Limpia Tu Mente

LIMPIA TU MENTE
Tim Challies
En Limpia tu mente, Tim Challies se dirige a los hombres que saben que las fantasías sexuales, la
masturbación y la pornografía están mal, pero que escogen satisfacer su pecado. El propósito de
este libro no es llevarte a admitir que el pecado sexual está mal; eso ya lo sabes. En cambio, el
objetivo de este libro es llevarte a creer la verdad bíblica sobre la sexualidad, de tal manera que
tus convicciones bíblicas determinen tus decisiones.
Cuando sedes ante el pecado sexual, esto revela lo que en verdad crees sobre la sexualidad.
 Hablando sinceramente ¿Cuáles son tus creencias acerca de la sexualidad?

Es para mi satisfacción personal, para el deleite de mi carne. Así mismo es una forma de
canalizar el estrés y las tensiones de la vida diaria. Pienso que una mujer debe someterse a
los placeres del hombre. Es placentero para mí ver cómo un hombre domina a una mujer y
que esta no se oponga a ese dominio, sino que ceda ante él. También me llama la atención
el sexo ilícito (fornicación, adulterio, promiscuidad, libertinaje sexual), aquel que no es
permitido pero que, aun así, se traspasa por encima de las reglas de la moral. El orgullo de
hombría, de sentir que tengo a todas las mujeres a mis pies, que ninguna puede resistirse
a mí, es la trama de mis fantasías sexuales; que soy el hombre perfecto, física, económica
y emocionalmente y que puedo seducir a cualquier mujer. Por lo visto, mi perspectiva de
la sexualidad esta edificada sobre una idea pecaminosa, egoísta e individualista acerca del
propósito del sexo. Quiero ser exaltado como hombre, deseado por las mujeres, quiero
ser como Dios.
Crees que el placer que obtienes de tu pecado es mejor que las consecuencias que tu pecado
traerá sobre ti y los que están a tu alrededor.
A veces, todas las cosas que mencionan acerca de la postura bíblica sobre el sexo me suenan a
frases de cajón; es una visión bastante terrenal y carnal acerca de la sexualidad.
 Tengo una perspectiva mundana sobre el sexo.
Cuando creamos en nuestros corazones que la perspectiva bíblica sobre la sexualidad es mejor
que nuestra perspectiva pecaminosa sobre el sexo, no dejaremos de ser tentados, pero sí
dejaremos de ceder ante la tentación.
 No puedo hallar gozo en la obediencia, al contrario, siempre hallo disgusto, desdén, enojo.
Fui creado como un ser sexual.

Capítulo 1: La realidad.
 No considero la dignidad de la mujer, al mirar la pornografía, sólo la estimo como un

objeto para la satisfacción de mis deseos carnales egoístas.
LA PORNOGRAFÍA Y EL MATRIMONIO.
“El joven marido prácticamente asume que su esposa consumará todo acto sexual imaginable y
piensa que ella lo hará con las mismas ganas, entusiasmo y destreza (si son esas las palabras
adecuadas) que las mujeres que ha visto en la pantalla”.
“La pornografía tiene el poder singular de dañar el matrimonio porque, en última instancia, es una
práctica enfocada en el ego y no en la unión”.
“Consentir a la pornografía es una forma de aislamiento psicológico, una retirada hacia un

diminuto mundo de gratificación propia”.
“Por lo tanto, una de las cosas más profundamente nocivas que hace la pornografía es reforzar la
enseñanza falsa de que la excitación sexual no tiene nada que ver con la unión holística de dos
personas. En cambio, vincula la excitación sexual con el aislamiento y con el enfoque en uno
mismo, y desvía su propósito de compartir a meramente recibir”.
Adicción a la masturbación.
“Ser tentado a la masturbación es, probablemente, la expresión física ilegítima más común de esta
batalla espiritual. Pero la tentación no terminará solo porque tengas a tu esposa para satisfacer
tus deseos sexuales de manera física y legítima. La batalla física no es el problema central. Es una
expresión externa de qué tan bien has estado peleando la batalla interna y espiritual”.
Piensa
1. ¿Crees que la pornografía ha afectado tu corazón? ¿Cómo lo describirías en tus propias

