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Mitología Nordica

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Mitología nórdica

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Los dioses nórdicos eran mortales, y solo a través de las manzanas de Iðunn podían esperar vivir
hasta el Ragnarök. Imagen por J. Penrose, 1890.

Los términos mitología nórdica, mitología germánica y mitología escandinava comprenden todo lo


relativo a la religión, creencias y leyendas de los pueblos escandinavos germanos, incluidos
aquellos que se asentaron en las antiguas Islandia, Britania, Galia e Hispania,1 donde se reunieron
las fuentes escritas de la mitología nórdica. Es la versión mejor preservada de la antigua mitología
germana, común a todos los pueblos germanos. La mitología germana, a su vez, ha evolucionado
de una mitología indoeuropea más temprana.

La mitología nórdica es una colección de creencias e historias compartidas por los pueblos


germanos septentrionales. Es importante señalar que esta mitología no era compartida por los
pueblos nórdicos de etnia urálica (fineses, estonios y lapones) ni báltica (lituanos y letones), ya que
estos poseían una propia, aunque parecida (en especial los bálticos ya que también son una rama
de pueblos indoeuropeos). No era una religión revelada, pues no había una verdad entregada por
los dioses a los mortales (a pesar de esto, la mitología nórdica cuenta con relatos sobre personas
comunes que han aprendido las historias de los dioses, tras ser visitados o tras haberles visitado).
Además, no tenía un libro sagrado; esta mitología era transmitida oralmente en forma de una
larga y regular poesía. Esta transmisión continuó durante la época vikinga, y nuestro conocimiento
sobre ella está basado principalmente en las Eddas y otros textos medievales escritos durante o
después de la cristianización.

En el folclore escandinavo, estas creencias duraron mucho tiempo, y, en algunas áreas rurales


algunas tradiciones han sido mantenidas hasta hoy. Otras han sido recientemente revividas o
reinventadas como el neopaganismo germano. La mitología también ha permanecido como
inspiración en la literatura así como en producciones escénicas o películas.

Índice

1Cosmología

2Seres sobrenaturales

2.1Los dioses vikingos


2.2Los Vanir

2.2.1Relación entre Æsir y Vanir

2.3Los Jotuns

2.3.1Relación entre dioses y gigantes

2.4Otros seres sobrenaturales

2.4.1Nornas

2.4.2Valquirias

2.4.3Enanos y elfos

2.4.4Bestias

2.5Comparaciones con otras mitologías

2.6Völuspá: el origen y el fin del mundo

2.6.1El principio

2.6.2Ragnarök

3Reyes y Héroes

4Formas de adoración

4.1Centros de fe

4.2Sacerdotes

4.3Sacrificios humanos

5Interacción con el cristianismo

6Influencias modernas

7Véase también

8Referencias

9Bibliografía

10Enlaces externos

Cosmología[editar]

Artículo principal: Cosmología nórdica


Representación del mundo según la mitología nórdica.

En la mitología nórdica el mundo está representado como un disco plano. El disco está situado en
las ramas del árbol del mundo Yggdrasil, que sostenía los nueve mundos. En él habitaban varias
criaturas entre las que destacamos a las siguientes: un dragón llamado Nidhogg que habitaba en
las raíces. Este dragón roía las raíces para derribar a un águila sin nombre (consiguiéndolo en
el Ragnarök) que habitaba en la rama más alta, y desde ahí vigila los nueve mundos. Esta a su vez
tiene un halcón llamado Veðrfölnir en el entrecejo, que vigila los movimientos del águila. Además,
hay una ardilla llamada Ratatösk que corretea de las raíces a la copa llevando noticias falsas del
dragón al águila, y viceversa, sembrando así la discordia entre ellos. Asgard, la región alta del cielo,
(as- indica áss/Æsir, gard es asentamiento o residencia), donde vivían los dioses, estaba localizada
en el centro del disco, y solamente podría llegarse hasta allí caminando por el arco iris (el
puente Bifröst), guardado por Heimdall, quien estaba provisto de un gran cuerno con el que
avisaba cada vez que un Æsir (dioses del panteón de la mitología nórdica) o un Vanir lo cruzaba.
Los gigantes vivían en un lugar llamado Jötunheim.

Había una fría y oscura morada llamada Niflheim, y en la zona más profunda de esta se
encontraba Helheim, lugar regido por Hela, hija de Loki. De acuerdo a la Edda prosaica, este era el
lugar último de residencia de la mayoría de los muertos. Estaba situado en algún lugar al sur del
ardiente reino de Muspelheim, hogar de los gigantes de fuego.

