51 - Mod 10 - Medicina Ocupacional y Del Medio Ambiente
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51 - Mod 10 - Medicina Ocupacional y Del Medio Ambiente
MÓDULO X
Programas de conservación auditiva, ocular y de protección respiratoria:
definiciones, estrategias, etc.
Contenido
LA HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL.
RIESGO Y VULNERABILIDAD.
EVALUACIÓN
LA HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL
Material y métodos
Con el objetivo de evaluar y determinar la exposición de los trabajadores y el nivel de
riesgo que le implican sus respectivos puestos de trabajo, se realizan mediciones
mediante dosímetro a cada uno de los trabajadores considerados los más expuestos
y/o representativos en términos de exposición a ruido dentro de su grupo homogéneo,
en los horarios definidos como de mayor demanda y durante un periodo considerado
representativo de su jornada laboral habitual.
Instrumentación
Para el desarrollo de la investigación se utilizan los siguientes instrumentos acústicos
certificados:
Resultados
Se obtuvo el Nivel de Presión Sonora en 40 puntos asociados al sector productivo, a
partir del cual 12 puntos críticos son seleccionados como representativos por el mayor
riesgo de ruido para las actividades ocupacionales. Estos datos son utilizados para
calibrar el modelo virtual en el software a fin de obtener los Niveles de Potencia
Acústica (Lw) de cada fuente de ruido presente en el área de trabajo, correspondiente
a un galpón de 1000 metros cuadrados.
Una vez calculados los Lw de cada fuente, se realiza un modelo simulado del
escenario real, que además se complementa con mediciones de Tiempo de
Reverberación y Coeficiente de Absorción de los principales materiales constructivos
presentes, considerando que ambas variables están implícitas en las iniciales
mediciones de Lpeq. El siguiente plano corresponde a la visualización de los Lpeq
obtenidos en la medición de 40 puntos en la sección evaluada mediante el software
Rap-One, con datos adquiridos con sonómetro de la misma empresa.
Los resultados obtenidos de la comparación entre los niveles de ruido medidos y los
niveles simulados para la misma ubicación se muestran a continuación.
A partir de esto, se simula la condición del entorno laboral revestido con el material
Absortor Acústico certificado, Hipertec Wall Sound de 50 mm de espesor y densidad
de 100 kg/m3 con el cual el software evidencia la reducción de Niveles de Exposición a
ruido. Cada panel presenta dimensiones de 1x7 m y se ubica en los muros adyacentes
a las principales fuentes de ruido. De esta forma, cada muro contempla 420 m 2 de
material absorbente sonoro. Esta configuración resulta ser una de las más favorables
en términos de absorción sonora y la de menor costo monetario dentro de las
alternativas de superficie absorbente. Se observa en el mapa de ruido el efecto de
dicho material.
Los resultados de los puestos de trabajo, en este escenario, se ven reducidos según
se indica en la tabla siguiente:
Según los resultados obtenidos de la simulación del caso mencionado, se obtiene 1,8
dB en promedio de reducción del nivel de exposición ocupacional a ruido en los
puestos de trabajo. De la misma forma, al evaluar condiciones similares para comparar
dimensiones, ubicaciones y espesor del material empleado, para observar la
Conclusiones
A partir de la metodología e instrumentación empleada se hace posible predecir los
niveles de ruido en las plantas de trabajo y con ello obtener una estimación de la
exposición ocupacional a ruido en los puestos de trabajo y sus respectivas
proyecciones de eventuales pérdidas auditivas en el tiempo.
Los resultados arrojados por la evaluación de exposición laboral a ruido para los
puestos de trabajo evaluados y ubicados en el área de Mallas Electrosoldadas
obtuvieron una Dosis de Ruido Diaria sobre el criterio preventivo establecido como
Dosis de Acción (DA) en Prexor tanto para turnos diurnos y nocturnos, por lo que su
clasificación de riesgo es de 2, correspondiente a una dosis Importante.
Discusión
Es recomendable realizar audiometrías de ingreso al personal nuevo que se contrate,
para detectar anomalías o susceptibilidades que puedan presentar estos trabajadores
a la exposición a ruido. Los trabajadores de los puestos de trabajo evaluados, cuyas
exposiciones a ruido resultaron con dosis de ruido diarias mayores a la Dosis de
Acción de 0,5, deberán ingresar a un programa de vigilancia médica o mantenerlos si
ya han ingresado, con el objeto de evaluar sus características de audición a través de
exámenes audiométricos periódicos, para así controlar la evolución de la enfermedad
a través del tiempo. Esta medida se debe hacer extensible al grupo homogéneo de
trabajadores correspondientes a cada uno de los puestos de trabajo evaluados.
Para que la empresa logre controlar eficazmente los niveles de riesgo existentes, es
necesario que implemente un programa de conservación auditiva interno, haciéndose
cargo de:
Existen algunas ocupaciones en las cuales tanto la audición como la voz se exponen a
factores de riesgo. Una de ellas es la de operador telefónico. Esta ocupación recibe
también los nombres de operador de call center, teleoperador, ejecutivo de atención
telefónica, entre otros. En el contexto de este trabajo se usará la etiqueta “operadores
telefónicos”. Los operadores telefónicos son empleados dependientes que trabajan
conectados a una línea telefónica durante una jornada de seis horas diarias (cinco y
media en estación de trabajo con media hora de descanso fuera de ella) durante seis
días a la semana. A través de la línea telefónica atienden al público usuario de una
compañía prestadora de servicios. Empresas financieras y compañías telefónicas son
las mayores empleadoras de este tipo de ocupación.
El operador maneja la línea a través de una diadema o headset, esto es, un auricular
con micrófono que deja las manos libres al operador, quien además tiene ante sí un
terminal de computadora conectado en línea con la base de datos de la empresa. El
auricular de la diadema suele ser del tipo de inserción, es decir, que se introduce en
un conducto auditivo externo y se deja el otro libre, aunque muchas veces es también
supraauricular, raramente circumauricular. El micrófono suele estar a entre diez y
veinte centímetros de la boca del operador. Además, la diadema posee un control de
volumen para regular la salida acústica máxima por el auricular. El auricular de la
diadema debe calibrarse para que la salida máxima cumpla con las especificaciones
de seguridad y conservación de la audición. En lo que respecta a las demandas de
uso de la voz, el operador está de manera casi continúa respondiendo llamadas, lo
cual implica exceso de uso de la voz. Generalmente los operadores de un centro de
recepción de llamadas están concentrados en un área determinada, con una
demarcación, pero no aislamiento de las estaciones de trabajo. Debe haber aire
acondicionado, dada la presencia de muchas máquinas de computación y la
concentración de trabajadores en un espacio cerrado.
La labor es exigente para la audición tanto como para la voz, por lo que requiere de un
chequeo de salud foniátrica anual. El Instituto Venezolano de la Audición y el Lenguaje
(IVAL), en el área metropolitana de Caracas, Venezuela, ofrece este tipo de chequeo a
los trabajadores de empresas, u otras entidades, con la necesidad citada. En este
contexto se realizó una investigación con los datos obtenidos del examen de una
población de ciento cuarenta (140) operadores telefónicos de un centro de atención,
atendidos en la sede del IVAL en los meses de julio a septiembre de 2005. El objetivo
general fue determinar el estado de la audición y la voz en una población de
operadores telefónicos para identificar posibles problemas de salud y relacionarlos con
las condiciones y el medio ambiente de trabajo, además de proveer aportes para el
desarrollo del perfil de riesgo de la ocupación y contribuir así, con el diseño de
programas de conservación auditiva y vocal específicas para estos casos. En tal
sentido, la investigación tuvo como propósito establecer la prevalencia de problemas
óticos y auditivos e identificar la prevalencia de alteraciones de la dinámica laríngea y
de la voz, esta última a través del análisis acústico computarizado.
