Teorias Del Juego
Teorias Del Juego
Teorias Del Juego
V 12 / 5 / 2020
Pestalozzi (1746 – 1827) Según él: La escuela es una verdadera sociedad en la cual el sentido de
responsabilidad y las normas de cooperación son suficientes para educar a los niños y el juego
es un factor decisivo que enriquece el sentido de responsabilidad y fortalece las normas de
cooperación.
Piaget, Jean: Para él: Los juegos no son simplemente una forma de desahogo o entretenimiento
para gastar energía en los niños, sino medios que contribuyen a enriquecer en el desarrollo
intelectual. Los juegos se vuelven más significativos en la medida de su desarrollo, puesto que a
partir de la libre manipulación de elementos variados él pasa a reconstruir objetos y reinventar
las cosas “la actividad lúdica es la cura forzosa de actividades intelectuales y sociales
superiores”, y por ello es indispensable en la práctica educativa. Para Jean Piaget (1956), el
juego forma parte de la inteligencia del niño, porque representa la asimilación funcional o
reproductiva de la realidad según cada etapa evolutiva del individuo.
Relaciona el desarrollo de los estadios cognitivos con el desarrollo de la actividad lúdica: las
diversas formas de juego que surgen a lo largo del desarrollo infantil son consecuencia directa
de las transformaciones que sufren paralelamente las estructuras cognitivas del niño. De los
dos componentes que presupone toda adaptación inteligente a la realidad (asimilación y
acomodación) y el paso de una estructura cognitiva a otra, el juego es paradigma de la
asimilación en cuanto que es la acción infantil por antonomasia, la actividad imprescindible
mediante la que el niño interacciona con una realidad que le desborda.
Las capacidades sensorio motrices, simbólicas o de razonamiento, como aspectos esenciales del
desarrollo del individuo, son las que condicionan el origen y la evolución del juego. Piaget
asocia tres estructuras básicas del juego con las fases evolutivas del pensamiento humano: el
juego es simple ejercicio (parecido al anima); el juego simbólico (abstracto, ficticio); y el juego
reglado (colectivo, resultado de un acuerdo de grupo), cada uno de estos juegos se desarrollan
en cada una de las etapas del desarrollo del niño (etapa sensoriomotor, etapa preoperacional,
etapa de operaciones concretas y etapa de operaciones formales), centrándose principalmente
en la cognición, presentando de este modo una teoría del desarrollo por etapas.
Vygotsky, psicólogo ruso de origen judío, defendió que la naturaleza social del juego simbólico
es tremendamente importante para el desarrollo, asimismo otorgó al juego, el papel de ser un
elemento impulsor del desarrollo mental del niño, facilitando el desarrollo de las funciones
superiores del entendimiento tales como la atención o la memoria voluntaria.
Vigotsky analiza, además, el desarrollo evolutivo del juego en la Edad Infantil destacando dos
fases significativas:
La primera: de 2 a 3 años, juegan con los objetos según el significado que su entono social más
inmediato les otorga. Esta fase, tiene dos niveles de desarrollo: 1º) Aprenden lúdicamente las
funciones reales que los objetos tienen en su entorno socio-cultural, tal y como el entorno
familiar se lo transmiten. 2º) Aprenden a sustituir simbólicamente las funciones de dichos
objetos, otorgando la función de un objeto a otro significativamente similar, liberando el
pensamiento de los objetos concretos.
La segunda: de 3 a 6 años, "juego dramático", con un interés por imitar el mundo de los
adultos, de esta forma avanzan en la superación de su pensamiento egocéntrico y se produce
un intercambio lúdico de roles de carácter imitativo que, entre otras cosas, permite averiguar el
tipo de vivencias que les proporcionan las personas de su entono próximo. A medida que el
niño crece el juego dramático, la representación "teatral" y musical con carácter lúdico, podrá
llegar a ser un excelente recurso psicopedagógico para el desarrollo de sus habilidades afectivas
y comunicativas.
Finalmente Vigotsky establece que el juego es una actividad social, en la cual gracias a la
cooperación con otros niños, se logran adquirir papeles o roles que son complementarios,
destacando así que el juego surge como necesidad de reproducir el contacto con lo demás.
Naturaleza, origen y fondo del juego son fenómenos de tipo social, y a través del juego se
presentan escenas que van más allá de los instintos y pulsaciones internas individuales.