Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

(YOSHIO ONUKI Y KINYA INOKUCHI, 2011) Gemelos Prístinos. El Tesoro Del Templo de Kuntur Wasi

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

Reseñas

YOSHIO ONUKI Y KINYA INOKUCHI


Gemelos prístinos. El tesoro del templo de Kuntur Wasi
Fondo Editorial del Congreso del Perú y Minera Yanacocha, Lima. 2011.
137 pp., profusamente ilustrado (incluye decenas de láminas y planos en color,
e incluye un catálogo con fotos todas color, de 162 objetos arqueológicos
procedentes de Las excavaciones en Kuntur Wasi).

G emelos prístinos. El tesoro del templo de


Kuntur Wasi, excelente obra escrita por
Yoshio Onuki y Kinya Inokuchi, destacados
perspectiva de mucho interés es aquella en
que Onuki señala que «la renovación del
templo de la fase Kotosh Mito tiene alguna
arqueólogos japoneses, quienes realizan una relación con la agricultura y la cosmología
paciente y tesonera labor de investigación de la selva tropical» (p. 24).
científica, desde 1988, es decir, por espacio Se aborda, luego, brevemente, las exca-
de más de 23 años consecutivos, en el sitio vaciones realizadas en el sitio arqueológico
epónimo de Kuntur Wasi a 2.300 msnm de La Pampa (Ancash), entre 1969 y 1975,
(San Pablo, Cajamarca). bajo la dirección de Kazuo Terada.
El libro se organiza en cinco capítulos Con el interés de esclarecer la proble-
bien estructurados y profusamente ilustra- mática del Formativo, la Misión Arqueo-
dos con fotografías de alta calidad, gracias lógica Japonesa, se desplazó a la región de
al fotógrafo Yutaka Yoshii y de los propios Cajamarca, y Onuki analiza los resultados
autores. de los trabajos emprendidos, desde 1979, en
En el primer capítulo, titulado «Wasi el sitio de Huacaloma, dando cuenta cómo
y los orígenes de la civilización andina», se definió una nueva secuencia: Huacaloma
Onuki nos ofrece, con claridad meridiana, Temprano y Huacaloma Tardío caracteriza-
una visión panorámica de las investigacio- do por sus grandes templos, seguido de una
nes más relevantes realizadas por la Misión ocupación que denominaron EL (enegmatic
Arqueológica Japonesa a los Andes, iniciada layers o ‘estratos enigmáticos’), esta fase, fue
en 1958, cuyos promotores fueron Namio sustituida por un nuevo complejo ceremo-
Egami, Seiichi Izumi y Eiichiro Ishida, se- nial llamado Layzón, que tuvo una amplia
guido por Obayashi, Kazuo Terada, Chiaki distribución, cuyos vestigios se hallaron en
Kano, entre otros. Se destaca las revelado- la costa de La Libertad. Culmina con una
ras excavaciones efectuadas en los templos puntual conceptuación del Formativo y las
Kotosh, en 1960, 1963 y 1969, cuyos óp- investigaciones en Kuntur Wasi.
timos resultados establecieron una sólida El Capítulo II, versa sobre un sucin-
cronología de cinco fases (Formativo Inicial to análisis relativo a «Las excavaciones en
2500-1800 a. C. al 250-50 a. C. Formativo Kuntur Wasi» (pp. 51-62). Onuki, después
Final): Kotosh Mito (precerámico), Kotosh de un escueto trasfondo histórico, dando
Wairajirca, Kotosh Kotosh, Kotosh Chavín, cuenta los estudios previos de Tello, Rebeca
y Kotosh Sajarapatac, cronología secuencial Carrión Cachot (1948), y los trabajos preli-
hasta hoy vigente (y que fuera corroborada minares de Terada, en 1979, relata cómo en
con los trabajos de campo realizados en los 1988 y 1989, bajo su dirección, un equipo
sitios del período Formativo: Paucarbamba, conjunto de arqueólogos japoneses y perua-
Sajarapatac, Shillacoto y Wairajirca). Una nos: Yasutake Kato y Kinya Inokuchi, R.

