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Rescatando El Trabajo Social Clínico

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(2015). Gaudeamus, 7(1). pp.

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RESCATANDO EL TRABAJO SOCIAL CLÍNICO

Rescuing the Clinical Social Work

Rosa Anais Chan-López*


rosa.chan@ulatina.cr

Resumen Abstract
El artículo constituye una reflexión This article is a reflection of the need
acerca de la necesidad de rescatar la to rescue the clinical or therapeutic inter-
práctica de la intervención clínica o te- vention practice of Social Work in Mental
rapéutica del trabajo social en la salud Health practice. It outlines the origin and
mental, reseñando el origen y validando validates this historical work and its protru-
este quehacer histórico y la pertinencia ding role in the provision’s evolution and
del rol del Trabajo Social en la evolución the Mental Health Services’ establishment.
de la prestación y el establecimiento de It was initially in North America, but that
servicios de salud mental, inicialmente en development is a benchmark of the most
Norteamérica. Su desarrollo es un referen- influential actions within the recommenda-
te de lo más influyente, en las recomenda- tions or best practices which promote in-
ciones o mejores prácticas, que los orga- ternational agencies in the world through
nismos internacionales promueven en el the World Health Organization and the
resto del mundo a través de la Organiza- office for Latin America, Pan-American
ción Mundial de la Salud (OMS). Health Office (PAHO).

Se hace una breve reseña de las expe- It explains a brief overview of the expe-
riencias e historia de la participación del riences and History of Therapeutic Social
Trabajo social terapéutico en la apertura Work involvement in the beginning and in
y el tratamiento de alcoholismo en Costa the alcoholism treatment done in Costa
Rica. También, sobre la experiencia de los Rica. It addresses as well, the experience
esfuerzos de la Organización Panameri- in relation to the efforts of PAHO to change
cana de la Salud (OPS) por cambiar el the asylum model and foster the Mental
modelo asilar, e impulsar el de servicios de Health Services Community in Latin Ameri-
salud mental comunitaria en Latinoaméri- ca. It coincides with the efforts mentioned
ca. Lo que coincide con el esfuerzo que, by the author which shall be offered and
como la autora menciona, debe ofrecer- promoted in Costa Rica. It discusses and
se y promoverse en Costa Rica. Discute provides the information of incidents and
y aporta datos acerca de incidentes y Mental Health needs that are identified in
necesidades de salud mental detectados the country. It also refers to the need to
en el país, y sobre la necesidad de forta- strengthen the Clinical Social Work inter-
lecer la intervención del Trabajo Social Clí- vention to meet the needs of promotion
nico para responder a las necesidades de and treatment services for Mental Health in
promoción y establecimiento de servicios Costa Rican Communities, especially tho-

* Directora de la Escuela de Trabajo Social, Universidad Latina de Costa Rica.

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de tratamiento de salud mental en las co- se sectors that have lack of the monetary
munidades costarricenses, especialmente resources to pay for Private Mental Health
para aquellos sectores que no tienen las Services. The article identifies some indi-
posibilidades económicas de pagar ser- cators of economic impact and pressure
vicios privados. Señala algunos indicado- problems, populations in urgent need of
res de impacto económico y problemas therapeutic intervention for completeness,
apremiantes, así como poblaciones que and the Social Work that is able to offer.
necesitan, urgentemente, una interven- The piece ends with a message to future
ción terapéutica de carácter integral, la Social Workers about the need and willing-
que el Trabajo Social es capaz de ofrecer. ness to use a postmodernist methodologi-
El artículo cierra con un mensaje, al futuro cal application updated within the spirit,
trabajador social, acerca de la necesidad values, and holistic approaches to the So-
y la conveniencia de usar una aplicación cial Work Profession.
metodológica postmodernista, actualiza-
da en el marco del espíritu, valores y en-
foques de la profesión del trabajo social.

Palabras clave
Key Words
Trabajo Social Clínico, Historia, Salud
Clinical Social Work, History, Mental
mental, Poblaciones clave en Costa Rica,
Health, Key Populations in Costa Rica,
Diagnóstico social, Psiquiatría.
Social Diagnostic, Psychiatry.

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Mientras algunas profesiones han explorado otras áreas del desempeño profesional,
abiertas a cambios, influencias e intercambios, que las hacen crecer, el Trabajo Social en
Costa Rica aún discute sus competencias para asumir un rol más activo en áreas en las
cuales ya ha venido trabajando, y cuyo problema es que existe una ausencia de acredi-
tación formal, que garantice su competencia y la identificación de la acción del Trabajo
Social en el área de intervención terapéutica, que tenga como resultado la identificación
formal en las instituciones y que les permita reconocer el aporte especializado de estos
profesionales, me refiero a campos de aplicación como el del tratamiento a los privados
de libertad, el tratamiento de adicciones, atención de familias, mujeres abusadas, etc.
Esto a pesar de que ya se ha impartido una Maestría en Intervención Terapéutica en una
de las universidades estatales.

En un mundo cambiante, donde las diferentes disciplinas relacionadas con las cien-
cias de la conducta y el bienestar humano se han encontrado en el terreno común del
área del tratamiento de los problemas emocionales, así como en la detección temprana
de esos trastornos de la salud mental, para brindar la ayuda adecuada, utilizando las me-
jores prácticas e intercambiando desde cada disciplina, lo mejor de cada una de estas,
en Costa Rica aún requerimos de la definición del perfil del trabajador social como tera-
peuta de salud mental, un esfuerzo similar que ya vivieron también los trabajadores socia-
les australianos, quienes lograron no solo elevar y particularizar el rol en salud mental, sino
hasta definir los postulados de acreditación que les han hecho recibir el reconocimiento
de los organismos de Salud de la comunidad Británica de Naciones.

Hemos ignorado la historia de la profesión cuyas raíces en Norteamérica han estado


profundamente ligadas al desarrollo de las ciencias sociales y a las del comportamiento,
sobre todo en la atención de los sectores generalmente más necesitados y excluidos, que
han requerido de la intervención del trabajador social en el tratamiento de trastornos de
la conducta.

El Trabajo Social, cuya vigencia depende de la capacidad para responder a los di-
ferentes retos que la sociedad presenta, especialmente en el área de la salud mental,
y que en la actualidad reclama urgentemente respuestas, aún es motivo de debate en
algunos círculos de nuestra profesión, acerca de poner en práctica en Costa Rica los co-
nocimientos y la larga experiencia metodológica que aporta el Trabajo Social Clínico en
el tratamiento de problemas emocionales.

Especialmente nos referimos a los problemas emocionales que presentan poblaciones


que son siempre y lo serán, aunque no exclusivamente, aquellas cuyas condiciones eco-
nómicas y sociales les impiden tener acceso a tratamientos adecuados que les permitan
adquirir una mayor comprensión de sus propios problemas y la mejor manera de aprender
a superarlos, controlarlos para vivir una vida más satisfactoria.

Poblaciones meta cuyo bienestar y transformación de condiciones de vida consti-


tuyen una buena parte de la esencia del espíritu humanista y el porqué de la profesión.

Al inicio del siglo XXI, el trabajo social como profesión en Costa Rica, parece estar más
consciente de sus pasados y entusiastas desvaríos ideológicos, aunque sin ignorar la com-
pleja situación institucional y las diferentes coyunturas políticas e intereses, que se forjan
en torno a la calidad de vida y condiciones de los sectores populares.

En relación con los programas y acciones sociales en nuestro sistema político y eco-
nómico, consideramos que se debe encaminar a un ejercicio más realista y proactivo,
conservando siempre una posición crítica, pero con mayor sentido de ubicación de la
realidad, comprometiéndose en la búsqueda de los posibles y mejores aportes que la
profesión pueda ofrecer.

