Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Pepita Jiménez

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

BANETON

Céline (Celia)
Grupo 2

Pepita Jiménez: análisis

Pepita Jiménez es una novela de Juan Valero. La escribió en 1874. Pienso que es
una obra espacial porque no podemos inscribirla en un solo corriente literario sino en
tres corrientes: el realismo, el costumbrismo y también hay elementos naturalistas, pero
son muy poquitos.

Las técnicas narrativas:

Primero, es un narrador omnisciente. El narrador de la novela es el ú nico que


conoce y explica todo.

La tercera parte de la novela, “Paralipó menos”, es un relato escrito en tercera


persona con un narrador objetiva y omnisciente que es una característica del realismo.
Podemos verlo en el principio de la tercera parte cuando el editor introduce el narrador
omnisciente:

“No hay má s cartas de don Luis de Vargas que las que hemos transcrito. Nos
quedaríamos, pues, sin averiguar el término que tuvieron estos amores, y esta
sencilla y apasionada historia no acabaría, si un sujeto, perfectamente enterado
de todo, no hubiese compuesto la relació n que sigue”.

Segundo, hay muchas descripciones. Juan Valera describe mucho, no solo los
personajes, pero también a las casas y los paisajes. Por ejemplo, en
“Paralipó menos”, el narrador describe con muchos detalles, no só lo a Pepita, sino
al mobiliario de su casa.

Los corrientes literarios:

Pepita Jiménez se caracteriza por una mezcla de muchos corrientes literarios:

Primero, podemos decir que es realista porque imita la realidad de la burguesa


con sus aspectos positivos y negativos. Don Luis aborda los aspectos negativos de su
vida en el campo en Andalucía. Habla de su vida monó tona, que él es muy activo
físicamente porque se va por toda parte a caballo y va a trabajar con su padre, pero su
vida intelectual no existe. Pero también hay aspectos positivos, dice que tiene un cierto
encanto vivir ahí: puede encerrarse y retraerse durante muchas horas o durante todo el
día, fin de entregarse a sus estudios y meditaciones. También describe sus días. Dice que
pasa sus días en el campo a caballo, en el casino, se va con su padre a sus fincas y va con
sus amigos, y en la tertulia de nueve a doce cada noche en casa Pepita.
También es una obra que se inscribe en el movimiento realista porque imita los
sentimientos de los humanos. Particularmente al final de la parte “Paralipó menos”,
Pepita y Don Luis hablan de sus sentimientos y porque pueden o no ser juntos. Este
extracto muestra que la obra de Juan Valera pertenece al movimiento realista:

“No, Pepita; no se divierta usted en atormentarme. Esto que yo amo es usted, y


usted tan cual es; pero es tan bello, tan limpio, tan delicado esto que yo amo que
no me explico que pase todo por los sentiros de un modo grosero y llegue así
hasta mi mente. Supongo, pues, y creo, y tengo por cierto, que estabas antes de
mí. Es como la idea de dios, que estaba en mí, que ha venido a magnificarse y
desenvolverse en mí, y que, sin embargo, tiene su objeto real, superior,
infinitamente superior a la idea. Como creo que Dios existe, creo que existe usted
y que vale usted mil veces má s que la idea que usted tengo formada.”

Después, Pepita Jiménez se inscribe en el costumbrismo. El personaje principal


describe las costumbres de la burguesa en el campo de Andalucía. Un ejemplo de eso es
ese pasaje:

“El casino no es aquí mera diversió n nocturna, sino de todas las horas del día.
Desde las once de la mañ ana está lleno de gente que charla, que lee por cima algú n
perió dico para saber las noticias, y que juega al tresillo. Personas hay que se pasan diez o
doce horas al día jugando a dicho juego. En fin, hay aquí una holganza tan encantadora,
que má s no puede ser. Las diversiones son muchas, a fin de entretener dicha holganza.
Ademá s del tresillo, se arma la timbirimba con frecuencia y se juega al monte. Las
damas, el ajedrez y el domino no se descuidan. Y, por ú ltimo, hay una pasió n decidida
por las riñ as de gallos. “

En la obra de Juan Valera, hay muy poquitos elementos naturalistas. No los he


identificado porque pienso que no es muy naturalista. Los personajes toman sus
decisiones de acuerdo con la religió n. Por el contrario, el naturalismo es utilizar el
cientifismo, todo está regido por la ciencia y el determinismo.

Aunque no he visto el naturalismo en la obra, hay otro corriente literario que


forma parte de Pepita Jiménez. Este corriente es el romanticismo. Es una obra Romá ntica
porque es una historia de amor entre Don Luis y Pepita, y uno de los temas principales
del romanticismo es el amor. También hay otras características del romanticismo, por
ejemplo, se acentú an las emociones, y Don Luis habla mucho de la naturaleza y la
describe:

“La cascada, de agua limpia y transparente, se derrama en el fondo formando


espuma, y luego sigue su curso tortuoso por un cauce que la naturaleza misma ha
abierto, esmaltando sus orillas de mil hierbas y flores, y cubriéndolas ahora de
multitud de violetas. Las laderas que hay en un extremo de la huerta está n llenas
de nogales, higueras, avellanos y otros á rboles de fruta. Y en la parte llana hay
cuadros de hortaliza, de fresa, de tomates, patatas, judías y pimientos, y su poco
de jardín con grande abundancia de flores, de las que por aquí má s comú nmente
se crían. Los rosales, sobre todo, abundan y los hay de mil diferentes especies. La
casilla del hortelano es má s bonita y limpia de lo que en esta tierra se suele ver, y
al lado de la casilla hay otro pequeñ o edificio reservado para el dueñ o de la finca,
y donde nos agasajó Pepita con una espléndida merienda, a la cual dio pretexto el
comer las fresas, que era el principal objeto que allí nos llevaba. La cantidad de
fresa fue asombrosa para lo temprano de la estació n, y nos fueron servidas con
leche de algunas cabras que Pepita también posee.”

Para concluir, podemos decir que Pepita Jiménez es una obra especial porque pertenece
a muchos corrientes literarios diferentes.

También podría gustarte