El hermano A.A Allen se encerró en un closet en oración y ayuno para pedirle a Dios que le diera el poder milagroso para su ministerio. Dios llenó el closet de Su gloria y le dio a Allen una lista de once puntos que le impedían manifestar Su poder. Dios le explicó cada punto y Allen los escribió en un pedazo de cartón. Dios le prometió que cuando obedeciera los puntos sanaría enfermos y echaría fuera demonios. Después de obedecer los puntos, Allen experimentó un exitoso minister
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
158 vistas3 páginas
El hermano A.A Allen se encerró en un closet en oración y ayuno para pedirle a Dios que le diera el poder milagroso para su ministerio. Dios llenó el closet de Su gloria y le dio a Allen una lista de once puntos que le impedían manifestar Su poder. Dios le explicó cada punto y Allen los escribió en un pedazo de cartón. Dios le prometió que cuando obedeciera los puntos sanaría enfermos y echaría fuera demonios. Después de obedecer los puntos, Allen experimentó un exitoso minister
El hermano A.A Allen se encerró en un closet en oración y ayuno para pedirle a Dios que le diera el poder milagroso para su ministerio. Dios llenó el closet de Su gloria y le dio a Allen una lista de once puntos que le impedían manifestar Su poder. Dios le explicó cada punto y Allen los escribió en un pedazo de cartón. Dios le prometió que cuando obedeciera los puntos sanaría enfermos y echaría fuera demonios. Después de obedecer los puntos, Allen experimentó un exitoso minister
El hermano A.A Allen se encerró en un closet en oración y ayuno para pedirle a Dios que le diera el poder milagroso para su ministerio. Dios llenó el closet de Su gloria y le dio a Allen una lista de once puntos que le impedían manifestar Su poder. Dios le explicó cada punto y Allen los escribió en un pedazo de cartón. Dios le prometió que cuando obedeciera los puntos sanaría enfermos y echaría fuera demonios. Después de obedecer los puntos, Allen experimentó un exitoso minister
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
Yiye Ávila dijo: El hermano A.
A Allen fue llamado por Dios para
predicar el evangelio. Comenzó a predicar en los EE.UU. Dios lo usaba y las almas se salvaban y muchos eran sanados. A pesar de esto había en él una gran inquietud. Sabía que había algo más grande de parte de Dios conforme a la Biblia. Creía que Dios podía manifestarse aún mucho más poder en su ministerio. Se decidió a conseguir el poder milagroso de Dios a cualquier costo. Llamó a su esposa y le dijo: "Me voy a encerrar en ese closet y no salgo hasta que Dios me hable". No es fácil una decisión como esa, pero este es camino de valientes y el que quiera un ministerio de poder tiene que decidirse a pagar el precio. Él estaba seguro que si oraba y ayunaba, Dios le mostraría qué tenía que hacer para que el poder de Dios se manifestara en su ministerio en forma notable. Decidido a oír de Dios se encerró en el closet en oración. Su esposa cerró con llave por fuera conforme él le había ordenado. Se arrodilló y comenzó a orar. El interior del closet era m uy oscuro. Pasaba el tiempo. Le parecía que muchos días habían pasado. Estuvo tentado a gritarle a su esposa que abriera pero quería oír de Dios y tal decisión lo hizo seguir allí en oración y ayuno. Se decía así mismo: "Me quedaré aquí de rodillas hasta que Dios me conteste o me moriré en el intento". De pronto la gloria de Dios comenzó a llenar el closet. El creyó que su esposa había abierto la puerta según el closet comenzó a iluminarse, pero no era así, sino que el Señor había abierto la puerta del cielo. Todo quedó lleno de luz. Era la luz de la gloria de Dios. La presencia de Dios era tan real y maravillosa y tan poderosa que creyó que se iba a morir de rodillas. Entonces como un remolino escuchó su voz. Era Dios. Le estaba hablando. Era la contestación gloriosa por la que había esperado tanto tiempo. Dios le habló y le dio una lista de las cosas que impedían que el poder de Dios se manifestara en él. A cada requisito el Señor le añadía una explicación y su importancia. Él pensaba por qué no había traído un papel y un lápiz. El no esperaba que el Señor le hablaría con tantos detalles y le daría una lista tan larga. Mientras Dios le seguía hablando, sintió buscar en su bolsillo y encontró un pequeño lápiz. No tenía punta pero él le sacó con los dientes. Buscó un papel pero no había. Se acordó de una caja de cartón llena de ropa que había en el closet y pensó que podía escribir en ella. Le pidió al Señor que por favor le repitiera todo para él escribirlo, y le hablara lentamente. Dios comenzó de nuevo a hablarle y le repitió uno tras otro los requisitos. Mientras Dios le hablaba, él escribía. Al terminar, el Señor le dijo: "Esta es la contestación. Cuando estés en obediencia de todo lo que está en la lista, sanarás enfermo y en mi nombre echarás fuera demonios. Verás grandes milagros mientras predicas la palabra. y te daré poder, sobre todo poder del enemigo". Dios también le dijo, que las cosas que le estaban impidiendo a él, también le impedían a la mayor parte de los ministros. El closet comenzó a ponerse oscuro de nuevo. El poder de Dios comenzó a desvanecerse y poco tiempo después había desaparecido. Rompió la parte de la caja donde había estado escribiendo y sostuvo la lista en su mano. Tocó a la puerta del closet. Su esposa abrió la puerta. En cuanto lo vio ella entendió que había hablado con Dios. "Tienes la contestación". Fueron sus primeras palabras. "Si mi amor, Dios me visitó y aquí está la contestación". En su mano estaba el pedazo de cartón que le había costado tantas horas de oración, ayuno y espera. Había once puntos en la lista que tendría que obedecer y la victoria sería suya. Mucho tiempo de oración y ayuno adicional, siguió a esta gloriosa experiencia para tomar dominio sobre los puntos que Dios le había mostrado. Con la ayuda de Dios lo logró y un ministerio mundial nació para la gloria del Señor. Multitudes se salvaron en su ministerio y milagros increíbles eran obrados en todas sus campañas. -Gloria Dios. Tomado del libro ayuno del señor.