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La Disciplina en La Iglesia

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LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA

INTRODUCCION:
“Si ninguna sociedad, mucho menos una pequeña familia, puede conservarse en buen
estado sin disciplina; ¡Cuánto más será necesaria la disciplina en la iglesia cuyo estado
debe ser lo más ordenado posible!” – Juan Calvino.
Un hogar sin disciplina es un desastre. Una planta industrial necesita principios
disciplinarios para escoger a todos os empleados y para lograr una buena producción. El
ejercicio no serviría de nada si no se mantuvieran parámetros claros del rol de cada uno
de ellos.
La iglesia no es ninguna excepción a esa necesidad. Algunos alegan que la disciplina en
la iglesia seria actuar con falta de amor; pero el apóstol Pablo estaba convencido de la
necesidad de una acción disciplinaria como un elemento de fe y obediencia. Hebreos 12:
6 cita “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo”.
La disciplina es necesaria, el no tenerla es terrible, pero el mal uso de la misma es fatal.

PROPÓSITOS:

• Promover la disciplina con el fin de que el caído entienda, reaccione y deje su


pecado.
• Castigar al creyente descarriado, de manera que resulte en su restauración al
Señor y a la iglesia local.
• Proteger el buen nombre de la iglesia.
• Impedir la contaminación de los demás creyentes.
• Aplicarla de tal manera que los creyentes vivan en armonía.
• Ser columna y fundamento de la verdad.
• Ser instrumento efectivo en las manos de Dios.
• Inspira confianza entre los miembros de la iglesia.
• Ayuda a preservar la santidad sin dejar de amar.

OBJETIVOS:

• Desarraigar el pecado de nuestro medio.


• Preservar el lindero de la santidad y pureza dentro de la iglesia.
• Cuidar la vida espiritual de la congregación.
• Evitar que el fuego de Dios se apague en la iglesia.
• Encontrar un equilibrio adecuado entre lo que la Biblia exige, en relación a la
santidad y el cumplimiento de los mandatos de la misma, en amor.
DEFINICION:
Disciplina: Encaminar, corregir, entrenar, castigar, reprender, etc.
Es una verdad fundamental de la Biblia, en donde Dios castiga el pecado, teniendo en
cuenta que también en la naturaleza actúan leyes que operan y conservan este mundo.
Dentro de la iglesia, es el acto en el que el Pastor y su Consistorio, privan de todos los
derechos y privilegios de miembros a una persona bautizada y miembro de la iglesia;
pasando de miembro activo a miembro pasivo.
Esta es una tarea espiritual que es llevada a cabo por personas espirituales con el fin de
preservar la vida espiritual y la actuación del Espíritu Santo en la iglesia.

LOS MUCHOS PROPOSITOS DE LA DISCIPLINA EN LA GLESIA:


