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Presupuestos Hermenéuticos y Metodológicos
Presupuestos Hermenéuticos y Metodológicos
Presupuestos Hermenéuticos y Metodológicos
Presupuestos hermenéuticos
y metodológicos
" Prefiero el término nativo Abya Yala sobre el de “América" que se debe al afán
del conquistador italiano Américo Vespucci de eternizarse. “Abya Yala” es el tér
mino con que los Kuna (Panamá) denominan al continente americano en su tota
lidad. La elección de este nombre (que significa “tierra en plena madurez") fue
sugerida por el líder aimara Takir Mamani, quien propone que todos/as los/las
indígenas lo utilicen en sus documentos y declaraciones orales. Desde la Con
quista, el término “indio/a" se usa indistintamente para todas y todos las/os nati-
vos/as del continente, desde Alaska hasta Tierra de Fuego. Surge el problema (en
castellano) de cómo distinguir las y los “indios/as” de Abya Yala de las y los
habitantes de la India (¿“indios”, “hindúes”, “índicos”?).
9 La expresión “indio de la puna" por ejemplo, es un insulto para una persona
sucia, no-civilizada y bruta, sin que realmente sea runa/jaqi o campesino andino.
10 Aplicando este criterio a las y los pobladores/as de América Latina, práctica
mente un 95% serían indígenas (nacidos/as en este continente); en realidad, la
población “indígena” en el sentido de “pueblos originarios” apenas alcanza un
18% del total.
PRESUPUESTOS HERMENÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 63
13 Véase: Kusch, Roberto (1962). América profunda. Buenos Aires: Biblos. Existe
ahora una edición de su obra completa: Kusch, Rodolfo (2000). Obras comple
tas. Rosario: Fundación Ross. Tomo I y II. En el mismo sentido se habla por
ejemplo también del “Perú Profundo" (José-María Arguedas) o de “México Pro
fundo" (Bonfil Batalla).
PRESUPUESTOS HERMENÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 65
u Resulta difícil llamar “nativos/as de Estados Unidos" a todas las personas que han
nacido en el territorio de la EE.UU., a pesar de que esto seria su significado literal
(de nascere: hacer'; respectivamente natus: ‘nacido’). En realidad, el término “na
tivo” ha adquirido una connotación étnica e inclusive racial con énfasis en la
'primitividad'.
15 El término quechua topográfico qheswa ha sido la base lingüística para denomi
nar en español el idioma de sus pobladores (quechua), mientras que la denomi
nación propia del quechua por sus usuarios/as es runa simi (lengua o boca del
ser humano). Quiere decir que los españoles identificaron a los indígenas quechuas
con su topografía, mientras que éstos se auto-identifican como seres humanos de
pleno derecho.
66 FILOSOFÍA ANDINA
19 Se trata de un término acuñado por José Tamayo Herrera en Historia Social dal
Cusco Republicano (1978) para denominar la ideología que se encontraba según
Garcilaso de la Vega en el seno de las elites cusqueñas. Es “aquel conjunto de
ideas que buscó siempre recordar e idealizar a los Inkas y al régimen inkalco,
vindicando su memoria y manteniendo su culto” [Tamayo Herrera, José (1980).
Historia del Indigenismo Cuzqueño: Siglos XVI-XX. Lima], Véase también: Tamayo
Herrera, José (1994). “El inkaísmo: Una Constante en la Mentalidad Andina”. En:
Andes N° 1. 47-64. “...un fenómeno de larga duración, incrustado en la mentali
dad cuzqueña, desde el siglo XVI hasta el siglo XX, y en el futuro siglo XXI” (49).
Manuel Jesús Vega usó el término “inkanismo" en: “El clero patriota". En: La Revo
lución de 1814.
Respecto a la ortografía: Continuo escribiendo las formas quechuizadas “inkaísmo"
e “inkaísta”, porque se trata de términos técnicos, pero mantengo las formas espa
ñolas “incaico”, “inca” e “Incas”, salvo en las ocasiones en que compete al uso
específico por algunos/as autores/as (“filosofía inka”, por ejemplo).
20 Las teorías ‘indigenistas’ e ‘inkaístas’ tienden muchas veces a idealizar la vida del
ser humano autóctono del campo, del ser humano pre-hispánico ‘inocente’ y so
bre todo de la sociedad incaica. Como ilustración podemos mencionar: Pacheco
66 FILOSOFÍA ANDINA
19 Se trata de un término acuñado por José Tamayo Herrera en Historia Social dut
Cusco Republicano (1978) para denominar ta ideología que se encontraba según
Garcilaso de la Vega en el seno de las elites cusqueñas. Es "aquel conjunto de
ideas que buscó siempre recordar e idealizar a los Inkas y al régimen inkalco,
vindicando su memoria y manteniendo su culto" [Tamayo Herrera, José (1980).