Entre otros reinos que componen esta cosmología podemos destacar Alfheim, hogar de
los elfos de luz (ljósálfar) y Svartálfaheim, hogar de los elfos oscuros. En medio de Asgard y
Niflheim se encontraba Midgard, la región baja del cielo, el mundo habitado por los humanos
(véase Tierra Media).

La cosmología de la mitología nórdica incluye un fuerte componente de dualidad. Por ejemplo el


día y la noche tienen sus contrapartidas mitológicas: Dagr/Skinfaxi y Nótt/Hrímfaxi, el sol y el lobo
que la persigue (en esta mitología «el» sol es femenino y «la» luna, masculina) trayendo la
oscuridad Sól y Sköll, la luna y el lobo que la persigue Máni y Hati, y la oposición total
entre Niflheim y Muspelheim que da origen al mundo. Esto puede verse reflejado en una profunda
creencia metafísica en los opuestos para la creación del universo.

Seres sobrenaturales[editar]
Odín, dios de dioses y padre de todo.

Hay tres clanes de deidades, los Æsir, los Vanir y los Jotun (llamados «gigantes» en este artículo).2

Los dioses vikingos[editar]

Artículo principal: Æsir

Los pueblos nórdicos adoraban dos clases de dioses, una de ellas y la principal, es la de los Æsir.

En Asgard, el hogar de los dioses, habitaban los Æsir (dioses) y las Asynjur (diosas). Todos ellos


componían la asamblea a cuya cabeza estaba Odín, el más noble y el más importante.

Entre estos dioses, podemos destacar a Thor, dios del trueno, con guantes de hierro, su famoso
martillo, Mjolnir, y dueño de un cinturón mágico; también dios de la fuerza y muy cercano a Odín
en jerarquía.2 Balder, hijo de Odín, dios de la belleza y la inteligencia. Tyr, dios del valor; sacrificó
su mano para que el resto de dioses pudieran atar al gran lobo Fenrir. Bragi, dios de la sabiduría y
la elocuencia. Heimdall, hijo de nueve doncellas y guardián de los dioses; duerme menos que un
pájaro y el sonido de su cuerno puede oírse en cualquier lugar del cielo o de la tierra. Höðr,
conocido como misterioso dios ciego que asesinó a su hermano Balder con un dardo de muérdago,
la única planta que podía herirlo, ya que la madre de ambos al nacer Balder, hizo prometer a todo
ser vivo o inerte que no dañaría a su hijo, pero se olvidó de una pequeña planta, el muérdago.
Loki, cansado del ego y la invulnerabilidad de Balder, le entregó a su hermano ciego un dardo
hecho de muérdago que asesinaría a su hermano. Odín castigó a Loki atándole a tres piedras y
haciendo que una serpiente escupiese veneno sobre su cara cada cierto tiempo, infligiéndole un
dolor terrible y desfigurando su cara.

Vidar es el dios taciturno, pero el mejor para resolver cualquier conflicto por difícil que sea. Váli es
el dios de los arqueros, con una puntería insuperable. Ull es el dios del combate cuerpo a
cuerpo. Forseti es el As de la concordia y la amistad. Loki es la desdicha de todos los Æsir y de los
hombres; astuto e intrigante, imprevisible y caprichoso, es el dios del caos, el azar, propenso a la
mentira y el engaño.2
Entre las diosas o Ásynjur del panteón nórdico se encuentra Frigg, esposa de Odín, la vidente; Eir,
la curandera; Sjöfn, que conduce los pensamientos de los hombres hacia el amor; Var, diosa de los
juramentos; Syn, la guardiana de las puertas; Iðunn, esposa de Bragi, guarda en un estuche las
manzanas que morderán los dioses cuando envejezcan.

Los Vanir[editar]

Árbol genealógico de los Æsir.

Artículo principal: Vanir

Aunque los habitantes originales del cielo eran los Æsir, ellos no eran las únicas divinidades que las
razas nórdicas veneraban, pues también reconocían el poder de los dioses del mar, del viento, de
los bosques y las fuerzas de la naturaleza. Estos dioses se denominan Vanir, vivían en Vanaheim y
gobernaban sus dominios a su deseo.