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¿Cómo se define en realidad el Trabajo Después de la Primera Guerra Mundial


Social Clínico?
En la primera década después de la
Revisémoslo un poco desde la pers- Primera Guerra Mundial, el trabajo social
pectiva histórica, con Guntrip (1969), un continúa su desarrollo recogiendo la in-
connotado teórico del relacionismo obje- fluencia de las ideas de esa época, la in-
tal de influencia psicoanalítica; señalamos fluencia freudiana en adición a las teorías
que el Trabajo Social Clínico se fundamen- de Adler, Rank y Jung.
ta en principios y teorías, considerando
que todas las teorías sobre la naturaleza Discusiones en esa época acerca de
humana se ven influidas por el momento los orígenes de la teoría psicoanalítica
cultural, el prevaleciente clima intelectual destacarán algunos de los aspectos so-
y las ideas dominantes de su tiempo. bresalientes de la teoría de Freud, sobre
el enfoque metapsicológico que provee
Los primeros años una teoría sobre el desarrollo humano,
una teoría de la personalidad, de la psico-
En los inicios, el primer método de tra- logía anormal y del tratamiento.
bajo de intervención individual fue intro-
ducido por Mary Richmond con su clásico Conviene además recordar que en
libro, Diagnóstico social (1917/2005), enfa- este enfoque teórico, tanto la naturaleza
tizó los efectos del ambiente en el desarro- como la crianza se consideraron impor-
llo de la personalidad del individuo, des- tantes en la formación de la personali-
cribe casos de las agencias de atención dad. La comprensión y el tratamiento de
a niños, establecimientos médico psiquiá- los procesos intrapsíquicos, así como el
tricos, y casos relativos a la atención de determinismo psíquico y el enfoque del
familias, presentando técnicas de investi- inconsciente.
gación de las situaciones de cada uno de
los casos. En la práctica del trabajo social, la
importancia de los hechos pasados que
El punto de vista de Richmond refleja la configuran el presente y la participación
influencia de los desarrollos de la sociolo- de la profesión en la salud mental, tienen
gía en su período, el cual veía la persona- sus raíces en un período de gran influencia
lidad como resultado de las experiencias de la teoría psicoanalítica.
sociales del individuo. La autora porta un
comprensivo y concreto proceso de eva- En el período anterior, la psiquiatría era
luación, diagnóstico y tratamiento a la considerada un quehacer de prestigio. Los
práctica del trabajo social así como tam- trabajadores sociales fueron integrados a
bién, destaca la importancia de abordar los equipos de psiquiatras, brindando tra-
las múltiples dimensiones de las interac- tamiento a clientes, incluso con ingresos
ciones sociales que contribuyen al funcio- económicos, y no solo a los pobres.
namiento social; incluye la importancia
El interés y envolvimiento de trabajado-
del contexto en la comprensión del im-
res sociales desde antes de la postguerra,
pacto de otros roles familiares y sociales
en el desarrollo y funcionamiento psicoló-
en el bienestar mental de la persona, la
gico fue notable.
utilización de las fortalezas del cliente y la
importancia de considerar las consecuen- El foco de interés estuvo centrado pri-
cias de la interacción de la personalidad mariamente en perspectivas económicas
y su ambiente. También señala la objetivi- y sociológicas, configurando uno de los
dad y la empatía como elementos esen- ejes de interés y de estudio de la profe-
ciales del proceso de la entrevista. sión: -la acción social y comunitaria- en la
cual Jane Addams marcó la pauta con
El libro de Richmond es considerado
uno de los elementos que imprimió una de
la primera base teórica del trabajo social
las orientaciones de la actividad del tra-
individual y el inicio de la intervención clí-
bajo social como profesión.
nica en trabajo social.

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El otro eje -el del proceso de ayuda in- Las colaboradoras cercanas de su Pro-
dividual- es el que surge con la interven- grama en Chicago, se destacaron por la
ción psicosocial definida por Richmond acción social y el rol que desempeñaron
(1917/2005), quien presentó el primer mo- en la evolución de trabajo social psiquiá-
delo de intervención, y cuyo marco con- trico.
ceptual ha resistido la prueba del tiempo
como el primero en la práctica clínica El segundo eje que define el ejercicio
en el trabajo social. Modelo en el que la profesional, es el relativo al desarrollo del
autora introdujo como valores metodo- rol del trabajo social en la intervención
lógicos la importancia de la empatía, la para el tratamiento a poblaciones que
objetividad, la perspectiva del valor de las enfrentaban múltiples trastornos emocio-
fortalezas del cliente, sustentando todo nales, con repercusión en aspectos socia-
el proceso, incluida la evaluación y la in- les y familiares.
tervención, sobre una sólida base teórico
Se inició con el reconocimiento del
metodológica.
aporte de los trabajadores sociales psi-
Ambos ejes constituyen los elementos quiátricos en salud mental, los que fueron
clásicos del continuum del ejercicio profe- también los iniciadores de las primeras
sional que posteriormente se complemen- escuelas de trabajo social en los Estados
tara con la administración social. Unidos y los primeros en profesionalizar el
trabajo social.
El primero, que se venía gestando
desde los inicios de la profesión, con los En ese continuum que es la acción pro-
aportes del movimiento de Jane Addams fesional del trabajo social, como lo llama
(1892-1918) en beneficio de los sectores Laura Groshon, es importante destacar los
más necesitados de Chicago, y cuyos notables aportes realizados desde el eje
estudios del más puro perfil de investiga- de la acción comunitaria a la psiquiatría:
ción -acción- acerca de las condiciones el movimiento en el que destacan tra-
sociales económicas y culturales de esos bajadores sociales como Julia Lathrop y
grupos, constituyeron un aporte a la in- Mary Mayer, quienes formaban parte del
vestigación y el conocimiento de estos, equipo de uno de los reconocidos padres
constituidos por inmigrantes, los más de- de la psiquiatría norteamericana, el Dr.
primidos económica y socialmente en el Mayer, y Mary Jarret simpatizante de los
estado de Illinois. principios postulados por Mary Richmond,
ambas discípulas de Jane Addams. Las
Estos estudios, considerados un impor- dos primeras, en lo social impulsan la for-
tante aporte a la sociología norteameri- mación del Comité Nacional de Higiene
cana, le valieron el reconocimiento de la Mental y llega, una de ellas, Lathrop, a
sociedad Americana de Sociología, que desempeñarse como miembro de su Pri-
la incorporó como uno de sus miembros mera Junta Directiva, organización que
más distinguidos, invitándola repetida- se constituyó en el antecedente del mo-
mente a formar parte de los más selectos vimiento moderno de salud mental y del
docentes en sociología de la Universidad actual Instituto Nacional de Salud Mental,
de Chicago, honor que ella siempre decli- y la otra, autora del primer currículo de en-
nó por considerar que su actividad tenía señanza del trabajo social como profesión
otros fines: los de la contribución mediante en América (véase Groshon, 2009).
la acción social al cambio de las condi-
ciones de la sociedad. Con las investiga- Tan necesario y reconocido llegó a ser
ciones de las diferentes poblaciones de in- el desempeño de trabajadores sociales
migrantes que estudió, convirtió su centro en esa área, que motivó a los directores
de Hull House en algo parecido a un labo- de los hospitales psiquiátricos, a apoyar
ratorio sociológico, lo mismo que preten- la apertura de Escuelas de Trabajo Social,
dían algunos sociólogos (véase Deagan, dado los excelentes servicios de estos pro-
1990). fesionales. Es entonces cuando se empie-

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za a consolidar el perfil del trabajo social y los grupos, así como los valores y princi-
clínico. pios éticos.

Algunas de esas escuelas actualmente Lo anterior, sin excluir el aporte en el


están ubicadas en las universidades más cambio y transformación de las políticas
prestigiosas en los Estados Unidos, como la de salud mental y desarrollo del mejora-
School of Social and Health Work de Penn- miento de las condiciones socioeconómi-
sylvania, Social Work School en la Universi- cas, para los grupos más vulnerables de la
dad de Columbia, o la Social Work School sociedad.
de la Universidad de Chicago.
La construcción metodológico-teórica
El trabajo social clínico, con su antece- de la clínica en trabajo social, influida por
dente de servicio en psiquiatría, aunado las corrientes de las ciencias sociales y de
al liderazgo de Mary Jarret, se inicia en la la conducta, sigue desarrollándose a tra-
academia con la formación de trabaja- vés del tiempo.
dores sociales psiquiátricos, autora como
hemos señalado, del primer currículum de El trabajo social clínico, al interior de la
estudios, que se inició en el Smith College profesión como señalamos, continuó su
School for Social Work (s.f.). desarrollo al interior de la misma disciplina,
y a partir de la influencia de Mary Jarret,
Ella postulaba que los procesos men- los trabajadores sociales comenzaron a
tales internos eran los principales deter- valorar más los factores intrapsíquicos y a
minantes de la conducta, lo que influyó considerar también la importancia de la
también en la perspectiva del cambio en interacción con el medio ambiente.
la atención de casos; de las preocupacio-
nes ambientales a los conflictos internos. Es interesante señalar que esta es una
Las deficiencias internas a menudo se vie- discusión que aún continúa en el ámbito
ron entonces como la causa de la miseria. de las ciencias de la conducta, en rela-
ción con la preponderancia de estos fac-
La profunda comprensión de los ele- tores en la formación de la personalidad,
mentos metodológicos y la importancia tema que ha sido objeto de múltiples es-
de las teorías, constituyen la base del tudios e investigaciones, hoy ubicada en
conocimiento de la clínica, y este cono- una perspectiva similar a la del trabajo
cimiento combinado con la autenticidad social, considerando la inclusión del com-
relacional constituyen el sello de la prácti- ponente de la influencia ecológica como
ca clínica en el trabajo social. uno de los más importantes.

