02 Ciudades y Edificios - Epilogo Rasmussen PDF
02 Ciudades y Edificios - Epilogo Rasmussen PDF
02 Ciudades y Edificios - Epilogo Rasmussen PDF
Composición
Arquitectónica
3
C IUDADES
y E DIFICIO S
ciudades
y edificios
Descritos con dibujos y palabras
Prólogo
Manuel Blanco
Epílogo
José Antonio Flores Soto
Traducción
Muriel de Gracia Wittenberg
Edición
Jorge Sainz
Prólogo
El modelo Rasmussen
La lectura de la ciudad como análisis de arquitectura 7
Prefacio 33
i La ciudad, un templo 37
ii Ciudades coloniales 44
iii Las ciudades ideales del Renacimiento 56
iv La grandiosa perspectiva 64
v Roma, la ciudad eterna 75
vi El París de los mosqueteros 91
vii La villa 101
viii La contribución holandesa 113
ix Charlottenborg, Copenhague 130
x Historia de dos ciudades 139
xi Intermedio danés 153
xii El Neoclasicismo 169
xiii Las afueras 181
xiv Los bulevares de París 196
xv El suelo y la especulación 208
xvi El Funcionalismo 219
Epílogo
Aprender a pensar
El dibujo como herramienta de análisis 237
José Antonio Cuando han pasado muchos años, el fuego de las pasiones se extingue,
Flores Soto y con él lo que creíamos que era la luz de la verdad. ¿Quién de noso-
tros es todavía capaz de decir si tenía razón Héctor o Aquiles, Aga-
menón o Príamo, cuando luchaban por la belleza de una mujer que
ahora es ceniza de cenizas?
Umberto Eco, El nombre de la rosa, 1980.
1. Véase el catálogo Steen lona: Reverté, 2004), pági- 4. La primera edición in- íntegra: La experiencia
Eiler Rasmussen: architect, nas 209-222. glesa es Towns and build- de la arquitectura: sobre
town-planer, author (Co- 2. Como Rafael Manza- ings: described in draw- la percepción de nuestro
penhague: The Founda- no, catedrático de Histo- ings and words (Liver- entorno (Barcelona: Re-
tion for the Publication of ria de la Arquitectura de pool: The University of verté, 2004), página 116,
Architectural Works, The la Universidad de Sevilla, Liverpool / Cambridge, figura 6.8.
School of Architecture in de quien tuve la fortuna Massachusetts: Harvard 6. Rasmussen, London
Aarhus, 1988); la introduc- de ser alumno en el cur- University Press, 1951); (Copenhague: Gylden-
ción al catálogo se ha pu- so 2000-2001. desde 1969 la edita The dal, 1934); versión es-
blicado en español como 3. La edición original da- Mit Press. pañola: Londres, ciudad
‘Breve autobiografía’, en La nesa es Byer og bygninger: 5. Rasmussen, Om at op- única (Barcelona: Fun-
experiencia de la arquitec- skildret i tegninger og ord leve arkitektur (Copenha- dación Caja de Arquitec-
tura: sobre la percepción (Copenhague: Forlaget gue: G.E.C. Gads Forlag, tos, 2010), página 120, fi-
de nuestro entorno (Barce- Fremad, 1949). 1957); versión española gura 44.
epílogo 239
De los dibujos de este libro, sólo hay certeza de que dos de ellos
sean transcripción literal de fotografías publicadas por el autor en
otros libros. El que representa la avenida procesional de Pekín ha-
cia la Ciudad Prohibida reproduce una fotografía de autor tomada
en su viaje a China y publicada luego en La experiencia de la arqui-
tectura (figura 1). 5 El de Prior Park tiene su origen en una fotogra-
fía que, recortada por tres lados, se publicó en Londres, ciudad úni-
ca (figura 2). 6 No se han encontrado más certezas de este tipo. Sólo
en estos casos se puede acreditar que en el principio fue la fotogra-
fía, congelando una mirada, y después el dibujo.
