Ciriaco de Urtecho Ensayo
Ciriaco de Urtecho Ensayo
Ciriaco de Urtecho Ensayo
L.L.
Introducción
Fernando de Trazegnies nos presenta un extraño caso sobre un español casado con
una esclava que inicia un juicio contra su amo para obligarlo a venderla. De esta forma
litigante por amor” se ven enfrentados Ciriaco de Urtecho y Juan de Dios Cáceres; el
este ensayo se comentan los tres requisitos para justificar el aumento del precio de la
esclava.
Desarrollo
casado con una esclava y que, por consiguiente, quiso liberarla pero el amo aumentó su
precio. De Trazegnies (1981) deja constancia de que “tres requisitos eran necesarios
para esta simulada usura: el primero, que no interviniera rescate; el segundo, la sanidad
del esclavo y proporcionada edad para lograr producir frutos; y, el tercero, oficio
conocido” (p.17).
Respecto al primer requisito, se hace referencia a la gran legitimidad para “intervenir
rescate aún entre los infieles, porque es innegable a todo cautivo” (De Trazegnies, 1981,
en la que permite que se ayude al esclavo en cuestión, conforme a los preceptos morales
tela de juicio la actitud cristiana de Juan de Dios Cáceres, pues habiendo Dionisia sido
fiel servidora más allá de lo exigido no puede recibir tal injusticia de mantener una
después de haber disciplinado, ayunado y hecho otros actos en servicio de Dios le diera
el premio de perpetua esclavitud” (De Trazegnies, 1981, p.41) y hecha con un fin muy
contemplado en la ley.
esclavo y su proporcionada edad para lograr producir frutos. Ciriaco sostiene que su
esposa tiene una falta de salud que la inhabilita para cualquier trabajo, incluido el
trabajo de parto, pues estos son los dos principales atributos para retener a una esclava.
Incluso insinúa que la carga de cuidar por ella recaería solamente en él como su marido.
Su deterioro físico fue originado por un espasmo que padeció cuatro años antes del
litigio por “haber la vado lana sacándola del agua caliente al agua fría de orden de su
ocasionará la muerte. Esta estrategia no hace más que resaltar el desinterés de Ciriaco
ya no rinde en sus labores y que genera un gasto extra, y recibiendo su precio original a
cambio.
tiene Dionisia porque solo labora para sus amos. Sin embargo, se añade un argumento
amenazas y violencias que solo resaltan su odio. Este último resulta un tanto
contradictorio debido a que por momentos guarda respeto hacia Cáceres y a su vez
Ciriaco.
Por otro lado, el planteamiento de Cáceres denota una lógica fría y es estrictamente
venta sino la libertad y no hay rescate como tal, pues este está estipulado como
detención ilegal y la esclavitud de Dionisia es perfectamente legal ¡Es justo por eso que
puede obligársele a ceder su patrimonio (porque el esclavo es visto como una cosa) sin
haber incurrido en ninguna de las causales y apelar a lado emotivo del Corregidor
tampoco debiera ser válido como dice, pues “no hay duda que a Ciriaco le pareció que
se hallaba en las Cortes de África, pues allí los rescates, si se hacen es a nombre de la
religión y (…) se implora piedad como virtud moral” (De Trazegnies, 1981, p.22).
hacen más preciosa ya que ha adquirido con la práctica una habilidad en los quehaceres
del hogar. Fue educada y bien vestida que le dan un valor agregado y, por tanto, la
valor de uso y la rareza de su piel. Esto es algo meramente objetivo en donde no caben
En este orden de ideas tampoco se le puede acusar sin carga probatoria de sevicia.
Dionisia era más que mimada al mantenerla “cual corresponde a su señora, ejecutando
lo propio con la hija” (De Trazegnies, 1981, p.22) y poseía una posición especial dentro
de la jerarquía de los criados y el gobierno de la casa. Criada desde los ocho años, se
creó un vínculo filial con su señora al punto de permitirle durante todos sus años de
Ciriaco fue afortunado al encontrarse en una situación más ventajosa que la de otros
casados con esclavos, pues el cónyuge adquiere también ese estatus a pesar de que las
condiciones de vida sean deplorables. Todos estos factores hacen muy tolerable la
esclavitud e incluso resulta mejor que la vida que muchos hombres libres llevan, en ese
aspecto hay una preocupación paternal por Dionisia. No hay contradicción práctica
entre los valores de familia y propiedad, por cuanto los cónyuges permanecen juntos y
su mujer: venderla como la mercancía que es. Esta insinuación es un golpe contundente
como lo son la religión y la moral ¿Lo peor de esto? Es que resulta perfectamente
razonable.
orden social peruano desalentaba los matrimonios disparejos y hasta podría decirse que
¿entonces el amor era suficiente motivo para dejar los derechos de los libres en una
significaban muchas veces la posibilidad de subir en el escalón social con alguna unión
ventajosa. Sin embargo, esto va más allá de anular la libertad del esclavo por fraude:
admitir que se puede hacer comercio con el esclavo ajeno, también sería lícito permitir
“a los esclavos tratar concierto con un tercero para servirle por tiempo limitado y
recibiendo el precio adelantado, reclamar a la libertad unos sujetos tan entredichos para
Conclusiones
Como se ha visto a lo largo de este texto, Ciriaco de Urtecho adopta una posición a
natural de gentes, con un discurso que presenta su caso como una excepción en la que
“el derecho del amo no se encuentra conculcado porque se reconoce y se paga; pero el
sistema. Curiosamente aquí se esboza la figura de abuso del derecho porque a Cáceres
estipuló en la escritura y en caso de venderla esta debe ser justipreciada conforme a las
Finalmente, se debe recordar que ambas posiciones tienen puntos válidos pero que
ninguno bueno ni malo en su totalidad. La mujer y con mayor razón una esclava se ve
deberes; Dionisia bien pudo haber sido tratada con consideración pero no por su calidad
de persona como tal, sino más bien como un objeto o mascota al que se le tiene
ima: Fondo
De Trazegnies, F. (1981). Ciriaco de Urtecho, litigante por amor. L
Editorial PUCP.
Sep-Setentas.