Los defensores de la vigencia de la La emergencia de la perspectiva psicoló-


práctica clínica han puesto hincapié en gico-psiquiátrica
que el trabajo social clínico implica libe-
rar, apoyar y mejorar la capacidad de La Conferencia Nacional de Trabajo
adaptación y funcionamiento de la gen- Social, realizada en 1919, fue el escenario
te, aumentando también la capacidad del punto de inflexión en la historia del tra-
de respuesta del entorno físico y social a bajo social clínico en salud mental; Mary
las necesidades de las personas. Jarret presentó una ponencia: La Psiquia-
tría: El hilo conductor del trabajo social de
En el contexto de la profesión, la Fe- Caso Individual. Jarret señaló cómo la mi-
deración de Trabajadores Sociales Clíni- tad de los casos presentados en el Social
cos de Estados Unidos establece que los Diagnosis de Mary Richmond se caracteri-
trabajadores sociales clínicos comparten, zaban por presentar problemas de índole
con los profesionales generalistas de tra- psiquiátrica (véase Sands y Gellis, 2011).
bajo social, el objetivo de mejora y man- Con ese argumento, ella urgió entonces
tenimiento del funcionamiento físico, psi- en la Conferencia, la necesidad de una
cológico y social de los individuos, familias mayor formación en psiquiatría por par-
te de los trabajadores sociales como un

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requerimiento importante, no solo para junto con la psicología del comportamien-


aquellos especializados en trabajo social to, desarrollada por Watson y Thorndike.
psiquiátrico.
En la década del 30 al 40, debido a
Como Jarret, otros participantes en la presión provocada por las necesida-
esta histórica conferencia, (Jessie Taft, Dr. des creadas por el desempleo, durante
Southar, Dr. Glueck), se hicieron eco de la la Gran Depresión, el Gobierno federal
promoción de la estudiosa sobre la pers- aceptó la necesidad de la creación de
pectiva psiquiátrica. nuevas instituciones y programas de cui-
dado para las familias.
Significativo es el hecho de que el si-
guiente libro de Mary Richmond, What is Los trabajadores sociales estuvieron
Social Case Work? An Introductory Des- activos en el desarrollo de estos centros.
cription, apoyó la sugerencia y en él ponía También empezaron a surgir instituciones
énfasis en la dimensión psicológica más públicas y privadas de salud mental, inte-
que en sus trabajos previos (véase Rich- gradas por equipos de psiquiatras, psicó-
mond, 1922). logos y trabajadores sociales.

La psiquiatría aparece como el hilo Sin embargo, el desarrollo al interior de


conductor del análisis en el trabajo social la profesión no estuvo ausente de discu-
de casos, se argumentó entonces que ese siones. Hacia 1930, bajo el liderazgo de
hilo conductor de la psiquiatría constituía Jessie Taft y Virginia Robinson, trabaja-
toda la urdimbre del tejido del trabajo doras sociales, seguidoras de la escuela
social de caso individual (Sands y Gellis, funcionalista de la Universidad de Penns-
2011). ylvania, se estableció una fuerte disputa y
desafío a las ideas de la escuela freudia-
Se inicia aquí la emergencia de la pers- na, seguidoras de las ideas del modelo de
pectiva psicológica en el trabajo social Otto Rank, corriente que enfatizaba la im-
clínico, como hemos señalado, apunta portancia del tiempo presente.
Sands en su libro (2012, p. 35):
Mientras que la escuela diagnóstica,
Como observación adicional acerca basada en Nueva York estaba influencia-
del contenido, siguiendo a Guntrip, da por las ideas de la teoría psicoanalítica
en los años veintes existía una co- que ponía énfasis en los procesos incons-
rriente importante de seguidores de cientes, producto del pasado de la perso-
Freud, intelectuales y profesionales na, para quienes fueran tratados a través
médicos, que también atrajo un gru- de la atención de caso Individual.
po de trabajadores sociales, por un
buen número de razones: a pesar de El funcionalismo dominó la actividad
la propuesta científica del método del trabajo social clínico y los anteceden-
de Mary Richmond, el trabajo social tes fueron importantes, en la medida en
de casos científico, encontró como que su influencia se extendió a la aten-
resultado de su aplicación con que ción de los casos institucionales, muchos
muchos clientes no estaban respon- de carácter asistencial.
diendo a ese enfoque que ella de-
lineó. El psicoanálisis reconocía que La atención de las personas en nece-
las dinámicas inconscientes irracio- sidad se caracteriza, entonces, por una
nales constituían fuerzas que resistían atención de los problemas presentes, un
el tratamiento. énfasis en el tiempo de esa atención, la
acción consciente, enmarcada en la fun-
La influencia funcionalista en 1930 ción de la agencia y en la responsabilidad
del cliente.
En la tercera década del siglo XX, sin
embargo, el psicoanálisis era solo una de La influencia de esta dirección en el
las tantas teorías que estaban en discusión trabajo de casos ha caracterizado, hasta

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nuestros días, la atención en el régimen intrapsíquicas ,apoyos familiares y manejo


institucional y ha marcado la pauta en la de otras necesidades socioeconómicas.
caracterización, especialmente del traba-
jo individual generalista. Posteriormente, seguidores de la es-
cuela diagnóstica usaron los conceptos
Hacia finales de la década de los de la psicología del ego, que contribu-
treintas, los trabajadores sociales habían yó al trabajo social clínico definiendo los
extendido su campo de acción en la ad- siguientes aspectos (véase Cooper and
ministración de los servicios públicos para Granucci, 2011):
veteranos, en los hospitales públicos y pri-
vados, en instituciones educacionales, en 1. Un punto de vista optimista y hu-
clínicas infantiles y hospitales públicos y pri- manista del ser humano y su po-
vados, en programas privados de higiene tencial.
mental, en programas estatales de aten-
2. La consideración de la influen-
ción de higiene mental, en programas de
cia de los factores socioculturales
bienestar social y de familias. Las funcio-
como claves en la conformación
nes variaban según el establecimiento.
del comportamiento del cliente.
Los trabajadores sociales psiquiátricos
3. El tratamiento se enfoca en el
empleados en hospitales psiquiátricos tra-
cliente, en el análisis de sus proble-
bajaban con los individuos y sus familias,
mas, las soluciones a partir de un
incluyendo el tiempo de libertad condi-
análisis racional de las posibilida-
cional; promovían también el ajuste y los
des, capacidades de ajuste y for-
cambios ambientales en las comunidades
talezas.
y en la legislación
4. Concibe el proceso de desarrollo
Los trabajadores sociales empleados
como uno que se da a través de
en programas de adultos y en programas
toda la vida.
de niños desarrollaban funciones similares,
principalmente como psicoterapeutas. 5. Expande la noción del proceso de
cambio individual como uno que
Los trabajadores sociales, empleados
incluye el dominio del aprendizaje
por el movimiento de higiene mental,
correctivo, que integra también
comprometían a las comunidades en
nuevas experiencias de relación
organizaciones y en el planeamiento de
y apoyo del medio ambiente, en
programas y recolección de la informa-
lugar de solo la promoción de in-
ción que requerían para este proceso
sight.
La escuela diagnóstica 1940 -1941
6. Mantiene la opinión de que es po-
La escuela diagnóstica, liderada por sible mejorar, mantener o modificar
Gordon Hamilton, destacó el hecho de el funcionamiento, sin reconstruir
que todos los problemas tienen aspectos las dificultades subyacentes en las
emocionales y sociales. personalidades de los clientes.

Hamilton acuñó el término psicosocial, Aunque en el periodo anterior a la dé-


el cual es ampliamente usado por los tra- cada de los cincuentas el trabajo social
bajadores sociales. estaba dividido por diferentes puntos de
vista, el enfoque psicosocial o diagnóstico
Hollis, una prominente educadora del prevaleció, asimilando algunas ideas de
trabajo social, propuso el uso del término Freud como también del funcionalismo.
de persona en situación, una perspectiva
que es central en la práctica del trabajo Cabe mencionar que la influencia del
social clínico, ya que incluye intervencio- funcionalismo en el trabajo social gene-
nes en la esfera interpersonal, dinámicas ralista, aún permanece, sobre todo en los

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marcos de acción de la atención institu- los trabajadores de caso individual, que


cional. comprendieron su importancia.

