Solidaridad de Clase Nº 15
Solidaridad de Clase Nº 15
Solidaridad de Clase Nº 15
Nº 15 OTOÑO 2019
3- Editorial:
E D I T O R I A L
Sabido es a su vez, que una de las máximas seguidas por la clase explo-
tadora y dominante es: divide y vencerás. Division que le es relativamente fácil
de conseguir cuando al conjunto de la clase explotada y dominada no le guía un
objetivo común con una práctica y una estrategia conjunta que se materialice en
una unidad de acción.
Para conseguir esa unidad de acción, es necesario el desarrollo de una
conciencia y una práctica de clase desde un concepto de solidaridad, que nos
lleve a comprender y asumir, la lucha de cualquier trabajador contra la explota-
cion y la dominación, como nuestra propia lucha como clase, explotada y domi-
nada.
solidaridad
de clase
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4 7 años de existencia
del C o m i t é d e S o l i d a r i d a d d e l o s Tr a b a j a d o r e s
INTRODUCCIÓN
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mismo momento del hecho.
Pese a tantas dificultades, el Comite de Solidaridad alcanzó su momento álgido en
su desarrollo durante la imposicion en Fasa-Renault de los consejos obreros de
fábrica, cuando las asambleas de trabajadores de ambos turnos de montaje deci-
den que los activos miembros del Comité de Solidaridad pasen a formar parte del
consejo obrero de su factoría, dando con ello un paso muy importante en la activi-
dad y participación colectiva, una decisión que por diversos motivos, fundamental-
mente de seguridad, no fue adoptada en el resto del complejo de Fasa.
Esta primera fase en la trayectoria del Comité demostró sobre la práctica su efec-
tividad como órgano unitario, solidario y antirrepresivo, así como su capacidad
impulsora en el mantenimiento de las luchas y su extensión para conseguir las rei-
vindicaciones planteadass por las bases trabajadoras en sus asambleas.
Con la legalización de partidos y sindicatos se abre una nueva fase que va a afec-
tar negativa y gravemente a la existencia de las cajas de resistencia a nivel nacio-
nal, al desarrollo de la solidaridad de clase y a la unidad obrera. Pues dicha legali-
zación se concreta en pactos y acuerdos realizados al margen de los trabajadores
entre gobierno, partidos y sindicatos, y en los que estas organizaciones se compro-
meten a la aceptación del sistema capitalista de explotación y su economía de mer-
cado como único modelo a defender. Se comprometen a controlar al movimiento
obrero, a la eliminación de su capacidad combativa y a la imposición de un mode-
lo político y sindical basado en la delegación de poderes, mediante el cual se arre-
bata a los trabajadores su capacidad activa y representativa directa, así como su
capacidad de dirección de sus propias luchas.
Todo ello a cambio del apoyo político y la financiación económica del Estado para
los partidos y los sindicatos colaboracionistas, cuya actividad a partir de entonces
experimenta un cambio radical. Realizan una actividad orientada a la eliminación
del proceso asambleario concebido como órgano de poder obrero y de contra
poder frente al capitalismo. Se dedican a la destrucción de las cajas de resistencia
y de los Comités de Solidaridad de clase y apoyo mutuo, así como a fomentar la
división y el individualismo entre la clase trabajadora e incluso entre sus propias
organizaciones.
Respecto a la actuación contra las Cajas de resistencia (que es lo que nos ocupa
aquí), los sindicatos comienzan sus proceso de destrucción eliminando todas aque-
llas de las que tenían el control e incluso apropiándose de sus fondos que pasan a
poder de estos sindicatos. Y en aquellas que no podían eliminar directamente por
estar bajo el control de los propios trabajdores, como es el caso del Comité de
Solidaridad de Fasa-Renault, intentaron llevar adelante propuestas de disolución
que fueron rechazadas por la asamblea de base. Realizaron intentos de elimina-
ción de su carácter de clase, proponiendo que las ayudas solo fueran para los tra-
bajadores que aportaban, abandonando con ello al resto de compañeros represa-
liados así como a otras cajas de resistencia, algunas de las cuales nos ayudaron
cuando nosotros lo necesitamos; esta propuesta también fue rechazada.
A partir de estos rechazos, los sindicalistas participantes en el Comité aban-
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donan su actividad en éste y plantean la creación de otros fondos paralelos fuera del
control de los trabajadores, con el fin de crear confusión a la vez que intentan ejercer
el control sindical sobre dichos fondos, planteamiento que resultó de nuevo un rotun-
do fracaso.
Hicieron falsa promesas de ayudas y coberturas económicas de las centrales sindi-
cales a sus afiliados en caso de ser represaliados o durante el desarrollo de huelgas,
promesas que nunca fueron cumplidas, pues ni en sus estatutos ni en su práctica sin-
dical se contemplaban tales ayudas. Al mismo tiempo desplegaron una inmensa acti-
vidad para conseguir desde el propio Comité que se hicieran públicos los nombres de
las personas comprometidos con éste, asi como la localización del fondo y su meto-
dología de custodia, lo que hubiera supuesto poner en manos policiales una estruc-
tura e infraestructura considerada ilegal y el incremento de una acción represiva y
selectiva mayor a nivel empresarial.
Una vez constatados todos sus fracasos para eliminar al Comité, realizan un exhaus-
tivo trabajo de desprestigio mediante falsas y nunca demostradas acusaciones, diri-
gidas contra sus actividades e incluso contra los trabajadores que voluntaria y solida-
riamente las realizaban.
