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Emergencias Oftalmológicas
Emergencias Oftalmológicas
Emergencias Oftalmológicas
Es importante buscar atención médica para todas las lesiones y problemas significativos del
ojo o del párpado. Los problemas oculares (como la pérdida de visión y enrojecimiento del
ojo con dolor) que no se deben a una lesión también necesitan atención médica urgente.
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TRAUMATISMO
Una lesión química en el ojo puede ser causada por accidentes laborales.
También puede ser provocada por productos caseros comunes, como
soluciones de limpieza, químicos de jardinería, disolventes o muchos otros
tipos de químicos. Los vapores y los aerosoles también pueden causar
quemaduras químicas.
Con las quemaduras por ácidos, el oscurecimiento de la córnea
generalmente se aclara y hay una buena probabilidad de recuperación.
Las sustancias alcalinas, como la cal, la lejía, los limpiadores para cañerías
comerciales y el hidróxido de sodio, que se encuentra en los equipos de
refrigeración, pueden causar daño permanente a la córnea.
Es importante enjuagar el ojo con grandes cantidades de agua limpia o una
solución salina. Este tipo de lesión necesita atención médica urgente de
inmediato.
CUERPO EXTRAÑO EN EL OJO Y LESIONES CORNEALES
La córnea es el tejido claro (transparente) que cubre la parte frontal del ojo.
El polvo, la arena y otros residuos pueden ingresar fácilmente en el ojo. El
dolor persistente, la sensibilidad a la luz y el enrojecimiento son signos de
que se requiere tratamiento.
Un cuerpo extraño en el ojo puede ser una amenaza para la visión si el
objeto entra al ojo mismo o daña la córnea o el cristalino. Asimismo, los
cuerpos extraños lanzados a altas velocidades por parte de máquinas,
pulidoras o el hecho de martillar metal ofrecen el riesgo más alto de
lesionar el ojo.
Una lesión al párpado puede ser un signo de lesión grave al ojo en sí.
Síntomas
Actúe de inmediato y siga los pasos que aparecen a continuación si usted o alguien más
tiene una lesión ocular.
El ojo a menudo se limpia a sí mismo de pequeños objetos, como pestañas o arena, a través
del pestañeo o el lagrimeo. Si no sucede esto, no frote el ojo ni apriete los párpados.
Posteriormente proceda a examinar el ojo.