Durante el periodo de la Segunda Gue- La experiencia de este período les ayu-


rra Mundial, las experiencias derivadas de dó a redescubrir esos recursos interiores
este evento elevaron la conciencia de que son parte de la herencia del carácter
la nación hacia los problemas de salud del hombre, y que el trabajo social indivi-
mental, y la necesidad de expandir ser- dual siempre buscaba sintonizar. Fue una
vicios para los militares. De nuevo, los tra- visión optimista en medio de la desespera-
bajadores sociales psiquiátricos tuvieron ción del período de la depresión.
un rol central como psicoterapeutas. Las
dificultades y problemas psiquiátricos ex- Un aspecto fundamental de la teoría
perimentados por los soldados reclutados, del ego es su concepción de la gente,
quienes habían pasado las evaluaciones más humanista, viendo el ser humano ple-
y test psicológicos, demostraron que aun no de potencialidades.
los individuos saludables mentalmente po-
Los postulados de la psicología del ego
dían presentar problemas mentales, debi-
continuaron usándose para reenfocar el
do al estrés producido por la guerra.
estudio y los procesos de evaluación y tra-
Durante la guerra, los servicios de tra- tamiento (Cooper and Granucci, 2011):
bajadores sociales psiquiátricos llegaron
1. Aquellos relativos a la persona y sus
a ser como había sucedido en la primera
transacciones con su entorno. El
guerra, parte de los servicios militares bajo
aquí y ahora, y el grado en que él
responsabilidad federal.
o ella enfrentan de manera efec-
En 1946 se aprueba el Acta Nacional tiva las tareas que les demandan
de Salud Mental, en la cual el estado fe- el cumplimiento de los roles de la
deral se hace cargo de la promoción de vida y las tareas derivadas de es-
servicios para proveer salud mental. tos.

Durante este periodo los trabajadores 2. La capacidad de ajuste del clien-


sociales extendieron sus roles en estable- te, su autonomía funcional así
cimientos de salud mental (Sands y Gellis, como sus áreas libres de conflicto,
2011). sus déficits personales y sus meca-
nismos de defensa, como también
Mientras eso ocurría, el interior del tra- sus patrones de conducta de de-
bajo social, como disciplina profesional, sadaptación.
estaba cambiando. Siguiendo la publica-
ción de Ana Freud acerca del ego y los 3. El análisis y valoración de cuestio-
mecanismos de defensa, en esa misma nes clave del desarrollo que afec-
fecha, en los Estados Unidos, un grupo de tan el funcionamiento actual del
psiquiatras procedió a la revisión del psi- cliente.
coanálisis.
4. El grado en que el medio ambien-
La psicología del ego que emergió fue te crea obstáculos para el funcio-
más coincidente con el pensamiento de namiento satisfactorio del cliente
los trabajadores sociales, porque era me- (véase Cooper y Granucci, 2011).
nos determinista que el psicoanálisis de
Sin embargo, no existe a la fecha un
Freud y ponía más énfasis en la realidad y
único enfoque en la formación de los tra-
los procesos conscientes (véase Goldstein,
bajadores sociales. Todavía la escuela de
2010).
Pennsylvania continúa enseñando el en-
Pero sobre todo, la experiencia de este foque funcional.
período llevó un mensaje de optimismo a

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A partir de los años cincuentas Para dichos autores (p.49), una com-
prensión postmodernista de la conducta
Eventos internacionales y nacionales humana requiere de la comprensión de
en salud mental en los Estados Unidos, las un modelo integrado de perspectivas bio-
reformas paulatinas y el cambio del para- lógicas, psicológicas, sociales y ambienta-
digma hacia la desinstitucionalización de les.
los enfermos psiquiátricos, y otras medidas
como el establecimiento y expansión de El énfasis está en el interjuego entre
clínicas comunitarias de salud mental; así ellos y la fusión de unos con los otros. Muy
como el apoyo económico y de servicios de acuerdo con los nuevos descubrimien-
a aquellos grupos de enfermos mentales tos que han permitido identificar estructu-
excluidos, incluyendo las comunidades y ras que prueban que la mente y el cuerpo
otros grupos vulnerables, allanaron la vía son inseparables, que la psiquis es igual a
por la cual los trabajadores sociales esta- soma y viceversa.
rían practicando la salud mental comuni-
taria. Más aún, que las mentes individuales y
sus cuerpos están conectados y son parte
Todos estos sucesos, provocados por el de ambientes sociales que los sostienen
cambio de paradigma de la desinstitucio- o los abandonan, construyéndoles signifi-
nalización a la comunidad, demandó el cados y designándoles cuáles responsabi-
establecimiento de una serie de recursos lidades son personales y cuáles pertene-
de tratamiento en las comunidades y es- cen a otros.
tos crearon la necesidad de trabajadores
sociales, los que además de conocer los De ahí que el concepto de salud inte-
recursos y el trabajo con comunidades, gral biopsicosocial, se refiere al funciona-
estaban capacitados para brindar trata- miento adaptativo que promueve, asiste
miento a esas poblaciones más vulnera- y acompaña la habilidad de vivir fructífe-
bles . ramente en el ambiente social.

Durante todos los cambios, incluidos Salud es una meta positiva que depen-
los de los últimos años sobre los derechos a de de la biogenética, la psicología y los
cobertura de seguros para tratamientos a factores sociales, y que es mantenida por
los enfermos mentales y adictos, los traba- la apropiada nutrición, un ambiente salu-
jadores sociales clínicos han continuado dable, condiciones políticas estables y un
aplicando sus marcos conceptuales y las adecuado nivel de vida.
técnicas, que el desarrollo de la ciencia y
De acuerdo con esto, la psicopatolo-
administración de servicios humanos han
gía es vista como un disturbio en la inte-
producido, sin abandonar la concepción
gración biopsicosocial y que se manifies-
que ha caracterizado al trabajo social
ta en las dificultades de adaptarse a las
desde sus inicios.
demandas del ambiente. La persona con
La concepción biopsicosocial, inter- una psicopatología tendrá dificultades
pretada como un modelo de salud inte- con los procesos cognitivos, en la conduc-
grador, en contraposición con los modelos ta adaptativa, en la expresión emocional,
de los conceptos que se oponen entre sí, o en percibir las demandas del ambiente.
como mente contra cuerpo, naturaleza
También puede tener síntomas de con-
contra crianza, etc., o el objetivo que des-
ducta inusual (o crisis de irracionalidad), o
cribe la tradicional estrategia de identifi-
manifestar a través de exámenes de la-
car los aspectos psicológicos, sociales, y
boratorio signos de problemas de origen
biológicos.
genético o estructural.
Estas estrategias, en opinión de Sands y
En resumen, la práctica actual en Tra-
Gellis (2011), han limitado la aplicabilidad
bajo Social Clínico en salud mental está
de las medidas de salud mental en la ac-
tualidad.

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

conformada por una perspectiva biopsi- una parte, pero no la totalidad del enfo-
cosocial holística e integradora. que que los trabajadores sociales aplican.

De acuerdo con esto, ninguna dimen- La práctica clínica continua siendo


sión, por sí sola, ya sea psicológica, bioló- consistente con el enfoque psicosocial
gica, o social determina la salud mental. Y ampliado que caracteriza el trabajo so-
el conocimiento y las teorías basadas en cial.
estas perspectivas influyen unas en otras y
están interrelacionadas. Actualmente existe un poco de tensión
y discusión en el Trabajo Social Clínico de
La salud física y la mental son vistas orientación conservadora, respecto al uso
como metas positivas por conseguir. Las de elementos comunes en salud mental,
fortalezas y debilidades de los clientes son el del DSM5 como diagnóstico (American
reconocidas y respetadas. Psychiatric Association, 2014), el que tien-
de a considerar los trastornos mentales
Hacia 1950, se da una explosión y proli- como el resultado de la patología inhe-
feración de modelos de práctica, motiva- rente a la evaluación clínica individual,
dos por los nuevos conocimientos y des- mientras que el diagnóstico en la práctica
cubrimientos en ciencias de la conducta, de trabajo social se basa en el marco de
fundamentados en teorías procedentes riesgo y resiliencia biopsicosocial.
de la sociología, la psicología social, eco-
nomía y la ciencia política, que enrique- Conviene aclarar que el concepto
cen el nivel macro de la práctica, en el biopsicosocial capta la compleja interac-
nivel micro este periodo se caracteriza por ción de múltiples factores, psicológico,
el interés en la teoría de intervención en social, y los procesos biológicos que dan
crisis, y teorías cognitivas, cercanas alia- lugar a la aparición de trastornos
das de la teoría del ego.
La evaluación de la capacidad de re-
Sin embargo, surgen también otros mo- cuperación emocional o mental conside-
delos influidos por los enfoques psicodiná- ra un balance entre los factores de riesgo
micos y nuevas aplicaciones en poblacio- y los factores de protección que interac-
nes especificas o problemas actualizados túan, para determinar la resiliencia o pro-
que afloran a la conciencia social, los mo- pensión de un individuo o la capacidad
vimientos feministas, los derechos de las de funcionar de forma adaptativa, a pe-
minorías, la atención a los niños abusados sar de los acontecimientos estresantes de
o abandonados, los problemas asociados la vida (Corcoran, 2001).
a la inmigración, el incremento de suici-
dios, adicciones y las diferentes formas y Aunque la resiliencia ha sido defini-
problemas que afectan la familia, y que da de diferentes maneras, se refiere a la
nos son tan familiares en este comienzo capacidad de una persona para hacer
del siglo XXI. frente a sus propios problemas, superar
los obstáculos y no ceder a la presión, in-
En la actualidad, los trabajadores so- dependientemente de la situación. Es la
ciales clínicos poseen una serie de instru- capacidad de un individuo para sobre-
mentos de diagnóstico e intervención, ponerse a períodos de dolor emocional y
sustentados en los descubrimientos de las traumas (American Psychological Associa-
disciplinas relacionadas con las ciencias tion, 2014).
de la conducta y la psiquiatría. Sin embar-
go, autores como Munson (2001) postulan El énfasis biopsicosocial expande el
y aclaran que para el Trabajo Social Clíni- enfoque más allá del individuo, hacia un
co, aunque por motivos de comunicación reconocimiento de los factores sistémicos
y comprensión, en la práctica clínica se que pueden crear o aminorar los proble-
use el DSM como criterio diagnóstico y se mas.
use el instrumental de las diferentes escue-
las de terapia actuales, la psicoterapia es

