Södergran, Edith - Cinco Poetas Contemporáneos PDF
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CONTEMPORÁNEOS
SELECCIÓN Y PRESENTACIÓN DE RICHARD STANLEY-SMITH
Konstantino Kavafis
Georg Trakl
Guillaume Apollinaire
Edith Södergran
IMPRESO EN PERU
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
GEORG TRAKL 75
Infancia, 77
Cantar de las horas, 78
Al joven Elis, 79
Elis, 80
Cantar de Raspar Hauser, 82
Metamorfosis del mal, 83
En el parque, 85
Noche de invierno, 85
Sonia, 86
El otoño del solitario, 87
6
Crepúsculo espiritual, 88
Cantar del occidente, 89
A los enmudecidos, 90
Pasión, 91
Noche de invierno, 92
Occidente, 93
Primavera del alma, 95
GUILLAUME APOLLINAIRE
Onirocrítica, 98
Las sirenas, 102
Zona, 103
El puente Mirabeau, 109
Los cólquicos, 110
Chantre, 110
El adiós, 111
La puerta, 111
Signo, 112
Claro de luna, 112
Cuernos de caza, 113
Paisaje, 114
Hacia el sur, 115
La partida, 115
Maravillas de la guerra, 116
Jefe de sección, 118
Tristeza de una estrella, 119
La linda pelirroja, 120
EDITH SÔDERGRAN
He visto un árbol..., 127
Se acaba el día..., 128
Un deseo, 130
Yo, 130
Vierge moderne, 131
A los cuatro vientos, 132
Nuestras hermanas en trajes multicolores, 133
La última flor de otoño, 134
Otoño, 135
Las estrellas, 135
Palabras, 136
Primavera nórdica, 136
La vida, 137
Días enfermos, 138
¿Qué hay mañana?, 139
La tormenta, 140
Llegan los dioses..., 141
Rosas, 141
Mi vida, mi muerte y mi destino, 142
Estrellas enemigas, 142
La red, 143
El secreto de Eros, 143
El cuerpo del fuerte, 144
Los árboles de mi infancia, 145
Retomo, 146
La luna, 147
El país que no es, 148
Llegada al Hades, 149
8
PRESENTACIÓN
Este libro contiene una selección de algunos de los más grandes poetas líricos
contemporáneos. Es sabido que la poesía lírica es uno de los géneros más an-
tiguos de la literatura, pero también uno de los que ha demostrado mayor fle-
xibilidad para los cambios que se producen a través de la transformación del
lenguaje, de las sociedades y de la visión del mundo que poseen los hombres
de distintas épocas. De allí la fresca perdurabilidad de la poesía a través de la
historia del mundo cuando los ejemplos de otros géneros se revelan con fre-
cuencia caducos. El poema de amor de Safo es tan eterno como el fuego, el
agua o el aire. Vemos, sin embargo, que otros poemas épicos, dramas o nove-
las se han eclipsado irremediablemente. ¿Qué conserva la poesía contemporá-
nea de ese instinto primordial? Probablemente la simplicidad de lo verdadero.
¿Cómo caracterizarla? La respuesta quizá sea una de las tareas más difíciles
ante la que se enfrentan los críticos literarios. Porque es difícil su escritura, ar-
dua su concepción, oscuro su lenguaje, ambiguas sus intenciones. Los poetas
de este siglo han mostrado, además, un olímpico desdén por el aprecio popu-
lar. El gran romántico inglés John Keats decía escribir sin pensar en el públi-
co lector; en el caso de los poetas contemporáneos, estos apenas se han preo-
cupado si los lectores los entienden o no. Sin embargo, como bien dice Hugo
Friedrich, la lectura de estos poetas nos encanta antes de haberlos entendido
plenamente. Su tentativa ha sido retrotraerse a las fuentes originarias de la
poesía, pero se han adentrado también en caminos nunca antes recorridos por
los poetas precedentes. Han sabido, no obstante, recoger todas las enseñanzas,
aprender todos sus secretos, recuperar todas sus virtudes y mostrar también to-
do su miedo al encontrarse frente a la página en blanco.
9
Es probable que las palabras de Kavafis en su carta a Pericles Anastiades re
suman la tentativa de los poetas de esta antología: "He intentado unir el len
guaje hablado y el lenguaje escrito, y para conseguirlo he recurrido a toda mi
experiencia y a toda la intuición poética de que soy capaz: temblando, por así
decirlo, sobre cada palabra". Esta breve declaración quizá sea lo más sincero,
lúcido y sapiente que se ha escrito sobre el arte inmortal de la poesía porque
no olvida el contenido esencial que otorga la vida vaciada sobre la poesía así
como tampoco las dudas que acucian al poeta cuando hace uso de las palabras
para convertirla en poemas.
Así, la poesía se encuentra entre los logros más originales y substanciales con
que cuenta la literatura del siglo XX y muestra de ello es la presente selección.
Para esta antología, con excepción de las versiones de Konstantino Kavafis,
hemos recurrido a traducciones de reconocidos poetas peruanos que han per
mitido generosamente la reproducción de sus textos. Cada poeta viene prece
dido por breves páginas introductorias y al final del libro el lector encontrará
sendas cronologías sobre los poetas seleccionados y noticias sobre los poetas-
traductores gracias a cuyo concurso se ha conformado este libro.
Richard Stanley-Smith
10
William Butler
YEATS
TRADUCCIÓN Y PRESENTACIÓN DE RICARDO SILVA-SANTISTEBAN
11
Wllllam BaUar Yeats
de los poetas ingleses del siglo XVII agrupados bajo esta denominación, cuya ca
racterística es la acusada tendencia a la abstracción de la vida humana a un plano
ideal y a la categoría de emblemas, en Yeats su metafísica toma forma, repito, a
través de imágenes concretas y de estirpe moderna manifestada con una música su
til que se desprende espléndida del verso, con esa música del alma que, en suma,
siempre es cuestión de vida o muerte en el verbo de un poeta.
Ricardo Silva-Santisteban
12
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
13
William Butler Yeats
14
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
I Por toda Irlanda hay profecías del advenimiento de la derrota de los enemigos de Irlanda, en cierto
Valle del cerdo negro, y estas profecías son ahora, sin lugar a dudas, como lo fueron en los días fenia-
nos, una fuerza política. Oí de un hombre que no quiso dar dinero a la Liga Rural, porque la Batalla
no podía ocurrir hasta terminar el siglo; pero, como regla, períodos de disturbio traen profecías de su
cercano advenimiento. Algunos años antes de mi época, un viejo que vivía en Lissadell, en Sligo, s o -
lía caer en un paroxismo y en medio del delirio dar descripciones de la Batalla; y cierto paisano en
Sligo me contó que habrá batalla tan grande que a los caballos la sangre les llegará hasta las cernejas
y que, cuando termine, las cinchas se les pudrirán en las panzas por falta de una mano que las suelte.
Si uno lee el Paganismo céltico de Rhys, a la luz de La rama dorada de Frazer, y los compara, lo que
encuentra allí sobre el verraco que mató a Diarmuid. y sobre otros antiguos verracos y marranas cél-
ticos, se advierte que la Batalla es mitológica, y que el Cerdo, por el que se la nombra, debe ser un
emblema de frío e invierno en pugna contra el verano, o de la muerte batallando con la vida. — 1899-
1906. (Nota del Autor)
15
Wllllam Butler Yeats
16
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
17
William Butler Yeats
Un abrigo
De mi canto hice un abrigo
desde el tobillo hasta el cuello
cubierto con los bordados
de viejas mitologías;
mas los tontos lo cogieron,
para exhibirlo ante el mundo
cual si por ellos urdido.
Canción, deja se lo lleven,
que existe mayor audacia,
caminar todo desnudo.
18
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
19
William Butler Yeats
Pensamiento de Propercio
Tan noble desde la cabeza
a las contorneadas rodillas
en una línea ondulante,
caminar podría hasta el ara
por entre imágenes sagradas
contigua a Palas Atenea,
o ser trofeo de un centauro
embriagado con vino puro.
20
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
La segunda venida
Ascendiendo, ascendiendo en una vasta espiral
el halcón ya no puedo oír al halconero;
las cosas se disocian; el centro no puede sostenerse;
simple anarquía azota al mundo,
se desencadena la obscura marea de la sangre
y, doquiera, está el culto de la inocencia destruido;
los mejores pierden la fe, mientras que los peores
se encuentran colmados de ardiente intensidad.
21
William Butler Yeats
II
Un viejo sólo es algo despreciable,
un andrajoso abrigo sobre un palo,
a menos que cante el alma y dé palmas;
y, para cada andrajo en su vestido
mortal, cante más alto.
No existe, pues, la escuela de canto,
sólo los estudiados
monumentos de su magnificencia.
Por eso he cruzado los mares y he venido
a la ciudad sagrada de Bizancio.
22
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
III
Oh sabios frente al fuego de Dios,
como en el mosaico de oro de una pared,
venid del fuego sagrado, ave en espiral,
y sed los maestros cantores de mi alma.
Destruid mi corazón (enfermo de deseo
y sujeto a un animal agonizante
ignora ya quién es) y hundidme
en el artificio de la eternidad.
