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Psicoterapia Constructivista de Neimeyer

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DE CUPO

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Joaquín Sepúlveda Aravena

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Psicoterapia Constructivista de Neimeyer.

Perspectiva cognitiva racionalista clásica.


La razón tiene primacía por sobre la emoción :
-en psicoterapia: detectar errores cognitivos, distorsiones de la realidad, desarrollar un
pensamiento más valido, ajustado a una realidad externa .
- Metáfora del científico: convertir ideas negativas en hipótesis a validar.
-relación terapéutica: profesor alumno.

Perspectiva constructivista:
Se debe integrar el pensamiento, sentimiento y la acción.
No existe una realidad externa, sino solo nuestra realidad: construcción individual y colectiva que
da orden a nuestra experiencia.
-en psicoterapia: conseguir que el paciente desarrolle un conocimiento viable, funcional
-Somos, o funcionamos como un todo, y este todo se implica y articula social y culturalmente, y
por tanto, también mediante el lenguaje. Desafio a la verdad y a las certezas
-relación terapéutica: marco seguro de cuidado para la auto-exploración por parte del paciente de
toda su dinámica personal.

El modelo es principalmente epigenético ( interacción entre el organismo y el medio). Se El


significado y la acción humana son el resultado emergente de una serie de sistemas y
subsistemas jerárquicamente anidados. El significado y la acción humanas surgen de un
sistema de sistemas, y que incluye los niveles bio-genético, agentepersonal, diádico-
relacional y cultural-lingüístico.

En lugar de comprender porque actúan o como lo hacen, sino que hacen y adonde se
dirigen (porque y como / qué y para que). Buscamos en aquello que nos pasa un intento de
predecir lo que viene después, pero la vida desde esta perspectiva se entiende como una
incertidumbre que exige en nosotros una constante capacidad de adaptación
El lenguaje nos define. El discurso que utilizamos para construir la realidad acoge los
múltiples significados heredados socialmente

Aceptar, de hecho, la inevitable ansiedad de enfrentarnos a algo continuamente nuevo


puede ser mucho más sano, en opinión de Kelly, que caer una y otra vez en viejos
constructos gastados y embrutecedores y «eligiendo» vivir en medio de frustraciones
familiares en lugar de despojarnos de viejas pautas y enfrentarnos a la incomodidad que
supone reinventarnos a nosotros mismos y a nuestro mundo.

Lenguaje: entendido, en un sentido amplio, como cualquier medio simbólico de etiquetar la


realidad y regular la conducta humana.
No es una forma de representar la realidad, sino de crearla
Cara de póker

La deconstrucción del YO.


Yo para las teorías cognitivas modernas: es, al menos en principio, individual, singular,
esencial, estable y cognoscible. Por ello la psicoterapia es un conjunto de procedimientos
técnicos destinados a provocar el cambio, que se centra en mejorar la autorrealización, el
autocontrol, la autoeficacia, etcétera, como forma de resolver los trastornos intrapsíquicos
que obstaculizan o amenazan la adaptación del cliente.
Yo para las terapias post-modernas: procesos ordenadores esenciales, a través de los cuales
el individuo construye su sensación de identidad personal en un campo intersubjetivo y en
los que el yo cumple con la función de concepto organizador
Desde esta perspectiva, nosotros somos nuestros constructos, y la personalidad puede ser
considerada como una resultante de los mil modos en que interpretamos, nos anticipamos y
respondemos al mundo social.
En última instancia, Kelly afirmaba que algunos constructos son «supraordenados» o
centrales a nuestro sistema de vida, estableciendo matrices jerárquicas de significado que
apuntalan nuestra relación con los demás. El «yo», desde esta perspectiva, no está
constituido por un conjunto de cualidades o rasgos internos inherentes o esenciales, sino
que refleja la síntesis de nuestros esfuerzos cambiantes por comprometernos con el mundo
social.

