Programa de Desarrollo Del Pensamiento Crítico
Programa de Desarrollo Del Pensamiento Crítico
Programa de Desarrollo Del Pensamiento Crítico
Magi
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Doctoranda en educación
Presentación:
“La enseñanza debe fomentar el pensamiento crítico y la pedagogía
socrática, debe conducir a una cultura del disenso respetuoso, en el que se
respete la voz de cada persona” (Martha Nussbaum)
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En nuestro país el Ministerio de Educación declara en las Bases Curriculares de
Lenguaje y Comunicación -como uno de los objetivos centrales del área-,
precisamente el desarrollo del pensamiento crítico, estableciendo que “El
pensamiento crítico y reflexivo se sustenta sobre un desarrollo sólido del lenguaje.
Este es el entramado que permite pensar con claridad, ampliar los conocimientos,
expresarlos y relacionarlos entre sí. Las dos dimensiones en que se manifiesta el
lenguaje verbal, lo oral y lo escrito, constituyen elementos determinantes del
desarrollo cognitivo y son herramientas de aprendizaje para los alumnos en todas
las asignaturas. Un buen dominio de la lengua materna es la base de una buena
educación y la clave para el éxito en el ámbito escolar” (Mineduc 2012)
Objetivo:
La presente “Guía de introducción al desarrollo del Pensamiento Crítico”,
constituye una orientación para los estudiantes desde el punto de vista
teóricopráctico -que en complemento con el taller de aula- les proporcionarán
herramientas basales para la reflexión crítica y modificación de sus propios estilos
de aprendizaje, discurso pedagógico y formas de apropiación del conocimiento.
Está dirigida fundamentalmente a estudiantes y docentes, y explicita – entre otros
elementos- un concepto base de lo que es el pensamiento crítico, un conjunto de
descripciones y actividades que pueden aplicarse a cualquier tema o disciplina; ya
que, aquel que piensa críticamente tiene un propósito claro y una pregunta
definida. Cuestiona la información, las conclusiones y los puntos de vista. Se
empeña en ser claro, exacto, preciso y relevante. Busca profundizar con lógica e
imparcialidad. Aplica estas destrezas cuando lee, escribe, habla y escucha al
estudiar historia, ciencia, matemática, filosofía y las artes, así como en su vida
personal y profesional.
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Magister en Evaluación Psicopedagógica
Doctoranda en educación
Capítulo 1
Hace un siglo y medio, John Henry Newman, describió el proceso de pensar críticamente como:
“… El pensamiento crítico consiste, no solo en la recepción pasiva de un sinnúmero de ideas
en la mente, desconocidas hasta el momento para ella, sino en la acción energética y
simultánea de la mente sobre, hacia y entre esas nuevas ideas que surgen precipitadamente
en ella. Es la acción de un poder formativo, reduciendo a orden y significado el asunto de
nuestras adquisiciones; es apropiarse de los objetos de nuestro conocimiento, o para emplear
una palabra familiar, es una digestión de lo que recibimos, convirtiéndose en la sustancia de
nuestro previo estado de pensamiento; y sin esto, no seguiría engrandecimiento alguno. No
existe un engrandecimiento, al menos que exista una comparación entre ideas conforme van
entrando en la mente y una sistematización de ellas. Es entonces que sentimos que nuestra
mente crece y se expande, cuando no solo aprendemos, sino que referimos lo que
aprendemos a aquello que ya sabemos. No es simplemente la suma del conocimiento lo que
la ilumina, sino la acción, el movimiento hacia adelante de ese centro mental alrededor del
1Para profundizar el estudio sobre la historia filosófica del pensamiento crítico desde los albores de la Grecia Clásica,
se sugiere ver la tesis doctoral de Marciales Vivas, G. (2003). Pensamiento crítico: diferencias en estudiantes
universitarios en el tipo de creencias, estrategias e inferencias en la lectura crítica de textos.
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad Complutense de Madrid. En Línea:
http://biblioteca.universia.net/html_bura/ficha/params/id/3918533.html
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cual, tanto lo que sabemos y lo que estamos aprendiendo, la masa acumulante de nuestras
adquisiciones, gravita…” Newman, J. 1852 citado por Paul,R y Elder. L 2005. p,9)
Esta preclara caracterización -vigente hasta hoy en la mayoría de las categorías y conceptos
sobre pensamiento crítico – ya lo define como es un conjunto de habilidades intelectuales,
aptitudes y disposiciones. Implica el dominio del contenido y al aprendizaje significativo.