En la actividad política y legislativa, los partidos, con el apoyo de los sindicatos pac-
tistas, mantuvieron en vigor las leyes franquistas que consideraban ilegales a las
Cajas de resistencia y Comités de Solidaridad que apoyan a los represaliados y a sus
familias, así como las que prohiben la recaudación de fondos y colectas en cualquier
modalidad siempre que estas se realicen para el mencionado fin o estén dirigidas al
mantenimiento y extensión de las luchas sobre las que los sindicatos no ejerzan su
total control.
En el ámbito policial y ya en estrecha coloboración de partidos y sindicatos con la poli-
cía, estos ejercen de delatores y chivatos (en especial alguno de sus dirigentes) con
lo cual se recrudece la represión. Se bloquean fondos, se expropian y neutralizan
recaudaciones puntuales, se efectuan interrogatorios y registros, seguimientos a
algunos trabajadores que realizan prácticas de solidaridad de clase y apoyo mutuo.
Todas estas políticas regresivas, y las actuaciones de partidos y sindicatos afines al
sistema, provocaron que la gran mayoría de las cajas de resistencia existentes en el
movimiento obrero a nivel estatal fueran eliminadas, desapareciendo al mismo tiem-
po una práctica unitaria y solidaria de clase, vital para los trabajadores en el desarro-
llo se sus luchas y para la consecución de sus reivindicaciones.
Comienza así una segunda fase dirigida a la supervivencia de las cajas en el ámbito
nacional y con ella la del Comité de Solidaridad, que debe hacer frente no solo a los
ataques rerpresivos empresariales y policiales sino también a los de los partidos y sin-
dicatos pactistas y colaboracionistas con el sistema de expotacion.
ban al Comité como el órgano unitario que ejercía la defensa real de los intereses de
los trabajadores y un desisteresado apoyo solidario frente a la patronal y la policía.
El Comité de solidaridad se encuentra por entonces mermado en la cantidad de mili-
tantes, que tuvieron que multiplicar individualmente sus actividades, ante un todavía
respetable numero de colaboradores economicos que exigían una responsabilidad
igual e incluso mayor que cuando se funcionaba con más trabajadores comprometi-
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dos con sus tareas. Pero incluso en tan adversas circunstancias, con el empuje de
las bases obreras y la entrega y trabajo de los escasos militantes activos, se puso en
práctica la realizacion de un planteamiento impulsivo que contemplaba: la recompo-
sición de sus órganos internos y su reforzamiento; la creacion de nuevas cajas de
resistencia de funcionamiento permanente, y la refundacion de otras que, debido a
los ataques mencionados, habían sido aniquiladas. Para ello se mantuvieron inconta-
bles contactos.
De nueva creacion y de carácter permanente fueron: la Caja Obrera de Resistencia
(Madrid); la Caja Obrera de Solidaridad Antirrepresiva (Valladolid) que mantiene inte-
grados a colaboradores de Madrid sur y Segovia; la refundacion del Fondo Unitario
de Solidaridad Obrera (Asturies).
Se mantuvo contacto con cajas de resistencia creadas durante procesos de lucha, a
las cuales se ayudó económica y activamente durante esta segunda fase, tales como
la E.M.T. de Madrid; FUSOA (Gijon); Unosa (Asturies); Construcción (Valladolid);
Naval (Gijon); Peñascal (Euskalherria): Duro Felguera (Gijon); Caja Obrera de
Solidaridad Antirrepresiva (Valladolid).
A nivel internacional, se ayudo a la caja de represaliados antiglobalizacion de Grecia
y a la creada para pagar los trámites de acusación contra criminales y torturadores de
la dictadura de Videla en Argentina.
A su vez, se realizaron campañas informativas y participaciones presenciales en
luchas de las ya mencionadas y de otras empresas. Se realizaron contactos perso-
nalizados. Se proyectaron videos de luchas en vigor y se dieron charlas, conferencias
y debates sobre la necesidad y viabilidad de la creación de cajas y comités de resis-
tencia y solidaridad.
Se establecieron contactos permanentes con algunas cajas e incluso con otras orga-
nizaciones de base, ampliando y extendiendo la intervencion del Comité de
Solidaridad a otros sectores en lucha fuera del marco laboral.
Se constituyó una coordinadora de Cajas de resistencia y Comites de Solidaridad a
nivel estatal que hoy continua su trayectoria, dando paso con ello al permanente con-
tacto órganico y al transvase de ayudas, información y experiencias, asi como a la
elaboración de la revista SOLIDARIDAD DE CLASE.
Con todo ello, se consiguió mantener vivo y activo en amplios sectores el funciona-
miento permanente de la ayuda mutua, dentro del concepto de unidad y solidaridad
de clase.
Durante todo este proceso y hasta hoy, el capitalismo y sus colaboradores políticos y
sindicales han continuado sus ataques, incrementándolos con nuevas tácticas, de
acuerdo con sus planes de perpetuar el sistema de explotación, eliminar la combati-
vidad contra ésta y contra el régimen establecido que lo ampara, desplegando tam-
bién para ello actividades fundamentalmente centrada en el ámbito ideológico.
Han desarrollado un modelo híbrido que se aleja totalmente de la solidaridad entre la
propia clase trabajadora, impulsando la solidaridad entre clases antagónicas, como
los explotados con los explotadores, los represaliados con los represores, los domi-
nados con los dominadores. Así vemos como los sindicatos propician huelgas de tra-
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bajadores que reivindican ayudas para la patronal que nos explota, rescates
para la banca que nos roba usurera y descaradamente.
LLAMAMIENTO:
-Ante una clase política tan corrupta y plegada a los intereses capitalistas.