Desde una perspectiva más radical y crítica , la identidad es algo mucho menos estable y
coherente que, en el mejor de los casos, incluye un «yo dialógico», cuyas diferentes voces
constitutivas compiten en nuestro mundo interno (Hermans y Dimaggio, 2004) y, en sus
formas más extremas, auguran la «muerte del yo» (Lather, 1992). Considerando la
personalidad como una mera construcción lingüística, la concepción del individuo como
una entidad coherente con fronteras y propiedades identificables se ve amenazada por la
visión del «yo saturado» poblada de discursos contradictorios en la que nos hallamos
inmersos (Gergen, 1991). Poco importa pues, según esta versión del construccionismo
social, que, en tanto que individuos, lidiemos con la incertidumbre, el conflicto y la
contradicción, porque nuestra vida individual no es más que el locus de discursos de
identidad incompatibles (como, por ejemplo, las exigencias de ser una buena pareja, un
buen padre o un buen profesional, ancladas todas en imágenes y diálogos diferentes de los
medios de comunicación), cada uno de los cuales nos «posiciona» como un determinado
tipo de persona, aunque también nos impone exigencias conflictivas (Efran y Cook, 2000).

Kelly: una visión más socializada de la identidad, según la cual los procedimientos
psicoterapéuticos para alentar el cambio deben ubicarse necesariamente entre el yo y el
sistema social, ayudando al cliente a articular, elaborar y negociar los significados
(inter)personales a través de los cuales organiza su experiencia y acción y el rol, en
ocasiones, opresivo o conflictivo de los discursos sociales que «colonizan» nuestra vida

Sistemas dentro de sistemas: el modelo epigenético Web27974

En lo que respecta al funcionamiento del ser humano, la epigénesis implica que el


significado y la acción emergen de un sistema de sistemas igualmente multiestratificado,
que incluye los niveles bio-genético, agente-personal, diádico-relacional y cultural-
lingüístico.

Contextualizar el trastorno.
Compromiso ético con la singularidad del cliente y el reconocimiento, por la otra, de
que las categorías genéricas resultan muy poco útiles para tratar a una persona concreta que
se enfrenta a un problema concreto.
Es la relación entre cliente y terapeuta la que determina, la utilidad del diagnóstico formal
en lo que respecta a un determinado cliente y la interrelación entre los diferentes niveles de
la jerarquía la que orienta el diagnóstico.
El terapeuta que admite que los problemas personales pueden deberse a una combinación
de factores cuenta con muchos caminos para la exploración de dichos problemas
Biogenetito. (etiología orgánica (como sucede en los casos de lesión neurológica,
enfermedad física o predisposición al trastorno de estado de ánimo)
Descartar padecimientos fisiológicos relacionados, como por ejemplo problemas
hormonales en T del estado de animo o problemas de presión arterial en difuciones
eréctiles.
Agente personal.
La atención diagnóstica se dirige a las formas personales de dar significado que no
satisfacen las necesidades cambiantes de la experiencia vivida. De hecho,
George Kelly (1955/1991), el fundador del constructivismo clínico, describió el trastorno
como toda construcción que sigue empleándose pese a haber demostrado reiteradamente su
inutilidad. la revisión de los significados de la vida es un proceso co-construido entre
cliente y terapeuta, mientras que la decisión de revisión (y la dirección que asume) es
competencia exclusiva del primero

Nivel diadico relacional.


En este nivel diagnóstico, la atención se dirige a la interacción entre el cliente y las
personas más importantes de su vida actual o pasada( en general se explora la capacidad o
incapacidad de la persona de establecer relaciones profundas y significativas con los demás
El modo en que cada uno de los integrantes de la relación valora o invalida los procesos de
atribución de significado del otro puede proporcionar, como veremos en la sección
destinada a la evaluación, una información diagnóstica muy rica de las pautas
problemáticas de relación
el constructivismo se caracteriza por su fuerte énfasis en las co-construcciones relacionales
de significado

Cultural lingüístico. (desigualdad económica o la opresión racial o de género).


(Por una parte, proporciona un marco de referencia de apoyo dentro del cual las personas
pueden construir una sensación viable de identidad, pero no deja de limitar, por otra, el
elenco de posibilidades entre las que puede elegir o incluso percibir.)
El terapeuta postmoderno, por su parte, no trata de imponer su cultura a las personas con las
que trabaja, sino que se apresta, en su lugar, a «deconstruir» las contradicciones y
posibilidades propias de un determinado marco cultural de referencia.
Las personas son consideradas, en última instancia, auténticos autores de su historia vital y
usuarios de un discurso intencional, que apela selectivamente al arsenal de formas
culturales disponibles en busca de maneras satisfactorias de «progresar» individual y
socialmente.

