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Los Perros No Van Al Cielo

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Si los perros no van al cielo, cuando

muera quiero ir a donde ellos van.


El Día de Muertos que se celebra en México el 2 de noviembre es probablemente una de las
festividades más emblemáticas de este país. Refleja una relación respetuosa y continua con
sus difuntos, donde se hacen presente la música, comida y celebración de la vida y muerte de
un ser querido.  

Aunque los altares y homenajes a las mascotas difuntas son una tradición nueva en México,
hay datos que en la antigua Egipto, las mascotas aduladas de personas adineradas eran
esmeradamente momificadas, embalsamadas y colocadas en el sarcófago junto a sus dueños
para que pudieran pasar la eternidad juntos.

En México, la cultura Mexica prehispánica creía en enterrar a un perro Xoloitzcuintle junto con
un difunto, ya que el perro le serviría de guía en su trayecto hacía el más allá porque se le
atribuía al perro la habilidad de descifrar quien era digno de cruzar al lugar de los muertos.

Hoy en día los perros y gatos tienen cada vez un lugar más importante en los hogares
mexicanos, llegando a ser considerados un verdadero ser querido cuya partida nos impacta
profundamente.

Se ha reportado que los dueños de mascotas que han tenido un vínculo profundo y
prolongado sufren las mismas etapas de luto que cuando se pierde a un familiar o amigo
cercano.  Es importante reconocer el luto, permitir que ocurra, y buscar el apoyo adecuado
para sobre ponerse de la pérdida.

Si sufres por la partida de tu mascota, este día de muertos no dudes en colocar un espacio en
el altar dedicado a celebrar su vida y lo que ha significado para ti.  Este altar puede incluir
fotos, alguno de sus juguetes y alimento favorito. Recuerda que ahora tienes un ángel de
cuatro patas cuidándote desde arriba.

osotros amamos nuestras mascotas - ya sean perros, gatos, aves, etc.- y muchas veces los
consideramos como miembros de la familia. El tema de los animales y las mascotas y la pregunta
de que si van al cielo recibió atención cuando el Papa Francisco fue citado erróneamente cuando
dijo, "El paraíso está abierto a todas las criaturas de Dios." Sin embargo, estas palabras acerca de
las mascotas fueron realmente pronunciadas por el Papa Pablo IV en años anteriores. La pregunta
sigue siendo, van los perros cielo?
Una de las historias más conmovedoras en la Biblia es la parábola del profeta Natán quien dijo al
rey David. Él dijo: "Un pobre hombre solo tenía un corderito, que él había comprado y criado,. El
corderito había crecido con él y con sus hijos. Comía su propia comida y bebía de su propia taza y
se acostaba en su seno; y era como un hijo para él ". (1 Samuel 12:3. NVRV). Porque amamos los
animales, surge a menudo la pregunta, "será que nuestras mascotas irán al cielo?" Sin embargo, la
Biblia no dice nada sobre esta cuestión. Esta ni confirma ni lo niega. Sin embargo, hay algunos
puntos que podemos considerar:

Dios lo creó todo – incluso los animales – para su placer y su Gloria. La Biblia dice, “Digno eres tú,
oh Señor y Dios nuestro, de recibir la Gloria, la honra y el poder; porque tú has creado todas las
cosas, y por tú voluntad tienen ser y fueron creadas.” (Apocalipsis 4:11, NVRV). Los seres humanos
fueron creados para la Gloria de Dios. “A cada uno que es llamado según mi nombre y a quien he
creado para mi Gloria, yo lo formé. Ciertamente yo lo hice.” (Isaías 43:7, NVRV). Pero la Biblia
también habla de objetos inánimes, como el sol, la luna y las estrellas, que alababan a Dios (véase
Salmos 148:3). Por supuesto, sabemos que estos objetos no pueden alabar a Dios de la misma
manera que puede el humano. Sin embargo alaban a Dios con su resplandor. Desempeñando el
papel que Dios planeó para ellos, así glorifican su Creador.

Aunque toda la creación de Dios es para su gloria y placer, los seres humanos fueron creados a la
imagen de Dios. Los animales fueron hechos del el mismo polvo como los seres humanos y tienen
la amplitud en la vida en ellos como nosotros, pero Dios hizo al hombre y la mujer a su imagen y
les confió la responsabilidad de supervisar, proteger y disfrutar el resto de su creación. “Entonces
dijo Dios: “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio
sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que
se desplaza sobre la tierra.” Creo pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creo;
hombre y mujer los creo. Dios los bendijo y les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra;
sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se
deplazan sobre la tierra.” Dios dijo además: “He aquí que os he dado toda planta que da semilla
que esta sobre la superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos os servirán
de alimento. Y a todo animal de que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta les
servirá de alimento.” Y fue así. (Génesis 1:26-30, NVRV). Tomó pues Jehová Dios al hombre y lo
puso en el jardín de Edén, para que lo guardase.” (Génesis 2:15, NVRV).