Desde 1935 se conocen los primeros trabajos que relacionan científicamente la exposición al asbesto y
el cáncer de pulmón y en 1947 se describen los mesoteliomas de pleura y peritoneo. En 1982 la emi-
sión de la película documental Alice: "A fight for life" fue determinante para que en Inglaterra se
pusiera el tema de actualidad, el documental fue emitido en España en 1984, relataba la enfermedad de
una trabajadora que estuvo expuesta nueve meses en una planta de amianto, 30 años después desarrolló
un mesotelioma maligno, al poco fallece con 47 años, tras terminar de filmar la película, meses des-
pués fue emitida. En España no creó la misma conmoción.
La otra siniestra propiedad es que sus efectos en el organismo de las personas expuestas al mismo, se
producen entre 20 y 50 años después de su exposición. Estas dos características han hecho que los
industriales y los grupos que los han apoyado, hayan podido montar una verdadera conspiración del
silencio, sembrando la duda por la enfermedad y ocultando las propiedades nocivas. Pero como los
enfermos y los muertos van apareciendo ahora con más intensidad (la época de máximo consumo fue
entre los años 1960 a 1990), ya no pueden seguir ocultando el desastre. Ha llegado la hora de la toma
de conciencia porque ya es imposible tapar tanto afectado y en tantos lugares. Es la hora de pedir res-
ponsabilidades y que se establezcan indemnizaciones y coeficientes reductores para las víctimas.
Los nombres (amianto, asbesto) hacen alusión a otra característica inquietante, quieren decir "indes-
tructibles" e "incorruptibles". El amianto es un material que ha sido clasificado desde hace cerca de 40
años como cancerígeno del Grupo 1, quiere decir que está suficientemente comprobado que produce
cáncer en los seres humanos. La única medida o exposición que se considera segura es "0" según la
OMS (Organización Mundial de la Salud).
Hoy día se reconoce al amianto como la más conocida de las sustancias industriales relacionadas con
el cáncer de pulmón. A finales del siglo XX se fue prohibiendo en diversos países europeos, en España
en diciembre de 2001. Sin embargo, no ha sido hasta finales de 2017 cuando se ha destapado el caso
del amianto en Metro de Madrid y a partir de entonces es cuando se ha comenzado a hacer lo que
debiera estar hecho en 2003.
Metro de Madrid no ha hecho nada en cuanto a la protección de los trabajadores y trabajadoras y que
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Este tema estará presente en Salud Laboral durante los años venideros ya que las consecuencias de
haber estado en contacto con polvo de amianto que dañan enormemente la salud, aparecen con años de
retraso.
Tras la comparecencia ante la Inspección de Trabajo realizada el 21 diciembre de 2017 con el Servicio
de Salud Laboral, el Área de Prevención y los Delegados de Prevención de todos los sindicatos y com-
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probar que hay distintas secciones cuyos trabajadores y trabajadoras han estado expuestos al polvo
de amianto, con el consiguiente riesgo de padecer asbestosis, la Inspección ha emitido un requeri-
miento que obliga a Salud Laboral de Metro de Madrid a efectuar controles exhaustivos anuales a
quienes por su trabajo han estado expuestos a este riesgo por haber manipulado amianto durante un
tiempo prolongado. La resolución exige que se haga, además, un control bianual a quienes hayan
estado expuestos a este riesgo en un periodo menor.
La empresa sabía que el amianto estaba presente en el material móvil y en las instalaciones y no
hizo nada para proteger a los trabajadores, tal y como indicó Francisco Javier González Director de
Ingeniería y Mantenimiento en Metro desde 2003 a 2009, y que ocupó diversos cargos de responsa-
bilidad en Material Móvil desde los años ochenta de manera ininterrumpida. Metro de Madrid reco-
nocía la presencia del material cancerígeno ya en un informe de 2003.
El conflicto en Metro de Madrid se está abordando desde varios foros, el Comité de Seguridad y
Salud (Grupo de Trabajo de Amianto) y la Comisión para el Seguimiento y Ejecución de la estrate-
gia de acción para la gestión del Amianto en Metro (Comisión de Desamiantado). Por otro lado, el
llamamiento a la movilización y las denuncias a la Inspección de Trabajo en los asuntos en los que
no hay dialogo posible, son partes a tener muy en cuenta.
El 14 de marzo de 2018 se creó la Comisión de Desamiantado, pues lo más urgente a afrontar es el
desamiantado de todo Metro, tanto trenes como instalaciones. Solidaridad Obrera decidió formar
parte de esta Comisión porque estamos convencidos que es necesario que seamos los trabajadores
quienes tengamos un papel primordial en el acceso a la información, para exigir la erradicación de
este veneno cancerígeno y que nadie quede expuesto al mismo. Esta comisión nace con un único
objetivo: conseguir la plena eliminación del amianto en Metro de Madrid y asegurar el control de
los trabajadores sobre ello, exigiendo y poniendo el foco donde más nos interese, sin interferir en
ningún caso en las funciones del Comité de Seguridad y Salud.
Solidaridad Obrera ha reiterado desde el principio que el amianto no sólo está en los trenes, hay
muchas instalaciones que lo contienen y que son susceptibles de exponer a riesgo a quienes las utili-
cen (Depósitos, Subestaciones, Estaciones, Vestuarios, etc.).
Desgraciadamente pese a que tenemos miles de enfermos y muertos y la previsión sea mucho más
alarmante, somos los trabajadores los que tenemos que enfrentar esta realidad. Así tenemos que
luchar por el reconocimiento de la enfermedad profesional, porque se depuren responsabilidades, o
bien por las indemnizaciones y reparaciones debidas a la perdida, no solo de calidad de vida, si no
de la propia esperanza de vida.
