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ANTOLOGÍA Lista de Poemas Seleccionados para La Antología

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Lista de poemas seleccionados para la antología

1. Gonzales Prada: Sonetos

Al amor

AL AMOR

Si eres un bien arrebatado al cielo


¿Por qué las dudas, el gemido, el llanto,
la desconfianza, el torcedor quebranto,
las turbias noches de febril desvelo?

Si eres un mal en el terrestre suelo


¿Por qué los goces, la sonrisa, el canto,
las esperanzas, el glorioso encanto,
las visiones de paz y de consuelo?

Si eres nieve, ¿por qué tus vivas llamas?


Si eres llama, ¿por qué tu hielo inerte?
Si eres sombra, ¿por qué la luz derramas?

¿Por qué la sombra, si eres luz querida?


Si eres vida, ¿por qué me das la muerte?
Si eres muerte, ¿por qué me das la vida?
A la naturaleza

Cosmopolitismo

La nube

La primavera

Sonetos

2. Abraham Valdelomar

Tristitia
Mi infancia, que fue dulce, serena, triste y sola,

se deslizó en la paz de una aldea lejana,

entre el manso rumor con que muere una ola

y el tañer doloroso de una vieja campana.

Dábame el mar la nota de su melancolía;

el cielo, la serena quietud de su belleza;

los besos de mi madre, una dulce alegría,

y la muerte del sol, una vaga tristeza.

En la mañana azul, al despertar, sentía

el canto de las olas como una melodía

y luego el soplo denso, perfumado, del mar,

y lo que él me dijera, aún en mi alma persiste;

mi padre era callado y mi madre era triste

y la alegría nadie me la supo enseñar.

El hermano ausente en la cena pascual

La misma mesa antigua y holgada, de nogal

y sobre ella la misma blancura del mantel

y los cuadros de caza de anónimo pincel

y la oscura alacena, todo, todo está igual...

Hay un sitio vacío en la mesa hacia el cual

mi madre tiende a veces su mirada de miel


y se musita el nombre del ausente; pero él

hoy no vendrá a sentarse en la mesa pascual.

La misma criada pone, sin dejarse sentir,

la suculenta vianda y el plácido manjar;

pero hoy no hay alegría ni el afán de reír

que animaran antaño la cena familiar;

y mi madre que acaso algo quiere decir,

ve el lugar del ausente y se pone a Ilorar…

Ritornello

Para vivir en el amor


basta que un alma nos sonría.
¿Qué nos importa que el dolor
con un rictus de vencedor
exhiba su máscara fría?
Para vivir en el amor
basta que un alma nos sonría.

Para luchar contra el destino


basta que un alma nos escude.
Torvo y siniestro, en el camino,
que el búho envidioso y cetrino
nos grite al paso y se demude.
Para luchar contra el destino
basta que un alma nos escude.

Para librarnos del olvido


basta que un alma nos comprenda,
¿qué importa el ser o no haber sido
o que el destino adverso, herido,
sus iras trágicas encienda?
Para librarnos del olvido
basta que un alma nos comprenda.
Corazón, ponte en pie
Corazón! Ponte en pie! Cierra tu herida.
Seca tu llanto, alegra tu mansión,
olvida tu dolor, tu pena olvida,
cubre de flores tu sutil guarida
y hoy que la Primavera te convida,
Corazón, ponte en pie, cierra tu herida
toma el tricordio y canta, Corazón!

No invoques a la musa, hoy que te implora


tu propio dueño una sutil canción
para cantar un cielo que se adora
para decirle a un pueblo que se llora
cuando llega esta hora
de la separación,
para triste decir
tú eres la única musa, Corazón! 
La casa familiar

Ya la casa está muerta. Ya no es la misma casa.

El jardín florecido se extinguió... A la desierta

alcoba ya no sube, escaladora experta,

la vid, de frescos pámpanos, en racimos escasa.

Ya el asno con la alfalfa florecida no pasa,

ni el viejo panadero se detiene a la puerta,

ni platican los padres... ¡Ya la casa está muerta,

ya no hay voces hermanas, ya no es la misma casa!

Humedad. Muros rotos. Un acre olor de olvido.

Hieráticas, las viejas blancas aves marinas

se posan en la triste morada solitaria.

Y sobre los escombros del hogar extinguido

el ñorbo abre en el aire su corona de espinas,

¡su corona de espinas, perfumada y precaria!

La danza de las horas


Hoy, que está la mañana fresca, azul y lozana;
hoy, que parece un niño juguetón la mañana,
y el sol parece como que quisiera subir
corriendo por las nubes, en la extensión lejana,
                  hoy quisiera reír...

