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La Habitación - Donoghue, Emma

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La habitación

Emma Donoghue

Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino


Título original: Room

© 2010, Emma Donoghue Ltd. Publicado con autorización de Little, Brown and Company,
New York, USA. Todos los derechos reservados.
© De la traducción: Eugenia Vázquez Nacarino
© De esta edición:
2010, Santillana Ediciones Generales, S. L.
Torrelaguna, 60. 28043 Madrid

Publicación: 03/11/2010

ISBN 978-84-204-0661-9

© Imagen de cubierta: Getty Images

Diseño de interiores realizado por Santillana Ediciones Generales, basado en un proyecto


de Enric Satué
La Habitación es para Finn y Una, mis mejores obras.
¡Ah, hijo, qué angustia tengo!
Pero tú dormitas, duermes como niño de pecho,
dentro de este incómodo cajón de madera
de clavos de bronce que destellan en la noche,
tumbado en medio de la tiniebla azul oscuro.

«Lamento de Dánae»
SIMÓNIDES DE CEOS (circa 556-468 a. C.)
[Trad. de Carlos García Gual,
Antología de la poesía lírica griega (siglos VII-IV a. C.),
Madrid, Alianza, 1980]
Ésta es una obra de ficción. Las personas, los acontecimientos, las
circunstancias y las instituciones que se describen pertenecen por entero al
terreno de la ficción y son producto de la imaginación de la autora. El posible
parecido entre un personaje y cualquier persona real, viva o muerta, es mera
coincidencia.
Emma Donoghue La habitación

volando a toda pastilla.


Regalos —Y entré por la Claraboya.
Estabas muy triste hasta que de
repente aparecí en tu barriga.
—Tú lo has dicho —Mamá se
incorpora y se asoma un poco de la
Cama para encender la Lámpara,
que lo baña todo de luz, zassssssss.
Cierro los ojos justo a tiempo, y
luego abro uno sólo una rendija, y
después los abro los dos.
Hoy tengo cinco años. Anoche
—Lloré hasta que no me
cuando me fui a dormir al Armario
quedaron lágrimas —dice—. Pasaba
tenía cuatro, pero al despertarme en
el tiempo tumbada, contando los
la Cama, aún oscuro, ya había
segundos.
cumplido cinco, abracadabra. Antes
—¿Cuántos segundos? —
de eso tenía tres, luego dos, luego
pregunto.
uno y luego cero.
—Millones y millones.
—Y antes, ¿tuve años de
—No, pero ¿cuántos
menos?
exactamente?
—¿Mmm? —Mamá se
—Perdí la cuenta —dice Mamá.
despereza estirando todo el cuerpo.
—Y entonces deseaste con todas
—En el Cielo. Si tenía menos
tus fuerzas que te creciera un huevo,
uno, menos dos, menos tres...
hasta que te pusiste gorda.
—No, los números no
Sonríe.
empezaron hasta que bajaste

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Emma Donoghue La habitación

—Sentía tus pataditas. —Y dale, mírate: sigues


—¿Y a qué le daba patadas? mordiéndote —me aparta la mano
—Pues a mí, claro —esa parte de la boca.
siempre me da risa—. Desde dentro, —Perdón —me siento encima
pumba, pumba —Mamá se levanta de la mano traviesa—. Llámame
la camiseta de dormir y hace saltar otra vez señor Cinco.
la tripa—. Pensé: «Jack está en —Entonces qué, señor Cinco,
camino». Y a primera hora de la ¿ahora o luego? —dice.
mañana saliste y resbalaste hasta la Me planto de un salto en la
alfombra, con los ojos abiertos como Mecedora para mirar el Reloj, que
platos. dice las 07.14. Me aguanto en
Miro la Alfombra, estirada en el equilibrio en la Mecedora como si
Suelo con sus colores rojo, marrón y fuera una tabla de skate, y luego
negro en zigzag. Hay una mancha vuelvo de un salto al Edredón,
que hice sin querer cuando nací. ¡yupi!, y aterrizo en el snowboard.
—Cortaste el cordón y quedé —¿Cuándo es mejor abrir los
libre —le digo a Mamá—. Entonces regalos?
me convertí en un niño. —De las dos formas estaría
—Niño ya eras, en realidad — bien. ¿Quieres que escoja por ti? —
sale de la Cama y va hasta el pregunta Mamá.
Termostato, para caldear el aire. —Ya tengo cinco años, tengo
No creo que viniera anoche que escoger yo —el dedo se me ha
después de las nueve. Cuando metido otra vez en la boca; lo pongo
viene, el aire siempre se nota debajo de la axila y la cierro con
distinto. No pregunto, porque a llave—. Escojo... ahora.
Mamá no le gusta hablar de él. Saca algo de debajo de su
—Dime, señor Cinco, ¿quieres almohada, creo que ha estado ahí
tu regalo ahora o después del escondido toda la noche sin que
desayuno? nadie lo viera. Es un papel con
—¿Qué es, qué es? renglones, enrollado en un tubo y
—Ya sé que estás emocionado atado con la cinta lila de las mil
—dice—, pero recuerda que no chocolatinas que tuvimos cuando
tienes que morderte el dedo, porque pasó la Navidad.
podrían meterse microbios en la —Ábrelo —me dice—. Con
herida. cuidado.
—¿Y ponerme malito, como Descubro la manera de
cuando tenía tres años y empecé a deshacer el nudo, desenrollo el
vomitar y me dio diarrea? papel, lo aliso: es un dibujo, a lápiz
—O peor aún —dice Mamá—. nada más, sin colores. No sé qué es
Los microbios pueden hacer incluso hasta que lo pongo del revés.
que una persona se muera. —¡Soy yo! —igual que en el
—¿Y que vuelva al Cielo antes Espejo pero más, porque aquí se me
de tiempo? ve la cabeza, y el brazo y el hombro

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Emma Donoghue La habitación

con la camiseta de dormir—. ¿Por de marzo; se está ondulando un


qué mis ojos del dibujo están poco por el vapor que sube cuando
cerrados? llenamos la Bañera. Clavo con la
—Estabas durmiendo —dice chincheta el dibujo sorpresa de
Mamá. Mamá en la plancha de corcho que
—¿Cómo hiciste un dibujo hay justo en mitad de la pared,
dormida? encima de la Cama.
—No, yo estaba despierta. Ayer Ella niega con la cabeza.
por la mañana, y anteayer, y el día —Ahí no.
anterior, encendía la lámpara y te No quiere que el Viejo Nick lo
dibujaba —ya no sonríe—. ¿Qué vea.
pasa, Jack? ¿No te gusta? —¿Y en el fondo del Armario,
—No me gusta cuando tú estás por dentro? —pregunto.
encendida y yo apagado... —Buena idea.
—Bueno, es que no podía El Armario es de madera, así
dibujarte despierto, porque entonces que tengo que hacer superfuerza
no hubiera sido una sorpresa — para clavar la chincheta. Cierro las
Mamá se queda callada—. Creí que puertas tontainas que siempre
te haría ilusión que fuera una chirrían, incluso después de
sorpresa. ponerles aceite de maíz en las
—Prefiero que sea una sorpresa bisagras. Miro a través de los
y saberlo. listones, pero está demasiado
Creo que le asoma una sonrisa. oscuro. Las abro un poquito para
Me subo a la Mecedora para espiar: el dibujo secreto es blanco,
coger una chincheta del Costurero, menos las rayas finitas de color gris.
que está encima de la Estantería. Eso El vestido azul de Mamá cuelga un
significa que de las seis que había poco más arriba de mi ojo dormido;
ahora quedará una. Antes teníamos me refiero al ojo de mentira del
siete, pero una desapareció. Hay dibujo. El vestido colgado está en el
una aguantando las Obras maestras Armario y es de verdad.
del arte occidental núm. 3: Santa Ana, Huelo a Mamá a mi lado, tengo
la Virgen, el Niño y San Juan niño el mejor olfato de la familia.
detrás de la Mecedora, y una que —Oh, se me ha olvidado tomar
sujeta Obras maestras del arte un poco al levantarme.
occidental núm. 8: Impresión: sol —No pasa nada. A lo mejor
naciente al lado de la Bañera, y una ahora que tienes cinco años
clavada en el pulpo azul y otra en la podemos saltarnos alguna que otra
lámina del caballo loco que se llama toma de vez en cuando, ¿no crees?
Obras maestras del arte occidental —Nanay de la China.
núm. 11: Guernica. Las obras Así que se tumba en la blancura
maestras venían en las cajas de los del Edredón, y yo me tumbo
copos de avena, pero el pulpo lo también y tomo un montón.
hice yo, es mi mejor dibujo del mes

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estribillo; Mamá dice que está en


Cuento los cereales hasta cien, Babia.
echo sin salpicar una cascada de —Tarugo —y le doy sus dos
leche que es casi del mismo blanco besos.
que los cuencos y damos las gracias Llevo mi silla hasta el Lavabo
al Niño Jesús. Elijo la Cuchara para fregar los cacharros; con los
Derretida, con el mango blanco cuencos tengo que ir con cuidado,
lleno de burbujitas de cuando se pero con las cucharas puedo hacer
apoyó por accidente en la olla de clinc, clanc, clonc porque no pasa
cocer la pasta. A Mamá no le gusta nada. Saco la lengua delante del
la Cuchara Derretida, pero es mi Espejo. Mamá aparece por detrás,
favorita porque no es como las veo mi cara pegada encima de la
demás. suya, como la máscara que hicimos
Acaricio los arañazos de la cuando fue Halloween.
Mesa: sana, sana, culito de rana. La —Ojalá el dibujo fuera mejor —
Mesa es un círculo todo blanco, dice—, pero por lo menos te
menos los arañazos grises de cortar muestra como eres.
encima los alimentos. Mientras —¿Y cómo soy?
comemos jugamos a Tararear, Da unos golpecitos en el Espejo,
porque para eso no hace falta mover donde está mi frente. Los dedos
la boca. Adivino «Macarena» y dejan un cerco en el cristal.
«She’ll Be Coming ’Round the —Mi vivo retrato.
Mountain», y también «Swing Low, —¿Por qué soy tu vivo retrato?
Sweet Chariot», aunque en realidad —poco a poco, el cerco desaparece.
es «Stormy Weather». Como son dos —Eso quiere decir que te
puntos, me gano dos besos. pareces a mí. Supongo que porque
Tarareo «Row, Row, Row Your eres sangre de mi sangre. Los
Boat», Mamá la adivina enseguida. mismos ojos castaños, la misma
Entonces empiezo con boca grande, la misma barbilla
«Tubthumping». Mamá pone una puntiaguda...
mueca. Nos miro a los dos al mismo
—Ah, me la sé... Es esa que tiempo, mientras los nosotros del
habla de cuando te derriban y Espejo nos miran también.
vuelves a levantarte, ¿cómo se —La nariz no es la misma.
llama? —dice. —Bueno, es que de momento
Se acuerda casi al final del todo. tienes nariz de niño.
Cuando me toca por tercera vez Me la agarro.
hago la de «Can’t Get You out of My —¿Se me caerá y me saldrá una
Head», y Mamá no tiene ni idea. nariz de adulto?
—Has elegido una difícil... ¿La —No, no, solamente crecerá. Y
has oído por la tele? el mismo pelo castaño...
—No, te la he oído a ti —no me —Pero el mío me llega hasta la
puedo aguantar y se me escapa el cintura, y el tuyo sólo hasta los

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hombros. que le cuesta abrirse paso por la


—Eso es verdad —dice Mamá nieve.
mientras coge la Pasta de Dientes—. —¿Qué nieve?
Todas tus células están el doble de —Mira —dice señalando hacia
vivas que las mías. arriba.
No sabía que las cosas pudieran Hay un poquito de luz en lo
estar vivas a medias. Aunque alto de la Claraboya, el resto está
tampoco sabía que los retratos todo oscuro. La nieve por la Tele es
tuvieran vida dentro. Miro de nuevo blanca, pero la de verdad no. Qué
el Espejo. Nuestras camisetas de raro.
dormir también son diferentes, y la —¿Por qué no nos cae encima?
ropa interior: la de ella no tiene —Porque está fuera.
ositos. —¿En el Espacio Exterior? Ojalá
Cuando escupe la segunda vez estuviera dentro, así podríamos
es mi turno con el Cepillo de jugar con ella.
Dientes; me restriego todos los —Ah, pero entonces se
dientes por todas las caras. Enjuago derretiría, porque aquí dentro se
las babas de los dos, que resbalan está calentito —empieza a tararear,
por el Lavabo, y pongo sonrisa de y a la primera adivino que es «Let It
vampiro. Snow». Canto la segunda estrofa.
—Ah —Mamá se tapa los ojos Luego hago «Winter Wonderland» y
—, me deslumbras con esos dientes Mamá canta conmigo, pero más
tan limpios. agudo.
Los suyos están bastante Todas las mañanas hay miles de
picados porque durante un tiempo cosas que hacer, por ejemplo, darle a
se olvidó de lavárselos; ahora le da la Planta una taza de agua dentro
pena y ya no se olvida, pero siguen del Lavabo para que no chorree, y
llenos de caries. volver a colocarla luego en su
Pliego las sillas y las pongo al platito, encima de la Cajonera. La
lado de la Puerta, apoyadas en el Planta vivía en la Mesa, pero la cara
Tendedero. Aunque él siempre se amarilla de Dios le quemó una
queja y dice que no hay espacio, si hojita. Aquélla se le cayó, pero le
se pone bien plano entran todos de quedan nueve, que son tan anchas
sobra. Yo también puedo plegarme, como mi mano y están cubiertas de
aunque no tanto porque estoy vivo pelusilla, igual que un perro, dice
y tengo músculos. La Puerta está Mamá. Pero los perros son Tele. No
hecha de un metal brillante mágico. me gusta el nueve. Descubro que
Hace piiii, piiii después de las nueve, hay una hoja diminuta saliendo, así
y entonces se supone que tengo que que cuentan como diez.
quedarme apagadito dentro del La Araña es de verdad. La he
Armario. visto dos veces. Ahora la busco
La cara amarilla de Dios hoy no debajo de la Mesa, pero entre la pata
entra en la Habitación, Mamá dice y lo plano sólo veo una telaraña. La

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Emma Donoghue La habitación

Mesa aguanta muy bien el bien irse cuando tengamos cien años
equilibrio, y mira que es difícil; yo, y ya estemos cansados de jugar.
aunque pueda pasarme siglos a la También se toma un matadolores. A
pata coja, al final siempre me caigo. veces se toma dos: nunca más de
A Mamá no le cuento lo de la Araña. dos, porque hay cosas que son
Ella dice que las telarañas son buenas para nosotros, pero si se
suciedad y las barre. A mí me toman de golpe hacen daño.
parecen plata superfina. A Mamá le —¿Te duele la Muela Mala? —
gustan los animales que corren por pregunto. Está arriba, casi al fondo
ahí comiéndose unos a otros en el de la boca de Mamá, y es la peor de
planeta de la fauna, y en cambio los todas.
de verdad no le gustan. Una vez, Mamá asiente.
cuando tenía cuatro años, me quedé —¿Por qué no te tomas dos
mirando las hormigas que subían en matadolores a cada ratito todos los
fila india por la Cocina, y ella vino días?
corriendo y las chafó todas para que Hace una mueca.
no se llevaran nuestra comida. Un —Entonces me engancharía.
momento estaban vivas y al minuto —¿Qué es eso?
siguiente eran polvo. Lloré hasta —Como estar colgada de un
que por poco se me derritieron los gancho, porque el cuerpo me los
ojos. Otra vez por la noche algo pediría constantemente. De hecho,
hacía zzzzzzz, zzzzzzz, zzzzzzz y necesitaría tomar cada vez más.
me picaba, y Mamá lo aplastó contra —¿Y qué hay de malo en
la Pared de la Puerta, debajo de la necesitar?
Estantería: era un mosquito. Aunque —Es difícil de explicar.
ella la restregó, ahí está todavía en Mamá lo sabe todo, menos las
el corcho la marca de la sangre que cosas que no recuerda bien o
el mosquito me estaba robando, algunas que no puedo entender
igual que un vampiro chiquitín. Ésa porque soy demasiado pequeño.
fue la única vez que se me ha salido —Las muelas no me duelen
sangre del cuerpo. tanto si dejo de pensar en ellas —me
Mamá se toma la pastilla del dice.
paquete plateado que tiene —¿Y eso cómo puede ser?
veintiocho capsulitas espaciales. —Se llama control mental. La
Luego me da una vitamina del mente es muy poderosa, y si no
frasco con el niño que hace el pino, pensamos en algo, dejamos de darle
y ella coge una del grande con el importancia.
dibujo de una mujer que juega al Cuando me duele cualquier
tenis. Las vitaminas son una trocito de mi cuerpo, siempre le doy
medicina para no ponerte enfermo y importancia. Mamá me frota el
no volver al Cielo todavía. Yo no hombro. Aunque no me duele, me
quiero ir nunca porque no me gusta gusta igual.
morirme, pero Mamá dice que está Todavía no le cuento lo de la

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Emma Donoghue La habitación

telaraña. Qué raro tener un secreto de sus huesos. No tiene muchas


que es mío y no de Mamá. Todo lo partes carnosas, pero las que tiene
demás es de los dos. Supongo que son superblanditas.
mi cuerpo es mío, y también las Dora dice cosas que no son
ideas que pasan dentro de mi palabras de verdad, sino en español,
cabeza. Pero mis células nacieron de como «lo hicimos».1 Va siempre con
sus células, así que de alguna su Mochila, que por dentro es
manera soy suyo. También cuando mucho más de lo que parece por
le cuento lo que estoy pensando y fuera y cabe todo lo que Dora
ella me dice lo que está pensando, necesita: escaleras, trajes espaciales
cada una de nuestras ideas saltan a para bailar y jugar al fútbol y tocar
la cabeza del otro, igual que cuando la flauta y vivir aventuras con su
pintas azul encima del amarillo y mejor amigo, el mono Botas. Dora
sale verde. siempre me pide ayuda, por
A las 08.30 aprieto el botón de ejemplo para encontrar un objeto
la Tele y al probar entre los tres mágico, y espera a que yo le diga:
canales encuentro a Dora la «¡Sí!». Hoy le grito: «Detrás de la
Exploradora, ¡yupi! Mamá le da palmera», y su flecha azul se clava
vueltas al Conejo Orejón, despacito, justo detrás de la palmera y
para que al moverle las orejas y la entonces ella dice: «¡Gracias!». Las
cabeza la imagen se haga más clara. demás personas de la Tele no
Un día, cuando tenía cuatro años, la escuchan nunca. El Mapa muestra
Tele se murió y lloré, pero por la tres lugares cada vez, y tenemos que
noche el Viejo Nick trajo una caja de llegar al primero para ir al segundo
convertidor mágica y la resucitó. y luego al tercero. Camino al lado
Después de esos tres canales sólo se de Dora y Botas, que van cogidos de
ve niebla, así que no los miramos la mano, y canto con ellos todas las
porque hacen daño a los ojos; sólo si canciones, sobre todo la que se hace
hay música ponemos la Manta dando volteretas o chocando los
encima para escuchar a través del cinco, o la canción de la Gallina
gris y mover el culito. Tonta. Tenemos que vigilar al zorro
Hoy toco con los dedos la Swiper, que es muy astuto. Le
cabeza de Dora para abrazarla y gritamos: «¡Swiper, no robes!» tres
hablarle de mis superpoderes ahora
que tengo cinco años, y ella sonríe. 1
Dora tiene un montón de pelo que Dora la exploradora es una serie de
dibujos animados de la productora
parece un casco marrón, con el
Mattel. Originalmente la serie apareció
flequillo cortado en picos; el pelo es en el mundo angloparlante con
tan grande como el resto de su fragmentos en español, a fin de servir
cuerpo. Vuelvo otra vez a la Cama de apoyo a la enseñanza de nuestra
para ver la Tele sentado entre las lengua desde la infancia. Las palabras
en cursiva que se contienen en la novela
piernas de Mamá, y me retuerzo
aparecen en el original en español. (N.
hasta que no se me clava ninguno de la T.)

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Emma Donoghue La habitación

veces, hasta que se enfada un Quita la voz durante los


montón y dice: «¡Jolín!», y huye anuncios, porque hacen papilla el
corriendo. Una vez Swiper hizo una cerebro aún más rápido y entonces
mariposa robot de control remoto, se nos escurriría por las orejas. Miro
pero no funcionaba bien y le robó la los juguetes, hay un camión
máscara y los guantes a él, fue chulísimo y una cama elástica y
divertidísimo. A veces cazamos Bionicles. Dos niños tienen
estrellas y las ponemos en el bolsillo Transformers en la mano y luchan
de la Mochila; yo me quedaría con con ellos, pero no parecen malos,
la Estrella Ruidosa, que despierta a tienen pinta de ser buenos chicos.
todo el mundo, y con la Estrella Enseguida empiezan los dibujos
Cambiante, que puede adoptar de Bob Esponja Pantalones
cualquier forma que quiera. Cuadrados. Voy corriendo a tocar a
En los demás planetas casi Bob, y toco también a Patricio, la
siempre sale mucha gente; en la estrella de mar; a Calamardo no,
pantalla caben cientos de personas, que me da repelús. Es una historia
aunque normalmente sólo se ve a de miedo sobre un lápiz gigante, la
una más grande, de cerca. Las veo a través de los dedos de Mamá,
personas llevan ropa para cubrirse que son todos el doble de largos que
la piel. Tienen la cara rosa, o los míos.
amarilla, o marrón, o un trozo de A Mamá nada le da miedo.
cada, o peluda, y la boca muy roja y Bueno, a lo mejor el Viejo Nick sí. La
los ojos grandes con bordes negros. mayoría de las veces no lo llama por
Se ríen y gritan mucho. Me su nombre; yo ni sabía cómo se
encantaría ver la Tele todo el rato, llamaba hasta el día en que vi unos
pero la Tele pudre el cerebro. Antes dibujos de un tipo que entraba en
de que yo bajara del Cielo, Mamá la las casas por la noche y al que le
dejaba encendida todo el día y se decían Viejo Nick.2 Al de verdad lo
convirtió en un zombi, que es como llamo así porque viene de noche,
un fantasma sólo que anda aunque no se parece al hombre de la
arrastrando los pies: plof, plof. Así Tele, que llevaba barba y cuernos y
que ahora siempre la apaga después todo eso. A Mamá le pregunté una
de ver un programa, y entonces las vez si es viejo, y me dijo que tiene
células se multiplican otra vez casi el doble de años que ella, y eso
durante el día y podemos ver otro es bastante.
programa después de cenar, para Mamá se levanta y apaga la Tele
que luego nos crezca más cerebro en cuanto salen los créditos.
mientras dormimos. El pis me sale amarillo, es por
—¿Sólo uno más, hoy, que es mi las vitaminas. Me siento también a
cumpleaños? Por favor... hacer caca.
Mamá abre la boca, y vuelve a
2
cerrarla. Entonces dice:
Old Nick es uno de los nombres con que
—Está bien, ¿por qué no? en inglés se alude al diablo. (N. de la T.)

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Emma Donoghue La habitación

—Adiós, buen viaje hacia el cumpleaños es distinto, porque son


mar. unos numeritos de nada al lado de
Después de tirar de la cadena la Puerta: un 4 negro, y un 3 negro
miro cómo la cisterna se llena de más abajo, y un 2 rojo, que era el
nuevo haciendo burbujas y ruiditos. color del Bolígrafo que tuvimos
Entonces me restriego las manos antes hasta que se gastó, y debajo
con jabón hasta que parece que se del todo un 1 rojo.
me va a caer la piel a tiras, que es —Ponte bien erguido —dice
cuando sabes que ya te has lavado Mamá. Me hace cosquillas en la
bastante. coronilla con el Bolígrafo.
—Hay una telaraña debajo de la Cuando me aparto hay un 5
Mesa —digo, aunque no sabía que negro un poco más arriba del 4. El
fuera a decirlo—. La Araña vive ahí, cinco es el número que más me
la he visto dos veces —Mamá gusta; tengo cinco dedos en cada
sonríe, aunque no es una sonrisa de mano y en cada pie, y Mamá igual,
verdad—. ¿A que no vas a barrerla, porque soy su vivo retrato. El nueve
por favor? Porque la Araña no está, es mi número menos favorito.
pero a lo mejor vuelve. —¿Cuál es mi alto?
Se arrodilla y mira debajo de la —Tu altura. Bueno,
Mesa. No le veo la cara hasta que se exactamente no lo sabemos —dice
mete el pelo detrás de la oreja. —. A lo mejor alguna vez
—Te diré lo que vamos a hacer. podríamos pedir una cinta métrica
Voy a dejarla hasta que hagamos para el Gusto del Domingo.
limpieza, ¿de acuerdo? Creía que las cintas métricas
Eso es el martes, faltan tres días. sólo existían en la Tele.
—De acuerdo. —No, mejor pedimos
—¿Sabes qué? —se pone de pie chocolatinas.
—. Tenemos que marcar lo alto que Pongo el dedo encima del 4 y
eres, ahora que has cumplido cinco pego la cara a la pared, el dedo me
años. toca el pelo.
Doy un salto enorme. —Esta vez no me he puesto
Normalmente no se pueden mucho más alto.
hacer dibujos en ninguna parte de la —Es normal.
Habitación ni en ningún mueble. —¿Qué quiere decir normal?
Cuando tenía dos años pinté unos —Es... —Mamá se muerde el
garabatos en la pata de la Cama, la labio—. Quiere decir que está bien.
que está al lado del Armario, y No hay problema.
siempre que hacemos limpieza —Pero mira qué músculos más
Mamá da unos golpecitos con el grandes —salto encima de la Cama,
dedo en el rayajo y me dice: «Mira, parezco Pulgarcito con sus botas de
vamos a vivir con eso para siete leguas.
siempre». —Inmensos.
Medirme el día de mi —Impresionantes.

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Emma Donoghue La habitación

—Colosales. Lucky.
—Gigantescos. Mamá pone una sonrisa. Va a
—Enormes —dice Mamá. dejar el Bolígrafo otra vez encima de
—Gigantormes —me sale una la Estantería.
palabra sándwich, que es cuando —¿Cuántos años cumplirás
apretujamos dos y las convertimos cuando sea tu cumpleaños? —le
en una sola. pregunto.
—Ésa es buena. —Veintisiete.
—¿Sabes qué? —le digo—. —Hala.
Cuando tenga diez años ya seré Me parece que con eso no la he
mayor. puesto contenta.
—Ah, ¿sí? Mientras se llena la Bañera,
—Me haré más grande, y más Mamá baja el Laberinto y la
grande, y más grande, hasta Fortaleza de lo alto del Armario.
convertirme en humano. Desde que tengo dos años hacemos
—Bueno, humano ya eres — el Laberinto con los tubos que van
dice Mamá—. Los dos somos seres dentro de los rollos de papel
humanos. higiénico, los pegamos unos a otros
Pensaba que nosotros éramos y formamos túneles que giran hacia
de verdad. Las personas de la Tele todos lados. A la Pelota Saltarina le
están hechas sólo de colores. encanta perderse en el Laberinto y
—¿Que serás como yo? ¿Era eso esconderse. Tengo que llamarla y
lo que querías decir? sacudirla, girarlo hacia un lado y
—Sí, que seré una mujer como ponerlo boca abajo, hasta que al
tú, con un niño en un huevo dentro final salga rodando. Uf, menos mal.
de mi barriga, y él también será de Luego mando otras cosas adentro
verdad. O si no, cuando crezca, me del Laberinto, por ejemplo un
convertiré en un gigante, pero uno cacahuete, o al Pequeño Color Azul,
bueno, hasta aquí de alto —doy un que no es más que un pedacito de
salto para llegar arriba del todo de plastidecor roto, o meto un
la Pared de la Cama, y casi llego a espagueti cortado sin cocer. Se
donde empieza el Techo, que luego persiguen unos a otros por los
sigue subiendo torcido. túneles y aparecen de repente y
—Suena genial —dice Mamá. gritan: «¡Bu!». No los veo, pero los
Se le desinfla la cara; seguro que oigo a través del cartón, y me hago
he dicho una cosa que no le ha una idea de dónde están. El Cepillo
gustado, pero no sé cuál. de Dientes quiere meterse una vez
—Saldré por la Claraboya al para probar, pero le digo «lo siento,
Espacio Exterior e iré saltando, eres demasiado largo». Así que en
boing, boing, de un planeta a otro — vez de eso entra en la Fortaleza y
le digo—. Visitaré a Dora, a Bob vigila una torre. La Fortaleza está
Esponja y a todos mis amigos, y hecha de latas y frascos de
tendré un perro que se llamará vitaminas, cada vez que tenemos

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Emma Donoghue La habitación

uno vacío se lo añadimos y así va ella la Mecedora, y por último


creciendo. La Fortaleza mira en extendemos la Alfombra para
todas las direcciones y lanza chorros taparlos a los dos. La Pista va
de aceite hirviendo a los enemigos, alrededor de la Cama, desde el
que no saben que tiene unas ranuras Armario hasta la Lámpara; en el
secretas hechas con un cuchillo, ja, Suelo hay dibujada la forma de una
ja. Me gustaría meterla dentro de la ce negra.
Bañera para convertirla en una isla, —Eh, mira, hago un ida y
pero Mamá dice que el agua vuelta en dieciséis pasos.
despegaría el celo y ya no serviría. —Caramba. Cuando tenías
Nos soltamos las coletas y cuatro años necesitabas dieciocho
dejamos que el pelo nade. Me pasos, ¿a que sí? —dice Mamá—.
tumbo encima de Mamá y no hablo, Bueno, ¿y cuántos idas y vueltas
me gusta oír el latido de su corazón. crees que puedes hacer hoy?
Cuando respira subimos y bajamos —Cinco.
un poco. Pene flota. —¿Qué te parece cinco veces
Como es mi cumpleaños, hoy cinco? Así tendrías tu número
elijo por los dos lo que nos vamos a favorito al cuadrado.
poner. La ropa de Mamá vive en el Lo contamos con los dedos. Me
cajón más alto de la Cajonera, y la sale veintiséis, pero Mamá dice que
mía, en el de debajo del todo. Elijo son veinticinco, así que cuento otra
sus vaqueros azules favoritos, los de vez y me da lo mismo que a ella.
los remaches rojos, que sólo se pone Después me cronometra con el
en ocasiones especiales porque se le Reloj.
están deshilachando por las rodillas. —Doce —grita—. Diecisiete.
Para mí escojo la sudadera amarilla Venga, vas muy bien.
con capucha. Cierro con cuidado el Respiro muy rápido.
cajón, pero la esquina derecha —Vamos, más deprisa.
sobresale aún y Mamá tiene que Voy a toda pastilla, como
meterla con un golpe. Tiramos Superman cuando vuela.
juntos de la sudadera, que me Cuando le toca correr a Mamá
muerde la cara y al final, plop, tengo que apuntar en el Cuaderno
entra. de Renglones de la Facultad el
—¿Y si la corto un poco en la número que sale al principio y el
mitad de la uve del cuello? —dice número que sale cuando ha
Mamá. acabado, y entonces los dividimos
—Nanay de la China. para ver lo rápido que ha ido. Hoy
Para Gimnasia nos quedamos su tiempo es nueve segundos más
sin calcetines, porque los pies se que el mío, y eso quiere decir que he
agarran mejor. Hoy escojo que ganado, así que me pongo a dar
empecemos con la Pista: levantamos botes y a hacerle pedorretas.
la Mesa y le damos la vuelta para —¿Por qué no echamos una
ponerla encima de la Cama, y sobre carrera?

16
Emma Donoghue La habitación

—Ya sé que suena divertido — tengo, y ahora puedo masticar


dice—, pero acuérdate de que una cualquier cosa. Para almorzar hay
vez lo intentamos y me golpeé el atún con galletas saladas; mi trabajo
hombro con la cajonera. consiste en enrollar la tapa de la lata
A veces se me olvidan las cosas, hacia atrás, porque la muñeca de
aunque si Mamá me las dice, las Mamá no tiene fuerza.
recuerdo otra vez. Como ando un poco movidito,
Bajamos todos los muebles de la Mamá dice que juguemos a
Cama y vuelvo a colocar la Orquesta, que es correr mientras les
Alfombra donde estaba, cubriendo sacamos ruidos a las cosas. Toco el
la Pista, para que el Viejo Vick no tambor en la Mesa y Mamá hace toc,
vea la ce de suciedad. toc en las patas de la Cama. Luego
Mamá escoge jugar al puf, puf sacudiendo las almohadas,
Trampolín, aunque en la Cama salto y yo hago ding, dong en la Puerta
sólo yo porque Mamá podría con un tenedor y una cuchara a la
romperla. Ella hace de comentarista. vez que golpeo con los dedos de los
—Un audaz giro en el aire del pies en la Cocina. Mi favorito es dar
joven campeón estadounidense en un pisotón al pedal del Cubo de la
esta mañana de marzo... Basura, porque la tapa se levanta de
Luego escojo Simón Dice, y un salto. El instrumento que más me
después Mamá dice que nos gusta es el gong, una caja de
pongamos otra vez los calcetines cereales en la que hice un collage
para Cadáver, que es tumbarse con un montón de piernas, zapatos,
como una estrella de mar y tratar de abrigos y cabezas que saqué del
poner las uñas de los pies flojas, el catálogo antiguo, todos de colores
ombligo flojo, la lengua floja, hasta distintos, y luego le puse tres gomas
el cerebro flojo. A Mamá le entra un tensadas en el medio. El Viejo Nick
picor detrás de la rodilla, se mueve ya no trae catálogos para que nos
y gano otra vez. escojamos la ropa, Mamá dice que
Son las 12.13, así que ya cada vez está más tacaño.
podemos comer. Mi trozo favorito Trepo a la Mecedora para bajar
de la oración es el del pan nuestro los libros de la Estantería, y hago un
de cada día. En los juegos mando rascacielos de diez pisos encima de
yo, en cambio Mamá manda en las la Alfombra.
comidas: no nos deja tomar cereales —Qué edificio tan edificante —
para desayunar, comer y cenar, por dice Mamá riéndose. A mí no me
ejemplo, para que no nos pongamos parece muy gracioso.
malitos y porque además se Teníamos nueve libros, pero
acabarían demasiado rápido. sólo cuatro con dibujos dentro:
Cuando yo tenía cero años y un año,
Mamá aplastaba mi comida o me la Mi gran libro de canciones
daba masticada. Luego ya me infantiles
salieron los veinte dientes que Dylan la Excavadora

17
Emma Donoghue La habitación

El conejito andarín el suelo de noche y de


El libro móvil del aeropuerto día.

También cinco sin dibujos, sólo Aparece un gato en el segundo


con uno en la tapa: dibujo, que en el tercero está encima
del montón de rocas. Las rocas son
La cabaña piedras, que quiere decir que son
Crepúsculo unas cosas pesadas y duras como la
El guardián cerámica de la Bañera, el Lavabo y
Amor agridulce el Váter, aunque no tan suaves. Los
El código Da Vinci gatos y las rocas son sólo Tele. En el
quinto dibujo el gato se cae, pero los
Mamá sólo lee los que tienen gatos tienen siete vidas, no como
letras, si está desesperada. Cuando Mamá y yo, que tenemos una cada
aún tenía cuatro años pedimos otro uno.
con dibujos para el Gusto del Mamá escoge casi siempre El
Domingo y llegó Alicia en el País de conejo andarín, porque le gusta
las Maravillas. Alicia me gusta, cuando la madre conejo al final
aunque el libro tiene demasiadas alcanza al conejito bebé y le dice:
palabras, y encima un montón son «Anda, toma una zanahoria». Los
antiguas. conejitos son Tele, pero las
Hoy elijo Dylan la Excavadora. zanahorias son de verdad, y a mí me
Como está casi abajo del todo, hace encantan porque son crujientes. Mi
una demolición del rascacielos, dibujo preferido es el del conejito
¡pumba! bebé convertido en roca en la
—Otra vez Dylan... —dice montaña, mientras su mamá tiene
Mamá con una mueca, y luego pone que subir sin descanso para
su voz más ronca. encontrarlo. Las montañas son
demasiado grandes para ser de
¡Aaaaaquí está verdad, igual que los árboles y los
Dylan, la robusta ríos y esas cosas; una vez vi una en
excavadora! la Tele donde había una mujer
Remueve la tierra colgando de unas cuerdas. Las
con su pala mordedora. mujeres no son de verdad como
Mira cómo hunde Mamá, y los niños y las niñas
su largo brazo en la tampoco. Los hombres no son de
tierra, verdad, menos el Viejo Nick,
a nadie le gusta aunque ahora que lo pienso
morder el polvo como a tampoco sé si es de verdad
ella. verdadera. A medias, a lo mejor.
Esta megapala da Nos trae la comida y nos da el
vueltas y por la obra gira Gusto del Domingo, y además es
cavando y nivelando quien desaparece la basura, pero no

18
Emma Donoghue La habitación

es humano como nosotros. Sólo años tomaba mucho a todas horas,


pasa de noche, como los pero desde que cumplí cuatro tengo
murciélagos. A lo mejor es la Puerta tantas cosas que hacer que sólo
la que lo aparece, cuando suena el tomo unas poquitas veces durante el
piiii, piiii y el aire cambia. Creo que día y por la noche. Ojalá pudiera
Mamá no quiere hablar de él, no sea hablar y tomar a la vez, lo que pasa
que se vuelva más real. es que sólo tengo una boca.
Ahora me retuerzo sentado en Estoy a punto de dormirme,
las piernas de Mamá y miro mi aunque aún no me he apagado del
dibujo favorito del Niño Jesús todo. Creo que Mamá sí, por cómo
jugando con Juan el Bautista, que es respira.
su amigo y su primo mayor al
mismo tiempo. Sale también María
acurrucada en brazos de su madre, Después de la siesta Mamá dice
que es la abuela del Niño Jesús, que se le ha ocurrido que no nos
igual que la Grandma de Dora. Es un hace falta pedir una cinta métrica,
dibujo raro, sin colores, y faltan podemos hacernos una regla
algunas manos y algunos pies, nosotros mismos.
Mamá dice que porque no está Reciclamos la caja de cereales
acabado. Quien puso al Niño Jesús de nuestra Antigua Pirámide
en la barriga de María fue un ángel Egipcia, Mamá me enseña a cortar
que bajó del cielo, como un una tira tan larga como su pie. Me
fantasma pero chulísimo, con cuenta que el pie es una medida
plumas y todo. María se sorprendió más o menos igual de grande que
un montón y dijo: «¿Cómo puede un pie, por eso se llama así, y que si
ser?». Y luego dijo: «Bueno, que así la redondeamos mide treinta
sea». Cuando el Niño Jesús salió por centímetros, así que dibujamos
su vagina en Navidad lo puso en un treinta rayitas iguales en la regla. Le
pesebre; donde comen hierba las mido la nariz, cinco centímetros. Mi
vacas, sólo para que le dieran calor nariz mide tres centímetros y medio,
con su aliento, porque era un niño lo apunto. Mamá le da unas
mágico. volteretas a cámara lenta a la regla
Mamá apaga ya la Lámpara y siguiendo la Pared de la Puerta,
nos tumbamos. Primero rezamos la donde se ve lo alto que estoy, y dice
oración del pastor, la de los verdes que ya debo de estar rozando el
pastos, que me parece que son unos metro.
campos parecidos al Edredón, pero —Eh —digo—, vamos a ver
esponjosos y verdes en vez de cuánto mide la Habitación.
blancos y lisos. (Lo de la copa —¿Cómo, toda?
rebosante seguro que fue un —¿Es que tenemos alguna otra
estropicio.) Ahora tomo un poco, de cosa que hacer?
la derecha, porque en la izquierda Me mira raro.
apenas queda. Cuando tenía tres —Supongo que no.

19
Emma Donoghue La habitación

Anoto todos los números, como no elijo: es bueno para nosotros y


por ejemplo que la Pared de la punto. Corto el brócoli en trocitos
Puerta hasta la línea donde empieza con el Cuchillo de Sierra, y de vez
el Techo mide dos metros. en cuando me zampo uno cuando
—¿Sabes qué? —le digo a Mamá no mira.
Mamá—, cada plancha de corcho es —Oh, no, ¿dónde se ha metido
un poquito más grande que la regla. ese pedazo grande? —dice Mamá,
—Ostras —dice dándose una aunque no enfadada de verdad,
palmada en la cabeza—, supongo porque las cosas crudas nos dan
que son baldosas de treinta por superfuerza.
treinta, así que creo que la regla se Mamá se encarga de calentarlo
me ha quedado un pelín corta. Pues todo en los dos aros de la Cocina,
entonces contemos las baldosas, que que se ponen al rojo vivo. A mí no
será más fácil. me deja tocar los botones porque
Empiezo a contar la altura de la tiene que asegurarse de que no haya
Pared de la Cama, pero Mamá me nunca un fuego como los que salen
dice que todas las paredes son en la Tele. Si los anillos tocaran algo,
iguales. Otra norma es que el ancho como un trapo de secar los platos o
de las paredes es el mismo que el nuestra ropa, las llamas correrían
ancho del Suelo; cuento once pies por todas partes con lenguas
hacia un lado y once hacia el otro. naranjas y quemarían la Habitación
Eso quiere decir que el Suelo es hasta que quedaran sólo cenizas, y
cuadrado y que mide tres metros nosotros toseríamos y nos
treinta. La Mesa es un círculo, así asfixiaríamos y gritaríamos de dolor
que me hago un lío, pero Mamá la como nunca.
mide por el medio, que es la parte No me gusta el olor a brócoli
más ancha, y le sale metro veinte. cocido, pero no es tan horrible como
Mi silla tiene setenta centímetros de el de las judías verdes. Las verduras
alto, y la de Mamá es exactamente son todas de verdad, en cambio el
igual. Y eso es un pie menos que lo helado es Tele. Jo, cómo me gustaría
que mido yo. De pronto Mamá está que también fuera de verdad.
un poco mareada de tanto medir, así —¿La Planta está cruda?
que paramos. —Bueno, sí, pero no es de las
Pinto detrás de todos los que se comen.
números que hemos escrito con —¿Por qué ya no da flores?
nuestros cinco colores, que son azul, Mamá se encoge de hombros y
naranja, verde, rojo, marrón, y revuelve los espaguetis.
cuando termino el papel se parece a —Se cansó.
la Alfombra, pero a lo loco. Mamá —Pues debería irse a dormir.
me dice que por qué no lo uso de —Cuando se levanta por la
mantelito para la cena. mañana sigue cansada. Quizá sea
Esta noche elijo espaguetis. porque en la tierra de la maceta ya
También hay un brócoli fresco que no le queda alimento suficiente.

20
Emma Donoghue La habitación

—Pues que se coma mi brócoli. naciente, porque creo que el caballo


Mamá se echa a reír. loco se enfadaría un montón si
—No me refería a esa clase de descolgara el Guernica, aunque
alimento, sino al que toman las siempre pongo enseguida la
plantas. chincheta en su sitio otra vez. Mamá
—Podríamos pedírselo, para el cree que el Guernica es la obra más
Gusto del Domingo. maestra de todas porque es la más
—Ya tengo una larga lista de real, pero la verdad es que se ve
cosas que pedir. todo revuelto: el caballo grita con
—¿Dónde? muchos dientes porque tiene una
—No, en mi cabeza —dice. Saca lanza clavada, y además hay un toro
un gusano de espagueti y lo muerde y una mujer que agarra a un bebé de
—. Creo que el pescado les gusta. trapo con la cabeza del revés y una
—¿A quiénes? farola que parece un ojo, y lo peor es
—A las plantas, les gusta el el gran pie hinchado de la esquina:
pescado podrido. ¿O eran las siempre pienso que me va a dar una
espinas del pescado? patada.
—Puaj. Me quedo chupando la cuchara
—A lo mejor, la próxima vez mientras Mamá mete el pastel en la
que haya palitos de pescado barriga caliente de la Cocina. Intento
podemos enterrar un poquito para hacer malabares con las cáscaras,
la planta. tirándolas al aire todas a la vez.
—De los míos no. Mamá atrapa una al vuelo.
—Bueno, pues un trocito de uno —¿Les pintamos caritas?
de los míos. —No —digo.
Los espaguetis me gustan más —¿Prefieres que les hagamos un
que ninguna otra cosa por la nido de pasta de harina? Si mañana
canción de la albóndiga que de un descongelamos aquellas remolachas,
estornudo se va rodando hasta el podemos utilizar el caldo para
jardín, y al año siguiente nace un teñirlos de morado...
árbol de albóndigas con tomate. Niego con la cabeza.
Siempre la canto mientras Mamá —Vamos a añadírselos a la
nos llena los platos. Serpiente de Huevos —digo.
Después de cenar, ¡increíble!, La Serpiente de Huevos es
hacemos un pastel de cumpleaños. mucho más larga que la Habitación.
Seguro que va a estar delicioso, con La empezamos cuando yo tenía tres
una vela por cada año que tengo, años, vive enrolladita debajo de la
todas encendidas como nunca antes Cama y nos cuida para que no nos
las he visto. pase nada. La mayoría de los
Soplando huevos soy el mejor, huevos son marrones, pero de vez
los vacío de una sola vez. Para el en cuando hay uno blanco. Algunos
pastel tengo que soplar tres; cojo la están pintados con el Lápiz, otros,
chincheta de la lámina Impresión: sol con los colores o el Bolígrafo Negro,

21
Emma Donoghue La habitación

y algunos llevan trocitos pegados Mamá ya no sonríe.


con engrudo, o una corona de papel —Si gritas, me duelen los oídos.
de plata, o un cinturón de cinta —Dime cuál es el escondite,
amarilla, o pelo que les hicimos con venga.
hilos o recortes de tela. La lengua es —Jack...
una aguja por la que pasa el hilo —No me gusta que haya
rojo que la atraviesa de la cabeza escondites.
hasta la cola. A la Serpiente de —¿Qué problema hay?
Huevos apenas la sacamos, porque —Que se metan los zombis.
a veces se enreda y los huevos se —Ah.
resquebrajan alrededor de los —O los ogros, o los vampiros...
agujeritos, y entonces se caen y Abre la Alacena y saca la caja
usamos las cáscaras rotas para hacer del arroz. Señala el agujero oscuro.
mosaicos. Hoy paso la aguja por —Simplemente las escondí ahí,
uno de los agujeros de los huevos entre el arroz. ¿De acuerdo?
del pastel y tengo que moverla hasta —De acuerdo.
que por el otro lado asoma la punta, —Ahí dentro no cabría nada
y sacarla con cuidado. Ahora es tres que dé miedo. Puedes comprobarlo
huevos más larga, así que vuelvo a cuando quieras.
enrollarla superdespacito para que Hay cinco chocolatinas en la
caba bien debajo de la Cama. bolsa: una rosa, una azul, una verde
El pastel tarda horas y horas, y dos rojas. Se me pega un poco de
pero esperamos respirando ese olor color en los dedos cuando las pongo
tan bueno hasta que está listo. en el pastel. Se me quedan las
Mientras se enfría preparamos una manos pegajosas de baño y
cosa que se llama el baño, pero que chupeteo hasta la última gota.
no es nada de bañarse, sino azúcar Entonces toca poner las velas,
disuelta en agua. Mamá lo echa por pero resulta que no hay.
encima del pastel. —Otra vez estás gritando —dice
—Ahora puedes ir poniendo las Mamá tapándose los oídos.
chocolatinas, y así yo voy fregando —Es que dijiste que era un
los platos. pastel de cumpleaños, y no es un
—Pero si no hay. pastel de cumpleaños si no hay
—Ajá —dice Mamá, y saca la cinco velas encendidas.
bolsita y la sacude: chas, chas, chas Mamá resopla.
—. Guardé unas cuantas del Gusto —Tendría que haberme
del Domingo de hace tres semanas. explicado mejor. Eso es lo que
—Qué pillina. ¿Y dónde las significan las cinco chocolatinas,
guardaste? significan que tienes cinco años.
Se cierra la boca con cremallera. —No quiero este pastel —odio
—¿Y si alguna vez vuelvo a cuando Mamá se queda callada a
necesitar un escondite? ver si digo algo—. Pastel apestoso.
—¡Dímelo! —Jack, cálmate.

22
Emma Donoghue La habitación

—Tendrías que haber pedido se le cierran, y entonces se pasa un


velas para el Gusto del Domingo. minuto entero sin decir nada.
—Bueno, la semana pasada Cuando era pequeño pensaba que se
necesitábamos calmantes. quedaba sin pilas, igual que le pasó
—¡Yo no los necesitaba, sólo tú! una vez al Reloj y tuvimos que pedir
—grito. una nueva para el Gusto del
Mamá me mira como si yo Domingo.
tuviera una cara nueva que no —¿Lo prometes?
hubiera visto nunca. —Lo prometo —dice abriendo
—Además, acuérdate de que los ojos.
tenemos que elegir cosas que para él Me corta un pedazo enorme y
no sean difíciles de conseguir — cuando no mira pongo las cinco
contesta luego. chocolatinas encima, las dos rojas, la
—Pero él puede conseguirlo rosa, la verde y la azul.
todo. —Ay, ha volado otra más,
—Sí, claro —dice—, si se ¿cómo es posible?
molesta en buscarlo... —Ahora ya nunca lo sabrás, ja,
—¿Por qué se molesta? ja, ja —digo poniendo la voz de
—Quiero decir que a lo mejor Swiper cuando le roba algo a Dora.
hubiera tenido que ir a dos o tres Cojo una de las rojas y la acerco
tiendas, y eso le hubiera puesto de despacio hasta la boca de Mamá,
mal humor. Y si no hubiera que se la coloca entre los dientes de
encontrado esa cosa imposible, delante, que no están tan picados, y
entonces nos habríamos quedado la mordisquea sonriendo.
sin ningún Gusto del Domingo. —Mira —le enseño—, en mi
—Pero, Mamá —me echo a reír pastel hay agujeros donde hace un
—, él no va a las tiendas. Las tiendas momento estaban las chocolatinas.
son Tele. —Parecen cráteres —dice, y
Se muerde el labio. Entonces pone la yema del dedo en uno de
mira el pastel. ellos.
—En fin, lo siento. Pensé que las —¿Qué son cráteres?
chocolatinas servirían. —Son los agujeros que quedan
—Qué tonta es Mamá. cuando ocurre algo. En lugares
—Boba —dice, y se da una donde ha habido un volcán o una
palmada en la cabeza. explosión, por ejemplo.
—Tarugo —digo, pero con voz Pongo la chocolatina verde de
cariñosa—. La semana que viene, nuevo en su cráter y cuento: diez,
cuando cumpla seis, me consigues nueve, ocho, siete, seis, cinco,
velas, ¿vale? cuatro, tres, dos, uno, ¡pum! Se va
—El año que viene —dice volando hasta el Espacio Exterior y
Mamá—. Quieres decir el año que da la vuelta al universo hasta llegar
viene. a mi boca. Mi pastel de cumpleaños
Tiene los ojos cerrados. Siempre es lo más rico que he comido en mi

23
Emma Donoghue La habitación

vida. atraparla ni la ancianita, ni el


Mamá no tiene hambre de ancianito, ni los trilladores, ni los
pastel ahora mismo. La Claraboya segadores, ni nadie. Pero al final la
ha ido chupando toda la luz y ahora muy tonta deja que la zorra la cruce
está casi negra. al otro lado del río y, ¡ñam!, se la
—Hoy es el equinoccio de zampa de un bocado.
primavera —dice Mamá—. Si yo estuviera hecho de pastel,
Recuerdo que lo dijeron por la tele me comería yo mismo antes de que
la mañana en que naciste. Aquel año me zamparan los demás.
todavía quedaba nieve, igual que Rezamos una oración
éste. rapidísima que se hace juntando las
—¿Qué quiere decir equinoccio? manos y con los ojos cerrados. Yo
—Quiere decir que hay las rezo para que Juan el Bautista y el
mismas horas de oscuridad que de Niño Jesús vengan un día a jugar
luz, que el día y la noche duran lo con Dora y con Botas. Mamá reza
mismo. para que el sol derrita la nieve de la
Ya es muy tarde para ver nada Claraboya.
en la Tele, por lo del pastel. El Reloj —¿Puedo tomar un poquito?
dice que son las 08.33. La sudadera —Mañana en cuanto te levantes
amarilla con capucha por poco me —dice Mamá estirándose la
arranca la cabeza cuando Mamá me camiseta para abajo.
la quita. Me pongo la camiseta de —No, ahora.
dormir y me cepillo los dientes Señala el Reloj, que dice las
mientras Mamá ata la bolsa de la 08.57, o sea, que sólo faltan tres
basura y la pone al lado de la Puerta minutos para las nueve. Así que me
con la lista que hemos hecho y que meto corriendo en el Armario y me
he escrito yo. Esta noche dice: «Por acuesto encima de la almohada y me
favor, pasta, lentejas, atún, queso (si envuelvo en la Manta, que es de
no demasiado $), zumo de naranja. felpa gris con ribetes rojos. Estoy
Gracias». justo debajo del dibujo donde salgo
—¿Podemos pedir uvas? Son yo, me había olvidado de que estaba
buenas para nosotros. ahí. Mamá asoma la cabeza.
Al final Mamá pone: «Uvas a —¿Tres besos?
ser posible (o cualquier fruta fresca —No, cinco para el señor Cinco.
o en lata)». Me los da y luego cierra la
—¿Me cuentas un cuento? puerta, que chirría.
—Uno rapidito. ¿Qué tal el de... Aún entra algo de luz por las
GingerJack? rendijas y puedo verme un poco en
Me lo cuenta superrápido y el dibujo: las partes que son como
supergracioso. GingerJack es una Mamá y la nariz, que es sólo mía.
galleta de jengibre que salta del Acaricio el papel, suave como la
horno y echa a correr. Va rodando, seda. Me estiro y toco el Armario
rodando, para que no puedan con la cabeza por un lado y los

24
Emma Donoghue La habitación

talones por el otro. Oigo a Mamá —¿Me duelería?


poniéndose la camiseta y tomando —Si te dolería ¿el qué?
sus matadolores: por la noche —Que me viera.
siempre dos, porque dice que el —No, no. Anda, duérmete ya —
dolor es como el agua, cuando uno me dice Mamá.
se tumba se derrama. Escupe la —Di los Bichos.
Pasta de Dientes. —Buenas noches, dulces
—Nuestro amigo Zack tiene un sueños, que los bichos no piquen a
pack —dice. mi pequeño.
Me pienso una. Los Bichos son invisibles, pero
—Nuestro amigo Zah dice hablo con ellos y algunas veces los
blablablá. cuento; la última vez llegué a
—Nuestro amigo Salvador vive trescientos cuarenta y siete. Oigo el
en el congelador. clic del interruptor y la Lámpara se
—Nuestra amiga Dora fue a la apaga en el mismo segundo. Ruidos
tiendora. de Mamá metiéndose debajo del
—Esa rima tiene trampa —dice Edredón.
Mamá. Algunas noches he visto al Viejo
—¡Jolín! —gruño, igual que Nick a través de las rendijas que hay
Swiper—. Nuestro amigo Niño entre los listones, pero nunca de
Jesús... fue en autobús. cerca todo entero. Tiene un poco de
—Nuestra amiga Bruna le cantó blanco en el pelo, que sobresale
a la luna. menos que las orejas. A lo mejor es
La luna es la cara plateada de que sus ojos pueden convertirme en
Dios, que solamente sale en piedra. Los zombis muerden a los
ocasiones especiales. niños para que no puedan morirse,
Me incorporo un poco para los vampiros les chupan la sangre
pegar la cara a los listones. Veo hasta que parecen de trapo, los
franjas de la Tele apagada, del Váter, ogros los cogen por las piernas y los
de la Bañera, mi dibujo del pulpo devoran a mordiscos. Los gigantes
azul con los bordes ondulados, a pueden ser igual de malos, como
Mamá guardando nuestra ropa en la aquel del cuento que decía: «Vivo o
Cajonera. muerto, haré pan con la harina de
—¿Mamá? sus huesos»;3 pero Jack huyó con la
—¿Mmm?
—¿Por qué estoy escondido 3 Uno de los versos de la estrofa que se
popularizó en distintas versiones
como las chocolatinas?
decimonónicas del cuento infantil Jack
Creo que está sentada en la and the Beanstalk, cuya versión más
Cama. Habla bajito, apenas la oigo. próxima en la tradición castellana sería
—Es que no quiero que te mire. Las habichuelas mágicas. La estrofilla
Incluso cuando eras bebé, siempre recoge las palabras del gigante cuando
Jack (el niño protagonista, de éste como
te envolvía bien con la manta antes
de tantos otros cuentos infantiles de
de que él entrara. raigambre oral) irrumpe en su castillo:

25
Emma Donoghue La habitación

gallina de los huevos de oro y bajó a vez y me dan diecinueve. Tengo que
toda prisa por la mata de haber hecho algo mal, ¿o será que
habichuelas. El Gigante empezó a me ha desaparecido uno? Me
bajar tras él, pero Jack le pidió a mordisqueo el dedo, sólo un
gritos el hacha a su madre, que es poquito, y luego un poquito más.
como nuestros cuchillos sólo que Sigo despierto horas y horas.
más grande. La Mamá estaba —¿Mamá? —susurro—. ¿No va
demasiado asustada para cortar la a venir o sí?
mata ella sola, pero cuando Jack —Parece que no. Anda, vente
llegó al suelo lo hicieron entre los conmigo.
dos y el Gigante quedó hecho puré Me levanto de un salto y abro el
y se le salieron las tripas, ja, ja. A Armario de un empujón, en dos
partir de entonces Jack fue Jack el segundos estoy en la Cama. Debajo
Matagigantes. del Edredón se está supercalentito,
No sé si Mamá se ha dormido tengo que sacar los pies para que no
ya. me ardan. Tomo un montón,
En el Armario siempre procuro primero de la izquierda y después
apretar los ojos con fuerza y de la derecha. No quiero dormirme,
dormirme rápido para no oír llegar porque entonces ya no será mi
al Viejo Nick. Luego me despierto y cumpleaños.
ya es por la mañana, y estoy en la
Cama con Mamá y tomo un poco de
su lechecita y todo es perfecto. Pero Una luz se enciende y se apaga,
esta noche el pastel me hace me hace daño a los ojos. Miro afuera
burbujas en la barriga y no me del Edredón, pero sin abrirlos
puedo dormir. Me cuento los apenas, sólo una rendija. Mamá está
dientes de arriba con la lengua: de de pie al lado de la Lámpara y todo
derecha a izquierda hasta diez, resplandece; luego, clic, oscuro otra
luego los dientes de abajo de vez. Luz de nuevo, dura tres
izquierda a derecha, y entonces otra segundos y después oscuro, luego
vez al revés; tienen que ser diez luz sólo un segundo. Mamá mira
cada vez, y dos veces diez son hacia la Claraboya. Oscuro otra vez.
veinte, que son los dientes que Por las noches hace eso, creo que la
tengo. ayuda a volver a dormirse.
No se oye ningún piii, piii, Espero a que la Lámpara esté
deben de ser mucho más de las apagada de verdad. Susurro en la
nueve. Me cuento los dientes otra oscuridad.
—¿Ya está?
Fee-fi-fo-fum! I smell the blood of an —Perdona, te he despertado —
Englishman? Be he ‘live, or be he dead, / dice.
I’ll grind his bones to make my bread. —No pasa nada.
[¡Diantre! / ¿Huelo a sangre de inglés?
Vuelve a meterse en la Cama.
Vivo o muerto, haré pan con la harina de
sus huesos.] (N. de la T.) Está más fría que yo, le enrollo los

26
Emma Donoghue La habitación

brazos alrededor de la cintura. —¿Qué son santos?


—Gente bendita, personas muy
buenas. Como los ángeles, pero sin
Ya tengo cinco años y un día. alas.
Pene Bobo siempre está Estoy hecho un lío.
levantado por la mañana y tengo —Entonces, ¿cómo es que se
que empujarlo para que se baje. fueron volando del muro?
Cuando nos frotamos las manos —No, eso lo hicieron los
después de hacer pipí, canto la de pajaritos, que sí pueden volar.
«He’s Got the Whole World in His Quería decir que se llaman así por
Hands». Después no se me ocurre San Pedro y San Pablo, dos amigos
ninguna otra canción donde salgan del Niño Jesús.
manos, pero me acuerdo de que la Pensaba que el único amigo era
de los pajaritos se hace con los Juan el Bautista.
dedos. —De hecho, San Pedro estuvo
en la cárcel una vez...
Echa Me echo a reír.
a volar, —Los bebés no van a la cárcel.
Pedro, —No, fue cuando todos eran
echa mayores.
a volar, No sabía que el Niño Jesús se
Pablo. hacía mayor.
—¿San Pedro es malo?
Mis dos dedos van volando por —No, no, lo metieron en la
toda la Habitación y por poco cárcel por equivocación. Mejor
chocan en el aire. dicho, fueron unos policías malos
quienes lo encerraron allí. Bueno, la
Vuelv cuestión es que rezó y rezó para
e, Pedro, salir de allí, y ¿sabes qué? Un ángel
vuelv bajó volando del cielo y echó la
e, Pablo.4 puerta abajo.
—Qué guay —digo. Aunque
—Creo que en realidad son prefiero cuando son pequeños y van
ángeles —dice Mamá. todos por ahí corriendo desnudos.
—¿Eh? Se oye un ruidito raro, como un
—Ah, no, perdón: santos. crec, crec. Por la Claraboya entra
una luz brillante, la nieve oscura
4 Alusión a una canción infantil (Two
little dicky birds sitting on a wall, One prácticamente ha desaparecido.
named Peter, one named Paul. Fly away Mamá mira también hacia arriba.
Peter, fly away Paul, / Come back Peter, Veo que le asoma una sonrisa, creo
come back Paul!) que suele cantarse que la oración ha hecho magia.
acompañada de movimientos con las
—¿Todavía van iguales?
manos que imitan el vuelo de los
pájaros. (N. de la T.) —¿Qué, por el equinoccio? —

27
Emma Donoghue La habitación

dice—. No, la luz ya empieza a Playa —le recuerdo. La exploté sin


ganar, aunque todavía por muy querer cuando la chuté contra la
poco. Alacena con todas mis fuerzas. Yo
Me deja desayunar pastel. quería pedir otra, en vez de unos
Hasta hoy no lo había hecho nunca. estúpidos pantalones.
Se ha puesto más crujiente, pero Mamá dice que podemos
sigue estando bueno. inventarnos una nueva; hacemos
En la Tele están Las mascotas una bola con todas las páginas
maravilla. Se ve con bastante niebla, escritas en las que he estado
y aunque Mamá sigue moviendo el practicando y la metemos en una
Conejo Orejón, la imagen apenas se bolsa de la compra. La estrujamos
aclara. Hago un lazo con la cinta lila hasta darle más o menos forma de
en su oreja de alambre. Ojalá fueran pelota, y entonces le dibujamos una
Los amiguitos del jardín, hace siglos cara de miedo, con tres ojos. La
que no me los encuentro. Aún no Pelota Palabrera no llega tan alto
tenemos el Gusto del Domingo como la Pelota de Playa, pero en las
porque el Viejo Nick no vino paradas cruje un montón. Mamá es
anoche: la verdad es que eso fue lo la que mejor para, aunque a veces le
mejor de mi cumpleaños. Además, duele la muñeca estropeada. Yo soy
lo que le hemos pedido tampoco me el que mejor tira.
hace tanta ilusión: unos pantalones Como he desayunado pastel,
nuevos, porque los negros tienen preparamos las tortitas de los
agujeros en vez de rodillas. Los domingos para comer. No queda
agujeros no me molestan, pero mucha masa, así que salen finitas,
Mamá dice que así parezco un como a mí me gustan. Las doblo y
indigente. Dice que no puede algunas se rompen. Tampoco hay
explicarme esa palabra. mucha jalea, así que la mezclamos
Después del baño juego con la con agua.
ropa. La falda rosa de Mamá esta Un extremo de la mía chorrea,
mañana es una serpiente que se Mamá friega el Suelo con el
pelea con mi calcetín blanco. Estropajo.
—Soy la mejor amiga de Jack. —El corcho está muy gastado
—No, yo soy el mejor amigo de —dice apretando los dientes—,
Jack. ¿cómo se supone que vamos a
—Toma puñetazo. mantenerlo limpio?
—Toma mamporro. —¿Dónde?
—Pues yo te disparo con mi —Aquí, por el roce de los pies.
bomba voladora. Me agacho y miro debajo de la
—Vale, pues yo tengo un Mesa: en el Suelo hay un agujero
transformerbomba jumbo megatrón. por el que se ve una cosa marrón
—Eh —dice Mamá—, ¿jugamos que es más dura que mi uña.
a Portería? —No lo hagas más grande, Jack.
—Ya no tenemos la Pelota de —Si no lo hago, sólo estoy

28
Emma Donoghue La habitación

mirando con el dedo —es como un Mamá está dormidísima.


cráter diminuto. Abro la Nevera, aunque dentro
Movemos la Mesa hasta al lado no hay gran cosa. A los ratones les
de la Bañera, y así podemos tomar gusta el queso, pero no nos queda ni
el sol tumbados en la Alfombra justo gota. Saco el pan, desmenuzo unas
debajo de la Claraboya. Se está migas en un plato y lo pongo en el
supercalentito. Canto «Ain’t No Suelo, donde estaba el Ratón. Me
Sunshine», y Mamá, «Here Comes agacho y me hago pequeñito, y
the Sun», y después elijo «You Are espero otra vez durante horas.
My Sunshine». Entonces me entran De pronto pasa una cosa
ganas de tomar un poco; esta tarde maravillosa: el Ratón asoma la boca,
la izquierda sabe supercremosa. que acaba en punta. Por poco me
La cara amarilla de Dios se pongo a dar saltos, pero no lo hago,
vuelve roja a través de mis me quedo superquieto. Se acerca a
párpados. Cuando los abro, hay las migas y olisquea. Estoy a menos
tanta luz que no puedo mirar. Hago de dos pasos de él, ojalá hubiera
sombras chinescas con los dedos cogido la regla de medir, lo que
encima de la Alfombra, salen pasa es que está guardada en su
pequeñitas y aplastadas. sitio, en el Costurero, debajo de la
Mamá duerme la siesta. Cama, y no quiero moverme para
Oigo un ruidito y me levanto no asustar al Ratón. Observo sus
sin despertarla. Por detrás de la manitas minúsculas, los bigotes, la
Cocina se oye una especie de cola enroscada. Está vivo de verdad,
arañazos diminutos. es el animal vivo más grande que he
Un ser vivo, un animal, pero de visto en mi vida, millones de veces
verdad, no de Tele. Está en el Suelo más grande que las hormigas o la
comiendo algo, a lo mejor una miga Araña.
de tortita. Tiene cola. Pienso qué De repente, ¡patapumba!, un
puede ser, creo que es un ratón. golpe en la Cocina. Doy un grito y
Me acerco más y, zas, piso el plato sin querer. El Ratón se
desaparece debajo de la Cocina. Ya ha ido, ¿dónde está? ¿Lo habrá
casi no lo veo, no sabía que ningún aplastado el libro? Es El libro móvil
animal fuera tan rápido. del aeropuerto. Paso todas las
—Oh, Ratón —digo en un páginas, pero no está. La cinta de
susurro, para no asustarlo. Así es recogida de equipajes se ha rasgado
como se habla con un ratón, sale en y la pestaña ya no se podrá levantar
Alicia. Aunque a ella se le ocurrió más.
hablar de su gata Dina sin darse Mamá pone una cara rara.
cuenta y el ratón se puso nervioso y —Has hecho que se vaya —le
se escabulló. Junto las manos y me grito.
pongo a rezar: «Oh, Ratón, vuelve, Tiene el Recogedor en la mano,
por favor, por favor, por favor...». está juntando los trozos del plato
Espero horas y horas, y nada. roto.

29
Emma Donoghue La habitación

—¿Qué hacía esto en el suelo? —¿Por qué no pedimos un libro


Ahora sólo nos quedan dos platos nuevo para el Gusto del Domingo?
grandes y uno pequeño, mira qué —le digo.
bien. Ella tuerce la boca.
La cocinera de Alicia le lanza —Ya lo hice, hace unas
platos al niño, y una sartén que por semanas; quería que lo tuvieras para
poco le arranca la nariz. el cumpleaños. Pero me dijo que
—A los ratones les gustan las dejáramos de darle la lata, que ya
migas de pan. tenemos toda una estantería de
—¡Pero bueno, Jack! libros.
—Era de verdad, lo he visto. Miro la Estantería, por encima
Arrastra la Cocina para de su cabeza, y pienso que podrían
separarla de la pared: hay una grieta caber cientos de libros más si
pequeña. Mamá coge el rollo de guardáramos las demás cosas
papel de plata y empieza a rellenar debajo de la Cama, al lado de la
de bolas la grieta. Serpiente de Huevos. O encima del
—No, por favor. Armario..., aunque ahí es donde
—Lo siento, pero donde hay viven la Fortaleza y el Laberinto. No
uno hay diez. es fácil pensar dónde está la casa de
Qué matemáticas tan locas. cada cosa. Mamá a veces me dice
Mamá deja el papel de plata y que tenemos que tirar trastos a la
me coge con fuerza por los basura, pero al final siempre
hombros. encuentro un sitio donde ponerlos.
—Si dejamos que se quede, —Por él podríamos pasarnos el
pronto estaremos inundados de día entero viendo la Tele.
crías. Y nos quitarán la comida, Suena divertido.
traerán microbios en sus asquerosas —Entonces se nos pudriría el
patas... cerebro, igual que a él —dice Mamá.
—Podrían comerse mi parte, no Se estira para coger Mi gran libro de
tengo hambre. canciones infantiles. Elijo una en cada
Mamá ni me escucha. Empuja página y Mamá me la lee. Las que
otra vez la Cocina hasta arrimarla a más me gustan son las que tienen
la Pared de la Puerta. algún Jack, como la de «Jack Sprat»
Después utilizamos un trozo de o la de «Little Jack Horner». O la de:
celo para que la página del hangar
se levante mejor en El libro móvil del Jack,
aeropuerto, aunque la cinta de ten
recogida de equipajes no tiene ahínco,
arreglo, está demasiado rasgada. Jack,
Nos acurrucamos en la corre
Mecedora y Mamá me lee Dylan la raudo.
Excavadora tres veces seguidas; eso Jack,
quiere decir que lo siente. salta de

30
Emma Donoghue La habitación

un brinco difíciles en el cartón de la leche para


el ponerme a prueba, como nutricional,
candelabr que significa que alimenta, y
o. pasteurizada, que significa que las
pistolas láser eliminaron los
Creo que quería probar si podía microbios. Quiero más pastel, pero
hacerlo sin quemarse la camisa de Mamá dice que antes algo de
dormir. En la Tele salen pijamas, o remolacha jugosa recién cortada.
camisones para las chicas. Mi Luego como pastel, que ya está un
camiseta de dormir es la más grande poco duro, y Mamá come también,
que tengo, tiene un agujero en el aunque un trocitín de nada.
hombro, por donde me gusta meter Me pongo de pie en la
el dedo y hacerme cosquillas antes Mecedora para coger la Caja de los
de apagarme del todo por la noche. Juegos, que está al final de la
También está la de «Jackie Wackie, Estantería, y esta noche elijo las
budín y pastel», pero cuando Damas, las rojas para mí. Las fichas
aprendí a leer vi que en realidad se parecen un poco a las
habla de Georgie Porgie. Mamá la chocolatinas, pero las he chupado
adaptó para que saliera yo, y eso no un montón de veces y no saben a
es mentir, es hacer como que las nada. Se pegan al tablero con
cosas son de otra manera. Igual que imanes mágicos. A Mamá le gusta el
con la de: Ajedrez, pero cuando jugamos a mí
me da dolor de cabeza.
Jack, A la hora de la Tele pone el
Jack, el planeta de la fauna, donde salen
hijo del unas tortugas enterrando los huevos
gaitero, en la arena. Cuando a Alicia se le
robó estira el cuerpo después de comerse
un cerdo y la seta, la paloma se enfada porque
huyó cree que Alicia es una serpiente
ligero. asquerosa que quiere comerse sus
huevos. Cuando salen las tortugas
En realidad en el libro dice bebé del cascarón es raro, porque las
Tom, pero Jack suena mejor. Robar mamás tortuga ya se han ido. Me
es cuando un chico coge lo que es de pregunto si las mamás se
otro, porque en los libros y en la encuentran alguna vez con sus
Tele todas las personas tienen cosas bebés en el mar, si se conocen o
suyas que son de ellos y de nadie siguen nadando cuando pasan una
más; es un poco complicado. al lado de la otra.
Son las 05.39, así que podemos La fauna se acaba demasiado
cenar. Hoy tocan fideos rápidos. pronto, así que cambio a dos
Mientras están metidos en el agua hombres que sólo llevan pantalones
caliente, Mamá busca palabras cortos y zapatillas de deporte y

31
Emma Donoghue La habitación

chorrean de calor. Encuentra uno de noticias que


—Eh, pegarse es muy feo —les es más difícil todavía.
digo—. El Niño Jesús se va a —Loro —le quita de nuevo la
enfadar. voz.
El de los pantalones cortos —Ah... Con todo el debate
amarillos le atiza al peludo en el ojo. sobre la ordeñanza pisándole los
Mamá se queja, como si le talones a la reforma sanitaria, y sin
doliera a ella. descuidar ni mucho menos las
—¿Tenemos que ver esto? fechas del gobierno...
—Dentro de un minuto entrará —¿Algo más? —Mamá espera
la policía, ni-no, ni-no, ni-no, y —. Bien de nuevo. Pero era
encerrará a estos tipos malos en la ordenanza, no ordeñanza.
cárcel. —¿Qué diferencia hay?
—Verás, en realidad... El boxeo —Ordeñar es sacar la leche a las
es desagradable, pero es un deporte. vacas, por ejemplo, y una
Digamos que es un juego que se ordenanza...
permite cuando llevan esos guantes Doy un bostezo enorme.
especiales. Ahora ya es hora de —Bueno, qué más da —Mamá
parar la tele. sonríe y apaga la Tele.
—Una partida de Loro, que es Odio cuando las imágenes
bueno para el vocabulario. desaparecen y la pantalla se queda
—Vale —se acerca y cambia al gris otra vez. Siempre me dan ganas
planeta del sofá rojo, donde la mujer de llorar, pero dura un segundo
del pelo hinchado que es la jefa hace nada más.
preguntas a las otras personas y Me pongo en el regazo de
cientos de otras personas aplauden. Mamá, los dos sentados en la
Escucho con superatención, está Mecedora con las piernas todas
hablando con un hombre con una enredadas. Ella es el mago
sola pierna, creo que perdió la otra transformado en un calamar
en una guerra. gigante, y yo soy el valiente príncipe
—Loro —grita Mamá, y les JackerJack y al final me escapo. Nos
quita la voz con el botón. hacemos cosquillas y jugamos a
—Imagino que el aspecto más Boing-Boing, y luego proyectamos
conmovedor para todos nuestros sombras llenas de pinchos en la
telespectadores es que haya Pared de la Cama.
soportado usted algo tan patético... Entonces le pregunto por la
—me quedo sin palabras. Liebre Traviesa, que siempre le está
—Buena pronunciación —dice gastando bromas astutas a la
Mamá—. Conmovedor significa Hermana Zorra. Se tumba en medio
triste. del camino y se hace la muerta, y la
—Otra vez. Hermana Zorra la olisquea y dice:
—¿El mismo programa? «Mejor no me la llevo a casa,
—No, uno diferente. apesta...». Mamá me olisquea todo y

32
Emma Donoghue La habitación

pone caras de asco, y yo intento no Espero a que Mamá lo diga,


reírme para que la Hermana Zorra pero nada.
no sepa que en realidad estoy vivo, —Cinco —digo en un susurro.
aunque al final siempre me río. Seguro que Mamá me ha oído,
A la hora de la canción quiero porque se acerca al Armario y dice:
una divertida. Mamá empieza: «Jack» con voz de enfado.
—«Los gusanos rastreros reptan El Viejo Nick se ríe, no sabía
por el suelo...» que supiera.
—«Te comen las tripas como —Así que el monstruito habla.
patatas fritas...» —canto yo. ¿Por qué dice «el monstruito»?
—«Te comen los ojos, te comen —¿Quieres salir y probarte los
los piojos...» vaqueros nuevos?
—«Te comen la roña de los No se lo dice a Mamá, sino a mí.
dedos de los pies...» Empiezo a sentir pum, pum, pum
En la Cama tomo un montón, dentro del pecho.
pero la boca se me duerme. Mamá —Está casi dormido —dice
me lleva al Armario, me arropa con Mamá.
la Manta y me tapa hasta el cuello; No, no lo estoy. Ojalá no
yo tiro y la aflojo otra vez. Mis hubiera susurrado para que me
dedos hacen chucuchú siguiendo el oyera, ojalá no hubiera hecho nada
ribete rojo. de nada.
Piiii, piiii. Es la Puerta. Mamá se Dicen algo más que apenas
pone de pie de un salto y hace un oigo.
ruido, creo que se ha dado un coco —Vale, vale —dice el Viejo Nick
en la cabeza. Cierra bien las puertas —. ¿Puedo comer un trozo?
del Armario. —Está medio reseco. Si de
Entra un aire helado, creo que verdad te apetece...
con un poco de Espacio Exterior, —No, déjalo, tú mandas.
huele superbién. La Puerta se cierra Mamá no dice nada.
de golpe, eso quiere decir que el —Yo sólo soy el chico de los
Viejo Nick ya está dentro. Se me ha recados, el que te saca la basura, el
pasado el sueño. Me pongo de que se patea los pasillos de la ropa
rodillas y miro por las rendijas de de niño, el que trepa a la escalera
los listones, pero lo único que veo es para quitarte el hielo de la
la Cajonera, la Bañera y una curva claraboya... A su servicio, señora.
de la Mesa. Creo que hace sarcasmo, que es
—Parece rico —la voz del Viejo cuando se dice lo contrario de lo que
Nick es superprofunda. se piensa de verdad, con una voz
—Ah, son los restos del pastel muy retorcida.
de cumpleaños —dice Mamá. —Te lo agradezco —Mamá no
—Deberías habérmelo suena igual que siempre—. Así
recordado, podría haberle traído entra mucha más luz.
algo. Cuántos tiene, ¿cuatro? —Vaya, no duele, ¿verdad?

