Guia Ultraismo-Borges Reho
Guia Ultraismo-Borges Reho
Guia Ultraismo-Borges Reho
*Dadaísmo: El dadaísmo surgió en 1916 en Suiza. Nació como contrapartida del concepto de razón instaurado por el
Positivismo. Se rebela en contra de las convenciones artísticas, tanto de la pintura como de la literatura y ridiculiza el
arte burgués. Para los artistas, el dadaísmo llegó a ser no solo una corriente, sino un modo de vida. El dadaísmo es
juego y es la negación de todo lo existente. Su nombre se debe al término “dadá” que surgió por medio del azar, al
encontrarlo en un diccionario y significa “caballo de madera” en francés. El Dadaísmo encontró su expresión mediante
la literatura, la pintura, la escultura y la música. Su manifiesto y las revistas que dejó, son lo más representativo de su
ideología que invoca al juego y al cuestionamiento de los convencionalismos.
*Ultraísmo: Esta vanguardia nació en España sobre 1918. Madrid estaba viviendo una época bastante pobre de
producción artística, y fueron varios los artistas que surgieron y otros que llegaron de diferentes lugares, que lograron
conformar esta corriente que es la síntesis de otras. En sus comienzos, poseía una clara influencia futurista. El
ultraísmo se caracteriza por evitar lo sentimental y personal e intentar comunicar a través de la simpleza, evitando
expresarse por medios rebuscados y figuras ininteligibles. Si bien la corriente tuvo sus exponentes en la pintura, las
obras destacadas se dieron en el área de la literatura. Los ultraístas estaban en contra del arte recargado de adornos,
sin sustancia. Esta corriente era muy afín al creacionismo, una corriente con intereses similares impulsada por el
chileno Vicente Huidobro.
*Surrealismo: Nació en 1920 y surgió en Francia. El surrealismo fue una de las vanguardias de más renombre hasta la
fecha. Se inclinan hacia un arte de construcción romántica, que retoma elementos de otras corrientes, como el
collage y fotografía del dadaísmo. El origen de la corriente es literario, pero pasó a ser una expresión de varias formas
artísticas en la que se destacó la pintura. A través de su técnica, realizaban una crítica a la sociedad pero a la vez,
intentaban construir desde su arte. En la pintura, las obras se destacaban por mostrar, mediante imágenes ambiguas
y extrañas, el mundo de las fantasías y los sueños. Los objetos representados no eran de este mundo, sino que
parecían la representación de un mundo desconocido e incomprensible.
Aunque incorporó algunos artistas plásticos en sus filas, fue un movimiento eminentemente literario y
poético, muy influenciado por el futurismo italiano y centrado en valorar la metáfora como
esencia de la escritura literaria.
Como muchos otros movimientos vanguardistas, publicó varias revistas poéticas y agrupó a sus
integrantes en torno al Café Colonial de Madrid, donde operaba una tertulia itinerante dirigida por el
escritor sevillano Rafael Cansinos Assens.
El núcleo del movimiento estaba integrado por diversos nombres locales, entre los que figuró
el argentino universal, Jorge Luis Borges, durante su estancia en España.
Nombre Ultraísmo
El prefijo “ultra” de ultraísmo proviene del mismo vocablo griego que se traduce “más allá” y
es de uso común en la lengua española, como en el caso de ultramarino (“más allá del océano”)
o ultratumba (“más allá de la tumba”).
Fue elegido por los ultraístas debido a que proponían, como lo establecen en su manifiesto, ir más
allá del novecentismo imperante y renovar las estructuras literarias con algo nuevo:
“Nuestra literatura debe renovarse; debe lograr su ultra como hoy pretenden lograrlo nuestro
pensamiento científico y político”.
Manifiesto ultraísta
El manifiesto del ultraísmo titulado “Ultra. Un manifiesto de la juventud literaria” se publicó
por vez primera en la revista Cervantes en 1918, cuando se creó el movimiento y luego se reprodujo
en la revista Grecia.
Asimismo finaliza con una arenga: “Jóvenes, rompamos de una vez nuestro retraimiento y
afirmemos nuestra voluntad de superar a los precursores”.
Objetivos del ultraísmo
El mismo Jorge Luis Borges, en un texto publicado en Buenos Aires en 1921, sintetiza
los objetivos del ultraísmo en:
Ultraísmo argentino
Cuando Borges regresó a la Argentina, llevó consigo el ultraísmo y en Buenos Aires creó grupos
y revistas adscritos formalmente al movimiento.
Sin embargo, la variante americana incorporó otras tendencias que la hicieron diferente a
la peninsular, como son el criollismo y la parodia de la cultura local, preocupaciones que
acompañarían a Borges incluso luego de que abandonara el movimiento.
Borges también fue célebre por otras razones, como su ceguera progresiva que, sin embargo, no
le impidió cultivar su carrera literaria, y que se debía a un mal congénito heredado de su padre.
Además, eran conocidas sus posturas políticas reaccionarias, las cuales habrían sido el
impedimento definitivo para que su obra jamás le valiera el Premio Nobel de Literatura, aunque
estuvo nominado durante 30 años.
Sus ensayos (8 libros) también le acarrearían reconocimiento internacional, no tanto así su poesía (13
libros). Entre sus obras más célebres destacan:
Ultraísmo
Borges formó parte, junto a diversos autores españoles como Ramón Gómez de la Serna o Guillermo
de Torre, del Ultraísmo, un movimiento de vanguardia literaria nacido en torno a la
revista Ultra (1921).
Según Borges, «los poemas ultraicos constan, pues, de una serie de metáforas, cada una de las
cuales tiene sugestividad propia y compendiza una visión inédita de algún fragmento de la vida.
Importancia de su obra
La obra de Borges posee una trascendencia universal, más allá de los idiomas y las tradiciones
literarias locales. Es estudiada en las academias del mundo entero y se la considera una de las obras
cumbre de la narrativa breve.
Fuente: https://www.caracteristicas.co/jorge-luis-borges/#ixzz6UkMSIiTn
El puñal [Minicuento - Texto completo.] Jorge Luis Borges
En un cajón hay un puñal. Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián
Lafinur se lo dio a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna
vez en la mano.
Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él; se advierte que hace mucho que lo
buscaban; la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera; la hoja
obediente y poderosa juega con precisión en la vaina.
Otra cosa quiere el puñal. Es más que una estructura hecha de metales; los hombres lo
pensaron y lo formaron para un fin muy preciso; es, de algún modo eterno, el puñal que
anoche mató un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere
matar, quiere derramar brusca sangre.
En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas, interminablemente sueña el puñal
con su sencillo sueño de tigre, y la mano se anima cuando lo rige porque el metal se
anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los
hombres.
A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan apacible o inocente soberbia, y los
años pasan, inútiles.
FIN