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

En la pasada década existió la tenden- te fue La Comisión Sobre Alcoholismo, hoy


cia de evaluar la práctica basada en la IAFA, y en el cual, valga la ocasión, para
evidencia de los resultados; esta tenden- señalar que los trabajadores sociales des-
cia ha envuelto también al Trabajo Social empeñaron el trabajo terapéutico, con
Clínico, así como también a las otras disci- individuos, grupos, parejas y lo extendie-
plinas que participan en el área de la sa- ron hasta sitios de trabajo, cuando el uso
lud mental, brindando servicios de trata- y abuso de licor afectaba todo un grupo
miento. Esto incluye la autoevaluación del laboral (Comunicación personal).
resultado, del uso de ciertos instrumentos y
el costo de la intervención en la atención Un campo de acción donde los traba-
que se brinda al cliente. jadores sociales desarrollaron una exce-
lente labor en la intervención clínica y en
Estos elementos constituyen prácticas la prevención y educación comunitarias.
comunes en los sistemas de administra- Sin embargo, ya desde ese tiempo el Dr.
ción técnica de la salud mental, e impli- José Horwits, asesor de la Oficina Paname-
can evaluaciones de los resultados de las ricana de la Salud, en Salud Mental para
técnicas empleadas y la acción en nues- América Latina, mostraba su preocupa-
tro caso, del trabajador social como tera- ción por la limitación de los modelos exis-
peuta. tentes de tratamiento en salud mental y se
pronunciaba por un cambio en el modelo
El panorama de salud mental en Latino- asilar, así como una integración y capaci-
américa tación de todas las disciplinas, en la pre-
vención y tratamiento en problemas de
Ahora bien, siendo el trabajo social un
salud mental, un fenómeno que se adivi-
producto contextual, que responde a las
naba en crescendo para las próximas dé-
necesidades sociales y a las influencias
cadas (Horwits, Comunicación personal).
científicas del momento, como tal debe
prepararse para responder, con la capa- Un problema en especial fue que la
cidad que le es propia como disciplina explosión de las adicciones empezaba a
científica, a uno de los mayores retos que preocupar a algunos profesionales, acer-
enfrenta la sociedad actual y del que no ca de lo cual, en 1980 en Washington en
están exentas las sociedades latinoameri- un seminario para profesionales latinoa-
canas, la prevención y el tratamiento de mericanos, al que asistimos, escuchamos
problemas de salud mental. una reveladora exposición del Dr. Saul Pa-
curucu, de Bolivia, El aumento del consu-
Internacionalmente, organismos como
mo de drogas, el narcotráfico y el futuro
la Oficina Sanitaria Panamericana de la
impacto en la salud mental de la región
Salud, y la Organización Mundial de la
Latinoamericana en relación con el fenó-
Salud, han estado tratando de advertir y
meno que despertaba y que decía, las
promover un nuevo enfoque hacia la sa-
autoridades de salud de su país y de La-
lud mental.
tinoamérica parecían ignorar, cuando era
Desde los años setentas esta entidad un fenómeno que iba a afectar la salud
promovió a nivel de especialistas latinoa- mental y social de todo el continente (Pa-
mericanos un interés por el tratamiento, curucu, Comunicación personal).
en aquel entonces del alcoholismo, ac-
Esta línea de pensamiento acerca del
tualmente en general de las adicciones y
cambio del modelo de salud mental, se
los trastornos comunes de conducta.
continuó con el Dr. René González Uzcate-
En 1976, la OPS distinguió a Costa Rica gui, sucesor del Dr. Horwits, hasta culminar
como centro de capacitación en trata- con la declaración de Caracas en 1990,
miento de alcoholismo, en reconocimien- que llamó a los países participantes a rea-
to al éxito del modelo desarrollado, en ese lizar reformas legislativas, para promover
tiempo por la trabajadora social Dra. Irma los derechos de las personas con enferme-
Morales, fundadora de lo que inicialmen- dades psíquicas y a reestructurar el cuida-

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

do psiquiátrico hacia servicios comunita- (véase Kohn, Levav, Caldas, Vicente,


rios. Llamó la atención hacia el cambio de Andrade, Caraveo, et al., 2005).
la atención de problemas de salud mental
por los modelos centrados en los hospita- El futuro del Trabajo Social Clínico y las
les psiquiátricos hacia el tratamiento co- poblaciones prioritarias para una inter-
munitario, y a la necesidad de capacitar vención en salud mental en Costa Rica
a los profesionales en la atención de los
Las nuevas formas de desarrollo eco-
problemas de salud mental (Conferencia
nómico de las sociedades actuales en la
de Caracas, 1990).
era de la tecnología, la información, el
Según la OPS, existe una amplia bre- consumo y la globalización, han provoca-
cha entre quienes necesitan cuidados de do un desencadenamiento de factores
salud mental y aquellos que la reciben. Un condicionantes del estilo de vida actual.
reporte del Asesor Principal en Salud Men- Costa Rica no ha escapado a esa influen-
tal de la OPS (Rodríguez, 2011), señala cia, que observamos en la constitución de
que en la región, entre el 60 y el 65% de las las relaciones personales, familiares y so-
personas que sufren problemas de salud ciales y que, desde nuestro punto de vista,
mental, no están recibiendo ningún tipo exige nuevas formas de ajuste y apren-
de cuidado de parte de los servicios de dizaje, así como la superación de formas
salud. Kohn y colaboradores, en la Revis- de conducta culturalmente asociadas al
ta Panamericana de Salud Pública 2005, modo de ser costarricense, que influyen
en su artículo Los trastornos mentales en negativamente en la salud emocional de
América Latina y el Caribe: asunto priori- la sociedad en su conjunto. El desarrollo
tario para la salud pública, concuerdan de las comunicaciones y la divulgación
en que, científica ha despertado la conciencia
sobre la necesidad de abordar una serie
la creciente carga de trastornos de problemas, que antaño pasaban in-
mentales que afecta a las poblacio- advertidos, las condiciones de vida y las
nes de América Latina y el Caribe es presiones han evidenciado otros que se
demasiado grande para hacer caso han multiplicado, sin que se implemente
omiso de ella. Por lo tanto, es una ne- un abordaje adecuado.
cesidad impostergable conocer la
prevalencia de los trastornos menta- De acuerdo con informes de la CCSS
les y la brecha de tratamiento, que del 2014 en Costa Rica también se ha
está dada por la diferencia entre las experimentado una explosión de trastor-
tasas de prevalencia verdadera y las nos de salud mental, un alarmante incre-
de las personas que han sido trata- mento del número de suicidios y hechos
das, que en algunos casos es grande de violencia intrafamiliar, lamentables al-
pese a la existencia de tratamientos gunos, que han trascendido a la opinión
eficaces. Si se dispone de mayor in- pública y que evidencian la gravedad del
formación, se hace más factible: problema de los trastornos mentales, y la
ausencia de mecanismos preventivos de
1. Abogar mejor por los intereses detección temprana en diferentes ámbi-
de las personas que necesitan tos, escolar, colegial, laboral, familiar y pú-
atención blico. Nos referimos, por ejemplo, al asesi-
nato de una directora de colegio por un
2. Adoptar políticas más eficaces estudiante, o el elevado número de casos
de niños agredidos, o a las 2000 consultas
3. Formular programas de interven-
de adolescentes usuarios de drogas des-
ción innovadores
de los doce años, reportados por las auto-
4. Adjudicar recursos en conformi- ridades de Salud (véase Barrantes, agosto
dad con las necesidades obser- 2014).
vadas
Costa Rica dedica solamente un 3%
del presupuesto al rubro de salud mental,

