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La Piratería en La Historia de Panamá

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La piratería en la historia de

Panamá

Las distintas formas de la piratería americana son propias del período


comprendido entre la primera mitad del siglo XVI y la primera mitad del siglo
XVIII. En estos doscientos años la mítica figura del pirata se constituyó en un
símbolo de la época, exaltado por novelas y leyendas que hasta el día de hoy
dan rienda suelta a la imaginación.
Es conveniente explicar las diferencias entre piratas, corsarios, bucaneros y
filibusteros, los protagonistas de esta historia. Se suele utilizar estas
denominaciones como sinónimos, sin tomar en cuenta que se refieren a
personajes diferentes y con diversas motivaciones.
De acuerdo con Manuel Lucena, el pirata "era el que robaba por cuenta propia
en el mar o en sus zonas ribereñas ... es un enemigo del comercio marítimo en
general porque se mueve exclusivamente por su afán de lucro, sin discriminar
ningún pabellón nacional". Era, por tanto, un hombre que se situaba al margen
del sistema imperante en aquella época. En su mayoría los piratas eran gentes
pobres, miserables, delincuentes, vagabundos, desertores o perseguidos por
sus ideas. De hecho, "a la piratería se llegaba por necesidad, difícilmente por
vocación".
El corsario, en cambio, era un marino particular contratado y financiado por un
Estado en guerra para causar pérdidas al comercio del enemigo y provocar el
mayor daño posible en sus posesiones. Aceptaba las leyes y usos de la guerra
y ofrecía una fianza en señal de que respetaría las ordenanzas de su monarca.
La actividad corsaria finalizaba al momento de firmarse las paces entre las
potencias, aunque muchos corsarios continuaron hostilizando al enemigo en
tiempos de supuesta paz.
Panamá fue uno de los países más castigados por los piratas en la época en que
estos “ladrones del mar” impusieron su ley a lo largo y ancho del mar Caribe. En
el istmo panameño hay unas grandes reservas de oro que hacen la boca agua a
los piratas.
El dominio político y el monopolio del comercio entre España y Portugal con sus
colonias de ultramar, provocó que las demás potencias europeas quedaran
excluidas del mismo. Las demás coronas europeas que se encontraban
excluidas del comercio entre las naciones ibéricas con sus colonias, contaron
con el apoyo de piratas, quienes atacaban no solo los navíos que transportaban
las riquezas, sino incluso, las diversas colonias a todo lo largo del continente
americano, situación que se agudizó durante los reinados el Emperador
CARLOS V y de su hijo, FELIPE II de España.
Eventualmente estos saqueadores contaron con el apoyo de sus respectivos
gobiernos, los cuales expedían "patentes de corso". Así surgen los llamados
"corsarios", quienes navegaban bajo el pabellón del gobierno que los amparaba.
La Reina ISABEL I de Inglaterra otorgaba esta patente a sus súbditos, mientras
que, en Francia, los reyes FRANCISCO I y ENRIQUE II hacían otro tanto, a
cambio de un porcentaje del botín capturado.
El istmo de Panamá y el Darién: escenario de pillajes y alianzas entre
indios, negros y piratas

