Perfiles Sobre Envejecimiento. Estrategias Gerontologicas en Accion
Perfiles Sobre Envejecimiento. Estrategias Gerontologicas en Accion
Perfiles Sobre Envejecimiento. Estrategias Gerontologicas en Accion
Presentación ………………………………………………………………………… 4
Eulalio Francisco López Millán
Introducción …………………………………………………………………………. 5
Sergio Flores Cerqueda
PRIMERA PARTE
Estrategias para la acción
1. La ética en los Centros de Día para adultos mayores: entre la acción del
Estado y los planes de negocio ………………………………………………. 10
Graciela Zarebski
Argentina
Silvia A. Kanje
Argentina
SEGUNDA PARTE
Ensayos
TERCERA PARTE
Investigaciones de campo
María Teresa Carreño Hernández, José Luis Olguín Sánchez, Edgar Velázquez
Reyes México
4. Consideraciones de la biomecánica en el envejecimiento: inmovilidad
versus vida saludable ……………………………………………………...….. 208
Ramón Flores Gómez, David Elías Viñas, Luisa Stefania Zamora Fonseca,
Raquel Nabor Domínguez, Yesenia García González
México
4
Introducción
El libro se divide en tres partes que son: 1) estrategias para la acción; 2) ensayos;
3) investigaciones de campo. La obra comienza con un extraordinario aporte del
coordinador del libro, José Carlos García Ramírez, quien realiza algunos
planteamientos históricos de la política asistencial para ancianos mexicanos
(aspectos que todo profesional en envejecimiento debe conocer). Posteriormente el
autor ubica su estrategia argumentativa en definir qué son los centros de día para
adultos mayores y explica cuáles son las características, sus desafíos y
5
oportunidades para las acciones de gobierno y para aquellos que busquen
proyectos de inversión (negocios) con responsabilidad social.
Con un enfoque crítico, Graciela Zarebsky, esboza la importancia que tiene para
América Latina y Argentina en particular, la formación de recursos profesionales en
gerontología. Su planteamiento se centra en la experiencia de la Universidad de
Maimónides y en donde señala el proceso formativo del gerontólogo y las
estrategias a seguir en los modelos educativos, desarrollados en dicha Universidad.
Los aportes que realiza Silvia Kange, ofrece una reflexión sobre envejecimiento y
género. En su ensayo la autora analiza, desde el campo de la salud pública y desde
la demografía, el proceso de feminización del envejecimiento regional y sus
repercusiones en el sistema de cuidados, la familia, las redes sociales y la política
pública en Argentina.
6
Posteriormente, con una mirada novedosa en el terreno de la salud y la
rehabilitación, César Iván Real, propone un tema innovador en el área de la
“geronto-quiropráctica”. El autor lleva a cabo un estudio en pacientes adultos
mayores con problemas de artritis reumatoide. Los resultados señalan que los
dolores lumbares y de articulaciones, especialmente en rodillas, tienen una alta
prevalencia generadora de disfuncionalidad física. Concluye que la atención
quiropráctica puede ser una opción rehabilitatoria coadyuvante en la salud y de
gran apoyo a los estudios gerontológicos.
Por su parte, Georgina Barrero Brito y Pablo Barrera, plantean una temática
preocupante para la salud pública: la obesidad. Realizan un diagnóstico socio-
epidemiológico acerca del sobrepeso y obesidad en personas adultas mayores,
residentes en el municipio de Ocoyoacac, Estado de México. Los resultados de
dicho estudio señalan que la inactividad física (sedentarismo), los malos hábitos
alimentarios y los problemas relacionados con la baja autoestima repercuten de
manera negativa en la calidad de vida.
Es de vital importancia que en las Universidades que cuentan con servicios de salud
tengan implementado en su estructura administrativa un expediente electrónico
clínico. Así lo recomiendan María Teresa Carreño Hernández y colaboradores en
un análisis realizado con adultos mayores atendidos en clínicas de la Facultad de
Estudios Superiores Iztacala, y en donde ponen aprueba la eficacia del Expediente
electrónico clínico odontológico de formación académica (EECOFA). La utilidad de
7
dicho instrumento constituye una base tecnológica y metodológica que tiende a
mejorar la calidad de los servicios clínicos ofertados.
Esta obra contó con el invaluable apoyo de la Secretaria de Educación Pública que,
mediante el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI 2013), financio
esta publicación. Al Rector de la Universidad Estatal del Valle de Toluca, Eulalio
Francisco López Millán, por impulsar la investigación gerontológica. Finalmente,
expreso mi gratitud a nuestros estudiantes quienes son nuestra motivación.
2El estudio se realizó con usuarios de la Clínica Integral Universitaria de la Universidad Estatal del
Valle de Toluca, del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia de Capulhuac y en
el Centro Social de Ocoyoacac.
8
PRIMERA PARTE
Estrategias para la acción
9
La ética en los Centros de Día:entre la acción del Estado y
los planes de negocio
Resumen
Palabras clave
Vejez, política asistencial, centro de día, ética.
10
histórico en México sobre la relación entre instituciones3, administración4 y personas
ancianas5, para poder así entender la idiosincrasia o la construcción de
representaciones socio-culturales que tienen algunas prácticas institucionales sobre
las personas envejecidas y así entonces, tener más claro el por qué y para qué de
los alojamientos o Centros de Día.
3 Entiendo por “institución” un sistema social basado en un conjunto de reglas que sirven para
organizar las acciones intencionales de los individuos a través del constreñimiento o deberes y de
los derechos y cuya finalidad es buscar beneficios para la comunidad. El constreñimiento significa
aceptar procedimientos consensuados que tiendan a limitar acciones arbitrarias y que busquen la
integración, el bienestar y la coexistencia (North, 1990). Sin embargo, no hay que olvidar que fue A.
Comte quien formaliza el concepto de “institución” y la define como todo aquello que está constituido,
organizado o “instituido” en la sociedad –familia, capital, Estado– (Comte, 1965).
4 En términos generales, la “administración” es un proceso compuesto por funciones básicas:
lo siguiente: “el médico suele curar y remediar las enfermedades; el buen médico es entendido, buen
conocedor de las propiedades de las yerbas, piedras, árboles y raíces, experimentado en las curas,
11
relatan que las acciones sanitarias para ancianos la ejercía algún miembro de la
familia o los ticitl7 (médicos de la comunidad). Aunque no hubiese un trabajo
institucionalizado de atención a la población longeva, sin embargo, sí había un
proceso “administrativo” de los recursos medicinales empleados para la sanación o
control de la enfermedad a través de médicos, curanderos o chamanes de la
comunidad (Florescano, 2012).
Es a mediados del siglo XVII, en pleno proceso de la Conquista, cuando los
usos y costumbres de los pueblos originarios fueron trastocados. Los diversos
grupos evangelizadores (Franciscanos y Dominicos, principalmente) implementaron
esquemas de atención a la salud para los “indígenas” golpeados por dicho proceso.
Detectaron que la comunidad y la familia eran los proveedores estratégicos de
atención a la salud: se entendió que los niños, las mujeres y los ancianos eran a
quienes habría que brindarles el apoyo comunitario8 (Florescano, 2000). Los apoyos
brindados fueron siempre por motivos religiosos y en donde la caridad y la
beneficencia fueron las dos acciones sociales por excelencia. Años posteriores,
esos apoyos informales se transformaron a lo que sería cierta atención formal,
gracias al surgimiento de los “hospitales”9.
el cual tiene también por oficio saber concertar los huesos, purgar, sangrar y sajar, y dar puntos, y,
al fin, librar de las puertas de la muerte. El mal médico es burlador, y por ser inhábil, en lugar de
sanar, empeora a los enfermos con el brebaje que les da, y aún a las veces usa hechicerías y
supersticiones para dar a entender que hace buenas curas” (de Sahagún, 1999).
7 Entre los pueblos aztecas había distintos tipos de sanadores. El ticitl examinaba a las personas
enfermas y las curaba con remedios basados en sus conocimientos (hoy sería nuestro médico de
cabecera o de familia). El nahualli actuaba mediante la confección de horóscopos y era capaz de
predecir el pronóstico de los males al mismo tiempo que curaba con métodos secretos y
determinados rituales simbólicos. Se centraba más en el espíritu que en el cuerpo (estaría más bien
relacionado con lo que hoy en día tratan de hacer los psicólogos y psiquiatras). Otros sanadores
destacaban por sus habilidades: el cirujano, tetecqui o texoxotla ticitl; el sangrador, tezoc o teximani;
la comadrona, tlamatqui o temixintiani; el boticario, papiani o panamacani. Sabían curar fracturas y
mordeduras de serpientes. En el oficio de la práctica médica, las mujeres de edad avanzada
destacaban por la experiencia que pudiesen tener y porque se encontraban en la edad
posmenopáusica (por ejemplo, la menstruación y el parto se consideraban impurezas del cuerpo y
ponían, por consiguiente, en riesgo su práctica).
8
Obviamente que, por intereses prácticos de la evangelización, los intercambios sociales entre
misioneros y sobrevivientes de la Conquista, se complementaron a través del servicio caritativo
ejercido por los evangelizadores y la sumisión devota por parte de los colonizados (Boff, 1998).
9
La primera estructura formal instaurada para la atención de enfermos, pobres y ancianos de la
Nueva España fue el Hospital de la Inmaculada Concepción -actual Hospital de Jesús- (Loyo-Varela,
2009), cuya organización y administración se inspiró en lo que sería el Nosocomio Bizantino y el
Maristan Islámico, en el Oriente Medio, considerando el Hospital del Monasterio del Pantocrátor en
el año de 1136.
12
A grandes rasgos, los conceptos “administrativos” de servicios de atención a
la población anciana durante los siglos XVII, XVIII y XIX, fueron por lo menos los
siguientes:
La caridad. Ésta es una categoría del orden moral que determinó la práctica
religiosa para redimir a los más pobres y desprotegidos. Las reglas de
operación eran definidas por la comunidad clerical, así como también la
administración de los simbolismos religiosos y de los recursos económicos o
en especie que recibía.
El patronato. Consejo formado por varias personas encargadas de vigilar el
uso correcto de los bienes propiedad de la Corona Española. El Patronato
Real era el poder que le concedía el Papa a los reyes en la Nueva España.
Dentro de los bienes a vigilar estaban los centros o dispensarios para
ancianos indígenas en situación de abandono. El patronato también se
encargaba de justificar jurídicamente la expropiación o despojo de las tierras
comunales indígenas. Según las crónicas de Fray Servando Teresa y Mier,
los patronatos le exigían a los indígenas ancianos sus tierras a cambio de
apoyo moral y de servicios de cuidados sanitarios.
La mutualidad. Se aplicó prioritariamente a la gente anciana indígena que
realizaba pagos en especie a los hospitales con la finalidad de recibir
cuidados o atención por alguna enfermedad hasta los últimos días de vida.
Esos servicios eran pagados por muy pocos caciques longevos nativos.
En los inicios del siglo XIX, las instituciones hospitalarias que brindaban
atención a la gente anciana, acuñaron el concepto de “beneficencia sanitaria”. Se
trataba de un modelo de intervención orientado al tratamiento de enfermedades
como la viruela, tifoidea y ciertos tipos de tumores malignos. Durante ese siglo se
dotaron a los hospitales de camastros y se tuvo mayor control del paciente
asignádoles reportes clínicos.
13
Derivado de las leyes de desamortización de 1851 y 1856 decretadas por
Benito Juárez se expidió en 1861 la creación de la Dirección de Fondos para la
Beneficencia Pública, organismo dependiente del Ministerio de Gobernación y que
permitía donaciones a organizaciones y patronatos religiosos destinados ayudar a
los ancianos (García, 2012).
Esos cambios modificaron la percepción social de la vejez y los mecanismos
institucionales para la atención de las personas mayores. Dicha perspectiva
entendió que el envejecimiento era un proceso individual circunscrito en la familia y
al que las instituciones públicas (de salud principalmente) les corrspondía cierto
“compromiso” moral de ayuda cuando se trataba de ancianos pobres. Los viejos y
las viejas pobres, enfermas y abandonadas, fueron definidos como seres
dependientes e indefensos sujetos a la caridad y beneficiencia.
La percepción institucional que se tuvo de la vejez en el México de finales del
siglo XIX (en cuanto a ser un fenómeno asociado a la decrepitud e indefensión),
permitió que aparecieran organizaciones privadas filantrópicas impulsadas por
residentes extranjeros10. Éstas se encargaron de ofertar servicios alternativos o de
reforzamiento para contrarestar las penurias generadas durante el proceso de
envejecimiento (Florescano, 2012).
En 1899 el Congreso de la Unión facultó al Ejecutivo expedir la primera Ley
de Beneficencia Privada. Eso marcó el inicio de otro tipo de atención a las personas
ancianas en el sentido de que se buscó cierta especialización de individuos (no
necesariamente profesionales) que tuviesen afinidad e interés por ellas.
Obviamente que se trataba de ancianos (no así de ancianas) adinerados que podían
pagar por recibir cuidados prolongados o parciales o para curarlos de alguna
enfermedad (Muriel, 1990).
Referirse, grosso modo, al proceso histórico de atención a la población
envejecida en México permite, para el caso que me ocupo, tener claridad del por
10
Así surgen el Hospital Inglés, la Sociedad de Beneficencia Española (quien por cierto apoyó de
manera incondicional años posteriores a don Arturo Mundet Carbó, empresario y fundador de lo que
hoy es un alojamiento importante para los adultos mayores: Casa para Ancianos ‘Arturo Mundet’), la
Sociedad Americana de Beneficencia, la Asociación Francesa, Suiza y Belga, la Asociación de
Beneficencia de la Colonia Italiana y la Alianza Monte Sinaí (Muriel, 1990).
14
qué en la actualidad las instuciones de carácter público y privado, poseen ciertas
representaciones particulares sobre el mundo de la senectud, las cuales
condicionan prácticas específicas y determinan decisiones políticas.
15
Fueron tres acontecimientos fundamentales que marcaron la irrupción del
Estado asistencial mexicano: la Reforma juarista, el positivismo científico incubado
en el periodo porfiriano y la gesta revolucionaria de 1910 (García y Espinoza, 2010).
Esos acontecimientos determinaron el origen del Estado liberal moderno y, en
donde éste, asumió el tutelaje social basado en el bienestar de la gente11. La política
asistencial fue entendida como una responsabilidad del Estado ante las diferentes
necesidades sociales a las que se tendría que dar atención y solución. Se buscaba
hacer fuerte al Estado frente a la sociedad y generar la idea de que las instituciones
públicas eran protectoras y benefactoras. Los deberes del Estado benefactor
(Walfare State) ayudaron a estructurar los primeros derechos sociales. Así, la
intervención estatal se dejó ver en los rubros de educación, salud, alimentación y
vivienda.
En el caso de la política asistencial para población envejecida a mediados
del siglo XX, solamente se consideró brindarles asistencia médica en las unidades
del sector salud y apoyo social a través de la dependencia de gobierno llamada
Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Cabe mencionar que para las décadas de los
50s y 60s la población de 60 años y más apenas alcanzaba los 2.5 millones (INEGI,
2005). Para esos años, la población rural anciana se vio mermada en cuanto a su
reducido volumen poblacional, debido al intenso flujo migratorio de adultos en la
década del 1940 los cuales algunos empezaron a envejecer en los Estados Unidos.
La generación que se mantuvo en sus lugares de nacimiento o de residencia fue la
que nació a finales de 1890. Obviamente, en esas fechas no existió ninguna
institución pública o privada que atendiera las necesidades de la población rural
longeva.
Para el caso de ancianos carentes de seguridad social y económica
(principalmente los habitantes de zonas urbanas) se diseñaron esquemas de
reparto de alimentos y se abrieron espacios públicos para la atención de
11 Diversos estudios (García, 2006) sobre teoría política y política pública sostienen que los
pensadores de la Ilustración europea (siglo XVIII) fueron los primeros en efectuar las distinciones
entre Estado y sociedad civil y quienes empezaron a explicar conceptos tales como respeto a la
legalidad, promoción y protección de espacios públicos para la asistencia de la gente pobre,
derechos sociales (Guadarrama, 2001).
16
enfermedades sin ningún costo (Guadarrama, 2001). Cabe resaltar que los grupos
que tradicionalmente brindaron apoyo comunitario y familiar a los ancianos
enfermos que vivían solos o en pareja, fueron aquellos que tenían una filiación
religiosa (United Nations, 2011).
Es en la década de 1970 cuando las estrategias de política asistencial logra
materializarse en la primera institución formal de atención social (subsector
coordinado por el Programa Nacional de Salud) a través del INSEN (Instituto
Nacional de la Senectud, 1979), hoy llamado Instituto Nacional de las Personas
Adultas Mayores. El INSEN tuvo un planeamiento basado en la diversificación de
sus servicios a nivel federal, estatal y municipal. Los servicios ofertados fueron la
asesoría legal, actividades manuales, físicas y recreativas, donaciones de
instrumentos físicos para discapacitados, ventajas económicas a través de
credencial de filiación, servicios médicos en el primer nivel de atención, entre otros.
La estructura administrativa del INSEN, la componía profesionales en las
áreas médico biológicas, especialistas en geriatría, trabajadores sociales y
psicólogos, así como también equipos de voluntariado expertos en el trabajo con
adultos mayores. El INSEN fue definido como el órgano rector de atención a la
población senecta mexicana. Sus redes institucionales de apoyo fueron la
Secretaría de Salubridad y Asistencia, Desarrollo Integral de la Familia,
Fundaciones Privadas, Casa Arturo Mundet, entre otras. La cobertura de atención
se basaba en el principio universalista12, es decir, una cobertura para toda la gente
que cumpliera el requisito mínimo de edad de 60 años para ser beneficiaria. Se
podría decir que a finales de la década del 70, las proyecciones basadas en los
12 Los principios universales tienen tres niveles de interpretación: 1) ético: es decir, toda acción
institucional, colectiva o individual tiene que regirse por principios generalizables inviolables en
donde se ponga como fin último el bienestar y la dignidad de todo ser humano. Un principio es
universal porque es valido para el género humano sin importar raza, clase social, género, edad; 2)
político: porque el fundamento de todo orden institucional y constitucional reside en la voluntad
popular. El Estado es el responsable de asegurar las condiciones materiales dignas de todo
ciudadano. Los políticos solamente son servidores públicos, instrumentos de las instituciones, cuyo
trabajo es ser catalizadores de lo que los ciudadanos requieren para vivir bien. La universalidad en
política consiste, por tanto, en poner al servicio de la gente todas las garantías de la Constitución y
hacerles valer sus derechos en un clima de igualdad y justicia; 3) jurídico: porque todo ser humano
es igual ante las leyes y el Estado. El modelo basado en principios universales se contrapone al
modelo de focalización o de asistencia fragmentada. Por lo tanto, todos los bienes materiales o
recursos tangibles e intangibles son de todos los ciudadanos que componen un país.
17
satisfactores sociales de la población anciana era medianamente óptimo (Palloni,
2001), a menos en aquellos longevos asentados en las principales zonas urbanas
del país.
Con las transiciones demográfica, epidemiológica y residencial (García,
2012) derivadas durante los años 80s del siglo pasado, los servicios públicos para
adultos mayores inicia un proceso de diversificación y se comienzan a implementar
lugares especializados para ellos. De esa manera, los asilos fueron cuestionados
por su carácter precario e indigno. Se cuestionó también la poca sensibilidad y en
algunos casos la irresponsabilidad de familias que algunas solamente recurrían al
asilo para internar y luego abandonar a sus viejos.
Por lo tanto, se inician las modificaciones que, a menos en sus diversas
formas de nombrarlas, supusieron cambios cualitativos. Por ejemplo, se utilizaron
conceptos como “Hogar para Ancianos”, “Club para Adultos Mayores”, “Alojamiento
para Cuidados Prolongados”, “Residencias”, “Centros de Día”, entre otros. Cabe
mencionar que los asilos no han desaparecido por completo. Sin embargo, para los
fines de la presente investigación, solamente me enfocaré en los Centros de Día y
de la importancia que tendría la ética y los procedimientos normativos como
condiciones de posibilidad para una correcta viabilidad de su funcionamiento.
18
senecta requiriente a través del modelo de “intervención” denominado Centro de
Día (CD).