investigaciones sociales 591


Reseñas

Fung, Lucénida Carrión y Muriel Pozzi-Es- cambio, en la fase Copa, se caracteriza por
cot, a los que se sumaron Yuji Seki, Masato una intensa actividad constructiva, renova-
Sakai y Walter Tosso, hallaron varias tumbas ción y reconstrucción de muchas estructu-
con espléndido y riquísimo ajuar funerario. ras arquitectónicas, generando un cambio
En los años 1996 a 1998, se realizaron fundamental del conjunto ceremonial. Por
excavaciones intensivas con la participación último, la fase Sotera, en las postrimerías
de una legión de jóvenes arqueólogos japone- del período Formativo, indica un abandono
ses y peruanos: Sawako Tokue, Eisei Tsurumi, gradual del centro ceremonial y la conse-
Etsuo Hasegawa, Koichiro Shibata, Shinya cuente desaparición de la actividad religiosa
Watanabe, Elmer Atalaya, Héctor Saldaña, al término de esta fase.
Milton Luján y Roberto Samán, quienes ex- El Capítulo V, «Los gemelos prísti-
humaron cuatro tumbas más, igualmente, nos y otras representaciones iconográficas»
con precioso ajuar funerario consistente en (pp.121-132), Onuki, hace un detallado
coronas, orejeras, aretes, narigueras, láminas análisis de tres objetos extraordinarios de oro:
de oro, collares, cerámica y otros objetos, des- una nariguera con diseño de un personaje
critos en el Capítulo IV, «Tumbas especiales» humano en simetría bilateral en forma de H;
(pp.95-119). (Como ejemplo, mencionare- Otro con diseños convencionales recargados
mos el inmenso contenido funerario de la que llama «nariguera de jaguar y gemelos», y
tumba A-TM4: 3 pendientes ornitomorfas de la corona de 14 caras colgadas simétricamen-
oro y uno de plata; 4 ceramios; 368 cuentas te, dentro de 14 marcos exagonales, cuyos
de jaspe, 152 cuentas de piedra sodalita; 814 rostros humanos serían «cabezas cortadas» o
cuentas de cocha Spondylus y 3.653 cuentas trofeos, pieza hallada en la tumba A-TMI.
de piedra y Spondylus). Las extraordinarias ilustraciones, de los
En el Capítulo III (pp. 63-94), «Cro- objetos de oro, procedentes de las numero-
nología y secuencia arquitectónica de Kun- sas tumbas excavadas en 1989-92, 1993 y
tur Wasi» (pp.63-94), Kinya Inokuchi, nos 1994, muestran una admirable regularidad
presenta —previo registro estratigráfico y en los volúmenes que están tratados con ha-
fechados radiocarbónicos calibrados— un bilidad, sentido de la simetría y equilibrio,
exhaustivo análisis de la cerámica, la arqui- en un término medio entre lo que, en el
tectura, la orfebrería y la litoescultura de lenguaje estético actual denominamos rea-
Kuntur Wasi. Se establece cuatro fases fun- lismo y abstracción convencional de rostros
damentales: 1) fase Ídolo (950-800 a.C.), humanos, aves y felinos humanizados.
2) fase Kuntur Wasi (800-550 a. C.), 3) En síntesis, Onuki e Inukuchi, una vez
fase Copa (550-250 a. C.) y 4) fase Sotera más, nos presentan una valiosa contribución
(¿250?-¿50? a. C.). a la arqueología andina. En sus páginas se re-
Consideramos que el análisis del con- velan cómo lograron construir un magnífico
junto arquitectónico, escudriñado por Museo de Sitio en Kuntur Wasi, con fondos
Inokuchi y contrastado con las cuatro fases obtenidos gracias a una colecta realizada en
ya señaladas, constituye una meritoria con- cerca de diez ciudades de Japón, durante dos
tribución, pues, la fase Ídolo corresponde años. El espléndido Museo, hecho realidad,
a la primera edificación del templo; en la fue inaugurado en octubre de 1994. Hoy, se
fase Kuntur Wasi se produciría la sustancial halla abierto al público y, en sus amplios re-
transformación del centro ceremonial ad- cintos, se guardan, conservan y exhiben los
quiriendo mayor prestigio y poder (se ha- bellos y deslumbrantes objetos hallados en
lló una especie de maqueta del lugar). En más de dos décadas de trabajos arqueológi-

