentra así. La tercera etapa es la educación.
La persona aprende que no es simplemente catarsis y enten
Los Tipos de Personalidad: Jung 49
P ara hacer la psicoterapia con éxito, hay que echar a un lado todas
las presuposiciones subjetivas y teóricas hasta donde sea posible.
Uno no puede tratar a un mahometano por medio de las bases del
cristianismo, ni a un parsi con la ortodoxia judía, ni a un cristiano
con la filosofía pagana del mundo antiguo, porque esto es introdu
cir ideas foráneas y peligrosas en su mundo psíquico. Esto se hace
constantemente, y los resultados no son malos siempre, pero es un
experimento cuya legitimidad es dudosa. Creo que un tratamiento
conservador es el más indicado. Uno no debe destruir valores a
menos que hayan sido injuriosos para el paciente. El reemplazar
un punto de vista cristiano con uno que es materialista es tan malo
como el tratar de discutir con un materialista, Esta es tarea del
misionero, no del médico.13
52 Psicología y eJ M inisterio Cristiano
EL S IG N IF IC A D O D E LO S S U E Ñ O S
Como en los casos de Freud y Adler, Jung tam bién vio
im portancia en los sueños de los pacientes como una expresión del
inconsciente colectivo. Especialmente en los sueños podemos ver
evidencias de los arquetipos colectivos de la cultura de la persona y
los vestigios del pasado remoto en la historia. Jung insistía en que
el sueño es una parte de nosotros, y que podemos aprender de los
sueños. Vio en los sueños una expresión de la vida psíquica,
aunque expresada en símbolos y cuadros incomprensibles. El pri
mer paso p ara comprenderlos es establecer el contexto de donde
viene. Uno tiene que esforzarse para descubrir las varias imágenes
que operan en un sueño. Por ejemplo, uno puede soñar con la
madre. La m adre p ara una persona puede significar am or, cui
dado, atención y protección; pero para otra persona la mism a
palabra puede significar poder, hostilidad, regaño, enojo y frustra
ción. U na serie de los mismos sueños tiene más significado que uno
solo para Jung, ya que uno podría entender m ejor el funcio
namiento del inconsciente y corregir las interpretaciones equivoca
das por medio de sueños sucesivos.
Tam bién Jung demostró que los sueños tienen un significado
objetivo y otro subjetivo. El significado objetivo del sueño se
relaciona con lo que está pasando en el medio am biente del
paciente. Se analiza la relación de las personas en el sueño y su
Los Tipos de Personalidad; Jung 53
CONCLUSION
La “ individuación” es la experiencia, no m uy diferente del
nuevo nacimiento, en que la persona encuentra el camino correcto.
No es el fin del peregrinaje, justam ente como el nuevo nacim iento
es apenas el comienzo en el camino correcto y no el fin del camino.
El hom bre continúa en su vida durante el resto del peregrinaje des
cubriendo m aneras de vivir con más felicidad y arm onía.
Com o hemos dicho antes, hay m ucho en las enseñanzas de
Jung que arm onizan con las enseñanzas básicas del cristianismo.
Ju n g insistía en que el hom bre se enferm a en parte porque no tiene
una filosofía de vida que se centralice en una orientación espiritual.
54 Psicología y el M inisterio Cristiano
J
C A P IT U L O 4
\
55
56 Psicología y el Ministerio Cristiano
E L YO C O M O EL E JE C U T IV O
Erikson aceptó el papel del Ello, y del S u p er Yo, de acuerdo
con las enseñanzas básicas de Freud. Pero dio más im portancia al
papel del Yo, que está en medio del Ello y el S u p er Yo. “ Equili
brando y evitando perm anentem ente las formas extremas de los
otros dos, el Yo se m antiene atento a la realidad del día histórico,
verifica las percepciones, selecciona los recuerdos, gobierna la
acción e integra de otras m aneras las capacidades de orientación y
planeam iento del individuo.” 1 Aquí Erikson recalca la im por
tancia del Yo. Es como un ejecutivo que tiene la responsabilidad de
m antener funcionando bien todos los departam entos de una
empresa. El tiene la autoridad final en tom ar las decisiones más
importantes. Es e] centro de operaciones que controla que todo el
resto de la personalidad esté funcionando de acuerdo a un plan de
acción.^
El Yo, o el ejecutivo de la personalidad, es como el encargado
de la torre de control en un gran aeropuerto. Tiene que calcular
precisamente el tiem po de la llegada y la salida de los aviones, y
m andar los mensajes de acuerdo con la distancia y la circunstancia
de cada avión y el equipo que está en tierra. El Yo se encarga del
manejo de los “ mecanismos de defensa” , y decide cuál de los meca
nismos es el más indicado p a ra cierta circunstancia, sea la de pos
tergar una satisfacción, buscar sustitutos de una satisfacción, y
hacer las transacciones necesarias p ara m antener cierta arm onía
entre el Ello y el Super Yo.
indirecta. Aprenden a m anejar las herram ientas, las arm as, y los ;
utensilios de las personas grandes. El niño aprende a leer y a escri- -
bir, y desarrolla los medios de ganarse la vida en carreras especiali- i
zadas.