Historia dellndigenismo Cuzqueño: SiglosXV2-XX. Lima], Véase también: Tamayo
Herrera, José (1994). “El inkaísmo: Una Constante en la Mentalidad Andina”. En:
Andes N° 1, 47-64. “...un fenómeno de larga duración, incrustado en la mentali
dad cuzqueña, desde el siglo XVI hasta el siglo XX, y en el futuro siglo XXI'’ (49).
Manuel Jesús Vega usó el término “inkanismo” en: “El clero patriota". En: La Revo
lución de 1814.
Respecto a la ortografía: Continuo escribiendo las formas quechuizadas "inkaísmo'’
e “inkaísta", porque se trata de términos técnicos, pero mantengo las formas espa
ñolas "incaico’’, “inca” e “Incas", salvo en las ocasiones en que compete al uso
específico por algunos/as autores/as (“filosofía inka", por ejemplo).
20 Las teorías ’indigenistas’ e ’inkaístas’ tienden muchas veces a idealizar la vida dei
ser humano autóctono del campo, del ser humano pre-hispánico ’inocente’ y so
bre todo de la sociedad incaica. Como ilustración podemos mencionar: Pacheco
68 FILOSOFÍA ANDINA
Farfán, Juvenal (1994). Filosofía inkay su proyección al futuro. Cusco: San Anto
nio Abad. “Aspiremos a crear una filosofía nacional, una filosofía andino-inka,
que se encuentran vigentes e incólumes en la mayoría de los pueblos integrantes
del glorioso, fraterno y humanitario mundo tawantinsuyano” (7). Si bien es cierto
que el runa/jaqi tenía (y sigue teniendo) el sueño de una ‘tierra-sin-males’ (Paititi),
éste no se refiere necesariamente a un estado real e histórico del pasado. Ade
más, el ‘socialismo incaico’ solamente era posible sobre los hombros de los mitaes,
gente obligada al trabajo, y en base al imperialismo incaico que subyugó a mu
chos pueblos, entre ellos el pueblo aimara de Tiwanaku.
11 Entre otras menciono las siguientes obras: Pacheco Farfán, Juvenal (1994).
Filosofía ínka y su proyección al futuro. Cusco: San Antonio Abad; Rivara de
Tuesta, María Luisa (1992). “El pensamiento incaico”. En: Robles, Laureano
(ed.). Filosofía Iberoamericana en la época del encuentro. Madrid: Trotta. 99-
126; Díaz Guzmán, Víctor (1991). Filosofía en el Antiguo Perú. Lima; Aguirre
Cárdenas, Max (1995). “El problema de los orígenes en el pensamiento andino
prehispánico: La cosmogénesis o el problema del mundo y de los seres”. En:
Andes 2. Cusco. 9-50.
PRESUPUESTOS HERMENÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 69
31 Víase:
Iloff, Clodovis (1990). “Epistemología y Método de la Teología de la Liberación“.
En: Ellacuría, Ignacio y Sobrino, Jon (ed.). Mysterium Liberationis. Vol. 1. Madrid:
Trotta. 79-113.
“La teología es siempre un acto segundo, siendo el primero “la fe que obra por la
caridad” (Gál 3:6). La teología viene después (no el teólogo); primero viene la
práctica liberadora." (100)
32 En cada quehacer filosófico, hay que tomar en cuenta los siguientes niveles:
a. La ‘realidad’ como objeto último de la experiencia humana, cualquiera que
fuera su naturaleza (ideal o material; extramentai o intencional).
b. Esta misma experiencia primordial pre-filósófica y pre-conceptual, expresada
en el ‘universo simbólico' (ritos, costumbres, organización, creencias, etc.).
c. La reflexión sistemática y metódica de esta experiencia vivencial, que es la
expresión filosófica en sentido básico.
d. Sobre estos tres niveles, eri las culturas grafas, todavía viene como cuarto
nivel: La interpretación filosófica de textos de contenido filosófico (herme
néutica textual). Ésta es entonces una reflexión de segundo e interpretación
de tercer orden.
PRESUPUESTOS HERMENÊUT1COS Y METODOLÓGICOS 75
39 Mejía Huamán, Mario (1994). “Valor filosófico del idioma quechua". En: Cuader
nos Americanos Nueva Época. 52. México. Jul.-Ago. de 1994. Respecto al
“quechumara", véase: Cerrón-Palomino, Rodolfo 0994). Quechumara: Estructu-
, ras paralelas de las lenguas quechua y aimara. La Paz: CIPCA.