Para dar cuenta de las implicaciones que tuvo el sistema defensivo de la Corona
Española, es necesario entender la importancia que tuvieron el istmo de Panamá
y el Darién durante el periodo colonial, en tanto tal fue el escenario en donde se
estableció una de las principales rutas comerciales y mercantiles entre el Nuevo
Mundo y España, y por ende el lugar propicio para realizar los principales
saqueos y pillajes por parte de los piratas y corsarios ingleses y franceses, casi
siempre acompañados, guiados y aliados de los indios cunas y de los negros
cimarrones que habitaban en esa región específica.
Debido al alto impacto económico de esta zona, y al mismo tiempo de un lugar
que no tuvo una fuerte presencia militar, la Corona española se vio afectada
durante más de dos siglos por los constantes ataques en los que se vio
comprometida su gestión administrativa, económica y militar. Por las diferentes
comunidades de indios y negros cimarrones que la habitaban, el istmo de
Panamá y el Darién conforman una zona que desempeñó un papel fundamental
en el periodo colonial, y más específicamente en un espacio de constante disputa
entre la Corona española y una variedad de naciones que tuvieron un gran
interés en la región. La frontera en el contexto colonial es fundamental para
resaltar las condiciones que hicieron posible este tipo de encuentros y alianzas
entre actores que normalmente son puestos en escena como enemigos
naturales desde un punto de vista europeo. Este territorio se convirtió en el
refugio para los piratas y corsarios que atacaban y eran atacados en las costas
y al mismo tiempo en un lugar en donde podían traficar y negociar diferentes
mercancías con otros actores europeos e indios.
Ataques al istmo de Panamá
Los primeros piratas y corsarios (franceses e ingleses) que atacaron el Istmo, lo
hicieron en la boca del río Chagres y en Nombre de Dios, limitándose solo agredir
a los navíos españoles.
La primera invasión a tierra firme la efectuó el inglés FRANCIS DRAKE, el más
famosos pirata de la época, equipó dos bajeles para asaltar la localidad
panameña llamada Nombre de Dios, a la que en una primera expedición
consideró bastante indefensa. Los bajeles se llamaban Swan y Pasha. Con un
centenar de hombres que logra desembarcar en el río Francisco, después de
vencer la fuerte resistencia de los españoles, se logra apoderar de Nombre de
Dios el 30 de julio de 1572. Poco después, repuesta la guarnición, contraataca y
Drake ve que no tiene otro camino que huir.
Ante el temor de la llegada de una flota española, Drake busca refugio para sus
hombres y sus barcos en un islote cercano. Desde él, lleva a cabo pequeñas
incursiones sobre la navegación que entra o sale del puerto. En una ocasión se
apodera de una pequeña embarcación que transportaba vino a Cartagena de
Indias (Colombia) Luego caen en sus manos dos fragatas españolas con
armamento y municiones.
Este refuerzo le hace sentirse envalentonado. Y, además, un día la suerte le
llega sin esfuerzo. Cuando se halla en una nueva operación de merodeo, ve
acercarse, a través de las lomas cercanas a Nombre de Dios, una reata de mulos
cargados, procedentes, al parecer de Ciudad de Panamá. Los hombres de Drake
caen sobre los desprevenidos y escasos soldados que acompañan a los arrieros.
Y enseguida triunfan en su objetivo.
Sin suponerlo ni esperarlo, han logrado el mayor botín que hasta entonces
hubieran conquistado: se trataba de un importante envío de plata y oro,
desembarcado en Ciudad de Panamá y que debía reembarcarse de Nombre de
Dios o Portobelo con destino a España. Se dice que fue tanta la cantidad de
metales preciosos asaltados que, no pudiendo atesorar todo en sus bodegas,
Drake decidió enterrar más de una docena de toneles de plata bajo las arenas
de un arroyo al sur de Nombre de Dios. Drake enfiló rápido hacia aguas más
favorables e hizo su entrada victoriosa en Plymouth (sur de Inglaterra) el 9 de
agosto de 1573.
En 1578, FRANCIS DRAKE, llegó al Océano Pacífico donde atacó las
poblaciones en Chile y Perú. Cerca de Panamá, capturó el navío San Juan de
Antón, el cual transportaba un valioso cargamento. Desvió su trayecto en
dirección a México, California y luego Filipinas, convirtiéndose en el primer