Comparando ambos pares de imágenes, salta a la vista que hay
una sutil diferencia entre fotografía y dibujo. Siendo la misma ima-
1. Dibujo de la avenida gen, el dibujo contiene cierta intención de la que carece la fotografía.
procesional hacia la A pesar de representar una misma idea arquitectónica, para apoyar
Ciudad Prohibida
de Pekín, y fotografía
el discurso literario, la síntesis gráfica del dibujo es más eficaz, aun-
de la que procede. que no sea menos costosa su fabricación.
240 ciudades y edificios
4. Dibujo de Rasmussen bado de Alberto Durero sobre la teoría de la perspectiva (página 67),
y fotografía de la los trozos del plano de Roma de Giambattista Nolli (páginas 87, 88
Cena de San Gregorio
Magno, pintura de
y 90), los del plano de París de Turgot (páginas 96, 98, 99, 144 y 145)
Paolo Veronese. o las vistas de Le Corbusier del último capítulo (páginas 226-231).
Estas reproducciones sólo han requerido de Rasmussen la selec-
ción para llamar la atención sobre lo que las palabras cuentan a su
lado: teoría de la perspectiva, génesis de los tejidos urbanos o la ciu-
dad de la ortodoxia moderna. Sin embargo, hay que ir un poco más
allá, hacia aquellos otros dibujos que sí han requerido la participa-
ción activa del autor, ya sea en versiones de otras obras o en dibu-
jos propios que cuentan algo concreto.
Antes de abordar los dibujos de Rasmussen que miran realida-
des concretas, conviene detenerse brevemente en los que reprodu-
cen, reinterpretadas, conocidas obras de arte.
En este apartado merecen especial atención los dibujos de pai-
sajes de Claude Lorrain, sencillamente conmovedores. Al transfor-
mar un paisaje en dibujo a línea, Rasmussen demuestra la capaci-
dad del dibujo para contar lo mismo que la pintura, cuando lo que
importa es la arquitectura (y un paisaje también es arquitectura: ‘ar-
tealización’ del medio natural, como bien cuenta Alain Roger).12 Lo
que se dijo sobre el ejercicio de síntesis del dibujo de Prior Park sir-
ve también aquí para los paisajes de Claude Lorrain reproducidos
por Rasmussen, porque insisten en buscar la arquitectura allí don-
de no se espera que la haya: en lo que parece naturaleza y es, sin
embargo, artificio.
En idéntico sentido a los paisajes reinterpretados, impresionan
las reproducciones de obras maestras de la pintura. La Cena de San
Gregorio Magno (figura 4) y el Cazador que aparece por una puer-
12. Alain Roger, Court ta fingida de la Villa Barbaro (figura 5), ambas de Paolo Veronese,
traité du paysage (París: pasados a línea, hablan más directamente de lo que se suele pensar
Gallimard, 2007); versión
que sea arquitectura: edificios. Como con los paisajes de Lorrain,
española: Breve tratado
del paisaje (Madrid: Bi- la abstracción del color a través de la línea aplicada en trama indi-
blioteca Nueva, 2007). ca claramente hacia dónde apuntan los dibujos de Rasmussen.
244 ciudades y edificios
tral, pero lo que construían realmente eran edificios con una mar-
cada axialidad.
Además de esta axialidad, lo que Rasmussen pone en evidencia al
dibujar las dos plantas a la misma escala es algo palmario, pero ob-
viado al hablar de este fresco: la arquitectura representada por Ra-
fael tiene más bien la escala doméstica de la villa de Palladio y no
tanto la escala monumental del proyecto de Bramante para San Pe-
dro, por más que sea una reinterpretación de su propuesta inicial.
Cualquiera que haya estado en la basílica vaticana se dará cuenta
de ello (figura 11).