33
Emma Donoghue La habitación

—Perdona. Muchas gracias. que llueve, porque la Claraboya está


—A veces parece que te empañada. Mamá me da un poco
arrancaran una muela —dice el mientras canta muy bajito «Singing
Viejo Nick. in the Rain».
—Y gracias también por la Hoy la derecha no me sabe muy
comida, y por los vaqueros. rica. Al incorporarme me acuerdo.
—De nada, mujer. —¿Por qué no le habías dicho
—Toma, te traeré un plato, a lo que era mi cumpleaños?
mejor por el centro no está tan mal. Mamá deja de sonreír.
Se oyen unos tintineos, creo que —Se supone que cuando él está
le está sirviendo pastel. Mi pastel. aquí, tú estás dormido.
Un minuto después habla, —Pero si se lo hubieras dicho,
aunque poco claro. me habría traído alguna cosa.
—Sí, bastante reseco. —Bueno, eso es lo que dice.
Tiene la boca llena de mi pastel. —¿Qué clase de cosa? —espero
La Lámpara se apaga de golpe, a que me conteste, pero no dice
me hace dar un salto. La oscuridad nada—. Tendrías que habérselo
no me molesta, pero no me gusta recordado.
cuando me sorprende. Me tumbo Mamá estira los brazos por
debajo de la Manta y espero. encima de la cabeza.
Cuando el Viejo Nick hace crujir —No quiero que te traiga cosas.
la Cama, escucho y cuento de cinco —Pero para el Gusto del
en cinco con los dedos: hoy son Domingo...
doscientos diecisiete crujidos. —Eso es distinto, Jack, lo que le
Siempre tengo que contar hasta que pido son cosas que necesitamos —
hace el gemido y para. No sé qué señala la Cajonera; encima hay una
pasaría si dejara de contar, porque tela azul doblada—. Ahí tienes los
siempre cuento. vaqueros nuevos, por cierto.
¿Y las noches en que estoy Va a hacer pis.
dormido? —Podrías pedirle un regalo
No sé, a lo mejor cuenta Mamá. para mí. En toda mi vida no he
Después de doscientos tenido un regalo.
diecisiete todo queda en silencio. —Claro que tuviste un regalo,
Oigo encenderse la Tele. Bah, es te lo di yo, ¿recuerdas? El dibujo.
el planeta de las noticias. Por las —No quiero ese estúpido
rendijas veo que salen tanques, no dibujo —digo llorando.
me parece muy interesante. Meto la Mamá se seca las manos y viene
cabeza debajo de la Manta. Mamá y a abrazarme.
el Viejo Nick hablan un poco, pero —Bueno, bueno...
no los escucho. —Podría...
—No te oigo. Respira hondo.
—Podría...
Me despierto en la Cama y sé —Dime qué te pasa, venga.

34
Emma Donoghue La habitación

—Podría ser un perro. —Sí que existe, y yo lo quiero.


—¿El qué podría ser un perro? —Acabas de inventártelo.
No puedo parar, tengo que —Y también el Ratón, que es mi
hablar mientras lloro. amigo de verdad y tú lo echaste...
—El regalo. Podría ser un perro —Sí, claro —grita Mamá—,
hecho realidad que se llamara para que no te correteara por la cara
Lucky. de noche y te mordiera.
Mamá me seca las lágrimas con Lloro tanto que me entra hipo.
el dorso de la mano. No sabía que el Ratón puede
—Ya sabes que aquí no hay morderme la cara, pensé que eso
sitio. sólo lo hacían los vampiros.
—Sí que hay. Mamá se deja caer encima del
—Los perros necesitan pasear. Edredón y se queda quieta.
—Nosotros paseamos. Me acerco a ella y me tumbo a
—Pero un perro... su lado. Le levanto la camiseta para
—Corremos una carrera tomar un poquito, todo el rato tengo
superlarga cuando hacemos la Pista, que parar a limpiarme la nariz. La
Lucky podría correr a nuestro lado. izquierda está rica, pero no hay
Seguro que iría más rápido que tú. mucho.
—Jack. Con un perro nos Más tarde me pruebo los
volveríamos locos. vaqueros nuevos. Se me caen todo el
—No, de verdad que no. rato. Mamá tira de un hilo que
—Que sí. Aquí encerrados, con asoma.
los ladridos, los arañazos... —No hagas eso.
—Lucky no arañaría nada. —Ya estaba suelto. Pedazo
Mamá pone los ojos en blanco. barato de... —no dice de qué.
Se acerca a la Alacena para sacar los —De tejano —le digo—. De eso
cereales, los vierte en los cuencos sin se hacen los vaqueros, ¿no? —
contarlos ni nada. guardo el hilo en la Alacena, en la
Pongo cara de león rugiente. Tarrina de las Manualidades.
—Por la noche cuando estés Mamá baja el Costurero para
dormida voy a quedarme despierto darles unas puntadas en la cintura.
y sacaré el papel de plata de los Después los vaqueros ya no se me
agujeros para que vuelva el Ratón. caen.
—Vamos, no seas tonto. Apenas paramos en toda la
—No soy tonto, tú eres la tonta, mañana. Primero deshacemos el
tarugo. Barco Pirata que hicimos la semana
—Escucha, entiendo que... pasada y lo convertimos en un
—El Ratón y Lucky son mis Tanque. El Globo hace de conductor;
amigos —otra vez estoy llorando. antes era tan grande como la cabeza
—No existe ningún Lucky — de Mamá, rosado y gordo, pero
Mamá habla con los dientes ahora es pequeño como mi puño,
apretados. sólo que rojo y arrugadito. Inflamos

35
Emma Donoghue La habitación

uno nada más el primer día de cada y damos alaridos: gritamos,


mes, así que no podemos darle un chillamos, aullamos, berreamos,
hermanito al Globo hasta que llegue rugimos lo más fuerte que podemos.
abril. Mamá también juega con el Hoy grito yo más fuerte, porque
Tanque, pero no tanto rato. como ya tengo cinco años se me
Enseguida se cansa de las cosas, están dilatando los pulmones.
porque ella es mayor. Entonces ponemos el dedo
El lunes es uno de los días en delante de los labios y hacemos:
que toca lavar la ropa, así que nos «Chsss». Una vez le pregunté a
metemos en la Bañera con los Mamá qué estábamos escuchando, y
calcetines, la ropa interior, mis me dijo que por si acaso. Por si
pantalones grises salpicados de acaso, ¿qué? Nunca se sabe, me dijo.
ketchup, las sábanas y los trapos de Luego calco un tenedor, y calco
cocina, y los restregamos bien para el Peine, las tapas de algunos botes y
quitarles la suciedad. Mamá sube el las costuras de los lados de mis
Termostato a tope para que la ropa vaqueros. El papel con renglones es
se seque. Saca el Tendedero, que mejor para calcar; en cambio, el
está al lado de la Puerta, lo abre y lo papel higiénico está bien para hacer
pone de pie. Yo le digo que tiene dibujos infinitos. Hoy me dibujo a
que ser fuerte como un caballo para mí primero de rey Jack, y después
aguantar el peso. Me encantaría dibujo un gato, un loro, una iguana,
montarme encima igual que cuando un mapache y a Papá Noel y una
era un bebé, pero ahora soy tan hormiga y a Lucky y a todos mis
enorme que podría romperlo. A amigos de la Tele, en fila uno detrás
veces estaría bien volver a hacerse de otro. Cuando acabo lo enrollo
pequeño y a veces grande, igual que todo otra vez para que podamos
Alicia. Después de escurrir y tender limpiarnos el culito. Cojo un trozo
toda la ropa hace tanto calor que nuevo del rollo siguiente, porque
Mamá y yo nos tenemos que quitar quiero escribirle una carta a Dora.
la camiseta, y hacemos turnos para Le saco punta al Lápiz Rojo con el
meter la cabeza en la Nevera y Cuchillo Afilado; hay que agarrar
refrescarnos. fuerte el Lápiz, porque es tan corto
Para comer hay ensalada de que casi no queda. Escribo
judías, mi segundo plato menos perfectamente, sólo que a veces las
favorito. Después de la siesta, todos letras se me tuercen hacia delante.
los días menos los sábados y los «Cumplí cinco años antes de ayer,
domingos jugamos al Alarido. Nos puedes comerte el último trozo de
aclaramos la garganta y nos pastel pero no tiene velas, adiós,
subimos a la Mesa para estar más besos, Jack.» El papel sólo se rasga
cerca de la Claraboya, cogiéndonos un poquito en el segundo «de».
de las manos para no caernos. —¿Cuándo la recibirá?
Decimos: «Preparados, listos, ya», y —Bueno —dice Mamá—,
entonces abrimos mucho los dientes imagino que tardará unas cuantas

36
Emma Donoghue La habitación

horas en llegar al mar, y luego la sólo era de broma.


corriente la arrastrará a una playa... Llueve toda la tarde, Dios no se
Da risa cómo habla, porque está asoma para nada. Cantamos
chupando un cubito de hielo para «Stormy Weather» e «It’s Raining
calmar la Muela Mala. Las playas y Men», y esa del desierto que echa de
el mar son Tele, pero creo que menos la lluvia.
cuando se manda una carta se De cena hay palitos de pescado
vuelven de verdad un rato. Las y arroz. Me pongo a exprimir el
cacas se hunden y las cartas flotan limón; no uno de verdad, sino de
encima de las olas. plástico. Una vez tuvimos un limón
—¿Y quién la encontrará? de verdad, pero se arrugó
¿Diego? enseguida. Mamá pone un trozo de
—Seguramente. Y entonces se la su palito de pescado debajo de la
llevará a su prima Dora. Planta, en la tierra.
—En su jeep de safari. Zum, Por la noche no hay planeta de
zum, por la jungla. dibujos animados, a lo mejor porque
—Así que yo diría que mañana está oscuro y allí no tienen
por la mañana. Como muy tarde a la lámparas. Esta noche escojo un
hora de comer. programa de cocina. No hacen
El cubito de hielo ya se está comida de verdad, no hay latas. Ella
haciendo pequeño en la cara de y él hablan y se sonríen y preparan
Mamá. una carne con un pastel encima y
—¿A ver? cosas verdes alrededor de otras
Saca la lengua y me lo enseña. cosas verdes en manojos. Luego
—Me parece que yo también cambio al planeta del fitness, donde
tengo una muela mala. se ven muchas máquinas y gente en
—Ay, no, Jack —grita Mamá. ropa interior repitiendo las mismas
—De verdad verdadera. Au, au, cosas una y otra vez. Me parece que
au. viven ahí encerrados. Se acaba
Le cambia la cara. pronto y entonces dan los
—Puedes chupar un cubito de derribadores, que hacen casas de
hielo si quieres, no hace falta que distintas formas y millones de
tengas un dolor de muelas. colores con pintura, no sólo en los
—Qué guay. cuadros, sino por todas partes. Las
—No me des esos sustos. casas son como muchas
No sabía que pudiera asustarla. Habitaciones pegadas unas a otras,
—A lo mejor me duele cuando y las personas de la Tele se quedan
tenga seis años. dentro casi siempre, pero a veces
Mientras saca los cubitos del salen afuera y se ponen al aire libre
Congelador resopla. debajo del sol o de las nubes.
—No se dicen mentiras, o te —¿Y si moviéramos la cama
crecerá la nariz. ahí? —dice Mamá.
No estaba diciendo mentiras, La miro fijamente y luego miro

37
Emma Donoghue La habitación

a donde señala. preguntarle qué es una cornisa, pero


—Ésa es la Pared de la Tele. creo que aún está de mal humor por
—Así es sólo como la llamamos lo de cambiar los muebles de sitio,
nosotros —dice—, pero era un plan absurdo.
probablemente la cama encajaría En el Armario, en lugar de
bien ahí, entre el baño y... dormir me pongo a contar
Tendríamos que mover el armario discusiones. Hemos tenido tres en
un poco más allá. Entonces la tres días: una por las velas, otra por
cajonera estaría justo ahí, en lugar el Ratón y otra por Lucky. Si tener
de la cama, con la tele encima. cinco años significa discutir todos
Digo que no sacudiendo la los días, preferiría tener cuatro otra
cabeza. vez.
—Entonces no la veríamos. —Buenas noches, Habitación —
—Claro que la veríamos, digo muy bajito—. Buenas noches,
estaríamos sentados aquí, en la Lámpara y Globo.
Mecedora. —Buenas noches, cocina —dice
—Mala idea. Mamá—, y buenas noches, mesa.
—De acuerdo, olvídalo —Mamá Me sale una sonrisa.
cruza los brazos y los aprieta. —Buenas noches, Pelota
La mujer de la Tele está Palabrera. Buenas noches, Fortaleza.
llorando porque su casa ahora es Buenas noches, Alfombra. Buenas
amarilla. noches, Dora...
—¿Le gustaba más cuando era —Buenas noches, aire.
marrón? —pregunto. —Buenas noches, ruidos de
—No —dice Mamá—, llora de todas partes.
alegría. —Buenas noches, Jack.
Qué raro. —Buenas noches, Mamá. Y los
—¿Está contentriste, como tú Bichos, no te olvides de los Bichos.
cuando ponen música bonita en la —Buenas noches —dice—,
Tele? dulces sueños, que los bichos no
—No, es que es una idiota. piquen a mi pequeño.
Vamos a apagar ya la tele.
—Cinco minutos más, por
favor... Cuando me despierto, la
Niega con la cabeza. Claraboya me mira muy azul desde
—Haré Loro, verás como ahora el cristal, no queda ya nieve ni en las
me sale mejor —escucho con todas esquinas. Mamá está sentada en su
mis fuerzas a la mujer de la Tele, y silla con la cara entre las manos, eso
digo—: Sueño hecho realidad, tengo quiere decir que le duele. Está
que decirle a mi Darren que esto mirando algo que hay encima de la
supera incluso mis fantasías más Mesa, dos cosas.
delirantes, las cornisas... Me levanto de un salto y lo cojo.
Mamá aprieta el off. Quiero —Es un jeep. ¡Un jeep a control

38
Emma Donoghue La habitación

remoto! de las ruedas. El Mando es quien


Lo levanto en el aire, es rojo, y manda, es el que dice: «Vamos allá,
tan grande como mi mano. El Jeep tortuga. Dos vueltas a esa pata
mando es un rectángulo plateado, de la Mesa, a todo gas. Venga, que
cuando muevo una de las esas ruedas no dejen de girar».
palanquitas con el pulgar, las ruedas A veces el Jeep se cansa; el
del jeep giran, ¡rrrrrrrrrr! Mando hace girar las ruedas hasta
—Un regalo de cumpleaños que rugen, grrrrrrrrrr. Ese Jeep
atrasado. travieso se esconde en el Armario,
Sé quién lo ha traído; ha sido el pero el Mando lo encuentra con sus
Viejo Nick, aunque ella no va a poderes mágicos y le hace ir de atrás
decirlo. hacia delante chocando con los
No quiero comerme los listones.
cereales, pero Mamá dice que en Los martes y los viernes
cuanto termine puedo volver a jugar siempre huelen a vinagre. Mamá
con el Jeep. Me como veintinueve, y restriega debajo de la Mesa con el
después ya no tengo más hambre. trapo que era uno de los pañales
Mamá dice que es un desperdicio, que llevé hasta que cumplí un año.
así que se come el resto. Seguro que está limpiando la tela de
Descubro qué hay que hacer la Araña, pero no me importa
para que el Jeep se mueva sólo con mucho. Después coge la Aspiradora
el Mando. La antena puede hacerse y todo se llena de polvo y de ruido,
larga de verdad o supercortita; es brrrr.
fina y plateada. Una palanca mueve El Jeep se escabulle debajo de la
el Jeep adelante y atrás, la otra para Cama.
un lado y para el otro. Si las empujo —Vuelve, Jeep bonito, chiquitín
las dos a la vez, el Jeep se queda —dice el Mando—. Si fueras un pez
paralizado como si le clavaran un en el río, yo sería el pescador y te
dardo venenoso y dice: «¡Ajjjj!». atraparía con mi red.
Mamá cree que será mejor Pero nada, el Jeep es traviesillo
ponerse con la limpieza, porque es y se queda quieto hasta que el
martes. Mando se echa a dormir la siesta
—Despacito —dice—, recuerda con la antena bajada a tope, y
que puede romperse. entonces el Jeep sale sin que se dé
Eso ya lo sé, cualquier cosa cuenta y va por detrás y le quita las
puede romperse. pilas, ja, ja, ja.
—Y si lo tienes mucho rato Juego con el Jeep y el Mando
encendido, las pilas se gastarán, y todo el día, menos cuando estoy en
no hay otras de repuesto. la Bañera, que tienen que quedarse
Puedo hacer que el Jeep dé la aparcados en la Mesa porque si se
vuelta a toda la Habitación; es fácil, mojan, se oxidan. Cuando hacemos
menos al pasar por el borde de la el Alarido los levanto hasta que casi
Alfombra, porque se enrolla debajo tocan la Claraboya, y el Jeep hace

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brum, brum con las ruedas todo lo cinco pasarían más rápido todavía,
fuerte que puede. pero eso no se puede hacer porque
Mamá se tumba otra vez, se me taponaría la garganta. Una
aguantándose la boca con la mano. vez, cuando tenía cuatro años,
A veces suelta mucho aire: uf, uf, uf. Mamá escribió: «Judías verdes /
—¿Por qué resoplas así? otras verduras congeladas» en la
—Intento controlar el dolor. lista de la compra y yo taché «judías
Me siento a su lado, le aparto el verdes» con el Lápiz Naranja.
pelo de la cara con una caricia; la A ella le hizo gracia. El pan
frente está resbaladiza. Me coge de blandito me lo dejo para el final,
la mano y la aprieta fuerte. porque me gusta metérmelo en la
—No pasa nada. boca como un cojín y que se
Pues no lo parece. deshaga.
—¿Quieres jugar con el Jeep, el —Gracias, Niño Jesús, sobre
Mando y conmigo? todo por el pollo —digo—. Y por
—Luego, a lo mejor. favor, que las judías verdes tarden
—Si juegas y dejas de pensar, ya mucho en volver. Eh, ¿por qué le
no te dolerá. damos las gracias al Niño Jesús y no
Sonríe un poco, pero la a él?
siguiente respiración le sale más —¿Él?
fuerte, como un quejido. Señalo la Puerta con la cabeza.
—Mamá, son casi las seis —le Se pone seria, aunque no he
digo cuando son las 05.57. dicho su nombre.
Así que se levanta a preparar la —¿Por qué deberíamos darle las
cena, aunque ella no come nada. El gracias?
Jeep y el Mando esperan en la —La otra noche tú le diste las
Bañera, porque ahora está seca y es gracias por la comida y por quitar la
su cueva secreta. nieve, y por los pantalones.
—En realidad el Jeep se murió y —No deberías escuchar —a
se fue al Cielo —digo comiéndome veces, cuando está enfadada de
las lonchas de pollo a la velocidad verdad, ni abre la boca para hablar
del rayo. —. Le daba las gracias de mentira.
—Ah, ¿sí? —¿Por qué hacías...?
—Pero entonces por la noche, Me corta.
cuando Dios estaba dormido, el Jeep —Él únicamente trae las cosas.
se escapó a escondidas y bajó por la En realidad no es quien hace que el
mata de habichuelas para venir a trigo crezca en el campo.
verme. —¿Qué campo?
—Qué astuto fue. —No puede hacer que el sol
Me como tres judías verdes y brille, o que llueva, o nada de nada.
tomo un trago grande de leche, y —Pero, Mamá, el pan no sale de
luego me como otras tres; de tres en los campos —se tapa la boca con
tres pasan más rápido. De cinco en fuerza—. ¿Por qué has dicho que...?

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—Debe de ser hora de ver la Cuando estoy en el Armario,


tele —dice rápido. hablamos por las rendijas.
Son vídeos musicales, me —Que Dios bendiga a Jack —
encantan. Mamá hace los dice Mamá.
movimientos conmigo la mayoría de —Que Dios bendiga a Mamá y
las veces, pero esta noche no. Doy haga magia para curarle la Muela.
saltos en la Cama, y al Jeep y al Que Dios bendiga el Jeep y el
Mando les enseño a mover el culito. Mando y los filetes de pollo.
Salen Rihanna, T. I., Lady Gaga y —Que Dios bendiga los libros.
Kanye West. —Que Dios bendiga todas las
—¿Por qué los raperos llevan cosas de aquí dentro y del Espacio
gafas de sol hasta por la noche? —le Exterior y otra vez el Jeep. ¿Mamá?
pregunto a Mamá—. ¿Les duelen los —Sí.
ojos? —¿Dónde vamos cuando nos
—No, sólo quieren parecer dormimos?
elegantes. Y no tener a un montón La oigo bostezar.
de fans que los reconozcan todo el —Nos quedamos aquí mismo.
tiempo por lo famosos que son. —Pero los sueños... —espero a
Me hago un lío. ver si dice algo— ¿son Tele? —sigue
—¿Por qué los fans son sin contestar—. ¿Me meto en la Tele
famosos? para soñar?
—No, las estrellas son famosas. —No. No nos movemos de aquí
—¿Y no quieren? en ningún momento —su voz suena
—Bueno, supongo que sí —dice lejos, lejísimos.
Mamá levantándose a apagar la Tele Acurrucado, toco los botones
—, pero también mantener un poco con los dedos.
su vida privada. —¿No podéis dormir,
Mientras tomo un poquito, botoncitos? —les susurro—. Bueno,
Mamá no me deja meter el Jeep y el tomad un poco —me los pongo en
Mando en la Cama, aunque sean las tetillas para que tomen por
mis amigos. Y luego dice que para turnos. Estoy casi dormido, pero no
dormir tienen que quedarse en la del todo.
Estantería. Piiii, piiii. Es la Puerta.
—Si no, se te clavarán mientras Escucho con todas mis fuerzas.
duermes. El aire frío se mete dentro de la
—No, no se me clavarán, lo Habitación. Si tuviera la cabeza
prometen. fuera del Armario, por la Puerta
—Hagamos una cosa: abierta seguro que podría ver hasta
guardamos el jeep y puedes dormir las estrellas y las naves espaciales y
con el mando, que es más pequeño, los planetas y los extraterrestres
siempre y cuando la antena esté dando vueltas en ovnis. Ojalá, ojalá,
plegada del todo. ¿Trato hecho? ojalá pudiera verlo.
—Trato hecho nunca deshecho. Pum, la Puerta se cierra y el

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Viejo Nick le está diciendo a Mamá enciende el Mando, lo pongo en


que de tal cosa no había y que verde. ¿A que sería divertido que
además no sé qué otra cosa estaba con sus superpoderes las ruedas del
por las nubes. Jeep empezaran a girar encima de la
Me pregunto si ha mirado Estantería? Ja, ja, el Viejo Nick se
encima de la Estantería y ha visto el despertaría y se llevaría una buena
Jeep delante de la Lámpara. Sí, me sorpresa.
lo trajo para mí, pero no creo que Pruebo con la palanca hacia
haya jugado nunca con él. Seguro delante, pero nada. Ostras, me he
que no sabe cómo se encabrita de olvidado de subir la antena. La
pronto cuando le doy al Mando, estiro del todo y pruebo otra vez,
brrrrum. pero el Mando sigue sin funcionar.
Mamá y él hoy hablan sólo un Saco la antena por las rendijas de los
ratito. La Lámpara se apaga, clic, y listones: ella está fuera y al mismo
el Viejo Nick hace crujir la Cama. tiempo yo estoy dentro. Le doy al
Cuento de uno en uno en lugar de botón. Oigo un ruido pequeñísimo,
hacerlo de cinco en cinco, para debe de ser que las ruedas del Jeep
variar, pero empiezo a perder la empiezan a girar, y de repente...
cuenta y cambio otra vez a de cinco PATAPUMBA.
en cinco. Llego a trescientos setenta El Viejo Nick ruge como nunca
y ocho. le había oído; grita algo de Jesús,
Todo en silencio. Creo que el pero no ha sido el Niño Jesús, he
Viejo Nick está dormido. ¿Mamá se sido yo. La Lámpara se enciende, la
apaga también cuando él se apaga, o luz me golpea a través de los
se queda despierta y espera a que se listones, cierro los ojos con fuerza.
vaya? A lo mejor están los dos Me retuerzo para tumbarme boca
apagados y yo sigo encendido, qué arriba y me tapo la cara con la
raro sería. Podría levantarme y salir Manta.
reptando del Armario, ni se darían Está gritando.
cuenta. Podría hacer un dibujo de —¿A qué te crees que estás
los dos en la Cama, por ejemplo. No jugando?
sé si duermen hacia el mismo lado o La voz de Mamá suena
de espaldas. temblorosa.
De pronto se me ocurre algo —¿Qué? ¿Qué pasa? —dice—.
horrible, ¿y si el Viejo Nick está ¿Has tenido una pesadilla?
tomando? ¿Mamá le dejaría tomar Muerdo la Manta, que dentro
un poco o le diría: «Nanay de la de la boca es blanda como un pan
China, esto es sólo para Jack»? gris.
Si tomara, podría empezar a —¿Has intentado algo? ¿Has
hacerse más de verdad. intentado jugármela? —su voz se
Quiero ponerme a saltar y a hace más profunda—. Porque ya te
gritar. lo he dicho antes, allá tú con lo que
Encuentro el botón que haces...

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Emma Donoghue La habitación

—Estaba dormida —Mamá a la Cama. ¿Por qué aún no me ha


habla con una voz finita, como llevado?
aplastada—. Por favor... Mira, mira, Abro las puertas y le escucho la
ha sido ese estúpido jeep, que se ha respiración. Está dormida. No va a
caído rodando de la estantería. estar enfadada mientras duerme, ¿a
El Jeep no es ningún estúpido. que no?
—Lo siento —dice Mamá—. Lo Me deslizo debajo del Edredón.
siento mucho, debería haberlo Me tumbo cerca de Mamá sin
puesto en un sitio de donde no tocarla; a su alrededor todo es calor.
pudiera caerse. De verdad, te juro
que estoy totalmente...
—Vale, vale.
—Mira, vamos a apagar la luz.
—No, déjalo —dice el Viejo
Nick—, yo ya he hecho lo que había
venido a hacer.
Nadie dice nada; cuento un
hipopótamo, dos hipopótamos, tres
hipopótamos...
Piiii, piiii. La Puerta se abre y se
cierra de golpe. Se ha ido.
La Lámpara se apaga de nuevo.
Busco a tientas el Mando en el
fondo del Armario, y descubro algo
terrible. La antena está corta y
afilada, debe de haberse roto entre
los listones.
—Mamá —susurro.
No hay respuesta.
—El Mando se ha roto.
—Duérmete —pone una voz
tan áspera y de miedo que pienso
que no es ella.
Me cuento los dientes cinco
veces; todas las veces me salen
veinte, pero tengo que hacerlo de
nuevo. Aún no me duele ninguno,
pero a lo mejor me duelen cuando
tenga seis años.
Me duermo pero no me doy
cuenta, porque luego me despierto.
Sigo en el Armario, todavía está
oscuro. Mamá aún no me ha llevado

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Emma Donoghue La habitación

—. El jeep me importa un pimiento.


La miro, pestañeando.
—Era mi regalo.
—Me he enfadado contigo
Desmentir porque lo despertaste —dice, con la
voz cada vez más fuerte y rasposa.
—¿Al Jeep?
—Al Viejo Nick.
Doy un brinco, ¡ha dicho su
nombre en voz alta!
—Se asustó.
—¿Se asustó de mí?
—No sabía que eras tú —dice
Mamá—. Pensó que yo lo estaba
Por la mañana, mientras atacando, que lo golpeaba con algo
desayunamos las gachas de avena, en la cabeza.
le veo marcas. Me tapo la boca y la nariz, pero
—Tienes suciedad en el cuello. se me escapan las risas como si
Mamá no dice nada, sólo bebe fueran burbujas.
un poco de agua. La piel se le —No me hace ninguna gracia.
mueve al tragar. De divertido no tiene nada, todo lo
Creo que en realidad no es contrario.
suciedad. Le miro de nuevo el cuello, veo
Tomo un poco de avena, pero las marcas que le ha hecho y ya no
está demasiado caliente y la escupo me río.
otra vez en la cuchara. Creo que ya Las gachas queman todavía, así
sé lo que es. El Viejo Nick le hizo que volvemos a la Cama para
esas marcas en el cuello, aunque no darnos un abrazo.
sé cómo. Intento decirlo pero no Hoy por la mañana está Dora,
sale. Lo intento otra vez. ¡yupi! Va en un bote que por poco se
—Perdón por hacer caer el Jeep choca con un barco, tenemos que
anoche. levantar los brazos y gritar:
Bajo de mi silla y Mamá me deja «Cuidado», aunque Mamá no lo
acurrucarme en su regazo. hace. Los barcos son sólo Tele, y el
—¿Qué intentabas hacer? —me mar también, menos cuando llegan
pregunta, con la voz todavía ronca. nuestras cacas y las cartas. ¿O será
—Enseñarle. que dejan de existir en el momento
—¿Qué quiere decir eso? en que llegan allí? Alicia dice que si
—Quería, quería, quería... está en el mar puede irse a casa por
—Tranquilo, Jack. Cálmate. ferrocarril, que es como antes se
—Pero el Mando se rompió y llamaban los trenes. En la Tele hay
todos os enfadáis conmigo. bosques, y también selvas y
—Escúchame bien —dice Mamá desiertos, calles y rascacielos y

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Emma Donoghue La habitación

coches. Los animales viven en la en realidad es la Cuchara de


Tele, menos las hormigas y la Araña Madera.
y el Ratón, aunque ahora él ya ha Giro todo el cuello para ver
vuelto. Los microbios son de Impresión: sol naciente. Se ve una
verdad, y la sangre. Los niños son barca negra con dos personas
Tele, aunque son bastante parecidos diminutas y más arriba la cara
a mí; mi yo del Espejo tampoco es amarilla de Dios, y encima del agua
de verdad, es sólo una imagen. A una luz naranja borrosa, y cosas
veces me gusta soltarme la coleta y azules, que creo que son los otros
echarme todo el pelo por la cara y botes; es difícil saberlo seguro
asomar la lengua como un gusano, y porque es arte.
luego aparezco mi cara y hago: Para Gimnasia, Mamá quiere
«Buuuu». que hagamos Islas, que es cuando
Como es miércoles nos lavamos yo me pongo de pie en la Cama y
el pelo, hacemos turbantes con la Mamá coloca las almohadas, la
espuma del Lavavajillas. Miro todo Mecedora, las sillas plegadas y la
el cuerpo de Mamá, menos la parte Alfombra dobladita, la Mesa y el
del cuello. Cubo de la Basura en lugares
Me pone un bigote de burbujas, sorpresa. Tengo que visitar cada isla
pero me hace demasiadas cosquillas sin pasar dos veces por la misma. La
y me froto para quitármelo. Mecedora es la más difícil, siempre
—¿Qué tal una barba, entonces? intenta catapultarme hacia abajo.
Me pone todas las burbujas en Mamá nada a mi alrededor porque
la barbilla. es el Monstruo del Lago Ness que
—Jo, jo, jo. ¿Papá Noel es un me quiere comer los pies.
gigante? Cuando me toca a mí elijo
—Eh... Bueno, supongo que es Lucha de Almohadas, pero Mamá
bastante grandullón —dice Mamá. dice que se está empezando a salir
Creo que Papá Noel tiene que la espuma de una de las almohadas,
ser de verdad, porque nos trajo el así que mejor hacemos Karate.
millón de chocolatinas en la caja de Siempre nos saludamos en señal de
la cinta lila. respeto por nuestro rival. Hacemos
—Yo era Jack el Gigante «hu», y «hi-ya» con mucha furia.
Matagigantes, que era un gigante Una vez golpeo con la mano
bueno y encontraba a todos los que demasiado fuerte y le hago daño a
eran malos y les arrancaba la cabeza Mamá en la muñeca que le duele,
de un puñetazo, ¡zas! pero sin querer.
Hacemos tambores distintos Como está cansada, elige que
llenando más los tarros de cristal o juguemos a Ojos Elásticos, que
vaciándolos un poco en cascadas. Yo consiste en tumbarnos uno al lado
convierto uno en un del otro en la Alfombra, con los
transformermarino jumbo megatrón brazos a los lados para caber los
con disparador antigravedad, que dos. Miramos cosas que están lejos,

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Emma Donoghue La habitación

como la Claraboya, y luego cosas Como está de mal humor le dejo


que están cerca, como las narices, que lea El conejito andarín, y luego
tenemos que mirar entre las dos un poco de Alicia. La canción que
rápido, rapidísimo. más me gusta es «Sopa de tortuga»,
Mientras Mamá calienta la apuesto a que no lleva verdura.
comida, conduzco el Jeep por todas Alicia está en un salón lleno de
partes, porque ahora ya no puede ir puertas, hay una muy chiquitita y
solito. El Mando sirve ahora para cuando la abre con la llave de oro ve
parar las cosas: por ejemplo congela un jardín con flores de todos los
a Mamá como si fuera un robot. colores y fuentes de agua fresca,
—Ahora te enciendo —le digo. pero el tamaño de Alicia no acaba
Se pone de nuevo a remover la de ser el correcto. Cuando al final
olla. consigue entrar en el jardín, resulta
—El rancho está listo —dice. que las rosas no son de verdad sino
Sopa de verdura, puaj. Le soplo que están pintadas, y tiene que jugar
burbujas para hacerla más divertida. al croquet con los flamencos y los
No tengo ganas de echar la puercoespines.
siesta, así que me bajo algunos Nos tumbamos encima del
libros. Mamá pone la voz. Edredón. Tomo un montón. Creo
—«¡Aquí está Dylan!» — que si nos quedamos bien calladitos
entonces deja de cantar—. No a lo mejor el Ratón vuelve. Aunque
soporto a Dylan. no, seguro que Mamá ha tapado
Me quedo mirándola. bien todos los agujeros. Ella no es
—Dylan es mi amigo. mala, pero a veces hace maldades.
—Ay, Jack, es que no soporto Cuando nos levantamos damos
este libro, ¿entiendes? No es que el Alarido, y entrechoco las tapas de
Dylan me caiga mal. las sartenes como si fueran platillos.
—¿Por qué no soportas el libro El Alarido dura siglos, porque cada
de Dylan? vez que voy a parar, Mamá aúlla
—Lo he leído demasiadas veces. otra vez, hasta que se queda casi sin
A mí, en cambio, cuando algo voz. Las marcas del cuello se
me gusta, me gusta siempre; como parecen a cuando pinto con jugo de
me pasa con las chocolatinas, que remolacha. Creo que las marcas son
nunca me canso de comerlas. las huellas de los dedos del Viejo
—Podrías leerlo solo —dice. Nick.
Qué tontería, podría leerlos Después juego al Teléfono con
todos yo solo, hasta Alicia, lleno de rollos de papel higiénico, me gusta
todas esas palabras antiguas. cómo resuenan las palabras cuando
—Prefiero que me los leas tú. hablo por uno gordo. Mamá es la
Me mira con ojos duros y que normalmente hace todas las
brillantes. Entonces abre el libro otra voces, pero esta tarde necesita
vez. tumbarse a leer. Es El código Da
—«¡Aquí está Dylan!» Vinci, los ojos de una mujer miran

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Emma Donoghue La habitación

hacia fuera desde la tapa. Se parece —¿Jugamos a Fastidia a tu


a la Mamá del Niño Jesús. Vecino?
Llamo a Botas, a Patricio y al —Dame un minuto —dice. Va al
Niño Jesús y les cuento que tengo Lavabo a lavarse la cara; no sé por
nuevos poderes porque ya tengo qué, porque no la tenía sucia. Ah, a
cinco años. lo mejor es que había microbios.
—Puedo hacerme invisible — Yo la fastidio dos veces y ella
susurro por mi teléfono—. Puedo me fastidia una. Odio perder. Luego
poner la lengua del revés y volar jugamos a la Canasta y a Péscalo, le
como un cohete por el Espacio gano casi todas las partidas. Luego
Exterior. jugamos con las cartas solamente,
Mamá tiene los ojos cerrados, bailando y haciendo peleas y otras
¿cómo puede leer así? cosas. La Jota de Diamantes es mi
Juego al Teclado, que es cuando preferida, y también sus amigas, las
me pongo de pie en la silla al lado otras Jotas, porque es la letra con la
de la Puerta y Mamá me canta los que empieza mi nombre.
números, aunque hoy me los —Mira —digo señalando el
invento yo. Los marco en el Teclado Reloj—, las 05.01. Ya podemos
superrápido, sin equivocarme. Los cenar.
números no hacen pitar la Puerta, Hay un perrito caliente para
pero me gusta el ruidito que se oye cada uno, ñam.
cuando los aprieto. Para ver la Tele me acurruco en
A los Disfraces se juega en la Mecedora; Mamá se sienta en la
silencio. Me pongo la corona de rey, Cama con el Costurero, tiene que
que está hecha de algunos trocitos coger el dobladillo de su vestido
de papel dorado y otros trocitos de marrón con trocitos rosas. Vemos el
papel de plata que tapan el cartón planeta hospital, donde los médicos
de la leche. Me invento una pulsera y las enfermeras hacen agujeros en
para Mamá con dos calcetines las personas para sacarles los
atados, uno blanco y uno verde. microbios. Las personas están
Bajo la Caja de los Juegos de la dormidas, no muertas. Los médicos
Estantería. Mido con la regla: cada no muerden el hilo para cortarlo
ficha de dominó tiene un poco como hace Mamá, sino que usan
menos de tres centímetros, y los puñales superafilados y después
cuadros del tablero casi dos. Hago cosen otra vez a las personas, igual
Pedro y Pablo con los dedos: se que le pasó a Frankenstein.
saludan con una reverencia antes de Cuando vienen los anuncios,
echar a volar, primero uno y luego Mamá me pide que quite la voz.
el otro. Hay un hombre con un casco
Los ojos de Mamá se han amarillo taladrando un agujero en la
abierto otra vez. Le llevo la pulsera calle, se aguanta la frente y pone
de calcetines que le he hecho. Dice una mueca.
que es muy bonita y se la pone. —¿Le duele? —pregunto.

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Emma Donoghue La habitación

Mamá levanta la mirada de la botes—. ¿Sabes qué quiere decir


costura. eso? Pues que seguro que él se mete
—Le debe de doler la cabeza en la Tele —vuelve el planeta
por el ruido del taladro. hospital, pero no le hago ni caso—.
El ruido no lo oímos, porque la El Viejo Nick —le digo, para que no
Tele está sin voz. El hombre de la crea que hablo del hombre del casco
Tele está delante de un lavabo amarillo—. Cuando no está aquí,
tomándose una pastilla de un por el día, ¿sabes qué? Pues se va a
frasco, y después sale sonriendo y la Tele. Ahí es donde consiguió
lanzándole una pelota a un niño. nuestros matadolores, en una
—Mamá, Mamá. tienda, y luego nos los trajo aquí.
—¿Qué? —está haciendo un —Se llaman calmantes —dice
nudo. Mamá mientras se pone de pie—.
—Es nuestro frasco. ¿Estabas Bueno, venga, que ya es hora de
mirando? ¿Estabas mirando al dormir —empieza a cantar «Indicate
hombre al que le dolía la cabeza? the Way to My Abode», pero yo no
—Pues no, la verdad. la sigo.
—El frasco de donde sacó la Me parece que no se da cuenta
pastilla era igualito que el nuestro, de lo alucinante que es mi
el de los matadolores. descubrimiento. No paro de darle
Mamá se queda mirando la vueltas mientras me pongo la
pantalla, pero ahora sale un coche camiseta de dormir y me lavo los
corriendo por una montaña. dientes, y hasta tomo un poquito en
—No, antes —digo—. De la Cama. Aparto la boca.
verdad, tenía nuestro frasco de —¿Cómo es que en la Tele
matadolores. nunca lo vemos? —digo.
—Bueno, a lo mejor era de la Mamá bosteza y se incorpora.
misma clase, pero no era el nuestro. —Siempre que la vemos, él
—¡Que sí! nunca sale, ¿cómo puede ser?
—No, hay muchos iguales. —Porque no está ahí.
—¿Dónde? —Pero el frasco ¿de dónde lo ha
Mamá me mira, luego mira otra sacado?
vez el vestido y estira el dobladillo. —No lo sé.
—Bueno, nuestro frasco está Por cómo lo dice me suena raro.
ahí, en la estantería, y los demás Creo que está disimulando.
están... —no dice nada más. —Seguro que lo sabes. Tú lo
—¿Dentro de la Tele? — sabes todo.
pregunto. —Mira, da igual, la verdad es
Mamá está mirando los hilos y que importa poco.
enrollándolos en los cartoncitos —Pues sí que importa, y a mí
para que quepan bien en el no me da igual —le digo casi
Costurero. gritando.
—¿Sabes qué? —estoy dando —Jack...

48
Emma Donoghue La habitación

¿Jack qué? ¿Qué quiere decir granjas, los bosques, los aviones o
con «Jack»? las ciudades, también son de
Mamá se recuesta en las verdad...
almohadas. —Bah —¿por qué quiere
—Es muy difícil de explicar. engañarme?—. ¿Dónde caberían?
Creo que sí puede explicármelo, —Cabrían, no caberían. Pues ahí
lo que pasa es que no quiere. fuera —dice Mamá—. En el exterior
—Puedes explicármelo, porque —y luego echa atrás la cabeza.
ya tengo cinco años. —¿Fuera de la Pared de la
Vuelve la cara hacia la Puerta. Cama? —digo, y me quedo
—Antes, nuestras pastillas mirándola.
estaban en una tienda, ¿de acuerdo? —Fuera de esta habitación —
Ahí fue donde las consiguió, y luego señala ahora hacia el otro lado, hacia
nos las trajo para el Gusto del la Pared de la Cocina, y luego su
Domingo. dedo dibuja un círculo.
—¿Una tienda que hay en la —¿Las tiendas y los bosques
Tele? —miro la Estantería para van dando vueltas por el Espacio
comprobar que el frasco está ahí—. Exterior?
Pero las pastillas son de verdad... —No. Olvídalo, Jack, no debía
—Es que la tienda también es haber...
de verdad —Mamá se frota un ojo. —Sí que debías —la agarro
—¿Cómo...? fuerte por la rodilla—. Cuéntamelo.
—¡Bueno, vale, vale! —Esta noche no, no doy con las
¿Por qué grita? palabras adecuadas para
—Mira. Lo que vemos en la tele explicártelo.
son..., son imágenes de cosas de Alicia dice que no sabe
verdad. explicarse porque siente que no es
Eso es lo más increíble que he ella misma; por la mañana sabía
oído en toda mi vida. quién era, pero desde entonces ha
Mamá se ha tapado la boca con cambiado varias veces.
la mano. De pronto Mamá se levanta y
—Entonces, ¿Dora es de verdad coge los matadolores de la
verdadera? Estantería, creo que está
Se quita la mano de la boca. comprobando si son los mismos que
—No, perdón. Muchas cosas de los de la Tele, pero veo que abre el
la tele son imágenes de mentira. frasco y se toma uno y después otro.
Dora, por ejemplo, sólo es un Nunca más de dos, ésa es la norma.
dibujo. Pero el resto de la gente, los —¿Mañana encontrarás las
que tienen caras como tú y como yo, palabras?
es gente de verdad. —Son las ocho y cuarenta y
—¿Seres humanos reales? nueve, Jack, ¿puedes irte ya a
Asiente con la cabeza. dormir? —ata la bolsa de la basura y
—Y los lugares, como las la pone al lado de la Puerta.

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Emma Donoghue La habitación

Me tumbo en el Armario, pero viendo la Tele. Al principio la pongo


tengo cero sueño. muy bajito, y cada vez subo un poco
el volumen. Demasiada Tele podría
convertirme en un zombi, pero
Hoy es uno de los días en que Mamá está hoy como un zombi y ni
Mamá está ida. la mira. Dan Bob y sus amigos y Las
No consigue despertarse de mascotas maravilla y Barney. Me
verdad. Está aquí, pero no del todo. levanto para saludarlos a todos y
Se queda en la Cama con las darles una caricia. Barney y sus
almohadas tapándole la cabeza. amigos se dan muchos abrazos, y yo
Pene Bobo está levantado, lo voy corriendo para meterme en
aplasto para que baje. medio, aunque a veces llego
Me como mis cien copos de demasiado tarde. Hoy es de un
cereales y me subo en mi silla para ratoncito mágico que entra por las
fregar el cuenco y la Cuchara noches y convierte en dinero los
Derretida. Cuando cierro el grifo dientes que se les caen a los niños.
todo se queda muy silencioso. No sé Quiero que venga Dora, pero nada.
si el Viejo Nick ha venido esta El jueves es el día de lavar la
noche. No creo, porque la bolsa de ropa, pero yo solo no puedo hacerlo;
la basura está todavía al lado de la además, Mamá sigue tumbada sobre
Puerta... ¿o a lo mejor ha venido y las sábanas.
no se la ha llevado? A lo mejor es Cuando tengo hambre otra vez
que Mamá no está ida, sino que le miro el Reloj, pero sólo son las 09.47.
apretó el cuello aún más fuerte y Los dibujos se han terminado, así
ahora está... que veo fútbol y el planeta donde la
Me acerco mucho y me quedo gente gana premios. La mujer del
escuchando hasta que oigo su pelo inflado está en su sofá rojo
respiración. Estoy casi pegado a hablando con un hombre que antes
Mamá; mi pelo le roza la nariz, y era una estrella del golf. Hay otro
ella se tapa la cara con una mano. planeta donde las mujeres levantan
Me aparto. unos collares y presumen de lo
Yo solo no me baño, me visto y divinos que son. «Imbéciles», dice
nada más. Mamá siempre que ve ese planeta.
Tengo por delante horas y Hoy no dice nada, pero es que no se
horas, cientos. da cuenta de que estoy todo el rato
Mamá se levanta a hacer pis con delante de la Tele y que mi cerebro
la cara como en blanco, no dice empieza a apestar.
nada. Ya le he puesto un vaso de ¿Cómo van a ser de verdad las
agua al lado de la Cama, pero ella se imágenes de la Tele?
mete debajo del Edredón otra vez y Pienso en todas esas cosas
ya está. flotando en círculos en el Espacio
Odio que esté ida, lo único que Exterior, fuera de las paredes: el
me gusta es que me paso todo el día sofá, los collares, el pan y los

50
Emma Donoghue La habitación

matadolores y los aviones, y todos vuelta montado en la Botella de


esos señores y señoras, los Zumo de Ciruelas Pasas y pasa
boxeadores y el hombre con una cerca de la Claraboya. La luz se
sola pierna y la mujer del pelo llena de destellos marrones. El
hinchado, todos flotando por Mando les da miedo porque tiene
encima de la Claraboya. Los saludo una punta afilada, así que lo guardo
con la mano, pero también hay en el Armario y cierro bien las
rascacielos y vacas y barcos y puertas. A todas las cosas les digo
camiones apiñados ahí fuera, y me que no pasa nada, que mañana
pongo a contar todas las cosas que Mamá ya habrá vuelto. Leo yo solito
podrían caerse y chocar con la los cinco libros, de Alicia sólo
Habitación. Me cuesta respirar, así algunos trozos. Me paso casi todo el
que me cuento los dientes: de rato sentado sin hacer nada más.
izquierda a derecha los de arriba, Hoy no doy el Alarido para no
luego de derecha a izquierda los de molestar a Mamá. Supongo que no
abajo, luego hacia atrás; todas las pasa nada porque un día nos lo
veces me salen veinte, pero sigo saltemos.
pensando que estoy contando mal. Luego pongo otra vez la Tele y
Cuando son las 12.04 ya puede muevo el Conejo Orejón, y hace que
ser la hora de comer, así que con los planetas se vean menos
cuidado abro la tapa de una lata de borrosos, pero sólo un poco. Echan
judías blancas cocidas. Si me corto carreras de coches; me gusta porque
en la mano y grito pidiendo ayuda, corren superrápido, aunque cuando
¿Mamá se levantaría? Nunca había han dado cien veces la vuelta al
comido judías blancas frías. Me óvalo ya no es muy interesante. Me
como nueve, y luego ya no tengo entran ganas de despertar a Mamá y
más hambre. Pongo las demás en preguntarle por el Exterior, donde
una tarrina para no desperdiciar los humanos y las cosas de verdad
nada. Algunas se quedan pegadas giran sin parar, pero sé que se
en el fondo de la lata y les pongo enfadaría. O a lo mejor si la
agua. A lo mejor Mamá se levanta zarandeo, no se despierta, así que
luego y las despega. A lo mejor tiene mejor no lo hago. Me acerco mucho,
hambre y dice: «Oh, Jack, estás en le veo la mitad de la cara y el cuello.
todo, qué bien que me hayas Las marcas ahora son moradas.
guardado una tarrina de judías». Voy a darle patadas al Viejo
Mido más cosas con la regla, Nick hasta romperle el culo. Abriré
pero a mí solo me cuesta sumar los la Puerta con mi Mando y me iré
números. La pongo a dar vueltas de zumbando por el Espacio Exterior y
campana y se convierte en una compraré de todo en las tiendas de
acróbata de circo. Juego con el verdad para traérselo a Mamá.
Mando, apunto a Mamá y susurro: Lloro un poco, pero sin ruido.
«Despiértate». Pero nada. El Globo Veo un programa del tiempo y
está muy blando, y va a dar una otro donde unos enemigos han

51
Emma Donoghue La habitación

rodeado un castillo y los buenos pueda abrirla, ¡anda que no se


construyen una barricada para que llevaría un buen susto el Viejo Nick,
la puerta no se abra. Me muerdo el ja ja! «Dejadme entrar —gritaría— o
dedo, Mamá no puede decirme que soplaré y soplaré y vuestra casa
pare. Me pregunto qué trozo del derribaré». La hierba es Tele; el
cerebro se me habrá puesto ya fuego también, pero podría entrar
pegajoso y cuál estará todavía bien. de verdad en la Habitación si
Creo que a lo mejor vomitaré, como caliento las judías blancas y el rojo
cuando tenía tres años y tuve vivo me salta a la manga y me
también diarrea. Y si vomitara quema. Creo que sería bonito verlo,
encima de la Alfombra, ¿cómo la pero sin que pasara en serio. El aire
lavaría yo solo? es de verdad, y el agua de la Bañera
Miro la mancha que hice al y el Lavabo también; la otra no,
nacer. Me agacho a acariciarla y porque los ríos y los lagos están en
noto una especie de calorcito. Es la Tele. La del mar no sé, porque si
rasposa igual que el resto de la estuviera dando vueltas en el
Alfombra, en nada distinta. Exterior creo que lo mojaría todo. La
Mamá nunca ha estado ida más Habitación es de verdad verdadera;
de un día. No sé qué voy a hacer si a lo mejor el Espacio Exterior
mañana me levanto y aún no ha también, sólo que lleva una capa
vuelto. invisible como el príncipe JackerJack
Como tengo hambre, me como del cuento, ¿no? El Niño Jesús es
un plátano aunque esté un poco Tele, menos en el cuadro donde sale
verde. con su Mamá y su primo y su
Dora es un dibujo de la Tele abuela. En cambio Dios es de
pero es mi amiga de verdad, y eso verdad, porque mira por la
no lo entiendo bien. El Jeep sí es de Claraboya con su cara amarilla. Hoy
verdad, porque puedo tocarlo con no, hoy nada más hay gris.
los dedos. Superman es sólo Tele. Me gustaría meterme en la
Los árboles son Tele, en cambio la Cama con Mamá, pero me siento en
Planta es de verdad. Ay, se me ha la Alfombra y apoyo la mano en el
olvidado regarla. La llevo desde la bulto de su pie debajo del Edredón.
Cajonera al Lavabo y lo hago Cuando el brazo se me cansa, lo
enseguida. No sé si se habrá comido dejo caer un rato y luego lo pongo
el trocito de pescado que le dio otra vez. Enrollo el borde de la
Mamá. Alfombra y después dejo que se
Los monopatines son Tele, y las desenrolle de nuevo y caiga, plof.
niñas y los niños también, pero Hago lo mismo cientos de veces.
Mamá dice que son reales... ¿Cómo Cuando se hace oscuro intento
van a ser de verdad, tan planos? comer algunas judías blancas más,
Mamá y yo podríamos hacer una pero son repugnantes. Mejor un
barricada, podríamos empujar la poco de pan con mantequilla de
Cama contra la Puerta para que no cacahuete. Abro el Congelador y

52
Emma Donoghue La habitación

meto la cara; la dejo al lado de las Me quedaré despierto y así lo


bolsas de guisantes, espinacas y las oiré cuando venga.
horribles judías verdes hasta que se No viene, pero me quedo
me duerme todo, incluso los despierto.
párpados. Entonces bajo de un salto
y cierro la puerta y me froto las
mejillas para que se me calienten. La bolsa de la basura está
Las toco con las manos, pero no todavía al lado de la Puerta. Mamá
siento que las mejillas sientan mis se ha levantado antes que yo esta
manos frotándolas, es raro. mañana y la ha desatado para echar
La Claraboya ya está oscura, las judías blancas que ha rascado de
espero que hoy salga la cara la lata. Supongo que significa que si
plateada de Dios. la bolsa está todavía aquí, él no ha
Me pongo la camiseta de venido. Ya van dos noches, ¡yupi!
dormir. Me olfateo, porque como no El viernes es el día del Colchón.
me he bañado no sé si estoy sucio. Lo ponemos de pie, y luego también
En el Armario me tapo con la de lado, para que no le salgan
Manta, pero tengo frío. Se me ha bultos. Pesa tanto que tengo que
olvidado encender el Termostato, es usar todos mis músculos, y cuando
por eso. Acabo de acordarme, pero se desploma en el Suelo me tira
ahora ya es de noche y no se puede. encima de la Alfombra. Veo en el
No he tomado ni una gota en Colchón la marca marrón de cuando
todo el día, me muero de ganas. salí de la barriga de Mamá. Después
Tomaría hasta de la derecha, hacemos una carrera limpiando el
aunque la izquierda es la que me polvo, que son trocitos diminutos
gusta más. Podría dormir con Mamá invisibles de nuestra piel que ya no
y tomar un poco, pero a lo mejor me necesitamos porque nos crece piel
echaría y entonces sería peor. nueva, como a las serpientes. Mamá
¿Y qué pasa si estoy en la Cama se pone a estornudar y le sale un
con Mamá y viene el Viejo Nick? No achís superagudo, igual que a una
sé si ya son las nueve, está estrella de ópera que escuchamos
demasiado oscuro para ver el Reloj. una vez por la Tele.
Me meto debajo del Edredón Hacemos la lista de los
sin hacer ruido, superdespacito para alimentos, y nos cuesta decidirnos
que Mamá no se dé cuenta. con el Gusto del Domingo.
Solamente me quedaré tumbado —Pedimos chucherías, venga...
cerca de ella, y si oigo el piii, piii —digo—. Chocolate no, ¿eh?
puedo volver de un salto al Alguna chuchería que no hayamos
Armario, rápido, rápido. probado nunca.
Y si viene y Mamá no se —Sí, claro, una bien pegajosa,
despierta, ¿se pondrá aún más para que acabes con los dientes
enfadado? ¿Le dejará marcas aún igual que yo, ¿no?
más feas? No me gusta cuando Mamá

53
Emma Donoghue La habitación

hace sarcasmo. Por la noche me despierto en la


A veces leemos frases sueltas de Cama y veo a Mamá haciendo
los libros sin dibujos; hoy cogemos destellos. Lámpara encendida,
La cabaña, donde hay una casa que cuento cinco. Lámpara apagada,
da mucho miedo, toda rodeada de cuento uno. Lámpara encendida,
nieve blanca. cuento dos. Lámpara apagada,
—«Desde entonces —leo—, él y cuento dos. Gimoteo.
yo hemos estado por ahí, como —Sólo un poquito más. Sigue
dicen los críos hoy en día, tomando mirando hacia la claraboya, que está
un café juntos, o un té chai para mí, oscura.
muy caliente y con leche de soga». No hay ninguna bolsa de la
—De maravilla —dice Mamá—, basura al lado de la Puerta, eso
salvo porque soja se pronunciaría quiere decir que él ha estado aquí
como hoja, por ejemplo. mientras yo dormía.
Las personas que salen en los —Mamá, por favor...
libros y la Tele siempre tienen sed: —Un momento nada más.
toman cerveza y zumo y champán, —Me duelen los ojos.
y cafés con leche, y toda clase de Se inclina sobre la Cama y me
líquidos. A veces hacen chinchín con da un beso al lado de la boca, y
los vasos cuando están contentos, luego me tapa la cara con el
pero no para romperlos. Leo la línea Edredón. La luz sigue haciendo
de nuevo y aún no me queda claro. destellos, pero más oscuros.
—¿Quién es él y yo, son los Al cabo de un rato vuelve a la
críos? Cama y me da un poquito para que
—Mmm —dice Mamá mientras vuelva a dormirme.
lee por encima de mi hombro—,
creo que con los críos se refiere a los
niños en general. El sábado Mamá me hace tres
—¿Qué quiere decir en general? trenzas, para cambiar. Es una
—A muchos, muchos niños. sensación rara. Sacudo la cabeza y
Me concentro y los veo, a me dan golpes en la cara.
muchos, muchos niños, jugando Esta mañana no veo el planeta
todos juntos. de los dibujos animados, sino un
—¿Niños humanos de verdad? poco del de jardinería, uno de fitness
Al principio no contesta. y uno de noticias.
—Sí —dice luego, muy bajito. —Mamá, ¿eso es de verdad? —
Así que todo lo que dijo era pregunto de todo lo que veo.
verdad. Y ella dice sí a todo, menos en
Las marcas del cuello aún se un momento de una película donde
ven, me pregunto si algún día se salen hombres lobo y una mujer
borrarán. explota como un globo, porque eso
son efectos especiales, que es como
decir dibujos por ordenador.

54
Emma Donoghue La habitación

Para comer abrimos una lata de —Lo he escuchado millones de


curry de garbanzos acompañados veces.
de arroz. —¿GulliJack en Lilliput?
Me gustaría dar un alarido —Billones.
inmenso, pero los fines de semana —¿Nelson en Robben Island?
no se puede. —El de ese hombre que sale al
Pasamos casi toda la tarde cabo de veintisiete años y llega al
jugando a las Cunitas: sabemos gobierno.
hacer las Velas, los Diamantes, el —¿Ricitos de oro?
Pesebre y las Agujas de Tejer, pero —Ése es de miedo.
con el Escorpión seguimos —Bah, si los osos solamente le
practicando, porque a Mamá los gruñen —dice Mamá.
dedos al final siempre se le quedan —Me da igual.
pegados. —¿La princesa Diana?
Para cenar hay minipizzas, una —Tendría que haber llevado el
entera para cada uno y otra para cinturón de seguridad.
compartir. Luego vemos el planeta —Ves, te los sabes todos —
en el que la gente lleva la ropa llena Mamá da un bufido—. Espera, hay
de volantes y pelucas blancas uno de una sirena...
inmensas. Mamá dice que son de —La sirenita.
verdad, pero que fingen ser —No, otro. Esta sirena está
personas que murieron hace cientos sentada una noche en las rocas,
de años. Algo así como un juego, peinándose la melena, cuando de
aunque no parece muy divertido. repente un pescador se acerca
Apaga la Tele y olfatea el aire. sigilosamente y la atrapa en su red.
—Aún huele al curry de —¿Quiere freírla para la cena?
mediodía. —No, no, se la lleva a su casa,
—Sí, yo también lo huelo. que está en el campo, y ella no tiene
—Estaba rico, pero es horrible más remedio que casarse con él —
cómo se queda el olor. dice Mamá—. El pescador le quita
—El mío también estaba rico — su peine mágico, para que no pueda
le digo. volver nunca más al mar. Así que un
Se ríe. Las marcas del cuello ya tiempo después la sirena tiene un
no se le ven tanto; ahora son bebé...
verdosas y amarillentas. —Que se llama JackerJack —le
—¿Me cuentas un cuento? digo.
—¿Cuál? —Exactamente. Pero cuando el
—Uno que no me hayas pescador se va de pesca, ella busca
contado nunca. por los alrededores de la casita, y un
Mamá me sonríe. día encuentra el lugar donde está
—Creo que a estas alturas ya escondido su peine.
sabes todo lo que yo sé. ¿El conde de —Ajá.
Montecristo? —Y se va corriendo hacia las

55
Emma Donoghue La habitación

rocas, y vuelve al mar. No oigo lo que dice el Viejo


—No... Nick nada más entrar.
Mamá me mira de cerca. —Ah, perdona —dice Mamá—,
—Qué, ¿no te gusta el cuento? hemos comido curry. De hecho me
—No debería haberse ido. preguntaba si hay alguna
—No pasa nada —me seca la posibilidad de... —habla con una
lágrima del ojo con el dedo—. Me he voz muy aguda—. Si sería posible
olvidado de decirte que se lleva al colocar alguna vez un extractor o
bebé, a JackerJack, enrollado en su algo así, no sé.
melena. Y cuando el pescador Él no dice nada. Creo que se
regresa no hay nadie en la casa, y han sentado en la Cama.
nunca más vuelve a verlos. —Tal vez uno pequeñito —dice
—¿Y se ahoga? Mamá.
—¿Quién, el pescador? —Vaya, menuda idea —dice el
—No, JackerJack, debajo del Viejo Nick—. Así conseguiremos
agua. que todos los vecinos empiecen a
—Ah, no te preocupes —dice preguntarse por qué demonios
Mamá—, porque él es medio tritón, estoy preparando un buen plato
¿no te acordabas? Puede respirar en picante en mi taller.
el aire y en el agua, sin problemas — Creo que eso es sarcasmo otra
va a mirar qué dice el Reloj: las vez.
08.27. —Ah, perdona —dice Mamá—,
Estoy siglos tumbado en el no pensé que...
Armario, pero no me entra el sueño. —Claro, ¿y por qué no clavo
Cantamos y recitamos oraciones. una flecha de neón fosforescente en
—Sólo una poesía y ya está, el techo, ya que estamos?
¿vale? —escojo «La casa que Jack Me pregunto cómo es una
construyó», que es la más larga. flecha de neón.
Mamá tiene voz de sueño. —Lo siento, de verdad —dice
—«Aquí está el hombre Mamá—. No había pensado que el
harapiento y sucio de lodo...» olor, que..., que un extractor sería...
—«Que besó a la damisela —No creo que sepas valorar lo
olvidada por todos...» bien montado que lo tienes aquí —
—«Que ordeñaba la vaca del dice el Viejo Nick—, ¿a que no?
cuerno roto...» Mamá no dice nada.
Le robo unos cuantos versos de —Por encima del nivel del
carrerilla: suelo, con luz natural, bomba de
—«Que con el cencerro sacudió calor... Estás mejor que en muchos
al perro que molestó un buen rato al sitios, créeme. Fruta fresca, artículos
gato que con la pata mató la rata...» de perfumería... Necesitas algo,
Piiii, piiii. chasqueas los dedos y ahí lo tienes.
Cierro la boca y la aprieto con Muchas chicas darían las gracias al
todas mis fuerzas. cielo por un tinglado como éste, más

56
Emma Donoghue La habitación

seguro imposible. Sobre todo con el Cama. Cuando voy por noventa y
crío... siete, de repente creo que me he
¿El crío soy yo? saltado uno, así que pierdo la
—No hay que preocuparse por cuenta.
los conductores borrachos —dice el Me quedo despierto,
Viejo Nick—, camellos, pervertidos. escuchando, incluso cuando ya no
Mamá lo interrumpe muy hay nada que oír.
rápido.
—No debería haber pedido un
extractor, ha sido una estupidez por El domingo pasa una cosa
mi parte, todo está perfecto. mientras nos comemos las roscas de
—Vale, no hay problema. la cena. Como parecen de goma las
Durante un ratito nadie dice untamos con sirope y mantequilla
nada. de cacahuete; de pronto Mamá se
Me cuento los dientes, pero me saca la rosca de la boca y veo que
equivoco todo el rato; primero hay algo clavado.
diecinueve, luego veinte, luego otra —Por fin —dice.
vez diecinueve. Me muerdo la Recojo una cosa puntiaguda y
lengua hasta que me duele. amarillenta, con unas manchitas
—Claro que hay rozaduras y marrón oscuro.
rasgones, eso es normal —su voz se —¿Es la Muela Mala?
ha movido, creo que ahora está Mamá dice que sí con la cabeza,
cerca de la Bañera—. Esta junta se tocándose el fondo de la boca.
está cayendo, tendré que lijarla y Qué cosa tan rara.
sellarla de nuevo. Y mira aquí, —Podríamos pegarla de nuevo,
asoma el aislante del suelo. a lo mejor con engrudo.
—Procuramos ir con cuidado — Ella sonríe y niega con la
dice Mamá muy bajito. cabeza.
—Pues no con el cuidado —Estoy contenta de que se me
suficiente. El corcho no aguanta haya caído, a partir de ahora no me
muchos trajines, yo había pensado dolerá.
en un uso más sedentario. Hace un minuto formaba parte
—¿Vienes a la cama? — de su cuerpo, y de repente ya no. Es
pregunta Mamá con esa voz rara, una cosa, nada más.
aguda. —Eh, ¿sabes qué? Si la ponemos
—Deja que me quite los zapatos debajo de una almohada, por la
—hay una especie de gruñido, oigo noche vendrá un ratón invisible y la
que algo se cae al Suelo—. Eres tú la convertirá en dinero.
que empieza a liarme con reformas —No, cariño. Aquí dentro no va
cuando no llevo aquí ni dos así, lo siento —dice Mamá.
minutos... —¿Por qué no?
La Lámpara se apaga. —El Ratoncito Pérez no sabe
El Viejo Nick hace chirriar la que esta habitación existe —sus ojos

57
Emma Donoghue La habitación

miran a través de las paredes. ahora ya no existe.


En el Exterior está todo. Ahora, Estoy tan cansado que voy a
siempre que pienso en algo, por romperme en dos, como al final le
ejemplo en los esquís o los fuegos pasó a Rumpelstiltskin.
artificiales, o las islas, o los —Buenas noches —dice Mamá
ascensores, o los yoyós, tengo que cerrando las puertas del Armario—,
acordarme de que son de verdad, de dulces sueños, que los bichos no
que esas cosas realmente existen en piquen a mi pequeño.
el Exterior, todas juntas. Al final se
me cansa la cabeza. Y las personas
también son de verdad: bomberos, Me parece que aún no me había
maestros, ladrones, bebés, santos, apagado, pero de pronto el Viejo
jugadores de fútbol y de todas clases Nick empieza a chillar.
están realmente en el Exterior. En —Pero las vitaminas... —dice
cambio yo no estoy allí, ni yo ni Mamá.
Mamá, somos los únicos que no —Un robo a mano armada.
estamos allí. Pero nosotros también —¿Quieres que nos pongamos
somos de verdad, ¿no? enfermos?
Después de cenar, Mamá me —Son una estafa monumental
cuenta Hansel y Gretel, Cómo cayó el —dice el Viejo Nick—. Vi una vez
Muro de Berlín y Rumpelstiltskin. Me un reportaje, acaban todas en el
gusta cuando la reina tiene que váter.
adivinar el nombre del hombrecillo, ¿Quién acaba en el Váter?
o si no, él le quitará el bebé. —Es sólo eso, si tuviéramos una
—¿Los cuentos son de verdad? dieta más sana...
—¿Cuáles? —Ya estamos otra vez, siempre
—La madre sirena, Hansel y lloriqueando... —puedo verlo a
Gretel, y todos los demás. través de los listones, está sentado
—Bueno —dice Mamá—, no al en el borde de la Bañera.
pie de la letra. La voz de Mamá se vuelve
—¿Qué...? furiosa.
—Son cuentos de magia, no son —Si te salimos más baratos que
historias de la gente de verdad que un perro. Ni siquiera necesitamos
va por el mundo hoy en día. zapatos.
—Entonces, ¿son de mentira? —No tienes ni idea de cómo
—No, no... Los cuentos son una está el mundo hoy en día. Vaya, ¿de
clase de verdad distinta. dónde crees que va a seguir
Se me queda toda la cara viniendo el dinero?
arrugada por el esfuerzo de Nadie dice nada. Entonces
entender. habla Mamá.
—¿El Muro de Berlín es de —¿Qué quieres decir? ¿El
verdad? dinero en general o...?
—Bueno, había un muro, pero —Seis meses —tiene los brazos

58
Emma Donoghue La habitación

cruzados, unos brazos enormes—. dice a Mamá—, porque desde que


Hace seis meses que me nació no me has dejado que lo vea
despidieron, ¿y acaso ha tenido que como está mandado. ¿Qué pasa, que
preocuparse por algo tu preciosa es un pobre monstruito de feria con
cabecita? dos cabezas o algo así?
También veo a Mamá por las ¿Por qué ha dicho eso? Por poco
rendijas de los listones, casi a su me dan ganas de sacar la cabeza del
lado. Armario, sólo para enseñársela.
—¿Qué pasó? Mamá está ahí, enfrente de los
—Bah, qué más da. listones, distingo el bulto de sus
—¿Estás buscando otro trabajo? omoplatos a través de la camiseta.
Se miran. —Es tímido, nada más.
—¿Tienes deudas? —pregunta —Pues no hay razón para que
Mamá—. ¿Cómo vas a...? sea tímido conmigo —dice el Viejo
—Cierra la boca. Nick—. Jamás le he puesto la mano
No quiero hacerlo, pero me da encima.
tanto miedo que le haga daño otra ¿Por qué iba a ponerme la mano
vez que el ruido se me escapa de la encima?
cabeza. —Le compré un jeep de
El Viejo Nick me está mirando; primera, ¿o no? Conozco a los niños,
da un paso, y otro, y otro, y golpea yo también fui niño una vez. Vamos,
en los listones. Veo la sombra de su Jack.
mano. Ha dicho mi nombre.
—Eh, ¿quién hay ahí dentro? —Ven aquí fuera, que te doy un
Me lo dice a mí. El pecho me chupachús.
hace pum, pum, pum. Me abrazo las ¡Un chupachús!
rodillas y aprieto mucho los dientes. —Anda, vamos a la cama —
Quiero arroparme con la Manta, Mamá habla con una voz extraña.
pero no puedo, no puedo hacer El Viejo Nick suelta una especie
nada de nada... de carcajada.
—Está dormido —eso lo ha —Ya sé yo lo que te hace falta,
dicho Mamá. nena.
—¿Te tiene en el armario todo el ¿Qué le hace falta a Mamá?
día, además de toda la noche? ¿Será alguna cosa de la lista?
Me lo dice a mí. Espero a que —Venga, ven —le dice de
Mamá diga que no, pero no dice nuevo.
nada. —¿Es que tu madre no te
—No me parece muy natural — enseñó nunca modales?
le veo los ojos, son muy pálidos. La Lámpara se apaga.
¿Me ve él a mí? ¿Me estaré Pero Mamá no tiene madre.
convirtiendo en piedra? ¿Y si abre la La Cama chirría mucho cuando
puerta? Creo que me...—. Supongo él se mete.
que debe de tener algún defecto —le Me tapo la cabeza con la Manta

59
Emma Donoghue La habitación

y me aprieto las orejas para no oír. cuando damos el Alarido.


No quiero contar los chirridos, pero —¡Vete, vete, aléjate de él!
lo hago. Vuelvo corriendo al Armario,
me doy un golpe en la cabeza,
¡huyyyyy! Ella no deja de aullar:
Cuando me despierto aún estoy «Aléjate de él».
en el Armario y está completamente —Cállate —dice el Viejo Nick—,
oscuro. cállate —le grita palabras que no
No sé si el Viejo Nick estará consigo oír a través de los aullidos.
todavía aquí. ¿Y el chupachús? Entonces la voz de Mamá se rompe
La norma es quedarme en el —. No hagas ese ruido —le dice él
Armario hasta que Mamá venga a —, sabes que odio ese ruido.
buscarme. Mamá hace «mmmmmmm» en
Me pregunto de qué color es el lugar de hablar con palabras. Me
chupachús. ¿En la oscuridad se ven aguanto la cabeza donde me he
los colores? dado el coscorrón, me la envuelvo
Intento dormirme de nuevo, con las dos manos.
pero parece que ya me he —Eres un caso perdido, ¿lo
despertado del todo. sabes?
Podría asomar la cabeza sólo Se oye un golpe.
para... —Puedo estar callada —dice
Empujo las puertas despacito Mamá, ahora casi susurrando; oigo
de verdad, sin nada de ruido. Lo que la respiración se le ha puesto
único que oigo es el zumbido de la rasposa—. Ya sabes lo callada que
Nevera. Me pongo de pie, avanzo puedo estar. Siempre que dejes al
un paso, dos pasos, tres. Me golpeo niño en paz. Es lo único que te pido.
el dedo del pie con algo, auuuuuu. El Viejo Nick resopla.
Me agacho a cogerlo, es un zapato, —Cada vez que abro la puerta
un zapato gigante. Miro hacia la me pides algo.
Cama y ahí está el Viejo Nick; su —Todo es para Jack.
cara parece hecha de roca. Estiro un —Sí, claro. Pues bueno, no
dedo, no para tocarlo, sólo me olvides de dónde vino.
acerco un poco. Escucho con todas mis fuerzas,
Los ojos se abren de repente, pero Mamá no dice nada más.
blancos completamente. Doy un Ruidos. ¿Está recogiendo su
salto hacia atrás, dejo caer el zapato. ropa? Los zapatos, creo que se está
Creo que a lo mejor se pone a gritar, poniendo los zapatos.
pero sonríe enseñando unos dientes Cuando se va ya no me vuelvo a
enormes y brillantes. dormir. Paso toda la noche
—Eh, hijito —dice. despierto en el Armario. Espero
No sé qué quiere... cientos de horas, pero Mamá no
De pronto Mamá grita como viene a buscarme.
nunca la he oído gritar, ni siquiera

60
Emma Donoghue La habitación

perdido su empleo. Y eso no es una


Estoy mirando el Techo cuando buena noticia —dice Mamá bajito.
de repente se levanta y el cielo se Pensaba que sólo podían
precipita dentro, y los cohetes y las perderse las cosas, como una de las
vacas y los árboles empiezan a seis chinchetas que teníamos. Todo
estrellarse contra mi cabeza... debe de ser distinto en el Exterior.
No, estoy en la Cama. Por la —¿Por qué dijo que no olvides
Claraboya empieza a gotear la de dónde vine?
claridad, debe de ser por la mañana. —Anda, olvídate de eso un
—Sólo ha sido un mal sueño — minuto, ¿de acuerdo?
dice Mamá acariciándome la mejilla. Cuento sin voz: un hipopótamo,
Tomo un poco de la izquierda, dos hipopótamos, y durante los
que es la más rica, pero no mucho. sesenta segundos las preguntas no
Entonces me acuerdo y me paran de dar saltos en mi cabeza.
retuerzo en la Cama para ver si tiene Mamá se está sirviendo un vaso
marcas nuevas en el cuerpo; no veo de leche; no sirve uno para mí. Mira
ninguna. dentro de la Nevera, la luz no se
—Siento haber salido del enciende, qué raro. Cierra la puerta
Armario en plena noche. otra vez.
—Ya lo sé —dice. Ya ha pasado el minuto.
¿Eso es lo mismo que perdonar? —¿Por qué dijo que no olvides
Me voy acordando de más cosas. de dónde vine? ¿Es que no vine del
—¿Qué es un monstruito de Cielo?
feria? Mamá le da al interruptor de la
—Ay, Jack. Lámpara, pero la luz tampoco se
—¿Por qué preguntó si tenía enciende.
algún defecto? —Se refería a... a quién
Mamá gimotea. perteneces.
—No tienes ningún defecto, —A ti.
estás estupendo de pies a cabeza. Me regala una sonrisa
Me da un beso en la nariz. chiquitita.
—Pero ¿por qué lo dijo? —¿La bombilla de la Lámpara
—Sólo intenta volverme loca. está fundida?
—¿Por qué? —No creo que sea eso —le da
—¿A que a ti te gusta jugar con un escalofrío; se acerca al
coches y globos y todo eso? Bueno, Termostato.
pues a él le gusta jugar con mi —¿Por qué dijo que no lo
cabeza —se da unos golpecitos con olvidaras?
la mano. —Bueno, porque lo que pasa es
Yo no sé jugar con las cabezas. que entiende todo al revés, cree que
—¿Despedido es cuando dices tú eres suyo.
adiós a alguien? ¡Ja!
—No, quiere decir que ha —Es un tarugo.

61
Emma Donoghue La habitación

Mamá mira el Termostato. todas las judías verdes que hay en el


—La luz está cortada. Congelador, ¿por qué corta tantas?
—¿Y eso qué es? Entonces me acuerdo de la
—Que ahora mismo nada tiene parte buena de anoche.
electricidad. —Eh, Mamá, ¿y el chupachús?
—Hoy parece un día un poco —Está en la basura —dice sin
raro, ¿no? dejar de cortar.
Tomamos los cereales y nos ¿Por qué lo puso ahí el Viejo
cepillamos los dientes, nos vestimos Nick? Voy corriendo, piso el pedal y
y regamos la Planta. Intentamos la tapa se levanta, poing, pero el
llenar la Bañera, pero después del chupachús no lo veo. Empiezo a
principio el agua sale heladísima, buscar a tientas entre las cáscaras de
así que nada más nos frotamos un naranja, el arroz, el estofado y el
poco con los trapos. La luz que entra plástico.
hoy por la Claraboya es un poco Mamá me coge de los hombros.
más brillante, aunque no mucho. La —Déjalo.
Tele tampoco funciona, echo de —Es mi chuche del Gusto del
menos a mis amigos. Me invento Domingo —le digo.
que aparecen en la pantalla, los toco —Es una porquería.
con los dedos. Mamá dice que nos —No, no lo es.
pongamos otra camisa y otros —No le habrá costado más de
pantalones para estar más cincuenta centavos. Se está riendo
calentitos, y hasta dos calcetines en de ti.
cada pie. Corremos por la Pista —Nunca he comido un
durante kilómetros y kilómetros y chupachús —me libero de sus
kilómetros para entrar en calor, y manos.
luego Mamá deja que me quite los No se puede calentar nada en la
calcetines de fuera, porque tengo los Cocina porque la luz está cortada,
dedos de los pies apretujados. así que la comida son judías verdes
—Me duelen los oídos —le medio congeladas y resbalosas, que
digo. Se le arquean las cejas—. Hay saben aún más repugnantes que las
demasiado silencio dentro. judías verdes cocidas. Tenemos que
—Ah, eso es porque no oyes comérnoslas, porque si no, se
todos los ruiditos a los que estamos derretirán y se pudrirán. A mí no
acostumbrados, como el del aire me importaría, pero no hay que
caliente de la bomba o el zumbido desperdiciar la comida.
de la nevera. —¿Te apetece El conejito
Juego con la Muela Mala, la andarín? —me pregunta Mamá
escondo en sitios diferentes, como cuando acabamos de lavar los platos
debajo de la Cajonera, o en el arroz, con todo el frío.
o detrás del Lavavajillas. Intento Digo que no con la cabeza.
olvidarme de dónde está, y así me —¿Cuándo va a volver la luz?
da sorpresas. Mamá está cortando —No lo sé, lo siento.

