Habilidades en Cuarentena

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Siete columnas publicadas en el diario LA NACIÓN modificadas y ampliadas y tres entrevistas por
Facebook Live e Instagram nos permiten capitalizar lo que aprendimos casi sin darnos cuenta.
Las habilidades
que desarrollamos durante la cuarentena
que llegaron para quedarse
{
Cambiar sin resistencia
Mantener viva la conexión
Vivir de un modo más feliz
Ser permeable a los cambios de contexto
Cambiar sin dejar de ser quien soy
Habilidad de
Liderarnos e influir sobre otros
Reconocer y celebrar
Decidir con libertad
Estar presentes para el otro, en modo DAR
Ser creativo para transformarse y transformar
#LoQueTengoparaDar
Andrea Churba
PUBLICACIONES GRATUITAS
#LoQueTengoparaDar
Pandemia 2020, Buenos Aires, Argentina

Los textos que acá se recopilan fueron producidos durante los
meses de cuarentena decretada el 20 de marzo de 2020 para
#LoQueTengoparaDar
mitigar, a nivel local, la creciente expansión del Coronavirus
que aún sigue azotando la superficie del planeta. Al día de hoy, A través de esta publicación quiero compartir
después de más de cien días, en la ciudad de Buenos Aires y sus
alrededores, todavía no se vislumbra con claridad una salida. algunas ideas, experiencias y transformaciones
que ocurrieron durante este tiempo inédito y
creo que son útiles para liderar el propio cambio
y ser influencers del cambio de los demás. En
siete columnas publicadas en el diario La Nación,
revisadas y ampliadas, y las conclusiones de tres
conversaciones en vivo, en las que busqué cruzar
mi universo profesional con el de personas
inspiradoras de otros ámbitos, reflexionamos
sobre 10 habilidades que desarrollamos en la
www.andreachurba.com.ar
andrea@churba.com.ar cuarentena y llegaron para quedarse. Espero
FB: Andrea Churba Business Therapy (@andreachurbabusinesstherapy)
que lo disfrutes. ANDREA CHURBA
Instagram: andreachurba
Twitter: @andreachurba
LinkedIn: Andrea Churba
Buenos Aires, Argentina. Julio 2020.
Agradezco a mis amigos Fabián Skornik y Elena Santa Cruz, y a mi hermano Martín Churba,
tres personas que enriquecen mis mundos, a las que respeto personal y profesionalmente.
Gracias a Andrea Jáuregui por acompañarme con su arte en la escritura.
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#LoQueTengoparaDar Las habilidades que desarrollamos en cuarentena que llegaron para quedarse www.andreachurba.com.ar
Cambios de imagen LA HABILIDAD DE CAMBIAR SIN RESISTENCIA
Fórmula MEC (¡Mueve el culo!).

Sumar opciones y ganar libertad
Columna original publicada en el diario LA NACIÓN, Argentina
Edición digital https://www.lanacion.com.ar/economia/ponete-incomodo-la-formula-para-innovar-ser-
mas-exitoso-y-mas-feliz-nid2104775
Y
a pasaron más de tres meses desde el establecimiento de las me-
didas de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Es un buen
momento para mirar y evaluar qué hicimos hasta ahora y qué
aprendimos, y de ensayar algunas hipótesis sobre lo que podemos espe-
rar que suceda el día después, cuando sea que suceda ese día.
No era invisible; era “no visto”

Muchas de las personas y organizaciones cuya actividad disminuyó, o
se paró, se dieron cuenta de que no podían quedarse de brazos cruzados.
Abundan ejemplos de personas que pudieron leer con perspicacia el nue-
vo contexto y descubrieron opciones creativas para adaptarse o reinven-
tarse. Como decía Sherlock Holmes, no es que esos indicios fueran
invisibles: estaban ahí todo el tiempo, pero no habían sido vistos
porque no teníamos los ojos preparados. A fuerza de prueba y error,
asumieron el “modo emprendedor”: salieron a buscar y provocar oportu-
nidades. Trabajadores independientes de todos los oficios y profesiones
pasaron a modo online sus clases, sesiones y tutoriales, y expandieron su
cartera de clientes más allá de nuestras fronteras. Estallaron las reunio-
nes por Zoom y los vivos de Instagram. Tamara Kostetsky (@tamvisual)
era muy exitosa y requerida como facilitadora gráfica de conferencias y
talleres. Al cancelarse las reuniones presenciales, buscó eventos, charlas
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Varias empresas advirtieron el gran cambio de contexto y lo visualizaron a través de sus logos
y entrevistas online e hizo llegar sus resúmenes visuales a los conferen- pusimos en marcha con decisión y, no sin esfuerzo, nos transformamos
cistas en forma gratuita. Tomó un riesgo, sin certeza de los resultados, y con flexibilidad e inmediatez, como si de repente nos hubiéramos vueltos
logró así recuperar y expandir su negocio. El viraje no elimina el contacto expertos en metodologías ágiles. En muchos casos, lejos de limitarnos,
presencial en el futuro, cuando vuelva a ser posible, sino que le permite las dificultades de la cuarentena nos agregaron opciones, sumaron nue-
elegir un modo u otro de acuerdo con su conveniencia. vas perspectivas. Redundaron, en definitiva, en productos originales, me-
jores servicios para nuestros clientes y mayor libertad para elegir.
En las organizaciones se inauguraron nuevos servicios para los clientes
y nuevas maneras de fidelizarlos que también resultaron en una expan-
sión de sus áreas de ventas y su cartera de clientes. Alentados y asistidos
Innovación = MEC (¡Mueve el culo!)
por la empresa para inaugurar tiendas virtuales y realizar entregas a do-
micilio, los vendedores de calzados Footy en locales de pequeños pue- En definitiva, la posibilidad de innovar está al alcance de todos (siempre
blos del interior lograron vender más y abarcar una zona más extensa. que tengamos una base de condiciones básicas de salud, alimentación y
acceso al conocimiento que, penosa e injustamente, no es universal). Es
Las grandes organizaciones también revolucionaron sus formas de
una cuestión de actitud, de ser proactivo, vencer las resistencias,
trabajar. En Mercado Libre, empresa a la que acompaño en procesos
adueñarnos de las posibilidades y animarnos a dar el salto. Bási-
de coaching, se logró en poco más de una semana, a partir del primer
camente, es la máxima que propone el mago More en su charla TEDx
decreto de cuarentena, desarrollar e implementar un plan para pasar a
Moncloa, que se expresa en la fórmula INNOVACIÓN = MEC (MUEVE EL
home-office del 0 a 100% a las tres mil personas que operan su servicio
CULO). Asumir la responsabilidad por nuestro futuro depende de que
al cliente. Quienes lideraron esta transformación dicen: “Es histórico lo
seamos capaces de ponernos incómodos, cuestionar las maneras acos-
que pudimos hacer. Si hace un mes nos preguntaban si esto era posible,
tumbradas y salir a provocar lo que queremos haciendo algo distinto.
habríamos respondido que sí, pero que nos hubiera tomado años”.
Esta es una competencia clave en un contexto disruptivo y cambiante,
Por su parte, Movistar tuvo que cambiar el método de su servicio técni- donde el que se conforma y se queda quieto se auto limita, se estanca y,
co porque sus clientes tenían miedo de contagiarse si dejaban entrar al quizás, desaparece. ■
personal a su casa. Reaccionaron rápido, implementando un sistema re-
moto para solucionar los problemas más frecuentes a través de tutoriales
en YouTube y consultas telefónicas personalizadas.
Un despertar de consciencia
La cuarentena trajo mucho dolor y miedo, pero también algunas cosas
interesantes. Produjo un súbito despertar de consciencia: entendimos
que lo que pase el día después, cuando sea y como sea, va a depen-
der en gran parte de las decisiones y las acciones que emprendamos
hoy. Hay muchas cosas que no podemos controlar, muchas dificultades
(ahora y a futuro), pero también hay un terrenito en el que somos sobera-
nos: lo que sí podemos hacer, la actitud y la garra que le ponemos. Lo que
antes nos parecía que nos iba a llevar mucho tiempo o que era imposible,
aquello a lo que nos resistíamos o que no hacíamos por miedo a la resis-
tencia de los demás, se licuó muy rápido. Apremiados por la amenaza, nos
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Línea de envasado de Celusal
LA HABILIDAD DE MANTENER VIVA LA CONEXIÓN
Y resulta que Brasil o Singapur

están tan cerca o tan lejos como
el que vive a diez cuadras
Columna publicada en el diario LA NACIÓN, Argentina
Edición impresa sábado 18 de abril de 2020
Edición digital https://www.lanacion.com.ar/opinion/del-ego-al-eco-la-evolucion-de-conciencia-individual-
para-crear-una-cultura-de-colaboracion-nid2120557
C
ada vez es más evidente que los resultados de un grupo o una
organización dependen de las personas que la componen, y de la
Ariel Martín, Director de operaciones de TIMBÓ. Hoy, como muchos, no puede viajar y para no manera en que éstas se relacionan y trabajan juntas. La colabora-
extrañar utiliza como fondo de pantalla las instalaciones y entornos que recorría periódicamente. ción es un imperativo para responder en forma ágil a la volatilidad y la
aceleración del contexto, y más ahora, en este momento extra-ordinario
de pandemia.
Aislados, pero no solos