Otras veces, el origen de los dibujos de Rasmussen son otros di-
bujos, pero tampoco en este caso se trata de simples reproduccio-
nes de obras de otros autores. La acción no es tan inmediata ni fiel
como parece, sino que tiene una intención sutil. Fíjese, si no, el lec-
tor en la reproducción, aparentemente literal, del grabado de Tho
mas H. Shephers que muestra una vista de Regent Street, en Londres
(figura 12).16 Si miramos atentamente las dos imágenes, veremos que
Rasmussen ha eliminado algunos elementos en su versión: la esce- 12. Dibujo del Quadrant
na está notablemente más vacía. Y algo similar ocurre con su in- de Regent Street, en
Londres, y grabado del
terpretación del dibujo del Campidoglio, realizado por Martin van
que procede, obra de
Heemskerck (figura 13).17 Thomas S. Shephers.
epílogo 247
13. Dibujo del Está claro: Rasmussen no dibuja porque sí; ni siquiera lo hace
Campidoglio, en Roma, cuando copia dibujos de otros para ilustrar algo que cuenta su rela-
y original del que
procede, obra de Martin
to escrito. Rasmussen interpreta; y en ese interpretar hay voluntad
van Heemskerck. de decir algo concreto. Sólo hay que aprender a mirar.
El artificio de Vermeer
trar el apoyo de la viguería del techo en la viga durmiente de facha- 14. A la izquierda, la
da, queda aclarada la construcción de la caja espacial como en nin- reconstrucción que hace
Rasmussen de la sala
gún otro de los cuadros de interiores. Más aún, se muestra el papel
donde Vermeer pintaba
de las ventanas en el muro de la fachada, y su relación con las de- sus cuadros; a la derecha,
más superficies límite del espacio doméstico. Lección de Música.
Rasmussen ha reconstruido la ‘habitación escenario’ de los inte-
riores domésticos de Vermeer como si se tratase de un cuadro, pero
con algunas licencias: en primer lugar, en la fachada aparece una
tercera ventana, inexistente en los interiores de Vermeer, signo de
que el punto de vista adoptado está más retrasado que el de los cua-
dros; y en segundo lugar, la habitación se prolonga en exceso por la
derecha. No obstante, para hacer verosímil la reconstrucción, el di-
bujo está habitado por personajes bien conocidos: al fondo, detrás
de una mesa, la mujer al virginal bajo la atenta mirada del profesor,
ambos sacados de la Lección de música; en un plano medio, el pin-
tor de El arte de la pintura (figura 15).
este libro, donde son las personas lo realmente importante, por más
que ambos parezcan reproducir estampas de la época. Son las per-
sonas quienes colman la escena, reducida a escenario donde cam-
pan a sus anchas. Lo son porque lo que se pretende contar con este
dibujo es el ajetreo de la vida cívica del París del Segundo Imperio
como resultado de la operación urbana del barón Haussmann y Na-
poleón III: señoras acomodadas en veladores, caballeros con som-
brero de copa, damas de amplios vestidos, matrimonios, jóvenes pe-
tulantes e incluso un abate entre el gentío; gente vagueando, al fin y
al cabo. Se puede decir que es un dibujo con mucho ruido, como la
vida urbana del regenerado París.
Si comparamos este bullicioso dibujo –o bien otro pequeñito
de la terraza de un restaurante de la Place Dauphine (página 207),
donde no es difícil adivinar representado al propio autor del libro
con su mujer, vagueando una mañana soleada– con el resto de di-
bujos de escenas urbanas que pueblan el libro, está claro que Ras-
mussen dirige mayoritariamente su atención no a la gente, sino a la
ciudad y a los edificios. Por eso tal vez sus vistas carecen general-
mente de presencia humana, lo cual no quiere decir que sean esce-
nas deshabitadas, pues en casi todas ellas se sugiere siempre lo hu-
mano por ausencia.
La vista de una barriada de viviendas construida en Copenhague
para los miembros de la Asociación Médica danesa (página 189) evo-
256 ciudades y edificios
(desde fuera) y como contenedor de espacios arquitectónicos (des- 24. Plano del ‘laberinto’
de dentro); estudian también la relación interior-exterior y ponen de de la biblioteca de
El nombre de la rosa.
relieve que la arquitectura esconde complejidades muy elaboradas y
no pocas contradicciones, como más tarde desarrollaría Venturi.
