Perfeccionando Nuestra Alabanza
Perfeccionando Nuestra Alabanza
Perfeccionando Nuestra Alabanza
Con tu poder,
Y con salmos celebraremos
Tus proezas.
Salmos 21:13
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Contenido
Introducción……………………………………………………………………………………..5
Lección 1
Judá……………………………………………………………………………………………………7
Lección 2
Lección 3
Lección 4
Lección 5
Lección 6
Somos bendecidos……………………………………………………………….………...19
Lección 7
Lección 8
Nuestro pozo……………………………………………………………………………………23
Lección 9
Lección 10
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Lección 11
Lección 12
Lección 13
Lección 14
Lección 15
Lección 16
Lección 17
Lección 18
Lección 19
Lección 20
Lección 21
Alabanza y guerra…………………………………………………………………………….52
Agradecimientos
Bibliografía…………………………………………………..…………………………………61
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Creados para alabar
Introducción
El propósito de este manual es enseñar una forma de alabar a Dios que no es fanática, ni
insincera, ni ritualista, sino llena de poder vivificante y que, como ministros de alabanza,
es necesario conocer, ya que hemos sido creados para alabarle; además de que la
alabanza es una de las armas que Dios nos ha dado para hacer frente al enemigo, por lo
tanto debemos conocer ese arma, conocer sus usos, conocer sus efectos y entender que
está a disposición de su pueblo para batallar en contra de sus enemigos.
El ser humano fue creado para vivir y respirar en una atmósfera de adoración y alabanza a
su Creador. La vía a través de la cual se recibe el poder divino debe ser preservada con el
fluir de gozosas alabanzas que se elevan hacia su hacedor. La ruptura del vinculo
bendición-obediencia provocada por el pecado, silenció la alabanza del ser humano hacia
Dios e introdujo el egoísmo, los sentimientos de autocompasión y queja (ver Gen 3: 9:12).
Pero ha llegado la salvación y la vida en Cristo, y ahora, al haber recibido a Jesucristo como
Salvador, la vida cotidiana nos llama a orar y leer la Biblia, para comunión y sabiduría. Pero
nuestro diario camino a Dios en esa comunión debe estar recubierto de alabanza: “Entrad
por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanzas” (Salmos 100:4) Tal
senda plena de alabanza alimentara nuestra devoción, fiel obediencia y gozo constante.
Alabanza: La alabanza es una expresión de gratitud sincera y acción de gracias a Dios por
todo lo que Él ha hecho por nosotros. Es una expresión física y vocal de nuestro sincero
aprecio por Dios debido a todas las maravillosas bendiciones que nos ha dado.
Adoración: La adoración es la forma más alta de alabanza. Yendo más allá del pensar en
todas Sus bendiciones maravillosas, estamos expresando nuestra admiración y aclamando
a Dios mismo por Su persona, carácter, atributos y perfección. Estamos ministrando a
Dios por ser quien es y no sólo por lo que Él ha hecho por nosotros.
Adriana Giurda
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Lección 1
Judá.
Génesis 29:35 “Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por
esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz”.
Judá quiere decir alabanza, y de este hombre provino una gran tribu de Israel y de éste
fue de quién, según la carne, vino Cristo. Descendió de aquel cuyo nombre era alabanza,
porque El es nuestra alabanza. Este es uno de los versículos de alabanza más importantes
de la Biblia.
1) Jacob (49: 8-12) pronuncia una gran alabanza sobre Judá, dándole la más grande
bendición, la del primogénito. Sus hermanos le alabarían. Triunfaría sobre todos
sus enemigos. El v. 10 dice que Judá tendría autoridad monárquica (cetro) y legal
(legislador). Traería además al Mesías.
2) De Judá, a través de David, viene el Cristo, quien alaba al Padre en cada uno de sus
actos y detalles de su vida (Lc 3: 23-33).
3) La tribu de Judá, alabanza, dirigió a Israel a través del desierto (Nm 2: 3-9)
4) Encabezó la conquista de Canaán (Jue 1:1-19)
5) Es la primera tribu en alabar a David, proclamándole rey (2Samuel 2: 1-11)
La tribu de Judá siempre marcho delante del pueblo. En Jueces 1:2 Jehová ordena a Judá
ser quien vaya al frente en la batalla por la conquista de Canaán, la tierra prometida; y les
dice que El ya entregó la tierra en sus manos.
En Números 10: 1-10 Dios le manda a Moisés hacer dos trompetas, una para congregar al
pueblo y otra para movilizar los campamentos. El uso de las trompetas mantiene una
relación singular con el ejercicio de la autoridad espiritual en la oración. La primer
trompeta fue destinada a la convocatoria de la asamblea y la otra para la movilización de
los campamentos generalmente para “salir a la guerra”; es decir, posee una función
militar, el v. 9 dice: “tocareis alarma con las trompetas… y seréis salvo de vuestros
enemigos”, y una función ceremonial, el v. 10 dice: “… tocaréis trompeta sobre vuestros
holocaustos y sobre los sacrificios de paz. Podemos ver entonces como Dios manda utilizar
instrumentos musicales como referentes, ya sea para ir a su presencia, como para salir a
la guerra. Desde los comienzos de la historia de su pueblo da prioridad absoluta a la
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alabanza ante cualquier circunstancia, sea para su avance en el camino, sea para librar
batallas, sea para rendirle culto; en todo momento la alabanza es la que va delante, la que
guía al pueblo, la que conquista territorio enemigo, la que lo confunde, ante lo que el
enemigo se rinde, es parte del culto, es un medio para celebrar, para reclamar la
presencia de Dios, es señal de alarma.
La alabanza forma parte de la vida del pueblo de Dios en todos los ámbitos.
Cuestionario:
2Cr 20:15b “….no temáis ni os amedrentéis delante de esta tan grande multitud; porque
no es vuestra la guerra, sino de Dios”.
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Lección 2
Salmo 18:3 “Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis
enemigos”.
La alabanza, aunque simple, nos acerca a la eterna presencia de Dios y, por lo tanto, nos
edifica.
Aquí encontramos la razón más importante para alabar a Dios: “El es digno de ser alabado
[del hebreo halal, “alabar en voz alta”]. Halal significaba primitivamente “hacer que
brille”. Con nuestra alabanza centramos la atención sobre nuestro Dios, digno y
merecedor de ser alabado y glorificado. Mientras más nos concentremos en Dios, más
brillaremos. La medicina moderna ha señalado el valor de llevar a una persona deprimida
a una habitación bien iluminada, reconociendo así que la luz ayuda en gran medida a
sanar la depresión. ¡Cuanto más hará la alabanza para proporcionarnos la luz de Dios y
brindarnos así su gozo!
Apocalipsis 5:13 “Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la
tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el
trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los
siglos”.
El Creador llamó a todo lo creado, las criaturas del cielo, las de la tierra, las del mar, todo
aquello a lo que dio existencia, existen solamente para glorificar a Dios y al Cordero de
Dios.
1Timoteo 1:17 “Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y
gloria por los siglos de los siglos. Amén”.
El universo, nosotros, nuestra salvación y todo lo demás, todas son cosas de Dios y obras
sostenidas por su poder y para su gloria por los siglos.
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tú, el que afirma los montes con su poder, ceñido de potencia; el que calma el rugido de
los mares, el estruendo de las olas, y el tumulto de los pueblos. Por eso los que moran en
los confines de la tierra temen tus obras, tú haces cantar de júbilo a la aurora y al ocaso.
Tú visitas la tierra y las riegas en abundancia, en gran manera la enriqueces; el río de Dios
rebosa de agua; tú les preparas su grano, porque así preparas la tierra. Riegas sus surcos
abundantemente, allanas sus camellones, la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.
Tú has coronado el año con tus bienes, y tus huellas destilan grosura. Destilan los pastos
del desierto, y los collados se ciñen de alegría. Las praderas se visten de rebaños, y los
valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, sí, cantan”.
Filipenses 2:15 “para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio
de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares
en el mundo...”
Las vidas de los verdaderos cristianos deben brillar en medio de lo que nos rodea, y un
medio fundamental para ello es la alabanza, cuando nuestra boca alaba al Señor en todo,
las miradas se centran en nosotros, el entorno ve como nuestro agradecimiento se
expresa a Dios en todo tiempo y tenemos la oportunidad y el privilegio de ser luz en las
tinieblas. El gozo del Señor nos mueve y alienta a hacerlo cada día.
Cuestionario:
Números 10:9 "Cuando vayan a la guerra en su tierra contra el adversario que los ataque,
tocarán alarma con las trompetas a fin de que el SEÑOR su Dios se acuerde de ustedes, y
sean salvados de sus enemigos”.
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LECCIÓN 3
Llamados a alabar.
Los Salmos concluyen con una poderosa apelación a alabar al Señor. Unos salmos
constituyen gritos de desesperación, otros están llenos de agradecimiento, y algunos
contienen instrucciones, basadas en la teología o en la historia, de “alabar a Jehová” por
su ser, santidad, poder o benignidad. Pero el clímax se alcanza con un mandato a alabarlo,
es específico y no nos invita a alabar si queremos hacerlo, o si sentimos de hacerlo, o si
estamos de buen ánimo hoy. El verbo “alabad” está usado en un modo imperativo, implica
una orden y no hay ningún condicionante, no dice “si quieres”, “si te sientes bien”; dice
“ALABA”, alaba en el santuario, alaba por su grandeza, alaba con los instrumentos, alaba.