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

sin embargo, la inversión en camas –hos- se agravan. O el caso de un Jefe de un


pital para el tratamiento de crisis provoca- Departamento de una institución estatal,
das por trastornos de salud mental en el que nos dijo tener seis meses de incapaci-
sistema hospitalario, aunado al costo de dad debido a que padecía de depresión
las incapacidades medicas es realmente y ansiedad, y que su médico general le
significativo (Incapacidades, La Nación, daba solo pastillas para dormir ya que pa-
agosto 2013). decía de estrés y que, irónicamente, fue la
otorrinolaringóloga la que le receto sero-
El alarmante aumento de suicidios, vio- tonina, medicamento que le estaba ayu-
lencia intrafamiliar, sucesos de agresión y dando a sobrellevar sus padecimientos.
abuso infantil son solo síntomas de un lado Sin embargo, este hombre no estaba reci-
enfermo de la sociedad costarricense. biendo ningún tratamiento que asegurara
su recuperación con el consiguiente dete-
La ingesta de drogas en los hogares
rioro personal y laboral. En nuestro país, la
de familias de comunidades rurales y ur-
depresión es el padecimiento mental más
bano marginales, que crece cada día,
importante y, sobre todo, lo sufren más las
es un fenómeno alarmante, por las con-
mujeres, al igual que en el resto del mun-
secuencias y por la familiarización de los
do. La depresión también es la primera
niños, quienes llegan a ver la droga como
causa de ausentismo laboral.
algo natural en sus hogares, desde que sus
hermanos mayores, muchos de los cuales La Caja Costarricense de Seguro Social
van a recoger a los hermanos menores a (CCSS) tramitó 17.650 incapacidades en
la escuela, van fumando droga a la vista y el 2013, con un costo de ¢1.658 millones.
paciencia de la comunidad, según obser- Cuatrocientos empleados del MEP cobra-
vaciones del informe del grupo de Prác- ron en seis años ¢9.500 millones en incapa-
tica Profesional de Trabajo Social de la cidades, si a ello se suma el porcentaje de
Universidad Latina en el cantón de Aserrí la incapacidad que debe complementar
(Escuela de Trabajo Social, 2014). la Caja, tenemos que el total asciende a
más de 26 000 millones de colones.
Sin embargo, no solo las comunida-
des urbano marginales se ven afectadas El 48% de 400 casos analizados en el
por problemas de salud mental y son a Ministerio de Educación Pública, son
menudo subdiagnosticadas, como los de psiquiatría; esto significa depre-
numerosos casos de depresión y ansie- sión, ansiedad, trastornos afectivos y
dad crónicos que se diagnostican como trastornos de adaptación, y eso tiene
estrés y se tratan con incapacidades de mucha relación cuando hicimos el
meses, cuyo ejemplo en números y costos análisis de las incapacidades totales
ha reseñado ampliamente el periódico La del MEP, donde el 39% de todos los
Nación, recientemente. O los ataques de pacientes incapacitados en el 2012,
ansiedad, por señalar un ejemplo, que su- fueron por trastornos de psiquiatría.
fren trabajadores sin acceso a servicios de Según datos del Ministerio de Salud,
salud, sin poder pagar un tratamiento de el año pasado se produjeron 41.675
salud mental, como el taxista que conoci- episodios depresivos, 74% de ellos
mos, que se detuvo en el camino, sudoro- en mujeres. Esta característica tiene
so presa de un ataque de ansiedad, y que amplias consecuencias para la vida
narró que no puede pagar un terapista, y familiar, tanto desde un punto de vis-
que únicamente solo recibe las pastillas ta económico como del rol trascen-
que le da una doctora de medicina gene- dental que juegan madres, abuelas
ral en su barrio, reconociendo que eso no y cuidadoras en nuestra sociedad.
era suficiente para superar sus síntomas, y Los eventos son recurrentes, pueden
que aún siendo bilingüe, no puede acce- presentarse varias veces al año y en
der a trabajos mejor remunerados, porque cada caso incapacitan a la perso-
no puede trabajar en espacios cerrados na por casi una semana (Rodríguez,
debido a que sus ataques de ansiedad 2015).

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

desempleo, un 9% según un artículo titula-


do El desempleo elevó la tasa de presión
Dada la dimensión de los problemas, laboral durante el 2014 del periódico El fi-
surge la necesidad de cambiar el modelo nanciero, del 6 de octubre de 2014, que
de intervención en salud mental por uno además de consideraciones de género,
que garantice un tratamiento integral en son variables que surgen al acercarse
vista de las necesidades y condiciones psi- y dialogar con poblaciones marginales
cosociales. donde los entrevistados aluden al con-
texto socioeconómico como fuente de
El análisis de los problemas de salud
malestar, de manera que la satisfacción
mental de áreas urbanas, muestra coin-
de las necesidades básicas, constituye un
cidencias con lo encontrado también en
componente importante de la salud men-
población rural.
tal La población de las áreas urbanas mar-
En ambas la salud mental, lejos de ginales, vulnerable por las precarias con-
constituir un factor secundario frente a diciones desde las cuales desempeñan
otras problemáticas de salud, es parte in- sus actividades laborales en situaciones
tegral de la salud y debiera considerarse de incertidumbre económica, se ubican
en los programas de intervención. Suma- principalmente dentro del sector informal,
do a lo anterior, es importante señalar la sin prestaciones de ninguna especie y de
importancia que el aporte del trabajo so- carácter eventual en la mayoría de los
cial clínico puede dar al país a través del casos (Escuela de Trabajo Social, 2014).
establecimiento de servicios comunitarios,
Mención especial merece la pobla-
ya que según declaraciones de persone-
ción de adultos mayores, un grupo que va
ros del Ministerio de Salud en La Nación de
en aumento, cuyas necesidades de trata-
junio 2013, existe un médico psiquiatra o
miento y prevención de la salud mental se
psicólogo para cada 80.000 personas, y
hacen cada vez más evidentes. Así como
de ese número los más desprotegidos son
también la sensibilización y educación del
los de más limitados ingresos. En las pobla-
público en general, acerca de las nece-
ciones urbano marginales, con un contin-
sidades de estas poblaciones, la preven-
gente grande de inmigrantes, además del
ción del abuso en la población adulta
desempleo, la ausencia de capacitación
mayor y la necesidad de promoción de
laboral, el desarraigo, en términos de la
prácticas de uso del tiempo libre.
pérdida de la cultura de referencia y la
consecuente pérdida de redes sociales Poblaciones que son posible sujeto de
de ayuda y de sostén, así como la escasez intervención del Trabajo Social Clínico en
de opciones recreativas y de uso del tiem- Costa Rica
po libre, la intervención en salud mental
reviste características de urgencia. Las nuevas formas de desarrollo eco-
nómico de las sociedades actuales en la
Todos estos factores también constitu- era de la tecnología, la información, el
yen elementos por considerar que podrían consumo y la globalización, han provoca-
explicar los padecimientos más referidos do un desencadenamiento de factores
por la comunidad, como el consumo de condicionantes del estilo de vida actual,
alcohol, la violencia intrafamiliar, las adic- cuya influencia en la constitución de las
ciones y la depresión que, en la mayoría relaciones personales, familiares y sociales,
de los casos, no tienen seguimiento en un exige nuevas formas de ajuste y aprendi-
programa de tratamiento integral de sa- zaje, así como la superación de formas
lud mental. de conducta culturalmente asociadas al
modo de ser costarricense, que influyen
Como se observa, al abordar la salud
negativamente en la salud emocional de
mental es ineludible hacer referencia a
la sociedad en su conjunto.
las variables macro estructurales como la
pobreza y la ausencia de capacitación El desarrollo de las comunicaciones y
para el empleo, sumado a la alta tasa de la divulgación científica ha despertado la

