Religious Behaviour And Experience">
Presentación Del Señor
Presentación Del Señor
Presentación Del Señor
Monición de Entrada
Queridos hermanos:
Cada año nuestra santa Iglesia dedica una jornada especial para orar por
aquellos que han consagrado su vida al Señor y aceptan vivir los consejos
evangélicos como prenda del seguimiento radical de Cristo.
Este año, el papa Francisco, a través de la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada, y en el contexto de la crisis sanitaria que azota al mundo,
los exhorta a ser “los samaritanos de estos días, superando la tentación de
replegarse y llorar sobre uno mismo, o de cerrar los ojos ante el dolor, el
sufrimiento, la pobreza de tantos hombres y mujeres, de tantos pueblos.” Y de
igual manera pide que pongan en el centro de su vida, formación y misión la
encíclica Fratelli Tutti, pues es la carta de navegación que llama a la Iglesia a
ser testimonio de la fraternidad universal.
Como comunidad franciscana debemos sentirnos gozosos, pues la fraternidad
es nuestra identidad delante del mundo, por eso en este día, los frailes menores
se alegran por su llamado a vivir la minoridad en fraternidad a ejemplo de
nuestro padre san Francisco de Asís y a seguir siendo luz que ilumina las
tinieblas de la realidad humana.
Invito a todos a que enciendan los cirios con la luz que se les está
comunicando, encomendemos nuestras vidas a Nuestra Señora de la
Candelaria y celebremos con alegría esta gran fiesta del Señor.
Los sacerdotes y los fieles se santiguan, mientras el Presidente dice: En el nombre del
Padre… A continuación, el Presidente hace el saludo litúrgico y pronuncia la siguiente
monición:
Oremos.
Oh, Dios, fuente y origen de toda luz,
que has mostrado hoy a Cristo, luz de las naciones,
al justo Simeón:
dígnate santificar con tu † bendición estos cirios;
acepta los deseos de tu pueblo
que, llevándolos encendidos en las manos,
se ha reunido para cantar tus alabanzas,
y concédenos caminar por la senda del bien,
para que podamos llegar a la luz eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Y rocía las candelas con agua bendita, sin decir nada.
Después, el Presidente recibe su propia candela y comienza la procesión, después de decir:
Por el Santo Padre, para que, guiado por la fuerza del Espíritu, pueda
vivir en plena libertad su misión profética del anuncio del Evangelio en
todas las naciones, oremos.
Por todas las personas consagradas, para que, como Simeón y Ana, sean
fieles a la vocación recibida de reconocer y anunciar a Jesús, luz que
ilumina la humanidad, oremos.
Padre, mira con benevolencia a tu pueblo que hoy festeja la Presentación de
Jesús en el Templo y guíalo por la vía del bien. Te lo pedimos por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.