Desarrolla la apreciación por la razón y la evidencia empírica. Motiva y llama a los estudiantes a
descubrir y a procesar la información con método y disciplina. Les enseña a pensar arribando a
inferencias y conclusiones, a defender posiciones en asuntos complejos a través de la
argumentación, a considerar y apreciar una amplia y no siempre sólida variedad de puntos de
vista, a analizar conceptos, teorías y explicaciones; a resolver problemas, Compartir y transferir
ideas a nuevos contextos, a examinar juicios, -ya que el pre-juicio no corresponde a un
pensamiento crítico-, a evaluar hechos supuestos, a aceptar las contradicciones e
inconsistencias de su propio pensamiento y experiencia, aplicando la autocorrección. Todos
estos elementos fueron tomados en el critical thinking movement como la base para la
elaboración de un consenso de expertos con respecto a lo que implica el pensamiento crítico.
El referido critical thinking movement2 experimento un auge considerable durante las décadas
de 1970 y 1980 a raíz del surgimiento de una corriente de lógica moderna, denominada informal
, cuya génesis –a su vez- se debe a un grupo de lógicos que se escinden de la lógica simbólica,
con la convicción de que ésta contribuye escasamente a la formación de las habilidades lógicas
necesarias para analizar y evaluar el razonamiento “informal” que acontece en los contextos
de lenguaje natural; por ejemplo, en los comentarios de la vida cotidiana, las opiniones vertidas
transmitidas en los medios masivos de comunicación y en las redes virtuales, en los debates
parlamentarios, en los procesos legales. De aquí se deriva un creciente trabajo destinado a
consensuar lo que implica el pensamiento crítico desde diversos puntos de vista.
Desde el constructor de lo individual versus lo social es Missimer (1988) pone en evidencia que
la perspectiva dominante del pensamiento crítico valida la visión “individual” por sobre lo
“social”. Esta perspectiva centrada en lo individual concibe al pensamiento crítico como un
pensamiento lógico, fundado sin prejuicios e imparcial. Por ende, es el pensamiento de una
persona de mente abierta. Es valorada la acción individual y concreta como un hecho aislado y
atemporal. Por el contrario, la visión social del pensamiento crítico rechaza considerar los actos
del pensamiento de forma aislada y fuera del contexto histórico en el que se desarrolla. El
pensamiento crítico no tiene por objetivo el buscar únicamente la construcción de los
argumentos perfectos; es pensamiento que toma en consideración todas las alternativas y las
coteja con la factibilidad de concreción real. La visión social es transversal y contempla cada
argumento presencial- elaborado por el pensamiento crítico- como rasgo de la emergente
conciencia histórica y cultural de la humanidad.
Dewey (1989), se refiere al pensamiento crítico como pensamiento reflexivo, el cual supone
un estado de duda, de vacilación, de perplejidad, de dificultad mental, en el cual se origina el
pensamiento, y un acto de búsqueda e investigación para encontrar algún material que
esclarezca la duda, que disipe la perplejidad. Dewey expresa “…Si nos viéramos en la necesidad
de decidir entre estos atributos personales y el conocimiento sobre los principios del
razonamiento lógico unido a algún grado de habilidad técnica para manipular procesos lógicos
especiales, deberíamos decidirnos por lo primero…” El pensamiento crítico para el referido
autor, se inicia en una situación que podría caracterizarse como una situación ambigua que
presenta un dilema, y que siempre involucra alternativas para su resolución. La exigencia de
solución de un estado de perplejidad es el factor orientador y estabilizador del proceso de
reflexión en su conjunto. La tipología o naturaleza del problema determina la finalidad del
pensamiento y la finalidad controla el proceso de pensar.
Dale (1991), establece que general, es posible apreciar en la revisión de diferentes definiciones,
que cada una asigna el mismo nombre a procesos de pensamiento aparentemente similares.
Por otra parte, también se encuentra que descripciones similares de procesos de pensamiento
crítico, son denominadas de manera diferente por los escritores; por ejemplo, “pensamiento
crítico”, “razonamiento”, “inteligencia”, “solución de problemas, “lectura”, “escritura”, y
“hablar”, o simplemente “pensamiento”.