2
IV
Cuando esté fuera de la naturaleza
no tomaré ya mi forma corpórea
de un natural objeto
sino de aquella que los orfebres griegos
hacen de oro forjado y oro de esmalte
por mantener despierto
a un Emperador soñoliento;
o en una rama dorada cantar
a los caballeros y damas de Bizancio
de lo que pasó, pasa o ha de pasar.
2 En alguna pane he leído que en el palacio del Emperador de Bizancio había un árbol de oro y plata
donde cantaban pájaros artificiales. (Nota del Autor)
23
William Butler Yeats
3
La torre
I
Oh, corazón, turbado corazón,
¿qué haré con este absurdo, esta caricaturesca
y decrépita edad prendida a mí
como una cola de perro?
Jamás tuve
tanta excitada, apasionada y fantástica
imaginación, ni oído y vista
que tan ansiosos esperaran lo imposible.
No, ni siquiera de niño
cuando con caña y cebo,
o con el más rastrero gusano,
ascendía la cuesta del Ben Bulben
teniendo todo el insoportable día de estío
3 Los personajes que se mencionan se encuentran asociados por leyenda, historia y tradición a la vecin-
dad de Thoor Ballylee o Castillo de Ballylee, donde el poema fue escrito. La señora French vivió en
Peterswell, en el siglo dieciocho, y era pariente de Sir Jonah Barríngton, quien describe el incidente de
las orejas y los problemas que se sucedieron. La belleza campesina y el poeta ciego son Mary Hynes y
Raftery, y el incidente del nombre ahogado en la Ciénaga de Cloone se encuentra anotada en mi Cre-
púsculo céltico. La persecución de Hanrahan a la liebre fantasma y a los sabuesos es de mis Cuentos
de Hanrahan el Rojo. Los fantasmas han sido vistos jugando dados, en lo que actualmente es mi dor-
mitorio; el anciano arruinado vivió hace unos cien años. De acuerdo con una leyenda, por causa de sus
acreedores sólo pudo dejar el Castillo un día domingo; de acuerdo con otra, se escondió en un pasadi-
zo secreto.
En el pasaje sobre el cisne de la Parle III, he evocado, inconscientemente, "El cisne moribundo" de
Sturge Moore, una de las más hermosas poesías líricas de nuestro tiempo. A menudo lo recité en una
gira de conferencias por Norteamérica; ello explica el hurto.
Cuando escribí los versos sobre Platón y Plotino, olvidé que es algo en nuestros propios ojos lo que
nos hacer verlos como todo lo trascendente. ¿No ha escrito Plotino: "Dejad a cada alma recordar, en-
tonces, desde el principio, la verdad de que el alma es autora de todo lo viviente, que ha infundido vi-
da en toda cosa, a lodo lo que sustenta la tierTa y el mar, a todas las criaturas del aire, a las divinas es-
trellas en el cielo; es quien crea el sol; ella misma formó y ordenó el vasto cielo y conduce todo mo-
vimiento rítmico... y es un principio distinto de todos a los que da ley, movimiento y vida, y debe, ne-
cesariamente, ser más noble que ellos, pues estos se juntan o disuelven según el alma les trae vida o
los abandona; pero el alma, desde que no puede abandonarse a sí misma, es un ser eterno"? —1928.
(Nota del Autor)
24
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
II
Avanzo por las almenas y atalayo
los cimientos de una casa o donde el árbol,
como un dedo tiznado, nace de la tierra;
empujo la imaginación
bajo el declinante resplandor del día
y apelo a imágenes y recuerdos
de ruinas o de añosos árboles,
pues que existe un misterio en todos ellos.
25
William Butler Yeats
26
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
27
William Butler Yeats
28
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
m
He aquí mi testamento:
elijo a hombres erguidos
que a los arroyos ascienden
hasta el salto de las fuentes
y, al alba, fijan la vista
junto a las húmedas rocas;
los declaro herederos
de mi orgullo, el orgullo
del pueblo que no fue atado
ni a la Causa ni al Estado,
ni a escupidos esclavos,
ni a los tiranos que escupen,
el pueblo de Burke y Grattan
que, libre para rehusar,
dio orgullo como el del alba
cuando la luz temeraria
se desata; u orgullo
cual del cuerno fabuloso,
o el de la súbita lluvia
cuando todos los arroyos
están secos, o el de la hora
en que el cisne fijar debe
la vista en un centelleo
que flota desfalleciente
sobre una vasta extensión
del arroyo reluciente
y entona su última endecha.
29
William Butler Yeats
de Plotino y vocifero
en los dientes de Platón,
muerte y vida no existieron
hasta que el hombre las forjó,
e hizo de su amargo ser
barril, tronco y cerradura,
sol, luna y estrella: todo,
y añadir, además,
que, muertos, resucitamos,
soñamos y así creamos
Paraíso translunar.
He preparado mi paz
con sabias cosas de Italia
y altivas piedras de Grecia,
fantasías de poeta,
evocaciones de amor
y palabras de mujeres,
y todo de cuanto el hombre
hace un sueño sobrehumano
semejante a un espejo.
30
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
1926
31
William Butta Yeats
La rueda
En invierno invocamos primavera,
y en primavera el verano,
y al cercanos setos frondosos
declaramos que el invierno es lo mejor:
después, no hay nada bueno
porque no llega primavera...
ni sabemos que la ansiedad de nuestra sangre
es sólo vehemente deseo del sepulcro.
Juventud y vejez
Hice rabiar cuando joven
oprimido por el mundo,
hoy la lengua lisonjera
adula al huésped que parte.
1924
32
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
4
Dos canciones de un drama
i
Vi, donde falleció el sacro Dionisios,
una erguida doncella fascinada,
que el corazón del pecho se arrancaba,
llevarlo palpitante entre sus manos;
luego, todas las Musas le cantaron
del Gran Año al llegar la primavera,
cual si se interpretase la agonía de Dios.
n
Triste por el oscuro pensamiento humano
cruzó la sala aquella y retiróse
en una turbulencia galilea;
nos trajo la estrellada Babilonia
una magnifícente obscuridad informe;
el olor de la sangre, cuando a Cristo mataron,
inútil hizo toda tolerancia platónica
y vana toda disciplina dórica.
4 Estas canciones son cantadas por los Músicos en mi drama La resurrección. (Nota del Autor)
33
William Butler Yeats
Fragmentos
i
Locke se hundió en éxtasis;
pereció el Jardín;
Dios sacó el telar
de su costado.
II
¿Dónde encontré aquella verdad?
En la boca de una médium,
brotó de la profunda nada,
desde cierto margal del bosque,
desde la obscura noche donde
yacían las coronas de Nínive.
34
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
II
Inclinado sobre un fuego que se hunde,
sueño de un cuerpo lédico un cuento que ella contó
de una áspera reprensión o evento trivial,
que transformó en tragedia algún día infantil;
contó, y pareció que nuestras dos naturalezas se mezclaron
en una esfera de juvenil simpatía,
o quizá, para alterar la parábola platónica,
en la yema y la clara de un mismo cascarón.
III
Y pensando en ese acceso de dolor o de rabia,
miro a una o a otra niña
y me pregunto si ella se irguió así a esa edad
—pues hasta las hijas del cisne pueden compartir
algo de cada herencia de remero—
y si tuvo ese color en sus mejillas o cabellos,
y entonces mi corazón se alborota:
ante mí se yergue como una viviente criatura.
35
IV
Su actual imagen flota en la mente...
¿modelaron los dedos del Quattrocento,
sus mejillas hundidas cual si absorbieran aire
y se alimentasen de una masa de sombras?
Y yo, aunque nunca de especie lédica,
tuve jamás bello plumaje; basta de eso,
mejor sonreír a todo lo que sonríe y mostrar
que hay una cómoda especie de viejo espantapájaros.
V
¿Qué madre juvenil, una forma sobre su regazo
5
ha traicionado la miel de la generación,
y debe dormir, chillar, luchar para huir
como el recuerdo o la medicina decidan,
creería a su hijo, si viera en esa figura
con sesenta o más inviernos sobre su cabeza,
una compensación por los dolores del parto
o la incertidumbre de su despedida?
VI
Platón imaginó la naturaleza una espuma que juega
sobre un fantasmal paradigma de objetos;
Aristóteles, más sólido, jugó a los bolos
sobre el trasero de un rey de reyes;
5 He tomado la "miel de la generación" del ensayo de Porfirio La gruta de las ninfas. Sin embargo, no
encuentro ningún crédito en Porfirio para considerarla el narcótico que destruye la "memoria" de la
libertad prenatal. Culpaba Porfirio a un licor de olvido administrado en el signo zodiacal de Cáncer.
(Nota del Autor)
36
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
vn
Monjas y madres adoran imágenes,
pero las iluminadas por velas no son
como las que animan los ensueños de una madre,
sino que guardan la serenidad del mármol o del bronce.
Sin embargo, también rompen corazones —oh Presencias
que pasión, piedad o afecto conoce,
y que simbolizan toda la gloria de los cielos—
oh autoengendrados burladores de las empresas del hombre.
vm
El trabajo florece a danza donde
no se torturó el cuerpo para placer del alma,
ni la belleza nace de su propia desesperación,
ni la sabiduría legañosa del aceite de la medianoche.
Oh castaño, de raíces profundas floreciente,
¿eres la hoja, la flor o el tronco?
Oh cuerpo mecido por la música, oh encendida mirada,
¿cómo podremos discernir al danzarín de la danza?