El Salmo 150 nos detalla una relación de instrumentos y formas de alabar. Esta lista no es
exhaustiva, pero demuestra cuán creativa debe ser nuestra alabanza. Finalmente, en caso
de que una persona se sienta poco inclinada a alabarle, la instrucción es clara: si tienes el
don divino de la vida, debes alabarle. ¡Aleluya!
Salmos 149:5-6 “Regocíjense de gloria los santos; canten con gozo sobre sus camas. Sean
los loores de Dios en su boca, y una espada de dos filos en su mano”.
Aun sobre sus camas, en todo tiempo, al acostarnos y al levantarnos. Con la garganta
exaltar a Dios y con las manos pelear. Esto me habla de que la fuerza humana, no gana
batallas espirituales, es necesaria la espada, pero también es necesaria la alabanza.
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Sal 149:3 “Alaben su nombre con danza; cántenle alabanza con pandero y lira”.
Cuestionario:
Efe 5:20 “Den siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios,
el Padre”.
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Lección 4
1 Pedro 2: 9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a
la luz admirable”.
Este versículo no solamente habla de alabanza, sino que también presenta una revelación
básica de la Biblia: Dios quiere un pueblo que camine con El en oración, marche con El en
alabanza, le dé gracias y le adore. Nótese la progresión en la descripción que Pedro hace
del pueblo del nuevo pacto:
1) Somos linaje escogido: un pueblo que empezó con la selección que hizo Jesús de
los doce, quienes llegaron a ser 120, y a los que fueron añadidos miles en el
Pentecostés. Somos parte de esta generación que crece constantemente,
“escogidos” cuando recibimos a Cristo.
3) Somos una nación santa: compuesta de judíos y gentiles, de toda nación bajo el
cielo.
4) Somos pueblo adquirido por Dios: su gente escogida. La intención de Dios, desde el
tiempo de Abraham, ha sido escoger un pueblo para enviarlo con una misión
especial; la de proclamar su alabanza y propagar su bendición a lo largo y ancho de
la tierra, adquiridos a precio de sangre, la sangre del Cordero de Dios derramada
para perdón de nuestros pecados, y para darnos el don de la vida eterna en El.
Escogido: (eklectos) La palabra designa a alguien que ha sido seleccionado para prestar un
servicio o recibir un privilegio especial. Eklectos describe a Cristo como el mesías escogido
de Dios (Lc 23: 35), a los ángeles como mensajeros del cielo (1 Tes 5: 21), y a los creyentes
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como receptores del favor de Dios (Mt 24: 22, Ro 8: 33, Col 3: 12). El NT identifica la gracia
de Dios como la fuente de la elección.
En estos versículos, el Señor indica qué espera de su pueblo liberado. Su propósito para el
futuro del pueblo requiere que este comprenda cuál es la primera prioridad de Dios para
ellos: la adoración, meta de su obra redentora, junto con la reinstauración del Reino.
Mientras aprenden a adorar como una nación de sacerdotes, descubrirán los medios
fundamentales para alcanzar futuras victorias (como personas a las cuales se les ha
prometido restaurar su dominio o “reino”). Su restauración depende de su andar ante
Dios rindiéndole culto. La liberación de Israel de Egipto no solo es un testimonio de
victoria, sino el símbolo inmemorial de un Dios que revela sus planes y métodos para la
liberación de la iglesia y la realización de su misión (1 Cor 10:11).
En el Antiguo Testamento los sacerdotes no podían ser reyes y si lo eran no podían ser
sacerdotes. Hoy como hijos de Dios, nos fueron otorgados los dos títulos y las dos
funciones, cumpliéndose así el gran deseo de Dios (Éxodo 19:6; Juan 17). Es un sacerdocio
real en el sentido de realeza y se comparte con Dios los privilegios de un sacerdocio real
(Apocalipsis 1:6; 1) Este pasaje se apoya en el llamamiento de Dios al antiguo Israel (Ex
19: 5-7). Pedro y Juan (Ap 1:5-6) aplican esta verdad a los creyentes del NT. Así como
sucedió con Israel, la liberación por medio de la sangre del Cordero es solo el comienzo.
Según la promesa, su autoridad y destino se realizarán mientras cumplen con su deber
sacerdotal. La autoridad verdadera siempre se la relaciona con un andar por sendas de
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pureza y la perseverancia en la adoración. El espíritu de adoración es esencial para todo
avance del reino. Exactamente igual a como el antiguo Israel solo pudo tomar posesión de
la tierra prometida combatiendo por establecer el legitimo culto al Señor, así también
sucederá con la iglesia contemporánea. Experimentaremos el poder prometido para la
obra evangelística, y las victorias espirituales, únicamente si damos prioridad a nuestra
adoración del Dios viviente y crecemos en ella. De esta manera, el poder del reino se
conserva libre de contaminación, la gente del reino se mantiene alabando humildemente
delante del Rey, y testificando con gozo de sus prodigios.
Génesis 14:18 “Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del
Dios Altísimo”.
Salmos 110:4 “El Señor ha jurado y no se retractará: Tú eres sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec”.
Hebreos 7:1-3 “Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió
al encuentro de Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo.
Abraham le entregó el diezmo de todos los despojos, cuyo nombre significa primeramente
rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz, sin padre, sin madre, sin
genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de
Dios, permanece sacerdote a perpetuidad”.
Hebreos 7:19 “(pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza,
mediante la cual nos acercamos a Dios”.
David, como Rey, también operó como Sacerdote. El estableció el Tabernáculo de David,
trajo de regreso el Arca y estableció el sacrificio de alabanza. Mientras David funcionó en
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su sacerdocio al estilo de Melquisedec, él tipificó el ministerio sacerdotal venidero de
Jesús. Mientras David dirigía al pueblo en alabanza y adoración, lo estaba dirigiendo para
acercarse a Dios.
Debido al ministerio sacerdotal de Jesús, nosotros como sacerdotes podemos entrar con
confianza en la Presencia de Dios y acercarnos a Él en nuestra alabanza y adoración.
Cuestionario:
1 Pedro 2: 9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a
la luz admirable”.
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Lección 5
Salmos 47: 7 “Porque Dios es el Rey de toda la tierra; cantad con inteligencia”.
Nuestra adoración por medio de los cantos debe ser una expresión de lo que está en
nuestro corazón, de nuestro entendimiento de la obra del Señor. Nuestra adoración no es
acerca de nosotros y lo que nos hace sentir bien, aunque debe ser agradable adorar al
Señor. Aunque tenemos preferencias en cuanto al estilo de música, debemos analizar la
música que cantamos a la luz de la Palabra. De otra manera, arriesgamos desperdiciar
nuestro tiempo en discusiones que no son provechosas que se enfocan sobre qué clase de
música agrada a nuestra carne.
Una alabanza con entendimiento nos instruye, nos edifica, nos cuenta de las obras
maravillosas de Dios y enfoca nuestras afecciones hacia Jesucristo. Nuestros cantos de
alabanza no son para entretenimiento. No son sólo para ocupar 15 minutos para que no
tengamos que escuchar al predicador una hora completa.
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Consejos útiles para cantar con entendimiento:
a. Asegúrate de entender las palabras y el significado de las expresiones en las canciones
que estas usando.
b. Busca un respaldo Bíblico al contenido de la canción. Lee este versículo varias veces y
entona nuevamente la canción.
c. Busca siempre nuevas canciones, al repetir demasiado la misma canción se puede
perder el sentido de la misma. Podemos encontrarnos cantando por costumbre o por
“inercia” dicha canción.
Cuestionario:
1Co 14:15 “Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, pero también oraré con el
entendimiento. Cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento”.
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Lección 6
Somos bendecidos.
Salmos 50: 22-23 “Entended ahora esto, los que olvidáis de Dios, no sea que os
despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; y al que
ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios”
El foco de nuestra alabanza es Dios, pero somos nosotros los máximos beneficiarios al
recibir poder para ordenar nuestra vida, conducta y pensamientos.
2) Recibimos poder para ordenar nuestra conducta; por lo tanto, adoptamos un estilo
de vida obediente a Dios.
Nuestra alabanza se convierte en un vehículo para que Dios llegue a nosotros y nos ayude.
El ciclo que cumple la alabanza podemos compararlo al ciclo del agua. El agua se evapora,
forma las nubes en el aire, y regresa a la tierra como lluvia.
Así como Dios llama al agua para que se evapore de manera que pueda llover, nos llama a
nosotros a que lo alabemos de manera que El pueda derramar Sus bendiciones.
Amós 5: 8 “El que hizo las Pléyades y el Orión, Cambia las densas tinieblas en aurora, Y
hace oscurecer el día en noche; El que llama a las aguas del mar, Y las derrama sobre la
superficie de la tierra: El SEÑOR es Su nombre”.