británico en llegar a Inglaterra por la vía del Cabo Buena Esperanza, dándole la
vuelta al globo. Por esta hazaña, la Reina ISABEL, de la casa TUDOR, le
confiere el título de Sir (Caballero).
Luego de un período de precaria paz entre España e Inglaterra, en 1585 se
reanudan las hostilidades, por los que las autoridades coloniales, encabezadas
por el Gobernador JUAN BARRIOS DE SEPÚLVEDA, organiza la seguridad en
Nombre de Dios, Nata de los Caballeros y en la Villa de Los Santos, así como a
lo largo del río Chagres. No obstante, en esta oportunidad, el ahora Sir FRANCIS
DRAKE tomá a Santo Domingo, en la Isla La Española, saquea Río Hacha,
Santa Marta y Cartagena de Indias (hoy Colombia).
El 6 de enero de 1596, la escuadra enemiga tomó la población de Nombre de
Dios. DRAKE encargó a THOMAS BASKERVILLE la toma de la ciudad de
Panamá, no obstante, el presidente y Capitán General de Tierra Firme (Panamá)
tomó las disposiciones de seguridad adecuadas, logrando derrotar a los piratas
en el área de Capira. Vencidos los filibusteros, regresaron a Nombre de Dios.
Francis Drake navegante y corsario, apodado “El Dragón” por su extraordinario
valor, quien fuera el primer inglés en darle la vuelta al mundo, atacó también a
Portobelo, sitio donde murió “presa de las fiebres” y la disentería el 7 de febrero
de 1596, por su parte Jorge Conte Porras en su Calendario de la Nacionalidad,
indica que Drake falleció a las cuatro de la mañana del 28 de enero de 1596. Los
restos del corsario fueron sumergidos por sus hombres en las aguas de las
costas de la ciudad fortificada en un sarcófago de plomo
Desde las épocas de la colonia la ruta comercial a través del istmo de Panamá
fue muy importante para Europa. A Panamá arribaban los galeones repletos de
oro, plata y piedras preciosas procedentes de lo que fuera el imperio incaico.
Una vez al año salían las naves españolas desde Portobelo para España, estas
mismas naves retornaban de Europa cargadas de provisiones.
En Portobelo se efectuaba una feria anual, donde se intercambiaban productos
procedentes de Europa y del Nuevo Continente, la riqueza existente en el área
hizo a Portobelo blanco de los ataques de corsarios y piratas.
Las Ferias de Portobelo se realizaron desde 1606 hasta 1738. Esta
extraordinaria actividad comercial duraba de 2 a 4 meses cada año y las
transacciones comerciales, que se producían en el marco de estas ferias,
generaban hasta veinte millones de pesos, cifra extraordinaria para la época.
Portobelo era unas de las ciudades más ricas de toda la América.
Portobelo fue tomada por Henry John Morgan en 1668. Se dice que para la
acción fue pertrechado por el gobernador de Jamaica, pues éste reconocía al
pirata como capitán de la armada inglesa. Sobre la toma de Portobelo una
crónica relata:
“Llegan al puerto de Naos, a diez leguas de Portobelo. Es de noche y a la
población apenas se le da tiempo de organizarse. Morgan primero ataca el
convento, saca a monjas y sacerdotes, mientras el gobernador de Portobelo se
atrinchera con sus soldados, sin dejarse intimidar por la fuerza y el ataque
sorpresivo de los piratas. Morgan lanza a los religiosos por delante para que el
gobernador no dispare y se rinda, pero no, las monjas y sacerdotes van cayendo
de a uno en uno sin que éste ordene el alto al fuego, y a pesar de verse perdido,
pues se le habían acabado las municiones, siguió peleando con su espada, y lo
hizo con tanta furia que logró llevarse a varios asaltantes al otro mundo; pero
Morgan logra desarmarlo y no tiene compasión de él y lo destaza frente a su
esposa e hijos.”
Morgan cumplió su deseo de volver a Panamá en 1671, con 38 barcos de todos
los tipos. Asaltó y destruyó la fortaleza de San Lorenzo de Chagres y, a través
de malos caminos y arroyos, días más tarde consiguió llegar a Ciudad de
Panamá. Tras conquistar la capital panameña, Morgan se quedó cerca de un
mes en ella, dejando poco menos que escombros de una ciudad que parecía
tener por entonces unas 5000 viviendas
Las autoridades ya sabían que Morgan venía para la ciudad, el gobernador de la
época Juan Pérez de Guzmán mandó algunas comitivas o legiones a detener a
los piratas, objetivo que no logran, y los piratas poco a poco avanzaron hacia la
ciudad.