62
Emma Donoghue La habitación

Nos metemos en la Cama para dormida con los ojos abiertos.


calentarnos. Mamá se levanta toda Intenta otra vez encender la
la ropa y tomo un montón, de la Lámpara, pero otra vez se queda
izquierda y luego de la derecha. apagada. Mamá dice que la dejará
—¿Y si la Habitación se va conectada, para que nos demos
quedando cada vez más fría? cuenta en cuanto vuelva la luz.
—Bah, eso no va a suceder. —¿Y si vuelve en mitad de la
Dentro de tres días ya estaremos en noche y nos despierta?
abril —dice Mamá, y me abraza en —No creo que vaya a ser en
cucharita—. Fuera no puede hacer mitad de la noche.
tanto frío. Jugamos a los Bolos con la
Dormitamos, aunque yo casi Pelota Saltarina y la Pelota
nada. Espero a que Mamá respire Palabrera, derribando los frascos de
profundo y entonces me escabullo y vitaminas a los que les pusimos
voy a rebuscar otra vez en la basura. cabezas diferentes cuando tenía
Encuentro el chupachús casi en cuatro años: una de dragón, otra de
el fondo, es una bola roja. Me lavo extraterrestre, otra de princesa y
las manos y también lavo el otra de cocodrilo. Gano casi todas
chupachús, porque está pegajoso de las veces. Practico mis sumas y
los restos asquerosos del estofado. restas, y también hago secuencias,
Quito el plástico y chupo, chupo, multiplicaciones y divisiones, y
chupo. Es lo más dulce que he además escribo los números más
probado en toda mi vida. Me largos que existen. Mamá me cose
pregunto si todo sabe así en el dos nuevas marionetas con
Exterior. calcetines pequeños de cuando era
Si me fuera corriendo, me bebé; las bocas las hace de puntadas
convertiría en una silla y Mamá no y los ojos de botones todos distintos.
sabría en cuál. O me haría invisible Sé coser, pero no me parece muy
y me pegaría a la Claraboya, y ella divertido. Ojalá me acordara de
vería a través de mi cuerpo. O me cuando era bebé.
convertiría en una mota diminuta Le escribo una carta a Bob
de polvo que subiría por su nariz y Esponja y por detrás le pongo un
saldría en un estornudo. dibujo donde salimos Mamá y yo
Mamá tiene los ojos abiertos. bailando para no tener frío. Jugamos
Me saco el chupachús de la boca a Burro, a Memoria y a Péscalo;
y lo escondo detrás de la espalda. Mamá quiere jugar al Ajedrez, pero
Mamá vuelve a cerrarlos. a mí me ablanda el cerebro, así que
Paso horas chupando, creo que me dice «Bueno, pues entonces a las
me mareo un poco. Al final sólo Damas».
queda el palo y lo tiro a la basura. Los dedos se me quedan tan
Cuando Mamá se levanta no tiesos que me los meto en la boca
dice nada del chupachús; a lo mejor para calentármelos. Mamá dice que
no lo ha visto, a lo mejor estaba aún así se propagan los microbios y me

63
Emma Donoghue La habitación

hace ir a lavármelos otra vez con —Seguramente para entonces


agua congelada. ya habrá vuelto la luz.
Hacemos un montón de bolitas —¡Yupi! —digo.
de pasta de harina para un collar, —Y aunque no vuelva, él no
pero no podemos pasarlas por el puede impedir que salga el sol.
hilo hasta que todas estén secas y ¿El Viejo Nick?
duras. Hacemos naves espaciales —¿Por qué iba a impedir que
con cajas y tarrinas, aunque ya casi salga el sol?
no queda celo. —He dicho que no puede —
—Ah, por qué no —dice Mamá, Mamá me abraza fuerte y dice—: Lo
y gasta el último trozo. siento.
La Claraboya se está quedando —¿Por qué lo sientes?
oscura. Mamá resopla.
Para cenar hay un queso —Es culpa mía, le hice enfadar.
cubierto de gotitas que parecen de La miro a la cara, aunque
sudor y un brócoli derretido. Mamá apenas la veo.
dice que tengo que comer o aún —No soporta que me ponga a
tendré más frío. gritar, hacía años que no me pasaba.
Se toma dos matadolores con Ahora quiere castigarnos.
un trago grande de agua, para que Siento que el pecho me
bajen. martillea superfuerte.
—¿Por qué aún te duele, si la —¿Y cómo va a castigarnos?
Muela Mala ya está fuera? —No, quiero decir que ya lo
—Supongo que ahora siento está haciendo. Cortando la luz.
más las otras. —Ah, pero eso no es malo.
Nos ponemos las camisetas de Mamá se echa a reír.
dormir, pero enseguida nos —¿Cómo que no? Nos estamos
ponemos la ropa encima otra vez. helando, estamos comiendo
Mamá empieza a cantar una verduras babosas...
canción. —Sí, pero pensaba que nos iba a
—«El otro lado de la castigar también a nosotros —trato
montaña...» de imaginar cómo—. Si por ejemplo
—«El otro lado de la hubiera dos Habitaciones, y me
montaña...» —canto yo también. pusiera a mí en una y a ti en la otra.
—«El otro lado de la —Jack, eres maravilloso.
montaña...» —¿Por qué soy maravilloso?
—«Era todo lo que podía ver.» —No sé —dice Mamá—,
Luego canto la de los noventa y porque se te ocurren cosas como
nueve elefantes que se balanceaban, ésa.
y llego hasta setenta sin parar. Nos abrazamos en cucharita
Mamá se tapa las orejas con las más fuerte aún.
manos y me pregunta si podemos —No me gusta la oscuridad —
acabarla mañana. le digo.

64
Emma Donoghue La habitación

—Bueno, ahora es hora de los campos, en el Exterior.


dormir, así que iba a oscurecer de —Ya, pero ¿quién nos la trae?
todos modos. Ah.
—Supongo. Mamá se levanta, dice que es
—Nosotros nos conocemos sin buena señal que los grifos sigan
vernos, ¿a que sí? funcionando.
—Sí. —Podría haber cortado también
—Buenas noches, dulces el agua, y no lo ha hecho.
sueños, que los bichos no piquen a No sé de qué es una buena
mi pequeño. señal.
—¿No tengo que irme al Para desayunar hay una rosca,
Armario? pero fría, parece de goma.
—Esta noche no —dice Mamá. —¿Qué pasa si no vuelve a
darle a la luz?
—Seguro que lo hará. A lo
Nos despertamos y el aire está mejor hoy mismo, más tarde.
aún más helador. El Reloj dice que A cada rato pruebo a encender
son las 07.09; va con una pila, que es la Tele. Sólo una caja gris y muda en
una electricidad pequeñita dentro la que veo el reflejo de mi cara,
de su barriga. aunque no tan bien como en el
Mamá no para de bostezar, Espejo.
porque ha pasado la noche Hacemos todos los ejercicios de
despierta. Gimnasia que se nos ocurren para
Me duele la barriga, Mamá dice entrar en calor. Karate, Islas, Simón
que a lo mejor es por las verduras Dice y el Trampolín. Jugamos a la
crudas. Quiero un matadolores del Rayuela, donde tenemos que saltar
bote, pero sólo me da medio. de una plancha de corcho a otra sin
Aunque espero mucho rato, no noto pisar nunca las rayas ni caernos.
nada diferente en la barriga. Mamá escoge luego la Gallinita
La Claraboya brilla cada vez Ciega, se venda los ojos con mis
más. pantalones de camuflaje. Me
—Qué bien que anoche no vino escondo debajo de la Cama al lado
—le digo a Mamá—. Creo que ya no de la Serpiente de Huevos y ni
va a venir nunca más. Sería siquiera respiro, pegado al Suelo
superguay. como la página de un libro, y tarda
—Jack —arruga un poco la cientos de horas en encontrarme.
frente—. Piénsalo bien. Después me toca a mí y escojo
—Ya lo he pensado. Rappel: Mamá me agarra de las
—Quiero decir que pienses en manos y yo le trepo por las piernas
lo que pasaría. ¿De dónde viene hasta que tengo más altos los pies
nuestra comida? que la cabeza, y entonces me quedo
Ésta me la sé. colgando boca abajo, las trenzas se
—Del Niño Jesús, que está en me meten en la cara y me da risa.

65
Emma Donoghue La habitación

Doy una voltereta para ponerme tenemos que meterlo todo rápido en
otra vez de pie. Quiero hacerlo la Caja, antes de que llegue el
muchas, muchas veces, pero a diluvio gigante. Veo que Mamá ha
Mamá le duele la muñeca. dejado de jugar, ha puesto la cara
Luego estamos cansados. entre las manos, como si le pesara.
Hacemos un móvil con un Doy un mordisco a la manzana.
espagueti largo atándole cosas con —¿Te duelen las otras muelas?
hilos: unos dibujos pequeñitos Me mira a través de los dedos,
donde salgo yo todo de color los ojos parecen más enormes.
naranja y Mamá toda verde, papel —¿Cuáles?
de plata retorcido, flecos de papel Mamá se pone de pie tan de
higiénico. Mamá cuelga el hilo del repente que por poco me doy un
Techo con la última chincheta del susto. Se sienta en la Mecedora y
Costurero, y cuando soplamos con estira los brazos.
fuerza desde abajo el espagueti se —Ven aquí. Tengo que contarte
balancea con todos los colgantes. una historia.
Tengo hambre, así que Mamá —¿Una nueva?
dice que podemos comernos la —Sí.
última manzana. —Súper.
¿Y si el Viejo Nick no trae más Espera hasta que me tiene bien
manzanas? envuelto en sus brazos. Mordisqueo
—¿Por qué sigue la segunda cara de la manzana, para
castigándonos? —pregunto. que me dure.
Mamá tuerce la boca. —¿Te acuerdas de que Alicia no
—Cree que porque la habitación siempre había estado en el País de
le pertenece, nosotros también le las Maravillas?
pertenecemos. Jo, qué trampa, ésta ya me la sé.
—¿Y eso? —Sí, se mete en la casa del
—Bueno, porque fue él quien la Conejo Blanco y se hace tan grande
construyó. que tiene que sacar un brazo por la
Qué raro, yo pensaba que la ventana y un pie por la chimenea, y
Habitación existía y ya está. hace caer al Lagarto Bill, ¡catapum!
—¿No fue Dios quien hizo Ese trozo es divertido.
todas las cosas? —Ya, pero antes, ¿te acuerdas
Mamá no dice nada durante un de que estaba tumbada en la hierba?
momento, y luego me acaricia el —Y entonces se cayó por el
cuello. agujero y resbaló cuatro mil millas,
—Al menos él hizo todas las pero no se hizo daño.
cosas buenas. —Bueno, pues yo soy como
Jugamos al Arca de Noé encima Alicia —dice Mamá.
de la Mesa. Hay que poner en fila Me da la risa.
todas las cosas: el Peine, el Platito, la —Qué va. Ella es una niña
Espátula, los libros, el Jeep, y luego pequeña con una cabeza enorme,

66
Emma Donoghue La habitación

más grande incluso que la de Dora. —¿Qué hay de comer?


Mamá se muerde el labio hasta Mamá no sonríe.
que se le pone morado. —Te estoy hablando de tu
—Sí, pero yo también soy de familia.
otro lugar, igual que ella. Hace Digo que no con la cabeza.
mucho tiempo, yo estaba... —Sólo porque nunca los hayas
—Arriba, en el Cielo. visto no significa que no existan. En
Me pone un dedo en la boca la Tierra hay muchas más cosas de
para hacerme callar. las que puedas imaginar.
—Bajé del cielo y era una niña —¿Queda algo de queso que no
como tú, que vivía con mi madre y esté sudado?
con mi padre. —Jack, esto es importante. Yo
Meneo la cabeza. vivía en una casa con mi mamá, mi
—Tú eres la madre. papá y Paul.
—Sí, pero yo también tenía una Tendré que seguirle el juego
madre, y también la llamaba Mamá para que no se enfade.
—dice—. Todavía la tengo. —¿Una casa en la Tele?
¿Por qué dice estas cosas? ¿Será —No, fuera.
de broma, un juego que no conozco? Qué tontería, Mamá nunca ha
—Ella es... Supongo que podrías estado fuera, en el Exterior.
llamarla «abuela». —Pero sí, se parecía a esas casas
Como la Grandma de Dora. que salen en la tele. Una casa en las
Santa Ana en el cuadro en el que la afueras de una ciudad, con un patio
Virgen María está sentada en su trasero y una hamaca.
regazo. Me estoy comiendo el —¿Qué es una hamaca?
corazón, ya casi no queda nada. Lo Mamá coge el Lápiz de la
dejo encima de la Mesa. Estantería y dibuja dos árboles, y
—¿Tú creciste en su barriga? luego cuerdas anudadas entre uno y
—Bueno..., en realidad no, fui otro, y una persona tumbada en las
adoptada. Ella y mi papá, a quien tú cuerdas.
llamarías «abuelo», y también —¿Es un pirata?
tenía..., tengo un hermano mayor, —Soy yo, meciéndome en la
que se llama Paul. hamaca —mueve el papel de un
Sacudo la cabeza. lado a otro, está muy emocionada—.
—¿Como el de los Beatles? Y yo iba al parque con Paul, nos
—No, ése es otro. montábamos en los columpios y
¿Cómo va a haber dos? tomábamos helados. Tu abuela y tu
—Tendrías que llamarlo tío abuelo nos llevaban en coche de
Paul. excursión, al zoo y a la playa. Yo era
Cuántos nombres, tengo la su chiquitina.
cabeza llena. En cambio la barriga —Anda ya.
sigue aún vacía, como si la manzana Mamá arruga el dibujo y lo hace
no estuviera ahí. una bola. La Mesa está mojada; el

67
Emma Donoghue La habitación

tablero blanco parece brillante. pegajoso. Mientras me lo como,


—No llores —digo. Mamá se queda sentada a mi lado,
—No puedo evitarlo —se sin comer.
restriega las lágrimas por la cara. —Ya sé que todo esto es difícil
—¿Por qué no puedes evitarlo? de digerir —dice al cabo de un rato.
—Ojalá pudiera describir mejor ¿El sándwich?
cómo era todo. Lo echo de menos. De postre nos comemos una
—¿Echas de menos la hamaca? tarrina de mandarinas entre los dos;
—Todo. Estar fuera. yo cojo los trozos grandes, porque
La cojo de la mano. Quiere que ella prefiere los pequeños.
me lo crea y por eso lo intento, pero —No te mentiría con una cosa
me duele la cabeza. así —dice Mamá mientras
—¿De verdad viviste en la Tele? chuperreteo el zumo—. No te lo he
—Ya te lo he dicho, no es la tele, podido explicar antes porque eras
es el mundo real. No te imaginas lo demasiado pequeño para
grande que es. entenderlo, así que supongo que era
Despliega los brazos, señala una especie de mentira. Pero ahora
todas las paredes. tienes cinco años y creo que puedes
—Esta habitación es sólo una entenderlo.
parte apestosa y diminuta del Niego con la cabeza.
mundo. —Lo que estoy haciendo ahora
—La Habitación no es apestosa es lo contrario de mentir. Algo así
—le digo casi gritando—. Sólo como desmentir.
apesta a veces, cuando te tiras un Echamos una siesta larga.
pedo. Mamá ya está despierta, me
Mamá se seca otra vez los ojos. mira a menos de un palmo de
—Tus pedos son mucho más distancia. Me escurro hacia abajo
apestosos que los míos. Sólo para tomar un poco de la izquierda.
intentas engañarme y quiero que —¿Por qué no te gusta estar
pares ahora mismo. aquí? —le pregunto.
—De acuerdo —dice, y todo el Se sienta y se baja la camiseta.
aire sale de ella como de un globo—. —Todavía no había terminado.
Vamos a prepararnos un sándwich. —Sí habías terminado —dice—,
—¿Por qué? estabas hablando.
—Has dicho que tenías hambre. Yo también me siento.
—Pues no tengo. —¿Por qué no te gusta estar en
Vuelve a poner cara de la Habitación conmigo?
enfadada. Mamá me abraza fuerte.
—Voy a preparar un sándwich —Siempre me gusta estar
—dice— y te lo vas a comer. ¿De contigo.
acuerdo? —Pero has dicho que era enana
Sólo lleva mantequilla de y apestosa.
cacahuete, porque el queso está —Ay, Jack... —se queda callada

68
Emma Donoghue La habitación

un momento—. Sí, preferiría estar Habichuelas —le digo—. Ponemos


fuera. Pero contigo. mi silla aquí, encima de la Mesa... —
—A mí me gusta estar aquí, los Mamá me ayuda—. Luego el Cubo
dos juntos. de la Basura encima de la silla —le
—Vale. digo—. Y luego trepo hasta arriba
—¿Cómo la construyó? del todo...
Sabe a quién me refiero. —No me parece muy seguro.
Primero creo que no va a —Es seguro si te subes a la
contármelo, pero luego dice: Mesa y tú aguantas el Cubo para
—En realidad, al principio era que no me tambalee.
una caseta de esas donde se —Mmm —dice Mamá, que
guardan las herramientas del jardín. quiere decir casi un no.
Sólo un esqueleto de acero de tres y —¿Podemos probarlo, por
medio por tres y medio revestido de favor, por favor?
vinilo, pero le añadió una claraboya Funciona perfectamente, no me
insonorizada y mucha espuma caigo. Cuando estoy de pie en el
aislante en el interior de las paredes, Cubo de la Basura alcanzo los
además de una chapa de plomo, bordes de corcho del Techo, por
porque el plomo mata cualquier donde empieza a inclinarse hacia la
sonido. Ah, y una puerta que se abre Claraboya. Hay algo encima del
y se cierra con una contraseña. A cristal que no había visto nunca
veces presume del trabajo tan antes.
ingenioso que hizo. —Parece una colmena —le digo
La tarde pasa muy despacio. a Mamá, acariciándolo.
Leemos todos los libros con —Es una malla de
dibujos que tenemos bajo el policarbonato —dice ella—,
resplandor de la luz helada. Hoy irrompible. Solía pasar muchas
hay algo distinto en la Claraboya. horas aquí de pie mirando antes de
Tiene un puntito negro que parece que tú nacieras.
un ojo. —La hoja está toda negra y
—Mira, Mamá. llena de agujeritos.
Ella levanta la cabeza y sonríe. —Sí, creo que es una hoja
—Es una hoja. muerta, del invierno pasado.
—¿Por qué? Veo el azul que la rodea, que es
—El viento debe de haberla el cielo, con manchas de blanco que
arrancado de un árbol y la ha traído Mamá dice que son nubes. Miro a
hasta el cristal. través de la colmena; miro y miro,
—¿Un árbol de verdad, del pero todo lo que veo es cielo. No
Exterior? veo que floten barcos o trenes o
—Sí. ¿Lo ves, Jack? Es una nada parecido, ni caballos, ni chicas,
prueba de que el mundo entero está ni rascacielos cruzándose de un lado
ahí fuera. a otro.
—Vamos a jugar a la Mata de Cuando me bajo del Cubo de la

69
Emma Donoghue La habitación

Basura y de la silla, aparto el brazo —Es una especie de cuchillo,


de Mamá. supongo.
—Jack... —Sí —le digo—. Un cuchillo
Salto al Suelo yo solo. enorme que te corta la cabeza a
—Mentira, te crecerá la nariz. El tajadas como si fuera un melón.
Exterior no existe, fuera no hay —Puaj.
nada. Aún no tenemos sueño, pero
Empieza a explicarme más cuando no se ve nada no se puede
cosas, pero me tapo los oídos con los hacer gran cosa. Nos sentamos en la
dedos y grito: «Bla, bla, bla, bla, Cama y nos inventamos canciones.
bla». —Nuestro amigo Pepinillo se
Jugamos solos el Jeep y yo. peina con el cepillo.
Estoy a punto de llorar, pero hago —Los amiguitos del jardín
ver que no. siguen hasta el fin.
Mamá revisa la Alacena, las —Muy buena —le digo a Mamá
latas chocan unas con otras, creo —. Nuestra amiga Grace viste de
que la oigo contar. Está viendo lo beis.
que nos queda. —Ésa es mejor aún —dice
Ahora tengo mucho frío, casi no Mamá—. A nuestra amiga Cristina
siento las manos debajo de los le encantan las piscinas.
calcetines, que me las tapan. —Nuestro amigo Barney vive
No paro de preguntarle si para en un camp-ey.
cenar podemos acabarnos los —Trampas.
cereales, hasta que al final Mamá —Vale —digo—. Nuestro amigo
dice que sí. Se me derrama un poco el Tío Paul se cayó de un tropezón.
porque no siento los dedos. —Una vez se cayó de la moto.
La oscuridad vuelve de nuevo, Se me olvidaba que era de
pero Mamá tiene en la cabeza todos verdad.
los poemas de Mi gran libro de —¿Por qué se cayó de la moto?
canciones infantiles. Le pido —Por accidente. Pero la
5
«Naranjas y limones», la frase que ambulancia lo llevó al hospital y los
más me gusta es «Lo desconozco, médicos lo curaron.
dice la gran campana de Bow», —¿Le hicieron un corte para
porque suena profunda como la voz operarlo?
del león. También lo de la tajadera —No, no, sólo le escayolaron en
que viene a cortarte la cabeza. el brazo para que dejara de dolerle.
—¿Qué es una tajadera? Así que los hospitales también
son de verdad, y las motos. La
5 «Oranges and Lemons» es una canción cabeza me va a explotar por todas
infantil inglesa en la que se nombran las las cosas que tengo que creer.
campanas de varias iglesias de Londres, Ahora todo se ve negro menos
y que parece aludir a las ejecuciones
la Claraboya, por la que entra una
públicas que antiguamente se llevaban
a cabo en la ciudad. (N. de la T.) especie de luz oscura. Mamá dice

70
Emma Donoghue La habitación

que en una ciudad siempre hay algo Me despierta un ruido que se


de luz, por las farolas y las lámparas repite una y otra vez. Mamá no está
y los edificios y cosas de ésas. en la Cama. Hay un poco de luz, el
—¿Dónde está la ciudad? aire está todavía helado. Miro por el
—Ahí fuera —dice ella, y señala borde y veo que Mamá está en
con el dedo la Pared de la Cama. medio del Suelo dando golpes con
—Pues he mirado por la la mano, pum, pum, pum.
Claraboya y no la he visto. —¿Es que el Suelo ha hecho
—Ya lo sé, y por eso te has algo malo?
enfadado conmigo. Mamá para y suelta el aire
—No estoy enfadado contigo. despacio.
Me devuelve el beso que le he —Necesito golpear algo —dice
dado. —, pero no quiero romper nada.
—La claraboya mira —¿Por qué no?
directamente al cielo. La mayoría de —En realidad me encantaría
las cosas de las que te he hablado romper algo. Me encantaría
están en el suelo, así que para verlas romperlo todo.
necesitaríamos una ventana que dé No me gusta cuando se pone
a los lados. así.
—Podríamos pedir una ventana —¿Qué hay de desayunar?
de lado para el Gusto del Domingo. Mamá se queda mirándome.
A Mamá se le escapa una Luego se levanta, va hasta la
especie de sonrisa. Alacena y saca una rosca; creo que
Me olvidaba de que el Viejo es la última.
Nick ya no va a venir más. A lo Ella sólo come un cuarto, no
mejor mi chupachús fue el último tiene mucha hambre.
Gusto del Domingo, para siempre. Cuando echamos el aire por la
Creo que voy a llorar, pero me boca sale niebla.
sale un bostezo enorme. —Es porque hoy hace más frío
—Buenas noches, Habitación — —dice Mamá.
digo. —Tú dijiste que ya no iba a
—¿Ya es esa hora? Muy bien, hacer más frío.
pues, buenas noches —dice Mamá. —Pues lo siento, me equivoqué.
—Buenas noches, Lámpara y Me acabo la rosca.
Globo —espero a que Mamá diga el —¿Todavía tengo una Abuela y
suyo, pero ya no dice nada—. un Abuelo y un Tío Paul?
Buenas noches, Jeep, y buenas —Sí —dice Mamá sonriendo un
noches, Mando. Buenas noches, poco.
Alfombra, y buenas noches, Manta, —¿Están en el Cielo?
y buenas noches, Bichos, no nos —No, no —tuerce la boca—.
piquéis. Vaya, no lo creo. Paul sólo es tres
años mayor que yo, tiene...
Caramba, debe de tener

71
Emma Donoghue La habitación

veintinueve. —Esta habitación no sale en


—En realidad están aquí — ningún mapa.
susurro—. Escondidos. —Pues podríamos decírselo por
Mamá mira a su alrededor. teléfono. Bob el albañil tiene uno.
—¿Dónde? —Ya, pero nosotros no.
—Debajo de la Cama. —Podríamos pedir uno para el
—Ah, pues deben de estar Gusto del Domingo —entonces me
apretaditos. Son tres, y bastante acuerdo—. Si el Viejo Nick deja de
grandes. estar enfadado.
—¿Como hipopótamos? —Jack. Nunca nos daría un
—No tanto. teléfono, ni una ventana. ¿No lo
—A lo mejor están en... en el entiendes? —Mamá me coge los
Armario. pulgares y me los aprieta—. Es
—¿Con mis vestidos? como si para él fuéramos personajes
—Sí. Cuando oímos un ruido de un libro, y no va a consentir que
que viene de dentro es porque se les nadie más lo lea.
caen las perchas. En Gimnasia corremos por la
La cara de Mamá se desinfla. Pista. Cómo cuesta mover la Mesa y
—Es broma —le digo. las sillas cuando no se sienten las
Dice que sí con la cabeza. manos. Corro diez idas y vueltas,
—¿Alguna vez estarán aquí de pero no consigo entrar en calor,
verdad? tengo los dedos de los pies
—Ojalá pudieran —dice—. tropezones. Hacemos el Trampolín
Rezo por ello con toda mi alma, y Karate, ¡hi-ya!, y después escojo
todas las noches. otra vez la Mata de Habichuelas.
—Pues yo no te oigo. Mamá dice que de acuerdo si
—Porque lo hago dentro de mi prometo no ponerme hecho una
cabeza —dice Mamá. furia si no veo nada. Trepo desde la
No sabía que rezara dentro de Mesa hasta la silla y al Cubo de la
su cabeza, donde no puedo oírla. Basura sin tambalearme. Me agarro
—Seguro que ellos también lo a los bordes donde el Techo se
desean —dice—, pero no saben inclina hasta la Claraboya y miro
dónde estoy. fijamente a través de la colmena el
—Estás en la Habitación, azul del cielo, hasta que me hace
conmigo. parpadear. Al cabo de un rato
—Pero no saben dónde está, y Mamá dice que quiere bajar y
tampoco saben que tú existes. preparar la comida.
Qué raro. —Verduras no, por favor, que
—Podrían buscarla en el Mapa me dan dolor de barriga.
de Dora, y cuando vengan yo —Tenemos que consumirlas
saldría para darles una sorpresa. antes de que se pudran.
Parece que Mamá va a reírse, —Podríamos comer pasta.
pero no se ríe. —Casi no queda.

72
Emma Donoghue La habitación

—Pues arroz. ¿Y si...? —de Claraboya con tanta fuerza que me


repente me olvido de hablar porque pican los ojos, aunque ya no veo
lo veo a través de la colmena, una más aviones. Pero ése lo he visto de
cosa tan pequeña que primero creo verdad cuando estaba en lo alto de
que se me ha metido una mota en la mata de habichuelas, no ha sido
los ojos. Pero no. Es una línea un sueño. Lo he visto volando en el
pequeña que deja una raya gruesa y Exterior, así que es verdad que fuera
blanca en el cielo—. Mamá... hay un mundo donde Mamá estaba
—¿Qué? cuando era pequeña.
—¡Un avión! Nos levantamos y jugamos a las
—¿De verdad? Cunitas, al Dominó, al Submarino, a
—De verdad verdadera. Oh... las Marionetas y a un montón de
Entonces me caigo encima de juegos más, un ratito a cada cosa.
Mamá y luego en la Alfombra, el Tarareamos, son canciones
Cubo de la Basura se nos echa superfáciles de adivinar. Nos
encima y mi silla también. Mamá metemos otra vez en la Cama para
dice «huy, huy, huy» frotándose la estar más calentitos.
muñeca. —¿Por qué no salimos al
—Perdón, perdón —le digo, y le Exterior mañana? —digo.
doy besitos para que se cure—. Lo —Ay, Jack.
he visto, era un avión de verdad, Estoy tumbado en el brazo de
sólo que chiquitito. Mamá, que está muy gordo porque
—Eso es porque estaba muy lleva dos jerseys.
lejos —dice sonriendo—. Seguro —Me gusta cómo huele ahí
que si lo vieras de cerca en realidad fuera —digo. Mamá mueve la
sería enorme. cabeza para mirarme—. Cuando la
—Era increíble porque iba Puerta se abre y entra un aire
escribiendo, ha dejado la letra «i» en distinto del nuestro.
el cielo. —Así que te habías dado cuenta
—Eso se llama... —se da una —dice.
palmada en la cabeza—. No consigo —Me doy cuenta de todo.
acordarme. Es una especie de veta, —Sí, es más fresco. En verano
creo que es el humo del avión o algo huele a hierba recién cortada,
parecido. porque estamos en el patio trasero
Para comer nos acabamos las de su casa. A veces alcanzo a ver los
últimas siete galletas saladas con el arbustos y los setos.
queso pegajoso; aguantamos la —¿El patio trasero de quién?
respiración para no notar el sabor. —Del Viejo Nick. Convirtió el
Mamá me da un poquito debajo cobertizo en esta habitación, ¿te
del Edredón. Entra el resplandor de acuerdas?
la cara amarilla de Dios, pero no Me cuesta acordarme de todas
calienta para ponernos a tomar el las cosas, ninguna de ellas parece
sol. No consigo dormirme. Miro la muy verdadera.

73
Emma Donoghue La habitación

—Es el único que sabe los —Lo hará —dice ella


números de la contraseña que se respirando todavía como con
marcan en el teclado que hay en la hipidos—. Estoy casi cien por cien
parte de fuera. segura de que lo hará.
Me quedo mirando el Teclado; Casi cien, o sea, noventa y
no sabía que hubiera otro. nueve. ¿Noventa y nueve por ciento
—Yo también tecleo los es suficiente?
números. Mamá se incorpora, se restriega
—Sí, pero no sabes la la cara con la manga del jersey.
combinación secreta que abre la Me hacen ruido las tripas, no sé
puerta... Es algo así como una llave cuánta comida nos queda. Otra vez
invisible —dice Mamá—. Luego, empieza a oscurecer. No creo que
cuando vuelve a la casa, teclea otra hoy vaya a ganar la luz.
vez el código en éste —dice —Oye, Jack, tengo que contarte
señalando el Teclado. otra historia.
—¿La casa de la hamaca? —¿Una de verdad?
—No —Mamá habla en voz alta —Totalmente cierta. ¿Te
—. El Viejo Nick vive en otra casa. acuerdas de que antes estaba
—¿Podemos ir algún día? siempre triste?
Se aprieta la boca con una Ah, ésta me gusta.
mano. —Entonces yo bajé del Cielo y
—Preferiría ir a la casa donde crecí dentro de tu barriga.
viven tu abuela y tu abuelo. —Sí. Pero verás, yo estaba triste
—Podríamos mecernos en la por estar en esta habitación —dice
hamaca. Mamá—. Al Viejo Nick ni siquiera
—Podríamos hacer lo que lo conocía, yo tenía diecinueve años.
quisiéramos, seríamos libres. Me llevó con él sin que yo quisiera,
—¿Cuando tenga seis años? me robó.
—Algún día, claro que sí. Intento entender.
Caen gotas de la cara de Mamá Sé que al zorro Swiper le
hasta la mía. Doy un brinco, son encanta llevarse cosas, pero nunca
saladas. había oído que las personas se
—Estoy bien —dice pudieran robar. Mamá me da un
restregándose la mejilla—, no pasa abrazo tan fuerte que me aprieta.
nada. Sólo estoy... un poco asustada. —Yo iba a estudiar. Era por la
—Tú no puedes estar asustada mañana temprano, y yo estaba
—le digo casi a gritos—. Mala idea. cruzando un aparcamiento para
—Un poquito nada más. llegar a la biblioteca de la facultad,
Estamos bien, lo básico lo tenemos. escuchando... Bueno, iba
Ahora sí que tengo miedo. escuchando música en un pequeño
—Pero ¿y si el Viejo Nick no aparato en el que caben mil
devuelve la luz ni nos trae comida canciones que te suenan en el oído...
nunca, nunca jamás? Yo fui la primera de mis amigas que

74
Emma Donoghue La habitación

tuvo uno. —Es lo que pasó de verdad.


Me encantaría tener ese aparato. —¿Y por qué no me cuentas la
—Bueno, la cuestión es que se de Jack el Matagigantes?
me acercó un hombre a pedirme —Escucha —dice Mamá
ayuda, porque a su perro le había tapándome la boca con la mano—.
dado un ataque y pensaba que se le Me obligó a tomar una medicina
podía morir. mala para que me durmiera.
—¿Cómo se llamaba? Cuando me desperté ya estaba aquí.
—¿El hombre? Está oscuro, casi negro, y ahora
Sacudo la cabeza. ya no veo la cara de Mamá; mira
—No, el perro. hacia otro lado, así que sólo la oigo.
—No, el perro nada más era —La primera vez que abrió la
una trampa para meterme en su puerta grité pidiendo ayuda y me
camioneta. La camioneta del Viejo tiró al suelo de un puñetazo. Nunca
Nick. más he intentado hacer eso.
—¿De qué color es? Tengo la barriga llena de nudos.
—¿La camioneta? Marrón, —Antes me daba mucho miedo
todavía la tiene, siempre se queja de quedarme dormida, por si volvía —
ella. dice Mamá—. Cuando dormía era el
—¿Cuántas ruedas tiene? único momento en que dejaba de
—Necesito que te concentres en llorar, así que dormía dieciséis horas
lo importante —me dice Mamá. al día.
Digo que sí con la cabeza. Sus —¿Hiciste un estanque?
manos me aprietan, las aflojo. —¿Qué?
—Me puso una venda en los —Alicia llora porque no puede
ojos. recordar todos los poemas y los
—¿Igual que en la Gallinita números, y se forma un estanque de
Ciega? lágrimas y de repente se está
—Sí, pero no tuvo nada de ahogando.
divertido. Estuvo conduciendo —No —dice Mamá—, pero me
mucho rato, yo estaba muerta de dolía siempre la cabeza, tenía los
miedo. ojos irritados. El olor de las planchas
—¿Yo dónde estaba? de corcho me daba náuseas.
—Tú aún no existías, ¿Qué olor?
¿recuerdas? —Me volvía loca mirando el
Me había olvidado. reloj y contando los segundos que
—¿El perro también estaba en la pasaban. Todos los muebles me
camioneta? daban pánico, cuando los miraba
—No había ningún perro — parecían hacerse más grandes o más
refunfuña otra vez Mamá—. Mira, pequeños, pero si dejaba de mirarlos
tienes que dejarme explicar esta empezaban a resbalar. Cuando al
historia. final me trajo la tele dejaba puesto el
—¿No puedo escoger otra? canal de la teletienda, veinticuatro

75
Emma Donoghue La habitación

horas siete días a la semana, donde campo lleno de flores silvestres en


siempre había cosas estúpidas, primavera, sino un campo donde en
anuncios de la comida que yo invierno había millones de personas
recordaba, me dolía la boca de tomando sopas llenas de gusanos.
quererlo todo. A veces oía voces que Al final los aliados derribaron las
salían de la tele y me decían cosas. vallas y todo el mundo huyó
—¿Igual que hace Dora? corriendo; me parece que los aliados
Dice que no con la cabeza. son una especie de ángeles, como
—Cuando él estaba trabajando San Pedro.
intentaba salir de aquí, lo probé —Dame tus dedos... —Mamá
todo. Me pasé días enteros de me los coge y siento el corcho del
puntillas encima de la mesa Suelo—. Justo aquí —de repente hay
rascando alrededor de la claraboya, un trocito más bajo con los bordes
me rompí todas las uñas. Le tiré ásperos. El pecho empieza a
todo lo que se me ocurría para hacerme pum, pum. No sabía que
romperla, pero la malla de hubiera un agujero—. Cuidado, no
seguridad es fortísima, ni siquiera vayas a cortarte. Lo hice con el
conseguí agrietar el cristal. cuchillo de sierra —dice—. El
La Claraboya es sólo un corcho logré levantarlo, la madera
cuadrado, menos oscuro que el me costó más. Luego, con la plancha
resto. de plomo y la espuma fue bastante
—¿Qué era todo? fácil, pero ¿sabes qué encontré
—La sartén grande, sillas, el después?
cubo de la basura. —¿El País de las Maravillas?
Ostras, cómo me gustaría verla Mamá da un gruñido tan fuerte
lanzando el Cubo de la Basura. que me golpeo la cabeza con la
—Y una vez excavé un agujero. Cama.
No lo entiendo. —Perdona.
—¿Dónde? —Lo que encontré fue una tela
—Si quieres puedes palparlo, de alambre.
¿te gustaría? Tendremos que —¿Dónde?
arrastrarnos por el suelo... —Mamá —Aquí mismo, en el agujero.
echa el Edredón a un lado y saca la ¿Tela de alambre en un agujero?
Caja de debajo de la Cama; luego da Meto mi mano abajo, y más abajo
un pequeño gruñido para meterse aún.
debajo. Me deslizo a su lado, —Una cosa metálica, ¿has
estamos cerca de la Serpiente de llegado?
Huevos, pero sin llegar a chafarla—. —Sí —fría, suave, la agarro
Saqué la idea de La gran evasión — entre los dedos.
noto que su voz retumba al lado de —Cuando transformó el
mi cabeza. cobertizo en esta habitación —dice
Me acuerdo de esa historia, la Mamá—, puso escondida una tela
del campo de los nazis; no un de alambre debajo de las viguetas

76
Emma Donoghue La habitación

del suelo, en todas las paredes y en alto, ¿verdad? —pregunta Mamá


hasta en el techo, para que nunca —. Así que cuando oí que entraba...
pudiera traspasarla y escaparme. —El piiii, piiii.
Salimos a rastras otra vez. Nos —Exacto. Le estampé la tapa de
sentamos con la espalda apoyada en la cisterna en la cabeza.
la Cama. Me he quedado sin Tengo el dedo gordo en la boca
respiración. y lo muerdo sin parar.
—Cuando descubrió el agujero —Pero no lo golpeé lo bastante
—dice Mamá— se puso a aullar. fuerte, y la tapa se cayó al suelo y se
—¿Como un lobo? partió en dos. Y él..., el Viejo Nick,
—No, de risa. A mí me daba consiguió empujar la puerta y
miedo que me hiciera daño, pero esa cerrarla.
vez le pareció desternillante. Siento un sabor raro en la boca.
Tengo los dientes muy Mamá habla como si se bebiera
apretados. el aire a tragos.
—Entonces se reía más —dice —Sabía que mi única opción era
Mamá. obligarlo a que me diera la
El Viejo Nick es un zombi contraseña, así que le puse el
ladrón robón apestoso. cuchillo en el cuello y apreté, así —
—Podríamos prepararle un me pone la uña debajo de la
motín —le digo a Mamá—. Con mi barbilla, no me gusta—. Le dije:
transformerbomba jumbo megatrón «Dame la contraseña».
le haré pedazos. —¿Te la dio?
Me pone un beso al lado del ojo. Resopla y saca todo el aire.
—Hacerle daño no funciona. —Dijo algunos números, y fui
Una vez lo intenté, cuando llevaba corriendo a marcarlos.
cosa de un año y medio aquí. —¿Qué números?
Esto sí que es increíble. —No creo que fueran los de
—¿Tú le hiciste daño al Viejo verdad. Se puso de pie de un salto y
Nick? me retorció la muñeca y me quitó el
—Lo que hice fue quitar la tapa cuchillo.
de la cisterna, y además tenía el —¿Tu muñeca mala?
cuchillo afilado, y justo antes de las —Bueno, antes de eso no estaba
nueve, una noche, me puse contra la mala. No llores —me susurra Mamá
pared, al lado de la puerta. en el pelo—, eso fue hace mucho
Huy, qué lío. tiempo.
—La cisterna del Váter no tiene Intento hablar pero no me sale
tapa —le digo. nada, por las lágrimas.
—Antes había una que la —Así que, Jack, no debemos
tapaba. Era la cosa más contundente intentar hacerle daño de nuevo.
de la habitación. Cuando volvió a la noche siguiente
—La Cama pesa un montón. me dijo: número uno, que jamás
—Sí, pero no podría levantarla conseguiría que me dijera la

77
Emma Donoghue La habitación

contraseña. Y, número dos, que si


alguna vez volvía a intentar un
truco como aquél, se iría y no
volvería más, y me dejaría aquí
hasta que me muriera de hambre.
Ya ha acabado, creo.
—¿Y volvieras al Cielo? —
pregunto.
—Sí. Y aunque estaba muy
triste, aún no quería volver allí.
—No iremos hasta que
tengamos cien años y estemos
cansados de jugar —pero entonces
me ruge la barriga fuerte de verdad
y me doy cuenta, veo por qué Mamá
me ha contado esta historia terrible.
Me está diciendo que vamos a...
Entonces parpadeo y me tapo
los ojos. La luz lo baña todo: se ha
encendido la Lámpara.

78
Emma Donoghue La habitación

arranco los trozos de celo.


Mamá me observa sin hacer
nada.
Enrollo el celo en la Planta
Morir apretándolo bien, pero se resbala. El
tallo sigue roto.
—Lo siento.
—Haz que viva otra vez —le
digo a Mamá.
—Si pudiera, lo haría.
Espera a que pare de llorar, me
seca los ojos. Ahora tengo
demasiado calor, me quito la ropa
que llevaba de más.
Se está calentito. Mamá ya está —Bueno, supongo que ahora lo
delante de la Mesa, hay una caja de mejor será tirarla a la basura —dice
cereales nueva y cuatro plátanos, Mamá.
¡yupi! Seguro que el Viejo Nick ha —No —le digo—, mejor por el
venido durante la noche. Salgo de la Váter.
Cama de un salto. También hay —Podría atascar las tuberías.
macarrones, y salchichas, y Les doy un beso a unas cuantas
mandarinas y... hojitas de la Planta y tiro de la
Mamá no come nada. Está de cadena; luego otras pocas y tiro de
pie al lado de la Cajonera mirando la cadena otra vez, y después le
la Planta. Hay tres hojas caídas. corto el tallo en trocitos.
Mamá toca el tallo y... —Adiós, Planta —susurro. A lo
—¡No! mejor en el mar se pegará toda de
—Ya estaba muerta. nuevo y crecerá hasta el Cielo.
—La has roto. El mar es de verdad, ahora que
Mamá dice que no con la me acuerdo. Todo es de verdad en
cabeza. el Exterior, todo lo que existe,
—Las cosas vivas se doblan sin porque vi el avión y el azul entre las
romperse, Jack. Supongo que por el nubes. Mamá y yo no podemos ir
frío la planta se ha endurecido por afuera porque no sabemos la
dentro. contraseña secreta, pero es real de
Intento poner bien el tallo. todas formas.
—Le hace falta un poco de celo. Antes no sabía ni enfadarme
Me acuerdo de que se nos ha por no poder abrir la Puerta, mi
terminado, Mamá pegó el último cabeza era demasiado pequeña para
trocito en la Nave Espacial: la tonta que le cabiera dentro el Exterior.
de Mamá. Voy corriendo a sacar la Cuando era pequeño pensaba como
Caja de debajo de la Cama, un niño pequeño, pero ahora que
encuentro la Nave Espacial y le tengo cinco años ya lo sé todo.

79
Emma Donoghue La habitación

Nos damos un baño justo —Mira, Mamá, una cascada —y


después de desayunar, el agua al cabo de un momento digo—:
desprende vapor, mmm. Mamá se Mira, un ñu.
tumba en la Bañera y se queda casi —Caramba.
dormida; la despierto para lavarle el —Te toca.
pelo y ella me lo lava a mí. También —Oh, mira —dice Mamá—, un
lavamos la ropa, pero hay pelos caracol.
largos en las sábanas y tenemos que Me agacho para mirarlo.
quitarlos con los dedos, y hacemos —Mira, un bulldozer gigante
una carrera para ver quién va más derribando un rascacielos.
rápido. —Mira —dice ella—, un
Los dibujos ya se han flamenco volando.
terminado, aparecen niños pintando —Mira, un zombi lleno de
huevos de colores para el conejo babas.
andarín. Miro a cada uno de los —¡Jack! —eso la hace sonreír
niños y digo dentro de mi cabeza: medio segundo.
«Eres de verdad». Luego caminamos más rápido
—Es el conejo de Pascua, no el mientras cantamos «This Land Is
conejo andarín —dice Mamá—. Paul Your Land». Después bajamos de
y yo... Cuando éramos pequeños, el nuevo la Alfombra, que se convierte
conejo de Pascua traía huevos de en nuestra alfombra voladora y nos
chocolate por la noche y los lleva a toda pastilla hasta el Polo
escondía por el patio trasero de Norte.
casa, bajo los arbustos y en los Mamá elige Cadáver, y yo me
huecos de los árboles, incluso en la tumbo superquieto, pero me olvido
hamaca. y me rasco la nariz, así que gana
—¿Se llevaba tus dientes? — ella. Luego escojo el Trampolín,
pregunto. pero Mamá dice que ya no quiere
—No, era a cambio de nada — hacer más Gimnasia.
se le desinfla la cara. —Tú haces los comentarios y yo
No creo que el conejo de Pascua hago de saltimbanqui.
sepa dónde está la Habitación, y —Cariño, lo siento, me vuelvo a
además, no tenemos arbustos ni la cama un rato.
árboles porque están al otro lado de Hoy no está muy divertida.
la Puerta. Saco a la Serpiente de Huevos
Hoy es un día feliz por el calor de debajo de la Cama muy despacio
y la comida, pero Mamá no está y me parece que la oigo silbar con
contenta. Seguramente echa de su lengua de aguja: «Buenasssss».
menos a la Planta. La acaricio, sobre todo los huevos
Toca Gimnasia y elijo Caminata, que están agrietados o rotos. Uno se
que consiste en caminar juntos de la me deshace entre los dedos, así que
mano por la Pista y decir lo que preparo engrudo con una pizca de
vemos durante el paseo. harina y pego los trozos en un papel

80
Emma Donoghue La habitación

de rayas para hacer una montaña manzanas, por si nos entra hambre
con picos. Quiero enseñársela a —. ¿Hay agua? —le pregunto.
Mamá, pero tiene los ojos cerrados. Mamá asiente.
Me meto en el Armario y juego —Ríos, lagos...
a que soy un minero. Encuentro una —No, digo para beber. ¿Hay un
pepita de oro debajo de la grifo?
almohada, que en realidad es la —Montones de grifos.
Muela Mala que se rompió; aunque Menos mal que no tengo que
no está viva, no se dobló como le llevar una botella de agua, porque
pasó a la planta, y no tenemos que mi mochila pesa ya un montón.
tirarla por el Váter. Pero a ella no Tengo que aflojármela en el cuello
tenemos que tirarla por el Váter. para que no me estrangule las
Está hecha de Mamá, como yo, palabras.
sangre de su sangre. Mamá no para de mecerse.
Asomo la cabeza fuera y veo los —Antes soñaba que me
ojos de Mamá abiertos. rescataban —dice Mamá—. Escribía
—¿Qué haces? —le pregunto. notas y las escondía en las bolsas de
—Nada, estoy pensando. la basura, pero nunca las encontró
Yo puedo pensar y hacer cosas nadie.
interesantes a la vez, ¿ella no? —Es que tendrías que haberlas
Se levanta a preparar la comida, mandado por el Váter.
una caja de macarrones de color —Y cuando gritamos nadie nos
naranja. Ñam. oye —dice—. Anoche me pasé la
Después juego a que soy Ícaro mitad de la noche encendiendo y
con las alas derretidas. Mamá lava apagando la luz, y de pronto pensé:
los platos despacio a más no poder. nadie nos ve.
Espero a que termine para que se —Pero...
venga a jugar, pero no quiere. Se —Nadie va a venir a salvarnos.
sienta en la Mecedora y empieza a Al principio no digo nada.
mecerse. —Tú no sabes todo lo que hay
—¿Qué estás haciendo? —le digo luego.
—Aún estoy pensando —al Pone la cara más rara que he
cabo de un momento pregunta—: visto en mi vida.
¿Qué llevas en la funda de la Preferiría que pasara el día ida a
almohada? que esté así, como si no fuera Mamá.
—Es mi mochila —me he atado Bajo todos mis libros de la
las dos puntas alrededor del cuello Estantería y los leo: El libro móvil del
—. Es para ir por el Exterior cuando aeropuerto y las Canciones infantiles, y
vengan a rescatarnos —he puesto Dylan, que es mi favorito, y El
dentro la Muela, el Jeep y el Mando, conejito andarín. Cuando ya voy por
una muda de ropa interior para mí y la mitad lo dejo y lo guardo para
otra para Mamá, y también que me lo cuente Mamá. Leo un
calcetines, las Tijeras, y las cuatro poco de Alicia, aunque me salto la

81
Emma Donoghue La habitación

parte de la Duquesa, que me da Eso no lo había pensado. Me


miedo. estrujo el cerebro otra vez.
Al final Mamá deja de mecerse. —¡Ya está, Mamá! Podríamos...
—¿Puedo tomar un poco? esperar a que el Viejo Nick venga
—Claro —dice—, ven aquí. una noche y entonces le dices: «Ah,
Me siento en su regazo y le mira qué pastel tan rico que hemos
levanto la camiseta; tomo sin parar hecho, cómete un buen pedazo de
durante mucho rato. nuestro fantástico pastel de Pascua»,
—¿Ya? —me dice al oído. pero que en realidad sea veneno.
—Sí. Mamá niega con la cabeza.
—Escucha, Jack. ¿Me estás —Aunque consiguiéramos
escuchando? envenenarlo, tampoco nos daría la
—Yo siempre escucho. contraseña.
—Tenemos que salir de aquí. Pienso con tanta fuerza que me
La miro. duele.
—Y tenemos que hacerlo todo —¿Alguna otra idea?
solos, por nuestra cuenta. —Todas te parecen mal.
Pero dijo que era como en un —Lo siento. Lo siento. Tan sólo
libro... ¿Cómo escapan los procuro ser realista.
personajes de los libros donde —¿Qué ideas son realistas?
viven? —No sé... No sé —Mamá se
—Necesitamos idear un plan — pasa la lengua por los labios—. Sigo
habla con voz aguda. obsesionándome con el momento en
—¿Como cuál? que se abre la puerta... Si
—No lo sé, ¿qué te crees? Llevo cronometráramos exactamente esa
siete años tratando de que se me fracción de segundo, ¿podríamos
ocurra algo. escaparnos y huir corriendo?
—Podríamos destrozar las —Sí, ésa es una idea guay.
paredes —pero no tenemos un jeep —Si por lo menos tú pudieras
para eso, ni siquiera un bulldozer—. escabullirte, mientras yo le busco la
Podríamos... volar la Puerta por los mirada... —Mamá sacude la cabeza
aires. —. Ni hablar.
—¿Con qué? —Sí hablar.
—El gato de Tom y Jerry lo —Te cogería, Jack, te cogería
hizo... antes de que hubieras llegado a la
—Es genial que te estrujes el mitad del patio y... —se calla.
cerebro —dice Mamá—, pero nos —¿Alguna otra idea? —digo al
hace falta una idea que funcione. cabo de un momento.
—Una explosión grande de —Sólo las mismas, dando
verdad —le digo. vueltas y vueltas como ratas en una
—Si es grande de verdad, nos rueda —dice Mamá apretando los
hará volar por los aires también a dientes.
nosotros. ¿Por qué las ratas dan vueltas

82
Emma Donoghue La habitación

en una rueda? ¿Igual que en una garganta.


noria? Mamá niega con la cabeza.
—Deberíamos preparar un —Olvídate de la tos.
truco ingenioso —le digo. —Aún puedo hacerla más fea...
—¿Como cuál? —Lo haces estupendamente,
—Pues a lo mejor como cuando pero se nota que es de mentira.
tú eras una estudiante y él te engañó Suelto la tos más grande y
para que te montaras en su horrible del mundo.
furgoneta, con aquel perro que en —No sé —dice Mamá—, a lo
realidad no era de verdad. mejor es porque es muy difícil fingir
Mamá suelta el aire. tos. De todos modos... —se da una
—Ya sé que intentas ayudar, palmada en la cabeza—. Soy tonta.
pero ¿y si te quedas un ratito —No, no eres tonta —le froto
callado para que yo pueda pensar? donde se ha golpeado.
Pero si estábamos pensando, —Tiene que ser algo que te
estábamos pensando superfuerte los haya pegado el Viejo Nick,
dos juntos. Me levanto para ir a ¿entiendes? Es el único que trae aquí
comerme el plátano con el trozo los microbios, y no ha estado
marrón más grande. Las partes resfriado. No, nos hace falta... ¿Una
marrones son las más dulces. comida que te haya sentado mal? —
—¡Jack! —Mamá tiene los ojos mira con furia los plátanos—. ¿La E.
enormes y se pone a hablar coli? ¿Eso te puede dar fiebre?
superrápido—. Eso que has dicho Se supone que Mamá no es
del perro es una idea brillante, ¡en quien me pregunta las cosas, sino
serio! ¿Por qué no fingimos que que ella las sabe.
estás enfermo? —Una fiebre mala de verdad,
Primero me hago un lío, pero como para que no puedas hablar ni
poco a poco lo entiendo. tenerte en pie...
—¿Igual que el perro que al —¿Por qué sin hablar?
final no existía? —Porque si no hablas, será más
—Exacto. Cuando el Viejo Nick fácil fingir. Sí —dice Mamá, con los
entre, podría decirle que te has ojos brillantes—, le diré: «Tienes que
puesto muy enfermo. llevar a Jack al hospital en la
—¿Qué enfermedad podría camioneta para que los médicos le
tener? den la medicina apropiada».
—No sé, tal vez un resfriado —Entonces, ¿iré montado en la
muy, muy malo —dice Mamá—. A camioneta marrón?
ver, prueba a toser mucho. Mamá asiente.
Toso y toso; ella escucha. —Hasta el hospital.
—Mmm —dice. No me puedo creer que sea
Creo que no me ha salido muy verdad. Pero entonces me acuerdo
bien. Toso más fuerte, hasta que del planeta de la tele donde salen
siento como si se me rasgara la los médicos.

83
Emma Donoghue La habitación

—No quiero que me hagan una —Jack...


raja. —Nanay de la China, nanay de
—Cariño, los médicos no te la China, nanay de la China.
harán nada, porque en realidad a ti —De acuerdo, tranquilízate.
no te pasará nada, ¿te acuerdas? — Olvídalo.
me acaricia el hombro—. Sólo es un —¿En serio?
truco para nuestra Gran Evasión. El —Sí, no tiene sentido intentarlo
Viejo Nick te llevará en brazos al si no estás preparado.
hospital, y al primer médico que Todavía suena enfurruñada.
veas, o enfermera o lo que sea, le Hoy ya es abril, así que me
gritas «Ayuda». pongo a inflar un globo. Quedan
—Eso puedes gritarlo tú. tres: rojo, amarillo y otro amarillo,
Creo que no me ha oído. Luego así que elijo amarillo para que
dice: quede aún uno de cada color para el
—Yo no voy a estar en el mes que viene. Lo inflo y lo suelto
hospital. por la Habitación muchas veces, me
—¿Dónde estarás? gusta el ruido de pedorreta que
—Aquí mismo, en la hace. Es difícil decidirse a hacer el
Habitación. No creo que me deje nudo, porque después el globo ya
acompañarlo. no sale disparado cuando lo suelto y
Pues tengo una idea mejor. solamente vuela lento. Pero para
—Podrías hacer ver que tú jugar a Tenis Globo hay que hacer el
también estás enferma, como nudo, así que lo inflo tres veces más
aquella vez que tuvimos diarrea al para que haga pedorretas voladoras
mismo tiempo, y entonces nos y luego hago el nudo, aunque al
llevará a los dos en la furgoneta. principio se me queda el dedo en
Mamá se muerde el labio. medio sin querer. Cuando está bien
—No se lo tragará. Sé que te atado, Mamá y yo jugamos a Tenis
resultará raro ir tú solo, pero yo te Globo. De las siete partidas gano
hablaré sin parar para que me oigas cinco.
todo el rato dentro de tu cabeza, te —¿Quieres un poquito? —me
lo prometo. ¿Te acuerdas de cuando dice Mamá.
Alicia va cayendo, cayendo, —De la izquierda, por favor —
cayendo, mientras por dentro va le digo subiéndome a la Cama.
hablándole a su gata Dina? Hay poquita, pero riquísima.
Mamá no estará en mi cabeza Creo que me quedo dormido un
de verdad. Me duele la barriga sólo ratito, aunque de pronto Mamá me
de pensarlo. está hablando al oído.
—Este plan no me gusta. —¿Te acuerdas de que se
—Jack... escapan de los nazis arrastrándose
—Es una mala idea. por un túnel oscuro? Uno por uno.
—Mira, en realidad... —Sí.
—No voy a ir al Exterior sin ti. —Así es como lo haremos

84
Emma Donoghue La habitación

cuando estés preparado. contraseña secreta —le digo.


—¿Por qué túnel? —miro por —Ya pensarán en algo.
todas partes a mi alrededor. —¿En qué?
—Como ellos por el túnel, pero Se restriega un ojo.
en nuestro caso no será un túnel de —No sé... ¿Un soplete?
verdad. Lo que quiero decir es que —¿Qué es...?
los prisioneros tenían que ser muy —Es una herramienta de la que
valientes y escapar uno por uno. sale una llama, y con eso se podría
Digo que no con la cabeza. quemar la puerta hasta abrirla.
—He estado dándole vueltas y —Podríamos fabricarnos uno —
estudiándolo desde todos los le digo, dando saltos—.
ángulos, y es el único plan que Podríamos..., podríamos coger el
puede funcionar —a Mamá le frasco de vitaminas con la cabeza de
brillan demasiado los ojos—. Tú dragón y ponerlo encima de la
eres mi príncipe JackerJack, mi niño Cocina y encenderla hasta que se
valiente. Tú irás al hospital primero, prenda fuego, y...
y luego volverás aquí con la policía, —Y quemarnos vivos —dice
¿entiendes? Mamá. Pero no de broma.
—¿Me van a arrestar? —Pero...
—No, no, nos ayudarán. Tú los —Jack, esto no es un juego.
traerás aquí de nuevo para Vamos a repasar otra vez el plan...
rescatarme y luego ya estaremos Me acuerdo de todas las partes,
siempre juntos. pero sigo entendiéndolas al revés.
—Yo no puedo rescatarte —le —Mira, es lo mismo que pasa
digo—, sólo tengo cinco años. en Dora —dice Mamá—, cuando
—Pero tienes superpoderes — primero se va a un sitio, y luego a
me dice Mamá—. Tú eres el único un segundo lugar para llegar a un
que puede hacer esto. ¿Lo harás? tercero. En nuestro caso es:
No sé qué decir, pero ella sigue Camioneta. Hospital. Policía. ¿Lo
esperando. repites?
—Vale. —Camioneta. Hospital. Policía.
—¿Eso es un sí? —O en realidad más bien son
—Sí. cinco pasos. Enfermo. Camioneta.
Me da un beso enorme. Hospital. Policía. Salvar a Mamá.
Salimos de la Cama y nos —Camioneta...
tomamos una tarrina de mandarinas —Enfermo.
cada uno. —Enfermo —repito.
Nuestro plan tiene algunas —Hospital... No, perdón,
partes difíciles, Mamá no deja de Camioneta. Enfermo, Camioneta...
pensar en ellas y de decir «oh, no». —Enfermo, Camioneta,
Pero luego siempre encuentra una Hospital, Salvar a Mamá.
manera de arreglarlo. —Te has olvidado de Policía —
—La policía no sabe la me dice—. Cuenta con los dedos.

85
Emma Donoghue La habitación

Enfermo, Camioneta, Hospital, que llegue? Estarás en la cama, y


Policía, Salvar a Mamá. cuando oigamos el piii, piii de la
Contamos una y otra vez. puerta, escondo la bolsa de agua.
Hacemos un mapa en el papel de —¿Dónde?
renglones y le ponemos dibujos. En —Eso no importa.
el de enfermo salgo yo con los ojos —Sí que importa.
cerrados y la lengua colgando de la Mamá me mira.
boca; luego está una camioneta —Tienes razón, hemos de tener
marrón; luego, una persona con una en cuenta todos los detalles para
bata blanca larga que significa que nada nos estropee el plan.
médicos; luego, un coche de policía Tiraré la bolsa de agua debajo de la
con la sirena encendida; luego, cama, ¿de acuerdo? Entonces,
Mamá saludando y sonriendo cuando el Viejo Nick te toque la
porque está libre, con el soplete que frente estará supercaliente. ¿Quieres
saca fuego como un dragón. Siento que lo probemos?
la cabeza cansada, pero Mamá dice —¿Con la bolsa de agua?
que tenemos que ensayar un poco lo —No, de momento sólo meterte
de estar enfermo, porque es lo más en la cama y practicar estar muy
importante. tirado, como cuando jugamos a
—¿Por qué? Cadáver.
—Porque si el Viejo Nick no se En eso soy muy bueno, dejo que
lo cree, todo lo demás no pasará. la boca me cuelgue abierta. Mamá
Tengo una idea: haremos que se te hace como que es él, con una voz
ponga la frente muy caliente y ronquísima. Me pone una mano
dejaremos que te toque. encima de las cejas.
—No. —Ostras, está ardiendo —dice
—No pasa nada, no te con brusquedad.
quemaré... Se me escapa la risa.
No lo entiende. —Jack.
—No quiero que él me toque. —Perdón —me quedo tumbado
—Ah —dice Mamá—. Sólo una superquieto.
vez, te lo prometo, y yo estaré a tu Practicamos un montón, hasta
lado. que ya estoy harto de estar enfermo
Sigo negando con la cabeza. de mentira y Mamá me deja
—Sí, eso podría funcionar — descansar.
dice—. A lo mejor podrías tumbarte Hay perritos calientes para
al lado del conducto de ventilación... cenar. Mamá casi no come del suyo.
—se arrodilla y pone la mano debajo —Entonces, ¿te acuerdas del
de la Cama, cerca de la Pared de la plan? —me pregunta.
Cama, pero luego arruga la frente y Digo que sí con la cabeza.
dice—: No está lo bastante caliente. —A ver, cuéntamelo.
Y... ¿ponerte una bolsa de agua bien Me trago el final del bollo.
caliente en la frente justo antes de —Enfermo, Camioneta,

86
Emma Donoghue La habitación

Hospital, Policía, Salvar a Mamá. un agujero donde ha pasado algo.


—Estupendo. Entonces, ¿estás ¿Qué es lo que ha pasado en el
listo? suyo?
—¿Para qué? Aún no entiendo qué tiene que
—Para nuestra Gran Evasión. ver que el Viejo Nick sea un robot
Esta noche. con que tengamos que hacer el plan
No sabía que iba a ser esta ingenioso esta noche.
noche. Antes ha dicho «cuando estés —Lo hacemos otra noche.
preparado», pero no lo estoy. —Vale —dice Mamá, y se deja
—¿Por qué es esta noche? caer en la silla.
—Ya no quiero esperar más. —¿Vale?
Después de que cortara la luz... —Sí —se frota la frente—. Lo
—Pero anoche la hizo volver. siento, Jack, ya sé que te estoy
—Sí, al cabo de tres días. Y la metiendo prisa. He tenido mucho
planta se ha muerto de frío, ¿quién tiempo para pensar en todo esto, y
sabe lo que puede hacer mañana? — en cambio para ti todo es nuevo.
Mamá se pone de pie y recoge su Digo que sí con la cabeza todo
plato, está casi chillando—. Parece el rato.
humano, pero dentro no hay nada. —Supongo que un par de días
Huy, qué lío. más no cambian mucho las cosas.
—¿Igual que un robot? Siempre y cuando no le dé motivos
—Peor. para enfadarse —me sonríe—. ¿A lo
—Una vez salió un robot en Bob mejor dentro de un par de días?
y sus amigos... —A lo mejor cuando tenga seis
Mamá me corta. años.
—¿Sabes lo que es el corazón, Mamá me mira fijamente.
Jack? —Sí, cuando tenga seis años
—Pum, pum —le señalo dónde seguro que podré engañarlo y salir
está en mi pecho. al Exterior.
—No, el lugar de los Mamá esconde la cara entre los
sentimientos, donde uno está triste o brazos.
asustado, o se ríe y todo eso. Tiro de ella.
Eso es más abajo, creo que yo lo —Déjame.
tengo en la barriga. Cuando la levanta de nuevo, es
—Bueno, pues él eso no lo tiene. una cara que da miedo.
—¿Barriga? —Dijiste que ibas a ser mi
—El lugar de los sentimientos superhéroe.
—dice Mamá. No me acuerdo de haber dicho
Me miro la barriga. eso.
—Y entonces, ¿qué tiene? —¿No quieres escapar?
Ella se encoge de hombros. —Sí. Pero no tanto.
—Solamente un agujero. —¡Jack!
¿Como un cráter? Un cráter es Miro el último trozo de perrito

87
Emma Donoghue La habitación

caliente que me queda, pero no lo de Pasta de Dientes en la camiseta,


quiero. pero no le importa.
—Mejor nos quedamos aquí. Nos tumbamos en la Cama y
—Se nos está quedando Mamá me da un poco, de la
pequeña. izquierda. No hablamos.
—¿El qué? En el Armario no consigo
—Esta habitación. dormirme. Canto en voz baja:
—La Habitación no es pequeña. —«John Jacob Jingleheimer
Mira —me pongo de pie en mi silla Schmidt» —espero. Lo canto otra
y salto con los brazos extendidos y vez.
doy vueltas sin chocarme con nada. Al final Mamá contesta.
—Ni siquiera te das cuenta de —«Su nombre es también mi
lo que te está haciendo —habla con nombre.»
voz temblorosa—. Necesitas ver —«Cuando salgo por ahí...»
cosas, tocarlas. —«La gente dice siempre de
—Eso ya lo hago. mí...»
—Más cosas, cosas distintas. —«Ahí va John Jacob
Necesitas más espacio. Hierba. Jingleheimer Schmidt...»
Pensé que querías conocer a la Normalmente siempre canta lo
abuela y al abuelo y al tío Paul, ir a del «na na na na na na na», es la
los columpios del parque, tomar parte más divertida, pero esta vez
helados... no.
—No, gracias.
—Muy bien, olvídalo.
Mamá se quita la ropa y se pone Mamá me despierta, aunque
la camiseta de dormir. Yo hago lo todavía es de noche. Está asomada
mismo. Está tan furiosa conmigo al Armario, me golpeo el hombro al
que no me dice nada. Le hace un incorporarme.
nudo a la bolsa de la basura y la —Ven a ver —me susurra.
pone junto a la Puerta. Hoy no hay Nos quedamos de pie al lado de
ninguna lista. la Mesa y miramos hacia arriba, y de
Nos cepillamos los dientes. repente ahí está la cara plateada de
Mamá escupe. Tiene restos blancos Dios más redonda y más enorme
en la boca. Sus ojos miran a los míos que he visto. Brilla tanto que
en el Espejo. ilumina la Habitación entera: los
—Te daría más tiempo si grifos, y el Espejo y los cacharros, la
pudiera —dice—. Lo juro, esperaría Puerta, hasta las mejillas de Mamá.
todo lo que fuera preciso si creyera —Mira —me susurra—, a veces
que estamos a salvo. Pero no lo la luna es un semicírculo, una
estamos. medialuna, y a veces es sólo una
Me doy la vuelta rápido hacia curva fina, como una uña cortada.
mi Mamá de verdad, escondo la —No —eso sólo pasa en la Tele.
cara en su barriga. Le dejo un rastro Señala hacia arriba, la

88
Emma Donoghue La habitación

Claraboya. Nos metemos en la Cama. Me


—Tú sólo la ves cuando está acurruco como un caracol, y Mamá
llena y justo encima de nosotros. se pone detrás de mí.
Pero cuando salgamos podremos Ojalá tuviéramos esos guantes
verla más baja en el cielo, cuando va especiales de boxeo para el Gusto
cambiando de forma. E incluso de del Domingo, así podría pegarle sin
día —dice Mamá. hacerle daño.
—Nanay de la China.
—Te estoy diciendo la verdad.
Vas a disfrutar tanto en el mundo... Me despierto asustado, y el
Espera a ver una puesta de sol llena susto no se me pasa.
de rosados y lilas. Mamá no deja que tiremos de la
Bostezo. cadena después de hacer caca: la
—Perdona —dice susurrando rompe toda con el mango de la
de nuevo—. Anda, vente a la cama. Cuchara de Palo hasta que parece
Miro si la bolsa de la basura ha sopa de caca, huele que apesta.
desaparecido ya, y veo que sí. No jugamos a nada, solamente
—¿Ha venido el Viejo Nick? practicamos estar tirado como un
—Sí. Le he dicho que andabas muñeco de trapo sin decir ni una
medio pachucho. Con calambres, palabra. Me siento un poco enfermo
diarrea —la voz de Mamá casi de verdad, Mamá dice que es nada
parece risa. más el poder de sugestión.
—¿Por qué le has...? —Eres tan bueno fingiendo que
—Así empezará a creerse te estás engañando incluso a ti
nuestro truco. Mañana por la noche mismo.
será cuando lo hagamos. Me preparo otra vez la mochila,
Arranco mi mano de la suya. que en realidad es la funda de mi
—No deberías haberle dicho almohada; meto el Mando y mi
eso. Globo Amarillo, pero Mamá dice
—Jack... que no.
—Mala idea. —Si te llevas algo, el Viejo Nick
—Es un buen plan. se dará cuenta de que te estás
—Es un plan estúpido de escapando.
tarugo. —A lo mejor podría
—Pues es el único que tenemos esconderme el Mando en el bolsillo
—dice Mamá muy fuerte. de los pantalones.
—Pero te dije que no. Mamá sacude la cabeza.
—Sí, y antes de eso dijiste que a —Nada más llevarás la camiseta
lo mejor, y antes dijiste que sí. de dormir y la ropa interior, porque
—Eres una tramposa. eso es lo que llevarías si realmente
—Soy tu madre —Mamá está estuvieras ardiendo de fiebre.
casi rugiendo—. Eso significa que a Pienso en el Viejo Nick
veces tengo que decidir por los dos. llevándome hasta la camioneta, y

89
Emma Donoghue La habitación

me mareo como si fuera a caerme. veas con uniforme.


—Lo que pasa es que estás —¿Y qué hará esa persona con
asustado —dice Mamá—, pero lo la nota?
que vas a hacer es de valientes. —Pues leerla, claro.
—¿Eh? —¿Las personas de la Tele
—Asustado-valiente. saben leer?
—Asustiente. Mamá me mira fijamente.
Los sándwiches de palabras —Son gente de verdad,
siempre la hacen reír, pero hoy yo ¿recuerdas? Igual que nosotros.
no quería ser gracioso. Eso aún no me lo creo, pero no
De comer hay caldo de ternera, lo digo.
pero yo sólo mojo las galletas Mamá escribe la nota en un
saladas. trozo de papel con renglones. Es un
—¿Qué parte es la que te cuento donde salimos nosotros y la
preocupa ahora mismo? —me Habitación, y pone: «Por favor,
pregunta Mamá. manden ayuda urgentemente», que
—La del hospital. ¿Y si no me significa superrápido. Cerca del
salen las palabras correctas? principio hay dos palabras que no
—Todo lo que tienes que hacer había visto nunca antes, y Mamá me
es contarles que tu madre está dice que son su nombre y su
encerrada y que el hombre que te apellido, igual que las personas de
trajo es quien la tiene presa. la Tele, que es como todo el mundo
—Pero las palabras... la llamaba en el Exterior. Yo soy el
—¿Qué? —espera a que siga único que la llama Mamá.
hablando. Me duele la barriga, no me
—¿Y si no me sale nada de gusta que tenga otros nombres que
nada? yo nunca he sabido.
Mamá apoya la boca en los —¿Y yo, tengo otros nombres?
dedos. —No, tú eres siempre Jack. Ah,
—Siempre me olvido de que no pero... supongo que también tienes
has hablado nunca con nadie más un apellido —señala la segunda
que conmigo. palabra.
Espero a ver qué más dice. —¿Para qué?
Mamá saca todo el aire, resoplando. —Bueno, para que se sepa que
—Te diré qué es lo que tú no eres el mismo que todos los
haremos, tengo una idea. Escribiré demás Jack que hay en el mundo.
una nota para que la guardes —¿Qué otros Jack? ¿Los que
escondida, una nota que lo explique salen en los cuentos?
todo. —No, niños de verdad —dice
—Súper. Mamá—. Ahí fuera hay millones de
—Simplemente se la das a la personas, y como no hay tantos
primera persona... No a un paciente, nombres distintos, deben
claro, sino a la primera persona que compartirlos.

90
Emma Donoghue La habitación

No quiero compartir mi nombre vez. Lloro un poquito, no por el


con nadie. Me duele mucho la calor, sino por que venga el Viejo
barriga. No tengo bolsillo, así que Nick, por si va a venir esta noche.
me guardo la nota debajo de la ropa No quiero, creo que me voy a poner
interior, aunque rasca un poco. malo de verdad verdadera. No dejo
La luz va desapareciendo poco de escuchar por si oigo el piii, piii.
a poco. Ojalá que el día durase más Ojalá que no venga, porque no estoy
y no llegara la noche. asustiente, sino asustado nada más.
Son las 08:41 y estoy en la Cama Voy corriendo al Váter y vuelvo
practicando. Mamá ha llenado la a hacer caca. Mamá la remueve otra
bolsa con agua bien, bien caliente y vez. Quiero tirar de la cadena pero
la ha atado para que no se vierta; la me dice que no, que la Habitación
mete en otra bolsa y a ésa también le tiene que oler mal, como si hubiera
hace un nudo. estado todo el día con diarrea.
—Ay —trato de apartarme. Cuando vuelvo a meterme en la
—¿Te molesta en los ojos? — Cama me da unos besos en la nuca.
vuelve a ponérmela en la cara—. —Lo estás haciendo
Tiene que estar caliente o no estupendamente, llorar va muy bien
funcionará. —me dice.
—Pero me duele. —¿Por qué?
—Venga, un minuto más. —Porque hace que parezcas
Levanto los puños y me tapo más enfermo. Vamos a hacerte algo
con ellos. en el pelo... Se me tendría que haber
—Tienes que ser tan valiente ocurrido antes —se unta un poco de
como el príncipe JackerJack —dice lavavajillas en las manos y me lo
Mamá—, porque si no, esto no frota con fuerza por la cabeza—. Así
saldrá bien. A lo mejor debería parece grasiento, perfecto. Ay, pero
decirle al Viejo Nick que ya estás huele demasiado bien, tienes que
mejor, ¿es eso lo que quieres? oler peor —va corriendo a mirar
—No. otra vez el Reloj—. Se nos acaba el
—Apuesto a que Jack el tiempo —dice, está temblorosa—.
Matagigantes se pondría una bolsa Soy una idiota, tienes que oler mal,
caliente en la cara si no le quedara de verdad que tienes... Espera un
más remedio. Vamos, sólo un poco momento.
más. Se inclina encima de la Cama,
—Déjame hacerlo a mí —pongo hace una tos rara y se mete los
la bolsa encima de la almohada, dedos en la boca. No deja de hacer
arrugo la cara y la meto en lo ese ruido raro. Entonces le sale algo
caliente. La levanto de vez en por la boca, parece saliva, pero más
cuando para descansar un poco, y espesa. Veo trozos de los palitos de
Mamá me toca la frente o las pescado que hemos cenado.
mejillas y dice: «Hirviendo». Y Empieza a esparcirlo por la
luego me hace enterrar la cara otra almohada y por mi pelo.

91
Emma Donoghue La habitación

—¡Déjame! —chillo intentando Mamá tiembla, y por un momento


escabullirme. casi me lo creo. Haciendo cuento es
—Perdona, tengo que hacerlo — aún mejor que yo.
Mamá tiene una mirada extraña y —Aquí apesta.
brillante. Está untándome la —Es porque ha estado
camiseta con el vómito, y hasta la vomitando y con unas diarreas
boca. Huele horrible, una peste terribles.
venenosa que se me mete por la —Seguramente será uno de esos
nariz—. Pon otra vez la cara encima virus de un día.
de la bolsa caliente. —Lleva así más de treinta
—Pero... horas. Tiene escalofríos, está
—Vamos, Jack, deprisa. ardiendo...
—Quiero que esto se termine —Dale una de esas pastillas
ahora mismo. para el dolor de cabeza.
—No es un juego, no podemos —¿Qué crees que he estado
terminarlo. Vamos, hazlo. intentando todo el día? Las vomita
Estoy llorando por la peste y al momento. No retiene ni el agua.
por tener la cara hundida en la bolsa El Viejo Nick resopla.
de agua caliente, creo que se me va a —Deja que le eche un vistazo.
derretir. —No —dice Mamá.
—Eres mala. —Venga, quita de en medio...
—Tengo una buena razón — —No, he dicho que no...
dice Mamá. No muevo la cabeza de la
Piiii, piiii. Piiii, piiii. almohada, está pegajosa. Tengo los
Mamá saca la bolsa de un tirón, ojos cerrados. El Viejo Nick está ahí,
siento que me arranca la piel de la justo al lado de la Cama, puede
cara. verme. Siento su mano en la mejilla
—Chsss —me cierra los ojos con y se me escapa un ruido, porque
la mano, me aplasta la cara contra la estoy asustadísimo, Mamá dijo que
almohada asquerosa, tira del me tocaría la frente, pero no, me
Edredón para taparme la espalda. toca la mejilla, y su mano no es
El aire frío entra con él. como la de Mamá, sino fría y
—Menos mal que has llegado — pesada.
dice Mamá enseguida. Luego la quita.
—No grites —dice el Viejo Nick —Le traeré algo más fuerte de
en voz baja, como con un gruñido. la farmacia de guardia.
—Es que... —¿Algo más fuerte? Si sólo
—Chsss —otro piii, piii, y luego tiene cinco años, está totalmente
el pum—. Ya sabes lo que tienes que deshidratado, con una fiebre de
hacer —dice—, no quiero que píes Dios sabe qué —Mamá está
hasta que esté la puerta cerrada. gritando; no debería gritar, el Viejo
—Perdona, perdona. Es que Nick se va a poner furioso.
Jack está muy mal —la voz de —Anda, cállate un segundo y

92
Emma Donoghue La habitación

déjame pensar. apestosa.


