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Tarea 4 de Terapia Familar

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Asignatura

Terapia Familiar

Tema:
Unidad 4

Participante
Jahaira Portalatín 17-6318

Facilitador:
Marcelina Rodríguez

1. Elabora un control de lectura de las 11 técnicas que


aparecen en la unidad 4 del programa, debes describir en
qué consiste cada una de ellas. Debes indicar con cuál te
identificas y por qué la prefieres....
La terapia familiar es una disciplina terapéutica que aborda la intervención y el
tratamiento de la familia en su conjunto. Desde el punto de vista sistémico, se
suele utilizar el término terapia familiar y de pareja, en tanto se
entiende que el objeto de intervención son los sistemas y
subsistemas familiares.

Existen cuatro técnicas básicas: escuchar, empatía, interpretar y mantener la


neutralidad analítica. En la técnica de escuchar, el terapeuta no confronta ni
dirige, sólo permite que la familia se sumerja en su experiencia.

La técnica de la técnica. Para utilizar cada una de estas técnicas, se plantean


tres momentos… no son inamovibles… son las grandes líneas de la
intervención. Cada uno está en libertad de introducir cambios y modificaciones
en este proceso. Cada uno de estos momentos, a su vez se corresponde con
las líneas generales tanto de la entrevista vista como un todo, como del
proceso general: inducción, ejecución y cierre.

Circulares. El objetivo de esta es buscar diferencias. En esta el terapeuta


conduce la entrevista sobre la base de la información recibida de la familia en
respuesta a su pedido de información acerca de los vínculos y diferencias en la
percepción de los mismos cambios que se han experimentado.

Ella es la más realista, donde se enfrenta las situaciones cara a cara,


donde nadie puede negar nada y así se puede buscar soluciones más
concretas.

La Varita Mágica. Como varita mágica se puede usar un trozo de madera,


ya sea con el color mismo de la madera o pintándolo. También se puede
buscar en las tiendas de artículos para las fiestas de niños. Esta técnica se
aplica al inicio de la consulta con los niños, no requiere de preparación
particular y solo toma unos quince minutos realizarla. Luego, se trabaja el resto
de tiempo con los elementos que han surgido durante su ejecución. La técnica
de la varita mágica es, por un lado, una forma de comenzar el proceso
incluyendo a los niños desde el inicio, dándoles un tiempo y un espacio
necesario para permitir que expresen lo que están viviendo en la familia; y por
otro lado, es una manera de ayudarlos a que se conviertan en los protagonistas
positivos de la consulta, cuando a menudo, sucede que las personas acuden a
pedir ayuda, porque uno o varios niños son las “ovejas negras” de la familia.

La Silla Vacía. Llega desde el psicodrama, como muchas de las técnicas


analógicas. Para esta técnica se utiliza una silla en la cual “se sienta” de
manera imaginaria una persona, un sentimiento, una parte de sí mismo

En la relación con alguien más: se entiende por esto, la modalidad de usar la


silla vacía para invitar (de manera metafórica) a una persona para poder hablar
con ella. La persona invitada puede ser una madre, un padre, una hermana o
hermano, un esposo/a, y al traerlo a un espacio seguro, el consultante habla
con dicho “invitado” sobre aquello que no se pudo decir en su momento, ya sea
por temor a las reacciones de la persona en cuestión o por angustia y temor de
entrar en conflicto, o también por algo tan real como la muerte.

Los Rituales Terapéuticos. Se entiende por rituales terapéuticos, la


ejecución de actos o acciones que tienen un fin específico al interior del
proceso de intervención.

Los rituales cumplen varias funciones, ya que permiten una transición de una
etapa a y facilitan el desarrollo personal, ayudando a cada individuo a asumir
más fácilmente las tareas de la siguiente etapa evolutiva. Además, permiten
una conexión entre el pasado y el futuro, ya que inscriben a la persona en una
línea, familiar y vital que da sentido a lo que está viviendo actualmente y la
proyecta hacia el futuro, como sucedió con María, la cual empieza una relación
diferente con sus hijos, llena de alegría y de optimismo hacia lo que vendrá y
no teñida de tristeza y nostalgia por lo que fue. Y permiten insertar algo mágico
en la vida diaria, que se aleja de lo rutinario y que introduce un mundo
espiritual, en contacto con otros elementos que pueden ayudar al ser humano a
trascender, a ir más allá de sus vivencias de todos los días.

Las Metáforas. Permiten representar el mundo, las relaciones, los


sentimientos, los comportamientos utilizando imágenes.

Con lo cual, para hablar de un tema determinado, se utiliza algún otro


elemento que al parecer no tiene nada que ver con el tema escogido.

Entonces, el lenguaje metafórico introduce un cambio en la red de


interacciones familiares y al hacer esto, permite una redefinición del problema y
de la persona, además de implicar a todos en el proceso.
Los Objetos. Los objetos metafóricos son metáforas que se concretan en
algo determinado. Siguen siendo una co-construcción del terapeuta y del
consultante, favoreciendo la introducción de un nuevo código en la familia, ya
que, al igual que las metáforas, las posibilidades son innumerables y quedan
solo a la creatividad del consultante.