Amós 9:6 “El edificó en el cielo sus gradas, y su ayuntamiento fundó sobre la tierra; él
llama las aguas del mar, y sobre la faz de la tierra las derrama; el SEÑOR es su Nombre”.
Job 36:27-28 “Porque él detiene las goteras de las aguas, cuando la lluvia se derrama de
su vapor; cuando gotean de las nubes, gotean sobre los hombres en abundancia”.
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Conforme enviamos alabanzas a Dios, Él las transforma en bendiciones para que lluevan
de vuelta hacia nosotros. Las alabanzas del hombre deben subir a Dios así como el vapor
es creado por el sol sobre el océano. Esas alabanzas forman nubes de bendición. Dios hace
que destilen lluvia que se derrama sobre la tierra. El exceso de lluvia forma ríos que corren
hacia el mar, de donde originalmente vinieron y todo el proceso comienza de nuevo.
Dios libera todo su poder a nuestro favor cuando le alabamos y le adoramos, porque Dios
habita en medio de un pueblo que sabe alabarle y adorarle en espíritu y en verdad.
Cuestionario:
Cuáles son algunos de los beneficios que podemos recibir de Dios con motivo de nuestra
alabanza?
Hebreos 13:15 “Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza
a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan (alaban) Su nombre”.
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Lección 7
Salmos 63: 1-5 “Dios, Dios mío eres tu; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti,
mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu
gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida;
mis labios te alabarán. En tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y de grosura será
saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca”.
La alabanza que está llena de bendiciones, está llena de pasión y deseo de Dios.
El salmista se deja envolver completamente por este himno de alabanza a Dios: ojos (v.2),
labios (v.3), manos (v.4), alma (v.5), boca (v.5) y mente (v.6); como tal, nos ofrece el
ejemplo de alguien que adora en verdad.
Este clásico pasaje enseña como la expresión de la alabanza trae bendiciones. Nótese que
esta no es una oración silenciosa: “y con labios de júbilo te alabará mi boca”. Y vemos su
fruto:
1) “Dios, Dios mío eres tú” (se afirma la relación con Dios)
5) “Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán” (la apropiada
gratitud)
El resultado: “como de meollo y de grosura será saciada mi alma [mi ser real]” (la
satisfacción de las necesidades personales)
Dios nos ha dado cuerpos completos y perfectos. Creó en nuestro cuerpo los sentidos para
ayudarnos a conocerle y a entender el mundo a nuestro alrededor. Los sentidos son un
regalo de Dios, por tanto, debemos aprender cómo utilizar los sentidos en una forma que
le agrade a Él, usando todo nuestro cuerpo, aplaudiendo, danzando, levantando nuestras
manos, nuestros labios, cantando, aclamando, implica también nuestra mente la cual está
pensando en Dios, expresando nuestro sentir de una manera consciente, viva, intensa,
implica toda el alma ya que involucra nuestros sentimientos de piedad, de amor, alegría y
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júbilo, a través de ella nuestro espíritu se une al Espíritu de Dios para llegar a una entrega
total, a la comunión perfecta.
No es por gritar, los gritos no son sinónimos de autoridad, ni tampoco es el ruido
indicador de que hay unción. Es muy posible que el enemigo ante el ruido se tape los
oídos para no oír tal desastre, pero se quede, no se irá porque haya ruido. Pero cuando el
pueblo tiene la alabanza bien afilada, con autoridad y fe y entendimiento, con seguridad
alabamos, entonces nuestros enemigos son derrotados. Toda tiniebla se disipa. (Sal.
149:6-9)
Cuestionario:
Por qué debemos usar todos nuestros sentidos para expresar nuestra alabanza?
Cuál es la condición de nuestro corazón que permitirá ese tipo de alabanza y adoración?
Examino mi corazón en oración y pido al Señor que revele si hay algo a lo que debo
renunciar y que está obstruyendo mi alabanza y adoración (privado).
Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en verdad es necesario que
adoren”.
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Lección 8
Nuestro pozo.
Números 21: 16-17 “De allí vinieron a Beer: este es el pozo del cual Jehová dijo a Moisés:
Reúne al pueblo, y les daré agua. Entonces canto Israel este cantico:
Y así es como aconteció. Se reunieron en círculos sobre la arena. Cogieron sus palas y
empezaron a cavar profundamente sobre aquella tierra que quemaba. A medida que
cavaban no cesaban de cantar, “Sube, oh pozo, a él cantad”. Y he aquí que se oyó el ruido
impetuoso de un manantial de agua que llenó el pozo por completo y continuó su curso
por aquella tierra. Cuando cavaron este pozo en el desierto, tuvieron contacto con aquella
corriente de agua que corría por debajo y dieron con las mareas que fluían y que por
mucho tiempo habían estado ocultas. Con qué belleza este precioso cuadro nos habla del
río de bendiciones que fluye por medio de nuestra vida, y como podemos alcanzar a
través de la oración y la alabanza, aquello que necesitamos incluso en el mas estéril
desierto.
¿Cómo dieron con las aguas de aquel pozo? Por medio de la alabanza. Ellos cantaron
sobre la arena su canción de fe, mientras que con el báculo de su promesa cavaron el
pozo. Nuestra alabanza aún puede abrir fuentes en el desierto.
La alabanza es la cura para las situaciones difíciles que confronta todo creyente, porque
hace fluir las aguas del pozo de su gracia.
2) La promesa divina: “les daré agua [vida]” La palabra usada para describir pozo,
significa un hueco para pozo. La palabra que Jesús usó para decir que saltaría para
vida eterna se refería a un manantial. Jesús dice que cuando tomamos del Agua de
Vida somos como esos arroyos. Arroyos que destilan vida eterna. No es solamente
que salen un día y al día siguiente se detienen. Esto crea algo dentro de nosotros
que nos permite estar en comunión con la vida divina. Nos permite estar en
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comunión con el poder divino, nos permite saber del mundo venidero. Nunca se
detiene, nunca se seca, es un afluente.
Bordón: bastón con punta de hierro, más alto que un hombre, como el que llevan
los peregrinos.
Cuestionario:
Isaías 41:18 “Abriré ríos en las alturas desoladas, Y manantiales en medio de los valles.
Transformaré el desierto en estanque de aguas, Y la tierra seca en manantiales”.
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Lección 9
2 Crónicas 5:13 “…cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para
alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y
otros instrumentos de música y alababan a Jehová, diciendo: porque El es bueno, porque
su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová”
3) La casa (el templo) se lleno de una nube (la gloria de la presencia de Dios).
Hay poder en la unidad, la Palabra de Dios nos insta a la unidad; Efesios 4:3 nos dice:
“solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”, por qué?, porque “…
todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas
proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el
crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor”. (Efesios 4:13)
1Corintios 1:10 “Les ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que
todos se pongan de acuerdo (que hablen lo mismo), y que no haya divisiones entre
ustedes, sino que estén enteramente unidos en un mismo sentir (de una misma
mente) y en un mismo parecer”.
En un grupo es común que se presenten rivalidades, celos, la lucha que resulta por la
preferencia de líderes, basado en la supuesta sabiduría, mayor talento, espiritualidad, etc.
Dios trata con la iglesia como un cuerpo y con los individuos como sus miembros. Los
miembros de la iglesia deben poner los intereses del cuerpo o congregación por encima
de los suyos propios.
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Jesús oró al Padre por nuestra unidad, Juan 17:23 “Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean
perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que Tú Me enviaste, y que los amaste
tal como Me has amado a Mí”.
Notemos que Jesús pide que seamos perfeccionados en unidad con un propósito, “para
que el mundo sepa que Tú Me enviaste, y que los amaste tal como Me has amado a Mí”.
Cuál es el efecto que produce nuestra unidad? El mundo reconoce que Dios está en
medio nuestro y somos testimonio del amor de Dios.
Cuestionario:
Qué efecto produce nuestra unidad como cuerpo de Cristo en nuestro entorno?
1Corintios 1:10 “Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que
todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis
enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer”.
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Lección 10
Efesios 5: 18-19 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed
llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y canticos
espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;…”
Nótese el papel de los cánticos en la adoración como un medio para alcanzar lo que se
dice en el v. 18 sobre ser continuamente llenos con el Espíritu.
Pablo les dice a los efesios que “se hablen unos a otros”, usando salmos (literatura bíblica
escrita en forma de canciones), himnos (palabras humanamente inspiradas que se cantan)
y canciones espirituales (equivale a una expresión lírica inspirada por el Espíritu Santo en
nuestro propio lenguaje o “en lenguas”). Al participar en una reunión de creyentes, aun
con una ofrenda pequeña de alabanza, nuestra adoración empieza a ser magnificada. Sus
voces nos animan y nosotros los inspiramos a ellos. La separación de la congregación local
priva a una persona de esta relación. Congreguémonos a menudo y alabemos,
animándonos así unos a otros en la alabanza. La alabanza se magnifica cuando nos
unimos a otros, y nos alentamos mutuamente.
Este texto instruye a los creyentes a que alaben a Dios cuando se comuniquen entre sí.
Colosenses 3:16 “Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda
sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones
espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones”.
1Tesalonisenses 4:18 “Por tanto, confórtense (aliéntense) unos a otros con estas
palabras”.