Hoy, que la tarde está dorada y encendida;


en que cantan los campos una canción de vida,
bajo el cóncavo cielo que se copia en el mar,
hoy, la Muerte parece que estuviera dormida,
                  hoy quisiera besar...

Hoy, que la Luna tiene un color ceniciento;


hoy, que me dice cosas tan ambiguas el viento,
a cuyo paso eriza su cabellera el mar;
hoy, que las horas tienen un sonido más lento,
                  hoy quisiera llorar...

Hoy, que la noche tiene una trágica duda,


en que vaga en la sombra una pregunta muda;
en que se siente que algo siniestro va a venir,
que se baña en el pecho la Tristeza desnuda,
                  hoy quisiera morir...

Objeto lírico

Ánimo poético – Sentimiento

Paralelismo

Reiteración

Estribillo

Ritmo

Rima

Descriptivismo

Blanca la novia

-Amada, ya es hora,
ya se acerca la aurora
y el cura en la capilla nos espera.

-Más tarde, cuando muera


la primavera.

-Amada, ponte presto los azahares,


que ya las luces brillan en los altares
y canta el río.

-Luego, amor mío,


cuando muera el estío.

-Amada, nos esperan en la capilla,


ponte presto los azahares y la mantilla,
porque ya están las rosas en retoño.

-Espera, amado, espera,


cuando muera el otoño.

-Amada, ponte el velo de desposada,


que cantan las palomas en la enramada
su canto tierno.

-Imposible, no esperes;
ya ha llegado el invierno.
Obra poética

3. Carlos Oquendo de Amat

Poema del manicomio


Actitudes líricas y tesis en el poema, verso libre y pausa – secuencia. Figuras literarias:
metáfora, elipsis y personificación

Compañera

Tus dedos sí que sabían peinarse como nadie lo hizo

mejor que los peluqueros expertos de los transatlánticos

ah y tus sonrisas maravillosas sombrillas para el calor

tú que llevas prendido un cine en la mejilla

junto a ti mi deseo es un niño de leche


cuando tú me decías

la vida es derecha como un papel de cartas

y yo regaba la rosa de tu cabellera sobre tus hombros

por eso y por la magnolia de tu canto

qué pena

la lluvia cae desigual como tu nombre

Poema del mar y de ella

Tu bondad pintó el canto de los pájaros

y el mar venía lleno en tus palabras


de puro blanca se abrirá aquella estrella
y ya no volarán nunca las dos golondrinas de tus cejas
el viento mueve las velas como flores
yo sé que tú estás esperándome detrás de la lluvia
y eres más que tu delantal y tu libro de letras
eres una sorpresa perenne

DENTRO DE LA ROSA DEL DÍA

Poema

Para ti
tengo impresa una sonrisa en papel japón
Mírame
que haces crecer la yerba de los prados
Mujer
mapa de música claro de río fiesta de fruta
En tu ventana
cuelgan enredaderas de los volantes de los automóviles
y los expendedores disminuyen el precio de sus mercancías
déjamequebesetuvoz
Tu voz
QUE CANTA EN TODAS LAS RAMAS DE LA MAÑANA
Madre

Tu nombre viene lento como las músicas humildes

y de tus manos vuelan palomas blancas

Mi recuerdo te viste siempre de blanco

como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí distante

Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura

A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso

Entre ti y el horizonte

mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos

porque ante ti callan las rosas y la canción

5 metros de poemas

4. Alberto Hidalgo

Al motor maravilloso

5. Cesar Moro

Antonio es sol

El humo se disipa

Vienes en la noche con el humo fabuloso de tu cabellera

Amo el amor

La tortuga ecuestre
6. Emilio Adolfo Westaphalen

No te has fijado…

Las ínsulas extrañas

Viniste a posarte …

Te he seguido …

Abolición de la muerte

Mundo mágico

Términos de comparación

Poema inútil

Belleza de una espada clavada en la lengua

7. Blanca Varela

Justicia

Curriculum vitae

A la realidad

Secreto de familia

Parque

8. Alejandro Romualdo

Sobre la infancia

Letanía

La torre de los alucinados

Fondo común

Control remoto

Sagrada familia

Cuerpo a tierra

Modo imperativo

Mar de fondo

En alta voz

Palabra de hombre
Primeras palabras

Más claro que el alba

Poesía concreta

9. Javier Heraud

Mi casa muerta

Elegía

Mi casa 1-2

Arte poética

Las moscas

Palabra de guerrillero

Poemas no recogidos en libros (los 3 últimos)

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