La Dirección presentó un primer plan en el que, con un presupuesto de 126,5 millones de euros,
planteaba afrontar los trabajos en cinco fases y hasta 2028. La contrapropuesta que le presentamos a
la Dirección iba encaminada a conseguir dos objetivos prioritarios, por un lado, limitar al año 2025
el plan de desamiantado y por otro aumentar el presupuesto, claramente insuficiente, a 140 millones
de euros. Finalmente, la Dirección, aceptó nuestros argumentos y nuestra propuesta para el Plan de
Desamiantado, quedando definitivamente como sigue:
En el último capítulo es donde Solidaridad Obrera pide la modificación para que todas las depen-
dencias donde entren trabajadores deben ser priorizadas en las primeras actuaciones, algo que se
comprometen a hacer y a modificar.
Sobre otro tipo de reivindicaciones realizadas, algunas de ellas las vamos haciendo realidad, tales
como la extensión de la Vigilancia Específica de la Salud a un número mayor de trabajadores, la
posibilidad de acceder a las pruebas del aparato respiratorio a toda la plantilla y la realización de un
TCAR a todos los trabajadores.
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A día de hoy, en este país no está contemplada la reparación y conseguirlo nos costará salir a las calles a
pelear por ello, las cifras y los muertos se ve que no hablan por sí solos ante los delitos cometidos por el
terrorismo patronal que hoy como nunca han tomado un cariz muy siniestro. Esperemos que esta cir-
cunstancia se repare y que todos los expuestos puedan optar a una prejubilación acorde a la exposición
al amianto y la pérdida de esperanza de vida que ello supone. Un coeficiente reductor es la salida y
mientras llega la Ley que lo posibilite, estamos exigiendo a la empresa los permisos retribuidos acordes
al mismo criterio.
Nuestras reivindicaciones son claras, RECLAMAMOS la aplicación total del RD396/2006 en todos los
artículos. Proteger a los trabajadores y catalogar los materiales de forma efectiva ante la duda de presen-
cia con MCA. Retirar y desamiantar. Ningún tren en circulación con amianto. Ningún elemento con
amianto en las dependencias de Metro. No proteger a los trabajadores es delito.
Nuestras reivindicaciones desde el principio han sido: vigilancia sanitaria para todos; TCAR para los
más expuestos (finalmente voluntaria para todos); desarrollo del plan de retirada con un seguimiento en
el que estamos representados; propuestas de internalización de trabajos con seguridad y eficacia; limpie-
za o cierre cautelar de las instalaciones con materiales degradados que contienen MCA y finalmente, el
desarrollo de un fondo de compensación con indemnizaciones y permisos
La propuesta de un Fondo de Indemnizaciones se presentó ante los medios de comunicación el 22 de
octubre de 2018 y días después a los cuatro grupos políticos presentes en la Asamblea de Madrid, esta
propuesta consta de cuatro apartados:
A.- Indemnizaciones por enfermedad y patología.
B.- Activar los seguros de vida incluyendo la enfermedad profesional y doblando las cantidades que
existían anteriormente.
C.- Licencias retribuidas para alcanzar un permiso permanente a modo de coeficiente reductor, uno
por exposición ambiental y otro ocupacional.
D.- Ayudas sociales a la familia para cuidados, mejoras en el hogar, escolaridad, … etc.
miento de amianto en infraestructura desde 1989 si no que el informe de un responsable del Servicio de
de clase
Prevención en 2003 lo ratifica, pero tampoco hacen nada pese a que la parte social lo solicita, el proble-
ma es además que desde hace muchos años atrás se llevan acometiendo reformas donde una de las prio-
ridades es "el menos impacto sobre el servicio", es decir mantener el servicio conviviendo con obras de
remodelación ante la presencia de viajeros y trabajadores.
Por otro lado, las zapatas de freno con amianto fueron retiradas a principios de los noventa por su efecto
nocivo en la salud, algo que no parece indicarse en el Servicio de Escaleras Mecánicas tal y como se
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observa de la afirmación de un oficial que perteneció al servicio durante 30 años y que jamás fue informa-
do ni protegido ante este riesgo, y que actualmente padece asbestosis.
2- En 2011 Metro de Madrid vende trenes que contenían amianto al Metro de Buenos Aires, a pesar que la
legislación prohibía desde 2002 la comercialización de cualquier elemento que contuviera este mineral,
trenes que habían sido reformado por trabajadores de Metro de Madrid, que realizan encapsulados carentes
de certificados y de formación por quienes realizan los trabajos, sin que estos se hagan, como mínimo,
mediante el uso de equipos de protección individual. Estos trabajadores están a día de hoy incluidos en la
vigilancia por esta y otras circunstancias de posible exposición.
3- Se ocultó el riesgo a los trabajadores y se les desprotegió. No se protegió a los trabajadores, no se les
dio formación ni tampoco se puso a su disposición los equipos de protección necesarios. Se trabajó con
amianto sabiendo que lo era.
4- Cuando la situación se ha hecho pública los responsables han intentado esconderlo haciendo una muy
mala gestión de la crisis. La incoherencia ante la falta de información que debía de ser compartida entre
los principales responsables, han dejado entrever un negacionismo reiterado a un problema que era ya de
sobra conocido en el momento de la comunicación de enfermedad profesional.
5- Metro solo ha empezado a actuar cuando ha estado presionado por la opinión pública. Se ha tardado en
poner en marcha 27 años un plan de desamiantado, después de que desde 1991 se sabía de la presencia de
MCA, y de la necesidad de entregar las obras a empresas certificadas por los riesgos del amianto. La
actuación de la Dirección de Metro de Madrid para resolver la problemática del amianto ha sido motivo de
infracciones.