Desde el 20 de marzo ya “no tenemos a dónde ir”. Ya no “vamos” a la
oficina, el local comercial, la escuela, o cualquier otro lugar donde nos
reuníamos. Debido al aislamiento, perdimos el espacio que nos brindaba
un marco de contención e intercambio. Sin embargo, estar aislados no
significa estar solos. A pesar de la distancia, a través de las pantallas o el
teléfono, podemos seguir conectados. Paradójicamente, estar lejos nos
acercó más que nunca. Descubrimos que los compañeros que trabajan
en Brasil o en Singapur están tan cerca, o tan distantes, como el que vive
a diez cuadras. Las redes de contacto, en lugar de restringirse, se amplia-
ron en el trabajo y en las familias, que empezaron a encontrarse, a feste-
jar cumpleaños y retomar el diálogo con hermanos y primos con los que
hacía años que no se veían.
Gentileza Ariel Martín
Con todo el dolor y la incertidumbre que trae la pandemia, hay algo
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Salina La Colorada Grande, Gral San Martín, La Pampa

que podemos rescatar: mediadas por las pantallas, nuestras comuni-

caciones se están volviendo más planeadas, más estratégicas y, sobre
todo, más integradoras y empáticas. Tanto los líderes formales como
los informales, las personas que quieren ser una influencia positiva en
su entorno, están buscando que nadie se sienta “suelto” armando redes
de soporte, contención y acompañamiento recíproco. Porque nadie se
salva solo.
Necesitamos sentirnos “vistos”, valorados, necesarios. Por eso es tan

importante el contacto frecuente, la presencia amorosa. Las palabras
de aliento y reconocimiento son salvavidas, despertadores, energi-
zantes, contagian entusiasmo y dan oxígeno en un contexto hostil. Si
nos sentimos parte de una red, interconectados, interdependientes, in-
cluidos y unidos, los individuos ponemos más de nosotros mismos para La perspectiva EGO nos hace enfocarnos únicamente en nuestro propio
alcanzar un objetivo colectivo. beneficio. Este marco angosto tiene su costado sombrío: muchas veces
nos sentimos solos, aislados, impotentes, víctimas de fuerzas que nos
trascienden. Desde la consciencia ECO, en cambio, nos percibimos
Expandir la consciencia de interconexión incluidos en una red de relaciones complementarias sostenida por
un propósito en común. Los límites entre nosotros y los otros dejan
Se habla y se escribe mucho acerca de cómo obtener esta coopera-
de ser zonas de separación y se vuelven zonas de conexión, espacios
ción, cómo lograr que los individuos colaboren entre sí. Sin embargo, en
permeables, puentes por donde transitan energías, información,
la misma formulación está la trampa: nadie puede liderar este cambio
servicios, experiencias, reciprocidades. La consciencia de interdepen-
desde afuera. Abraham Maslow decía que, para que una persona cam-
dencia nos estimula a ponernos al servicio de los otros “con la cabeza, el
bie, es necesario que cambie su consciencia de sí mismo. Para cooperar
corazón y las manos”, como dice Scharmer, entendiendo que su bienestar
genuinamente, primero tenemos que tomar consciencia de que no es-
y su evolución contribuyen al nuestro y al del todo.
tamos aislados, sino que somos parte de un sistema mayor dentro del
cual estamos linkeados con otras partes que también lo integran, a las Cuanto más actuemos desde la consciencia holística, más colaborati-
que afectamos y nos afectan. De la apertura y la calidad de nuestra va será nuestra cultura. La tarea de las personas que lideran cambios es
consciencia de interconexión va a depender la calidad de nuestras potenciar este upgrade de consciencia, generar y nutrir el espacio don-
interacciones, y por lo tanto la calidad de los resultados colectivos de puedan germinar las conexiones y crear colectivamente el futuro que
que podamos lograr. queremos habitar. ■
Ojalá que esta situación extrema de pandemia acelere en cada uno el

despertar de una nueva consciencia de integración, y no sólo en el ámbito
laboral. Otto Scharmer y Katrin Kaufer, en su libro Teoría U: Liderando
desde el futuro a medida que emerge (2013), describen esta transición
como un upgrade del EGO al ECO, un viaje a través del cual vamos recu-
perando nuestra interconexión intrínseca con los demás, la sociedad, el
planeta y el mundo, que se puede resumir así:
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LA HABILIDAD DE VIVIR DE UN MODO MÁS FELIZ
Ecología de las decisiones

¿A qué le vas a decir NO?
Edición impresa sábado 15 de febrero de 2020
Edición digital https://www.lanacion.com.ar/economia/ecologia-de-las-decisiones-a-que-le-vas-a-
decir-no-este-anomet-exero-eugait-incin-cip-eujkbkjk-nid2333507
F
ormamos parte de una cultura en la que está bien visto decir que SÍ a
casi todo. Estar en todo, tener muchos proyectos simultáneos y estar
muy ocupados se asimila a empuje, compromiso, emprendeduris-
mo, autoexigencia y voluntad. Sin embargo, caemos muy habitualmente en
la utopía creer que podemos llevar a cabo tantas cosas a la vez, que pode-
mos controlar todo. Sabemos que el tiempo, la energía y los recursos con
los que contamos no son ilimitados. Cuando le decimos que sí a algo, en
simultáneo le estamos diciendo que NO a otras cosas que pueden ser
más importantes para nuestro desarrollo profesional, más en sintonía
con nuestros valores y con el estilo de vida que anhelamos.
¿Qué es esencial para mí?, ¿qué no? ¿Qué es un Sí o Sí? ¿Dónde están los
conflictos y los obstáculos? ¿Cómo va a impactar en otros ámbitos de mi
vida, en las personas que me importan, en mi entorno? Las respuestas ha-
rán más evidente la necesidad de decir que NO a algunas cosas, definir
qué vamos a dejar de hacer, qué ítems vamos a tachar de la lista, al
menos por ahora, para dar oxígeno y posibilidad de concreción a las prio-
ridades, y también para vivir de un modo más equilibrado y feliz.
Las tres dimensiones ecológicas del NO

Gentileza mariana mancuso
En la naturaleza no existen elementos u objetos aislados. Todo está in-
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Al decir siempre que SÍ, le estamos diciendo NO a cosas que quizás son más importantes
terconectado en redes de sistemas complejos e interdependientes, que se

relacionan entre sí con el objetivo último de asegurar la supervivencia. Si nales y voluntariosos. Lo asumimos así, no lo ponemos en duda.
se introduce un cambio, aunque parezca pequeño, repercute en el todo,
La dificultad para poner límites muchas veces se debe al ego, a la omni-
y puede generar más adelante un efecto considerable, impensado, que
potencia. Necesitamos que nos quieran, que nos valoren; queremos sentir-
pone en riesgo el equilibrio ecológico. Hoy sufrimos las consecuencias
nos indispensables e importantes para el otro. Sin darnos cuenta, por no
de nuestra arrogancia como especie, porque la mirada exclusiva en
decir NO quizás estamos siendo deshonestos e irresponsables, porque es
el beneficio a corto plazo nos ha puesto al borde del colapso, con el
muy probable que no podamos cumplir todo lo que prometimos.
riesgo de destruir al planeta y de destruirnos.
De la misma manera, en menor escala, cuando tomamos decisiones a ve- Decir NO para cuidar el equilibrio del sistema
ces nos olvidamos de que no estamos solos en el mundo, que un proyecto
Un buen ejercicio es hacer un paseo al futuro. Imaginemos que logramos
es más que un proyecto. Gregory Bateson, biólogo, lingüista, epistemólogo
el resultado que buscábamos. Me recibí; me nombraron en el puesto que
y figura emblemática de la cibernética y la teoría de los sistemas, introdujo
quería, me mudé; completé el proyecto que me apasionaba. Estos logros,
el concepto de Ecología de la Mente, que afirma que “un individuo sólo
que deberían ser felices y celebrados, a veces se empalidecen por el costo
puede ser comprendido cabalmente en el contexto de una sociedad, y ésta
que tuvimos que pagar en el camino. ¿Cómo impactó el viaje hacia el obje-
en el de un ecosistema determinado”. Nuestras ideas y acciones pueden
tivo en la gente que me importa? ¿Fue beneficioso también para ellos? ¿Se
generar desequilibrios ecológicos en nosotros mismos, las personas que
mantuvo el equilibrio?
nos rodean y el ambiente.
Este paseo imaginario hasta el escenario del logro puede ser revelador.
No poner(nos) límites en el presente probablemente termine afectándonos
Cuando decimos que SÍ a todo podemos estar amenazando el en el futuro. Por querer abarcar mucho, quizás nos hacemos daño o lasti-
equilibrio en tres dimensiones: yo, otros, ambiente. mamos a otros. Todos esos NO que no dijimos son residuos que dejamos a
lo largo del camino, que terminan perjudicando a nuestro ecosistema.
Decirme NO a mí mismo
Aprender a decir NO nos ayuda a tomar decisiones desde una pers-
Muchas veces nos imponemos demasiado a la vez, nos autoexigimos exa- pectiva contextual e integradora. Nos lleva a pensar en opciones inte-
geradamente. La sensación es la de no querer perdernos de nada. Además, ligentes para conservar, en todo lo posible, la armonía y el bienestar
tomamos lo nuevo y no soltamos nada de lo viejo. ¿Qué cosas importantes de todos los que integramos un mismo sistema. ■
estamos dispuestos a resignar en otros contextos (actividades, vida fami-
liar, tiempo dedicado)?
El exceso de actividad y de control puede llevarnos a la frustración y