1Tessalonisenses 5:11 “Por tanto, confórtense (aliéntense) los unos a los otros, y
edifíquense el uno al otro, tal como lo están haciendo”.
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En el capítulo 5 de Efesios, Pablo nos habla de que, como hijos de Dios, sabemos que el
final de los tiempos se acerca, por eso no nos tiene que tomar por sorpresa, debemos
velar, estar atentos, para que vivamos con El; y nos animemos unos a otros, para que
juntos, como cuerpo, alcancemos victoriosos la meta.
Cuestionario:
Hebreos 10:25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca”.
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Lección 11
Salmos 145: 4 “Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos
hechos”.
Debemos alabar constantemente a Dios y educar (por medio de las palabras, la conducta y
el ejemplo) a los futuros alabadores.
En este breve salmo las obras y los hechos de Dios se mencionan ocho veces y constituyen
uno de los principales motivos de alabanza.
Deuteronomio 6:7 "Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando
te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te
levantes”.
Salmos 78:3-7 “Que hemos oído y conocido, Y que nuestros padres nos han contado. No
lo ocultaremos a sus hijos, Sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del
SEÑOR, Su poder y las maravillas que hizo. Porque El estableció un testimonio en Jacob, Y
puso una ley en Israel, La cual ordenó a nuestros padres Que enseñaran a sus hijos, Para
que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer, Y éstos se
levantarán y lo contarán a sus hijos, Para que ellos pongan su confianza en Dios, Y no se
olviden de las obras de Dios Sino que guarden Sus mandamientos” (BLA)
Desde el comienzo de la historia del pueblo de Dios, Jehová exhorta a sus hijos a
transmitir a las generaciones futuras, las obras y los hechos de Dios. Es necesario que
nuestras generaciones futuras conozcan quién es Dios, de qué manera ha obrado en
nuestras vidas, que ha hecho a través de nuestras vidas, de qué forma se ha manifestado
siempre en beneficio nuestro; esto es lo que genera nuestra alabanza y lo que provocará
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también a ellos a alabar a Dios. Es muy importante que los padres conduzcan a sus hijos a
la fe. Esta debe ser siempre la fuente primaria de la instrucción religiosa. No debemos
fallar a la hora de instruir a nuestros hijos y prepararlos para que caminen por los
senderos del Señor.
Según Sal. 8:2 “de la boca de los niños y de los que maman perfeccionó Dios la alabanza”.
El niño no tiene ni inhibiciones, mucho menos complejos para expresar su amor a Dios y
en su debilidad Dios se perfecciona ¿deberíamos imitarlos? Es fundamental educar al niño
en la alabanza a Dios, aunque muchas veces nos encontraremos siendo instruidos por
ellos.
En Mateo 18:1-4 Jesús tomo a un niño para ayudar a sus egocéntricos discípulos a captar
la idea. No necesitamos ser infantiles (como los discípulos, que discutían por
insignificancias) sino más bien como niños de corazón humilde y sincero.
Según los versículos 5 y 6 de este pasaje, este privilegio de enseñar y guiar a los niños es
una enorme responsabilidad, y no un pasatiempo. Solo a través de una experiencia
personal con Cristo, a través de la alabanza, podremos transmitir ese sentir de acción de
gracias a los niños y gozar de la unidad.
Lo mejor que podemos hacer es conversar con ellos y explicarles por qué necesitamos
adorar a Dios y luego invitarlos a que se nos unan a adorarle en ese momento, no
podemos enseñar algo que no conocemos o creemos, pues su resultado será muy débil, y
debemos tener en cuenta que nuestros actos “gritan más que nuestras palabras”. Es
fundamental enseñar con el ejemplo.
Cuestionario:
Cuál es el mandato divino hacia los mayores, a los que hace énfasis Dios?
Deuteronomio 6:6-7 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y
diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y
cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”.
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Lección 12
Salmos 22: 3-4 “Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti
esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste”.
El verbo habitar: vivir, morar; me habla del lugar en que se está y se permanece. Dios, a
partir del nuevo pacto de la gracia por el que fuimos sellados, vive y mora en cada uno de
nosotros, somos templo de Dios. Hemos sido creados para alabarle y adorarle, por lo
tanto si llenamos nuestro templo de alabanzas y adoración, Dios se complace
grandemente y su presencia se hace real y manifiesta. La alabanza, aunque simple, nos
acerca a la eterna presencia de Dios y, por lo tanto, nos edifica.
Los Salmos fueron el himnario de alabanzas de la iglesia primitiva, y como tal están llenos
de principios completamente aplicables para la vida neo testamentaria de hoy. Muy pocos
principios son más esenciales para nosotros que este: la presencia del poder del Reino de
Dios se relaciona directamente con la práctica de la alabanza a Dios.
Aunque Dios está presente dondequiera, hay una manifestación única de su dominio, que
se revela de manera particular en una atmosfera de alabanza y adoración. Aquí
encontramos el remedio para los momentos cuando nos sentimos solos, abandonados o
deprimidos. ¡ALABAR, ADORAR! No importa cuán simple sea, componer nuestra propia
canción y testificar de la bondad de Dios en nuestra vida. El resultado: ¡Dios entrará! Su
presencia vivirá (morará) en nosotros.
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Permitamos que esta verdad haga crecer nuestra fe y nuestra confianza, y nos libere de
las molestias, el tormento y la esclavitud satánicos. Notemos como el texto utiliza
simultáneamente estas tres palabras: “alabar”, “esperar” y “liberar”. Como Dios habita
entre las alabanzas, rendirle tributo de adoración es la vía para disfrutar plenamente de su
presencia. El concepto aquí es que la alabanza realza la gloria de Dios y permite a quienes
la tributan escuchar Su respuesta. Cuando le hemos dado la bienvenida por medio de
nuestras alabanzas, es natural que Él sane, salve y libere. Este es Su deseo. Él anhela
nuestro compañerismo porque Él quiere derramar Su amor y afecto hacia nosotros ¡Su
novia!
Necesitamos entender, como líderes de adoración y adoradores, que hay muchos niveles
de adoración representados en la iglesia. Hay muchas personas que han comenzado a
experimentar el río y están conformes con sólo meter los dedos en la orilla del río. Otros
están cómodos con sólo entrar los tobillos, las rodillas o la cintura. También hay otros que
han saltado al río y nadan en la presencia de Dios. Es importante que entendamos que aún
la persona que esta mojando sólo los dedos en el río de la alabanza, el Espíritu Santo lo
está acercando a la presencia de Dios y él desea ofrecer un sacrificio de alabanza
aceptable. Porque alguien está más cómodo en expresar más abiertamente su adoración a
Dios, no minimiza el sacrificio de aquellos que son más reservados.
Finalmente, creo que Dios requiere de los adoradores, especialmente de los que dirigen la
alabanza, que desarrollen el carácter. El Salmo 24:3 hace la siguiente pregunta, "¿quién
subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?" y la respuesta es: Aquel
que tenga las manos limpias y un corazón puro. No podemos tener intenciones ocultas. La
adoración no se trata de nosotros, sino de Él. Nuestras vidas, como adoradores deben
reflejar la Gloria de Dios en todo lo que hacemos diariamente. Debe ser obvio a nuestros
amigos, nuestras esposas, esposos, hijos, compañeros de trabajo, compañeros de escuela
que somos diferentes. Dios está buscando adoradores que lo adoren a Él en Espíritu y
Verdad las 24 horas del día, como un estilo de vida.
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Cuestionario:
Examinemos nuestro corazón en oración e intimidad con Dios pidiendo que nos revele si
hay algo en nuestra vida que no debiera estar. (Privado)
Salmos 42:5 “¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en
Dios, pues he de alabarle otra vez por la salvación de su presencia”.
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Lección 13
Salmos 7: 14-17 “He aquí, el impío concibió maldad, se preñó de iniquidad, y dio a luz
engaño. Pozo ha cavado, y lo ha abandonado; y en el hoyo que hizo caerá. Su iniquidad
volverá sobre su cabeza, y su agravio caerá sobre su propia coronilla. Alabaré a Jehová
conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo”.
Este breve pasaje contiene dos verdades a cerca de la alabanza. Primero, la alabanza es la
respuesta cuando la maldad y la iniquidad confrontan al creyente. La tentación al pecado
y a vivir pecaminosamente desaparecerá ante la alabanza sincera, poderosa y audible.
Ésta traerá la gloriosa presencia de Jesús y a la vez extirpará el deseo de identificarse con
algún acto o pensamiento pecaminoso.
La adoración debería de ser una vía de interacción entre Dios y el hombre que trae
cambio. Dios inicia el proceso y el hombre responde. Dios se revela al hombre y el hombre
reconoce a Dios con alabanza y adoración. Dios revela al hombre su condición espiritual, y
el hombre confiesa cualquier falta a Dios. Dios perdona y limpia al hombre y ahora es libre
para dejar todas sus cargas a Dios en oración. Dios toma todas las cargas y el hombre
responde a Dios con agradecimiento. Dios le revela al hombre sus deseos y propósitos y el
hombre responde en sumisión ofreciendo su vida en sacrificio a Dios. El Espíritu de Dios se
deleita con el hombre y le da todo lo que necesita por Su poder y ahora el hombre puede
tener un encuentro con Dios para ser renovado, transformado y con autoridad para vivir
una vida abundante. Esto es lo que nuestra vida diaria debería ser, una experiencia de
adoración diaria con el Padre celestial.
