Comadreja
Comadreja
Comadreja
El cuy y la comadreja
Un día el cuy vio que la comadreja le quería atrapar.
Ya no podía huir. La comadreja era más veloz que él,
solo le quedaba inventar algo para escapar.
Saltó al hueco que había escarbado para sacar unas
papas y siguió haciéndolo desesperadamente. La
comadreja le preguntó:
- ¿Estas cavando tu propia trampa?
- No me interrumpas. Estoy haciendo mi refugio contra la lluvia de
fuego. ¡En unos minutos va a llover fuego! ¿Nadie te ha contado que el
Sol dejó escapar varias candelas? ¿Podrías cubrirme con tierra para
que el fuego no me queme?
-¿Y tú podrías hacerme el favor de darme tu refugio?
-Le rogó la comadreja.
-Está bien- aceptó el cuy -, te lo regalo.
La comadreja se acomodó en el hueco y el cuy lo cubrió con tierra.
Luego se escapó desesperadamente.
Luego de unas horas salió del hueco. Y no había llovido fuego. El cuy ya
estaba muy lejos.