al burnout. Decir NO es reconocer nuestros límites y ganar en claridad,
concentración y efectividad para lograr los resultados que deseamos.
Decir NO a los demás
Decir NO a otros puede ser difícil e incómodo, y muchas veces produce

culpa y vergüenza. Accedemos por impulso, por inercia, porque creemos
que no tenemos alternativa, “porque todos lo hacen”. O nos decimos que es
por compromiso, por tener la camiseta puesta, porque somos incondicio-
14 15
LA HABILIDAD DE SER PERMEABLE A LOS CAMBIOS DE CONTEXTO
Bigotes largos: cómo leer

el contexto con más perspicacia
y sensibilidad
E
n tiempos en que parece que todo lo sólido se desvanece en el aire,
cuando el presente es inestable y el futuro es imprevisible, es más
importante que nunca que podamos hacer buenas lecturas del con-
texto. Para ser más perspicaces en la observación y tomar las mejores
decisiones posibles, no hay mejores maestros que los gatos.
Los gatos son curiosos, exploradores, ágiles, equilibristas. Pueden pa-

sar entre los adornos sin tirar ninguno, recorrer la casa sin tropezar aun
en la oscuridad y reaccionar rápidamente a un cambio en el ambiente
incluso cuando están durmiendo. ¿Cómo lo hacen?
Al igual que sus antepasados salvajes, los gatos domésticos utilizan sus
bigotes para escanear el territorio. Estos pelos largos y rígidos, llama-
dos vibrisas, son sumamente sensibles, al punto de que pueden percibir
vibraciones en el aire que a los humanos nos pasan desapercibidas. Al
mover los bigotes, los gatos reciben la información del entorno y crean en
su cerebro una imagen muy detallada de lo que pasa a su alrededor. Esto
les permite orientarse, medir las distancias, detectar amenazas y evaluar
si es más seguro avanzar, esconderse o atacar.
Los humanos podemos extraer lecciones útiles del comportamiento de

los gatos para orientarnos mejor en la incertidumbre, reaccionar a tiem-
po, percibir las oportunidades y detectar con empatía el clima emocional
de nuestro entorno.
Gentileza @tegui
16 17
Germán Martitegui, dueño del restaurante Tegui y proximamente de Marti, fue el primero que
ofreció platos de alta gastronomía en los hogares.
¿Qué estamos viendo? ¿Qué nos estamos perdiendo de ver? Como líderes, compañeros de trabajo, padres o miembros de una co-
munidad, extendamos nuestros bigotes para estar bien alertas a esa va-
La amenaza vino de afuera, inesperada, traumática. Como animales
riedad de vibraciones, de modo que podamos despertar a los dormidos,
que somos, el miedo nos puso los pelos de punta y desató en nosotros las
acompañarnos entre todos con empatía y “contagiarnos” unos a otros
naturales respuestas adaptativas al estrés. De una pandemia no se puede
las emociones que nos ayuden a seguir navegando juntos en esta odisea
huir, está en todos lados: la opción 1 quedó inmediatamente cancelada. El
pandémica.
miedo paralizó a muchos, al menos al principio. Nuestros bigotes helados
sólo nos permitían detectar la contundencia de los datos duros: números Si somos capaces de percibir caminos y oportunidades, aunque no
que no cerraban, negocios y puestos de trabajo en peligro, imposibilidad tengamos una certeza absoluta de que resulte tal como lo imaginamos,
de mantener los métodos habituales de trabajar y comunicarnos. Pero ¿cómo podemos liderar la mirada de los otros en esa dirección? Es difícil
quedarnos quietos no es una opción para la supervivencia. A pesar de la caminar solos, necesitamos convencerlos de que nos acompañen. Mejor
incertidumbre y las pérdidas, seguimos adelante, tanteando el territorio aún es convertirnos en “activadores de bigotes” y estimular a otras per-
en el medio de la bruma. A medida que transcurrían los días empezamos sonas a desarrollar su agudeza para leer el contexto, de modo que pue-
a activar los bigotes y nos preguntamos si habría algún un camino posi- dan encontrar caminos para sí mismos y para los que viajamos con ellos.
ble. Sin perder la consciencia de las amenazas, comenzamos a detectar
aromas de oportunidad.
Bigotes en modo ON
Entretanto, caminando entre los obstáculos como los gatos, necesita-
mos estar alertas para actuar en forma oportuna. ¿Qué necesitamos ha- Cuanto más sensible y aguda sea nuestra lectura de lo que pasa, tene-
cer, ahora mismo, para adaptarnos mejor a las limitaciones del contexto? mos más probabilidades de ser empáticos, tomar mejores decisiones y
¿Qué ya no sirve, y probablemente no vaya a servir después de la pande- encontrar oportunidades y recursos donde parece que no los hay. Man-
mia, y necesitamos dejar de hacer? tengamos nuestros bigotes encendidos para reaccionar con buen timing
cada vez que cambien las condiciones del contexto (¡y ojalá que nunca
El futuro que podemos percibir hoy probablemente sea pura conjetu-
nos vuelva a tocar un cambio tan extraordinario como el que estamos
ra, pero es el único norte con el que contamos, y es vital que podamos
viviendo!) ■
mirar más allá del presente, aunque sea una hipótesis de no muy largo
plazo. ¿En qué aspectos necesitamos cambiar, reajustarnos o transfor-
marnos para ese mañana imaginado? ¿Estamos creando las condiciones?
Y si percibimos en el aire una oportunidad, ¿nos animamos a saltar?
Bigotes empáticos
La amenaza para la vida y para la economía que trae la pandemia nos
bombardea desde la realidad, los medios de comunicación y está en todas
las conversaciones. Es, sin duda, un contexto de grandes riesgos y pérdi-
das dolorosas. Pero no todos tenemos la misma respuesta emocional a lo
que pasa. Algunos son corajudos, hasta temerarios, y siguen avanzando.
Otros, en cambio, se dejan ganar por el miedo, el estrés y la ansiedad y
se quedan quietos, dormidos o encerrados en pensamientos y conductas
improductivas.
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LA HABILIDAD DE CAMBIAR SIN DEJAR DE SER QUIEN SOY
Identidad y trabajo:
¿lo que soy es lo que hago?
Edición digital https://www.lanacion.com.ar/opinion/identidad-y-trabajo-lo-que-soy-es-lo-que-hago-
nid2136569
C
uando alguien nos pregunta: “¿Vos, qué hacés?”, tendemos a con-
testar en una categoría distinta: Soy panadero, soy metalúrgico,
soy bióloga, soy asistente/líder de proyecto, soy gerente de la em-
presa Tal o Cual. Ya desde el lenguaje confundimos el hacer con la identi-
dad. Nos definimos con etiquetas vinculadas a nuestro mundo laboral o
profesional; nos identificamos con los roles, posiciones, funciones y títu-
los, y con los nombres de los lugares donde trabajamos. Parafraseando a
Descartes, para muchos el lema parecería ser: “Trabajo (de esto, en este
lugar), luego existo”. Esas etiquetas, que funcionaron armoniosamente en
otras épocas y para otras generaciones, cuando el mundo era más estable
Gentileza Guillermo maglieri, Gerdau, director ejecutivo para argentina y uruguay

y predecible, hoy tienen que flexibilizarse, porque la velocidad del entor-
no nos empuja con una frecuencia inusitada a actualizarnos, ejercer nue-
vos roles, probarnos en cosas nuevas y, algunas veces, a reinventarnos.
El miedo a no ser nadie