Materiales y Métodos
Investigación de campo a nivel descriptivo, en la cual se estudió una población
completa de operadores telefónicos en un centro de atención al cliente, de una
compañía de servicios de telecomunicaciones. El estudio estuvo dirigido a aquellos
operadores telefónicos, cuya actividad laboral consiste en permanecer conectado a
una línea telefónica mediante un auricular y un micrófono, durante una jornada de seis
horas con descanso de media hora incluido, seis días a la semana. La muestra se
equiparó a la población y estuvo conformada por 140 sujetos (74 femeninos y 66
masculinos). El promedio de edad fue de 26,8 años. El promedio de permanencia en la
actividad de 3,5 años para el momento del examen, mientras que el promedio de
tiempo efectivo en atención diaria de llamadas (tiempo en el cual el operador utilizaba
la voz) fue de 275 minutos, o sea, 4,6 horas. La intensidad promedio de salida máxima
por el auricular fue de 72 decibeles. El nivel de ruido máximo promedio en la sala de
trabajo osciló entre 80 y 85 dB. La sala de trabajo tiene 250 mts2 de superficie
aproximada, con aire acondicionado a 20°C promedio, sin ventilación natural, y
completamente alfombrada.
Resultados
Anamnesis: Solo siete sujetos (5%) manifestaron en el interrogatorio algún
antecedente de problemas óticos o auditivos. Apenas tres sujetos (<2%) tuvieron
algún antecedente de problemas vocales.
Otoscopia: El sesenta y dos por ciento (62%) de los sujetos presentó normalidad en la
inspección visual. A un diez y siete por ciento (17%) se le observaron los tímpanos
opacos. El diez y seis por ciento (16%) de los sujetos muestran algún grado de
dermatitis del conducto auditivo externo (CAE). Solo un tres (3%) tuvo signos de otitis
externa infecciosa (Gráfico Nº 1).
efecto Larsen (Werner, Méndez & Salazar,1995) y no desde el punto de vista médico-
ocupacional). (Gráfico Nº 2).
De este grupo con alteraciones, el ochenta y cinco por ciento (85%) tuvo
características funcionales y el restante quince (15%) características orgánicas.
Análisis Acústico de la Voz: El treinta y nueve por ciento (39%) (55 sujetos) presentó
normalidad en los cuatro parámetros estudiados mediante los tres módulos del
software Dr. Speech 4.50 (1999), por lo tanto, sesenta y uno por ciento (61%) mostró
como resultado al menos un parámetro fuera de la normalidad. Se encontró un
parámetro alterado –en su mayoría el shimmer- en 39 sujetos (28%). Cuarenta y uno
(41) (el 29%) mostraron dos parámetros fuera de lo normal, en su inmensa mayoría el
par shimmer-NNE. Un pequeño porcentaje tuvo tres o cuatro parámetros anómalos
(Gráfico Nº 4).
Discusión
Los problemas óticos encontrados con mayor prevalencia se relacionan con problemas
del oído externo (dermatitis del CAE y otitis externa infecciosa, 16 + 3= 19 %) que no
son atribuibles en forma directa a la actividad ocupacional, aunque podría inferirse que
el uso del audífono de inserción de la diadema telefónica ayudaría a la génesis de
estos problemas. Sin embargo, no hay indicios confiables de que esto sea así. Los
tímpanos opacos (17%) pueden interpretarse como signo de algún tipo de otitis media
crónica, lo cual guardaría relación con problemas en la vía aérea superior [VAS]. En
estos casos habría algún elemento alérgico o vasomotor en la mucosa de la VAS, que
está en continuidad con la mucosa del oído medio, como factor de predisposición o
incluso causal de la otitis media. Se observó que en el ambiente de trabajo hay aire
acondicionado permanente a 20 grados C., y que está totalmente alfombrada la
superficie. Las características de mantenimiento de los ductos de ventilación y
enfriamiento y de la alfombra podrían incidir en la aparición, desencadenamiento o
exacerbación de la inflamación de la VAS y favorecer la otitis media crónica. La
impedanciometría, estudio audiológico excelente para el diagnóstico de alteraciones
del oído medio, mostró un porcentaje mayor (29%) de alteraciones que el obtenido con
la simple otoscopia.
Respecto a los problemas vocales, estos tuvieron en la población estudiada una mayor
prevalencia que los auditivos. Más de la mitad (51%) de la población presentó
afectaciones laríngeas visibles - el ochenta y cinco por ciento- se trató de problemas
funcionales. El análisis acústico computarizado detectó 61% de alteraciones, un diez
por ciento más que la inspección visual. Dado que, por los resultados visuales y
acústicos del examen laríngeo, la mayoría de los problemas vocales fueron de
naturaleza funcional, sobre todo por afectación de la dinámica laríngea, se debía
buscar una explicación en el ambiente de trabajo. El promedio de 270 minutos al día
de trabajo vocal efectivo configura un exceso de uso según las definiciones
tradicionales (Morrison y Rammage, 1996), pero insuficiente para explicar el alto
telecomunicaciones, que son los mayores generadores de este tipo de empleo, a fin
de diseñar programas de conservación auditiva y vocal adecuados a esta labor. ix)
RIESGO Y VULNERABILIDAD
PROTECCIÓN AUDITIVA
El personal expuesto al ruido de armas de fuego, deberá estar equipado
correctamente con dispositivos de protección auditiva que ofrezcan un rendimiento
adecuado, y en ausencia de estos un tapón auditivo confeccionado con algodón
impregnado en cera, capaz de proveerla de forma eficiente. Sin embargo, el uso de
protectores auditivos, unido a condiciones auditivas preexistentes: desplazamiento
transitorio o permanente del umbral, conduce a dificultades en la detección,
localización e identificación de fuentes acústicas en el medioambiente y obstaculiza la
eficiencia y la seguridad del soldado. Los protectores auditivos también suelen reducir
la inteligibilidad del lenguaje, la que constituye un fenómeno complejo que depende de
las características de la señal de voz y el ruido de interferencia, así como el tipo de
protectores auditivos y el sistema de intercomunicación empleados. Además, puede
reducir drásticamente el rendimiento global de sistemas de armas complejas y
costosas.
del ruido en la audición, es una observación registrada en el siglo I de n.e. por Plinio el
viejo en su “Historia natural”, cuando menciona que la gente que vivía cerca de las
cataratas del Nilo “quedaba sorda”. A finales del siglo XIX, con el advenimiento de la
máquina de vapor y la iniciación de la era industrial, aparece el ruido como un
importante problema de salud pública.
Fase IV (terminal o hipoacusia manifiesta). Déficit auditivo vasto, que afecta todas las
frecuencias agudas, con compromiso de frecuencias graves y un incremento del
umbral a 80 dB o más.
Cuadro clínico
La HIR requiere cuidadoso estudio de toda la información disponible, desde la
anamnesis y la exploración clínica y los datos obtenidos en mediciones audiométricas.