Debido a que los seres humanos pueden razonar, somos capaces de tomar decisiones
inteligentes y morales, los animales no pueden. Dios no creó a los animales con la capacidad de
elegir el bien o el mal, para aceptar o rechazar la salvación. Solamente a los seres humanos se les
dió la capacidad de razonar.

Génesis 2:8-9 (NVRV), “Y plantó Jehová Dios un jardín en Edén en el oriente, y puso allí al hombre
que había formado. Jehová Dios hizo brotar de la tierra toda clase de arboles atractivos a la vista y
buenos para comer; también en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento
del bien y del mal.”

Dios advirtió a Adán y Eva no comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal ---
"porque el día que comas de él, ciertamente morirás.” Génesis 2:17, NVRV). Solamente los seres
humanos tienen la capacidad de tomar decisiones morales a favor o en contra de Dios.
 “Llamo hoy por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que he puesto delante
de vosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues la vida para que
vivas, tú y tus descendientes.” (Deuteronomio 30:19, NVRV)

 Josué 24:15 Pero si os parece mal servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirvaís, si a los
dioses a los cuales servían vuestros padres cuando estaban al otro lado del Rio, o a los
dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis, Pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

El plan de salvación se ha diseñado para los seres humanos, no para los animales. Puesto que los
animales no pueden razonar y tomar decisiones morales, ellos no han sido incluidos en la
Salvación que Dios ha ofrecido a los seres humanos. Jesús murió para “salvar a su pueblo de sus
pecados” (Mateo 1:21, NVRV). “Somos salvos por la fe en El. Juan 3:16 (VRV) dice, “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree
no se pierda, mas tenga vida eterna.” Con el fin de ser salvo, uno tiene que creer en Jesús. Pero los
animales no pueden ejercer una fe salvadora en Jesús.

¿Habrán animales en el cielo? Sí. La creación original de Dios ha sido sometida a la degradación y


la decadencia a causa del pecado, pero será restaurada como era en el principio. El apóstol Pablo
escribió: “Porque la creación ha sido sujetada a la vanidad, no por su propia voluntad, sino por
causa de aquel que la sujetó, en esperanza de que aún la creación misma será librada de la
esclavitud de la corrupción, para entrar a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.” (Romanos 8:20,
NVRV). Aunque nuestros pecados nos han destruido a nosotros mismos y la naturaleza, Dios
restaurará ambos. Así como los animales eran en la creación, por lo que será parte del mundo y de
la vida cuando Él restaura todo lo nuevo - sin la corrupción del pecado y de la muerte.

 Isaías 11:6 Entonces el lobo habitará con el cordero, y el leopardo se recostará con el
cabrito. El ternero y el cachorro del león crecerán juntos, y un niño pequeño los conducirá.
(Esto nos da a entender como que vamos a tener mascotas en el cielo, no es así?)

 Isaías” 11:7-9 La vaca y la osa pacerán, y sus crías se recostarán juntas. El león comerá paja
como el buey. Un niño de pecho jugará sobre al agujero de la cobra, y el recién destetado
extenderá su mano sobre el escondrijo de la víbora. No harán daño ni destruirán en todo
mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento de Jehová, como las aguas
cubren el mar.

 Isaías 65:25 El lobo y el cordero pacerán juntos. El león comerá paja como el buey, y la
serpiente se alimentará de polvo. No harán daño ni destruirán en todo mi santo monte,”
ha dicho Jehová.

No debemos insistir que Dios ordene las cosas de acuerdo a nuestros deseos y
entendimiento. Tal vez Dios pueda permitir que nuestras queridas mascotas estén con nosotros
en el cielo. O puede optar por crear una nueva mascota para usted. Debemos estar dispuestos a
permitir que Dios ordene las cosas como Él ve mejor – y confiar que seremos felices en el cielo.
Dios dice, “Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva. No habrá más memoria de las
cosas primeras, ni vendrán más al pensamiento.” (Isaías 65:17, NVRV).

Tal vez no sepamos todos los detalles de lo que Dios está preparando para nosotros en el cielo,
pero sí sabemos que será mucho más allá de cualquier cosa que podamos imaginar. Está en la
Biblia, ‘Cosas que ojo no vio ni oído oyó, que no han surgido en el corazón del hombre, son las que
Dios ha preparado para los que le aman.” (1Corintios 2:9, NVRV).

El mejor consejo es que amemos a nuestras mascotas y disfrutemos de ellos mientras están con
nosotros – y confiar en Dios en todas las cosas para el futuro. Dios sabe todo y ve todo, y nada es
demasiado difícil para que él haga. Dios sabe lo mucho que amamos a nuestras mascotas y lo
mucho que significan para nosotros. La Biblia no nos dice directamente si nuestras mascotas
estarán con nosotros en el cielo, pero sí sabemos que Dios nos ama y quiere que seamos felices.
“no privará del bien a los que andan en integridad.”(Salmos 84:11, NVRV). Podemos confiar en
Dios que el cielo será un lugar lleno de todo lo necesario para nuestra felicidad.

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