37
La sangre y la luna
i
Sea bendito este lugar
y aún más bendita la torre;
un poder surgió de la raza,
poder sangriento y arrogante,
para expresarla y dirigirla,
se elevó como estas paredes
desde las cabanas transitadas
por la tormenta... con escarnio
erigí un poderoso emblema,
y lo canto verso por verso
con el escarnio de la época
medio muerta sobre la cuna.
II
Alejandría fue un faro, y Babilonia
una imagen de los cielos móviles,
una bitácora del trayecto del sol y de la luna;
Shelley tuvo sus torres
a las que algunas vez nombró poderes coronados del
pensamiento.
ra
La pureza de la límpida luna
arrojó su alada saeta sobre la tierra.
Después de siete siglos aún es pura,
no legó mancha la sangre de la inocencia.
Allí, en la tierra saturada de sangre,
se irguieron soldado, asesino y verdugo,
ya por la diaria pitanza, el terror ciego,
o por el odio abstracto, y vertieron sangre
mas allí arrojar no pudieron ni una gota.
¡Olor de sangre en la escalera ancestral!
Y quienes ninguna vertimos, nos congregamos
clamando por la luna en embriagado frenesí.
39
William Butler Yeats
IV
Cuelga de la polvorienta ventana destellante,
y parece colgar rayos de luna de los cielos
—mariposas, ninfas-de-los-bosques y vanessas—
una pareja de polillas nocturnas en el alero.
¿Cada nación moderna, como la torre,
está medio muerta sobre la cima?
No importa qué digo pues la sabiduría
pertenece a los muertos y es incompatible
con la vida; el poder, como todo cuanto tiene la mancha de la
sangre,
pertenece a los vivos; pero ninguna mancha
alcanza la faz de la luna
cuando atisbo la gloria desde una nube.
40
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Símbolos
Una vieja atalaya batida-por-la-tormenta,
un ermitaño ciego dando la hora.
La alternativa
El intelecto humano debe elegir por fuerza
perfección en la vida o aquella de la obra;
si escoge la segunda, rehusar debe entonces
una mansión celeste, rabiando entre la sombra.
41
William Butler Yeats
Bizancio
Se alejan las inexpurgadas imágenes del día;
la soldadesca imperial, borracha, está dormida;
se aleja la resonancia de la noche y el canto de los
trasnochadores
después del gong de la catedral espléndida;
una cúpula estrellada o lunada desdeña
todo cuanto es el hombre,
todas las simples complejidades,
la furia y el fango de las venas humanas.
42
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
1930
43
William Butler Yeats
La espuela
Pensáis horrible que lujuria y rabia
sirvan obsequiosas a mi vejez;
no existía tal peste cuando joven;
¿tengo otra cosa que me aguije al canto?
44
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
II
Cada uno a horcajadas sobre el lomo de un delfín
y animados en una aleta,
aquellos Inocentes reviven su muerte,
abiertas de nuevo sus heridas.
Ríen las aguas absortas
pues sus gritos son dulces y extraños,
danzan a través de su armonía ancestral,
y los delfines se hunden,
en cierta bahía protegida por arrecifes
donde vadea el coro de amor
ofreciendo su sagrada corona de laureles,
se descargan de sus pesos.
45
William Butler Yeats
III
Sutil adolescencia por una ninfa desnudada,
Peleo fija en Tetis la mirada.
Sus miembros tienen la delicadeza de un párpado,
Amor lo ha cegado con lágrimas;
pero el vientre de Tetis escucha.
Por la paredes de la montaña
cae intolerable música
desde la caverna de Pan.
Obscena cabeza de macho cabrío,
brutal brazo se distinguen; vientre, hombro, nalgas,
destellan como peces; ninfas y sátiros
copulan en la espuma.
46
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Voz de sabueso
Porque amamos los calveros y los árboles tronchados
y escogimos, los postreros, el terreno establecido,
pues nuestras voces reflejan el hastío del pupitre
o el que produce la azada, porque fuimos tantos años
por un sabueso escoltados; y aunque aferrados al sueño,
medio dormidos algunos, su alternativa intentando,
el nombre oculto ladramos, diciendo: 'Voz de sabueso'.
47
Konstantino
KAVAFIS
TRADUCCIÓN DEL GRIEGO Y NOTAS DE CAYETANO CANTÚ
La respuesta de Kavafis fue cerrar definitivamente su diario personal; por otra par-
te, no se dedicó a escribir ataques en contra de la dominación inglesa, sino a cum-
plir su función de poeta tal como él la entendía.
49
Konstantlno Kavafis
Para Kavafis, Alejandría continuaba siendo griega, pero estaba en peligro de con-
vertirse en inglesa: era conveniente señalar los grandes errores que dejaron que el
mundo helénico se derrumbara, y así denuncia a los príncipes griegos que por an-
sia de poder personal y orgullo mal entendido no supieron unirse ante las domina-
ciones extrañas y sucumbieron tristemente uno por uno.
50
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Hay tres características básicas en la obra de Kavafis que nos permiten entender
por qué su expresión es tan potente y directa: la primera es la negación a escribir
en el idioma culto que correspondía a la literatura griega establecida; de esta for
ma llegaba a la comprensión del pueblo que no gusta de leer en un lenguaje dife
rente al que habla; este mecanismo sirvió también para que la población culta, mi
noría opresora que habla un idioma ajeno a las masas, se diera cuenta de su posi
ción artificial y su lenguaje acartonado. La segunda tiene que ver con la política:
en él todo es político. En Kavafis el problema individual no tiende a unirse a otros
problemas no menos individuales para dejar, de esa manera, el medio social como
ambiente o trasfondo; él agranda el problema individual y lo hace necesario, indis
pensable, lo conecta con la política; y así la raíz del malestar o de la actitud parti
cular no se encuentra en el interior del afectado sino en el medio social que opri
me, revelando que las causas de los problemas son muy distintas de las que se
mueven en el interior del individuo. La tercera puede enunciarse así: en Kavafis
todo adquiere un valor colectivo. En efecto, la consciencia colectiva de las masas
se encuentra a menudo inactiva en la vida pública y siempre dispersa, y sucede que
el poeta es el encargado de la función de enunciación colectiva e incluso revolu
cionaria: es la expresión de la palabra la que produce una solidaridad activa, a pe
sar del escepticismo. La poesía es cosa del pueblo.
51
Konstantlno Kavaf b
Deseos
Como bellos cuerpos que murieron jóvenes,
encerrados con lágrimas en ricos mausoleos,
con rosas en el pelo y a los pies jazmines,
se ven los deseos que pasaron sin cumplirse,
sin que alguno de ellos haya alcanzado
la plenitud de una delicia sensual,
o un amanecer iluminado por la luna.
Antes de 1911
Voces
Idealizadas voces de aquellos que han muerto
o de aquellos que para nosotros
se han perdido, como muertos.
Antes de 1911
52
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
1
Che fece... il gran rifiuto
Para algunos el día llega
en que tienen que dar el gran "sí" o el gran "no".
Antes de 1911
1 El título está tomado de la línea 60, Canto III, del "Infierno" de la Comedia de Dante. La línea com
pleta dice: "Che fece per viltate il gran rifiuto" ("Quien por cobardía rehusa"). Se refiere a Celesti
no, papa electo en 1294. La interpretación de Kavafis cree que Celestino abdicó por humildad y es
crúpulo; por eso omite la expresión "per viltate". Celestino fue canonizado en 1313 por Clemente
V. (Nota del Traductor)
53
Konstantlno Kavafls
54
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Antes de 1911
55
Konstantlno Kavafls
2
Idus de marzo
Teme, alma, las grandezas,
y si no puedes doblegar tus ambiciones,
al menos persigúelas con cautela, recelosamente,
y, a medida que avances, vuélvete precavida, conócete.
1911
2 Plutarco dice (Vida de Julio César, LXV, 1-2) que Artemidoro, maestro de filosofía griega en Roma
y gran amigo de César, la mañana de los Idus de marzo, trató vanamente de advertir a César del com-
plot que amenazaba su vida. (Nota del Traductor)
56
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
3
Abandona el dios a Antonio
Cuando de repente, a medianoche,
se escucha una procesión invisible pasar
con música y voces exquisitas,
no te entristezcas en vano por el abandono de tu suerte,
los trabajos fallidos,
los planes de tu vida que se esfumaron.
1911
3 El poema se refiere a la historia relatada por Plutarco (Vida de Antonio, LXXV. 3-4), en la cual an-
tes de la caída de Alejandría y de su propia muerte, Antonio "escuchó sonidos de toda clase de ins-
trumentos musicales, coros armoniosos y voces de una multitud que gritaba y bailaba como en una
bacanal". Esta procesión parecía cruzar la ciudad hasta la puerta donde el enemigo aguardaba para
entrar; el estruendo, entonces, se hizo insoportable y de repente se apagó. Las personas cercanas a
Antonio pensaron en el abandono de Baco, dios al que Antonio estudiaba y trataba de imitar y que
ahora irremediablemente lo abandonaba. Shakespeare utiliza el mismo episodio (Antonio y Cleopa-
tra, acto IV, 3). (Nota del Traductor)
57
Konstantino Kavafls
4
Cosas peligrosas
Minias (estudiante sirio en Alejandría,
durante el reinado de Augusto Constancio,
parte pagano y parte cristiano) decía:
1911
4 Mirtias, estudiante sirio que KavafiS ubica en Alejandría bajo el reinado de Constantino, alrededor del
año 337 de nuestra era, parece totalmente inventado. (Nota del Traductor)
58
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
[taca
Cuando emprendas el viaje hacia ítaca,
ruega que tu camino sea largo
y rico en aventuras y descubrimientos.