La anamnesis, no sóoo debe incluir información médica y física del sujeto sino también
una cuidadosa investigación sobre exposición personal al ruido. Está conformada por
síntomas auditivos, como hipoacusia, tinnitus y vértigo (Habitualmente los reportes de
la literatura plantean que el ruido no produce efectos adversos sobre el sistema
vestibular. Estudios recientes plantean la existencia de trastornos vestibulares en
hipoacusias asimétricas, estando ausentes en las hipoacusias simétricas). Otros
plantean que el ruido de impulso origina deterioro del sistema vestibular,
principalmente del órgano otolítico. Entre los efectos no auditivos se destacan:
hipertensión arterial, taquicardia, taquipnea, hiperacidez, disminución del apetito,
interfiere en la comunicación hablada, puede causar distracción y mayor propensión a
sufrir accidentes de trabajo, disminución en el desempeño laboral, incremento del nivel
personal de estrés, irritabilidad y alteraciones del sueño.
Exámenes y pruebas diagnósticas
Los exámenes y pruebas diagnósticas revisten una gran importancia para el estudio,
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación del paciente; en este trabajo se abordarán los
más frecuentemente utilizados en la práctica audiológica y de la medicina ocupacional,
con un enfoque de las técnicas diagnósticas más novedosas disponibles en la
actualidad.
Audiometría tonal liminar
Examen por el cual se determina el grado o extensión de la pérdida auditiva. El
objetivo es obtener los umbrales para las notas puras de tono o frecuencia variable de
la vía aérea y ósea. Se registra en una gráfica, audiograma, que muestra el nivel del
umbral de la audición de un individuo en función de la frecuencia (Hz) y la intensidad
(dB). La función de la audiometría no se limita solo a la mera obtención de umbrales
de audibilidad, sino que esta tiene un amplio uso en la prevención, diagnóstico,
terapéutica y seguimiento evolutivo de las pérdidas auditivas, lo que permite en
ocasiones realizar un diagnóstico etiológico de ellas. Deben realizarse 2 audiometrías
con una separación mínima entre ellas de una semana. De producirse más de 10 dB
de diferencia en los promedios auditivos encontrados entre un examen y otro, deberá
de realizarse una tercera prueba.
En los casos en los que el examen audiométrico no fuera suficiente para realizar un
diagnóstico exacto del daño auditivo, de origen ocupacional, deberá complementarse
con otros exámenes audiológicos.
No obstante, los NPS no son el único ni el más importante factor para definir la
periodicidad de las audiometrías. El juicio médico puede modificar los plazos en
relación con factores como, edad, tiempo de exposición, uso de protectores auditivos y
resultados audiométricos previos.
Emisiones otoacústicas
Las emisiones otoacústicas son en la actualidad la prueba objetiva, no invasiva y de
bajo costo que nos ofrece datos de las frecuencias agudas tan necesarias para el
habla y el lenguaje. Attias y otros buscaron la relación entre los umbrales auditivos por
audiometría y la presencia de emisiones otoacústicas, en pacientes con HIR o sin ella,
y encontraron que en los pacientes expuestos a ruido las emisiones estaban muy
disminuidas, aun cuando los umbrales auditivos no mostraban cambios importantes, lo
que demuestra que las emisiones otoacústicas representan una medida más exacta
del daño coclear que está produciendo la exposición a ruido aún antes de que el
paciente pueda percatarse de ello, lo que confirma que las emisiones otoacústicas
ofrecen una elevada sensibilidad (79-95 %) y especificidad (84-87 %), y proveen en
muchas ocasiones información indispensable en casos médico-legales, en los cuales
la configuración de los umbrales audiométricos son necesarios para obtener un
diagnóstico preciso de la hipoacusia y que la compensación sea proporcional a la
severidad de esta. Estos estudios demuestran que las emisiones otoacústicas proveen
objetividad y certeza elevada, complementando el audiograma en el diagnóstico y
monitoreo del estado de la cóclea después de la exposición a un ambiente
ruidoso.19,20
Prevención y control
En la década de los 70 se comienza la implantación de sistemas de prevención y
control más integrales, los denominados programas de conservación auditiva. El
empleo de estos programas tiene los objetivos siguientes:
• Prevenir la pérdida de la audición inducida por ruido industrial (100 %).
• Prevenir efectos a la salud derivados de la exposición a ruido industrial
• Reducir el ausentismo laboral.
• Mejorar la productividad industrial.
• Mejorar las condiciones administrativas de las empresas.
COMPONENTES DE UN
PROGRAMA DE CONSERVACIÓN
AUDITIVA (PCA)
Para Romo Orozco y Gómez Sánchez (2012: 274) las fuentes que provocan ruido
pueden dividirse entre aquellas que por sus altos niveles pueden dañar el órgano
auditivo y otras que con niveles más bajos pueden molestar y/o afectar la salud
psicosomática del individuo. En las ciudades son muchas las fuentes productoras de
contaminación auditiva, siendo una de las más importantes el transporte motorizado,
principalmente los automóviles, las motocicletas, el tránsito ferroviario y el aéreo. Otras
fuentes incluyen las construcciones, las obras públicas, el ruido industrial y el ruido
propio de los vecindarios (ruido comunitario).
2. El ruido y su importancia
Como hemos planteado, la creación de ciudades sustentables es un tema que ha
cobrado interés en los gobiernos, las agencias y la ciudadanía en décadas recientes.
Las políticas y programas públicos han atendido gran variedad de problemas
ambientales. Entre ellos cabe destacar la contaminación del agua, el aire, los suelos, y
la producción de residuos, entre otros. Sin embargo, no todas las preocupaciones
ambientales han sido consideradas con la misma urgencia. Una presión importante
para fortalecer la gestión ambiental ha sido, por una parte, el creciente número de
quejas ciudadanas; por la otra, los nuevos estudios científicos. Estos dos factores han
Los niveles sonoros se miden a través de decibeles (dB), los cuales constituyen la
unidad de medición en una escala que regularmente comprende de 10 hasta 150,
abarcando desde sonidos ligeros (el silencio relativo) hasta niveles de daño inmediato
al oído humano. Los efectos sonoros se componen de varias frecuencias, y para medir
su percepción en el ser humano se emplean filtros de ponderación de tipo A, ya que el
oído humano es incapaz de percibir todas ellas.4 La clasificación de los efectos
sonoros no es un ejercicio sencillo. En varias propuestas se trata de separar e
identificar los sonidos de los ruidos, las fuentes naturales de las artificiales, las
emisoras fijas y las móviles. Además, existen tipologías aún más complejas y de
carácter técnico que catalogan el ruido estacionario, el fluctuante, el intermitente o
incluso el impulsivo, así como las frecuencias altas y bajas de tono.
En México el tema empieza a cobrar importancia en los últimos años. Existen varios
estudios que han abordado la percepción del ruido. Destaca el trabajo de Ana Lidia
M. sobre el ruido en la Ciudad de México, en especial la habituación al mismo en las
cercanías al aeropuerto. Por su parte, José Manuel Romo Orozco y Adoración Gómez
Sánchez analizan el tema de la percepción social del ruido como contaminante en San
Luis Potosí (2012). Mientras tanto, en del estado llevó a cabo en 2010 un estudio con
532 encuestas donde se reconoce al ruido ambiental como un contaminante, y realiza
un estudio en Guadalajara sobre las quejas de la ciudadanía por su emisión.
La percepción de ruido y la contaminación auditiva son asuntos muy actuales que se
desarrollan especialmente en las grandes urbes. La Ciudad de México no está exenta
de la generación de niveles altísimos de ruido que pueden ser dañinos para la salud y
el bienestar auditivo. La contaminación auditiva tiene que ver en la mayoría de los
casos con ruidos que se producen en el ámbito público y que son causados por
fenómenos tales como el tráfico y las bocinas de vehículos, la constante actividad de
aviones, así como la construcción de diversas y variadas obras públicas que utilizan
maquinaria muy ruidosa.