a) Honrar al Señor Jesucristo: La práctica de la disciplina es un acto de obediencia a
todos los mandatos de las escrituras.
La palabra de Dios revela que la iglesia debe mantener una disciplina para el bien de
los que caen en faltas, así como para los demás miembros del cuerpo de Cristo, quien
dejó instrucciones acerca de este tema, al igual que el apóstol Pablo.
Moisés tuvo que ocupar mucho tiempo resolviendo problemas relacionados a la
disciplina. El autor del libro de Hebreos nos recuerda que Dios tiene la costumbre de
disciplinar y que no debemos despreciar esta obra divina. Hebreos 12: 5 -11.
Uno de los propósitos de ejercer la disciplina en la asamblea local, es para que uno
que ha caído en pecado no siga en él; sino que deje de practicarlo. 2° Corintios 7: 8 -
10.
Se espera que la persona culpable se dé cuenta que va mal en el proceso de
santificación, se avergüence de su conducta y corrija la senda por la cual va
caminando, un ejemplo que lo explicaría mejor es el siguiente: Ya que es como un
niño que echa a su boca un caramelo sucio; su madre se lo quita muy a disgusto del
niño, pero ella sabe que le hará daño si no lo hace.
b) Restaurar a los pecadores: Mateo 18: 15 afirma que lo primero que se debe tener
en cuenta al disciplinar es “ganar” o “restaurar” al hermano que nos ha ofendido.
1° Corintios 5:5 nos enseña que aun al llegar al extremo de excluir del cuerpo y
entregar a Satanás a un miembro de la iglesia, se hace con la finalidad de no perder el
Espíritu de la persona caída.
2° Corintios 2:8 exige que se restaure al pecador que se arrepienta.
Gálatas 6:1 nos recuerda que como iglesia a que se comprometa activamente en el
proceso de restaurar al creyente que ha caído.
Entonces cualquier método disciplinario, ya sea un simple llamado de atención o en el
caso extremo de la excomunión, debe entenderse siempre como parte del proceso
total de restauración. El objetivo al disciplinar no es el de destruir, sino el de restaurar
al caído. No solamente se pretende corregir el procedimiento equivocado de un
hermano en la fe, sino restaurarlo a un lugar espiritual.
La acción disciplinaria tiene un fin redentor, lo que es de importancia incalculable en la
palabra de Dios, también es necesario mantener el testimonio de la iglesia delante del
mundo, para ser acreedores de la confianza de muchos que no son creyentes. No es
permisible traicionar esa confianza permitiendo toda clase de conducta de parte de los
que profesan ser miembros de la iglesia. La iglesia de Cristo se ha de caracterizar por
su santidad. 1° Timoteo 3: 7.
c) Mantener la Pureza: 1° Corintios 6: 6 – 8; afirma que el pecado afecta
negativamente a la iglesia en todos los aspectos. El pecado afecta negativamente
a la iglesia en todos los aspectos, ya que penetra todo el cuerpo de Cristo.
La pureza y la santidad son necesarias para disfrutar del poder de Dios en nuestras
vidas, tal fue el caso de Acán, cuando el ejército de Josué fue vencido en Hai, porque
la presencia del pecado inconfesado y escondido siempre nos debilitará. Josué 7: 1 –
26.
Así mismo, la disciplina tiene el fin de proteger a los demás miembros de la corrupción
que provoca el pecado. El Apóstol Pablo emplea el simbolismo de la fiesta de la
pascua, para poner énfasis sobre la necesidad de evitar que todo el grupo de
creyentes no se contamine con el pecado de algunos de los miembros de la iglesia.
En dicha fiesta, se elaboraba el pan sin levadura y se debía cerciorar que en toda la
casa donde se celebraba esta fiesta no quedara nada de esta, para que no leudara el
pan. 1° Corintios 5: 6 -8.
El pecado, posee en si mismo el poder de corromper, es por eso que ejercemos la
disciplina, porque “un poco de levadura, leuda toda la masa”; no se refiere a un poco
de pecado, sino que una sola persona puede corromper toda una iglesia. Si a una sola
persona le es permitido vivir en pecado, corromperá toda la iglesia, lo que puede
ocurrir por influencia. El individuo que peca, es responsable el solo ante Dios por su
pecado, pero si ese pecado es conocido por otros en la iglesia, ese cuerpo tiene que
tratar con él y poner remedio, sino el pecado crece y se multiplica de tal manera que
otros querrán vivir en pecado.
La disciplina es necesaria para que haya gozo, pureza y santidad (Juan 1: 4 -5; 1°
Juan 1: 4 -7) para que los miembros vivan en armonía (Salmo 133: 1 -3; Filipenses 2:
4 -8; Romanos13: 7).
La iglesia es la columna y el fundamento de la verdad, por tanto si se permite la
mentira, ella pierde su poder y su gozo. ¿Qué pasó con Ananías y Safira? (Hechos 5:
1- 10); después de este suceso desafortunado, la iglesia era mucho más poderosa y
hubo amor y gracia (Hechos 5: 11 – 16).
d) Desalentar a otros para que no pequen: 1° Timoteo 5: 20, la palabra de Dios nos
insta a que se censure públicamente al anciano que rehúsa arrepentirse, con el fin
de que los demás teman las consecuencias que trae el pecado.
e) La disciplina en la iglesia debe llevarse a cabo en un espíritu de amor y temor:
Gálatas 6: 1, nos exhorta ser benignos con nuestros hermanos en la fe que esté
en pecado, no olvidando que también nosotros somos carne y podemos fallar
también en cualquier momento.
2° Tesalonicenses 3: 12 – 13, Nos recuerda el tener presente la relación que debemos
mantener con el hermano que está en pecado; no verlo como un enemigo, sino con
ojos de amor, como Cristo le miraría, exhortándolo y ayudándolo a levantarse y a
restaurarle.