Este ejemplo muestra la inmensa capacidad de síntesis de un objeto


metafórico, ya que incluso algo que es inservible, como el cuello de una botella
rota, puede convertirse en un elemento que ayuda a entender lo que sucede
con la persona. Para usar esta técnica se siguen las pautas generales
establecidas para todas las técnicas: • El terapeuta pide a las personas que
busquen en el lugar donde están o fuera de él (si es posible) un objeto que
represente su vivencia, en particular un sentimiento, o los aspectos positivos y
negativos de una experiencia. • Luego, la persona explica lo que significa el
objeto y sus razones para escogerlo. • Posteriormente, se pregunta sobre lo
que la persona desea hacer con el objeto y se le motiva a que lo haga. •
Finalmente, se cierra el ejercicio, comentando la experiencia.

Las Esculturas. Las esculturas ponen en evidencia las relaciones familiares


utilizando el cuerpo como vehículo de expresión, pero de una manera que da
una visión global de lo que está pasando en la familia, creando de esta forma
una totalidad, puesto que los miembros de la familia pueden verse a sí mismos
como parte de algo que va más allá de cada uno de ellos. La escultura como
expresión plástica simbólica de la estructura vincular de un sistema, obtenida
mediante la instrumentalización de los cuerpos de dicho sistema. Entonces, se
trata de modelar, utilizando volúmenes los cuerpos, para representar un
mundo, que puede ser interior o exterior, de la persona que realiza la escultura.

Cuando así lo hace, a los ojos de todos los miembros de la familia y a los del
terapeuta, aparece la “estructura vincular”: la red de relaciones e interacciones
que mantienen los miembros de la familia y que la presentan tal como es. Otra
ventaja de la utilización de la escultura es que da al síntoma un contexto, es
decir, permite observar al síntoma como parte de la trama de relaciones de la
familia, lo cual contribuye a obtener una nueva comprensión del mismo, como
es el caso relatado por Peggy Papp, en el cual se había pedido a un niño,
diagnosticado como hiperquinético, que haga una escultura de su familia.

El Juego de la Oca. Fue posible conocer esta técnica con Florence Calicis,
terapeuta belga, que vino a Ecuador a compartir ésta y otras técnicas más,
durante un seminario en 1999. El juego de la oca (ave parecida a una gansa o
a una pata), se deriva del juego tradicional, que se llama de la misma manera,
pero que está modificado para los fines terapéuticos. Esta técnica surgió
durante un proceso de supervisión en el que el terapeuta y el equipo de
supervisión estaban atrapados, sin poder salir de una situación, por lo que se
les ocurrió jugar este juego, para organizar un poco lo que sucedía con la
familia.

El Cuento Sistémico. El cuento sistémico va de lo particular a lo universal.


Se refiere a una familia en particular; es creado para esta familia y no servirá
para ninguna otra, pero utiliza elementos universales en su desarrollo, que se
refieren a valores, creencias, mitos, etc. El cuento sistémico es un comentario
sobre una relación familiar… Pone en escena la permanencia de ciertos roles y
el aspecto redundante de esquemas relacionales específicos en la familia y
plantea indirectamente la cuestión del por qué. Y al hacer esto, permite ubicar
el tema central de las preocupaciones familiares, cualquiera que éste sea:
conflictos de lealtad, re-estructuración familiar, etc. El cuento introduce un
código común entre el terapeuta y la familia. Y al hacerlo así permanece en el
espacio terapéutico, cuyos participantes: terapeuta y familia pueden referirse al
cuento en su totalidad o a elementos particulares del mismo, en otros
momentos del proceso, lo cual favorece un clima de colaboración entre los dos,
puesto que los confronta a ambos a una nueva situación.

Las Máscaras. Este nombre viene de una raíz latina que quiere decir “una
cara de más”, por lo que tienen una forma doble de ser utilizadas: para
enmascarar, como en un baile de disfraces, donde se utilizan máscaras para
ocultar, no solo la cara, sino incluso se puede utilizar una máscara de otro
personaje, lo cual puede revelar mucho de cada persona. Pero también se
utiliza en el sentido de desenmascarar, incluso, se utiliza la expresión coloquial
de “quitarse la máscara”, cuando alguien hace o dice algo que demuestra
directamente lo que siente o piensa. Las máscaras permiten introducir un
nuevo diálogo, puesto que, lo que la persona dice, lo hace dirigiéndose a una
máscara y no directamente a la persona. Además, esta intervención aumenta la
intensidad dramática, puesto que una máscara puede representar todo lo que
se ve o se percibe en una persona, lo que más llega o impacta de ella.

Las Tareas. Es una técnica que llega desde el modelo estructural de


Salvador Minuchin. Implica el hecho de enviar a la persona con la que se está
trabajando en un proceso terapéutico, una serie de “tareas” para realizar en
casa, durante el tiempo que dura el intervalo entre consulta y consulta. Algunas
veces los niños disfrutan mucho de esta actividad, no solo por el contenido muy
cercano a una “tarea escolar”, sino también, porque pone a todos en pie de
igualdad, ya que por ejemplo en una ocasión, luego de asignar una tarea a
padre y madre en una consulta, el hijo de la pareja, muy contento exclamó:
“ahora les toca a ustedes hacer la tarea!”. Minuchin (1998) menciona dos
clases de tareas: Durante las consultas: son ejercicios que el terapeuta plantea
a la familia durante la consulta misma, por ejemplo: pedir a un niño que dibuje a
su familia. Para la casa: generalmente, el terapeuta las plantea al final de la
consulta y solicita a la familia que realice una tarea antes de la próxima
reunión, en la cual comentaran los resultados obtenidos en la ejecución de la
misma. Este tipo de tareas van de acuerdo con los temas tratados durante la
consulta.

Bibliografía

https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/6096/1/Terapia%20familiar
%20sistemica.pdf

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