El peligro para el niño en esta época es el sentido de ina- |
decuáción o de inferioridad. Si pierde confianza en sus herram ien- í
tas o en sus capacidades, puede traum atizarse y renunciar a este |
aspecto del m undo y a las herram ientas que ha aprendido a f
utilizar. Si se frustra el desarrollo de la industriosidad del niño en: |
esta época, se desbarata su m undo y puede regresar a las etapas f
anteriores. Como consecuencia el niño acum ulará rabia que lu e g £ j
brotará en impulsos violentos. Estos impulsos podían estar inacti- >
vos por un tiempo, pero luego surgirán en form a de torm enta en la 'jp
pubertad. ^
El desarrollo de la industriosidad conlleva otro fenómeno: la
necesidad de hacer cosas junto con los demás. Esto crea una sociali^ §
zación en que el niño aprende a colaborar con los demás en la cul- ■
tura. Este es un tiempo crítico p ara el niño si se le enseña que ■
debido al color de su piel o a otra característica es diferente a los
demás. Es m uy sensible en cuanto a su familia, su nom bre, la ropa
que lleva, y todo lo demás. Si estas cosas son de más valor que su
deseo d^ aprender, entonces el niño queda traum atizado.
Algo que se debe evitar en esta época es hacer un énfasis
exclusivo sobre el trabajo. “ Si acepta el trabajo como su única obli
gación, y ‘lo eficaz’ como el único criterio de valor, puede conver-
tirse en el conformista y el esclavo irreflexivo de su tecnología y de
quienes se encuentran en situación de explotarla.”5
5. Identidad versus confusión del papel.— Con la llegada a la
pubertad la infancia term ina. Ya el niño h a b rá establecido una ..
buena relación inicial con el m undo, habrá aprendido algo acerca
de las herram ientas básicas y su modo de utilizarlas. Pero la |
adolescencia es una revolución fisiológica en que el joven_jexperi-
mérita incontables impulsos contradictorios. Tiene que volver a
revivir algunas de las lecciones que ya había aprendido en las eta
pas anteriores. Busca la integración de todas sus experiencias <
El Significado del Yo: Erikson 61
g V v,-:. - ,, ■„ "
CONCLUSION
El valor de las enseñanzas de Erikson radica en su tesis de que
el Yo del hom bre está consciente en form a continua. Le hace al
hom bre responsable por sus actos, le inspira a tener orgullo sano
66 Psicología y el M inisterio Cristiano
1 Eric Erikson, Infancia y Sociedad. T rad. por Emilio Rodríguez, (Buenos aires:
Ediciones Hormé, 1966), pp. 174, 175
2 Ibid., p 224.
3 Ibid., p 225.
4 Ib id , p. 23 3.
5 Ibid., p. 2 34.
6 Ibid., p. 236.
7 I b id , p. 238.
8 Ibid., p. 239.
9 Ibid., p 242.
10 Ibid., p. 243.
11 Ibid., p. 247.
C A P IT U L O 5
CONDUCTISMO
W A T S O N Y SKINNER
E L P A P E L D E L C O N D IC IO N A M IE N T O
Las teorías de W atson concordaban con los resultados de los
experimentos de un fisiólogo ruso, Ivan P. Pavlov, que había
ganado el Prem io Nobel por sus estudios acerca de ía fisiología de
la digestión.3 Experim entando con perros, Pavlov descubrió que
ciertos sonidos estim ulaban la saliva de los perros. C uando escu-
chaban las pisadas de su dueño, sabían que venía con la comida._
M ás tarde Pavlov hizo sonar un diapasón al dar alimentos a los
perros. Con el tiem po al oir el sonido del diapasón, los perros
comenzaban a salivar. Este proceso les llevó al uso del térm ino
“reflejcr psíquico” para notar el efecto del estímulo producido no
p o r la presencia de la carne sino del sonido relacionado con la ali
m entación. El método llegó a ser llam ado el “ reflejo condicio
n a do” porque el reflejo fue producido por las condiciones artifi
ciales. Ésto dio ím petu a los que estaban estudiando el proceso de
aprendizaje y de la naturaleza del aprendizaje. Hoy^ejojdíalQSXon-
ductistas insisten en la experimentación rigurosa-y objetiva^ para
establecer la veracidad de sus teorías. Este método dejaba a un lado
el énfasis sobre la sensación, que brota de los instintos, y crea
impulsos que se basan en los sentimientos.4 W atson rechazó los
factores de satisfacción y dolor como determinantes del compor
tamiento, diciendo que había que tom ar en cuenta la frecuenciajk__
las recomperTsasTy éllap so de tiempo entre o el placer o el dolor
com o'recom pensa del comportam iento.