3. EL CASO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
La Ciudad de México no escapa de los problemas ambientales que el ruido produce, y
lentamente estos temas han comenzado a tomar importancia. La Zona Metropolitana
del Valle de México (ZMVM) actualmente es la región más poblada y extensa del país,
con más de 20 millones de habitantes y alrededor de 5 millones de vehículos
circulando todos los días.6 Las preocupaciones ambientales en esta gran urbe van
desde la dotación y la contaminación del agua potable, el manejo integral de residuos
sólidos, la invasión de suelos de conservación, así como la emisión de gases
contaminantes y, por supuesto, la contaminación auditiva.
Estos temas han sido atendidos desde la legislación, las políticas públicas, las
diversas agencias especializadas y los movimientos sociales que han exigido solución
a estas problemáticas. En relación con la contaminación auditiva, su tratamiento,
análisis y soluciones han sido tratados de manera aislada, escueta y muy limitada
tanto por el gobierno local como por los diversos agentes preocupados por la dinámica
ambiental.
Si bien durante la última década se ha producido un significativo número de estudios,
eventos y publicaciones sobre contaminación auditiva en México, que abarcan
diferentes enfoques disciplinarios, apenas hemos comenzado a dimensionar la
magnitud y complejidad que implica atender esta problemática.
a la generación de ruido como una falta administrativa. Así, el Gobierno del Distrito
Federal (GDF), a través de la Sedema, la SPC y la Secretaría de Salud y Seguridad
Pública, será el responsable de combatir la contaminación acústica en la ciudad.
Por último, se informa que se debe vigilar el no rebasar los niveles propuestos en
la Norma Ambiental del Distrito Federal y que las sanciones serán determinadas por
un juez cívico. Si bien este breve documento representa un esfuerzo por concientizar e
informar a la población sobre el asunto, éste no forma parte de ninguna campaña
masiva ni tampoco ha sido reproducido por los diversos medios de comunicación. El
tratamiento del tema a nivel legal es insuficiente, más aún cuando las sanciones
impuestas se sujetan al criterio de las autoridades en distintos ámbitos y niveles. Por
ello, es vital dar mayor atención al tema en otras leyes locales.
Cabe mencionar que algunas Normas Oficiales Mexicanas (NOM) hacen referencia al
ruido; destacan:
NOM-079-ECOL-1994. Sobre el nivel máximo de ruido permitido para vehículos
automotores nuevos.
NOM-080-ECOL-1994. Sobre los niveles máximos de ruido permitidos provenientes de
los escapes de vehículos.
NOM-081-ECOL-1994. Sobre los niveles máximos de emisión de ruido para fuentes
fijas.
NOM-082-ECOL-1994. Sobre los niveles máximos de ruido permitidos en
motocicletas.
Si bien estas normas tienen validez nacional y establecen métodos de medición
sonora, en la Ciudad de México la más significativa en relación con el tema es la
NADF-005-AMBT-2013. Esta norma es aplicable a los responsables de fuentes
emisoras fijas, es decir, cualquier persona generadora de ruido estará sujeta a ella,
aunque en la mayoría de los casos ha sido utilizada como un instrumento de
supervisión para establecimientos comerciales, principalmente en el Centro Histórico y
las colonias Roma y Condesa.
móviles como los automóviles, comercio móvil, o personas que emitan ruidos fuertes,
elementos que contribuyen de manera significativa al ruido ambiental y a la
contaminación auditiva.
El tema de la referida contaminación sigue siendo el gran ausente en los instrumentos
que dirigen el desarrollo urbano y la política ambiental en la Ciudad de México. No se
hace mención alguna de él en el actual Programa General de Desarrollo del Distrito
Federal (2013-2018), ni en los programas de desarrollo urbano delegacionales y
parciales vigentes. El tema tampoco se incluye en la última versión del Programa
Sectorial Ambiental y de Sustentabilidad 2013-2018.
Lo anterior presenta un panorama donde queda claro el poco interés o el descuido por
regular la contaminación auditiva en la capital mexicana, tanto desde la óptica de la
planeación urbana como en la práctica de políticas o programas que contribuyan a
disminuir el ruido urbano como objetivo inmediato. A esto debemos agregar que no
existen datos oficiales proporcionados por el gobierno local y sus dependencias,
mientras que los estudios elaborados por académicos e investigadores han tenido
poca articulación. De esta manera, se complica conocer de forma amplia y fehaciente
la manera como este fenómeno se presenta en la Ciudad de México.
Desde nuestro punto de vista, si bien la medición y la denuncia son importantes para
diseñar estrategias que permitan abordar la problemática, la planeación urbana se
erige como posibilidad para atender, delinear y crear nuevos y mejores mecanismos
para reducir la contaminación auditiva. En este proceso, el fomento de un modelo
de ciudad caminable tendría un papel clave.
Los últimos proyectos en el Centro Histórico han incluido la reubicación del comercio
informal de las calles, la instalación del programa Ecobici, la introducción de la línea 4
del Metrobús, la rehabilitación de espacios como la Alameda Central, la Plaza de la
República y la Plaza de la Constitución (conocida como el Zócalo), acciones
coordinadas por la recién creada Autoridad del Espacio Público (AEP) para la
celebración del bicentenario de la Independencia, en el año 2010.
Mapa 2: Nivel sonoro de ruido ambiental en decibeles en las calles de estudio, día martes.
Variación de 2008 a 2014.
Naturalmente el nivel sonoro varía en cada uno de los puntos de medición, pero en
forma general observamos una disminución del ruido ambiental. Esta baja se observa
por arriba de 5 dBA en los tres corredores, lo cual representa una mejora significativa
al reducir el ruido ambiental. El único punto que registró un aumento de decibeles fue
el cruce del corredor 16 de Septiembre y la calle Palma, pero no representa un
aumento significativo al ser menor a 1 dBA (cuadro 3).
Cuadro 3: Nivel sonoro en decibeles (dBA), variación 2008 a 2014, día martes
Por otra parte, el cruce de Madero y Eje Central es un punto ruidoso en el Centro
Histórico, pues a lo largo del día transitan todo tipo de vehículos, y se detienen para
permitir el paso al alto número de peatones. Este punto conecta la Alameda Central y
el Zócalo a través del corredor peatonal Madero. El cruce de Motolinía es el que
registra mayor ruido (por arriba de los 70 dBA), lo cual podemos explicar debido al alto
número de visitantes, establecimientos comerciales, vendedores y artistas urbanos
que se instalan en este lugar. El corredor Madero es el que registra los niveles más
altos de ruido. En el corredor 16 de Septiembre hay una disminución en el cruce de
Eje Central y se conserva un nivel muy similar en el cruce de Palma, el cual aumenta
levemente en la diferencia de intensidad sonora. Cabe mencionar que este corredor
permite el paso limitado de automóviles, los cuales son la principal fuente de ruido
ambiental.
Mapa 3: Nivel sonoro de ruido ambiental en decibeles en las calles de estudio, día sábado.
Variación de 2008 a 2014.
Los niveles registrados muestran una disminución en todos los puntos. Destaca, el
cruce de Madero y Eje Central por la variación numérica de -11.3 dBA. El cuadro
4 muestra las diferencias de los niveles sonoros.