Algunas personas que se resisten al cambio porque sienten amenazada
la noción que tienen de sí mismos. Si no soy “mi trabajo en Tal o Cual lugar”,
¿quién soy? El miedo a no ser nada, no ser nadie, los lleva a quedarse don-
de están, aunque la estén pasando mal, se aburran o se sientan estancados.
Por temor a perder(se) se eternizan en lo conocido, aunque tengan que
pagar un costo altísimo en términos de felicidad y desarrollo profesional.
20 21
Mucha gente tiene el casco y el uniforme colgado en sus casas y sin uso desde hace
meses, nadie deja de ser quien es por dejar de hacer lo que hacía.
Las etiquetas de identidad que nos ponemos afectan nuestras eleccio- pareciera que nunca es el momento ideal para tomar decisiones de cam-
nes y comportamientos: Soy ingeniero, no psicólogo. La gente no es mi bio. Sea cual sea el lugar en que nos encontremos en el presente, todos
tema , decía el gerente de producción de una metalúrgica. No se daba podemos evolucionar y sentirnos más plenos si nos animamos a soltar
cuenta de que esa definición histórica de ingeniero ya es obsoleta, y que las etiquetas a las que nos aferramos y a imaginar otras posibilidades.
quien no pueda desarrollar habilidades interpersonales pronto se que-
dará fuera del juego.
Nuestra identidad es una construcción en proceso
La confusión del trabajo con la identidad es aún más fuerte en las per-
sonas que se desempeñan en compañías prestigiosas y grandes marcas. Lo que hacemos, el rol y el ámbito en el que trabajamos son factores
La historia de Alejandra es similar a la del personaje de Anne Hathaway importantes de nuestra identidad, pero no nos definen por completo.
en la película El diablo viste a la moda. Cuando entró como pasante en Quienes somos hoy es sólo una versión circunstancial de los muchos yo
una compañía química líder a nivel global, llamémosla X-Lab, sintió que que podemos ser, porque siempre estamos en tránsito, construyendo
tocaba el cielo con las manos. Ascendió muy rápido, y en siete años llegó identidad con nuevas experiencias. Nuestra esencia no se pierde en el
a ser gerente de marketing regional. “Estaba viviendo mi sueño. Ganaba cambio, sino que va sumando y se resetea cada vez que logramos atrave-
muy bien, me sabía respetada y necesitada por mi jefe y la compañía, y sar un nuevo aprendizaje. Si flexibilizamos nuestra noción de identidad
daba todo de mí. Para mí misma y para los demás, yo era ¡“Alejandra de podemos crear nuevas versiones de nosotros mismos, más ricas, más
X-Lab”! Lo decía así, casi como si fuera mi apellido de casada. ¡Estaba tan complejas, que nos brindan más opciones para crecer y ser más felices. ■
orgullosa de lo que había logrado!”.
En los últimos años, la empresa pasó por grandes cambios. Se multi-

plicaron sus responsabilidades. El clima era cada vez más tóxico, pero
ella lo tenía naturalizado. “Trabajaba 12 horas al día, incluso los fines de
semana. Estaba siempre estresada, y eso afectó mi relación con mi pareja
y con mi familia.”
Alejandra se había identificado por completo con su trabajo y con la

empresa. Aunque estaba agotada, no se podía imaginar en otro trabajo.
“¿Quién era yo si me iba de X-Lab? ¿Quién era yo, si mi marca personal no
estaba asociada a la marca corporativa? No era nadie, dejaba de ser yo.
Hasta que ya no pude más. Comencé a mirar hacia afuera y salí a buscar
alternativas, y cuando uno se abre empiezan a aparecer posibilidades. Al
poco tiempo ya estaba trabajando en una empresa de otro rubro, donde
fui logrando cosas que ni siquiera pensé que eran posibles para mí, no
sólo en cuanto a mi profesión sino también a mi calidad de vida. Y nada
de eso habría sucedido si me hubiese quedado en la ruta ‘segura’”.
Vivimos en momentos turbulentos, donde la realidad es de por sí bas-

tante pobre en opciones para elegir. Pero las posibilidades se vuelven
todavía más escasas si sumamos nuestras propias limitaciones. Quizás
para la mayoría sea difícil, hoy, hacer un cambio tan radical como el que
hizo Alejandra. Sin embargo, sin minimizar la situación ni ser idealistas,
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LA HABILIDAD DE LIDERARNOS E INFLUIR SOBRE OTROS
No esperes.
Provocate y provocá
Edición impresa sábado 30 de mayo de 2020
Edición digital https://www.lanacion.com.ar/economia/bitacora-pandemia-trabajo-semana-8-mapeo-talen-
tos-nid2366842
Hacer con lo que hay a mano: tutorial de @martinchurba para hacer tapabocas descartables fu-
A
sionando servilletas de papel y bolsas de basura con la plancha. La Cooperativa La Juanita utilizó mediados de abril, muchas de las personas y organizaciones a las
esta receta para producir diez mil unidades a pedido del banco Santander para sus empleados que acompaño ya habían iniciado cambios para adaptarse al es-
cenario de crisis provocado por la pandemia, y estaban evaluando
qué, de lo que habían aprendido y logrado en las primeras semanas, les
iba a resultar útil seguir sosteniendo. En ese momento, pese a la incerti-
dumbre de la fecha de retorno, y dependiendo del tipo de actividad, las
acciones se ordenaban en torno a la expectativa de una “nueva normali-
dad” más o menos próxima. Varias semanas después, enfrentados a un
horizonte que se corre continuamente, empezamos a entender que esa
“nueva normalidad” quizás sea este estado de ambigüedad de larga, tal
vez larguísima duración, que nos lleve a cambios todavía más radicales y
permanentes de los que ya estábamos ensayando.
En este sentido, unos días atrás se conoció un mensaje de Brian Ches-

ky, CEO de Airbnb, anunciando la nueva estrategia de la compañía de
retrotraerse a su negocio principal, las personas comunes que alojan a
viajeros en sus hogares y ofrecen experiencias, y cerrar otros empren-
dimientos asociados. Las difíciles decisiones emergentes, que incluyen
importantes recortes de inversiones y de personal, están basadas en dos
verdades ineludibles: 1) No sabemos exactamente cuándo van a volver
los viajes; 2) Cuando efectivamente vuelvan, van a ser distintos.
A nivel global y local, en las organizaciones y en los individuos, está

Gentileza la juanita
24 25
despertando una certeza. A pesar de lo difuso que se muestra el futuro, nuestra idea de futuro sea una hipótesis, es mucho más útil, estratégi-
aunque no sepamos cuándo ni cómo va a terminar este ciclo, asoma una camente, pensar en lo que sí vamos a poder hacer que en lo que no.
claridad estratégica: si no vamos a ser los mismos, no podemos seguir Y esa posibilidad de un futuro, aunque sea distinto a lo que conocíamos,
haciendo lo mismo que antes. Y sobre esa piedra podemos elaborar hi- es una pequeña roca en el fondo del agua, un punto de apoyo donde po-
pótesis de lo que puede pasar y encontrar un norte para planear nuestra demos tomar impulso. De ese gesto viene etimológicamente la palabra
transformación. A la luz de ese faro, empezamos a mirarnos y a mirar a resiliencia: rebotar, retornar, volver de un salto. A partir de ese empujón
las personas con las que trabajamos en términos de su capacidad para que pegamos desde la oscuridad, nadamos casi desnudos hacia la luz,
el cambio. Mapeamos en nosotros y en los demás el talento que se va a despojados, liberados de las certezas de antes, de lo que veíamos como
necesitar para la reconversión. imposible y nos sentíamos incapaces de hacer. Rebotamos y nos arries-
gamos, porque la pandemia, con todo sus males, también nos vuelve más
resilientes para adaptarnos y transformarnos, una vez más y todas las
Una doble mirada para mapear los talentos con vistas al futuro que sea necesario.
Lo que hoy está en juego, más que nunca, es nuestra capacidad de Está claro que no todo depende de nosotros. Pero hay mucho que po-
liderarnos a nosotros mismos y de influir sobre las personas que demos hacer si creemos que somos protagonistas del cambio y sali-
nos rodean para que el equipo de trabajo, el proyecto o la organización mos a provocarlo. No porque sea totalmente cierto, sino porque es más
se transformen en base a lo que suponemos que va a suceder. estratégico y nos abre más posibilidades pensarnos desde ahí.
Hay una doble mirada que indaga simultáneamente en singular y en plural: Apropiarnos y autogestionar los desafíos, resiliencia, creatividad y
cooperación: estas son las competencias críticas de esta época, lo que sí
• ¿Tengo/tenemos la capacidad de cambiar, de adueñarme/adueñarnos
podemos manejar. Probablemente estos sean los talentos para sobrevivir
de los nuevos desafíos, de desarrollar los talentos que se necesitan, de
y llegar mejor parados a ese futuro que empezamos a imaginar, segura-
ejercer roles nuevos y distintos?
mente distinto, pero no vacío de posibilidades. ■
• ¿Puedo/podemos liderar a nuestro entorno hacia los cambios que se
van a requerir, ser una influencia positiva?
Resiliencia: rebotar hacia la luz