LAS DIFERENTES CLASES DE DISCIPLINA


De Acuerdo a la palabra de Dios, hay tres tipos de disciplina:
1) La Autodisciplina: (1° Corintios 11: 27 – 32). Cada vez que participamos de la
SANTA CENA, cada día debemos estar alerta y examinar nuestra vida delante del
Señor y confesar el pecado que estemos cometiendo; de otro modo – dice Pablo –
comemos y bebemos juicio. (1° Corintios 11: 31) A medida que el espíritu Santo va
revelándonos el pecado, es nuestro deber como hijos de Dios confesarlo y
cambiar nuestra conducta con respecto a esa falencia que estamos teniendo en su
presencia, pues nuestra única preocupación debe ser agradar a Dios con nuestro
caminar diario; de esta manera, podremos comer dignamente de la Cena del
Señor.
2) La Disciplina del Señor: (1° Cor 11:30) En la iglesia de Corinto, varios de los
hermanos habían sido castigados directamente por el Señor, algunos por
enfermedades y debilidades y otros por la muerte misma. El caso de Ananías y
Safira (Hch 5: 1 -11), es un ejemplo de esa clase de disciplina ya que es lgo muy
serio encubrir el pecado,tarde o temprano será juzgado por Dios (2°Samuel caps
11 y 12).

3) La Disciplina de la Iglesia: (1° Corintios 11: 30). Cuando un miembro de la iglesia


local no quiere practicar la autodisciplina y la iglesia se da cuenta de su conducta,
los líderes de la iglesia tienen la responsabilidad y l obligación de disciplinarlos.
Cristo ha dado esta autoridad a su iglesia Mt 16: 18 –19 ; 1°Cor 6 :13.
La iglesia no es un club donde uno puede entrar y salir cuando se quiere, es un lugar
donde los miembros adquieren responsabilidades. (1° Tesalonicenses 5: 12 -13;
Hebreos 13: 17). En la iglesia hay reconocimiento de autoridad y sometimiento a ella,
los líderes son responsables ante el Señor por la manera en que ejercen autoridad, y
los miembros son responsables ante el Señor por la manera en que responden a ella.

JESUS ENSEÑA EL METODO QUE SE DEBE SEGUIR AL DISCIPLINAR


Mateo 18: 15 – 20 Es el primero y más completo pasaje del Nuevo Testamento sobre la
disciplina, ya que nos indica cómo llevar a cabo una acción de este tipo dentro de la
iglesia.
a) El pasaje da a entender que existe una relación: “Si tu hermano…”
La disciplina en la iglesia es un asunto de familia. El pasaje de 1° corintios 5: 10 -11
aclara que la disciplina está restringida para aquellos que “están en Cristo” y que no
incluye a los que no pertenecen a ella.
b) El pasaje implica la existencia de imperfección: “Si tu hermano peca…”
El pecado es tanto una realidad como una posibilidad en la vida de un creyente.
Qué hace un hermano cuando peca?

• Quebranta la Ley Moral de Dios (1° Juan 3: 4).