Cuadro 4: Nivel sonoro en decibeles (dBA) variación 2008 a 2014, día martes
Debido a que la reducción fue menor, los niveles sonoros registrados varían alrededor
de los 70 dBA, y se afirma la percepción de un ambiente ruidoso, pues además supera
el límite de 65 dBA propuesto en la Norma Ambiental del Distrito Federal en los puntos
de referencia. Nuevamente el corredor Madero registró los niveles sonoros más altos,
por arriba de los 70 dBA. Mientras tanto, en el caso del cruce 16 de Septiembre y Eje
Central la reducción no es muy significativa, quedando por arriba de los 70 dBA, y el
cruce con la calle Palma presenta una ligera reducción. Por último, el corredor Regina
es el que vuelve a tener el nivel menor, con sólo 67.4 dBA.
Cuando analizamos los resultados obtenidos en nuestro estudio, podemos afirmar que
actualmente existe una ligera reducción del ruido ambiental. Es difícil determinar
valores exactos, pues hemos señalado la complejidad que implica el análisis del ruido
ambiental, pero podemos sugerir que hay una ligera reducción de contaminación
auditiva a partir de la creación de corredores peatonales. La transformación de estos
espacios ha repercutido en la adaptación del espacio público para el uso peatonal con
la eliminación de banquetas, alumbrado público, instalación de bancas, árboles,
limitación del tránsito vehicular y reubicación del comercio informal, acciones que han
significado una importante disminución del ruido. Cada uno de los corredores presenta
características diferentes, y se han convertido en espacios que superan su función
básica de "paso", para permitir el desenvolvimiento de otras actividades: espacios
laborales, culturales, de entretenimiento, puntos de reunión, y convertirse en espacios
multifuncionales en el Centro Histórico.
El corredor Regina es el más corto y el que tiene menos visitantes; los comercios son
en su mayoría restaurantes y bares, los cuales son las principales fuentes de ruido
ambiental, especialmente durante las tardes y noches. La calle 16 de Septiembre tiene
una amplia oferta comercial y es un espacio muy concurrido; su principal fuente de
ruido ambiental son los automóviles y el personal de tránsito que en ocasiones regula
su paso, pues es un corredor compartido entre vehículos y peatones. Y respecto al
caso del corredor Madero, es el más transitado y el más ruidoso debido a la amplia
actividad comercial, el alto número de visitantes, los artistas urbanos y los cruces con
calles de importante afluencia vehicular.
El sistema de terminología del trauma ocular de Birmingham (BETTS, por sus siglas
en inglés) incluye dentro de las lesiones a globo abierto la ruptura, lesión penetrante,
lesión perforante, cuerpo extraño intraocular (CEIO) y mixto. Definen como lesión a
globo abierto una herida de todo el espesor del globo ocular provocada por un objeto
DESARROLLO
Existen múltiples elementos a tener en cuenta antes de enfrentar un paciente con
TOGA. Es necesario constatar si el paciente presenta un estado de salud que le
permita sobrevivir a la evaluación inicial y al tratamiento quirúrgico. Aunque la visión es
un sentido muy preciado y este tipo de trauma ocular suele ser muy llamativo y
aparatoso, es deber del oftalmólogo que presta servicio de urgencia garantizar la
estabilidad del paciente, y para esto en ocasiones necesita de una atención
multidisciplinaria.
Una vez decidido que es el momento propicio para la atención del trauma, es
necesario hacer un análisis de los medios con que cuenta para los procederes
quirúrgicos que se van a realizar. Debe sopesar la posibilidad de solucionar todas las
lesiones en una sola intervención o si requerirá de múltiples cirugías. Por último, se
hará una autovaloración de si se consta con la experiencia, las habilidades, los medios
y el personal adecuado para la atención de este tipo de caso. De ser negativa la
respuesta a alguna de estas interrogantes, se debe pensar seriamente la remisión del
caso a un personal y centro que si cuente con todos los requisitos necesarios para
este tipo de situación. Aunque el trauma genere urgencia y presión sobre el personal
que brinda asistencia, esto nunca debe ser motivo para prestar una atención que no
sea de primer nivel.
Cuando se evalúa las lesiones que se presentan en un paciente con TOGA existen
elementos que pueden predecir un buen o mal pronóstico visual, estos conforman el
puntaje de trauma ocular (OTS, ocular trauma score, por sus siglas en inglés). Entre
ellos se encuentran la agudeza visual inicial, la ruptura del globo ocular, endoftalmitis,
lesión perforante, desprendimiento de retina y defecto pupilar aferente (DPAR). Estas
variables se someten a un puntaje, cuyo resultado brinda un pronóstico que ha
probado ser una herramienta de gran valor a utilizar desde la evaluación inicial.
Este tipo de lesión se encuentra entre las más graves, al tener en cuenta que casi
siempre se produce salida instantánea del contenido ocular. Esta es una situación que
no es controlable por el cirujano, pero con su pericia debe ser capaz de reparar, sin
agravar la encarcelación de los tejidos intraoculares en las heridas durante su cierre.
Al inicio del examen físico, al igual que en cualquier otro tipo de trauma ocular (estas
medidas son aplicables a las otras lesiones que se abordan a continuación) debe
tomarse, en lo posible la AV inicial de ambos ojos, así como los reflejos pupilares. La
tensión ocular (TO) es otro examen que debe realizarse siempre que la córnea lo
permita. Si no existe contraindicación debe dilatarse la pupila y si los medios lo
permiten, realizar una oftalmoscopia binocular indirecta, prescindiendo de la
indentación.
Entre los signos más importantes se encuentran: hemorragia subconjuntival, cámara
anterior (CA) plana o muy profunda, hifema, salida del contenido intraocular (puede
incluir pérdida de iris o cristalino), limitación de los movimientos oculares, y
alteraciones de la curvatura normal del ojo (signo del escalón).
Siempre debe sospecharse una ruptura oculta en un trauma contuso si existe una
mala AV inicial, quémosis hemorrágica severa, TO baja (puede presentar niveles
normales, incluso elevados), DPAR y hemovítreo que puede presentar bandas vítreas
que se dirigen a un punto específico de la pared ocular.
Lesión penetrante
Este tipo de lesión también se encuentra entre las de peor pronóstico.8 El resultado
final depende de su localización, pero también del manejo y experiencia del cirujano.
Ante la sospecha de en trauma penetrante deben encaminarse todos los esfuerzos en
descartar la presencia de un CEIO porque son dramáticas las complicaciones tardías
que surgen de la retención de este, dentro del globo ocular al ser interpretado solo
como un trauma penetrante. El examen radiológico simple de órbita es de gran valor
para descartar un CEIO metálico.5,9 Aunque la tomografía computarizada tiene un
mayor índice de detección, se debe valorar que posee un índice de radiación
(exposición) mayor para el paciente. También esta es muy útil en la valoración de la
integridad de la pared ocular (lesiones ocultas), así como en el estado de la órbita y el
nervio óptico. La resonancia magnética puede ser útil si se quiere descartar un CEIO
no metálico (contraindicada si es metálico) y valorar el estado de los tejidos blandos
adyacentes.
El antecedente de manipulación de un objeto punzante puede orientar el pensamiento
médico del oftalmólogo que hace la evaluación inicial. Es particularmente importante
en estos casos examinar cuidadosamente los anejos oculares para buscar puertas de
Lesión perforante
Estos traumas típicamente involucran la zona III. Esta característica hace que este tipo
de lesión sea muy difícil de tratar por su acceso y dificultad técnica para su cierre en el
acto quirúrgico. Esto hace muy proclive a cursar con encarcelamiento retinal y
proliferación vítreorretinal (PVR). Estos factores obviamente influyen en su pronóstico
final.