Conductismo: W atson y Skinner 69
LA ASOCIACION MENTAL
Adem ás de la im portancia del concepto de condicionamiento
p ara el com portam iento hum ano, surgió el papel de la asociación
para ayudar en el proceso de aprender y determ inar el com por
tamiento. La im portancia de la asociación en el proceso de apren
der se nota en el hecho que G uthrie sostiene que ésta es la única
teoría de aprendizaje que se ha propuesto.5 Las leyes tra
dicionales de la asociación, que incluían la relación de un hecho a
otros, basada en la frecuencia y el lapso de tiempo entre relaciones,
la intensidad del estímulo, y los efectos de los castigos y las recom
pensas sobre la persona, todavía están en vigencia y tienen aplica
ción en el día de hoy.
70 Psicología y el M inisterio Cristiano
EL CONDUCTISMO Y LA RELIGION
T al vez la parte más controversial de los conductistas tiene
que ver con su negación de la consciencia. Puesto que insiste en el
uso de métodos objetivos en sus investigaciones, deja a un lado la
introspección y la im portancia del espíritu o el alma. Si todo el
72 Psicología y el M inisterio Cristiano
LA IN F L U E N C IA D E B. F. S K IN N E R S O B R E EL
C O N D U C T IS M O
H ay una gran cantidad de psicólogos que se encuentran en el
:ampo de los “conductistas” . Uno que se ha destacado en los u la
nos años es B. F. Skinner. El pasó varios años haciendo experi-
nentos con ratas y palomas, observando sus reacciones a los varios
estímulos. Fabricó lo que se llam a la “caja de Skinner” , un
iparato que contiene palancas que funcionan en form a electrónica
:uando los animales la tocan. La m áquina expulsa el alimento de
icuerdo con el control del que está haciendo el experimento. Skin-
Conductismo: W atson y Skinner 73
ner descubrió que una rata con ham bre que entra en la caja por
prim era vez va explorando y por casualidad toca la palanca que le
entrega alimento. Con el tiempo cuando introducen la rata en la
caja, va inm ediatam ente, sin perder tiem po y movimientos innece
sarios, a tocar la palanca que le entrega el alimento. Skinner habló
de cuatro pasos sucesivos en este proceso. Prim ero, el anim al es
motivado a la actividad. Si el anim al no tiene ham bre, está menos
inclinado a experim entar en la forma que lleva a tocar la palanca.
Segundo, la rata aprende cuál es la respuesta correcta. Tercero, la
ra ta elim ina los movimientos que no son necesarios p ara conseguir
el alimento. A veces los pasos dos y tres son invertidos. El cuarto
paso es la fijación del acto, el que llega a ser autom ático y la rata
no necesita concentrarse en lo que está haciendo; es el resultado del
hábito.11
O tro factor en que hizo mucho hincapié Skinner es la im por
tancia de reforzar el com portam iento por medio de la entrega de
un prem io o recompensa al sujeto. Inm ediatam ente después de
hacer lo que uno quiere que haga el sujeto, le entrega comida o
algún otro premio, lo q ue estimula al sujeto a actuar de la m anera
correcta la próxim a vez. Por medio de este proceso han logrado
entrenar a animales y peces, como los delfines, p a ra actuar de
maneras sorprendentes al hombre, Los psicólogos piensan que el
mismo principio se puede aplicar a la pedagogía y a otras técnicas
con las que influimos el com portam iento hum ano.
Skinner ha escrito varios libros en los que presenta sus ideas.
Ganó su fam a con su obra W alden Tuoo, que es una descripción de
un m undo utópico del futuro, en que el hom bre vivirá bajo cir
cunstancias ideales creadas por el conductismo. E n 1938 salió The
Bebaviour o f Organisms, (El com portam iento de los organismos),
en el cual presenta el resultado de sus investigaciones y las maneras
en que podemos afectar o influir el comportam iento. En 1958
escribió “Teaching M achines” , (M áquinas de enseñar), en el que
ilustra las m áquinas que se han desarrollado p a ra facilitar el pro
ceso de aprendizaje por medio de u n a indicación inm ediata al
alum no ya sea que haya contestado correctamente la pregunta, o si
74 Psicología y el M inisterio Cristiano
tiene que cam biar la respuesta. Este mismo principio form a la base
de los textos program ados que tanto se utilizan actualm ente en los
program as de extensión en la educación teológica en varias partes
del mundo. Es evidente que es impráctico pensar en máquinas
p ara cada alum no, pero el mismo principio se puede adaptar con
textos y m anuales p ara el alumno.