—Hay que llevarle a urgencias Mamá está sentada en la
ahora mismo, eso es lo que necesita, Alfombra, con la espalda apoyada
y lo sabes. en la Pared de la Puerta. Tiene la
El Viejo Nick deja escapar un mirada perdida.
ruido, no sé lo que significa. —¿Mamá? —digo en un
Mamá pone voz como de llanto. susurro. Pone una cara rarísima,
—Si no lo llevas ahora, se... una especie de sonrisa—. ¿He
podría... estropeado el truco?
—Basta de histerismos —dice —No, de ninguna manera. Has
él. estado sensacional.
—Por favor. Te lo suplico. —Pero no me ha llevado al
—Nanay. hospital.
Por poco digo «de la China». Lo —No pasa nada —Mamá se
pienso, pero no lo digo; no digo levanta y moja un trapo en el
nada, sólo me quedo como muerto, Lavabo, y luego viene a limpiarme
ido. la cara.
—Sólo tienes que decirles que —Pero tú dijiste... —después de
es un extranjero sin papeles —dice tener la cara ardiendo, del vómito,
Mamá—. No está en condiciones de de que él me tocara—. Enfermo,
decir una sola palabra, puedes Camioneta, Hospital, Policía, Salvar
traerlo directamente en cuanto lo a Mamá.
rehidraten un poco... —su voz se Mamá asiente con la cabeza, me
mueve tras él—. Por favor, haré levanta la camiseta y me limpia el
cualquier cosa que me pidas. pecho.
—Contigo no valen las palabras —Ése era el plan A, merecía la
—suena como si estuviera lejos, pena intentarlo. Pero, como me
cerca de la Puerta. imaginaba, el Viejo Nick estaba
—No te vayas. Por favor, por demasiado asustado.
favor... Lo ha entendido al revés.
Algo cae al Suelo. Estoy tan —¿Que él estaba asustado?
asustado que no voy a abrir los ojos —Por si les contabas a los
nunca más. médicos que estamos encerrados en
Oigo los gemidos de Mamá. El esta habitación y la policía entonces
piii, piii. Pum, la Puerta se cierra. lo metiera en prisión. Tenía la
Estamos solos. esperanza de que asumiera ese
Todo se queda en silencio. Me riesgo si creía que tu vida corría
cuento los dientes cinco veces; todas peligro, pero la verdad es que nunca
las veces me salen veinte, menos pensé que fuera a hacerlo.
una vez que salen diecinueve, pero Ajá, ya lo entiendo.
cuento de nuevo hasta que vuelven —Me has engañado —le chillo
a ser veinte. Miro de reojo. Luego —, no he podido ni subirme a la
levanto la cabeza de la almohada camioneta marrón.

93
Emma Donoghue La habitación

—Jack —me dice. Me aprieta porque las bocas no huelen.


contra su cuerpo, sus huesos se me —¿Nos tumbamos con la cabeza
clavan en la cara. en los pies?
La empujo y me aparto. —Una idea brillante —dice
—Dijiste que ya no habría más Mamá.
mentiras y que ahora estabas Quiere ser cariñosa, pero que no
desmintiéndolo todo, pero luego vas se crea que voy a perdonarla.
y mientes otra vez. Ponemos los pies del lado de la
—Lo hago lo mejor que puedo pared apestosa, y del otro la cara.
—dice Mamá. Creo que no voy a dormirme
Me chupo el labio. nunca.
—Escucha. ¿Me escuchas un
momento?
—Estoy harto de escucharte. Ya son las 08.21, he dormido
Dice que sí con la cabeza. mucho y ahora estoy tomando un
—Ya lo sé, pero escúchame de poco, la izquierda es supercremosa.
todos modos. Hay un plan B. El El Viejo Nick no ha vuelto, o eso
plan A en realidad era la primera creo.
parte del plan B. —¿Hoy es sábado? —pregunto.
—No me lo habías dicho. —Pues sí.
—Es bastante complicado. —Qué guay, toca lavarnos el
Llevo varios días dándole vueltas. pelo.
—Bueno, pues si me lo hubieras Mamá sacude la cabeza.
dicho, yo habría podido darle —No puedes oler a limpio.
vueltas contigo. Que no soy tonto. Por un momento me había
—Claro que no. olvidado.
—Soy mucho más listo que tú. —¿Qué es?
—Eso es verdad. Pero no quería —¿El qué?
que tuvieras los dos planes en la —El plan B.
cabeza al mismo tiempo, para que —¿Estás listo para escucharlo
no te hicieras un lío. ahora? —no digo nada—. Bueno,
—Ya estoy hecho un lío. Cien allá va —Mamá se aclara la garganta
por cien hecho un lío. —. Le he dado vueltas y vueltas
Me besa a través del pelo, que desde todos los ángulos, y creo que
está todo pegajoso. podría funcionar. No lo sé, no
—Deja que te cuente el plan B. puedo estar segura, parece una
—Vale. locura y sé que es increíblemente
Estoy temblando porque voy peligroso, pero...
sin camiseta. Encuentro una limpia —Dímelo y ya está —le pido.
en la Cajonera, una azul. —Vale, vale —coge aire hondo
Nos metemos en la Cama, hay —. ¿Te acuerdas del conde de
una peste horrible. Mamá me Montecristo?
enseña a respirar por la boca, —Al que encerraron en una

94
Emma Donoghue La habitación

mazmorra en una isla. Miro al Suelo, donde está la


—Sí, pero ¿te acuerdas de cómo Alfombra, toda llena de dibujos en
salió de allí? Se hizo pasar por su zigzag rojos, negros y marrones.
amigo muerto, se escondió en la —Cuando el Viejo Nick vuelva,
mortaja y los guardias lo tiraron al esta noche, o mañana por la noche, o
mar. Pero el conde no se ahogó, sino cuando sea... voy a decirle que estás
que se liberó y se escapó nadando. muerto, voy a enseñarle la alfombra
—Cuenta el resto del cuento. enrollada contigo dentro.
Mamá sacude la mano. Es el disparate más grande que
—Eso no importa. La cuestión he oído nunca.
es, Jack, que eso es lo que vamos a —¿Por qué?
hacer. —Porque a tu cuerpo no le
—¿Tirarme al mar? quedaba el agua necesaria, y
—No, escapar igual que el supongo que la fiebre te ha parado
conde de Montecristo. el corazón.
Otra vez estoy hecho un lío. —No, ¿por qué en la Alfombra?
—Yo no tengo un amigo —Ah —dice Mamá—,
muerto. inteligente pregunta. Será tu disfraz,
—Me refiero a que irás para que no se dé cuenta de que en
disfrazado de muerto —la miro sin realidad estás vivo. Mira, ayer lo
pestañear—. En realidad se parece hiciste de maravilla fingiendo estar
más a una obra que vi en el malito, pero hacerte pasar por
instituto. Una chica llamada Julieta, muerto es mucho más difícil. Si se
para escaparse con el chico al que da cuenta de que respiras, aunque
quería, fingió estar muerta tomando sea una sola vez, sabrá que estás
una medicina, y luego, unos días vivo. Además, la gente cuando se
después, se despertó. Tachán. muere se queda fría.
—No, eso lo hizo el Niño Jesús. —Podríamos usar una bolsa de
—Eh..., no exactamente — agua fría...
Mamá se frota la frente—. Él pasó Sacude la cabeza.
tres días muerto de verdad, y —Fríos por todo el cuerpo, no
después volvió a la vida. Tú no vas sólo la cara. Ah, y además se quedan
a estar muerto en ningún momento, rígidos, así que tendrás que
sólo vas a fingirlo, lo mismo que la tumbarte igual que si fueras un
chica de la obra de teatro. robot.
—No sé cómo fingir que soy —¿No como un muñeco de
una chica. trapo?
—No, tienes que fingir que estás —Todo lo contrario a un
muerto —la voz de Mamá suena un muñeco de trapo.
poco refunfuñona. Pero quien se parece a un robot
—No tenemos ninguna mortaja. es él, el Viejo Nick, porque yo tengo
—Ajá, pero vamos a usar la corazón.
alfombra. —Así que creo que envolverte

95
Emma Donoghue La habitación

en la alfombra es la única manera de Alfombra? —ya sé la respuesta, pero


evitar que se dé cuenta de que en pregunto por si acaso.
realidad estás vivo. Entonces le diré —Estaré aquí mismo,
que tiene que llevarte a algún sitio y esperando —dice Mamá—. Te
enterrarte. llevará hasta su camioneta, te
Me empieza a temblar la boca. pondrá en la parte de atrás, en la
—¿Por qué va a enterrarme? parte abierta...
—Porque los cuerpos muertos —Yo también me quiero quedar
empiezan a oler mal enseguida. aquí esperando.
La Habitación huele bastante Me pone el dedo en la boca para
mal hoy por no haber tirado de la hacerme callar.
cadena y por la almohada vomitada —Y ésa es tu oportunidad.
y todo eso. —¿Cuál?
—«Los gusanos rastreros reptan —¡La camioneta! La primera
por el suelo...» vez que se pare en una señal de
—Exacto. Stop, te escabullirás de la alfombra,
—No quiero que me entierren y saltarás a la calle, echarás a correr y
quedarme todo pegajoso con los traerás a la policía para que me
gusanos caminándome a rastras por rescate —la miro fijamente—. Así
encima. que esta vez el plan es: Muerto,
Mamá me acaricia la cabeza. Camioneta, Correr, Policía, Salvar a
—Sólo es un truco, ¿te Mamá. ¿Lo repites?
acuerdas? —Muerto, Camioneta, Correr,
—Como un juego. Policía, Salvar a Mamá.
—Pero no divertido. Un juego Tomamos el desayuno, ciento
serio. veinticinco cereales cada uno
Hago que sí con la cabeza. Me porque necesitamos fuerzas extras.
parece que estoy a punto de No tengo hambre, pero Mamá dice
echarme a llorar. que tengo que comérmelos todos.
—Créeme —dice Mamá—, si Luego nos vestimos y
pensara que hay alguna otra cosa practicamos el muerto. Me parece
que pudiera tener una maldita que es la Gimnasia más rara a la que
posibilidad... —no sé lo que es una hemos jugado nunca. Me tumbo en
maldita posibilidad. Espero, pero el borde de la Alfombra y Mamá me
Mamá no acaba la frase. Luego sale envuelve y me dice que me ponga
de la Cama y dice—: Bueno, deja boca abajo, luego boca arriba, luego
que te explique cómo va a ir, y verás boca abajo y al final boca arriba otra
como así no estarás tan asustado. El vez, hasta que estoy embutido como
Viejo Nick marcará los números un salchichón. Dentro de la
para que la puerta se abra, y luego Alfombra huele raro, a polvo y a
te sacará de la habitación enrollado algo más, distinto del olor que tiene
en la alfombra. cuando solamente me tumbo
—¿Tú también estarás en la encima.

96
Emma Donoghue La habitación

Mamá me levanta, estoy estás vivo, y se enfadará tanto que...


aplastado. Dice que soy como un —¿Qué? —espero—. Mamá,
paquete alargado y pesadísimo, ¿qué hará?
pero que el Viejo Nick me levantará —No te preocupes, va a creer
sin problemas porque tiene más que estás muerto.
músculos. ¿Cómo lo sabe seguro?
—Te llevará en brazos por el —Entonces se montará en la
patio trasero hasta el garaje, lo más cabina de la camioneta y empezará a
seguro, así... —siento que damos conducir.
vueltas por la Habitación. Tengo el —¿Hacia dónde?
cuello agarrotado, pero no me —Ah, fuera de la ciudad, lo más
muevo ni un pelo—. O a lo mejor te probable. A algún lugar donde
cargará al hombro, así... —me nadie pueda verlo cavando un
levanta más, gruñe, siento que me agujero. Un bosque o algo por el
aprieta por la cintura. estilo. Pero la cuestión es que en
—¿Es un camino muy largo? cuanto ponga en marcha el motor
—¿Cómo? sentirás un zumbido fuerte y una
Mis palabras se pierden dentro sacudida constante, así... —me hace
de la Alfombra. una pedorreta a través de la
—Un momento —dice Mamá—. Alfombra; las pedorretas me dan
Se me ocurre que tal vez te deje en el risa, pero ahora no—. Ésa es la señal
suelo un par de veces, para abrir las para que empieces a soltarte.
puertas —me apoya en el Suelo, con ¿Quieres intentarlo?
la cabeza por delante. Me retuerzo, pero no puedo; me
—Ay. aprieta demasiado.
—Pero tú no harás ningún —Estoy encallado. Estoy
ruido, ¿vale? encallado, Mamá.
—Perdona. Me desenrolla enseguida.
La Alfombra se me pega a la Respiro aire a montones.
cara, me da picor en la nariz, pero —¿Mejor?
no llego a rascármela. —Mejor.
—Te echará en la plataforma de Me sonríe, pero con una sonrisa
la camioneta, así. rara que no parece de verdad.
Me deja caer, pumba. Me Luego me enrolla de nuevo, no tan
muerdo el labio para no gritar. apretado.
—Quédate rígido, rígido, rígido —Aún me aplasta.
como un robot, pase lo que pase, —Perdona, no creí que la
¿de acuerdo? alfombra fuera tan rígida. Espera un
—De acuerdo. momento —Mamá me desenrolla de
—Porque si te quedas flojo, o te nuevo—. A ver, intenta doblar los
mueves o haces un solo sonido, Jack, brazos sacando un poco los codos
si haces cualquiera de esas cosas por para hacerte sitio.
equivocación, sabrá que en realidad Esta vez, cuando Mamá me

97
Emma Donoghue La habitación

enrolla con los brazos doblados, dinero y deja de pagarles, el banco...


puedo sacarlos por encima de la Los del banco se enfadarán y harán
cabeza, y asomo los dedos por el lo posible para quitarle la casa.
borde de la Alfombra. Me pregunto cómo un banco
—Estupendo. Trata ahora de puede hacer esas cosas. ¿Con una
reptar hacia arriba, como si excavadora gigante, a lo mejor?
estuvieras en un túnel. —¿Con el Viejo Nick dentro? —
—Me aprieta demasiado —no pregunto—, ¿igual que Dorothy
sé cómo se las ingenió el conde cuando el tornado arranca su casa y
mientras se estaba ahogando—. la hace volar por los aires?
Déjame salir. —Escucha —Mamá me agarra
—Espera un minuto. de los codos con fuerza, casi me
—¡Déjame salir ahora mismo! duele—. Lo que intento decirte es
—Si sigues desesperándote así que nunca consentirá que entre
—dice Mamá—, nuestro plan no va nadie en su casa o en su patio
a funcionar. trasero, porque entonces
Me echo a llorar otra vez. La descubrirían esta Habitación,
Alfombra se humedece al rozarme ¿verdad?
la cara. —¡Y nos rescatarían!
—¡Quiero salir! —No, jamás dejaría que eso
La Alfombra se desenrolla, ocurriera.
vuelvo a respirar. —¿Qué haría?
Mamá me pone la mano en la Mamá se muerde los labios tan
cara, pero yo la aparto. dentro que parece que no tiene.
—Jack. —La cuestión es que tenemos
—No. que escapar antes de que eso ocurra.
—Escúchame. Ahora vas a volver a enrollarte en la
—El plan B es de tarugos. alfombra y practicarás un poco más
—Ya sé que da miedo. ¿Crees hasta que le cojas el truco a soltarte
que no lo sé? Pero tenemos que solo.
intentarlo. —No.
—No, no tenemos que hacerlo. —Jack, por favor...
Al menos hasta que cumpla seis —¡Tengo mucho miedo! —grito
años. —. ¡No voy a hacerlo nunca jamás y
—Mira, existe una cosa que se te odio!
llama ejecución hipotecaria. Mamá respira raro, se sienta en
—¿Qué? —me quedo mirando a el Suelo.
Mamá fijamente. —Muy bien.
—Es difícil de explicar —suelta ¿Cómo que muy bien que la
el aire de golpe—. En realidad el odie?
Viejo Nick no es propietario de su Apoya las manos en la barriga.
casa, porque la casa es del banco. Y —Yo te traje a esta habitación.
si ha perdido su empleo y no tiene No quería, pero lo hice, y no lo he

98
Emma Donoghue La habitación

lamentado ni una sola vez. —Eso es —dice Mamá—.


La miro, y ella me mira Estupendo, ahora estira. No, así no,
también. hacia el otro lado, ya verás como
—Yo te traje aquí, y esta noche sientes que se suelta. Igual que si
voy a hacer que salgas. pelaras un plátano.
—Vale —lo digo muy bajito, Lo hago, un poquitín nada más.
pero me oye. Asiente con la cabeza —Estás tumbado encima del
—. Y a ti te sacaremos, con el borde, y por eso lo aplastas con tu
soplete. Uno por uno, pero los dos peso.
juntos. —Perdona —vuelven las
Mamá sigue asintiendo. lágrimas.
—Pero el que importa eres tú. —No tienes que pedir perdón,
Solamente tú. lo estás haciendo de maravilla. ¿Y si
Sacudo la cabeza hasta que se tratas de rodar?
me bambolea, porque no sólo —¿Hacia dónde?
importo yo. —Hacia donde sientas que se
Nos miramos sin sonreír. queda más suelto. Poniéndote boca
—¿Listo para volver a la abajo, a lo mejor, y buscando luego
alfombra? otra vez el extremo de la alfombra
Digo que sí. Me tumbo, Mamá para tirar de él.
me enrolla superapretado. —No puedo.
—No puedo... Lo hago. Consigo sacar un codo
—Claro que puedes —siento fuera.
que me da palmaditas a través de la —Genial —dice Mamá—. Por
Alfombra. arriba ya la has aflojado. Eh, ¿y si te
—No puedo, no puedo. sientas? ¿Crees que podrías
—¿Me haces el favor de contar incorporarte?
hasta cien? Me duele y es imposible.
Lo hago, chupado, rapidísimo. Consigo enderezarme un poco y
—¿Ves? Ya pareces más tengo ya los codos fuera, y la
tranquilo. Vamos a resolver esto en Alfombra se está aflojando
un santiamén —dice Mamá—. alrededor de mi cara. Puedo sacarla
Mmm. Estoy pensando que... si lo del todo.
de reptar no funciona, tal vez en —¡Lo he conseguido! —grito—,
lugar de eso podrías, no sé, ¡soy el plátano!
¿desenrollarte? —Eres el plátano —dice Mamá.
—Pero estoy aquí metido. Me besa la cara, que está toda
—Ya lo sé, pero puedes alcanzar húmeda—. Ahora vamos a volver a
el borde con las manos y encontrar intentarlo.
la esquina de la alfombra. Cuando estoy tan cansado que
Probémoslo. tengo que parar, Mamá me cuenta
Palpo el borde hasta que llego a cómo será todo en el Exterior.
algo que acaba en punta. —El Viejo Nick irá conduciendo

99
Emma Donoghue La habitación

por la calle. Tú estás en la parte de —Lo único importante es no


atrás, en la parte abierta de la dejar que el Viejo Nick te atrape. Ay,
camioneta, así que no puede verte, pero si puedes, primero tendrías
¿de acuerdo? Te agarras bien del que llegar a la acera, para que no te
borde para no caerte, porque se atropelle un coche. Y también
moverá rápido, así —me coge y me tendrás que gritar, para que alguien
zarandea de un lado a otro—. te ayude.
Entonces, cuando pise el freno, —¿Quién?
sentirás una especie de... tirón en —No sé, cualquiera.
sentido contrario, a medida que la —¿Quién es Cualquiera?
camioneta aminore la marcha. Eso —Nada más tienes que ir
significa que hay una señal de Stop, corriendo hasta la primera persona
donde los conductores deben que veas. Aunque será un poco
pararse un momento. tarde... A lo mejor no hay nadie
—¿Y él también? caminando por la calle —se está
—Claro. Así que en cuanto mordiendo el pulgar, la uña, pero
sientas que la camioneta ya casi no no le digo que pare—. Si no ves a
se mueve, es el momento más nadie, tendrás que hacerle señas a
seguro para saltar hacia un lado. un coche para que pare, y decirle a
Al Espacio Exterior. No lo digo, la gente que vaya dentro que a ti y a
sé que está mal. tu mamá os han secuestrado. O si no
—Aterrizarás en el asfalto, hubiera coches... Ay, Dios...
estará duro como... —mira Supongo que tendrás que ir
alrededor—. Como la cerámica, corriendo hasta una casa...
pero más rugoso. Y entonces corres, Cualquier casa que tenga las luces
corres, corres como GingerJack. encendidas... y golpear la puerta con
—A GingerJack se la comió la los puños tan fuerte como puedas.
zorra. Pero sólo en una casa que tenga las
—Caramba, mal ejemplo —dice luces encendidas, que no esté vacía.
Mamá—. Pero esta vez somos Y debe ser la puerta principal,
nosotros los pillos que hacemos el ¿sabrás reconocerla?
truco. «Jack, ten ahínco, Jack, corre —La de delante.
raudo...» —¿Lo probamos ahora? —
—«Jack, salta de un brinco el Mamá espera—. Háblales igual que
candelabro.» hablas conmigo. Imagínate que yo
—Tendrás que correr siguiendo soy ellos, ¿qué les dices?
la calle, alejándote de la camioneta —Yo y tú hemos...
superrápido, igual que..., ¿te —No, haz como si yo fuera la
acuerdas de aquellos dibujos que gente de la casa, o quien vaya en el
vimos una vez, el Correcaminos? coche o caminando por la acera,
—Tom y Jerry, ellos también diles que tú y tu Mamá...
corren. Lo intento de nuevo.
Mamá asiente. —Tú y tu Mamá...

100
Emma Donoghue La habitación

—No, tú dices: «Mi Mamá y estamos en la Habitación. Eso es lo


yo...». que Mamá dice, pero la verdad es
—Tú y yo... que yo no me lo creo. De repente
Da un soplido. estoy muerto de hambre: escojo
—Bueno, da igual, simplemente macarrones, perritos calientes y
dales la nota... ¿La nota sigue aún en galletas saladas, que son como tres
lugar seguro? comidas juntas.
Miro dentro de mi ropa interior. Nos pasamos todo el rato
—¡Ha desaparecido! —así que jugando a las Damas, pero me está
me palpo y veo que ha resbalado y entrando miedo por nuestra Gran
se me ha metido en medio del culo. Evasión y pierdo dos veces. Ya no
La saco y se la enseño a Mamá. quiero jugar más.
—Guárdatela delante. Si por Intentamos echar la siesta, pero
casualidad se te cayera, no podemos dormirnos. Tomo un
simplemente puedes decirles: «Me poco, primero la izquierda, luego la
han secuestrado». ¿A ver cómo te derecha y de nuevo la izquierda,
sale? hasta que casi no queda nada.
—Me han secuestrado. Ninguno de los dos queremos
—Dilo fuerte y claro para que te cenar nada. Tengo que volver a
oigan bien. ponerme la camiseta vomitada.
—Me han secuestrado —grito. Mamá dice que puedo dejarme los
—Fantástico. Y entonces ellos calcetines puestos.
llamarán a la policía —dice Mamá —Si no, el asfalto de la calle te
—, y... supongo que la policía hará llagas en los pies —se seca un
buscará en todos los patios traseros ojo; después el otro—. Ponte el par
de los alrededores hasta que me más grueso que tengas.
encuentren. No sé por qué los calcetines la
No pone cara de estar segura hacen llorar. Voy al Armario y
del todo. busco la Muela Mala debajo de mi
—Y te salven con el soplete —le almohada.
recuerdo. —Me la voy a meter en el
Practicamos una y otra vez. calcetín.
Muerto, Camioneta, Soltarse, Saltar, Mamá dice que no con la
Correr, Alguien, Nota, Policía, cabeza.
Soplete. Son nueve cosas. No creo —¿Y si se te clava en el pie y te
que pueda guardarlas todas a la vez hace una herida?
en mi cabeza. Mamá dice que claro —No, de verdad, se quedará
que puedo, soy su superhéroe, el quietecita ahí en un lado.
señor Cinco. Son las 06.13, y eso quiere decir
Ojalá que aún tuviera cuatro que falta poco para que sea de
años. noche. Mamá dice que ya tendría
Hoy elijo yo la comida porque que estar envuelto en la Alfombra,
es un día especial, el último día que porque como estoy enfermo

101
Emma Donoghue La habitación

posiblemente hoy el Viejo Nick —Sabes que pegar está mal,


venga antes. ¿verdad?
—Todavía no. —Sí.
—Bueno... —Bueno, pues esta noche es un
—Por favor, no. caso especial. De verdad que no creo
—Mira, quédate aquí sentado, que lo haga, porque tendrá prisa
¿de acuerdo? Para que pueda por... por liquidar el asunto rápido.
enrollarte rápido si hace falta. Pero si por casualidad pasara eso, lo
Repetimos el plan una y otra que tienes que hacer es golpearle
vez para que practique los nueve con todas tus fuerzas.
pasos. Muerto, Camioneta, Soltarse, Ostras.
Saltar, Correr, Alguien, Nota, —Le das patadas, lo muerdes, le
Policía, Soplete. metes los dedos en los ojos... —sus
No dejo de darme sustos cada dedos se clavan en el aire—.
vez que oigo el piii, piii, pero no es Cualquier cosa con tal de que
de verdad, sólo imaginaciones mías. puedas escapar.
No dejo de mirar la Puerta, que Casi no puedo creer lo que me
brilla como un puñal. está diciendo.
—¿Mamá? —¿Incluso puedo matarlo?
—¿Sí? Mamá va corriendo hasta donde
—Mejor lo hacemos mañana dejamos secar los cacharros después
por la noche. de lavar. Coge el Cuchillo Afilado.
Se agacha y me abraza fuerte. Miro cómo brilla y me acuerdo
Eso significa que no. de cuando Mamá se lo puso en el
Otra vez la odio un poquito. cuello al Viejo Nick.
—Ojalá pudiera ir yo en tu —¿Crees que podrías agarrarlo
lugar. fuerte dentro de la alfombra, y si...?
—¿Y por qué no puedes? —se queda mirando el Cuchillo
Niega con la cabeza. Afilado y vuelve a dejarlo con los
—Lamento mucho que tengas tenedores en el Escurreplatos.
que ser tú y que tenga que ser —¿Qué?
ahora. Pero no te olvides de que yo —¿En qué estaría yo pensando?
estaré dentro de tu cabeza, ¿vale? —¿cómo voy yo a saberlo si ella no
No dejaré de hablarte en ningún lo sabe?—. Te lo clavarás —dice
momento. Mamá.
Repasamos el plan B un montón —No, no me lo clavaré.
de veces más. De repente se me —Sí, Jack, ¿cómo no vas a
ocurre otra cosa que me da miedo. clavártelo y hacerte trizas si
—¿Y si abre la Alfombra? — empuñas una hoja desnuda
pregunto—. Sólo para ver si estoy envuelto en una alfombra? Creo que
muerto, ¿y si la abre? estoy perdiendo la cabeza. ¿Crees
Mamá se queda un momento que estoy perdiendo la cabeza?
callada. —No, la tienes ahí —le digo

102
Emma Donoghue La habitación

dándole unas palmaditas en el pelo. salidos. Me envuelve en la Alfombra


Mamá se acerca y me acaricia la y la luz desaparece.
espalda. Estoy enrollado en medio de la
Compruebo que la Muela Mala oscuridad picorosa.
sigue aún en el calcetín, que la nota —¿No está demasiado prieta?
está debajo de mi ropa interior, en la Pruebo a sacar los brazos por
parte de delante. Cantamos para encima de la cabeza y volverlos a
que el tiempo pase, pero bajito. bajar, raspándome un poco.
«Lose Yourself» y «Tubthumping» y —¿Está bien?
la de un hogar en la pradera. —Sí —le digo.
—«Donde retozan los antílopes Entonces esperamos, nada más.
y los ciervos...» —canto. Noto que algo entra por la parte de
—«Donde rara vez se oye una arriba de la Alfombra y me frota el
palabra de desaliento...» pelo; es su mano, lo sé aunque no lo
—«Y las nubes dejan siempre vea. Oigo mi respiración, hace
ver el cielo.» mucho ruido. Pienso en el conde
—Bueno, ya es la hora —dice metido en la bolsa donde se cuelan
Mamá sujetando la Alfombra los gusanos. En la caída hacia abajo,
extendida. hacia abajo, hasta que choca contra
No quiero. Me tumbo y pongo el mar. ¿Los gusanos saben nadar?
las manos encima de los hombros Muerto, Camioneta, Correr,
con los codos hacia afuera. Espero a Alguien... No, Soltarme, luego
que Mamá me enrolle. Saltar, Correr, Alguien, Nota,
Mamá me mira y no hace nada. Soplete. Me he olvidado de Policía
Me mira los pies, las piernas, los antes de Soplete. Es demasiado
brazos, la cabeza, sus ojos resbalan complicado, voy a estropearlo todo
por todo mi cuerpo, como si y el Viejo Nick me va a enterrar de
estuviera contando todas las partes. verdad y Mamá me estará
—¿Qué pasa? —digo. esperando aquí siempre.
No dice ni una palabra. Se Después de un buen rato
agacha, no me da ni un beso, susurro:
solamente toca mi cara con la suya —¿Va a venir o no?
hasta que ya no sé cuál es suya y —No lo sé —dice Mamá—.
cuál es mía. El pecho empieza a ¿Cómo no va a venir? Si le queda
martillearme pum, pum, pum. No todavía algo de humanidad...
quiero soltarme de ella. Pensaba que los humanos eran
—Bueno —dice Mamá, con la o no eran, no sabía que alguien
voz toda rasposa—. Qué asustientes pudiera ser poco humano o mucho.
estamos, ¿a que sí? Estamos Entonces, ¿de qué son sus otras
totalmente asustientes. Venga, nos partes?
vemos fuera. Espero. Espero. Ya no siento los
Me coloca los brazos de esa brazos. La Alfombra me toca la
manera especial con los codos nariz, quiero rascarme. Lo intento

103
Emma Donoghue La habitación

una y otra vez hasta que llego. me muevo, estoy todo rígido y no
—¿Mamá? oigo, no veo, no nada.
—Aquí estoy. —Oh, no —oigo que suelta el
—Yo también. aire despacio—. Es terrible. Pobre
Piii, piii. chiquilla, es...
Doy un bote, se supone que Nadie dice nada durante unos
estoy muerto, pero no puedo momentos.
evitarlo, quiero salir de la Alfombra —Supongo que ha debido de
ahora mismo, pero estoy encallado y ser algo realmente grave —dice el
no puedo ni intentarlo porque Viejo Nick—, las pastillas no
entonces él vería... habrían servido de nada.
Noto una presión en el cuerpo, —Lo has matado —Mamá está
debe de ser la mano de Mamá. dando alaridos.
Necesita que sea su superpríncipe —Venga, vamos, cálmate.
JackerJack, así que me quedo quieto —Cómo voy a calmarme. Jack
como una estatua. Nada de volver a está... —respira raro, las palabras le
moverme, soy el cadáver. Soy el salen como si las tragara. Lo hace
conde; no, soy su amigo aún más tan bien de verdad que casi me lo
muerto. Me pongo rígido como un creo.
robot que se ha quedado sin —Déjame ver —la voz del Viejo
electricidad. Nick está muy cerca, me pongo
—Toma —es la voz del Viejo tirante y rígido, rígido, rígido.
Nick. Suena igual que siempre. Ni —No lo toques.
siquiera sabe lo que me ha pasado —Vale, vale —luego el Viejo
de que me he muerto—. Nick dice—: No puedes tenerlo
Antibióticos. Están caducados, pero aquí.
por muy poco. Para un crío los —Mi niño.
partes por la mitad, me dijo el tipo. —Lo sé, es algo terrible. Pero
Mamá no responde. ahora debemos sacarlo de aquí.
—¿Dónde está, en el armario? —No.
Habla de mí. —¿Cuándo ha sido? —le
—¿Está en la alfombra? Pero pregunta—. ¿Esta mañana, has
¿estás loca, envolver así a un crío dicho? ¿Habrá sido tal vez durante
enfermo? la noche? Debe de estar empezando
—No volviste —dice Mamá, a... No es saludable tenerlo aquí por
con una voz rara de verdad—. Por más tiempo. Vale más que me lo
la noche empeoró, y esta mañana ya lleve y busque un lugar.
no se ha despertado. —Aquí en el jardín trasero no
Nada. Luego el Viejo Nick hace —Mamá habla casi como si gruñera.
un ruido extraño. —De acuerdo.
—¿Estás segura? —Si lo pones en el jardín...
—¿Si estoy segura? —aúlla Jamás deberías haberlo hecho, está
Mamá; pero yo no me muevo, no demasiado cerca. Si lo entierras ahí,

104
Emma Donoghue La habitación

lo oiré llorar. Jack».


—He dicho que de acuerdo. Entonces me levantan del Suelo.
—Llévatelo bien lejos con el Primero creo que es ella, y luego sé
coche, ¿lo harás? que es él. No te muevas, no te
—Sí. Deja que... muevas, JackerJack, quédate tieso,
—Otra cosa —Mamá llora sin tieso, tieso. Voy envuelto en la
parar—. Quiero que lo dejes tal Alfombra y noto que me aprieta, no
como está. puedo respirar, pero luego me
—No te preocupes, lo dejaré acuerdo de que los muertos no
envuelto. respiran. «Que no me destape, por
—Ni se te ocurra ponerle una favor.» Ojalá llevara el Cuchillo
mano... Afilado.
—Vale. El piii, piii otra vez, luego el clic,
—Jura que ni vas a mirarlo con que significa que la Puerta está
tus asquerosos ojos. abierta. El ogro me tiene en su
—De acuerdo. poder, ¡diantre! Siento calor en las
—Júralo. piernas, oh, no, se me ha escapado
—Lo juro, ¿satisfecha? un poco de pis. Y también se me ha
Estoy muerto, muertísimo. salido un poco de caca, Mamá no
—Lo sabré —dice Mamá—. Si lo me avisó de que pasaría esto. Qué
pones en el patio, lo sabré, y me peste. «Perdona, Alfombra.» Un
liaré a gritos cada vez que se abra la gruñido cerca de mi oreja, el Viejo
puerta, y lo destrozaré todo, te juro Nick me agarra con fuerza. Estoy
que nunca más estaré callada. tan asustado que no puedo ser
Tendrás que matarme para que me valiente... Basta, basta, basta... No
calle, porque ya no me importa. puedo hacer ningún ruido, porque
¿Por qué le está diciendo que la entonces descubrirá el truco y se
mate a ella también? comerá primero mi cabeza, luego
—Tranquilízate —dice el Viejo me arrancará las piernas de cuajo...
Nick como si le hablara a un perro Me cuento los dientes, pero
—. Ahora voy a levantarlo para pierdo la cuenta todo el rato,
llevármelo a la camioneta, ¿de diecinueve, veintiuno, veintidós.
acuerdo? Soy el príncipe robot superJack el
—Despacio. Encuentra un sitio Valiente, el señor Cinco, no me
bonito —dice Mamá. Está llorando muevo ni un pelo. «¿Estás ahí,
tanto que casi no entiendo lo que Muela? No te siento, pero debes de
dice—. Algún lugar con árboles o estar dentro de mi calcetín, a un
algo así. lado. Eres un trocito de Mamá, un
—No te preocupes. Ahora es trocito de sangre de su sangre que
hora de irse. me acompaña.»
Me agarran a través de la No me siento los brazos.
Alfombra, me estrujan. Es Mamá, El aire ha cambiado. Aún
que no para de repetir: «Jack, Jack, respiro el polvo de la Alfombra,

105
Emma Donoghue La habitación

pero cuando levanto la nariz un Mamá, Mamá...» No puedo


poquitín de nada, me llega ese aire soltarme como hemos ensayado,
que es... aunque practicamos y practicamos.
El Exterior. Todo ha salido mal, lo siento. El
¿De verdad estoy fuera? Viejo Nick va a llevarme a un sitio
No hay movimiento. El Viejo donde «los gusanos rastreros reptan
Nick está de pie, quieto. ¿Por qué se por el suelo» y me va a enterrar...
queda de pie quieto en el jardín? Estoy llorando otra vez, me gotea la
¿Qué va a...? Nos ponemos en nariz, tengo los brazos hechos un
movimiento de nuevo. Me quedo nudo debajo del pecho, estoy
tieso, tieso, tieso. peleando porque la Alfombra ya no
Ayyy, he caído en algo duro. es mi amiga, doy patadas como de
Creo que no he hecho ningún ruido, Karate pero me tiene atrapado, es la
por lo menos yo no he oído nada. mortaja de los cadáveres que caen al
Creo que me he golpeado la boca, mar...
siento ese sabor que es el de la El ruido se hace más silencioso.
sangre. No nos movemos. La camioneta se
Hay otro pitido, pero distinto. ha parado.
Un tintineo, como de cosas Es un Stop, es una señal de
metálicas. Arriba otra vez, y luego Stop, eso significa que tendría que
¡zas!, otra vez aterrizo de cara, ay, estar dando el Salto, que es el cuarto
ay, ay. Pum. De pronto todo punto de la lista, pero aún no he
empieza a temblar y a vibrar y a hecho el tercero. Si no puedo
rugir debajo de mi frente, es un soltarme, ¿cómo voy a saltar? Si no
terremoto... puedo llegar al cuarto, al quinto, al
No, es la camioneta, eso tiene sexto, al séptimo, al octavo o al
que ser. No se parece en nada a una noveno, si me quedo atascado en el
pedorreta, es un millón de veces tercero, va a enterrarme con los
más fuerte. «¡Mamá!», grito dentro gusanos...
de mi cabeza. Muerto, Camioneta. Nos movemos de nuevo, brum,
Son dos de los nueve pasos. Estoy brum.
en la parte de atrás de la camioneta, Consigo sacar una mano por
igual que en la historia. encima de mi cara, que está toda
No estoy en la Habitación, pero llena de mocos; la mano escarba
¿yo sigo siendo yo? hasta arriba del todo y estiro con
Ahora nos movemos. Voy en la fuerza el otro brazo. Agarro el aire
camioneta a toda pastilla, de verdad nuevo con todos los dedos; hay algo
verdadera. frío, algo metálico, otra cosa que no
Huy, tengo que Soltarme, se me es de metal y que tiene bultos. Me
olvidaba. Empiezo a hacer como agarro y tiro, tiro, tiro, y doy
una serpiente, pero la Alfombra me patadas, me golpeo la rodilla, au,
aprieta tanto que no sé cómo. Estoy au, au. Nada, no hay manera.
encallado, no hay manera. «Mamá, «Encuentra la esquina.» ¿Es Mamá

106
Emma Donoghue La habitación

quien habla dentro de mi cabeza, hicimos».


como me dijo, o será sólo que me Otra luz pasa como una bala.
acuerdo? Tanteo todo el borde de la Hay cosas que resbalan por el cielo,
Alfombra sin encontrar ninguna creo que son árboles. Y casas y luces
esquina. Al final la encuentro y tiro encima de postes gigantescos, y
de ella. Se suelta, creo que sólo un algunos coches, todo a toda
poco. Ruedo sobre la espalda, pero velocidad. Me siento igual que en
aún me aprieto más, y ahora ya no un cómic, pero más sucio. Me
puedo ni encontrar la esquina. agarro al borde del camión, está
Se ha parado, la camioneta se ha duro y frío. El Cielo es de lo más
parado otra vez y aún no estoy inmenso y enorme, a lo lejos hay un
fuera, y resulta que tenía que saltar trocito naranja, pero el resto es gris.
en el primero. Tiro de la Alfombra Cuando me asomo a mirar la calle
hacia abajo hasta que está a punto veo que es negra y larga, larguísima.
de romperme el codo, y de repente Sé cómo dar un buen salto, pero no
veo un resplandor enorme, pero mientras sigan los rugidos y los
enseguida desaparece porque la brincos y las luces sean manchones
camioneta se mueve de nuevo, borrosos y el aire huela tan raro,
brrrrum. como a manzana. Los ojos no me
Creo que lo que he visto es el funcionan bien, estoy demasiado
Exterior. Existe de verdad y brilla asustado para estar asustiente.
un montón, pero no puedo... La camioneta se ha parado otra
Mamá no está, no hay tiempo vez. No puedo saltar, porque no
para llorar, soy el valiente príncipe puedo ni moverme. Consigo
JackerJack, tengo que ser superJack ponerme de pie y mirar abajo,
o los gusanos rastreros se me pero...
meterán dentro. Me pongo otra vez Me resbalo y me caigo en la
boca abajo, doblo las rodillas y camioneta, me golpeo la cabeza y
levanto el culo, estoy a punto de noto que me arde, y sin querer grito.
reventar la Alfombra, y ahora la —Aayyyyy.
siento más floja, se abre y cae y se Se para otra vez.
desprende de mi cara... Un sonido metálico. La cara del
Ya puedo respirar todo el aire Viejo Nick. Ha salido de la
negro, qué alivio. Me siento y camioneta con la cara más enfadada
desenrollo la Alfombra. Me siento que he visto y...
como una especie de plátano Salto.
magullado. La coleta se me ha El suelo me rompe los pies, me
soltado, me cae todo el pelo encima rasguña la rodilla, me pega en la
de los ojos. Me busco las piernas, cara, pero yo corro, corro, corro en
una y dos, saco todo mi cuerpo del busca de Alguien, Mamá dijo que le
envoltorio, lo he conseguido, lo he gritara a cualquiera, o a un coche, o
hecho, ojalá que Dora pudiera a una casa iluminada, veo un coche
verme, cantaría la canción de «Lo pero está oscuro por dentro y de

107
Emma Donoghue La habitación

todos modos no sale nada de mi un salto y me come...


boca, que está llena de pelo, pero Abro la boca para dar el grito
sigo corriendo. Jack, ten ahínco. más grande del mundo, pero no sale
Jack, corre raudo. Mamá no está ningún sonido.
aquí pero me prometió que estaría —¡Rajá!
dentro de mi cabeza animándome: Veo un montón de puntitos
«Corre, corre, corre». Un rugido me rojos en mi dedo.
persigue, es él, es el Viejo Nick, que —Rajá, al suelo —la persona
viene a partirme en dos. ¡Diantre! hombre coge al perro por el cogote.
Tengo que encontrar a Alguien para La sangre me chorrea por la
gritar «ayuda, ayuda», pero no hay mano.
nadie, no hay ningún Alguien, voy a Entonces, ¡zas!, me agarran por
tener que correr toda la vida, pero detrás. Es el Viejo Nick cogiéndome
se me acaba la respiración y no veo con sus manos gigantes por las
nada y... costillas. Lo he echado todo a
Un oso. perder, me ha atrapado. «Perdón,
¿Un lobo? perdón, Mamá, perdón.» Me levanta
Un perro... ¿Un perro es del suelo. Entonces grito, grito sin
Alguien? que me salgan palabras. Me lleva
Alguien viene detrás del perro, bajo el brazo, de vuelta hacia la
aunque es una persona muy camioneta. Mamá dijo que podía
pequeña, un bebé caminando, va pegarle, que podía matarlo, y yo
empujando algo que lleva ruedas doy miles de golpes pero sin
con un bebé más chiquitín dentro. alcanzarlo, solamente consigo
No me acuerdo de lo que tengo que pegarme a mí mismo...
gritar, me he quedado sin voz, como —Disculpe —dice la persona
la Tele, sólo sigo corriendo hacia que aguanta la bolsa con la caca—.
ellos. El bebé se ríe, casi no tiene ¡Eh, señor! —no tiene una voz
pelo. El chiquitín que va dentro de ronca, es más suave.
la cosa de empujar no es de verdad, El Viejo Nick se da la vuelta. Me
creo, es una muñeca. El perro es olvido de gritar.
pequeño, pero sí es de verdad, está —Perdone, ¿está bien la nenita?
haciendo una caca en el suelo, ¿Qué nenita?
nunca había visto a los perros de la El Viejo Nick se aclara la
Tele hacer eso. Una persona viene garganta; sigue llevándome hacia la
detrás del bebé y recoge la caca en camioneta, pero ahora camina de
una bolsa como si fuera un tesoro, espaldas.
creo que es un hombre, es Alguien —Todo bien.
con pelo corto, como el Viejo Nick —Normalmente Rajá es muy
sólo que más rizado, y es más bueno, pero como la nena salió
marrón que el bebé. Digo «ayuda», corriendo de la nada...
aunque muy flojito. Voy corriendo —Es sólo una pataleta —dice el
casi hasta ellos y el perro ladra, da Viejo Nick.

108
Emma Donoghue La habitación

—Eh. Espere, creo que le sangra dijo Mamá; ya estamos en el ocho,


la mano. que era Policía, y todavía ni he
Me miro el dedo comido, la enseñado la nota ni he dicho nada
sangre cae a gotas. de la Habitación. Creo que me está
Entonces el hombre levanta del saliendo al revés. Tendría que
suelo a la persona bebé, la lleva con hablar con Alguien porque son
un solo brazo. En la otra mano lleva humanos igual que yo. Empiezo a
la caca y pone cara de no entender decir: «Me han secuestrado», pero
nada. me sale nada más un susurro,
El Viejo Nick me deja en el porque el Viejo Nick me ha
suelo, de pie, y me sujeta por los levantado otra vez del suelo, corre
hombros con los dedos, que me hacia la camioneta, me sacudo tanto
queman en la piel. que me voy a romper en trocitos, no
—Todo controlado. encuentro dónde golpear, va a...
—Y la rodilla también, parece —¡Eh, señor, tengo su número
un buen raspón, pero eso no se lo ha de matrícula! —eso lo dice la
hecho Rajá. ¿Se ha caído la nena? — persona hombre a gritos, ¿me estará
pregunta el hombre. gritando a mí? ¿Qué matrícula?—.
«No soy una nena», digo, pero K93... —va diciendo en voz alta,
sólo para dentro de mi garganta. ¿por qué grita esos números?
—¿Por qué no te ocupas de tus De pronto, aaaaay, la calle me
asuntos y dejas que yo me ocupe de golpea la barriga, las manos, la cara.
los míos? —dice el Viejo Nick, casi El Viejo Nick sigue corriendo, me ha
rugiendo. soltado. Se aleja por segundos. Esos
«Mamá, Mamá, te necesito para números deben de ser mágicos para
poder hablar.» Ya no está dentro de que me haya dejado caer.
mi cabeza, ya no está en ninguna Intento levantarme pero no me
parte. Ella escribió la nota, ya se me acuerdo de cómo se hace.
olvidaba. Busco dentro de los Oigo un ruido como de un
calzoncillos con la mano que no está monstruo, la camioneta hace
comida; primero no la encuentro, brrrrrrum, brrrrrrrum, y viene hacia
pero luego sí, y la saco toda mí. Rrrrrrrrrrr, va a aplastarme y
manchada de pis. No me salen las voy a quedar hecho picadillo en el
palabras, pero la agito delante del asfalto, no sé cómo, dónde, qué... El
Alguien hombre. bebé se echa a llorar, no había oído
El Viejo Nick me la arranca de nunca llorar a un bebé de verdad...
la mano y la desaparece. La camioneta se ha ido. Ha
—Vale, esto no... Esto no me pasado de largo muy rápido y ha
gusta —dice el hombre. Sujeta un girado la esquina sin pararse. La
teléfono pequeño en una mano, ¿de oigo todavía un momento, y luego
dónde habrá salido?, y está diciendo ya no la oigo.
—: Sí, con la policía, por favor. La parte más alta, la acera,
Todo pasa exactamente como Mamá dijo que me subiera a la

109
Emma Donoghue La habitación

acera. Tengo que arrastrarme, pero —Jack.


sin apoyar la rodilla que me escuece. —¿Jackie?
La acera está dibujada de cuadrados —Jack.
grandes, rugosos. —Ah. De acuerdo, perdona. Tu
Un olor horrible. La nariz del papá ya no está, Jack, se ha ido.
perro está justo a mi lado, ha vuelto ¿De qué está hablando?
para morderme, grito. El bebé empieza a tirarle de eso
—Rajá. que lleva encima de la camisa. Creo
El hombre tira del perro y lo que es una chaqueta.
aparta. El hombre se agacha, en una —Por cierto, yo me llamo Ajeet
de sus rodillas tiene al bebé, que no —dice la persona hombre—, y ésta
para de retorcerse. Ya no lleva en la es mi hija... Espera, Naisha. Jack
mano la bolsa de la caca. Se parece a necesita una tirita para esa pupa de
una persona de la Tele pero vista de la rodilla, voy a ver si... —rebusca
cerca, más ancho y con olores: un en todos los rincones de la bolsa que
poco a lavavajillas, menta y curry, lleva—. Rajá siente mucho haberte
todos mezclados. Con la mano que mordido.
no sujeta al perro intenta agarrarme, El perro no parece nada triste,
pero me aparto justo a tiempo. tiene un montón de dientes sucios y
—Tranquila, cielo. No pasa puntiagudos. ¿Se habrá bebido mi
nada. sangre como un vampiro?
¿Qué cielo? Sus ojos miran los —No tienes muy buen aspecto,
míos, lo de «cielo» me lo dice a mí. Jack, ¿has estado enfermo hace
No puedo mirarlo, me parece poco?
demasiado raro tenerlo ahí Digo que no con la cabeza.
mirándome y hablando conmigo. —Mamá.
—¿Cómo te llamas? —¿Cómo?
La gente en la Tele nunca —Mamá vomitó en mi camiseta.
pregunta nada. Bueno, menos Dora, El bebé habla, aunque creo que
que ya sabe cómo me llamo. no en un idioma. Agarra al perro
—¿Puedes decirme tu nombre? Rajá de las orejas, ¿cómo es que no
Mamá dijo que hablara con el le tiene miedo?
Alguien, eso es lo que tengo que —Perdona, no te entiendo —
hacer. Pruebo, pero no sale nada. dice el hombre Ajeet. Ya no digo
Me mojo los labios con la lengua. nada más—. La policía va a llegar de
—Jack. un momento a otro, ¿de acuerdo? —
—¿Cómo? —se agacha y se se ha dado la vuelta para ver la
acerca más a mí; me acurruco y calle. El bebé Naisha está llorando
escondo la cabeza entre los brazos un poco, así que la pone a dar saltos
—. Tranquila, nadie va a hacerte encima de la rodilla—. Iremos con
daño. Dime tu nombre un poco más Ammi dentro de un minuto, a casa y
fuerte. a la cama.
Es más fácil decirlo sin mirarlo. Pienso en la Cama. En el calor.

110
Emma Donoghue La habitación

El hombre aprieta los botoncitos zapatos?


del teléfono y se pone a hablar otra ¿Qué zapatos?
vez, pero no escucho lo que dice. Después el hombre Ajeet ya no
Quiero irme de aquí, aunque si habla más.
me muevo, el perro Rajá me Se para un coche. Sé qué clase
morderá y me chupará más sangre. de coche, es de los que la policía
Estoy sentado encima de una línea, lleva en la Tele. Salen personas, dos,
así que una parte de mí está en un con el pelo corto, una lo tiene negro
cuadrado y una parte en otro. El y la otra, amarillo; se mueven
dedo comido me duele mucho, y la rápido. Ajeet habla con ellos. El bebé
rodilla también. Es la derecha, sale Naisha intenta soltarse; Ajeet lo
sangre por donde se ha roto la piel; tiene agarrado, aunque creo que no
al principio era roja, pero se está le hace daño. Rajá está tumbado en
volviendo negra. Hay un óvalo una especie de alfombra
puntiagudo al lado de mi pie, y al amarillenta, es hierba. Yo pensaba
intentar cogerlo veo que está que la hierba era verde. Está dentro
pegado. Luego se me queda entre de unos cuadrados, al lado de la
los dedos: es una hoja. Es la hoja de acera. Ojalá tuviera aún la nota,
un árbol de verdad, como la que pero el Viejo Nick la desapareció.
había aquel día en la Claraboya. No sé las palabras que tengo que
Miro hacia arriba, hay un árbol decir, con los golpes se me han ido
encima de mí, seguro que es el que de la cabeza.
ha dejado caer la hoja. La farola Mamá todavía está en la
gigante me deslumbra. Más arriba Habitación, quiero tanto, tanto,
veo que el cielo inmenso se ha tanto que esté aquí conmigo... El
quedado ya completamente negro, Viejo Nick se ha ido a toda pastilla
han desaparecido los restos rosas y en la camioneta, aunque no sé
anaranjados, ¿adónde han ido a adónde. Al lago y a los árboles ya
parar? El aire se mueve y me no, porque ha visto que no estoy
acaricia la cara; tiemblo sin querer, muerto. Tenía permiso para matarlo,
no puedo evitarlo. pero no lo he conseguido.
—Debes de tener frío. ¿Tienes De repente se me ocurre una
frío? idea horrible. A lo mejor ha vuelto a
Al principio creo que el hombre la Habitación, a lo mejor está ahí
Ajeet le está preguntando al bebé ahora mismo abriendo la Puerta con
Naisha, pero luego veo que es a mí; el piii, piii, y está hecho una furia, es
lo sé porque se quita la chaqueta y culpa mía por no estar muerto...
me la da. —¿Jack?
—Toma. Miro la boca que se mueve. Es
Sacudo la cabeza, porque es la la policía, la que es una mujer, creo,
chaqueta de una persona; yo nunca aunque es difícil saberlo. La de pelo
me he puesto una chaqueta. negro, no amarillo. Dice «Jack» otra
—¿Cómo has perdido los vez. ¿Cómo sabe mi nombre?

111
Emma Donoghue La habitación

—Soy la agente Oh. ¿Puedes —¿Y dónde está tu mamá esta


decirme cuántos años tienes? noche?
Tengo que decir Salvar a Mamá, —En la Habitación.
tengo que hablar con los policías —En una habitación, de
para que cojan el soplete, pero la acuerdo —dice—. ¿En qué
boca no me funciona. Lleva una cosa habitación?
en el cinturón, una pistola, igual que —La Habitación.
los policías de la Tele. A ver si va a —¿Puedes decirnos dónde está?
ser un policía malo como el que Me acuerdo de una cosa.
encerró a San Pedro, eso no se me —No está en ningún mapa.
había ocurrido. Miro el cinturón, no Suelta un bufido, creo que mis
la cara; un cinturón muy chulo, con respuestas no sirven.
hebilla. Creo que el otro policía es un
—¿Sabes la edad que tienes? hombre, aunque nunca había visto
Fácil, chupado. Levanto cinco de verdad un pelo como el suyo,
dedos. casi transparente.
—Cinco años, estupendo —la —Estamos en Navaho esquina
agente Oh dice algo, pero no oigo Alcott. Tenemos a un menor
bien. Luego pregunta no sé qué de trastornado, probablemente razones
una casa. Y lo repite dos veces. familiares —creo que está hablando
Hablo todo lo fuerte que puedo, por teléfono. Es como jugar a Loro,
pero sin mirar. conozco las palabras pero no sé lo
—No tengo casa. que significan. Luego se acerca a la
—¿No tienes casa? ¿Dónde agente Oh—. ¿Ha habido suerte?
duermes por la noche? —La cosa va despacio.
—En el Armario. —Lo mismo con el testigo. El
—¿En un armario? sospechoso es un varón blanco de
«Inténtalo», me dice Mamá uno ochenta aprox., entre cuarenta y
dentro de la cabeza; pero el Viejo cincuenta años, que huyó del lugar
Nick está a su lado, más furioso que de los hechos en una camioneta
nunca y... pick-up granate o marrón oscuro,
—¿En un armario, has dicho? posiblemente una F150 o una Ram,
—Sí, tenemos tres vestidos — la matrícula empieza K93, podría
digo—. Mamá, quiero decir. Hay seguir una B o una P, el estado no
uno rosa, otro es verde con rayas y figura...
otro marrón. Pero ella prefiere los —El hombre con quien estabas
vaqueros. ¿era tu padre? —la agente Oh me
—¿Tu mamá, has dicho? — habla otra vez.
pregunta la agente Oh—. ¿Esos —No tengo.
vestidos de los que hablas son de —¿El novio de tu madre?
mamá? —No tengo.
Decir que sí con la cabeza es Eso ya lo he dicho, ¿puedo
más fácil. decirlo dos veces?

112
Emma Donoghue La habitación

—¿Sabes cómo se llama? cortes?


Pienso hasta que me acuerdo. —El perro es un vampiro —
—Ajeet. busco a Rajá y a sus humanos, pero
—No. El otro hombre, el que se han desaparecido—. Este dedo lo
fue en la camioneta. mordió él, y lo de la rodilla fue el
—Viejo Nick —lo digo en un suelo.
susurro, porque sé que no le —Perdona, ¿cómo dices?
gustaría que lo llamara así. —La calle, que me golpeó.
—¿Cómo? —Adelante —eso lo dice el
—Viejo Nick. hombre policía, habla otra vez con
—Negativo —dice el hombre su teléfono. Luego mira a la agente
policía a su teléfono—. El Oh y dice—: ¿Llamo a protección de
sospechoso huyó antes de que menores?
llegáramos. Nombre de pila Nick, —Dame un par de minutos más
Nicholas, sin apellidos por el —dice ella—. Jack, apuesto a que
momento. eres bueno contando historias.
—Y tu mamá ¿cómo se llama? ¿Cómo lo sabe? El hombre
—pregunta la agente Oh. policía mira su reloj, lo lleva pegado
—Mamá. en la muñeca. Me acuerdo de que la
—¿Y tiene otro nombre? muñeca de Mamá no funciona bien.
Levanto dos dedos. ¿Estará el Viejo Nick ahí ahora,
—¿Dos nombres? Genial. ¿Te retorciéndole la muñeca o el cuello,
acuerdas de cuáles son? rompiéndola en pedazos?
Estaban en la nota que el Viejo —¿Crees que serías capaz de
Nick desapareció. De pronto me contarme lo que ha pasado esta
acuerdo de un poquito. noche? —la agente Oh me sonríe—.
—Él nos robó. Y podrías hablar despacito y claro,
La agente Oh se sienta a mi lado porque no tengo los oídos muy
en el suelo. No es como el Suelo, finos.
aquí está duro y da escalofríos. A lo mejor es sorda, aunque no
—Jack, ¿quieres una manta? veo que hable con los dedos, como
No lo sé. Mi Manta no está aquí. los sordos de la Tele.
—Veo que tienes unos cortes —Recibido —dice el hombre
muy feos. ¿Ese hombre, el tal Nick, policía.
te ha hecho daño? —¿Estás listo? —dice la agente
El hombre policía vuelve. Me da Oh.
una cosa azul, pero no la toco. Me mira fijamente. Cierro los
—Adelante —le dice luego a su ojos y hago como si hablara con
teléfono. Mamá, eso me vuelve valiente.
La agente Oh me envuelve con —Hicimos un truco —digo
la cosa azul. No es de felpa gris muy, muy despacito—, Mamá y yo.
como mi Manta, es más áspera. Hicimos ver que yo estaba enfermo
—¿Cómo te has hecho esos y que luego estaba muerto, pero en

113
Emma Donoghue La habitación

realidad yo me desenvolvía y —Como si... —se lo enseño— de


saltaba de la camioneta, lo que pasa repente todo fuera hacia otra parte.
es que debía saltar la primera vez —Giró.
que fuéramos lentos, pero no pude. —Sí, y yo me di un golpe, y él,
—Muy bien, ¿y qué pasó el Viejo Nick, bajó de un salto hecho
después? —la voz de la agente Oh una furia y entonces fue cuando
está justo al lado de mi cabeza. salté.
Todavía no miro, porque —Bingo —la agente Oh da una
entonces me olvidaré de la historia. palmada.
—Llevaba una nota en mis —¿Qué? —dice el hombre
calzoncillos pero él la desapareció. policía.
Aún tengo la Muela Mala —meto —Tres señales de Stop y un
los dedos en el calcetín para tocarla. giro. ¿A la derecha o a la izquierda?
Abro los ojos. —espera—. No importa, has estado
—¿Puedo verla? magnífico, Jack —mira hacia el otro
Intenta coger la Muela Mala, lado de la calle, y de pronto tiene en
pero no se la dejo. la mano una cosa que parece un
—Es de Mamá. teléfono, ¿de dónde ha salido? Está
—¿Es de tu Mamá de quien mirando la pantallita, y dice—:
estabas hablando? Dales la parte de la matrícula que
Creo que el cerebro no le anda tenemos y que lo solapen con...,
bien, igual que los oídos, ¿cómo iba prueba con Carlingford Avenue, o
a ser Mamá una muela? Sacudo la tal vez Washington Drive...
cabeza. Ya no veo ni rastro de Rajá ni de
—Sólo de un trocito de sangre Ajeet ni de Naisha.
de su sangre que se le cayó. —¿El perro ha ido a la cárcel?
La agente Oh mira la Muela —No, no —dice la agente Oh—.
Mala de cerca y la cara se le queda Ha sido un error, pero sin mala fe.
rígida. El hombre policía menea la —Adelante —le dice el hombre
cabeza y dice algo que no oigo bien. policía a su teléfono. Le dice que no
—Jack —me dice ella—, me has con la cabeza a la agente Oh.
dicho que tenías que saltar de la Ella se pone de pie.
camioneta la primera vez que —Eh, a lo mejor Jack puede
frenara, ¿verdad? ayudarnos a encontrar la casa. ¿Te
—Sí, pero todavía estaba en la gustaría dar una vuelta en el coche
Alfombra. Luego pelé el plátano, patrulla?
pero no fui lo bastante asustiente — No me puedo levantar. Ella me
miro a la agente Oh mientras hablo tiende la mano, pero hago como si
—. Pero después de que parara la no la viera. Pongo un pie abajo,
tercera vez, la camioneta hizo después el otro y me levanto,
uuuuuuuh... aunque me mareo un poco. En el
—A ver, a ver, ¿qué fue lo que coche me subo por donde está la
hizo? puerta abierta. La agente Oh

114
Emma Donoghue La habitación

también se sienta en la parte de que no puede respirar, no puede


atrás y me pone un cinturón por hacer nada. Las cosas vivas se
encima, me hago pequeño para que doblan sin romperse; pero a ella la
su mano no toque nada que no sea dobla, la dobla, la dobla y...
la manta azul. —¿Crees que ésta podría ser tu
Ahora el coche se está calle? —pregunta la agente Oh.
moviendo. No tiembla tanto como la —Yo no tengo ninguna calle.
camioneta, es suave y susurrante. —Me refiero a la calle de donde
Me recuerda un poco al sofá del ese tal Nick te ha sacado esta noche.
planeta de la Tele donde vive la —Nunca la he visto.
mujer del pelo hinchado que hace —¿Qué quieres decir?
preguntas, sólo que aquí las hace la Estoy cansado de decirlo.
agente Oh. La agente Oh hace un
—Esa habitación —me dice— chasquido con la lengua.
¿está en una casa de una planta, o —No parece haber más
hay escaleras? camionetas que aquella negra de allí
—No es una casa —voy al fondo —dice el hombre policía.
mirando un rectángulo reluciente en —Podríamos aparcar un
el medio, se parece al Espejo, pero momento, de todos modos.
en chiquitito. Dentro se ve la cara El coche se para, qué pena.
del hombre policía, que es el —¿Estás pensando en alguna
conductor. Sus ojos me miran hacia especie de secta? —dice él—. El pelo
atrás en el espejito, así que prefiero largo, sin apellidos, el estado de esa
mirar por la ventana. A los lados muela...
todo resbala, me da vértigo. Una luz La agente Oh tuerce la boca.
que sale del coche ilumina la —Jack, en esa habitación donde
carretera, lo pinta todo al pasar. Ahí vives, ¿entra la luz del sol?
viene otro coche, uno blanco que va —Es de noche —le digo. ¿Es
superrápido, se va a chocar... que no se ha dado cuenta?
—Tranquilo, no pasa nada — —Quiero decir durante el día.
dice la agente Oh. ¿Entra la luz del sol?
Cuando me quito las manos de —Por la Claraboya.
la cara el otro coche ya no está, no sé —Así que hay una claraboya,
si porque el nuestro lo ha estupendo.
desaparecido. —Adelante —le dice el hombre
—¿Te suena algo? policía a su teléfono.
No me suena nada, no se oyen La agente Oh está otra vez
ruidos. Todo son árboles y casas y mirando la pantalla iluminada.
coches en la oscuridad. «Mamá, —El satélite muestra un par de
Mamá, Mamá.» Tampoco la oigo a casas con claraboyas en el techo en
ella dentro de mi cabeza, no me Carlingford...
habla. Las manos del Viejo Nick la —La Habitación no está en una
aprietan tanto, cada vez más fuerte, casa —digo otra vez.

115
Emma Donoghue La habitación

—Me cuesta entenderte, Jack. través del espejito.


¿Dónde está, entonces? —Sus lágrimas forman un
—En nada. La Habitación está estanque, ¿te acuerdas?
dentro. —¿Tu mamá estaba llorando?
Mamá está ahí, y el Viejo Nick —pregunta la agente Oh.
también, quiere que alguien se Los de fuera no entienden nada,
muera y yo no estoy muerto. no sé si porque ven demasiada Tele.
—Entonces, ¿qué hay fuera? —No, Alicia. Siempre quiere
—El Exterior. salir al jardín, lo mismo que
—Dime más cosas que haya en nosotros.
el exterior. —¿Queríais salir al jardín
—Me quito el sombrero —dice también?
el hombre policía—, no te rindes. —Es un jardín trasero, pero no
¿Me lo dice a mí? sabemos la contraseña secreta.
—Vamos, Jack —dice la agente —¿Esa habitación da justo al
Oh—, cuéntame lo que hay fuera de jardín trasero? —me pregunta.
esa habitación. Niego con la cabeza. La agente
—El Exterior —grito. Tengo que Oh se frota la cara.
explicárselo rápido por Mamá. —Ayúdame con esto, Jack,
«Mamá, espérame»—. Fuera hay trabajemos juntos. ¿Esa habitación
cosas de verdad como helados y está cerca de un jardín trasero?
árboles y tiendas y aviones, y —Cerca no.
granjas y la hamaca... —De acuerdo.
La agente Oh está asintiendo. «Mamá, Mamá, Mamá.»
Tengo que intentarlo con más —Está por alrededor.
fuerza, aunque no sé qué. —Esa habitación ¿está en un
—Pero está cerrado y no jardín trasero?
sabemos la contraseña. —Sí.
—¿Queríais abrir la puerta y He puesto contenta a la agente
salir de allí? Oh, aunque no sé cómo.
—Igual que Alicia. —Vamos allá, vamos allá —está
—¿Alicia es otra amiga tuya? mirando la pantalla y apretando
Digo que sí con la cabeza. botones—. Estructuras
—Vive en el libro. independientes en jardines traseros,
—Alicia en el País de las tanto en Carlingford como en
Maravillas. ¡Por el amor de Dios! — Washington...
dice el hombre policía. —Con claraboya —dice el
Eso sí que me lo sé, aunque no hombre policía.
entiendo cómo ha leído el libro, si —Exacto, con una claraboya.
nunca ha estado en la Habitación. —¿Eso es una Tele? —pregunto.
—¿Sabes cuando hace un —¿Mmm? No, es una foto de
estanque de lágrimas? —le digo. todas estas calles. La cámara está
—¿Cómo dices? —me mira a muy arriba, en el espacio.

116
Emma Donoghue La habitación

—¿El Espacio Exterior? mamá.


—Exacto. Doy un salto, pero su mano me
—Qué chulo. empuja para que me quede en el
La agente Oh habla muy rápido. coche.
—Washington, número tres —Yo también —intento decirle,
cuatro nueve. Caseta de pero lo único que salen son las
proporciones considerables en la lágrimas.
parte trasera, claraboya iluminada... Lleva una linterna grande y la
Ahí tiene que ser. enciende.
—Localízame Washington, tres —Este agente se quedará aquí
cuatro nueve —dice el policía a su contigo...
teléfono—. Adelante —mira de Una cara que no había visto
nuevo por el espejo—. El nombre nunca se asoma.
del propietario no coincide, pero se —¡No!
trata de un varón de raza blanca, —Dale un poco de espacio —le
fecha de nacimiento 5 del 10 del 61... dice la agente Oh al nuevo policía.
—¿Vehículo? —¡El soplete! —me acuerdo
—Adelante —dice el hombre de cuando es demasiado tarde, ya se ha
nuevo. Espera—. Un Silverado ido.
marrón de 2001, K93 P742... Hay un crujido y la parte de
—Bingo —dice la agente Oh. atrás del coche se levanta; maletero,
—Vamos para allá —dice él—. se llama.
Solicitamos refuerzos en Me tapo la cabeza con las
Washington, tres cuatro nueve. manos para que no pueda entrar
El coche da media vuelta y va nada, ni caras ni luces ni ruidos ni
hacia el otro lado. Entonces nos olores. «Mamá, Mamá, no estés
movemos más rápido, siento como muerta, no estés muerta, no estés
un remolino por dentro. muerta...»
Nos hemos parado. La agente Cuento cien como ella me dijo,
Oh está mirando una casa por la pero no estoy más tranquilo. Llego
ventana. hasta quinientos, pero parece que
—Luces apagadas —dice. los números no funcionan. La
—Seguro que él está en la espalda me da brincos y me tiembla,
Habitación —digo—, seguro que la debe de ser por el frío, ¿dónde se me
está muriendo —pero llorar me ha caído la manta?
derrite las palabras y no me deja Oigo un ruido terrible. El
oírlas. policía del asiento de delante se está
Detrás de nosotros hay ahora sonando la nariz. Pone una sonrisita
otro coche igual que éste. Salen más y se escarba la nariz con el pañuelo;
personas policías. miro hacia otra parte.
—Quédate aquí sentadito, Jack Por la ventana observo la casa
—dice la agente Oh abriendo la de las luces apagadas. Ahora hay
puerta—. Vamos a buscar a tu una parte abierta que creo que antes

117
Emma Donoghue La habitación

no estaba: el garaje, ésa es la sonríe—. Ahora podemos hacer lo


palabra, un enorme cuadrado que queramos.
oscuro. Miro sin parar durante —¿Por qué?
cientos de horas, hasta que los ojos —Porque somos libres.
empiezan a escocerme. Alguien sale Me siento mareado, los ojos se
de lo oscuro, pero es otro policía al me cierran sin que pueda evitarlo.
que no había visto nunca. Entonces Tengo tanto sueño que creo que la
aparece una persona que es la cabeza se me va a caer.
agente Oh, y a su lado... Mamá me habla al oído, dice
Empiezo a dar golpes y que tenemos que hablar con algunos
aporrear la puerta del coche. No sé policías más. Me acurruco recostado
cómo, tengo que romper el cristal y en ella.
no puedo: «Mamá Mamá Mamá —Quiero ir a la Cama.
Mamá Mamá Mamá Mamá —Dentro de un rato nos
Mamá...». buscarán algún lugar donde dormir.
Mamá hace que la puerta se —No. La Cama.
abra y me caigo con medio cuerpo —¿La cama de la habitación? —
fuera. Ella me agarra al vuelo, me Mamá se aparta un poco, me está
coge en brazos. Es ella de verdad, mirando a los ojos.
está cien por cien viva. —Sí. Ya he visto el mundo, y
—Lo hemos conseguido —dice ahora estoy cansado.
cuando estamos los dos juntos en la —Jack —dice—, no vamos a
parte de atrás del coche—. Bueno, volver ahí dentro nunca más.
en realidad tú lo has conseguido. El coche empieza a moverse, y
Hago que no con la cabeza. lloro tanto que no puedo parar.
—No paraba de estropear el
plan.
—Me has salvado —dice Mamá
dándome besos en el ojo y
abrazándome fuerte.
—¿Estaba el Viejo Nick?
—No, he estado sola sin nada
que hacer más que esperar, ha sido
la hora más larga de mi vida. Y de
pronto ha habido una explosión y se
ha abierto la puerta, creía que me
daba un ataque al corazón.
—¡El soplete!
—No, han usado un rifle.
—Yo quería ver la explosión.
—Ha durado apenas un
segundo. En otro momento podrás
ver una, te lo prometo —Mamá

118
Emma Donoghue La habitación

dentro de un edificio mil por mil


resplandeciente, y tengo que
taparme los ojos con la mano.
El suelo se ve brillante y duro,
Después no como el nuestro; las paredes son
azules y hay muchas, los ruidos
suenan demasiado fuertes. Por
todas partes hay personas que no
son mis amigas. Una cosa que
parece una nave espacial toda
iluminada por dentro está llena de
cosas metidas en unos cuadraditos,
como bolsas de patatas fritas y
barras de chocolate. Me acerco a
La agente Oh va montada mirar e intento tocarlas, pero están
delante; desde atrás parece distinta. encerradas detrás del cristal. Mamá
Se da la vuelta y me sonríe. me tira de la mano.
—Aquí está el centro —dice. —Por aquí —dice la agente Oh
—¿Puedes bajar tú solo? — —. No, pasad aquí dentro.
pregunta Mamá—. Ven, te llevaré en Nos lleva a una habitación sin
brazos —abre el coche y entra una tanto ruido. Un hombre inmenso
corriente de aire frío. Me encojo. dice:
Mamá tira de mí, me pone de pie y —Les pido disculpas por la
me golpeo la oreja con el coche. Va presencia de periodistas. Hemos
caminando conmigo encajado en la implementado un sistema
cadera, agarrado a sus hombros. interurbano, pero tienen esos
Está oscuro, pero de pronto se nuevos escáneres de localización...
encienden unas luces rápidas, —tiene una mano estirada. Mamá
rápidas que parecen fuegos me deja en el suelo, le da su mano y
artificiales. la mueve arriba y abajo como hacen
—Buitres —dice la agente Oh. en la Tele—. Y usted, hombrecito,
¿Dónde? tengo entendido que ha actuado con
—Nada de fotos —grita el una valentía extraordinaria.
hombre policía. Me está mirando. Pero no me
¿Qué fotos? No veo ningún conoce, y ¿por qué dice que soy un
buitre, sólo veo caras de gente con hombre? Mamá se sienta en una
máquinas que lanzan destellos y silla que no es su silla y me pone en
palos gordos negros. Están gritando, su regazo. Intento mecerme, pero no
pero no entiendo lo que dicen. La es la Mecedora. Todo está mal.
agente Oh quiere taparme la cabeza —Veamos —dice el hombre
con la manta, pero yo la aparto. ancho—. Comprendo que es tarde, y
Mamá está corriendo, se me sacude que su hijo tiene algunas
todo el cuerpo hasta que estamos escoriaciones que requieren

119
Emma Donoghue La habitación

atención; además, ya hemos avisado doy un brinco sin querer. Ojalá


para que los esperen en la clínica estuviera cerrada, porque tengo
Cumberland, que es un centro muy muchas ganas de tomar un poquito.
acogedor. Mamá se baja de nuevo la
—¿Qué clase de centro? camiseta.
—Pues... psiquiátrico. —Justamente ahora no —me
—Nosotros no... susurra—, estoy hablando con el
El hombre interviene. comisario.
—Allí les podrán ofrecer los —Y esto tuvo lugar..., ¿recuerda
cuidados adecuados. Es un lugar una fecha aproximada? —le
muy agradable, con mucha pregunta.
privacidad. Sin embargo, ahora es Ella dice que no con la cabeza.
prioritario tomarle declaración esta —Finales de enero. Hacía sólo
misma noche, con todo el grado de un par de semanas que había
detalle de que sea capaz. empezado a estudiar...
Mamá asiente. Todavía tengo sed, le levanto la
—Veamos, algunas de las líneas camiseta de nuevo y esta vez
del cuestionario tal vez puedan resopla y me deja, y me acurruca
afligirla, ¿prefiere que la agente Oh contra su pecho.
esté presente durante la entrevista? —Tal vez preferiría..., ejem... —
—Como quiera... No hace falta dice el comisario.
—dice Mamá, y luego bosteza. —No, continuemos —dice
—Su hijo ha vivido muchas Mamá. Es la derecha y no hay
cosas esta noche, quizá sería mejor mucho, pero no quiero soltarme y
que esperara fuera mientras cambiar de lado porque podría
tratamos, ejem... decirme que ya basta, y aún no
Pero ya estamos fuera. basta.
—No se preocupe —dice Mamá Mamá habla de la Habitación y
envolviéndome con la manta azul—. del Viejo Nick y de todo lo demás
No la cierre —dice Mamá muy durante siglos, estoy demasiado
rápido. cansado para escuchar. Una mujer
—Descuide —dice la agente Oh entra y le dice algo al comisario.
al salir, y deja la puerta medio —¿Hay algún problema? —dice
abierta. Mamá.
Mamá está hablando con el —No, ninguno —dice el
hombre inmenso, que la llama por comisario.
uno de sus otros nombres. Me —Entonces, ¿por qué nos mira
pongo a mirar las paredes, que se así esta mujer? —me rodea con el
han vuelto cremosas, como sin brazo, con fuerza—. Estoy dándole
color. Hay marcos con montones de el pecho a mi hijo, ¿pasa algo,
palabras dentro. Uno donde sale un señora?
águila dice: «El cielo no es el límite». A lo mejor es que en el Exterior
Alguien pasa al lado de la puerta, no saben lo que es tomar, es un

120
Emma Donoghue La habitación

secreto. Qué raro. Preferiría que fuera


Mamá y el comisario siguen un domingo.
aún mucho rato hablando. Me estoy El grifo es como los que hay en
durmiendo, pero hay tanta luz que la Habitación de verdad, aunque la
no consigo estar a gustito. forma está equivocada. Mamá lo
—¿Qué pasa? —me pregunta. abre, humedece papel y me limpia
—De verdad que tenemos que las piernas y el culo. Pone las manos
volver a la Habitación —le digo—, debajo de una máquina que
necesito ir al Váter. empieza a soltar aire, igual que
—Tranquilo, aquí en el centro nuestros conductos de ventilación
también hay cuartos de baño. pero más caliente. También hace
El comisario nos enseña el mucho ruido.
camino. Pasamos por delante de la —Es un secador de manos,
máquina alucinante, pongo la mano mira, ¿quieres probarlo? —Mamá
en el cristal y casi toco las barritas me sonríe, pero yo estoy demasiado
de chocolate. Es verdad, los váteres cansado para sonreír—. Bueno, pues
en el Exterior tienen tapa encima de sécate las manos en la camiseta y ya
la cisterna, no veo cómo son por está.
dentro. Mamá se pone de pie Entonces me envuelve en la
después de hacer pis y se oye un manta azul y salimos. Quiero mirar
rugido tremendo, me echo a llorar. la máquina en la que todas las latas,
—No pasa nada —me dice las bolsas y las barritas de chocolate
secándome la cara con la palma de parecen encerradas en una cárcel.
las manos—, es una cadena Pero Mamá tira de mí hasta la
automática. Mira, el váter ve con habitación donde está el comisario,
este ojito de aquí cuándo hemos para seguir hablando.
terminado, y él solo echa el agua. ¿A Después de cientos de horas,
que es inteligente? Mamá me pone de pie, me tambaleo
No, no me gusta que un váter para todos lados. Dormir fuera de la
inteligente nos mire el culo. Habitación me marea.
Mamá me hace quitarme la ropa Vamos camino a una especie de
interior. hospital. ¿Eso no era el plan A?
—Me hice un poco de caca sin Enfermo, Camioneta, Hospital.
querer cuando me llevaba el Viejo Ahora Mamá también va tapada con
Nick. una manta azul, creo que es la que
—No te preocupes —dice, y yo tenía, pero todavía la tengo, así
entonces hace una cosa rara: tira mi que la suya debe de ser otra. El
calzoncillo a un cubo de basura. coche patrulla parece el mismo
—Pero... coche aunque no lo sé seguro, en el
—Ya no los necesitas, vamos a Exterior las cosas engañan mucho.
conseguirte otros nuevos. Tropiezo en la calle y por poco me
—¿Para el Gusto del Domingo? caigo, pero Mamá me agarra.
—No, el día que queramos. Vamos conduciendo. Cada vez

121
Emma Donoghue La habitación

que veo que viene un coche aprieto el aire —le digo a Mamá en
los ojos. susurros.
—No te preocupes, van por el —Microbios —dice ella.
otro lado —dice Mamá. Pensé que sólo estaban en la
—¿Qué otro lado? Habitación, no sabía que el mundo
—¿Ves esa línea que hay en el también estaba lleno de esos
medio? Siempre tienen que bichitos.
quedarse de aquel lado de la línea, y Caminamos por un edificio
nosotros de éste. Así no nos grande lleno de luces. Al principio
chocamos. creo que es el mismo centro, pero
De repente estamos parados. El luego veo que no. Hay alguien
coche se abre y una persona que no llamado Coordinador de
tiene cara se asoma. Me pongo a Admisiones que teclea en un... Lo
gritar. sé, un ordenador, igual que los que
—Jack, Jack —dice Mamá. salen en la Tele. Todos se parecen a
—¡Es un zombi! las personas del planeta hospital, a
Escondo la cara en su barriga. cada momento tengo que
—Soy el doctor Clay, recordarme que son de verdad.
bienvenidos a Cumberland —dice la Veo una cosa chulísima, un
cara sin cara con la voz más cristal inmenso con esquinas, pero
profunda del mundo—. La en lugar de latas y chocolate dentro
mascarilla es sólo para protegeros. tiene peces vivos, que nadan y se
¿Quieres ver lo que hay debajo? — esconden detrás de las rocas. Tiro de
estira un poco lo blanco hacia arriba la mano de Mamá, pero ella no
y hay una persona hombre viene, sigue hablando con
sonriendo, una cara supermarrón Coordinador de Admisiones, que
con un triángulo chiquitito de también lleva un nombre escrito en
barbilla negra. Vuelve a ponerse la una etiqueta, pone «Pilar».
máscara, que en realidad se llama —Escucha, Jack —dice el doctor
mascarilla, ¡chas! Las palabras Clay, y dobla las piernas hasta
traspasan lo blanco—. Aquí tengo quedar como una rana gigante. ¿Por
una para cada uno de vosotros. qué lo hará? Acerca la cabeza hasta
Mamá coge las mascarillas. casi tocar la mía; tiene el pelo lleno
—¿Tenemos que ponérnoslas? de rizos de menos de un centímetro
—Piense en todo lo que flota en de largo. Ya no tiene puesta la
el aire con lo que su hijo mascarilla, ahora sólo la llevamos
probablemente nunca ha estado en Mamá y yo—. Tenemos que echarle
contacto. un vistazo a tu Mamá en esa
—De acuerdo —se coloca una habitación al otro lado del vestíbulo,
mascarilla y me pone a mí otra, con ¿de acuerdo?
gomas alrededor de las orejas. No Me está hablando a mí. ¿Y no ha
me gusta, me aprieta. visto ya a Mamá?
—Pues no veo nada flotando en Mamá niega con la cabeza.

