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El Protocolo BDSM
El Protocolo BDSM
El Protocolo BDSM
Otros en cambio, entre los que me incluyo, consideramos que el Protocolo está
constituido por la existencia del conjunto de normas, valores, símbolos y formas
de relación entre personas, aunque muchas no escritas, y que son las que confieren
un carácter singular y específico que permiten apelar a los términos Subcultura
BDSM y Estilo de Vida BDSM.
Otro error muy frecuente es pensar que el Protocolo solo se refiere a cómo
debe comportarse una sumisa o esclava frente a su Amo, y por indicación de éste a
otros Dominantes y sumisas. Se olvidan que el Protocolo también debe ser seguido
y respetado por los Dominantes (la falsa idea del Amo “dios”) en relación a su sumisa
y esclava, en la relación con otros Dominantes y para con otras sumisas.
Para terminar con la descripción de situaciones que considero erróneas, otra que se
da con suma frecuencia es la que considera que el Protocolo se aplica sólo con quien
ha dado muestras suficientes de merecerlo. Como forma de comunicación, el revela
mucha información: apariencia externa, estética, saber estar, carácter del rol
y experiencia.
Aquí el Protocolo es más díscolo y difícil de precisar, porque cada Comunidad BDSM
acentúa unas cualidades o unos rasgos en detrimento de otros, buscando una mayor
adaptabilidad para el conjunto de personas que congrega (por ejemplo, las sociedades
hispanas han enfatizado mucho en aquellos valores que identifican claramente al BDSM
fuera de toda sospecha relacionada con el predominio del hombre sobre la mujer y
situaciones de abuso sexual). Pero todas las Comunidades tienen en común que
describen las características del comportamiento esperadas en ambos roles y el
alcance de las respectivas responsabilidades y obligaciones de todos los practicantes
según sea su rol.
Están muy difundidas las 10 reglas para los Dominantes y las 10 reglas para la sumisa:
Paciente,
humilde,
mente abierta,
comunicativo,
honesto,
sensible,
dominante/sumiso,
realista,
cuerpo sano,
y diviértase.
Podemos afirmar que, por una parte, el Protocolo del BDSM es el resultado de
incorporar elementos específicos de su tradición, como pueden ser por ejemplo,
En los vínculos Amo – sumisa, este sentido de la utilidad hace que el Protocolo
actúe como un instrumento poderoso del aprendizaje a través del condicionamiento
operante o instrumental, es decir, a través del reforzamiento y del castigo tan
ampliamente utilizados en el BDSM.
Por ejemplo, recientemente leí las instrucciones que un Ama daba a su sumiso
para preparar la mesa para ella y sus invitados y la forma de servirla: absolutamente
nada de aquellas instrucciones tenía alguna particularidad específica para el BDSM,
todo lo contrario, era el resumen de cualquier manual de vestir y servir una mesa
de comensales. Pero su sumiso debe cumplirlo con sumo cuidado sabiendo que su
Ama estará muy atenta de que sigue las instrucciones, o sufrirá las consecuencias de
su castigo, en definitiva, el sumiso pondrá en práctica un Protocolo que le obliga
a manifestar su conducta de sometido a la voluntad de su Ama.
Para el BDSM en generalel Protocolo sirve para fijar las pautas generales de
conducta de sus practicantes, la consideración de la admisión o no en el seno de la
Comunidad a nuevas personas y sus posibles prácticas.
Para el Dominante, el Protocolo sirve para fijar los objetivos a corto plazo en relación
a su vínculo con su sumisa, es decir, dentro de los límites consensuados, qué
cosas practicar y cómo espera que las practique para que le reporten el beneficio y
placer esperados de la entrega sumisa.
La diversidad en el Protocolo
En la primera parte hemos ido desgranando las ideas precedentes, los errores
de apreciación que frecuentemente se cometen, y finalmente sus cualidades, hemos
estado dando pistas del alcance real de los Protocolos o conjunto de reglas y normas
escritas y no escritas del comportamiento en el BDSM. Ahora es el momento de ir
fijándolas en más detalle.
Las listas de prácticas BDSM, playlist,como primer paso - norma para proceder a
la comunicación y establecimiento de las afinidades, prácticas posibles y límites
dentro del BDSM entre dos practicantes de diferente rol.
Las ceremonias y rituales, las más difundidas las de Iniciación, de las Rosas
(o consagración de un vínculo) y la del Té (inspirada en el mundo Geisha). A estas
hay que añadirles aquellas otras que cada Organización o grupo de amigos
BDSM deciden llevar a la práctica (por ejemplo, bajo el nombre de rituales, los
peruanos de LoveChains han incorporado una amplia variedad).
En este caso nos referimos a las pautas (algunas veces más que pautas son
reglas inviolables) a seguir y normas de conducta que afectan de forma exclusiva a
una relación Amo – sumisa. Estas, por lo general, son las instrucciones precisas que el
Amo consensúa con su sumisa que afectan:
Al conocimiento mutuo, los límites y limitaciones a partir del trabajo sobre una
lista de prácticas.
Desde el nombre de la sumisa hasta la forma de tratamiento y uso del Usted;
Amo; Señor; Dueño; etc.
Habla, mirada y posiciones corporales .
Uso del tiempo, de los espacios y del mobiliario
Formas de servidumbre, incluida la sexual
Celebración de Rituales y ceremonias
Vestuario y desnudez
Relaciones de la sumisa con otras personas del BDSM
Publicidad o no de la existencia del vínculo y Grado de concreción o
vinculación de la relación, temporal o indefinida, parcial o con tendencia a una
Cesión Completa de Poder (Total Power Exchange).
Adoración,
animalismo,
aspecto físico,
ceremonias,
castigos,
comunicación Amo-sumisa,
control de decisiones,
dolor,
exhibicionismo,
forma de hablar y mirar,
forma de vestir,
mortificación,
objeto,
posiciones corporales,
rituales,
rol de edad,
rol de género,
servidumbre funcional,
servidumbre sexual (homo, hetero y bisexuales)
y súplica.
El Protocolo en Internet
El Protocolo más usado contempla la hermandad entre las sumisas y esclavas, como
forma de comprensión, aprecio y apoyo mutuo. En otras ocasiones, este Protocolo
se vuelve más estricto cuando resulta necesario para la escena o práctica de
Dominación – sumisión que se quiere llevar a cabo.
El Protocolo en la Seguridad
La práctica del BDSM conlleva asumir riesgos a partes iguales entre Dominantes
y sumisas, del mismo modo que minorarlos y aumentar las condiciones de seguridad
son responsabilidad de ambos roles en base al conocimiento de las prácticas, la
experiencia y la forma de actuar en caso de lesiones olvidamos con frecuencia la
conveniencia de tener disponibles las pautas a seguir para aumentar la seguridad de
nuestras prácticas. Son algunos ejemplos:
La existencia del Master of Masters, que en los locales de BDSM suele ser el
dueño del local, (tiene el derecho de admisión y de expulsión, es el responsable
de la mazmorra y él decide quién, cómo y cuánto juega). En las Comunidades,
el Master of Masters resulta elegido de forma temporal y se ocupa de coordinar
el desarrollo de las actividades o sesiones. En domicilio particular coincide con
el anfitrión, salvo que reconozca entre los Dominantes alguien con más crédito,
pericia o experiencia que él y delegue esa tarea.
La existencia de la Slave of slaves, otros la llaman Slave Guardian, otros Slave
Guide; cumple la misma función que las anteriormente descritas.