592 investigaciones sociales


Reseñas

cos y una consecuente labor de concientiza- sen por nuestro pasado. Su lectura nos per-
ción a los nativos, merced a una labor teso- mite hacer un recorrido por nuestra historia
nera y profundo compromiso con el Perú y temprana —como pasado, como presente
para con los habitantes del flamante pueblo y como futuro—, nos acerca con claridad
de Kuntur Wasi, de San Pablo (Cajamarca), y nos vincula a sus experiencias, certezas y
quienes constituidos en una Asociación, se anhelos, sueños y logros realizados por los
identifican plenamente con su pasado y han autores, tan prístinos como los Gemelos y el
devenido en celosos y decididos guardianes Tesoro de Kuntur Wasi.
de su invalorable patrimonio cultural. Ciudad Universitaria, noviembre 3 de 2011
Se trata, sin duda, de un magnífico li-
bro, prodigiosamente diseñado y destinado Hernán Amat Olazábal
a los especialistas y a todos los que se intere- Profesor de la UNMSM

investigaciones sociales 593


Reseñas

IV Reunión de la Asociación de Paleopatología en


Sudamérica – PAMINSA IV, Lima

L a paleopatología es una ciencia relati-


vamente joven en nuestro medio, que
estudia las enfermedades y traumas en el pa-
animales, así como foco de la civilización
andina que ha permitido el desarrollo de
alta tecnología en la arquitectura, cerámi-
sado a través del análisis de lesiones y frac- ca, tejidos y metales. Esta fuerte tendencia
turas dejados en los esqueletos y momias, del culturalismo de Alfred Kroeber, Gordon
así como de parásitos, bacterias y hongos Willey y John Rowe había mermado el de-
en los coprolitos (heces), pelos y uñas. Esta sarrollo de la antropología física y la pale-
disciplina tiene una larga trascendencia en opatología, hoy llamado bioarqueología. El
el Perú desde fines del siglo xix. En aquella estudio de las momias ha ido ganando ter-
época, muchos huesos que mostraban evi- reno paulatinamente debido a la aplicación
dencias de enfermedades, traumas o de de los métodos de las ciencias biomédicas
prácticas culturales, habían sido focos de in- como la tomografía, el ADN, el análisis de
terés de diversos museos extranjeros y colec- contenido estomacal, la histología de los ór-
ciones del mundo. Estos fueron descritos y ganos y los coprolitos (Fig. 1).
analizados por destacados especialistas como
Rudolph Virchow, el padre de la teoría de la
infección celular y de la paleopatología, Paul
Broca, Ales Hrdlicka, Julio C. Tello, Roy
Lee Moodie y Aidan Cockburn, entre otros.
Entre los años de 1910-20, aproximada-
mente, Hrdlicka realizó un amplio estudio
sobre la paleopatología andina, recolectan-
do cráneos y esqueletos post-craneanos de
cementerios huaqueados de Ancón y Cinco
Cerros en Huarochirí que presentaban pa-
tologías, caries dentarias, deformaciones y
trepanaciones. Todo ese material biológico
humano ha sido transportado al extranjero,
específicamente al Museo de Historia Na-
tural de la Smithsonian Institution de Wa-
shington DC y al Museo del Hombre en
San Diego, California (Guillén 2011, 2010).
Sin embargo, en aquella época no había una
rigurosidad en la procedencia contextual de
estos huesos diagnósticos y sólo interesaba su
proveniencia de sitio arqueológico (Verano &
Lombardi 1999). Esperemos que se den leyes
para que retornen a nuestra tierra. Fig. 1.- Momia Paracas sin envoltorio textil del
El Perú se constituye como uno de los Museo Nacional de Antropología, Arqueología e
diez centros de domesticación de plantas y Historia, Lima. Colectado por Tello en 1923.