• Pone en peligro a su familia y también a la persona contra la que se cometió la
falta.
• Ofende al Espíritu Santo (1° Tesalonicenses 4 : 7 - 8)
• Afecta la totalidad del cuerpo de Cristo, reflejándose en los cultos y en las
actividades de la iglesia.
c) El pasaje nos exige que confrontemos al hermano: “…ve…”
Sin duda, éste es el paso en amor (Efesios 4: 15). Con respecto al hermano que está
pecando, se nos exige más que llamarle la atención superficialmente o acusarlo sólo a
base de sospechas, que lo confrontemos; que es el acto de dirigirnos a un hermano
para hablarle acerca del pecado que está cometiendo, nos exige haber orado,
pensado y planeado de antemano la manera sabia de manejar la situación, en amor.
La confrontación no debe hacerse impulsivamente o de manera airada, ya que se trata
del primer delicado y trascendental paso en la restauración de un hermano en Cristo.
Debemos esperar que la repuesta natural ante cualquier acusación sea negarla, este
primer paso que es la “confrontación” es decisivo. El abordar al hermano
correctamente, es determinante.
d) El pasaje demanda reprensión: “…Repréndelo…”
Descubrir y convencer a una persona del pecado que ha cometido, es el significado
correcto dela palabra “Reprender”, que se utiliza en Mateo 18.
Reprensión es comunicar bondadosa y amorosamente, que alguien sabe y se
preocupa por el pecado que hay en su vida. Implica que alguien está dispuesto a
asumir los riesgos que se presenten en una confrontación y gastar el tiempo
necesario para ayudar en la superación, a restaurar.
El paso inicial que se da al descubrir un pecado, es parecido y de igual importancia; al
que se da cuando se descubre una herida física. Es necesario ser bastante
cuidadosos cuando en ambos casos se desconoce la extensión y la profundidad de la
misma.
e) El pasaje exige que se haga en privado: “…Estando tú y él solos…”
Por lo general en las iglesias se comete el terrible error de actuar de manera
escandalosa al respecto, lo cual puede ser por orgullo o falta de dominio propio, pero
parece que la mayoría de las personas se deleitaran en las debilidades de otros, y lo
que es peor; si pueden, proclaman a los cuatro vientos la información que poseen el
gusto es mayor todavía, destruyendo aún más a esa persona necesitada de
restauración.
Saber guardar silencio, ser prudentes y manejar con sabiduría cada caso, es
indispensable para manejar correctamente un proceso de restauración. Muchos
cristianos en pecado, sienten poca motivación para ser restaurados, pues sienten
temor de que su falta se ventile y vaya de boca en boca, con el consecuente rechazo y
señalamiento de los demás hermanos.
El pecado es un escándalo en el cielo, así que cuanta menos gente en la tierra lo
sepa, mejor.
f) El objetivo es lograr la restauración: “…Si te oyere, has ganado al hermano…”
La meta de la confrontación es la restauración; ya que es potencial de gran gozo para
la persona el obedecer al Señor.
Preocuparse lo suficiente para buscar al pecador, amarlo y ayudarlo hasta que
regrese y establezca una relación viva y satisfactoria con su Señor, debe ser un
objetivo claro y consciente de cada creyente verdadero.
g) El pasaje enseña alternativas: “…Mas si no te oyere…”
Siempre existe la posibilidad de que se presente el rechazo, la racionalización,
intentos de auto justificación o en el caso extremo una completa negación de la
condición. Cuando alguna o todas las anteriores situaciones se presenten, nos
veremos obligados a ampliar la información de los hechos pecaminosos del hermano.
Las escrituras exigen que sean dos o más testigos de la falta del hermano para validar
cualquier acusación, no estando de más tener en cuenta el testimonio de los testigos
de la falta para validar cualquier acusación, un solo testigo nunca será suficiente. (1°
Timoteo 5: 19).
Cuando se ha puesto en claro que un hermano ha pecado, y a pesar de todo persiste
en seguir cometiendo esa falta, rehusando a arrepentirse y pedir perdón, entonces los
otros testigos sirven para corroborar esto ante un mayor número de personas, quienes
podrían confirmar que se dieron los pasos apropiados y las advertencias necesarias
antes de tomar medidas más drásticas.
Deuteronomio 19: 15 – 17. Toda palabra necesita ser confirmada cuando se trata de
un asunto pecaminoso, ya que tenemos que tratarlo con el mismo cuidado con que lo
haría un médico cirujano o un abogado en un tribunal.
No debe haber preocupación por los chismes, sentimientos o impresiones; en cambio,