No temas a lestrigones, a cíclopes o al fiero Poseidón;
no los encontrarás en tu camino
si mantienes en alto tu ideal,
si tu cuerpo y alma se conservan puros.
Nunca verás a los lestrigones, a los cíclopes o a Poseidón,
si de ti no provienen,
si tu alma no los imagina.
59
Konstantlno Kavafls
1911
Regresa
Regresa con frecuencia y tómame,
amada sensación; regresa y tómame.
Cuando despierte el recuerdo en mi cuerpo,
y el antiguo deseo me recorra la sangre,
cuando los labios y la piel recuerden
y sienta aquellas manos que aún me tocan,
regresa con frecuencia, y tómame en la noche
cuando los labios y la piel recuerdan.
1912
60
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
5
Orofernes
El perfil grabado en la moneda de cuatro dracmas
y que parece sonreír, es el bello rostro de Orofernes,
hijo de Ariarate.
5 Supuestamente fue hijo de Aríarates [V de Capadocia. Su madre fue hija de Antíoco III, El Grande.
Fue protegido de Demetrio de Siria, quien lo ayudó a ocupar el trono de Capadocia en 157 A.C.; más
tarde, Orofernes trató de usurpar el trono de su protector. (Nota del Traductor)
61
KoustantJno Kavafls
62
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Una noche
La habitación era barata y sórdida,
escondida en los altos de una taberna equívoca.
Desde la ventana se veía la calle sucia y estrecha.
Desde abajo llegaban las voces de los obreros
jugando cartas y divirtiéndose.
Y allí, en la usada y ordinaria cama,
tuve el cuerpo del amor,
me embriagué con los rojos y voluptuosos labios.
Y ahora, cuando lo escribo después de tantos años,
solo en la casa, me embriagan otra vez.
1915
Días de 1903
Nunca los volví a encontrar —tan rápidamente perdidos—
los ojos poéticos, el pálidos rostro...
en el atardecer del camino...
1917
63
KonstantJno Kavafls
El escaparate de la tabaquería
Estaban entre la muchedumbre
cerca del luminoso escaparate de la tabaquería.
Sus miradas se cruzaron por accidente,
tímidamente y con sobresalto expresaron
el ilícito deseo de su carne.
Dieron unos cuantos pasos sobres la acera,
sonrieron y asintieron levemente.
Y después el carruaje cerrado...
La camal cercanía de sus cuerpos,
la unión de sus manos, el encuentro de sus labios.
1917
64
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
6
El fin de Nerón
Nerón no se alarmó cuando supo
la profecía del oráculo del Delfos:
"Teme a los setenta y tres años".
Tenía mucho tiempo aún para divertirse.
Tiene treinta años, y al término que el Dios le concede
es suficiente para prepararse
a los peligros que vengan.
1918
6 La historia de esta predicción capciosa está tomada de Suetonio (Vida de Nerón, LX). (Nota del
Traductor)
65
Konstantlno Kavafls
Permanecer
Debe haber sido la una o la una y media.
1919
66
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Sol de la tarde
Este cuarto —lo conozco tan bien—
ahora se renta, como los demás, para negocios.
Todo el edificio se ha convertido en oficinas
para agentes, comerciantes y compañías.
1919
67
Konstantlno Kavafls
Su principio
Se ha consumado su desviado placer sensual.
Se levantan y apresuradamente se visten, sin hablar.
Furtivos, abandonan la casa por distintos rumbos,
y mientras caminan algo inquietos en la calle,
parece como si se sospechara
en qué lecho estuvieron hace poco.
1921
68
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Artesano de cráteras
En este bello vaso de pura plata
hecho para la casa de Heráclides
donde el buen gusto impera,
ves estilizadas flores, un riachuelo y tomillo;
al centro he colocado un bello adolescente
desnudo, sensual, con una pierna
aún en el agua, Memoria, te ruego
seas el mejor guía para grabar la imagen
de aquel joven que amé tal como era
Ardua diñcultad porque quince años
han pasado desde el día en que cayó,
siendo soldado, en la batalla de Magnesia.
1921
69
Konstantlno Kavafls
1930
70
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Días de 1908
Ese año se encontró sin trabajo;
subsistía jugando cartas, bakgammon, o de préstamos.
71
Konstantlno Kavafis
1932
72
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
73
Komrtantlno Kavafls
1933
7 Los cristianos de Antioquía habían enterrado ¡legalmente el cuerpo de su obispo Babílao en los jardi-
nes del templo de Dafne. Julián ordenó que se cambiara la tumba y esa misma noche el templo fue
destruido por el fuego. (Nota del Traductor)
74
Georg
TRAKL
TRADUCCIÓN DEL ALEMÁN Y PRESENTACIÓN DE AMÉRICO FERRARI
Georg Trakl (1887-1914) no sólo cifra en su obra poética las tendencias esencia-
les de lo que sólo después de su temprana muerte vino a llamarse en el mundo ger-
mánico Expressionismus, el movimiento poético sin duda más importante que se
ha dado en Occidente después del romanticismo: encama sobre todo de manera so-
brecogedora la consciencia del fin, la visión del más sangriento de los crepúsculos
en el umbral de este siglo alumbrado entre los estragos de una guerra por primera
vez mundial. Se podría decir pues que el gran poeta austríaco es un vate en la acep-
ción más clásica del término; pero lo que más asombra en él es cómo la visión de
una horrenda realidad roja, negra, verde —de noche, tumbal, de sangre, de podre-
dumbre de la carne— se remansa en la pureza cristalina de la voz lírica, cómo el
tormento de la muerte, del seno frío de la noche, la angustia del atroz arrebol cre-
puscular se concilian en el manantial del canto y se hacen misteriosamente uno con
la paz de los caminos en la suavidad de un crepúsculo, la verde alegría de las pra-
deras, el manso animal, la dicha apacible del estanque, dicha que el agua serena
promete a los ahogados. Hay en Trakl una percepción simple, original y prístina
de la inmanencia palpable de la muerte en la vida, de la comunicación incesante y
real de los vivos con los muertos que no necesita de ninguna dialéctica hegeliana
u otra para ser esto y su contrario, sin más.
75
Georg Trakl
que la poesía no refiera, por ocultos caminos, a la experiencia íntima que el poe-
ta, un ser humano entre otros, tiene del mundo. La experiencia vital de Trakl, pre-
ñada de angustias y sentimiento de culpa; el vivo sentimiento de decadencia y de-
rrumbe de un mundo familiar; la vida alucinada por la que duramente avanzó, las
drogas, el alcohol, la relación incestuosa con su hermana trazan invisibles líneas o
surcos, versos ya en buena cuenta, a los que la mano del poeta imprimirá en la es-
critura del poema una forma y un sentido universal. En los cincos libros de Sebas-
tián en sueños (se puede pensar que Sebastián es un Georg Trakl entre otros) se
concentra todo este universo de formas y vivencias.
Al estallar la guerra, el primer paso de una danza macabra de Occidente que en só-
lo tres decenios causó tantas decenas de millones de muertos, Trakl fue enviado al
frente en agosto de 1914. Tras la batalla de Grodek, a la que consagró un poema,
fue devuelto a un hospital militar en Cracovia por "trastornos mentales". Ahí mu-
rió en noviembre de una sobredosis de cocaína a los 27 años. Suicidio, visiblemen-
te: no es creíble en efecto que el poeta drogadicto, farmacéutico de profesión, no
supiera dosificar la droga. Oh la hora amarga del ocaso/ahora que contemplamos
en las aguas negras un rostro de piedra. ¿Qué le quedaba por ver al poeta en la
historia inminente que no hubiera previsto ya en sus versos?
Américo Ferrari
76
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Infancia
Cuajado de frutos el saúco; tranquila habitaba la infancia
en el antro azul. Sobre el camino borrado,
donde silba ahora la grama pardusca,
medita la quieta enramada; el rumor del follaje
77
Georg Irakl
78
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Al joven Elis
Elis, cuando el mirlo en el negro bosque reclama,
ese es tu ocaso,
tus labios beben la frescura de la fuente azul entre las rocas.
Un zarzal resuena
donde están tus ojos lunados,
oh, cuánto tiempo, Elis, que estás muerto.
Tu cuerpo es un jacinto
en el que hunde un monje sus dedos de cera;
una gruta negra es nuestro silencio,
79
Georg Trakl
Elis
i
Perfecto es el sosiego de este día dorado.
Bajo viejas encinas
tú apareces, Elis, yacente de ojos redondos.
Despacio cae
sobre muros desnudos el azul sosiego del olivo,
se extingue de un anciano el canto oscuro.
Barca de oro,
2
Un dulce carillón repica en el pecho de Elis
al caer de la tarde,
Un animal azul
sangra suavemente en el zarzal.
80
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Signos y estrellas
Azules palomas
beben de noche el helado sudor
que mana de la frente cristalina de Elis.
Y siempre silba
contra negros muros el viento solitario de Dios.