La literatura producida (Rodríguez Rodríguez, 2007) en los últimos quince
años señala que los CD fueron concebidos a partir de la posguerra de 1945 en
países como Francia, Alemania, Reino Unido. La perspectiva que se tuvo de ellos
fue en definirlos como espacio público de atención a problemas de orden
psiquiátrico y conductuales. Dichos espacios tenían la modalidad de recibir a
veteranos que por razones de historias de vida vivían solos y con problemas
mentales agudos. Es a mediados de la década de los años 70s del siglo pasado
cuando los nosocomios europeos detectan que la población anciana comienza a
tener mayor necesidad de recibir apoyos de salud mental. Como respuesta de
gobiernos se ofreció la apertura de CD especializados en las áreas psiquiátrica,
trabajo social y rehabilitación física. A esas respuestas se le conoce en
gerontología como “proceso de institucionalización”: se pensó que la internación en
hospitales era la mejor opción pues así se mantenía controlado al paciente.
Fue en la Universidad de Manchester, Londres, Inglaterra, en donde el CD
fue conceptualizado geriátricamente. Eso posibilitó ciertas modificaciones en la
estructura administrativa y en los tratamientos específicos dando así origen a los
Hospitales de Día (HD). Dichos Hospitales para estaban destinados a prestar
servicios de control de cuadros patológicos y tratamiento rehabilitatorio, cubriendo
también el área psicosanitaria. Otro dato relevante es que en los HD se brindaba
apoyo de traslado a los hogares de los pacientes que después de terapias de
rehabilitación y convalecencia lo requerían.
Esa perspectiva de ver al individuo longevo únicamente como una entidad
orgánica y definida de manera clínica, duró poco tiempo. Pues las explicaciones de
las ciencias sociales contribuyeron a delimitar las interpretaciones biomédicas.
Se comprendió que conforme avanzaban los años, los individuos son más
propensos a experimentar diversos tipos de depresiones acompañadas a menudo
de crisis somáticas. El concepto de atención primaria puesta en marcha fue que la
presencia del trabajador social era necesaria pues ayudaba a detectar las
influencias negativas del entorno familiar y social sobre los pacientes añosos.
19
Mientras que la participación del médico y del rehabilitador contribuían a intervenir,
corregir y prevenir daños orgánicos y físicos. De esa manera se generó dos modelos
de atención a la población senecta: por un lado el Hospital de Día (espacio de
intervención psicosanitaria) y por otro el Centro de Día (definido como lugar
terapéutico y de integración psicosocial).
A finales de los años 70s, del siglo XX países como Estados Unidos, Canadá
y en menor medida, Argentina y Brasil, retomaron la experiencia de los CD
europeos y plantearon como desafío inmediato impulsarlos con la finalidad de
favorecer la integración de las personas senectas a la comunidad y de formar
recursos profesionales especializados en la atención de los problemas de salud. Así
también, se buscó de manera parecida lo que Francia recomendaba en materia
gerontológica:
20
en medicina, pero tampoco lo podían hacer los trabajadores sociales o burócratas,
más o menos sensibles, a la problemática de la vejez.
Existen por lo menos, según los hallazgos encontrados, cuatro retos a los
que se enfrentan los CD en México:
Aunque éstos vienen constituyendo una alternativa al sistema de
cuidados, donde algunos cuentan con orientación médica, otros, que son
muy pocos (con programas e instrumentos rehabilitadores) se ha
logrado imponer la actividad lúdico-recreativa. Con ese empoderamiento
se corre el riego de que se conviertan en lugares pasivos, contemplativos
y extremadamente promotores de actitudes individualistas poco
comprometidas con el entorno comunitario.
Dado que los CD están siendo considerados como “negocio político”,
pueden verse susceptibles de corromperse pues lo que interesa es el
“cliente” anciano como voto electoral potencial. Esa perspectiva degrada
los servicios y la visión integral del los CD la cual consiste en hacer del
adulto mayor una persona capaz de ser independiente en su vida diaria,
saludable en la medida de lo posible, participativa social y políticamente
y solidaria de manera intergeneracional.
Los CD al ser utilizados como ejemplo de las políticas sociales, éstos se
ven menguados financieramente para su operación eficaz ya que son
considerados como espacios que financieramente dependen de la
Secretaría de Desarrollo Social. Además, en las políticas de gobierno,
éstos compiten con otros “grupos vulnerables” por recursos económicos
los cuales son extremadamente escuetos. Eso genera que los servicios
de atención a la población usuaria anciana sea deficitaria.
Ante las limitaciones de algunos alojamientos para ancianos y que son
subsidiados por diferentes programas de gobierno, actualmente se
vienen incrementando la participación de grupo privados que han venido
construyendo CD y estancias de cuidados prolongados donde los
familiares o usuarios pagan por recibir tratamientos, orientación
psicológica y todo tipo de apoyos psico-socio-sanitarios en el primer nivel
21
de atención. Los costos oscilan dependiendo del lugar y de la población
a la que se refieren. Por ejemplo, en la Ciudad de México, los precios de
una estancia de cuidados prolongados pueden estar entre 3 mil y 18 mil
pesos mensuales (según salario mínimo en el tercer trimestre de 2013).
Los CD en manos de la iniciativa privada se caracterizan por brindar
profesionales adecuados y de calidad dependiendo, obviamente, de la
renta a pagar.
Esquematizando las diferencias y objetivos que existen entre los Centros de
Día, Hospitales de Día y Hogares o Clubes para adultos mayores, el Cuadro 1
resume las características de cada uno de ellos. Cabe mencionar que en ocasiones
puede haber cierta correlación mínima.
Fuente: Elaboración propia con base en “Documento Técnico: Centros de día para personas
mayores” (IMSERSO, 1999) y “Modelos de atención gerontológica” (INAPAM, 2012).
Fuente: Elaboración propia con base en datos de CEPAL (2013); García (2012).
23
las variables comentadas, sino también se enfocarían en población anciana que
cohabita en familia ampliada (primera, segunda y tercera generación). De allí que
los Centros de Día sean proyectos o alojamientos que podrán responder a
diferentes contextos y necesidades de aquellos que los requieran Montes de Oca,
2001).
Fuente: Elaboración propia con base en datos de CEPAL (2013); García (2012).
24
Cuadro 2. Plan metodológico de inversión en un Centro de Día
Fuente: Elaboración con base en Plan Gerontológico Corporación “Sendero de Luz” (2010-2015).
25
Estructuras a través de las cuales se diseñen proyectos productivos por y
para los adultos mayores (en los que ellos mismos planifiquen, instrumenten,
coordinen, evalúen y atiendan).
Áreas de oportunidad para emprender negocios particulares con una visión
de responsabilidad social.
14
Existen experiencias locales, como es el caso de los Estados Unidos, Brasil y Argentina, donde
los CD que son “administrados” o coordinados por gente mayor en condiciones de salud óptima,
poco a poco van cobrando significancia debido a que la perspectiva de integración, autonomía e
identidad es sustantiva para los usuarios.
15 En 1903, E. Metchnicoff no solamente se refirió por primera vez al concepto de “gerontología”, sino
también habló del gerontólogo (ver artículo en línea “Hacia una fundamentación científica de la
gerontología”, José Carlos García Ramírez: http://www.praxissociologica.es/images/PDF/2008-
12/revista_n12-6.pdf. Actualmente en América Latina existen por lo menos 70 instituciones de
Educación Superior que ofrecen la Licenciatura en Gerontología, especialidades y algunas
diplomados e incluso tecnicaturas. Lo relevante es que cada día se vislumbra la necesidad de
multiplicar la formación de gerontólogos, los cuales tendrán que enfrentar una serie de retos como
son el desarrollo de las capacidades críticas, el fortalecimiento de sus aptitudes teóricas y prácticas
(desde una perspectiva biopsicosocial y espiritual del fenómeno del envejecimiento), el
emprendimiento en cuestiones referentes a la arquitectura y las tecnologías aplicadas a las necesidades
26
Los países como Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda y, en menor
grado, España, han demostrado que los Centros de Día exitosos son aquellos
tutelados por profesionales (que comparten estrategias multidisciplinares) y que
logran establecer vínculos con la comunidad y más específicamente, con la familia.
Estudios recientes (Flascha, 2003), señalan que la campaña europea denominada
(“To age and Live at Home”, “Alter und Leben zu Hause”, “Envejecer y Vivir en
Casa”), ha contribuido a mejorar en ciertos aspectos la calidad de vida de aquellas
personas ancianas que aceptan el esquema CD-Hogar Familiar.
El CD como hogar familiar, es sin duda una opción viable en el que se
pretendería reproducir los condiciones óptimas o ideales de una familia donde:
de la población longeva, así como también, la gestación y desarrollo de redes científicas dedicadas
a la investigación regional.
27
La capacidad de apertura contribuya a recibir propuestas y programas
de apoyo de instituciones públicas o privadas que posibiliten el
mejoramiento de la infraestructura física y de los servicios ofertados.
16
El concepto de bienestar es ligado con el de calidad de vida y el cual se refiere a una percepción
subjetiva pero, he aquí lo importante, condicionada por factores objetivos generados en un contexto
cultural, social, político, económico, familiar y ambiental. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
ha definido que el bienestar, en términos de calidad de vida, comprende por lo menos seis horizontes
fundamentales: un área biológica (la energía, la fatiga), un área psicológica (sentimientos positivos),
el nivel de independencia (movilidad), las relaciones sociales (apoyo social práctico), el entorno (la
accesibilidad a la asistencia sanitaria) y las creencias personales/espirituales (significado de la vida).
Las tesis de Amartya Sen indudablemente contribuyeron a que el área de la salud ahondara en el
concepto de calidad de vida y su relación con la idea de bienestar (Sen, 1976; OMS, 1998). Ahora
bien, el concepto de bienestar valdría la pena reflexionarlo desde la gerontología a través de la teoría
de la auto-determinación formulada por Deci y Ryan, que es una perspectiva del desarrollo y del
estar bien (wellness) en el ámbito de la vida diaria. El bienestar está ligado al mundo de las
necesidades psicológicas básicas cuya satisfacción es necesaria para el estar bien psicológico y
cuya importancia aplica a todas las edades y a todos los humanos. El estar bien va más allá de
concepciones hedónicas o de placer y se incrusta en la felicidad. La felicidad es el resultado del
bienestar donde la satisfacción de las necesidades de atención médica (mejoramiento de la salud
fisiológica, mental y afectiva) y de los beneficios sociales y económicos, permiten la realización de
potencialidades del desarrollo del adulto mayor. Como dice Yehoshúa Erlich, promotor de la División
de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, que el desarrollo del
adulto mayor depende de la equidad entre bienestar y la productividad: “cada uno recibe según su
necesidad y entrega según su capacidad”. Por lo tanto, el bienestar integral depende de los
satisfactores materiales y espirituales o culturales con los que una persona está feliz consigo mismo
y con su entorno. El bienestar es autopercepción pero también es valoración cuantificada o medible
(Ryan y Sapp, 2007).
28
género y raza). La satisfacción de la necesidades (materiales y espirituales)
constituyen el sentido de la vida humana en su cotidianidad17.
Sin embargo, según Maslow (1998), también considera que toda estructura
social e institucional (como podrían ser los Centros de Día), tiene que estar al
servicio de la satisfacción de las necesidades humanas y promover el mayor
bienestar psíquico y físico de las personas.
Bajo la perspectiva , por lo tanto de Heller y Maslow, los planificadores de los
CD para adultos mayores, así como también profesionales y usuarios, tendrán que
entender inequívocamente que la finalidad de esos establecimientos será diseñar,
planificar, actuar, servir y mejorar los servicios a partir de la siguiente pirámide:
A partir del Esquema 3, se puede inferir el hecho de que hay que llevar a los
y las profesionales que están al frente de los CD al convencimiento de que en
17 Heller dice que no hay vida cotidiana sin espontaneidad, juicio provisonal, trabajo, familia,
economía, interacción con los otros y, sobre todo, medios o instrumentos al alcance de las personas
a través de las cuales se logren satisfacer las necesidades. De esa manera, toda organización social
y de gobierno necesariamente tiene que generar los medios para coadyuvar a la satisfacción de las
necesidades materiales que todo individuo tiende a demandar (Heller, 1971).
29
cualquier momento de la vida cotidiana, el fin último, como diría Aristóteles, de toda
persona mayor (sin importar si es dependiente o independiente en su vida diaria) es
la satisfacción de ciertas necesidades materiales, psíquicas y espirituales en
términos de autoestima y felicidad (Naciones Unidas, 2013).
Arquitectura geriátrica
Dice un proverbio latino “Domus amica, domus optima (Casa amiga, casa
óptima)” o como también reza el refrán popular “el buen juez por su casa comienza”.
La casa o el hogar es el espacio por excelencia que humaniza y acoge, protege y
conforta, congrega y consolida las identidades de quienes lo habitan. Según el
filósofo alemán Martin Heidegger (1963) diría que el ser humano, en su actividad
existencial, coloca como referencias primordiales el cuidado de sí mismo y de “su
casa (zu Haus)”. La casa es el espacio estratégico desde donde las personas que
por filialidad o por acercamiento con otros, diseñan sus proyectos de vida y se
lanzan a la búsqueda de las cosas o de los medios para darle sentido a sus
actividades vitales. La casa o el espacio está construido con artefactos, objetos,
estructuras que siempre “están a la mano” de quien la habita. La arquitectura 18 es
una actividad básica en la vida humana, pues ella diseña y edifica el hogar donde
los individuos se protegen, descansan, intimidan, sueñan y proyectan sus
propósitos o, simplemente, se ocultan para encerrarse a sí mismo o, mejor dicho,
para esperar su fin (o sea para fenecer).
capacidad para dar cobijo, adaptarse a las necesidades, proveer espacios para la adaptabilidad y
belleza visual, funcionalidad y de hacer felices a los moradores del espacio arquitectónico
(Cassinello, 2007).
30
El objetivo central de la llamada “arquitectura geriátrica” es contribuir con
diseños y construcciones que tiendan a mejorar la calidad de vida en los niveles
físicos, psíquicos y de interacción de las personas de edad avanzada. Seguridad,
funcionalidad, confort y felicidad, tienen que ser los criterios a tomar en cuanta
cuando se inicia un proyecto arquitectónico para edificar un CD.
19
Es interesante la propuesta realizada por Adela María Cassinello quien desde la experiencia
española, aporta una serie de elementos básicos que se deberán tener en cuanta en el momento de
diseños de alojamientos para personas mayores (Cassinello, 2007).
20 Se recomienda revisar lo sugerido por la Estrategia Regional derivada del Plan de Envejecimiento
en Madrid 2002, en cuanto al significado de “espacios propicios y favorables”. Así también las normas
para establecimientos contenida en el Proyecto de Norma Oficial Mexicana (PROY-NOM-005-SSA3-
2007) en cuanto a los requisitos mínimos de infraestructura y equipamiento de establecimientos para
la atención psico-socio-sanitaria y que también podría aplicar para los Centros de Día para adultos
mayores; el Proyecto de Norma Oficial Mexicana (PROY-NOM-031-SSA3-2009) en lo referente de
la organización e infraestructura de establecimientos (públicos y privados) que oferten servicios de
atención a las personas mayores; Norma Oficial Mexicana (NOM-167-SSA1-1997) sobre los
requisitos para la arquitectura y accesibilidad para establecimientos que ofrezan servcios de atención
y cuidados para adultos mayores, así como de la prohibición de las barreras arquitectónicas; Norma
Oficial Mexicana (NOM-168-SSA1-1998 Del Expediente Clínico) en atención a los procesos de
regulación y orientación de la conformación y organización de los documentos escritos, gráficos e
inmanológicos por medio de los cuales se brinde un servicio sociosanitario; Norma Oficial Mexicana
(NOM-233-SSA1-2003) la cual establece los requisitos arquitectónicos y de accesibilidad en lo
referente a establecimientos de atención médica ambulatoria y hospitalaria y los cuales podría aplicar
para los CD.
31
Diseño de organigramas funcionales donde queden claramente
especificados los espacios operativos y administrativos (área de
recepción, área administrativa y de organización de servicios, área de
esparcimiento y de dinámicas individuales y colectivas, área de
servicios socio-sanitarios, de rehabilitación y de prácticas espirituales,
áreas para la manutención, el alojamiento (dormitorios – si fuese el
caso–) y salones de esparcimiento, juegos y de alimentos).
32
Puertas
- ¿Hay suficiente espacio al nivel de la puerta, para que una persona en silla de
ruedas pueda maniobrar?
- ¿Las superficies de los acabados en pisos interiores y exteriores son
antiderrapantes aún estando mojadas?
- ¿Los umbrales tienen una altura menor a 1 cm?
- ¿El ancho de la puerta (mínimo 1.00 m libre) es adecuado en relación con el
espacio de apertura?
- En vestíbulos dobles para evitar corrientes de aire, ¿Hay al menos 1.90 m entre
puertas?
- ¿Se han incorporado puertas plegadizas para aumentar la accesibilidad?
- ¿Las puertas grandes cuentan con bisagras especiales para facilitar su apertura?
- ¿Se han utilizado las manijas tipo palanca en lugar de las de pomo, para facilitar
su agarre?
- ¿Las puertas pueden ser abiertas utilizando una sola mano y abaten hacia el muro
más cercano (si están en esquina)?
- ¿Existe color contrastante entre el marco y la puerta o cancel?
Rampas
- ¿Está protegida la rampa de la lluvia?
- ¿La superficie de la rampa es uniforme y antiderrapante (con un alto coeficiente
de fricción)?
- ¿Existen descansos en rampas con longitud mayor de 6.00 m?
- ¿Existe área suficiente en la llegada y arranque de la rampa para permitir el paso
por una puerta (si es que existe) de personas con sillas de ruedas (1.20 m de ancho
extra después de la zona de cerrado de la puerta)?
- ¿Los descansos son de 1.00 m a 1.50 m de longitud?
- En los casos de descansos en retorno, ¿su dimensión mínima es de 1.50 m por
1.80 m?
- Si la rampa es mayor de 6.00 m de longitud, ¿tiene ancho mínimo de 1.00 m?
- Si la rampa es mayor de 6.00 m de longitud, ¿la relación de la pendiente es 1:20?
33
- ¿La pendiente de la rampa no es mayor del 6%?
- ¿Existe pasamanos a lo largo de la rampa, a una altura de 75 cm y 90 cm? ¿Se
extiende 30 cm en el arranque y la llegada?
- ¿Los bordes laterales de la rampa son de 5 cm?
- ¿La zona de aproximación a la rampa es de 1.20 m de ancho y con textura
diferente al piso predominante?
- ¿Existe señalamiento que prohíba la obstrucción de la rampa con cualquier tipo de
elemento?
- ¿Existe símbolo internacional de acceso a personas con discapacidad?
Escaleras
- ¿El ancho mínimo de la escalera es de 1.80 m?
- ¿La zona de aproximación a la escalera, es de 1.20 m. de ancho y con textura
diferente al piso predominante?
- ¿Las huellas tienen 32 cm de ancho mínimo?
- ¿Los peraltes son de 12 cm a 17.5 cm de altura, verticales o inclinación máxima
de 2.5 cm?
- Si existe nariz, ¿es menor de 1 cm?
- Tanto para el peralte como para los primeros 5 cm de la huella, ¿se especificaron
materiales antideslizantes de un color contrastante con el resto de la huella?
- ¿Pueden identificarse fácilmente los escalones?
- ¿Los acabados están bien terminados, son seguros y antiderrapantes?
- ¿Los acabados de los pisos y escaleras son del mismo espesor?
- ¿Los pasamanos son de sección redonda de 3.8 cm de diámetro, están colocados
en ambos lados a 75 cm y 90 cm del nivel de piso y prolongados 60 cm en el
arranque y llegada de la escalera?
- ¿La separación entre el pasamanos y el muro es de 5 cm como mínimo?
- ¿La ubicación de la escalera provoca distracción visual de los usuarios?
Elevadores
- ¿El elevador está ubicado cerca del acceso principal?
34
- ¿El área interior libre es de 1.50 m por 1.50 m como mínimo?
- ¿El ancho mínimo de la puerta es de 1.00 m?