Hay veces en que la construcción que hace el cliente de su propio yo y de las situaciones
que vive puede hacer recomendable la inclusión de técnicas terapéuticas menos favorecidas
por los terapeutas postmodernos, como las interacciones psicoeducativas (que ubican al
terapeuta en el rol de docente autorizado) o la terapia de conducta (que puede alentar el
control y modificación de conductas más moleculares).
Parece, por tanto, muy adecuado desde un punto de vista ético que el terapeuta
constructivista valore la modalidad de experiencia dominante que tiene el cliente tanto de
su yo como de los síntomas y, en los casos en que exista una incompatibilidad entre esos
factores personales y el estilo de trabajo del terapeuta, sea derivado a otras modalidades de
terapia.

Rasgos practicos distintivos de la terapia PC


Esta tendencia a la evaluación multisistémica lleva al terapeuta postmoderno a utilizar, en
el contexto clínico, las categorías diagnósticas convencionales (como, por ejemplo, el
trastorno bipolar o la esquizofrenia), especialmente cuando ello sensibiliza al clínico a los
rasgos biogenéticos del problema que requieran atención. Pero eso solo se lleva a cabo de
un modo cuidadoso y condicionado, sabiendo que el diagnóstico psiquiátrico formal es una
construcción humana inexacta que solo proporciona una orientación muy rudimentaria de
las dificultades del cliente (Raskin y Lewandowski, 2000).
- los terapeutas postmodernos prefieren difuminar la distinción entre evaluación e
intervención, afirmando que las formas más sutiles de evaluación aumentan la conciencia
de cliente y terapeuta sobre los temas, problemas, dificultades y recursos relevantes (R.A.
Neimeyer, 1993c).
Escalamiento hasta preocupaciones esenciales (jerarquía de significados que convergen
en temas fundamentales que ilustra que la conexión entre constructos es tan importante
como el constructo mismo)
…. Se van identificando constructos desde los niveles mas cotidianos a los significados mas
profundos y personales a taves del contraste y las preferencias y la funcionalidad que
implica para el…..
Estrategia de evaluación del nivel agente-personal(puede servir para explorar aspectos
conflictivos del si mismo, como rasgos antagónicos en la propia personalidad), para
identificar el orden jerárquico ocupado por constructos personales, en relación a las
percepciones, conductas o descripciones de roles concretos a los temas implicados en una
esfera mayor. (la relación existente entre un determinado síntoma y la sensación de
identidad de la persona.) También puede servir, como ocurre con la mayoría de los métodos
constructivistas, para identificar los valores y fortalezas más importantes del cliente en los
que anclar un «yo preferido», atendiendo al precepto de que todo sistema de significado
posee ventajas e inconvenientes y que la terapia más eficaz se sirve de aquellas para
corregir estos.
Puede empezar casi con cualquier constructo o contraste personal significativo que, durante
el curso de la terapia, resulte de interés
Se trata de generar contrastes entre constructos. Rastreando las implicaciones de las
alternativas
Pasos:
Identificar constructo polarizado o bi-polar, contrastar ( preguntar por teoría personal
respecto al problema en su vida y cuál es la postura opuesta.) y preguntar por cual se
prefiere.
¿Por qué? ¿cual es la ventaja que ello implica o supone? Para evidenciar las implicaciones
mayores de esa decisión.
Se conectan los polos con el constructo superior implícito (se determina el polo opuesto
uniéndolo con el no valorado).
Así prosigue tratando de determinar, a través de una pauta cíclica de cuestionamiento, las
razones o ventajas de las preferencias del cliente y las desventajas de su opuesto, hasta que
empieza a dar respuestas repetidas o tiene dificultades en esbozar un constructo adicional.
Terminado el proceso se muestra la escala para evaluar la jerarquía de significados y las
implicaciones que tiene para su conducta.
- alternativamente el terapeuta puede tratar de agudizar el foco sobre la sensación de
congruencia o contradicción del cliente preguntándole dónde se situaría a sí mismo
realmente en cada uno de los constructos para revelar, de ese modo, puntos de
compatibilidad o conflicto entre la visión actual y la visión preferida de sí mismo

Cartografiar la ecología social del significado mediante la entrevista de lazo

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