Día del saqueo

El 28 de enero de 1671, día del saqueo, se desata la batalla de Mataznillo, muy


cerca de la ciudad de Panamá. Algunos han documentado que la batalla estuvo
muy próxima a lo que es actualmente el Parque Omar.
En este lugar se pudo haber desarrollado la batalla, donde se enfrentaron unos
2 mil 200 piratas contra unos 2 mil panameños o españoles que estaban
defendiendo la ciudad. En la batalla ganan los piratas. El botín consistió en 175
caballerías cargadas de oro, plata y piedras preciosas, y 600 prisioneros y
esclavos. Por el río Chagres regresó a la costa y, tras nuevos expolios, embarcó
rumbo a Jamaica con el inconmensurable botín obtenido en Ciudad de Panamá
y el valor de los rescates de la mitad de por lo menos de los prisioneros
El gobernador Pérez de Guzmán, posiblemente al verse vencido en la batalla,
da la orden de iniciar el polvorín (estructuras donde habían pólvora y
municiones), el incendio de esta estructura fue la que causó una gran explosión,
que se propagó en la ciudad.
Posiblemente cuando Morgan entró a la ciudad ya está estaba incendiada,
aunque se presume que pudo haber contribuido saqueando y quemando algunos
lugares. Las autoridades conocían con anticipación que Morgan estaba
merodeando la ciudad, y las personas que tuvieron la oportunidad se fueron a
otros puntos del país, presumiblemente al interior.
Ciudad llega al Casco Antiguo
Al finalizar el ataque se nombra a un nuevo gobernador, Fernando de Córdoba,
quien al llegar encuentra la ciudad prácticamente en escombros, al reunirse con
las autoridades y pobladores que quedaron en lugar, en vez de reconstruir la
nueva ciudad deciden mudarse a lo que se conocía como el Sitio del Ancón,
actualmente Casco Antiguo.
Desde antes del ataque ya se había propuesto esta mudanza, sin embargo, no
se había podido ejecutar.
En 1672 inicia el traslado de la ciudad, pero el 21 de enero de 1673 se da la
fundación formal. Todo el material de la antigua ciudad que se pudo trasladar
para la reconstrucción fue utilizado en la nueva ciudad. Hubo edificios como la
fachada del Convento de la Merced de San Felipe, que fueron trasladados piedra
por piedra, y son muy parecidos a los que hubo en la antigua ciudad.

La mudanza hacia el Sitio del Ancón fue paulatina, por lo que Panamá La Vieja
queda poco a poco en el abandono, y con el tiempo queda cubierta de hierba.
La nueva ciudad se fortificó desde el inicio, dándole prioridad a la arquitectura
militar. Su superficie total era parecida a la que tenía Panamá Viejo, unas 50
hectáreas.
Características de la nueva ciudad
El Sitio del Ancón estaba rodeado de rocas y en caso de un ataque, los barcos
tendrían que anclar muy lejos, este sitio era más fácil de defender.
La nueva ciudad fue mejor planificada que Panamá Viejo, la península tenía la
ventaja de una elevación natural, tierras no anegadizas y más próximas al Puerto
de Perico, desde el Cerro Ancón se podía divisar al enemigo tanto por mar como
por tierra.
Rodeaban la ciudad murallas de tres metros de espesor y de entre seis y doce
metros de alto.
¿QUIÉN ERA HENRY MORGAN?