En medio de estos meses dolorosos y erráticos, hay algo luminoso y
positivo para destacar: se han licuado las resistencias. Lo que antes
nos llevaba años cambiar o no se hacía, porque implicaba mucho esfuer-
zo y largas luchas para vencer la inercia, hoy se resuelve en pocos días.
Los datos concretos nos golpearon en la cara. Caída en las ventas, activi-
dades se volvieron irrelevantes, reducción de los ingresos y pérdidas de
puestos de trabajo. El miedo al naufragio nos vuelve más ágiles: enten-
demos con claridad que es más peligroso seguir haciendo lo mismo que
saltar hacia lo desconocido.
Hay muchas puertas cerradas, y otras se están cerrando. Pero no sirve

de nada enfocarnos en lo que ya no se puede o no se va a poder. Aunque
26 27
LA HABILIDAD DE RECONOCER Y CELEBRAR
Cada vez que aplaude al equipo

se celebra a sí mismo por
la garra que le está poniendo”
Edición digital https://www.lanacion.com.ar/economia/que-garra-le-ponemos-al-trabajo-estos-nid2357458
L
os aplausos eran siempre a las nueve en punto. Durante dos meses,
cada noche, las personas se tomaban un ratito antes de la cena y
salían a sus ventanas y balcones para agradecer a todos los profesio-
nales y trabajadores de la salud que se ponían al hombro los efectos de
esta pandemia.
Antes, siempre, en cualquier contexto y circunstancia, celebrar, reco-

nocer y agradecer a las personas que trabajan con nosotros es una com-
petencia fundamental del liderazgo. Hoy, que estamos aislados, hipersen-
sibles, en carne viva; cuando el estrés nos drena gota a gota la energía,
esta habilidad cobra un peso inédito. Para seguir poniéndole garra a lo
que hacemos, necesitamos mantener altas la motivación, la alegría y la
unidad del equipo.
Llevamos casi 100 días desde el inicio del aislamiento social. Los áni-
mos, al principio bien dispuestos por la mayoría, empiezan a decaer.
Una encuesta de UNLAM realizada en estos días demuestra que el esta-
do de ánimo general decayó el 40%. Progresivamente van creciendo las
preocupaciones y la ansiedad. No podemos saber del todo cómo la están
Gentileza la nacion, Foto Soledad Aznares
pasando hoy las personas que nos rodean. Por eso es tan importante que
no nos olvidemos de calzarnos los anteojos que destacan lo que mere-
ce ser apreciado y reconocido. Como mejor podamos, dentro de nuestra
propia emoción, comuniquemos lo mucho que estimamos su esfuerzo,
28 29
A las 21.00 los argentinos salían a aplaudir al personal médico que combatía la pandemia
su compromiso y su responsabilidad en este tránsito tan difícil, cuánto lo que esperaban, sino que ya se anticipa la ventaja y es probable que
valoramos lo que sí están y estamos pudiendo hacer juntos, a pesar de las no haya vuelta atrás.
múltiples limitaciones del entorno.
La diversión también es reconocimiento

Emociones administradas
El home office puede resultar muy estresante y cansador, en especial
Estamos transitando lo que el presidente de la Nación llamó “cuaren- para aquellos que además deben repartir su atención entre la pareja, los
tena administrada”, para ir volviendo gradualmente a la actividad sin hijos y las tareas del hogar. Mantener un espíritu lúdico y relajado es una
arriesgarnos a una recaída. De la misma manera, podemos “administrar” forma de distenderse sin perder el foco. Divertirse es sentirse contenido
los estados de ánimo, dosificando la motivación y la energía para poder y sentirse parte.
seguir avanzando en esta larga noche de la que todavía no vemos la luz
Algunas personas están convocando a sus equipos en “after” virtuales,
al final del túnel.
generalmente los viernes a la tarde, a través de aplicaciones como Zoom.
Es bueno pensar que está en nosotros influir sobre el ánimo de colegas Otras organizaron sorteos y juegos interactivos. Espontáneamente fue-
y colaboradores, o de la familia, contribuyendo a crear estados emocio- ron surgiendo chats grupales distendidos al final de la jornada donde,
nales que ayuden a sentirse mejor y recargar las pilas A lo largo del día, mate de por medio, los integrantes de los equipos comparten las expe-
de la semana, de lo que dure la cuarentena, acordémonos de generar mo- riencias del día. Estas iniciativas afianzan los lazos y generan una espiral
mentos de reconocimiento donde vayamos “administrando” píldoras de de positividad, un motor de motivación y buen ánimo.
energía, gestos amorosos, mimos y palabras de aliento: “Celebro que ha-
yan salido bien las cosas”, “Destaco la polenta que le pusieron”, “Me gusta
cómo lo hiciste”, “Te felicito”, “Buen trabajo”, “Gracias a todos, lo hicimos En esta larga noche de incertidumbre, no nos olvidemos de reconocer,
muy bien. Quiero que pasen más de estas cosas”. agradecer y celebrar. Un mensaje de aliento o unas risas durante el día
pueden hacer la diferencia en la dinámica de un equipo, una organización
Celebremos con alegría lo chiquito, las pequeñas conquistas, el camino
o una familia. Sigamos apoyándonos. Sigamos aplaudiéndonos. Porque el
recorrido. Una palabra en el momento oportuno, en una reunión virtual
lema mosquetero, “Todos para uno y uno para todos”, nunca estuvo tan
o en una llamada, un mensaje de Whatsapp pueden hacer la diferencia
vigente, nunca calzó tan bien ni fue tan importante como ahora. ■
en el ánimo y en los resultados. Un aplauso colectivo metafórico antes de
cerrar el día o la semana de trabajo nos aporta oxígeno y vitaminas para
seguir. El otro día, un cliente me dijo: “Cuando aplaudo en el balcón, y
cada vez que reconozco a mi equipo, también me celebro a mí mismo por
la garra que le estoy poniendo”.
Quién sabe, tal vez tengamos algunos goles inesperados y victorias

históricas para celebrar con fuegos artificiales. Paradójicamente, forza-
dos por la disrupción de la pandemia, se están haciendo grandes cam-
bios, cuestiones que estaban postergadas o no creíamos posibles de
lograr. La capacidad humana para adaptarse nunca estuvo puesta tan a
prueba, y demostramos que podemos hacerlo mucho más rápido y con
menos resistencia de lo que pensábamos. Muchos comienzan a decir
que las nuevos métodos de trabajo no sólo están funcionando mejor de
30 31
LA HABILIDAD DE DECIDIR CON LIBERTAD
¡Se casaron a escondidas

durante la cuarentena
obligatoria!
Edición impresa domingo 7 de junio de 2020
Edición digital https://www.lanacion.com.ar/sociedad/la-responsabilidad-ortodoxia-libertad-nid2374180
Rabino Fabián Skornik
Rabino de Florida y director institucional de Lamroth Hakol, incubadora de proyectos solidarios.
E
n estos días, las imágenes de una boda judía ortodoxa a la que acu-
dieron más de cien personas, en plena cuarentena, provocaron es-
VIVO ¿Poco ortodoxo o nada ortodoxo? tupor, enojo y hasta indignación.
El 27 de mayo conversamos en vivo con @rabfabianskornik sobre la diferencia que hay entre dejamos liderar Lo ocurrido es claramente injustificable, irresponsable e ilegal. Buscando
y autoliderarnos en las decisiones que tomamos, asumiendo las consecuencias individuales y colectivas de
nuestras acciones. Todos tenemos una cuota de ortodoxia, que a veces nos lleva a entregar nuestra libertad a entender por qué estas personas estuvieron dispuestas a arriesgar su sa-
cambio de identidad y pertenencia. lud, su vida y las consecuencias penales de su transgresión, tuve el lujo de
conversar con Fabián Skornik, rabino de Florida y director institucional
de Lamroth Hakol. Lo que sigue es un resumen de ese diálogo fructífero.
Buscamos respuestas para paliar la incertidumbre