si debemos tener en cuenta la buena escogencia de las palabras que vayamos a
utilizar para manejar con sabiduría la situación que se presente.
Es demasiado fácil enredarse en discusiones de “semántica” cuando se trata de
pecado. Palabras tales como adulterio, fornicación, perversión, desordenado, inmoral,
provocador de divisiones, tiene varios significados para diferentes personas; es por
eso que las definiciones Bíblicas deben ser muy claras.
h) El pasaje amplía las alternativas: “…Si no los oyeres a ellos, dilo a la iglesia…”
Para un creyente, la corte suprema es la iglesia, el último tribunal al que puede apelar.
La iglesia tiene acceso a mayor sabiduría que cualquier institución humana. (1°
Corintios 6: 1 -5). En la iglesia siempre está presente un miembro de la divinidad
(Mateo 18: 20).
La iglesia está llamada a hacer más que simplemente expulsar o excluir en los casos
de quienes no se arrepienten de vivir en pecado; ya que puede utilizar el poder para
sufrir y soportar en amor y continua oración e intercesión por quienes han caído en
pecado, utilizando la expulsión como último recurso.
La Biblia es muy clara en señalar que Dios prefiere el arrepentimiento al juicio (2°
Pedro 3: 9), no es que nuestro Señor Jehová sea indulgente o encubridor, sino que es
paciente para con los pecadores. Teniendo claro esto; la iglesia está llamada a tener
esa misma actitud, frente a quienes están en condición de pecado (Efesios 4: 2; Mateo
18: 21 – 22). Dios no es alcahuete, sino que es paciente para con todos nosotros, ya
que las escrituras no le imponen un límite de tiempo al pecado ni al arrepentimiento,
es por eso que debemos ser muy sensibles al tiempo que el Espíritu Santo indique
para cada persona, con el fin de saber en qué momento se ejecutará el último paso de
la disciplina.
i) El pasaje propone la última alternativa: “…Si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y
publicano…”
Si se presenta el caso doloroso y decisivo en el cual deba excluirse a un hermano del
compañerismo de la iglesia, esta persona será entonces considerada como alguien
que no pertenece al cuerpo de Cristo; en otras palabras, el Cristiano que sigue
practicando pecado, pasa a ser desconocido como hermano y a ser tratado como un
inconverso, lo que conlleva a no ser admitido en el servicio a Dios, ni a participar en la
comunión de la Santa Cena, teniendo en cuenta que no se le podrá prohibir su
asistencia a los servicios de la iglesia, ya que este es un privilegio que no le es
negado ni aun a los incrédulos.
Al mismo tiempo, el pecador que no se arrepiente, es trasladado de nuevo al mundo,
el cual está dominado por Satanás; ya que con sus frutos, el hermano ha demostrado
a quien escoge servir. A partir de ese momento, ha renunciado a la gracia protectora
de Dios y por consiguiente Satanás podrá hacer con él lo que quiera (1° Corintios 5:5).
j) El pasaje de Mateo 18: 18 – 20, reconoce la autoridad de la iglesia para asumir tal
acción: “…de cierto todo lo que atéis…”
La iglesia así se componga de dos otres y el Señor en medio de ellos, está en la
capacidad de discernir la gravedad del pecado; hasta el punto que pueden operar en
la decisión que tomen como representantes del cielo, el cual estará de acuerdo con la
determinación que tomen.
¿ES NECESARIA LA DISCIPLINA?
Claro que si es necesario tomar acciones disciplinarias dependiendo de la situación que
se presente. Un pecado de muerte cometido una o repetidas veces durante poco o mucho
tiempo, no solo es una ofensa contra Dios, sino contra la iglesia, y contra quienes le
rodeen (familia, amigos, etc.) y contra sí mismo.
Cuando el pecado es de conocimiento público puede convertirse en escándalo, y sin lugar
a dudas, es necesario y urgente tomar las medidas disciplinarias pertinentes.
En 1° Corintios 5:11 el Apóstol Pablo hace una lista de seis pecados dignos de ser
disciplinados porque quienes los practican ciertamente merecen ser sancionados, y
dependiendo de su actitud con respecto a ello, deberá tener como consecuencia la
excomunión.
Los pecados allí mencionados, no corresponden al carácter de un cristiano genuino, y es
necesario que se juzguen teniendo en cuenta, que es algo que se puede hacer en forma
personal y privada.
1° Corintios 5: 1 -2.
Cuando el pecador reacciona al llamado a disciplina yéndose habiendo o no aceptado su
culpabilidad, se tienen que tomar decisiones respaldadas por la palabra de Dios para:

• Corregir al hermano, proteger la iglesia y aun a nosotros mismos, en


contra de los comentarios malintencionados que la salida del hermano
podría suscitar.
• Proteger a la otra iglesia que también podría verse afectada por la
influencia maligna del pecado del hermano (contaminación espiritual).
• Proteger a terceros de versen comprometidos con el pecado.

LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA NO ES ALGO OPCIONAL


Mateo 18: 18 – 20, nos enseña que a un hermano en pecado se le debe: Confrontar,
reprender y por ultimo excluir de la iglesia si rehúsa arrepentirse.
Hechos 5: 1 – 11 ilustra lo serio que es cometer pecado dentro de la iglesia, la
sensibilidad especial que tiene el Espíritu Santo contra el pecado, lo rápido que juzga Dios
una actitud de este tipo, sin olvidar enseñarnos que en caso de ser reincidentes en el
pecado sin tener muestras de arrepentimiento, la iglesia debe entristecerse por el
hermano caído, buscar la mejor manera de corregirlo, entrar a juzgar el pecado de
acuerdo a la actitud del hermano que incurrió en la falta para finalmente excluirle de la
congregación si no se arrepiente.
Cualquier pecado que se sigue practicando sin arrepentimiento y que manche la santidad
e imagen de Dios por medio de una vida impura, requiere ser disciplinado por el cuerpo.
1° Tesalonicenses 5: 14, nos insta también a amonestar a los desobedientes, ociosos y a
quienes viven desordenadamente.
2° Tesalonicenses 3: 6 -15, nos enseña a amonestar al hermano caído y a separarnos de
él.
1° Timoteo 5: 20, dice que hay que reprender públicamente el pecado que se repite y no
se abandona.
Tito 1: 13, Enseña también que se de ben reprender fuertemente a quienes enseñen
herejías.
Mantener la pureza de la doctrina es una exigencia fundamental, cualquiera que sea
hallado culpable de rechazar verdades fundamentales o que enseñe herejías y que
empeñe la necesidad de las verdades de Dios sin arrepentimiento alguno, requiere la
disciplinaque se ejerce a través del cuerpo.
En 1° Timoteo 1: 20 y 2° Timoteo 2: 17, se nos enseña acerca de Himeneo y Alejandro
(Fileto) fueron dos cristianos que cayeron en un gran error al decir que la resurrección ya
había ocurrido, a este tipo de enseñanza falsa Pablo le llama “gangrenosa”, por ser un
tipo de doctrina que envenena y que puede causar la muerte. Estos, culpables de
promover esta doctrina dañina, fueron excluidos del cuerpo y entregados a Satanás para
que aprendieran a no blasfemar.
Tito 3: 10, nos insta a separarnos de quienes provocan divisiones después de haberles
hecho advertencias correspondientes.
Cualquier falta que comprometa la pureza, armonía, unidad, poder y eficacia de la iglesia
amerita ser corregida por medio de la disciplina.
En Apocalipsis 2 y 3, se hace un llamado a las iglesias para que se arrepientan, porque si
siguen pecando, no escaparan a la disciplina de Dios mismo, ya que es segura e
inevitable.
Hechos 12: 5 – 8, nos habla de los beneficios de una persona disciplinada, ya que
tenemos que ser responsables y rendirle cuentas a alguien acerca de nuestro proceder y
esa persona no debe ser un extraño.
¿QUIENES DEBEN SER DISCIPLINADOS?
Cualquier disciplina en la iglesia, se basa en el hecho de que Dios mismo disciplina a los
hijos, ya que todos los que nos reconozcamos como hijos del Padre Celestial, debemos
esperar a ser disciplinados y corregidos por El (Hebreos12: 6).
Dios disciplina de diferentes formas, ya sean de manera directa e indirecta pues es
necesario forjar un carácter e identidad de hijos de dios en cada uno de nosotros.