Transcurría el año de 1670 cuando el pirata inglés


Henry Morgan reunía la flota más grande en la
historia del Caribe, y puso sus ambiciones en la
toma y saqueo de la Ciudad de Panamá, la más
próspera del hemisferio.
Pero no fue una casualidad. Sir Henry Morgan, hijo
de un rico labrador, había realizado una expedición
antes del ataque a la antigua ciudad de Panamá en
1671. Henry Morgan nace en Llanrumney, Gales,
Reino de Inglaterra en 1635 y muere en
Lawrencefield, Jamaica el 25 de agosto de 1688,
lugar donde acabó residiendo desde que abandonó
su hogar, de acuerdo a los registros históricos.
Allí empezó a involucrarse con otros filibusteros de la época como Christopher
Myngs y el neerlandés Eduard Mansvelt, de quien fue seguidor.
Este astuto pirata, en connivencia con los gobernadores jamaicanos, bajo
autoridad británica, y en medio de diversas tensiones políticas con potencias de
la época, emprendió varias campañas bélicas contra las posesiones españolas
en la zona del mar Caribe. Su primera operación a gran escala la realizó en la
ciudad de Puerto Príncipe (actual Camagüey) en Cuba, y culminó con la atrevida
acometida a la ciudad de Panamá en 1670.
Sus dotes de liderazgo los demostró en el saqueo a la antigua ciudad de
Panamá, cuando encabezó una banda de asaltantes hasta lograr la victoria. Pero
antes, a pesar de tener las circunstancias en su contra, ya había perdido sus
navíos, atravesó el istmo de Panamá abriéndose camino por tierra a pie a través
de la selva, y con evidente desventaja de hombres y armamento dio su gran
golpe.
A pesar de los desmanes cometidos durante sus expediciones en América, Sir
Henry Morgan fue nombrado caballero por el rey Carlos II de Inglaterra el año de
1674, y ocupó el cargo de Teniente Gobernador de Jamaica, donde
contradictoriamente ejerció la función de perseguir a piratas de la zona.
Aunque se ha documentado que al morir sus restos fueron sepultados en el
cementerio de Palisadoes de Port Royal, fuentes expertas en la historia del pirata
Morgan afirman que los restos del bucanero más sanguinario que se recuerda
en la época colonial de Panamá, reposan en una caja en el fondo del río Chagres.
En 1739 el 22 de noviembre el Almirante Edward Vernon, se posesionó y saqueo
a Portobelo. Como un acto de recordación de esta acción Inglaterra acuño unas
medallas conmemorativas.

Otros piratas que hicieron a Panamá blanco de sus fechorías


fueron:
JOHN OXENHAM

En 1572, Oxenham participó en la incursión en Panamá que fue dirigida por


Francis Drake como uno de los capitanes de los barcos. Volvió en 1573, esta vez
como el segundo al mando, también de Francis Drake. En 1575 Oxenham
regresó a Panamá, con 75 hombres, algunos de los cuales eran veteranos de
anteriores expediciones de Drake en Panamá, y un buque de 120 toneladas.
Esta vez, él estaba al mando de la expedición. Oxenham se convirtió en el primer
aventurero no español en cruzar el Istmo de Panamá a pie, subiendo la cordillera
de la costa, para ir hasta el Océano Pacífico. Salió de Acla en Darién (en la Bahía
de Caledonia), descendió al río Chucunaque y luego al rio Sabanas (utilizando
la misma ruta de regreso de Vasco Núñez de Balboa en su descubrimiento del
mar del sur en 1513) Su primera presa fue un barco en el Archipiélago de Las
Perlas donde obtuvo 60.000 doblones de oro y otros 100.000 pesos, botín con el
cual trató de regresar hacia el Mar Caribe por la ruta que había seguido. Pero un
negro cimarrón fue a informar a la ciudad de Panamá de lo que estaba
ocurriendo. El gobernador envió a 400 soldados ingleses a las órdenes de Juan
de Ortega en persecución de los barcos. El convoy británico fue capturado en
1577. Oxenham fue juzgado como hereje y ejecutado con varios de sus hombres
en Lima, Perú, en 1580.
WILLIAM PARKER

Al amparo de la oscuridad Parker y sus hombres fueron capaces de entrar en la


ciudad en la costa sur sin oposición, el Castillo de Santiago de la Gloria se
encuentra demasiado lejos para ofrecer protección alguna. Los 100 defensores
españoles, los que el gobernador español Pedro Meléndez había enviado, eran
muy pocos y llegaron demasiado tarde. Hubo una gran batalla para apoderarse
de la casa del tesoro, fue capturado después de que unos cuarenta españoles
estaban rodeados siendo todos muertos o capturados. El inglés fue capaz de
empujar al resto de las tropas españolas con facilidad hacia el interior y con sólo
unas pocas bajas. Unos 30 prisioneros españoles fueron tomadas entre los que
se encontraba el gobernador y varias personas de importancia. El contraataque
español nunca llegó. Después de lograr un botín de 10,000 ducados, regresó a
Plymouth en de mayo de 1601 donde distribuye el dinero del premio y en
septiembre de ese año se convirtió en alcalde de su ciudad.