Es muy importante precisar en el interrogatorio las características del objeto. Una
forma alargada y filosa, conjuntamente con gran fuerza y velocidad, son las
condiciones típicas. También se debe examinar los anejos oculares para buscar
puertas de entradas daños a otras estructuras y comprender la trayectoria del agente
que provocó el trauma. Si se constata una herida pequeña, existe mayor riesgo de
lesión retinal concomitante. Si la penetración ocurre a través de la esclera
generalmente provoca mayor daño a las estructuras posteriores, porque preserva más
energía cinética que cuando penetra a través de la córnea. En presencia de gran
inflamación, existe mayor riesgo de desprendimiento regmatógeno de la retina y PVR.
En algunos pacientes un hemovítreo total impide ver la zona de salida. En estos casos
un cuidadoso examen ultrasonográfico en modo B de la pared posterior del globo
puede orientarnos en el tipo de lesión y su localización (este examen es peligroso si
existen heridas de la pared con salida de material ocular). Más comúnmente un tracto
de bandas vítreas y fibrina, conjuntamente con una hemorragia intrarretinal delatan la
puerta de salida. Esta es otra instancia, al igual que la lesión penetrante, en la que es
muy importante descartar la presencia de CEIO.
Tratamiento general
Después de realizada la evaluación inicial y descartada la posibilidad de otra condición
que ponga en peligro la vida, se deben valorar los criterios pronósticos del OTS y
comunicarlos al paciente. Luego pasar a la reparación primaria del globo ocular (en
menos de 24 horas) y/o cirugía exploratoria de ser necesaria. Estos procederes deben
realizarse previo concilio con el enfermo, al final es este el que debe tener la potestad
para decidir la estrategia a seguir con su ojo afectado (existencia generalmente de
comprometimiento legal de estos casos, hacer uso del OTS).
A no ser para procederes menores, se debe preferir la anestesia general. La inyección
retrobulbar o peribulbar de anestésicos aumenta la presión orbitaria y puede provocar
la extrusión de tejidos oculares.
De ser factible tratar de solucionar todas las alteraciones en esta cirugía. De no ser
posible, realizar una intervención de "control de daños", como son: el cierre de las
heridas, extracción de catarata, aspiración de restos corticales o sangre en CA, y
manejo de tejidos oculares expuestos entre otros. Si existe evidencia de que el trauma
ocurrió en un medio rural o de contaminación del objeto agresor, es extremadamente
recomendable el uso de antibióticos y corticoesteroides de forma intravítrea como
profilácticos.
Antes de la cirugía se debe valorar la necesidad de ingreso, suspender vía oral y
determinar hora de ingestión del último alimento. Además, revisar la actualización del
toxoide tetánico. Tener presente el uso de antibióticos sistémicos si hay peligro o
existe infección.
En la medicación tópica con colirios se incluyen: midriáticos ciclopléjicos,
antiinflamatorios esteroideos, antihipertensivos oculares (valorar el uso de
medicamentos sistémicos si se dificulta el control de la TO), antibióticos (uso de
quinolonas de tercera y cuarta generación si se cuenta con estas), sino usar colirios
fortificados.
De manera individualizada en el paciente valorar si requiere de analgésicos,
antieméticos, y/o laxantes posquirúrgicos por vía oral o parenteral. Definir la posible
estadía hospitalaria y la necesidad de futuras reintervenciones.
Si no existen las condiciones, el personal o la experiencia, este es el momento de
remitir el paciente a un nivel de atención superior. Reportar el caso en el registro de
trauma ocular (si existe) del área donde trabaja el oftalmólogo que atiende al paciente.
Asegurar un seguimiento adecuado del enfermo y la toma de los resultados finales
después de la rehabilitación, haciendo uso nuevamente del registro de trauma ocular.
En esclera se utilizan suturas resistentes 6-0,8-0, que pueden ser degradables como
las de ácido poliglicólido o no degradables como las de nylon o poliéster trenzado. Se
debe lograr una profundidad escleral adecuada (2/3), sin lesionar la coroides. Debe
ponerse en práctica la regla 50-25-75 % en heridas anteriores (aplicables a rupturas y
heridas penetrantes) y "cierra por donde vas" (close as you go) en las posteriores
(rupturas).
Lograr en los pacientes una motivación por aprender es fundamental, como también
que ellos confirmen por si mismos los beneficios de lo aprendido mediante su práctica.
El estilo de la educación en los programas de rehabilitación pulmonar debiera ser el
que permita que los pacientes sean más eficaces en su "autocuidado".
El ambiente que se produce en los programas de rehabilitación pulmonar es propicio y
favorece la buena comunicación y colaboración entre los pacientes y los miembros del
equipo profesional de la salud, beneficiando la adherencia a la educación entregada.
Al mismo tiempo, se considera ideal que la educación tenga una orientación
individualizada de forma tal que permita que cada paciente identifique sus propios
errores en el autocuidado, sus propios objetivos de aprendizaje y las consecuentes
estrategias para alcanzarlos. Se recomienda que la educación sea un proceso
dinámico, es decir, que se vayan modificando tanto los objetivos como las estrategias
en la medida que el paciente vaya mejorando en sus habilidades de autocuidado.
Los logros de la educación en la rehabilitación pulmonar deben ser evaluados no sólo
en términos de resultados sino también en términos de procesos. El comportamiento
operante y la teoría social cognitiva constituyen las bases del modelo de educación de
autocuidado, considerando muy importante los reforzamientos positivos que favorecen
la repetición de una conducta determinada y que ésta es condicionada en forma
significativa por el proceso cognitivo que la antecede.
En la guía de rehabilitación pulmonar de la ACCP/AACVR del año 2007 se considera
que la educación dentro de los programas de rehabilitación pulmonar se debiera
orientar al autocuidado junto con la prevención y tratamiento precoz de las
exacerbaciones agudas2. Por otra parte, en las guías ATS/ERS1 del año 2006 este
tópico específico se resume en los siguientes puntos principales:
1. El componente educacional de la rehabilitación pulmonar debiera enfatizar las
habilidades de autocuidado.
2. El autocuidado debiera incluir un plan de acción para el reconocimiento precoz y
tratamiento de las exacerbaciones agudas y discusión en relación a decisiones en
las etapas terminales de la enfermedad.
3. En pacientes seleccionados la educación acerca de técnicas de respiración e
higiene bronquial podría ser utilizada.
4. La transferencia del entrenamiento educacional y la adherencia a la ejecución de
los programas de ejercicio en el domicilio debiera ser enfatizada.
COMPONENTES DE LA
EDUCACIÓN DEL
AUTOCUIDADO EN LOS
PROGRAMAS DE
REHABILITACIÓN
PULMONAR
2. Técnicas de respiración
Dentro de éstas se incluyen la respiración con labios fruncidos o "pursed-lip", las
técnicas de espiración activa y la adaptación de posiciones corporales específicas
coordinadas con la respiración para realizar algunas actividades de la vida diaria.
Grado de recomendación
La educación es un componente central de la rehabilitación pulmonar, debiendo estar
orientada al autocuidado y la prevención y tratamiento de las exacerbaciones (calidad
de la evidencia B, fuerza de la recomendación moderada).
CONCLUSIÓN
En resumen, sigue siendo limitada la investigación que ha evaluado el impacto de la
educación en los principales resultados de la rehabilitación respiratoria en pacientes
con EPOC. No obstante, en la práctica habitual y la opinión de expertos sugieren que
existen importantes beneficios de la educación del paciente respiratorio crónico,
independientemente de la rehabilitación respiratoria, incluyendo la participación activa
del paciente en asociación con los profesionales de la salud para lograr la
colaboración en el autocuidado y la adherencia del paciente al mejoramiento de su
salud.