• Directa: A menudo esta recibe el nombre de “castigo”, palabra que en hebreo es


azotar; el término da a entender que el desobediente sufre algún tipo de dolor ya
sea este físico, psicológico o aun material. La iglesia nunca está llamada a
imponer castigos, esto es de competencia únicamente de Dios.
• Indirecta; Es la que se hace por medio de la represión y posteriormente por medio
del acto final de expulsión.
¿SE DEBE DISCIPLINAR A LOS LIDERES ESPIRITUALES DE UNA MANERA
DIFERENTE DE LOS DEMAS?
Hay muchos pasajes que tienen que ver particularmente con los líderes, y no tanto con la
iglesia en general; pero al parecer, no hay ningún pasaje que se pueda aplicar a los
miembros en general, que no se pueda aplicar en el caso del líder en particular; sin
embargo los hijos de Dios son y deben ser disciplinados ya que la disciplina no solo es
correctiva, también puede ser preventiva.
La disciplina por la que pasó Job, tuvo como propósito revelar a Jehová Dios al mundo,
donde también se le reveló a Job y le permitió también conocerse mejor a sí mismo y
mejorar su relación con nuestro creador.
La disciplina por la que pasó Abraham, le sirvió para adquirir bendiciones espirituales en
su vida, pero también fue probada su fe y obediencia a Dios.
Pablo fue disciplinado, no por su pecado sino como prevención al orgullo (2° Corintios 12:
7).
David experimento los duros goles de la vara de la disciplina de Dios por haber pecado
tan públicamente (2° Samuel 12: 10 – 14).
Debemos tener en cuenta que la disciplina ha sido diseñada para perfeccionar (Hebreos
12: 10 -11).

DISCIPLINA Y RESTAURACION
Es muy importante que el creyente aprenda a diferenciar entre el castigo y la disciplina
que viene de parte de Dios. Los hijos de Dios nunca son castigados por sus pecados,
puesto que los pecados del creyente ya han sido pagados con el sacrificio de Cristo en la
Cruz del calvario y con su sangre derramada ya hemos sido limpiados (1° Juan 1: 9).
Esto da como resultado, que no hay ahora ninguna condenación o juicio para los que
están en Cristo Jesús (Romanos 8: 19). Dios no puede exigir que se pague por algo que
ya el Señor Jesucristo ha cancelado completamente.
CONCLUSION
¡Sí es posible mantener un equilibrio entre obrar con amor y a la vez mantener la
santidad! ¡Gloria a Dios!
Quiera Dios y son nuestros deseos al terminar este estudio, que puedas encontrar en el
respuestas a los desafíos que en este momento estas enfrentando, y que todos poco a
poco, nos acerquemos a la meta que Dios mismo nos ha fijado.
1° Pedro 1:16 “Sed santos porque yo soy santo”.

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