122
Emma Donoghue La habitación

—Jack se queda conmigo. El planeta ha cambiado a un


—Me temo que la doctora partido de fútbol donde hay
Kendrick, nuestra generalista de personas con hombros enormes y
guardia, va a tener que cascos. Me pregunto si está pasando
administrarle el protocolo de verdad o son imágenes nada
inmediatamente. Sangre, orina, más. Miro el cristal de los peces; está
pelo, uñas, frotis orales, muestras demasiado lejos y no los veo, pero
vaginales y anales... seguro que están ahí, porque no
Mamá se queda mirando al saben caminar. La puerta por la que
doctor. Luego suelta el aire. ha entrado Mamá está un poco
—Estaré ahí dentro —me dice apartada, me parece que oigo su
señalando una puerta—, y podré voz. ¿Por qué le están sacando
oírte si me llamas, ¿vale? sangre y pis y uñas? Ella está ahí
—No vale. aunque no la vea, igual que estaba
—Vamos, por favor. Jack, mi en la Habitación todo el rato
príncipe, has sido supervaliente. mientras yo hacía nuestra Gran
Ahora te pido que lo seas sólo un Evasión. El Viejo Nick se marchó a
poquito más, ¿de acuerdo? toda pastilla en su camioneta, ahora
Me agarro a ella. no está en la Habitación y no está en
—Bueno, tal vez podría entrar el Exterior; tampoco lo veo en la
con usted y colocamos una pantalla, Tele. Tengo la cabeza agotada de
¿qué le parece? —dice la doctora tanto pensar.
Kendrick. Su pelo es de color Odio la mascarilla, me aprieta.
cremoso y lo lleva enredado en lo Me la subo y me la pongo en la
alto de la cabeza. cabeza, tiene un trozo rígido, creo
—¿Una Tele? —le susurro a que lleva un alambre por dentro. Así
Mamá—. Hay una ahí. me aparta el pelo de los ojos. Ahora
Es mucho más grande que la de hay tanques en una ciudad hecha
la Habitación, salen bailes y los pedazos, una persona vieja que
colores son mucho más brillantes. llora. Mamá lleva mucho rato en la
—En realidad —dice Mamá—, otra habitación, ¿le están haciendo
tal vez lo mejor sea que se quede daño? La mujer Pilar todavía sigue
sentado aquí en la recepción, ¿es hablando por teléfono. Otro planeta
posible? Eso lo distraerá más que con hombres en una habitación
ninguna otra cosa. gigantorme hablando, todos con
La mujer Pilar está detrás de la americanas, creo que están
mesa hablando por teléfono y me peleándose o algo así. Hablan
sonríe, aunque yo hago ver que no durante horas.
la veo. Hay un montón de sillas, De pronto cambia otra vez y
Mamá escoge una para mí. La miro aparece Mamá llevando a alguien en
irse con los médicos. Tengo que brazos... ¡Soy yo!
agarrarme a la silla para no echar a Doy un salto y me pongo
correr detrás de ella. delante de la pantalla. Me veo yo

123
Emma Donoghue La habitación

como en el Espejo, sólo que Mamá está sentada en una cama


pequeñito. Por debajo resbalan alta con un vestido de papel abierto
palabras NOTICIAS LOCALES, por la espalda. Las personas llevan
MIENTRAS ESTÁN PASANDO. cosas muy raras en el Exterior.
Una persona mujer está hablando, —Se han tenido que quedar con
pero no la veo: «... un soltero huraño la ropa que llevaba —es su voz,
convirtió el cobertizo de su jardín en aunque con la mascarilla no veo por
una inexpugnable mazmorra del dónde sale.
siglo XXI. Las víctimas del déspota Me subo y me siento en su
dan muestras de una palidez regazo, que está todo arrugado.
estremecedora y al parecer —Nos he visto en la Tele.
presentan un estado rayano en la —Eso he oído. ¿Qué tal se nos
catatonia tras la larga pesadilla de veía?
su encierro». Ahí es cuando la —Pequeños.
agente Oh intentó taparme la cabeza Tiro de su vestido, pero no hay
con la manta y no la dejé. La voz manera de entrar.
invisible dice: «Vean ahora cómo el —Justo ahora no puede ser —
niño, desnutrido e incapaz de andar me da un beso al lado del ojo, pero
por su propio pie, la emprende a no es un beso lo que quiero—. Me
golpes con uno de sus decías...
rescatadores». No le decía nada.
—Mamá —grito. —Sí, acerca de la muñeca —dice
No viene, pero me contesta. la doctora Kendrick—.
—Dos minutos nada más. Probablemente tendremos que
—Somos nosotros. ¡Somos volver a romperte el hueso en algún
nosotros en la Tele! momento.
Pero de pronto ya no se ve —¡No!
nada. Pilar está de pie apuntando a —Chss, tranquilo, no pasa nada
la Tele con un mando, mirándome. —me dice Mamá.
El doctor Clay sale y le dice cosas —Cuando lo hagamos estará
enfadado a Pilar. dormida —dice la doctora
—Enciéndela otra vez —digo—. mirándome—. El cirujano le meterá
Somos nosotros, quiero vernos. un clavo metálico para que la
—Lo lamento mucho, lo siento articulación funcione mejor.
de verdad —dice Pilar. —¿Igual que un ciborg?
—Jack, ¿quieres ir ya con tu —¿Cómo?
Mamá? —el doctor Clay estira la —Sí, algo parecido a un ciborg
mano, envuelta en un plástico —dice Mamá sonriéndome.
blanco raro. No la toco—. Tienes —Pero a corto plazo diría que la
que ponerte la mascarilla, prioridad es odontológica —dice la
¿recuerdas? —me la pongo por doctora Kendrick—, así que voy a
encima de la nariz. Camino detrás darte una tanda de antibióticos para
de él, aunque no demasiado cerca. que la empieces ya mismo, y

124
Emma Donoghue La habitación

también unos analgésicos más —Sí, lo he hecho —a Mamá le


potentes. resbalan lágrimas por la cara, y una
Doy un bostezo enorme. gota oscura se le queda en el borde
—Ya lo sé —dice Mamá—, hace de la mascarilla. ¿Por qué la hacen
horas que deberías estar durmiendo. llorar?—. Y esta noche Jack ha
—¿Podría echarle una ojeada tenido que... Se está durmiendo de
rápida a Jack? —dice la doctora pie...
Kendrick. No me estoy durmiendo.
—Ya he dicho que no. —Lo comprendo perfectamente
¿Qué es lo que quiere darme? —dice el doctor Clay—. Peso y
—¿Es un juguete? —le susurro a altura, y ella le curará los cortes,
Mamá. ¿qué te parece eso?
—Es innecesario —le dice ella a Al cabo de un momento, Mamá
la doctora Kendrick—. Le doy mi asiente.
palabra. No quiero que la doctora
—Solamente aplicamos el Kendrick me toque, pero no me
protocolo que se sigue en casos importa quedarme de pie en la
como éste —dice el doctor Clay. máquina que indica lo que peso. Me
—Ah, supongo que aquí ven apoyo sin querer en la pared, y
muchos casos como éste, ¿verdad? Mamá me pone derecho. Entonces
—Mamá está enfadada, lo oigo en me estiro bien de espaldas a los
su voz. números, igual que hacíamos al lado
Él niega con la cabeza. de la Puerta, aunque aquí hay más y
—Situaciones traumáticas sí, las líneas son más rectas.
pero, para serte sincero, nada —Lo estás haciendo
comparable a vuestro caso. Y estupendamente —dice el doctor
precisamente por eso debemos ser Clay.
meticulosos y daros el mejor La doctora Kendrick no para de
tratamiento posible desde el escribir cosas. Con unas máquinas
principio. me apunta a los ojos, los oídos y la
—Jack no necesita tratamiento, boca.
necesita dormir —Mamá habla —Todo parece reluciente.
apretando los dientes—. No lo he —Nos cepillamos cada vez que
perdido nunca de vista y no le ha comemos.
ocurrido nada, por lo menos nada —Ojalá todos mis pacientes se
como lo que estáis insinuando. cuidaran tanto —dice la doctora
Los médicos se miran. Kendrick.
—No pretendía... —dice la Mamá me ayuda a meter la
doctora Kendrick. cabeza por la camiseta. Se me cae la
—Le he protegido todos estos mascarilla y me la vuelvo a poner.
años. La doctora Kendrick me pide que
—Por lo que dices, lo has hecho mueva todas las partes de mi
—dice el doctor Clay. cuerpo. Dice que tengo las caderas

125
Emma Donoghue La habitación

perfectas, pero en algún momento Jack? —me dice luego el doctor


tal vez me mida la densidad ósea, Clay.
que se hace con una especie de Mamá suelta un gemido.
Rayos X. Hay marcas de arañazos —Ay, no.
en la parte de dentro de mis manos —De este modo el laboratorio
y mis piernas, son de cuando salté podrá hacer una analítica completa
de la camioneta. La rodilla derecha a primera hora de la mañana.
está llena de sangre reseca. Doy un Indicadores de infección,
bote cuando la doctora Kendrick la deficiencias nutricionales... Todos
toca. esos datos constituyen pruebas y, lo
—Perdona —dice. que es más importante, nos
Estoy acurrucado en la barriga ayudarán a saber desde ya las
de Mamá, el papel forma arrugas. carencias que Jack pueda tener.
—Los microbios van a saltar Mamá me mira.
dentro del agujero y me moriré. —¿Puedes ser un superhéroe un
—No te preocupes —dice la minuto más y dejar que la doctora
doctora Kendrick—, tengo una gasa Kendrick te dé un pinchacito en el
especial que los elimina todos. brazo?
Pica. Me cura también el dedo —No —escondo los dos debajo
mordido de la mano izquierda, de de la manta.
donde el perro se bebió mi sangre. —Por favor.
Luego me pone algo en la rodilla, es Que no. Ya se me ha gastado
como una cinta pegajosa con caras toda la valentía.
dibujadas. ¡Son Dora y Botas —Necesito nada más un
saludándome! poquito así —dice la doctora
—Oh, oh... Kendrick, con un tubito en la mano.
—¿Te duele? Mucho más de lo que me
—Le has alegrado el día —le chuparon el perro o el mosquito, no
dice Mamá a la doctora Kendrick. me va a quedar casi nada.
—¿Eres fan de Dora? —dice el —Y después te daré..., ¿qué
doctor Clay—. Mi sobrina y mi premio le gustaría? —le pregunta a
sobrino también —sus dientes Mamá.
sonríen como la nieve. —Me gustaría irme a la Cama.
La doctora Kendrick me pone a —Se refiere a un capricho. Un
Dora y a Botas en el dedo, aunque premio —me dice Mamá—, como
me aprieta. un pastel o algo así.
La Muela Mala sigue aún bien —Mmm, no creo que ahora
guardadita en el fondo de mi mismo podamos conseguir pastel,
calcetín derecho. Cuando estoy otra las cocinas están cerradas —dice el
vez con la camiseta puesta y doctor Clay—. ¿Qué tal una
envuelto en la manta, los médicos piruleta?
hablan bajito. Pilar trae un tarro lleno de
—¿Sabes lo que es una aguja, chupachús, eso es lo que son las

126
Emma Donoghue La habitación

piruletas. estamos en la Cama, pero el


—Vamos, elige una —dice Colchón se ha encogido y empieza a
Mamá. hacer fresquito en la sábana de
Pero hay demasiadas, hay debajo y en la de arriba también, y
amarillas, verdes y rojas y azules y el Edredón ha perdido el blanco,
naranjas. Son planas, no como la ahora es todo azul.
que trajo el Viejo Nick, que era una Ésta no es la Habitación.
bola y Mamá la tiró a la basura y yo Pene Bobo está levantado.
me la comí igualmente. Mamá elige —Estamos en el Exterior —le
por mí, coge una roja, pero digo que susurro. Y luego a Mamá—: Mamá.
no con la cabeza, porque la que él Se levanta de un brinco, igual
me dio era roja y creo que voy a que si le pasara la corriente.
echarme a llorar otra vez. Mamá —Me he hecho pis.
elige una verde. Pilar le quita el —No pasa nada.
plástico. El doctor Clay me clava la —No, es que está todo mojado.
aguja dentro del codo y yo grito e La camiseta también, por la parte de
intento soltarme, pero Mamá me la barriga.
aguanta, me pone la piruleta en la —Olvídalo.
boca y yo la chupo, aunque el dolor Intento olvidarme. Miro por
no se va nada de nada. detrás de su cabeza. El suelo es
—Casi estamos —me dice. como la Alfombra pero peludo, sin
—No me gusta. dibujos ni bordes, de una especie de
—Mira, la aguja ya está fuera. gris, y cubre todo el suelo hasta las
—Buen trabajo —dice el doctor paredes; no sabía que las paredes
Clay. eran verdes. Hay una fotografía de
—No, falta la piruleta. un monstruo, pero cuando miro
—Ya tienes tu piruleta —dice bien veo que en realidad es una ola
Mamá. gigante del mar. En la pared hay
—No me gusta, no quiero la una forma parecida a la Claraboya.
verde. Ya sé lo que es, es una ventana. La
—Pues no pasa nada, escúpela. cruzan cientos de tiras de madera y
Pilar la recoge. por las rendijas entra la luz.
—Prueba una naranja, a ver. A —Todavía me acuerdo —le
mí las naranjas son las que más me digo a Mamá.
gustan —dice. —Claro que te acuerdas —me
No sabía que podía coger dos. busca la mejilla para darme un beso.
Pilar me abre una de color naranja —No puedo olvidarme porque
que está muy rica. aún estoy mojado.
—Ah, eso... —dice con una voz
distinta—. No quería decir que te
Primero el calorcito, luego el olvidaras de que has mojado la
frío. El calor me gustaba, pero el frío cama, sólo que no te preocuparas —
es un frío húmedo. Mamá y yo Mamá se levanta, lleva todavía el

127
Emma Donoghue La habitación

vestido de papel, arrugado como un —¿Eso es un buitre?


acordeón—. Las enfermeras —Creo que no es más que un
cambiarán las sábanas. cuervo.
No veo a las enfermeras. —Otro más...
—Pero mis otras camisetas... — —Eso es... Ah, cómo se llama...
están en el último cajón de la Claro, paloma. ¡Alzheimer
Cajonera. Ahí estaban ayer, así que prematuro! Bueno, vamos a
supongo que siguen en el mismo asearnos.
sitio. Supongo que la Habitación —No hemos desayunado —le
existe cuando yo no estoy dentro. digo.
—Ya pensaremos algo —dice —Podemos hacerlo después.
Mamá. Está al lado de la ventana, ha Digo que no con la cabeza.
hecho que las tiras de madera se —El desayuno va antes del
separen y entra mucha luz. baño.
—¿Cómo lo has hecho? —voy —No tiene que ser así
corriendo hasta allí; la mesa me obligatoriamente, Jack.
golpea la pierna, pum. —Pero...
Mamá me hace un masaje para —No tenemos que hacer las
que se me cure. mismas cosas que hacíamos antes —
—Con la cuerdecita, ¿ves? Es el dice Mamá—, podemos hacer lo que
cordón de la persiana. nos apetezca.
—¿Por qué? —Me apetece desayunar antes
—Es una cuerda que sirve para del baño.
abrir y cerrar la persiana —me Pero ha desaparecido detrás de
explica—. La persiana es lo que no una esquina y no la veo. Corro tras
te deja ver. ella. La encuentro en otra habitación
—¿Por qué no me deja ver? pequeña dentro de ésta, donde el
—Hablo en general, lo digo de suelo se ha convertido en una red de
ti como podría decirlo de cuadrados blancos, fríos y brillantes.
cualquiera. Las paredes también son blancas.
¿Por qué yo soy cualquiera? Hay un váter que no es el Váter, y
—Impide que la gente desde un lavabo que es el doble de grande
fuera vea lo de dentro, o que desde que nuestro Lavabo, y una caja alta
dentro se vea lo que hay fuera — invisible que debe de ser una ducha
dice Mamá. como esas donde la gente chapotea
Ya. Pero estoy viendo el en la Tele.
Exterior, es como la Tele. Hay —¿Dónde se esconde la bañera?
césped, árboles, un trocito de un —No hay bañera.
edificio blanco y tres coches, uno Mamá descorre la parte de
azul, uno marrón y uno plateado delante de la caja y la abre. Se quita
con unas partes a rayas. el vestido de papel y lo tira
—Mira ahí en el césped... arrugado en un cesto que me parece
—¿Qué hay? que es un cubo de basura, aunque

128
Emma Donoghue La habitación

no tiene una tapa que se cierra con demasiado rápido —me da un


un clonc. abrazo y me moja todo—. Ahora ya
—Y vamos a deshacernos de no hay razón para llorar.
esta indecencia —la camiseta me De bebé sólo lloraba cuando
estira la cara hasta que por poco me había motivo. Pero me parece un
la arranca. Mamá la hace una pelota buen motivo que Mamá se meta en
y la tira a la basura. la ducha y me encierre del lado
—Pero... equivocado.
—Es un harapo. Esta vez sí que entro. Me
—No es verdad, es mi camiseta. aplasto contra el cristal, aunque el
—Ya tendrás otra, un montón — agua me salpica de todas formas.
apenas la oigo porque ha abierto el Mamá pone la cara debajo de la
grifo de la ducha, y el agua cae con cascada ruidosa, y da un largo
mucho ruido. gemido.
—Anda, entra. —¿Te duele? —le grito.
—No sé cómo se hace. —No, sólo intento disfrutar de
—Es una maravilla, te lo la primera ducha que me doy en
prometo —Mamá espera—. Bueno, siete años.
pues nada, no tardaré mucho —se Hay un paquete chiquitín en el
mete y empieza a cerrar la puerta que dice «Champú». Mamá lo abre
invisible. con los dientes y lo gasta casi todo,
—No. hasta que apenas queda nada. Se
—Hay que cerrarla, o el agua lo riega el pelo durante siglos y se echa
salpicará todo. una cosa de otro paquetito en el que
—No. dice «Acondicionador», que sirve
—Puedes verme a través del para dejarlo sedoso. Quiere que yo
cristal, estoy aquí mismo —corre la me ponga, pero es que yo no quiero
puerta y ya no la veo; solamente hay estar sedoso y tampoco pienso
una forma borrosa que no es como poner la cara debajo de los chorritos.
Mamá de verdad, sino que parece Mamá me frota con las manos,
un fantasma que hace ruidos raros. porque no hay ningún trapo. Me
Doy un puñetazo, primero no sé han salido unas manchas moradas
cómo va pero luego sí, y la abro de en las piernas, de cuando salté de la
golpe. camioneta marrón, hace siglos. Me
—Jack... duelen los cortes por todas partes,
—No me gusta que tú estés sobre todo el que tengo en la rodilla
dentro y yo fuera. debajo de la tirita de Dora y Botas,
—Entonces ven aquí conmigo. que parece que se está ondulando.
Estoy llorando. Mamá dice que eso significa que el
Mamá me seca la cara con la corte va curándose. No entiendo por
mano y me esparce las lágrimas. qué el dolor significa que te curas.
—Perdona —me dice—, Hay una toalla blanca
perdona. Supongo que voy superesponjosa para cada uno, no

129
Emma Donoghue La habitación

tenemos que compartir la misma. A —¿Ese viejo peine de plástico


mí me gusta compartirla, pero medio desdentado? Maldita la falta
mamá dice que es una tontería. que nos hace —dice Mamá.
Mamá se enrolla una tercera toalla a Encuentro los calcetines al lado
la cabeza, que le queda inmensa y de la cama y empiezo a ponérmelos,
terminada en punta igual que un pero Mamá me dice que los deje,
cucurucho de helado, y nos porque están todos llenos de
echamos a reír. agujeros y de porquería de la calle,
Tengo sed. de cuando corrí como una liebre.
—¿Ahora puedo tomar un Los tira también a la basura; lo está
poquito? desperdiciando todo.
—Ah, dentro de un ratito —me —Espera, que nos hemos
da una cosa grande, con mangas y olvidado de la Muela Mala —voy
un cinturón, como si fuera un corriendo a sacar los calcetines del
disfraz—. Ponte este albornoz de cubo y encuentro la Muela Mala en
momento. el segundo.
—Pero si es para un gigante. Mamá pone los ojos en blanco.
—Servirá, ya verás —recoge las —Es mi amiga —le digo
mangas hasta acortarlas, aunque mientras me la guardo en el bolsillo
quedan todas hinchadas. Mamá del albornoz. Me paso la lengua por
huele diferente, creo que es por el los dientes, porque los siento raros
acondicionador. Me anuda el —. Ay, no, se me olvidó cepillarme
albornoz a la cintura. Tengo que después de la piruleta —para que
levantarme los faldones para no se me caigan los aprieto fuerte
caminar, porque arrastran por el con todos los dedos, menos con el
suelo—. Tachán —dice Mamá—, el que está mordido.
rey Jack. Mamá sacude la cabeza.
Saca otro albornoz igual del —No era de verdad.
armario que no es nuestro Armario; —Pues al chuparla parecía de
a ella le llega por los tobillos. verdad.
—«Yo seré rey, dilly, dilly, reina —No, quiero decir que era sin
has de ser» —canto. azúcar. Las hacen con una especie
Mamá está sonrosada y de azúcar de mentira que no es
sonriente, tiene el pelo negro de malo para los dientes.
mojado. El mío está recogido en una Qué lío. Señalo la otra cama.
coleta, pero hecho una maraña —¿Ahí quién duerme?
porque no tenemos Peine, nos lo —Es para ti.
hemos dejado en la Habitación. —Pero yo duermo contigo.
—Tendrías que haberlo traído —Bueno, las enfermeras no lo
—le digo. sabían —Mamá mira por la ventana.
—Sí, claro, pero iba con prisas Veo su sombra alargada cruzando el
por verte, ¿te acuerdas? suelo gris; nunca la había visto así
—Ya, pero lo necesitamos. de larga—. ¿Es un gato eso del

130
Emma Donoghue La habitación

aparcamiento? Mamá gira el picaporte y pone


—A ver... —voy corriendo a una mueca, debe de dolerle la
mirar, pero mis ojos no lo muñeca averiada. Lo gira con la otra
encuentran. mano. Salimos a una habitación
—¿Iremos a explorar? alargada que tiene las paredes
—¿Adónde? amarillas. Hay ventanas en una
—Afuera. pared y puertas en la otra. Cada
—Ya estamos fuera. pared es de un color diferente, ésa
—Sí, pero si quieres salimos al debe de ser la norma aquí. Nuestra
aire libre a buscar al gato —dice puerta es donde pone «Siete» en
Mamá. letras doradas. Mamá dice que no
—Qué guay. podemos entrar en las otras puertas,
Encuentra dos pares de porque son de otra gente.
zapatillas para nosotros, pero no me —¿Qué otra gente?
están bien y no paro de tropezarme, —Gente a la que todavía no
así que dice que de momento puedo conocemos.
andar descalzo. Al mirar otra vez Entonces, ¿cómo lo sabe?
por la ventana, veo que llega a toda —¿Podemos mirar por las
velocidad otro vehículo y se para al ventanas de los lados?
lado de los demás coches; es una —Claro, todo el mundo puede
furgoneta donde pone «Clínica mirar por ellas.
Cumberland». —¿Nosotros somos todo el
—¿Y qué pasa si viene? — mundo?
pregunto en un susurro. —Nosotros y todos los demás.
—¿Quién? Todos los demás no están, así
—El Viejo Nick, ¿y si viene en que estamos nosotros solos. Estas
su camioneta? —me estaba ventanas no tienen persianas que
olvidando de él, ¿cómo he podido tapen la vista. Es un planeta
olvidarme? diferente: salen otros coches, como
—No podría, no sabe dónde por ejemplo uno verde, uno blanco
estamos —dice Mamá. y uno rojo, y se ve un sitio como de
—¿Somos otra vez un secreto? piedra por donde caminan cosas
—Algo parecido, pero ahora un que son personas.
secreto de los buenos. —Son pequeñas, parecen
Al lado de la cama hay un... Sé duendes.
lo que es: un teléfono. Levanto la —No, sólo es que están lejos —
parte de arriba y digo «Hola», pero dice Mamá.
no habla nadie, sólo se oye una —¿Son de verdad?
especie de zumbido. —Tan reales como tú y como
—Mamá, aún no he tomado ni yo.
un poquito. Intento creérmelo, pero no es
—Luego. tan fácil.
Hoy todo va al revés. Hay una mujer que en realidad

131
Emma Donoghue La habitación

no es de verdad, lo sé porque es de No entiendo, aparto la cara otra


color gris, es una estatua y va toda vez para esconderme.
desnuda. —Está bien —dice Mamá—, ya
—Vamos —dice Mamá—, estoy lo hace él a su manera.
hambrienta. Bajo con el culo los once
—Es que estaba... escalones que quedan. Abajo, Mamá
Me tira de la mano. De repente me ata de nuevo el albornoz y
no podemos continuar porque hay entonces somos todavía el rey y la
un montón de escaleras que bajan. reina como en la canción
—Agárrate a la barandilla. «Lavender’s Blue». Noreen me da
—¿La qué? otra mascarilla que tengo que
—Esto de aquí, el pasamanos. ponerme. Me explica que es
Me agarro. enfermera, que es de otro lugar
—Baja los escalones, de uno en llamado Irlanda y que le gusta mi
uno. coleta. Entramos en un espacio
Voy a caerme. Me siento. grande todo lleno de mesas, nunca
—Bueno, así también se puede. había visto tantas con platos y vasos
Bajo con el culo un escalón, y cuchillos. Una mesa se me clava en
luego otro, luego otro más, y el la barriga, por suerte no era un
albornoz gigante se me afloja. Una cuchillo. Los vasos son invisibles
persona grande sube corriendo los como los nuestros, pero los platos
escalones, rápido, rápido, como si son azules y eso es asqueroso.
volara, pero no vuela, es una A nuestro alrededor todo es
persona humana de verdad y va como en el planeta de la Tele, con
vestida toda de blanco. Escondo la personas que nos dicen «Buenos
cara en el albornoz de Mamá para días» y «Bienvenidos a
que no me vea. Cumberland» y «Enhorabuena»,
—Ay —dice la mujer—, aunque eso no sé por qué. Algunos
deberíais haber picado... —¿como llevan albornoces iguales que los
las abejas?—. Hay un timbre al lado nuestros, otros van en pijama y
mismo de la cama. otros en uniformes diferentes. La
—Ya nos las hemos apañado — mayoría son enormes, pero no
le dice Mamá. tienen el pelo largo como el nuestro;
—Soy Noreen, dejad que os dé se mueven rápido y de repente
un par de mascarillas nuevas. están por todos lados, incluso
—Sí, disculpa, se me había detrás. Caminan muy cerca de
olvidado —dice Mamá. nosotros y tienen muchos dientes,
—Descuida, ¿no quieres que os aunque huelen raro.
las suba a la habitación? —Caramba, muchacho, eres
—Tranquila, ya bajamos. todo un héroe, ¿eh? —dice un
—Estupendo. Jack, ¿quieres que hombre con barba por toda la cara.
le pida a un camillero que te baje Se refiere a mí, pero yo no miro—.
por las escaleras? ¿Te gusta lo que has visto del

132
Emma Donoghue La habitación

mundo por ahora? —no digo nada echo de nuevo en el vaso sin hacer
—. No está mal, ¿verdad? nada de ruido. Todo el mundo está
Niego con la cabeza. Me agarro demasiado cerca comiendo
fuerte de la mano de Mamá, pero los cuadrados extraños con pequeños
dedos se me resbalan, están cuadraditos por encima y trozos
húmedos. Mamá se está tomando rizados de beicon. ¿Cómo pueden
unas pastillas que le da Noreen. dejar que la comida vaya en los
Conozco una de las cabezas, platos azules y que se les pegue
tiene el pelo lleno de rizos cortos, es todo el color? Huele rico, pero
el doctor Clay, sin mascarilla. Le da demasiado, y otra vez las manos me
la mano blanca de plástico a Mamá resbalan; vuelvo a dejar el huevo de
y pregunta si hemos dormido bien. Pascua justo en el medio del plato.
—Estaba demasiado tensa — Me froto las manos en el albornoz,
dice Mamá. menos el dedo mordido. Los
Otras personas con uniforme se cuchillos y los tenedores también
acercan, el doctor Clay dice están mal, porque no tienen el
nombres, pero yo no los entiendo. mango blanco, son de metal, y creo
Una tiene el pelo todo gris y con que eso duele al cogerlos.
ondas, se llama Directora de la Los ojos de la gente son
Clínica, que quiere decir que es la enormes, todos tienen caras de
jefa. Ella se ríe y dice que en diferentes formas, algunas con
realidad no; no sé dónde está el bigotes, o joyas colgando, o algunas
chiste. partes pintadas.
Mamá me señala una silla para —No hay niños —le susurro a
que me siente a su lado. En el plato Mamá.
hay una cosa de lo más increíble: es —¿Cómo?
plateada y azul y roja, creo que es —¿Dónde están los niños?
un huevo, no de verdad, sino de —No creo que haya ninguno.
chocolate. —Dijiste que en el Exterior
—Ah, sí, feliz Pascua —dice había millones.
Mamá—. Se me había olvidado —La clínica es sólo una
completamente. pequeña parte del mundo —dice
Me pongo el huevo de mentira Mamá—. Tómate el zumo. Eh, mira,
en la mano. No sabía que el Conejo allí atrás hay un niño.
entraba en los edificios. Miro hacia donde señala, pero
Mamá se ha bajado la mascarilla el niño que dice es largo como un
hasta el cuello y está tomando un hombre y lleva clavos en la nariz, la
zumo de un color raro. Me coloca la barbilla y encima de los ojos. ¿Será
mascarilla en lo alto de la cabeza un robot?
para que pueda probar el zumo, Mamá toma un líquido marrón
pero tiene trocitos invisibles dentro que suelta humo, pero pone una
que parecen microbios y me bajan mueca y lo deja.
por la garganta, así que toso y lo —¿Qué quieres desayunar? —

133
Emma Donoghue La habitación

me pregunta. chasquido la mascarilla encima de la


La enfermera Noreen está justo nariz.
a mi lado, doy un brinco. —Vamos, pues.
—Hay un bufet —dice—, Está enfadada, creo. Me agarro
puedes tomar... Veamos: a la silla.
magdalenas, tortilla, tortitas... —¿Y el huevo?
—No —susurro. —¿Qué?
—Se dice «no, gracias» —me Lo señalo con el dedo.
explica Mamá—, hay que ser El doctor Clay me quita el
educado. huevo de un manotazo y por poco
Hay personas que no son grito.
amigos míos observándome con —Ahí lo tienes —dice, y lo deja
rayos invisibles, y por eso me tapo caer en el bolsillo de mi albornoz.
la cara en Mamá. Las escaleras cuestan más de
—¿Qué te apetece, Jack? — subir, así que Mamá me lleva en
pregunta Noreen—. ¿Salchichas, brazos.
tostadas? —Ya lo hago yo, ¿me permites?
—No —y luego le digo a Mamá —dice Noreen.
—: Están mirando. —Estamos bien —dice Mamá,
—Todo el mundo quiere ser casi gritando.
amable, nada más. Cuando Noreen se va, Mamá
Quiero que paren. cierra la puerta de la Habitación
El doctor Clay también está Número Siete. Podemos quitarnos
aquí, se inclina cerca de nosotros. las mascarillas cuando estamos
—Debe de ser algo abrumador nosotros solos, porque ella y yo
para Jack, o para los dos, vaya. ¿No tenemos los mismos microbios.
es un poco ambicioso para el día Intenta abrir la ventana, le da un
uno? golpe, pero no hay manera.
¿Qué es el Día Uno? —¿Ya puedo tomar un poquito?
Mamá resopla. —¿No quieres desayunar?
—Queríamos ver el jardín. —Luego.
No, eso era Alicia. Así que nos tumbamos y tomo
—No hay ninguna prisa —dice un poco de la izquierda, está
él. riquísima.
—Come aunque sea unos Mamá dice que los platos no
bocaditos de algo —me dice Mamá son un problema, que el azul no se
—. Te sentirás mejor si por lo menos pega a la comida; me deja que lo
te bebes el zumo. restriegue con el dedo para
Sacudo la cabeza. comprobarlo. También los tenedores
—¿Por qué no preparamos un y los cuchillos, el metal tiene un
par de platos y os los llevamos a la tacto raro sin mangos, pero en
habitación? —dice Noreen. realidad no duele. Hay un sirope
Mamá se coloca con un que se puede poner en las tortitas,

134
Emma Donoghue La habitación

aunque no me apetece que la mía se dolor de muelas...


moje. Como un poco de todas las —Por favor, ¿podría
comidas y todas están buenas, administrarme yo mis medicinas en
menos la salsa de los huevos lugar de que me las repartan las
revueltos. El huevo de chocolate enfermeras como si fuera una
está derretido por dentro. Sabe el persona enferma?
doble a chocolate que las —Ah, no debería ser ningún
chocolatinas que hubo para el Gusto problema, siempre y cuando no las
del Domingo, es la cosa más rica dejes a la vista en tu habitación.
que he comido en mi vida. —Jack sabe que no hay que
—¡Ay! Nos hemos olvidado de acercarse a las pastillas.
dar las gracias al Niño Jesús —le —En realidad pensaba más bien
digo a Mamá. en unos cuantos pacientes con
—Pues se las damos ahora, a él antecedentes de abuso de
no le importa que lo hagamos más sustancias. Y mira, para ti tengo un
tarde. parche mágico.
Me sale un eructo enorme. —Jack, el doctor Clay te está
Luego volvemos a dormirnos. hablando —dice Mamá.
El parche es para ponérmelo en
el brazo y que se me duerma un
Suenan unos golpes en la trocito. Nos ha traído también unas
puerta y Mamá deja pasar al doctor gafas de sol muy chulas que
Clay. Luego se pone otra vez la usaremos cuando las ventanas estén
mascarilla y me la pone también a demasiado resplandecientes. Las
mí. El doctor ya no me da tanto mías son rojas y las de Mamá
miedo. negras.
—¿Qué tal, Jack? —Como las estrellas del rap —
—Bien. le digo a Mamá. Se vuelven más
—¿Me das esos cinco? oscuras si estamos fuera del
Su mano de plástico está exterior, y más claras si estamos
levantada y mueve los dedos. Hago dentro del Exterior. El doctor Clay
como que no lo veo. No voy a darle dice que veo muy bien, pero que
mis cinco dedos, los necesito para mis ojos aún no se han
mí. acostumbrado a ver de lejos, y tengo
El doctor habla con Mamá de que estirarlos mirando por la
cosas como que ella no consigue ventana. No sabía que tuviera
dormir, de «taquicardia» y músculos dentro de los ojos; meto
«reexperimentación». los dedos y aprieto, pero no los
—Prueba con éstas, una nada siento.
más antes de ir a la cama —le dice —¿Qué tal el parche, notas algo
mientras escribe algo en su aún? —me lo quita de un tirón y me
cuaderno—. Y así tal vez los toca debajo; veo su dedo en mi
antiinflamatorios te calmen más el brazo, pero no lo siento. Entonces

135
Emma Donoghue La habitación

llega lo malo: tiene agujas y dice que obviamente; modulación sensorial,


lo siente pero que necesito seis es decir, filtrar y descifrar todo el
pinchazos para no coger aluvión de estímulos; además de las
enfermedades horribles, y que el dificultades de percepción espacial...
parche sirve para eso, para que las —¿Ésa es la razón de que se
agujas no duelan. Seis no puede ser, golpee constantemente con todo? —
corro hasta la parte de la habitación pregunta Mamá.
donde está el baño. —Exacto. Es tal la familiaridad
—Podrían hacer que te a la que llegó con el espacio de
murieras —dice Mamá tirando de confinamiento donde se ha criado
mí hasta el doctor Clay. que hasta ahora no le ha hecho falta
—¡No! aprender a calibrar las distancias.
—Los microbios, quiero decir, Mamá se aguanta la cabeza con
no las inyecciones. las manos.
Sigo diciendo que no. —Pensaba que estaba bien. Más
El doctor Clay dice que soy un o menos.
valiente, pero no es verdad, porque ¿Y es que no estoy bien?
gasté toda mi valentía con el plan B. —Otra manera de enfocarlo...
Me pongo a gritar. Mamá me sujeta Para de hablar porque hay un
encima de sus piernas mientras el golpe en la puerta; cuando la abre,
doctor me clava las agujas una aparece Noreen con otra bandeja.
detrás de otra. Me duelen porque ya Echo un eructo. Todavía tengo
no llevo el parche, y lo pido a gritos la barriga atiborrada del desayuno.
y al final Mamá me lo pone otra vez. —Lo ideal sería un terapeuta
—Por el momento hemos ocupacional en salud mental y
terminado, te lo prometo —el doctor cualificado en terapia lúdica y
Clay guarda las agujas en una caja artística —sigue diciendo el doctor
colgada de la pared donde pone: Clay—, pero en la reunión que
OBJETOS PUNZANTES. Saca de un hemos tenido esta mañana hemos
bolsillo una piruleta para mí, una acordado que la prioridad
naranja, pero estoy demasiado lleno. inmediata es contribuir a que se
Dice que puedo guardármela para sienta seguro. A que los dos os
otro momento—. Parece un recién sintáis seguros, mejor dicho. Es
nacido en muchos sentidos, a pesar cuestión de ir ampliando, muy poco
de su alfabetización y sus nociones a poco, el círculo de confianza —veo
de cálculo, extraordinariamente que sus manos se mueven en el aire
precoces —le dice el doctor a Mamá, en arcos cada vez más grandes—.
y escucho con todas mis fuerzas Tuve la suerte de ser el psiquiatra de
porque sé que habla de mí—. Así guardia que os autorizó el ingreso
como con las cuestiones de anoche...
inmunidad, probablemente se —¿Suerte? —dice Mamá.
planteen retos en las áreas de... —Bueno, no es la palabra más
Veamos... Adaptación social, acertada —pone una especie de

136
Emma Donoghue La habitación

sonrisa—. Por el momento voy a mi cumpleaños; llega casi al seis,


trabajar con vosotros dos... pero no del todo. Hay una foto
¿Qué trabajo? No sabía que los donde mira de lado y otra en la que
niños tuvieran que trabajar. me está mirando.
—Por supuesto, con la —La policía lo ha detenido esta
colaboración de mis colegas madrugada y lo han metido en la
especialistas en psiquiatría infantil y cárcel, y ahí es donde se quedará —
adolescente, nuestro neurólogo, dice Mamá.
nuestros psicoterapeutas, y además Me pregunto si la camioneta
vamos a contar con un nutricionista, marrón también está en la cárcel.
un fisio... —Al mirarlas ¿sientes alguno
Llaman a la puerta. Otra vez es de los síntomas que hemos
Noreen, con un hombre policía, comentado antes? —le pregunta el
aunque no el del pelo amarillo de doctor Clay.
ayer por la noche. Mamá pone los ojos en blanco.
Ahora hay tres personas —Después de siete años de
además de nosotros dos en la auténtico calvario, ¿crees que me
habitación, o sea cinco, y todo está voy a venir abajo por una foto?
tan lleno de brazos, piernas y —¿Y tú qué dices, Jack? ¿Qué es
pechos que casi no cabe nada. Todos lo que sientes?
están hablando hasta que me hace No sé la respuesta.
daño seguir escuchando. —Voy a hacerte una pregunta
«Dejad de decir cosas todos a la —dice el doctor Clay—, pero no
vez», digo, pero sin voz. Me tapo los tienes que contestarme a menos que
oídos con los dedos. quieras. ¿De acuerdo?
—¿Quieres una sorpresa? Lo miro y luego miro otra vez
Mamá me está hablando, no me las fotos. El Viejo Nick está pegado a
había dado cuenta. Noreen se ha ido los números y no puede salir de ahí.
y el policía también. Sacudo la —¿Este hombre te hizo alguna
cabeza. vez algo que no te gustara?
—No estoy seguro de que sea lo Asiento con la cabeza.
más aconsejable... —dice el doctor —¿Puedes decirme qué fue lo
Clay. que hizo?
—Jack, es la mejor noticia que —Cortó la luz y las verduras se
nos podían dar. pusieron babosas.
Levanta unas fotos. Veo quién —Bien. ¿Te hizo daño alguna
es sin tener ni que acercarme, es el vez?
Viejo Nick. La misma cara que —No... —dice Mamá.
cuando lo miré a escondidas en la El doctor Clay levanta la mano.
Cama aquella noche, aunque ahora —Nadie pone en duda tu
le cuelga un cartel del cuello y está palabra —le dice—. Sin embargo,
apoyado contra unos números como piensa en todas las noches en que
las marcas que hacemos cuando es estabas dormida. No estaría

137
Emma Donoghue La habitación

cumpliendo con mi obligación si no Clay lo conociera, pensaba que


se lo preguntara al propio Jack, ¿no nosotros éramos los únicos.
crees? Miro la bandeja que ha traído
Mamá deja escapar todo el aire Noreen. No tengo hambre, pero le
de su cuerpo, muy despacio. pregunto a Mamá y me dice que es
—No pasa nada —me dice—. más de la una. Es demasiado tarde
Puedes contestar. ¿El Viejo Nick te hasta para comer, la comida tiene
hizo daño alguna vez? que ser a las doce y pico, aunque
—Sí —digo—, dos veces. todavía no me queda sitio libre en la
Los dos me están mirando barriga.
fijamente. —Tranquilo —me dice Mamá
—Cuando estaba haciendo la —. Aquí todo es diferente, ¿a que sí?
Gran Evasión me tiró en la —Pero ¿cuál es la norma?
camioneta, y luego también en la —No hay una norma. Podemos
calle, la segunda vez fue la que más comer a las diez o a la una o a las
daño me hizo. tres o en mitad de la noche.
—Muy bien —dice el doctor —Yo no quiero comer en mitad
Clay. Sonríe, no entiendo por qué—. de la noche.
Voy directamente al laboratorio Mamá resopla.
para ver si necesitan otra muestra de —Vamos a hacer una norma.
los dos para el ADN —le dice a Comeremos... a cualquier hora entre
Mamá. las doce y las dos de la tarde. Y si no
—¿El ADN? —pone otra vez su tenemos hambre, nos saltaremos el
voz enfadada—. ¿Acaso creen que almuerzo.
tuve otras visitas? —¿Cómo vamos a saltarlo?
—No, no. Pero creo que es así —Sin comer nada. Cero.
como funcionan los juzgados, y hay —Vale —no me importa comer
que cumplimentar todas las casillas. cero—. Pero ¿qué va a hacer Noreen
Mamá aprieta tanto los labios con toda la comida?
que no se le ven. —Tirarla.
—Cada día hay monstruos que —Qué desperdicio.
quedan absueltos por tecnicismos —Sí, pero va a parar a la basura
parecidos —el doctor habla, parece porque es... Es como si estuviera
furioso—. ¿De acuerdo? sucia.
—De acuerdo. Miro la comida multicolor de
Cuando se marcha me arranco los platos azules.
la mascarilla. —Pues a mí no me parece sucia.
—¿Está enfadado con nosotros? —Porque en realidad no lo está,
—le pregunto a Mamá. pero aquí nadie más la querrá si ya
Ella dice que no con la cabeza. ha estado en nuestros platos —me
—Está enfadado con el Viejo explica Mamá—. No te preocupes
Nick. por eso.
Ni siquiera sabía que el doctor No para de decírmelo, pero no

138
Emma Donoghue La habitación

sé cómo dejar de preocuparme. gustaría ver tu ropa nueva?


Doy un bostezo tan grande que No es nuestra ropa, es otra
casi me caigo al suelo. Aún me distinta metida en unas bolsas. Si no
duele el brazo de cuando no lo tenía nos queda bien o no nos gusta,
dormido. Le pregunto si podemos ir Noreen la volverá a llevar a la
a la cama otra vez y Mamá dice que tienda y traerá otras cosas. Parece el
claro que sí, pero que ella va a leer el disfraz de un niño de la Tele. Hay
periódico. No sé por qué quiere leer zapatos que se abrochan con una
el periódico en vez de venirse a tela que rasca que se llama Velcro.
dormir conmigo. Me gusta pegar y despegar las tiras
haciendo rrrrrras, rrrrrras, pero me
cuesta caminar, me pesan y me
Cuando me despierto, la luz parece que me van a hacer andar
viene del sitio equivocado. mal. Prefiero llevarlos cuando estoy
—No pasa nada —dice Mamá, y tumbado en la cama, porque así
acerca su cara hasta tocar la mía—. levanto las piernas y los zapatos se
Chsss, no pasa nada. pelean y luego vuelven a hacerse
Me pongo mis gafas chulas para amigos.
mirar la cara amarilla de Dios en Mamá se pone unos vaqueros
nuestra ventana y la luz que resbala que le aprietan.
por la moqueta gris peluda. —Es así como se llevan hoy en
Noreen entra con unas bolsas. día —dice Noreen—, y Dios sabe
—Podrías llamar a la puerta — que tienes una figura ideal.
le dice Mamá casi a gritos; me pone —¿Quiénes los llevan?
la mascarilla y luego se pone la —Las jovencitas.
suya. Mamá sonríe, no sé por qué. Se
—Perdón —dice Noreen—. He pone una camiseta que también le
llamado, pero me aseguraré de queda demasiado estrecha.
hacerlo más fuerte la próxima vez. —Ésta no es tu ropa de verdad
—No, lo siento, no quería... —le susurro.
Estaba hablando con Jack. A lo —Ahora sí.
mejor lo he oído, pero no sabía que La puerta hace toc, toc, y entra
era la puerta. otra enfermera con el mismo
—No te preocupes —dice uniforme pero distinta cara. Dice
Noreen. que debemos ponernos otra vez las
—Hay ruidos de..., de las otras mascarillas porque tenemos visita.
habitaciones, oigo cosas y no sé si..., No he tenido nunca una visita, no sé
no sé de dónde vienen o qué son. cómo es.
—Todo debe de resultar un Una persona entra y corre hasta
poco extraño. Mamá; me levanto de un salto con
Mamá se ríe, no sé por qué. los puños en alto pero Mamá ríe y
—Y en cuanto a este jovencito... llora al mismo tiempo. Creo que está
—los ojos de Noreen brillan—. ¿Te contentriste.

139
Emma Donoghue La habitación

—Ay, mamá —es Mamá quien acerca un poco más—. Ah, Jack, has
lo dice—, mamá... sido el chavalito más valiente del
—Mi pequeña... mundo, y me has traído a mi niña.
—He vuelto. ¿Qué niña?
—Sí, por fin —dice la persona —Anda, levántate la mascarilla
—. Cuando me llamaron estaba un momento —me pide Mamá.
convencida de que era otra La levanto y me la bajo
patraña... enseguida.
—¿Me has echado de menos? — —Tiene tu mismo corte de cara
Mamá se echa a reír, con una risa —dice la Abuela.
rara. —¿Tú crees?
La mujer también está llorando, —Desde luego, siempre te
debajo de los ojos tiene churretes chiflaron los críos, si hacías de
negros, no sé por qué las lágrimas le canguro gratis...
salen de ese color. La boca es toda Hablan y hablan. Miro debajo
del color de la sangre, igual que las de mi tirita para ver si aún se me va
mujeres de la Tele. Tiene el pelo a caer el dedo. Hay puntitos que
amarillo y corto, pero no corto del ahora parecen escamas.
todo, y unos pomos dorados Entra aire. Una cara se asoma
clavados en las orejas por debajo del por la puerta, una cara con barba
agujero. Todavía apretuja a Mamá por todas partes, las mejillas y la
con los brazos, es tres veces más barbilla y debajo de la nariz, pero
redonda que ella. Nunca había visto nada de pelo en la cabeza.
a Mamá abrazada a nadie más. —Le he pedido a la enfermera
—Deja que te vea sin este que no nos molestaran —dice
absurdo chisme un momento. Mamá.
Mamá se baja la mascarilla, —Mira, éste es Leo —dice la
sonríe sin parar. Abuela.
Ahora la mujer me está —Qué tal —dice el hombre
mirando. moviendo los dedos.
—No puedo creerlo, todavía no —¿Y quién es Leo? —pregunta
puedo creer nada de todo esto. Mamá, sin sonreír.
—Jack —dice Mamá—, ésta es —Se supone que iba a quedarse
tu abuela. en el pasillo.
—Qué tesoro —la mujer abre —No problem —dice Leo, y de
los brazos como si fuera a pronto ya no está.
levantarlos y saludar, pero luego no —¿Dónde está papá? —
lo hace. Se acerca a mí. Me pongo pregunta Mamá.
detrás de la silla. —Ahora mismo en Canberra,
—Es muy cariñoso —dice pero viene de camino —dice la
Mamá—, lo que pasa es que no está Abuela—. Han cambiado muchas
acostumbrado a nadie más que a mí. cosas, cariño.
—Claro, claro —la Abuela se —¿Canberra?

140
Emma Donoghue La habitación

—Ay, cielo, creo que es tortura —dice la Abuela—. Frenaba


demasiado para asimilarlo así de con el coche junto a una acera y
pronto... pitaba a una chica, nunca eras tú.
Resulta que Leo, el peludo, no Para tu cumpleaños siempre
es mi abuelo de verdad; el de preparaba tu pastel favorito, sólo
verdad se volvió a vivir a Australia por si aparecías. ¿Te acuerdas de mi
después de creer que Mamá estaba tarta de chocolate y plátano?
muerta y hacer un funeral por ella; Mamá asiente. Le caen lágrimas
la Abuela se enfadó, porque ella por la cara.
nunca perdió la esperanza. Siempre —No era capaz de dormir sin
se dijo que su preciosa hijita debió pastillas. No saber me estaba
de tener sus razones para corroyendo, y desde luego no era
desaparecer y que un buen día justo para tu hermano. ¿Sabes
volvería a ponerse en contacto con que...? Cómo vas a saberlo. Paul
ellos. tiene una hijita de casi tres años, ya
Mamá se queda mirándola. no usa pañales. Su pareja es un
—¿Un buen día? encanto, es radióloga.
—Bueno, ¿acaso hoy no lo es? Hablan mucho más, se me
—la Abuela hace señas hacia la cansan las orejas de escuchar.
ventana. Entonces entra Noreen con pastillas
—¿Qué clase de razones iba a para nosotros y un vaso de zumo
tener...? que no es de naranja, sino de
—Ay, nos estrujamos el cerebro, manzana, el mejor que he probado
nos atormentamos dándole vueltas. en mi vida.
Una trabajadora social nos dijo que La Abuela se va a su casa. Me
a veces hay chicos de tu edad que pregunto si duerme en la hamaca.
desaparecen de repente sin más. —¿Qué te parece si...? Leo
Drogas, a lo mejor... Puse tu podría entrar un momento, a
habitación patas arriba, buscando... saludar nada más —dice cuando
—Sacaba unas notas increíbles está en la puerta.
en la escuela. Al principio Mamá no dice
—Sí, así es, y eras nuestro nada.
orgullo y nuestra alegría. —A lo mejor la próxima vez —
—Me raptaron en plena calle. contesta luego.
—Bueno, eso lo sé ahora. —Como quieras. Los médicos
Pegamos carteles por toda la ciudad, dicen que todo con calma.
Paul montó una página web. La —Con calma, ¿el qué?
policía habló con todos tus —Todo —la Abuela se vuelve
conocidos de la universidad y hacia mí—. Bueno, Jack. ¿Sabes la
también del instituto, para palabra adiós?
averiguar con quién podías andar —Me sé todas las palabras —le
que no conociéramos. Siempre creía digo.
verte en cualquier parte, era una Eso la hace reír sin parar.

141
Emma Donoghue La habitación

Se da un beso en la mano y me despacio, cada vez más anaranjada


lo sopla. y rodeada de nubes de todos los
—A ver si lo atrapas. colores. Cuando al final se esconde,
Creo que quiere que haga como quedan unas rayas y la oscuridad va
que atrapo el beso, así que lo hago y subiendo tan poquito a poco que no
se pone contenta, y le salen más la veo hasta que ya está aquí,
lágrimas. envolviéndolo todo.
—¿Por qué se ha reído de que
sepa todas las palabras, si yo no lo
decía en broma? —le pregunto Mamá y yo nos pasamos la
luego a Mamá. noche dándonos golpes. La tercera
—Ah, qué más da, siempre es vez que me despierto me dan ganas
bueno hacer reír a la gente. de ver el Jeep y el Mando, pero no
A las 06.12 Noreen trae otra están.
bandeja con la cena, no hay nada Ahora en la Habitación no hay
repetido. Podemos cenar a las cinco nadie, solamente las cosas. Todo se
y pico, o a las seis y pico, o hasta a ha quedado quieto, nada más se
las siete y pico, dice Mamá. Hay una mueve el polvo que cae, porque
cosa verde crujiente que se llama Mamá y yo estamos en la clínica y el
rúcula y tiene un gusto demasiado Viejo Nick está en la cárcel. Se tiene
amargo; me gustan las patatas con que quedar ahí encerrado para
los bordes quemaditos y la carne siempre.
toda veteada. El pan tiene trocitos Me acuerdo de que llevo el
dentro que me rascan la garganta, pijama de los astronautas. Me toco
intento quitarlos pero entonces la pierna a través de la ropa, la
quedan agujeros, así que Mamá me siento como si no fuera mía. Todas
da permiso para que lo deje. Hay nuestras cosas de antes están
fresas, Mamá dice que le saben al encerradas en la Habitación, menos
séptimo cielo. ¿Ha probado alguna mi camiseta, que Mamá tiró aquí a
vez a qué sabe el Cielo? No nos lo la basura y que ahora ya no está. Lo
podemos acabar todo. Mamá dice miré antes de irme a la cama, seguro
que aunque la mayoría de la gente que una limpiadora se la ha llevado.
come a reventar, hay que comer lo Pensaba que quería decir que esa
que a uno le apetece y dejar el resto. persona era más limpia que el resto
Mi parte preferida del Exterior de las personas, pero Mamá dice
es la ventana. Siempre veo algo que es alguien que limpia lo de los
distinto. Un pájaro pasa justo por demás. Creo que son invisibles,
delante, zas, no sé qué era. Las como los elfos. Ojalá que la
sombras se han puesto otra vez limpiadora me devolviera mi
alargadas, la mía saluda con la camiseta vieja, pero entonces Mamá
mano en la pared verde después de se pondría otra vez de mal humor.
cruzar toda la habitación. Miro la Tenemos que estar en el mundo,
cara de Dios caer despacio, muy no vamos a volver a la Habitación

142
Emma Donoghue La habitación

nunca más; Mamá dice que eso no preocupados y no pueden dormir, o


tiene vuelta de hoja y que debería no comen, o se lavan las manos
estar contento. No sé por qué no demasiado, aunque yo no sabía que
podemos volver, a dormir aunque lavarse tanto fuera malo. Algunos se
sea. Tampoco sé si tendremos que han dado un golpe en la cabeza y no
quedarnos siempre en el trozo de la saben quiénes son, y algunos están
clínica o podremos ir a otros sitios, tristes todo el rato o se arañan los
como la casa de la hamaca, aunque brazos hasta con cuchillos, no sé por
el Abuelo de verdad está en qué. Los médicos, las enfermeras,
Australia, y eso está demasiado Pilar y los limpiadores invisibles no
lejos. están enfermos, vienen aquí a
—¿Mamá? ayudar. Mamá y yo tampoco
Ella da un gruñido. estamos enfermos, nos han traído
—Jack, ahora que por fin me aquí sólo para descansar, y además
estaba quedando dormida... porque no queremos que nos den la
—¿Cuánto tiempo llevamos lata los paparazzi, que son los buitres
aquí? que llevan cámaras y micrófonos,
—Sólo llevamos veinticuatro porque ahora somos famosos, como
horas, lo que pasa es que parece las estrellas de rap, aunque nosotros
más. no lo hicimos aposta. Mamá dice
—No, pero... ¿cuánto tiempo que básicamente necesitamos un
vamos a estar aquí después de poco de ayuda mientras aclaramos
ahora? ¿Cuántos días y cuántas las cosas. No sé a qué cosas se
noches? refiere.
—En realidad no lo sé. Meto la mano debajo de la
Pero si Mamá siempre sabe las almohada para ver si la Muela Mala
cosas. se ha convertido en dinero, pero no.
—Dímelo. Creo que el Ratoncito no sabe dónde
—Chssss. está la clínica.
—Pero ¿cuánto? —¿Mamá?
—Sólo por un tiempo —dice—. —¿Qué?
Ahora silencio, recuerda que —¿Nos tienen aquí encerrados?
tenemos gente al lado, y los estás —No —dice casi ladrando—.
molestando. Claro que no. ¿Por qué, es que no te
No veo a la gente, pero está ahí. gusta estar aquí?
Son las personas del comedor. En la —Es que quiero saber si
Habitación nunca molestaba a tenemos que quedarnos.
nadie, solamente a Mamá a veces si —No, no. Somos libres como los
la Muela era mala de verdad. Mamá pájaros.
dice que las personas vienen a
Cumberland porque están un poco
enfermas de la cabeza, aunque no Creía que todas las cosas raras
mucho. A lo mejor están habían pasado ayer, pero hoy hay

143
Emma Donoghue La habitación

muchas más. No deja de acercarse gente con


Al hacer caca tengo que hacer jarras de café, y Mamá dice que no
fuerza, porque mi barriga no está quiere. Como tanto beicon que
acostumbrada a tanta comida. pierdo la cuenta. Cuando digo
No tenemos que lavar las «Gracias, Niño Jesús» todo el
sábanas en la ducha, porque los mundo se queda mirando, supongo
limpiadores invisibles se encargan que porque aquí en el Exterior no
también de eso. saben quién es.
Mamá escribe en un cuaderno Mamá dice que cuando alguien
que el doctor Clay le dio para que se comporta raro como aquel chico
hiciera los deberes. Pensaba que larguirucho con la cara llena de
sólo los niños que van a la escuela trozos de metal que se llama Hugo y
hacen deberes, que son tareas para siempre va tarareando, o la señora
hacer en casa, pero Mamá dice que Garber, que se rasca el cuello sin
la clínica en realidad no es la casa de parar, no nos reímos, solamente por
nadie, al final todo el mundo se va. dentro, por detrás de la cara si no
Odio la mascarilla, no puedo nos podemos aguantar.
respirar cuando la llevo puesta, No sé nunca cuándo van a pasar
aunque Mamá dice que claro que los ruidos y me van a hacer dar un
puedo. salto. Montones de veces no veo de
Desayunamos en el comedor, dónde salen; algunos son
que es el lugar donde se come. En el chiquitines, como el zumbido de los
mundo a las personas les gusta ir a bichitos, pero otros me duelen
habitaciones diferentes para hacer dentro de la cabeza. Aunque todo es
cada cosa. Me acuerdo de ser siempre tan fuerte, Mamá no para
educado, que es cuando la gente de decirme que no grite para no
tiene miedo de que los otros se molestar a los demás. Y cuando
enfaden. hablo casi nunca me oyen.
—Por favor, ¿puedes hacerme —¿Dónde has dejado los
más tortitas? —digo. zapatos?
—Es un amor —dice la mujer Volvemos y los encontramos en
del delantal. el comedor, debajo de la mesa; hay
No soy un amor, pero Mamá un trozo de beicon encima de uno
me susurra que eso quiere decir que de ellos y me lo como.
le he gustado mucho a la señora, así —Microbios —dice Mamá.
que no debe importarme que me Llevo los zapatos cogidos de las
llame así. tiras de Velcro. Mamá me dice que
Pruebo el sirope, es me los ponga.
superultradulce, y me bebo toda —Me hacen daño en los pies.
una tarrina pequeña antes de que —¿No te quedan bien?
Mamá me diga basta ya. Dice que es —Pesan demasiado.
sólo para ponerlo en las tortitas, —Ya sé que no estás
pero así me parece asqueroso. acostumbrado a usarlos, pero no

144
Emma Donoghue La habitación

puedes ir por ahí en calcetines, tuyas, Jack. Ahora mismo estoy en la


porque podrías pincharte. clínica. Y tú ¿dónde estás?
—No, no, te lo prometo. Hay un plátano de plástico.
Espera hasta que me los pongo. —Yo también —digo hablando
Estamos en un pasillo, pero no en el por el plátano.
que hay al subir las escaleras. La —Qué coincidencia. ¿Estás
clínica tiene muchas partes disfrutando de tu estancia aquí?
diferentes. Me parece que no hemos —Estoy disfrutando con el
estado aquí antes, ¿nos hemos beicon.
perdido? Se ríe, no me he dado cuenta de
Mamá se pone a mirar por una que otra vez he hecho una broma
ventana nueva. sin querer.
—A lo mejor hoy podríamos —Yo también disfruto con el
salir afuera a ver los árboles y las beicon. Demasiado.
flores. ¿Cómo se puede disfrutar
—No. demasiado?
—Jack... En el fondo del baúl encuentro
—Quiero decir no, gracias. títeres pequeñitos: un perro con
—¡Aire fresco! manchas, un pirata, una luna y un
Me gusta el aire de la niño que saca la lengua. Mi favorito
Habitación Número Siete; Noreen es el perro.
nos acompaña hasta allí. Por nuestra —Jack, te está haciendo una
ventana vemos coches que aparcan pregunta.
y desaparcan y palomas, y a veces el Miro a Mamá, pestañeando.
gato aquel. —Entonces, ¿qué es lo que no te
Después vamos a jugar con el gusta tanto de aquí? —dice el doctor
doctor Clay en otra habitación Clay.
nueva que tiene una alfombra de —Que la gente mira.
pelo largo, no como nuestra —¿Mmm?
Alfombra, que es plana con el Muchas veces el doctor dice eso
dibujo de zigzag. Me pregunto si la en vez de palabras.
Alfombra nos echa de menos, —Y tampoco las cosas que
¿estará todavía en la cárcel en la pasan de repente.
parte descubierta de la camioneta? —Ah, ¿sí? ¿Qué cosas?
Mamá le enseña al doctor Clay —Las que pasan de repente —le
los deberes que ha hecho, y hablan digo—, las que llegan rápido sin
de cosas no muy interesantes, como avisar.
«despersonalización» o «jamais vu». —Ah, sí. «El mundo es más
Luego ayudo al doctor Clay a sacar súbito de lo que lo imaginamos.»
las cosas de su baúl de juguetes, es —¿Eh?
lo más guay de todo. Habla por un —Perdona, es sólo un verso de
teléfono móvil de mentira. un poema —el doctor Clay le sonríe
—Me alegro de tener noticias a Mamá—. Jack, ¿serías capaz de

145
Emma Donoghue La habitación

describir el lugar donde estabais —Noreen dice que funciona


antes de llegar a la clínica? mejor si añades la misma cantidad
Como nunca ha estado en la de sal que de harina, ¿lo sabías? Yo
Habitación le cuento todo lo que no, ¿cómo iba a saberlo? Ni siquiera
hay allí, lo que hacíamos todos los se me ocurrió nunca pedir colorante
días y un montón de cosas más, alimenticio. Si hubiera tenido la más
aunque si se me olvida algo Mamá remota idea...
lo explica. El doctor ha traído una Mamá no deja de repetir que
pasta de muchos colores que sale está bien, pero no parece que esté
por la Tele, y mientras hablamos tan bien. Sigue hablando con el
hace con ella bolitas y gusanos. doctor Clay de «distorsiones
Hundo el dedo en un trozo amarillo, cognitivas», hacen un ejercicio de
pero se me queda un poco metido respiración, mientras yo juego con
en la uña y no me gusta que sea los títeres. Entonces se nos acaba el
amarilla. tiempo porque el doctor tiene que ir
—¿Nunca jugaste con plastilina a jugar con Hugo.
en alguno de los Gustos del —¿Él también estaba encerrado
Domingo? —pregunta. en un cobertizo? —le pregunto.
—Se seca —dice Mamá antes de El doctor Clay niega con la
que yo pueda contestar—. ¿A que cabeza.
nunca se te había ocurrido? Aunque —¿Qué le ha pasado?
la guardes de nuevo en el bote —Cada cual tiene su historia.
religiosamente, al cabo de un Cuando volvemos a nuestra
tiempo empieza a endurecerse. habitación nos metemos en la cama
—Supongo que sí —dice el y tomo un montón. Todavía no me
doctor Clay. gusta cómo huele Mamá. Es por el
—Por eso pedía lápices y acondicionador, demasiado sedoso.
colores en lugar de rotuladores, y
pañales de tela... Todo lo que
durara, para no tener que pedirlo de Aunque he dormido una siesta,
nuevo a la semana siguiente. todavía estoy cansado. La nariz no
El doctor asiente todo el rato. deja de gotearme y me lloran los
—Hacíamos pasta de harina, ojos, como si se me derritieran por
pero claro, siempre era blanca — dentro. Mamá dice que he cogido mi
Mamá habla con voz de enfadada—. primer resfriado, eso es todo.
¿Crees que no le habría dado a Jack —Pero si llevaba la mascarilla.
plastilinas de colores distintos todos —Aun así los microbios se
los días, si hubiera podido? cuelan. Verás como mañana lo he
El doctor Clay dice el otro pillado yo, porque me lo vas a pegar
nombre de Mamá. tú.
—Nadie está poniendo en tela Me echo a llorar.
de juicio tus decisiones ni tus —No hemos jugado...
estrategias. —¿Qué? —Mamá me abraza.

146
Emma Donoghue La habitación

—Aún no quiero irme al Cielo. —En realidad nacieron aquí, en


—Cariño... —Mamá nunca me esta misma pecera —es la mujer
había llamado así—. No pasa nada. Pilar.
Si nos ponemos enfermos, los Doy un salto, no la había visto
médicos nos curarán. salir de su escritorio.
—Quiero. —¿Por qué?
—¿Quieres qué? Me mira, sonriendo todavía.
—Quiero que el doctor Clay me —Mmm...
cure ahora. —¿Por qué están aquí?
—Bueno, la verdad es que no —Para que nosotros los
puede curar un resfriado —Mamá miremos, supongo. ¿Verdad que son
se muerde los labios—. Pero en unos preciosos?
días se te pasará, te lo prometo. Oye, —Vamos, Jack —dice Mamá—.
¿quieres aprender a sonarte la Seguro que esta señora tiene trabajo
nariz? que hacer.
Sólo me hacen falta cuatro En el Mundo Exterior el tiempo
intentos, y cuando saco todo el es un lío. Mamá no deja de decir
moco de golpe en el pañuelo, Mamá «Más despacio, Jack» y «Espera» y
aplaude. «Acaba de una vez» y «Date prisa,
Noreen trae la comida, que son Jack», dice «Jack» un montón de
sopas y kebabs y un arroz que no es veces para que sepa que me habla a
de verdad y que se llama quinoa. De mí y no a otras personas. Me cuesta
postre hay macedonia de frutas, las mucho adivinar qué hora es, porque
adivino todas: manzana y naranja, y aquí los relojes tienen manitas
las que no conozco, que son piña, acabadas en punta y no sé el secreto,
mango, arándano, kiwi y sandía. He y como no está el Reloj con sus
acertado dos y cinco no, o sea que números tengo que preguntarle a
me da menos tres. No lleva plátano. Mamá todo el rato y ella se cansa.
Quiero ver los peces otra vez, —¿Sabes qué hora es? Hora de
así que bajamos a la parte que se salir ahí afuera.
llama Recepción. Son a rayas. Yo no quiero, pero ella no deja
—¿Están malitos? de decirme «Vamos a intentarlo, lo
—A mí me parecen tan probamos nada más». Ahora
campantes —dice Mamá—. Sobre mismo, ¿por qué no?
todo ese con pinta de mandón que Primero tengo que ponerme
está en el alga. otra vez los zapatos. También
—No, de la cabeza, quiero tenemos que llevar chaquetas y
decir. ¿Son peces locos? gorros y untarnos la cara por debajo
Se echa a reír. de la mascarilla y las manos con una
—No lo creo. crema pegajosa, porque como
—¿Solamente están hemos vivido siempre en la
descansando aquí un tiempo porque Habitación, el sol podría
son famosos? achicharrarnos la piel. El doctor

147
Emma Donoghue La habitación

Clay y Noreen nos acompañan, Noreen hace una cosa rara: me


aunque ellos no llevan gafas chulas quita la máscara y me pone un
ni nada. papel distinto en la cara. Lo aparto
El camino para ir afuera no es con las manos pegajosas.
una puerta, sino una especie de —No estoy seguro de que sea
burbuja de aire encima de una nave una buena... —dice el doctor Clay.
espacial. Mamá dice que no le sale la —Respira en la bolsa —me dice
palabra, y el doctor Clay dice que es Noreen.
una puerta giratoria. Al respirar en la bolsa siento el
—Ah, sí —digo—, las he visto aire caliente; lo único que hago es
por la Tele. aspirarlo y aspirarlo.
Me gusta el momento de girar, Mamá me sujeta por los
pero de pronto estamos fuera y la hombros.
luz me hace doler las gafas, que se —Volvamos adentro —dice.
ponen completamente oscuras. El De vuelta a la Habitación
viento me da una bofetada en la Número Siete, Mamá me da un poco
cara y tengo que volver adentro. en la cama, con los zapatos aún
—No pasa nada —repite Mamá puestos y todo pegajoso.
todo el rato. Luego viene la Abuela, esta vez
—No me gusta —la puerta que ya conozco su cara. Ha traído libros
gira está encallada, no gira, me está de la casa de la hamaca, tres para
estrujando para echarme afuera. Mamá sin dibujos, que la ponen
—Dame la mano. muy contenta, y cinco con dibujos
—El viento nos va a arrancar de para mí, aunque la Abuela no sabía
cuajo. que el cinco es mi número favorito.
—Nada más es brisa —dice Dice que eran de Mamá y de mi Tío
Mamá. Paul cuando eran pequeños.
La luz no se parece nada a la Supongo que no miente, pero me
que entra por una ventana, me cae cuesta creer que Mamá haya sido
de todas partes y se me mete por los una niña alguna vez.
lados de las gafas chulas, no es —¿Quieres sentarte en mi
como cuando hicimos la Gran regazo para que te lea uno?
Evasión. El resplandor es horrible y —No, gracias.
el aire está demasiado frío. Está La oruguita glotona, El árbol
—Se me está quemando la piel. generoso, ¡Corre, perro, corre!, El Lórax
—Lo haces estupendamente — y El cuento de Perico, el conejo travieso.
dice Noreen—. Respira bien hondo, Miro todos los dibujos.
despacio. Así me gusta, muchacho. —De verdad, hasta el último
¿Por qué dice que le gusta? Si detalle —le está diciendo la Abuela
aquí no se puede respirar... Veo a Mamá en voz muy bajita—, podré
manchas en las gafas, el pecho me encajarlo.
hace pum, pum, pum y el viento —Lo dudo.
suena tan fuerte que no oigo nada. —Estoy preparada.

148
Emma Donoghue La habitación

Mamá no deja de sacudir la decir que no hay que subir las


cabeza. escaleras. Hay una mesa y un olor
—¿De qué serviría, Mamá? un poco dulce. Tiene el pelo
Ahora ya ha pasado, estoy fuera, en superrizado. Mientras Mamá y él
el otro lado. hablan yo practico sonándome la
—Pero, cariño... nariz.
—Creo que prefiero no saber —En el caso de este periódico
qué estás pensando sobre toda esa que ha publicado esa fotografía tuya
historia cada vez que me miras, ¿de de cuando ibas a quinto curso, por
acuerdo? ejemplo —le dice—, tenemos un
A la Abuela le caen más caso claro de violación de la ley de
lágrimas por la cara. protección de datos personales.
—Cielo —dice—, lo único que Cuando dice «tuya» se refiere a
pienso cuando te miro es «Aleluya». que es de Mamá; cada vez soy mejor
Cuando se va, Mamá me lee el en distinguir esas cosas.
del conejo: se llama Perico, que es lo —¿Te refieres a que podría
mismo que Pedro, pero no es el demandarlos? Eso es lo último que
santo. Lleva ropa pasada de moda y se me pasaría por la cabeza —le dice
lo atrapa un jardinero; no sé por ella. Le enseño el pañuelo con los
qué, pero Perico roba verduras. mocos pegados, y ella levanta el
Robar es malo, pero si yo fuera un pulgar.
ladrón, robaría cosas buenas, no sé, Morris asiente mucho con la
coches o chocolatinas, por ejemplo. cabeza.
El libro no me parece alucinante, —Tan sólo digo que debes
pero es alucinante tener tantos pensar en el futuro, tanto en el tuyo
nuevos de golpe. En la Habitación como en el del niño —el niño sí que
tenía cinco, más los cinco de ahora soy yo—. Claro, por el momento
ya son diez. En realidad ahora no Cumberland corre con los gastos a
tengo los cinco libros viejos, así que corto plazo, y he creado un fondo
imagino que nada más tengo que para recaudar las donaciones de
contar los cinco nuevos. Los de la vuestros fans, pero debo decirte que
Habitación a lo mejor ya no son de tarde o temprano habrá que hacer
nadie. frente a facturas que ahora ni te
La Abuela sólo se queda un imaginas. Rehabilitación, terapias
ratito porque ahora tenemos otra con toda clase de pijadas,
visita, que es nuestro abogado alojamiento, costes educativos para
Morris. No sabía que tuviéramos los dos... —Mamá se frota los ojos—.
abogado, como en el planeta de los No quiero que tomes decisiones
juicios, donde la gente grita y el juez precipitadas.
da golpes con el martillo. Nos —¿Has dicho «fans»?
encontramos con él en una —Claro —dice Morris—. La
habitación de la planta baja, que no gente se ha volcado, llega un saco
es una planta de verdad, sólo quiere cada día.

149
Emma Donoghue La habitación

—¿Un saco de qué? chu-chu, baja por la pata hasta el


—De todo lo que se te ocurra. suelo, y luego sube por la pared,
He cogido unas cuantas cosas al que en esta habitación es azul.
azar... —levanta una bolsa grande —Ciertas redes están dando
de plástico de detrás de la silla y muestra de un enorme interés —
saca los paquetes. dice Morris—, podrías contemplar
—Están abiertos —dice Mamá la posibilidad de escribir un libro,
mirando lo que hay en los sobres. un poco más adelante...
—Créeme, estas cosas tienen La boca de Mamá no parece
que pasar un filtro previo antes de muy simpática.
llegar a ti. Había H-E-C-E-S, y eso —Me propones que nosotros
sólo para empezar. mismos nos vendamos antes de que
—¿Por qué alguien mandó lo hagan otros.
caca? —le pregunto a Mamá. —Yo no lo plantearía en esos
Morris se queda mirando con términos. Imagino que tienes mucho
los ojos muy abiertos. que enseñarle al mundo. Toda la
—Es muy bueno deletreando — cuestión de vivir con menos no
le dice Mamá. podría ir más acorde con el espíritu
—Caramba. ¿Y has preguntado de los tiempos.
por qué, Jack? Pues porque ahí fuera Mamá se echa a reír. Morris
hay mucho loco suelto —pensaba pone las manos arriba.
que los locos estaban aquí, en la —Aunque eso es cosa vuestra,
clínica, para que los ayudasen—. por supuesto. Ya lo irás viendo con
Pero la mayoría de las cosas que se el día a día.
reciben son de gente que os desea Mamá lee algunas de las cartas.
que os recuperéis pronto —dice —«Pequeño Jack, eres un niño
Morris—. Bombones, juguetes, cosas maravilloso. Disfruta de cada
por el estilo. momento porque lo mereces,
¡Bombones! porque has conocido el infierno
—Creí que lo mejor era traerte mismo ¡y has vuelto!»
las flores primero, porque a mi —¿Eso quién lo ha dicho? —
asistente personal le provocan pregunto.
migraña —levanta montones de Mamá da la vuelta a la página.
flores envueltas en plástico invisible. —No la conocemos.
De ahí venía el olor. —¿Por qué ha dicho que soy
—¿Qué juguetes son los maravilloso?
juguetes? —Ha oído hablar de ti en la tele.
—Mira, aquí hay uno —dice Miro en los sobres más gordos
Mamá sacándolo de un sobre. Es un por si hay más trenes.
trenecito de madera—. No hace falta —Mira, qué buena pinta tienen
arrancármelo de la mano, Jack. —dice Mamá con una cajita de
—Perdona. bombones en la mano.
Paseo el tren por toda la mesa, —Hay más —he encontrado

150
Emma Donoghue La habitación

una caja grande de verdad. brrrrrrrrrrum, y también un silbato


—No, ahí hay demasiados, te en forma de cerdo..., lo soplo.
pondrás malito. —¡Uf! Qué ruido —dice Morris.
Como ya estoy malito con el —Demasiado fuerte —dice
resfriado, no me importa. Mamá.
—Ésos se los daremos a alguien Soplo una vez más.
—dice Mamá. —Jack...
—¿A quién? Vuelvo a dejarlo donde estaba.
—No sé, a las enfermeras, Encuentro un cocodrilo de
quizá. terciopelo largo como mi pierna, un
—Puedo encargarme de que los sonajero con una campanita dentro,
juguetes y esas cosas lleguen a una cara de payaso que hace ja ja ja
algún hospital infantil —dice ja cuando le toco la nariz.
Morris. —Ése tampoco, me da
—Una idea estupenda. Elige escalofríos —dice Mamá.
algunos que quieras quedarte —me Le susurro adiós al payaso y lo
dice Mamá. vuelvo a guardar en su sobre. Hay
—¿Cuántos? un cuadrado de plástico, no de
—Todos los que quieras —se papel, que sirve para dibujar, con
pone a leer otra carta—: «Que Dios una especie de bolígrafo atado, y
os bendiga a ti y a tu dulce angelito, una caja de monos con brazos y
rezo para que descubráis todas las colas que se enroscan para construir
cosas bellas que este mundo puede cadenas de monos. Hay un camión
ofreceros, para que se cumplan de bomberos, y un oso de peluche
vuestros sueños y que vuestro con una gorra que no se le puede
camino en la vida sea próspero y quitar, y eso que estiro fuerte. En la
lleno de felicidad» —la deja encima etiqueta hay un dibujo con la cara
de la mesa—. ¿De dónde voy a sacar de un bebé tachada con una línea y
el tiempo para contestar a todas? debajo pone 0-3. ¿Será porque el oso
Morris sacude la cabeza. mata a los bebés en tres segundos?
—Ese cab... Digamos mejor que —Ah, vamos, Jack —dice Mamá
el acusado ya te robó los siete —. No necesitas tantos.
mejores años de tu vida. Si yo fuera —¿Cuántos necesito?
tú, no desperdiciaría ni un segundo —No sé...
más. —Si eres tan amable de firmar
—¿Cómo sabes que ésos aquí, ahí y ahí —le pide Morris.
hubieran sido los mejores años de Me estoy mordiendo el dedo
mi vida? por debajo de la mascarilla. Mamá
Levanta los hombros. ya no me dice que no lo haga.
—Sólo digo que... Tenías —¿Cuántos me hacen falta?
diecinueve años, ¿verdad? Ella levanta la mirada de los
Hay cosas superchulas, un papeles en los que está escribiendo.
coche con ruedas que hace —Elige... Mmm, elige cinco.