La Sección de Siniestralidad Laboral de la Fiscalía Provincial de Madrid ha presentado una denuncia con-
tra siete responsables de salud y prevención de riesgos laborales de la empresa Metro de Madrid S.A. por
la presunta comisión de tres delitos: uno contra los Derechos de los Trabajadores y los otros dos por homi-
cidio imprudente y lesiones por imprudencia. Para la Fiscalía todos los denunciados infringieron de forma
"grave" las normas de prevención de riesgos laborales "creando una situación de riesgo para los trabajado-
res a su servicio a los que permitieron trabajar con MCA (amianto), altamente peligroso para su vida y
salud, careciendo de toda política preventiva, al no existir una evaluación de riesgos en relación con la
exposición al amianto que permitiera un trabajo en condiciones seguras".
· Del mismo modo la denuncia sostiene que los responsables de salud y prevención de riesgos laborales de
Metro Madrid S.A. ocultaron a los trabajadores y a sus representantes que las piezas que manipulaban con-
tenían amianto, de modo que no se les facilitó ni la información ni la formación necesaria para trabajar con
seguridad. Es más, subraya que ni siquiera "les entregaron los equipos de protección individual preceptivos
para manipular el amianto con seguridad", razón por la cual entiende que los denunciados eran conocedo-
res de la existencia de este mineral en Metro de Madrid, S.A., a los que han estado expuestos hasta 2017,
de manera continuada, un número indeterminado de trabajadores de la empresa".
Esta exposición prolongada al amianto durante años, sin ningún tipo de medida de seguridad, ha desembo-
cado en el fallecimiento de dos trabajadores y en la enfermedad profesional de otros dos "lo que supone la
materialización de la situación de riesgo creada por la empresa y por los denunciados". Además de estos
trabajadores, han estado expuestos al riesgo, al menos 186 en servicio activo en el Servicio de
Mantenimiento de trenes de ciclo corto, 189 en el servicio de Mantenimiento de Talleres Centrales y al
menos 476 en activo en diferentes servicios y 56 en la sección de escaleras mecánicas, porque han realiza-
do trabajos con exposición al amianto.
En su denuncia la Sección de Siniestralidad Laboral recuerda que el amianto es una materia prima de ori-
gen mineral cuyas fibras pueden liberarse al aire cuando se manipulan materiales que lo contienen y que al
respirarlas durante largo tiempo o al tener exposición corta a altos niveles pueden producir tres tipos de
cáncer: asbestosis, cáncer del pulmón y mesotelioma, que pueden causar discapacidad o incluso la muerte.
También subraya que debido a su peligrosidad fue prohibido trabajar con amianto en numerosos países. De
hecho, en España, la Orden de 7 de diciembre de 2001 que entró en vigor el 14 de junio de 2002 prohibió
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"Todos ellos- reitera la Fiscalía-, infringieron de modo grave las normas de prevención de ries-
gos laborales creando una situación riesgo para los trabajadores a su servicio, a los que permitieron tra-
bajar con MCA, altamente peligroso para su vida y salud, careciendo de toda política preventiva, al no
existir una evaluación de riesgos en relación con la exposición al amianto que permitiera un trabajo en
condiciones seguras. Tampoco procuraron formación en prevención de riesgos ni información, ni les
entregaron los equipos de protección individual preceptivos para manipular el amianto con seguridad".
El pasado 1 de abril fue el juicio por Julián Martín Rebate, primer fallecido con enfermedad profesional
por amianto declarada. Este proceso que fue interpuesto por la viuda, se cerró con la condena a Metro a
pagar la cantidad de 371.000 euros a la viuda de nuestro compañero fallecido.
Hasta ahora hemos realizado seis huelgas, concentraciones y manifestaciones en la lucha contra el
amianto. Una lucha que no ha concluido, que prosigue. El próximo 19 de septiembre hemos impulsado
una movilización internacional contra el amianto. Los metros de América van a participar en estas
movilizaciones, cada uno según sus posibilidades. Así hay comprometidas movilizaciones en los metros
de Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Panamá, Venezuela y México. En Metro de Madrid, hemos
impulsado una gran movilización en defensa del Transporte Público como Derecho Social contra el
deterioro planificado del servicio en vía a la privatización. Hemos invitado a convocar y participar a
todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas, y esperamos una respuesta positiva y mayorita-
ria de la clase trabajadora madrileña.
Algunos
productos
que
contienen
AMIANTO, de los
más de 3000
existentes
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EL AMIANTO EN VALLADOLID
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¿QUÉ HACER?
La repoblación rural como oportunidad de cambio social
En 1902 Lenin publica el libro "¿Qué hacer?" como un estudio crítico de la sociedad
rusa en particular y occidental en general, poniendo el acento en las condiciones que el
Capital presentaba en esa época y, sobre todo, proponiendo una estrategia política que
desembocaría, siguiendo sus tesis, en la revolución socialista. Fue un libro de enorme
influencia en el momento de su publicación: motivó por ejemplo la ruptura del Partido
Socialdemócrata de Rusia entre mencheviques y bolcheviques, que establecieron los
postulados del libro como la base de su acción revolucionaria. Las tesis que en el libro
se presentan han constituido una fuente de inspiración, y de acción, a la práctica totali-
dad de las luchas obreras y sindicales de orientación socialista a todo lo largo del siglo
XX.......y a lo que queda de ellas en el XXI. Estas tesis son bien conocidas: un partido
fuerte, formado por la clase obrera consciente de su condición - el sujeto revolucionario
- accedería al poder del Estado derrocando a la burguesía - el objeto a batir - y des-
montaría desde dentro un Estado hecho a su medida para alcanzar finalmente la socie-
dad sin clases. Suena bonito.
Sin embargo, el Capital ha cambiado tanto en los últimos 117 años que dichas rece-
tas son ya difícilmente aplicables por las razones que vamos a exponer, y a la vez es
urgente que los movimientos sociales y todas las personas que luchamos por el otro
mundo posible generemos estrategias eficaces de emancipación. Este artículo pretende
iniciar un debate que responda al gran interrogante planteado por Lenin, situándonos,
eso sí, en la realidad de un capitalismo financiero y global que se ha convertido en algo
mucho más allá de un sistema de producción.