40 El’doble sentido de fogos ('razón' y ‘palabra’) sea quizá determinante para la familia-
v •' ¡ridad paradigmática entre pensamiento y lenguaje, vigente en Occidente. El ser
humano occidental 'piensa' en palabras (logoi), el ser humano andino en simbo-
.:■■■% los, actos y ritos. i
PRESUPUESTOS HERMENÉUTICOS Y METODOLÓGICOS 79
41 Véase: Gadamer, Hans Georg (1960; 1991). Wabrbeit und Methocle: Grundzüfje
einerphilosopbischen Hermeneutik. Tubinga; Verdad y Método: Principios de una
hermenéutica filosófica. Salamanca: Sígueme. Gadamer se refiere en su análisis
ante todo a la ‘hermenéutica ontológica’ de Heidegger que habla de una 'pre-
comprensión’ (Vorverstándnis) o ‘comprensión del ser’ (Seinsverstdndnis) pre-
conceptual que pertenece a los existenciales del Dasein. Cf. Heidegger, Martin
(1927). Sein und Zeit. Tubinga: Max Niemeyer [El Ser y el Tiempo. México 1988;
especialmente 11-24].
42 Aunque defacto resulta imposible distinguir entre la 'realidad' extra- o pre-experi-
mental y su experiencia vivencial posterior (que siempre ya es una cierta ‘inter
pretación’), me parece importante mantener esta dlstinctio formalis, para evitar
dos extremos: Por un lado, un idealismo ‘hermenéutico’ en la tradición del princi
pio esse est percipi de Berkeley (sería entonces más exactamente: esse est
interpretad.), y por otro lado, un realismo pre-crítico y gnoseo-céntrico (adaequatio
rei et íntellecti). El primer ‘contacto’ con esta ‘realidad’ no es de tipo racional, ni
teórico, sino una experiencia ‘holística’ e irreducible que trasciende la escisión
gnoseológica entre sujeto y objeto.
80 FILOSOFÍA ANDINA !
,i3 La experiencia vivencial (en sentido del Erlebnis) más que con la razón tiene que
ver con los sentimientos y las emociones; es una suerte de ‘conciencia natural’
(Husserl), un arraigamiento subconsciente del ser humano (como el In-der-Welt-
Sein de Heidegger). Esta experiencia primordial se expresa mediante un sinnú
mero de medios predominantemente no-conceptuales (mitos, creencias, ritos, ce
lebraciones, costumbres, símbolos, etc.).
PRESUPUESTOS HERMENÉUT1COS Y METODOLÓGICOS 81
Mi propósito solamente tiene que ver con los niveles dos y tres,
es decir: la experiencia vivencial (pero ya:interpretativa) de la reali
dad ‘trascendente’ por parte del runa/jaqi, y la reflexión filosófica de
primer grado sobre esta experiencia (que es una interpretación de
segundo grado). El primer nivel sólo juega un papel como un presu
puesto (prae-sub-ponere) o ideal heurístico de la misma experiencia
integral; y el cuarto nivel (filosofía de la filosofía) no juega (todavía)
ningún papel, a estas alturas de la elaboración de una ‘filosofía andina’
propia. Por lo tanto, la fuente y el punto principal de referencia her
menéutica para la filosofía andina es justamente esta experiencia
vivencial de los pueblos andinos y sus interpretaciones implícitas (aun
que no conceptuales) del kosmos en sus múltiples aspectos.
. Esta experiencia primordial (que con Heidegger podríamos lla
mar un determinado In-der-Welt-Seiri) tiene sus propios medios de
expresión y organización extra-conceptual. En el fondo, se trata del
contenido de la (sub-)conciencia colectiva del ser humano andino,46
esta rica tradición acumulada durante siglos en lo más hondo del
alma y corazón del runa/jaqi. Claro que sin ningún tipo de exteriori
zación de esta (in-)conciencia, la experiencia vivida, pensada e inter
pretada por generaciones, no serviría en absoluto para una sistema
tización racional posterior. Por lo tanto, la fuente en sentido propio del
filosofar andino es la manifestación multifacética de esta (sub-)con-
ciencia colectiva.