Vivimos en tiempos de enorme incertidumbre y temor. Nuestra psi-
quis humana parece no estar equipada para tolerar durante tanto tiem-
po la ambigüedad y lo desconocido. Les pedimos respuestas a nuestros
referentes, pero en el contexto de pandemia, las pocas certezas que nos
pueden dar son de corto plazo y se desactualizan rápido. Quizás lo más
próximo a una certeza que tenemos hoy sean las medidas de aislamiento
social preventivo y obligatorio (ASPO). Aun así, después de tantos días,
el cansancio y la preocupación por la economía encienden los debates
sobre la efectividad de estas normativas. Hay disenso, hay oposición, hay
libertad de expresión y, a veces, rebeldía.
33
Andrea Churba
Sin embargo, en los grupos ultraconservadores, ya sean seculares o re- quienes nos rodean. Pocas veces los padres decimos que NO a las famosas
ligiosos de cualquier credo, es mucho más difícil desafiar la palabra del ¨previas¨ de los adolescentes o a las “fiestas de egresados”, siempre tan al
líder. Su interpretación suele estar por encima de cualquier ley, y de las li- límite de la tragedia. Nos decimos que lo hacemos en aras de la armonía
bertades individuales. El problema es que los lentes a través de los cuales familiar y por temor a que nuestros hijos sean excluidos por sus pares.
estos líderes radicales filtran la realidad pueden estar desconectados del
Cuántas veces usamos el celular mientras manejamos, o superamos la
contexto y desactualizados. Quizás, en algún momento en la historia, es-
velocidad permitida, “sólo por esta vez”. Nuestra inteligencia siempre en-
tuvo justificado que una boda no se pudiera postergar, pero es debatible
cuentra una justificación que lo amerita. Algunos sufrimos ciertas partes
en el presente, y mucho más en medio de una pandemia. ¿Es posible que,
de nuestra vida, en el trabajo, la pareja o las amistades, pero no nos ani-
así como Sócrates prefirió la cicuta al exilio, los participantes de esta fies-
mamos a dejarlas porque nos dan identidad y pertenencia. Preferimos
ta se hayan arriesgado por temor a ser excluidos, a perder su identidad?
sentirnos seguros antes que la libertad de ser nosotros mismos. Cuando
cumplimos lo que se espera de nosotros sin cuestionarnos, somos tan
dogmáticos como muchos de los grupos que criticamos.
Todos tenemos una cuota de ortodoxia
El jasidismo y el psicoanálisis coinciden en que si algo nos enoja mu-
cho es porque hay algo adentro nuestro que se juega. La indignación ge- Responsabilidad es responder con habilidad
neral provocada por el casamiento ortodoxo en cuarentena quizás refleje
Vivir en sociedad implica resignar grados de libertad para obtener
nuestra propia ortodoxia en otros ámbitos. ¿Cuántas veces nos dejamos
ciertos niveles de seguridad. Pertenecer a una sociedad exige tomar con-
llevar ciegamente, sin medir las consecuencias para nosotros mismos ni
ciencia de las limitaciones a las que debemos someternos.
para los demás, al punto de ser irresponsables? ¿En qué cuestiones de
la vida nos dejamos influir por un líder, una causa o un grupo, y entre- Pareciera que somos muchos los que padecemos del sesgo de confian-
gamos casi sin resistencia nuestro poder de decisión y nuestra libertad? za que lleva al individualismo: A MÍ NO ME VA A PASAR. A NOSOTROS
¿Cuántas veces nos dejamos convocar sin preguntarnos nada, sin dudar, (mi grupo, mi familia) NO NOS VA A PASAR. Al creernos inmunes, nos
sin conciencia de lo que tendremos que resignar, a cambio de seguridad, arriesgamos y exponemos a los demás. Y en tiempos en que la velocidad
pertenencia e identidad? de contagio es exponencial, ese “otro” puede ser tan inmenso como un
barrio, una ciudad, un país o un planeta.
Hace pocos días, 60 personas asistieron a un funeral en Lobos, un gru-
po numeroso -incluido un dirigente político- festejó un cumpleaños y lo
justificó como una costumbre gitana (hablando de ortodoxia) y 20 per-
Del individualismo al colectivismo
sonas participaron de un baby shower en Necochea, resultando en casos
positivos de coronavirus que obligan a la ciudad a volver a la Fase 1. Hay Esto en Japón no ocurriría. La cultura japonesa, dijo Anna Kazumi Stahl
quienes creen que las medidas de ASPO limitan su libertad individual y en una reciente conferencia Ted, está basada en el colectivismo. “Yo me
proponen salir igual a la calle amparados en el artículo 14 de la Constitu- cuido para cuidarte”, porque el bien del todo es más importante que el
ción Nacional. Otros circulan sin tapabocas, se juntan en asados y partidos bien de las partes, lo colectivo prevalece sobre lo individual. Los japo-
de fútbol, se escapan a la costa, se suben a un barco. Ante la falta de certe- neses, no ahora sino por cultura, usan guantes y barbijos cuando están
zas generada por la pandemia, algunos se calzan el sombrero de su propia resfriados para no contagiar a otros, se quitan los zapatos antes de entrar
certeza, la que les da su ideología, su afiliación a un partido político o a un a las casas, se saludan sin tocarse con una inclinación, porque mantener
grupo social, y salen, solos o en manada, a manifestar su rebeldía. la distancia es una muestra de respeto. Es posible que estas normas cul-
turales, dice Kazumi Stahl, hayan influido fuertemente en el éxito que ha
En nuestra vida cotidiana, muchas veces minimizamos las amenazas
tenido Japón en controlar la curva de contagios.
y no somos conscientes del riesgo al que nos exponemos y exponemos a
34 35
Un espíritu de colectivismo similar recorre la cultura judía. Jaim, la

palabra que usualmente se traduce como “vida”, en realidad es plural,
“vidas”, porque siempre incluye al otro. Martín Buber define al hombre
como ser social, porque sólo se es “con otro”. ¿No sería hora de cambiar
“aislamiento social” por “aislamiento físico”? ¿No nos haría más cons-
cientes de que estamos todos en el mismo barco, y que nadie se puede
salvar solo?
Autoliderarnos para ser libres

Pensemos que qué tipo de influencia somos para nuestros hijos, fami-
lia, compañeros y grupos de pertenencia. ¿Somos ultraortodoxos, dog-
máticos, monolíticos? ¿Permitimos el disenso, el debate? Las personas a
las que les importa ser una influencia positiva en su entorno no piensan
en términos de obediencia, no quieren seguidores ciegos. El verdadero
liderazgo, el de Moisés, el de Jesús, es un liderazgo amoroso, un liderazgo
de servicio al otro. “Yo me cuido para cuidarte”: yo me pongo límites, me
hago responsable de mis acciones, entrego una parte de mi libertad, re-
signo mi comodidad y mi ego para cuidar a los que me rodean.
Exploremos nuestras conductas. Reflexionemos sobre nuestra respon-

sabilidad individual y social. Es probable que descubramos puntos cie-
gos, mandatos encorsetados, identidades frágiles, pertenencias nocivas,
creencias que atrasan, sombreros de certezas vacías. En ese autorretrato
podemos encontrar las puntas para desenredarnos y ser libres, para ser
nuestros propios líderes y orientarnos hacia conductas responsables y
solidarias.
¡Muchas gracias, Rab Fabián!
L’jaim! ¡Por la vida!
36 37
Poco ortodoxa, la serie que es un boom en cuarentena. ¿Qué tan libres somos a la hora
netflix
de tomar decisiones?
LA HABILIDAD DE ESTAR PRESENTES PARA EL OTRO, EN MODO DAR
Construir con lo que tenemos: una