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Lipman (1997) aborda el pensamiento crítico desde una perspectiva social. Integra bajo la
denominación de Pensamiento Superior al pensamiento crítico y al pensamiento creativo, y
más que proponer una definición de cada uno orienta todo su esfuerzo a mostrar las
conexiones existentes entre estos dos últimos. Es como si Lipman no quisiera caer en la
discusión sin fin que supone la formulación de definiciones que, intentando ser abarcadoras y
comprensivas, terminan siendo reduccionistas.
En este mismo sentido especial relevancia han colocado los expertos en que el pensamiento
crítico se encuentra en estrecha relación con el pensamiento creativo, de modo que la creación
opera un rol fundamental en el pensamiento crítico y éste resulta relevante para la; evaluación,
explicación, autorregulación, etc. formando parte integral de un proceso más amplio, que
desde la perspectiva de Lipman (1997) correspondería al pensamiento de orden superior. En
el ámbito del desarrollo cognitivo Santiuste et al. (2001), también destacan el hecho de que
pensamiento crítico es pensamiento reflexivo, un pensamiento que se piensa a sí mismo, es
decir, metacognitivo, he aquí un punto de transversalidad con la otra variable objeto de la
presente investigación: la comprensión lectora como proceso metacognitivo; lo que hace
posible que se autoevalúe o autorregule a sí mismo. Es precisamente la facultad metacognitiva
de este pensamiento lo que coadyuda para que la persona pueda llegar a conocer su propio
sistema cognitivo formado por conocimientos declarativos, estrategias, motivaciones y
sentimientos, pudiendo de este modo intervenir para mejorar dicho sistema, mediante la
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planificación, supervisión y evaluación de su actividad, es decir a través de un pensamiento
estratégico.
Las más recientes construcciones teóricas sobre el pensamiento crítico siguen la línea
multidimensional del tema; restableciendo que las aproximaciones al concepto de
pensamiento crítico no son idénticas. En este contexto Habermas (2002), plantea que puede
entenderse de tres maneras: como producto, como práctica, como praxis.
c)Pensamiento Crítico como praxis: su desarrollo se realiza por el despliegue de una conciencia
crítica, orientada a la autonomía de la persona y la comunidad, con la finalidad de la mejora o
perfeccionamiento de la experiencia individual y social. En esta línea el pensamiento crítico
prioriza la cooperación y no la competencia –entendida como la supremacía de unos sobre
otros-, implicando además de saber hacer y saber decir, un saber convivir. Corresponde a una
concepción socio-constructivista de la educación.
3 En este ámbito el concepto competencia, en educación, adquiere una nueva categorización y se presenta
como una red conceptual más amplia que lo solamente lo cognicitivo, que hace referencia a una formación
integral del ciudadano, por medio de nuevos enfoques, como el aprendizaje significativo, en diversas áreas:
cognoscitiva (saber), psicomotora (saber hacer, aptitudes), afectiva (saber ser, actitudes y valores). En este
sentido, la competencia no se puede reducir al simple desempeño laboral, tampoco a la sola apropiación de
conocimientos para saber hacer, sino que abarca todo un conjunto de capacidades, que se desarrollan a
través de procesos que conducen a la persona responsable a ser competente para realizar múltiples acciones
(sociales, cognitivas, culturales, afectivas, laborales, productivas), por las cuales proyecta y evidencia su
capacidad de resolver un problema dado, dentro de un contexto específico y cambiante. Así, la formación
integral se va desarrollando poco a poco, por niveles de complejidad, en los diferentes tipos de competencias:
básicas o fundamentales, genéricas o comunes, específicas o especializadas y laborales17 (Informe Alfa
Tuning (2007).p,36)
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La conceptualización y adopción de una concepción de pensamiento crítico por una institución
educativa dependerá de la filosofía educacional que fundamente su misión y visión, así también
será la manera de entender el conocimientos para saber hacer, sino que abarca todo un
conjunto de capacidades, que se desarrollan a través de procesos que conducen a la persona
responsable a ser competente para realizar múltiples acciones (sociales, cognitivas, culturales,
afectivas, laborales, productivas), por las cuales proyecta y evidencia su capacidad de resolver
un problema dado, dentro de un contexto específico y cambiante. Así, la formación integral se
va desarrollando poco a poco, por niveles de complejidad, en los diferentes tipos de
competencias: básicas o fundamentales, genéricas o comunes, específicas o especializadas y
laborales (Informe Alfa Tuning (2007).p,36),por ejemplo una universidad de tipo tecnológica,
mostrará una tendencia a concebir el pensamiento crítico como un producto. Una universidad
que contemple las ciencias sociales como un componente central de su currículum, pero sin
una concepción transformadora de las personas a través la educación, tendrá opciones de
desarrollar el pensamiento crítico como una práctica. Finalmente, aquella universidad que
tenga como principio de su proyecto educacional la transformación profunda de sus
componentes, incluyendo una visión del contexto, puede asociarse a una concepción del
pensamiento crítico como una praxis.