Isaías 12:1-3 “Y en aquel día dirás: "Te doy gracias, oh SEÑOR, porque aunque estabas
enojado conmigo, Tu ira se ha apartado Y me has consolado. Dios es mi salvación,
confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi
salvación. Con gozo sacarás agua de los manantiales de la salvación”.
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Jer 33:11 “voz de gozo y voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de los
que dicen: 'Dad gracias al SEÑOR de los ejércitos, porque el SEÑOR es bueno, porque para
siempre es su misericordia'; y de los que traen ofrenda de acción de gracias a la casa del
SEÑOR. Porque restauraré el bienestar de esta tierra como fueron al principio, dice el
SEÑOR”.
Desde que comienza nuestro día hasta el final, deberíamos continuamente ofrecer
sacrificios de adoración a Dios. Dios es glorificado en cualquier momento que estamos
obedientes a Él. Se puede adorar y alabar a Dios a cualquier hora que queramos y en
dondequiera que estemos, no solamente cuando nos reunimos en “la Iglesia”. Tomemos
nuestro cuerpo y cada actividad diaria y entreguémosla a Él. Alabemos en el trabajo,
escuela, en la casa, en la tienda y démosle toda la alabanza a Él. Con cada latido de un
corazón de una vida que se somete a Dios, Él es glorificado y adorado.
Cuestionario:
Isaías 12:1-2 “Y en aquel día dirás: "Te doy gracias, oh SEÑOR, Porque aunque estabas
enojado conmigo, Tu ira se ha apartado Y me has consolado. Dios es mi salvación,
Confiaré y no temeré; Porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi
salvación."
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Lección 14
2Crónicas 20: 15-22 “… y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tu,
rey Josafat. Jehová os dice así: no temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan
grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. Mañana descenderéis contra ellos;
he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del
desierto de Jeruel. No habrá para que peleéis vosotros en este caso; paraos, estad
quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni
desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros. Entonces
Josafat se inclino rostro a tierra, y así mismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se
postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. Y se levantaron los levitas de los hijos
de Coat y de los hijos de Core, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.
Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos
salían, Josafat, estando en pie, dijo: Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros;
creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos
que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la
gente armada, y que dijesen: glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de
Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra
Judá, y se mataron los unos a los otros”.
Enfrentados a enemigos mortales, los levitas respondieron a la Palabra del Señor alabando
“con fuerte y alta voz”. Obtuvieron una gran victoria.
He aquí una gran lección sobre el poder de la alabanza. Judá estaba siendo confrontado
por sus enemigos mortales, Moab y Amón. El pueblo busco a Dios en oración y con fe en
su palabra (20: 1-14). Entonces vino la palabra del profeta: “no temáis…porque no es
vuestra la guerra, sino de Dios” (v. 15). La victoria vino de una manera extraña y
poderosa. Los levitas se levantaron y alabaron “a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta
voz” (v. 19). Entonces algunos fueron designados para que cantaran al Señor y le
adoraran en la belleza de su santidad. Estos marcharon ante el ejército, diciendo:
“Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre” (v. 21). ¡EL RESULTADO DE
ESTA PODEROSA ALABANZA FUE UNA VICTORIA TOTAL!
Dios no solo les dio la victoria sino que también los bendijo con mucho más de lo que
antes tenían. En ese día los verdaderos guerreros eran los adoradores. Los soldados se
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debieron haber quedado sorprendidos el uno al otro que solo les quedó poner su armas
en el suelo para ir y recoger los frutos de la victoria.
Es impresionante notar que estas personas no estaban ordenando a ningún espíritu que
saliera o que la ira de Dios viniera sobre sus enemigos, simplemente alababan a Dios. Los
cantos expresaban su confianza en las promesas de Dios que Él pelearía por ellos. Ellos
alabaron a Dios por la victoria que Él les había prometido. Debemos dar la bienvenida al
reino y enfrentar las situaciones en la tierra, invitando a la poderosa fuerza del Espíritu de
Dios a remover las circunstancias difíciles o imposibles para transformarlas. Esto se hace
mediante la alabanza: “dad gracias [llenar la situación de alabanza] en todo [no “por”
todo], porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tes 5:18).
Por lo tanto invitamos el poder de la presencia de Dios en toda situación que
enfrentamos. Oremos “venga tu reino, hágase tu voluntad aquí”. Entonces, llena tu vida
de alabanza y así prepara un lugar para el trono de Dios. Al igual que los trompetistas de
Gedeón (Jue 7: 17-22) y el coro de Josafat (2 Cr 20: 20-22) confundieron a sus enemigos y
abrieron paso para la victoria que el Señor había prometido, la alabanza abre paso para el
reino del Rey hoy. Experiencias como estas se narran en otros pasajes del AT. Donde
quiera y como quiera que el pueblo de Dios alabe al Señor, El reina entre ellos y hace
cosas milagrosas por ellos.
Nuestro Señor Jesús ha derrotado a nuestro enemigo en la cruz y nuestra victoria está
segura, al solo cantar alabanzas a Dios nuestros enemigos deben salir corriendo dejando
victoria y bendición para nosotros.
Todas las batallas que peleamos en contra de nuestro enemigo se pueden ganar por
medio de diferentes formas, tales como; permanecer firme en la palabra y oración. La
alabanza también tiene el propósito de ser un arma que está disponible para pelear en
esta guerra espiritual. Aunque hemos dicho que es bueno alabar y adorar a Jehová, Dios
no necesita nuestras alabanzas, nosotros necesitamos la alabanza porque tenemos un
enemigo y al alabar a Dios el enemigo es destruido. Si nuestra alabanza está hecha
correctamente entonces será explosiva.
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La Biblia dice que muchas son las aflicciones del justo, pero Dios lo librará de todas ellas.
Cuando alabamos a Dios traemos Su juicio sobre sus enemigos que también son nuestros
enemigos recibiendo al mismo tiempo victoria.
Cuestionario:
Salmos 116: 16-17 ¡Ah, SEÑOR! Ciertamente yo soy tu siervo, siervo tuyo soy, hijo de tu
sierva; tú desataste mis ataduras. Te ofreceré sacrificio de acción de gracias, e invocaré el
nombre del Señor”.
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Lección 15
Siendo creativos.
Dios quiere que seamos creativos en nuestra alabanza y que no nos dejemos arrastrar por
la rutina.
Aquí el salmista hace un compromiso: “…te alabare mas y mas”. La idea que aquí se
expresa es muy hermosa y quiere decir: “encontrare maneras frescas y nuevas para
expresar mi alabanza hacia Dios, así como El lo es al satisfacer nuestras necesidades. Por
lo tanto no rindamos tributo a la alabanza formal, que llega a ser aburrida, obtusa y
termina repitiendo meras frases. Dios quiere que seamos creativos.
Salmos 33:3 “Cantadle cántico nuevo; tañed con arte, con voz de júbilo”.
El cántico nuevo es una expresión que aparece seis veces en los salmos y que el apóstol
Pablo menciona como “cánticos espirituales” (Ef. 5:19; Col. 3:16). Como tal, es una
manifestación fresca y espontánea de adoración y alabanza ofrecida a Dios desde lo más
profundo del corazón del creyente consagrado. Tanto la letra como la melodía son a
menudo improvisadas. De acuerdo con 1Corintios 14:15, el cántico nuevo puede ser
entonado en nuestro idioma o en lenguas. El júbilo es parte vital de la verdadera
adoración.
Fuimos creados a su imagen y semejanza, por lo tanto llevo por herencia en mis “genes
espirituales” la creatividad.
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Qué dice el diccionario:
Cualidad con que se manifiestan los afectos en las artes. (Ofrendamos una danza con
instrumentos: Banderas, Panderos, Cintas, Estandartes, Mantos.)
La danza es festiva!!! Donde hay danza hay alegría, gozo, regocijo, júbilo, satisfacción,
deleite y contentamiento, pues estos beneficios no nacen de nuestra carne si no de
nuestro corazón, ya que desde allí (corazón) confesé para ser justo ante Dios.
“Porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación”
Romanos 10:10
“Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma y con todas tus fuerzas”
Deuteronomio 6:5
La danza está permitida por Dios para ser usada como expresión de alabanza
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Cuestionario:
Qué es la creatividad?
Por qué?
Salmos 33:2-3 “Celebrad al SEÑOR con arpa; cantadle con salterio y decacordio. ¡Cantadle
canción nueva! Hacedlo bien tañendo con júbilo”.
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Lección 16
Un manto de gozo.
Isaías 61: 3 “… a ordenar que a los afligidos de Sion se les de gloria en lugar de ceniza,
óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado; y serán
llamados arboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”.
En el capítulo 61 del libro de Isaías se anuncia el ministerio de paz del Mesías que había de
venir. En los vv. 1-3 se anuncia la misión del Mesías. En los vv. 4-9 las ciudades del país
reedificadas y prosperidad para la nación. En los vv. 10-11 el pueblo, por boca del profeta,
expresa gozo y alabanza a Dios ante semejantes bendiciones.