594 investigaciones sociales


Reseñas

Entre los días 2 al 5 de noviembre de National Academy of Sciences-National Re-


2011 se llevó a cabo la Cuarta Reunión de la search Council. A pesar de haber sido limi-
Asociación de Paleopatología en Sudaméri- tado a investigadores norte-americanos, se
ca (PAMINSA IV que significa Paleopatho- privilegió el enfoque regional y se discutió
logy Meeting in South America), realizado aspectos generales de la metodología y teoría
en Lima, en el Centro de Convenciones del paleopatológica. En la introducción, Jarcho
Colegio Médico del Perú, en el distrito de describe la historia de la paleopatología en
Miraflores. En el evento participaron más de los Estados Unidos, con los trabajos pione-
150 investigadores entre ponencias, mesas ros de Jones, Virchow, Whitney, Warren,
redondas, exposición de paneles y tres tal- Putnam y Morton, enfatizando, también,
leres. El congreso internacional fue un éxito los autores que participaron en ese simposio.
rotundo con la certera dirección de Sonia En su discusión sobre el período de 1936
Guillén Oneeglio (presidenta del evento) y á 1965 menciona la carencia o ausencia de
equipo compuesto por Elsa Tomasto-Cagi- trabajos en relación al estado de arte, ya que
gao, Patricia Mayta, Evelyn Guevara, Melli- en ese período la paleopatología era un sim-
sa Lund, Guido Lombardi, Martha Palma ple apéndice o relación de huesos humanos
Málaga, Katya Valladares Domínguez, Inés de libros de arqueología.
Gárate, Alfredo J. Altamirano y Marcela Hoy han transcurrido más de 45 años
Urizar. del encuentro de Washington DC. y la
Desde los enfoques teóricos de la arque- América del Sur se vio obligado a la apli-
ología procesual de Louis Binford y Kent cación de la metodología paleopatológica
Flannery, en las décadas de los 60 y 70, se ha debido al fuerte avance de las investigacio-
dado gran énfasis al estudio de los materiales nes arqueológicas en los once países, siendo
orgánicos como las plantas, huesos animales los más entusiastas: Brasil, Perú, Argentina y
y sobretodo al de los humanos, buscando Chile. Por ese motivo, el primer evento del
por un lado las alteraciones culturales como PAMINSA I fue realizado en la bella ciudad
deformaciones cefálicas, cabezas trofeo y de Rio de Janeiro, Brasil, dirigido brillan-
trepanaciones craneanas, y por otro, todavía temente por la Dra. Sheila Mendonça de
con cierto temor, en aquella época, tanto las Souza, Adauto Araújo y Luiz Fernando Fer-
enfermedades infecciosas cuanto los trau- reira con el apoyo de la Fiocruz y el CNPq,
matismos. El surgimiento de la paleopatolo- en 2005, siendo publicadas sus actas por la
gía en América del Sur comenzó lentamente Paleopathology Newsletter, fundada por A.
y avanzó gracias al establecimiento de una Cockburn, que engloba a todos los investi-
mayor rigurosidad tanto en la metodología gadores de la paleopatología del orbe.
y el diagnóstico diferencial, como en el con- En 2007, ocurrió el PAMINSA II en la
texto arqueológico y su procedencia. Los pa- ciudad de Santiago, Chile, dirigido y coor-
leopatólogos tenían que acercarse y aplicar dinado por Mario Castro en la Universidad
las técnicas modernas biomédicas a las mo- Nacional de Santiago. En 2009, el PAMIN-
mias y esqueletos humanos arqueológicos. SA III se trasladó a Neuquén, Argentina,
Así, entre los años de 1966 y 1967, se coordinado por Ricardo Guichón y Jorge
publicaron dos libros sobre el estudio de las Suby con la asistencia de gran número de
enfermedades en el pasado. Uno de ellos, el investigadores locales, brasileños y nortea-
de Saul Jarcho (1966), se basó en el primer mericanos.
simposio de paleopatología, ocurrido en En el PAMINSA IV se presentaron es-
Washington en 1965, patrocinado por la pecialistas de los cinco continentes y hubo