151
Emma Donoghue La habitación

Cuento: el coche y los monos, el me dice que espera que sea una
cuadrado para escribir, el tren de pena de entre veinticinco años y
madera, el sonajero y el cocodrilo. cadena perpetua.
Son seis, no cinco, pero Mamá y Y para los delitos cometidos en
Morris no dejan de hablar. suelo nacional no hay libertad
Encuentro un sobre grande vacío y condicional —dice Morris—.
guardo los seis dentro. Tenemos secuestro con fines
—Muy bien —dice Mamá sexuales, privación ilegal de la
metiendo el resto de los paquetes en libertad, violaciones múltiples,
la bolsa enorme. agresión con lesiones... —cuenta con
—Espera —le digo—. En la los dedos, no con la cabeza.
bolsa puedo escribir y poner: Mamá asiente.
«Regalos de parte de Jack para los —¿Y lo del bebé?
niños malitos». —¿Jack?
—Deja que Morris se encargue —El primero. ¿No puede
de eso. interpretarse como una especie de
—Pero... asesinato?
Mamá resopla. Esta historia no la he oído
—Hay mucho por hacer, y nunca. Morris tuerce la boca.
debemos dejar que la gente haga —No, si el feto no nació vivo,
parte por nosotros, porque si no, la no.
cabeza me va a explotar —¿por qué —La niña.
le va a explotar la cabeza si escribo No sé quién es la niña.
en la bolsa? —La niña, disculpa —dice él—.
Saco el tren otra vez y lo hago Como mucho podríamos conseguir
trepar por mi camisa, es mi bebé y que se considerara negligencia
se asoma y le doy besos por todas criminal, puede que incluso
partes. temeraria...
—En enero, tal vez, aunque Quieren prohibirle la entrada a
como muy pronto el juicio Alicia en el tribunal de justicia por
empezará en octubre —está medir más de una milla de alto. Hay
diciendo Morris. un poema que no entiendo bien.
Igual que en el juicio por el robo
de las tartas, cuando el Lagarto Bill Si
tiene que escribir con el dedo y ella o yo
Alicia derriba la tribuna del jurado y tal vez nos
pone al Lagarto boca abajo sin darse vemos
cuenta, ja, ja. mezcl
—Ya, pero ¿cuánto tiempo ados en
estará en prisión? —pregunta este lío,
Mamá. él
Se refiere a él, al Viejo Nick. espera que
—Bueno, la fiscal del distrito tú los

152
Emma Donoghue La habitación

libres pregunto.
y Mamá me mira fijamente.
sean como —Le dijiste a Morris que había
al una niña que hizo un asesinato.
principio. Ella niega con la cabeza.
—Quería decir que la
De repente Noreen está ahí, ni mataron..., por decirlo de alguna
la he visto llegar. Pregunta si manera —aparta la cara de mí.
queremos cenar solos o en el —¿Fui yo?
comedor. —¡No! Tú no hiciste nada malo.
Me llevo todos los juguetes Eso pasó un año antes de que
nuevos en el sobre grande. Mamá nacieras —dice Mamá—. ¿Te
no sabe que hay seis, no cinco. acuerdas de que a veces te decía que
Algunas personas saludan con la cuando llegaste la primera vez,
mano cuando entramos, así que los encima de la cama, eras una niña?
saludo también, como la chica que —Sí.
lleva todo el cuello tatuado y no —Bueno, pues estaba hablando
tiene pelo. Las personas no me de ella.
molestan mucho si no me tocan. Aún entiendo menos, qué lío.
La mujer del delantal dice que —Creo que ella intentaba ser tú.
ha oído que he salido afuera, El cordón... —Mamá esconde la cara
aunque no sé cómo me habrá oído. entre las manos.
—¿Te ha gustado? —¿El cordón de la persiana? —
—No —le digo—. Quiero decir lo miro; por las rendijas sólo entra la
no, gracias. oscuridad.
Estoy aprendiendo mucho a ser —No, no. ¿Te acuerdas del
educado. Cuando algo tiene un cordón que iba hasta el ombligo?
sabor asqueroso se dice que es —Lo cortaste con las tijeras y
interesante, como el arroz salvaje, entonces quedé libre.
que sabe como si no estuviera Mamá asiente.
cocinado. Cuando me sueno la nariz —Pero a la bebé se le enredó
doblo el pañuelo para que nadie vea cuando estaba naciendo, y no la
los mocos, son un secreto. Si quiero dejaba respirar.
que Mamá me escuche a mí y no a —Esta historia no me gusta.
otra persona, digo «perdón», Se aprieta las cejas.
aunque a veces tengo que decir —Deja que la termine.
«perdón, perdón» durante siglos y —Es que no...
cuando me pregunta qué quiero ya —Él estaba ahí quieto, mirando
no me acuerdo. —Mamá habla, pero casi a gritos—.
En la cama, mientras tomo un No tenía ni la más remota idea de
poco ya en pijama y sin la cómo nacen los bebés, ni se había
mascarilla, de pronto me acuerdo. molestado en mirarlo en Google.
—¿Quién es el primer bebé? — Toqué la coronilla del bebé, estaba

153
Emma Donoghue La habitación

toda resbaladiza, empujé y empujé, —Esa vez sí era yo de verdad.


y gritaba: «Ayuda, no puedo, No me di la vuelta.
ayúdame...». Y él simplemente se —Nanay de la China —las
quedó de pie, sin hacer nada. lágrimas caen de nuevo, y Mamá se
Espero, pero no dice nada más. las restriega con la mano—. Esa vez
—¿Y la bebé se quedó dentro de no le dejé entrar en la habitación.
tu barriga? —¿Por qué no?
Mamá sigue callada un —Oí la puerta, el pitido, y rugí:
momento. «Fuera».
—Salió morada —¿morada?—. Seguro que lo hizo enfadar
No llegó ni a abrir los ojos. muchísimo.
—Deberías haberle pedido al —Me sentía preparada, esta vez
Viejo Nick una medicina para ella, quería que estuviéramos solos tú y
para el Gusto del Domingo. yo.
Mamá sacude la cabeza. —¿De qué color salí?
—Tenía todo el cordón —Rosa intenso.
enrollado en el cuello. —¿Y abrí los ojos?
—¿Aún estaba atada a ti? —Naciste con los ojos abiertos.
—Hasta que él lo cortó. Doy el bostezo más enorme del
—Y entonces, ¿quedó libre? mundo.
Caen las lágrimas en la manta. —Ahora ¿ya podemos ir a
Mamá asiente y llora, pero sin voz. dormir?
—¿Ya está? ¿Se ha terminado la —Claro que sí —dice Mamá.
historia?
—Casi —tiene los ojos cerrados,
pero el agua sigue corriéndole por la Por la noche, pumba, me caigo
cara—. El Viejo Nick se la llevó y la al suelo. La nariz me gotea, pero no
enterró debajo de un arbusto, en el sé sonarme a oscuras.
patio trasero. Es decir, enterró sólo —Esta cama es demasiado
su cuerpo. pequeña para dos —dice Mamá por
Era morada. la mañana—. Estarás más cómodo
—La parte de niña que había en en la otra.
ella subió de nuevo directamente al —No.
Cielo. —¿Y si quitamos el colchón y lo
—¿Para reciclarse? colocamos justo aquí, al lado de mi
Mamá casi sonríe. cama, para que podamos cogernos
—Me gusta pensar que eso fue de la mano?
lo que pasó. Sacudo la cabeza.
—¿Por qué te gusta pensar eso? —Ayúdame a encontrar una
—A lo mejor en realidad eras solución, Jack.
tú, y un año después volviste a —Nos quedamos los dos en
intentarlo y bajaste en el cuerpo de una, pero dormimos sin despegar
un niño. los codos del cuerpo.

154
Emma Donoghue La habitación

Mamá se suena la nariz con Reloj.


mucho ruido; creo que el resfriado —La hora es las 9.57 —digo.
ha saltado de mí a ella, pero yo Es demasiado pequeño para
todavía lo tengo. Mamá, por eso es sólo para mí, y
Hacemos un trato: me meto en Noreen me enseña a abrocharme la
la ducha con ella, pero dejo la correa en la muñeca.
cabeza fuera. La tirita del dedo se —Cada día regalos, va a acabar
me ha caído y no la encuentro. siendo un consentido —dice Mamá
Mamá me cepilla el pelo, los levantándose la mascarilla para
enredos me hacen daño. Tenemos sonarse otra vez la nariz.
un peine y dos cepillos de dientes, y —El doctor Clay dijo que todo
toda nuestra ropa nueva, el trenecito lo que le dé al chico un poco de
de madera y los otros juguetes; sensación de control es positivo —
Mamá aún no los ha contado, así dice Noreen. Cuando sonríe se le
que no sabe que cogí seis en vez de fruncen los ojos—. Probablemente
cinco. No sé dónde van las cosas, tenga un poco de nostalgia de su
porque algunas se guardan en los casita, ¿verdad?
cajones, otras en la mesa de al lado —¿Nostalgia? —Mamá la mira
de la cama, otras en el armario. fijamente.
Tengo que estar todo el rato —Perdona, no quería...
preguntándole a Mamá dónde las —Aquello no era un hogar, era
ha puesto. una celda insonorizada.
Está leyendo uno de sus libros —Lo siento, he sido poco
sin dibujos, pero yo cojo los otros y oportuna —dice Noreen.
se los llevo. La oruguita glotona Se va enseguida. Mamá no dice
desperdicia un montón de comida, nada, solamente escribe en su
porque sólo se come un agujerito de cuaderno.
las fresas, los salamis y de todo lo Si la Habitación no era nuestra
demás, y el resto lo deja. Puedo casa, no sé si tenemos otra en alguna
meter mi dedo de verdad por los parte.
agujeritos; pensaba que alguien Esta mañana le choco los cinco,
había roto el libro, pero Mamá dice al doctor Clay con el brazo en alto, y
que lo hicieron así a propósito para se pone contentísimo.
que fuera superdivertido. Me gusta —Parece un poco ridículo
¡Corre, perro, corre!, sobre todo seguir llevando estas mascarillas
cuando luchan con las raquetas de cuando hemos pillado ya un
tenis. resfriado morrocotudo —dice
Noreen llama a la puerta con Mamá.
unas cosas muy chulas. Lo primero —Bueno —le contesta él—, ahí
son unos zapatos que son de cuero fuera hay cosas peores.
pero blanditos y elásticos. Lo —Ya, pero de todos modos
segundo es un reloj sólo de números tenemos que bajárnoslas todo el rato
para que pueda leerlo como leía el para sonarnos la nariz...

155
Emma Donoghue La habitación

El doctor se encoge de hombros. —Las paredes —le explico. Está


—En última instancia, la mi yo niña bebé diciendo adiós con
decisión es tuya. la mano y el Niño Jesús y Juan el
—Fuera mascarillas, Jack —me Bautista; no llevan nada de ropa
dice Mamá. porque todo está soleado con la cara
—Yupi. amarilla de Dios.
Las tiramos a la basura. —¿Tu mamá aparece en el
Los colores del doctor Clay dibujo?
viven en una caja especial que dice —Está ahí abajo, echando una
120 en la tapa, y eso quiere decir siestecita.
cuántos hay. Todos son distintos. Mi Mamá de verdad se ríe un
Llevan nombres alucinantes escritos poco y se suena la nariz. Eso me
en pequeñito por los lados, como recuerda que tengo que hacer lo
«Mandarina Atómica» o «Fuzzy mismo, porque me gotea.
Wuzzy» o «Procesionaria» y —Y el hombre al que llamas
«Espacio Exterior», aunque yo no Viejo Nick ¿está en alguna parte?
sabía que fuera el nombre de un —Bueno, puedo ponerlo en esta
color. Hay otros como esquina dentro de su jaula —lo
«Majestuosidad Púrpura de la pinto y hago los barrotes muy
Montaña», «Jaleo», «Amarillo gordos; los está mordiendo. Hay
Chillón» o «Más Allá Azul Salvaje». diez barrotes, que es el número más
Algunos están mal escritos a fuerte, y ni un ángel con soplete
propósito para hacer gracia, como el podría abrirlos. Además, dice Mamá
«Malvarilloso», aunque no me que de todos modos un ángel no
parece muy divertido. El doctor encendería su soplete por un tipo
Clay dice que puedo usar malo. Le enseño al doctor Clay que
cualquiera, pero elijo solamente los puedo contar hasta un millón
cinco con los que sé pintar, los veintinueve, y aún más si quiero.
mismos que había en la Habitación: —Un niño que conozco cuenta
un azul, un verde, un naranja, un siempre las mismas cosas, una y
rojo y un marrón. Me pregunta si otra vez, cuando se pone nervioso, y
puedo dibujar la Habitación, pero lo no puede parar.
que pasa es que ya estoy haciendo —¿Qué cosas? —le pregunto.
un cohete espacial con el marrón. —Las líneas de la acera,
Hay hasta un lápiz blanco, pero... botones, cosas por el estilo.
¿no es invisible? Creo que ese niño debería
—¿Y si el papel fuera negro — contarse los dientes. Más fácil,
dice el doctor Clay—, o rojo? porque si no se te caen, siempre
Me busca una página negra están en el mismo sitio.
para que pruebe y tiene razón, veo —Siempre mencionas la
el blanco pintado. ansiedad de la separación —le dice
—¿Qué es este cuadrado Mamá al doctor Clay—, pero Jack y
alrededor del cohete? yo no vamos a separarnos.

156
Emma Donoghue La habitación

—Aun así, habéis dejado de ser dueño, no le pertenecíamos.


sólo vosotros dos, ¿verdad? —Exactamente —el doctor Clay
Ella se muerde el labio. Hablan sonríe—. ¿Sabes quién es tu dueño,
de «reinserción social» y Jack?
«autoculparse». —Sí.
—Lo mejor que has hecho fue —Tú mismo.
sacarlo pronto de ahí —dice el Se equivoca, porque en realidad
doctor Clay—. A los cinco años soy de Mamá.
todavía son de goma. No paran de aparecer sitios
Yo no soy de goma, soy un niño nuevos en la clínica. Por ejemplo,
de verdad. hay una habitación con una tele
—Probablemente sea una edad gigantorme, y me pongo a dar saltos
con la que acabe olvidándolo todo porque a lo mejor sale Dora o Bob
—sigue diciendo el doctor—, lo cual Esponja, hace siglos que no los veo.
en este caso sería una bendición, a Pero las tres personas mayores que
fortiori. no sé cómo se llaman sólo están
Me parece que así es como se viendo golf.
dice fortaleza en español. En el pasillo me acuerdo.
Quiero seguir jugando con el —¿Para qué sirve una
títere del niño que saca la lengua, bendición?
pero el tiempo se ha acabado. El —¿Cómo?
doctor Clay tiene que irse a jugar —El doctor Clay ha dicho que
con la señora Garber. Dice que yo era de goma y que me olvidaría.
puedo quedarme con el títere hasta —Ah —dice Mamá—. Cree que
mañana, pero todavía es del doctor pronto ya ni te acordarás de la
Clay. habitación.
—¿Por qué? —Sí que me acordaré —la miro
—Bueno, en este mundo todo sin pestañear—. ¿Es que debería
tiene dueño. olvidarme?
Como mis seis juguetes nuevos, —No lo sé.
mis cinco libros nuevos y la Muela, Ahora siempre dice eso. Ya va
que creo que también es mía, delante de mí, ha llegado a las
porque Mamá ya no la quería. escaleras, tengo que correr para
—Excepto las cosas que alcanzarla.
compartimos todos —dice el doctor Después de la comida, Mamá
Clay—, como los ríos y las dice que es hora de ir al Exterior
montañas. otra vez.
—¿Y la calle? —Si nos quedamos encerrados
—Exacto, la calle es para el uso aquí dentro todo el tiempo, es como
de todos. si nunca hubiéramos hecho nuestra
—Yo corrí por la calle. Gran Evasión —suena enfurruñada;
—Cuando escapabas, es cierto. se está atando los cordones de los
—Porque él no era nuestro zapatos.

157
Emma Donoghue La habitación

Después de ponerme el gorro y No lo sabía. Guardo otra vez las


las gafas de sol y los zapatos y la manos debajo de los codos.
crema pegajosa, estoy cansado. —Vamos al césped —me
Noreen nos está esperando al empuja un poquito en esa dirección.
lado de la pecera. Aplasto las espigas verdes con
Mamá me deja dar cinco vueltas las suelas de los zapatos. Me agacho
en la puerta giratoria. Luego empuja y paso los dedos por la hierba, no
y de repente estamos fuera. me los corta. El que Rajá intentó
Hay tanta luz que creo que voy comerse ya casi se me ha cerrado.
a gritar. Entonces las gafas se Miro otra vez la hierba, hay una
vuelven más oscuras y no veo. ramita y una hoja que es marrón y
Tengo la nariz irritada y siento el algo que es amarillo.
olor raro del aire por dentro. Oigo un zumbido y miro hacia
Además, siento el cuello muy arriba. El cielo es tan grande que por
rígido. poco me aplasta.
—Haz como si vieras todo esto —Mamá. ¡Otro avión!
por la tele —me dice Noreen al oído. —La estela de condensación —
—¿Eh? dice señalándolo—. Me acabo de
—Vamos, inténtalo —entonces acordar, así es como se llama la cola
pone una voz especial—: Aquí va un de vapor.
niño que se llama Jack de paseo con Sin querer piso una flor. Hay
su mamá y su amiga Noreen. cientos, no en un ramo como los que
Lo estoy viendo. los locos nos mandan por correo,
—¿Qué es eso que lleva Jack en sino que crecen ahí mismo, en el
la cara? —pregunta. suelo, igual que a mí me crece el
—Unas gafas de sol rojas muy pelo en la cabeza.
chulas. —Narcisos —dice Mamá
—Ajá, eso parece. Mira, van señalando—. Magnolia, tulipanes,
todos caminando por el lilas... ¿Eso es un manzano en flor?
aparcamiento un día primaveral del —todo lo huele, me pone la nariz en
mes de abril. una flor, pero me parece demasiado
Hay cuatro coches, uno rojo, dulce, me marea. Escoge una lila y
uno verde, uno negro y uno de un me la da.
marrón dorado. Siena Quemado, así De cerca los árboles son
se llama el color en el estuche. Por gigantes gigantescos. Están
dentro de las ventanas parecen un cubiertos de una especie de piel, al
poco casitas con asientos. Un osito acariciarla se nota llena de nudos.
de peluche cuelga del espejo del Encuentro una cosa triangular
rojo. Acaricio la nariz del coche, que grande como mi nariz, y Noreen
es toda brillante y tan fría como un dice que es una piedra.
cubito de hielo. —Tiene millones de años —dice
—Cuidado —dice Mamá—, Mamá. ¿Cómo lo sabe? Miro por
podría dispararse la alarma. debajo, no tiene ninguna etiqueta—.

158
Emma Donoghue La habitación

Eh, mira... —Mamá se agacha. guardo en el bolsillo.


Hay una cosa arrastrándose en Pero lo más guay de todo es que
el suelo. Una hormiga. de repente se oye un ruido
—¡No! —grito, y hago una tremendo de motor, y al mirar al
armadura con las dos manos para cielo veo que es un helicóptero,
protegerla. mucho más grande que el avión...
—¿Qué pasa? —pregunta —Mejor que volváis adentro —
Noreen. dice Noreen.
—Por favor, por favor, por Mamá me coge de la mano y
favor —le digo a Mamá—. A ésta tira de mí.
déjala. —Espera... —digo, pero me
—Tranquilo, claro que no voy a quedo sin respiración. Me estiran
aplastarla. entre las dos, me gotea la nariz.
—¿Lo prometes? Cuando entramos de un salto
—Lo prometo. por la puerta giratoria siento que la
Cuando aparto las manos, la cabeza me da vueltas. Ese
hormiga se ha ido y lloro más aún, helicóptero estaba lleno de paparazzi
pero entonces Noreen encuentra que intentaban robar fotos de Mamá
otra, y otra más, y hay dos que y mías.
llevan juntas algo diez veces más
grande que ellas.
Otra cosa viene dando vueltas Después de la siesta el resfriado
por el aire y aterriza delante de mí, aún no se me ha curado. Me pongo
y me hace saltar para atrás. a jugar con mis tesoros: mi piedra,
—Eh, mira, la hélice de un arce mi hélice de arce herida y mi lila,
—dice Mamá. que se ha puesto toda mustia. La
—¿Por qué? Abuela llama a la puerta y la
—Es la semilla de este árbol, acompañan más visitas, pero ella
que va dentro de... algo así como un espera fuera para que no seamos
par de alas, que la ayudan a llegar demasiados. Las personas son dos,
lejos. se llaman Tío Paul, que tiene el pelo
Tan fina es, que puedo ver a caído hasta las orejas, y Deana, que
través de las pequeñas líneas secas; es mi Tía y lleva gafas rectangulares
por el medio el marrón se vuelve y un millón de trencitas negras que
más fuerte. Hay un agujero parecen serpientes.
chiquitín. Mamá la lanza al aire y —Tenemos una niña que se
vuelve a bajar dando vueltas. llama Bronwyn y que se va a volver
Le enseño otra que tiene algo loca cuando te conozca —me dice la
roto. Tía—. Ni sabía que tuviera un
—Está sin pareja, ha perdido la primo... Bueno, ninguno de nosotros
otra alita. sabía de ti hasta hace dos días,
Cuando la tiro hacia lo alto cuando tu abuela nos llamó con la
vuela igual de bien, así que me la noticia.

159
Emma Donoghue La habitación

—Nos habríamos montado de nombre, y a bailar hip hop —dice


un salto en el coche ahí mismo, pero Paul.
los médicos dijeron... —Paul deja de El Tío quiere hacer algunas
hablar, se lleva un puño a los ojos. fotos para mandárselas por correo
—No pasa nada, cariño —dice electrónico a Australia al Abuelo,
Deana, y le acaricia la pierna. que mañana va a coger el avión.
Paul se aclara la garganta, hace —No te preocupes, en cuanto lo
mucho ruido. vea no habrá problema —le dice
—Es que aún sigue Paul a Mamá. No sé de quién
golpeándome. hablan. Tampoco sé cómo salir en
No veo que nada lo golpee. las fotos, pero Mamá me dice que
Mamá le rodea los hombros con solamente tengo que mirar a la
el brazo. cámara como si fuera una amiga y
—Es que todos estos años sonreír. Luego Paul me enseña cómo
pensaba que su hermana pequeña he quedado en la pantallita, y me
podía estar muerta —me explica. pregunta cuál creo que es la mejor,
—¿Quién, Bronwyn? —digo sin la primera, la segunda o la tercera.
voz, pero ella lo oye. Son todas iguales.
—No, yo. Paul es mi hermano, Tengo las orejas cansadas de
¿te acuerdas? tanto hablar.
—Ah, sí. Cuando se van pensaba que ya
—No puedo expresar lo que... sólo estábamos nosotros dos, pero la
—la voz de Paul se corta de nuevo, Abuela entra y le da un abrazo largo
se suena la nariz. Hace un ruido a Mamá y a mí me sopla otro beso
mucho más fuerte que el mío, como desde muy cerca, así que noto el
el de los elefantes. aire.
—Pero ¿dónde está Bronwyn? —¿Cómo está mi nieto favorito?
—pregunta Mamá. —Ése eres tú —me dice Mamá
—Bueno —dice Deana—, —. ¿Qué se dice cuando alguien te
pensamos que... —mira a Paul. pregunta cómo estás?
—Jack y tú podéis conocerla Otra vez la buena educación.
otro día, pronto. Va a las Ranitas —Gracias.
Saltarinas. Las dos se echan a reír, he dicho
—¿Y eso qué es? —pregunto. otra broma sin darme cuenta.
—Un edificio adonde los padres —«Muy bien» y luego
mandan a los niños cuando tienen «Gracias» —dice la Abuela.
otras cosas que hacer —dice Mamá. —Muy bien y luego gracias.
—¿Y por qué los niños tienen —A menos que no estés bien,
otras cosas que hacer? claro, y entonces puedes decir:
—No, los padres. «Pues hoy no me siento al cien por
—La verdad es que a Bronwyn cien» —se vuelve a Mamá—. Ah,
le encanta —dice Deana. por cierto, Sharon, Michael Keelor,
—Está aprendiendo a poner su Joyce como se llame... han estado

160
Emma Donoghue La habitación

llamando. La Abuela se queda mirándola.


Mamá asiente. —No querrás decir que todavía
—Todos se mueren por darte la le das...
bienvenida. —No había ninguna razón para
—Estoy... Los médicos dicen dejar de hacerlo.
que aún no me convienen visitas — —Bueno, supongo que
dice Mamá. encerrada en aquel sitio todo era...
—Claro, desde luego. Pero aun así, cinco años...
El hombre que se llama Leo está —No tienes ni la menor idea.
en la puerta. La Abuela aprieta la boca y se le
—¿Puede entrar un minuto pone triste.
nada más? —pregunta la Abuela. —No es por falta de ganas.
—Me da igual —dice Mamá. —Mamá...
Es mi Abuelastro, así que la El Astro se levanta.
Abuela dice que a lo mejor podría —Deberíamos dejar descansar a
llamarlo Astro; no sabía que a ella los chicos.
también le gustaran las ensaladas de —Sí, supongo que sí —dice la
palabras. El Astro huele raro, como Abuela—. Adiós, entonces, hasta
a humo, tiene los dientes todos mañana...
torcidos y los pelos de las cejas van Mamá me lee otra vez El árbol
en todas direcciones. generoso y El Lórax, pero en voz baja,
—¿Por qué tiene todo el pelo en porque le duele la garganta y la
la cara y nada en la cabeza? cabeza también. Hoy en vez de
Se ríe, aunque yo estaba cenar, sólo tomo su lechecita. Mamá
preguntándoselo bajito a Mamá. se queda dormida a la mitad. Me
—A mí que me registren —dice gusta mirarle la cara cuando ella no
él. se da cuenta de que lo hago.
—Nos conocimos durante un Encuentro un periódico
fin de semana de masaje capilar doblado, supongo que lo han traído
indio —dice la Abuela—, y lo elegí a las visitas. Por delante hay una foto
él porque era la superficie de trabajo de un puente partido por la mitad,
más lisa que había por ahí —los dos no sé si es de verdad. En la página
se ríen; Mamá no. siguiente hay una foto mía y de
—¿Puedo tomar un poquito? — Mamá y la policía cuando me metió
pregunto. en brazos al centro. ESPERANZA
—Dentro de un minuto —dice PARA EL NIÑO BONSÁI, dice.
Mamá—, cuando se hayan ido. Tardo un rato en entender todas las
—¿Qué quiere? —pregunta la palabras.
Abuela.
—Nada, nada.
—Puedo llamar a la enfermera. Para el personal de la exclusiva
Mamá niega con la cabeza. clínica Cumberland, que ya se ha
—Quiere tomar el pecho. rendido ante este héroe en

161
Emma Donoghue La habitación

miniatura, es «Jack, el pequeño —Yo no soy un árbol, soy un


milagro», el niño que el pasado niño.
sábado por la noche despertó a un —Sólo lo dicen en sentido
mundo completamente nuevo. El figurado —arruga el periódico y lo
encantador Principito de pelo largo tira a la basura.
es el fruto del abuso que su bella y —Dice que soy encantador,
joven madre padeció a manos del pero ésos son los que hipnotizan a
Monstruo del Cobertizo (capturado las serpientes.
por los agentes estatales en un —La gente de la prensa
dramático callejón sin salida el entiende muchas cosas del revés.
domingo a las dos de la Eso de la gente de la prensa me
madrugada). Jack dice que todo es recuerda a esos que salen en Alicia y
«bonito» y adora los huevos de que están superprensados porque
Pascua, aunque todavía sube y baja en realidad son naipes.
las escaleras a gatas, como un mono. —Dicen que eres bella.
Tras pasar enclaustrado la totalidad Mamá se echa a reír, pero es la
de sus cinco años de vida en una verdad. Ahora ya he visto las caras
mazmorra putrefacta con las de muchas personas reales y la suya
paredes forradas de corcho, los es la más bellísima.
expertos no son capaces de predecir Tengo que sonarme otra vez la
aún qué clase o grado de retraso en nariz; la piel se me ha puesto roja y
el desarrollo padecerá a largo me escuece. Mamá se toma los
plazo... matadolores, pero no creo que le
borren el dolor de cabeza. Pensaba
que en el Exterior ya no le duelería.
Mamá se ha levantado y me Le acaricio el pelo a oscuras, aunque
arranca el periódico de las manos. nunca está oscuro del todo en la
—¿Qué hay de tu libro de El Habitación Número Siete. Por la
cuento de Perico, el conejo travieso? ventana se ve la cara plateada de
—Pero soy yo, el niño bonsái. Dios. Mamá tenía razón, no tiene
—¿El niño qué? —Mamá vuelve forma de círculo, sino que acaba en
a mirar el periódico y se aparta el punta por los dos extremos.
pelo de la cara; suelta una especie
de gruñido.
—¿Qué quiere decir bonsái? Por la noche hay microbios
—Un árbol muy chiquitito. Se vampiros flotando en el aire. Llevan
cultivan en macetas, en interior, y se mascarillas para que no les
los poda todos los días para que los podamos ver la cara, y hay un ataúd
troncos crezcan retorcidos. vacío que se convierte en un váter
Me acuerdo de la Planta. Nunca inmenso por el que desaparece el
la podamos, la dejamos crecer todo mundo entero al tirar de la cadena.
lo que quiso, pero en cambio se —Chsss, tranquilo, sólo ha sido
murió. un sueño —me está hablando

162
Emma Donoghue La habitación

Mamá. Clay, la doctora Kendrick, Pilar y la


Luego aparece Ajeet, está como mujer del delantal que no sé cómo
loco poniendo la caca de Rajá en un se llama, y también Ajeet y Naisha.
paquete para enviárnoslo porque —¿Quiénes son?
me quedé seis juguetes; alguien me —El hombre y la bebé y el perro
está rompiendo los huesos y que llamaron a la policía —le
clavándoles chinchetas. explico.
Me despierto llorando y Mamá —Ah, claro.
me deja tomar hasta que me canso. —Aunque creo que Rajá es un
Aunque es la derecha, sabe bastante enemigo, porque me mordió el
cremosa. dedo. Oh, y la agente Oh y el
—Me quedé con seis juguetes hombre policía que no sé cómo se
en vez de cinco —le cuento. llama y el comisario. Son diez, y un
—¿Qué? enemigo.
—De los que nos enviaron los —Y la abuela, y Paul y Deana —
fans locos. Me quedé con seis. dice Mamá.
—No importa —me dice. —Y la prima Bronwyn, sólo que
—Sí que importa, me quedé con aún no la he visto. Y Leo, el Astro.
el sexto y no se lo mandé a los niños —Tiene casi setenta años y
malitos. apesta a hachís —dice Mamá—.
—Eran para ti, eran regalos Tuvo que liarse con él por despecho.
tuyos. —¿Qué es el despecho?
—Entonces, ¿por qué sólo pude —¿Cuántos llevamos? —me
quedarme con cinco? pregunta en lugar de contestar.
—Puedes quedarte con todos —Quince, y un enemigo.
los que quieras. Anda, vuelve a —El perro estaba asustado,
dormirte. ¿sabes? Tuvo una buena razón para
No puedo. hacer lo que hizo.
—Alguien me ha cerrado la Los bichos muerden sin que
nariz. haya una razón. «Buenas noches,
—Es porque los mocos están dulces sueños, que los bichos no
más espesos, y eso significa que piquen a mi pequeño», Mamá ya no
pronto vas a estar mejor. se acuerda de decirlo.
—Pero cómo voy a estar mejor —Vale —digo—, pues dieciséis.
si no puedo respirar. Y además, están la señora Garber y
—Por eso Dios te dio una boca, la chica de los tatuajes y Hugo,
para que respiraras por ella. Plan B aunque casi no hablamos con ellos,
—dice Mamá. ¿eso también cuenta?
—Por supuesto.
—Pues entonces son diecinueve
Cuando empieza a haber luz —tengo que coger otro pañuelo;
contamos los amigos que tenemos aunque son más suaves que el papel
en el mundo. Noreen y el doctor higiénico, a veces se rompen cuando

163
Emma Donoghue La habitación

están mojados. Luego ya estoy —¿Quisiste abofetearla alguna


levantado y nos vestimos echando vez antes del secuestro? —pregunta
una carrera. Gano yo, sólo que se el doctor Clay.
me olvidan los zapatos. —Claro que sí —Mamá lo mira,
Ahora ya bajo las escaleras a y luego se ríe con una especie de
toda pastilla con el culo, pum, pum, gruñido—. Estupendo, he
pum, y los dientes me chocan. No recuperado mi vida.
creo que las baje como un mono Encontramos otra habitación
como dice la gente de la prensa, con dos aparatos; sé lo que son, son
pero no lo sé, porque los que salen ordenadores.
en el planeta salvaje no tienen —Genial, voy a mandar un
escaleras. correo electrónico a un par de
Para desayunar me como cuatro amigos.
torrijas. —¿A cuáles de los diecinueve?
—¿Estoy creciendo? —Ah, son viejos amigos míos.
Mamá me mira de arriba abajo. Todavía no los conoces.
—Con cada minuto que pasa. Se sienta y se pone a teclear
Cuando voy a ver al doctor encima de las letras un rato, yo la
Clay, Mamá me pide que le cuente miro. Arruga el ceño mirando la
mis sueños. pantalla.
El doctor cree que —No recuerdo mi contraseña.
probablemente mi cerebro está —¿Qué?
haciendo borrón y cuenta nueva. Me —Seré... —se tapa la boca.
quedo mirándolo fijamente. Respira y el aire suena como si le
—Ahora que estás sano y salvo, raspara la nariz—. Bueno, da igual.
tu cerebro está reuniendo todas las Eh, Jack, vamos a buscar algo
cosas que te asustan y que ya no entretenido para ti, ¿te apetece?
necesitas, y las expulsa en forma de —¿Dónde?
pesadillas —sus manos hacen el Mueve el ratón un poquito y de
gesto de expulsar. repente ahí está una imagen de
No lo digo por ser educado, Dora. Me acerco a mirar, y Mamá
pero en realidad lo ha entendido me enseña dónde tengo que hacer
todo al revés. En la Habitación clic con la flechita para poder jugar
estaba a salvo, y es el Exterior lo que solo. Junto todas las piezas del
me asusta. platito mágico y Dora y Botas
El doctor Clay habla con Mamá aplauden y cantan una canción de
de por qué ella quiere ahora darle gracias. Creo que es casi más chulo
una bofetada a la Abuela. que en la Tele.
—Eso no se puede hacer —le Mamá está en el otro ordenador
digo. mirando un libro de caras, dice que
Me mira, pestañeando. es un invento nuevo. Ella escribe los
—No es que quiera hacerlo de nombres y las caras salen en la
verdad. Sólo en algunos momentos. pantalla sonriendo.

164
Emma Donoghue La habitación

—¿Son viejos de verdad? —le dedos y no mil canciones, sino


pregunto. millones. Se ha metido una especie
—La mayoría tienen veintiséis de judías en las orejas, y asiente con
años, igual que yo. la cabeza mientras escucha una
—Pero dijiste que eran viejos música que no oigo y canta un poco
amigos. en voz bajita algo de ser un millón
—Eso sólo significa que los de personas distintas de un día a
conocí hace mucho tiempo. Están otro.
tan cambiados... —acerca los ojos a —¿Me dejas?
las fotografías, y murmura cosas —Se llama «Bitter Sweet
como «Corea del Sur» o «Ya Symphony», cuando tenía trece
divorciado, no puede ser...». años me pasaba el día entero
Hay otra página web nueva en escuchándola —me pone una judía
la que encuentra vídeos de en la oreja.
canciones y cosas así, y me enseña a —Demasiado alto —digo
dos gatos bailando con zapatillas de arrancándomela de un tirón.
bailarina que hacen mucha gracia. —Ten cuidado, Jack, es el regalo
Luego va a otras páginas donde hay que me ha hecho el tío Paul.
sólo palabras como «reclusión» y No sabía que fuera suyo y mío
«tráfico», y me pide si puedo dejarla no. En la Habitación todo era
leer un rato, así que vuelvo al juego nuestro.
de Dora y esta vez me toca una —Espera, están los Beatles, hay
estrella. un clásico que a lo mejor te gusta,
Hay alguien de pie en la puerta, una canción que debe de tener ya
doy un brinco. Es Hugo, no sonríe. cincuenta años —me dice—, se
—A las dos me conecto a Skype. llama «All You Need Is Love».
—¿Cómo? —dice Mamá. No entiendo.
—Que a las dos me conecto a —Pero ¿las personas no
Skype. necesitan comida y cosas de ésas,
—Perdona, no tengo ni idea además de amor?
de... —Sí, pero todo eso no sirve de
—Hablo con mi madre por nada si no tienes también alguien a
Skype todos los días a las dos, así quien quieres —dice Mamá; habla
que me debe de estar esperando demasiado alto, todavía va pasando
desde hace dos minutos. Está los nombres con el dedo—. Como
apuntado en esta lista de la puerta. aquel experimento que se hizo con
Al volver a nuestra habitación, crías de mono. Un científico las
encima de la cama encontramos una apartó de sus madres y las mantuvo
maquinita con una nota de Paul. encerradas en una jaula, solas. Y
Mamá dice que es igual que la que ¿sabes qué ocurrió?, pues que no
iba escuchando cuando el Viejo crecían como es debido.
Nick la raptó, sólo que ésta tiene —¿Por qué no crecían?
imágenes que puedes mover con los —Bueno, crecieron en tamaño,

165
Emma Donoghue La habitación

pero eran raras, por no haber pero Mamá está demasiado


recibido abrazos. cansada.
—Raras ¿en qué?
Mamá aprieta una tecla y apaga
el aparatito. —¿Qué día es esta mañana?
—Perdona, Jack. En realidad no —Jueves —dice Mamá.
sé por qué he sacado ese tema. —¿Cuándo es domingo?
—Raras ¿en qué? —Viernes, sábado, domingo.
Mamá se muerde el labio. —¿Faltan tres, igual que en la
—Enfermas de la cabeza. Habitación?
—¿Locas, o algo así? —Claro, una semana tiene siete
Asiente. días en todas partes.
—Los monitos se mordían a sí —¿Qué pediremos para el
mismos y cosas por el estilo. Gusto del Domingo?
Hugo se hace cortes en los Mamá niega con la cabeza.
brazos, pero no creo que se muerda. Por la tarde vamos en la
—¿Por qué? furgoneta donde pone «Clínica
Mamá echa el aire con un Cumberland», y salimos de verdad
soplido. por las grandes rejas al resto del
—Mira, si sus madres hubieran mundo. No tengo ganas, pero
estado, ellas habrían abrazado a sus debemos ir a enseñarle al dentista
crías, pero como la leche salía de los dientes de Mamá que todavía le
unos tubitos... se demostró que duelen.
necesitaban el cariño tanto como la —¿Habrá gente que no sean
leche. amigos nuestros?
—Es una historia fea. —Sólo estarán el dentista y una
—Perdona. Lo siento mucho, no ayudante —dice Mamá—. Han
debería habértela contado. hecho salir a todas las demás
—No, sí que debías... —le digo. personas, es una visita especial sólo
—Pero... para nosotros.
—No quiero que existan Llevamos puestos los gorros y
historias feas y no saberlas. las gafas chulas, pero el protector
Mamá me abraza con fuerza. para el sol no porque los rayos
—Jack —me dice—, estoy un malos rebotan en el cristal. Me estoy
poco rara esta semana, ¿verdad? acostumbrando a dejarme los
No lo sé, porque todo es raro. zapatos blanditos puestos. En la
—No dejo de meter la pata. Sé furgoneta hay un conductor con
que me necesitas como mamá, pero gorra, creo que no tiene voz. Hay un
al mismo tiempo estoy recordando elevador especial encima del asiento
cómo ser yo misma, y es... para hacerme más alto y que así el
Yo pensaba que ella y Mamá cinturón no me machaque la
eran la misma persona. garganta si frenamos de golpe. No
Quiero salir al Exterior otra vez, me gusta cómo me aprieta el

166
Emma Donoghue La habitación

cinturón. Miro por la ventana y me creo —Mamá acerca la cara a la


sueno la nariz; hoy sale más verde. ventana—. No, solamente se
Montones de hombres y agarran de la cuerda, para no
mujeres caminan por las aceras, no perderse. Y mira, los pequeños de
había visto nunca tanta gente, me verdad van en esos vagoncitos con
pregunto si todos son de verdad ruedas, seis en cada uno. Deben de
verdadera, o nada más algunos. ser de una guardería, como a la que
—Hay mujeres que se dejan va Bronwyn.
también el pelo largo como nosotros —Quiero ver a Bronwyn.
—le digo a Mamá—, pero los ¿Podemos ir al sitio donde van los
hombres no. niños, por favor, adonde van mi
—Algunos sí lo llevan largo, las prima Bronwyn y los demás? —le
estrellas del rock, por ejemplo. No pido al conductor.
es una regla, sino una convención. No me oye.
—¿Y qué es eso? —El dentista ya nos está
—Un hábito tonto que todo el esperando —me dice Mamá.
mundo sigue. ¿Te gustaría cortarte La dentista se llama doctora
el pelo? —pregunta Mamá. López, y cuando se levanta un
—No. momentito la mascarilla veo que
—Tranquilo, no duele. Yo antes lleva pintalabios morado. Va a
llevaba el pelo corto... cuando tenía mirarme a mí primero porque yo
diecinueve años. también tengo dientes. Me estiro en
Sacudo la cabeza. un sillón grande que se mueve. Miro
—No quiero perder mi para arriba abriendo mucho la boca,
forzudez. y ella me pide que cuente lo que veo
—¿Tu qué? en el techo. Hay tres gatos y un
—Mis músculos, como le pasa a perro y dos loros y...
Sansón en aquel cuento. Escupo la cosa metálica.
Eso la hace reír. —Es sólo un espejito, Jack, ¿lo
—Mira, Mamá, ¡un hombre se ves? Voy a contarte los dientes.
prende fuego! —Tengo veinte —le digo.
—Sólo está encendiéndose un —Muy bien —la doctora López
cigarrillo —dice—. Antes yo sonríe—. No había conocido nunca
también fumaba. a un niño de cinco años que supiera
Me quedo mirándola. contarse los dientes —mete el
—¿Por qué? espejito otra vez—. Mmm, están
—Pues no me acuerdo. muy bien espaciados, eso es lo que
—Mira, mira. me gusta ver.
—No grites. —¿Por qué te gusta ver eso?
Señalo a una fila de pequeñines —Porque quiere decir que... hay
que caminan por la calle. mucho lugar para maniobrar.
—Niños atados a una cuerda. Mamá va a estar mucho rato en
—No van atados. Vaya, no lo la silla mientras la fresa, que no es

167
Emma Donoghue La habitación

una fruta sino un taladro pequeñito, Tengo que sonarme la nariz, pero
le quita la capa asquerosa que tiene como la piel se me está pelando
pegada en los dientes. No quiero solamente me aprieto el pañuelo en
esperarla en la sala. la cara.
—Ven, vas a ver qué juguetes Cuando Mamá y yo volvemos
tan chulos tenemos —me dice Yang, al aparcamiento la luz me golpea en
el ayudante. la cabeza. El conductor está ahí otra
Me enseña un tiburón pegado a vez leyendo un periódico, pero sale
un palo que hace clonc, clonc, y hay y nos abre la puerta.
un taburete para sentarse encima —Asias —dice Mamá. No sé si
que también tiene forma de diente, ahora va a hablar así de mal
no de diente humano, sino siempre. Yo preferiría que me
gigantesco, todo blanco y sin nada dolieran los dientes a hablar así.
de caries. Miro un libro de Volviendo a la clínica no dejo
Transformers y otro sin tapas que es de mirar la calle que pasa por mi
de tortugas mutantes que dicen no a lado a toda velocidad, y canto la
las drogas. Entonces oigo un ruido canción de la cinta de carretera y la
extraño. ruta de vuelo interminable.
Yang está de pie en la puerta y
no me deja pasar.
—Creo que tal vez tu madre La Muela Mala todavía está
preferiría... debajo de nuestra almohada, le doy
Me escabullo por debajo de su un beso. Tendría que habérmela
brazo y veo a la doctora López llevado para que la doctora López la
metiendo en la boca de Mamá una arreglara también.
máquina que chirría. Cenamos en una bandeja una
—¡Déjala! comida que se llama buey
—No pasa nada —dice Mamá, Stroganoff, hecha con trocitos de
pero habla como si tuviera la boca carne y otros trocitos que parecen
rota. ¿Qué le ha hecho la dentista? carne pero son setas, todos
—Si va a estar más tranquilo, esparcidos en un arroz esponjoso.
deja que entre —dice la doctora Mamá aún no puede comer carne,
López. sólo sorbe montañitas del arroz,
Yang trae el taburete-muela y lo pero ya habla casi bien otra vez.
pone en el rincón para que yo mire; Noreen llama a la puerta para
es horrible, pero es mejor que no decirnos que tiene una sorpresa
ver. Una vez Mamá se remueve en para nosotros, el papá de Australia
la silla y suelta un gemido y me de Mamá.
levanto de un salto. Mamá da un grito, se levanta de
—¿La dormimos un poco más? un salto.
—le dice la doctora López, y saca —¿Puedo comerme el
una aguja y Mamá se queda callada Stroganoff?
de nuevo. Dura cientos de horas. —Mira, ¿por qué no bajo a Jack

168
Emma Donoghue La habitación

dentro de unos minutos, cuando casi a gritos.


haya terminado? —pregunta —No puedo estar en la misma
Noreen. habitación, me dan escalofríos.
Mamá ni contesta, se va —Es un niño. Tiene cinco años
corriendo. —grita Mamá.
—Hizo un funeral por nosotros —No, no me he expresado bien,
—le explico a Noreen—, pero no estoy... Es por el jet lag. Ya te llamaré
estábamos en el ataúd. más tarde, desde el hotel, ¿de
—Ah, cómo me alegro. acuerdo? —el abuelo de Australia
Cazo los arrocitos. pasa por mi lado sin mirar, ya casi
—Supongo que ésta es la está en la puerta.
semana más agotadora de tu vida — Se oye un golpe, Mamá ha
dice sentándose a mi lado. aporreado la mesa con la mano.
La miro, pestañeando. —Pues no, no estoy de acuerdo.
—¿Por qué? —Vale, vale.
—Bueno, todo es nuevo... Eres —Siéntate, papá.
como un visitante de otro planeta, El hombre no se mueve.
¿no te parece? —Para mí, él es lo más
Digo que no con la cabeza. importante del mundo —dice
—No somos visitantes, Mamá Mamá.
dice que tenemos que quedarnos ¿Su papá? No, creo que lo dice
para siempre, hasta que nos por mí.
muramos. —Por supuesto, es natural —el
—Ya... Quiero decir que acabas hombre Abuelo se seca la piel de
de llegar y todo es nuevo para ti. debajo de los ojos—. Pero no puedo
Cuando me lo he acabado todo, quitarme de la cabeza a esa bestia y
Noreen encuentra la habitación lo que te...
donde Mamá está sentada y cogida —Ah, ¿preferirías creer que
de las manos de una persona con estoy muerta y enterrada?
una gorra. El hombre se levanta de Él niega otra vez con la cabeza.
un salto. —Pues entonces tienes que vivir
—Le dije a tu madre que no con ello —dice Mamá—. He vuelto...
quería... —le dice a Mamá. —Es un milagro —dice él.
—Papá, éste es Jack —ella lo —He vuelto, y con Jack. Son dos
interrumpe. milagros.
El hombre dice que no con la El hombre pone la mano en el
cabeza, pero sí soy Jack, de verdad, pomo de la puerta.
¿es que esperaba a otro? —Es que en este momento no
Se queda mirando la mesa, tiene puedo...
toda la cara sudada. —Última oportunidad —dice
—No te lo tomes a mal. Mamá—. Siéntate.
—¿Qué quieres decir con que Nadie hace nada.
no me lo tome a mal? —Mamá habla Entonces el Abuelo vuelve a la

169
Emma Donoghue La habitación

mesa y se sienta. Mamá señala la mucho ruido—. Dentro de un


silla que hay a su lado, así que me tiempo mi papá se comportará como
siento aunque no tengo ganas de Dios manda, seguro —dice.
estar aquí. Me miro los zapatos, que —¿Y cómo manda Dios?
están todos llenos de arrugas por los Se ríe, más o menos.
bordes. —Quiero decir que se portará
El Abuelo se quita la gorra, me mejor. Más como un verdadero
mira. abuelo.
—Encantado de conocerte, Jack. Como el Astro, aunque él no es
—De nada —digo, porque sé de verdad.
que es de buena educación. Me quedo dormido enseguida,
Más tarde estoy con Mamá en la pero me despierto llorando.
cama, tomando a oscuras. —No pasa nada, no pasa nada
—¿Por qué no quería verme? —es Mamá, dándome besos en la
¿Ha sido otra equivocación, como lo cabeza.
del ataúd? —¿Por qué no abrazan a los
—Algo así —Mamá suelta el monitos?
aire—. Cree..., creía que yo estaría —¿Quiénes?
mejor sin ti. —Los científicos, ¿por qué no
—¿En otra parte? abrazan a los monitos bebés?
—No, si tú no hubieras nacido. —Ah —al cabo de un segundo
Imagínate. dice—: A lo mejor sí lo hacen. A lo
Lo intento, pero no puedo. mejor a los monos bebés acaban por
—Entonces, ¿tú seguirías siendo gustarles los abrazos de los
la misma Mamá? humanos.
—Bueno, no, no sería mamá. —No, pero dijiste que eran
Así que figúrate qué idea tan tonta. raros y que se mordían.
—¿El Abuelo de verdad es él? Mamá no dice nada.
—Eso me temo. —¿Por qué los científicos no
—¿Por qué lo temes? traen de nuevo a las mamás mono y
—Quiero decir que sí, que lo es. piden perdón?
—¿Tu papá de cuando eras una —No sé por qué te conté esa
niña pequeña en la hamaca? historia, pasó hace siglos, antes de
—Desde que yo era un bebé de que yo naciera.
seis semanas —dice—. Fue entonces Me pongo a toser y no hay nada
cuando me llevaron a casa del para sonarme la nariz.
hospital. —No pienses más en los
—¿Y por qué la mamá que te monitos bebés, ¿de acuerdo? Ahora
llevaba en la barriga te dejó allí? están bien.
¿Por equivocación? —Pues yo no creo que estén
—Creo que estaba cansada — bien.
dice Mamá—. Era joven —se Mamá me abraza tan fuerte que
incorpora para sonarse la nariz, con me duele el cuello.

170
Emma Donoghue La habitación

—Ay. se reirían. Me gustaría verlos, pero


Se mueve. me mareo de pensar que ellos son
—Jack, en el mundo hay tantos y yo soy sólo uno.
muchísimas cosas.
—¿Trillones?
—Trillones y trillones. Si —Entonces, ¿lo tienes? —
intentas metértelas todas en la pregunta Mamá.
cabeza, simplemente te explotará. Estoy tumbado en nuestra cama
—Pero ¿y los monitos bebés? de la Habitación Número Siete. Ella
Oigo que respira raro. sólo está sentada en el borde.
—Algunas de esas cosas son —Yo echando la siesta, tú en la
malas. tele.
—Como lo de los monos. —En realidad estaré abajo, en el
—Y mucho peores —dice despacho del doctor Clay, hablando
Mamá. con la gente de la televisión —dice
—¿Qué hay peor? —intento —. Sólo mi imagen se quedará
imaginar qué puede ser. grabada en la cámara de vídeo, y
—No, esta noche no. luego esta noche saldrá por la tele.
—¿Cuando tenga seis años, a lo —¿Por qué quieres hablar con
mejor? los buitres?
—A lo mejor. —Créeme, no quiero —me dice
Me abraza en cucharita. —. Sólo que tengo que responder a
Oigo sus respiraciones, las sus preguntas de una vez por todas,
cuento hasta diez, y luego diez mías. para que dejen de preguntar. Habré
—¿Mamá? vuelto antes de que te des cuenta,
—Sí. ¿de acuerdo? Para cuando te
—¿Tú piensas en las cosas despiertes, casi seguro que ya estaré
peores? aquí.
—A veces —dice—. A veces —Vale.
tengo que hacerlo. —Y acuérdate de que mañana
—Yo también. nos espera una aventura. ¿Te
—Pero luego las saco de mi acuerdas de adónde van a llevarnos
cabeza y me voy a dormir. Paul, Deana y Bronwyn?
Cuento de nuevo sus —Al Museo de Historia Natural
respiraciones. Pruebo a morderme; a ver a los dinosaurios.
me muerdo el hombro, y duele. En —Exacto —se pone de pie.
vez de pensar en los monos pienso —Una canción.
en todos los niños del mundo, en Mamá se sienta y canta «Swing
que son de verdad, no sólo salen en Low, Sweet Chariot», pero va
la Tele: comen y duermen, y hacen demasiado rápido y aún está ronca
pis y caca igual que yo. Si tuviera por el resfriado que cogimos. Me
algo afilado y los pinchara, tira de la muñeca para ver el reloj de
sangrarían; si les hiciera cosquillas, números que llevo.

171
Emma Donoghue La habitación

—Otra más. para cuando Jack vaya a la


—Me estarán esperando... universidad.
—Yo también quiero ir —me El doctor hace una mueca.
incorporo y me enrosco en Mamá. —Ya hemos hablado de si eso es
—No, no quiero que te vean — razón suficiente...
dice dejándome de nuevo encima de —Yo no quiero ir a la
la almohada—. Venga, ahora a universidad —digo—, quiero ir a la
dormir. tele contigo.
—Si me quedo solo, no tengo Mamá suelta todo el aire de un
sueño. soplido.
—Si no duermes un poco, luego —Cambio de planes. Puedes
estarás agotado. Suéltame, por favor bajar a mirar nada más si te quedas
—Mamá se quita las manos. La completamente callado, ¿de
agarro más fuerte para que no acuerdo?
pueda—. ¡Jack! —De acuerdo.
—Quédate. —Ni una palabra.
La rodeo también con las —¿De verdad crees que es una
piernas. buena idea? —le dice el doctor Clay
—Suéltame. Ya llego tarde —me a Mamá.
empuja los hombros con las manos, Aunque yo ya me estoy
pero me agarro aún más—. No eres poniendo los zapatos blanditos
un bebé. He dicho que me sueltes... rápido, rápido, la cabeza todavía se
Mamá me empuja tan fuerte me bambolea.
que de repente me suelto, y el El despacho del doctor parece
empujón me golpea la cabeza con la un lugar distinto: está lleno de
mesita... ¡pumba! personas y luces y máquinas por
Mamá se tapa la boca con la todas partes. Mamá me pone en una
mano. silla en el rincón, me da un beso en
Me pongo a gritar. el coscorrón de la cabeza y me dice
—Ay —dice—, ay, Jack, Jack, muy bajito algo que no puedo oír.
perdo... Ella va a una silla más grande,
—¿Cómo va? —la cabeza del donde un hombre le engancha un
doctor Clay, en la puerta—. Todo el bichito negro en la chaqueta. Una
equipo está ya listo para cuando mujer se acerca con una caja de
llegues. colores y empieza a pintarle la cara
Grito y lloro más fuerte que a Mamá.
nunca, me aguanto la cabeza rota. Reconozco a nuestro abogado
—No creo que vaya a salir bien Morris, que está leyendo unos
—dice Mamá acariciándome la cara folios.
mojada. —Queremos ver tanto el
—Aún puedes echarte atrás — montaje final como las primeras
dice el doctor Clay acercándose. tomas en bruto —está diciéndole a
—No, no puedo, el dinero será alguien. De pronto me mira y

172
Emma Donoghue La habitación

mueve los dedos—. Eh, gente —lo chiquitita.


dice más fuerte—. ¿Me disculpáis? —¿Podría empezar
El chico está en la sala, pero no debe contándonos qué ha sido lo que más
salir por cámara: ni planos estáticos ha echado de menos en estos siete
ni fotos para uso personal, nada de largos años de cautiverio? Aparte de
nada, ¿queda claro? a su familia, por supuesto.
Entonces todo el mundo me —Las visitas al dentista, en
mira y cierro los ojos. realidad —la voz de Mamá sale
Cuando los abro hay otra aguda y rápida—. Lo cual no deja
persona que le da a Mamá la mano. de ser irónico, porque antes
¡Ostras, es la mujer del sofá rojo con detestaba incluso lavarme los
el pelo hinchado! Aunque el sofá no dientes.
lo veo por ninguna parte. No había —Ha salido usted a un mundo
visto nunca a una persona de nuevo. En medio de una crisis
verdad de la Tele. Ojalá fuera Dora. económica y medioambiental, con
—La introducción será la nuevo presidente...
primicia de las secuencias aéreas del —Vimos la investidura por la
cobertizo, sí —está diciéndole un tele —dice Mamá.
hombre—, entonces fundimos hasta —¡Magnífico! Pero debe de
un primer plano de ella, y después parecerle que muchas cosas han
pasamos al plano-contraplano —la cambiado.
mujer del pelo hinchado me enseña Mamá se encoge de hombros.
una sonrisa grandiosa. Todo el —Nada parece drásticamente
mundo está hablando y yendo de un distinto, aunque lo cierto es que aún
lado a otro, así que cierro de nuevo no he salido a la calle, salvo para ir
los ojos y me aprieto fuerte los al dentista —la mujer sonríe como si
agujeros de los oídos, como me ha fuera una broma—. No, quiero decir
dicho el doctor Clay que haga que todo lo percibo diferente, pero
cuando vea que es demasiado. se debe a que soy yo la que ha
Alguien está contando. cambiado.
—Cinco, cuatro, tres, dos, uno... —¿Siente que este durísimo
¿Va a despegar un cohete? golpe la ha hecho más fuerte ante la
La mujer del pelo hinchado adversidad?
pone una voz especial y junta las Me froto la cabeza, que todavía
manos para rezar. sigue rota por el golpe que me he
—Permítame antes de nada dado con la mesa. Mamá hace una
expresar mi gratitud, y la gratitud mueca.
de todos nuestros telespectadores, —Antes... yo era una persona
por acceder a hablar con nosotros muy corriente. Ni siquiera fui
apenas seis días después de su vegetariana, jamás pasé por una fase
liberación. Por negarse a guardar gótica...
silencio por más tiempo. —Y ahora es usted una joven
Mamá pone una sonrisa extraordinaria con una

173
Emma Donoghue La habitación

extraordinaria historia que contar, y A Mamá le tiemblan mucho las


nos sentimos muy honrados por ser manos y se las guarda debajo de las
nosotros... —la mujer aparta la piernas. No mira hacia mi rincón,
mirada para hablarle a una de las ¿se habrá olvidado de que estoy
personas que llevan las máquinas—. aquí? Le hablo dentro de mi cabeza,
Vamos a probar otra vez —vuelve a pero no me está oyendo.
mirar a Mamá y pone de nuevo la —Créame —le dice la mujer a
voz especial—. Y nos honra Mamá—, únicamente procuramos
enormemente que haya elegido este ayudarla a que cuente su historia al
espacio para contarla. Ahora, y sin mundo —baja la mirada al papel
necesidad de expresarlo en términos que tiene en el regazo—. Así pues,
de síndrome de Estocolmo, por así de pronto estaba embarazada por
decir, muchos de nuestros segunda vez, en el infernal agujero
telespectadores tendrán curiosidad, donde llevaba ya malviviendo dos
o más bien les interesará saber si años de su preciosa juventud.
llegó usted en algún sentido a... ¿Había días en que sentía que
depender emocionalmente de su estaba... mmm, obligada a gestar el
captor. fruto de ese hombre...?
Mamá niega con la cabeza. Mamá la interrumpe.
—Lo odiaba. —En realidad fue mi salvación.
La mujer asiente. —Su salvación. Eso es hermoso.
—Le daba patadas y gritaba. Mamá tuerce la boca.
Una vez lo golpeé en la cabeza con —No puedo hablar por nadie
la tapa de la cisterna del inodoro. más. Al igual que me sometí a un
No me lavé durante mucho tiempo; aborto cuando tenía dieciocho años
no le hablaba. y jamás lo he lamentado.
—¿Eso fue antes o después del A la mujer del pelo hinchado se
trágico parto en que la criatura le queda la boca un poco abierta.
nació muerta? Entonces vuelve a mirar el papel y
Mamá se tapa la boca con la después otra vez a Mamá.
mano. —Aquel frío día de marzo, hace
—Cláusula..., no desea hablar cinco años, dio a luz sola, en
de esa cuestión —dice Morris condiciones medievales, a un bebé
rápidamente, pasando las páginas sano. ¿Fue la cosa más dura que ha
que tiene en la mano. hecho en su vida?
—Oh, no vamos a entrar en Mamá niega con la cabeza.
detalles —dice la mujer del pelo —La mejor.
hinchado—, pero parece —Bueno, también la mejor, por
fundamental establecer la supuesto. Toda madre dice...
secuencia... —Sí, pero entienda que en mi
—No, en realidad lo caso, para mí, Jack lo fue todo. Volví
fundamental es atenerse al contrato a la vida, de repente yo importaba.
—le dice él. Así que después de dar a luz

174
Emma Donoghue La habitación

empecé a ser correcta. —Allí estaban los dos, usted y


—¿Correcta? Se refiere a su su bebé, condenados a la soledad de
relación con... su confinamiento...
—Se trataba únicamente de Mamá niega con la cabeza.
mantener a Jack a salvo. —Ninguno de los dos estuvo ni
—Imagino que ser correcta se un minuto solo.
convirtió para usted en una agonía, —Bueno, sí, pero para criar a un
algo sumamente difícil. niño hace falta todo un pueblo,
Mamá dice que no con la como dicen en África...
cabeza. —Si tienes un pueblo. Pero si no
—Ponía el piloto automático, lo tienes, puede que sólo hagan falta
como una de las mujeres perfectas dos personas.
de Stepford, ¿me entiende? —¿Dos? ¿Se refiere a usted y a
La mujer del pelo hinchado su...?
asiente todo el rato. A Mamá se le congela la cara.
—Sin embargo, ingeniárselas —Me refiero a Jack y a mí.
para poder criar al niño usted sola, —Ah.
sin libros, ni expertos, ni siquiera —Lo hicimos juntos.
parientes, tuvo que ser —Es estupendo. Permítame
terriblemente difícil. preguntarle... Sé que enseñó a su
Mamá se encoge de hombros. hijo a rezarle a Jesús. ¿La fe fue muy
—Creo que lo que los bebés importante para usted?
necesitan básicamente es estar cerca —Fue... parte de lo que yo
de sus madres. No, lo único que podía transmitirle.
temía era que Jack se pusiera —Además, imagino que la
enfermo... O enfermar yo, porque él televisión ayudaba a sobrellevar el
necesitaba que yo estuviera bien. aburrimiento y a que los días
Así que sólo precisé las nociones transcurrieran un poquito más
que recordaba de educación rápido.
sanitaria, como lavar a mano, —Con Jack no me aburría
cocinar muy bien los alimentos... nunca —dice Mamá—. Ni él
La mujer asiente. conmigo, o por lo menos no lo creo.
—Le daba el pecho. De hecho, —Maravilloso. Veamos, usted
puede que a algunos de nuestros llegó luego a una decisión que
telespectadores les asombre saberlo, algunos expertos están calificando
por lo que sé, todavía se lo da, de extraña: le enseñó a Jack que el
¿verdad? mundo medía tres metros y medio
Mamá se echa a reír. La mujer la por tres metros y medio, y que todo
mira fijamente. lo demás, todo lo que veía por la
—De toda esta historia, ¿ése es tele, o las historias que le contaba de
el detalle asombroso? los pocos libros de que disponían,
La mujer baja la mirada otra vez no era más que fantasía. ¿Le pesaba
al papel. engañarle?

175
Emma Donoghue La habitación

Mamá la mira con cara de pocos Mamá aprieta aún más los ojos.
amigos. —No me recuerda a nada salvo
—¿Qué se supone que debía a sí mismo.
decirle?: «Eh, ahí fuera hay todo un —Ajá —dice la mujer de la tele
mundo lleno de diversión y tú no —. Cuando ahora piensa en su
puedes disfrutar de nada de todo captor, ¿el odio la carcome? —
eso»... espera—. Una vez que se enfrente
La mujer se humedece los cara a cara con él en el juicio, ¿cree
labios. que alguna vez podrá perdonarle?
—Bueno, no me cabe duda de La boca de Mamá se tuerce.
que nuestros telespectadores —Digamos que eso no es una
conocen ya los apasionantes detalles prioridad para mí —contesta—.
de su rescate... Procuro pensar en él lo menos
—Evasión —dice Mamá. Y me posible.
mira y me sonríe. —¿Se da cuenta del modelo en
Me pilla por sorpresa. Le el que usted se ha convertido?
devuelvo la sonrisa, pero ya no me —Un mo... Perdone, ¿a qué se
mira. refiere?
—Evasión, exacto, y la —En un modelo de esperanza
detención del..., del presunto —dice la mujer sonriendo—. En
secuestrador. Veamos, ¿tuvo usted cuanto anunciamos que íbamos a
en algún momento la impresión, con hacer esta entrevista, nuestros
el paso de los años, de que a este telespectadores empezaron a llamar
hombre le preocupaba... a un nivel por teléfono, a enviar correos
humano básico, aunque fuera de un electrónicos, SMS, donde insisten en
modo retorcido..., el hijo que él que usted es un ángel, un talismán
había engendrado? de bondad...
Los ojos de Mamá se han Mamá pone mala cara.
convertido en rendijas. —Mi único mérito fue
—Jack no es de nadie más que sobrevivir. Y claro, admito que no lo
mío. hice nada mal criando a Jack. De eso
—Eso es indiscutible, y además estoy bastante satisfecha.
en un sentido muy verdadero —dice —Veo que es usted muy
la mujer—. Simplemente me modesta.
preguntaba si, desde su punto de —No, pero admito que todo
vista, la relación genética, esto me resulta irritante —la mujer
biológica... del pelo hinchado pestañea dos
—No existió ninguna relación veces—. Tanta reverencia..., no soy
—las palabras de Mamá le salen de una santa —la voz de Mamá vuelve
entre los dientes. a subir de volumen—. Me gustaría
—Y al mirar a Jack, ¿nunca le ha que la gente dejara de tratarnos
ocurrido que le recordara como si fuéramos los únicos que
dolorosamente sus orígenes? han pasado por una experiencia

176
Emma Donoghue La habitación

terrible. Estoy encontrando cosas en su familia, así como la de muchos


Internet que le parecerían increíbles. profesionales que se dedican a ello.
—¿Otros casos como el suyo? —En realidad, ahora es más
—Sí, pero no sólo eso... Claro difícil —Mamá baja la vista—.
que cuando me despertaba en aquel Cuando nuestro pequeño mundo
cobertizo pensaba que nadie lo medía tres metros y medio
había pasado nunca tan mal como cuadrados todo era más fácil de
yo. Pero la cuestión es que la controlar. Ahora mismo hay muchas
esclavitud no es nada nuevo. Y en cosas que trastocan a Jack. Sin
cuanto a vivir incomunicada..., embargo, odio que los medios
¿sabe que en Estados Unidos hay a hablen de él como un «curioso
más de veinticinco mil prisioneros fenómeno» o un «sabio idiota» o,
en celdas de aislamiento? Algunos esa expresión, «pequeño salvaje»...
llevan más de veinte años ahí —Bueno, es un niño muy
metidos —señala con la mano a la especial.
mujer del pelo hinchado—. Y si Mamá se encoge de hombros.
hablamos de los niños... Hay lugares —Simplemente ha pasado sus
donde los bebés viven en orfanatos, primeros cinco años de vida en un
cinco por cuna, con el chupete lugar raro, eso es todo.
pegado a la boca con esparadrapo, —Así pues, ¿usted no cree que
hay críos a los que su padre viola el suplicio por el que ha pasado
todas las noches; hay niños en vaya a marcarlo, a dejar secuelas?
cárceles, o como quiera llamársele, —Para Jack no fue un suplicio,
tejiendo alfombras hasta quedarse las cosas eran como eran, punto. Y
ciegos... sí, tal vez, pero a todos nos marca
Todo queda en silencio durante algo.
unos momentos. —Desde luego, al parecer está
—Las vivencias por las que ha dando pasos de gigante hacia su
pasado han hecho que... —dice la recuperación —dice la mujer del
mujer—, que empatice pelo hinchado—. Veamos, acaba de
enormemente con los niños que decir que Jack era «más fácil de
sufren en el mundo. controlar» cuando ambos estaban en
—No sólo niños —dice Mamá cautiverio...
—. Hay gente encerrada contra su —No, las cosas eran más fáciles
voluntad de mil maneras distintas. de controlar.
La mujer carraspea y vuelve a —Debe de sentir una necesidad
mirar el papel del regazo. casi patológica, y por otra parte
—Antes ha dicho que «no lo comprensible, de custodiar la
hizo nada mal» criando a Jack, relación de su hijo con el mundo.
aunque por supuesto es una tarea —Sí, a eso se le llama ser madre
que dista mucho de haber —dice Mamá, casi con un gruñido.
concluido. Sin embargo, ahora —¿Existe algún sentido en el
cuenta usted con la gran ayuda de que eche de menos estar al otro lado

177
Emma Donoghue La habitación

de una puerta cerrada? —Bueno, para que él fuera libre.


Mamá se vuelve hacia Morris. —Libre, ¿lejos de mí?
—¿Se le permite hacerme —Habría sido un sacrificio, por
preguntas tan estúpidas? supuesto, el sacrificio supremo, pero
La mujer del pelo hinchado ¿y si así Jack hubiera tenido una
tiende la mano y otra persona le da infancia normal, feliz, junto a una
una botella de agua; toma un sorbo. familia que lo quisiera?
El doctor Clay levanta la mano. —Me tenía a mí —dice Mamá,
—Si me permiten... Creo que palabra por palabra—. Conmigo
todos percibimos que mi paciente tuvo una infancia, la considere
está al límite... o para ser exactos, usted normal o no.
que ya lo ha pasado. —Pero usted sabía lo que se
—Si necesita una pausa, estaba perdiendo —dice la mujer—.
podemos seguir grabando después. Cada día necesitaba conocer un
Mamá niega con la cabeza. mundo más vasto, y lo único que
—Terminemos de una vez. usted podía ofrecerle cada vez se
—Muy bien, de acuerdo —dice reducía más. Sin duda debía de
la mujer, con otra de sus sonrisas torturarla el recuerdo de todo
enormes de mentira, como la de un aquello que Jack ni siquiera sabía
robot—. Hay algo a lo que desearía que necesitaba. Amigos, escuela,
volver, si me lo permite. Cuando naturaleza, nadar, parques de
Jack nació... Algunos de nuestros atracciones...
telespectadores se han preguntado —¿Por qué todo el mundo
si en algún momento se le ocurrió... acaba hablando de los parques de
—¿Qué, ponerle una almohada atracciones? —la voz de Mamá
encima de la cabeza? suena áspera—. De niña, yo los
¿Mamá habla de mí? Pero las odiaba.
almohadas se ponen debajo de la La mujer suelta una risita.
cabeza. A Mamá le caen lágrimas por la
La mujer agita la mano de un cara, levanta las manos para
lado a otro. cogerlas. Me levanto de la silla y
—Dios no lo quiera, no. En corro hacia ella; algo se cae, pumba,
cambio, ¿se planteó alguna vez llego a Mamá y la abrazo con todas
pedirle a su captor que se llevara a mis fuerzas.
Jack? —No pueden aparecer
—Que se lo llevara ¿adónde? imágenes del niño... —grita Morris.
—Que lo dejara a las puertas de
un hospital, por ejemplo, y pudieran
adoptarlo. Igual que la adoptaron a Cuando me despierto por la
usted, muy felizmente por lo que sé. mañana, Mamá está ida.
Veo que Mamá traga saliva. No sabía que en el mundo
—¿Por qué habría tenido que también pudiera tener días así. Le
hacer eso? muevo el brazo, pero ella sólo deja

178
Emma Donoghue La habitación

escapar un pequeño gemido y mete otro nombre y le pregunta si se


la cara debajo de la almohada. encuentra bien.
Tengo mucha sed, me retuerzo a su —No, no le hables —le susurro.
lado e intento tomar un poco, pero Vuelve a decírselo a Mamá, más
no se da la vuelta, no me deja. Me fuerte aún:
quedo acurrucado a su lado cientos —¿Quieres que te traiga alguna
de horas. cosa?
No sé lo que hacer. Cuando —Déjame dormir —nunca antes
Mamá estaba ida en la Habitación, había oído a Mamá decir nada
yo podía levantarme solo y preparar cuando estaba ida. Parece la voz de
el desayuno y ver la Tele. un monstruo.
Respiro por la nariz y noto que Noreen se acerca a los cajones y
ya no la tengo tapada, creo que el saca ropa para mí. Vestirse casi a
resfriado se me ha perdido. oscuras no es fácil, y al principio
Me levanto y tiro de la cuerda meto las dos piernas en una pata del
para abrir un poco la persiana. Todo pantalón y tengo que apoyarme en
resplandece, la luz rebota en la ella. No es tan malo tocar a la gente
ventana de un coche. Pasa un queriendo, es peor cuando ellos me
cuervo, me da un susto. No creo que tocan a mí, siento algo así como
a Mamá le guste la luz, así que descargas eléctricas.
vuelvo a tirar de la cuerda. La —Zapatos —susurra Noreen.
barriga me ruge, grrrrrrrrrrr. Los encuentro y meto los pies a
Entonces me acuerdo del timbre presión y cierro el Velcro; no son los
que hay al lado de la cama. Lo blanditos que me gustan—. Buen
aprieto y primero no pasa nada, chico.
pero al cabo de un minuto llaman a Noreen está en la puerta, me
la puerta, toc, toc. hace señas con la mano para que
La abro solamente un poquito, vaya con ella. Me aprieto la coleta,
es Noreen. que se estaba soltando. Encuentro la
—Hola, encanto, ¿qué tal estás Muela Mala y mi piedra y mi hélice
hoy? de arce y me las guardo en el
—Tengo hambre. Mamá está ida bolsillo.
—digo muy bajito. —Tu mamá debió de quedarse
—Bueno, pues vamos a agotada después de la entrevista —
buscarla, ¿de acuerdo? Seguro que dice Noreen en el pasillo—. Hace ya
ha salido un momento. media hora que tu tío está en la
—No, está aquí, pero en recepción esperando a que os
realidad no está. levantéis.
Noreen parece hecha un lío. ¡Claro, la aventura! Pero no
—Mira —señalo a la cama—. Es puede ser, porque Mamá está ida.
uno de esos días en que no se El doctor Clay está en las
levanta. escaleras, habla con Noreen. Me
Noreen llama a Mamá por su agarro con todas mis fuerzas a la

179
Emma Donoghue La habitación

barandilla con las dos manos, bajo que lo han pedido especialmente
un pie, luego el otro, dejo resbalar para mí.
las manos y no me caigo; sólo hay —¿Listo para tu primera
un momento en que parece que me excursión al exterior? —me
voy a caer, pero enseguida apoyo el pregunta Paul.
pie otra vez. —Ya llevo seis días en el
—Noreen. Exterior —le explico—. Al aire libre
—Un segundito. he estado tres veces, y he visto
—Es que estoy bajando las hormigas, helicópteros y dentistas.
escaleras. —Jo.
Me mira sonriente. Después de la magdalena me
—Pero ¡caramba! pongo la chaqueta, el gorro y el
—Anda, choca esos cinco —dice protector y las gafas de sol chulas.
el doctor Clay. Noreen me da una bolsa de papel
Me suelto de una mano para marrón por si me cuesta respirar.
chocársela. —De todos modos —dice Paul
—¿Aún quieres ir a ver los cuando salimos por la puerta
dinosaurios? giratoria—, seguramente lo mejor es
—¿Sin Mamá? que tu mamá no venga hoy con
El doctor Clay asiente. nosotros, porque después de salir en
—Pero estarás con tu tío y tu tía ese programa de televisión anoche,
en todo momento, no has de temer todo el mundo la reconocería.
nada. ¿O prefieres dejarlo para otro —¿Todas las personas del
día? mundo entero?
Sí pero no, porque otro día a lo —O casi —dice Paul.
mejor los dinosaurios no están. En el aparcamiento levanta un
—Hoy, por favor. poco el brazo, como si quisiera que
—Buen chico —dice Noreen—, le diera la mano. Luego se le cae
así tu Mamá puede echarse una otra vez.
buena siesta y cuando vuelvas Algo me roza la cara y doy un
podrás explicarle todo lo de los grito.
dinosaurios. —Una gotita de lluvia, nada
—Qué tal, amiguete —es Paul, más —dice Paul.
mi Tío, no sabía que lo dejaran Miro el cielo, está gris.
entrar en el comedor. Creo que —¿Va a caernos toda encima?
«amiguete» es como los hombres —No pasa nada, Jack.
dicen «cielo». Quiero volver a la Habitación
Desayuno con Paul sentado a Número Siete con Mamá, aunque
mi lado, qué raro. Habla por un esté ida.
teléfono pequeño, dice que al otro —Bueno, ya estamos...
lado está Deana. El otro lado es el Hay una furgoneta verde, y
que no se ve. Hoy hay zumo sin Deana está en el asiento del volante.
trocitos. Está riquísimo, Noreen dice Mueve los dedos para saludarme

180
Emma Donoghue La habitación

desde el otro lado de la ventana. En voz que tiene que quedarse en su


el medio veo una cara más pequeña. lado, porque si no la agente Oh lo
La furgoneta no se abre hacia fuera, meterá en la cárcel con la camioneta
sino que tiene una parte que se marrón. Por la ventana se ve
desliza y subo escalando. parecido a la Tele pero más borroso.
—Por fin —dice Deana—. Veo coches aparcados, una
Bronwyn, cielo, ¿vas a decirle hola a hormigonera, una moto y un
tu primo Jack? remolque con uno, dos, tres, cuatro,
Es una niña casi tan grande cinco coches montados encima, justo
como yo. Tiene la cabeza llena de el número que más me gusta. En un
trencitas igual que Deana, pero con jardín delante de una casa veo a un
bolitas relucientes en las puntas y niño que empuja una carretilla con
un elefante de peluche y cereales en un niño más chiquitín dentro,
una tarrina con una tapa en forma parece divertido. Un perro cruza
de rana. una calle arrastrando a un humano
—Hola, Jack —me dice con voz de una cuerda; creo que éste sí que
chillona. va atado, no como aquellos niños de
Hay un elevador para mí al lado la guardería que solamente se
de Bronwyn. Paul me enseña a agarraban. Los semáforos se ponen
encajar la hebilla, quiero probarlo. A en verde y hay una mujer con
la tercera lo hago todo yo solo, muletas dando saltitos y un pájaro
Deana aplaude y Bronwyn también. enorme en un cubo de basura;
Luego Paul empuja la puerta Deana dice que es una gaviota, se
corredera y la cierra de golpe, ¡zas! comen cualquier cosa de lo que sea.
Doy un brinco, quiero ir con Mamá, —Son omnívoras —le digo.
creo que voy a echarme a llorar, —Ostras, sabes palabras
pero no lo hago. importantes.
Bronwyn no deja de decir Giramos en un sitio donde hay
«Hola, Jack. Hola, Jack». Aún no árboles.
sabe hablar bien, dice cosas como —¿Ya hemos vuelto a la clínica?
«Papi canta» y «Guau bonito», y —pregunto.
«Mami, quiero más pesesitos», que —No, no, sólo vamos a hacer
son galletitas saladas con forma de una parada estratégica en el centro
pez. Papi quiere decir Paul y Mami comercial para comprar un regalo,
quiere decir Deana, pero así sólo los porque Bronwyn tiene una fiesta de
llama Bronwyn, igual que a Mamá cumpleaños esta tarde.
nadie la llama Mamá más que yo. El centro comercial son las
Estoy asustiente, aunque un tiendas, como en las que el Viejo
poco más valiente que asustado, Nick nos compra la comida; bueno,
porque esto no es una cosa fea como nos compraba, supongo que ya no.
hacerme pasar por muerto dentro Paul va a ir solo al centro
de la Alfombra. Cada vez que se nos comercial, aunque como dice que no
acerca un coche de frente digo sin sabe qué escoger, al final va Deana.