81
Trakl
83
Georg Trakl
84
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
En el parque
De nuevo errando por el viejo parque.
Oh flores amarillas y rojas del silencio.
También vosotros os doléis, benignos
dioses, y el oro de otoño de los olmos.
En el estanque azulado se yergue inmóvil
el junco, calla el tordo en la noche.
Oh inclina tú también la frente
sobre el mármol en ruinas de tu estirpe.
Noche de invierno
Cuando la nieve cae en la ventana
y tañe lenta la campana vespertina,
está puesta la mesa para muchos,
preparada la casa.
85
Sonia
La sombra vespertina en el jardín;
vida de Sonia en el azul silencio.
Cruzan vuelos de pájaros salvajes;
un árbol deshojado en otoñal silencio.
87
Georg TrakI
Crepúsculo espiritual
Apacible aparece en el lindero del bosque
un oscuro venado;
en la colina muere dulcemente el viento de la tarde,
el cielo constelado.
Siempre resuena la voz lunar de la hermana
por la noche espiritual.
88
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
89
Georg Trakl
A los enmudecidos
Oh, demencia de la gran ciudad: cae la noche
y se pasman árboles retorcidos junto a los muros negros,
a través de su máscara de plata atisba el espíritu del mal;
la luz con su látigo magnético expulsa a la noche de piedra.
Oh, tañir sumergido de las campanas de la tarde.
90
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Pasión
Cuando Orfeo arranca notas argentinas del laúd,
llorando muerte en el jardín vespertino,
¿quién eres tú, figura quieta bajo los altos árboles?
Susurran la queja la caña otoñal,
el estanque azul,
muriendo bajo árboles verdeantes
y siguiendo la sombra de la hermana;
oscuro amor
de una estirpe salvaje
de la que huye el día sobre ruedas de oro.
Sosegada noche.
91
Georg Trakl
Noche de invierno
Ha caído nieve. Pasada medianoche abandonas borracho de purpúreo
vino el círculo oscuro de los hombres, la llama roja de su hogar. ¡Oh las
tinieblas!
Negro hielo. La tierra es dura, el aire sabe amargo. Tus estrellas se cie-
rran en malos signos.
Con pies petrificados marchas pesadamente sobre el terraplén desor-
bitados los ojos, como un soldado que se lanza al asalto de un baluarte.
\Avanti\
¡Amarga nieve, amarga luna!
Un lobo rojo que un ángel estrangula. Tus piernas estriden como hie-
lo azul y una sonrisa impregnada de dolor y orgullo ha petrificado tu ros-
tro y tu frente palidece por la voluptuosidad del hielo;
o se inclina silenciosa sobre un guardián que el sueño ha derrumbado
en su garita de madera.
Hielo y humo. Blanca camisa de fuego sideral te quema los sufridos
hombros y los buitres de Dios destrozan tu corazón de metal.
Oh colina de piedra. Manso y olvidado se derrite el cuerpo frío en nie-
ve de plata.
Negro es el sueño. El oído sigue largamente los caminos de la estrella
por el hielo.
Cuando despertaste repicaban las campanas en el pueblo. Nacía pla-
teado por la puerta de oriente el día rosáceo.
92
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Occidente
A Else Lasker-Schüler en homenaje
1
Luna, cual si saliera un muerto
de un hoyo azul,
y tantas flores cayendo
sobre el camino rocoso.
Llora plateado llanto
un ser enfermo a orillas
del estanque anochecido que cruzaron
en negra barca los amantes
hacia la muerte.
93
Georg Trakl
2
Tan sosegados los verdes bosques
de nuestra patria,
la ola cristalina
muriendo al pie de muros derruidos
y nosotros hemos llorado en nuestro sueño;
orillan con pasos dudosos
el seto de espinos
los que cantan en el ocaso de verano
en la sagrada paz
de los viñedos, en su lejana lumbre mortecina;
ahora sombras en el seno frío
de la noche, águilas luctuosas.
Cuan dulcemente cierra un rayo de luna
las heridas purpúreas de la melancolía.
3
¡Grandes ciudades
construidas de piedra
en la llanura!
Así sigue sin palabra
el sin patria
con sombría frente al viento,
a los árboles sin hojas sobre la colina.
¡Y vosotros ríos anochecientes hacia la lejanía!
Profunda angustia
del atroz arrebol crepuscular
en los nubarrones cargados de tormenta.
¡Pueblos agonizantes!
Lívida ola
rompiendo sobre la playa de la noche,
estrellas cadentes.
94
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Oscuras se cierran las aguas sobre los bellos juegos de los peces.
Hora de duelo, silenciosa mirada del sol.
Es el alma cosa extranjera en la tierra. Oscurece
místico azul por encima del bosque golpeado y tañe
largamente una oscura campana en la aldea; compañía apacible.
95
Georg Tralci
96
Guillaume
APOLLINAIRE
TRADUCCIÓN Y PRESENTACIÓN DE RICARDO SILVA-SANTISTEBAN
Ricardo Silva-Santisteban
97
Guillaume Apollinaire
Onirocrítica
Las ascuas del cielo estaban tan cerca que yo temía su ardor. Estaban a
punto de quemarme. Pero yo me daba perfecta cuenta de las eternidades dife-
rentes del hombre y de la mujer. Dos animales distintos se acoplaban y los ro-
sales amugronaban pámpanos grávidos de racimos de lunas. De la garganta
del simio salieron llamas que flordelisaron el mundo. Un armiño albeaba en-
tre los mirtos. Le preguntamos la causa del falso invierno. Me tragué rebaños
oscuros. Orkenise apareció en el horizonte. Nos dirigimos hacia esta ciudad
recordando con pena los valles donde los manzanos cantaban, silbaban y ru-
gían. Pero el canto de los campos cultivados era maravilloso:
¡Corazones de Orkenise!
Cómo reían los guardias,
la senda es gris, pordiosero,
el amor gris, carretero.
98
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
99
Guillaume Apollinaire
100
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
101
Guillaume Apollinaire
Las sirenas
¿Sé desde dónde viene, Sirenas, vuestro hastío
cuando plañís vosotras, mar adentro, en la noche?
Como tú estoy, mar, grávido de voces intrigantes
y se nombran los años mis navios cantantes.
102
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Zona
Finalmente estás cansado de este mundo antiguo
103
Guillaume Apollinaire
104
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
105
Guillaume Apollinaire
106
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
107
Guillaume Apollinaire
Adiós Adiós
108
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
El puente Mirabeau
Bajo el puente Mirabeau corre el Sena
Y nuestros amores
Es que debo recordarlo
Siempre venía el gozo tras la pena
109
Guillaume Apollinaire
Los cólquicos
El prado es venenoso pero lindo en otoño
Paciendo en él las vacas
Se envenenan lentamente
Allí florece el cólquico color de ojera y de lila
Tus ojos son como esa flor
Como su ojera violáceos y como este otoño
Y por tus ojos mi vida se envenena lentamente
Chantre
Y el único cordel de las trompetas marinas
110
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
El adiós
Cogí esta hojita de brezo
El otoño ha muerto recuérdalo
No nos veremos ya sobre la tierra
Olor del tiempo hojita de brezo
Y recuerda que te espero
La puerta
La puerta del hotel sonríe horriblemente
Tú crees oh mamá que puede a mí importarme
El ser este empleado para quien nada existe
Parejas que discurren en profunda agua triste
Frescos peces recién llegados a Marsella
Oigo morir dos veces cierto canto lejano
Humilde como soy yo sé que nada valgo
111
Apollinaire
Signo
Soy obediente al Jefe del Signo del Otoño
Por eso amo los frutos y detesto las flores
Deploro cada uno de los besos que doy
Como un nogal vareado dice al viento sus penas
Claro de luna
Luna meliflua en labios de dementes
Esta noche cuan ávidos vergeles y poblados
Los astros se parecen muy bien a las abejas
De esa miel luminosa que exudan los parrales
Dulcísima aquí ved de los cielos cayendo
Cada rayo de luna es un rayo de miel
Pues que oculto concibo la aventura dulcísima
Temo el dardo de fuego de aquella abeja Arturo
Que puso entre mis manos sus rayos engañosos
Y robó miel de luna a la rosa de los vientos
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Cuernos de caza
Nuestra historia es noble y trágica
Como la máscara de un tirano
Ningún drama arriesgado o mágico
Ningún detalle indiferente
Vuelve patético nuestro amor
113
Guillaume Apollinaire
Paisaje
ES
TA
LA
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MANSIÓN ESTE
ARBOLITO
Donde N A C E N
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Y LAS DIVINIDADES RE
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114
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Hacia el sur
Cénit
Esos pesares
Y jardines sin límite
Donde el sapo modula su tierno grito azul
La cierva del silencio pasa rauda y perdida
Un ruiseñor herido por amor canta sobre
El rosal de tu cuerpo cuyas rosas cogí
Nuestros dos corazones cuelgan de aquel granado
Y las flores de granada se abren a nuestra vista
Cayendo una tras otra han cubierto el sendero
La partida
Estaban pálidos sus rostros
Y sus sollozos quebrados
115
Guillaume Apollinaire
Maravillas de la guerra
Cuan bellos los cohetes que iluminan la noche
Ascienden hasta su propia cima y se inclinan para mirar
Son damas que danzan y sus miradas son ojos brazos corazones
116
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
117
Guillaume Apollinaire
