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Maldonado Gonzalo - Ensayo Cambio Climático PDF
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CAMBIO CLIMÁTICO
ANÁLISIS DE BIENES Y SERVICIOS AMBIENTALES
La mayoría de los modelos económicos que emplean muchos países en la actualidad no son
sustentables, en su totalidad están basados en la utilización de combustibles fósiles como
principal fuente de energía: El petróleo destinado en su mayoría a los medios de transporte, el
carbón y el gas empleados en gran medida en la producción de la electricidad que ilumina
nuestros hogares. Estos recursos son obtenidos a través de actividades que degradan los
ecosistemas, contaminan las aguas, destruyen los bosques y reducen a la nada paisajes que
fueron resultado de siglos de evolución. El resultado es más que evidente: la forma en la que nos
transportamos, la comida con la que nos alimentamos, las ciudades en las que habitamos liberan
dióxido de carbono lo que lleva a cambios climáticos peligrosos en nuestro planeta los cuales
pueden producir altas temperaturas, sequías, derretimiento en los polos, etc. Estos modelos
económicos no son resultado de algunos años de industrialización, son el reflejo de siglos de
haber utilizado combustibles fósiles debido a su bajo precio y amplia gama de usos. La cuestión
que podemos plantear ahora es ¿Cuánto daño han producido estos modelos hasta ahora? Y ¿Es
acaso posible detener estos daños?
quién producen las empresas? ¿quién es el agente que satisface sus necesidades cada vez
crecientes? ¿es solo el productor? O ¿existe una responsabilidad compartida? Son preguntas
completamente validas que merecen detenida consideración. Si lo vemos desde una perspectiva
muy general; en efecto, son las empresas las responsables de esta externalidad, pero estamos
en una época donde hay que develar la complejidad de la ciencia económica, por lo que también
podemos afirmar que una empresa no produce si no tiene un mercado donde vender su bien o
servicio.
Podemos rastrear hasta su núcleo las razones por las cuales se produjo el cambio climático y
podríamos detenernos a analizar un tema que es primordialmente debatido durante las primeras
lecciones que recibe cada economista. “egoísta, racional, maximizador” son algunos de los
adjetivos con los que los primeros economistas caracterizaban al ser humano, seres que actúan
en busca de una maximización global de sus beneficios y una minimización estricta de sus costos.
¿Podemos rastrear las causas del calentamiento global hasta dicha teoría propuesta por los
economistas de tiempos victorianos? Vivimos en una sociedad cada vez más consumista; por más
que el criterio anticuado de racionalidad económica no esté vigente en la actualidad, basta con
que observemos el comportamiento actual de las masas para darnos cuenta que para el ser
humano, mientras más, es mejor -al hacer una observación de este tipo se reconoce que puede
que se den casos excepcionales, por lo que el criterio de racionalidad económica no se lo
interpreta como una “ley” en el sentido estricto de la palabra; sino, como una “regularidad”
dando lugar a que se presenten una gran variedad de casos particulares- por lo tanto, son estas
conductas que buscan maximizar la utilidad y el beneficio lo que se traduce en una gran
generación de residuos y desechos los que terminan contaminando el planeta, destruyendo los
ecosistemas, y reduciendo el tiempo del recurso escaso más precioso: “la vida.” Es por ello que,
en la actualidad la meta principal no es la de mejorar el bienestar material de los individuos, sino
mejorar la calidad de vida.
Otra de las cuestiones económicas que se presentan al analizar el calentamiento global es ¿qué
posibilidad tiene los países subdesarrollados de salir adelante si no explotan sus recursos
naturales para generar energía? Una triste realidad es que millones de personas viven sin acceso
a electricidad y agua potable, y sabemos que la forma más económica de proveer estos servicios,
lastimosamente termina destruyendo nuestro planeta. Así que, nos encontramos ante la
disyuntiva: crecimiento económico – calidad de vida. ¿Qué es mejor? La respuesta dependerá
por supuesto de a quién le preguntes. Muchas personas de países subdesarrollados anhelan
tener un estilo de vida como el del “primer mundo”, su crecimiento económico se encuentra
delimitado por la utilización no sustentable de sus recursos naturales; y esto se debe, a los altos
costos y en muchas circunstancias poca eficiencia de las fuentes de energía sustentables.
Nuestras formas de producir, nuestras formas de consumir, nuestro afán maximizador están
consumiendo lo que podemos llamar “hogar” ¿Cómo podemos detener estas conductas
resultantes de siglos de comodidad? Algunos apuestan por el estímulo – respuesta. Por más que
un ser humano esté consiente de los efectos del calentamiento global; no es algo en lo que
pensemos todos los días, por lo tanto, proponen establecer “impuestos” que encarezcan las
energías fósiles haciendo que las energías sustentables se abaraten. Parece ser una solución
efectiva, pero para que tenga efectividad esta debe ir acompañada de una disminución en otros
tipos de impuestos. De esta manera, se controla el comportamiento de los consumidores y se
orientan sus decisiones de consumo a lo que llevará a un mayor bienestar social. Por supuesto
que otra de las soluciones es la información, mientras mejor sea el acceso a fuentes de
información confiable y mientras más educadas estén las sociedades al respecto es más probable
que las mismas personas comiencen a buscar y exigir soluciones a este problema. Otra propuesta
para solucionar el cambio climático es buscar “sustitutos”, existen muchos productos cuyo
desarrollo degrada en gran manera nuestro planeta, por lo que al sustituir su consumo con el de
otros puede marcar la diferencia.
Muchos países han puesto el ejemplo, en efecto es posible lograr una transición de lo no
renovable a lo sustentable. La comprensión trae el despertamiento. Ha llegado el momento de
ponerle un alto a este problema, a pesar de todo el daño causado, existe un camino de regreso.
Después de todo, es posible frenar el cambio climático; para alegría nuestra, incluso es posible
revertirlo. Parecerá que los esfuerzos individuales no hacen una gran diferencia, pero son
aquellos esfuerzos individuales los que despiertan la conciencia en el resto y llevan a la realización
de que la solución está en trabajar unidos. De manera personal, escribir este ensayo me ha
permitido adquirir una mayor comprensión de las dimensiones de este problema y esto me ha
llevado a comprender que acciones simples como: consumir orgánico, cambiar un bombillo e
incluso dejar de usar plástico pueden marcar la diferencia. Recordemos que lo económico no
existe sin la virtuosa existencia del ser humano, del solucionar este problema, depende el
bienestar de las generaciones futuras.