El libro m ás reciente de Skinner es B eyond Freedom and
D ignity, (M ás allá de la libertad y de la dignidad), obra en que
Skinner afirm a que el hom bre ahora no puede gozarse del lujo de
una libertad y su dignidad consiguiente. La libertad y los esfuerzos
p or preservar y proteger la dignidad no han solucionado los
problemas del mundo. Todavía existen el ham bre, la am enaza de
la aniquilación de la raza hum ana, y la contaminación ambiental,
así como una larga lista de otros problemas. Skinner tiende a
sugerir program as que solucionen algunos de estos problemas,
pero a costa de la libertad del individuo. N aturalm ente su libro ha
motivado el surgimiento de oposición en todas partes. Pero la tesis
del libro ilustra el punto básico de la ciencia del com portam iento —
es posible determ inar la reacción por ihedio de los controles exter
nos y los estímulos apropiados de acuerdo con la m eta que uno
tiene. Proponen pasar del hom bre autónom o al hom bre
controlado por el medio am biente.12
C O N C L U S IO N
Skinner, como la m ayoría de los conductistas, no tiene lugar
p ara Dios, la religión, y la fe en un poder sobrenatural p ara ayu
dar al hombre. A unque Freud creía que el hom bre es el arquitecto
de su propio destino, los conductistas dirían que el medio ambiente
tiene un papel prim ordial en determ inar el comportam iento
hum ano. Rechazan la inmortalidad y dicen que el hom bre debe
entregar su naturaleza autónom a y egoísta p ara obrar en beneficio
de la hum anidad como una unidad. Esto traería control en la
reproducción, en el uso de los recursos naturales, en la contam ina-
ción del medio ambiente, y en el uso de arm am entos nucleares.
El cristiano lucha por m ejorar las condiciones del hom bre por
Conductismo: W atson y Skinner 75
1 Jam es O. W hittaker, Psicología. T rad. por Luis Augusto M endez (México: Edi
torial Inter americana, 1968), p. 7.
2 Ib id
3 G ardner M urphy, Histórica! Introduction to M o d e m Psychology (New York:
H arcourt, Brace and W orld, Inc., 1949), p. 255.
4 Ibid., p. 260.
s Ibid., p. 269.
6 Edna Heidbreder, Psicologías del Siglo X X (Buenos Aires: Editorial Paidos, sin
fecha), p. 187.
7 Ibid., p. 190.
8 W atson, citado por Heidbreder, op. cit., p. 191.
9 Ibid., p. 194.
10 Leslie W eatherhead, Psychology, Religión, and H ealing (New York: Abingdon
Press, 1951), p. 296.
11 B, Von H aller Gilmer, Psychology (New York: H arp er and Row, 1970), p.
261.
12 B. F. Skinner, B eyond Freedom and D ignity (New York: Bancam Vintage
Book, 1972), p. 22.
C A P IT U L O 6
76
Im portancia de las Reí. Interpersonales: Sullivan 77
E L P A P E L D E L A A N S IE D A D
Sullivan ve en la ansiedad el síntoma céntrico que m uestra
evidencias de alguna dificultad. Cuando la persona-no está experi
mentando relaciones^sat^agtor^ con los demás, surge la ansie
dad. De allí pueden resultar otras dificultades. “ Este concepto de la
ansiedad puede ser comprendido en términos de lo que todos noso
tros hemos sabido más íntim am ente y más continuam ente desde el
principio mismo de nuestra m em oria.”2
Sullivan ve el proceso de tratam iento psiquiátrico como la
tarea de dism inuir la ansiedad en el paciente. El notaba que los
pacientes venían con m ucha ansiedad, porque necesitaban hacer
una impresión favorable sobre el psiquiatra. “ La ansiedad es, hasta
Im portancia de las Reí. Interpersonales: Sullivan 79
L A E N T R E V IS T A T E R A P E U T IC A
Sullivan creía que la cura de un paciente venía por medio de
una serie de conversaciones en que se revivían algunas de las
experiencias dolorosas en el campo de las relaciones interper
sonales y después se corregía los errores que se habían cometido en
el pasado. T aj vez en algunos casos era necesario corregir el
ambiente del paciente para que se sanara de su dificultad. Sullivan
avanza con el paciente por varias etapas en u n a serie de entrevis
tas. Lo que procuraba hacer con el paciente es muy parecido a lo
que hacemos como cristianos, y por eso presentamos un resumen
de sus ideas en las páginas siguientes.