investigaciones sociales 595


Reseñas

once simposios. Uno sobre la interpretación de edad. Uno de estos últimos tenía fuerte
de los traumatismos óseos coordinado por estrés metabólico por hiperostosis porótica,
Melisa Lund y John Verano; otro sobre ra- periostitis en el húmero proximal y diferen-
diografía y endoscopía en paleopatología a cias morfológicas de ambos fémures, con-
cargo de Joe Salazar; sigue el de los Aportes cluyendo que este bebé habría muerto por
del ADN en paleopatología y estudios ge- la infección de la osteomielitis.
néticos poblacionales dirigido por Evelyn El panel de Altamirano & Jave (2011)
Guevara y Raúl Tito; las enfermedades in- trata sobre la paleopatología de camélidos
fecciosas y su impacto epidemiológico coor- como un tema inédito en los Andes Cen-
dinado por Guillén; estudios en coprolitos trales. El Proyecto Rescate Arqueológico de
y paleoparasitología en Sudamérica a cargo Punta Blanca, desde 2006, en el valle me-
de Gárate; paleopatología en momias suda- dio de Lurín, a unos 550 msnm en área de
mericanas dirigido por Lombardi; paleopa- lomas, fue ocupado durante fines del For-
tología colonial y republicana coordinado mativo, entre 300 y 100 antes de Cristo. El
por Elsa Tomasto; bioarqueología de los sitio, según la hipótesis central del proyecto,
sambaquis a cargo de Sheila F. Mendonça de propone que habría sido un centro de explo-
Souza; paleopatología dental entre pescado- tación de cal lo que permitiría la interacción
res y agricultores dirigido por Elsa Tomasto; económica con diversos pueblos de la costa
paleopatología zooarqueológica en Sudamé- y sierra central andina.
rica a cargo de Patricia Maita (como una no- Desde el pesimismo de Hooton y
vedad del evento) y el simposio de Biología, Stewart en los años 60, hoy la paleopatolo-
cultura y medio ambiente coordinado por gía ha ganado muchos adeptos y seguidores
Martha Palma. en las universidades peruanas con una cor-
Paralelamente a los simposios se expu- riente teórico-metodológica de la arqueolo-
sieron 42 paneles. Presentándose excelentes gía post-procesual. En el Perú arqueológico
trabajos como el de John Verano sobre tre- autóctono hay mucho por ser estudiado
panaciones y cabezas trofeos de Marca-Jirca sobre la violencia, traumatismos, deforma-
en el Callejón de Huaylas, estudios de piojos ciones, cabezas-trofeo, momias, trepanacio-
y liendres en momias chinchorro, norte de nes, enfermedades infecciosas y congénitas,
Chile de Bernardo Arriaza y Vivien Stan- trastornos mentales, que nos legaron Tello,
den, el primer caso andino de un bebé con Weiss, Lastres, Cabieses, Uriel García y
ciclopía (Holoprosencefalia) del período muchos otros paleopatólogos. El caso de la
Nasca Inicial hallado en contexto ritual (To- leishmaniasis es un ejemplo de este avance
masto 2011), las diversas marcas de corte y (Fig. 2).
muerte de Francisco Pizarro, la expansión En el aspecto optimista, los bioantro-
de la tuberculosis en los siglos xviii y xix en pólogos han tenido un papel más activo
Rio de Janeiro y las momias de Leymebam- en los proyectos de investigación, introdu-
ba, entre otros. ciendo mayor orientación y rigor, ausente
Asimismo, Mancuso (2011) trató sobre en muchos de los trabajos anteriores. La
el análisis del sitio de La Ciénaga, Depar- paleopatología en Sudamérica está en fran-
tamento de Belén, Catamarca del noroeste ca expansión y los trabajos de T.D. Stewart
argentino, del período desarrollo regional y Larry Angel han mantenido viva la tra-
(1100-1450 d.C.). Excavó dos tumbas que dición de Virchow, Hrdlicka y Otón (Bui-
contuvieron tres niños, uno de 2 años de kstra & Cook 1992). En un segundo mo-
edad y otro con 2 bebés de 6 á 18 meses mento, los estudios de Cockburn, L.F. Fer-