- ¿Los controles de llamada están colocados a 1.20 m del nivel de piso a la parte
superior?
- ¿Existen dos tableros de control de niveles colocados en ambos lados de la puerta
a una altura de 1.20 m?
- ¿Existen sistemas de alerta (aviso anticipado de llegada de cabina) audible y
visual, para que las personas puedan aproximarse y entrar al elevador antes de que
sea cerrada la puerta?
- ¿Los barandales interiores están colocados a 75 cm y 90 cm de altura en tres lados
y separados 5 cm de la pared?
- ¿Los mecanismos de cierre automático de puerta tienes 15 segundos de apertura
como mínimo?
- ¿Hay exactitud en la parada con relación al nivel de piso?
- ¿Existe señalización del número de piso en relieve, colocado en el canto del marco
a una altura de 1.40 m del nivel de piso?
Salidas de emergencia
- ¿Están preparados los vestíbulos de elevadores a prueba de fuego?
- ¿Existen áreas de seguridad protegidas a prueba de fuego para resguardo
temporal de personas con discapacidad o imposibilitadas para usar escaleras?
- ¿Las cajas de alarma están colocadas a 1.20 m de altura o menos?
- ¿Hay señales de alarma visuales y auditivas?
- ¿Existe señalización normativa, en relieve y color contrastante con el fondo?
- ¿El abatimiento de las puertas es hacia el exterior?
35
Área de recepción
- ¿Las áreas de atención al público cuentan con un mueble de control con una altura
de 90 cm y puede usarse sin conflictos de tipo antropométrico?
- ¿Existe un área de 1.50 m de ancho como mínimo para permitir el acceso de sillas
de ruedas?
Sala de espera
- ¿Se ha destinado un área como mínimo para personas en sillas de ruedas por
cada 16 lugares de espera?
- ¿El área destinada es de 1.20 m por 1.20 m como mínimo?
- ¿La circulación es de 1.50 m como mínimo?
- ¿Se ha reservado un asiento como mínimo para personas con muletas o bastón
por cada 16 lugares de espera?
- ¿Existe gancho para colgar muletas o bastón colocado a una altura de 1.60 m?
Vestidores
- ¿Las dimensiones mínimas del vestidor son de 1.80 m por 1.80 m?
- ¿El ancho mínimo de las puertas es de 1.00 m?
- ¿Se han colocado las barras de apoyo adecuadamente para su uso conforme a
las características antropométricas de los usuarios?
- ¿Existe gancho para colgar muletas o bastón colocado a una altura de 1.60 m?
36
bastón?
- ¿El ancho libre mínimo del gabinete es de 90 cm?
- ¿La puerta tiene como ancho mínimo 90 cm?
- ¿Se ha reservado por lo menos un compartimento para personas en sillas de
ruedas?
- ¿Las dimensiones mínimas del compartimento son de 2.00 m de fondo por 1.60 m
de frente?
- ¿La puerta tiene como ancho mínimo 1.00 m?
- ¿El inodoro tiene una altura de 52 cm?
- ¿El compartimento del mingitorio tiene como ancho mínimo 90 cm?
- ¿El mueble del lavabo se colocó a 76 cm de altura libre y se ancló al muro para
soportar un peso de 100 Kg?
- ¿Se ha colocado el desagüe hacia la pared posterior para permitir el paso de las
piernas de la persona con discapacidad en silla de ruedas?
- ¿La distancia a ejes entre lavabos es de 90 cm?
- ¿El grifo está colocado a 35 cm de la pared y separado 20 cm entre sí?
- ¿El grifo correspondiente al agua caliente (en caso de que exista) está señalado
en color rojo?
- ¿Los manerales son tipo aleta?
- ¿Los accesorios (toallero y secador de manos) están colocados a 1.00 m de altura
como máximo, del nivel de piso?
- ¿Se han colocado las barras de apoyo adecuadas a las características
antropométricas de los usuarios con discapacidad?
- ¿Existen ganchos o ménsulas para colgar muletas o bastón colocados a 1.60 m
de altura?
- ¿El acabado de los pisos es antiderrapante?
- En los compartimentos para personas con discapacidad, ¿los muros son macizos?
- ¿La circulación interna tiene como mínimo 1.50 m de ancho?
- ¿La puerta del sanitario es de 1.00 m de ancho mínimo y abatible hacia afuera?
37
- ¿Se ha considerado 1.00 m como mínimo de espacio entre camas?
- ¿La circulación interna es de 1.50 m libres como mínimo?
38
Comedores
- ¿Se ha reservado mínimo un espacio de 1.20 m por 1.20 m por cada 20
comensales y cercano al acceso?
- ¿La circulación interna tiene como mínimo 1.50 m de ancho?
- ¿La mesa tiene una altura libre de 76 cm y asientos no fijos?
- ¿Existe señalización que indique área reservada para personas con discapacidad?
Estacionamiento
- ¿Se ha reservado un lugar de estacionamiento por cada 25 cajones o fracción para
personas con discapacidad?
- ¿Su ubicación está próxima al acceso principal?
- ¿Las dimensiones mínimas del cajón son de 3.80 m de ancho por 5.00 m de largo?
- ¿Existe señalamiento con el símbolo internacional de acceso a personas con
discapacidad, pintado en el piso?
- ¿Existe señalamiento con el mismo símbolo colocado a 2.00 m de altura?
- ¿Se ha considerado rampa de acceso a la plaza con un ancho mínimo de 2.20 m?
- ¿Se ha reservado un lugar sobre la calle, cercano al acceso para personas con
discapacidad? (sólo cuando no exista estacionamiento).
Instalación eléctrica
- ¿Cuenta con circuitos de alarma?
- ¿El tipo de focos lámparas disminuye la agudeza visual y evita el
deslumbramiento?
- ¿La iluminación es adecuada y permite distinguir colores e indicaciones sobre las
paredes y pisos, así como permite vislumbrar obstáculos?
- ¿Las conducciones eléctricas están ocultas en falsos techos y parecedes no
conductoras de electricidad y que no estén al alcance de los usuarios?
- ¿Los mecanismos de apagado y encendido son visibles y están colocados a una
altura de 1.40 m?
39
Cabe mencionar que los estudios de arquitectura geriátrica tienen como
referencia los aportes que se han hecho en materia de diseños para espacios de
personas con discapacidad (Muriá y Olivares, 2001), eso no significa que sean
discordantes, ya que se prefiere arquitectura integral que ayude y prevenga riesgos
para los usuarios (independientemente de la edad y capacidades físicas).
El presente análisis llega así al punto medular de toda acción institucional o iniciativa
de inversión de capital para la edificación o reestructuración de los Centros de Día
(CD) para adultos mayores y en el cual se afirma que la ética es el criterio de acción
básica para todo modelo de intervención geriátrica y gerontológica (Martínez, 2007).
Definiré a la ética como el conjunto de principios materiales que regulan toda acción
humana e institucional y en donde los criterios de justicia, imparcialidad,
transparencia en los procesos técnico-administrativos, equidad en las
oportunidades, responsabilidad en las decisiones, respeto a los derechos humanos
en términos de bienestar, sean todos éstos las condiciones mínimas a seguir
(García, 2003; 2013).
La filosofía no está muerta, pues la ética la vivifica a partir de reflexionar sobre
de las necesidades reales de la humanidad y de proponer, en la medida de lo posible
respuestas que orienten acciones institucionales. En materia gerontológica y en lo
que sería el diseño para la implementación de CD la reflexión ética es primordial,
pues sólo así se puede saber cómo ésta se relaciona con el derecho y a la vez con
temas del envejecimiento21.
40
Indudablemente que los principios materiales requieren para su cumplimiento
y observancia principios formales o normativos los cuales serán los que materialicen
las perspectivas éticas y exijan su cumplimiento cabal (García, 2006).
Todo modelo de intervención gerontológica (ya sea a través de instituciones
de gobierno o de planes de negocios, por ejemplo), tiene que tener en sus
esquemas de operación claridad en los principios éticos (Martínez, 2007) como son:
Información y consentimiento informado.
Respeto a la autonomía o subjetividad del otro.
Prácticas de comunicación simétricas y de no violencia psicológica,
física o institucional.
Para el caso de personas en situación de dependencia e
incapacitación, se deberán encuadrar principios y reglas axiológicas
la Salud (OPS) (García, 2012). El Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (García,
2012) nos hace referencia explícita a los derechos de las personas mayores, aunque el artículo 9
trata sobre “el derecho de todos a la seguridad social”. Tampoco –al igual que la Declaración
Universal de Derechos Humanos– se prohíbe la discriminación basada en la edad, aspecto que sí
está recogido en la legislación de varios países de la región (García, 2012). No obstante, es posible
revisar la aplicación por extensión de los derechos establecidos en estos instrumentos, tal cual lo
hizo el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en el año 1999 (García, 2012). Para
el caso mexicano se tiene a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que de manera
incipiente en sus Artículos 1º solamente se refiere una vez a los adultos mayores cuando dice que
nadie debe ser discriminado por la edad; y el 4º donde solamente se refiere genéricamente a que
todo individuo tienen derecho a servicios de salud, a disfrutar el medio ambiente y a gozar de
relaciones equitativas en la familia. O sea, que en materia de envejecimiento y constitucionalismo en
México existe un gran vacío conceptual y de responsabilidad social. También se cuenta con la Ley
de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (publicada en 2002). Dicha Ley en realidad no es
más que un conjunto de imperativos morales que pretenden direccionar la política social en materia
de envejecimiento. Además contiene elementos administrativos u operativos que se apoyan en la
institución cabecera responsable de garantizar y velar por el desarrollo integral de los adultos
mayores, me refiero al Instituto Nacional del las Personas Adultas Mayores (INAPAM). En el INAPAM
se ofertan una serie de beneficios de tipo instrumental, de apoyo psicológico, de servicios de salud
en el primer nivel de atención, de actividades recreativas y lúdicas, entre otras. Tanto la Ley de las
Personas Adultas Mayores como el INAPAM se orientan a promover e intervenir en cuatro áreas
estratégicas 1) Autonomía y autorrealización; 2) Participación; 3) Equidad; 4) Corresponsabilidad y
5) Atención preferente. En resumen, se trabaja con un modelo de empoderamiento de las libertades
individuales. Sin embargo, no se contempla el otro ámbito de la política jurídica la cual tiene que ver
con la justicia social, la igualdad de oportunidades y los beneficios económicos. Precisamente los
resultados de la presente investigación encuentran que son los derechos sociales, las libertades
públicas, los beneficios económicos y las responsabilidades del Estado mexicano desde donde
deben plantearse los modelos de bienestar para el adulto mayor. De paso hay que decir que se trata
también de abordar y reflexionar por los llamados derechos de la tercera generación, es decir pensar
seriamente el futuro social y económico de las próximas generaciones longevas que ya están “a la
vuelta de la esquina” (Bialik, 1992; Palloni, 1999; Ramírez, 2006; García, 2010).
41
donde el tutelaje y la protección (institucional) no violenten la libertad
y autonomía del necesitado o imposibilitado.
Apegarse estrictamente a lo estipulado en el Artículo 1 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley de
los Derechos de las Personas Adultas Mayores, en el que queda
prohibida todo tipo de práctica discriminatoria, de maltrato y de
violencia.
Manejo e interpretación correcta (no provocando negligencia, dolo o
maleficencia) de las leyes en el momento de su aplicación para
atender demandas de adultos mayores (orientación jurídica para
casos de testamento, pensiones, jubilaciones, alimentos y hogar para
quienes están en situación de mendicidad)22.
En los CD todo tipo de programa gerontológico o geriátrico a
implementarse, deberá estar basado en estudios serios, factibles,
producto de investigaciones profesionales.
Todo CD deberá contener con un programa de mejora en la calidad
de sus servicios y en donde los usuarios den cuenta por sí mismos de
la calidad del servicio ofertado.
La ética sin duda alguna pude ser también un criterio que coordine u organice
en un nivel teórico, instrumental y operativo, cualquier tipo de estrategia a
desarrollar23. Cuando se trate de construir modelos de intervención gerontológica
para instrumentarse en los CD se tendrán que tener presente los siguientes rubros
a cubrir:
22 La Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores publicada el 25 de junio de 2002, tiene
por objeto observar el planeamiento institucional dirigido a las personas mayores. Sus áreas
prioritarias según su Artículo 5º son: I) De la integridad, la dignidad y preferencias; II) De la certeza
jurídica; III) De la salud, la alimentación y la familia; IV) De la educación; V) Del trabajo; VI) De la
asistencia social; VII) De la participación; VIII) De la denuncia popular; IX) Del acceso a los servicios.
23 José Javier Yanguas, con un análisis enfocado a los diferentes tipos de servicios que habría que
implementarse en los alojamientos para personas mayores, sostiene que hay que conceptualizar
primeramente lo que se quiere para luego saberlo diseñar, desarrollar y aplicar. Los programas son
básicos para que sobreviva cualquier tipo de iniciativa en materia de alojamientos (Yanguas y Leturia,
2007).
42
1. Atención psico-afectiva: es un área básica que los CD tienen que
conocer y desarrollar, ya que se requiere de técnicas profesionales
que potencialicen las expectativas de autoestima, identidad y
comunicabilidad entre los adultos mayores y así generar respuestas
que favorezcan los estilos de vida y los deseos por vivir con dignidad
(deben incluirse estrategias de logoterapia y de tanatología para el
usuario y para sus familiares).
2. Estimulación: forman parte de los criterios ambientales o externos que
hacen posible el confort, el relajamiento y la aceptación del proceso
de saber estar en un alojamiento donde las relaciones intersubjetivas
son esenciales (la música, los aromas, las plantas y arbustos, lo
agrícola, los animales, la recolección de frutos, semillas y hierbas
medicinales, constituyen los elementos perceptuales que generan
efectos psico-neurológicos y sociales).
3. Promoción de la autonomía física y de la salud: además de las
intervenciones con escalas de valoración mental y afectivas, los
controles básicos en nutrición, metabolismo, cardiovasculares,
articulares, reumatoides, gástricos, podológicos (uñas, talón y dedos)
y tendencias depresivas y farmacodependencia, tendrán que estar
muy presentes en los servicios a ofertar y con la asertividad de un
proceso administrativo eficiente y eficaz.
4. Promoción de la autonomía funcional: los programas en los CD
tendrán que ser creativos y dinámicos con la finalidad de disminuir la
dependencia del adulto mayor, aumentar la funcionalidad en sus
actividades de la vida diaria.
5. Cuidando al cuidador: la capacitación de quienes intervienen
profesionalmente en CD es una tarea permanente a ponderar ya que
se busca sensibilizar aún más y evitar colapsos y aburrimiento.
6. Promoción del apoyo familiar y social: fomentar la inetracción social,
el envejecimiento acompañado y el envejecimiento participativo del
usuario, ya sea dentro del CD o en sus relaciones familiares, amigos,
43
vecinos o comunidad: porque renunciar a convivir es comenzar a
morir.
7. Programa permanente de actividad física con fines de rehabilitación,
de placer y terapéuticos (los aportes de la biomecánica son de extrema
importancia y que el gerontólogo deberá conocer inevitablemente). Así
como también enseñanza de nuevas modalidades para quienes
cuenten con las posibilidades psíquicas, físicas y laborales para
emprender planes de negocios o aprender oficios.
8. Intimidad, autonomía, derechos y competencias en las decisiones: es
aquí un punto central para empoderar al propio adulto mayor a que
sea capaz de organizarse junto con sus iguales y así emprender
acciones libres que contribuyan al mejoramiento de los CD, de la
comunidad, del medio ambiente o simplemente se lancen a la defensa
de sus derechos humanos.
9. Si el CD quiere ser un espacio sustentable y socialmente ejemplar,
además de considerar lo anterior, tendrá que implementar un área
destinada a la investigación (empírica y teórica) y en donde ésta sirva
para generar nuevos conocimientos y técnicas que puedan ser
aprovechadas al interior del CD (vale la pena agregar que con una
unidad investigativa es más fácil solicitar apoyos públicos y privados
para el mejoramiento de la infraestructura del lugar).
44
de que se mezclan variables como son: desinterés de los actores políticos en
materia sobre envejecimiento; voluntarismos poco reflexivos que llevan a que los
diseñadores de propuestas apuesten a esquemas repetitivos; desviación de
recursos económicos y en donde se le da prioridad al pago de la nómina más de
empleados y burócratas y no lleguen así los recursos a los destinatarios esenciales;
escasa cultura de la importancia de los CD en su dimensión integral tanto para que
inviertan las dependencias de gobierno como la iniciativa privada; dispersión de los
profesionales interesados en las cuestiones de envejecimiento (cuando hay
integración generalmente se realiza al amparo de los profesionales del sector salud
o cuando hay intereses políticos para apoyar alguna candidatura).
Los CD son opciones racionales que pueden contribuir al desarrollo de una
política gerontológica sustentable, siempre y cuando se vean como procesos de
inversión social. Una cultura del envejecimiento exige comenzar a reflexionar las
oportunidades que se vislumbran con los CD. Pero también sirve para analizar los
riesgos familiares, sociales, culturales, políticos y económicos si se abandona la
responsabilidad social de dejar que la población mexicana envejezca sin
protecciones económicas, sin planes de inversión (público-privadas) estimulantes.
No hay mejor plan de negocio (ENTREPRENEUR, 2013) si no es aquel que se base
en las responsabilidades sociales. Pero tampoco una acción política es creíble si no
invierte y previene en asuntos referidos a la vejez: un CD racionalmente planificado
y éticamente coordinado, puede ofrecer riqueza y certidumbre política.
Conclusiones
En el presente estudio crítico se puso de manifiesto la importancia de algunos
antecedentes históricos que han determinado la concepción de la vejez en México.
Fue necesario realizar un recorrido a través de las acciones institucionales en
diferentes momentos político-culturales para así comprender cómo surgen las
primeras iniciativas de atención a la población longeva y luego, qué tipo de
organización institucional es la que ha prevalecido hasta el día de hoy: caridad,
asistencia y esquemas de bienestar son los que han definido la perspectiva político-
económica cuando se trata de acciones institucionales para la gente mayor.
45
Dicho recorrido también ha sido necesario para poder encuadrar los
significados de los CD para adultos mayores (objeto de estudio del presente
análisis) y así entrar en un marco de conceptualizaciones, caracterizaciones y
proyecciones. La hipótesis central consiste en que a mayor tendencia de
envejecimiento poblacional; los límites en los servicios de salud para adultos
mayores; el aumento de enfermedades crónico-degenerativas y situaciones de
dependencia funcional; la complejidad y debilitamiento de la composición familiar;
el aumento de abandono y maltrato; la existencia de sectores de personas mayores
con capacidades para laborar y socializar (por ende ausencia de oportunidades); la
necesidad de que las instituciones públicas reconfiguren sus esquemas de atención;
el crecimiento paulatino de recursos profesionales formados en gerontología; el
interés de grupos privados por innovar en esquemas o arreglos residenciales para
gente mayor, entre otros condicionantes, se abre la urgencia por investigar los
significados, retos y alcances de los Centros de Día.
Para tal efecto, se plantea que la ética constituye un área fundamental para
el diseño, desarrollo, implementación y mejora de modelos de intervención para
adultos mayores puestos al servicio de dichos Centros. Además, los principios
éticos fundamentados en los derechos humanos, también potencializan la
posibilidad de estructurar políticas públicas sustentables para la atención del
envejecimiento en México24.
24
En México ha predominado una política social o asistencialista en materia de envejecimiento. No
es lo mismo una política social que una política pública. La primera se refiere a la intervención y
administración del gobierno en asuntos particulares de la vida social. Su intervención es a través de
las instituciones que lo representan (Camacho y Moreno, 1994). En cuanto a la segunda, se trata de
un proceso más complejo y dinámico en donde la intervención para resolver necesidades sociales,
se realiza en función del “consenso fáctico” o de participación simétrica entre instituciones de
gobierno, organizaciones sociales, promotores, profesionistas y especialmente los afectados
directos, a través de marcos ético normativos (Lasswell, 1951; Habermas, 1999). La esencia de la
política pública es la participación y la resolución de problemas o necesidades específicas. En
materia de envejecimiento, Naciones Unidas indica que lo sustantivo del método participativo es
escuchar a los interesados y darles la oportunidad de intervenir sobre los asuntos a resolver. Pero
especialmente es que instituciones, afectados e interesados o redes sociales, formen parte del
consenso para delinear conjuntamente acciones institucionales traducidas en beneficios sociales
(ONU, 2003; Villareal, 2006). Se llega a una política pública cuando se ha desarrollado un proceso
de madurez, de sensibilización y de responsabilidades de los actores políticos institucionales
(García, 2006) por las necesidades humanas o de los ciudadanos que aspiran al legítimo derechos
de vivir dignamente (García, 2012).