Lo primero que parece querer poner en evidencia Rasmussen es
que la envolvente exterior de un edificio no debe ser necesariamen-
te expresiva de su orden interior; de hecho, en casi ninguno de los
edificios analizados lo es. Resulta ingenuo –calculadamente inge-
nuo– pensar que un edificio, en su aspecto externo, ha de explicar
necesariamente la organización interna de sus espacios y la forma
de éstos. Y como mejor se evidencia esto es dibujando. ¿Qué hace,
si no, Umberto Eco cuando obliga a fray Guillermo y a Adso a sa-
lir aturdidos de la biblioteca-laberinto de El nombre de la rosa, para
trazar en un papel su planta y conseguir orientarse en el interior? El
27. Bruno Zevi, Saper ve-
aspecto macizo de la biblioteca esconde tras de sí un laberinto, in- dere l’architettura: saggio
descifrable desde fuera, que sólo puede desentrañarse al dibujarlo sull’interpretazione spa-
tras haberlo visitado por dentro (figura 24). Algo de esto hay en los ziale dell’architettura (Tu-
rín: Einaudi, 1948); ver-
dibujos de Rasmussen.
sión española: Saber ver
La experiencia de la arquitectura es insustituible, como apunta- la arquitectura: ensayo
ba Bruno Zevi.27 Sin embargo, el dibujo, situado el observador fue- sobre la interpretación es-
ra del edificio, favorece una comprensión total del edificio en cuan- pacial de la arquitectu-
ra (Buenos Aires: Posei-
to objeto. Y es justamente lo que hace Rasmussen: se coloca fuera
dón, 1951).
de los edificios y los aborda sistemáticamente mediante los tres di- 28. Raffaello Sanzio, ‘Me-
bujos que, desde los tiempos de Rafael, se han considerado signifi- moria a Leone X’, trans-
cativos y suficientes para comprender cualquier edificio: la planta, cripción original en Ray,
una sección y el alzado principal. 28 Así que cada uno de los análisis Raffaello architetto pági-
nas 362-370; también hay
gráficos se representa mediante tres, casi siempre tres, esquemas re- una versión italiana en
lacionados que ofrecen una visión integral del edificio estudiado. Wikisource.
epílogo 259
27. Perspectiva de la Finalmente, también cabe mencionar las vistas que pueblan el li-
Villa Trissino dibujada bro. En ellas, lo que interesa es destacar el efecto que provoca en su
por Rasmussen y
contexto un determinado edificio o de un grupo de ellos. Estos di-
conjunto de planta y
alzado ilustrado por bujos hacen patente la importancia que tiene la arquitectura en la
Palladio en I quattro libri. creación de lugares. Ejemplos de ello son: una villa de Palladio que
domina el horizonte (página 104), la impresionante presencia ur-
bana de la mole del Palacio Real de Estocolmo (página 115), el ac-
ceso, de una escala inusitadamente doméstica, del palacio de Ros-
kilde (página 157) y, cómo no, el efecto visualmente cerrado de la
columnata de Bernini desde dentro (página 69), entendida como
frontera habitable.
1 Bernard Bevan
Bernard Bevan
Historia de la arquitectura española
Documentos de
Composición
Arquitectónica
1
2 Leon Krier
Leon Krier
La arquitectura de la comunidad
Documentos de
Composición
Arquitectónica
2
En preparación:
Henry-Russell Hitchcock
La arquitectura moderna
Romanticismo e integración
David Watkin
El pintoresquismo inglés
Arquitectura, paisaje y diseño de jardines
Este libro, compuesto con tipos digitales
Minion (de Robert Slimbach, 1989) y
Myriad (de Robert Slimbach
y Carol Twombly, 1991),
se imprimió en Madrid,
el mes de febrero del año 2014,
en los talleres de Artes Gráficas Palermo.