Dice “se les de gloria en lugar de ceniza”, la palabra hebrea para “gloria” aquí es “paár”,
cuya raíz se traduce como relucir y de la que deriva “purá”, que significa ornamento,
diadema (así lo traduce la Biblia de las Américas). La diadema o más exactamente la
guirnalda de honor y alegría reemplazará a la ceniza, que es símbolo de duelo.
También “óleo de gozo en lugar de luto”, la aplicación del aceite al cuerpo para aliviar los
efectos del calor era considerada como un gran refrigerio y, por eso, su uso se interrumpía
en tiempo de duelo o luto, por eso dice la Palabra que el Señor vendría a traer óleo de
gozo, ya no más luto.
Se puede ver en este texto el poder del culto de alabanza para poder expulsar las terribles
consecuencias de la incertidumbre y el desaliento.
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“Vistámonos” de ese manto. ¡Hagamos lo que dice la Palabra de Dios!
Cuestionario:
Hebreos 1:9 “amaste la justicia, y aborreciste la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios
tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros”.
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Lección 17
Mateo 21:16 “Y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dice: Sí: ¿nunca leísteis:
De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?”
La cita del Salmo 8:2 dice en el hebreo: “por boca de los niños y de los que maman afirmas
tu fortaleza frente a tus adversarios”. Dios es especialmente honrado y glorificado cuando
se hacen cosas poderosas por medio de instrumentos débiles e ineptos, porque “su poder
se perfecciona en la debilidad” (2Co. 12:9).
Mateo 18: 3-6 “y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no
entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése
es el mayor en el reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a
mí me recibe. Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí,
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mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y
que se ahogara en lo profundo del mar”.
Jesús mismo en este pasaje nos dice que deberíamos volvernos como niños para entrar al
reino de los cielos. Jesús puso en medio a un niño para que de él aprendieran. No
debemos ser niños (Ef. 4:14), sino como niños. El niño conoce su pequeñez e ignorancia,
la acepta y depende absolutamente de sus padres y toman muy en serio lo que le dicen
sus mayores, esto es humildad y fe, dispuestos siempre a aprender y confiando y
dependiendo absolutamente en sus padres. Sus expresiones son genuinas, su gozo, alegría
y regocijo no son fingidos, nacen de manera espontánea. Por eso advierte al final del
pasaje citado, a tener sumo cuidado en no ser piedra de tropiezo para ellos y para los
pequeños en Cristo, “el que los toca, toca la niña de sus ojos”
Después de hacer callar a sacerdotes y escribas Cristo los dejó (v.17) Si no nos agradan las
alabanzas a Jesús, le estamos alejando de nosotros, es inevitable que el Señor se aleje de
aquellos que no son capaces de tributarle honra, honor y alabanza.
Cuestionario:
Qué atributos poseen los niños que en los adultos es difícil encontrar?
A qué se debe que a los adultos nos cueste ser como niños?
Qué hay que derribar en nuestros corazones para poder llegar a ser como niños delante
de Dios?
Mateo 18: 3-6 “y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no
entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése
es el mayor en el reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a
mí me recibe. Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí,
mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y
que se ahogara en lo profundo del mar”.
Lección 18
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Siendo libres de la cautividad.
Hechos 16: 25-26 “Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y
los presos los escuchaban. De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que
los cimientos de la cárcel fueron sacudidos; al instante se abrieron todas las puertas y las
cadenas de todos se soltaron”.
La alabanza que se dirige a Dios abre las puertas de la cárcel, convierte al hombre, salva a
la familia y pone fin a la cautividad satánica.
Estudiemos este ejemplo sobre el poder de la alabanza, poder que se da aún en medio de
circunstancias difíciles. Azotados y encarcelados, Pablo y Silas respondieron cantando un
himno de alabanza a Dios (más tarde escribe a la iglesia de Filipos, desde otra celda,
“regocijaos en el Señor siempre”) y su liberación sobrenatural mediante la ocurrencia de
un fuerte temblor de tierra, tremendo, la alabanza que se le ofrece directamente a Dios
puede producir un terremoto que abra las puertas de la prisión. Pablo estuvo varias veces
en la cárcel y esto no sucedió en otras ocasiones, por lo que destacamos que Dios no
siempre se manifiesta de la misma manera, El obra conforme al propósito que quiere
operar a partir de la circunstancia en la que nos encontremos, pero lo que tratamos de
establecer en este momento es el poder de nuestra alabanza, cuando nace de un corazón
humilde que reconoce el señorío y majestad de Dios en cualquier circunstancia.
Dice Lucas en su relato de los Hechos, que los demás presos los escuchaban cantar los
himnos, por lo tanto cantaban lo suficientemente alto como para que su voz traspase los
muros de los calabozos, esto preparaba a los presos para reconocer que lo que luego
sucedería sería una manifestación gloriosa de Dios.
A raíz de la liberación de Pablo y Silas de la prisión, en este pasaje, hubo otros buenos
resultados: un hombre se convirtió a Cristo, su familia fue salva, y Pablo libró a una
muchacha de un espíritu de adivinación. Cada vez que Cristo se glorifica en nuestras vidas,
hay resultados que surgen de ese hecho, como decíamos antes, Dios opera conforme al
propósito que tenga para cada uno, por lo tanto, cuando El nos libera es para que estos
resultados (su propósito) se cumplan.
También en nuestros días, la alabanza gozosa a Dios, romperá las cadenas de la opresión.
Cuando estés sirviendo a Dios, y las cosas no ocurran como planeaste, aprende la lección
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que nos ofrece este pasaje, en toda circunstancia alaba y adora a Dios, el poder de la
alabanza se hará manifiesto y Dios será glorificado.
Cuestionario:
Isaías 61: 1 “El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a
predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar
libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;…”
Lección 19
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Soltando el espíritu de profecía.
Hebreos 2: 11-12 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos
de un Padre; por lo cual El no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: anunciare
tu nombre a mis hermanos, en medio de la congregación cantaré tus alabanzas”.
Estos versículos citan la profecía mesiánica del Salmo 22:22, y muestra como el Espíritu de
Cristo llena a la iglesia del NT y, cómo Cristo se identifica íntimamente con su pueblo
cuando este eleva sus alabanzas. Cuando tal alabanza sucede, tienen lugar dos cosas
importantes:
Lo segundo está en las palabras, “Anunciaré a mis hermanos Tu nombre (Dios Padre)”. Al
cantar gozosamente alabanzas a nuestro Dios, Cristo viene e inunda nuestras mentes con
la gloria del carácter del Padre. No cabe duda: las alabanzas del pueblo en el servicio
liberan el espíritu de revelación profética, y la magnificación de Dios por medio de Cristo
Jesús. Y así es cómo la alabanza sirve para la edificación, exhortación y consuelo de todo
el cuerpo.
La profecía es una señal que anuncia a los creyentes que Dios está en medio de ellos, y
hace que los incrédulos busquen arrepentirse.
1Corintios 14: 26 “¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando se reúnan, cada cual
aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para
edificación”.
Las cosas del Espíritu están dirigidas a todos los miembros de cuerpo de Cristo, no a un
pequeño grupo. Este versículo describe la típica adoración cristiana en el tiempo
presente. “Cuando se reúnan” indica reunión oficial de la asamblea o servicio, donde
Pablo insta a cada hermano a ejercitar el don que posee, pero que se haga en orden, sin
confusión.
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podemos experimentar su poder fluir en, y a través nuestro. Debemos ser conscientes de
que cualquier estructura mental, cualquier fortaleza levantada en nuestros corazones,
cualquier situación pecaminosa puede impedir al Espíritu manifestarse con libertad. Todo
condicionante que haya en nuestras vidas, que pudiera imposibilitar a Dios para
manifestarse, debe ser entregado en oración y renuncia ante su presencia; de esta
manera podremos ser canales limpios a través de los cuales el Espíritu de Dios pueda fluir
libremente.
Tomemos un sencillo ejemplo: la “flor” de la regadera posee muchos orificios por los que
fluye el agua; cuando está limpia, abundante cantidad de agua surge de ella con
determinada fuerza (poder). Con el paso del tiempo, estos orificios se pueden ir
obstruyendo, cuando queda agua estancada, esta produce sarro que de a poco va
tapando los orificios y así cuando se abre el grifo notamos que ya no fluye el agua con la
misma fuerza y en la misma cantidad que tiempo atrás.
Cuando descuidamos nuestra alabanza y adoración a Dios, nuestra intimidad con Él, el
fluir de su Espíritu de a poco comienza a menguar, hay cosas (sarro) en nuestra vida, en
nuestro corazón, que se han depositado y que impiden el paso, el fluir, de su Espíritu a
través nuestro.
Cuestionario:
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Debemos prepararnos de manera especial para que el Espíritu se manifieste en medio de
un culto de adoración?
De qué manera podemos quitar los obstáculos que impiden el fluir del Espíritu en medio
de la alabanza?
1Corintios 14: 26 “¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando se reúnan, cada cual
aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para
edificación”.
