Este documento es una carta de despedida de una maestra de jardín de infantes a sus estudiantes al final del año escolar. La maestra expresa lo orgullosa que está de sus estudiantes y lo mucho que disfrutó compartir el año con ellos, aprendiendo canciones, juegos y emociones. Les desea a los estudiantes que continúen siendo niños felices, con sueños y proyectos, y que nunca dejen de jugar y descubrir.
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Este documento es una carta de despedida de una maestra de jardín de infantes a sus estudiantes al final del año escolar. La maestra expresa lo orgullosa que está de sus estudiantes y lo mucho que disfrutó compartir el año con ellos, aprendiendo canciones, juegos y emociones. Les desea a los estudiantes que continúen siendo niños felices, con sueños y proyectos, y que nunca dejen de jugar y descubrir.
Este documento es una carta de despedida de una maestra de jardín de infantes a sus estudiantes al final del año escolar. La maestra expresa lo orgullosa que está de sus estudiantes y lo mucho que disfrutó compartir el año con ellos, aprendiendo canciones, juegos y emociones. Les desea a los estudiantes que continúen siendo niños felices, con sueños y proyectos, y que nunca dejen de jugar y descubrir.
Este documento es una carta de despedida de una maestra de jardín de infantes a sus estudiantes al final del año escolar. La maestra expresa lo orgullosa que está de sus estudiantes y lo mucho que disfrutó compartir el año con ellos, aprendiendo canciones, juegos y emociones. Les desea a los estudiantes que continúen siendo niños felices, con sueños y proyectos, y que nunca dejen de jugar y descubrir.
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Hemos llegado al final de este hermoso camino recorrido en el
jardín de infantes. Continuarán por otros caminos, donde
también podrán jugar, divertirse y aprender. Este año trabajamos mucho, fuimos de paseo, aprendimos canciones, juegos, a compartir, a reír día a día y a ser más independientes, recorrimos el camino de las emociones juntos y juntos también expresamos la alegría con nuestro cuerpo. Recordaré cada momento compartido con ustedes, cada sonrisa, cada lágrima... cada abrazo y cada logro. Recordaré sus caritas al entrar al jardín, sus manos llenas de témpera al realizar una obra de arte, sus iniciativas únicas y esa palabra que me llena de orgullo “SEÑO”, aunque a veces se equivocaban y me decían, mamá, abue, tía.....y claro porque así nos sentimos como familia. Hoy me toca despedirlos, no sin antes decirles lo mucho que los quiero y lo orgullosa que me siento de ustedes. Acá estará siempre su jardín 934 y sus señoritas, esperándolos para cuando quieran volver a visitarnos. Quiero que vivan siempre con alegría, sonrientes, con esperanzas, con sueños, proyectos y por sobre todas las cosas quiero que vivan siendo buenas personas. Nunca dejen de disfrutar de sus juegos, de asombrarse, de descubrir, de sonreír y, por sobre todo, nunca dejen de ser NIÑOS. Los quiero MUCHO