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estos conceptos relevando el aporte de estos a la educación, desde el punto de vista del
enfoque de desarrollo humano.
¿Cuándo se pregunta se puede enseñar a pensar? Y más específicamente ¿Se puede enseñar a
pensar críticamente? No se puede ignorar que el pensamiento es una facultad necesidad del
ser no solamente en la exigencia académica e intelectual, sino en la toma de decisiones, en la
realidad socioeconómica y política de su entorno, así como en el diario accionar dentro un
mundo globalizado como el que vivimos. Este artículo permitirá tener presente que el lenguaje
expresado en forma no verbal, oral y escrito, es el medio que posibilita conocer el pensamiento
de los demás. Según Vygotsky, “al principio el pensamiento es no verbal y el habla no
intelectual”, pero en el momento en que ambos se combinan, el “pensamiento se hace verbal
y el habla racional” (Vygotsky, 1962 en Owens, 2008: 44). Ir a través de este tema permitirá
analizar algunas conceptualizaciones no solamente filosóficas, sino también pedagógicas, por
ejemplo: al referirse al pensamiento, tanto docentes como padres de familia deben
transformarse en motivadores e impulsadores del mejoramiento académico y cultural de niños
y jóvenes, con el fin de elevar el nivel del pensamiento crítico y la producción de conocimientos.
Por otro lado, los autores mencionados en este artículo, a través de sus ideas, motivarán al
lector a descubrir su propia forma de pensar, dentro o fuera del aula de clases, pues según De
Bono (2002), la mayoría de la gente considera el pensamiento vertical o lógico como la única
forma posible de pensamiento efectivo.
Como se ha establecido sobre el Pensamiento Crítico es extensa la teoría existente, sin
embargo, no existe consistencia en una definición de carácter univoco, por esta razón y
después de compilar varias líneas de desarrollo se ha decidido tomar como referencia inicial
la definición castellana dada por la Real Academia Española de la Lengua (2011), en relación con
la palabra “pensamiento”; la docta corporación conceptualiza este vocablo con un amplio
número de acepciones entre las cuales se destacan: Potencia o facultad de pensar; Acción y
efecto de pensar; Idea inicial o capital de una obra cualquiera; Cada una de las ideas o sentencias
notables de un escrito; Conjunto de ideas propias de una persona o colectividad. La RAEL
retrotrae la palabra “pensamiento” a “pensar”, del latín pensare, “imaginar, considerar,
discurrir; examinar bien una cosa para formular dictamen”. En esta definición, se explicita que
pensar corresponde a la categoría gramatical de verbo; configurando de este modo la
integración de estas palabras en una red conceptual: crítico, crítica y pensamiento.
Una vez realizada esta definición etimológica corresponde referir las conceptualizaciones
derivas de estudios y teorías sociales y psicocognitivas sobre Pensamiento Crítico. El en ámbito
investigativo el trabajo realizado por Marciales (2003), se constituye en una larga exposición
sobre lo que se ha entendido por pensamiento crítico, desde sus albores históricos-filosóficos
hasta los estudios neurocognitivos.
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pensamiento crítico supone valorar desde criterios razonables y tomando en cuenta los
contextos en los cuales tales valoraciones son formuladas. Pensar críticamente supone contar
con criterios que guíen el proceso” (Santiuste, et al 2001, citado por Marciales, 2003,p. 60).Esta
definición es consistente con la dada en El Informe APA Delphi, (1990)4 “El pensamiento crítico
es el proceso del juicio intencional, auto regulado. Este proceso da una consideración razonada
a la evidencia, el contexto, las conceptualizaciones, los métodos y los criterios”.