Lección 20
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Sacrificando alabanza.
Hebreos 13:10-16 “Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los
que sirven en el tabernáculo. Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es
llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados
fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante Su
propia sangre, padeció fuera de la puerta. Así pues, salgamos a Su encuentro fuera del
campamento, llevando Su oprobio. Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino
que buscamos la que está por venir. Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El,
sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan (alaban) Su
nombre. Y, del hacer bien y de la confraternidad no os olvidéis; porque de tales sacrificios
se agrada Dios”.
“Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven en el
tabernáculo” (v.10). Los alimentos ceremoniales están en conexión con los sacrificios
ofrecidos en el altar del tabernáculo; de ellos comen los que sirven a dicho tabernáculo y
pertenecen todavía al régimen de la ley. En cambio, nosotros, en el régimen de la gracia,
tenemos otro altar, perteneciente a otro tabernáculo (v. 8:11), en el cual entró Jesús
mediante el sacrificio de Si mismo, y del cual nos alimentamos mediante la fe, para vida
eterna.
Los alimentos ceremoniales son viandas que no aprovechan para la vida eterna; ni logran
siquiera, detener la degradación del cuerpo humano, en cambio, la gracia, bajo cuyo
régimen vivimos, sí que sirve para fortalecer el corazón para poder siempre pisar terreno
firme.
¿Por qué la alabanza a Dios constituye un sacrificio? La palabra “sacrificio” (griego, thusia)
viene de la raíz “thuo”, verbo que significa “matar por un propósito”. La alabanza con
frecuencia requiere que nosotros “matemos” nuestro orgullo, temor, dejadez o cualquier
cosa que amenace disminuir o interferir con nuestra adoración al Señor. Descubrimos
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también aquí el fundamento de toda nuestra alabanza: el sacrificio de nuestro Señor
Jesucristo. Es por El, en El, con El, a Él y para El que ofrecemos nuestro sacrificio de
alabanza a Dios. La alabanza nunca será estorbada con éxito, siempre que la dirijamos a
Él, el Autor y Consumador de nuestra salvación
La alabanza a Dios, como la gratitud, debería ser una actitud continua y permanente. De
la misma manera que los sacrificios de la Ley se ofrecían por medio de los sacerdotes, así
también estos sacrificios espirituales nuestros se ofrecen por medio de nuestro sumo
sacerdote Jesús. No olvidarse de hacer el bien y la confraternidad, a veces estamos tan
ocupados en “las cosas de Dios”, que no nos queda tiempo para confraternizar con los
hermanos y visitar a quien nos necesita. El fruto de labios recuerda el hecho de que en la
misma forma que Dios prolonga por medio de los frutos la vida de las plantas, así el
Espíritu Santo extraerá nuevas alabanzas de adoración a Dios de nuestros labios y de todo
nuestro ser.
¡Su cruz, su sangre, su amor, que nos ha dado el don de la vida y el perdón de nuestros
pecados, hacen que la alabanza que le tributamos constituya un sacrificio vivo!
Cuestionario:
Qué diferencia existe entre el altar del tabernáculo del AT, bajo la ley; y el altar al que se
refiere el NT, bajo el régimen de la gracia?
Heb 13:15 “Así que, ofrezcamos por medio de él a Dios siempre sacrificio de alabanza, es
a saber, fruto de labios que confiesen su Nombre”.
Lección 21
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Quiero dedicar un espacio especial para hablar de guerra espiritual; ya hablamos de una
alabanza poderosa y de la victoria que obtenemos a través de ella, pero quiero
desarrollar especialmente el tema de la guerra espiritual a través de la alabanza. Como
sabemos “nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los poderes de este
mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales”
(Efesios 6:12), por lo tanto no es un tema para tomar livianamente, sino que nuestras
victorias dependen de que conozcamos cuál es nuestra guerra, contra quién se libra y de
qué manera hemos sido equipados para llevarla a cabo.
Debemos saber que nuestras armas son “poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas” y que debemos derribar “todo argumento y altivez que quiera levantarse
contra el conocimiento de Dios” (2 Corintios 10:4-5)
Alabanza y guerra
La alabanza es un arma mortal contra las fuerzas de maldad. La alabanza tiene como
propósito silenciar al enemigo, que viene para tentarnos, acusarnos y hacernos daño (Juan
10:10; Ap. 12:10; 16:13-14). Adoración y guerra, aunque parezcan conceptos
contradictorios, siempre están asociadas en la Escritura.
Este ministerio combinado lo vemos en el Rey David. La misma mano que tocaba el arpa
en adoración, también manejaba el arco y la lanza en la guerra. “Entraré al altar de Dios...
y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío”. (Sal. 43:4). “El adiestra mis manos para la
batalla, para tensar con mis brazos el arco de bronce” (Sal. 18:34).
En la vida nacional de Israel en los días antiguos la doble función de la adoración y guerra
era lo que unía a la nación, más allá de sus ciudades locales y tribus.
Era en las fiestas de Israel, tres veces al año, que la nación se reunía en Jerusalén para
adorar y celebrar delante del Señor (Levítico 23).
Era en el ejército de Israel, que los guerreros se reunían de todas las tribus y ciudades para
sacar al enemigo de sus fronteras.
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¿Cuál es la relación entre la adoración y la guerra que hace que estas funciones
espirituales estén asociadas tan frecuentemente?
La adoración en la Tierra abre los cielos para permitir que se establezca la Presencia y el
Reino de Dios y que la voluntad de Dios sea hecha en la Tierra, así como lo es en el cielo
(Mt. 6:10).
· Un pueblo adorador debe traer la Presencia y el poder de Dios en la Tierra para impactar
el poder del enemigo y destruirlo.
. ¡Por eso cuando Dios viene a través de los adoradores en el Santuarios, los enemigos de
Dios lo perciben y temen!
Salmos 68: 24 “Ellos(los enemigos de Dios en el versículo 23) han visto Tu procesión, oh
Dios, La procesión de mi Dios, mi Rey, hacia el santuario” (BLA). Una fe activa hace de
Dios, nuestro Dios y Rey. Cuando el pueblo ve el cortejo, la procesión, los caminos de Dios,
todo se organiza en procesión triunfal, con la finalidad de bendecir a Dios por las victorias
obtenidas. De los levitas se esperaban que condujesen tales procesiones (los cantores, los
músicos) y a los lados, las doncellas con panderos (v. 25)
· Dios “cabalga sobre los cielos” en su gran poder, y millares de sus carros se mueven en
los cielos en concierto con el mover de sus adoradores en la Tierra, para manifestar a
través de ellos su victoria (Sal. 68:4-17).
Dios mismo fue el guía de Israel a través del desierto, no fue solo un viaje, fue más que
eso, fue una marcha. Dios les dio la victoria con frecuencia sobre sus enemigos, como
general de sus ejércitos, les levantó jueces, les dio autoridad e instrucciones.
La Iglesia se mueve ahora en el mismo acuerdo en la Tierra con los poderes de Dios en
“los lugares celestiales de Cristo”, donde hemos sido sentados por el Espíritu Santo,
“sobre todo principado” y autoridad, poder y señorío...” (Efesios 2:6; 1:21)
Larry Lea en su libro titulado "Armas para la lucha Espiritual" dice: "Filipenses 4:6 dice que
le presente sus peticiones a Dios en oración y ruego con acción de gracias. Eso quiere
decir que dentro de las circunstancias que experimenta debes comenzar a alabar y darle
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gracias a Dios por la victoria que ve por medio de su fe. La alabanza se concentra en el
resultado de la situación. Es creer y decir con su fe que Dios triunfa. Salmos 68:28-29 dice:
“Tu Dios ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros. Por
razón de tu templo en Jerusalén los reyes te ofrecerán dones”.
El hecho de que de Dios sea la victoria, y que de Él viene nuestra fuerza, no impide que
pidamos a Dios que corrobore lo que ya está hecho.
Como cristianos tenemos un grito de guerra y ese es nuestro testimonio. Con nuestro
testimonio también alabamos a Dios. (Salmos 99:6-7; Hechos 1:8; Hechos 6:3,8; Hechos
26:22; 2 Tesalonicenses 1:10; 1 Timoteo 3:7; 5:10; Hebreos 11:2; 39).
Características de un adorador.
Analicemos la palabra integridad, no solamente porque suena bien sino por todo lo que
implica en la vida de una persona. Una persona íntegra es una persona auténtica, es una
persona genuina, es una persona que no está dividida, lo que dice es lo que piensa y es lo
que hace, una persona íntegra no dice hoy una cosa y mañana dice otra, una persona
íntegra mantiene su palabra. Por todo esto, el director de alabanza y los miembros del
equipo deben tener integridad, deben ser auténticos y genuinos. Si en el tiempo de
alabanza hemos orado o cantado que Dios es lo más importante en nuestras vidas y que El
es nuestra pasión y después de la reunión no está Dios en nuestras conversaciones, ni en
nuestros pensamientos, queridos hermanos, algo falla en nuestras vidas, nuestras
palabras delante de la iglesia no son respaldadas con nuestras acciones, no tenemos
integridad, no somos genuinos. Posiblemente Dios no sea tan importante como hemos
proclamado en voz alta. Si Dios es nuestra pasión y es lo más importante, si somos
íntegros nuestras palabras serán respaldadas con nuestras acciones, habrá unidad entre lo
que pensamos, decimos, hacemos y somos.