Njörðr rige el viento, el mar y el fuego, y tiene como esposa a Skaði, la cazadora. Frey y Freyja son


hijos de Njörðr: Frey rige la lluvia y el sol y era invocado para conseguir buenas cosechas,
representa la fecundidad; Freyja es la diosa del amor.

Relación entre Æsir y Vanir[editar]

Artículo principal: Guerra entre los Æsir y los Vanir

La distinción entre Æsir y Vanir es relativa. Se recalca el carácter guerrero de los primeros y
pacífico de los segundos. Hay dioses que pertenecen a ambos campos, y con frecuencia, se
producen asimilaciones o divisiones entre deidades. Por ejemplo, antiguamente Frey y Freyja eran
dos aspectos de una misma deidad que luego se separó. Más tarde, la popularidad de Freyja, y el
parecido de sus nombres y funciones, hicieron que se confundiera con Frigg.

Algunos estudiosos, entre los que se encuentra Georges Dumézil, marcan una diferencia respecto
al carácter terrenal de la acción de los Vanir. En ellos encontramos incumbencias sobre la siembra,
el clima y las cosechas. El carácter de los Æsir no deja dudas de que se trata de dioses que se
ocupan de cuestiones espirituales.

Un importante acontecimiento entre ambos grupos es el acuerdo de paz, intercambio de rehenes,


y los casamientos que se efectuaron entre ellos después de una prolongada guerra, que
finalmente fue ganada por los Æsir. Fue de esta manera como Njörd, el Van, vino a Asgard para
vivir con sus dos hijos, Frey y Freyja, mientras que Hœnir, el As, hermano de Odín, hizo de
Vanaheim su morada.2

Algunos expertos han especulado que esta historia simbolizaba la forma en que los dioses de las
tribus indoeuropeas habían suplantado a los antiguos dioses de la naturaleza de los habitantes
originales, aunque debe subrayarse que esta es solo una conjetura. Otros estudiosos consideran
que la distinción Æsir/Vanir no es más que la manifestación noruega de una división de las
divinidades en general entre los indoeuropeos, paralela a la de los olímpicos y los titanes en
la mitología griega o a su vez en partes de la gran epopeya hindú, el Mahabhárata.

Los Jotuns[editar]

Artículo principal: Jotun

Los gigantes o jotuns (jötnar, iotnar, þurs, eotenas, etc.) son seres peligrosos para los hombres.
Estos se pueden comparar con los titanes y gigantes de la mitología griega y generalmente se
traducen como «gigantes», aunque «troles» y «demonios» se han sugerido como alternativas más
útiles.

Son seres monstruosos y enormes, pero también sabios y ricos, de los que se benefician los dioses
en ciertas circunstancias. Están en el origen del cosmos (que se forma del cuerpo de Ymir). Algunas
gigantes poseen una gran belleza (por ejemplo Gerðr).

Relación entre dioses y gigantes[editar]

Pintura de M. E. Winge (1872): Tors strid med jättarna («Combate de Thor contra los gigantes»),


en el Nationalmuseum, Estocolmo, Suecia.

Algunos de los Æsir son descendientes de los Jotuns y realizan matrimonios entre ellos. Algunos de
los gigantes se mencionan por su nombre en las Eddas, y se muestran como representaciones de
las fuerzas de la naturaleza. Existen dos categorías de gigantes: gigantes del hielo y gigantes de
fuego. Estos mantienen una hostilidad implacable con los dioses, que se materializa en luchas
generalmente lideradas por Thor. En el Ragnarök las fuerzas de la destrucción estarán
encabezadas por gigantes, como Surt y Hrym.

Otros seres sobrenaturales[editar]

Nornas[editar]

Artículo principal: Nornas

Las nornas (nornir) fijan el destino y sus decisiones resultan irrevocables. Se especula que podrían
haber sido muy numerosas en el pasado, pero en época escandinava (cuando son fijados los
poemas y relatos) hay tres nornas principales; Urðr («lo que ha ocurrido»), Verðandi («lo que está
ocurriendo») y Skuld («lo que debería suceder»), y residen en las raíces de Yggdrasill hilando el
destino de los hombres, y, en especial, con hilo de oro, el de los héroes.

Se relacionan a su vez con las dísir y las valquirias lideradas por Odín, también divinidades


relacionadas a aspectos del destino, un concepto muy importante para estos pueblos.