46
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49
Fundamentación y obstáculos en la experiencia de la Licenciatura en
Gerontología: la Universidad Maimónides
Graciela Zarebski
Resumen
Palabras Clave
50
Siguiendo los lineamientos de la Revisión del Plan de Acción Internacional de
Madrid sobre el Envejecimiento (MIPAA, 2002) ¨ un enfoque integrado en la atención
a la salud y el bienestar de las personas mayores sólo es posible si “se vertebra en
los distintos procesos de formación, correspondientes a la diversidad de perfiles
profesionales y de niveles formativos implicados, tanto en la formación inicial como
en la formación continua¨. Esta referencia da cuenta del consenso mundial acerca
de la necesidad de diversificar y ampliar la formación de profesionales en el tema.
Las transformaciones corporales por el paso del tiempo, la edad del climaterio y el
período de la pre-jubilación, son temas que requieren cada vez más del
asesoramiento profesional. La inquietud por las modificaciones en la memoria, así
como la superación de diversas pérdidas, suelen interrogar acerca del grado de
normalidad o patología del envejecimiento propio o de algún familiar o allegado.
Temáticas que llevaron en las últimas décadas al desarrollo de programas de
promoción de la salud y prevención en los cuales se trabajan grupalmente y
mediante talleres y disertaciones los diferentes puntos de preocupación.
51
de todo tipo, hay otras situaciones que, por el grado de dependencia que implican,
amplían la demanda de personal formado. Desde la dirección de una residencia
geriátrica hasta la supervisión de los cuidadores, pasando por la coordinación del
equipo interdisciplinario, la atención domiciliaria y el asesoramiento a los familiares,
se requiere, además de contar con técnicos y profesionales especializados.
De un profesional que pueda abarcar desde una mirada integral e integradora todas
estas situaciones y aporte herramientas que permitan articular acciones y gestionar
los casos. Teniendo en cuenta, según el documento citado (MIPAA, 2004).
“los futuros planes de estudio en los diferentes niveles formativos deberán recoger
adecuadamente estos cambios, tanto en lo referente a la formación de las
profesiones existentes en la actualidad, como en la definición de nuevas profesiones
orientadas al cuidado¨, pensamos que la formación de profesionales especializados
por un lado y la de auxiliares -técnicos, asistentes, cuidadores-, no alcanza a dar
cuenta de las necesidades de atención de las diversas circunstancias que plantea
el envejecimiento poblacional. De manera esquemática los requerimientos de
formación se presentan del modo siguiente:
52
De manera que cabe preguntar con qué recursos humanos se cuenta en la
actualidad para atender e intervenir en las diversas situaciones qué se plantean,
cuestión a todas luces relevante desde el proceso del envejecimiento.
53
Se destacan en el cuadro las actuales carencias entre cuidadores y profesionales,
además de la falta de niveles intermedios, ya no decir de la falta de profesionales
que se dediquen al tema con formación y vocación gerontológica. Ese vacío debe
cubrir nuestras carreras, es ahí al mismo tiempo donde tienen su mérito. No es lo
mismo un profesional de cualquier disciplina que se decide trabajar con la vejez y –
con suerte– realiza algún curso de gerontología, que una persona que elige como
carrera el estudio de la gerontología.
54
Nuestros obstáculos
Cabe retomar aquí la Revisión del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el
Envejecimiento (MIPAA, 2004) que refiere que ¨es imprescindible que la formación
de profesionales incorpore nuevos componentes orientados a la existencia y
desarrollo de las habilidades y aptitudes que faciliten la creación, y en su caso la
transformación de los sistemas de atención para dar respuestas al reto que supone
el envejecimiento en el conjunto de los países.¨ ¿Qué es lo que se hace necesario
transformar?
Mientras que el peso que está adquiriendo el problema social, económico, familiar,
subjetivo, que acompaña al envejecimiento poblacional y sobre todo la complejidad
del tema, aunado a la necesidad de crear programas en distintos ámbitos
preventivos, asistenciales y de rehabilitación, reclaman perfiles distintos de
profesionales a fin de cumplir múltiples tareas.
55
casi todo el espectro disciplinario” (Sotolongo Codina, Delgado Díaz, 2006, p.
3).
Del mismo modo, han surgido a nivel mundial –los colegas brasileros de la UFSCAR
dan cuenta de la existencia de 41 carreras sólo en Iberoamérica – la creación de
Carreras de grado y pre-grado en Gerontología. Si nuestras carreras avanzan y por
ende, el número de egresados gerontólogos, podremos lograr, no sólo mayor
cobertura a los requerimientos, sino también una transformación en el campo de
acción gerontológica. La constitución de equipos interdisciplinarios formados y el
avance de las investigaciones gerontológicas como propugnan las carreras, podría
revertir también el modelo hegemónico vigente.
El resultado sería por una “mejor preparación para el envejecimiento desde los
gobiernos, instituciones y familias, así como la comprensión más integral de
problemas y herramientas más eficaces de intervención”. ¿Quién puede estar en
contra de este objetivo? ¿Qué intereses se ponen en riesgo? Si bien, sabemos que
la formación de profesionales especializados conlleva años de estudio -grado y
posgrado-, del cual egresarán con una mirada específica desde su disciplina
particular.
En tanto que, el avance de las especializaciones arroja, como uno de sus efectos,
la fragmentación del objeto de estudio, el recurso con el cual se cuenta para
contrarrestar estos efectos sería el abordaje interdisciplinario y transdisciplinario
56
como única forma de dar cuenta de la complejidad del fenómeno. Cabe sin duda
preguntar y pugnar por la posibilidad de articulación entre disciplinas, entre
prevención y asistencia, desde la diversidad de disciplinas. Distintas son las
acciones a realizar en el campo gerontológico y requieren de profesionales
universitarios con una formación interdisciplinaria que les permita el análisis
multidimensional de fenómenos complejos en torno a los procesos de
envejecimiento.
Desde mi práctica profesional y dirección de la licenciatura, aunado a la
especialización y una maestría, he podido comparar el perfil de los egresados de
grado y posgrado, que hay tareas o herramientas que el especialista no maneja por
centrarse en un aspecto específico, de modo que se producen situaciones –
comprobadas cotidianamente–, en las cuales el sujeto queda en manos de diversos
especialistas y en lugar de contribuir al re-armado de su identidad en cuerpo y
espíritu, lo disgregan aún más. Sabemos lo amenazante que es el envejecimiento
en cuanto al proceso de pérdidas y transformaciones vinculares, corporales, en
roles y funciones, y que de no contar con un soporte adecuado -personal y de
equipo-, se implicaría el riesgo en un derrumbe para el sujeto anciano. Envejecer
requiere de este soporte, además de un ámbito integrador y del profesional que más
allá de las terapéuticas lo guíe, oriente, integre así mismo y al equipo, pero también
a programas, redes e instituciones.
Sin duda, sería difícil que un solo profesional del equipo pretendiera abarcar todas
esas acciones eficientemente además de las propias. El hecho es que sus acciones
no se realizan y si las trata de hacer no siempre las cumple de manera que quedan
disponibles, de forma que esta falta de profesionales debería ser cubierta por
nuestras licenciaturas.
57
profesionales egresados de la licenciatura, conocedores del tema y problemáticas,
pero también de las complejidades y herramientas específicas de intervención.
Citado por Pedro Luis Sotolongo cabe regresar a la reflexión del filósofo francés M.
Foucault:
58
general, incluido el adulto mayor solicitaba, incluso desde temáticas para las cuales
no contaban con la formación específica.
Sin embargo, una pregunta evidente para nuestra actualidad desde nuestra áreas
es la siguiente: ¿Acaso es lo mismo envejecer hoy en Latinoamérica, a comienzos
de la segunda década del siglo veintiuno, qué envejecer en las primeras décadas
del siglo pasado, -cuando se establecieron los parámetros básicos de la geriatría y
posteriormente de la gerontología a nivel mundial-, y se organizaron las sociedades
científicas? Ahí la interrogante.
Actualmente no sólo los avances médicos y tecnológicos son los que mejoran la
calidad de vida, también la presencia de nuevas disciplinas sociales y humanas que
colaboran en equipo para entender la complejidad del ser humano y su proceso de
envejecimiento ayudan a su re-habilitación, portan otros enfoques, nuevas miradas,
herramientas diagnósticas y de intervención que facultan un trabajo sin duda
interdisciplinario. En tanto, que a medida que se amplió la capacitación
gerontológica y su vínculo con otras disciplinas, en las últimas décadas del siglo XX,
el campo de la gerontología adopto la estructura siguiente:
59
Figura 1. Gerontología
GERONTOLOGÍA:
CS. DEL ENVEJECIMIENTO
60
Figura 2. Campo organizativo gerontológico
GERONTOLOGÍA
Psicopedagogos,
Trabajadores sociales,
Enfermeros, Psicólogos,
Odontólogos, Gerontopsiquiatras o Arquitectos,
Kinesiólogos, Psicogeriatras Antropólogos,
Nutricionistas, Músicoterapeutas Sociólogos,
Biólogos, Terap. Ocupac. etc. Abogados, etc.
Médicos: Geriatría
61
Si todos los que nos incluimos en este campo son gerontólogos se podrá ubicar al
licenciado en gerontología como refiere la siguiente figura:
GERONTOLOGÍA
Psicopedagogos,
Enfermeros, Trabajadores sociales,
Psicólogos,
Odontólogos, Arquitectos,
Gerontopsiquiatras
Kinesiólogos, Geriatras, o Psicogeriatras Antropólogos,
Nutricionistas, Biólogos, Sociólogos,
Músicoterapeutas
etc. Terap. Ocupac. etc. Abogados, etc.
LICENCIADO EN GERONTOLOGÍA
Las ciencias del envejecimiento que conforman el plan de estudios de este producto
transdisciplinario como es una licenciatura en gerontología, en la Universidad
Maimónides son enumeradas a continuación:
a) Biogerontología,
b) Psicogerontología,
c) Gerontología Social,
d) Tiempo Libre y Recreación,
e) Gestión de Instituciones,
f) Salud Pública y el Trabajo en Terreno.
62
Es cierto que todo esto supone incluir un gran campo temático y distintas disciplinas,
este es precisamente uno de los argumentos que se esgrime en contra del
licenciado en gerontología. Pero es necesario que alguien lo abarque – y para eso
una nueva carrera – al menos a un nivel que permita cumplir con esa función.
Finalmente, si MIPAA, 2004 señala que ¨con el fin de favorecer esta orientación del
cuidado, la existencia de centros de referencia capaces de realizar funciones de
formación, innovación y apoyo se identifican como un factor de avance¨ 25, en este
sentido la Universidad Maimónides ha desarrollado la única Escuela de Ciencias del
Envejecimiento de la Argentina, que abarca desde un curso de Asistentes
Gerontológicos, hasta las tres áreas de posgrado: Geriatría, Psicogerontología y
Gerontología Social pasando por la licenciatura en gerontología, además de gran
cantidad de talleres y cursos de todo tipo para la participación de los mayores y un
equipo de asistencia integral interdisciplinario.
25
Las negritas son del autor no del documento de la MIPAA.
63
Donde se puede observar que hay lugar para todos, cada miembro del equipo tiene
su función a cumplir y cada área tiene su tarea, la complejidad del envejecimiento
en este sentido es abarcada complementaria y armónicamente. Y donde la
existencia del otro enriquece la propia mirada. Los alumnos de la licenciatura
cuentan con un ámbito de observaciones y prácticas en las áreas asistencial y
comunitaria, en tanto que las carreras de posgrado aportan sus ateneos e
investigaciones en las cuales darles inclusión.
64
Bibliografía
65
No es eterno lo femenino
Silvia A. Kanje
Resumen
Las condiciones de vida para mujeres y hombres no son las mismas, dado que los
roles de género son socialmente construidos y exceden las diferencias anatómicas.
La dimensión de género y la mayor expectativa de vida femenina no son
consideradas en los sistemas de protección social generando desamparo y
pauperización a un gran porcentaje de las mujeres viejas.
Palabras claves
Fundamentación
Diremos:
66
América Latina ha realizado una transición demográfica acelerada y dadas la baja
tasa de natalidad y mortalidad, la estructura poblacional de algunos países como la
Argentina presenta un fenómeno demográfico denominado envejecimiento
poblacional. Dicho fenómeno es cuantificado cuando se realiza el cociente del
número de personas de más edad (65 años y más) con los de menos edad (15 o
menos años).
Los resultados del Censo 2010 realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos (INDEC) de la República Argentina, informan que la población total de la
Argentina asciende a 40.117.096 habitantes y que el índice de masculinidad de esa
población total es de 94,8. Los mayores de 80 años constituyen el grupo de edad
que presentó mayor crecimiento relativo en el total de la población argentina.
Comparando los resultados con el Censo 2001, se observa además que la cantidad
de habitantes de 100 y más años aumentó de 1.855 en 2001 a 3.487 en 2010. En
la Tabla 1 se presenta un dato demográfico relevante: a medida que aumenta la
edad, el índice de masculinidad se reduce. En el grupo que comprende a los
habitantes de entre 60 y 65 años hay 88,4 varones cada 100 mujeres, mientras que
en el segmento de 100 años y más hay solamente 29.
67
Tabla 1. Índice de masculinidad
Edad
68
poblacional. En la Ciudad de Buenos Aires encontramos la más elevada [23], como
lo demuestra la Tabla 2.
69
Para las mujeres, desde su infancia “la vejez” adquiere connotaciones negativas
que no hacen deseable esta etapa vital, lo cual obstaculiza imaginarla y
anticipadamente como etapa vital placentera.
Develar la construcción social y los valores culturales que sustentan los factores
limitantes de la vida de las mujeres en los ámbitos afectivos, culturales, sociales,
económicos y políticos permitirá reducir los consecuentes efectos negativos que
ellos provocan en su bienestar durante todo el curso vital.
70
En este trabajo se propone desarrollar una teorización histórica y plural bajo el
paradigma de la complejidad, que permita dar lugar a un cuestionamiento de las
creencias instituidas e instituyentes durante el proceso de socialización.
71
Vejez
Dada la complejidad del tema, en los últimos años se han creado teorizaciones
multidisciplinarias que determinan los límites y las dimensiones del objeto de estudio
denominado Vejez.
La mayor expectativa de vida en un mundo con cambios acelerados genera que las
personas de más de 65 años deban atravesar en su trayectoria vital por avatares
72
tan abruptos que pueden provocar que se sientan excluidas del tiempo social y
cultural. Potenciar la capacidad de adaptación o flexibilidad permite concebir
compensaciones ante la pérdida de normas que anteriormente regían sus modos
de vincularse.
El paradigma del transcurso de la vida establece que para la vejez, como las otras
etapas, los sujetos y familias deban entrar y salir de ocupar diferentes roles de
acuerdo al tiempo social. Por lo tanto en cada sujeto hay una sincronización del
“tiempo individual”, “el tiempo familiar” y el “tiempo histórico” sustentado en las
primeras experiencias de la vida y en el efecto que las condiciones históricas
tuvieron en las experiencias subsiguientes.
Género
Así como el sexo es un hecho biológico, el género comprende los roles que la
sociedad crea y atribuye a hombres y mujeres, aplicando diferentes normas sociales
y expectativas culturales para cada sexo. Las mismas son adquiridas durante la
socialización infantil y conservadas por las instituciones sociales que atesoran lo
que es típico y deseable para hombres y mujeres, funcionando como un libreto en
la evolución de su personalidad. Dicho libreto marca una disposición que influye en
la selección, significado subjetivo y satisfacción de los roles sociales.
El género no puede definirse mediante las categorías fijas de hombre y mujer, sino
que debe hacérselo a través de una serie de relaciones productivas posteriormente
transcriptas durante la interacción social.
73
en exposiciones, vulnerabilidades y respuestas al estrés, así como en trayectorias
de enfermedades específicas femeninas o masculinas.
74
señalando que en distintos países se observan realidades que difieren, lo cual ha
derivado en la feminización del estudio del envejecimiento.
Surgen así una serie de cuestiones que en este momento carecen de respuesta:
¿Cuándo es vieja una mujer? ¿Dónde? ¿Cómo organizan sus transiciones dentro
de la familia y dentro del ámbito laboral en las actuales condiciones históricas?
¿Qué impacto tienen las normas sociales y culturales en esa organización?
“Sobre la niña ejemplar: Una niña juega con dos muñecas y las
regaña para que se queden quietas. Ella también parece una
muñeca, por lo linda y buena que es y porque a nadie molesta”.
75
Representación social
Por la relevancia de un tema y por la influencia del medio social, las personas se
ven obligadas a opinar o a emitir un criterio, lo que a su vez incide en las actitudes
que se adoptan ante el foco de atención [11].
76
Las representaciones sociales se materializan en las diversas instituciones y
caracterizan el conjunto de condiciones económicas, sociales, históricas, el sistema
de creencias y de valores sociales.
El mecanismo de anclaje atañe a la forma en que los saberes y las ideas acerca de
determinados objetos entran a formar parte de las representaciones sociales de
dichos objetos mediante una serie de transformaciones específicas.
77
Un rasgo constante en las representaciones sociales de género es que vehiculizan
un saber y una construcción social de las categorías de sexo destinadas a mantener
relaciones de supremacía y de dominación de parte de un sexo, que suele ser el
masculino.
Las diferencias entre los sexos se convierten en el sexo natural o biológico, y éste
a su vez se vuelve el principio explicativo que permite justificar las desigualdades
entre los sexos [11].
Los roles sociales son un producto cultural que asigna a las mujeres el rol de
cuidadoras y a los hombres el de proveedores. Tal comportamiento tradicional
históricamente presentado no posee ninguna evidencia que indique que cuidar y
proveer sea inherente a la respectiva condición biológica de las mujeres y de los
hombres.
79
En el caso de la equidad de género, hay elementos que fueron integrados y que
lograron modificar los aspectos periféricos, es decir, los elementos que rodean el
núcleo. Sin embargo, en esencia, el núcleo figurativo acerca de las relaciones entre
mujeres y hombres continúa invariable debido al culto que en las sociedades
occidentales se le otorga a la maternidad, lo cual, a su vez, se funda en el fondo
cultural acumulado en la sociedad y en las prácticas sociales en general.
El rol de principal cuidadora de las mujeres durante en el curso vital se ejerce hasta
el riesgo de la morbilidad en la vejez. Los interrogantes se multiplican: ¿En qué
momento una mujer envejecida trasciende su función de cuidadora para ocuparse
del autocuidado? ¿Qué servicios debemos brindar para apoyar esa transición?
¿Para qué número de mujeres debemos implementarla? ¿Cómo se evalúa
económicamente? ¿Cuál es el costo de apoyar el autocuidado y el costo de la
posible dependencia e institucionalización femenina después de los 70 años?
Salud
80
podemos afirmar que la transición demográfica es condicionante de la transición
epidemiológica.
Sin embargo, se han realizado estudios que demostrarían que los trastornos
provocados por la contaminación afectan más a las mujeres debido a la mayor
proporción de tejido graso en su organismo. Las sustancias químicas tóxicas se fijan
en la grasa, lo cual sumado a la inestabilidad hormonal, explicaría el síndrome de
hipersensibilidad química múltiple (SHQM), entre otras patologías.
81
a. La biología o la herencia, en un 27% aproximadamente.
Integración
En Grecia se nombraba al varón mayor (geros) y a las mujeres mayores (graus). Tal
como ha sucedido en múltiples oportunidades, la cultura patriarcal ha determinado
que el término para referirse a la disciplina que estudia el proceso de envejecimiento
y la vejez, la gerontología, provenga del masculino geros.
