Principios Fundamentales de Los Siguientes Paradigmas Crítico
Principios Fundamentales de Los Siguientes Paradigmas Crítico
Principios Fundamentales de Los Siguientes Paradigmas Crítico
Sin embargo, han pasado ya casi dos décadas desde que Mayer enunciara sus
clásicas tres metáforas del aprendizaje y nuestras aulas no sólo no han alcanzado
el techo propuesto por este autor, sino que se tienen que enfrentar a una nueva
metáfora de la enseñanza y el aprendizaje: el aprendizaje como logro de
competencias (ver Figura 4).
Sin lugar a dudas esta limitada concepción le impide descubrir los nexos
esenciales, las leyes que rigen verdaderamente, todo el desarrollo social e
individual del ser humano, del cual la ideología y los valores son resultados y
expresiones aunque a posteriori, actúen como factores influyentes en este
desarrollo. Este punto de partida del paradigma crítico además obstruye una visión
amplia de todo el fenómeno social en general y del educativo en particular, y en
consonancia provoca que tanto las investigaciones (sociales-educativas) como sus
resultados promuevan transformaciones puntuales, externas, que no llegan a los
cimientos básicos del “establisment” social y por ende resulta muy difícil la
transferencia y aplicación de sus experiencias y resultados a diferentes latitudes
del mundo.
Ideas: que son las percepciones derivadas, son los fenómenos derivados de la
memoria o la fantasía.
Las impresiones son todas nuestras percepciones más vivaces cuando oímos,
vemos o palpamos (por ejemplo), en cambio las ideas son percepciones más
débiles de las que somos conscientes cuando reflexionamos sobre cualquier
sensación antes mencionada (impresión).
Tanto las ideas como las impresiones pueden ser a su vez simples o complejas,
son distinguibles unas de otras.
Si nos ponemos a analizar nuestras ideas, por más complejas o simples que sean,
por más alejadas de la sensibilidad que parezcan, se verá que derivan siempre de
las impresiones.
Toda idea deriva de una impresión, pero para que la idea tenga
un valor objetivo es preciso que copie o represente una impresión, es decir, que
le corresponda una impresión con el mismo significado que posee la idea. Una
idea es válida en cuanto concuerda con las impresiones. Si la impresión faltase, la
idea sería inválida, no seria una idea objetiva, sino que sería una idea
irreal, producto solo de la imaginación.
Bibliografía
1. Aguilera Ruíz, Ariel. La investigación Educativa. -- Chápicó Méjico: Ed. Grifos, 1999. --
64p.
3. Colás Bravo, María Pilar. Investigación Educativa. -- Sevilla: Ed. Alfar. 2da. edición
Colección Ciencias de la educación, 1994.