FRANÇOIS L'OLONNAIS
François l'Olonnais (también llamado l'Olonnais,
l'Olonnois, Lolonois) es considerado uno de los
piratas más crueles y sanguinarios de todos los
tiempos. Su nombre real sigue siendo un
misterio. Algunos autores han designado bajo el
nombre de Jean-David Nau, sin citar ninguna
fuente de archivo. No atacó Panamá, sus
intereses fueron dirigidos hacia la Península de
Yucatán, pero lo mencionamos por su terrible fin.
Después de un naufragio en 1668 en las costas
de Darién, en Panamá, fue capturado y picado,
asado y devorado por los indios caníbales, pero
persisten dudas sobre la veracidad de estos hechos. De acuerdo con una versión
de la historia de los supervivientes, los indios mataron L'Olonnais y luego se lo
comieron. Según otra versión, los indios quemaron los pedazos del cuerpo de
L'Olonnais y esparcieron sus cenizas. La duda más importante es que no existe
registro de otro caso parecido y los indígenas Kunas, a quienes se les acusan
de cometer el acto de canibalismo, eran aliados de los piratas y enemigos
naturales de los españoles.

RENDEZ-VOUS DE LILEDOR

La Reunión de la Isla de Oro es una serie de convocatorias o reuniones de


Piratas en Panamá entre 1679 a 1689. La Isla de Oro es un lugar mencionado
en muchas biografías de piratas, situada en el istmo de Panamá, en del
Archipiélago de San Blas, es una pequeña isla que cierra parcialmente una bahía
de 4 millas náuticas de profundidad.
Los piratas se reunieron allí cada año y luego llegaban el Océano Pacífico, con
la ayuda de los indios Kunas (hoy Gunas), a través de los ríos, especialmente el
Río Chucunaque, que desciende hasta el Golfo de San Miguel, hasta llegar a lo
que era entonces el pueblo español Real de Santa María. La travesía del istmo,
después de una reunión, fue la manera de reunirse para atacar a los barcos
españoles que traían el oro y la plata en especial de Perú.
La primera reunión de la Isla de Oro comenzó el 24 abril de 1679. El líder de la
expedición es Richard Hawkins y sus cuatro lugartenientes son Peter Harris,
Edmund de Cook, John Coxon y Bartolomé Sharp. El liderazgo de la expedición
se transfiere entonces a Coxon. William Dampier, Lionel Wafer y Raveneau
Lussan están en el grupo y divulgan esta reunión en sus biografías una vez de
vuelta en Europa.
La Reunión de la Isla de Oro tendrá lugar entonces casi todos los años, siempre
en el período más favorable entre los meses de marzo y abril. Los piratas tallaban
troncos de árboles para hacer canoas y luego navegar en los ríos después de
cruzar el obstáculo montañoso.

Rutas utilizadas por los piratas en el istmo de Panamá


El camino real de Portobelo fue una de las dos rutas históricas del istmo de
Panamá que conectaron el Mar Caribe con el Océano Pacifico durante la época
colonial. Construida alrededor de 1519, luego de la fundación de la primera
ciudad de Panamá, se convirtió junto con el camino Real de cruces, en las únicas
vías para atravesar el istmo de Océano a Océano.
Rutas
• Camino Real (Panamá a Portobelo)
• Camino Real (ruta a Nombre de Dios)
• Camino de Cruces (recorrido por el río Chagres)
• Camino de cruces (recorrido a pie)

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