Empezaremos por el sujeto revolucionario: la clase obrera. ¿Dónde se encuentra? 40
años de precariedad creciente y 20 de revolución digital han diluido el tal sujeto revolu-
cionario y nos han convertido en fantasmas que deambulan por el mercado laboral bus-
cando un patrón que nos pague algo más mientras no levantamos la vista de la pantalla
del móvil. A mediados del siglo XX, siempre hablando de occidente, se entraba en un
trabajo en el que se permanecía durante años. Ese trabajo más o menos fijo generaba
afinidades, solidaridades que en ocasiones, y fueron muchas, se materializaban en una
fuerza suficiente como para obtener nuevos derechos sociales o ampliar los existentes.
El mundo laboral ha sufrido tal regresión, la precariedad ha llegado a tal extremo, espe-
cialmente entre los jóvenes que no se vislumbra cómo generar conciencia alternativa
ninguna. Las tácticas tradicionales de concienciación no son válidas ya: periódicos
obreros, la escuela en la fábrica, la cultura revolucionaria...... La pantalla se lo llevó. La
maquinaria propagandística del Capital es verdaderamente aterradora. Nunca en la his-
toria se ha conocido un sistema publicitario de tal extensión y profundidad. Cada perió-
dico, cada revista, cada serie, cada programa de televisión, cada anuncio es un mensa-
je del Capital que nos influye enormemente (también a los que creemos que no), esta-
bleciendo unos valores, que son los suyos, y una manera correcta de vivir, que es la
que el sistema necesita para seguir operando. Ante la magnitud de su propaganda, dia-
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estás liberada del Capital. Ni mucho menos. En esos proyectos hace falta
gasolina, moto-azadas, dinero para materiales y un largo etcétera. Pero sí es
inteligente y coherente con la fase del Capital que nos ha tocado vivir que
las personas que tenemos pretensiones revolucionarias empecemos a fijar
nuestra atención en cómo salir, lo más posible, aquí y ahora, gracias a la tie-
rra y a la comunidad, de este círculo vicioso de trabajo asalariado y consu-
mo. No es momento de poner nuestros esfuerzos en labores de conciencia-
ción cada día más improbables. No es momento de apostar por partidos polí-
ticos que juegan en un tablero en el que ya hemos perdido antes de empe-
zar. Es momento de arrimar el hombro las que ya estemos convencidas de
que otro mundo es posible, es urgente, es necesario, y empezar a trabajar
mañana para hacerlo realidad allí donde nos encontremos. Sin esperar a
nada y con las puertas abiertas a quien quiera sumar. Juntándonos para cul-
tivar nuestra propia comida, construyendo nuestras propias casas, generan-
do los motores económicos necesarios para que los proyectos sigan adelan-
te. Hay mil maneras de hacerlo posible, algunas de ellas funcionando hoy
mismo en el Estado español. Precisamente ese gran problema estatal, la
despoblación, constituye una gran oportunidad para los movimientos socia-
les. Porque todo está abandonado y vacío, porque la inmensa mayoría de la
población se encuentra fascinada por el consumo y la vida urbana. Es la
oportunidad de las que queremos otro mundo aquí y ahora. Mañana empie-
za todo.
¿TRANSICIÓN ENERGÉTICA?
Nota:en este texto nos enfocaremos en la energía, parte necesaria pero no única
de los procesos capitalistas ocurridos históricamente. La explotación de la naturale-
za y de la clase obrera, el patriarcado, y la racialización, son parte fundamental de
la construcción social y material del sistema capitalista.
pero de darse, la base lógica es la misma que en el siglo XV, invertir capital
para seguir consiguiendo más capital. ¿Qué ocurre si no es posible la electrifi-
cación total de la economía? Las energías renovables también tienen sus lími-
tes de viabilidad física y económica. El transporte puede llegar a ser un cuello
de botella para el sistema capitalista, al cual le crecen otros como la escasez
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de metales raros (Indio por ejemplo) y no tan raros (como el cobre). Los metales raros
están en un 90-95% en China, de aquí por ejemplo la guerra comercial actual con EEUU.
La autonomía y la vuelta al campo son estrategias más que deseables de salvaguardar y
fomentar entre la clase trabajadora. La burguesía intenta individualizarnos con cada paso
tecnológico, eliminando las relaciones afectivo-sexuales necesarias para mantener una
sociedad más allá de la mera reproducción y consumo. Volver a la mente colectiva, recha-
zar el egoísmo y restablecer en esa mente colectiva la unión con la naturaleza nos apor-
tarán parte de la rabia necesaria para defendernos de los embates y destruir el sistema
capitalista, que envenena y mata. La otra rabia ya deberíamos tenerla, contra la autoridad
burguesa en todas sus ramas.
Las ciudades permanecerán, agrandadas aún más por la extirpación de humanidad del
campo a la ciudad, quedando el campo para pocas personas que acumularán tierras, pas-
tos y bosques. El resto a la fábrica o delante del ordenador a producir. Incluso ciudades
pequeñas corren el riesgo de caer, porque la condensación de capital ocurrida por una
restricción del transporte conlleva una reagrupación de los medios de producción, y con-
secuentemente las grandes vías de transporte comunicarán los intereses productivos,
entre núcleos estratégicos. En el Estado español Madrid-Valladolid-Ferrol-Vigo, Madrid-
Barcelona-Valencia, Madrid-Mérida-Cádiz, Madrid-Valladolid-Vitoria-Bilbao,y así sucesiva-
mente, una red radial de intercambios comerciales, la prioridad del crecimiento ante todo.