82
actitudes de hombres y mujeres a lo largo de toda su vida. Dichos valores suelen
reflejarse en leyes contrarias a los derechos y acciones de las mujeres que se
profundizan por la globalización, el desarrollo económico desequilibrado y los
problemas sociales.
“Setenta por ciento de los 3.000 millones de pobres del planeta (es decir la mitad de
la población mundial) son mujeres y niñas. Dos terceras partes de los analfabetos
son mujeres. Bernardo Kliksberg cree que ha habido importantes avances en la
condición de la mujer en los últimos cincuenta años, pero los desafíos pendientes
son de gran consideración: la discriminación y la exclusión a la mujer, ya han durado
demasiado tiempo en el mundo –alerta- y es hora de erradicarlas entre todos” [24].
83
Por el contrario, los hombres mayores tienden a vivir en hogares nucleares
unigeneracionales y ante la viudez forman pareja nuevamente.
En las zonas rurales la mujer de edad avanzada suele vivir en familias extendidas
o es incorporada a la familia de los hijos, en la cual brinda y recibe
contraprestaciones de asistencia y cuidado. De esta forma, la cohabitación reduce
los costos fijos de la vivienda y permite compartir todos los recursos.
85
e. Contribuciones al fortalecimiento del Tercer Sector en acuerdo con las
políticas públicas.
86
Tabla 3. Indicadores de salud de diferencias gerontológicas de
género
Varones Mujeres
Mayor mortalidad (60 y más años). Mayor morbilidad (60 y más años)
Mejor autopercepción de salud. Mayor conciencia de autocuidado.
Menor utilización de los servicios de Alta utilización de los servicios de
salud. salud.
Menor registro de la vulnerabilidad. Mayor registro de la vulnerabilidad.
Baja tasa de depresión y alta tasa Alta tasa de depresión y baja tasa de
de suicidios. suicidios.
Disminución del consumo del
Aumento del consumo del tabaco.
tabaco.
Estabilización de enfermedades Aumento de enfermedades
relacionadas con el consumo del relacionadas con el consumo del
tabaco. tabaco.
El estado civil es un factor protector El estado civil es un factor de riesgo.
Mayor nivel de educación (60 y más Menor nivel de educación (60 y más
años). años).
Menor estado de viudez. Mayor estado de viudez.
Reciben más apoyo social del que Aportan más apoyo social del que
aportan. reciben.
Se sienten más comprendidos por Se sienten menos comprendidas por
sus parejas. sus parejas.
Aprenden con la edad a valorar las Valoran más las relaciones sociales
relaciones sociales. desde la infancia.
Poca estabilidad en las relaciones
Estabilidad en las relaciones sociales.
sociales.
Mayor presencia en el mercado
Menor presencia en el mercado laboral.
laboral.
Mayores ingresos propios. Menores ingresos propios.
Menor recurrencia a la familia ante Mayor recurrencia a la familia ante
problemas económicos, de salud y problemas económicos, de salud y
maltrato. maltrato.
Padecen con el retiro laboral. Padecen menos el retiro laboral.
Duplican a las mujeres los que
Luego del retiro dedican su tiempo a las
tienen trabajo estable luego del
tareas del hogar.
retiro
Fuente: Informe situación Social de los mayores de 70 años” 4/2003.
Buenos Aires, (2003).
87
Tabla 3 (Cont.). Indicadores de salud de diferencias gerontológicas
de género
Varones Mujeres
Luego del retiro el 50% realiza Luego del retiro el 50% realiza
excursiones, paseos, hace actividades comunitarias, cuida la
gimnasia. familia y estudia.
Duplican a las mujeres en Aventajan a los hombres en
informarse por la lectura de diarios. informarse por la televisión.
Menor cantidad habitando en Duplican a los hombres habitando en
hogares unipersonales. hogares unipersonales.
Concurrencia reducida a los Duplican a los hombres en la
servicios religiosos. concurrencia a los servicios religiosos.
Son el 36 % del total de
Son el 64 % del total de beneficiarias
beneficiarios de Pami mayores de
de Pami mayores de 60 años.
60 años.
Son el 24 % de beneficiarios de Son el 76 % de beneficiarias de Pami
Pami de 60/64 años. de 60/64 años.
Son el 27 % de beneficiarios de Son el 73 % de beneficiarias de Pami
Pami de 90 y más años. de 90 y más años.
Son el 41 % de residentes en Son el 59 % de residentes en
instituciones geriátricas. instituciones geriátricas [20].
El 63,7% de residentes en El 53,3% de residentes en
instituciones geriátricas son no instituciones geriátricas son no
dependientes. dependientes.
El 36,3 % de residentes en El 46,7 % de residentes en
instituciones geriátricas son instituciones geriátricas son
dependientes. dependientes.
Propuestas
88
b. Actuar sobre las diferentes condiciones de socialización de las mujeres y de
los varones desde la infancia para propiciar un buen envejecimiento.
89
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25. http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/novedades/gacetilla_29_12_11.pdf
91
SEGUNDA PARTE
Ensayos
92
Condiciones y arreglos de vida de las personas mayores de 60 años en
situación de pobreza del Departamento del Quindío
Resumen
En este capítulo se da cuenta de la caracterización de los hogares pobres
que tienen dentro de su núcleo familiar uno o más personas mayores de 60 años;
para ello se alude a las características de la vivienda, al acceso a los servicios
públicos, a la educación, la salud y a la actividad laboral de las personas mayores
de 60 años del Departamento del Quindío de la zona rural y urbana, Colombia. Se
encuentran diferencias porcentuales poco significativas en función del género, por
otro lado, se evidencia que existen significativas brechas entre las condiciones de
vida de las personas mayores en función de la zona de residencia, constatando que
se encuentran peores condiciones en la zona rural que en la urbana.
Palabras clave
Introducción
Desde una perspectiva demográfica, desde finales del siglo XX, principios del XXI y
con toda seguridad durante lo que queda de este, no ha habido, ni habrá en el
mundo un fenómeno más importante y relevante que el del envejecimiento de la
población, debido a los grandes impactos y transformaciones que este tiene en
diversos ámbitos de la vida social, económica y cultural.
93
que han tenido oportunidad y tiempo de adaptar las estructuras sociales y
económicas para poder afrontar apropiadamente este fenómeno, situación que de
acuerdo a las proyecciones de población de Naciones Unidas (naciones Unidas,
1999), no tendrá lugar en el mundo en vía de desarrollo, debido a lo velocidad con
que el fenómeno se está instaurando. En el caso de América Latina y el Caribe ya
se encuentran países con niveles avanzados en la transición demográfica que han
tenido que combatir los efectos adversos del fenómeno después de que se
manifiestan, esto en el mejor de los casos, porque otros países aún no han realizado
las adecuaciones pertinentes y como consecuencia de ello presentan sistemas de
seguridad social, de salud y de servicios sociales que no responden a las reales
necesidades de la población de personas mayores.
Por otro lado, el mundo en vía de desarrollo está experimentando las adversidades
del envejecimiento demográfico en condiciones cualitativamente distintas, como por
ejemplo la situación de pobreza casi generalizada y exclusión social de grupos
desfavorecidos dentro de los que por supuesto se encuentran las personas
mayores, de tal manera que los efectos del envejecimiento se conjugan con
situaciones sociales, políticas y económicas preexistentes, dando como resultado
de acuerdo con Pizarro (1999), una situación de vulnerabilidad social en la que un
patrón de desarrollo de ciertos países privilegia la estabilidad macroeconómica por
encima del bienestar social de las personas.
Apoyados en este breve pero ilustrador panorama, es claro que los países en
desarrollo deben conocer las condiciones en que sus poblaciones viven y
envejecen, con el propósito de promover y formular políticas públicas adecuadas
que den curso a planes y programas que respondan adecuadamente a las
necesidades de su población, en el contexto de un envejecimiento poblacional
acelerado con un sistema de servicios sociales y de salud precario que de alguna
manera obligan a los miembros de generaciones más jóvenes y a la organización
familiar a abrirle un espacio a los miembros de mayor edad para que cuenten con
protección, vivienda y alimentación que nadie les provee.
94
Para aportar a esta necesidad de carácter investigativo se presenta este trabajo,
con el propósito de identificar y describir las condiciones de vida de las personas
mayores, lo cual servirá como insumo para la formulación de política pública de
envejecimiento y vejez, tal como se ha dicho antes.
Este trabajo hace parte de algunos de los resultados del proyecto de investigación
financiado por la Universidad del Quindío titulado: “Vejez y pobreza en el
departamento del Quindío”, uno de los departamentos del eje cafetero Colombiano;
en él se hace referencia a las condiciones y arreglos de vida de las personas
mayores de 60 años de ambos géneros que residen en la zona rural y urbana del
sector geográfico en estudio.
Para efectos de este trabajo se entiende por Condiciones de Vida a las diversas
características que adoptan las relaciones humanas al interior del hogar o la familia
y que están condicionadas, además de las actividades que desarrollan los miembros
del hogar, por su entorno físico y ambiental. Las condiciones de vida están
directamente asociadas con el nivel de ingreso económico de la familia,
provenientes ante todo del ingreso obtenido a través del trabajo. Las condiciones
de vida están estrechamente relacionadas con las necesidades humanas, las
“buenas” o “malas” condiciones de vida dependen de la satisfacción de las
necesidades objetivas26 tales como la vivienda, alimentación, educación, salud,
vestido, empleo, entre otras. Por otro lado, los arreglos de vida procuran determinar
con quién vive la persona mayor y cómo se relaciona con los miembros de otras
generaciones.
26 En relación con este tema Doyal y Gough diferencian claramente dos concepciones de las
necesidades, como impulso o pulsión o como metas y propósitos. Los primeros se descartan debido
a que provienen del deseo y no son propiamente una necesidad, las necesidades se asocian a la
prevención del grave daño que ocasionaría si no se satisface. Las necesidades entonces son
objetivas y los impulsos son subjetivos.
95
Métodos
Este trabajo presenta una metodología para identificar y describir factores que
influyen y/o intervienen en la situación de pobreza de las personas mayores de 60
años y para describir las condiciones y arreglos de vida que presenta el citado grupo
poblacional que vive en la zona rural y urbana del Departamento del Quindío. Para
lo cual se realizó una medición de la incidencia de la pobreza en este grupo
poblacional a partir de un método bidimensional de medición de la pobreza 27. Esta
metodología se aplica a un trabajo de tipo descriptivo en el que a partir de la
medición de pobreza se estableció la incidencia de este fenómeno en la vejez,
adicionalmente se describen las condiciones y arreglos de vida de la población
mayor.
Unidad de análisis:
Miembros del hogar son sólo los residentes permanentes, definidos como aquellos
presentes en el hogar o que se encuentren residiendo transitoriamente fuera de
éste, siempre que el período de ausencia no supere los tres meses, los resultados
presentados a nivel de personas hace alusión al persona mayor de 60 años
miembro de dicho hogar. Es evidente entonces que se encontraron hogares con
27
El método bidimensional de la pobreza consiste en cruzar los resultados de la medición por línea de pobreza
–LP- y la medición por Necesidades Básicas Insatisfechas –NBI-. Según Beccaria y Minujin (1985), Esta
metodología aprovecha la complementariedad entre los métodos parciales. Los resultados del Enfoque
Bidimensional se resumen en un cuadro que clasifica la pobreza en cuatro categorías dependiendo de si los
hogares se consideran pobres según uno de los métodos, según ambos o según ninguno de ellos, así: Hogares
en Situación de Pobreza Crónica (Con NBI y Pobres por LP); Hogares en Situación de Pobreza Reciente (Sin
NBI y Pobres por LP); Hogares con Carencias Inerciales (Con NBI y No Pobres por LP) y Hogares en
Condiciones de Integración Social (Sin NBI y No Pobres por LP).
96
una importante variedad en cuanto a su tamaño por lo que al utilizar los hogares
como unidad de análisis se excluye toda consideración en relación al distinto
tamaño que éstos presentan.
Muestra:
El tamaño muestral para este estudio ha sido de 610 hogares en los que por lo
menos uno de sus miembros sea una persona mayor de 60 años, ésta presenta un
error muestral del 4% y una confiabilidad del 95%. Debido a que se requería
representatividad tanto de la zona urbana como de la rural se realizó un muestreo
independiente tanto para la zona urbana como para la zona rural. El total de hogares
estudiados en la zona urbana es de 414 y para la zona rural es de 196. La muestra
calculada para este trabajo es estratificada, probabilística y Multietápica.
Resultados
97
Los resultados en relación con primer objetivo se encuentran publicados en la
Revista de Investigaciones de la Universidad del Quindío28, por esta razón nos
referiremos exclusivamente a los resultados relacionados con el segundo objetivo.
Los hogares de los adultos mayores del departamento del Quindío son en términos
generales de regular tamaño, se encuentra un número considerable de hogares
unipersonales distribuidos en las zonas rural y urbana, el 11.64% del total de los
hogares está constituido por una sola persona, estos hogares están exclusivamente
conformados por personas solteras, separadas o viudas.
Un 24.26% de los hogares está conformado por dos personas, los cuales en su
gran mayoría conforman hogares nucleares simples (jefe de hogar sin pareja, pero
con un hijo o nieto dentro del hogar), y hogares nucleares completos (una pareja sin
hijos dentro del hogar); otro tipo de familia con gran presencia dentro de los hogares
con persona mayor en el Departamento la constituye la familia extensa simple,
definida como aquella en donde se encuentra un núcleo con pareja con o sin hijos
solteros, o con parientes solos que no conforman otro núcleo, dentro de los que se
ubican los hogares con tres y cuatro miembros con un 20.16% y 15.57%
respectivamente, lo mismo sucede con los hogares con cinco miembros, los cuales
presentan una proporción del 15.25%.
28
Gómez S., César A. 2008. Vejez y Pobreza en el Departamento del Quindío. En: Revista de Investigaciones
Universidad del Quindío, No. 18. Armenia 2008 (pp. 94-107)
98
Tabla 1. Número de personas por hogar
99
La muestra seleccionada de manera aleatoria, permite apreciar una mayor
proporción de mujeres, 54.56% que de hombres 45.44%, tanto en la zona urbana
como en la rural, lo cual sugiere una mayor supervivencia de la mujer respecto del
hombre (Tabla 2).
100
sucede con relación al género en donde la balanza se inclina a favor de los hombres
que alcanzan pensión/jubilación en el 22.01% de los casos, mientras que las
mujeres presentan una proporción del 14.73%, y esto teniendo en cuenta que un
número importante de ellas ha accedido a este beneficio por sustitución pensional
o pensión de sobrevivientes al ser beneficiarias de sus esposos al momento del
fallecimiento.
Vale la pena observar el papel que juega la mujer rural en actividades de tipo
productivo en comparación con la mujer del sector urbano, pues mientras en la
primera el 100% de ellas se considera trabajadora o desempleada en la segunda
se consideran básicamente amas de casa.
101
En la Tabla 4 se presenta el estado civil de los sujetos, la condición de casado
presenta una proporción del 42.13%, sucedido por un 26.27% de viudos, los cuales
como era de esperarse afectan en mayor medida a las mujeres que a los hombres,
no existen diferencias importantes entre la zona urbana y la rural, salvo en la
proporción de viudas la cual es mayor en la zona urbana (23.94%) que en la zona
rural (16.37%).
102
Tabla 5. Parentesco con relación al jefe de hogar
Rural Urbano
Total
Parentesco Hombre Mujer Hombre Mujer
Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Núm. %
Jefe de hogar 111 39.50% 56 19.93% 186 32.98% 154 27.30% 507 60.00%
Cónyuge 9 3.20% 62 22.06% 19 3.37% 89 15.78% 179 21.18%
Hijo(a) 3 1.07% 2 0.71% 2 0.35% 7 1.24% 14 1.66%
Padre – Madre 2 0.71% 6 2.14% 13 2.30% 31 5.50% 52 6.15%
Suegro 3 1.07% 7 2.49% 4 0.71% 17 3.01% 31 3.67%
Hermana/Cuñada 7 2.49% 6 2.14% 7 1.24% 14 2.48% 34 4.02%
Otro pariente 3 1.07% 0 0.00% 5 0.89% 7 1.24% 15 1.78%
Otro no pariente 4 1.42% 0 0.00% 6 1.06% 3 0.53% 13 1.54%
Total 142 50.53% 139 49.47% 242 42.91% 322 57.09% 845 100%
Fuente: Elaboración propia.
103
Tabla 6. Tipo de vivienda
Rural Urbano Total
Tipo de Vivienda Número % Número % Número %
Casa 194 98.98% 369 89.13% 563 92.30%
Apartamento 0 0.00% 34 8.21% 34 5.57%
Cuartos 0 0.00% 7 1.69% 7 1.15%
Inquilinato 1 0.51% 4 0.97% 5 0.82%
Otra vivienda 1 0.51% 0 0.00% 1 0.16%
Total 196 100% 414 100% 610 100%
Fuente: Elaboración propia.
104
Los materiales utilizados con mayor regularidad para la construcción de las paredes
son el ladrillo, adobe o piedra en el 86.72% del total de la muestra y en una mucho
menor aunque significativa proporción, es la utilización del bahareque, con 10.33%
del total, el cual se utiliza con mayor frecuencia en el sector rural que en el urbano.
En general se aprecia una mejor condición de las viviendas, específicamente en lo
relativo con la calidad de los pisos y las paredes, en el sector urbano comparadas
con las viviendas del sector rural (Tablas 7 y 8).
105
suministro ha sido cortado por no poder cancelar las facturas de manera oportuna
(Tabla 9).
106
Los hogares que no cuentan con servicio de recolección de basuras pertenecen casi
de manera exclusiva a las zonas rurales, allí recurren a otros métodos para
desechar los residuos que se producen, un 36.73% queman o entierran la basura
de tipo inorgánica, y un 3.06% la arrojan a lotes que han sido dispuestos para tal
fin. Esta práctica también se aprecia en el 1.97% del total de los hogares del
Departamento y el 1.31% contaminan las fuentes hídricas con sus basuras. (Tabla
10)
107
Tabla 11. Fuente agua para consumo humano
108
Sorprenden estos resultados en el sentido que no se aprecian grandes diferencias
entre hombres y mujeres en los niveles de instrucción, excepto en el sector urbano
donde más mujeres que hombres, 36.35% y 27.66% respectivamente, expresaron
haber realizado estudios de primaria (aunque incompleta en la gran mayoría de los
casos). Tampoco se aprecian diferencias significativas en cuanto al nivel de
instrucción por sectores.
Rural Urbano
Total
Nivel Hombre Mujer Hombre Mujer
Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Núm. %
Primaria 1-5 86 30.60% 90 32.03% 156 27.66% 205 36.35% 537 63.55%
Bachillerato 6-
95
11 14 4.98% 14 4.98% 28 4.96% 39 6.91% 11.24%
Técnica 1-6
11
Sem. 1 0.36% 1 0.36% 4 0.71% 5 0.89% 1.30%
Universidad 1-
20
10 0 0.00% 2 0.71% 8 1.42% 10 1.77% 2.37%
Ninguna 35 12.46% 29 10.32% 34 6.03% 45 7.98% 143 16.92%
No sabe-No
39
resp. 6 2.14% 3 1.07% 12 2.13% 18 3.19% 4.62%
Total 142 50.53% 139 49.47% 242 42.91% 322 57.09% 845 100%
Fuente: Elaboración propia.
109
aprecia en similares proporciones tanto en hombres como en mujeres, y tanto para
el sector urbano como para el rural.
Rural Urbano
Total
Régimen Hombre Mujer Hombre Mujer
Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Núm. %
Contributivo 39 27.46% 29 20.86% 110 45.45% 146 45.34% 324 38.34%
Subsidiado 73 51.41% 79 56.83% 119 49.17% 158 49.07% 429 50.77%
Ninguno 27 19.01% 26 18.71% 10 4.13% 9 2.80% 72 8.52%
No sabe-No
3 2.11% 5 3.60% 3 1.24% 9 2.80% 20 2.37%
resp.