4 El Informe APA Delphi, constituye una declaración de Consenso de Expertos con Fines de
Evaluación educativa e Instrucción Educativa sobre Pensamiento Crítico. Publicada en el año
1990.
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El pensamiento crítico se caracteriza por ser dinámico; es decir, evoluciona. No es restrictivo de
ninguna ideología o movimiento político. Tampoco tiene época. Dadas estas características se
establece su carácter integrador y sistemático, el pensamiento crítico se relaciona con el
“pensamiento complejo”. Esto conlleva a ir más allá de la concepción de un saber de orden
tradicional demasiado parcelado, y, en consecuencia, restringido y restrictivo, y buscar un
pensamiento multifacético. Finalmente, y en el ámbito de las conceptualizaciones más
acertadas y completas sobre el pensamiento crítico – a la cual adscribe la presente
investigación- está la estipulada por la Asociación Filosófica Americana, Pensamiento Crítico en
su Declaración De Consenso De Expertos Con Fines De Evaluación E Instrucción Educativa -la
cual tiene plena vigencia-, a saber:
Habiendo conceptualizado el pensamiento crítico como “…el juicio auto regulado y con
propósito que da como resultado interpretación, análisis, evaluación e inferencia, como
también la explicación de las consideraciones de evidencia, conceptuales, metodológicas,
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criteriológicas o contextuales en las cuales se basa ese juicio…” La generación y dominio de las
habilidades relacionadas con el pensar en forma crítica pasan necesariamente por el dominio
de estrategias de cognición. A continuación, se presenta una tabla de contenidos que las
sintetiza:
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Capítulo 2
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Índice
1.-El porqué del pensamiento crítico
5Capital cultural: son las formas de conocimiento, educación, habilidades, y ventajas que tiene una persona
y que le dan un estatus más alto dentro de la sociedad. En principio, son los padres quienes proveen al niño
de cierto capital cultural, transmitiéndole actitudes y conocimiento necesarios para desarrollarse en el sistema
educativo actual. Es lo que diferencia a una sociedad de otras, en ella se encuentran las características que
comparten los miembros de dicha sociedad, tradiciones, formas de gobierno, distintas religiones, etc. Y el cual
se adquiere y se refleja en el seno familiar y se refuerza en las escuelas y situaciones de vida diaria.
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Componentes del pensamiento de calidad
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Estas cualidades se derivan de las características inherentes del pensamiento
crítico el cual es eminentemente dinámico; es decir, evoluciona. No es restrictivo de
ninguna ideología o movimiento político. Tampoco tiene época. Dadas estas
características se establece su carácter integrador y sistemático, el pensamiento crítico
se relaciona con el “pensamiento complejo”. Esto conlleva a ir más allá de la concepción
de un saber de orden tradicional demasiado parcelado, y, en consecuencia, restringido y
restrictivo, y buscar un pensamiento multifacético. De aquí se suman a los elementos ya
revisados otras cualificaciones que se profundizan con el tiempo para conformar la
siguiente estructura de personalidad, a saber:
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Áreas de desarrollo y Características
de personalidad
características del
pensador crítico
Pensador
Crítico
Caracterpisticas
intelectuales
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Para entender cabalmente los elementos metacognitivos asociados al configuran el
pensamiento crítico como una forma de pensamiento de calidad y que está
estrechamente ligado con el pensamiento creativo- tomaremos como punto de partida
la caracterización del pensamiento global y sus elementos, dados por Paul y Elder (2005),
para luego profundizar en la relación entre pensamiento crítico y pensamiento creativo.
Propósitos
Diversos puntos de
claros(objetivos y
vista(perspectivas)
metas)
Elementos
metacognitivos Información Preguntas o
Valida ( datos, cuestionamientos
asociados al hechos, , Claros (problemas
experiencias,etc) o asuntos)
pensamiento
crítico
Análisis de
supuestos ( lo Adelando de
que se acepta implicaciones y
como dado a consecuencias
priori)
Interpretación e Conceptos
inferencias (teorías,leyes,
(conclusiones y axiomas,modelo
soluciones
s, paradigmas
(Fuente: Adaptación de Paul y Elder (2005). Mini guía para el desarrollo del pensamiento crítico
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A continuación, se presenta una lista de cotejo que enumera las acciones de base para el
desarrollo del pensamiento crítico y que tienen relación con cada elemento del
pensamiento expresados en el esquema anterior:
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Inferencias y conclusiones ¿Cómo llegué a esta conclusión? ¿Habrá otra forma
de interpretar esta información?