Jefe de sección
Mi boca tendrá ardores de averno
Mi boca te será un infierno de dulzura y de seducción
Los ángeles de mi boca tronarán en tu corazón
Los soldados de mi boca te tomarán por asalto
Los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza
Tu alma se agitará como una región durante un terremoto
Tus ojos estarán grávidos de todo el amor acumulado en las miradas de
la humanidad desde que esta existe
Mi boca será un ejército contra ti un ejército colmado de desatinos
Variado como un hechicero que sabe cambiar sus metamorfosis
La orquesta y los coros de mi boca te dirán amor mío
Ella te lo murmura de lejos
Mientras con los ojos fijos en el reloj espero el minuto prescrito
para el asalto
118
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
119
Guillaume Apollloalre
La linda pelirroja
Heme aquí ante todos un hombre de buen sentido
Que conoce de la vida y de la muerte lo que un ser viviente
puede conocer
Que ha probado las penas y los goces del amor
Que ha sabido imponer algunas veces sus ideas
Conocedor de varios idiomas
Y ha viajado lo suficiente
Que ha visto la guerra en la Artillería y en la Infantería
Herido en la cabeza trepanado bajo el cloroformo
Que ha perdido a sus mejores amigos en la espantosa lucha
Sé de lo antiguo y de lo nuevo cuanto un hombre solo podría
saber de ambos
Y sin inquietarme hoy en día por esta guerra
Entre nosotros y para nosotros amigos míos
Juzgo esta larga disputa entre la tradición y la invención
Entre el Orden y la Aventura
120
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
121
Edith
SÓDERGRAN
TRADUCCIÓN DEL SUECO Y PRESENTACIÓN DE JAVIER SOLOGUREN
123
Edith Sódergran
Edith Sódergran ha sentido y vivido, uno a uno, los pasos de su muerte, la in
juria cruel de la enfermedad que la fue minando. Su relación más estable y du
radera ha sido, no nos es difícil imaginarlo, con su propio cuerpo yacente, su
escenario, el paisaje inmediato a sus ojos, donde vieron estos el desmedro. Así,
en el curso de este desvelo, el cuerpo se le ofrecía en su misterio, en su ardien
te fragilidad:
124
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
El paisaje de Raivola, bosque de alerces y lago, se halla presente, como lo han se-
ñalado Gunnar Ekelóf, uno de los más grandes poetas suecos de la generación del
40, y Hagar Olsson, en los poemas de Edith Sódergran. Arboles, pájaros ribereños,
última flor del otoño, todo enjambra en ellos con melancólico gozo. En los ele-
mentos naturales encuentra no sólo sus símbolos y emblemas, sino los incentivos
para poder seguir viviendo. Cuántas veces, en sus momentos de convalecencia, en
sus parciales recuperaciones, habrán sido los hallazgos bienhechores, para sus ojos
deslumhrados: el sol vuelto a sentir en sus espaldas, la luz nuevamente encendida
en las flores, el agua otra vez cantando. Edith los contemplaría como desde la otra
orilla, sabiéndose más que nadie viadora de la muerte.
125
Edith SSdergran
Javier Sologuren
126
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
He visto un árbol...
He visto un árbol que era más grande que todos los demás
cubierto de inaccesibles conos;
he visto una gran iglesia con las puertas abiertas,
todos los que de allí salían estaban pálidos y fuertes
y prontos a morir;
he visto a una mujer que pintada y sonriente tiraba dados
sobre su felicidad
y la vi perder.
Alrededor de estas cosas se hallaba trazado un círculo
infranqueable.
127
Edlth SSdergran
Se acaba el día...
i
Se acaba el día y desciende la frescura...
Bebe el calor de mi mano,
mi mano tiene la misma sangre que la primavera.
Toma mi mano, toma mi brazo blanco,
toma el deseo de mis frágiles hombros...
Sería tan maravilloso, tan extraño sentir,
una sola noche, una noche como esta,
el peso de tu cabeza contra mi pecho.
II
Arrojaste la rosa roja de tu amor
en mi blanco seno;
aprieto en mis ardientes manos
la rosa roja de tu amor, la rosa que pronto se marchita...
¡Oh soberano de fríos ojos!
acepto la corona que me tiendes,
es tan pesada que la cabeza se me inclina sobre el corazón...
m
Hoy he visto a mi dueño por vez primera;
temblorosa, en seguida lo he reconocido.
Ahora ya siento su pesada mano sobre mi brazo ligero...
¿Dónde está mi risa clara de doncella,
mi libertad de mujer de erguida cabeza?
128
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
IV
Buscabas una flor
y hallaste un fruto.
Buscabas una fuente
y hallaste un mar.
Buscabas una mujer
y hallaste un alma:
estás desencantado.
129
Edfth Sódergran
Un deseo
De todo nuestro mundo soleado
no deseo sino un banco de jardín
donde un gato toma sol...
Allí estaría sentada
con una carta contra mi pecho,
una sola carta pequeña.
He aquí cómo es mi sueño...
130
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
1
Vierge moderne
Yo no soy una mujer. Soy un neutro.
Soy un niño, un paje y una osada decisión.
Soy una raya riente de un sol escarlata...
Soy una red para todos los voraces peces,
soy un brindis en honor de todas la mujeres,
soy un paso hacia el azar y la ruina,
soy un salto en la libertad y el yo...
Soy el murmullo de la sangre en el oído del hombre,
soy un estremecimiento del alma, el deseo y el rechazo
de la carne,
soy la enseña de nuevos paraísos.
Soy una llama, inquieta e intrépida,
soy un agua, profunda pero audaz hasta las rodillas,
soy agua y fuego en leal unión libre...
131
Edlth Sodergran
132
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
133
Edith Sodergran
134
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Otoño
Los árboles desnudos están en tomo de tu casa
y dejan pasar cielo y aire sin fin,
los árboles desnudos descienden a la orilla
y se reflejan en el agua.
Un niño juega aún en el humo gris del otoño
y una niña va con flores en la mano
y en el horizonte vuelan pájaros plateados.
Las estrellas
Cuando la noche llega,
estoy en la escalera y escucho;
en el jardín las estrellas enjambran
y yo me hallo en la oscuridad.
¡Escucha, una estrella cayó resonando!
No vayas con los pies desnudos por la yerba:
mi jardín está lleno de fragmentos de estrellas.
135
Edfth Sódergran
Palabras
Cálidas palabras, hermosas palabras, profundas palabras...
Son como el perfume de una flor en la noche que no se ve.
Detrás de ellas acecha el vacío espacio...
¿Es tal vez el humo ensortijado del cálido hogar del amor?
Primavera nórdica
Todas mis quimeras se han derretido como nieve,
todos mis sueños han corrido como agua,
de todo lo que he querido tan solo me queda
un cielo azul y algunas pálidas estrellas.
El viento se mueve lentamente entre los árboles.
Descansa el vacío. El agua está callada.
El viejo abeto se halla despierto y piensa
en la blanca nube que en sueños besaba.
136
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
La vida
Yo, mi propia prisionera, he aquí lo que digo:
la vida no es la primavera vestida de terciopelo verde claro,
ni una caricia, raramente recibida,
la vida no es una decisión de partir,
ni dos brazos blancos que nos retienen.
La vida es el círculo estrecho que nos tiene prisioneros,
el círculo invisible que no franquearemos jamás,
la vida es la felicidad próxima que nos huye,
y mil pasos que no nos decidimos a dar.
La vida es despreciarse a sí mismo
y estar inmóvil en el fondo de un pozo
y saber que el sol brilla allá arriba
y que pájaros de oro atraviesan el cielo
y que los días vuelvan rápidos como flechas.
La vida es hacer un breve gesto de adiós, volver a casa y dormir...
La vida es ser un extraño para uno mismo
y una nueva máscara para todos los que vienen.
La vida es maltratar su propia felicidad
y rechazar el instante único,
la vida es creerse débil y no atreverse.
137
Edith SSdargran
Días enfermos
Mi corazón está acurrucado en una angosta grieta,
mi corazón está muy lejos
en una isla lejana.
Pájaros blancos pasan y vuelven a pasar
y llevan el mensaje de que mi corazón vive.
Yo sé cómo él vive
de carbón y de arena
sobre las piedras cortantes.
138
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
139
Edith Sodergran
La tormenta
Ahora la tierra vuelve a cubrirse de negro. Es la tormenta
que se levanta desde los abismos nocturnos y baila
solitaria su baile espectral sobre la tierra.
Ahora los hombres vuelven a luchar —fantasma contra fantasma.
¿Qué quieren, qué saben? Como ganado
de oscuros rincones son llevados,
de la trailla de los acontecimientos
no se desprenden:
las grandes ideas empujan su presa hacia adelante,
las ideas tienden en vano suplicantes brazos en la tormenta,
él, el que baila, sabe que él solo es dueño en la tierra.
El mundo no es dueño de sí mismo. Uno caerá como
una casa en llamas, como un árbol podrido,
otro quedará libre de manos desconocidas.
Y el sol contempla todo esto, y las estrellas brillan
en noches heladas
y el hombre se desliza solitario
por su camino
hacia la felicidad sin límites.
140
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Rosas
El mundo es mío.
Por donde yo vaya
arrojo rosas para todos.
El artista ama cada oreja de mármol
que entiende su palabra.