Total 142 100% 139 100% 242 100% 322 100% 845 100%
110
El tipo de enfermedad crónica con mayor incidencia en la población adulta mayor
pobre es la hipertensión arterial, que afecta al 44.08% de los sujetos, otras son: la
diabetes mellitus que la padecen el 14.17% de los encuestados, los problemas
cardiovasculares con un 13.40% y la artritis con un 10.29%. (Ver tabla 15)
Rural Urbano
Total
Tipo Hombre Mujer Hombre Mujer
Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Núm. %
Hipertensión art. 33 41.77% 53 55.79% 41 32.80% 100 46.30% 227 44.08%
Diabetes 11 13.92% 12 12.63% 20 16.00% 30 13.89% 73 14.17%
Cardiovasculares 11 13.92% 8 8.42% 24 19.20% 26 12.04% 69 13.40%
Cáncer 0 0.00% 0 0.00% 3 2.40% 4 1.85% 7 1.36%
Artritis 3 3.80% 8 8.42% 13 10.40% 29 13.43% 53 10.29%
Otra 21 26.58% 14 14.74% 24 19.20% 27 12.50% 86 16.70%
Total 79 100% 95 100% 125 100% 216 100% 515 100%
Fuente: Elaboración propia.
En cuanto a los niveles de funcionamiento físico, el cual hace referencia a los niveles
de dependencia independencia de las personas mayores, se valoró mediante la
aplicación del Índice de Katz. Este índice clasifica las personas de la (a) a la (g)
dependiendo de su nivel de funcionamiento, (a) significa máximo nivel de
funcionamiento o independencia y (g) significa dependencia total.
Desde este punto de vista se puede observar que la gran mayoría de las personas
mayores pobres del departamento, esto es 86.27%, son clasificados como
independientes en todas las funciones y un 2.96% presenta rasgos de dependencia
en una de las seis funciones, por las que se indaga en el índice (recibe ayuda,
asistencia o supervisión para realizarla), y un solamente un 1.18% ha sido
clasificado como dependiente total.
111
Tabla 16. Niveles de funcionamiento físico en adultos mayores
Rural Urbano
Nivel de Total
Hombre Mujer Hombre Mujer
funcionamiento
Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Núm. %
a. 132 92.96% 124 89.21% 210 86.78% 263 81.68% 729 86.27%
b. 1 0.70% 3 2.16% 10 4.13% 11 3.42% 25 2.96%
c. 1 0.70% 1 0.72% 1 0.41% 1 0.31% 4 0.47%
d. 1 0.70% 0 0.00% 3 1.24% 2 0.62% 6 0.71%
e. 0 0.00% 0 0.00% 0 0.00% 3 0.93% 3 0.36%
f. 0 0.00% 0 0.00% 0 0.00% 1 0.31% 1 0.12%
g. 0 0.00% 0 0.00% 3 1.24% 7 2.17% 10 1.18%
No sabe- No
67
resp. 7 4.93% 11 7.91% 15 6.20% 34 10.56% 7.93%
Total 142 100% 139 100% 242 100% 322 100% 845 100%
Fuente: Elaboración propia. Los niveles de funcionamiento según Índice de Katz son: a)
Independiente en todas las funciones; b) Independiente en todas, salvo en una; c)
Independiente en todas, salvo en bañarse y otra más; d) Independiente en todas, salvo
bañarse, vestirse y otra más; e) Independiente en todas, salvo en bañarse, vestirse, ir al baño
y otra más; f) Independiente en todas, salvo en bañarse, vestirse, ir al baño, movilidad y otra
más; y g) Dependiente en las seis funciones.
112
Resulta interesante observar las diferencias por sector y género, la partición del
hombre en actividades productivas es mayor que la de las mujeres en los sectores
rural y urbano, sin embargo la participación laboral del hombre rural, la cual alcanza
un 32.38% supera ampliamente la participación del hombre de la zona urbana que
llega escasamente al 13.65%. En cuanto al caso de las mujeres se concluye que en
ambos sectores su participación es muy baja.
Una elevada proporción del 38.36% de los adultos mayores que realizan actividades
laborales las hacen por su propia cuenta; otro 32.88% son empleados u obreros de
empresas particulares; lo sucede un importante 13.24% de personas que expresó
realizar trabajos sin ningún tipo de remuneración, en este grupo se incluyen
básicamente las personas que manejan pequeños negocios familiares, en esta
clasificación se encuentra un número significativamente mayor de mujeres que de
hombres; escasamente el 6.85% de los adultos mayores son patrones o
empleadores y el 3.20% trabajan como empleadas del servicio doméstico; tan solo
el 1.83% es actualmente empleado u obrero del gobierno.
113
Las personas mayores pobres del Quindío se desempeñan básicamente el sector
agropecuario (47.95%), en este sector se aprecia una participación
fundamentalmente de tipo masculino, aunque también se constató que la mujer
colabora con las labores del campo después de realizar las actividades domésticas
de su hogar, no obstante ellas consideran que éstas labores no constituyen
actividades de tipo laboral debido a que no perciben una remuneración en efectivo;
el sector de los servicios ocupa el segundo renglón en la actividad productiva, pues
el 31.96% de ellos manifestaron desempeñarse laboralmente en allí; sucedido por
el sector del comercio, en el que el 16.44% de las personas mayores activas del
departamento lo hace en este sector.
Conclusiones y discusión
114
proporción los sujetos encuestados se identifiquen a sí mismos como jefes de
hogar. Los hogares están compuestos básicamente por la persona mayor, su
cónyuge y en pequeñas proporciones los acompañan los padres, hermanos y/o
hijos.
Las condiciones de la vivienda sugieren que las personas mayores del
Departamento presentan fortalezas en este aspecto, no obstante se observan
diferencias sensibles entre sectores, la zona rural presenta mayor déficit de
infraestructura en la vivienda así como en los servicios públicos de que disponen,
se presentan graves problemas de acceso al servicio de alcantarillado y servicio
público de recolección de basuras, a tal punto que la gran mayoría de los hogares
poseen un sanitario que adolece de conexión a alcantarillado. En cambio, se les ha
construido pozo séptico (en el mejor de los casos), o simplemente sus sanitarios no
tiene ningún tipo de conexión; por otro lado el servicio de recolección público de
basuras sólo llega a poco más de la mitad de los hogares rurales, los demás realizan
prácticas no convencionales y no apropiadas para desechar sus basuras, (las
queman, las entierran o las arrojan a fuentes de agua).
Los materiales utilizados en paredes y pisos de las viviendas de la zona rural son
de mucha menor calidad que los utilizados en la zona urbana, pues en la primera
aún se utiliza el bahareque y madera burda en paredes; en los pisos se utiliza
básicamente el cemento y la madera burda, incluso se encontró una proporción
importante de hogares con piso de tierra, la baldosa y la cerámica son utilizadas en
mucha menor proporción en el área rural que en la zona urbana.
115
Un evento desafortunado relativamente reciente que paradójicamente significó un
sustancial mejoramiento en torno a las condiciones de la vivienda de ambos
sectores fue el terremoto del 25 de enero de 1999, la reconstrucción a que fue
sometida la zona cafetera, principal sector afectado por este fenómeno, le permitió
acceder, a propietarios y arrendatarios afectados, a subsidios para reconstrucción
o adquisición de vivienda nueva, sacando un número importante de habitantes de
sectores de invasión y zonas de alto riesgo que les representaban condiciones de
vida, en muchos casos, infrahumanas. De la misma forma se presentó un
mejoramiento significativo en infraestructura de servicios públicos, así como
inversiones muy significativas en programas sociales que fomentaron procesos de
organización y participación consideradas clave para el desarrollo del
Departamento.
Una ventaja de la zona rural en relación con la urbana la constituye el hecho que
cerca del 83% de los hogares rurales son propietarios de los predios que ocupan,
una baja proporción han accedido a ellos por reformas agrarias llevadas a cabo por
el Estado, y un porcentaje muy bajo viven en arriendo o como ocupantes de hecho;
mientras que en la zona urbana, hay una buena proporción de propietarios pero los
arrendatarios se presentan en mucha mayor proporción de la que se observa en la
zona rural.
Los niveles de escolaridad sugieren que el nivel de instrucción recibido por los
mayores de 60 años del Departamento es muy bajo, situación que no sorprende
dada la baja cobertura que caracterizaba el sistema escolar de la época en que los
hoy adultos mayores se encontraban en edad escolar, no obstante de ello un
porcentaje significativo expresó saber leer y escribir, y a pesar de esto se encontró
una proporción muy alta de analfabetismo.
116
hacen por ser jubilados o pensionados (por vejez, invalidez o sobreviviente). Más
de la mitad de los adultos mayores cuentan con cobertura en seguridad social en
salud gracias al régimen subsidiado de salud. En este sentido es importante
reconocer los esfuerzos del Estado por ampliar éstas coberturas, las cuales
benefician en similares proporciones tanto a los que viven en la zona rural como los
de la urbana, lo mismo en relación con el género, mujeres y hombres se benefician
de manera similar en cuanto a proporción. Situación distinta se aprecia en cuanto
al acceso a pensión o jubilación, globalmente se aprecia una cobertura de apenas
20 puntos porcentuales, con evidente desventaja del sector rural en relación con el
urbano y de la mujer en comparación con el hombre.
Por otro lado, según la Cepal: “En Colombia la cobertura de la seguridad social en
jubilaciones y pensiones no alcanza el 25% y en las zonas rurales la situación es
peor, ya que no alcanza ni a un 10% de la población adulta mayor” (Cepal, 2000).
117
una opción voluntaria, muchos lo hacen para poder adquirir el ingreso necesario
para cubrir sus necesidades básicas, y aún así muchos no alcanzan a lograrlo, pues
la mayoría de estos trabajos son mal remunerados y se ubican dentro del sector
informal de la economía.
Por otro lado es muy sintomático que una proporción significativa de los adultos
mayores pobres encuestados se considere desempleada, esto indica que están
dispuestos a desarrollar alguna actividad productiva en caso de que tengan la
oportunidad de hacerlo, situación muy improbable si se tiene en cuenta los altos
niveles de desempleo que presenta Colombia y particularmente el Quindío (tercer
más alto índice de desempleo).
En cuanto a las actividades productivas que realizan las personas mayores pobres,
se ha encontrado que la mayoría de ellos lo hacen en el sector agropecuario, sector
en el que tradicionalmente se pagan bajos salarios, carentes de afiliación a la
seguridad social, con horarios extensos y con un alto nivel de movilidad. Desde el
punto de vista del sector se aprecia una mayor participación laboral del sector rural
que del urbano, no obstante, es relevante dejar claro que los salarios percibidos por
los trabajadores de este sector son los más bajos del mercado laboral, llegando en
muchos casos a trabajar a cambio de alojamiento y comida, sobre todo en épocas
de no cosecha (pago en especie).
118
A manera de colofón, es preciso resaltar y reconocer la importancia de estudios de
este tipo, que permitan determinar dónde están y cómo envejecen las personas
mayores de un país, incluso es necesario que como gerontólogos conozcamos
dónde están y cómo envejecen las personas de los diferentes entes territoriales al
interior de un país; si bien hay rasgos del envejecimiento que se consideran
universales y en cierto modo aplicables a un perfil nacional, hay que reconocer que
existen diferencias en la forma como se envejece desde la perspectiva demográfica,
es decir, el envejecimiento de las poblaciones depende de las experiencias y
dinámicas de los indicadores demográficos de los contextos que ocupan, y también
de las experiencias particulares de los aspectos, culturales, históricos, sociales,
políticos y económicos de un país o región.
Las bases de las políticas con soluciones adecuadas y coherentes con las
necesidades de las personas mayores son las que se construyen desde las bases
y en las que las personas mayores fungen como actores de su propio desarrollo,
auto determinándose. Esto será posible solo en la medida que se explore la realidad
acompañado de los propios sujetos, en este caso, de las personas mayores.
119
Bibliografía
120
La problemática del suicidio en el adulto mayor, implicancias en políticas
públicas de Argentina
Débora Natalia Duffy
María Silvina Sosa
Martín de Lellis
Introducción
Dentro de 40 años, casi un cuarto de la población total de nuestra región tendrá más
de 60 años. Se estima que la población de América Latina y el Caribe envejecerá a
un ritmo acelerado en los próximos 15 años (3,6% entre 2010-2025), y esto tendrá
un profundo impacto en los sistemas de protección social y servicios de salud,
forzando a una definición del rol del Estado y una reasignación de recursos públicos.
Los cálculos, basados en datos oficiales de las Naciones Unidas, estiman que para
el año 2085 la población mundial llegará a los 10 mil millones de habitantes. En
2100, como resultado del envejecimiento de la población, el 22.3% de los habitantes
del mundo tendrá 65 años o más, un dato que cobra mayor dimensión si
consideramos que en 2010 sólo el 7.6% de la población contaba con dicha edad.
121
Según el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el alto ritmo de
crecimiento de la población mayor implica que entre 2000 y 2025, 57 millones de
adultos mayores se sumarán a los 42 millones ya existentes. Para 2050, la
población mayor de 60 años se incrementará en otros 84 millones.
122
Desde esta concepción, las cuestiones emergentes en la sociedad son
problematizadas por la acción de grupos de presión que utilizan canales
institucionales para situar su demanda en la órbita del Estado y así movilizar los
recursos necesarios para su resolución. En este proceso tales grupos se encargan
de colocar la cuestión en la agenda pública, con el objeto de que la movilización
generada en la población vuelva indispensable la intervención estatal, pues ello
denota algún grado de legitimación de la cuestión que origina la demanda.
123
A la vez, numerosos trabajos han recogido estos datos y se han hecho proyecciones
en relación a cómo estaría en las próximas décadas la situación de la ancianidad:
“Se proyecta que entre 1991 y 2020 la población de mayor edad aumentará más
rápidamente que la población total en todos los países de América Latina” enuncia
el investigador Kevin Kinsella en un artículo sobre aspectos demográficos en la
vejez. Allí presenta algunas proyecciones por país y se puede observar que el
tamaño proyectado de la población anciana en 2020 en Argentina será de 7.053.900
personas. Es decir, se espera un enorme crecimiento de esta población (contada
desde 65 años y más) en los próximos veinte años. Y además es importante tener
en cuenta que Argentina posee uno de los porcentajes más altos de población
anciana más vieja (75 años y más), alcanzando el 3-4% de la población total (según
datos del INDEC, 2010, la población total de Argentina es de 40.134.425 personas
y la población de 65 años y más abarca 4.121.680.
Tales datos no hacen más que exponer la importancia que adquiere la problemática
del envejecimiento como cuestión social, el cual desborda un enfoque meramente
cuantitativo centrado en variables agregadas de carácter económico o macrosocial
y también sitúa la importancia que adquieren las connotaciones culturales, éticas y
psicosociales. Sin embargo, a menudo los derechos legalmente consagrados no
se traducen en garantías y protección efectivas, debido, en buena parte, a la falta
de recursos y mecanismos de exigibilidad. En general, estas medidas se centran en
establecer una protección especial para personas mayores de bajos recursos,
ampliar la cobertura de los sistemas de seguridad social, mejorar los servicios de
salud y garantizar pensiones no contributivas, entre otras.
124
Esto sigue siendo incipiente en la región, pero existen iniciativas para promover el
empleo para trabajadores mayores, fomentar el acceso a créditos para actividades
productivas, y aumentar bonos, subsidios y asignaciones familiares.
125
Por ello reconstruir dichas representaciones ha sido uno de los desafíos más
importantes de la gerontología social, pues allí se juegan las oportunidades de
adoptar políticas públicas más inclusivas, participativas y centradas en los derechos
o competencias de los propios asistidos, que a la vez se constituyan en fomentar y
promover la salud en los ancianos, entendida esta como una etapa más en el
proceso de desarrollo vital.
Por ello, tan importante resulta la idea tradicional que refiere que “aprender en el
ámbito escolar es el trabajo de los niños trabajar es responsabilidad de los adultos
y el retiro el destino de los mayores”. No obstante la afirmación de tales principios,
un nuevo paradigma propone el desarrollo de programas que permitan el
aprendizaje a cualquier edad y la posibilidad de ingresar y egresar del mercado
laboral, diferentes veces a lo largo de la vida.
Las mujeres viven más que los hombres en casi todas las áreas del mundo. Pero a
la vez que tienen la ventaja de la longevidad se hallan más expuestas que los
hombres a experiencias de violencia doméstica y discriminación en el acceso a la
educación, la alimentación, el trabajo, los servicios sanitarios, sociales y el poder
político.
126
acumulación de desventajas las mujeres mayores son más pobres y tienen más
discapacidades que los hombres, de allí la necesidad de realizar esfuerzos
especiales para asegurar la participación de las mujeres mayores en todas las
iniciativas de desarrollo.
Envejecimiento Activo
Este término fue adoptado por la OMS a finales de 1990. Se trató entonces de
buscar un mensaje más amplio al del envejecimiento saludable, “reconociendo el
impacto de otros factores y sectores además del sistema sanitario, e intenta
expresar la idea de la implicación continua en actividades productivas y trabajo
significativo. Además de continuar manteniéndose activo físicamente, es importante
permanecer activo social y mentalmente participando en actividades recreativas, ya
sea de carácter voluntario o remunerado, actividades culturales, educativas y
aquellas que se desarrollan en el ámbito de la vida diaria junto con la familia y la
comunidad.
127
El nuevo escenario de la salud mental en la Argentina
128
Gráfico 1. Porcentaje calculados sobre el total de personas de 15 años y
más según patologías en Argentina 2010
GRÁ
AÑ OS Y MÁS SEGÚ N PATOLOG Í ÚLTIMO AÑO.
TOTAL ARGENTINA
129
Tabla 1. Tasas medianas observadas en estudios epidemiológicos
sobre salud mental en América Latina y el Caribe
Sexo
Patologías %
Hombres Mujeres
Trastorno obsesivo
1.2% 1.0% 1.4%
compulsivo
Abuso o dependencia de
5.6% 9.8% 1.4%
alcohol
Abuso o dependencia de
0.6% 0.9% 0.2%
drogas
130
que tenían problemas relacionados con el consumo de alcohol se estima que no
han recibido ningún tratamiento de salud mental en el sistema público de salud en
el último año (Tabla 2).
Sexo
Patologías %
Hombres Mujeres
Ansiedad
1.3% 0.9% 1.3%
generalizada
Trastorno de estrés
1.5% 0.8% 1.0%
pos traumático
Trastorno obsesivo
1.2% 1.0% 1.4%
compulsivo
Abuso o dependencia
5.6% 9.8% 1.4%
de alcohol
Abuso o dependencia
0.6% 0.9% 0.2%
de drogas
131
Suicidio: prevalencia en la vejez
132
Cuadro 2. Argentina, Tasa de Suicidio (x 100.000 habitantes).
Total país y por grupo etario y sexo, 2010
133
Conclusiones
Uno de los temas que continúa siendo central en la definición de las políticas
públicas es la modalidad asistencial dominante para tratar la problemática de la
vejez; de la misma manera en que se ha propuesto para el caso de niños,
discapacitados o enfermos mentales, y en el marco de la recientemente sancionada
Ley Nacional de Salud Mental y Adicciones, en el último período han surgido
numerosas iniciativas en todo el mundo tendientes a promover pequeños hogares
134
o dispositivos residenciales sustitutivos del modelo de asilo, a fin de promover la
autonomía y un sistema de apoyos o cuidados acordes al grado de perturbación
que presente el anciano para su desenvolvimiento en la vida cotidiana. No obstante
lo señalado, continúa observándose en muchos casos la institucionalización en
hogares que limitan severamente las posibilidades de bienestar y libertad de los
mismos; principalmente cuando se trata de ancianos pobres y sometidos a procesos
de judicialización.
Entre las acciones más importantes que se desprenden de ello resulta fundamental
el tratamiento de las enfermedades mentales; el control de acceso a los medios de
suicidio y seguimiento de las personas que han intentado el mismo, en tanto que,
las conductas suicidas originan pérdidas de casi un millón de vidas cada año y
tienen un gran impacto en la economía de muchas naciones, además de representar
un enorme sufrimiento para muchos otros millones.
135
acciones tanto en el ámbito nacional como local, con el objetivo de reducir el impacto
de este fenómeno típicamente humano.
136
Bibliografía
137
La atención quiropráctica al adulto mayor:
hacia un diseño integral y de manejo multidisciplinario
Introducción
Durante los últimos años, se han dirigido enormes esfuerzos desde las distintas
disciplinas y profesiones para el análisis y la atención del adulto mayor. A partir de
las metodologías aplicadas de las ciencias, se busca entender las características
actuales de lo que se ha llamado “transición demográfica”, principalmente a partir
de la inversión de la pirámide poblacional y el envejecimiento de la población
mundial (1), situación nada sencilla para su análisis, y clasificación de tareas
respecto a la planeación de un estudio desde las diversas disciplinas (2,3).