Epidemiología
Se disponen hasta la actualidad de solamente dos comunicaciones sobre la situación
epidemiológica de la RR en la Argentina. Benzo y col. sobre 196 encuestas a
neumonólogos, el 91.7% de los encuestados conocía la RR pero sólo el 48.6%
disponía de ella8. Sívori y col. sobre 185 neumonólogos encuestados, 59.4% tenía la
posibilidad de efectuar la RR.
Objetivos
Los objetivos principales de un programa de RR son: reducir los síntomas, mejorar la
calidad de vida e incrementar la participación física y emocional en las actividades de
la vida diaria.
los pacientes con EPOC. Estas alteraciones se relacionan a su vez con una serie de
cambios fisiopatológicos que se detallan a continuación.
Rol de la rehabilitación
EPOC
En los pacientes con EPOC la RR ha mostrado ser un método efectivo, eficaz y seguro
en términos de reducción y control de síntomas y de independencia en actividades de
vida diaria (Evidencia Grado A). Los pacientes con enfermedad al menos moderada
(estadio II o más del GOLD - VEF1 menor del 80%) se benefician con la rehabilitación
respiratoria. (Evidencia Grado A). Los pacientes con mayor debilidad muscular y
mayor limitación ventilatoria son los que pueden obtener los mayores beneficios del
entrenamiento muscular (Evidencia Grado B). La RR mejoró la tolerancia al ejercicio y
la calidad de vida relacionada con la salud, en comparación con el cuidado habitual, en
pacientes con EPOC luego del alta hospitalaria por exacerbación aguda (Evidencia
Grado B). Los pacientes mayores de 75 años se benefician con la RR igual que
pacientes más jóvenes con similar función pulmonar (Evidencia Grado C). El nivel de
PaO2 y PaCO2 no afecta los resultados de la RR (Evidencia Grado C). El tabaquismo
no afecta los resultados de la RR (Evidencia Grado C).
Asma
En pacientes con asma y disnea o intolerancia al ejercicio, con hiperreactividad
bronquial y obstrucción al menos moderada, la RR produce buenos resultados, con
mejoría en la capacidad de realizar ejercicio. No hay evidencias de beneficio del
entrenamiento de músculos inspiratorios ni en el impacto en calidad de vida (CVRS)
(Evidencia Grado B).
Bronquiectasias
Se han encontrado beneficios de la RR en pacientes con bronquiectasias. El
entrenamiento de músculos inspiratorios, si bien no tiene impacto inmediato, parece
favorecer los efectos de la RR a largo plazo (Evidencia Grado B).
Trasplante de pulmón
Si bien la función pulmonar y la tolerancia al ejercicio mejoran luego del transplante
pulmonar, la RR post transplante mejora aún más la tolerancia al ejercicio y el
consumo máximo de oxígeno (Evidencia Grado C).
Otros
Un estudio mostró que la RR es tan beneficiosa en pacientes posttuberculosis con
secuelas pulmonares, como en pacientes EPOC con similar nivel de gravedad
(Evidencia Grado C). En pacientes neuromusculares, especialmente en la enfermedad
de Duchenne y atrofia muscular espinal, el entrenamiento de músculos inspiratorios
produce una mejoría en la función pulmonar que se sostiene hasta 10 meses después
de realizado (Evidencia Grado C). En pacientes con enfermedad pulmonar intersticial,
especialmente en fibrosis pulmonar idiopática, se observa una correlación entre la
debilidad de músculos periféricos y la tolerancia al ejercicio, pudiendo ésta mejorar con
entrenamiento (Evidencia Grado C). Existe creciente evidencia del beneficio de la RR
en pacientes en preparación preoperatoria para cirugía de cáncer de pulmón.
Herramientas de evaluación
En la evaluación inicial se utilizarán herramientas que permitan cuantificar la gravedad
de la condición basal del paciente y aquellas que servirán de parámetros para valorar
su respuesta a la rehabilitación. Se preferirán en lo posible aquellas que sean más
simples, económicas y menos invasivas. Se describe un nivel mínimo de evaluación,
que no puede obviarse por resultar necesario, y un nivel máximo, que resulta ideal
aunque no imprescindible, requiriéndose de una justificación especial para exceder
este nivel.
Evaluación de la disnea
Puede ser evaluada de dos maneras: puntualmente durante el ejercicio o
estableciendo el impacto funcional de este síntoma.
Evaluación en laboratorio:
a. La prueba de ejercicio cardiopulmonar progresivo permite cuantificar
parámetros en el pico de ejercicio, como la carga máxima tolerada en watts (en
caso de realizarse en cicloergómetro) que puede utilizarse para la prescripción
de ejercicio, y el consumo máximo de oxígeno. Asimismo, permite determinar
la limitación ventilatoria, la circulatoria y el umbral anaeróbico. La medición del
consumo de oxígeno no es obligatoria si no se cuenta con el equipamiento
necesario (de alto costo). Una bicicleta o cinta ergométrica, con monitoreo de la
frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno (SaO 2) y electrocardiograma son
suficientes para la realización de una prueba máxima.
b. Pruebas de ejercicio submáximas: pueden realizarse en una bicicleta
ergométrica o una cinta. Permiten valorar el tiempo de resistencia a un
determinando nivel de carga constante, que generalmente es del 75% de la
carga tolerada en una prueba máxima, y permiten además la valoración de la
cinética de consumo de oxígeno, un parámetro que refleja la capacidad
oxidativa del músculo. Estas pruebas han demostrado ser las más sensibles a
la RR.
Evaluaciones de campo:
• La prueba de caminata de 6 minutos realizada según las
recomendaciones de la American Thoracic Society; se monitorea
SaO2 al inicio y al final del ejercicio, presión arterial y frecuencia
cardíaca. Se registra la distancia recorrida (en metros). Esta prueba
refleja de forma integral la capacidad emocional, física y psicológica del
paciente y es además un buen predictor de sobrevida en pacientes con
EPOC.
• La prueba de caminata de carga progresiva (prueba de lanzadera
o shuttle test) es una prueba máxima que consiste en recorrer tramos
Cuestionarios genéricos:
El SF-36: Es un listado de 36 preguntas que cubre 9 dimensiones del estado
de salud: función psíquica, función social, rol de función, rol de función
emocional, salud mental, dolor corporal, vitalidad, percepción general de salud
y transición de salud. Es autoadministrado.
Evaluaciones globales
Recientemente se ha empleado el índice BODE para medir la respuesta a la RR. Este
índice asigna un puntaje al VEF1, la disnea, la distancia recorrida en 6 minutos y el
índice de masa corporal, generándose una puntuación que va de 0 (menor gravedad)
a 10 (mayor gravedad). Dado que se obtiene a partir de parámetros usualmente
registrados en la evaluación, se aconseja su utilización.
TABLA 7.- Diferencias mínimas clínicamente significativas (DMCS) para las diferentes
herramientas de evaluación en RR
Recomendación: La NMES podría ser una terapia adjunta para los pacientes
EPOC grave que estén en cama o con extrema debilidad de músculos
periféricos (2C).