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80 r Psicología y el M inisterio Cristiano
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La prim era etjipa de la entrevista se llam a el comienzo
formal. É l, encuentro “físico” entre el entrevistado y el consejero es
de suma im portancia. En este encuentro hay un proceso dinámico
en el cual cada uno está tratando de decidir si hay bases sólidas
para una experiencia terapeútica. “ Desde el m om ento en que el
entrevistador y el entrevistado se ven uno al otro por prim era vez,
están en progreso aspectos m uy im portantes de la entrevista
psiquiátrica.”5 El consejero dice simplemente.- “ Entiendo que ha
venido p ara consultarme s o b r e .,.” En eso la conversación
comienza en forma seria. Uno no debe de entrar en muchos
detalles referente a lo que han dicho otras personas acerca del
problem a del paciente, si es que ha sido referido por algún
fam iliar, médico u otro. En la prim era entrevista el consejero
estará atento a las impresiones que recibe por el modo de vestir, los
movimientos que comunican las emociones, el tono de la voz, y
otras formas de expresión de la persona que viene buscando ayuda.
En la segunda etapa el consejero comienza el reconocimiento,
que es*^rT T ^i^éí1’ gefieral de la historia del paciente, tocando los
puntos de m ayor im portancia en su vida. Se comienza diciendo la
edad, el lugar donde nació, algo acerca de los padres, si viven
todavía, etcétera. El consejero recibe los datos básicos acerca del
padre, la m adre, y otras personas de im portancia en los prim eros
años de vida. De allí averigua algo acerca de las oportunidades de
educarse que ha tenido el paciente, que profesión tiene o que tra
bajo hace. Es im portante si uno ha cam biado de trabajo con
frecuencia, si uno está contento con lo que hace, etcétera. “ El
segundo paso es un apresurado recolectar de esa clase de pistas o
guías que ordinariam ente pueden resultar bastante útiles al que
está empeñado en el estudio de la personalidad y costumbres de
una persona.”6 En esta época, además de adquirir datos.i)iográfi-
cos, el consejero adquiere otros datos im portantes: la relativa facili
dad o dificultad que revela el paciente por medio del proceso, su
sensibilidad a otras personas, que se basa en su relación con el con
sejero y sus actitudes. J5i es reservada,- desconfiada, m utuam ente
respetuosa, hostil, defensiva, conciliatoria, inferior, superior, todo
im portancia de las Reí. Interpersonales.- Sullivan 81
CONCLUSION
Como hemos visto, hay similitudes y diferencias entre Sulli
van y Freud. Sullivan acepta el hecho de que las influencias en los
prim eros años de vida hacen un impacto muy im portante en la
vida del hom bre, pero no acepta el papel de los instintos ni la
im portancia del inconsciente. M ás bien cree que las relaciones
conscientes que tiene el niño con sus padres y otras personas de
autoridad dejan sus huellas sobre uno. Si es capaz de establecer
relaciones interpersonales satisfactorias, entonces la persona vivirá
feliz y tranquila. A la vez Sullivan percibe en los problemas que
los hombres tienen, las raíces de dificultades en sus relaciones inter
personales pasadas. Cuando una persona tiene oportunidad de
reflexionar acerca de todas estas experiencias con alguien que escu
cha con simpatía, encuentra ayuda p ara descubrir el error que ha
cometido y luchar en el futuro p a ra Superar esa dificultad.
Insistimos en que hay mucho que es útil p ara los líderes
religiosos en las enseñanzas de Sullivan. Vale la pena exam inar
más detenidamente las obras publicadas de Sullivan que están dis;
ponibles p a ra ver que en el proceso de relatar las causas de las difi
cultades las personas llegan a corregir su modo de relacionarse con
otros. Este proceso puede ser m uy útil p a ra los que trabajam os con
otras personas en las iglesias.
LA TERAPIA CENTRALIZADA
EN EL PACIENTE
ROGERS
83
84 Psicología y el M inisterio Cristiano
el proceso del tratam iento la persona llega a ser lo que es; llega a
percibirse tal como es en la experiencia. Rogers encontró que ayu
daba más a los pacientes cuando actuaba como él era en realidad;
dejaba que sus propios sentimientos fuesen comunicados en forma
verídica, y esto anim aba al entrevistado a experim entar sus propios
sentimientos en una form a más natural. Esto encam ina al enfermo
a la sanidad.