138
Desde la filosofía de la salud, que tiene que ver con el examen de la integridad,
posibilidad y capacidad que tiene todo ser humano para desarrollar todas sus
capacidades y, no solo la ausencia de enfermedad.
139
elecciones, gastos de funcionarios, entre otros.
A continuación algunos datos relevantes para el tema (2), en México, los hombres
aumentaron su expectativa de vida de 64.0 a 73.1 años entre 1980 y 2010, mientras
que las mujeres la aumentaron de 70.0 a 77.8 años en el mismo periodo. El grupo
de las personas de la tercera edad registra el mayor crecimiento, ya que en dos
décadas y media su población casi se duplicó en 6.4 millones de personas y su
presencia relativa pasó de 4.3 a 5.9%.
La situación actual del adulto mayor dentro de las áreas de la salud se aborda desde
muchas perspectivas. Si bien, aún prevalece el campo de la geriatría en parte por
el estudio y la práctica de preceptos que desde esta área se desarrollaron para este
grupo etario. Ahora bien, no solo para el área médica es fundamental el estudio
sobre el envejecimiento, que se amplía a otras disciplinas como las que se refieren
a continuación:
140
Científica,
Demográfica,
Epidemiológica,
Económica,
sociocultural y
personal (11).
Reportes recientes de la OMS (15), informan que el grupo adulto mayor es uno de
los que presentan mayores rasgos de vulnerabilidad en situación de pandemia, por
ejemplo en la pasada alarma sobre la influenza H1N1como se refiere en la siguiente
información, entre los grupos poblacionales más vulnerables a la influenza tipo A
subtipo H1N1 se encuentran:
[…] “en general, personas en los extremos de vida como niños entre
6 meses a 2 años y adultos mayores a 65 años de edad.
Pacientes con afecciones crónicas de los sistemas pulmonar y
cardiovascular.
Pacientes con enfermedades metabólicas e insuficiencia renal.
Niños o adolescentes que están bajo terapia prolongada con ácido
acetilsalicílico (aspirina).
Pacientes inmunodeficientes o bajo tratamiento inmunosupresor.
Embarazadas que estén cursando su 2do - 3er trimestre de
gestación.
Niños en estado de riesgo como nacidos prematuros, especialmente
aquellos con peso menor a 1.500 gramos”.
En el caso de esta epidemia, otros reportes indican que factores combinados, como
la falta de diagnóstico oportuno y la morbilidad asociada son dos situaciones que
multiplican los riesgos de contagio y decesos (16). Esto no es algo que
desconozcamos, después de las grandes campañas mediáticas, que llevaron a la
población a ser más conscientes sobre la importancia de la prevención. Aunque se
hicieron enormes inversiones en fármacos cada vez más potentes, así como
141
vacunas y campañas masivas, la influenza (estacional, aviar, porcina y sus demás
variantes), no es la única circunstancia que demanda su atención. En el caso de los
adultos mayores su situación es multifactorial.
Estudios (17-20), mencionan entre muchos factores por los que el paciente con
dolor o padecimientos crónicos acuden a la Quiropráctica como a la Medicina
Complementaria es la experiencia no grata de los efectos secundarios de
tratamientos prolongados con fármacos y sus efectos colaterales, la insatisfacción
con la medicina convencional, y la búsqueda de una atención más personalizada,
por lo que algunas instituciones concluyen recomendaciones sobre el conocimiento
y el tratamiento conjunto de la medicina convencional y la Medicina Paralela o
Complementaria (21).
Otro de estos estudios, desarrollado en 2006 en México concluye que hay múltiples
razones válidas para explicar no solamente la supervivencia de la medicina
tradicional, sino además su éxito en el mundo actual, donde la ciencia y la tecnología
han obtenido resultados sobresalientes, pero, a cambio, la biomedicina ha olvidado
la complejidad de la vida humana cotidiana y el valor de la atención personal, la
142
compasión, la comprensión, la empatía y el uso del mundo simbólico para la
solución de los conflictos y problemas de salud propios de la humanidad (22).
143
El cuidado quiropráctico en el adulto mayor
144
dentista, a un podólogo para sus pies, un quiropráctico para la espalda y desordenes
musculo esqueléticos, y una enfermera de asistencia general en la vida diaria. De
la misma manera, el adulto mayor requiere estudios de gabinete y laboratorio, así
como un amplio conocimiento de los procesos psicosociales y de integración, de tal
manera que el psicólogo, el trabajador social y el gerontólogo tienen una
participación fundamental.
De ahí que todos los miembros de los equipos de atención geronto-geriátrica tienen
un papel importante que desempeñar. Sin embargo, si todos los profesionales
contribuyen de manera solitaria una pieza para la atención en pacientes geriátricos,
sin comunicar a través de las distintas disciplinas, se pierde un tiempo valioso para
el reconocimiento integral de las condiciones de salud del paciente en general, y
para desarrollar procedimientos efectivos y adecuados a las condiciones que
presenta el adulto mayor en su particular proceso de envejecimiento.
145
La necesidad de un proyecto multidisciplinario de atención integral al adulto
mayor
146
A partir de las discusiones pertinentes, por parte de las Asociaciones Quiroprácticas,
y médicas afines, las conclusiones sugieren que los objetivos de los programas de
atención, deben tener un enfoque multifacético e integrado con los siguientes
fundamentos:
Minimizar el dolor;
Aumento de la función física;
Mejorar el bienestar psicológico;
Reducir la dependencia de los proveedores de cuidado de la salud, y
Reducir la dependencia de los medicamentos relacionados con el dolor (45).
Los pacientes mayores son a menudo nuestros pacientes más complejos, que
poseen múltiples síntomas sistémicos y músculo-esqueléticos, y con frecuencia
dependen de numerosos medicamentos. Dada esta complejidad, los profesionales
deberían, idealmente, estar abiertos a la colaboración para el bien general del
paciente. Con la tasa demográfica actual el envejecimiento requiere cada día el uso
de los servicios de salud complementarios y alternativos (incluyendo quiropráctica),
y un aumento en la inclusión de los profesionales quiroprácticos, en los equipos
interdisciplinarios de salud y atención geriátrica (49).
147
Clínica Integral Universitaria en la UNEVE en el municipio de Ecatepec, en el Estado
de México (50), reporta que de una muestra de 500 expedientes de pacientes
atendidos en el periodo de mayo de 2005 a mayo de 2009, (61.2% mujeres y 38.9%
hombres) un 44% estaba en el rango de edad de 40-59 años (media de 43,4 años)
y un 15.8% rebasaban los 59 donde el malestar más frecuentes fue el dolor lumbar
(29,2%) dolor de extremidades (28,0%), más comúnmente la rodilla. Manifestando
que el tiempo de evolución en un porcentaje de 62% describieron su malestar mayor
a un año de los cuales su inicio fue relacionado a caídas en un promedio de 46.6%.
Revisiones sistemáticas refieren que las caídas en ancianos son más frecuentes de
lo que se piensa (51). Actualmente, con el proceso de consolidación de las escuelas
de quiropráctica en el mundo y en América Latina, el paso de la profesionalización
abre nuevos proyectos en los procesos de atención y nuevas redes de colaboración
entre distintos profesionales de la salud en favor a la atención de los adultos
mayores. Las funciones de las clínicas universitarias, tanto en la UNEVE como en
la UNEVT, son un referente importante en los servicios de atención (primer nivel) a
la población (la primera para Ecatepec y la segunda para Ocoyoacac), La Clínica
Integral Universitaria de la UNEVT, por ejemplo, es también un espacio de
convivencia y de interconexión multidisciplinaria de las tres licenciaturas impartidas
en la Universidad donde se circunscribe dicha Clínica. Las áreas de gerontología,
quiropráctica, y acupuntura médica y rehabilitación integral (como antes se llamaba
la carrera de Acupuntura Humana Rehabilitatoria), han ido creando planes y
protocolos de tratamiento enfocado a ciertos sectores. Los pacientes/usuarios del
servicio, como los estudiantes de estas carreras, se han visto beneficiados por este
nuevo proceso, vinculando de mejor manera el diseño e innovación de modelos y
procesos de atención Integral.
148
llamado el envejecimiento exitoso (53) o el buen envejecimiento, que sería aquel en
el cual (54):
149
literatura, como en estudios descriptivos comparativos, donde se puede reconocer
los hallazgos respecto al dolor de espalda y factores adicionales, y el tipo de
pacientes que se presentan en clínicas escolares y en la práctica privada (66-70).
Otros estudios también proponen incluir la educación y capacitación para el
tratamiento y la relación interdisciplinaria entre quiroprácticos y otros profesionales
(71).
Conclusiones
150
Así mismo mantener el perfecto estado de salud a través de procedimientos de
ajuste y/o manipulación vertebral y articular, sin el uso de medicamentos ni cirugía.
Estos estudios, son cada vez más frecuentes y animan a toda la comunidad
científica, a desarrollar los mejores diseños de procedimientos, así como una cultura
de la prevención y buen diagnóstico integral de las alteraciones del adulto mayor.
Esta tarea corresponde a mantener el paso en la preparación y fortalecimiento de
los planes académicos para los futuros clínicos, investigadores y docentes de las
instituciones universitarias como UNEVT.
151
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155
TERCERA PARTE
Investigaciones de campo
156
Creencias que sobre la sexualidad tiene el adulto mayor miembro de la
Fundación del Bienestar Social e Integral del Anciano en el
Estado Miranda
Resumen
Palabras claves
157
Introducción
29
La Fundación se encuentra ubicada en Avenida La Haya, Quinta Santa Marta, California Norte,
Municipio Sucre Estado Miranda, República Bolivariana de Venezuela.
158
Fundamento
Los datos antes señalados, reflejan la importancia que, desde el punto de vista
poblacional tiene el grupo social conformado por el adulto mayor. Este crecimiento
de la población demanda la satisfacción de las necesidades básicas del ser
humano, destacando entre éstas la sexual, las cuales tienen gran importancia para
el bienestar biopsicosocial del individuo. Con relación a esto Maslow asevera que
“La sexualidad es una necesidad básica y forma parte de las necesidades sentidas,
en este caso fisiológicas, que presenta el individuo, por ende desde que nacemos
hasta que morimos somos seres sexuados y con derecho a disfrutar a plenitud de
una sexualidad gratificante, digna y sin ningún tipo de prejuicios, creencias y
actitudes negativas, que impidan el disfrute y manifestación de una vida sexual
activa” (Maslow, 1963, p. 78).
159
es motivo suficiente para excluirse y reducir su capacidad de sentir, amar y tener
una vida sexual activa, y por ende a considerarse asexuado.
160
En tanto que, las unidades de análisis fueron seleccionadas tomando en cuenta los
siguientes criterios:
A continuación se describe cada uno de los actores sociales que protagonizan esta
investigación, manteniendo en anonimato su identidad, en lo sucesivo se identifican
como informante 1, informante 2, informante 3, informante 4.
Descripción/características
161
instrucción bajo y solo curso completa la primaria. Vive con una de sus hijas,
expresó que se siente a gusto y satisfecha de convivir con ella, acotando así que
cuenta con un excelente grupo familiar. Es considerada por sus compañeros y
compañeras con quienes comparte en la casa del abuelo, como una persona con
excelentes modales y un hablar fluido, que pudieron constatar los investigadores.
162
del Anciano Mirandino, es una Institución Autónoma, sin fines de lucro con
personalidad jurídica propia adscrita a la Gobernación de Miranda con atención
dirigida a personas de la tercera edad, residentes en el estado Miranda mayores de
60 años, autoválidos con capacidad mental, especialmente aquellos adultos
mayores en situación de riesgo o con fuertes carencias económicas.
Actualmente presta servicio a una población de ciento veinticuatros adultos
mayores, en horario comprendido de ocho a tres de la tarde. Charlas, talleres,
cursos de manualidades, juegos de mesa o paseos turísticos, son experiencias
cotidianas así como la valoración al adulto mayor dentro de la sociedad y en el seno
de la familia.
Marco teórico
En tanto que para, Segovia (1994, p.7), en su texto “Creencias y Actitudes hacia la
Sexualidad en la Etapa de la Vejez en una muestra de ancianos residenciados en
la ciudad de Coro Estado Falcón”, teniendo como principal objetivo determinar las
163
creencias y las actitudes de una muestra de ancianos hacia su sexualidad, arrojo
entre otros resultados que las creencias del anciano con respecto a la sexualidad
en la etapa de la vejez son positivas. Evidencio la influencia del contenido negativo
que se maneja socialmente, con respecto a los ancianos, quienes introyectan,
mantienen y reproducen los patrones establecidos. Otras de las conclusiones
relevantes de este estudio fue discriminar la actitud de los ancianos por sexo,
además se observó que los hombres tienen una actitud más positiva que el
comportamiento de las mujeres.
Por otra parte, Corominas y otros (1994, p.6) realizaron su propia investigación en
la Universidad de Castilla – La Mancha, España, para determinar la conducta sexual
e identificar la actitud hacia la sexualidad de la población mayor de 65 años en
Albacete. Finalizada la investigación se llegó a la conclusión de que la sexualidad
es una necesidad presente a lo largo de toda la vida y por tanto no debe descuidarse
en la educación de los adultos mayores. En cuanto a la actitud hacia la sexualidad,
se encontró que los hombres demuestran una actitud más positiva sobre el tema
que, las mujeres. Apoyando de este modo los resultados obtenidos por Segovia
(1994), quien en su investigación encontró la misma diferencia entre los sexos en
cuanto a la actitud hacia la sexualidad.
Chirino Wendy (2005, p. 7) realizo otra investigación sobre las “ Creencias en torno
a la sexualidad en un grupo de ancianos que participa en un club de la tercera edad”,
164
la cual tiene como objetivo; describir las creencias entorno a la sexualidad en la
ciudad de Coro Estado Falcón, donde concluye que existe un predominio de
creencias negativas del tipo descriptivo y normativo que reflejan un supuesto
desinterés hacia la sexualidad y además es catalogada como inadecuada e
innecesaria en la etapa de la vejez.
Envejecimiento y sexualidad
Para el autor Alcalá (citado en Rodríguez y otros 2000, p. 55), la sexualidad es “la
interpretación y vivencia psicológicas y sociales de las características biológicas,
sexuales que nos ubican como varones o como mujer.” En este sentido la
sexualidad es vista por el individuo como lo que está estructurado a nivel social. Es
decir, el individuo concibe su sexualidad según lo constituido socialmente, limitando
sus capacidades y deseos a lo que va internalizando en sí mismo. Para Garzón
(1999, p. 35), la sexualidad es plurivalente, es decir, que puede ser estudiada y
entendida desde muchos puntos de vista: “biofísicos, antropológico, sociológico,
político-económico, fisiológico y teológico”. Para nuestra investigación la propuesta
165
de Romero (2003, p. 17), que define la sexualidad desde tres dimensiones,
dimensión biológica, psicológica, sociocultural nos permitió aborda el tema de
sexualidad y adulto mayor en tanto que para él estas dimensiones son parte del ser
humano y consideramos que también para el anciano.
La sexualidad, desde su dimensión biológica, está relacionada con las forma del
cuerpo, con la anatomía y fisiología, con el papel reproductivo y con la satisfacción
de obtener placer a partir de las interrelaciones que establece el cuerpo con uno
mismo o con el cuerpo del otro, la dimensión biológica de la sexualidad es
expresada a través de las relaciones sexuales, entre otros aspectos que dan una
forma biológicamente definida del cuerpo humano.
166
De aquí que la sexualidad debe ser vista desde una perspectiva integral tal como lo
sostiene la Organización Mundial de la Salud OMS (1998) citado en Marchan (1999,
p. 39): “La integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales y
sociales del ser sexual por medio de que sean positivamente enriquecedores y que
potencien la personalidad, la comunicación y el amor”. La sexualidad en el adulto
mayor debe considerarse en una forma amplia e integral, incluyendo en ella tanto
componentes físicos como emocionales. En las personas mayores la actividad
sexual, no es entendida necesariamente como actividad orientada al coito, sino, en
un sentido mucho más amplio; se trata del placer del contacto corporal global y la
comunicación, así como la seguridad emocional que da el sentirse querido. Se debe
aceptar que la sexualidad en la tercer edad responde al puro deseo de sentir placer,
de gozar, de abrazarse a otro cuerpo, de amar.
Por su parte, Herrera (2003, pp.155–160), se interesa por describir los factores
sociales, que determinan la sexualidad en los adultos mayores y los agrupa de la
siguiente manera:
167
aspectos, en este caso en la sexualidad, sin que disminuya la autoestima general
y sexual:
Por lo antes expuesto, se comprobó que son múltiples los factores psicosociales
que pueden influir en el deterioro progresivo de la actividad sexual en la vejez y que
en interrelación con los cambios fisiológicos debido al envejecimiento y el efecto de
diferente patología, el geronte se ve sometido a múltiples factores de riesgo que
contribuyen al deterioro de su actividad sexual.
168
se desenvuelve el ser humano y representan un nivel de información que el
individuo tiene acerca de un objeto, animal o hacia sus semejantes, y a su vez, estas
creencias son tomadas por la persona mediante imágenes visuales o el lenguaje.
Es por ello, que diversos autores han tratado de aclarar los distintos conceptos
sobre estas y sus respectivos significados, para Humprey (1973. pp. 133 – 134), por
ejemplo “la conciencia de creer o no creer puede ser una experiencia directa…
puede estar vinculada con (o incorporada a) una creencia particular verbal o visual.
En el primer caso, llegan específicamente al observador como creencia, en el
segundo caso llegan como vehículo de la creencia”. En tanto que para Fishbein
(citado en Toledo 1991, p. 90) toda creencias es como el “juicio probabilístico que
conectan a algún objeto con algún atributo”. En esta investigación las creencias,
han permitido medir a través de juicios, ya sean positivos o negativos a la sexualidad
en la etapa de vejez, relacionándose a algunos atributos en base a las experiencias
vividas por los individuos miembros de la Fundación del Bienestar Social e Integral
del Anciano en el Estado Miranda.
169
Este último elemento cobra vital importancia pues las creencias informativas
suministrada por los medios de comunicación a la sociedad considera que la
sexualidad es exclusiva y propia de la juventud, negando de tal manera la
sexualidad en las personas de la tercera edad.
Metodología
170
porque es solamente viviéndola y experimentando es que se puede hablar”, ya que
ellos “piensan que ya uno no puede”, es decir; de acuerdo a este reporte, los jóvenes
subestiman y rechazan que en la vejez se presente una práctica sexual.
171
Consideraciones finales
Tras analizar e interpretar los datos obtenidos a través del estudio llegamos a las
siguientes consideraciones:
172
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174
Diagnóstico e impacto de la obesidad en el adulto mayor: estudio de caso en
el municipio de Ocoyoacac, Estado de México
Introducción
175
Y donde, el papel y participación del gerontólogo como profesional dedicado a la
atención del adulto mayor en el ámbito biológico, psicológico y social, cobra
relevancia pues establece una propuesta multidisciplinar en la población que
atienden y donde desarrollar su actividad. En este sentido, parece no solo del
interés, sino de la necesidad de conocer y ahondar en el tema; es que presentamos
el Protocolo sobre la Obesidad en el Adulto Mayor, su diagnóstico e impacto en la
zona del Estado de México, particularmente en el municipio de Ocoyoacac. La
finalidad de conocer el comportamiento de la obesidad y el sobrepeso en la
población de adultos mayores de Ocoyoacac, reside además en que es la principal
área de influencia de la Universidad Estatal del Valle de Toluca (UNEVT)); donde
se imparte la Licenciatura en Gerontología, y nos permitiría realizar un diagnóstico
cuyo ámbito abarque aspectos sociales y culturales en el adulto mayor que ahí
reside.