Estos indicadores incluyen mediciones de resultados que son útiles para la evaluación por
parte de los profesores, para la autoevaluación, para la documentación de acreditación. Estas
competencias no solo proporcionan una continuidad en las expectativas de los estudiantes,
sino que pueden ser contextualizadas para cualquier disciplina.
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Al interiorizar en las competencias, los estudiantes se convertirán en pensadores
autodirigidos, autodisciplinados y capaces de auto monitorear sus procesos de
pensamiento crítico de modo efectivo, ya que desarrollarán su capacidad para:
Comunicarse de manera efectiva con los demás al buscar soluciones para problemas
complejos.
En síntesis, los estándares intelectuales universales son indicadores que deben usarse
cuando se quiere o necesita verificar la calidad del razonamiento sobre un problema,
asunto o situación. Pensar críticamente implica dominar estos estándares. Para
aprenderlos, debemos formular preguntas que exploren nuestra capacidad de pensar
críticamente; preguntas que provoquen que nos hagamos cargo meta cognitivamente
de nuestro proceso de pensamiento; preguntas que al formularse con regularidad se
vuelvan parte inherente de nuestra forma de apropiarnos y aproximarnos al
conocimiento y la información.
Los 7 estándares intelectuales definidos por Paul y Elder (2005) en la guía “Estándares de
competencia para el Pensamiento Crítico”, son:
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1.-Claridad: Antes de poder evaluar una información, un supuesto, un concepto o un punto
de vista, tenemos que comprenderlo. Si la otra persona expresa algo de una manera que
puede dar a diferentes interpretaciones, es mejor que indaguemos, con nuevas preguntas,
para obtener claridad.
¿Puede explicar o ampliar sobre ese asunto? ¿Puede expresar su punto de otra forma?, ¿Me
puede dar un ejemplo?
La claridad es un estándar esencial. Si un planteamiento es confuso, no se puede saber si es
exacto o relevante. De hecho, no se puede opinar sobre el mismo ya que no sabemos qué
dice. Por ejemplo, la pregunta ¿Qué puede hacerse sobre el sistema educativo en América?,
no es clara. Para poder contestar la pregunta, tendríamos que clarificar lo que la persona
que la hace considera que es “el problema”. Una pregunta más clara sería: “¿Qué pueden
hacer los educadores para asegurarse que los estudiantes aprendan las destrezas y las
habilidades que los ayuden a ser exitosos en sus trabajos y en su proceso diario de toma de
decisiones?”.
2.-Exactitud: Algunas veces, nuestro punto de vista puede ser claro, pero inexacto. Cuando,
por ejemplo, decimos: Los oriundos de tal sitio tienen los ojos rasgados. Es una opinión clara,
pero no tiene porqué ser exacta. ¿Es eso cierto? ¿Cómo se puede verificar? ¿Cómo se puede
corroborar que es cierto? Un enunciado puede ser claro pero inexacto como, otro ejemplo:
“La mayoría de los perros pesan sobre 30 kilos.”
3.-Precisión: Incluso cuando un planteamiento sea claro y exacto puede no ser preciso.
Para llegar a poder dar una opinión, o profundizar en algo, a veces, necesitamos tener más
datos. Hace tiempo que soy infeliz y no me encuentro a gusto. Si bien esos sentimientos son
claros y son lo que una persona siente, no se está expresando de forma precisa. ¿Cuánto
tiempo es “hace tiempo”? ¿Puede ofrecer más detalles? ¿Puede ser más específico? Un
planteamiento puede ser claro y exacto pero impreciso como, por ejemplo, “José está
sobrepeso.” (No se sabe de cuánto estamos hablando, si un kilo o 20.)