¿Qué me importan dolor, miseria?
Todo se desploma con estruendo:
yo canto.
Así se eleva el gran himno del dolor de un pecho feliz.
141
Edttti Sodargran
Estrellas enemigas
Las estrellas enemigas se elevan.
Eternamente extrañas, eternamente lejanas
tratáis de sonreíros, traicionadas por la fe de los hombres.
Toda estrella tiene una gélida mirada.
Toda estrella es altiva y solitaria en su fuerza
y no cree en el fulgor de las estrellas.
Toda estrella quiere persuadimos de que ella es todo.
Toda estrella es feliz como nadie lo es en el mundo.
Toda estrella quiere incendiar el mundo con su borde llameante.
Toda estrella avanza como un rojo resplandor en la lejanía
para destruir, devorar, quemar, ejercer su poder.
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CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
La red
Tengo la red donde van todos los peces.
La dicha expande el sereno pecho de la pescadora
cuando arrastra el fardo plateado.
Cargo mis hombros con todas las riquezas de la tierra.
Os llevo, os llevo a un estanque de ensueño.
En la orilla hay un pescador con una caña de oro.
En algún sitio hay dioses detrás de los bosques más densos,
nosotros, los niños extraviados, no queremos ir a otra parte sino
allá.
Ir a buscar el sol llameante del porvenir detrás del bosque.
El secreto de Eros
Vivo rojo. Vivo mi sangre.
No he renegado de Eros.
Mis rojos labios arden en tus helados
altares de sacrificio.
Te conozco, Eros,
no eres ni hombre ni mujer.
Eres la fuerza
que, agazapada en el templo,
al levantarse -más indómita que una algarabía,
más violenta que una piedra arrojada-
lanza sobre el mundo
las certeras palabras del mensaje
desde la puerta del templo omnipotente.
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Edith SSdergran
144
CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
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Edith SSdergran
Retorno
Los árboles de mi infancia, exultando de júbilo,
me rodean
¡oh ser humano!
y la yerba me da la bienvenida del país extranjero.
Apoyo la cabeza en la yerba: al fin, ya de vuelta.
Ahora le doy la espalda a todo
lo que está detrás de mí:
mis únicos compañeros serán el bosque, la playa y el lago.
Ahora bebo sabiduría de la jugosa copa del abeto,
ahora bebo verdad del tronco reseco del abedul,
ahora bebo poder de la yerba más pequeña y más tierna:
un poderoso protector me tiende, piadoso, la mano.
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CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
La luna
Cómo todo lo que está muerto es maravilloso e indecible:
una hoja muerta y un hombre muerto
y el disco de la luna.
Y todas las flores saben un secreto
y el bosque lo guarda,
es el curso de la luna en tomo a nuestra tierra
la vía de la muerte.
Y la luna teje su maravilloso tapiz
amado de las flores,
y la luna teje su feérica red
alrededor de todo lo que vive.
Y la hoz de la luna siega las flores
en las noches de fines de otoño,
y todas las flores aspiran al beso de la luna
en una espera infinita.
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Edith SSdergran
El país que no es
Anhelo el país que no es,
pues todo lo que es estoy cansada de desearlo.
La luna me habla en plateadas estrofas
del país que no es.
El país donde todo deseo nuestro será maravillosamente saciado,
el país donde caen nuestras cadenas,
el país donde refrescamos nuestra frente herida
en el rocío de la luna.
Mi vida fue una ardiente ilusión.
Pero he hallado una cosa y una cosa he ganado verdaderamente:
el camino del país que no es.
En el país que no es
mi amante pasa con una resplandeciente corona.
¿Quién es mi amante? La noche es sombría
y las estrellas tiemblan en respuesta.
¿Quién es mi amante? ¿Cuál es su nombre?
Los cielos se elevan, más alto, siempre más alto,
y un hijo de hombre se ahoga en brumas infinitas
y no reconoce respuesta.
Pero un hijo de hombre no es otra cosa que una certidumbre.
Y alza sus brazos más arriba que todos los cielos.
Y se oye una respuesta: Yo soy el que amas y que siempre
amarás.
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CINCO POETAS CONTEMPORÁNEOS
Llegada al Hades
He aquí la ribera de lo etemo,
aquí pasa mugiendo la corriente
y la muerte toca entre las matas
su misma monótona melodía.
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CRONOLOGÍA DE WILLIAM BUTLER YEATS
1865 — Nace el 13 de junio en Georgeville, Dublin, Irlanda, hijo de John Butler Yeats
y Susan Pollexfen.
1867 — John Butler Yeats se traslada con su familia a Londres.
1875 — Se matricula en la Godolphin School en Hammersmith.
1880 — El padre de Yeats pierde los ingresos de sus tierras de Kildare como consecuen-
cia de la Guerra de la Tierra por lo que deben retomar a Irlanda.
1883 — Ingresa a la Escuela de Arte de Dublin.
1885 — Publica sus primeros poemas y un artículo sobre budismo.
1887 — La familia regresa a Londres. Yeats se une a la sección esotérica de una enti-
dad teosófica que dirigía Madame Blavatsky.
1889 — Se enamora de Maud Gonne. Publica Las andanzas de Oisín y otros poemas
(The Wanderings of Oisin and Other Poems).
1890 — Se inicia en la orden hermética del Alba Dorada (The Golden Dawn).
1891 — Le propone matrimonio a Maud Gonne. Ella viaja a Francia.
1892 — Publica La condesa Catalina y varias leyendas y poesías líricas (The Countess
Kathleen and Various Legends and Lyrics).
1894 — Visita París donde le propone nuevamente matrimonio a Maud Gonne. Se es-
trena El país de nuestros anhelos (The Land of Heart's Desire).
1897 — Publica La rosa secreta (The secret Rose). Escribe la novela El pájaro motea-
do (The Speckled Bird) que se publicó recién en 1974.
1899 — Publica El viento entre las cañas (The Wind Among the Reeds). En París vuel-
ve a proponerle matrimonio a Maud Gonne.
1900 — En Londres otra vez le propone matrimonio a Maud Gonne. Publica la primera
versión de Aguas tenebrosas (The Shadowy Waters).
1902 — Preside la Sociedad Dramática Nacional Irlandesa. Su drama Catalina de Hou-
lihan (Cathleen ni Houlihan) se representa en Dublin con Maud Gonne en el rol
principal.
1903 — Maud Gonne se casa con John MacBride.
1904 — Inauguración del Teatro de la Abadía (Abbey Theatre) con Yeats como gerente-
productor.
150
1906 — Publica una segunda versión, muy corregida, de Aguas tenebrosas.
1910 — Publica El yelmo verde y otros poemas (The Green Helmet and Olher Poems).
1912 — Conoce a Ezra Pound.
1914 — Publica Responsabilidades: poemas y un drama (Responsabilices: Poems and
a Play).
1917 — Desposa el 21 de octubre a Georgie Hyde-Leesel, médium que lo ayudaría a es-
cribir posteriormente su extraño libro Visión. Publica Los cisnes salvajes de
Coole (The Wild Swans at Coole).
1919 — En febrero nace su hija Anne.
1921 — En agosto nace su hijo Michael. Publica Michael Robarles y la bailarina (Mi-
chael Robarles and the Dancer).
1922 — Es nombrado senador del nuevo Estado Libre Irlandés.
1923 — Le conceden el Premio Nobel por su obra poética.
1924 — Publica sus Ensayos (Essays). Sufre de presión alta.
1926 — Publica Visión (A Vision).
1927 — Enferma de una congestión pulmonar. En Sevilla sufre una hemorragia pulmonar.
1928 — Publica La torre (The Tower).
1932 — Funda la Academia Irlandesa de Letras.
1933 — Publica La escalera de caracol y otros poemas (The Winding Stair and Other
Poems) en setiembre y sus Poemas completos (Collected Poems) en noviembre.
1934 — Publica su Teatro completo (Collected Plays).
1937 — Publica el Oxford Book of Modem Verse (1892-1935). En diciembre aparecen
sus Ensayos 1931-1936 (Essays 1931-1936).
1939 — Fallece el 28 de enero en Roquebrune, Francia, donde se lo sepulta. Se publi-
can sus Últimos poemas y dos dramas (Last Poems and Two Plays).
1948 — Se traslada su cadáver para enterrarlo en Sligo.
151
CRONOLOGÍA DE KONSTANTINO KAVAFIS
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1901 — A principios de agosto realiza su primer viaje a Grecia. En Atenas conoce al no-
velista y crítico Gregorio Xenópolus, quien dos años después presentará su poe-
sía en Grecia.
1903 — En agosto realiza su segundo viaje a Grecia y se contacta nuevamente con Xe-
nópolus, quien en noviembre publica un articulo en la revista Panathinea titu-
lado "Un poeta", en el que presenta la poesía de Kavafis al público griego.
1904 — Publica la quinta edición autónoma, Esperando a los bárbaros.
1907 — Se relaciona con el círculo literario de la revista Nea Zoi (Nueva vida), en la
que se publicarán muchos poemas suyos.
1911 — Publica poemas en la revista Grámmata de Alejandría.
1914 — Conoce a E.M. Forster, enviado a Alejandría por la Cruz Roja, a raíz de la gue-
rra europea.
1916 — Varios poemas aparecen en las revistas Hevdomás y Propileo.