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
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conciencia sobre la necesidad de abor- trastornos de poblaciones específicas,


dar una serie de problemas que antaño como la población trabajadora, donde
pasaban inadvertidos, las condiciones de la depresión aparece como una de las
vida y las presiones han evidenciado otros mayores causas de incapacidad. Uno de
que se han multiplicado, sin que se imple- cada cinco empleados padece un tras-
mente un abordaje adecuado. torno mental que debe ser tratado. Esto
sin olvidar también los trastornos de la po-
Internacionalmente, organismos como blación adulta mayor.
la Oficina Panamericana de la Salud y la
Organización Mundial de la Salud, han es- Como se ha señalado, la población
tado tratando de advertir y promover un adulta mayor en Costa Rica no es, en este
nuevo enfoque hacia la salud mental. momento, un problema social prioritario,
Costa Rica enfrentará desafíos sociales y
Como hemos señalado, el Trabajo So- económicos, debido a la rapidez del en-
cial Clínico, no ha sido ajeno a la activi- vejecimiento de la población, en las pri-
dad del trabajo social en el país, desde meras décadas del siglo XXI.
1959, con la ya mencionada participa-
ción directa en el tratamiento del alcoho- Un estudio elaborado por la Escuela
lismo, los trabajadores sociales empezaron de Estadística de la Universidad de Costa
a desempeñar un rol terapéutico, con mu- Rica (Ramírez, 2002), señala que una cuar-
cho éxito, lo cual le valió el reconocimien- ta parte de los hogares costarricenses tie-
to de la misma Oficina Panamericana de nen en su seno, al menos, un anciano o
la Salud en 1976. anciana. Una tercera parte de ancianos
viven en, forma autónoma, en su propia
Actualmente, en el marco de las insti- vivienda. La mitad vive en hogares exten-
tuciones que atienden niñez, problemas didos intergeneracionales.
de adolescencia y violencia intrafamiliar,
se brindan, parcialmente, servicios de in- El envejecimiento demográfico se
tervención de carácter terapéutico, so- acelerará en las próximas décadas. Ac-
cioeducativo, individual o de grupo (Es- tualmente este segmento poblacional,
cuela de Trabajo Social, 2014). que representa el 8%, se duplicará propor-
cionalmente en tan solo veinticinco años
Sin embargo, el encuentro con estas y representará poco más de la cuarta par-
realidades nos lleva a la necesidad de te de la población del país para el 2050.
contar con servicios integrales de salud El envejecimiento interno de la población
mental en las comunidades, el principal de 60 años y más es también acelerado.
reto para una respuesta comprometida y En el año 2000 una de cada siete personas
eficaz del trabajo social clínico en benefi- de edad alcanzaba la cuarta edad, para
cio de nuestras comunidades el 2050 se espera que sea una de cada
cuatro.
No obstante el deseo de brindar una
respuesta del trabajo social a las necesi- Una mayor cantidad de familias al-
dades que enfrenta la sociedad costarri- bergarán personas de edad en su seno,
cense, en el área de salud mental, y en lo que implica cambios en los esquemas
el tratamiento de trastornos comunes en familiares por la atención demandada. En
salud mental, este constituye un desafío los últimos veintisiete años, poco más de
profesional y ético, que nos obliga a intro- una quinta parte de los hogares costarri-
ducir cambios que refuercen el desempe- censes (23%) tienen presencia de personas
ño clínico del trabajo social; por ejemplo, de edad. Mayoritariamente se da la pre-
una profundización en el dominio de la sencia de solo una persona adulta mayor,
aplicación de técnicas terapéuticas y una y es una situación que viene en descenso
clara comprensión del diagnóstico clínico, entre los censos analizados. Hogares con
elaborado en el marco de la acción del solo personas de edad prácticamente se
trabajo social. De igual manera, importa duplicaron en el periodo, representando
la especialización en el tratamiento de el 6% de la totalidad de hogares del país

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
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en el año 2000. El segmento poblacional plicaron porcentualmente en el período


en la cuarta edad representaba el 15% de estudio, respaldado por un crecimien-
del total de las personas de edad para to porcentual de los hogares autónomos
el 2000, y tan solo un 4,3% de los hogares conyugales en mayor medida y de un cre-
tenían personas en esas edades, mayori- cimiento más leve de los unipersonales.
tariamente solo una persona de adulta
mayor (Ramírez, 2002). Los hogares con presencia de perso-
nas de edad donde estos representan
Esta situación difiere bastante para el mayoría y donde se igualan en número
segmento de edad 60 a 79 años, pues en con miembros de otras generaciones, se
uno de cada cinco hogares hay presen- incrementan proporcionalmente en el pe-
cia de ellos y en dos, de cada siete convi- riodo de estudio; consecuentemente, se
ven dos simultáneamente. da una disminución apreciable y consis-
tente de aquellos hogares en los que las
Uno de los factores que inciden en la personas adultas mayores representan mi-
calidad de vida de las personas de edad noría (Ramírez, 2002).
es la posición jerárquica ocupada en el
hogar. Continuando con la información de
este estudio, se evidencia la solidaridad
Mayoritariamente se les sigue identifi- de las personas adultas mayores hacia
cando como jefes de familia o cónyuges las generaciones más jóvenes que alber-
a las personas de edad, lo que muestra gan en los hogares que han formado. Los
una tendencia en ascenso en el periodo arreglos de convivencia definidos consi-
de estudio. Esta condición es más favora- deraron la relación con el jefe de familia,
ble para los ancianos que para las ancia- total de miembros en el hogar, hijos e hijas
nas. solteras y otros miembros residiendo en el
hogar. Una reagrupación en cuatro ca-
Evidentemente, esta condición decli-
tegorías de convivencia muestra que los
na con la edad, pese a que para todos
hogares autónomos (con solo ancianos) y
los grupos es mucho más favorable en el
los extendidos representan proporciones
censo del 2000, para ambos sexos.
mayoritarias y parecidas (31%). La opción
La proporción de ancianas convivien- menos frecuente fue la dependiente (18%
do sin pareja duplica a los ancianos, para en el 2000) y uno de cada cinco todavía
casi todos los grupos de edad. convivía en un hogar de tipo nuclear. El
paso a la cuarta edad implica cambios en
El envejecimiento de la población im- el arreglo de convivencia, y se incremen-
pacta la organización de las familias por tan en forma bastante amplia los arreglos
la necesidad de llegar a arreglos de con- dependientes.
vivencia.
Esta situación es mucho más evidente
La constitución de hogares multige- en las ancianas que en los ancianos, pues
neracionales generan solidaridad en dos prácticamente la mitad de ellas conviven
vías: de las generaciones más jóvenes ha- en arreglos dependientes y tan solo uno
cia las personas adultas mayores y vice- de cada tres ancianos así lo hacen.
versa.
La investigación de Ramírez de la Es-
En el 2000, cinco de cada siete perso- cuela de Estadística, de la Universidad
nas adultas mayores convivían en hogares de Costa Rica, cuya información hemos
de este tipo. Sin embargo, esa proporción tomado de referencia, señala los arreglos
presentó un descenso importante en el de convivencia, sin embargo, está lejos
período de estudio. Relacionando la con- de considerar la relación entre las varia-
vivencia de personas de edad con otros bles emocionales y la condición de con-
miembros del hogar, se encontró en este vivencia.
estudio a que hacemos referencia que
los hogares con solo ancianos casi se du-

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

En esta edad es común la depresión, de dicha violencia (PAHO, Panamerican


el temor al desamparo, las dificultades Health Organization, 2013). La violencia
para adaptarse a nuevos roles, ajustarse de pareja y la violencia sexual pueden
a nuevas condiciones de vida, la pérdi- ocasionar embarazos no deseados, abor-
da de relaciones de pareja, la soledad, el tos provocados, problemas ginecológi-
aislamiento y la percepción cultural que cos, e infecciones de transmisión sexual,
provocan en la persona adulta mayor entre ellas la infección por VIH.
una orientación hacia la destrucción de
la autoestima, sentir que su vida carece El análisis de 2013 reveló que las muje-
de futuro y de nuevas posibilidades, son res que han sufrido maltratos físicos o abu-
elementos que contribuyen a acentuar la sos sexuales tienen una probabilidad, 1,5
situación de dependencia y depresión a veces mayor, de padecer infecciones de
que es sometida la persona adulta mayor. transmisión sexual, incluida la infección por
La necesidad de prevención (y tratamien- VIH en algunas regiones, en comparación
to) del deterioro emocional y mental del con las mujeres que no han sufrido vio-
adulto mayor, constituye un campo inte- lencia de pareja. Por otra parte, también
resante de intervención futura del Trabajo tienen el doble de probabilidades de sufrir
Social Clínico. abortos. La violencia en la pareja duran-
te el embarazo también aumenta la pro-
Violencia intrafamiliar babilidad de aborto involuntario, muerte
fetal, parto prematuro y bebés con bajo
La magnitud de la violencia en con- peso al nacer. Estas formas de violencia
tra de las mujeres, los factores de riesgo pueden ser causa de depresión, trastorno
de violencia de pareja y violencia sexual de estrés postraumático, insomnio, trastor-
son de carácter individual, familiar, comu- nos alimentarios, sufrimiento emocional e
nitario y social. Algunos se asocian a la intento de suicidio.
comisión de actos de violencia, otros a su
padecimiento, y otros a ambos. Entre los En el mencionado estudio se observó
factores de riesgo de ambas, violencia de que las mujeres que han sufrido violencia
pareja y violencia sexual, se encuentran de pareja tenían casi el doble de proba-
los siguientes: bilidades de padecer depresión y proble-
mas con la bebida. La tasa fue aún mayor
Un bajo nivel de instrucción (autores en las que habían sufrido violencia sexual
de violencia sexual y víctimas de violencia por terceros. Entre los efectos en la salud
sexual); la exposición al maltrato infantil física se encuentran las cefaleas, lumbal-
(autores y víctimas); la experiencia de vio- gias, dolores abdominales, fibromialgia,
lencia familiar (autores y víctimas); el tras- trastornos gastrointestinales, limitaciones
torno de personalidad antisocial (autores); de la movilidad y mala salud general.
el uso nocivo del alcohol (autores y vícti-
mas); el hecho de tener muchas parejas La violencia sexual, sobre todo en la
o de inspirar sospechas de infidelidad en infancia, también puede incrementar el
la pareja (autores); las actitudes de acep- consumo de tabaco, alcohol y drogas, así
tación de la violencia (autores y víctimas). como las prácticas sexuales de riesgo en
La violencia de pareja y la violencia sexual fases posteriores de la vida. Asimismo, se
producen a las víctimas supervivientes y a asocia a la comisión (en el hombre) y el
sus hijos graves problemas físicos, psicoló- padecimiento (en la mujer) de actos de
gicos, sexuales y reproductivos, a corto y a violencia, aunque estos hechos afectan
largo plazo, reportando un elevado costo ambos sexos, como lo atestiguan víctimas,
económico y social. La violencia contra la esta vez hombres, en un doloroso articulo
mujer puede tener consecuencias morta- testimonial en La Nación del 2 de noviem-
les, como el homicidio o el suicidio. Asimis- bre de 2014, en el que se señala que seis
mo, puede producir lesiones, y el 42% de hombres son violados cada mes en Costa
las mujeres víctimas de violencia de pare- Rica, un hecho que como afirma Alan Mo-
ja refieren alguna lesión a consecuencia reno, Jefe del Departamento de Medicina