Educación
La educación es un componente fundamental dentro de un programa de rehabilitación
respiratoria. La educación de los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas
es de suma importancia para que éstos y su familia adquieran conocimientos y
habilidades relacionadas con la enfermedad. Los objetivos serán:
Aspectos psicológicos
Los efectos de la rehabilitación sobre el bienestar psicológico, como ansiedad y
depresión, han sido poco estudiados. Estos efectos no pueden ser simple deducción
de los cuestionarios de calidad de vida. Si bien hay estudios que demuestran lo
contrario, otros sostienen la efectividad de estos programas en el mejoramiento de la
ansiedad y depresión en una apreciable fracción de pacientes. Esta discrepancia
puede explicarse por el hecho de que los efectos de la RR sobre la ansiedad y la
depresión deben esperarse sólo en el subgrupo de pacientes que son ansiosos y
depresivos antes de comenzarla. Este subgrupo de pacientes fue estimado en 20 a
40% del total de pacientes referidos a RR. El entrenamiento físico en personas
depresivas de edad madura, mostró mejoría en el estado de ánimo comparado con la
farmacoterapia antidepresiva.
Recomendación: Deberían implementarse pruebas psicológicas para detectar
ansiedad y depresión en la evaluación inicial. Los pacientes con problemas
psiquiátricos graves deberían ser derivados a profesionales capacitados para su
tratamiento2. Los programas de RR deberían incluir intervenciones psicológicas para
beneficio de los pacientes con síntomas de ansiedad y depresión, pero no como única
modalidad terapéutica (2C).
Evaluación nutricional
Otra de las discrepancias a tener en cuenta en la evaluación nutricional de individuos
con EPOC es la definición de desnutrición por medio del índice de masa corporal
(IMC). En esta afección se considera como rango de peso normal un IMC de 21 a 25
kg/m2. Se debe intervenir para el logro de un peso normal constituido por una
adecuada relación de ambos compartimientos, masa grasa y magra. Estas pueden ser
Intervención nutricional
La suplementación calórica tiene como objetivo alcanzar los requerimientos
energéticos y mantener o restaurar el peso corporal. El aporte adecuado de proteínas
es fundamental para estimular la síntesis proteica y para mantener o restaurar la masa
magra en pacientes con bajo peso, e incluso con peso normal2. Sin embargo, todavía
falta una evidencia fuerte científica de que la suplementación nutricional mejore la
calidad de vida y aumente la tolerancia al ejercicio, si bien hay los primeros indicios.
Recomendación: Existe insuficiente evidencia para sostener el uso rutinario de
suplementación nutricional (1C). La educación sobre adecuada nutrición es
recomendable en todo programa de RR (1C). La implementación de una terapéutica
nutricional debe ser evaluada caso por caso, siendo el objetivo la conservación de la
masa magra y la pérdida de grasa en casos de incremento de la misma. Se sugiere
realizar una intervención nutricional en aquellos sujetos que presenten (Evidencia
Grado C):
−
IMC < 21 kg/m2 o > 25 kg/m2
−
Pérdida involuntaria de peso > 10% durante los últimos 6 meses o >5% en el
último mes
Se proponen planes de alimentación con mayor porcentaje de proteínas, con
alta proporción de aminoácidos de cadena ramificada y una relación
calorías/nitrógeno > 90.
Intervención farmacológica
Se ha propuesto la utilización de hormonas o esteroides para promover la ganancia de
peso y masa magra. La administración de hormona de crecimiento promovió un
balance nitrogenado positivo con ganancia de peso y elevación del porcentaje de
masa magra, sin impactos beneficiosos en otras áreas. Los esteroides anabólicos han
sido estudiados solos o en combinación con el entrenamiento durante dos a seis
meses. Se ha observado aumento de la masa magra que no se sostiene luego de la
suspensión del tratamiento, sin mejoría en la tolerancia al ejercicio y la calidad de
vida.
Obesidad
La obesidad genera problemas respiratorios con aumento del trabajo respiratorio,
disminución de la tolerancia al ejercicio y deterioro de la calidad de vida. La asociación
entre obesidad y el síndrome de apnea del sueño es bien conocida. En pacientes con
obesidad y exposición al tabaquismo, la disminución del sobrepeso está asociada a
disminución del riesgo cardio-cerebrovascular y de mortalidad. La RR es el marco
ideal para reeducar al paciente sobre la conducta nutricional, además de restringir el
aporte calórico y aumentar el gasto energético, sin perder masa magra.
Otros beneficios de la RR
Mejoría de la sobrevida
En la década del 80, estudios no controlados observacionales habían referido la
sobrevida de pacientes en programas de RR a los 3 años (64 a 100% de sobrevida), a
5 años (41 a 86% de sobrevida), y a 10 años (17 a 64% de sobrevida). Sneider y col.,
en un estudio controlado y no aleatorizado, informaron la sobrevida a 10 años en
1.133 pacientes que fue de 66% en el grupo que completó la RR vs. 53% en los que
no se rehabilitaron. Ries y col., en el único estudio controlado y aleatorizado, siguieron
a 119 pacientes durante 6 años, divididos en dos grupos: educación y RR. No se
encontró diferencia significativa entre ambos grupos (56 vs. 67%, p=0.06).
Recientemente, el NETT comunicó en 1218 pacientes el efecto sobre la sobrevida en
los pacientes que se operaban y que debían cumplir con un programa de RR previo.
La mortalidad a los 90 días fue significativamente menor en el grupo que cumplió RR y
tratamiento médico vs. cirugía (1.3% vs. 7.9%, p<0.001), pero la mortalidad a 29
meses fue similar. Excepto en el subgrupo de pacientes con baja capacidad de
ejercicio y enfisema a predominio de lóbulos superiores, donde se observa un claro
beneficio de la cirugía, en el resto de los subgrupos la opción por el tratamiento
médico y RR es superior. Cote y Celli comunicaron la mortalidad por causa respiratoria
en un grupo de pacientes que cumplieron RR a los 2 años (7%) vs. 39% en los
pacientes que no. Troosters y col. recientemente han publicado un análisis agrupado
de la sobrevida de todos los estudios a 12 y 18 meses de seguimiento. La mortalidad
fue de 7.8% en el grupo RR vs. 9.9% en el grupo control, estimándose que la RR
reduce 31% el riesgo de mortalidad, si bien estos estudios no fueron diseñados para
tal fin. También la RR realizada luego de una exacerbación por EPOC ha demostrado
mejorar la sobrevida. Por lo tanto, existe evidencia indirecta y con sustento racional,
que permite concluir que cuanto más activo se mantenga el paciente en un programa
de RR, más está asociado a mejoría en la sobrevida (Evidencia Grado B).
Análisis de costo-efectividad
Costos de RR en la Argentina
En la Argentina, existen dos sistemas de salud bien definidos (público y privado), en
los que el impacto y el costo de la EPOC están pobremente definidos. El proceso y
análisis de costos en RR, por este tipo de sistema sanitario dual, requeriría determinar
las características de los centros de RR como de alta y baja complejidad. A la fecha de
reunión de este Consenso, la RR como prestación no consta en el nomenclador
nacional, ni forma parte del plan médico obligatorio (PMO), aun con el impacto
beneficioso para el paciente y el sistema de salud que ya tiene documentado. Los
programas de RR en centros hospitalarios o en centros ambulatorios de salud
disminuyen costos. Los programas de RR domiciliarios son de todavía menor costo,
pero en el caso de la Argentina, habría que evaluar la metodología a utilizar dada las
dificultades operativas que surgen de su implementación.
EVALUACIÓN
I M P O R T A N T E:
El participante desarrollará la presente evaluación y deberá hacerla llegar a nuestra Dirección Académica
preferentemente vía e-mail, o a través de nuestros coordinadores Educativos, si fuera el caso, también lo
puede hacer en nuestras oficinas de manera personal; esto, para su evaluación y calificación.
Las evaluaciones son requisitos PRINCIPALES para hacerse acreedor a las Certificaciones
correspondientes.
CORREO AUTORIZADO
icepreacademico@gmail.com