Valquirias[editar]

Artículo principal: Valquiria

Las Valquirias son importantes personajes femeninos. Eran seleccionadas personalmente por


Odín, eran hermosas y fuertes guerreras con la capacidad de sanar cualquier lesión. Su tarea
consistía en llevar al Valhalla a los héroes caídos en batalla. Allí los atendían
sirviéndoles hidromiel y deleitándolos con su belleza. Las valquirias debían ser vírgenes (skjaldmö)
y su residencia habitual era el Vingólf, situado al lado del Valhalla. Eran comandadas por la diosa
Freyja.

Enanos y elfos[editar]

Los enanos (dvergr) eran una raza especial, pues evolucionaron de los gusanos que se comieron el
cadáver de Ymir, que fue asesinado por los dioses al principio de los tiempos, viven bajo la tierra
(Svartalfheim) y su ocupación principal es la minería y la metalurgia. Además, poseen la sabiduría
oculta y sagrada que les permite forjar armas mágicas para los héroes y objetos muy poderosos
para los dioses.

Los alfos o elfos (álfar) en la época escandinava formaban dos grupos: los álfar de luz (ljósálfar),
que viven en el cielo (la residencia de Frey se llama Alfheim) y los álfar negros u
oscuros (svartálfar, dökkálfar).

Realmente no eran elfos, sino una variante de los enanos, una rama que se reprodujo mucho con
elfos y dioses, por lo que terminaron siendo una mezcla extraña entre enanos y elfos. Aunque,
seguramente, en un principio la importancia de los elfos era mayor, posteriormente tuvieron una
posición muy devaluada en las creencias folclóricas. La imagen noble de los elfos, altos y bellos,
cayó en el olvido y se pasó a la concepción de elfo como criatura pequeña y traviesa; un claro
ejemplo son los elfos que aparece en las obras de William Shakespeare. La relación con los
hombres es ambigua, ya que pueden provocar enfermedades pero también favorecer.
Se les dedicaba una importante ceremonia sacrificial que se llevaba a cabo a finales del otoño
(el álfablót).

Bestias[editar]

Entre otros seres sobrenaturales que se destacan en esta mitología se encuentran Fenrir,


el lobo gigante, y Jörmungandr la serpiente marina que se encuentra rodeando al mundo. Estos
dos monstruos son descritos como la descendencia de Loki y la gigante Angrboda. Criaturas más
benévolas son Hugin y Munin («pensamiento y memoria»), los dos cuervos que posee Odín, el dios
jefe, que cuando vuelven de pasar por todos los mundos le susurran al oído todo lo que han visto,
y Ratatösk, la ardilla que escala las raíces del árbol que sirve como eje del universo, Yggdrasil, en el
cual Odín se colgó de sus ramas durante nueve días y, tras esto, visualizó las runas.

Comparaciones con otras mitologías[editar]

Como otras religiones politeístas, esta mitología carece del típico enfrentamiento entre el bien y el
mal de la tradición de Medio Oriente. Los dioses y las fuerzas que representan son mucho más
complejos de lo que aquí se señala. Para los escandinavos, los dioses eran
fundamentalmente regin («poderes», en sentido amplio).

Así, Loki no es exclusivamente un adversario de los dioses, aunque en muchas historias se le


muestra como el némesis del protagonista Thor. Los gigantes no son básicamente malvados, sino
rudos, tempestuosos, e incivilizados. El antagonismo existente en esta mitología, pero en vez de
ser maldad contra bondad, es orden contra caos. Los dioses representan el orden y
la estructura mientras que los gigantes y los monstruos representan el caos y el desorden.

Völuspá: el origen y el fin del mundo[editar]

Artículo principal: Völuspá

El origen y eventual destino del mundo son descritos en la Völuspá («La profecía de la völva» o «La
profecía de la sibila»), uno de los poemas más destacados de la Edda poética. Estos versos
contienen uno de los más vívidos relatos creados en toda la historia de la religión y una
representación de la eventual destrucción del mundo que es único en su atención al detalle.

En la Völuspá, Odín, el jefe del panteón de los dioses nórdicos, conjuró el espíritu de una Völva
muerta (chamán o sibila) y le ordenó que revelara el pasado y el futuro. Ella es reacia: «¿Qué pedís
de mi? ¿Por qué tentarme?»; pero al estar ya muerta no muestra miedo por Odín, y
continuamente se mofa de él: «Bueno, ¿sabrías más?», pero Odín insiste: si va a cumplir su
función de rey de los dioses, debe poseer todo el conocimiento. Una vez que la sibila ha revelado
los secretos del pasado y el futuro, cae nuevamente en el olvido: «Ahora me hundo».