Atacar a las redes de transporte (tradicionales y eléctricas) supone poner contra las cuer-
das a todo el sistema de creación de capital. De venirse abajo el sistema eléctrico, las
pérdidas serán exponencialmente crecientes al tiempo que tarde en reponerse. Y para eli-
minar tentaciones, la salud y seguridad de la población se vincula directamente a estas
redes, ya que de estas dependen la sanidad, la vivienda, o la alimentación por ejemplo.
Desde la autoría de este texto se defiende la imposibilidad del capital a crecer indefinida-
mente en cuanto energía y recursos se refiere, puesto que la Tierra es finita. Mitos como
la explotación de materiales espaciales, de energías infinitas, magias tecnológicas, y otros
artefactos aún por descubrir o probar su viabilidad, hacen que la población permanezca
en el tecno-optimismo. No se debe continuar confiando en los mismos que nos han meti-
do en las cámaras de gas que son las ciudades y algunas regiones, los mismos que han
fomentado la eliminación de naturaleza para adecuarla a sus necesidades de transporte y
producción. La burguesía no va a cesar en su rueda de crecimiento perpetuo hasta el
colapso premeditado, para vuelta a empezar con ella a la cabeza.
Los "accidentes" en el trabajo son una realidad constante y cotidiana que azota a la
clase trabajadora. Año tras año nos llegan los aterradores e invisibilizados datos de
siniestralidad laboral en el conjunto del estado español. Si el año pasado 2018
cerramos el año con la desgarradora cifra "oficial" de 652 personas fallecidas mien-
tras trabajaban, en 2019 vamos por el mismo camino.
Según los datos aportados por el Ministerio de Trabajo, los accidentes laborales
aumentan. Los accidentes mortales suponen ya el 45% del total acumulado el año
pasado en las mismas fechas. Pese a que la estadística muestra que los siniestros
mortales han descendido en el mismo período del año, el número total de acciden-
tes con baja ha aumentado este primer semestre. El Ministerio de Trabajo ha dado
constancia de un total de 310.130 hasta junio, el 3,7% más en comparación con el
mismo periodo del año pasado.
2018 no fue ni mucho menos un buen año en cuanto a la siniestralidad laboral. 652
trabajadores murieron el año pasado durante su jornada, al ir o al regresar de su
puesto de trabajo, según las cifras del Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social. Es el dato más alto desde 2011, cuando fallecieron un total de
716 trabajadores, y rompe con la estabilización en el número de muertes que se
estaba produciendo en los últimos años. Del total de 652 víctimas mortales, 506
personas fallecieron durante su jornada de trabajo y 146 trabajadores murieron 'in
itinere', es decir, al ir o volver del trabajo.
27
Las causas de los accidentes en el trabajo son por todos conocidas: los sobrees-
fuerzos, los ritmos de trabajo, el estrés, la escasez de plantillas, el exceso de jorna-
da, la falta de descanso adecuado, el amianto y los tóxicos en general, la explota-
ción sin freno, la falta de derechos, la presión de las mutuas y el negocio de la pre-
vención, la falta de Inspectores e Inspectoras de Trabajo, el abuso en la contrata-
ción temporal y la precariedad salarial, y un largo etcétera de factores que influyen
en esta masacre cotidiana que sufrimos los trabajadores.
Cada puesto de de trabajo tiene sus particularidades, y por lo tanto genera enfer-
medades especificas y mata de manera particular.
La ansiedad, las jornadas dobles, el estrés laboral, el no respetar las horas de des-
canso entre jornadas, las horas extra, la amenaza de despido (el cual supone una
condena a la miseria), los plazos impuestos desde arriba por personas que no
hacen tu trabajo y que posiblemente no tenga ni idea sobre el, el acoso, el trato
despectivo; son situaciones cotidianas en la mayoría de las empresas.
directa debía y debe ser la respuesta a la sangre con la que amasan sus fortunas.
No hay conciliación posible con los empresarios.
represión sindical y laboral son terrorismo patronal, los accidentes en el trabajo son
terrorismo patronal...
Para que la lucha contra los accidentes en el trabajo y contra todas las nocividades
derivadas del trabajo mismo pueda tener éxito, es imprescindible que los trabajado-
res se organicen por objetivos e intereses propios de los trabajadores, contra todos
los organismos burgueses y colaboracionistas, es imprescindible que la lucha se
lleve a cabo con medios y métodos de clase y que enfrente al mismo tiempo a los
capitalistas y a las organizaciones oportunistas que blanquean la explotación.
Los "accidentes" laborales no los parará la empresa ni los sindicatos. Las muertes
en el trabajo no se van a acabar por arte de magia… Son los propios trabajadores
los que deben imponer las condiciones de seguridad en el trabajo, los que deben
obligar con su lucha a que la empresa ceda en materia de prevención, los que
deben dar la batalla continuamente para lograr que estos objetivos, que son mínimos
pero que afectan a la propia vida de los obreros, se consigan.