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

Legal de la medicatura forense, “Son nú- a causa de la violencia doméstica (PAHO,


meros altos para un problema que ante la Panamerican Health Organization, 2013).
sociedad no existe; claro, son números ba-
jos en comparación con los muchos casos El abordaje preventivo o terapéutico
que están sin denunciar en la calle”. del Trabajo Social Clínico, constituye un
área de gran interés, y, posibilidades de
Repercusión en los niños una contribución valiosa de carácter pro-
fesional, especialmente en áreas popula-
Los niños que crecen en familias en res o urbano marginales; aunque la violen-
las que hay violencia pueden sufrir diver- cia intrafamiliar y el abuso de los niños se
sos trastornos conductuales y emociona- da en todos los estratos sociales.
les. Estos pueden asociarse también a la
comisión o el padecimiento de actos de Las depresiones, el desempleo, las pre-
violencia en fases posteriores de su vida. siones de carácter económico afectan la
Los niños víctimas de abusos sexuales son vida de las personas y sus familias, son la
sobrevivientes de uno de los ataques más fuente de serias situaciones que dañan la
devastadores, como apunta Engel (1990). familia y el entorno comunitario, y se tra-
Es una cadena, que nuestra sociedad, ducen en violencia e intentos de suicidio.
que aspira a ser sana mentalmente, tiene
que aceptar en su existencia y frecuen- Conclusión
cia, sobre todo, por las repercusiones que
La realidad de la salud mental en Cos-
tiene en la vida emocional del individuo y
ta Rica seduce e invita al Trabajo Social a
de la familia costarricense.
desarrollar experiencias en el área de Sa-
La violencia de pareja también se ha lud Mental Comunitaria, aplicando la me-
asociado a mayores tasas de mortalidad todología y el enfoque propio del Trabajo
y morbilidad en los menores de cinco años Social Clínico, invitando a otras disciplinas
(por ejemplo, por enfermedades diarrei- a participar de la creación de modelos de
cas y malnutrición). intervención de salud comunitaria para
brindar servicios de prevención y trata-
La violencia dentro de la familia es la miento, en el caso del Trabajo Social a los
más silenciada, menos denunciada y, por sectores populares, especialmente a los
lo tanto, no se cuenta con información es- urbano marginales.
tadística completa.
En la Escuela de Trabajo Social de la
El maltrato físico y emocional, el abuso Universidad Latina estamos dando los pri-
sexual, el abandono y la negligencia se meros pasos en la construcción de este
producen en el entorno familiar, por par- tipo de modelos comunitarios, de provi-
te de padres, madres, cuidadores y otras sión de servicios de salud mental, una ta-
personas cercanas. Entre los factores que rea nada fácil pero que acometemos con
inciden de manera importante en la vio- entusiasmo porque somos conscientes de
lencia al interior de la familia, se destaca la necesidad que existe, aunque sabemos
el hecho de ser testigos de escenas agre- que construir en lo social implica orques-
sivas, en particular, peleas entre padres y tar voluntades, desarrollar capacitación,
violencia contra las mujeres y los matrimo- movilización de recursos y mantener una
nios precoces. buena dosis de optimismo, solo alimenta-
da por la experiencia y la meta de elabo-
Las principales formas de violencia rar una respuesta que la realidad nacional
hacia los niños en la región son: el casti- reclama.
go físico como una forma de disciplina, el
abuso sexual, el abandono y la explota- Por último, un mensaje para el novel
ción económica. Según las estimaciones trabajador social que se anima a aden-
disponibles, cada año más de seis millones trarse en este sendero de ayuda al ser hu-
de niños/as sufren abuso severo en los paí- mano y contribuir al rescate de la noble
ses de la región, y más de 80,000 mueren actividad de la clínica en trabajo social,

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

con esa visión actualizada, integral e in-


tegradora propia del trabajo social como
profesión que promovemos desde nuestra Referencias
Universidad.
American Psychiatric Association (2014).
El trabajador social que asume una Guía de consulta de los criterios diag-
práctica postmodernista de Trabajo Social nósticos del DSM-5th. Chicago, Estados
Clínico, debe aspirar a mantenerse al día Unidos: American Psychiatric Publis-
en el desarrollo de las ciencias biológicas, hing.
las ciencias sociales y del comportamien-
American Psychological Association
to, así como en la farmacología y la inves-
(2014). The Road to Resilience. Recu-
tigación epidemiológica, pero siempre
perado desde: http://www.apa.org/
con una actitud sensitiva a los contextos
helpcenter/road-resilience.aspx
en los cuales los hallazgos aplican o no
aplican. Ella o él se familiarizarán con las Barrantes, A. (agosto, 2014). 2000 adoles-
investigaciones sobre mejores y más efec- centes requieren atención por drogas
tivas prácticas de intervención clínica en cada año. La Nación. San José, Costa
trabajo social. Rica.
Siempre a la expectativa de aplicar Conferencia de Caracas (1990). Informe
lo mejor de su práctica de intervención final. Washington, Estados Unidos: Publi-
para dar respuesta a las necesidades del caciones de la Organización Paname-
cliente. Estará siempre atento a las expre- ricana de la Salud (OPS).
siones, significados y vías en las cuales al
cliente se le facilita trabajar consigo mis- Cooper, M. G. y J. Granucci (2011).Clinical
mo para superar y sanar sus problemas de Social Work Practice. Boston, Massa-
salud mental. chusetts, Estados Unidos: Allyn Bacon.

El trabajador social clínico se familia- Corcoran, J. (2001). Clinical Assessment


rizará con las categorías de clasificación and Diagnosis in Social Work Practice.
de trastornos descrita en el Manual de Nueva York, Estados Unidos: Oxford
Diagnóstico de la Asociación Americana Press.
de Psiquiatría DSM, entendiendo que la
clasificación no es la esencia de su acción Deagan, M. J. (1990). Jane Adams and the
pero sí es importante para la comunica- Men the Chicago School (1892-1918).
ción interdisciplinaria y la terapéutica en New Brunswick, Nueva Jersey, Estados
salud mental. Unidos: Transactions Publishers.

Será capaz de movilizar aquellos recur- El desempleo elevó la tasa de presión la-
sos comunitarios necesarios para la recu- boral durante el 2014. (6 octubre 2014).
peración de su cliente. El Financiero. San José, Costa Rica.

Un trabajador social clínico actualiza- Engel, B. (1990). El derecho a la inocencia.


do y postmodernista construye, con arte Nueva York, Estados Unidos: Random
y ciencia, su práctica para ayudar a sus House Publishing Group.
clientes a valorar lo que realmente tiene
significado para ellos. Escuela de Trabajo Social (2014). Reportes
de información diagnóstica del área
de Pavas. Práctica de Comunidad de
Trabajo Social, Universidad Latina de
Costa Rica. Material en archivo, no pu-
blicado.

Existe un médico psiquiatra o psicólogo


para cada 80.000 personas. Declara-

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Chan-López, Rosa Anais (2015). Rescatando el Trabajo Social Clínico.
Gaudeamus, 7 (1), pp. 119-139

ciones de la Viceministra Sissy Castillo. Rodríguez, J. (2011). Informe del asesor


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