181
Emma Donoghue La habitación

Pero entonces Bronwyn se pone a Me agacho a tocarle la cara, me


chillar. sonríe y baila delante de mí.
—Yo con mami, yo con mami — —Dora —le susurro.
así que va a ir Deana empujando a —Ah, sí —dice Paul—,
Bronwyn en el carrito rojo, y Paul y Bronwyn también estaba
yo esperaremos en la furgoneta. enloquecida con ella. Ahora le ha
Me quedo mirando el carrito dado por Hannah Montana.
rojo. —Hannah Montana —canta
—¿Puedo probar? Bronwyn—. Hannah Montana.
—Luego, en el museo —me dice La mochila de Dora tiene tiras,
Deana. es como su Mochila, pero en ésta se
—Oye, como de todos modos ve a Dora en lugar de la cara de su
tengo que ir al baño —dice Paul—, Mochila. También tiene un asa, y al
será más rápido si entramos todos cogerla se sale. Creo que la he roto,
en una carrera. pero resulta que es una maleta de
—No sé... ruedecitas y mochila al mismo
—Entre semana no tendría por tiempo, magia potagia.
qué haber una locura de gente. —¿Te gusta? —Deana me lo
Deana me mira, sin sonreír. está preguntando a mí—. ¿Quieres
—Jack, ¿te gustaría entrar al guardar tus cosas aquí?
centro comercial en el carrito, un par —Quizá mejor una que no sea
de minutos nada más? rosa —le dice Paul—. ¿Qué te parece
—Sí, claro. ésta, Jack, a que es guay? —sostiene
Me monto detrás y vigilo que en alto una bolsa de Spiderman.
Bronwyn no se caiga, porque soy el Le doy a Dora un abrazo
primo mayor. enorme. Me parece oír que susurra:
—Como Juan el Bautista —le «Hola, Jack».
digo a Bronwyn, aunque no me está Deana intenta coger la bolsa de
escuchando. Dora, pero no pienso dejar que se la
Cuando llegamos, las puertas lleve.
hacen un ruidito y se abren solas —Tranquilo, sólo tengo que
por la mitad; por poco me caigo del pagársela a la señora, y en dos
carro, pero Paul me dice que son segundos te la devuelvo...
sólo ordenadores diminutos que se No son dos segundos, son
mandan señales unos a otros, que treinta y siete.
no me preocupe por eso. —Ahí hay un baño —dice Paul,
Todo es superresplandeciente y y se va corriendo.
gigantorme, no sabía que por dentro La señora está envolviendo la
las cosas pudieran ser tan grandes bolsa en papel y por eso ya no
como por fuera, ¡si hasta hay puedo ver a Dora; la mete en un
árboles! Oigo música, pero no veo a cartón grande, y entonces Deana me
los que tocan los instrumentos. Y, la da, balanceándola de unos
¡alucinante!, ¡una mochila de Dora! cordeles. Saco a Dora y meto los

182
Emma Donoghue La habitación

brazos por las tiras, y de pronto la hecha de madera.


llevo puesta, llevo a Dora colgada a —Eso me gusta.
la espalda, de verdad verdadera. —Qué locura, ¿eh? —dice Paul
—¿Qué se dice? —pregunta —. ¿Qué te parece este tambor para
Deana. Shirelle? —le pregunta a Deana.
Pues no sé. Ella pone los ojos en blanco.
—Mira, bolsito bonito para —Riesgo de conmoción
Bronwyn —dice Bronwyn, y me cerebral. Ni lo intentes.
enseña una bolsa de lentejuelas con —¿Puedo quedarme con la
corazones colgando de unos manzana, gracias? —pregunto.
cordones. —No creo que cupiera en tu
—Sí, cielo, pero tienes mochila —dice Paul sonriendo.
montones de bolsitos bonitos en Luego encuentro una cosa
casa —le quita la bolsa brillante, y plateada y azul que parece un
Bronwyn chilla y uno de los cohete.
corazones se cae al suelo. —Quiero esto, gracias.
—A ver si alguna vez podemos —Es una cafetera —dice Deana
avanzar más de cinco metros antes colocándola de nuevo en la
del primer berrinche, ¿no? —dice estantería—. Ya te hemos comprado
Paul, que ya ha vuelto. una mochila, por hoy está bien, ¿de
—Si hubieras estado aquí, acuerdo? Ahora sólo estamos
podrías haberla distraído —le buscando un regalo para la amiga
contesta Deana. de Bronwyn, y así nos podremos ir.
—¡Bolsito bonito para Bronwyn! —Perdone, ¿son de su hija
Deana la levanta y la sienta de mayor? —quien habla es una mujer
nuevo en el carrito. vieja que lleva mis zapatos en la
—Anda, vamos. mano.
Recojo el corazón y me lo Deana se queda mirándola.
guardo en el bolsillo con los demás —Jack, amiguete, me parece
tesoros, y echo a caminar al lado del que algo no cuadra —dice Paul
carrito. señalando mis calcetines.
Luego cambio de idea y meto —Ay, muchas gracias —dice
todos los tesoros en mi mochila de Deana cogiendo los zapatos que le
Dora, donde está la cremallera de da la mujer y arrodillándose a mi
delante. Me duelen los zapatos, así lado. Me aprieta el pie para que
que me los quito. entre en el derecho, y luego en el
—¡Jack! —es Paul, me está izquierdo—. No paras de pregonar
llamando. su nombre —le dice a Paul
—Deja de gritar su nombre a los apretando los dientes.
cuatro vientos, ¿hace falta que te lo No sé qué tiene de malo mi
recuerde? —dice Deana. nombre.
—Ah, sí, vale. —Perdón, perdón —dice Paul.
Veo una manzana gigantesca —¿Por qué ha dicho que era tu

183
Emma Donoghue La habitación

hija mayor? —pregunto. cafetería para Deana y para él.


—Ah, es porque llevas el pelo Cuando se me caen trocitos de
largo y la mochila de Dora —dice palomitas de la bolsa, Deana dice
Deana. que los deje, porque tenemos
La mujer vieja ha desaparecido. muchas y nunca se sabe lo que
—¿Era una señora mala? puede haber en el suelo. Qué sucio
—No, no. lo he puesto todo, Mamá se
—Pero si se diera cuenta de que enfadará. Deana me da una toallita
tú eres el Jack que eres —dice Paul húmeda para quitarme el pegajoso
—, podría hacerte una foto con el de los dedos, y luego me la guardo
móvil o algo así, y tu madre nos en mi mochila de Dora. Aquí dentro
mataría. hay demasiada luz y creo que nos
Empiezo a sentir golpes dentro hemos perdido. Ojalá estuviera en la
del pecho. Habitación Número Siete.
—¿Por qué Mamá os...? Tengo pis, Paul me lleva a un
—Perdona, quiero decir... cuarto de baño donde hay unos
—Se enfadaría mucho, eso es lo lavabos torcidos muy raros colgados
que quiere decir —me explica de la pared. Paul los señala.
Deana. —Adelante.
Me pongo a pensar en Mamá, —¿Dónde está el váter?
tumbada en la oscuridad, ida. —Éstos son unos especiales,
—No quiero que se enfade. sólo para chicos.
—No, claro que no. Sacudo la cabeza y vuelvo a
—¿Podéis volverme ya a la salir.
clínica, por favor? Deana dice que vaya con ella y
—Muy pronto. con Bronwyn, y me deja escoger el
—Ahora. cubículo.
—¿No quieres visitar el museo? —Magnífico, Jack, sin salpicar
Vamos para allá en un minuto. ni una gota.
Webkinz —le dice Deana a Paul—, ¿Por qué iba a salpicar?
una de esas mascotas de peluche Cuando le baja a Bronwyn la
siempre es un éxito. Creo que hay ropa interior no es como el Pene o la
una juguetería pasando la zona de vagina de Mamá, sino una parte
los restaurantes... carnosa del cuerpo con una rajita en
Voy tirando todo el rato de mi medio y sin pelos. Pongo el dedo
mochila rodante; el Velcro de los encima y aprieto, es blandito.
zapatos me aprieta demasiado. Deana me aparta la mano con
Bronwyn tiene hambre, así que un golpe.
comemos palomitas, que es la cosa No puedo dejar de gritar.
más crujiente que he comido en mi —Cálmate, Jack. ¿Te he..., te
vida, aunque se me quedan pegadas duele la mano?
en la garganta y me pongo a toser. Me sale un montón de sangre
Paul coge unos cafés con leche de la de la muñeca.

184
Emma Donoghue La habitación

—Lo siento —dice Deana—, lo como la Planta hasta que se murió,


siento de verdad, debe de haber es de plástico.
sido con el anillo —se mira el anillo, De pronto veo que alguien me
lleno de trocitos dorados—. Pero sonríe..., ¡es Dylan! Voy corriendo y
escucha, es que no nos tocamos las le doy un abrazo enorme.
partes íntimas unos a otros, eso no —Un libro —dice Deana—,
está bien. ¿De acuerdo? perfecto, dadme dos segundos.
No sé cuáles son las partes —Es Dylan la Excavadora, es mi
íntimas. amigo de la Habitación —le explico
—¿Estás, Bronwyn? Deja que a Paul—. «¡Aaaaaquí está Dylan, la
mamá te limpie. robusta excavadora! Remueve la
Se pone a frotarle a Bronwyn lo tierra con su pala mordedora. Mira
mismo que yo le he tocado, pero cómo hunde su largo brazo en la
luego no se da ningún cachete. tierra...»
Cuando me lavo las manos, la —Genial, amiguete. Ahora,
sangre me duele más. Deana no deja ¿puedes dejarlo donde estaba?
de hurgar en el bolso buscando una Acaricio la frente de Dylan, que
tirita. Al final dobla una toallita de de repente se ha vuelto suave y
papel marrón y me dice que me reluciente..., ¿cómo habrá llegado
apriete en la herida. hasta el centro comercial?
—¿Todo guay del Paraguay? — —Cuidado, no vayas a
dice Paul al salir. mancharlo de sangre —Paul me
—No preguntes —dice Deana enrolla un pañuelo en la mano. Creo
—. ¿Podemos salir de aquí? que el papel marrón se me ha caído
—¿Y qué pasa con el regalo —. ¿Por qué no escoges un libro
para Shirelle? distinto que no hayas leído nunca?
—Podemos envolver alguna —Mami, mami —Bronwyn
cosa de Bronwyn que parezca intenta arrancar una joya de la tapa
nueva. de un libro.
—Una cosa mía no —grita —Ve a pagar —dice Deana
Bronwyn. poniéndole a Paul un libro en la
Se ponen a discutir. Quiero mano, y luego va corriendo hasta
estar en la cama a oscuras con Bronwyn.
Mamá, que es tan blandita, sin nada Abro mi mochila de Dora, meto
de música invisible y personas a Dylan y cierro la cremallera para
anchas con la cara colorada que que esté en lugar seguro.
pasan por mi lado y chicas riéndose Cuando Deana y Bronwyn
con los brazos hechos un nudo y vuelven, nos acercamos a la fuente
trocitos del cuerpo que se ven a para oír el ruido del agua, pero sin
través de la ropa. Aprieto el corte que nos salpique.
para que deje de salir sangre, cierro —Ninero, ninero —está
los ojos al andar, me choco con una diciendo Bronwyn, y entonces
maceta. No es una planta de verdad, Deana le da una moneda y Bronwyn

185
Emma Donoghue La habitación

la tira al agua. planeta —le digo al hombre—. El


—¿Quieres una? —Deana me lo Viejo Nick nos tuvo a mí y a Mamá
dice a mí. encerrados, ahora está en la cárcel
Debe de ser un cubo de basura con su camioneta, pero el ángel no
especial para el dinero que esté lo va a liberar porque es malo.
demasiado sucio. Cojo la moneda y Somos famosos y si nos haces una
la tiro adentro, y saco la toallita foto, te mataremos.
húmeda para limpiarme los dedos. El hombre me mira y pestañea.
—¿Has pedido un deseo? —Ejem..., ¿cuánto vale el libro?
Nunca antes había pedido un —dice Paul.
deseo con basura. —Pues tendría que pasarlo por
—¿Para qué? el lector... —dice el hombre.
—Para que se cumpla la cosa Paul alarga la mano, y yo me
que más te gustaría del mundo — acurruco en el suelo tapando a
dice Deana. Dylan.
Estar en la Habitación es lo que —Traeré otro ejemplar para que
más me gustaría, pero creo que no lo pase por el lector, ¿le parece bien?
está en el mundo. —dice Paul, y vuelve corriendo
Hay un hombre hablando con adentro de la tienda.
Paul y señalando a mi Dora. Deana mira por todas partes
Paul viene y abre la cremallera gritando:
y saca a Dylan. —¿Bronwyn? ¿Cielo? —corre
—¡Hala..., amiguete! hasta la fuente y mira dentro y por
—Lo siento —dice Deana. todo alrededor—. ¿Bronwyn?
—En casa tiene un ejemplar, En realidad, Bronwyn está
¿sabe? —dice Paul—, y ha pensado detrás de una ventana llena de
que éste era el suyo —le entrega vestidos, sacando la lengua delante
Dylan al hombre. del cristal.
Voy corriendo y se lo quito de —¿Bronwyn? —Deana está
un tirón. gritando.
—«¡Aaaaaquí está Dylan, la Yo también saco la lengua, y
robusta excavadora! Remueve la Bronwyn se ríe al otro lado del
tierra con su pala mordedora...» cristal.
—No se da cuenta de lo que
hace —dice Paul.
—«Mira cómo hunde su largo Por poco me quedo dormido en
brazo en la tierra...» la furgoneta verde, pero no.
—Jack, cariño, éste es de la Noreen dice que mi mochila de
tienda —Deana quiere arrancarme Dora es chulísima y el corazón
el libro de la mano. Yo lo agarro aún brillante también, y que Dylan la
más fuerte otra vez y me lo escondo Excavadora tiene toda la pinta de ser
debajo de la camiseta. una lectura fantástica.
—Soy de un planeta de otro —¿Qué te han parecido los

186
Emma Donoghue La habitación

dinosaurios? frascos de las pastillas de Mamá


—No nos ha dado tiempo a abiertos en la mesa, parecen casi
verlos. vacíos. Nunca más de dos es la
—Ay, qué pena —Noreen me norma, ¿cómo van a estar casi
trae una tirita para la muñeca, pero vacíos? ¿Adónde se han ido las
sin dibujos—. Tu mamá ha estado pastillas? Noreen está apretando un
descansando todo el día, se pondrá lado del cuello de Mamá y
muy contenta de verte —llama y llamándola por su otro nombre.
abre la Puerta Número Siete. —¿Me oyes? ¿Me oyes?
Me quito los zapatos, la ropa No creo que Mamá la oiga, no
no, y por fin me meto en la cama creo que pueda verla. Me pongo a
con Mamá. Está calentita y blandita, gritar.
me acurruco a su lado, pero con —Mala idea, mala idea, mala
cuidado. La almohada huele mal. idea.
—Bueno, chicos, os veo a la Entra gente corriendo, una
hora de la cena —susurra Noreen, y persona me arrastra hasta el pasillo.
cierra la puerta. Estoy gritando «Mamá» con todas
Huele a vómito, me acuerdo de mis fuerzas, pero no basta para
cuando hicimos la Gran Evasión. despertarla.
—Despierta —le digo a Mamá
—, has devuelto en la almohada —
no se despierta, ni se queja ni se da
la vuelta, no se mueve cuando tiro
de ella. Nunca había visto a Mamá
tan ida—. Mamá, Mamá, Mamá.
Se ha convertido en una zombi,
me parece.
—¿Noreen? —grito, corro hacia
la puerta. No se debe molestar a las
personas, pero...—. ¡Noreen! —está
al final del pasillo, da media vuelta
—. Mamá ha echado un vómito.
—No te preocupes, lo
limpiamos en dos segundos. Deja
que vaya a por el carro...
—No, ven ahora mismo.
—Vale, vale.
Cuando enciende la luz y mira a
Mamá, no dice vale.
—Código azul, habitación siete,
código azul... —grita después de
descolgar el teléfono.
No sé qué es... Entonces veo los

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Emma Donoghue La habitación

también, claro. Muevo la Muela


Mala hasta colocármela en la mejilla.
—¿Está muerta?
—No, ya te lo he dicho. Para
Vivir nada —la Abuela apoya la cabeza en
la madera que rodea el cristal.
A veces, cuando las personas
dicen «para nada» en realidad suena
menos verdadero.
—¿Quieres hacerme creer que
está viva? —le pregunto a la Abuela
—. Porque si no está viva, yo
tampoco quiero.
Empiezan a caerle lágrimas por
Estoy en la casa de la hamaca. la cara otra vez.
Miro por la ventana a ver si la veo, —Es que yo... No puedo decirte
pero la Abuela dice que no debería más de lo que sé, cariño. Han dicho
buscar en el jardín de delante sino que nos llamarían en cuanto
en el patio trasero, aunque de todos actualizaran el parte médico.
modos no está colgada todavía —¿Qué es actualizar?
porque sólo estamos a 10 de abril. —Saber cómo está justo en el
Veo arbustos y flores, la acera, la momento.
calle y los otros patios delanteros y —¿Y cómo está?
las otras casas. Cuento once, aunque —Bueno, no está bien, porque
no las veo todas enteras, y ahí es tomó demasiada medicina y le hizo
donde viven los vecinos, que son la daño, como ya te he explicado. Pero
gente que vive al lado, como en el seguramente ya le habrán hecho un
juego de Fastidia a tu Vecino. Sorbo lavado de estómago y se lo habrán
el aire para sentir la Muela Mala, la sacado todo, o casi todo...
tengo justo en el medio de la lengua. —Pero ¿por qué la tomó?
El coche blanco de fuera no se —Porque no está bien. De la
mueve; he venido montado desde la cabeza. Pero está en buenas manos
clínica aunque no había elevador, —dice la Abuela—, así que no debes
porque el doctor Clay quería que me preocuparte.
quedara para hacerme —¿Por qué?
«seguimiento» y «aislamiento —Bueno, porque no hace
terapéutico», pero la Abuela le ha ningún bien.
gritado que no tenía derecho a La cara de Dios es una bola roja
encerrarme como a un preso cuando pegada a lo alto de una chimenea.
tengo una familia. Mi familia son la Está oscureciendo. La Muela Mala
Abuela, el Astro, Bronwyn, Paul, empieza a hincarse en mi encía, es
Deana y el Abuelo, aunque se ponga una muela mala y me duele.
a temblar cuando me ve. Y Mamá —La lasaña ni la has probado

188
Emma Donoghue La habitación

—dice la Abuela—, ¿quieres un vaso sitio donde estoy yo.


de zumo o algo? —digo que no con —Mmm. La habitación de tu
la cabeza—. ¿Estás cansado? Debes mamá está al lado de la nuestra —
de estarlo, Jack. Dios sabe que yo no dice la Abuela—, pero la hemos
puedo con mi alma. Ven abajo a ver convertido en gimnasio, no sé si
la habitación libre. habrá espacio para un colchón
—¿Por qué es libre? inflable...
—Significa que no la usamos. Subo la escalera, ahora con los
—¿Y por qué tenéis una pies, apoyándome en las paredes
habitación que no usáis? nada más, y la Abuela lleva mi
La Abuela se encoge de mochila de Dora. Hay colchonetas
hombros. azules blandas, pesas y una
—Nunca se sabe cuándo puede máquina de abdominales como las
hacer falta —espera mientras bajo que he visto por la Tele.
las escaleras con el culo, porque no —Su cama estaba aquí, justo
hay barandilla donde agarrarme. donde estaba la cuna cuando era
Voy arrastrando mi mochila de bebé —dice la Abuela señalando
Dora detrás, pum, pum. Cruzamos una bicicleta que parece pegada al
la habitación que se llama sala de suelo—. Las paredes estaban
estar, aunque no sé por qué, porque forradas de pósters de los grupos de
la Abuela y el Astro están en todas música que le gustaban, un abanico
las habitaciones, menos en la que gigante y un atrapasueños...
está libre. —¿Por qué, atrapaba sus
Empieza a sonar un ua-ua sueños?
horrible y me tapo los oídos. —¿Cómo?
—Más vale que lo coja —dice la —El abanico.
Abuela. —Ah, no, no eran más que
Al cabo de un momento vuelve objetos decorativos. La verdad es
y me acompaña a una habitación. que siento mucho haberlo donado
—¿Qué, listo? todo a la beneficencia. Fue un
—¿Para qué? consejero quien me lo aconsejó en la
—Para ir a la cama, cielo. terapia de grupo...
—Aquí no. Doy un bostezo enorme. Por
Aprieta la boca, se le juntan las poco se me cae la Muela Mala, pero
pequeñas grietas de alrededor. la cazo al vuelo con la mano.
—Ya sé que echas de menos a tu —¿Qué es eso? —dice la Abuela
mamá, pero por ahora tendrás que —. ¿Un abalorio o algo así? No te
dormir solo. Tranquilo, que aquí metas nunca en la boca objetos
estarás bien, y el abuelastro y yo pequeños, ¿es que tu...?
estaremos arriba. No te dan miedo Intenta desdoblarme los dedos
los monstruos, ¿verdad? para sacarla. Mi mano la golpea con
Depende del monstruo, si es de fuerza en la barriga.
verdad o no, y si está en el mismo La Abuela me mira fijamente.

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Emma Donoghue La habitación

Me meto la Muela Mala otra vez —Estás cansado hasta para un


debajo de la lengua y cierro los cuento. De acuerdo, pues, buenas
dientes. noches.
—Te propongo algo, ¿por qué Todo se queda a oscuras. Me
no coloco un colchón inflable al lado incorporo.
de nuestra cama, sólo por esta —¿Y los Bichos?
noche, hasta que te instales como es —Las sábanas están recién
debido? lavadas.
Arrastro mi mochila de Dora. No veo a la Abuela, pero la
En la puerta de al lado es donde conozco por la voz.
duermen la Abuela y el Astro. El —No, los Bichos...
colchón inflable es una cosa como —Jack, estoy que me caigo...
una bolsa grande. El pitorro de la —La canción de los Bichos, para
bomba no para de salirse del que no muerdan...
agujero y la Abuela tiene que gritar —Ah —dice la Abuela—.
para pedirle ayuda al Astro. Luego Buenas noches, dulces sueños... Es
está hinchado como un globo pero verdad, solía cantarlo cuando tu
en forma rectangular, y le pone unas mamá tenía...
sábanas encima. Pienso en quiénes —Venga, hazla entera.
le habrán lavado a Mamá el —Buenas noches, dulces
estómago, la Abuela me ha dicho sueños, no dejes que los bichos
que le meten un tubo como el de la piquen a mi pequeño.
bomba. ¿Por dónde se lo ponen? Entra un poco de luz, la puerta
¿No la harán estallar? se está abriendo.
—He dicho que dónde está tu —¿Adónde vas?
cepillo de dientes, Jack. Veo la silueta negra de la
Pues en mi mochila de Dora, Abuela recortándose en el agujero.
donde están todas mis cosas. La —Abajo nada más.
Abuela me dice que me ponga el Salgo rodando del hinchable, y
traje de noche, que es el pijama de se queda temblando como un flan.
broma. Señala el colchón inflable. —Yo también.
—Venga, campeón, adentro — —No, voy a ver mis programas.
me dice. La gente siempre dice cosas No son para niños.
como «campeón» o «amiguete» —Habías dicho que tú y el
cuando quieren que lo que dicen Astro en la cama y yo al lado, en el
suene divertido. hinchable.
La Abuela se agacha y pone los —Eso más tarde, todavía no
labios para fuera como para dar un estamos cansados.
beso, pero yo meto la cabeza debajo —Has dicho que estabas
del edredón. agotada.
—Perdona —dice—. ¿Qué, un —Estoy agotada por... —la
cuento? Abuela habla casi a gritos—. No
—No. tengo sueño, sólo quiero ver un

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Emma Donoghue La habitación

poco la tele y no pensar durante un de ella donde todas las células se


rato. habían puesto marrones y duras,
—Puedes no pensar aquí. llenas de caries. La Muela Mala le
—Anda, prueba a tumbarte y dolía o estaba dolorida, pero ya no.
cerrar los ojos. ¿Por qué esas cosas es mejor
—Si estoy solo, no puedo. sacarlas? Mamá dijo que cuando
—Oh —dice la Abuela—, pobre saliéramos seríamos libres, pero yo
criatura. no me siento libre.
¿Por qué cree que soy una La Abuela canta muy bajito; me
pobre criatura? sé la canción, pero suena mal.
Se agacha al lado del hinchable —«Las ruedas del autobús
y me toca la cara. Me aparto. hacen...»
—Solamente quería cerrarte los —No, gracias —le digo, y deja
ojitos. de cantar.
—Tú en la cama. Yo en el
hinchable.
Oigo que resopla. Mamá y yo en el mar, estoy
—Vale. Me tumbaré, pero un enredado en su pelo,
momentito nada más... completamente atado, me ahogo...
Veo su silueta encima del Un mal sueño nada más, diría
edredón. Algo se cae, clonc. Es su Mamá si estuviera aquí. Pero no
zapato. está.
—¿Quieres una nana? —me Me quedo tumbado contando:
susurra. cinco dedos en una mano, cinco
—¿Eh? dedos en la otra, cinco dedos en un
—¿Una canción? pie, cinco dedos en el otro. Los
Mamá me canta canciones, pero muevo uno por uno. Intento hablar
ya no hay. Me golpeó la cabeza con dentro de mi cabeza. «¿Mamá?
la mesa de la Habitación Número ¿Mamá? ¿Mamá?» No oigo su
Siete. Se tomó la medicina mala. respuesta.
Creo que estaba demasiado cansada Cuando empieza a haber más
para seguir jugando, tenía mucha luz me tapo la cara con el edredón
prisa por llegar al Cielo y no quiso para oscurecerla. Creo que así es
esperar más. ¿Por qué no me como te sientes cuando estás ido.
esperó? Hay personas caminando y
—¿Estás llorando? susurrando a mi alrededor.
No digo nada. —¿Jack? —la Abuela me habla
—Ay, cariño. Bueno, esas cosas cerca del oído, así que me aparto y
mejor sacarlas. me acurruco—. ¿Cómo estás?
Quiero tomar un poco, quiero Me acuerdo de ser educado.
de verdad, no sé dormir sin. Me —Hoy no estoy al cien por cien,
pongo a chupar la Muela Mala, que gracias —hablo casi sin abrir la
es Mamá, o por lo menos un trocito boca, porque tengo la Muela Mala

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Emma Donoghue La habitación

pegada en la lengua. Mamá no tendría que ser mamá.


Cuando la Abuela se va me La Abuela no dice nada, así que
siento y cuento las cosas que hay en pienso que se ha ido por las
mi mochila de Dora: mi ropa y mis escaleras. Asomo la cara para ver.
zapatos, mi hélice de arce, el tren, el Aún está ahí, con los brazos
cuadrado para dibujar y el corazón enlazados a la cintura.
brillante, y el cocodrilo, la piedra, —No le hagas ni caso a ese
los monos, el coche y seis libros. El mentecato.
sexto es Dylan la Excavadora, el de la —¿Qué es eso?
tienda. —Anda, ven para abajo y
Horas después suena el ua-ua, cómete una tortita.
que es el teléfono. La Abuela sube. —No puedo.
—Era el doctor Clay. Tu mamá —Ay, mírate.
está estable. Suena bien, ¿no te ¿Cómo voy a hacerlo?
parece? —Respiras, caminas, hablas y
A mí me suena a caballos. duermes sin mamá, ¿verdad? Así
—Ah, además hay tortitas de que seguro que también vas a poder
arándanos para desayunar. comer sin ella.
Me quedo muy quieto, como si Me guardo la Muela Mala
fuera un esqueleto. El edredón dentro de la mejilla, que es un lugar
huele a polvo. seguro. Me entretengo un buen rato
Ding-dong, ding-dong, y la en las escaleras.
Abuela baja otra vez las escaleras. En la cocina, el Abuelo de
Hay voces abajo. Me cuento los verdad tiene la boca manchada de
dedos de los pies, luego los de las morado. Su tortita flota en un charco
manos y luego los dientes, una y de sirope con más bolitas moradas,
otra vez. Siempre me salen los que son los arándanos.
números correctos, pero no estoy Los platos son blancos
seguro. normales, pero los vasos están mal
La Abuela sube de nuevo hechos porque tienen esquinas. Hay
jadeando para decirme que el un cuenco grande de salchichas. No
Abuelo ha venido a despedirse. me había dado cuenta de que tenía
—¿De mí? hambre. Me como una salchicha,
—De todos nosotros, porque se luego dos más.
vuelve a Australia. Vamos, Jack, La Abuela dice que no tiene
levántate, no creo que regodearte zumo sin pulpa, pero tengo que
entre las sábanas te haga ningún beber algo o me ahogaré con las
bien. salchichas. Me bebo el que tiene la
No sé lo que es eso. pulpa y los gérmenes me corren por
—A él le gustaría que yo no la garganta. La nevera es inmensa y
hubiera nacido. está toda llena de cajas y botellas.
—¿Que le gustaría qué? Los armarios guardan tanta comida
—Que yo no existiera, y así dentro que la Abuela tiene que

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Emma Donoghue La habitación

subirse a unos escalones para mirar Niego con la cabeza. Mamá dijo
en el interior de todos ellos. que cuando fuéramos libres iríamos
Me dice que debería darme una los dos juntos.
ducha, pero hago como que no la —Pero si ya has salido afuera
oigo. un montón de veces...
—¿Qué quiere decir estable? — —En la clínica.
le pregunto al Abuelo. —El aire es el mismo, ¿o no?
—¿Estable? —se seca una Venga, vamos. Tu mamá me dijo
lágrima que le cae de un ojo—. Ni que te gusta escalar.
mejor ni peor, supongo —deja el —Sí, he escalado la Mesa, las
cuchillo y el tenedor juntos en su sillas y la Cama miles de veces.
plato. —Ni se te ocurra escalar mi
¿Ni mejor ni peor que qué? mesa, señorito.
La Muela Mala sabe ácida, por Me refería a la Habitación.
el zumo. Vuelvo arriba a dormir. La Abuela me hace la coleta
muy apretada y me la esconde por
dentro de la chaqueta; la saco otra
—Cariño —dice la Abuela—. vez. No dice nada de la crema
No vas a pasar otro día entero pegajosa y el gorro, ¿será que la piel
delante de la caja tonta. no se quema en esta parte del
—¿Eh? mundo?
Apaga la tele. —Ponte las gafas de sol. Ah, y
—Justo acabo de hablar con el unos zapatos como es debido, ese
doctor Clay por teléfono de las calzado no tiene ninguna sujeción.
necesidades de tu desarrollo, y he Cuando camino tengo los pies
tenido que decirle que estábamos apretujados aunque me afloje el
jugando a las damas. Velcro. Mientras vayamos por la
Pestañeo y me froto los ojos. acera no hay peligro, pero si
¿Por qué le ha dicho una mentira? caminamos por la carretera sin
—¿Mamá está...? querer, nos moriremos. Mamá no
—Sigue estable, dice. ¿Te está muerta, la Abuela dice que con
gustaría jugar a las damas de esas cosas no se dicen mentiras. Con
verdad? lo de las Damas le ha dicho una
—Las tuyas son para gigantes, y mentira al doctor Clay. La acera se
se caen. corta todo el rato y hay que cruzar
La Abuela suspira. la calle. Si nos damos la mano, no
—Ya te he dicho que son hay problema. A mí no me gusta
normales, lo mismo que el ajedrez y dársela, pero la Abuela dice que
las cartas. Tu mamá y tú teníais el peor para mí. El aire sopla y se me
tablero magnético en miniatura, que mete en los ojos, y el sol que se cuela
es para llevar de viaje. por el borde de las gafas me
Si nosotros nunca viajábamos... deslumbra. En el suelo veo una cosa
—Vamos al parque, anda. de color rosa que es una goma del

193
Emma Donoghue La habitación

pelo, un tapón de botella, una rueda echan a reír: creo que lo hacen a
que no es de un coche de verdad propósito. Me cuento los dientes
sino de juguete, una bolsa de frutos hasta veinte, y luego otra vez. Miro
secos sin frutos secos, un cartón de a una mujer que lleva a un bebé al
zumo donde se oye que todavía tobogán y lo pone a gatear por el
queda un poco, y una caca amarilla. túnel. Ella le hace una mueca a
La Abuela dice que no es de través de los agujeros de los lados y
persona, sino de algún perro hace como que no sabe dónde está.
asqueroso. Me estira la chaqueta. Miro a la niña grande, pero sólo se
—Apártate de eso —me dice. columpia, a veces con el pelo casi
La basura no debería estar ahí, rozando el barro, a veces erguida.
sólo las hojas que se le caen al árbol Los niños se persiguen y hacen
porque no puede evitarlo. En bang, bang con las manos como si
Francia dejan que los perros hagan fuesen pistolas; uno se cae y se pone
sus cosas en cualquier parte. Algún a llorar. Sale corriendo por la puerta
día puedo ir allí. y se mete en una casa. La Abuela
—¿A ver la caca? dice que debe de vivir ahí, ¿cómo lo
—No, no —dice la Abuela—, a sabe?
ver la Torre Eiffel. Cuando ya seas —¿Por qué no vas a jugar ahora
muy bueno subiendo escaleras. con el otro niño? —me susurra, y
—¿Francia está en el Exterior? luego grita—: Hola.
—me mira raro—. ¿Está en el El niño mira hacia donde
mundo? estamos, y yo me meto en un
—Todo está en el mundo. ¡Ya arbusto y me pincho la cabeza.
hemos llegado! Al cabo de un rato la Abuela
No puedo entrar en el parque, dice que hace más fresco de lo que
porque hay niños que no son mis parece y que tal vez deberíamos ir
amigos. La Abuela pone los ojos en yendo a casa a comer.
blanco. Tardamos cien horas, y me
—Sólo tienes que jugar a la vez parece que las piernas se me van a
que ellos, eso es lo que hacen los romper.
niños. —A lo mejor la próxima vez te
Puedo mirar por la valla, dentro lo pasas mejor —dice la Abuela.
de los rombos de alambre. Se parece —Ha sido interesante.
a la valla secreta de las paredes y el —¿Eso es lo que mamá te ha
Suelo por la que Mamá no pudo dicho que se dice cuando algo no te
seguir cavando. Al final la salvé y gusta? —sonríe un poco—. Yo se lo
salimos, pero entonces ya no quiso enseñé.
vivir más. Hay una niña grande —¿Ahora sí se está muriendo?
colgada boca abajo de un columpio. —¡No! —me dice casi con un
Dos niños montados en una cosa grito—. Leo habría llamado si
que no recuerdo cómo se llama que hubiera cualquier novedad.
sube y baja se caen de golpe y se Leo es el Astro; me confundo

194
Emma Donoghue La habitación

con tantos nombres. Yo quiero tener tumbo en el sofá y veo los dibujos.
mi nombre y ya está: Jack. Mientras, el Astro se sienta en la
En casa, la Abuela me enseña butaca reclinable a leer su revista
Francia en el globo terráqueo, que es World Traveler.
como una estatua del mundo que
siempre da vueltas. Esta ciudad
chiquitita en la que estamos es sólo Por la noche la Muela Mala
un punto, y la clínica cabe también viene a por mí dando brincos por la
dentro de ese punto. Y la calle: pum, pum, pum. Mide tres
Habitación, aunque la Abuela dice metros de alto, está llena de moho,
que no debo pensar más en ese se cae en pedazos y va destrozando
lugar, que me lo quite de la cabeza. las paredes a golpes. Luego voy
Como un montón de pan con flotando en un barco cerrado con
mantequilla con el almuerzo. Es pan clavos, los gusanos rastreros reptan
francés, pero creo que no lleva nada por el suelo...
de caca. Se me ha puesto la nariz Está oscuro, oigo un susurro.
roja y caliente, y también las mejillas Primero no sé qué es, luego resulta
y la parte de arriba del pecho, y los que es la Abuela.
brazos, y la vuelta de las manos y —Jack. Tranquilo, ya pasó.
los tobillos por encima de los —No.
calcetines. —Vuelve a dormirte.
El Astro le dice a la Abuela que Creo que ya no duermo más.
no se disguste. A la hora del desayuno la
—Si ni siquiera hacía sol —no Abuela se toma una pastilla. Le
deja de repetir ella, secándose los pregunto si son vitaminas. El Astro
ojos. se echa a reír.
—¿Se me va a caer la piel? — —Deberías hablar con él —le
pregunto. riñe la Abuela. Y luego a mí me dice
—Sólo se te pelarán algunas —: A nadie le viene mal una
zonas —dice el Astro. ayudita.
—No asustes al crío —dice la Me cuesta aprenderme esta
Abuela—. No va a pasarte nada, casa. Las puertas por las que me
Jack, no te preocupes. Ponte más dejan entrar a cualquier hora son la
crema para después del sol, verás cocina, la sala de estar, el gimnasio,
como te refresca... la habitación libre y el sótano, y
Me cuesta ponerme en la también ese trozo fuera del
espalda, pero no quiero que me dormitorio que se llama descansillo,
toquen los dedos de otras personas, como si sirviera para descansar,
así que me las apaño. aunque aún no he visto a nadie ahí
La Abuela dice que debería parado. Al dormitorio puedo entrar
llamar otra vez a la clínica, pero que si la puerta no está cerrada, porque
ahora mismo anda en otras cosas. si está cerrada, tengo que llamar y
Como me he quemado, me esperar. Puedo entrar al cuarto de

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Emma Donoghue La habitación

baño si la puerta se abre, porque si No puedo salir por la puerta de


no, quiere decir que dentro hay delante sin decírselo a la Abuela,
alguien y he de esperar. La bañera, aunque de todos modos no lo haría.
el lavabo y el váter son de color Me siento en las escaleras y me
verde aguacate, menos el asiento, pongo a chupar la Muela Mala.
que es de madera y sirve para —¿Por qué no vas a jugar a
sentarme encima. Hay que levantar algo? —me dice la Abuela
el asiento y volver a bajarlo después, apretujándome al pasar.
por cortesía con las señoras, o sea, Hay un montón de juguetes, no
con la Abuela. El váter tiene una sé con cuál. Mis juguetes de
tapa encima de la cisterna igual que nuestros simpatizantes locos, que
con la que Mamá atizó al Viejo Nick. Mamá pensaba que eran sólo cinco
El jabón es una bola dura, y tengo pero me quedé con seis. Hay tizas
que frotar mucho para que funcione. de muchos colores diferentes que
La gente del Exterior no es como trajo Deana aunque yo no la vi y
nosotros, tienen un millón de cosas, que me ensucian demasiado los
y diferentes clases de cada. Existe dedos. Hay un rollo de papel
un montón de tipos de barritas de gigante y cuarenta y ocho
chocolate, de máquinas o de rotuladores en un plástico largo
zapatos, por ejemplo. Las cosas invisible. Una caja llena de cajas con
sirven para usos distintos, como el animales dibujados que Bronwyn ya
cepillo de las uñas, el de los dientes, no usa, no sé por qué, y que se
el de la ropa y el del pelo, y otras apilan en una torre más alta que mi
cosas que también son cepillos y se cabeza.
llaman escobas, como la de barrer En vez de jugar me quedo
dentro o la del patio, o la del váter, mirándome los zapatos, los
que es más pequeña y se llama blanditos. Si muevo los dedos casi
escobilla. Cuando se me cae al suelo los veo debajo del cuero. «¡Mamá!»,
un poco del polvo que se llama talco grito muy fuerte dentro de mi
lo barro, pero la Abuela viene y dice cabeza. No creo que esté ahí. Ni
que ésa es la escobilla del váter y se mejor ni peor. A menos que todo el
enfada porque estoy esparciendo los mundo mienta.
microbios. Hay una cosa chiquitita debajo
También es la casa del Astro, de la alfombra, justo donde se
pero las normas no las pone él. Pasa convierte en la madera de las
mucho tiempo en su estudio, que es escaleras. Consigo sacarla con las
una habitación especial para él solo. uñas, es de metal. Una moneda.
—Las personas no siempre Tiene la cara de un hombre y
quieren estar con otra gente —me palabras: EN DIOS CONFIAMOS
explica—. Acaba siendo agotador. LIBERTAD 2004. Al darle la vuelta
—¿Por qué? hay un hombre, no sé si el mismo,
—Créeme, he estado casado dos pero ahora saluda con la mano hacia
veces. una casita y dice: ESTADOS

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Emma Donoghue La habitación

UNIDOS DE AMÉRICA E región de Estados Unidos distinta


PLURIBUS UNUM UN CENTAVO. de ésta.
La Abuela me mira desde el —Eso de vive libre ¿significa
escalón de abajo. fuera de la Habitación?
Doy un brinco. Empujo la —Ah, no, no... Significa que hay
Muela Mala hacia el fondo de las que vivir sin someterse a nadie.
encías. Hay otra que es igual por
—Hay un trocito en español — delante, pero cuando le doy la
le digo. vuelta veo dibujos de un velero con
—¿No me digas? —frunce el una persona chiquitita dentro, una
ceño. copa y más palabras en español:
Se lo señalo con el dedo. GUAM E PLURIBUS UNUM 2009 y
—Es latín. E PLURIBUS GUAHAN ITANO’
UNUM. Mmm, creo que significa MANCHAMORRO. La Abuela
permanezcamos unidos, o algo así. levanta la moneda y mira
¿Quieres más? entrecerrando los ojos. Al final va a
—¿De qué? ponerse las gafas.
—Déjame mirar en el —¿Eso también es otra región
monedero... de Estados Unidos?
Vuelve con un objeto redondo y —¿Guam? No, creo que está en
plano que al estrujarlo se abre de otra parte.
repente igual que una boca, y dentro A lo mejor así es como los del
tiene dineros diferentes. En otra Exterior escriben «Habitación».
moneda plateada se ve a un hombre El teléfono se pone a chillar en
con una coleta como la mía y las el recibidor, corro arriba para
palabras CINCO CENTAVOS, escaparme del ruido.
aunque dice que a esta moneda todo La Abuela sube, llorando otra
el mundo la llama níquel. La vez.
chiquitita plateada es de diez —Empieza a ir para arriba —me
centavos. quedo mirándola sin decir nada—.
—¿Por qué la de cinco es más Tu mamá.
grande que la de diez, si tiene —Para arriba..., ¿al Cielo?
menos centavos? —Quiero decir que está
—Pues porque es así, sin más. mejorando, seguramente se pondrá
Hasta la de un centavo es más bien.
grande que la de diez, y pienso que Cierro los ojos.
vaya cosa más tonta.
En la plateada más grande de
todas se ve a otro hombre que no La Abuela me zarandea para
parece nada contento, y por detrás despertarme porque dice que llevo
pone: NEW HAMPSHIRE 1788 tres horas durmiendo y le da miedo
VIVE LIBRE O MUERE. La Abuela que por la noche no tenga sueño.
dice que New Hampshire es otra Me cuesta hablar con la Muela

197
Emma Donoghue La habitación

Mala en la boca, así que me la imagino al juez mirando mi dibujo


guardo en el bolsillo. Aún tengo del pulpo azul.
jabón metido en las uñas, y necesito La Abuela dice que es una
algo afilado para sacármelo. Ojalá lástima desperdiciar un día de
tuviera el Mando. primavera tan bonito, así que me
—¿Echas de menos a mamá? pongo una camisa de manga larga,
Digo que no con la cabeza. los zapatos de verdad, el gorro, las
—Al Mando. gafas de sol y litros de protector
—Echas de menos... ¿tu manto? solar para poder salir al patio.
—Al Mando. La Abuela se echa chorros de
—¿El mando de la tele? protector en las manos.
—No, el Mando que servía para —Tú dime «sigue» y «para»
que el Jeep saliera disparado a toda cuando quieras. Como si fuera un
pastilla, pero que se rompió en el robot a control remoto.
Armario. Me parece gracioso. Empieza a
—Ah —dice la Abuela—. untarme el dorso de las manos.
Bueno, seguro que podremos —¡Para! —al cabo de un
recuperarlos. momento digo—: Sigue —y
—Están en la Habitación. entonces ella empieza otra vez—.
—Hagamos una pequeña lista. Sigue.
—¿Para echarla por el váter y Se para.
luego tirar de la cadena? —¿Quieres decir que no pare?
La Abuela parece hecha un lío. —Sí.
—No, llamaré a la policía. Me pone en la cara. Cerca de los
—¿Es una emergencia? ojos no me gusta, pero va con
Niega con la cabeza. cuidado.
—Para que te traigan aquí tus —Sigue.
juguetes, cuando hayan terminado —Bueno, es que ya hemos
con ellos. terminado, Jack. ¿Listo?
La miro. La Abuela sale primero. Cruza
—¿La policía puede entrar en la las dos puertas, la de cristal y la de
Habitación? mosquitera. Me hace señas para que
—Probablemente estén ahí en vaya y la luz dibuja un zigzag. Nos
este mismo momento —me explica quedamos de pie en la tarima, que
—, recabando pruebas. es toda de madera como la cubierta
—¿Qué son pruebas? de un barco. Está llena de pelusas
—Restos de lo que ha pasado, que forman pequeñas bolas. La
para enseñárselos al juez. Fotos, Abuela dice que es una especie de
huellas dactilares... polen que suelta un árbol.
Mientras hago la lista pienso en —¿Cuál? —miro hacia todos los
la línea negra de la Pista y el agujero que veo alrededor.
de debajo de la Mesa, todos los —A eso me temo que no puedo
rastros que Mamá y yo dejamos. Me contestarte.

198
Emma Donoghue La habitación

En la Habitación sabíamos el Observo la zona verde del


nombre de todas las cosas, pero en patio.
el mundo hay tantas que las —¿Dónde está la hamaca?
personas no saben ni cómo se —Supongo que podríamos
llaman. desenterrarla del sótano, puesto que
La Abuela se sienta en una de tanto te interesa —y se levanta con
las sillas moviendo un poco el culo un gruñido.
para que le entre en el asiento. Hay —Voy contigo.
palitos que se rompen cuando los —Quédate ahí sentado, disfruta
piso, y unas hojitas amarillas del sol, estaré aquí antes de que te
diminutas, y otras marrones y des cuenta.
blanditas de las que la Abuela le Pero estoy de pie, no sentado.
pidió a Leo que se encargara en Cuando se va, todo queda en
noviembre. silencio, menos por unos ruiditos
—¿El Astro trabaja? agudos que salen de los árboles y
—No, los dos nos jubilamos que creo que son pájaros, aunque no
pronto. Aunque claro, nuestros los veo. El viento mueve las hojas y
recursos quedaron diezmados... las susurra. Oigo el grito de un niño;
—¿Eso qué quiere decir? a lo mejor viene de otro patio que
Echa la cabeza hacia atrás en la hay detrás del gran seto, o a lo
silla, con los ojos cerrados. mejor es que es invisible. A la cara
—Nada, no te preocupes. amarilla de Dios se le ha puesto una
—¿El Astro se va a morir nube encima. De repente hace más
pronto? frío. La luz y el calor y los sonidos
La Abuela abre los ojos y me del mundo cambian a cada
mira. momento, nunca sé lo que va a
—¿O te morirás tú primero? pasar un segundo después. La nube
—Permíteme informarte de que es de un color gris azulado, no sé si
sólo tengo cincuenta y nueve años, porque va cargada de lluvia. Si
jovencito. empieza a caerme lluvia, correré
Mamá sólo tiene veintiséis. Va adentro de la casa antes de que se
para arriba, ¿eso significa que ya me ahogue la piel.
está volviendo? Hay algo que no para de hacer
—Aquí nadie va a morirse — zzzzzzzz. Miro entre las flores y veo
dice la Abuela—, tranquilo. algo increíble, un bicho vivo, una
—Mamá dice que todo el abeja viva enorme, con rayas
mundo se muere tarde o temprano. amarillas y negras, que baila justo
La Abuela frunce la boca y le dentro de la flor.
salen líneas alrededor que parecen —Hola —le digo.
rayos de sol. Meto el dedo para acariciarla
—A la mayoría apenas acabas y... aaaaaaay.
de conocernos, así que no tengas La mano me va a explotar, es el
prisa por decirnos adiós. dolor más fuerte de toda mi vida.

199
Emma Donoghue La habitación

—¡Mamá! —grito. Grito derecha mejor no porque aún me


«Mamá» dentro de mi cabeza, pero duele la picadura. Pienso en Mamá
ella no está en el jardín y no está de pequeña y en Paul de pequeño
dentro de mi cabeza y no está en meciéndose en la hamaca. Es raro,
ninguna parte, estoy solito y me ¿dónde estarán ahora? Supongo que
duele, qué daño, qué daño, qué... el Paul grande está con Deana y
—¿Se puede saber qué te has Bronwyn. Dijeron que iríamos a ver
hecho? —la Abuela viene corriendo los dinosaurios otro día, pero creo
por la tarima de madera. que era de mentira. Mi Mamá
—Yo no he sido, ha sido la grande está en la clínica,
abeja. remontando.
Cuando me pone el ungüento Empujo las cuerdas, soy una
especial no me duele tanto, pero mosca en una telaraña. O un ladrón
todavía mucho. atrapado por Spiderman. La Abuela
Tengo que usar la otra mano me columpia y me mareo un poco,
para ayudarla. La hamaca se cuelga pero es un mareo que me gusta.
con unos ganchos de dos árboles al —Teléfono —grita el Astro
fondo del jardín; uno es un árbol desde la tarima.
torcido y bajito, mide sólo el doble La Abuela corre por el césped,
que yo; el otro es un millón de veces me deja solo otra vez en el aire libre
más alto, con hojas plateadas. Las del Exterior. Bajo de la hamaca de
trenzas de cuerda parecen tiesas un salto y por poco me caigo,
porque llevan mucho tiempo en el porque un zapato se me queda
sótano, y tenemos que estirarlas enganchado. Saco el pie de un tirón,
hasta que los agujeros sean otra vez el zapato cae al suelo. Corro tras
del tamaño correcto. Además, dos ella, y casi igual de rápido.
de las cuerdas están rotas, así que En la cocina la Abuela está al
hay agujeros de más en los que no teléfono.
debemos sentarnos. —Por supuesto, lo primero es lo
—Habrán sido las polillas — primero, está aquí a mi lado.
dice la Abuela. Alguien quiere hablar contigo —eso
No sabía que las polillas se me lo dice a mí. Me da el teléfono,
hacen tan grandes como para pero no lo cojo—. ¿Adivinas quién?
romper cuerdas. La miro, pestañeando.
—Si te soy sincera, no la hemos —Es mamá.
colgado desde hace años. Es verdad, la voz de Mamá sale
Me dice que ella no se arriesga a del teléfono.
subirse; además, prefiere sentarse —¿Jack?
con un buen respaldo. —Hola.
Me estiro y ocupo la hamaca yo Como no oigo nada más, se lo
solo. Muevo los pies dentro de los paso de nuevo a la Abuela.
zapatos, los saco por los agujeros, y —Soy yo otra vez. Dime, ¿cómo
las manos también, aunque la estás de verdad? —pregunta la

200
Emma Donoghue La habitación

Abuela. Asiente todo el rato y dice Eso la hace reír, no sé por qué.
—: Pues mira, está manteniendo el —¿Te lo estás pasando bien?
tipo. —El sol me quemó la piel y me
Me da de nuevo el teléfono, ha picado una abeja.
oigo a Mamá decir «perdona» un La Abuela pone los ojos en
montón de veces. blanco. Mamá dice algo, pero no la
—¿Ya no estás envenenada con oigo.
la medicina mala? —le pregunto. —Ahora tengo que irme, Jack,
—No, no, estoy mejor. necesito dormir un poco más.
—¿No te has ido al Cielo? —¿Y luego te despertarás?
La Abuela se tapa la boca con la —Te lo prometo. Estoy tan... —
mano. Mamá hace un ruido, no sé si parece como si se le cortara la
es que llora o que se ríe. respiración—. Hablamos otro día,
—Ojalá. pronto, ¿de acuerdo?
—¿Por qué dices que ojalá —De acuerdo.
estuvieras en el Cielo? No se oye nada más, así que
—No hablaba en serio, sólo era cuelgo el teléfono.
una broma. —¿Dónde está tu otro zapato?
—Pues esa broma no hace —me pregunta la Abuela.
gracia.
—No.
—No digas que ojalá. Miro las llamas anaranjadas que
—Vale. Estoy aquí, en la clínica. bailan debajo de la olla de la pasta.
—¿Estabas cansada de tanto La cerilla está sobre la encimera, con
jugar? la punta negra y rizada. La acerco al
No oigo nada, creo que se ha fuego, que silba. Brota otra llama y
ido. dejo caer la cerilla en los fogones. La
—¿Mamá? llamita se hace casi invisible, va
—Estaba cansada —dice—. comiéndose a mordisquitos la cerilla
Cometí un error. hasta que se queda completamente
—¿Y ya no estás cansada? negra y un humo pequeño sube
Al principio no dice nada. como una cinta plateada. Huele
—Lo estoy. Pero no pasa nada mágico. Saco otra cerilla de la caja,
—dice luego. prendo el extremo con el fuego, y
—¿Puedes venir aquí a mecerte esta vez la sujeto cuando hace ese
en la hamaca? silbido. Es mi llamita, puedo
—Muy pronto —dice. llevármela a donde quiera. Dibujo
—¿Cuándo? un círculo con ella y primero creo
—No lo sé, depende. ¿Qué tal que se ha apagado, pero luego
va todo con la abuela? vuelve. La llama se hace más grande
—Y el Astro. y se extiende por la cerilla,
—Eso. ¿Qué hay de nuevo? convertida en dos llamas distintas
—Todo —digo. con una línea roja chiquitita en la

201
Emma Donoghue La habitación

madera de en medio que las —Mmm..., una batidora.


separa... El Astro aguanta un hilo de
—¡Eh! pasta en alto y lo sorbe.
Doy un brinco, es el Astro. De —Mi hermano mayor se echó
repente ya no tengo la cerilla en la encima una olla de arroz hirviendo
mano. cuando tenía tres años, y se le quedó
Me da un pisotón en el pie. el brazo ondulado como una patata
Me sale un alarido. frita para siempre.
—La tenías en el calcetín —me —Ah, ya sé, las he visto por la
enseña la cerilla enroscada, me frota Tele.
el calcetín en el lugar donde ha La Abuela me mira muy seria.
quedado un pequeño redondel —¿No me digas que nunca has
negro—. ¿Es que tu madre no te ha comido patatas fritas?
enseñado que con el fuego no se Acto seguido se sube a un
juega? escalón y remueve cosas en un
—No había. armario.
—Que no había ¿qué? —Tiempo estimado de llegada,
—Fuego. dos minutos —anuncia el Astro.
Me mira fijamente. —Bah, por un puñado no pasa
—Supongo que teníais una nada —la Abuela baja de nuevo con
cocina eléctrica. Vete a saber. una bolsa de papel crujiente y la
—¿Qué pasa? —entra la Abuela. abre.
—Nada, Jack está aprendiendo Las patatas están llenas de
el nombre de los utensilios de cocina rayas. Cojo una y mordisqueo el
—dice el Astro removiendo la pasta. borde.
Sujeta una cosa en alto y me mira. —No, gracias —digo, y la meto
—Rallador —digo, porque de de nuevo en la bolsa.
éste me acuerdo. El Astro se echa a reír, no sé qué
La Abuela empieza a poner la le ha hecho tanta gracia.
mesa. —El chico se está reservando
—¿Y esto? para mis tagliatelle carbonara.
—Pisa-ajos. —Prefiero ver la piel, ¿puedo?
—Triturador de ajos. Mucho —¿Qué piel? —pregunta la
más violento que pisar —el Astro Abuela.
me sonríe. No le ha contado a la —La del hermano.
Abuela lo de la cerilla; eso es una —Ah, vive en México. Podemos
especie de mentira, pero para no decir que es tu tío abuelo, supongo.
meterme en problemas, así que hay El Astro vierte toda el agua en
una buena razón. Levanta otro el fregadero y se forma una gran
objeto. nube de aire húmedo.
—¿Otro rallador? —¿Y por qué?
—Sirve para rallar la cáscara de —Porque es el hermano de Leo.
los cítricos. ¿Y esto? Todos nuestros parientes ahora

202
Emma Donoghue La habitación

también son familia tuya —dice la sujeta, no me deja caer de este


Abuela—. Lo que es nuestro mundo que no para de dar vueltas.
también es tuyo. Ding, dong. La Abuela grita
—Un LEGO —dice el Astro. porque tengo visita: el doctor Clay
—¿Cómo? —dice ella. ha venido a verme.
—Igual que con el LEGO. Nos sentamos en la tarima; me
Pedacitos de familias pegados unos avisará si se acerca alguna abeja. Las
a otros. personas y las abejas deberían
—Eso también lo vi en la Tele — saludarse nada más, sin tocarse. No
les cuento. se acaricia a un perro a no ser que su
La Abuela me mira de nuevo humano diga que se puede, no se
fijamente. cruza la calle corriendo, no se tocan
—Crecer sin el LEGO —le dice las partes íntimas menos las mías en
al Astro—. No puedo ni imaginarlo, privado. Aunque hay casos
y lo digo en el verdadero sentido de especiales, como que la policía
la expresión. puede disparar, pero sólo a los tipos
—Apuesto a que hay un par de malos. Hay demasiadas normas que
billones de niños en el mundo que debo meterme en la cabeza, así que
se las arreglan de algún modo — hacemos una lista con el bolígrafo
dice el Astro. de oro superpesado del doctor Clay.
—Supongo que tienes razón — Luego otra lista de todas las cosas
la Abuela parece confundida—. nuevas, como los pesos libres, las
Debemos de tener una caja de patatas fritas y los pájaros.
piezas dando tumbos por el sótano, —Es emocionante ver las cosas
aunque... de verdad y no sólo por la tele,
El Astro casca un huevo con ¿verdad? —me pregunta.
una mano y lo deja caer encima de —Sí. Aunque las cosas de la Tele
la pasta. nunca me habían picado.
—La cena está servida. —Tienes razón —dice el doctor
Clay asintiendo—. «La condición
humana no es capaz de resistir un
Pedaleo sin parar en la bicicleta exceso de realidad.»
que no se mueve. Si me estiro llego —¿Es un poema otra vez?
con los dedos a los pedales. La —¿Cómo lo has adivinado?
monto miles de horas para que se —Porque pones una voz rara —
me pongan las piernas superfuertes le digo—. ¿Qué es la condición
y pueda escaparme a buscar a humana?
Mamá y salvarla otra vez. Me tumbo —La raza humana, todos
en las colchonetas azules porque nosotros.
siento las piernas cansadas. Levanto —O sea que ¿yo también?
los pesos libres, aunque de libres no —Ah, desde luego, tú eres uno
sé qué tienen. Me pongo uno encima de los nuestros.
de la barriga. Me gusta cómo me —Y de Mamá.

203
Emma Donoghue La habitación

El doctor Clay asiente. ordenadores chiquitines hablando


—Ella también lo es, claro. de mí todos a la vez. Mamá ha
Pero en realidad me refería a trepado por la mata de habichuelas
que, aunque a lo mejor soy humano, y ha desaparecido, y yo estoy abajo,
también soy como somos solamente en la tierra, sacudiéndola y
Mamá y yo. No sé cómo llamarnos. sacudiéndola para que se caiga...
¿Habitantes? No. Sólo era un sueño.
—¿Va a venir pronto a —Se me ha encendido la
buscarme? bombilla —me dice la Abuela al
—En cuanto le sea posible — oído. Está asomada en su cama, con
dice—. ¿Estarías más a gusto en la la parte de abajo del cuerpo todavía
clínica, en lugar de seguir aquí en debajo de las sábanas—. Vamos a ir
casa de tu abuela? en coche al parque antes de
—¿Con Mamá, en la Habitación desayunar, y así no habrá otros
Número Siete? niños.
Niega con la cabeza. Nuestras sombras se ven muy
—Ella está en otra ala del largas y elásticas en el suelo. Saludo
centro, necesita pasar un poco más con mis puños gigantes. La Abuela
de tiempo sola. está a punto de sentarse en un banco
Creo que se equivoca, porque si pero está mojado, así que al final se
yo estuviera malito, necesitaría a queda apoyada en la valla. Todo
Mamá aún más. está un poco húmedo, la Abuela
—Pero está trabajando durísimo dice que es por el rocío. Se parece a
para ponerse mejor —me dice. la lluvia, aunque no cae del cielo, es
Pensaba que la gente está una especie de sudor que aparece
enferma o curada, pero no sabía que por la noche. Dibujo una cara en la
era un trabajo. rampa del tobogán.
Al despedirnos, el doctor Clay y —No importa si se te moja la
yo chocamos los cinco en alto, abajo ropa, despreocúpate.
y de espaldas. —No estoy preocupado, más
Cuando estoy en el váter lo oigo bien tengo frío.
hablando en el porche con la Hay un trocito con arena
Abuela. La voz de ella es el doble de dentro; la Abuela dice que puedo ir
aguda que la del doctor. a sentarme ahí a jugar.
—Por el amor de Dios, si sólo —¿A qué?
hablamos de una leve quemadura —¿Cómo? —dice.
del sol y una picadura de abeja —le —Jugar ¿a qué?
dice la Abuela—. Crié a dos niños, —Qué sé yo, a hacer agujeros, o
no me venga con eso del «nivel de excavar o lo que quieras.
cuidados aceptable». La toco, pero es rasposa y no
quiero embadurnarme.
—¿Y la pared para escalar, o los
Por la noche hay un millón de columpios? —dice la Abuela.

204
Emma Donoghue La habitación

—¿Tú vienes? Salgo de la casita y miro hacia abajo;


Suelta una risita, dice que lo el tobogán es plateado, con algunas
más probable es que rompiera piedrecitas encima.
alguna cosa. —¡Yupi! Vamos, te recojo abajo.
—¿Por qué? —No, gracias.
—Ah, no a propósito, sino Hay una escalera de cuerdas
porque peso mucho. que se parece a la hamaca, pero
Subo algunos travesaños, de pie cuelga hasta el suelo; creo que me
como un niño y no como un mono. rasparía los dedos. Hay un montón
Son de metal, y tienen trocitos de barras de las que podría
anaranjados y ásperos que se llaman colgarme si tuviera unos brazos más
óxido y las barras para sujetarse me fuertes o fuera un mono de verdad.
dejan las manos heladas. Al final Hay una parte que le enseño a la
hay una casa chiquitita como las de Abuela donde los ladrones han
los duendes. Me siento a la mesa y debido de llevarse los travesaños.
el techo me queda justo por encima —No, mira, hay que deslizarse
de la cabeza; es rojo, y la mesa azul. por la barra de bomberos —me dice.
—Yuuujuuu. —Ah, sí, eso lo vi por la Tele.
Doy un brinco. Es la Abuela, Pero ¿por qué viven aquí arriba?
que me saluda desde el otro lado de —¿Quiénes?
la ventana. Entonces da la vuelta —Los bomberos.
hasta el otro lado y me saluda de —Ah, en realidad no es una
nuevo. También la saludo, y veo que barra de las suyas, sino de juguete.
se pone contenta. Cuando tenía cuatro años
En la esquina de la mesa veo pensaba que todo lo de la Tele era
algo que se mueve: es una arañita. sólo Tele. Luego cumplí cinco y
Me pregunto si la Araña vive Mamá me desmintió y me contó que
todavía en la Habitación, si la tela un montón de cosas son imágenes
que teje se hace cada vez más de cosas de verdad, y que el Exterior
grande. Tamborileo canciones con era de verdad verdadera. Y ahora
los dedos, como cuando tarareo que estoy en el Exterior resulta que
pero sólo dando golpecitos, y Mamá muchas de esas cosas no son de
tiene que adivinarlas dentro de mi verdad para nada.
cabeza. Las acierta casi todas. Vuelvo a la casa de los duendes.
Cuando las hago en el suelo con el La araña se ha ido a alguna parte.
zapato suena distinto, porque es de Me quito los zapatos debajo de la
metal. La pared dice algo que no mesa y estiro los pies.
consigo leer, son garabatos y hay un La Abuela está en los
dibujo que me parece que es un columpios. Dos de ellos son una
pene, pero grande como la persona. tabla plana, pero el tercero tiene un
—Prueba el tobogán, Jack, cubo de goma con agujeros para las
parece divertido. piernas.
Es la Abuela, que me llama. —De éste no puedes caerte —

205
Emma Donoghue La habitación

me dice—. ¿Quieres probar? la Abuela.


Tiene que alzarme, y es raro —¿Le ha dado una rabieta? —
sentir sus manos apretándome las pregunta la niña Cora.
axilas. Me empuja desde la parte de Mi pie le da una patada a la
atrás del cubo, pero no me gusta y Abuela sin querer.
no paro de darme la vuelta para ver, —Basta ya.
así que luego me empuja desde —Al hermanito de mi amiga le
delante. Me columpio cada vez más dan rabietas.
y más rápido, muy alto, muy alto, es La Abuela tira de mí por debajo
la cosa más rara que he hecho en mi de los brazos. Se me retuerce el pie,
vida. pero al final consigo salir. Se para en
—Echa la cabeza hacia atrás. la puerta.
—¿Por qué? —Los zapatos, Jack.
—Confía en mí. Pienso con todas mis fuerzas y
Echo la cabeza hacia atrás y me acuerdo.
todo se pone del revés, el cielo y los —Están en la casita.
árboles y las casas y la Abuela y —Pues ve pitando a cogerlos —
todo, es increíble. espera—. La nena no te molestará.
En el otro columpio hay una Pero no puedo volver a trepar
niña, no la había visto llegar. Se está ahí si a lo mejor me está mirando,
columpiando pero no al mismo así que lo hace la Abuela, y el culo
tiempo, porque cuando yo voy hacia se le queda atascado en la casita de
delante ella va hacia atrás. los duendes y se enfada. Me aprieta
—¿Cómo te llamas? —me demasiado el zapato izquierdo, así
pregunta. que me lo vuelvo a quitar, y el otro
Hago ver que no la oigo. también. Camino en calcetines hasta
—Se llama Ja... Jason —dice la el coche blanco. La Abuela dice que
Abuela. voy a clavarme un cristal en el pie,
¿Por qué me llama así? pero no me lo clavo.
—Yo me llamo Cora y tengo Se me han mojado los
cuatro años y medio —dice la niña, pantalones de rocío, y los calcetines
y me mira y pregunta—: ¿Es un también. El Astro está en su butaca
bebé? reclinable con una taza enorme.
—En realidad es un niño, y —¿Cómo ha ido? —pregunta.
tiene cinco años —contesta la —Poco a poco —dice la Abuela
Abuela. subiendo las escaleras.
—Entonces, ¿por qué se monta El Astro me deja probar su café;
en el columpio de los bebés? está tan malo que me dan
Quiero salir, pero las piernas se escalofríos.
me han quedado trabadas en la —¿Por qué los lugares para
goma; empiezo a dar patadas, tiro comer se llaman cafeterías? —le
de las cadenas. pregunto.
—Tranquilo, con calma —dice —Bueno, el café es lo que más

206
Emma Donoghue La habitación

se pide en esos sitios, porque la prometerle que no volveré a sacar la


mayoría lo necesitamos para llave del mueble bar. El primer
funcionar, como la gasolina de un pastel se llama coco, es asqueroso.
coche. El segundo es de limón y el tercero
Mamá sólo bebe agua, leche y no sé de qué es, pero es el que más
zumo, igual que yo. Me pregunto me gusta.
qué es lo que la hace funcionar. —Debes de estar molida —dice
—¿Y los niños qué toman? una de las señoras con la voz más
—Mira, donde se ponga un aguda de todas.
buen plato de judías... —Qué proeza —dice otra.
Las judías blancas me hacen También me han prestado la
funcionar sin problema, pero las cámara; no la megaguay del Astro
judías verdes son mi comida más que tiene el redondel gigante, sino
enemiga. La Abuela las preparó la que hay escondida en el ojo del
para cenar hace unos días e hice móvil de la Abuela, aunque si suena
como que no las veía en el plato. tengo que llamarla, no contestar.
Ahora que estoy en el mundo no Llevo ya diez fotos: una, mis
voy a comer judías verdes nunca zapatos blanditos; dos, la luz del
más. techo del gimnasio; tres, la
oscuridad del sótano (sólo que la
foto salió demasiado
Estoy sentado en las escaleras, resplandeciente); cuatro, las líneas
escuchando a las señoras. de mi mano por dentro; cinco, un
—Ajá. Sabe más de matemáticas agujero al lado de la nevera que
que yo, pero no es capaz de tirarse ojalá que sea una ratonera; seis, mi
por un tobogán —dice la Abuela. rodilla con pantalones; siete, la
Creo que habla de mí. alfombra de la sala de estar vista de
Son sus amigas del grupo de cerca; ocho, en realidad es Dora
lectura, pero no entiendo por qué, si cuando salió esta mañana por la
no leen ningún libro. Olvidó tele, pero ha quedado toda en
cancelar la cita, así que a las 03.30 zigzag; nueve, el Astro sin sonreír;
llegaron todas con platos de pasteles diez, desde la ventana del
y otras cosas. Me he puesto tres dormitorio cuando pasaba una
pastelitos en un plato de postre, gaviota, sólo que la gaviota no
pero tengo que mantenerme fuera aparece en la foto. Iba a hacer una
del paso. Además, la Abuela me ha de mí en el espejo, pero entonces
dado cinco llaves metidas en un sería un paparazzi.
llavero donde dice CASA DE —Bueno, en las fotos parece un
PIZZAS POZZO’S. Me pregunto angelito —oigo que dice una de las
cómo será una casa de pizza, ¿no se señoras.
derrumba? En realidad no son llaves ¿Cómo ha visto mis diez fotos?
de ningún sitio, pero tintinean, y me Y además, es que no me parezco en
las he ganado después de nada a un ángel, porque los ángeles

207
Emma Donoghue La habitación

son enormes y tienen alas. en la boca para chuparla un ratito.


—¿Hablas de aquellas No sabe a Mamá.
secuencias borrosas a la puerta de la
comisaría? —pregunta la Abuela.
—No, a los primeros planos, de La Abuela ha encontrado una
cuando le hicieron la entrevista a... caja grande de LEGO en el sótano,
—A mi hija, sí. Pero ¿primeros era de Paul y de Mamá.
planos de Jack? —por la voz, parece —¿Qué te gustaría construir? —
furiosa. me pregunta—. ¿Una casa? ¿Un
—Ay, cariño, están colgados en rascacielos? ¿Un pueblo, quizá?
Internet —dice otra voz. —A lo mejor le apetece apuntar
Entonces se ponen a hablar un poco más bajo —dice el Astro
muchas a la vez. detrás del periódico.
—¿No lo sabías? Hay tantas piezas chiquititas de
—Hoy en día todo se filtra. todos los colores que parece una
—El mundo es como una gran sopa.
ostra. —Bueno —dice la Abuela—,
—Terrible. desmelénate. Yo tengo mucha
—Se ven cosas tan horribles plancha.
todos los días en las noticias, que a Miro el LEGO pero no lo toco,
veces me dan ganas de quedarme en me da miedo romperlo.
la cama con las cortinas echadas. Al cabo de un minuto el Astro
—Todavía me cuesta creerlo — deja caer el periódico.
dice la voz grave—. Recuerdo —Llevo demasiado tiempo sin
haberle dicho a Bill hace siete años: hacer esto —empieza a coger piezas
«¿Cómo ha podido pasarle esto a al tuntún, y las aprieta hasta que
una chica que nosotros encajan unas con otras.
conocemos?». —¿Y por qué?
—Todos pensábamos que —Buena pregunta, Jack.
estaba muerta. Claro que nunca —¿Jugabas al LEGO con tus
quisimos decirlo... hijos?
—Y tú tenías tanta fe. —Yo no tengo hijos.
—Quién iba a imaginarlo. —¿Y eso?
—¿Alguien quiere más té? —ésa El Astro se encoge de hombros.
es la Abuela. —Mira, sencillamente nunca se
—Bueno, no sé. Una vez pasé dio.
una semana en un monasterio, en Observo sus manos, llenas de
Escocia —dice otra voz—, y había bultos pero mañosas.
una paz increíble. —¿Existe una palabra para los
Me he terminado los pastelitos, adultos que no son padres?
menos el de coco. Dejo el plato en el Se echa a reír.
escalón y subo al dormitorio a ver —No sé, ¿gente con otras cosas
mis tesoros. Me meto la Muela Mala que hacer?

208
Emma Donoghue La habitación

—¿Cosas como cuáles? No hay problema. Empecemos de


—Sus trabajos, supongo. Los nuevo.
amigos. Viajes. Aficiones.
—¿Qué son las aficiones?
—Formas de pasar el fin de La Abuela dice que huelo mal.
semana. Yo, por ejemplo, —Me lavo con el trapo.
coleccionaba monedas antiguas de —Ya, pero la suciedad se
todo el mundo y las guardaba en esconde en los pliegues. Así que voy
estuches de terciopelo. a preparar un baño y tú vas a hacer
—¿Por qué? una inmersión.
Se ríe otra vez. Deja correr el agua caliente
—Bueno, eran más fáciles que hasta muy arriba y echa gel de
los niños, y no había que cambiar burbujas para que salgan montes
pañales. brillantes. El verde de la bañera casi
Me da risa eso que ha dicho. desaparece, pero sé que todavía está
Me enseña sus piecitas de ahí.
LEGO, que por arte de magia se han —Fuera ropa, corazón —se
convertido en un coche. Tiene una, queda de pie con los brazos en
dos, tres, cuatro ruedas que giran, y jarras—. ¿No quieres que te vea?
techo y conductor y todo. ¿Preferirías que me quedara fuera?
—¿Cómo lo has hecho? —¡No!
—Pieza a pieza. Vamos, ahora —¿Qué pasa? —espera—.
coge tú una —me dice. ¿Crees que sin Mamá en la bañera
—¿Cuál? vas a ahogarte o algo así?
—Cualquiera. No sabía que la gente pudiera
Elijo un cuadrado grande rojo. ahogarse en una bañera.
El Astro me da una piecita —Me quedaré aquí sentada
pequeña con una rueda. todo el rato —dice dando unas
—Encájale ésta. palmaditas en la tapa del váter.
Coloco la parte que sobresale Digo que no con la cabeza.
debajo del agujero de la otra parte —Ven a la bañera tú también.
que sobresale y aprieto fuerte. —¿Yo? Jack, me ducho todas las
Me da otra pieza con rueda y la mañanas. ¿Y si me quedo aquí
encajo también. sentada en el borde de la bañera,
—Qué moto tan chula. ¡Brum! así?
Hace un ruido tan fuerte que se —Dentro.
me cae el LEGO al suelo y se le sale La Abuela me mira. Luego
una rueda. gruñe.
—Perdona. —De acuerdo. Si hay que llegar
—No te disculpes. Deja que te a estos extremos, y sólo por esta
enseñe algo —pone su coche en el vez... Pero me pondré el bañador de
suelo y lo pisa: crec. Se deshace en natación.
piezas—. ¿Ves? —dice el Astro—. —Yo no sé nadar.