Hablando de ‘experiencia’, no podemos distinguir sin más un
momento ‘interior’ o psíquico (la vivencia personal) y un momento
‘exterior’ o materializado (la expresión), porque tal distinción obede
ce a un cierto paradigma dominante en la filosofía occidental: la di
cotomía entre ‘dentro’ y ‘fuera’, ‘más-allá’ y ‘más-acá’, ‘antes’ y ‘des
pués’, etc.47 Entiendo aquí la ‘experiencia’ como fenómeno integral
Desde los Siete Sabios en la Grecia Antigua hasta las y los últimos/as
filósofos/as postmodernos/as del siglo XXI entrante, la filosofía occi
dental recalca la individualidad del sujeto filosófico. El anonimato es
la gran excepción en la tradición filosófica de Occidente.52Por lo tan
to, gran parte de esta tradición no sólo es una referencia a textos,
sino ante todo a personajes (‘filósofos/as’) del pasado: El filosofar en
Occidente es una empresa de personas concretas e identificables en
espacio y tiempo, destinada y dirigida igualmente a personas indivi
duales como receptores/as.
Aunque la ‘profesionalización’ de la filosofía es un fenómeno
bastante reciente (siglo XIX), sin embargo, se ha convertido hoy día
prácticamente en norma, ante todo en la ‘filosofía académica’ de las
universidades. La personalización e individualización del sujeto filo
sófico en Occidente no es concebida —por la misma filosofía occi
dental— como un fenómeno cultural específico y determinado
(monocultural), sino como un hecho ‘universal’ (en sentido super
cultural) de todo filosofar: Filosofía perdefinitionemes producida por
individuos con nombre y apellido. El anonimato es prácticamente un
argumentum ex ausentia para el carácter no-filosófico del texto.
Igual que la ‘agraficidad’ (sin escritura alfabética) de una cultura,
también el ‘anonimato’ (sin autoría individual) en muchas ocasiones
ha sido un argumento convincente para negar a priori la posibilidad
de la existencia de una filosofía en ella. De esta manera, no sólo las
‘filosofías autóctonas’ de Abya Yala y del África, pero también gran
parte de las grandes tradiciones filosóficas de Asia tenían que ceder
Cobo, Bernabé (1653: 1964). Historia del Nuevo Mundo. 2 vols. Madrid.
Santo Tomás, Fray Domingo de (1560; 1951). Lexicón o vocabulario de la lengua
general del Perú. Lima.
Bertonio, Ludovico (1603; 1995). Arte breve de la lengua aymara. La Par.:
Yachaywasi.
' 2 El más famoso es sin duda Pseudo-Dionisio Areopagita cuyo nombre auténtico
desconocemos. Aparte del anonimato, tampoco hay muchos escritos filosóficos
colectivos: como ejemplos de estas excepciones (que comprueban la regla) men
ciono a Marx-Engels, Russell-Whitehead y Adomo-Horkheimer.
86 FILOSOFIA ANDINA
sino de juegos distintos, pero jugados en parte por los mismos jugado
res. Esto ocurre en el encuentro ínter-cultural.65
Respecto a la conmensurabilidad ‘homeomórfica’ de conceptos,
tendríamos que hablar tal vez de ‘juegos de conceptualigación de la
experiencia’. Cada cultura tiene sus propias reglas en este proceso, y
cada introducción de conceptos ‘exógenos’ (que tienen su Sitz im
Leben en una cultura distinta) requiere de una introducción cuida
dosa, para ver cómo funciona tal o cual concepto dentro de las reglas
del ‘juego’ autóctono. El modo occidental de conceptualizar la expe
riencia vivencia] es un cierto modo entre otros, pero de ninguna ma
nera el único, ni el más avanzado; es el modo más adecuado a la
naturaleza de la experiencia vivida en este contexto cultural, Trani*
ponerlo (‘transculturarlo') unívocamente a otra cultura con UIW IX*
periencia distinta, no sólo significa que no puede captar (con-Cipifg)
el significado propio (endógeno) de la experiencia, sino que es sobre
todo un acto de violación cultural.
Reitero que la búsqueda de ‘equivalentes homeomórficos’ sola
mente se puede llevar a cabo cuando se la lleva a cabo mediante
encuentros ‘reales’ de personas de distintas culturas (inter-culturalldad
vivida), o sea: cuando presupone (prae-sub-ponere) el diálogo o
polílogo personal. Sobre todo, para la tradición occidental que está
marcada predominantemente por la vista (theorein)y la objetivización
del ‘otro’ (cogito cogitata mea), la actitud de ‘escuchar’ y la abertura
de dejarse ‘interpelar’ por está ‘otra’ o este ‘otro’, es una urgencia de
hoy día.6667 El intento de hacer ‘sonar’ esta voz disonante de la ‘filoso
fía andina’, es a la vez un cuestionamiento de la usurpación hegemó
nica de la razón filosófica por Occidente.