palabras?
 Sí. La he convertido en un ídolo para mi propia satisfacción. Me gusta tener fantasías
sexuales, y siempre traigo a memoria escenas pornográficas, son mi retirada a ese
pequeño mundo de gratificación personal.
2. Antes de estar casado (si lo estás), ¿llegaste a pensar que tu problema con la pornografía y la
masturbación se solucionaría si tan solo estuvieras casado? ¿Sucedió así?
 Al principio pensé que sí lo sería, que el estar con mi esposa en intimidad daría satisfacción
a ese deseo y esa excitación que tanto gobernaban mi mente y mi cuerpo y por lo tanto las
fantasías lujuriosas, el deseo por la pornografía y la masturbación desaparecerían. Sin
embargo, las fantasías sexuales continuaron, y la llegada de nuestra bebé hizo que la
intimidad con mi esposa se limitara lo cual, en un acto de rebeldía y egoísmo, me condujo
a buscar otros medios de satisfacción para mi deseo sexual permanente.
3. ¿Crees que la masturbación y la pornografía son malas para el matrimonio? ¿En qué formas?
 Considero que son malas, ya que nos desvían de la realidad de lo que es la intimidad en el
matrimonio. Nos hace egoístas y el estar insatisfecho conduce a terribles contiendas y
altercados con la pareja. Así mismo, hace que se pierda el deseo por la esposa, al tener en
la mente el estereotipo del físico y la destreza de las actrices pornográficas. Elimina la
santidad en una relación y convierte el sexo en una pasión de conscupiscencia y no en un
acto que honra a la mujer y glorifica a Dios.
4. ¿Crees que la masturbación y la pornografía tienden a hacerte más abierto y gozoso con la
gente en general, o más sigiloso y aislado?
 Lo más preocupante es que luego de masturbarme, o mirar pornografía, tiendo a auto
justificarme y a buscar una forma de aliviar mi conciencia de la culpa que produce la
inmoralidad sexual. Abuso de la gracia y la misericordia infinitas de Dios y pido un falso
perdón y realizo un falso arrepentimiento, ya que al cabo de unos días vuelvo a caer. Tal
vez me hace falta perder algo muy valioso para darme cuenta de lo terrible que es la
inmoralidad sexual.
5. Cuando se trata del pecado sexual, ¿estás más comprometido con tu pecado o con la obediencia
a Dios? En serio.
 Estoy más comprometido con mi pecado, con la gratificación personal, le doy mucha
importancia, es más, idolatro mi deseo sexual por encima de la obediencia a Dios. Estoy
tan cegado por ello que me es imposible darme cuenta de la ofensa que hago a Dios y la
deshonra que le estoy haciendo a mi esposa en lo oculto.
Dialogar con mi esposa.

Después de la caída del hombre, el sexo se convirtió en un medio de autosatisfacción.
Parto de un pensamiento de que no soy hijo de Dios.
He cedido el control de mi mente al pecado.
El hipócrita, finge que tiene una relación con Dios.
CAPÍTULO 3: Una teología de la masturbación.
“Muchas personas crean expectativas sobre el sexo que la realidad no puede cumplir. Me atrevo
a decir que sería inusual que un adolescente haya creado una fantasía en la que su pareja lo
rechace debido a que está demasiado cansada. Tampoco ha imaginado una fantasía en la que la
contraparte decline su participación en un acto particular porque ella lo encuentre incómodo o
desagradable. El hecho es que la fantasía puede generar expectativas insalubres e irreales sobre el
sexo”.

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 Tengo una perspectiva mundana sobre el sexo.

Fui creado como un ser sexual.

 No considero la dignidad de la mujer, al mirar la pornografía, sólo la estimo como un

“Consentir a la pornografía es una forma de aislamiento psicológico, una retirada hacia un

1. ¿Crees que la pornografía ha afectado tu corazón? ¿Cómo lo describirías en tus propias

Dialogar con mi esposa.

CAPÍTULO 3: Una teología de la masturbación.

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