El principio[editar]
Las Nornas giran los hilos del destino a los pies de Yggdrasil, el árbol del mundo.

En el principio, estaba el mundo de hielo Niflheim y el mundo de fuego Muspelheim, y, entre ellos


estaba el Ginnungagap, un «hueco profundo», en donde nada vivía. En Niflheim había un caldero
llamado Hvergelmir (el caldero rugiente) que borboteaba, y todo lo que caía de este, lo hacía en
Ginnungagap. Al tomar contacto con el vacío se transformaba en hielo, hasta que, al final, el hielo
terminó llenándolo todo. Las ascuas de Muspelheim caían sobre el hielo, creando grandes nubes
de vapor de agua, que al llegar otra vez a Niflheim, creaban un bloque de hielo, en uno de los
cuales estaba un gigante primitivo, Ymir y una vaca gigante llamada Auðumbla, de la cual se
alimentaba Ymir bebiendo su leche. Esta lamió el hielo, creando el primer dios, Buri, que fue padre
de Bor, quien a su vez fue padre de los primeros Æsir, Odín, y sus hermanos Vili y Ve. Ymir era
un hermafrodita y sus piernas copularon entre sí, creando la raza de los gigantes. Luego los hijos
de Bor; Odín, Vili, y Ve; asesinaron a Ymir y de su cuerpo crearon el mundo.

Los dioses regulaban el paso de los días y las noches, así como las estaciones. Los primeros seres
humanos fueron Ask (ash, fresno) y Embla (elm, olmo), que fueron tallados de madera y traídos a
la vida por los dioses, Hœnir/Vili, y Lóðurr/Ve. Sól es la diosa del sol, una hija de Mundilfari, y
esposa de Glen, esta cabalga todos los días a través de los cielos en su carro tirado por dos
caballos llamados Alsvid y Arvak. Este pasaje es conocido como Alfrodul, que significa «gloria de
elfos», un kenning común para sol. Sól es cazada durante el día por Sköll, un lobo que quiere
devorarla. Los eclipses solares significan que Skoll casi la atrapó. Está destinado que Skoll,
eventualmente, va a atrapar y devorar a Sól; sin embargo será reemplazada por su hermana. El
hermano de Sól, la luna, Máni, es cazado por Hati, otro lobo. La tierra está protegida del calor total
del sol por Svalin, quien se encuentra entre el sol y ella. En la creencia nórdica, el sol no daba luz,
ya que esta emanaba de Alsvid y Arvak.

La sibila describe el gran fresno Yggdrasil y a las tres nornas (símbolos femeninos del destino


inexorable; sus nombres; Urðr (Urd), Verðandi (Verdandi), y Skuld; se relacionan el pasado,
presente y futuro), quienes giraban los hilos del destino bajo él. Ella describe la primitiva guerra
entre los Æsir y Vanir y el asesinato de Baldr. Luego centra su atención al futuro.
Ragnarök[editar]

Artículo principal: Ragnarök

Yggdrasil, el árbol gigante que sostiene los nueve mundos.

La visión nórdica antigua del futuro es sombría. En el final, según se creía, las fuerzas del mal y el
caos sobrepasarían en número y vencerán a los divinos y guardianes de los hombres del bien y el
orden. Loki y sus monstruosos hijos romperán sus ataduras; los muertos navegarán desde Helheim
para atacar a los vivos. Heimdall, el vigilante de los dioses, convocará a los anfitriones celestiales
con un bramido de su cuerno. Tras esto, seguirá una batalla final entre el orden y el caos
(Ragnarök), que los dioses perderán, ya que ese es su destino. Ellos, conscientes de esto, juntarán
a los mejores guerreros, los Einherjer, para pelear de su lado cuando el día llegue, pero,
finalmente, serán incapaces de prevenir al mundo de descender en el caos del cual una vez
emergió; los dioses y su mundo serán destruidos. El mismo Odín será engullido por el lobo Fenrir.

Sin embargo, habrá unos pocos supervivientes, ambos humanos y divinos, que poblarán el nuevo
mundo, para volver a empezar el ciclo. O así la sibila nos cuenta; los eruditos están divididos en la
cuestión sobre si esto es una posterior adición al mito que traiciona la influencia cristiana. Si es
pre-cristiano, la escatología de la Völuspá puede reflejar una tradición indo-europea más antigua
relacionada con la escatología del Zoroastrismo persa.

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