L A P E R S O N A L ID A D S A N A
Según Rogers,janapersonalidad_normal^LÍd£al_se c ^ a c te n z a
por el ejercicio pleno de las potencialidades que, tiene. Esto quiere
decir que la persona está utilizando hasta lo máximo sus dones en
form a constructiva. Está dedicada a una tarea que contribuye posi
tivam ente a la sociedad, y se encuentra feliz en ese trabajo. No
gasta su energía en actividades dañinas p ara sí mismo ni p a ra la
sociedad. Es una persona que se comporta conforme a la realidad.
Si es anciano, tiene la capacidad de aceptar su edad y sus limitacio
nes. Si es adulto maduro, no sigue compitiendo con los jóvenes en
idealismo y energías que invierten en su lucha por superar a los
demás. Si es erudito, no tiene que probar que es evangelista o
administrador. Puede aceptarse a sí mismo con los dones y las
limitaciones que tiene.
.U na personalidad ideal reconoce su valor y afirma sus logros
y su lugar en el sistema.,No está criticándose o autocondenándose
por lo malo que es o su falta de capacidades. La persona tiene la
capacidad de reconocer que tiene una contribución especial p ara
Hacer en el lugar donde está viviendo, y trabaja activamente para
hacer esa contribución. No se siente culpable cuando está haciendo
algo que le ayuda a suplir sus propias necesidades. Puede relajarse
y no tiene compulsiones p ara estar trabajando más horas que lo
que norm alm ente se espera de una persona en cualquier empresa.
La personalidad m adura manifiesta una conducta social
adaptable. Esto quiere decir que es suficientemente flexible p ara
poder adaptarse a las circunstancias cambiantes que le vienen a
todos con el correr de los años. En u n a organización que tiene
T erapia Centralizada en el Paciente: Rogers 85
L A D IN A M IC A D E LA F R U S T R A C IO N
Ya hemos visto cómo las necesidades vitales ejercen su
fuerza que hacen que el organismo obre de tal m anera que sea
suplida esta necesidad. Cuando una persona tiene ham bre y no
hay qué comer, la persona se siente frustrada. Llega el m omento
cuando una persona está dispuesta a robar o a comer cosas que
bajo otras circunstancias no comería. Lo que ocurre en el campo de
la satisfacción de las necesidades biológicas ocurre tam bién en el
campo de las necesidades psicológicas. Uno siente frustración
cuando hay imposibilidad de satisfacer esta necesidad debido a la
falta de interés de parte de los demás en uno mismo, o debido a los
obstáculos que están en el camino para im pedir que la necesidad
sea satisfecha.
Si la causa-deda frustración es exterior a la persona, la reac
ción emotiva es cólera o irritación. Se manifiesta en form a patoló
gica por medio de la paranoia. La persona utiliza el mecanismo de
defensa de proyección, por medio del cual tra ta de escaparse de
una responsabilidad que ha creado la frustración. Si la fuente de
la frustración es interna, entonces la persona tiende a experim en
tar el ^^m ordim iento y la culpabilidad. Utiliza el desplazamiento
T erapia Centralizada en el Paciente: Rogers 87
C A R A C T E R IS T IC A S D E U N A R E L A C IO N
T E R A P E U T IC A
Rogers da un resumen de su teoría en cuanto a la m anera de
ayudar a las personas en la siguiente declaración; “¿ ^ y o puedo
proveer una relación de cierta cualidad, la otra persona descubrirá
dentro de sí misma la capacidad de utilizar esa relación para el cre
cimiento, y el cambio y el desarrollo resultará.” 2 Se define la rela
ción terapéutica como una en la que cada uno de los participantes
espera lograr algo del otro, una apreciación más am plia de los
recursos inherentes en sí mismo, más expresión de estos recursos, y
m ás uso funcional de estos recursos. ¿C uáles son las características
de esta relación? ¿Qué podemos hacer p ara estimular y facilitar el
crecimiento en otras personas? ¿Cuáles son los factores que no per-^
miten el crecimiento en la vida dc otras personas?
En las relaciones entre padres e hijos se ha descubierto que la
actitud de “aceptación-dem ocrática” es la que más promueve el
crecimiento en los niños. Los niños de estos hogares demostraron
más aum ento en la inteligencia, más creatividad, más seguridad
emocional y más capacidad de controlar las emociones, y^menos
tendencia de reaccionar con emociones histéricas. V
88 Psicología y el Ministerio Cristiano
P A S O S E N L A P S IC O T E R A P IA
Rogers percibe que los pacientes pasan por siete etapas en el
proceso del tratam iento. Prim ero, el paciente se caracteriza por
rigidez y distanciamiento..Bacía otrosí No está dispuesto para bus
car ayuda en forma voluntaria. Com unica asuntos relacionados
con lo que es exterior y no quiere comunicar nada relacionado a sí
mismo. No puede reconocer sus propios sentimientos ni mucho
menos adm itir que son propios. Se relaciona con otros y con las
cosas en forma rígida. Piensa que es peligroso relacionarse en
forma íntim a y comunicar las cosas íntimas de sí mismo. No reco
noce sus problemas y no tiene ningún deseo de cambiar. La com u
nicación interna se impide con interrupciones, cambios de tema, y
otras evidencias que indican que la persona está bloqueando sus
pensamientos.