épica de la tozudez y la esperanza
Edición impresa sábado 27 de junio de 2020
Elena Santa Cruz Edición digital https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/construir-lo-tenemos-una-
epica-tozudez-esperanza-nid2384836
Docente, titiritera y voluntaria. Transforma objetos cotidianos en historias con magia.
C
onocí a Elena Santa Cruz hace ya varios años en Plaza de Mayo,
donde las dos somos voluntarias de la Red Solidaria. Nuestras ac-
VIVO Charlemos de lo que nos pasa tividades profesionales pertenecen a universos distintos: ella es
El 13 de junio charlamos con Elena Santa Cruz, a quien admiro personal y profesionalmente, sobre lo que nos docente y titiritera (y reina de las metáforas), y se desempeña en ámbitos
pasa en esta cuarentena. Hablamos de la actitud “gánica” para buscarle la vuelta a la situación, haciendo con
lo que se tiene, y no con lo que se quiere. De mantener nuestro rol aunque no haya paredes y estar presente educativos y de salud; yo estoy en el mundo de los negocios, facilitando
para los otros, en “modo dar”. cambios en el mundo laboral. Conversando sobre lo que nos pasa en este
tiempo de cuarentena, nos dimos cuenta de que nuestras experiencias
muchas veces se cruzan, y algo de eso es lo que queremos contar acá.
La actitud “gánica”
De las muchas formas posibles de resumir este diálogo, elegimos em-
pezar por lo que Elena, con su humor habitual, llama “actitud gánica”.
¿Dónde nos paramos frente a esta crisis sanitaria y social? ¿Nos aferra-
mos al mástil del Titanic o buscamos la forma de salvarnos? Ese “salvar-
nos” no es un “sálvese quien pueda” individual. El coronavirus nos de-
mostró que todos estamos hechos del mismo material: ricos y pobres, de
todas las edades, razas y nacionalidades; de países poderosos y del tercer
mundo. Todos somos personas que piensan, sienten, aman, tienen frío y
hambre, y nos toca transitar juntos esta etapa histórica. La democracia
del riesgo nos incluye a todos, y sólo podemos salir si le ponemos ganas,
con energía, unidos, apoyándonos y ayudándonos entre todos.
38 39
Andrea Churba
La pandemia vino desde afuera y puso al mundo patas para arriba. El sea, por teléfono, por radio, por televisión. Es doloroso y ridículo pensar
panorama, sin duda, era incierto y atemorizante. Algunas voces pregona- que, en pleno siglo XXI, esas personas se tengan que quedar aisladas. La
ron amenazas y pérdidas. Algunos ojos se enfocaron en las limitaciones pandemia hizo todavía más visibles las diferencias, y está claro que se
y en las imposibilidades. Otros, nosotras -resilientes, “gánicas”, tozudas y van a necesitar políticas públicas para garantizar que todos tengamos el
esperanzadas-, empezamos a buscarle la vuelta. Le pusimos todo, hasta mismo acceso a las herramientas, y para sostener los espacios educativos
los riñones. Aunque estuviéramos asustadas y nos tuviéramos que tapar y de trabajo para que nadie se pierda la oportunidad.
las ojeras con Albalatex amarillo. En el medio de la bruma encontramos
algunos focos de luz y creamos oportunidades para seguir haciendo. Cla-
ro que un modo distinto, pero posible, concreto. Utilizamos los materia- Sin paredes, pero con el ROL intacto
les y herramientas que teníamos a mano, porque se construye con lo que
El aislamiento obligatorio nos privó de los lugares de trabajo y encuen-
tenemos, no con lo que queremos.
tro habituales. Y aunque ya no tenemos las paredes de las aulas o de las
oficinas, los maestros y los líderes seguimos teniendo el ROL. Es bueno
aclarar que este rol no es necesariamente jerárquico. Otra vez, se trata de
Cambiamos. No nos quedaba otra
una actitud. Más que SER maestros o líderes, es un ESTAR en el rol, un se-
El aislamiento nos obligó a reforzar o a inventar nuevas formas de co- guir buscando el modo de estar presente para los demás. Y esa presencia
municarnos, de querernos, de trabajar juntos. Sorprendentemente, con debe estar cargada de sentido, no en “modo avión” o piloto automático
la cuarentena los cambios ocurrieron muy rápido. Los que íbamos rea- sino en modo DAR, con el compromiso con el otro. “Estoy acá, no me fui”,
lizando pasito a pasito, en el ámbito de Elena y en el mío, de pronto se estoy para que juntos vayamos levantando los miedos y los fantasmas, el
aceleraron. En 48 horas o en una semana, no sin esfuerzo, los que decían pesimismo, la negatividad. “Te veo”, “te escucho”, “te espero”, y también
“esto no se puede” dejaron de decirlo, porque, con pruebas y errores, ya “te necesito, porque no tengo todas las respuestas”, “te agradezco”, “te fe-
lo estaban haciendo. Y a las tres semanas, ya lo hacían de taquito. Com- licito”. La comunicación, que antes se daba por sentada, de repente entró
pañías enteras, equipos, escuelas, institutos, voluntarios y trabajadores en la agenda. Es más pensada, más empática, más efectiva y afectiva. Y
independientes pasamos en un tris del modo presencial al modo online. busca ser “contagiosa” en el buen sentido, influencer de las ganas, des-
Hasta los menos duchos, los que éramos 100% presenciales, nos ami- pertadora del entusiasmo y grúa del coraje que hace falta para enfrentar
gamos con la tecnología, aprendimos rapidísimo y dejamos atrás nues- estos tiempos tan difíciles.
tras resistencias. No nos quedaba otra. Restauramos los eslabones de
las cadenas, reafirmamos las redes y las ampliamos más allá de lo que
imaginábamos. Equipos que se reunían cada dos o tres meses, debido la Entrar descalzos en la casa del otro
distancia, hoy lo hacen mucho más seguido, tal vez una vez por semana, y
La presencialidad es fabulosa, pero en circunstancias excepcionales la
piensan mantenerlo así. Todo eso es ganancia para el futuro.
virtualidad nos une. A través de las pantallas entramos en las casas de
otros y dejamos que otros entren en nuestras casas. Nos reconocemos
parecidos, en pantuflas, de entrecasa, con las mismas desprolijidades
El mayor desafío es la inclusión
para manejar las herramientas (“¡Te congelaste!”, “No sé qué toqué, ya
El mayor desafío, y la tristeza más grande, es que no todas las personas no te escucho!”). Entramos en la realidad del otro, generamos un víncu-
tienen el mismo acceso a la tecnología. Hay localidades sin conectividad, lo de intimidad que antes no teníamos. Entender lo que le pasa, dónde
alumnos y colaboradores sin computadoras, lugares donde no llega ni está, saber cómo está, qué necesita. Nos podemos poner en sus zapatos,
siquiera la electricidad. ¿Cómo incluirlos en la trama? Se están haciendo pero para eso tenemos que vaciarnos de los nuestros, entrar descalzos y
esfuerzos “gánicos”, increíbles para llegar como sea, de la manera que en puntas de pie, respetuosamente, reconociendo su cultura. Habernos
40 41
conocido de una manera tan genuina va a tener consecuencias maravillo-

sas. La mirada solidaria y amorosa, la presencia del otro en nuestras vi-
das, la empatía, nos va a permitir cambiar el mundo, o al menos expandir
ese pedacito de mundo que tenemos para dar. No podemos prometerle
que le vamos a solucionar nada, pero podemos prometerle que vamos a
estar ahí, haciendo lo posible.
Empatía también es poder leer el contexto. Entender que estamos en

pandemia, que todos estamos en la misma curva de aprendizaje, avan-
zando día a día a fuerza de ensayo y error. No podemos tener las mismas
expectativas y exigencias que antes, ni las mismas reglas, y que el otro
quizás hoy no tiene las mismas posibilidades. Si leemos el contexto con
los mismos anteojos de antes no sólo no ayudamos, quizás hacemos daño.
El año que ganamos. Lo que pudimos hacer entre todos y a pe-

sar de todo
Este año será recordado como el año de la pandemia. Pero también
como el año en que aprendimos a ser más resilientes, a encontrarnos
con personas con las que no nos hubiéramos encontrado de otro modo.
Nadie puede negar lo crítico de esta situación; muchos han perdido seres
queridos, el trabajo, la seguridad y tantas otras cosas. Sólo el entramado
afectivo podrá sostener tanto dolor. La virtualidad no reemplaza la magia
de encontrarnos y abrazarnos, pero suma. No es presencial o virtual, es
presencial y virtual. Es lejos y cerca. Es dolor y aprendizaje. No es un año
perdido, como dicen algunos: es tiempo de reconocimiento y reencuen-
tro, de dejarnos mutuamente una impronta. Es el año en que brilló la épi-
ca de lo “gánico”, la tozudez y la esperanza, cuando construimos el relato
de lo que pudimos hacer, entre todos y a pesar de todo. ■
Gentileza netflix
42 43
Melanco, el títere que acompaña a Elena en casi todas sus presentaciones, usa zapatillas que
eran de su hijo. Toda su identidad está construida en la ropa que recoge toda su historia.
LA HABILIDAD DE SER CREATIVO PARA TRANSFORMARSE Y TRANSFORMAR
Superávit creativo. Sembrar