Antecedentes
177
Mapa 3. Localización de la Universidad Estatal del Valle de
Toluca
178
Tabla 1. División del municipio de Ocoyoacac, Estado de
México
Delegaciones Pueblos Colonias
Guadalupe Hidalgo
Guadalupe Victoria
Juárez
Ortiz Rubio
Santa Teresa
La Marquesa
La Cima
Presa de Salazar
San Isidro
Tehualtepec
Cañada Honda
San Juan
Los Ailes
Coapanoaya,
Joquicingo
La Asunción
Loma de los
Tepexoyuca,
Santa Esquiveles
San Pedro
María Loma Bonita
Cholula,
San Miguel El portezuelo
San Pedro
Santiaguito Viveros
Atlapulco y
Chimaliapan
San Gerónimo
Texcalpa
Acazulco.
Rancho los
Barandales
San Antonio
Amomolulco
El Gladiodero
Rancho la Presa
San Antonio
El Llanito
San Antonio Abad
La Escondida
El Peñón
179
Es un lugar de gran accesibilidad, localizado a mitad del camino que une la Ciudad
de Toluca con la Ciudad de México. La influencia que recibe de la cultura citadina
es importante en todo aspecto. Como resultado de ello, la transformación tanto en
la cantidad como en la calidad de los alimentos que se consumen actualmente, ha
sufrido un cambio diametralmente opuesto a lo que esta realidad fue en los años
30's. (4,5).
En México la ENSANUT 2006 reporta hasta 64% de los hombres y 74% de las
mujeres sufren sobrepeso u obesidad. Las mujeres tienen una prevalencia de 15
puntos porcentuales mayor de obesidad que los hombres.
180
Estos resultados evidencian que el desafío consiste en identificar y abordar las
causas básicas y subyacentes de su deficiente estado de salud, nutrición y
alimentación, a fin de mejorar su calidad de vida mediante la planeación de
intervenciones dirigidas a este grupo de población (2).
% (IC95%) % (IC95%)
Estado de nutrición
Circunferencia de cintura
La UNEVT cuenta en sus instalaciones con una Clínica Integral Universitaria que
ofrece atención en las tres áreas de preparación que imparte: Gerontología,
Acupuntura y Quiropráctica. Para que la Clínica Universitaria ofrezca servicios útiles
y atractivos a la comunidad se requiere conocer las condiciones de la población que
habita el área de influencia del plantel. De este modo se diseñarán programas de
atención tanto para la población usuaria como para los estudiantes en formación.
182
Por muestreo intencional no probabilístico se seleccionaron 266 adultos mayores,
con rangos de edad de 60 a 91 años; de acuerdo a los criterios de la OMS (tabla 1-
4), quienes se sometieron al Protocolo estandarizado para mediciones de
circunferencia de cintura. Es más conveniente utilizar la CC ya que, como se señaló
con anterioridad, ésta resultó ser un mejor indicador de riesgo para la población
mexicana (9). Resulta también más económico utilizar el indicador CC (6).
183
Tabla 3. Distribución por edades Tabla 4. Distribución por edades
localidad,
género,
edad,
grado de educación,
circunferencia de la cintura,
y 5 preguntas respecto a la percepción del peso como un problema de salud.
Esta última como generadora de un problema en su desplazamiento, como
dificultad para relacionarse socialmente, si presenta problemas de salud asociado
a su peso (Formato 1).
184
Los reactivos (elaborados como preguntas cerradas)
185
Formato 1. Cuestionario sobre impacto de la obesidad en el
adulto mayor en Ocoyoacac, Estado de México
186
Resultados
Tamaño de la Muestra
Los resultados totales de la encuesta a los adultos mayores son los siguientes:
Estimación de proporciones
187
Si dicho experimento lo realizamos “n” veces se dice que estamos realizando un
experimento Binomial, siendo el resultado de este la suma de los resultados de cada
uno de los n ensayos de Bernoulli que lo conforman, y teniendo misma probabilidad
de éxito “p”.
188
Por tanto el intervalo de confianza para p es:
̂̂
̂ ∓ �� ��̂ = ̂ ∓ �� √ ≈ ̂ ∓ �� √
2 2 � 2 �
. ∗ . . ∗ .
[ . − . √ , . − . √ ]=[ . %, . %]
Por tanto entre 66.77% y 76.08% de personas cuentan con un nivel de escolaridad
y esto lo podemos afirmar con un 90.704%.
Del mismo modo procedemos para obtener las proporciones de las demás
preguntas.
INTERVALO
189
Los resultados totales de la encuesta a los cuidadores son los siguientes:
Pregunta SI NO Total
Le gusta la apariencia de su familiar respecto al peso 201 41 242
Debe auxiliar a su familiar para moverse por su peso 154 88 242
Considera el peso de su familiar un problema para la
127 115 242
salud
Evita llevar a su familiar a eventos sociales o familiares 14 228 242
Considera que las personas ajenas a su familia
19 223 242
rechazan a su familiar por su peso
Fuente: Elaboración propia.
Edad Cantidad Edad Cantidad Edad Cantidad Edad Cantidad Edad Cantidad
11 1 25 7 37 4 49 2 61 1
14 2 26 1 38 9 50 5 62 1
15 2 27 10 39 4 51 2 63 1
16 1 28 6 40 18 52 2 64 2
17 7 29 1 41 2 53 3 65 3
18 5 30 8 42 9 54 0 68 2
19 7 31 3 43 5 55 7 69 2
20 8 32 11 44 1 56 3 70 2
21 2 33 9 45 10 57 2 79 1
22 6 34 6 46 1 58 4 83 1
23 5 35 12 47 3 59 0 0 0
24 3 36 6 48 6 60 2 0 0
Masculino Femenino
83 159
Fuente: Elaboración propia.
190
Tabla 7. Resultados de la encuesta
INTERVALO
Discusión
Poco más de la mitad cuenta con algún grado de estudios o bien sabe leer y
escribir.
191
Es interesante que un gran porcentaje de adultos mayores esté de acuerdo con su
apariencia respecto a su peso aunque consideren que su peso es un problema para
la salud.
Por otra parte, observar que no existen programas diseñados específicamente para
controlar el peso del adulto mayor. Si bien, existen para mejorar las condiciones
asociadas a enfermedades crónico–degenerativas, no hay para mantener en un
peso saludable con o sin enfermedades asociadas, cuando la obesidad y el
sobrepeso son condiciones patológicas por sí mismas.
Y por otra parte, los problemas para desplazarse disminuyen la calidad de vida en
el adulto mayor, potencialmente les hace propensos a desarrollar problemas
ortopédicos. Es común encontrar que los gimnasios ofrecen servicios para control
de peso y mejora de la apariencia de jóvenes y adultos pero no los hay para adultos
mayores. El ejercicio ofrece beneficios para el aparato locomotor en primer lugar.
Mantiene las articulaciones lubricadas y previene el desgaste de las mismas y el
desarrollo de osteoporosis. Hacen falta programas de activación física diseñados
para esta población en particular.
192
adultos mayores están cuidando adultos mayores. No hay respaldo sociocultural
para este grupo poblacional. No es de extrañar que la mayoría de los cuidadores
sean mujeres por el rol sociocultural asignado por género.
En gerontología sin duda que se requieren estudios para saber en qué consiste el
apoyo para la movilización del adulto mayor con problemas de peso y la forma en
que le auxilian para controlar o mejorar el mismo.
Conclusiones
193
Existe un problema de sobrepeso/obesidad en los adultos mayores de Ocoyoacac,
Estado de México. Se requiere desarrollar programas de atención específica.
El panorama inicial indica que hay muchas líneas de trabajo a desarrollar, así
como ser desarrolladas por el personal adecuado: el gerontólogo.
- Actividad física,
194
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196
Expediente Electrónico Clínico Odontológico de Formación Académica
(Eecofa) como herramienta tecnológica para el análisis epidemiológico de
adultos mayores
(Estudio de casos en las clínicas odontológicas de la
Facultad de Estudios Superiores Iztacala)
Resumen
Palabras clave
Introducción
197
que se realiza, llega a descubrir signos y síntomas de padecimientos del que no
tenía conocimiento. Y sí este es el caso, se remite a las áreas de atención indicadas
e incluso al manejo de interconsultas más especializadas.
Muestra
Variables
198
Masculino: hipertenso y diabético
Femenino: hipertenso y diabético
Femenino: enfermedad cardiovascular-artritis
Masculino: enfermedad cardiovascular-fiebre reumática
Dónde:
Anatomía General
A partir de los 50 años la estatura disminuye a razón de 5 cm.. por año
acentuándose más en las mujeres. La masa corporal alcanza su máximo peso
aproximadamente a los 50 años, para posteriormente disminuir a progresivamente
hasta en un 20% en promedio.
Piel y Fanéreos
Con el tiempo se hace más delgada, seca, transparente y se vuelve menos elástica,
se arrugada y suele tener un color amarillento. Las uñas reducen su velocidad de
crecimiento, aumentan su grosor y se vuelven opacas y más duras por aumento
proporcional de la queratina, llegan a presentar onicogrifosis. Debido a cambios en
el tejido conectivo se reduce el recambio epitelial y los traumatismos pueden
199
producir la ruptura de vasos capilares; por lo que alrededor de los 90 años el 70%
de los adultos mayores presentan el llamado purpura senil.
Sistema Nervioso
El sistema nervioso se afecta de manera importante con el paso del tiempo. Existe
pérdida de neuronas no generalizada. Los receptores de catecolaminas, serotonina
y opioides se reducen. Estos cambios en los neurotransmisores y sus receptores no
se traducen necesariamente en cambios intelectuales y conductuales, sino que es
el conjunto de cambios lo que provoca dichas variaciones.
Oído y Audición
En el oído externo se produce acumulación de cerumen, lo que dificulta la audición
a nivel del oído medio, pues se produce un adelgazamiento de la membrana
timpánica y pérdida de su elasticidad.
Ojo y Visión
La órbita pierde contenido graso y produce efecto de ojos hundidos. La córnea
pierde transparencia y depósitos de lípidos producen el “arco senil”. La pupila
reduce su diámetro y el iris disminuye la capacidad de acomodación por fibrosis de
sus elementos musculares. Frecuentemente aparecen cataratas observables sobre
la córnea.
200
Sistema Endocrino
Pituitaria, sólo hay tendencia a la formación de adenomas, la Hormona Antidiurética
(ADH) se encuentra más activa frente a fenómenos de alteración osmótica mientras
que la renina disminuye y la aldosterona aumenta. La hormona del crecimiento (GH)
disminuye su actividad. En cuanto a la glucosa e insulina no hay disminución de la
secreción pancreática de insulina; pero se observa mayor resistencia de los tejidos
periféricos a su acción. Con los años aumenta la tendencia a presentar nódulos
tiroideos así como la incidencia de fenómenos autoinmunes contra el tiroides. Se
pierde la capacidad de tolerar el estrés por disminución de la secreción de
glucocorticoides.
Sistema Inmune
La inmunidad del anciano presenta cambios que se traducirán en efectos clínicos
mediados por su respuesta frente a los agentes infecciosos.
Sistema Cardiovascular
El corazón aumenta su tamaño y peso, presentando alrededor de los 70 años
aumento del grosor de ambos ventrículos como respuesta a la resistencia periférica
elevada del adulto mayor. A nivel del sistema cardiovascular es sumamente difícil
discernir entre los cambios propios de la edad y las alteraciones derivadas de
diversas patologías que se manifiestan a través de los años. El endocardio se
adelgaza difusamente, las válvulas presentan calcificaciones. El corazón del
201
anciano es en términos generales capaz de mantener adecuadamente un gasto
cardíaco suficiente para satisfacer las necesidades del paciente, pero su adaptación
al estrés se reduce progresivamente con el paso de los años.
Sistema Respiratorio
Sistema Digestivo
Se produce a nivel del gusto una disminución de la capacidad de percibir los sabores
dulces y salados. Los dientes presentan retracción de los márgenes gingivales,
reducción de la pulpa dental y consecuente reducción de la inervación. Hay una
disminución fisiológica de la producción de saliva y atrofia de la mucosa periodontal,
lo que lleva a mayor facilidad de traumatismo y lesiones dentales. La meta de la
OMS para la salud de un adulto mayor es la conservación de 20 a 22 dientes en
esta etapa de la vida.
202
enfermedades; sin embargo es necesario intentar reconocer cuales son las
diferencias que se producen con el paso de los años para poder actuar a través de
este conocimiento en la resolución de los problemas que la disminución de la
reserva funcional trae aparejados.
203
Gráfico 2. Morbilidad de enfermedades por género en el adulto mayor
204
Grafico 4. Morbilidad de enfermedades por género en el adulto mayor
205
Resultados
Por otro lado la varicela, sarampión, hipertensión y diabetes son los padecimientos
de mayor frecuencia durante el rango de 60 a 109 años lo que demuestra la
prevalencia de enfermedades de la infancia y las enfermedades condicionadas a
los hábitos de vida en un rango de 44.34 % según nuestra investigación. En tanto
que el estudio del apartado para intervenciones quirúrgicas presento un índice del
49.4 %.
206
Bibliografía
1. Abril, Dolores., et. al., “Carencias y Oportunidades de la I+D para la Innovación en Accesibilidad
a la Información y a la Comunicación”. En Vidal García Alonso J., PRAT.
2. Pastor, Jaime, Rodríguez, Porrero, et. al., Libro Blanco I+D+I al servicio de las Personas con
Discapacidad y las Personas Mayores. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Ministerio de
Ciencia y Tecnología. Comité Español de Representantes de Minusválidos (CERMI). 2003.
3. Paulo, Marín, L. Pedro, et. al., ”Manual de Geriatría y Gerontología”, en Cambios del
envejecimiento y sus implicancias clínicas. Pontificia Universidad Católica de Chile. 2000.
4. Staab, A.S., Hodges, L.C., Enfermería gerontológica. McGraw-Hill. México. 1998.
5. Burque, M., Walsh, M., Enfermería Gerontológica. Cuidados integrales del adulto mayor. Ed.
Harcourt Brace. Madrid. 1998.
6. Duarte-Molina, P., Tarres, P., Terapia ocupacional en geriatría: Principios y práctica. Ed.
MASSON. Barcelona. 1998.
207
Inmovilidad versus vida saludable: el uso de la biomecánica en el
diagnóstico del Síndrome de Inmovilidad en el adulto mayor
Resumen
Palabras claves
Introducción
Con el paso de los años se producen una serie de cambios fisiológicos que
contribuyen a disminuir la movilidad en el ser humano. Para la edad adulta, la
inmovilidad se convierte en síndrome, el cual deteriora de manera significativa la
calidad de vida del adulto mayor. Etiológicamente, las principales causas de
inmovilidad en el adulto mayor son la falta de fuerza o debilidad, la rigidez, el dolor,
alteraciones del equilibrio y problemas psicológicos.
208
Tabla 1. Padecimientos y condiciones que contribuyen a la
inmovilidad del adulto mayor
Sistema anatómico, factores de riesgo y Padecimientos
alteraciones sociopsicológicas
Artritis inflamatorias
Fracturas extremidades inferiores
Osteoartrosis extremidades inferiores
Polimialgia reumática.
Trastornos dolorosos de los pies
(onicolisis, hiperqueratosis, hallux
valgus)
Musculo esqueléticas: Enfermedad muscular primaria o
debilidad muscular por hipotiroidismo
Enfermedad coronaria
Insuficiencia cardíaca congestiva
Miocardiopatía hipertrófica
Cardiovasculares
Vasculopatía periférica
Deficiencia de vitamina B 12
Demencia Enfermedad de Parkinson
Espondilosis cervical
Estenosis espinal
Hidrocefalia normotensiva
Neurológicas
Neuropatía periférica
Ceguera
Caquexia
Diabetes
Alteraciones en sentidos y metabólicas
Enfermedad sistémica grave
209
Es cierto que son múltiples las limitaciones que causa la inmovilidad, pero
igualmente relevantes son las consecuencias que pueden llegar a ocasionar en el
adulto mayor, como las que a continuación se refieren:
210
dinámica en el espacio, pero también como marcha, en caminar, trotar o mixtas; al
frente o laterales del adulto mayor que ha sido valorado con este método.
Síndrome de Inmovilidad
Sexo: indistinto.
211
Se atendieron temas como los cambios en ejes de postura del esqueleto, previo
estudio clínico directo, así como las leyes físicas a través del mapeo postural del
esqueleto por un sistema experto computacional en postura con video (laboratorio
de biomecánica) como fin del conocimiento integral del cuerpo humano estudiado
por un sistema coordenado de los cinturones y miembros superior e inferior y su eje
axial en cadenas musculares.
El estudio en las entidades con atención al adulto mayor, nos permitiría entre otros
objetivos lo siguiente:
Y por otra parte, consideramos que este tipo de valoración tiene una relevancia para
la gerontología, en tanto que, plantean tareas de investigación siguiendo los
objetivos y en correspondencia con los demás elementos de la muestra aspectos
como los siguientes:
IPN. 2005.
En las siguientes figuras podemos observar que por razones de proximidad los
cambios de columna se desarrollan también en los pies. Por lo que se utiliza el
plantometro en una valoración clínica. Y con estas medidas y valores de simetría
de las articulaciones de todo el sistema corporal, nos permiten contar con otros
elementos al momento de elaborar diagnósticos de inmovilidad en el adulto mayor.
213
Figura 2. Simetría corporal
214
Figura 3. Equipo de medición de postura
Resultados
Conclusiones
215
la investigación biomecánica en la postura y formas de equilibrio adecuadas en la
realización de ejercicios físicos.
Y por otra parte, la importancia del tema muestra posibilidad de contribuir a una
descripción cualitativa y cuantitativa del comportamiento de los indicadores
biomecánicos que caracterizan el movimiento presente en la postura y formas de
equilibrio que se manifiestan en la realización de los ejercicios físicos en el adulto
mayor que ya presenten problemas de movilidad en el Estado de México, lo cual
permitirá a la Licenciatura en Gerontología de la UNEVT introducir propuestas de
acciones propuestas para contribuir a la corrección de las deformaciones posturales
que ocurren en la realización de determinados ejercicios físicos en la atención a los
adultos mayores que se atienden en la Clínica Integral Universitaria.
Los resultados conocidos a nivel mundial señalan que la media promedio es del
60% al 70% con aumento de acuerdo a grupos de edad sobre todo en los mayores
a 80 años. Es decir que el Síndrome de Inmovilidad, se presenta cada día con
mayor frecuencia, por lo que es importante reconocer la inmovilidad como una
manifestación frecuente de enfermedades crónicas como artritis reumatoide,
artrosis o enfermedades neurológicas.
216
Bibliografía
217
Colaboradores
218
Actualmente es Jefe de área de banco de horas y contrataciones de la carrera de
Cirujano Dentista de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM.
betanquique@hotmail.com
219
(modalidades Presencial y a Distancia) en la Universidad Maimónides, Argentina.
zarebski.graciela@maimonides.edu
José Luis Olguín Sánchez. Mexicano. Cirujano Dentista por parte de la Escuela
Nacional de Estudios Profesionales Iztacala en la Universidad Nacional Autónoma
de México. Maestro en Criminología egresado del Centro de Estudios Avanzados
de las Américas. Autor de varias publicaciones y del Expediente Electrónico Clínico
Odontológico de Formación Académica de la Fes Iztacala. Actualmente es profesor
220
titular de las asignaturas de Oclusión y Prótesis Parcial Fija y Removible, profesor
de Fotografía y antropología Forense, Fes-Iztacala UNAM. dr_olguin@ymail.com
221
Martín de Lellis. Argentino. Graduado en Psicología por la Universidad de Buenos
Aires. Magíster en Políticas Públicas (FLACSO, PRONATASS, UBA). Autor y
coautor de diversos libros y compilaciones en la temática de salud pública y salud
mental. Miembro del Equipo Técnico de la Dirección Nacional de Salud Mental y
Adicciones del Ministerio de Salud de la Nación. Actualmente es Profesor titular de
la Cátedra Salud Pública y Salud Mental I de la Facultad de Psicología de la
Universidad de Buenos Aires. delellis@fbertel.com
222
Silvia A. Kange. Argentina. Licenciada en Gerontología por la Universidad de
Maimonides, Buenos Aires Argentina. Es miembro de la Asociación de
Gerontólogos Argentinos. Actualmente es docente de la Licenciatura en
Gerontología en la Universidad de Maimonides, Argentina. skanje@gmail.com
223