Los Documentos de Composición Arquitectónica
forman una colección dirigida a estudiantes, profe-
sores y, en general, a todos los miembros de la co-
munidad universitaria; su intención es hacer una im-
portante aportación en los campos del estudio, el
aprendizaje y la investigación.
La selección de autores y títulos se centra espe-
cialmente en los temas de teoría e historia de la ar-
quitectura, y pretende dar cabida tanto a obras que
fueron influyentes en el pasado como a las aporta-
ciones más recientes.
Se ha cuidado especialmente el formato y la tipo-
grafía para facilitar así la lectura continua, pero tam-
bién la consulta ocasional. La traducción y revisión
de los textos están a cargo de los mejores especia-
listas en cada una de las materias, procedentes en su
mayoría del ámbito universitario. Como es tradición
en los mejores libros de arquitectura, la ilustración
gráfica es abundante, práctica y sobria.
Esta nueva colección de Editorial Reverté se pu-
blica con la colaboración del Departamento de
Composición Arquitectónica de la Escuela Técnica
Superior de Arquitectura de Madrid, dentro de la
Universidad Politécnica de Madrid.
Editorial
Reverté
Ciudades y edificios
Este libro pretende incitar al lector a que mire la ciudad como Steen Eiler Rasmussen
una entidad que expresa determinados ideales. De esta manera, (1898-1990) hizo dos
cada uno de los monumentos singulares (los edificios) se con- cursos de arquitectura
en la Real Academia de
vierten en parte de un todo. Las ciudades no se estuudian aquí de Bellas Artes de
un modo idéntico o de acuerdo a un método particular. Los ca- Dinamarca, pero dejó
pítulos son tan variados como los temas, pues no hay dos ciuda- los estudios. Con todo,
des en el mundo que sean idénticas. tras ganar los tres
Para comprender mejor las similitudes y los contrastes, la ma- primeros concursos a los
que se presentó, fue
yor parte de los planos están reproducidos a la misma escala:
nombrado miembro del
1 : 20.000. Así se puede comparar el tamaño de las ciudades de Consejo de la propia
las antiguas Grecia y Roma con las poblaciones medievales y con Academia, donde luego
elementos conocidos como la trama de calles de una ciudad mo- ocupó las cátedras de
derna. Desgraciadamente, no es posible aplicar este principio en Urbanismo (1924-1938)
todos los casos, pues las grandes metrópolis de hoy en día son y de Arquitectura (1938-
1968). Trabajó para el
tan extensas que ningún libro podría contener las comparacio- Ayuntamiento de
nes de éstas con ciudades de tiempos anteriores. Copenhague (1932-1938)
Los edificios no se tratan aquí como monumentos que han de y en 1948 redactó el
verse solamente desde fuera. La arquitectura crea espacios para llamado ‘Plan de los
que la gente viva dentro y se desplace por ellos. Aunque la facha- dedos’. Entre sus obras
destacan el
da es, por supuesto, una parte importante del edificio, sólo cons- Ayuntamiento de
tituye la expresión externa de algo muy complicado que no pue- Ringsted y las viviendas
de entenderse antes de que hayamos percibido la relación entre de Tingbjerg. Sus otros
el interior y el exterior, entre la existencia humana en torno a la dos libros más famosos
cual se ha construido el edificio y los recursos técnicos disponi- son Londres, ciudad
única (1937) y La
bles en el momento de su construcción.
experiencia de la
Esta edición incluye un prólogo analítico del profesor Manuel arquitectura (1957),
Blanco y un epílogo del investigador José Antonio Flores Soto so- publicado en esta
bre los dibujos del autor. Las dos últimas aportaciones forman misma colección.
parte de las labores de investigación del Departamento de Com-
Ilustración de cubierta:
posición Arquitectónica de la Etsam, que ha colaborado en la Palmanova, 1591, grabado
edición y publicación de este libro. de Braun & Hogenberg.
www.reverte.com