1919 — En abril, el gran novelista inglés E.M. Forster publica, en la revista Athanaeum
de Londres, un ensayo sobre la poesía de Kavafis, reproduciendo por primera
vez en inglés, algunos fragmentos.
1922 — El 1 de abril se retira de la Dirección de Riego después de 30 años de trabajo.
1923 — Kavafis redacta su testamento, nombrando albacea y heredero Aleko Sengópolus.
1926 — El gobierno dictatorial de Pángalos concede a Kavafis la condecoración del Fé-
nix, única distinción dada al poeta en vida, lo que provoca polémica en Alejan-
dría. A fines de año aparece la revista Alexandrini Tejni (Arte Alejandrino) que
publicará poemas y estudios sobre Kavafis y enfrentará ataques en su contra.
1932 — En junio se le diagnostica cáncer a la laringe y parte a Atenas, donde se le prac-
tica una traqueotomía y regresa a Alejandría.
1933 — En marzo su salud empeora. En cama termina de escribir "En los suburbios de
Antioquía". A finales de abril, luego de recibir los sacramentos que le adminis-
tra el patriarca de Alejandría, sufre una congestión cerebral y muere el 29 a las
2 de la madrugada, justo el día en que cumplía setenta años. Es sepultado en el
mausoleo familiar, en el cementerio griego de Chatby.
153
CRONOLOGÍA DE GEORG TRAKL
1887 — Nace en Salzburgo, Austria, el 3 de febrero. Es el quinto de los siete hijos de Tobías
Trakl, un exitoso comerciante de ascendencia suaba, y María Halik, una mujer pro-
veniente de una familia checa.
1891 — Nace su hermana Margarete ('Grete').
1892 — Pese a haber sido bautizado en el credo protestante, ingresa a una escuela católica.
1897 — Ingresa al Staatsgymnasium de Salzburgo.
1906 — Estrena en el teatro municipal de su ciudad dos piezas en un acto: Día de los muer-
tos (Totentag) y Fata Morgaño.
1907 — Comienza su adicción a los estupefacientes.
1908 — Publica su primer poema en un periódico de Salzburgo. Se traslada a Viena para es-
tudiar Farmacia en la universidad de esa ciudad. En setiembre se le une Margarete.
1909 — Prepara su primer libro de poemas, pero sólo consigue publicar tres en el Neue Wie-
ner Journal, gracias a una recomendación de Hermann Bahr.
1910 — Muere Tobías Trakl y Georg se gradúa de farmacéutico. Cumple el servicio militar
en el ejército austro húngaro y se asocia a los movimientos de vanguardia vieneses.
1911 — Se emplea en una farmacia.
1912 — Retoma al servicio activo y es designado a la farmacia de un hospital militar en
Innsbruck. Conoce a Ludwig von Ficker, editor de Der Brenner, donde Trakl em-
pieza a publicar sus poemas. Una aguda depresión lo obliga a dejar el servicio.
Vuelve a Viena y trabaja a destajo en una oficina pública.
1913 — En julio aparece su primer libro, Poemas (Gedichte).
1914 — Viaja a Berlín para encontrarse con Margarete que se encuentra enferma. Conoce
allí a algunos poetas del círculo expresionista, en particular a Else Lasker-Schüler.
Prepara su segundo libro, Sebastián en sueños (Sebastian im Traum). A fines de ju-
lio, Austria-Hungría declara la guerra a Serbia y rompe relaciones con Rusia, por lo
que Trakl vuelve al servicio. No soporta los horrores de la guerra y es trasladado a
un hospital militar en Cracovia por su estado anímico. El 3 de noviembre muere a
consecuencia de una sobredosis de cocaína.
1915 — Se edita postumamente Sebastián en sueños.
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CRONOLOGÍA DE GUILLAUME APOLLINAIRE
155
1910 — Aparece El heresiarcay cía. (L'hérésiarque et cié.).
1911 — Aparece El bestiario o cortejo de Orfeo (Le bestiaire ou cortège d'Orphée) con
xilografías de Raoul Dufy. Un amigo suyo oculta en casa del poeta una estatuilla
robada del Museo de Louvre. Al enterarse, Apollinaire encarga al "Paris-Journal",
donde colabora, que la devuelva, pero una serie de maledicencias e indiscreciones
llevan a que sea inculpado por el crimen y encarcelado el 7 de setiembre en la San-
té. El 12 sale libre, pero es objeto de diversos ataques por parte de la prensa.
1912 — El 19 de enero se declara oficialmente la inocencia de Apollinaire. Marie Lau-
rencin rompe sus relaciones con él y el poeta decide mudarse al boulevard
Saint-Germain, número 202.
1913 — El 20 de abril aparece Alcoholes. Yendo tras Marie, en agosto viaja a Norman-
día, pero ella se niega a reanudar la relación.
1914 — Marie se casa con el pintor alemán Otto von Waetjen. Aparecen en Les Soirées
de París los primeros caligramas. En setiembre, estando en Niza, se enamora
de Louise de Coligny-Châtillon (la Lou de sus poemas). Ella, sin embargo, no
le corresponde. El poeta se enrola en el 38 Regimiento de Artillería de Francia
y es destacado a Nimes. Louise, conmovida, viaja para acompañarlo, pero una
semana más tarde vuelve a Niza.
1915 — Estando en el frente, mantiene una relación epistolar con Madeleine Pages, a
quien había conocido durante un viaje en tren. Escribe a la madre de la joven
pidiéndola en matrimonio y es aceptado. En noviembre pasa a la infantería. Du-
rante unos días de franco visita a Madeleine en Oran.
1916 — De regreso en el frente, el 17 de enero es herido por una esquirla de obús en la
sien derecha. Es operado de urgencia y pasa del hospital Château-Thierry al de
Val-de-Grâce en París y de ahí al del Quai d'Orsay. Allí, el 9 de mayo es someti-
do a una trepanación. Ya recuperado, desiste de casarse y hacia agosto vuelve a
París. En octubre se publica su novela El poeta asesinado (Le poète assassiné).
1917 — Colabora en revistas como Sic, 391 y Nord-Sud. Se estrena ¿as tetas de Tire-
sias (Les mamelles de Tirésias), pieza que subtituló "drama surrealista".
1918 — Enfermo de pulmonía, permanece en el hospital de Val-de-Grâce desde enero
hasta marzo. El 15 de marzo aparece en la revista L'Eventail el poema "La lin-
da pelirroja", inspirado en Jacqueline Kolb. El 15 de abril sale a la luz Caligra-
mas (Calligrammes) y, el 2 de mayo, Apollinaire y Jacqueline se casan. El 9 de
noviembre muere a consecuencia de una gripe y es sepultado el día 13 en el
cementerio de Pere-Lachaise.
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CRONOLOGÍA DE EDITH SÓDERGRAN
1892 — Nace en San Petersburgo, Rusia. Es hija de Matts Sodergran, un mecánico que
trabaja en la Compañía Alfred Nobel, y de Helena Lovisa Holroos. Ambos son
finlandeses de lengua sueca.
1902 — Ingresa a estudiar en el Petri-Schule de San Petersburgo. Los veranos transcu-
rren en Raivola. Escribe sus primeros poemas en alemán.
1907 — Su padre, enfermo de tuberculosis, se interna en el hospital de Nummela. Re-
gresa recuperado, pero no sano.
1909 — Edith debe ser internada en Nummela; también ha contraído la tuberculosis. Esa
enfermedad la mantendría postrada toda su vida.
1911 — Viaja a Suecia para tratarse en diversos hospitales.
1914 — Viaja a Helsinki, Finlandia.
1915 — Conoce al escritor Arvid Móme, quien la estimula a seguir escribiendo. Conoce
al filólogo Hugo Bergroth, quien le sugiere dejar el alemán y escribir en sueco.
1916 — Se instala en Raivola y pasa necesidades por la guerra. Se publica su primer li-
bro, Poemas (Dikte), que es recibido con frialdad.
1918 — Conoce a la escritora y crítica Hagar Olsson, con quien mantendrá una nutrida
correspondencia. Aparece La lira de septiembre (September-lyram).
1919 — Aparece El altar de rosas (Rosenaltaret).
1920 — Aparece Sombra del porvenir (Framtidens skugga).
1923 — Muere el 23 de junio en Raivola.
1925 — Se publica postumamente El país que no es (Landet som icke dr).
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NOTICIAS SOBRE EL COMPILADOR
Y LOS TRADUCTORES
Améríco Ferrari (Lima, 1929), profesor universitario por muchos años en univer-
sidades francesas y suizas, ha reunido su importante creación poética en Para es-
to hay que desnudar a la doncella (Obra poética 1949-1997) (Barcelona, El Bardo,
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1998). Además, es un reconocido crítico literario autor de El universo poético de
a
César Vallejo (Caracas, Monte Ávila Editores, 1972; 2 ed., Lima, Universidad
San Martín de Porras, 1998), de Los sonidos del silencio (Lima, Mosca Azul Edi
tores, 1990) y El bosque y sus caminos (Valencia, Pre-Textos, 1993) dedicados a
la poesías peruana e hispanoamericana respectivamente. Ha traducido con talento
exquisito a Novalis, a Geor Trakl y a César Moro.
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Este libro se terminó de imprimir en agosto de 1999
en los talleres gráneos de Editora Nacional S.A., Lima, Perú.