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Daniel 2
Daniel 2
Daniel 2
Érase una vez una preciosa niña que siempre llevaba una capa roja con capucha
para protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Caperucita vivía en una casita cerca del bosque. Un día, la mamá de Caperucita
le dijo:
– Hija mía, tu abuelita está enferma. He preparado una cestita con tortas y un
tarrito de miel para que se la lleves ¡Ya verás qué contenta se pone!
QUIERO PROBAR
– Así lo haré, mamá – afirmó de nuevo Caperucita diciendo adiós con su manita
mientras se alejaba.
La niña, dando un respingo, se giró y vio que quien le hablaba era un enorme lobo.
– Voy a casa de mi abuelita, al otro lado del bosque. Está enferma y le llevo una
deliciosa merienda y unas flores para alegrarle el día.
– ¡Oh, eso es estupendo! – dijo el astuto lobo – Yo también vivo por allí. Te echo
una carrera a ver quién llega antes. Cada uno iremos por un camino diferente ¿te
parece bien?
La inocente niña pensó que era una idea divertida y asintió con la cabeza. No
sabía que el lobo había elegido el camino más corto para llegar primero a su
destino. Cuando el animal llegó a casa de la abuela, llamó a la puerta.
– Soy yo, abuelita, tu querida nieta Caperucita. Ábreme la puerta – dijo el lobo
imitando la voz de la niña.
El malvado lobo entró en la casa y sin pensárselo dos veces, saltó sobre la cama y
se comió a la anciana. Después, se puso su camisón y su gorrito de dormir y se
metió entre las sábanas esperando a que llegara la niña. Al rato, se oyeron unos
golpes.
– Soy yo, Caperucita. Vengo a hacerte una visita y a traerte unos ricos dulces para
merendar.
– Son para verte mejor, preciosa mía – contestó el lobo, suavizando la voz.
– ¡Es para comerte mejor! – gritó el lobo dando un enorme salto y comiéndose a la
niña de un bocado.
Con la barriga llena después de tanta comida, al lobo le entró sueño. Salió de la
casa, se tumbó en el jardín y cayó profundamente dormido. El fuerte sonido de sus
ronquidos llamó la atención de un cazador que pasaba por allí. El hombre se
acercó y vio que el animal tenía la panza muy hinchada, demasiado para ser un
lobo. Sospechando que pasaba algo extraño, cogió un cuchillo y le rajó la tripa ¡Se
llevó una gran sorpresa cuando vio que de ella salieron sanas y salvas la abuela y
la niña!
– ¡Lárgate, lobo malvado! ¡No te queremos en este bosque! ¡Como vuelva a verte
por aquí, no volverás a contarlo!
EXTRANJERISMO
Chef (jefe de cocina)
Chófer (conductor)
Chovinismo (aprecio excesivo de todo lo nacional y
despreció de lo extranjero)
REDUNDANCIA
Subir arriba.
Salir afuera.
Entrar adentro.
Bajar abajo.