209
Emma Donoghue La habitación

—No, no vamos a nadar de y


verdad, es sólo... —dice— que sean como
prefiero no estar desnuda, si a ti no al
te molesta. principio.
—¿Te da miedo?
—No —dice—, sólo que... lo Mis dedos son submarinistas.
prefiero, si no te importa. La pastilla de jabón se cae al agua y
—Y yo ¿puedo estar desnudo? juego a que es un tiburón. La
—Claro, tú eres un niño. Abuela entra con una especie de
En la Habitación a veces íbamos funda con muchos tirantes que
desnudos y a veces vestidos, nos parecen las bragas y la camiseta
daba lo mismo. unidas con cuentas, y también lleva
—Jack, ¿podemos darnos ese una bolsa de plástico en la cabeza
baño antes de que el agua se enfríe? que dice que se llama gorro de
No está ni pizca de fría, aún ducha, aunque nosotros vamos a
sube el vapor flotando. Empiezo a bañarnos. No me río de ella, sólo un
quitarme la ropa. La Abuela dice poco por dentro.
que vuelve en un segundo. Cuando se mete en la bañera, el
Las estatuas pueden ir agua sube, y cuando me meto yo
desnudas aunque sean personas llega casi al borde. Ella se apoya en
adultas, o a lo mejor es que tienen la pared lisa; Mamá se sentaba
que ir así. El Astro dice que es siempre en la pared del grifo. Voy
porque intentan parecer estatuas con cuidado para no tocar las
antiguas, que siempre iban piernas de la Abuela con mis
desnudas porque los romanos piernas. Me doy un coscorrón con
pensaban que los cuerpos son la un grifo.
cosa más bella del mundo. Me —Cuidado.
apoyo en la bañera, pero la parte ¿Por qué las personas dicen eso
dura de fuera me da frío en la sólo cuando ya te has hecho daño?
barriga. Me acuerdo de ese trocito La Abuela no se acuerda de
que sale en Alicia: juegos de bañera más que de «Row
Row Row Your Boat»; cuando
Si intentamos remar juntos salpicamos
ella o yo todo el suelo.
tal vez nos Tampoco tiene ningún juguete.
vemos Juego a que el cepillo de las uñas es
mezcl un submarino que barre el fondo del
ados en mar y encuentra la pastilla de jabón,
este lío, que es una medusa pegajosa.
él Cuando nos secamos, me rasco
espera que la nariz y un poquito se me queda
tú los pegado en la uña. En el espejo veo
libres que tengo toda la piel llena de

210
Emma Donoghue La habitación

circulitos, se me están pelando como


escamas. En la parte de arriba del
El Astro entra a buscar sus periódico pone SÁBADO 17 DE
zapatillas. ABRIL, y eso significa que llevo una
—Huy, esto me encantaba... — semana entera en la casa de la
me toca el hombro y de repente me Abuela y el Astro. Antes de eso
arranca una tira fina y blanca, había estado una semana en la
aunque no he sentido nada—. Me clínica, y si las sumo hace ya dos
chifla. semanas que estoy en el mundo. No
—Vamos, basta ya —dice la dejo de repasar las cuentas porque
Abuela. parece que hiciera ya un millón de
Froto la tira blanquecina y se años, y Mamá sigue sin venir a
hace un rollito, una bolita reseca de buscarme.
mi cuerpo. La Abuela dice que tenemos
—Otra vez —digo. que salir de casa. Nadie me
—Espera, deja que te encuentre reconocerá ahora que llevo el pelo
una tira larga en la espalda... corto y se me hacen ricitos. Me dice
—¡Hombres! —dice la Abuela que me quite las gafas, porque los
con una mueca. ojos tienen que acostumbrarse al
aire libre a partir de ahora, y
además, las gafas sólo sirven para
Esta mañana no hay nadie en la llamar la atención.
cocina. Saco las tijeras del cajón y Cruzamos un montón de calles
me corto la coleta, ras. cogidos de la mano y sin dejar que
La Abuela entra y se queda los coches nos aplasten. No me
mirándome. gusta ir de la mano, pero imagino
—Bueno, pues si me dejas te lo que la Abuela va de la mano con
arreglo un poco —dice—, y después otro niño. Entonces a la Abuela se le
puedes ir a buscar la escoba y el ocurre una buena idea: si quiero,
recogedor. Tenemos que guardar un puedo agarrarme a la cadena de su
mechón, porque es tu primer corte bolso.
de pelo. En el mundo hay miles de cosas
La mayor parte acaba en la de la misma clase, pero todas
basura, pero la Abuela coge tres cuestan dinero, incluso las que son
trozos largos y hace con ellos una para tirar, como cuando el hombre
trenza, que va a ser una pulsera que va delante de nosotros en la cola
para mí, atada con un hilo verde en de la tienda se compra algo que va
la punta. en una caja y la tira a la basura
Me dice que vaya a mirarme al enseguida. Las cartulinas pequeñas
espejo, pero primero me aseguro de llenas de números se llaman lotería,
que mis músculos siguen en su sitio. y la compran los tontos que esperan
La forzudez no se me ha ido. hacerse millonarios por arte de
magia.

211
Emma Donoghue La habitación

En la oficina de correos Caminamos hasta el parque


compramos sellos para mandarle a para dar de comer a los patos con
Mamá una foto que hice de mí y Deana y Bronwyn. Bronwyn tira
Dora en un cohete espacial. todos sus panes al agua a la vez, y
Entramos en un rascacielos que también la bolsa de plástico, y la
es la oficina de Paul. Nos dice que Abuela tiene que sacarla con un
está liadísimo pero me fotocopia las palo. Bronwyn quiere mis panes, y
manos y me compra una barrita de la Abuela dice que debo darle la
golosina de una máquina mitad porque ella es pequeñita.
expendedora. Al bajar en el ascensor Deana dice que lamenta lo de los
apretando los botones, juego a que dinosaurios, que seguro que iremos
estoy dentro de una de esas al Museo de Historia Natural uno
máquinas. de estos días.
Entramos en una pequeña parte Hay una tienda en la que desde
del gobierno para que la Abuela se fuera sólo se ven zapatos. La Abuela
haga una nueva tarjeta de la me deja probarme un par de unos
Seguridad Social porque ha perdido de colores vivos que parecen de
la antigua y estamos siglos esponja con agujeros por todas
esperando. Después me lleva a una partes. Elijo unos amarillos. No
cafetería donde no hay judías llevan cordones ni Velcro ni nada, se
verdes, y me pido una galleta que es mete el pie y ya está. Pesan tan poco
más grande que mi cara. que es como si no los llevara
Hay un bebé tomando lechita, puestos. Entramos y la Abuela paga
eso nunca lo había visto. los zapatos con un papel de cinco
—A mí me gusta la izquierda — dólares, que es lo mismo que veinte
le digo señalando—. ¿A ti también de veinticinco centavos, y le digo
te gusta más la izquierda? —creo que me encantan.
que el bebé no me está escuchando. Al salir hay una mujer sentada
La Abuela me aparta de allí. en el suelo con el gorro en la mano.
—Disculpa. La Abuela me da dos monedas de
La mujer se tapa con un veinticinco centavos y señala el
pañuelo, así que ya no veo la cara gorro.
del bebé. Meto una dentro y echo a correr
—Esa señora quería estar sola detrás de la Abuela.
—susurra la Abuela. —¿Qué tienes en la mano? —me
No sabía que las personas pregunta cuando me está poniendo
pudieran estar solas fuera, en el el cinturón de seguridad.
mundo. Le enseño la segunda moneda.
Entramos en una lavandería, —Es de Nebraska, la voy a
sólo para mirar. Quiero meterme en guardar con mis tesoros.
una máquina que da muchas Chasquea la lengua y la coge.
vueltas, pero la Abuela dice que me —Deberías habérsela dado a la
moriría. señora de la calle, como te he dicho.

212
Emma Donoghue La habitación

—Vale, se la... corriendo hasta el siguiente.


—Ahora ya es tarde. Veo niños por todas partes y los
Pone el coche en marcha. Nada miro. A la mayoría de los adultos no
más veo la parte de atrás de su pelo. parecen gustarles mucho, ni siquiera
—¿Por qué es una señora de la a los padres. Les dicen cosas como
calle? «preciosa» o «qué guapo», hacen a
—Pues porque ahí es donde los niños repetir lo que acaban de
vive, en la calle. No tiene ni cama hacer para sacarles una foto, pero en
donde dormir. realidad no quieren jugar con ellos.
Ahora siento no haberle dado la Prefieren tomar café mientras
segunda moneda de veinticinco hablan con otros adultos. A veces
centavos. hay un crío pequeño llorando y la
La Abuela dice que a eso se le madre ni lo oye.
llama tener conciencia. En la biblioteca viven millones
En el escaparate de una tienda de libros que podemos llevarnos sin
veo unos cuadrados que son pagar ningunos dineros. Del techo
planchas de corcho como las que cuelgan insectos gigantes, pero de
había en la Habitación, y la Abuela papel, no de verdad. La Abuela
me deja entrar a acariciar una y busca Alicia debajo de la C y ahí
olerla, pero no me la compra. está: aunque la forma del libro está
Vamos a un túnel de lavado de equivocada, aparecen las mismas
coches. Los cepillos pasan palabras y los mismos dibujos, qué
susurrando a nuestro alrededor, raro. Le enseño a la Abuela el dibujo
pero el agua no entra porque las que me da más miedo, donde sale la
ventanillas están bien cerradas. Es Duquesa. Nos sentamos en el banco
superdivertido. porque va a leerme El flautista de
Veo que en el mundo las Hamelín. No sabía que además de un
personas van siempre con prisas y cuento fuera un libro. Mi parte
no tienen tiempo de nada. Incluso la favorita es cuando los padres oyen
Abuela lo dice a menudo, aunque las risas dentro de la roca. Gritan
ella y el Astro no tienen que ir a para que los niños vuelvan, pero los
trabajar, así que no sé cómo se las niños están en un país maravilloso.
arregla la gente con trabajo para Creo que puede ser el Cielo. La
trabajar y luego hacer todo lo montaña no se abre nunca más para
demás. En la Habitación, a Mamá y dejar entrar a los padres.
a mí nos daba tiempo a todo. Hay un niño grande jugando a
Supongo que al extender el tiempo Harry Potter en el ordenador. La
por todo el mundo, por las calles, las Abuela me dice que no me quede
casas, los parques y las tiendas, ahí de pie tan cerca, no es mi turno.
queda untado en una capa muy fina, Encima de una mesa hay un
como de mantequilla, y por eso al mundo en pequeño con vías de tren
final hay sólo un poquito en cada y edificios, y un niño está jugando
lugar y todo el mundo tiene que ir con un camión verde. Me subo y

213
Emma Donoghue La habitación

cojo una máquina roja. La acerco al camino al coche blanco—, no se


camión del niño un poquito, y el abraza a los desconocidos. Ni
niño se ríe. Lo hago más rápido y el siquiera a los que nos caen
camión se cae del camino, y el niño simpáticos.
se ríe más. —¿Por qué no?
—Así me gusta, Walker, a —Pues porque eso no se hace.
compartir —habla un hombre desde Los abrazos se guardan para las
un sillón mientras mira una cosa personas a las que queremos.
que se parece a la BlackBerry del Tío —Yo quiero a ese niño Walker.
Paul. —Jack, si no lo habías visto en
Creo que Walker debe de ser el tu vida.
niño.
—Otra vez —me pide.
Esta vez pongo en equilibrio mi Esta mañana me unté un poco
máquina encima del camioncito, y de sirope en una tortita. La verdad
luego cojo un autobús naranja y lo es que las dos cosas juntas están
choco contra los dos. ricas.
—Despacito —dice la Abuela, La Abuela me dibuja tumbado
pero Walker se pone a dar saltos y en el suelo. Dice que no pasa nada
me pide que lo haga otra vez. por pintar en la tarima del patio,
Otro hombre entra y le da un porque la próxima vez que llueva se
beso al primero y luego otro a limpiará la tiza. Miro las nubes: si
Walker. empiezan a llover correré adentro
—Dile adiós a tu amigo —le con mi velocidad supersónica antes
dicen. de que me caiga una sola gota.
¿Se refiere a mí? —A mí no me pintes —le digo.
—Adiós —Walker mueve la —Anda, no seas tan
mano como si aleteara. tiquismiquis.
Creo que voy a darle un abrazo. Me ayuda a levantarme y a
Voy demasiado rápido y lo tiro al ponerme de pie, y veo en el suelo la
suelo, y el niño se golpea con la silueta de un niño: soy yo. Tengo
mesa del tren y se echa a llorar. una cabeza enorme, sin cara, sin
—Cuánto lo siento —repite la tripas, y manos como si llevara
Abuela—. Mi nieto no sabe..., está guantes muy gruesos.
aprendiendo los límites... —Un paquete para ti, Jack —me
—No ha sido nada —dice el grita el Astro. ¿Qué quiere decir?
primer hombre. Se marchan luego Cuando entro en la casa está
con el chiquitín columpiándose cortando una caja grande. Saca algo
entre los dos a la de una, a la de dos inmenso.
y a la de tres, ¡yupi! Ya ha dejado de —Bueno, para empezar esto
llorar. La Abuela los mira, parece puede irse a la basura.
confundida. La Abuela lo desenrolla.
—Recuerda —me dice de —¡La Alfombra! —digo dándole

214
Emma Donoghue La habitación

un abrazo enorme—. Es nuestra leer lo mismo en el mismo


Alfombra, de Mamá y mía. momento. Me mareo de pensarlo.
—Como quieras —dice el Astro Dylan el Nuevo dice: «Hola, Dylan,
poniendo las manos en alto. encantado de conocerte».
La cara de la Abuela se tuerce. —Yo soy el Dylan de Jack —
—A lo mejor si la sacas fuera y dice Dylan el Viejo.
le das una buena sacudida, Leo... —Yo también soy de Jack —dice
—¡No! —grito. el Nuevo.
—Bueno, usaré la aspiradora, —Sí, pero en realidad yo lo fui
pero no quiero ni pensar lo que hay primero.
aquí... —frota la Alfombra entre los Entonces el Viejo y el Nuevo se
dedos. dan porrazos el uno al otro con los
Tengo que guardar la Alfombra cantos, hasta que una página del
encima de mi hinchable en el Nuevo se rasga y entonces paro,
dormitorio, no puedo ir porque he roto un libro y Mamá se
arrastrándola por toda la casa. Así va a enfadar. Ahora no está aquí
que me siento y me tapo la cabeza para enfadarse, ni siquiera lo sabe.
con ella como si fuera una tienda de Me echo a llorar, guardo los libros
campaña. El olor es justo como lo en mi mochila de Dora y cierro la
recordaba, y el tacto. Debajo he cremallera para no mojarlos de
guardado también otras cosas que lágrimas. Los dos Dylan se
ha traído la policía. Los besos más acurrucan juntos dentro y piden
grandes se los doy al Jeep y al perdón.
Mando, y también a la Cuchara Encuentro la Muela Mala
Derretida. Me gustaría que el debajo del hinchable y la chupo
Mando no estuviera roto para que el hasta que la siento como si fuera
Jeep funcionara. La Pelota Palabrera una de las mías.
está más aplastada de lo que la En las ventanas se oyen unos
recordaba, y el Globo Rojo casi ni ruidos raros: son las gotas de lluvia.
existe. Han traído la Nave Espacial, Me acerco, porque si hay un cristal
aunque le falta el cohete propulsor y en medio no me da tanto miedo.
no tiene muy buen aspecto. De la Apoyo la nariz en el cristal
Fortaleza y del Laberinto nada de empañado por la lluvia, y las gotas
nada; a lo mejor eran demasiado se funden unas con otras y se
grandes para caber en las cajas. He convierten en ríos largos que caen,
recuperado mis cinco libros, el de caen, caen por la ventana.
Dylan también. Saco el otro Dylan, el
que cogí en el centro comercial
porque pensaba que era mío, pero el La Abuela, el Astro y yo nos
nuevo es mucho más brillante. La montamos los tres juntos en el coche
Abuela dice que en el mundo hay blanco para hacer un viaje sorpresa.
miles de ejemplares de cada libro, —Pero ¿cómo sabes por qué
para que miles de personas puedan camino hay que ir? —le pregunto a

215
Emma Donoghue La habitación

la Abuela, que va conduciendo. piedrecitas minúsculas en los ojos.


Me guiña el ojo por el La Abuela despliega una gran
retrovisor. alfombra de flores. Se va a llenar
—Sólo para ti es una sorpresa. toda de arena, pero la Abuela dice
Por la ventana voy mirando que no pasa nada, que es una manta
cosas nuevas. Una chica va en una de picnic.
silla de ruedas con la cabeza echada —¿Dónde está el picnic?
hacia atrás entre dos almohadillas. —En esta época del año todavía
Un perro huele el culo de otro perro, es un poco pronto para eso.
qué gracioso. Hay una caja de metal El Astro dice que por qué no
para echar el correo. Una bolsa de nos acercamos al agua.
plástico va volando por el aire. Me ha entrado arena en los
Creo que me he dormido un zapatos, y uno se me sale.
poco, aunque no estoy seguro. —Buena idea —dice el Astro. Se
Nos hemos parado en un quita los zapatos y mete los
aparcamiento que tiene una especie calcetines dentro. Luego los lleva
de polvo encima de las rayas del colgando de los cordones.
suelo. Yo también me quito los
—¿Adivinas? —pregunta el calcetines y los guardo dentro de los
Astro señalándolo. zapatos. La arena está muy húmeda,
—¿Azúcar? la siento rara en los pies, hay cositas
—No, arena —dice—. ¿Caliente, que pinchan. Mamá no me contó
caliente? nunca que la playa fuera así.
—No, tengo frío. —Vamos —dice el Astro, y echa
—Quiere decir que si tienes idea a correr hacia el mar.
de dónde estamos. Un lugar adonde Me quedo atrás, lejos, porque
tu abuelo y yo traíamos a tu mamá y hay unas cosas enormes que crecen,
a Paul cuando eran pequeños, ¿se te les sale una cresta blanca en lo alto,
ocurre qué puede ser? rugen y se estrellan. El mar no deja
Miro a lo lejos. de bramar y es demasiado grande,
—¿Montañas? no deberíamos estar aquí.
—Dunas. Y en medio de Vuelvo a la manta de picnic con
aquellas dos, ¿ves aquello azul? la Abuela, que mueve los pies
—El Cielo. descalzos, llenos de arrugas.
—Sí, pero más abajo. De un azul Intentamos construir un castillo
más oscuro. de arena, pero la arena no es del
Hasta con gafas de sol me tamaño apropiado y se derrumba
duelen los ojos. todo el rato.
—¡El mar! —dice la Abuela. El Astro vuelve con los
Voy tras ellos por el sendero de pantalones remangados y
madera, con el cubo en la mano. No chorreando.
es como lo había imaginado, el —¿Qué, no te apetecía
viento no deja de meterme chapotear?

216
Emma Donoghue La habitación

—Hay caca en todas partes. necesitara.


—¿Dónde? A lo mejor se lo comió un
—En el mar. Nuestras cacas pájaro. O un león. Me guardo la
bajan por las tuberías hasta el mar, concha en el bolsillo, y también una
yo no quiero meter los pies ahí. de color rosa, una negra, y una larga
El Astro se echa a reír. afilada que se llama navaja. Me
—Tu madre no sabe mucho de dejan llevármelas a casa porque el
fontanería, ¿verdad? que se fue a Sevilla perdió su silla.
Me dan ganas de darle un Comemos en un área de
puñetazo. servicio, que son sitios donde se
—Mamá lo sabe todo. puede comer a cualquier hora. Yo
—Hay una especie de fábrica pido un bocata caliente de lechuga y
muy grande en la que desembocan tomate con trozos de beicon
las tuberías de todos los váteres —se escondidos dentro.
ha sentado en la manta, con los pies Volviendo a casa en el coche
rebozados de arena—. Allí los tipos veo el parque, pero lo han movido,
sacan toda la caca y lavan bien cada porque los columpios están al otro
gota de agua hasta que la hacen lado.
buena para beber. Entonces la —Jack, es que éste es otro —
devuelven a las tuberías, y vuelve a dice la Abuela—. En todos los
salir por nuestros grifos. pueblos hay parques.
—¿Y cuándo va al mar? Muchas cosas en el mundo
Sacude la cabeza. parecen repetidas.
—Creo que el mar es sólo agua
de lluvia y sal.
—¿Alguna vez has probado una —Noreen me ha dicho que te
lágrima? —pregunta la Abuela. has cortado el pelo —la voz de
—Sí. Mamá suena chiquitita por teléfono.
—Bueno, pues el mar es lo —Sí, pero no he perdido mi
mismo. forzudez —estoy sentado con el
Aunque tampoco tengo ganas teléfono debajo de la Alfombra,
de meter los pies si está hecho de completamente a oscuras, para
lágrimas, voy otra vez cerca del imaginar que Mamá está conmigo, a
agua a buscar tesoros con el Astro. mi lado—. Ahora me baño yo solo
Encontramos una concha blanca que —le cuento—. He estado en los
parece un caracol. Meto el dedo en columpios y he aprendido el dinero
forma de gancho por el agujero, y el fuego y las personas de la calle,
pero el bichito se ha ido. y tengo dos Dylan la Excavadora, y
—Guárdatela —dice el Astro. conciencia, y zapatos de esponja.
—¿Y si vuelve a casa más tarde? —Caramba.
—Bueno —dice el Astro—, no —Ah, y he visto el mar. Dentro
creo que hubiera dejado la concha no hay caca, me estabas engañando.
en cualquier parte si aún la —Hacías tantas preguntas... —

217
Emma Donoghue La habitación

dice Mamá—. Y yo no tenía todas multitud...


las respuestas, así que algunas me —Aturdidos por la sobrecarga
las tenía que inventar. sensorial de la modernidad —dice el
Oigo su respiración llorosa. primero.
—Mamá, ¿no puedes venir a —Posmodernidad, más bien.
buscarme esta noche? También hay una mujer.
—Todavía no. —Sin embargo, en mi opinión,
—¿Por qué no? en un plano simbólico Jack es el
—Aún me están ajustando la sacrificio del niño —dice ahora—
dosis de la medicación, intentando que subyace en los cimientos
entender qué es lo que me hace mismos a fin de aplacar a los
falta. espíritus.
Yo soy lo que le hace falta, ¿es ¿Qué?
que no puede entender eso ella sola? —Yo habría creído que el
arquetipo más relevante en este caso
era Perseo: nacido de una virgen
Quiero comerme mi pad thai con cautiva, abandonado a la deriva en
la Cuchara Derretida, pero la una caja de madera, la víctima que
Abuela dice que es antihigiénico. vuelve convertida en héroe —dice
Luego, cuando estoy en la sala uno de los hombres.
de estar zapeando, que quiere decir —No olvidemos la célebre
pasando todos los planetas a toda afirmación de Kaspar Hauser,
pastilla, de pronto oigo mi nombre. cuando aseguró haber sido feliz en
No de verdad, sino en la Tele. su mazmorra, aunque tal vez en
—... tenemos que escuchar a realidad quiso decir que la sociedad
Jack. alemana del siglo XIX era tan sólo
—Todos somos Jack, en cierto una mazmorra mayor.
sentido —dice otro hombre. Están —Por lo menos Jack tenía la
sentados alrededor de una mesa televisión.
grande. Otro hombre se ríe.
—Desde luego —dice otro. —La cultura como una sombra
¿Ellos también se llaman Jack, proyectada en el muro de la caverna
serán algunos del millón? de Platón.
—El niño interior, La Abuela entra y la apaga
orwellianamente atrapados en inmediatamente, frunciendo el ceño.
nuestra particular habitación 101 — —Era sobre mí —le digo.
dice otro de los hombres, —Esos tipos pasaron
asintiendo. demasiado tiempo en la
Creo que yo no he estado nunca universidad.
en esa habitación. —Mamá dice que yo tengo que
—Pero entonces se da la ir a la universidad.
perversidad de que, una vez La Abuela pone los ojos en
liberados, nos hallamos solos en la blanco.

218
Emma Donoghue La habitación

—Todo a su debido tiempo. intentó irse al Cielo antes de tiempo


Ahora el traje de noche y los —la mujer me mira con los ojos muy
dientes. abiertos—. Yo soy un bonsái.
Me lee El conejito andarín, pero —¿Que eres qué?
esta noche no me gusta. No dejo de —Estábamos encerrados en un
pensar qué pasaría si fuera la mamá cobertizo, y ahora somos estrellas de
conejo quien huyera y se escondiera, rap.
y el bebé conejo nunca pudiera —Dios m..., ¡eres ese chico! El
encontrarla. de... Lorana —grita—, ven un
momento. No te lo vas a creer. Es el
niño que sale por la tele, Jack, el del
La Abuela va a comprarme una cobertizo.
pelota de fútbol, qué guay. Me Se acerca otra persona y niega
acerco a mirar a un hombre de con la cabeza.
plástico que lleva un traje negro de —El del cobertizo era más
goma y zapatillas, y entonces veo un pequeño y tenía el pelo largo
montón de maletas de todos los recogido en una coleta. Además, iba
colores: rosa, verde, azul... Más allá así como encorvado.
hay una escalera mecánica. Me subo —Que es él —dice—, te juro
sólo un segundo pero no puedo que es él.
volver atrás, me arrastra rapidísimo —Nanay —dice la otra.
hacia abajo, hacia abajo, y es una —De la China —digo.
sensación chulísima y de miedo a la Ella se echa a reír, no para.
vez. Miedichula, es un sándwich de —Esto es surrealista. ¿Me das
palabras que a Mamá le gustaría, un autógrafo?
seguro. Al final tengo que bajarme —Lorana, cómo va a saber
de un salto, pero no sé cómo volver escribir su nombre...
arriba con la Abuela. Me cuento los —Sí que sé —digo—, puedo
dientes cinco veces, una vez me escribir cualquier cosa.
salen diecinueve en vez de veinte. —Eres lo máximo —me dice—.
Por todas partes hay carteles que ¿Verdad que es lo máximo? —le
dicen lo mismo: SÓLO FALTAN dice a la otra.
TRES SEMANAS PARA EL DÍA DE El único papel que tienen es el
LA MADRE, ¿NO SE MERECE de las etiquetas viejas de la ropa, y
ELLA LO MEJOR? Miro los platos, me pongo a escribir JACK en un
las cocinas, las sillas, y entonces me montón porque las mujeres se las
siento cansado y me tumbo en una quieren regalar a sus amigas, hasta
cama. que de pronto la Abuela viene
Una mujer dice que no está corriendo con una pelota debajo del
permitido sentarse ahí. brazo. Nunca la he visto así de
—¿Dónde está tu mamá, enfadada. Les grita a las mujeres
jovencito? que vaya manera de ayudar a un
—Está en la clínica porque niño extraviado, rompe en trocitos

219
Emma Donoghue La habitación

los autógrafos que he hecho. Tira de del aparcamiento tan rápido que las
mí de la mano. Cuando salimos ruedas rechinan. En el coche cada
corriendo de la tienda, la puerta vez me siento más enfadado, estoy
empieza a aullar y la Abuela tira la rabioso.
pelota de fútbol en la moqueta. Cuando llegamos a la casa
En el coche ni me mira por el guardo todas mis cosas en la
espejo. mochila de Dora, menos los zapatos,
—¿Por qué has tirado mi que no caben y los tiro a la basura.
pelota? —le pregunto. Luego enrollo la Alfombra y la bajo
—Se ha disparado la alarma — a rastras por las escaleras.
dice la Abuela—, porque no la había La Abuela entra en el recibidor.
pagado. —¿Te has lavado las manos?
—¿Estabas robando? —Vuelvo a la clínica —le grito
—No, Jack —grita—, iba dando —, y no puedes impedírmelo
vueltas como una loca buscándote porque eres..., eres una desconocida.
—luego, más calmada, dice—: —Jack —me dice—, pon esa
Podría haber pasado cualquier cosa. alfombra apestosa donde estaba.
—¿Como un terremoto, por —Tú sí que eres apestosa —le
ejemplo? contesto con un rugido.
La Abuela me mira muy seria Se aprieta el pecho.
por el espejito. —Leo —dice hablando por
—Te podría haber raptado un encima del hombro—, te juro que ya
desconocido, Jack, de eso estoy he hecho todo lo que...
hablando. El Astro sube las escaleras y me
Un desconocido no es un levanta en vilo.
amigo; pero las mujeres eran amigas La Alfombra se me cae al suelo.
que acababa de conocer. El Astro quita de en medio mi
—¿Por qué? mochila de Dora de una patada. Me
—Pues porque podría querer a lleva en brazos, yo grito y le doy
un niño para quedárselo, golpes porque está permitido, es un
¿entiendes? caso especial, incluso podría
No suena muy bonito. matarlo. Lo mato una vez, y otra...
—O incluso hacerte daño. —Leo —gimotea la Abuela
—¿Te refieres a él? —al Viejo desde abajo—, Leo...
Nick; no puedo decir su nombre. ¡Diantre! Va a hacerme pedazos,
—No, él no puede salir de la va a envolverme en la Alfombra y a
cárcel, pero a alguien como él —dice enterrarme mientras los gusanos
la Abuela. rastreros reptan por el suelo...
No sabía que en el mundo El Astro me tira encima del
hubiera alguien como él. hinchable, pero no me hago daño.
—¿Puedes volver ahora a Se sienta en el borde, y el
recoger mi pelota? —le pregunto. colchón se levanta igual que una ola.
Pone el motor en marcha y sale Aún estoy llorando y temblando, y

220
Emma Donoghue La habitación

lleno la sábana de mocos. Cuando estamos cansados nos


Dejo de llorar. A tientas, busco tumbamos en la hamaca. La Abuela
la Muela Mala debajo del colchón, también.
me la meto en la boca y la chupo —Solía sentarme así con tu
con todas mis fuerzas. Ya no tiene mamá cuando ella era una cría.
sabor a nada. —¿Le dabas?
La mano del Astro está encima —Si le daba ¿qué?
de la sábana, justo a mi lado. Tiene —Lechita.
pelos en los dedos. La Abuela niega con la cabeza.
Sus ojos están esperando a que —Me cogía los dedos y me los
los míos lo miren. retorcía mientras se tomaba el
—Bueno, ¿amigos? ¿Agua biberón.
pasada? —¿Dónde está su mamá de la
Muevo la Muela Mala hacia la barriga?
encía. —La ma... Ah, así que te ha
—¿Qué? hablado de eso... Me temo que no
—¿Quieres que veamos el tengo ni idea.
partido en el sofá con un trozo de —¿Luego tuvo otro bebé?
tarta? Al principio la Abuela no
—Vale. contesta.
—Es una idea bonita —dice al
final.
Recojo las ramas caídas de los
árboles, incluso algunas enormes
que pesan mucho. La Abuela y yo Estoy pintando en la mesa de la
las atamos en haces con una cuerda cocina con el delantal viejo de la
para que se las lleve el municipio. Abuela, el que tiene un cocodrilo y
—¿Y cómo se las lleva el debajo pone COMÍ CAIMÁN EN EL
municipio? CANAL. No hago dibujos de
—Los trabajadores del verdad, sólo manchas, rayas y
municipio, me refiero, la gente a espirales. Utilizo todos los colores, e
quien corresponde ese trabajo. incluso los mezclo en pequeños
Cuando sea mayor, mi trabajo charquitos. Me gusta mojar un trozo
consistirá en hacer de gigante. No y luego doblar el papel, como la
de los comilones, sino de los que Abuela me enseñó, y cuando vuelvo
salvan a los niños que están a punto a abrirlo hay una mariposa.
de caerse al mar, por ejemplo, y los Mamá está en la ventana.
ponen de nuevo en tierra. El color rojo se vierte. Intento
—Alerta, diente de león —grito. limpiarlo, pero se me ha caído en el
Y entonces la Abuela lo arranca con pie y por el suelo. La cara de Mamá
su palita para que pueda crecer el ya no está, voy corriendo a la
césped, porque no hay sitio para ventana, pero ha desaparecido.
todo. ¿Habrán sido imaginaciones mías?

221
Emma Donoghue La habitación

He untado de rojo la ventana, el inflable en nuestra habitación, pero


fregadero y la encimera. puedo prepararte una cama en el
—¿Abuela? —grito—. ¿Abuela? sofá...
De pronto Mamá aparece justo —En realidad, será mejor que
detrás de mí. vayamos tirando.
Corro hasta llegar muy cerca de La Abuela se queda inmóvil
ella. Va a abrazarme, pero le digo: unos momentos.
—No, que estoy pintoso. —Al menos os quedaréis a
Se echa a reír, me desata el cenar algo, ¿o no?
delantal y lo deja encima de la mesa. —Claro —dice Mamá.
Me aprieta con fuerza todo el El Astro prepara costillas de
cuerpo, aunque los brazos y los pies cerdo con risotto. Los trozos con
los mantengo apartados. hueso no me gustan, pero me como
—No te hubiera reconocido — todo el arroz y rebaño la salsa con el
me dice soplándome las palabras en tenedor. El Astro me quita un poco
el pelo. de carne del plato.
—¿Por qué? —Swiper, no robes.
—No sé, supongo que por el —¡Jolín! —gruñe él.
corte de pelo. La Abuela me enseña un libro
—Mira, tengo un mechón largo que pesa mucho donde salen unos
en una pulsera, pero no para de niños que eran Mamá y Paul de
engancharse por todas partes. pequeños. Quiero creer a la Abuela
—¿Me lo regalas? con todas mis fuerzas. De repente
—Claro. veo una foto de la niña en una
La pulsera se mancha un poco playa, la misma a la que me llevaron
de pintura al sacármela por la la Abuela y el Astro, con la misma
muñeca. Mamá se la pone. La veo cara de Mamá. Se la enseño.
diferente, pero no sé en qué. —Sí, soy yo —dice. Al pasar la
—Perdona, te he dejado rojo en página hay una de Paul saludando
el brazo. con la mano desde la ventana de un
—No te preocupes, se quita con plátano gigante, que en realidad es
agua —dice la Abuela entrando a la una estatua. También hay una
cocina. donde salen los dos juntos
—¿No le habías dicho que comiendo helados de cucurucho con
venía? —pregunta Mamá dándole el Abuelo, aunque él parece
un beso. diferente y la Abuela también, en la
—Creí que era mejor no hacerlo, foto tiene el pelo oscuro.
por si surgía alguna complicación. —¿Dónde hay una de la
—No hay complicaciones. hamaca?
—Me alegra saberlo —la Abuela —Como siempre estábamos ahí
se seca los ojos y empieza a limpiar tumbados, lo más probable es que a
la pintura—. Bueno, pues Jack ha nadie se le ocurriera nunca sacar
estado durmiendo en un colchón una foto —dice Mamá.

222
Emma Donoghue La habitación

—Debe de ser terrible no tener qué dice—. Mira, la Alfombra y


ninguna —le dice la Abuela. muchas de nuestras cosas. La policía
—Ninguna ¿qué? —dice Mamá. nos las devolvió.
—Fotografías de cuando Jack —Ya veo —dice Mamá.
era bebé, o de chiquitín —dice—. —Mira, el Jeep y el Mando...
Para recordar cómo era, me refiero. —No carguemos con chismes
La cara de Mamá se queda en rotos —dice—, coge solamente lo
blanco. que de verdad te haga falta, y lo
—No olvido ni un solo día — metes todo en tu nueva mochila de
mira su reloj. No sabía que tuviera Dora.
uno; es de los de manitas de punta. —Todo esto lo necesito.
—¿A qué hora os esperan en la Mamá resopla.
clínica? —pregunta el Astro. —Pues bueno, salte con la tuya.
Mamá dice que no con la ¿Y cuál es la mía?
cabeza. —Aún están las cajas donde nos
—Ya he pasado página —Mamá trajeron las cosas.
saca algo del bolsillo y lo sacude: es —He dicho que sí, ¿de acuerdo?
una llave metida en un aro—. El Astro mete nuestras cosas en
¿Sabes qué, Jack? Ahora tú y yo el maletero del coche blanco.
tenemos nuestro propio —Tengo que renovar mi
apartamento. permiso de conducir —dice Mamá
La Abuela la llama por su otro mientras la Abuela va conduciendo.
nombre. —Tal vez al principio te sientas
—¿Crees que es una buena un poco oxidada.
idea? —Oh, oxidada estoy en todo —
—Ha sido idea mía. No te dice Mamá.
preocupes, Mamá. Hay servicio de —¿Por qué? —le pregunto.
orientación psicológica las —Igual que el Hombre de
veinticuatro horas. Hojalata —me explica por encima
—Pero si tú nunca has vivido del hombro. Levanta el codo y hace
fuera de casa... un chirrido con la boca—. Eh, Jack,
Mamá se queda mirando a la ¿te gustaría que algún día nos
Abuela, y el Astro también. A él se compráramos un coche?
le escapa una carcajada. —Sí, vale. O mejor un
—No tiene ninguna gracia — helicóptero. Un superbólido
dice la Abuela dándole un helicóptero-tren-coche-submarino.
mamporro en el pecho—. Ella ya —Huy, eso suena a que el viaje
sabe lo que quiero decir. va a ser de los buenos.
Mamá me lleva arriba a recoger Hace horas que estamos en el
mis cosas. coche.
—Cierra los ojos —le digo—, —¿Por qué tardamos tanto? —le
que hay sorpresas —la llevo hasta el pregunto.
dormitorio—. Tachán —espero a ver —Porque hay que atravesar

223
Emma Donoghue La habitación

toda la ciudad —dice la Abuela—, —Sólo es una cosa más a la que


prácticamente está en otro estado. tendré que acostumbrarme.
—Mamá... Mamá debe marcar el código
El cielo empieza a oscurecerse. secreto para que el ascensor se
La Abuela aparca donde Mamá ponga en marcha con una sacudida.
le dice. Hay un cartel enorme que Cuando sube, la barriga me hace
dice COMPLEJO RESIDENCIAL cosquillas. Entonces las puertas se
ASISTIDO DE VIVIENDAS abren y estamos ya en el sexto.
INDEPENDIENTES. La Abuela nos Hemos volado sin darnos cuenta.
ayuda a llevar todas nuestras cajas y Hay una ranura pequeña donde
mochilas hasta el edificio de pone INCINERADOR, y cuando
ladrillos marrones, menos mi ponemos ahí la basura cae, cae, cae
mochila de Dora, que la llevo yo y luego sube otra vez convertida en
sobre las rueditas. Entramos por humo. En las puertas no hay
una puerta grande donde hay un números, sino letras. La nuestra es
hombre que se llama Portero y que la B, y eso quiere decir que vivimos
sonríe. en el Sexto B. El seis no es un
—¿Nos va a encerrar aquí número malo como el nueve; al
dentro? —le susurro a Mamá. contrario, es el nueve del revés.
—No, sólo está para que no Mamá mete la llave en la cerradura,
entre otra gente. y al girarla pone una mueca porque
Hay tres mujeres y un hombre le duele la muñeca. Todavía no está
que son Personal de Apoyo. Somos curada del todo.
muy bienvenidos y podemos —Bueno, estamos en casa —
llamarlos por el interfono siempre dice abriendo la puerta de par en
que necesitemos ayuda de cualquier par.
clase. Llamar por el interfono es ¿Cómo va a ser nuestra casa, si
como llamar por teléfono. Hay un nunca he estado aquí? Un
montón de pisos, y en cada uno hay apartamento es como una casa, pero
varios apartamentos. El nuestro está aplastada. Hay cinco habitaciones,
en el sexto. Le tiro a Mamá de la qué suerte. Una es el cuarto de baño
manga. con bañera y todo, para poder hacer
—Cinco —le digo bajito. inmersiones y no sólo ducharnos.
—¿Cómo? —¿Podemos darnos un baño
—¿No podemos estar en el ahora?
quinto, mejor? —Antes vamos a instalarnos —
—Lo siento, pero no nos han dice Mamá.
dado a escoger —dice Mamá. La cocina es de llama, igual que
Cuando el ascensor se cierra de la de la Abuela. Al lado de la cocina
un portazo, a Mamá le da un está la sala de estar, que tiene un
escalofrío. sofá y una mesita baja con una tele
—¿Estás bien? —pregunta la supergrande dentro.
Abuela. La Abuela está en la cocina

224
Emma Donoghue La habitación

sacando cosas de una caja. —No —dice Mamá poniendo la


—Leche, roscas... No sé si ya mano en medio—, lo siento. Eso se
has vuelto a tomar café. A Jack le ha terminado. Anda, ven aquí.
gustan estos cereales con las letras Nos acurrucamos muy fuerte.
del abecedario, el otro día formó la Su corazón hace pum, pum, pum en
palabra volcán. mi oído.
Mamá sujeta a la Abuela de los Le levanto la camiseta.
hombros para que se quede un —Jack...
momento quieta. Doy un beso en la derecha.
—Gracias. —Adiós —le digo.
—¿Quieres que me escape a por A la izquierda le doy dos besos,
alguna otra cosa? porque siempre era la más cremosa.
—No, creo que has pensado en Mamá me abraza la cabeza
todo. Buenas noches, Mamá. superfuerte.
La Abuela tuerce la cara. —No puedo respirar —le digo.
—Sabes... Y me suelta.
—¿Qué? —pregunta Mamá—.
¿Qué ocurre?
—Tampoco ni un solo día he La cara de Dios, de un rojo
dejado de pensar en ti. pálido, se me cuela por los ojos.
Como no se dicen nada más, Pestañeo para abrir y cerrar la
voy a las camas a probar cuál bota puerta a la luz. Espero a que
mejor. Mientras hago volteretas las empiece la respiración de Mamá.
oigo hablar sin parar. Recorro el —¿Hasta cuándo nos quedamos
apartamento abriendo y cerrándolo aquí, en la Vivienda Independiente?
todo. Bosteza.
Cuando la Abuela se ha ido ya a —Hasta cuando queramos.
su casa, Mamá me enseña a echar el —Me gustaría quedarme una
cerrojo, que es una llave que semana.
solamente nosotros podemos abrir o Estira todo el cuerpo,
cerrar desde dentro. desperezándose.
En la cama me acuerdo y le —Nos quedaremos una
levanto la camiseta. semana, y entonces veremos.
—Ah —dice—, no creo que Le enrosco el pelo como si fuera
haya nada. una cuerda.
—Sí, tiene que haber. —Podría cortártelo a ti también,
—Bueno, lo que sucede con los y así lo tendríamos igual de nuevo.
pechos es que si no se toma, Mamá niega con la cabeza.
piensan: «Vale, nadie necesita ya —Creo que yo me lo dejo largo.
nuestra leche, así que ya no Al deshacer el equipaje hay un
fabricamos más». gran problema, porque no
—Qué tarugos. Seguro que encuentro la Muela Mala. Revuelvo
encontraré algo... todas mis cosas y después busco en

225
Emma Donoghue La habitación

todas partes por si se me ha caído —Para poder pensar a sus


por la noche sin darme cuenta. anchas.
Intento recordar cuándo la tuve en —Yo puedo pensar en una
la mano o en la boca por última vez. habitación contigo —espero—. ¿Por
Anoche no, pero la noche antes en qué no puedes pensar en una
casa de la Abuela creo que la estuve habitación conmigo?
chupando. Se me ocurre una idea Mamá tuerce la cara.
terrible: a lo mejor me la tragué sin —La mayor parte del tiempo sí
querer mientras dormía. puedo, pero sería agradable
—¿Qué pasa si nos comemos disponer de algún lugar adonde ir
algo que no es comida? de vez en cuando que sea sólo para
Mamá está guardando los mí.
calcetines en su cajón. —Pues yo no lo creo.
—¿Como qué? Resopla.
No puedo decirle que creo que —Vamos a probarlo por hoy.
he perdido un trocito de su cuerpo. Podríamos hacer placas con
—Como una piedrecita o algo nuestros nombres y colgarlas en las
así. puertas...
—Ah, en ese caso simplemente —Qué guay.
se desliza y sale por el otro lado. En unos folios blancos
Hoy no bajamos en el ascensor, dibujamos las letras, cada una de un
ni siquiera nos vestimos. Nos color distinto, y ponemos:
quedamos en nuestra Vivienda HABITACIÓN DE JACK y
Independiente y nos aprendemos HABITACIÓN DE MAMÁ. Luego
todos los recovecos. las pegamos con celo. Podemos usar
—Podríamos dormir en esta todo el que queramos.
habitación —dice Mamá—, pero Voy a hacer caca. Al terminar
para jugar podrías ir a la otra, que miro, pero no veo la Muela Mala.
tiene más luz. Estamos sentados en el sofá,
—Contigo. mirando el jarrón que hay encima
—Bueno, sí, pero a veces yo de la mesa: es de vidrio, pero no
estaré haciendo otras cosas, así que invisible sino de muchos tonos
a lo mejor durante el día el cuarto de azules y verdes.
dormir podría ser mi habitación. —No me gustan las paredes —
¿Qué otras cosas? le digo a Mamá.
Mamá sirve cereales para los —¿Qué tienen de malo?
dos, sin contarlos ni nada. Doy las —Son demasiado blancas. Eh,
gracias al Niño Jesús. ¿sabes qué? Podríamos comprar
—Leí un libro en la universidad planchas de corcho en la tienda para
que decía que todo el mundo taparlas.
debería tener una habitación propia —Nanay de la China —se calla
—me dice. unos momentos y dice—:
—¿Por qué? Empezamos de cero, ¿te acuerdas?

226
Emma Donoghue La habitación

Me pide que me acuerde, y en contra la pared y se hace un millón


cambio ella no quiere recordar nada de añicos.
de la Habitación. —Jack... —Mamá está ahí, de
Eso me hace pensar en la pie.
Alfombra, y voy corriendo a sacarla —¡Yo no quiero ser tu pequeño
de la caja. La traigo a rastras. conejito! —aúllo.
—¿Dónde ponemos la Me meto corriendo en la
Alfombra, al lado del sofá o al lado HABITACIÓN DE JACK
de nuestra cama? —Mamá niega arrastrando la Alfombra. Se queda
con la cabeza. enganchada en la puerta, tiro de ella
—Pero... y la llevo hasta el armario. Me meto
—Jack, es una jarapa dentro envuelto en ella. Me quedo
deshilachada y manchada tras siete ahí sentado durante horas, y Mamá
años de... Desde aquí la huelo, no viene.
imagínate. No tuve más remedio Siento la cara tirante por las
que verte aprender a gatear en esa lágrimas. El Astro dice que así es
alfombra, a caminar, siempre te como fabrican la sal: atrapan olas en
hacía tropezar. Una vez te hiciste unos pequeños estanques y luego el
caca encima, otra vez se cayó la sol las seca.
sopa... Nunca conseguí limpiarla de Oigo un ruido que me da
verdad —le brillan mucho los ojos y miedo, zzz, zzz, y luego a Mamá
se los veo más grandes de lo normal. hablar.
—Sí, y nací ahí encima, y —Sí, supongo que es tan buen
también estuve muerto enrollado en momento como cualquier otro.
ella. Al cabo de un instante la oigo
—Exacto. Así que lo que de fuera del armario.
verdad me gustaría es tirarla al —Tenemos visita —dice.
incinerador. Son el doctor Clay y Noreen.
—¡No! Han traído comida «para llevar»,
—Si por una vez en tu vida que son fideos, arroz y unas cosas
pensaras en mí en lugar de... amarillas y resbaladizas que están
—Lo hago —le digo a gritos—. riquísimas.
Pensaba en ti siempre cuando no Ni rastro del jarrón hecho
estabas. añicos. Creo que Mamá lo ha
Mamá cierra los ojos, un desaparecido por el incinerador.
segundo nada más. Nos han traído un ordenador.
—Te diré qué vamos a hacer. Es para nosotros, el doctor Clay lo
Puedes guardarla en tu cuarto, pero está instalando para que podamos
enrollada en el armario. ¿Te parece jugar y mandar correos electrónicos.
bien? No quiero verla. Noreen me enseña a hacer dibujos
Sale y se va a la cocina. Oigo el en la pantalla, convirtiendo la
ruido del agua en el fregadero. flechita en un pincel. Hago uno
Levanto el jarrón de la mesa, lo tiro donde salimos Mamá y yo en la

227
Emma Donoghue La habitación

Vivienda Independiente. Mamá está en la HABITACIÓN DE


—¿Qué son todos esos MAMÁ, no está tan mal. Lo único
garabatos blancos? —pregunta que no me gusta es cuando está en
Noreen. alguna de las otras habitaciones y
—Es el espacio. no sé en cuál.
—¿El espacio exterior? —No pasa nada —me dice—,
—No, todo el espacio de dentro, siempre voy a oírte.
el aire. Volvemos a calentar la comida
El doctor Clay está hablando «para llevar» en nuestro
con Mamá. microondas, que es el horno
—Bueno, la fama es un trauma pequeñito que funciona a toda
secundario —oigo que le dice—. máquina con rayos mortales
¿Has vuelto a pensar en un posible invisibles.
cambio de identidad? —No encuentro la Muela Mala
Mamá niega con la cabeza. —le cuento a Mamá.
—No logro imaginar... Yo soy —¿Mi muela?
yo, y Jack es Jack, ¿no? ¿Cómo voy a —Sí, aquella mala que me
empezar a llamarlo Michael, o Zane, guardé cuando se te cayó. Estuvo
o lo que sea? conmigo todo el tiempo que no
¿Por qué iba a llamarme estabas, pero ahora creo que se me
Michael o Zane? ha perdido. A no ser que me la haya
—Bien. ¿Y por qué no un tragado, aunque todavía no me ha
apellido nuevo, por lo menos? — salido con la caca.
dice el doctor Clay—. Para que —No te preocupes por eso —
llame menos la atención cuando dice Mamá.
empiece la escuela. —Pero...
—¿Cuándo empiezo la escuela? —Las personas se mueven tanto
—No vas a ir hasta que estés por el mundo que constantemente
preparado —dice Mamá—, no te se pierden cosas.
preocupes. —La Muela Mala no es una cosa
No creo que vaya a estar cualquiera, tengo que tenerla
preparado nunca jamás. conmigo.
Por la noche nos damos un —Hazme caso, no la necesitas
baño y apoyo la cabeza en la barriga para nada.
de Mamá. Por poco me quedo —Pero...
dormido. Me coge de los hombros.
Practicamos estar en dos —Adiós, vieja muela cariada. Y
cuartos distintos y hablar de uno a fin de la historia.
otro, aunque no demasiado fuerte, Ella se echa a reír, pero a mí no
porque en las Viviendas me hace ninguna gracia.
Independientes vive más gente que Creo que a lo mejor me la he
no está en el Sexto B. Cuando estoy tragado sin querer. A lo mejor no va
en la HABITACIÓN DE JACK y a salirme por el otro lado con la

228
Emma Donoghue La habitación

caca, a lo mejor se me va a quedar —Podríamos pedir otro para el


escondida en un rincón dentro de Gusto del Domingo —le digo a
mi cuerpo para siempre. Mamá, pero luego me acuerdo.
Ella se está atando los zapatos,
que son de cordones. Me mira, sin
Por la noche no me puedo cara de enfado.
dormir. —¿Sabes? Ya no vas a tener que
—Estoy despierto —susurro. verlo nunca más.
—Lo sé —dice Mamá—. Yo —¿Al Viejo Nick? —digo su
también. nombre para ver si al oírlo me da
Nuestro cuarto es la miedo. Un poco sí que da, pero no
HABITACIÓN DE MAMÁ, que está mucho.
en las Viviendas Independientes, —Yo sí tendré que verlo, pero
que está en América del Norte, que sólo una vez más —dice Mamá—,
está pegada en el mundo, que es cuando se celebre el juicio. Aunque
una bola azul y verde que mide para eso faltan un montón de meses.
millones de kilómetros de punta a —¿Por qué tendrás que verlo?
punta y no deja nunca de girar. —Morris dice que podría
Fuera del mundo está el Espacio hacerlo por videoconferencia, pero
Exterior. No sé por qué no nos quiero mirarle a los ojos. Esos ojillos
caemos. Mamá dice que por la perversos suyos.
gravedad, que es una fuerza Intento recordar cómo eran.
invisible que nos mantiene unidos al —A lo mejor es él quien nos
suelo, aunque yo no noto nada. pide un Gusto del Domingo, eso sí
La cara amarilla de Dios se que tendría gracia.
levanta y la miramos por la ventana. Mamá se ríe, pero sin ganas. Se
—¿Te das cuenta —dice Mamá está mirando al espejo, pintándose
— de que cada mañana sale un poco unas líneas negras alrededor de los
más temprano? ojos y la boca de morado.
En nuestra Vivienda —Pareces un payaso.
Independiente hay seis ventanas. —Sólo es maquillaje —me
Desde cada una se ve una imagen explica—, para estar más guapa.
diferente, pero algunas de las —Siempre estás más guapa —le
mismas cosas. Mi favorita es la del digo.
baño, porque da a una obra en Me sonríe desde el espejo. Me
construcción y veo las grúas y las pongo de puntillas para verme y le
excavadoras desde arriba. A todas hago burla.
les digo las palabras de Dylan y se Nos damos la mano, pero hoy
ponen contentas. hace un día de calor de verdad y
Me estoy atando el Velcro en la enseguida se nos ponen pegajosas.
sala de estar porque vamos a salir. Miramos las ventanas de las tiendas,
Veo el hueco donde estaba el jarrón pero no entramos, simplemente
hasta que lo tiré. vamos paseando. Mamá no para de

229
Emma Donoghue La habitación

decir que las cosas son carísimas, o vez.


si no, que son baratijas de —Te la puedes quedar para
porquería. siempre, y cuando estés muerta
—Ahí venden hombres, mujeres también —le digo—. ¿Tú te morirás
y niños —le digo. antes que yo?
—¿Qué? —da media vuelta—. —Sí, ése es el plan.
Ah, no, mira, es una tienda de ropa, —¿Por qué ése es el plan?
así que cuando dice «hombres, —Bueno, cuando tú tengas cien
mujeres, niños» significa que tienen años yo tendré ciento veintiuno, y
ropa para todos ellos. supongo que mi cuerpo para
Cuando hay que cruzar la calle entonces estará ya bastante hecho
apretamos el botón y esperamos a polvo —sonríe—. Así que estaré en
que salga el hombrecillo verde, que el Cielo preparando tu habitación.
se encarga de que no nos pase nada. —Nuestra habitación —la
Hay un lugar que parece una corrijo.
superficie de cemento, pero en —Vale, nuestra habitación.
realidad se llama parque de agua y Entonces veo una cabina
hay niños chillando y saltando para telefónica y entro a jugar a que soy
mojarse con los chorritos que caen Superman cambiándome el traje, y
de todas partes. Nos quedamos saludo a Mamá desde el otro lado
mirando un rato, no demasiado, del cristal. Hay tarjetitas con fotos
porque Mamá dice que entonces sonrientes que dicen «Rubia tetona
vamos a parecer bichos raros. 18 años» y «Transexual filipina». Me
Jugamos a Veo Veo. las quedo, porque el que va a Sevilla
Compramos helado, que es la cosa perdió su silla, pero cuando se las
más rica del mundo: el mío de enseño a Mamá dice que son
vainilla y el de Mamá de fresa. La guarrerías y me hace tirarlas a la
próxima vez podemos cambiar de basura.
sabor, hay cientos. Me trago un Nos perdemos durante un rato,
pedazo grande y siento que el frío pero luego ella ve el nombre de la
me baja hasta la barriga y que me calle de las Viviendas
duele la cara. Mamá me enseña a Independientes, así que en realidad
taparme la boca y la nariz con la no nos habíamos perdido. Siento los
mano y aspirar el aire caliente para pies cansados. Creo que la gente en
que no me pase eso. Hace tres el mundo debe de estar todo el
semanas y media que estoy en el tiempo cansada.
mundo y todavía nunca sé lo que va Cuando entro en las Viviendas
a hacerme daño. camino descalzo, jamás voy a
Tengo unas monedas que me acostumbrarme a los zapatos.
dio el Astro y le compro a Mamá Las personas del Sexto C son
una horquilla para el pelo con una una mujer y dos niñas grandes; o
mariquita de mentira. sea, más grandes que yo, pero no
Me da las gracias una y otra grandes hasta el techo. La mujer va

230
Emma Donoghue La habitación

siempre con gafas de sol, hasta en el —Genial —me dice Paul—. Otra
ascensor, camina a la pata coja vez.
apoyándose en una muleta; las —No, tú —le digo.
niñas creo que no hablan, pero a Paul da una patada tremenda, y
una la saludé con los dedos y la pelota vuela más allá del edificio
sonrió. y cae en unos arbustos, lejos.
—Ve a por ella —me grita.
Cuando chuto, la pelota se cae
Hay cosas nuevas todos los al estanque y me echo a llorar.
días. Paul la saca con una rama. La
La Abuela me compró un juego chuta lejos, lejos.
de acuarelas, diez óvalos de colores —¿Quieres enseñarme lo rápido
en un estuche con una tapa que corres?
invisible. Aclaro el pincelito después —Hacíamos la Pista alrededor
de usar cada color, para que no se de la Cama —le explico—. Sé correr
mezclen, y cuando el agua se pone superrápido, hice un ida y vuelta en
sucia la cambio y ya está. La dieciséis pasos.
primera vez que levanté la pintura —Caramba. Seguro que ahora
para enseñársela a Mamá chorreó puedes ir aún más rápido.
por todas partes, así desde entonces Digo que no con la cabeza.
las dejo secar encima de la mesa. —Me caeré.
Vamos a la casa de la hamaca y —No lo creo —dice Paul.
hago LEGOS alucinantes con el —Estos días me caigo siempre,
Astro de un castillo y un el mundo está lleno de tropezones.
bolidomóvil. —Sí, pero este césped es
La Abuela puede venir a vernos mullido como una alfombra, así que
sólo por las tardes, porque ahora aunque te caigas no te haces daño.
por la mañana trabaja en una tienda Vienen Bronwyn y Deana, las
donde la gente compra pelo nuevo y veo a lo lejos con mis ojos de lince.
pechos nuevos cuando los suyos se
les caen. Mamá y yo vamos a
esperarla a la puerta de la tienda y Cada día hace un poco más de
la espiamos: la Abuela no parece la calor, Mamá dice que para ser abril
Abuela. Mamá dice que todo el es increíble.
mundo tiene varios yos. Luego llueve. Mamá dice que
Paul viene a nuestra Vivienda sería divertido comprar dos
Independiente con una sorpresa paraguas y salir a pasear mientras la
para mí: una pelota de fútbol, la que lluvia rebota en la tela impermeable
la Abuela tiró al suelo en la tienda. y no nos moja ni un pelo, pero no
Bajo con él al parque, Mamá no, me lo creo.
porque va a una cafetería a Al día siguiente ya no llueve, así
encontrarse con una de sus viejas que salimos. Hay charcos, pero no
amigas. me dan miedo. Llevo mis zapatos

231
Emma Donoghue La habitación

esponjosos y se me mojan los pies rodilleras y muñequeras por si me


por los agujeros, no pasa nada. caigo, pero no me caigo porque
Mamá y yo hemos hecho un tengo equilibrio. El Astro dice que
trato: vamos a probarlo todo una eso es innato. La tercera vez, Mamá
vez para saber lo que nos gusta y lo me da permiso para que vaya sin
que no. todas esas rodilleras y muñequeras,
Ir al parque con mi pelota de y en un par de semanas me va a
fútbol y dar de comer a los patos es quitar las ruedecitas pequeñas
una cosa que ya sé que me gusta. porque ya no me harán falta.
Me encanta el parque, menos Mamá se entera de que hay un
cuando aquel niño bajó por el concierto en un parque, no el que
tobogán pegado a mí y me dio una está al lado de las Viviendas, sino
patada en la espalda. Me gusta el uno al que hay que ir en autobús.
Museo de Historia Natural, aunque Me encanta ir en autobús, nos
sólo hay dinosaurios muertos que sentamos y desde arriba miramos
están en los huesos. las cabezas peludas de la gente que
Cuando voy al cuarto de baño va por la calle. En el concierto, la
oigo a gente hablando en español, norma es que los músicos son los
aunque Mamá cree que es un que hacen todo el ruido, mientras
idioma que en realidad se llama que nosotros no podemos decir ni
chino. Hay cientos de maneras pío, sólo aplaudir al final.
extranjeras de hablar, me mareo sólo La Abuela dice que por qué
de pensarlo. Mamá no me lleva al zoo, pero
Vamos a otro museo a ver Mamá dice que no podría soportar
cuadros. Se parecen un poco a las todas esas jaulas.
obras maestras de las cajas de copos Vamos a dos iglesias distintas.
de avena pero en grande, y además A mí me gusta la de las ventanas de
aquí se nota lo pringosa que es la colores, aunque el órgano suena
pintura. Me lo paso bien recorriendo demasiado fuerte.
toda la sala llena de cuadros, pero También vamos a ver una obra
resulta que hay muchas más salas y de teatro, que es cuando los adultos
tengo que tumbarme en el banco a se disfrazan y actúan como niños y
descansar. Cuando el hombre del todo el mundo mira. Se llama Sueño
uniforme viene con cara de pocos de una noche de verano y la hacen
amigos, echo a correr. también en un parque. Me siento en
El Astro viene a las Viviendas y la hierba con los dedos pegados a
me trae una cosa súper, una bicicleta los labios para acordarme de que no
que estaban guardando para puedo abrir la boca. Hay unas
Bronwyn, pero que primero va a ser cuantas hadas peleándose por un
para mí porque soy más grande. chico, no paran de hablar, y todos se
Tiene caras brillantes en los radios apretujan unos a otros. A veces las
de las ruedas. Para ir al parque en hadas desaparecen y personas
bici tengo que ponerme casco, vestidas todas de negro mueven los

232
Emma Donoghue La habitación

muebles de un lado a otro. hinchable de casa del Astro y


—Igual que nosotros en la de la Abuela
Habitación —le susurro a Mamá, y Tener trabajos
por poco se echa a reír. Ir a la Luna
Entonces, las personas sentadas
cerca de nosotros de repente La más importante es
empiezan a gritar: «¿Qué hay, «conseguir un perro que se llame
Espíritu?» y «Salve, Titania», y yo Lucky». Estoy preparado todos los
me enfado y digo chsss, y luego les días, pero Mamá dice que por el
grito de verdad para que se callen. momento ya tiene que bregar con
Mamá me lleva de la mano hasta demasiadas cosas, a lo mejor
una zona de árboles y me explica cuando cumpla seis años.
que justo entonces era el momento —¿Y tendré un pastel con velas?
en que el público participa porque —Seis velas —dice—. Lo juro.
está permitido, es un caso especial. Por la noche, cuando estamos
Cuando volvemos a casa y estamos en nuestra cama que no es la Cama,
ya en la Vivienda ponemos por acaricio nuestro edredón, que está
escrito todo lo que ya hemos mucho más inflado que el Edredón.
probado. La lista es cada vez más Cuando tenía cuatro años no sabía
larga. Apuntamos también las cosas nada del mundo, o pensaba que
que podríamos probar cuando eran sólo historias. Entonces Mamá
seamos más valientes. me dijo la verdad y creí que ya lo
sabía todo. Y ahora que estoy
Subir a un avión siempre en el mundo, me doy
Invitar a algunos de los viejos cuenta de que no sé tantas cosas y
amigos de Mamá a cenar me hago un lío todo el rato.
Conducir un coche —¿Mamá?
Ir al Polo Norte —¿Sí?
Ir a la escuela (yo) y a la Todavía huele como siempre,
universidad (Mamá) aunque los pechos no huelen igual.
Buscar un apartamento que sea Ahora sólo a pechos, sin más.
nuestro de verdad, no una —¿Alguna vez te gustaría no
Vivienda Independiente habernos escapado?
Inventar algo No oigo nada. Luego contesta.
Hacer nuevos amigos —No, eso no lo deseo nunca.
Vivir en otro país que no sea
Estados Unidos
Quedar a jugar en casa de otro —Es perverso, todos estos años
niño, igual que el Niño Jesús me moría por tener compañía, y en
con Juan el Bautista cambio ahora me da la sensación de
Ir a natación haber perdido el interés —le está
Que Mamá salga a bailar por la explicando Mamá al doctor Clay.
noche y yo me quede en el Él asiente. Dan sorbos de sus

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Emma Donoghue La habitación

cafés humeantes, porque Mamá —No me estaba cayendo —le


ahora también lo toma como los digo—, sólo probaba estar dentro y
adultos, para funcionar. Yo aún fuera a la vez.
tomo leche, aunque a veces es leche —Estabas haciendo una locura
con cacao, que sabe a chocolate, y una tontería a la vez —me dice,
porque ahora me dejan. aunque se le escapa una sonrisa.
Estoy en el suelo haciendo un La sigo hasta la cocina. Está
puzle con Noreen. Es superdifícil, batiendo huevos en un cuenco para
un tren de veinticuatro piezas. preparar torrijas. Las cáscaras están
—La mayor parte de los días... rotas, las tiramos directamente a la
con Jack me basta. basura y adiós muy buenas. Me
—«El alma elige su propia pregunto si alguna vez se
compañía, y luego cierra la puerta» reconvierten en huevos.
—ha puesto su voz de poema. —¿Volvemos después de ir al
Mamá asiente. Cielo? —creo que no me ha oído—.
—Sí, pero no es así como me ¿Crecemos de nuevo en las
recuerdo a mí misma. barrigas?
—Tuviste que cambiar para —Eso se llama reencarnación —
sobrevivir. está cortando el pan en rodajas—.
Noreen levanta la vista. Hay gente que cree que podemos
—No olvides que habrías volver al mundo en forma de
cambiado de todos modos. Dejar burros, o caracoles.
atrás la adolescencia, tener un hijo... —No, me refiero a si volvemos
No seguirías siendo la misma. a ser humanos dentro de las mismas
Mamá no dice nada, sólo se barrigas. Si vuelvo a crecer otra vez
toma el café. dentro de ti...
Mamá enciende el fuego.
—¿Qué es lo que quieres
Un día se me ocurre comprobar preguntarme?
si las ventanas se pueden abrir. —¿Volverías a llamarme Jack?
Pruebo con la del baño. Descubro Me mira.
cómo funciona el cierre y empujo el —De acuerdo.
cristal. Al principio el aire me da —¿Me lo prometes?
miedo, pero aunque estoy asustiente —Siempre te llamaré Jack.
me asomo y saco las manos. Estoy
mitad dentro, mitad fuera, es la cosa
más alucinante que... Mañana es el Primero de Mayo,
—¡Jack! —Mamá me estira hacia y eso significa que ya llega el verano
dentro por la parte de atrás de la y que va a haber un desfile.
camiseta. Podríamos ir a echar un vistazo.
—Ay. —¿Solamente es Primero de
—Hay seis pisos de altura, si te Mayo en el mundo? —pregunto.
llegas a caer, te rompes la crisma. Estamos tomando unos cuencos

234
Emma Donoghue La habitación

de leche con cereales de avena en el —¿Y si fueras tú solo?


sofá, sin derramar nada. —No.
—¿Qué quieres decir? —Con alguien que te
—¿En la Habitación también es acompañara, quiero decir. ¿Con
primero de mayo? Noreen?
—Supongo —dice Mamá—, —No.
pero allí no hay nadie para —O la Abuela.
celebrarlo. —Contigo.
—Podríamos ir allí. —No puedo...
Repica con la cuchara en su —Voy a elegir yo por los dos —
cuenco. le digo.
—Jack. Se levanta, creo que está
—¿Podemos? enfadada. Se lleva el teléfono a la
—¿De verdad? ¿De verdad es HABITACIÓN DE MAMÁ y habla
eso lo que quieres? con alguien.
—Sí. Por la mañana, más tarde, el
—¿Por qué? Portero nos llama y dice que ha
—No lo sé —le digo. venido a buscarnos un coche de
—¿Es que no te gusta estar policía.
fuera? —¿Sigues siendo la agente Oh?
—Sí. Bueno, no todo. —Desde luego que lo soy —dice
—Ya, bueno, pero en general, la agente Oh—. Cuánto tiempo sin
¿te gusta más que la Habitación? verte.
—En general —me como el Hay puntitos minúsculos en el
resto de los cereales, y rebaño un cristal del coche de policía, creo que
poquito que Mamá ha dejado en su es lluvia. Mamá se está mordiendo
cuenco—. ¿Podríamos volver alguna el dedo gordo.
vez? —Mala idea —le digo
—A vivir no, desde luego. apartándole la mano.
Niego con la cabeza. —Sí —se acerca el dedo de
—Nada más pasar un nuevo a la boca y empieza a
momento, de visita. mordisquearlo de nuevo—.
Mamá apoya la boca en la Desearía que estuviera muerto.
mano. Sé a quién se refiere.
—No me veo capaz. —Pero no en el Cielo.
—Claro que eres capaz — —No, que allí no pusiera ni un
espero a ver si dice algo—. ¿Es pie.
peligroso? —Que llamara todo el rato a la
—No, pero sólo pensarlo me puerta pero no le dejaran entrar.
hace sentir... —Exacto.
No dice cómo la hace sentir. —Ja, ja.
—Yo te daré la mano. Pasan dos camiones de
Mamá me mira fijamente. bomberos con las sirenas

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Emma Donoghue La habitación

encendidas. poco las manos. No hace daño, sólo


—La Abuela dice que hay más es raro.
como él. Cuando nos acercamos a la
—Más ¿qué? puerta, sé que es la casa del Viejo
—Más personas como él, en el Nick porque hay una cinta amarilla
mundo. que en letras negras dice: ESCENA
—Ah —dice Mamá. DEL CRIMEN. NO PASAR. Una
—¿Es verdad? pegatina grande con la cara de un
—Sí, pero el asunto delicado de lobo temible que dice CUIDADO
verdad es que hay mucha más gente CON EL PERRO. Se la señalo a
en el medio. Mamá.
—¿Dónde? —Es de mentira, tranquilo —me
Mamá mira fijamente por la dice.
ventana, aunque no sé qué. Ah, sí, el perro falso al que le
—En algún punto entre el bien había dado el ataque aquel día,
y el mal —dice—. Un poquito de cuando Mamá tenía diecinueve
cada juntos en la misma persona. años.
Los puntitos de la ventana se Un hombre policía que no
unen y forman ríos chiquititos. conozco abre la puerta desde
Nos paramos. dentro. Mamá y la agente Oh tienen
—Ya estamos —dice la agente que agacharse para pasar por debajo
Oh, y entonces sé que hemos de la cinta amarilla, yo sólo he de
llegado. ladearme un poco.
No me acuerdo de qué casa La casa tiene muchas
salió Mamá la noche de nuestra habitaciones con toda clase de cosas,
Gran Evasión, todas las casas tienen como sillas gordas o la tele más
garajes. Por fuera ninguna parece enorme que he visto en la vida, pero
un secreto. pasamos de largo hasta que
—Debería haber traído llegamos a otra puerta en la parte de
paraguas —dice la agente Oh. atrás. Después hay césped. Sigue
—Sólo chispea —dice Mamá. cayendo la lluvia, pero ahora mis
Sale del coche y me tiende la mano. ojos se quedan bien abiertos.
No me quito el cinturón de —Setos de tres metros de altura
seguridad. en todo el perímetro —le está
—Nos caerá la lluvia encima... diciendo la agente Oh a Mamá—,
—Vamos a zanjar esto, Jack, los vecinos no sospechaban nada.
porque no pienso volver aquí otra Un hombre tiene derecho a su
vez. intimidad, etcétera.
Me lo desabrocho, clic. Agacho Hay arbustos y un agujero
la cabeza y entrecierro los ojos. también rodeado de cinta amarilla.
Mamá va a mi lado, guiándome. Me De pronto me acuerdo de algo.
cae la lluvia encima, se me está —Mamá, ¿es ahí donde...?
mojando la cara, la chaqueta, un Ella se queda quieta, mirando.

236
Emma Donoghue La habitación

—Creo que no voy a poder nunca la habías visto desde fuera.


seguir con esto. Seguimos a la agente Oh.
Me acerco al agujero. Hay cosas Pasamos por encima de otra cinta
marrones en el barro. amarilla.
—¿Son gusanos? —le pregunto —Date cuenta de que el
a la agente Oh. El pecho me hace climatizador de aire está oculto
pum, pum, pum. entre esos arbustos —le explica a
—Sólo son las raíces de los Mamá—. Y la entrada está en la
árboles. parte de atrás, fuera del alcance de
—¿Dónde está el bebé? la vista desde cualquier punto.
Mamá está a mi lado, deja Veo el metal plateado: es la
escapar un gemido. Puerta, creo, pero del lado que
—La hemos desenterrado — nunca había visto. Ya está medio
dice la agente Oh. abierta.
—No quería que siguiera aquí —¿Queréis que entre con
por más tiempo —dice Mamá, con vosotros? —dice la agente Oh.
la voz rasposa. Se aclara la garganta —¡No! —grito.
y le pregunta a la agente Oh—: —De acuerdo.
¿Cómo han encontrado el lugar? —Sólo Mamá y yo.
—Disponemos de sondas Pero Mamá me ha soltado la
sensibles al tipo de sustrato. mano y está encorvada, hace unos
—La pondremos en un lugar ruidos raros. En el césped hay algo
mejor —me dice Mamá. que le cae de la boca, huele a
—¿En el jardín de la Abuela? vómito. ¿Se ha envenenado otra
—¿Sabes qué? Podríamos..., vez?
podríamos convertir sus huesos en —Mamá, Mamá...
cenizas y esparcirlas debajo de la —Estoy bien —se limpia la boca
hamaca. con un pañuelo que le ha dado la
—¿Y crecerá de nuevo para ser agente Oh.
mi hermana? —Quizá prefieras... —dice la
Mamá dice que no con la agente Oh.
cabeza. Veo que tiene la cara —No —dice Mamá, y me da
mojada, con surcos de agua. otra vez la mano—. Vamos.
A mí también me llueve. No es Entramos por la Puerta y nada
como una ducha, es más suave. es como debe ser. Es más pequeño
Mamá se ha dado la vuelta y que la Habitación, está más vacío y
está mirando una caseta gris que huele raro. No hay nada en el Suelo
hay en un rincón del jardín. porque falta la Alfombra, la tengo
—Ahí la tienes —dice. guardada en el armario de nuestra
—¿El qué? Vivienda. Me había olvidado de que
—La habitación. no podría estar aquí al mismo
—¡Bah! tiempo. La Cama sí está, pero sin las
—Sí, Jack. Lo que sucede es que sábanas ni el Edredón puestos. Veo

237
Emma Donoghue La habitación

también la Mecedora, la Mesa, el Huevos enroscada, como si


Lavabo y la Bañera. También la estuviera durmiendo. No le veo la
Alacena, aunque no hay platos ni lengua, tanteo con cuidado hasta
cubiertos encima, y la Cajonera, y la que siento el pinchazo de la aguja.
Tele, y el Conejo Orejón con la cinta Me levanto del Suelo.
lila, y la Estantería, que ya no —¿Dónde vivía la Planta?
aguanta nada, y nuestras sillas —¿Ya no te acuerdas? Aquí
plegadas. Pero todos parecen encima —dice Mamá dando unas
diferentes. No me dicen nada. palmaditas en el centro de la
—Creo que aquí no es —le Cajonera, y veo un redondel de
susurro a Mamá. color más fuerte.
—Sí, es aquí. Se ve también la marca de la
Ni nuestras voces suenan a que Pista alrededor de la Cama. El
nosotros seamos nosotros. agujerito del Suelo donde
—¿Se ha encogido? rozábamos con los pies debajo de la
—No, siempre ha sido así. Mesa. Supongo que una vez esto fue
El móvil de espaguetis ya no la Habitación.
está, ni mi dibujo del pulpo, ni las —Pero ya no lo es —le digo a
obras maestras, ni todos los Mamá.
juguetes, ni la Fortaleza, ni el —¿Qué?
Laberinto. Miro debajo de la Mesa y —Ahora ya no es la Habitación.
no encuentro ninguna telaraña. —¿No te lo parece? —olisquea a
—Está más oscuro. su alrededor—. El aire estaba aún
—Bueno, hoy es un día de más viciado. Claro que ahora la
lluvia. Podrías encender la luz — puerta está abierta.
Mamá señala la Lámpara, pero no A lo mejor es por eso.
quiero tocar nada. Miro más de —A lo mejor no es la misma
cerca, tratando de ver cómo era Habitación si está la Puerta abierta.
todo, y encuentro algunas cosas que A Mamá le asoma una sonrisa.
recuerdo. Los números que —¿Quieres...? —carraspea—.
marcábamos al lado de la Puerta el ¿Te gustaría cerrar la puerta un
día de mi cumpleaños; me pego a la momento?
pared bien erguido, pongo la mano —No.
plana por encima de la cabeza y veo —Vale. Ahora necesito irme de
que soy más alto que el número 5 de aquí.
color negro. Una capa fina lo Me acerco a la Pared de la Cama
oscurece todo. y la toco con un dedo. El tacto del
—¿Es el polvo de nuestra piel? corcho no me parece nada especial.
—pregunto. —¿Se dan las buenas noches de
—Es revelador de huellas día?
dactilares —dice la agente Oh. —¿Cómo?
Me agacho a mirar debajo de la —¿Podemos decir «buenas
Cama y veo a la Serpiente de noches» cuando no es de noche?

238
Emma Donoghue La habitación

—Creo que más bien habría que


decir adiós.
—Adiós, Pared —luego se lo
digo a las otras tres paredes. Luego
digo: «Adiós, Suelo». Doy unas
palmaditas a la Cama: «Adiós,
Cama». Me agacho para decir:
«Adiós, Serpiente de Huevos». Meto
la cabeza en el Armario y susurro:
«Adiós, Armario». En la oscuridad
está el retrato que Mamá hizo para
mi cumpleaños, parezco muy
pequeño. Le hago una seña y se lo
muestro.
Le doy un beso en las lágrimas
que le mojan la cara. Así sabe el
mar.
Descuelgo mi retrato, me lo
meto dentro de la chaqueta y cierro
la cremallera. Mamá está al lado de
la Puerta, voy hasta ella.
—¿Me aúpas?
—Jack...
—Por favor.
Mamá me sienta en su cadera.
Estiro los brazos hacia arriba.
—Más alto.
Me sujeta por las costillas y me
sube, arriba, arriba, arriba, hasta que
toco el lugar donde empieza el
Techo.
—Adiós, Techo —me despido.
Mamá me baja otra vez.
—Adiós, Habitación —saludo a
la Claraboya—. Di adiós —le pido a
Mamá—. ¡Adiós, Habitación!
Mamá lo dice, pero sin voz.
Miro atrás una vez más. Parece
un cráter, un agujero que queda
donde ha pasado algo. Luego
cruzamos la puerta y salimos.

239
Emma Donoghue La habitación

Agradecimientos

Quisiera dar las gracias a mi


amada Chris Roulston y a mi agente
Caroline Davidson por su respuesta
ante el primer esbozo de la novela,
así como a Caroline (que contó con
la colaboración de Victoria X. Kwee
y Laura Macdougall) y a mi agente
en Estados Unidos, Kathy
Anderson, por el entusiasmo que le
han dedicado desde el primer día.
Gracias a Judy Clain, de Little,
Brown, a Sam Humphreys, de
Picador, y a Iris Tupholme, de
HarperCollins Canadá, por sus
inteligentes aportaciones. También a
mis amigas Debra Westgate, Liz
Veecock, Arja Vainio-Mattila,
Tamara Sugunasiri, Hélène
Roulston, Andrea Plumb, Chantal
Phillips, Ann Patty, Sinéad
McBrearty y Ali Dover, por sus
sugerencias en todo lo que va del
desarrollo infantil al desarrollo de
una trama. Y, ante todo, gracias a mi
cuñado, Jeff Miles, por sus
perspicaces y turbadores consejos
acerca de los aspectos prácticos de la
Habitación.

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