La m eta del consejero en la prim era etapa es asegurarle a la
persona que es recibido y aceptado tal como es. Cuando esto se
logra, entra la segunda etapa. H ay un aflojamiento.xiela expresión
con relación a los objetos que le rodean, pero nada del Yo todavía.
i^sjDroblemas se perciben como externos a uno mismo, y uno no
acepta la responsabilidad personal por lo que está pasando o por
los problemas. Los sentimientos se describen como de otra persona
o como sentimientos del pasado. Se pueden m anifestar pero no se
ven como propios. Las opiniones personales son rígidas, y son con
siderados como hechos comprobados y no como opiniones. La per
sona puede expresar contradicciones, pero no las reconoce como
contradicciones. Por medio de la aceptación la persona experi
menta más aflojamiento en la expresión de sus emociones, pen
samientos, y acciones. Así se entra en la tercera etapa.
La persona puede hablar más libremente del T o con una
objetividad que anteriormente no tenía. Com ienza a expresar
opiniones acerca de sentimientos que no están presentes actual-
Terapia Centralizada en el Paciente: Rogers 91
C O N G R U E N C IA
O tro concepto m uy im portante en. los escritos de Rogers se
llam a congruencia o concordancia. Rogers hace hincapié en la
im portancia de la congruencia entre la experiencia que la persona
Terapia Centralizada en el Paciente: Rogers 93
C O N C L U S IO N
H asta ahora los libros de Rogers no han sido traducidos al-
español. Su método ha recibido elogio y crítica durante muchos
años. Counseling and Psychotherapy, que salió en 1942, ha tenido;
una acogida creciente entre los profesores de cursos en consejos per
sonales en las universidades. Client Centered Therapy también se
considera básico p ara presentar el punto de vista fundam ental de
Rogers. En años más recientes Rogers escribió una obra que tiene
que ver con la dinám ica de grupos, en la cual reconoce la contribu
ción positiva del movimiento de grupos de terapia, en círculos de
educación, y entre grupos religiosos.
Algunos terapeutas piensan que el método de Rogers es
bueno p ara el consejero que está principiando. Puede hacerle bien
al paciente, y probablem ente no va a) hacerle mucho daño. Pero
otros insisten en que el método es válido y que debe usarse en
forma exclusiva. Otros opinan que el método sirve para personas
que tienen m ucha inteligencia y pueden relacionar su sufrimiento ^
con otros factores que ejercen influencia en su vida. Las personas ■
que luchan por conseguir comida suficiente p ara su familia pro
bablemente no va a pasar mucho tiempo en ejercicios mentales
que tienen que ver con problem as teóricos que no se relacionen con
su situación real.
M e parece que el método de Rogers tiene mucho que es de
valor para los cristianos. Lasjxietas^jiie,él.estableceparaja-persona
sana son metas que coinciden con los valores espirituales que se
presentan en el cristianismo. Por eso, creo que los cristianos encon
trarán mucha ayuda en considerar el valor del punto de vista de
"Terapia Centralizada en el Paciente: Rogers 95
N O T A S P A R A C A P IT U L O 7
UNA SINTESIS
¿LA H E R E N C IA O E L M E D I O A M B IE N T E ?
La conducta hum ana se determ ina por la dotación biológica
y la sociedad hum ana. La herencia, la m aduración, y la socializa
ción tienen sus contribuciones especiales que hacer a cada indi
viduo. Las características físicas se heredan y son el resultado de la
combinación de los genes. El color del cabello, de los ojos, la
estatura, y otros aspectos físicos son características que cada uno
hereda de sus padres y abuelos. La inteligencia es resultado de lo
que uno hereda y el impacto del medio am biente en términos de
oportunidades p ara estim ular el proceso intelectual. P or ejemplo,
hay familias en las cuales casi todos tienen talentos musicales. No
es que la música se hereda de generación en generación; más bien
quiere decir que un ambiente de apreciación por la música crea a
personas que tienen esa inclinación. O tras familias se destacan por
U na Síntesis 97
LA E C O N O M IA D E LA S N E C E S ID A D E S V IT A L E S
Se debate mucho entre los psicólogos en cuanto a las necesi
dades vitales. Los que dan m ucha im portancia a la herencia insis
ten en que hay instintos que brotan de las necesidades vitales. Los
instintos fundamentales brotan de las necesidádes corporales y se
influyen por medio del aprendizaje. Son ham bre, sed, sexo, y
sueño. Algunos incluyen el dolor como motivo, pero en el sentido
negativo de buscar la m anera de evitarlo. La satisfacción de estas
necesidades biológicas explica mucho de nuestro comportam iento.