recursos para hoy y para el futuro
Edición impresa del martes 11 julio de 2020
Martín Churba Andrea Churba Edición digital https://www.lanacion.com.ar/economia/superavit-creativo-sembrar-recur-
sos-hoy-futuro-nid2393480
Creador textil y empresario de moda. Inspira creatividad a través de su cuenta de InstagramTV #pasaleeltrapo
En Instagram, @martínchurba comparte sus recursos creativos en #pasaleeltrapo, una serie de
encuentros virtuales con sus seguidores que da que hablar
¿
VIVO Una charla de hermanos Cómo hacemos para adaptarnos y seguir produciendo cuando los
El 20 de junio nos encontramos en Instagram con mi hermano Martín Churba para reflexionar juntos sobre recursos son escasos y mucho de lo que hacíamos antes ya no lo
los cambios a los que nos forzó la cuarentena, a nivel personal y profesional, y cómo encontramos en la
podemos hacer? ¿Cómo nos motivamos en medio del encierro y
creatividad una ventana de libertad para transformarnos y acompañar a otros en su transformación
el dolor? Si hay alguien que sabe pasarle el trapo a la cuarentena y usar
la imaginación para crear donde parece que no hay nada, que varias ve-
ces supo reinventarse ante la adversidad y que siempre es generoso para
compartir cómo lo hace, es mi hermano Martín. Por eso me alegró tanto
que aceptara mi invitación a un vivo de Instagram dentro del ciclo que
llamo “Cruzar universos”.
Martín Churba no necesita presentación. Muchos conocen sus logros

como diseñador, creador de moda en su marca Tramando, vanguardista
en la cultura y en la acción social solidaria. Tengo el privilegio de haber
sido testigo de sus procesos creativos desde la infancia: siempre fue raro,
inconformista, experimentador, rompedor de códigos. Falló y se volvió a
parar mil veces. Esa osadía infantil la trasladó a su exitosa carrera pro-
fesional. A contramano de la lógica empresarial que lo había consagrado
Emprendedor del año en 2002, en 2019 decidió “desemprender”, des-
mantelar y achicar su empresa a lo mínimo. Como si hubiera presentido
el parate que iba a provocar la pandemia, se reinventó a tiempo y la cua-
rentena lo agarró fortalecido. ¿Antihéroe o profeta?
44 45
Se necesita coraje para cambiar cuando cambia el contexto. En la char- to hasta ahora. Nos anima a dejar de lado las recetas y a inventar platos
la nos encontramos recordando las ocasiones en que nuestros padres se nuevos con los ingredientes que encontramos en casa.
animaron a patear tableros en búsqueda de algo mejor, en el trabajo y
Mientras conversamos, Martín pinta de colores brillantes unas piedras
en la vida; cómo pudieron reconvertirse muchas veces, con dolor, pero
y restos de escombros que encontró en la orilla del río, cerca de su casa.
sin perder su identidad, y agradecimos ese legado. Este es el desafío que
Los equilibra en torres, compone diseños, los combina con palitos, carto-
muchos tenemos hoy. Son tiempos de grandes cambios que exigen de no-
nes y materiales de descarte. Desparramados sobre la mesa hay maples
sotros más flexibilidad y creatividad que nunca, más valor para romper
de huevo, ganchos de ropa, marcadores y hojas del jardín. Sé, porque lo
con nuestras maneras acostumbradas de pensar y hacer, ya que muchas
conozco, que en este momento no está pensando si lo que hace sirve para
de ellas se volvieron inviables en este contexto inédito.
algo o no, que lo hace por puro placer, como un juego. Está sembrando.
Algo de lo que surja de este ensayo espontáneo quizás se convierta más
adelante en estampas para una nueva colección o dispare un proyecto
Superávit creativo: sembrar ideas para hoy y para el futuro
hasta ahora impensado.
Este paréntesis histórico que nos toca vivir, donde reina la incertidum-
bre y ya no funcionan las lógicas ni las reglas de juego conocidas, nos
desafía a desarrollar el músculo de la creatividad. La creatividad como impulso de supervivencia y ventana a la libertad
El primer paso es cambiar las preguntas que nos hacemos. ¿Qué pasa- La pandemia trajo consigo mucha pérdida y dolor. La cuarentena nos
ría si, en lugar de enfocarnos en los obstáculos, en lo que ya no se puede, dejó aislados. Las limitaciones y los obstáculos nos están forzando a re-
indagamos qué sí podemos hacer? ¿Qué pasaría si, en lugar de resaltar crear y recrearnos, a desarticular lo articulado, salir del confort y probar
la imposibilidad y la escasez, usamos los recursos que tenemos a mano? cosas locas que, en momentos de cordura, no hubiéramos intentado. Am-
Cambiar la manera de preguntar nos cambia la cabeza y el estado de áni- parados en lo inusitado del contexto, somos menos exigentes y menos
mo. Hacernos buenas preguntas nos saca del encierro, mental y físico, críticos. Nos estamos dando permisos increíbles para transgredir, experi-
que produce la cuarentena. Dispara un efecto McGyver: mirar alrededor mentar y equivocarnos. Estamos ensayando nuevas maneras de todo. De
y crear soluciones a partir de lo que sea que encontremos en el contexto. relacionarnos, de trabajar, de estar con nosotros mismos.
A este proceso útil, fértil y liberador, Martín lo llama Superávit creativo.
Desde esta perspectiva, coincidimos con Martín, la situación penosa que
El término superávit, que viene de la Economía, toma otra dimensión estamos pasando se puede redefinir como una oportunidad de aprendiza-
cuando lo asociamos a lo creativo. Cuando nos hacemos las preguntas je. La creatividad tiene un enorme poder transformador aún un en medio
adecuadas empiezan a aparecer las ideas. Cuantas más ideas seamos ca- de las pérdidas y las restricciones, y a pesar del encierro, es un salto a la li-
paces de generar y gestionar, más probabilidades tenemos de que alguna bertad. Se están produciendo transformaciones inéditas, muy rápido y con
sea útil para este contexto. poca resistencia, tanto en el ámbito familiar como en el laboral. Soy testigo,
en muchos casos de personas y organizaciones que acompaño, que se es-
Las ideas son como las semillas: tenemos que sembrar muchas, porque
tán logrando objetivos que deseaban mucho, se consideraban muy lejanos
es probable que prendan solo algunas; de diez proyectos que imagine-
o imposibles, y de algunas sorprendentes reinvenciones.
mos, quizás uno solo sea viable en el presente. Y si dejamos en remojo
las semillas de ideas que generamos hoy, quizás algunas germinen más
adelante, cuando las condiciones del terreno sean más convenientes.
La creatividad también es un servicio
¿Qué pasaría si gestionamos nuestros recursos de otra manera, o les
En estos días aprendimos a agrupar las compras y mandados para no
cambiamos la función? ¿Y si los combinamos o los secuenciamos de otra
tener que salir de casa muy seguido. También a dejar a mano la lavandina
forma? La imaginación ilumina opciones y caminos que no habíamos vis-
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y el trapo para facilitar la limpieza del baño después de ducharnos, por

practicidad, pero también como un gesto de amor y servicio al que lo va
a usar después.
¿Qué pasaría si en cada acción del día, a lo largo de las diversas esta-
ciones que recorremos, entregamos una semilla? ¿Qué actos de servicio
al otro podemos dejar preparados? ¿Qué acciones podemos concatenar
para el beneficio de los que viven y trabajan con nosotros, para la comu-
nidad? ¿Y si usamos nuestro superávit creativo para sembrar en otros
semillas de posibilidad, de amor, de confianza?
A Martín y a mí nos une el propósito de servicio a los demás. En cua-

rentena, las pantallas nos dan la posibilidad de trascender y llegar a mu-
chas más personas, y a distancias nunca imaginadas, para compartir lo
que aprendimos, nuestras herramientas y recursos. Nos gusta pensarnos
como influencers positivos, generadores de sentido, “contagiadores” de
creatividad, motivación y emociones que nutran a los demás y los hagan
sentir bien.
En estos tiempos en que estamos tan angustiados y estresados, nos

podemos rescatar unos a otros, dejarnos mutuamente semillas que nos
ayuden a conectar con nuestro lado creativo y con la energía que nece-
sitamos para hacer, entre todos, la reconversión que nos demanda esta
nueva realidad.
Ante la esperanzadora posibilidad de que esto pronto termine, sal-

dremos con nuestros depósitos emocionales cargados de proyectos que
pensamos en esta cuarentena, y que nos pueden seguir sirviendo en los
próximos contextos.
48 49
Crear con lo que tenemos a mano, el “efecto McGyver” generado como supervivencia
durante el aislamiento
{
En esta cuarentena estamos entrenando

nuestros músculos de flexibilidad, paciencia
y la tolerancia. Nos estamos animando
a equivocarnos, transgredir, romper
moldes y reinventarnos. Desarrollamos
habilidades para liderar nuestros propios
cambios y los de otros, rápido y con menos
resistencia. Ojalá lo que aprendimos nos
ayude a lidiar mejor con la incertidumbre,
y que después nos quede en el menú para
usar en situaciones que no sean tan extremas
como las que hoy nos toca vivir.
ANDREA CHURBA acompaña a personas y organizaciones en sus procesos

de cambio. Es columnista de La Nación y la revista Ohlalá, y autora de los
libros Business Therapy (Aguilar, 2010) y Lidera tu propio cambio (Granica,
2017). Desde hace varios años es voluntaria de la Red Solidaria.

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