596 investigaciones sociales


Reseñas

nales relacionados con las dinámicas de las


dolencias del hombre andino y amazónico,
autóctono, colonial y moderno, asimismo
el desarrollo de la paleopatología de camé-
lidos es otro potencial tópico que ofrecerá
nuevos desafíos.
La visión general de la paleopatología
actual parece más optimista de la crítica de
Jarcho (Op. Cit.). Nuevas metodologías,
desarrolladas en las ciencias biomédicas y
físicas, han avanzado significativamente el
Fig. 2.- Un caso de leishmaniasis en momia de estudio de los restos arqueológicos de los
Atacama. Figura cortesía de A. Costa. Museo tejidos duros y suaves. Técnicas como la
de San Pedro de Atacama, Chile. Publicado en histomorfología de huesos han permitido
Plone 2009. distinguir animales domésticos versus sil-
vestres. La paleoepidemiología también ha
avanzado en este congreso sobre las cabezas
reira, Cook, Buikstra, Allison, Gerzsten, trofeos, las modelaciones cefálicas, enferme-
Araújo y Mendonça de Souza por el lado dades específicas como el cáncer, la trepone-
de los extranjeros, y los de Tello, Weiss, Ca- matosis y la tuberculosis que ya existían en
bieses, Uriel Garcia, Guillén y Lombardi, el mundo andino desde tiempos remotos,
entre los peruanos, se mantienen vivo. Se que tanta discusión habían causado en an-
ha visto que existe gran interés de jóvenes, teriores simposios.
como en el caso de los 3 talleres que fueron En suma, es necesario conocer nues-
bien concurridos por muchos estudiantes tro pasado fundamentalmente los males
de arqueología, biología y medicina; otros y la violencia para poder enfrentarnos a
no pudieron inscribirse por falta de cupo. un mundo que se vislumbra cada vez más
También he percibido que eventos como agresivo y donde las enfermedades como el
este, el alto precio para alumnos peruanos cáncer, la obesidad, la hipertensión y dia-
debería ser barato o gratis. Por este motivo betes se han enseñoreado en los países del
muchos de ellos también se quedaron fuera primer mundo y nosotros tenemos un rico
del magno evento. pasado que hemos heredado de esta alta ci-
En mi calidad de coordinador de pa- vilización andina del Perú autóctono, don-
neles, conjuntamente con la historiado- de ya se practicaban delicadas operaciones
ra chilena Marcela Urizar, he percibido y quirúrgicas del cráneo con herramientas
confirmado una sincera reflexión que ja- sencillas de obsidiana y cobre, habiendo
más debemos ser dominados por el yugo alcanzado éxitos. Por lo que de este con-
extranjero, ni académico ni económico. greso rescatamos, el fuerte interés de di-
Sin embargo, muchos colegas peruanos versas instituciones nacionales y foráneas y
ofrecen sus materiales a paleopatólogos fo- un promisorio futuro de la paleopatología
ráneos, quizá pensando en la reciprocidad en auscultar con detalles sobre las diversas
andina, más esta jamás llega y todavía ni enfermedades que tanto han aquejado a
los mencionan en las publicaciones. Espe- nuestros antepasados y reflexionar sobre las
ramos que el PAMINSA IV haya causado acciones futuras a tomarse para el beneficio
repercusión y sirva a futuros eventos nacio- del pueblo andino.

investigaciones sociales 597


Reseñas

Referencias Jarcho, S (1966). Human Paleopathology.


New Haven: Yale University Press.
Altamirano, AE & Jave, NC (2011). Estrés Tomasto, EC. (2011). Un caso do holo-
por esfuerzo repetitivo en camélidos del procencefalia (ciclopía) en la cultura
Formativo Tardío del valle de Lurín. En Nasca. En PAMINSA IV, Lima, p. 117.
PAMINSA IV, Lima, p. 81. Verano, J & Lombardi, G (1999). Paleopa-
Buikstra, J & Cook, D (1992). Paleopa- tología en Sudamérica andina. Bull. Inst.
tología. En: Paleopatología y Paleopi- fr. Études andines No. 28 (1): 91-121.
demiología. Coordinadores: Adauto
Araújo y L.F. Ferrera. Traducción de S. Alfredo José Altamirano Enciso
Mendonça de Souza. Fiocruz, ENSP, UNMSM/UNFV
Río de Janeiro, pp. 41-85.

598 investigaciones sociales

También podría gustarte