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4.-Relevancia: En algunas conversaciones, incluimos datos que no tienen ninguna
relevancia para el objetivo que deseamos conseguir. O también obviamos datos que serían
pertinentes que si fueran tomados en cuenta. ¿Qué relación tiene con la pregunta?, ¿Cómo
afecta el asunto? Un planteamiento puede ser claro, exacto y preciso pero irrelevante al
asunto o a la pregunta. Por ejemplo, a menudo los estudiantes piensan que se debe
considerar al calcular la calificación de un curso, la cantidad de esfuerzo que el estudiante
puso en el mismo. Sin embargo, muchas veces ese “esfuerzo” nada tiene que ver con la
calidad del aprendizaje del estudiante, en cuyo caso, el esfuerzo no es relevante como parte
de la calificación.
¿Habrá que considerar otra perspectiva? ¿Habrá otra forma de examinar la situación? Desde
un punto de vista conservador, ¿qué habría que considerar?, ¿qué habría que considerar
desde un punto de vista liberal?
Una línea de razonamiento puede ser clara, exacta, precisa, relevante y profunda, pero
carecer de amplitud. Por ejemplo, un argumento desde un punto de vista conservador o
liberal que profundice en un asunto, pero se limite a solo un lado.
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7.-Lógica: A menudo, expresamos nuestro punto de vista sin ninguna lógica. Por ejemplo, el
caso de un hombre, que defiende a su amante, que ha dejado a su único hijo con el
exmarido, “porque ella está sola” Y da ese argumento, a su esposa, a quien va a dejar, con
sus propios hijos. Este pensamiento carece de toda lógica.
¿Tendrá esto lógica? ¿Se desprende de lo que se dijo? ¿Por qué? Antes dijo aquello y ahora
esto, ambas no pueden ser ciertas…
Cuando pensamos ordenamos una serie de ideas. Cuando las ideas combinadas se
apoyan entre sí y tienen sentido, el pensamiento es lógico. Cuando las ideas combinadas
no se apoyan entre sí, se contradicen o sencillamente “no tienen sentido”, es que no hay
lógica.
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rechazamos. A continuación, algunos ejemplos de los estándares psicológicos más
utilizados y que son la base de las principales falacias de argumentación:
“ES CIERTO PORQUE CREO EN ELLO.” Egocentrismo innato: Parto de la premisa que lo
que creo es cierto aun cuando nunca he cuestionado las bases de mis creencias.
“ES CIERTO PORQUE CREEMOS EN ELLO.” Sociocentrismo innato: Parto de la premisa
que las creencias dominantes dentro del grupo al cual pertenezco son ciertas, aunque
nunca haya cuestionado las bases de esas creencias.
“ES CIERTO PORQUE QUIERO CREERLO.” Cumplimiento de deseos innatos: Creo en, por
ejemplo, historias de conducta que ponen (a mí o al grupo al que pertenezco) en una
perspectiva positiva en lugar de negativa, aunque no haya considerado con seriedad la
evidencia de las historias negativas. Creo en lo que “se siente bien”, lo que apoye mis
otras creencias, lo que no me exija que cambie mi modo de pensar de forma significativa
y lo que no requiera que admita que me equivoqué.
“ES CIERTO PORQUE ASI SIEMPRE LO HE CREIDO.” Auto-validación innata: Tengo un
fuerte deseo de mantener las creencias que he tenido por mucho tiempo, aunque nunca
haya considerado hasta qué punto estén justificadas de acuerdo a la evidencia.
“ES CIERTO PORQUE ME CONVIENE CREERLO.” Egoísmo innato: Me aferro a las
creencias que justifiquen el que tenga más poder, dinero o ventajas aunque esas
creencias no estén basadas en razones ni en la evidencia.
Ya que los humanos tendemos a evaluar el pensamiento siguiendo los criterios arriba
mencionados, no es de sorprender que, como especie, no hayamos desarrollado un
interés en establecer y enseñar estándares intelectuales legítimos. No es de sorprender
que nuestro pensamiento sea defectuoso. Somos, en realidad un “animal racional que
se engaña a sí mismo.”
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¿Qué ejemplos puedo darme que avalen mi pensamiento?
¿Elijo pensar así porque jamás he valorado que esto que creo pueda no ser cierto?
¿Esto es cierto en el 100% de las veces, para todas las personas, en todas las
circunstancias?
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Pensador maestro (Los buenos hábitos de pensamiento se vuelven parte de
nuestra naturaleza)
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