Es necesario tener estos requisitos para poder vencer las huestes malvadas. En eso estriba
nuestra alabanza. La alabanza que derrota al enemigo no solo es gritar aleluya, es también
vivir en plena comunión con Dios, glorificando al mismo con nuestros cuerpos. Toda
nuestra alma, cuerpo y espíritu deben estar rendidos al Señor.
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2 CRONICAS 20:15, 21-22
La palabra de Dios nos enseña claramente cuáles son las armas de un creyente. La
alabanza y la adoración son armas poderosas en la guerra espiritual. Las expresiones
jubilosas, que van acompañadas de una actitud correcta en el corazón delante del Señor
son algo que nuestro adversario no puede tolerar. La alabanza es de Dios, y cuando su
pueblo se la da, su presencia se entroniza y su reino se establece. Por eso el diablo
procura impedir que el pueblo de Dios entienda esta verdad, y reciba la revelación
respecto al poder de la alabanza jubilosa, la danza y las expresiones de regocijo. Nuestro
Señor, es precisamente, el “León de la tribu de alabanza” (de la tribu de Judá), su rugido
es aterrador para sus adversarios cuando su pueblo le rinde tributo y gloria con libertad.
Isaías 30:32 “Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jehová sobre él, será con
panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos”.
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Dios ha determinado darle a su pueblo la victoria y el triunfo en medio de gritos de júbilo,
tañer de arpas y sonar de tamboriles. Esta será una “batalla tumultuosa”. El verdadero
adorador, es realmente, un guerrero invencible en la batalla.
Podemos conquistar una ciudad con nuestra alabanza, podemos hacer que nuestros
adversarios sean confundidos, desterrados, desarraigados, y derrotados con simplemente
adorar al Señor en espíritu y verdad. No hay potestad maligna que pueda resistirse ante la
autoridad de un pueblo de adoradores. La alabanza y la adoración no deben de ser
elementos que llenen espacios solamente en nuestros servicios a Dios. Muchas veces, con
tristeza, he escuchado en reuniones de creyentes que se dicen cosas tales como: -bueno,
cantemos unas alabanzas más en lo que llega el predicador…- no hay cosa más incorrecta
que esto!! No podemos utilizar una herramienta de guerra y conquista como esta
simplemente para llenar un espacio y dar tiempo a que llegue el predicador!, la alabanza
no debe ser un rito costumbrista, más bien la alabanza al Señor es la necesidad de un
corazón enamorado de Dios, no hay más, si le amas, es porque le conoces, y si le conoces,
no podrás más que alabarle y adorarle, y dirás con todo tu corazón: ¡Grande es Jehová y
digno de suprema alabanza!!! (Salmo 48:1) Cuando nos encontramos verdaderamente
conectados al corazón de Dios en medio de nuestros tiempos de adoración, somos
llevados a nuevos niveles, aun hasta pisar en el terreno de lo profético, llegamos aun a
“profetizar” con nuestra danza y con nuestro cántico, como vimos anteriormente, en otra
lección. Debes disponer tu corazón para ser llevado de la mano por el Espíritu Santo a
nuevos niveles de exaltación en la presencia de Dios.
En nuestra guerra espiritual, no solo luchamos con las huestes de las tinieblas o espíritus
malvados, sino que también debemos luchar contra los deseos de la carne, los cuales se
oponen al espíritu. La adoración (alabanza) es espiritual y no sensual (o carnal), es para el
Señor (Ex 30:37-38). "Lo que se condena en este pasaje es el error de convertir el culto en
un mero placer para el hombre natural, ya sea en una forma emotiva, como en la bella
música que se ejecuta solamente para agradar el oído, o en la elocuencia cuyo objeto
simplemente es agradar la inteligencia no espiritual (Juan 4:23-24)" Una alabanza carnal
(sensual), jamás derrotará al enemigo.
Pablo nos habla sobre: "El conflicto del Espíritu con la carne." (Rom 8:5-13; Gal 5:16-18).
En Colosenses 3, Pablo nos da otra receta para poder llevar nuestra lucha espiritual. El
dice que debemos mantener "La unión con Cristo, ahora y en el más allá." (V.1-4), dando
fruto de esa unión (3:5; 4:6).
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Funciones del director de alabanza
El director puede responder a las siguientes preguntas: ¿Por qué alabamos a Dios? ¿Qué
es la alabanza?, ¿Cómo alabamos a Dios?, ¿Qué espera Dios de nosotros?, ¿Qué
esperamos del tiempo de alabanza? . . . Alguna de estas preguntas podrá ser aclarada por
el director de alabanza usando las Escrituras y dependiendo de lo que Dios quiera hacer
en esa reunión, si Dios quiere derramar gozo y alegría en la reunión, sería bueno citar
algún versículo que hable del gozo, si Dios quiere que se haga guerra espiritual, sería
bueno que el director citase algún versículo acerca de la relación entre la alabanza y la
guerra espiritual.
Es muy importante que el director de alabanza tenga una idea general de lo que Dios
quiere hacer y tiene preparado para su iglesia en el tiempo de alabanza y adoración. Por
eso el director de alabanza debe orar pidiendo que Dios le revele lo que El quiere hacer en
cada reunión en particular, Dios puede que quiera sanar a los enfermos, liberar a los
cautivos, limpiar corazones, dar de su amor, restaurar . . . Si hemos buscado el rostro de
Dios, El nos mostrará lo que El tiene para el tiempo de alabanza y nosotros sabiendo esto,
podremos dar la información que la iglesia necesita oír y enfocar el tiempo de alabanza
según lo que Dios nos haya mostrado, si Dios nos muestra que El quiere sanar elegiremos
canciones que tengan que ver con el poder de Dios para sanar, si Él quiere derramar de su
paz sobre nuestros corazones elegiremos canciones que traten de su paz, si Dios quiere
traer restauración, elegiremos canciones que tengan que ver con el tema de la
restauración, de esta manera vamos a dar el enfoque que Dios quiere que tengamos en
cada reunión.
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2. El director de alabanza debe dar inspiración
Una cosa muy importante que debemos hacer a la hora de dirigir el tiempo de alabanza es
creer y expresar cada palabra que estamos cantando. Si decimos en serio lo que cantamos
vamos a tener que demostrarlo por medio de nuestras acciones. La alabanza y la
adoración que no está acompañada de acciones y de hechos no es ni alabanza ni
adoración, tanto la alabanza como la adoración implica acciones y hechos. ¿Existe el amor
sin acciones? . . . De igual forma no existe la alabanza ni la adoración sin acciones
correspondientes. Cuando el director de alabanza y el equipo se involucran en la alabanza
y adoración de una forma activa, la iglesia también se involucrará y participará de una
forma activa en el tiempo de alabanza y adoración. Si cantamos alguna canción que diga
“me postro ante ti” o “me arrodillo en tu presencia”, deberíamos ser coherentes con la
canción y postrarnos delante del Señor, si tienes algún problema de rodillas o alguna
enfermedad que te impide arrodillarte, no te preocupes, lo importante es que estemos
postrados en nuestro corazón, pero si no tienes una enfermedad ni problemas de rodillas,
postrémonos cuando cantemos alguna canción con una letra que nos indique que
hagamos tal cosa. La iglesia será inspirada por nuestra alabanza y nuestra adoración
activa, será motivada no solamente por las palabras que decimos sino también por las
acciones que llevamos a cabo.
Consejos prácticos
El director y el equipo de alabanza deberán preparar sus corazones en oración para que
Dios les pueda usar en el tiempo de alabanza y adoración.
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No es obligatorio empezar el tiempo de alabanza con canciones rápidas.
Debemos procurar que las canciones que cantemos en el tiempo de alabanza tengan un
mismo tema.
Debemos tener un buen repertorio para que las canciones puedan fluir con el tema y el
enfoque de la reunión.
Cuando el director de alabanza está dirigiendo debe hacer lo que le parezca bien, aquello
a lo que el Espíritu Santo le guíe.
El director de alabanza debe tener una lista con todas las canciones que se cantan en su
iglesia.
El equipo de alabanza deberá haber ensayado las canciones que se piensan cantar en la
reunión, sobre todo si se va a enseñar una canción nueva.
La persona que quiera formar parte del equipo de alabanza deberá pasar una prueba para
averiguar si Dios la ha llamado y capacitado para estar en este ministerio.
De la misma manera que cada instrumento une sus acordes y sus notas, los corazones de
cada músico deberán estar unidos con un mismo sentir y propósito: alabar y adorar a Dios.
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Cuestionario:
Salmos 98: 1 “Cantad al SEÑOR canción nueva, porque ha hecho maravillas; su diestra lo
ha salvado, y el brazo de su santidad”.
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Agradecimiento:
Quiero agradecer muy especialmente a mi gran amiga y quien es hoy mi pastora, Lourdes
Mesina, quién me solicitó preparar este material y creyó en mi capacidad para poder
hacerlo.
Bibliografía
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