-La lucha contra las desgracias y las muertes en el trabajo es parte de la lucha por
la reducción de los ritmos de trabajo, de la intensidad del trabajo, de la jornada labo-
ral y por el aumento de las pausas en todas las secciones de la fábrica, especial-
mente en aquellas en que se trabaja con un riesgo mayor.
solidaridad
de clase
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Tres organizaciones no afines en ideología se han puesto de acuerdo para sostener estas comillas ante el
Defensor del Pueblo. La Organización Médica Colegial (OMC), que agrupa a todos los Colegios Médicos de
España, la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP) y la Asociación Pro Derechos Humanos de
Andalucia (APDHA) le entregaron un informe en el que vierten durísimas críticas al sistema de atención sanitaria
a los internos de las prisiones españolas, entre otras que : "la dependencia de los médicos al Ministerio de Interior
hace difícil conjugar la normativa penitenciaria con el acto médico". El informe detalla las dificultades en el acce-
so a tratamientos de última generación, por ejemplo, de hepatitis C o las condiciones que padecen los internos que
sufren una enfermedad mental, colectivo que no debería estar en prisión porque no entiende la pena y que supo-
ne el 8% de la población penitenciaria. En su entrevista con los responsables de la oficina del Defensor del Pueblo,
estos tres colectivos subrayan un aspecto legal incumplido en España desde 2003. Aquel año, la Ley de Cohesión
y Calidad del Sistema Nacional de Salud estableció que todas las competencias sanitarias de las prisiones se debí-
an transferir a las Comunidades Autónomas en
2004, pero esto no ha ocurrido, salvo en el caso del País Vasco. Contra lo dispuesto por una ley, los médicos de
prisiones no dependen ni del Ministerio de Sanidad ni de las Consejerías de las Comunidades Autónomas, sino
del Ministerio de Interior. Recuerdan también estas organizaciones que el Tribunal Supremo llegó a ilegalizar la
imposición a los médicos de prisión de dispensar fármacos distintos a los del exterior. Por su parte, fuentes de
Instituciones
Penitenciarias replican que la asistencia a los reclusos enfermos está totalmente garantizada y que no existe res-
tricción alguna al acceso a los tratamientos médicos, aunque esto en la realidad no se lleve a cabo.
La asistencia sanitaria está recogida en el art 36 de LOGP, según el cual en cada centro existirá, al menos, un
médico general, un ayudante técnico sanitario, un médico odontólogo y personal auxiliar adecuado. Para la pres-
tación de esta atención, todas las cárceles contarán, conforme al artículo siguiente, con una enfermería con un
número suficiente de camas, material clínico necesario, instrumentos y productos farmacéuticos básicos para las
curas e intervenciones dentales, así como dependencias para la observación de psiquiatría, de atención de toxi-
cómanos y una unidad para enfermos contagiosos. Dado que los enfermos mentales, toxicómanos, crónicos y con-
tagiosos constituyen el grueso de la población penitenciaria, prestamos algo más de atención a cada una de estas
dependencias y a los programas de prevención y rehabilitación existentes.
La SGIP ha previsto un plan de intervención transversal en materia de drogodependencias que se proyecta sobre
cinco vertientes: a) Actuación conjunta y coordinada entre tratamiento, sanidad y seguridad. b) Intervención sobre
la demanda: programas de drogodependientes. c) Intervención sobre la oferta: medidas contra la introducción y
tráfico de drogas. d) Creación de una Comisión de Seguimiento del Plan de Intervención General. e) Campañas
de sensibilización e información en materia de drogas a familiares y presos. Nada de esto se aplica, la metadona,
como sustitutivo de la heroína e igualmente adictiva, llegó para quedarse.
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-Plan de prevención de suicidios: Los objetivos de este programa consisten en detectar en las personas situa-
ciones problemáticas que puedan derivar en suicidio, aplicar pautas de prevención y establecer cauces de
información y coordinación entre los diferentes servicios implicados. Para ello, los servicios sanitarios, socia-
les y de tratamiento, en la primera entrevista en el ingreso a prisión, deberán detectar aquellos casos sus-
ceptibles de inclusión en este protocolo. Sin embargo, el sistema penitenciario, en su propia esencia y diná-
mica, es caldo de cultivo para la inducción al mismo.
Lo cierto es que las condiciones en las que se desarrolla la atención sanitaria en las prisiones son muy par-
ticulares. Por un lado, los presos viven en un régimen cerrado, permanentemente vigilados y en un clima de
escasez de ilusiones y abundancia de ansiedad, depresión y conflictos comunitarios. Por otro, los médicos
se encuentran con el dilema de atender a una población muy afectada por patologías directamente relacio-
nadas con la vida carcelaria, a la vez que dependen de las autoridades penitenciarias, lo que genera no
pocas dificultades a la hora de actuar con libertad de criterio y de disponer de los recursos sanitarios nece-
sarios. En este clima sofocante se hace imposible respetar los derechos
del recluso-paciente, entre otros, el derecho a la intimidad y a la confidencialidad de las informaciones rela-
cionadas con su salud, el derecho al consentimiento informado y a renunciar a un tratamiento, el derecho a
unas condiciones básicas de salud y a una atención sanitaria aceptable, lo que supondría la implicación de
los profesionales sanitarios
en la mejora de toda una serie de factores que condicionan la salud de los reclusos: el tipo de alimentación
que reciben, las condiciones de higiene y confort de las celdas (luz natural y artificial adecuadas, ventilación,
temperatura, tamaño de los espacios…) y en general de las cárceles, la higiene personal y la limpieza y
comodidad de las ropas que visten, las condiciones de higiene y seguridad en los trabajos que realicen, el
ambiente social del centro, la eficacia de las medidas dirigidas a la reinserción social, los estilos de vida de
los presos…
En definitiva, sería necesario modificar muchos puntos del presente sistema penitenciario. Cuestiones como
eliminar los regímenes de aislamiento, perseguir y terminar con la impunidad para torturar y realizar tratos
degradantes, establecer criterios para una penalidad racional en la duración y en la proporcionalidad, evitar
la existencia de cadenas perpetuas "de facto", acabar con la dispersión como castigo a los presos y a sus
familias y dotar a las cárceles de una sanidad equiparable a la que disfrutamos las personas en libertad. En
conclusión, hacer que la estancia en prisión no suponga una dificultad para que la persona
vuelva a la sociedad de la que fue sustraída.
[Extraído de la publicación
antirrepresiva EL CARRO nº 1]
Lxs obrerxs necesitan pan, pero tambien necesitan rosas