Además de las necesidades biológicas, algunos tam bién ven
las necesidades psicológicas. Entre ellas están la necesidad de am ar
y ser amado, la necesidad de la estima propia, la necesidad~déreci-
bir expresiones dé aprecio por lo que somos o por lo que hacemos.
Otros ven la competencia, la agresión, o la denominación como
otra necesidad. La lista puede extenderse p ara incluir muchas otras
actividades que form an parte del com portam iento hum ano.
Si una necesidad se suple, hay un flujo constante de energía y
la provisión de oportunidades p ara invertir la energía en las activi
dades que satisfagan la necesidad. Pero cuando faltan los medios
p ara suplir la energía, hay una tendencia a la exageración de la
im portancia de la necesidad. Por ejemplo, cuando hay abundancia
Una Síntesis 99
M E C A N IS M O S D E D E F E N S A
E n las páginas anteriores hemos hablado del papel del Yo en
los conceptos de varios psicólogos. Recordamos que el Yo es la
parte que controla los impulsos que salen del Ello y luchan con el
Super Yo, p ara determ inar si salen al m undo externo o no. A veces
tenemos experiencias en las relaciones sociales en las cuales el Yo se
siente amenazado. Esto produce la ansiedad, y m anda el mensaje
al Yo que hay que prepararse p ara la defensa porque un ataque es
inminente. La m anera en que el Yo se enfrenta con esta am enaza a
la seguridad se llam a el mecanismo de defensa.
Represión.— Algunos psicólogos insisten en que la represión
es algo inconsciente, y por eso no nos damos cuenta de su acción.
Los resultados de la represión se ven en el olvido de citas, nombres
y experiencias que nos trajeron dolor o ansiedad en el pasado. La
persona puede olvidar su cita con el odontólogo. Reprim e la hora
de la cita porque sabe que puede traerle dolor. El nom bre de uno
que hüm illa a otros en form a abierta es olvidado por la víctima de
la hum illación. Así la represión sirve para p ro té g e te la persona...
del doloroso recuerdo. En ese sentido es algo positivo, porque la
persona difícilmente podría vivir con todos los recuerdos de las
experiencias dolor osas del pasado.
H a y una represión que puede ser dañina. Si del Ello surgen
impulsos que el Super Yo y el Yo no aceptan, son reprimidos y
devueltos al Ello. Allí ejercen una fuerza y salen a veces en formas
irracionales, tales como fobias, tics, y compulsiones. La persona no
102 Psicología y el M inisterio Cristiano
¿C O M O A Y U D A M O S A O TR O S?
El estudio que hemos hecho de las siete psicologías nos ha
dado bases p ara poder determ inar la razón de los problemas y qué
debemos hacer para ayudar. En vez de escoger un solo punto de
vista o método, la m ayoría de las personas que tienen éxito en ayu
dar a otros utilizan un método ecléctico en el que escogen ideas de
cualquiera si creen que estas pueden ser beneficiosas para su
paciente. En algunos pacientes las experiencias traum áticas de los
primeros años en el campo del sexo pueden form ar la clave de su
problem a como adulto. En otras personas puede ser un defecto
físico de los primeros años de vida, y por eso las ideas de Adler se
aplican más en esos casos. P ara otras personas puede ser una serie
de dificultades en las relaciones interpersonales, y las ideas de Sulli
van nos dan la base p ara ayudarles. Por lo tanto él que quiere ayu
dar no debe tra tar de encasillar a todos en una sola escuela de pen
samiento.
El obrero cristiano probablem ente no tendrá la preparación
adecuada p a ra entrar en procesos de terapia que tienen que ver
con el inconsciente. Nuestro campo especial tendrá que ver con
Una Síntesis 109
N O T A S P A R A C A P IT U L O 8
1 Stanley M ahoney. The Art of Helping People Effectively. (New York:
Association Press, 1967), p. 36.
2 W ayne Oates. The Religious Dimensions of Personality. (N ew York. T he
Association Press, 1957), p. 240.
3 G ardner M arphy. Histórical Introduction to Modem Piychology, (New York:
H arcourt Brace and W orld, Inc., 1949), p. 327.
4 Oates, Op. dt., p. 224, 225.
5 Ibid.y p. 230.
6 A. C. Kinsey, W . B. Pomeroy, y C, E, M artin. Sexual Bebaviour in tbe Human
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